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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

UNICARIBE

ASIGNATURA
Economía I

TEMA
EL DINERO ELECTRÓNICO COMO SUSTITUTO PARCIAL DEL
EFECTIVO Y POSIBLES MECANISMOS PARA MASIFICAR EL
ACCESO A LOS SERVICIOS FINANCIEROS

ESTUDIANTE
Enmanuel Nivas 2012-6468
Arne Alcántara Abreu

PROFESORA
Elsa María Medina Lizardo

Santo Domingo, D.N.


23 de Febrero del 2019
INTRODUCCIÓN
La novedad que constituye por sí mismo el dinero electrónico
como actual y revolucionario medio de pago es una de las
primeras razones que justifican mi elección del presente tema de
investigación; ya que, como se desglosa en el capítulo siguiente,
este medio de pago constituye el último eslabón de una cadena
evolutiva del dinero, cuyo inicio se dió en el Reino de Lidia, en lo
que hoy son las provincias turcas de Izmir y Manisa, a los cuales
se les otorga el crédito de ser los primeros en establecer la
moneda como medio de intercambio estandarizado, pues antes
de esta invención, se utilizaban productos consumibles como lo
son almendras, maíz, arroz, animales vivos, conchas, piedras,
dientes, entre muchos otros.
El llamado dinero electrónico es representado en las tarjetas de
crédito, y es una de las apariciones tecnológicas que
reemplazaron el uso de los billetes en metálico como forma de
pago.
Se han vuelto parte fundamental no sólo del servicio de pagos y
compras, sino también incluso de la estética de las ciudades por
cuanto son uno de los equipos electrónicos más populares y que
en muchas de las ciudades son utilizados como puntos de
referencia y guía.
EL DINERO ELECTRÓNICO COMO SUSTITUTO PARCIAL
DEL EFECTIVO Y POSIBLES MECANISMOS PARA
MASIFICAR EL ACCESO A LOS SERVICIOS FINANCIEROS.

Primeras apariciones del dinero electrónico


El director del Chase Manhatan Bank, uno de los más famosos a
nivel mundial, tuvo la concepción original de la masificación de
la tarjeta de crédito a partir de una idea que llamó tarjeta
corporativa.
El dinero plástico tiene dos modalidades: la tarjeta de crédito y la
tarjeta de débito.
La primera otorga al tenedor la posibilidad de hacer pagos
diferidos por lo que compra o sacar dinero de cajeros automáticos
para reponerlo después.
La segunda le permite realizar compras con la presentación de
ella, en función del monto que tiene en su cuenta corriente en
una institución bancaria o financiera, de modo que
instantáneamente se produce en ésta un débito por la suma de
la transacción.
En esa época no existían los cajeros electrónicos, por lo que la
tarjeta era recargada en efecto con una cantidad determinada que
se entregaba a la caja del banco; si el cliente de la tarjeta quería
hacer una compra, tenía que llamar al banco para que le fuese
descontado del monto de la recarga el valor del objeto comprado.
Obviamente, los clientes sólo podían comprar en negocios que
previamente habían logrado un convenio con el Chase, logrando
de esta manera la aparición definitiva de los pagos al instante y
a distancia.
Se cree que el inventor del cajero electrónico o cajero automático
fue John Shepherd-Barron, pero lo que no se cree y de lo que se
está totalmente seguro es que el primer cajero automático fue
instalado en Londres en 1967.
Dificultades de tipo (polvo, agua, vandalismo, miedo o temor a
usar estos aparatos) dificultaron la masificación de los primeros
cajeros electrónicos, lo que no impidió su instalación definitiva
haciéndose definitivamente populares a partir de la década de los
80.

