Professional Documents
Culture Documents
PERTINENCIA DE PROGRAMAS
EDUCATIVOS
En esta ocasión expondré cinco sencillos pasos para desarrollar un análisis FODA. Para
que un análisis FODA tenga sentido y una vez entendiendo para qué me sirve y porqué
es importante hacerlo, debemos de considerar por qué y para qué lo deseamos utilizar y
posteriormente acompañarlo con una serie de estrategias que nos ayuden a aplicar de
forma concreta acciones para el logro de nuestro objetivo planteado.
Si el objetivo es claro, el análisis FODA puede ser usado para ayudar en el logro de ese
objetivo. En este caso, podemos entender cada grupo de factores de la siguiente manera:
Fortalezas: Atributos de la organización que son útiles para lograr el objetivo.
Debilidades: Atributos de la organización que son perjudiciales para la consecución
del objetivo.
Oportunidades: Condiciones externas que son útiles para lograr el objetivo.
Amenazas: Condiciones externas que son perjudiciales para la consecución del
objetivo.
A continuación expongo el procedimiento para que desarrolles tu análisis FODA y lo
conectes con estrategias y acciones concretas:
Paso 1) Definir el objetivo que deseamos lograr
Es muy importante definir el objetivo de lo que nos interesa desarrollar, como por
ejemplo, la valoración de que tan exitoso puede llegar a ser un nuevo producto en el
mercado. Si un objetivo claro ha sido identificado, el análisis FODA puede ser usado para
ayudar en la búsqueda de ese objetivo incorporándose en un modelo de planeación
estratégica.
Un análisis FODA no debe ser iniciado con la definición de un estado final deseado, ya
que se corre el riesgo de manipular el ejercicio hacia lo que deseamos obtener, en lugar
de que el mismo análisis nos muestre que estado(s) final(es) podríamos tener.
Es importante que una vez que las 4 listas estén terminadas, de ser posible puedan ser
validadas por todo el equipo que participó en su elaboración para compartir ideas y
realizar los ajustes finales.
La transición política del siglo XXI dio continuidad a los anteriores propósitos de la
educación superior: cobertura, calidad, diversificación, equidad, evaluación, planeación
y pertinencia.La nueva gestión intentó incrementar el nivel de consistencia entre las
políticas y perfeccionar los programas solicitando mayor participación de las IES para la
toma de decisiones y el diseño de políticas que permitieran crear una red interinstitucional
para el desarrollo de una educación superior de calidad con acceso universal (SEP, 2007).
Las IES deben tener presente, a la hora de (re)diseñar sus programas de estudio, que la
pertinencia debe poseer un carácter integrador donde las perspectivas políticas, sociales
y económicas estén en equilibrio, más allá de dar mayor peso a uno u otro elemento por
encontrarse cada institución en una “región de aprendizaje”.
En este tenor, la relevancia de la oferta educativa debe asegurar a los jóvenes que
aprenderán según sus intereses y sus conveniencias, pero, más allá de la subjetividad y el
gusto personal de los estudiantes, debe también garantizar el aprendizaje de insumos
necesarios para la vida social y económica del país, lo cual conllevaría una utilidad con
fines de integración al mercado laboral. En suma, los programas académicos deben
ayudar a los estudiantes comprender su sociedad y capacitarlos para participar ética y
productivamente en el desarrollo regional y nacional.
La matriz FODA
El análisis FODA consiste en realizar una evaluación de los factores fuertes y débiles que,
en conjunto, diagnostican la situación interna y externa de una organización. Para el
análisis FODA (Thompson 1998), una estrategia debe ajustar la capacidad interna
(fortalezas y debilidades) y externa (oportunidades y amenazas) de la organización.
Una fortaleza en una organización es alguna función realizada de manera correcta, por
ejemplo, ciertas habilidades y capacidades del personal y su evidencia de competencias.
