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Daniel Bensaïd el futuro. Un Octubre demasiado grande para demos por descuido volvernos peligrosos. Pues
un historiador entronizado como inquisidor. el pasado no meditado reanima los peores pre-
Comunismo y estalinismo juicios y prohíbe a la conciencia histórica pe-
“Pues un fenómeno semejante en la historia netrar en el campo político”.
Una respuesta al Libro negro humana no se olvida jamás, al haber revelado Mikhaël Guefter, “Staline est mort hier”, L’-
del comunismo en la naturaleza humana una disposición y una Homme et la société, 1987.
capacidad hacia lo mejor que político alguno
Formidable empresa de oscurecimiento hubiera podido argüir a partir del curso de las En 1798, en pleno período de reacción, Em-
de referencias. cosas acontecidas hasta entonces, lo cual úni- manuel Kant escribía a propósito de la Revo-
camente puede augurar una conciliación de lución francesa que un acontecimiento así,
Ya en 1995, François Furet había propuesto naturaleza y libertad en el género humano con- más allá de los fracasos y retrocesos, no se
como lápida funeraria de un comunismo forme a principios intrínsecos al derecho, si bien olvida. Pues, en ese desgarro del tiempo, se
difunto su grueso volumen El Pasado de una solo como un acontecimiento impreciso y aza- dejó entrever, aunque fuera de forma fugitiva,
Ilusión, ensayo sobre la idea co·munista en el roso por lo que atañe al tiempo. una promesa de humanidad liberada. Kant
siglo XX. En 1997, un equipo de historiadores Pero, aun cuando tampoco ahora se alcan- tenía razón. Nuestro problema es saber hoy
coordinado por Stéphane Courtois publica una zase con este acontecimiento la meta proyec- si la gran promesa ligada al nombre propio de
obra aún más monumental, El Libro negro del tada, aunque la revolución o la reforma de la Octubre, ese estremecimiento del mundo, ese
comunismo. Crímenes, terror, represión. Ocho- constitución de un pueblo acabara fracasando, resplandor surgido de las tinieblas de la pri-
cientas páginas para inventariar los crímenes o si todo volviera después a su antiguo cauce mera carnicería mundial, podrá ser él tam-
del comunismo por todo el mundo y contar los después de haber durado algún tiempo (tal bién “rememorado por los pueblos”. Es lo que
cadáveres que jalonan su historia. como profetizan actualmente los políticos), a pe- está en juego no por un “deber de memoria”
Se trata esta vez de sacar al comunismo de sar de todo ello, ese pronóstico filosófico no per- (noción hoy degradada), sino para un trabajo
su tumba para juzgarle. dería nada de su fuerza. Pues ese aconteci- y una batalla por la memoria. El 80 aniversa-
Por temor, quizá, de que siga recorriendo el miento es demasiado grandioso, se halla tan rio de la revolución de octubre de 1917 corría
mundo… El nazismo tuvo su Nuremberg. ¿Qué estrechamente implicado con el interés de la el riesgo de pasar desapercibido. La publica-
se espera para erigir un Nuremberg del comu- humanidad y su influencia sobre el mundo se ción del Libro negro del Comunismo habrá
nismo?, pregunta nuestro historiador, que se ha diseminado tanto por todas partes, como tenido al menos el mérito de poner encima de
nombra juez y entrega su veredicto: el comu- para no ser rememorado por los pueblos en la mesa “el asunto Octubre”, una de esas gran-
nismo, indisociable del estalinismo, se ha mos- cualquier ocasión donde se den circunstancais des querellas sobre las que no habrá jamás
trado al menos tan criminal como el nazismo. propicias y no ser evocado para repetir nuevas reconciliación. Claramente enunciado por Sté-
Formidable empresa de oscurecimiento de tentativas de esa índole”. phane Courtois, director del conjunto, el obje-
puntos de referencia, de desorientación de las Emmanuel Kant, El conflicto de las faculta- tivo de la operación es establecer una estricta
conciencias, al término de la cual el siglo no es des, 1798. continuidad, una perfecta coherencia entre
ya más que un amontonamiento de cadáveres, comunismo y estalinismo, entre Lenín y Sta-
la revolución de Octubre un horrible desliz y “Tal es el problema a dilucidar, esta marcha lin, entre la radiación del inicio revolucionario
el ideal comunista una funesta monstruosi- de los acontecimientos es efectivamente conti- y el crepúsculo helado del Gulag: “Estalinista
dad. Para que la historia no se reduzca solo a nua o bien se trata de dos series de aconteci- y comunista, es lo mismo”, escribe en el Jour-
la represión, para que la razón no ceda al fu- mientos intrínsecamente ligados, pero que re- nal du dimanche (9 de noviembre). Es crucial
ror, y no se confundan víctimas y verdugos, miten a pesar de todo a vidas diferentes, a dos responder sin rodeos a la pregunta planteada