Tarjeta Electrónica
La tarjeta de crédito es un invento norteamericano que se ha
extendido por todo el mundo. La expresión credit card fue
acuñada por Edward Bellamy en su novela socialista utópica
titulada "Looking Backward” (1887), en la que, ofreciendo una
descripción futurista del año 2000, se refería a una tarjeta de
cartón con la cual cada individuo podría cargar todos sus gastos
a sus ingresos del año o endeudarse con cargo a las rentas de los
próximos años.
El sistema funciona dentro de una comunidad de pagos que tiene
tres elementos fundamentales: el organismo emisor de las
tarjetas, los titulares de ellas y los comerciantes adheridos a la
red crediticia. Al expedir la tarjeta a nombre de una persona, la
entidad emisora que con frecuencia es un banco o un grupo de
bancos garantizan los pagos a favor de los comerciantes
acreedores y los hace efectivos después de que las transacciones
se han realizado.
Luego el organismo emisor pasa la respectiva cuenta al portador
de la tarjeta y recupera ese dinero.
El comerciante, es decir el vendedor de los bienes y servicios al
tenedor de la tarjeta, que sin duda aumenta sus ventas con esta
facilidad crediticia, reconoce por el servicio al emisor un
porcentaje de comisión sobre el volumen de las transacciones
hechas por este medio.
La tarjeta de crédito tiene dos funciones principales: es un medio
de transacción porque con ella se pueden comprar cosas sin
necesidad de dinero en efectivo, para pagarlas después, y puede
usarse también como instrumento de crédito rotativo revolving
debt instrument, puesto que permite al cliente realizar pagos
diferidos sucesivos.
Si despojamos a la tarjeta de crédito de su función crediticia, nos
queda una tarjeta de débito con la cual los cargos son restados
directamente de los depósitos de su tenedor, lo cual equivale a
tener una cuenta corriente o una tarjeta para cajero automático:
una teller machine card.
El fenómeno contemporáneo de la globalización de la economía
ha impulsado fuertemente el desarrollo del llamado "dinero
plástico” a través del cual sus tenedores pueden realizar sus
pagos dentro y fuera de un país.

Una economía capitalista con la tarjeta de crédito


En la actualidad, instituciones bancarias y otras entidades
financieras promueven diversas estrategias para sumar más
tarjeta-habientes, debido en parte al boom del comercio
electrónico que ha crecido de la mano de Internet.
El sueldo percibido, la actual situación financiera y el historial
crediticio, forman parte de los requisitos para adquirir una tarjeta
de crédito.
A partir de ahí, las instituciones evalúan el tipo de tarjeta de
crédito y el monto o línea de crédito que otorgaran al solicitante,
así como el pago mínimo mensual.
Pero el uso correcto de la tarjeta es responsabilidad exclusiva del
usuario, que debe ser consciente sobre el cumplimiento del pago
mínimo, los intereses y comisiones generados por el uso del
crédito.
Piense antes de gastar
Una tarjeta de crédito es un arma de doble filo: si se le usa con
inteligencia, es un instrumento para acceder a bienes y servicios
de forma ágil e incluso sin salir de casa.
Pero sus usos excesivos podrían llevarnos a cumplir una larga
condena de pagos mensuales, con intereses acumulados y
comisiones interminables, y una "X” en el historial crediticio, que
automáticamente cierra la puerta a adquirir un crédito
hipotecario o automotriz.
Así que antes de desenfundar la billetera y preparar la pluma
para firmar cuanto Boucher se le ponga enfrente, tome en cuenta
las siguientes recomendaciones.
Revise su contrato: No desestime detalle alguno al momento de
firmar el contrato de solicitud.
 Monto del crédito
 Pago mínimo solicitado
 Interés mensual y anualizado
 Comisiones por uso de tarjeta, disposición de efectivo,
compras en el extranjero y pago de servicios.
 Anualidades y penalizaciones.

Compre lo que pueda pagar: La mejor forma de llevar una tarjeta


de crédito es mediante el pago total del saldo cada mes.
Para lograrlo, es importante que use la tarjeta con moderación y
haga sus compras con base al dinero que percibiría durante eses
mes, así podrá liquidar el crédito.
S Guarde los recibos: Boucher y ticket de compra deben
guardarse para poderlos cotejar con el estado de cuenta mensual
de la tarjeta, así podrá verificar que no haya sobre cobros o cargos
fantasma a su tarjeta.
Dos tarjetas son suficientes: Evite la tentación de plastificar su
billetera, especialistas en economía recomiendan poseer solo dos
tarjetas de crédito, un de ellas puede ser departamental. Así
podrá llevar un control ordenado de las mismas
Cargue con efectivo: Así podrá decidir cuál es la mejor opción
para el pago, recuerde que la tarjeta de crédito es una alternativa
de pago.