Las fortalezas pueden incluir capacidades fundamentales en áreas clave, ventajas en
costos (en un ámbito empresarial), mejores campañas de publicidad, habilidades para la
innovación de productos, dirección capaz, mejor posición en experiencia o mejor
capacidad de fabricación.
El análisis interno en el ámbito educativo debe evaluar los siguientes puntos: objeto de
estudio, objetivos del programa, justificación del programa, campo de desempeño,
investigación, proyección social, competencias, modelo pedagógico, evaluación del
aprendizaje, educación continua y posgrados. De igual manera serán relevantes criterios
ligados, en el documento marco de referencia, con la evaluación y seguimiento de
programas de posgrado avalados por el CONACYT y la Subsecretaría de Educación
Superior (distinción PNPC).
Para determinar si el objeto de estudio se constituye como una fortaleza o una debilidad
es necesario atender a la cobertura (población atendida con el programa) existente en las
orientaciones educativas ofertadas en relación con la demanda laboral, es decir, ajustar la
oferta educativa con la demanda laboral, tanto potencial como real en términos del campo
de desempeño. Sin duda la IES se encontrará en una posición fuerte cuando las
habilidades y competencias implantadas por sus programas estén en condiciones de
formar profesionales con posesión no sólo de conocimientos abstractos, sino también de
habilidades específicas favorables a las dinámicas económicas, políticas y sociales del
país.
Adicionalmente, se debe tener muy en cuenta la capacidad de la IES para generar enlaces
y alianzas con diversas organizaciones del sector público y privado a nivel local, nacional
e internacional. Estas relaciones institucionales tendrán incidencia directa en el diseño de
planes y programas de estudio, pues representan recursos valiosos sobre todo para la
aplicación de conocimientos y la práctica de habilidades concretamente relevantes para
el desempeño laboral.
El ámbito externo del sector educativo en nivel superior deberá analizar el entorno o
marco educativo, social, político y económico; el marco laboral y científico. El marco
educativo contempla el contexto y las orientaciones educativas, así como la demanda
educativa y la cobertura. El marco económico, político y social incluye el desarrollo de
estas líneas en el área de conocimiento y el contexto donde se desenvuelven. La
introducción de programas, políticas y acciones gubernamentales pueden incrementar o
disminuir la demanda educativa de determinadas orientaciones académicas y, en ese
sentido, provocar la explosión o decremento de población estudiantil a la cual dar
cobertura.
Restaría enlazar las variables de las dos fuerzas, interna y externa, en un punto donde se
clarifique si las fuerzas interiores están en armonía con las fuerzas exteriores, es decir, si
los objetivos y justificación del programa, el campo de desempeño, la investigación
realizada, la proyección social, las competencias a desarrollar, el modelo pedagógico
ejercido, la evaluación del aprendizaje, la educación continua y los posgrados cumplen
con las necesidades educativas de la sociedad, la economía y la política de modo que los
aspectos laborales y científicos influyan en el ánimo de los egresados y empleadores y se
logre, de esta manera, el desarrollo sostenido y sustentable demandado por el país.
Esta última fase de la estrategia FODA es sumamente importante, pues el punto focal
para materializar y asegurar la pertinencia mediante el ajuste de factores internos y
externos, esto es, la oferta de programas y planes de estudio capaces tanto de atraer los
intereses de individuos en edad de acceder a la educación superior como de generar
egresados con los conocimientos, habilidades y actitudes suficientes para satisfacer las
necesidades de las organizaciones públicas y privadas que integran el mercado laboral.
Es en este momento cuando el valor estratégico del análisis FODA despliega todo su
potencial, pues teniendo en cuenta las fuerzas internas de la IES en cuanto a capacidades
de oferta educativa, cobertura, enlaces y servicios, puede reconocer, en lo particular, las
oportunidades del contexto general (social, político y económico) para aprovecharlas y,
en el camino, evitar posibles amenazas e, incluso, transformar éstas últimas en nuevas
oportunidades para el mejoramiento novedoso de sus programas y planes de estudio.
Conclusión