conviene en primer lugar volver sobre Octu- mundos políticos y morales distintos?. Si no por el gran historiador soviético Mikhaël Guef-
bre, para estudiarlo, sacar de él lecciones para logramos dilucidar este problema, hoy aún po- ter: “Tal es el problema a dilucidar: esta mar-
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cha de los acontecimientos es efectivamente para unirse a la causa liberal con el fervor de En el caso de la Unión Soviética, llega a un
continua o bien se trata de dos series de acon- los conversos?. Estalinismo y comunismo no total de 20 millones de víctimas sin que se
tecimientos intrínsecamente ligados, pero que son solo distintos, sino irreductiblemente sepa lo que la cifra incluye exactamente. En su
remiten a pesar de todo a vidas diferentes, a antagónicos. Y el recordatorio de esta diferen- contribución al Libro negro, Nicolas Werth rec-
dos mundos políticos y morales distintos?” cia no es el menor deber que tengamos hacia tifica más bien a la baja las estimaciones apro-
(“Stalin murió ayer”, en L’Homme et la société, las numerosas víctimas comunistas del esta- ximativas corrientes. Afirma que los historia-
2-3, 1988). Pregunta decisiva, en efecto, que linismo. dores, sobre la base de archivos precisos,
domina tanto la inteligibilidad del siglo que El estalinismo no es una variante del comu- evalúan hoy en 690 000 las víctimas de las
acaba como nuestros compromisos en el siglo nismo, sino el nombre propio de la contrarre- grandes purgas de 1936-1938. Es ya enorme,
atormentado que se anuncia: si el estalinismo volución burocrática. Que militantes sinceros, más allá del horror. Llega además a un nú-
no fuera, como algunos lo sostienen o lo conce- en la urgencia de la lucha contra el nazismo, mero de detenidos del Gulag de alrededor de
den, más que una simple “desviación” o “una o debatiéndose en las consecuencias de la cri- dos millones como media anual, una propor-
prolongación trágica” del proyecto comunista, sis mundial de entre guerras, no hayan to- ción de los cuales más importante de lo que
habría que sacar de ello las conclusiones más mado inmediatamente conciencia, que hayan se creía pudo ser liberada, reemplazada por
radicales en cuanto al propio proyecto. continuado ofreciendo generosamente sus exis- nuevos recién llegados. Para alcanzar el total
tencias desgarradas, no cambia nada del de 20 millones de muertos, habría por tanto
Un proceso de fin de siglo asunto. Se trata claramente, por responder a que añadir a las cifras de las purgas y del Gu-
Es por otro lado lo que intentan los promotores la pregunta de Mikhaël Guefter, de “dos mun- lag, los de las dos grandes hambrunas (cinco
del Libro negro. Sería en efecto extraño el tono dos políticos y morales” distintos e irreconcilia- millones en 1921-1922 y seis millones en 1932-
de guerra fría, bastante anacrónico, de Stéphane bles. Esta respuesta está en las antípodas de 1933), y los de la guerra civil, que los autores
Courtois y de ciertos artículos de prensa. las conclusiones de Stéphane Courtois en el del Libro negro no pueden demostrar, y por
Cuando el capitalismo, púdicamente rebau- Libro negro. Se defiende a veces de haber re- motivos sobrados, que se trate de “crímenes
tizado “democracia de mercado”, se proclama clamado un Nuremberg del comunismo, proba- del comunismo”, dicho de otra forma de un ex-
de buena gana como sin alternativa tras la blemente molesto por unirse en este tema a terminio fríamente decidido. Con tales procedi-
desintegración de la Unión Soviética, vence- una fórmula querida de M. Le Pen. Sin em- mientos ideológicos, no sería muy difícil escri-
dor absoluto del fin de siglo, esta obstinación bargo, la puesta en escena del Libro negro bir un Libro rojo de los crímenes del capital,
revela en realidad un gran miedo reprimido: tiende no solo a borrar las diferencias entre sumando las víctimas de los pillajes y de los
el temor de ver las llagas y los vicios del sis- nazismo y comunismo, sino a banalizar sugi- populicidios coloniales, de las guerras mun-
tema tanto más patentes, en la medida en que riendo que la comparación estrictamente “obje- diales, del martirologio del trabajo, de las epi-
ha perdido, con su doble burocrático, su mejor tiva” y contable va en ventaja del primero: 25 mi- demias, de las hambrunas endémicas, no solo
coartada. Es importante pues proceder a la llones de muertos contra 100 millones, 20 años de ayer, sino de hoy. Solo en el siglo veinte, se po-
diabolización preventiva de todo lo que podría de terror contra 60. La primera banda de pre- drían contar sin esfuerzo varios centenares
dejar entrever un posible futuro diferente. Es sentación del libro anunciaba escandalosa- de millones de víctimas.