Antes de usarla
El comercio electrónico despunta para convertirse en la opción
preferida para los tarjeta-habientes, de ahí que sea blanco de
defraudadores y ladrones cibernéticos que se apoderan de fuertes
sumas de dinero con cargo a los usuarios.
Cuando se trata de compras por Internet, es importante conocer
las medidas de seguridad indispensables para tener una
experiencia de compra positiva, y no caer en manos de los
delincuentes.
Ingrese a páginas seguras: Existen portales de Internet
especializados en comercio, que poseen medidas de seguridad
que dan garantías al usuario.
No proporcione datos confidenciales: Las instituciones
financieras se abstienen de solicitar información confidencial a
través del correo electrónico, si alguien se lo pide absténgase de
dar información y denúncielo a las autoridades.
Blinde su tarjeta: Existen tipos de crédito que cuentan con seguro
contra delitos electrónicos, otra manera de blindar su tarjeta es
solicitando un sistema de cambio de identificación personal, que
es monitoreado por medio de un llavero digital.
S Investigue antes de comprar: En el caso de las subastas
electrónicas, es indispensable revisar la reputación del vendedor,
ya sea consultando al administrador del sitio o corroborando con
otros compradores, solicite dirección y teléfono, así como
garantía en caso de defectos en el producto.
Y no olvide, si usted es un comprador compulsivo, la mejor
recomendación es solicitar una tarjeta de crédito con candado
para compras en línea, así evitara meterse en problemas
financieros
En la actualidad, las tarjetas de crédito han jugado un rol crucial
al aportar al desarrollo de las economías de los países más
desarrollados; en la medida en que los consumidores llegan a
tener mayores facilidades para la adquisición de bienes y
servicios, igualmente va creciendo la demanda en los distintos
sectores del mercado.
Otro aspecto que marca la importancia de las tarjetas de crédito
es el hecho de que sirven para la adquisición de todo tipo de
bienes de consumo masivo, llegando a formar parte significativa
hasta del presupuesto doméstico de muchos hogares. De ahí que,
de símbolos de alta categoría económica y social, las famosas
tarjetas de crédito han pasado a convertirse en una prenda más
común.

El dinero electrónico hoy en día


se refiere a dinero que, o bien se emite de forma electrónica, a
través de la utilización de una red de ordenadores, Internet y
sistemas de valores digitalmente almacenados como el caso del
Bitcoin, o es un medio de pago digital equivalente de una
determinada moneda, técnicamente, el dinero electrónico o
digital es una representación, o un sistema de débitos y créditos,
destinado (pero no limitado a esto) al intercambio de valores en
el marco de un sistema, o como un sistema independiente,
pudiendo ser en línea o no.
El término dinero electrónico también se utiliza para referirse al
proveedor del mismo. Una divisa privada puede utilizar el oro
para ofrecer una mayor seguridad, como la divisa de oro digital.
Un sistema de divisas digital puede ser plenamente respaldado
por el oro (como e- gold y c-gold), no respaldados en oro, o de
ambos sistemas (como e-Bullion y Liberty Reserve). Además,
algunas organizaciones privadas, como las Fuerzas Armadas de
los Estados Unidos usan divisas privadas como el Eagle Cash.

