UNIVERSIDAD SANTO TOMAS DE VILLAVICENCIO

Hacienda Pública

Presentado por:
Jayver Dayan Hernandez Tabares
Juan Camilo Padilla
Grupo 3C

DISERTACIONES SOBRE EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO EN

COLOMBIA

El Plan Nacional de Desarrollo es la herramienta principal con que cuenta

un gobierno para el cumplimiento de los fines estatales consagrados en
el artículo 2º de la Constitución Nacional, en la medida de que determina
y planifica la función administrativa de los entes gubernamentales, en pro
de la efectiva materialización de las necesidades básicas y los derechos
fundamentales de la población.

La planificación se encuentra direccionada a la función económica y social

de la actividad administrativa, siendo esta de gran importancia por cuanto
es la forma en que un gobierno proyecta, organiza y determina el actuar
de los órganos del poder público en armonía con postulados de un Estado
de Derecho, lo que de suyo implica servirle a la comunidad, promover la
prosperidad general y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un
orden justo y equitativo en la sociedad.

Así fue circunscrito por el constituyente de 1991, en el informe ponencia

presentado por Eduardo Espinosa Faciolince1, quien plasmó que los fines

1
Véase en Gaceta Constitucional No. 44 del 12 de abril de 1991, pág. 2.
del Plan Nacional de Desarrollo, eran alcanzar los objetivos contenidos en
la carta nacional, bajo premisas de menores costos posibles en tiempo y
en capital, esto para asegurar la correcta destinación de los recursos y la
inversión del gasto público en condiciones uniformes a la población civil y
en general.

Es por eso que, la Constitución Nacional de 1991, a partir del capitulo II

sobre los planes de desarrollo, implantó una nueva forma de planeación
económica y social, distinta a la que venía funcionando bajo el modelo de
Estado Interventor con la reforma de 1968, esta vez, procurando mayor
participación del sector privado en lo público, en la medida de que fuera
necesario, para asegurar los fines constitucionales del Estado. En palabras
del constituyente:

“El modelo de planeación que proponemos se basa, además, en una alta

concepción moral de la misión del Estado cual es de servir al bien común
de la sociedad y al desarrollo integral de la persona humana, para que
pueda “llegar a ser” en libertad, conforme a su propia vocación. Esto, a
su vez, implica un sistema de planeación de tipo integral, estratégico,
permanente, concertado entre el Estado y el sector privado, respetuoso
de los derechos adquiridos con justo título y que busque un sano equilibrio
entre la libertad y el orden.”2

Sobre el particular, los artículos del 339 al 344 de la Constitución Nacional

refieren a la naturaleza jurídica de la Ley por la cual se aprueba el Plan
Nacional de Desarrollo y el contenido, entre otros aspectos, que resultan
de gran relevancia para el Derecho Constitucional, por cuanto de estos
derivan las exigencias sustanciales y procedimentales para la expedición
y su consolidación en el ordenamiento interno, a lo que en definitiva debe

2
Véase en Gaceta Constitucional No. 55 del 19 de abril de 1991, pág. 2.
estar sujeta la administración en cabeza del ejecutivo para presentarlo3 y
legislativo para tramitarlo4.

Frente a la naturaleza jurídica de la ley por medio de la cual se aprueba

el Plan Nacional de Desarrollo, la Corte Constitucional5, ha señalado que
es una ley ordinaria, de trámite especial y diferente de la Ley Orgánica
del Plan de Desarrollo.

Lo anterior, por cuanto la Ley del Plan de Desarrollo, tiene prelación sobre
las demás leyes conforme el inciso 3º del artículo 341 de la Constitución
Nacional, que debe expedirse en cada período presidencial y determina el
contenido de las leyes anuales de presupuesto, de otras leyes que tocan
el tema económico, social o ambiental, y en general de todas las demás,
pues corresponden un tipo de planificación global, mientras que, la Ley
Orgánica del Plan de Desarrollo Económico, prevista en el artículo 151
superior, es aquella por medio de la cual se establecen las normas sobre
preparación, aprobación y ejecución del Plan general de desarrollo.