en efecto en el momento en que su imitación mente 100 millones de muertos. El descuento En la segunda parte demasiado a menudo
estalinista desaparece en la debacle, cuando se de los autores llega a 85 millones. A M. Cour- olvidada de su trilogía, Hannah Arendt veía en
acaba su confiscación burocrática, cuando el es- tois no le va de 15 millones. Maneja los cadá- el imperialismo moderno la matriz del tota-
pectro del comunismo puede de nuevo volver veres de forma turbia. litarismo y en los campos de concentración
a recorrer el mundo. ¿Cuántos antiguos celo- Esta contabilidad macabra de comerciante coloniales en África el preludio a muchos otros
sos estalinistas, por no haber sabido distin- al por mayor, mezclando países, épocas cau- campos (Hannah Arendt, Los Orígenes del
guir estalinismo y comunismo, han dejado de sas y campos tiene algo de cínico y de profun- totalitarismo, tomo II, “El imperialismo”). Si se
ser comunistas dejando de ser estalinistas, damente irrespetuoso de las propias víctimas. trata no ya de examinar regímenes, períodos,
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conflictos precisos, sino de incriminar una idea, tran, entre dos guerras, este viraje trágico? El arrepentimiento está ciertamente de
¿cuántos muertos se imputará, a través de los ¿Suicidados Maïakovski, Joffé, Tucholsky, Ben- moda. Que Furet o Le Roy Ladurie, Mme Krie-
siglos, al cristianismo y a los evangelios, al li- jamin 1/ y tantos otros? ¿Se puede encontrar, gel o el propio M. Courtois no hayan llegado
beralismo y al “laisser-faire”?. Incluso acep- entre los nazis, esas crisis de conciencia ante nunca al fin de su trabajo de duelo, que arras-
tando las cuentas fantásticas de M. Courtois, las ruinas de un ideal traicionado y desfigu- tren como un grillete su mala conciencia de
el capitalismo habría costado bastante más rado? La Alemania de Hitler no tenía nece- estalinistas arrepentidos, que su expiación se
de veinte millones de muertos a Rusia en el sidad como la Rusia de Stalin de transfor- cueza en el resentimiento, es su problema.
curso de este siglo en dos guerras mundiales marse en “país de la gran mentira”: los nazis Pero, quienes han seguido siendo comunistas
que el estalinismo. Los crímenes del estali- estaban orgullosos de su obra, los burócratas sin jamás haber celebrado al padrecito de los
nismo son suficientemente espantosos, masi- no podían mirarse de frente en el espejo del co- pueblos ni salmodiado el libro rojo del gran
vos, horribles, para que haya necesidad de munismo original. timonel, ¿de qué quiere Vd., M. Courtois, que
añadir más. A menos que se quieran delibera- A base de diluir la historia concreta en el se arrepientan?. Sin duda se han equivocado
damente borrar las pistas de la historia, como tiempo y en el espacio, de despolitizarla delibe- a veces. Pero, visto como va el mundo, cierta-
hemos visto que se hacía con ocasión del bi- radamente, por una opción de método (Nicolas mente no se han equivocado ni de causa ni de
centenario de la Revolución francesa, cuando Werth reivindica francamente “la puesta en se- adversario. Para comprender las tragedias del
ciertos historiadores hacían a la Revolución gundo plano de la historia política” para mejor siglo que acaba y sacar de ello lecciones úti-
responsable no solo del Terror o de la Vendée, seguir el hilo lineal de una historia descontex- les para el futuro, hay que ir más allá de la
sino también de los muertos del terror blanco, tualizada de la represión), no queda más que un escena ideológica, abandonar las sombras que
de los muertos en la guerra contra la inter- teatro de sombras. No se trata ya entonces de se agitan en ella, para hundirse en las profun-
vención coaligada, ¡o incluso de las víctimas de instruir el proceso de un régimen, de una época, didades de la historia y seguir la lógica de los
las guerras napoleónicas! de verdugos identificados, sino de una idea: la conflictos políticos en los que se toma una op-
Que sea legítimo y útil comparar nazismo idea que mata. En el género, algunos periodis- ción entre varias posibles.