No hay necesidad de tener el dinero en efectivo


En este tiempo es son pocas las personas en el país paguen en
efectivo sin tener que entregar billetes o monedas, sino mediante
una transferencia de cuenta a cuenta, utilizando su celular.
El usuario también puede utilizar esa tecnología entre muchas
disponibles en el mercado para pagar con su tarjeta de crédito o
débito y para realizar pagos recurrentes por los servicios de luz,
agua y teléfono, por ejemplo.
Por tanto, el ‘dinero electrónico’ como le conocemos no es otra
cosa que una plataforma de pagos que funciona con teléfonos
móviles, laptops, tables, entre otros aparatos que sirvan de
enlace. Es una modalidad transaccional muy en boga en el
mundo porque facilita el consumo y el intercambio de dinero.
Desde el punto de vista de la liquidez que es el tema que más
preocupa, y con razón, a las autoridades el ‘dinero electrónico’
ayudará a que los depositantes saquen menos dinero de sus
cuentas porque tendrán menor necesidad de llevar billetes
consigo.
Pero desde el punto de vista fiscal no se obtendrá beneficio alguno
porque al entregar esta plataforma al sector privado, la
posibilidad de hacer pagos con dinero inorgánico desaparecerá
por completo.
El futuro del dinero electrónico
Todo este desarrollo tecnológico, el futuro del dinero ha dejado de
ser un bien físico y se ha convertido en un tipo de información
intercambiable.
Esto significa que mientras pasa el tiempo las personas prefieren
usar más herramientas de compra electrónica que tener dinero
en sus bolsillos.
El futuro estará marcado por tres tipos de invenciones que ya
han empezado a suceder ahora:
El dinero electrónico: Es una nueva plataforma de pagos a través
de una línea telefónica que elimina la necesidad de usar dinero
en efectivo.
Las billeteras virtuales: Este tipo de transacciones es la unión de
las cuentas de banco y el uso de smartphones. Te permite
configurar tu tarjeta de débito o crédito en tu celular y hacer
pagos directos en caja por medio del uso de la huella digital.
La moneda virtual: Según expertos la implementación de una
moneda virtual sería el futuro de nuestra economía. El bitcoin si
duda ha sido el comienzo de este futuro y aunque hoy es una
realidad muy pequeña tiene una proyección de desarrollo
enorme.
Esta revolución financiera se explica por el acceso a los servicios
bancarios. Más de un tercio de personas del mundo no pueden
abrirse una cuenta en el banco, pero sí transferir dinero, incluso
pasando por encima los problemas de movilidad derivados de la
plataforma (suelen funcionar en un territorio limitado al país), de
pago de comisiones o de desregularización.
El pago móvil es sólo uno de los múltiples frentes que afronta la
banca ante la revolución tecnológica que se le viene encima.
Tu dinero sigue estando en todos los casos en un banco
tradicional, ya que el contactless se trata de un sistema de
identificación, de dejar de usar el efectivo o la tarjeta, por
seguridad. Es el sistema sobre el que hay puestas más
expectativas de crecimiento a medio plazo.

Sistemas dependientes de la tarjeta de crédito


Facilitador de pago en e-comercio: Paypal, eCash o WebMoney
funcionan como proveedores directos en el mundo virtual. Ellos
son un intermediario entre las cuentas virtuales que se
intercambian dinero. En España la mitad de los habitantes ha
usado Paypal alguna vez (para que nos hagamos una idea, el 77%
de la población ha usado tarjeta de crédito y el 80% de débito). Si
las compras en comercios digitales siguen creciendo, es muy
probable que este sistema siga creciendo.
Facilitador de pago móvil: A esta categoría también pertenece la
citada M-Pesa, llegando a África, India, Afganistán y Europa del
Este. El sistema simplemente transmite el dinero entre los
titulares de los teléfonos. Está por ver si el sistema logrará
extenderse a países con mayor prosperidad económica.
La moneda comunitaria: esos trueques locales por los que
intercambias trabajos y productos a modo de trueque, sin pasar
por el dinero. Hay incluso aplicaciones electrónicas que favorecen
estas transacciones a modo de bancos de tiempo (así, si te deben
4 horas de trabajo o 5 euros virtuales, lo tienes registrado). Sólo
en España contamos con más de 70 monedas locales.
Tarjetas monedero: fue un sistema fracasado, pero merece la
pena mencionarlo. Bancos de todas las naciones han tenido en
las últimas décadas la tentativa de eliminar el engorro de la
tarjeta de crédito creando tarjetas para una "calderilla” virtual,
pero casi todos los proyectos han resultado un fiasco.
CONCLUSIÓN

Desarrollar este tema de investigación al dinero electrónico tiene


su asidero en varios factores que involucran este tipo de dinero.
En primera instancia se puede mencionar que se trata de un
producto financiero revolucionario, el cual conlleva mejoras
tecnológicas cada vez más novedosas que proporcionan grandes
ventajas a sus usuarios, además su difundido uso en las masas
ha repercutido no solo en los sectores esperados, es decir, el
económico y monetario, sino que sus efectos se han vislumbrado,
por ejemplo, en el ámbito jurídico y en el social, cambiando
incluso costumbres financieras y alfeizando a la población en el
tema.

El dinero cumple la función de medio de cambio debido a que es


el medio o instrumento a través del cual se intercambian bienes
y servicios entre los agentes económicos.

El dinero digital es una innovación en los servicios de pagos que


nos facilita la inclusión financiera, ahorro de tiempo, un medio
más seguro, que nos acerca a dichos servicios a las personas que
no pueden acceder a ellos. Dicha innovación requiere de un
marco de regulación y supervisión adecuado para promover su
seguridad y eficiencia como medio de pago para las personas que
lo utilicen y los protejan.

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