En relación con el contenido de la ley por medio de la cual se aprueba el

Plan Nacional de Desarrollo, debe decirse que la Carta Política,6 establece
que estará conformado por una parte general y un plan de inversiones de
las entidades públicas del orden nacional. En la parte general se señalarán
propósitos y objetivos nacionales de largo plazo, las metas y prioridades
de las acciones estatales a mediano plazo y las estrategias y orientaciones
generales de la política económica, social y ambiental adoptadas por el

3
Artículo 200 de la Constitución Política.
4
Artículo 150 de la Constitución Política.
5
Véase además en las Sentencias C-557-00 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa, C-1065-01 M.P. Alfredo Beltrán
Sierra y C-524-03 M.P. Jaime Córdoba Triviño.
6
Artículo 339 de la Constitución Política.
gobierno7. Y el plan de inversiones públicas, contendrá los presupuestos
plurianuales de los principales programas y proyectos de inversión pública
nacional y la especificación de los recursos financieros requeridos para su
ejecución8.

Por su parte, el artículo 3º de la Ley 152 de 1994, establece en su literal

m), el principio de la coherencia, significando esto que, los programas y
proyectos del plan de desarrollo deben tener una relación efectiva con las
estrategias y objetivos establecidos en este; es por eso que, si bien, la
ley no consagra específicamente como principio la unidad de materia, sí
debe existir una concordancia entre los contenidos de la Ley del Plan. En
ese sentido, la Corte constitucional9, ha manifestado que:

“El principio de unidad de materia en la ley aprobatoria del Plan Nacional

de Desarrollo impone la conexión o vínculo entre los objetivos o metas
contenidos en la parte general del Plan y los instrumentos creados por el
legislador para alcanzarlos. En consecuencia, el legislador no puede
incluir cualquier tipo de normas en la ley del Plan, siendo indispensable
que las medidas de naturaleza instrumental se encuentren en una
relación de conexidad directa con los objetivos y metas del Plan. Si ello
no ocurre o si la disposición no incorpora ningún mecanismo para la
ejecución de una de las políticas del Plan, se producirá una infracción del
artículo 158 de la Carta. Así pues, las exigencias del principio de unidad
de materia se predican de las normas de carácter presupuestal y de
aquellas que señalan mecanismos para la ejecución de Plan”, de lo cual
se puede concluir que efectivamente debe existir una unidad de materia,
pero no en sentido estricto, el precedente ya mencionado lo ha
denominado como el alcance diverso de la unidad de materia, esto, con

7
Sentencia C-557-00 M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
8
Ibídem.
9
Sentencia C-016-16 M.P. Alejandro Linares Cantillo.
 el propósito de no inmiscuirse totalmente en los planes de gobierno
presidenciales.”

Finalmente, y en caso de que se llegara a declarar la inconstitucionalidad

de la Ley por medio de la cual se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo,
como en efecto sucedió con la Ley 508 de 1999, “Por la cual se expide el
Plan Nacional de Desarrollo para los años 1999-2002”, de conformidad
con el parágrafo del artículo 341 de la Carta Política, como consecuencia
de la declaratoria, se tiene la obligación de devolver al Congreso la Ley
bajo examen a fin de que se enmiende el defecto observado.

No obstante, devolver la ley para que el Congreso subsane el vicio y a la

aprobación de las plenarias -ambas Cámaras-, implica el desconocimiento
del término perentorio impuesto por el constituyente y el legislador para
la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo10, lo cual conduce a pensar
que algunos vicios serán insubsanables, dejándose en vilo la planeación
económica y social y sobre todo, los presupuestos plurianuales requeridos
para la ejecución de los planes en ese cuatrienio.

En conclusión, si es declarado inexequible el Plan Nacional de Desarrollo

propuesto por el gobierno, este deberá estarse sujeto al Plan Nacional de
Desarrollo del anterior gobierno, lo que significa ejecutar sus planes y las
estrategias con recursos dados en contextos anacrónicos y poco ajustados
a la realidad actual, situación que a todas luces, dificultaría la gobernanza
del nuevo gobierno, pues frenaría el alcance de las metas propuestas en
materia económica, social, cultural, salud, educación, infraestructura y
desarrollo sostenible ambiental, pensadas para el país.

10
Artículo 341 de la Constitución Nacional.