y estalinismo no es nuevo – ¿no hablaba tas se han entregado con delectación. Jacques
Trotsky de Hitler y Stalin como de “estrellas Amalric registra con satisfacción “la realidad en- ¿Revolución o golpe de estado?
gemelas”? Pero comparación no es justifica- gendrada por una utopía mortífera” (Libéra- Una vuelta crítica sobre la Revolución rusa, con
ción, las diferencias son tan importantes como tion, 6 de noviembre). Philippe Cusin inventa ocasión del 80 aniversario de Octubre, plantea
las similitudes. El régimen nazi cumplió su una herencia conceptual: “Está inscrito en los cantidad de cuestiones, de orden tanto histórico
programa y mantuvo sus siniestras promesas. genes del comunismo: es natural matar” (Le Fi- como programático. Lo que está en juego es
El régimen estalinista se edificó en contra del garo, 5 de noviembre). ¿Para cuando la eutana- enorme. Se trata ni más ni menos de nuestra
proyecto de emancipación comunista. Tuvo sia conceptual contra el gen del crimen? Ins- capacidad en un futuro abierto al actuar revo-
para instaurarse que machacar a sus militan- truir el proceso no con hechos, crímenes lucionario, pues todos los pasados no tienen el
tes. ¿Cuántas disidencias, oposiciones, ilus- precisos, sino con una idea, es ineluctablemente mismo futuro. Sin embargo, antes incluso de
instituir una culpabilidad colectiva y un delito entrar en la masa de los nuevos documentos
1/ Maïakovski, poeta, cantor de la revolución. Emprende una crítica de
la burocracia. Adolf Joffé, jugó durante la revolución un papel de pri- de intención. El tribunal de la historia según accesibles debido a la apertura de los archivos
mer plano al lado de Lenín. Representó al poder bolchevique en Ber- Courtois no es solo retroactivo. Se convierte en soviéticos (que permitirán sin ninguna duda
lín, y luego en Tokyo. Amigo de Trotsky, fue detenido y deportado, se peligrosamente preventivo, cuando lamenta nuevas aclaraciones y una renovación de las
suicidó en 1927, dejando una carta de adiós a Trotsky. Kurt Tucholsky,
escritor alemán, que critica violentamente el nacionalismo y el mili- que el “trabajo de duelo de la idea de revolu- controversias), la discusión viene a tropezarse
tarismo. Sus libros son quemados por los nazis, que le privan de su ción esté aún lejos de haber sido acabado” y se con el pret-a-porter ideológico dominante, cuyo
nacionalidad. Refugiado en Suecia, se suicida en 1935. Walter Benja- indigna de que ¡“grupos abiertamente revolucio- dominio está bien ilustrado por el reciente home-
min, escritor y filósofo de primera línea. Huyendo de la barbarie nazi,
quiere abandonar Francia para refugiarse en los Estados Unidos, blo- narios estén activos y se expresen con absoluta naje necrológico consensual a François Furet.
queado en la frontera española, se suicida el 26 de septiembre de 1940. legalidad”! En estos tiempos de contrarreforma y de reac-
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ción, nada de extraño en que los nombres de dales de un campo en el que la servidumbre tubre, en el segundo congreso. Lejos de un
Lenín y de Trotsky se conviertan en tan impro- está oficialmente abolida hace menos de medio golpe de mano logrado por sorpresa, la insu-
nunciables como lo fueron los de Robespierre o siglo, y los rasgos de un capitalismo industrial rrección representa pues la culminación y el
de Saint-Just bajo la Restauración. Para comen- urbano de los más concentrados. Gran poten- desenlace provisional de una prueba de fuer-
zar a despejar el terreno, conviene pues reto- cia, está subordinada tecnológicamente y finan- zas que ha madurado a lo largo de todo el año,
mar tres ideas bastante ampliamente extendi- cieramente (¡el préstamo ruso de divertida durante la cual el estado de espíritu de las
das hoy: memoria!). El cuaderno de quejas presentado masas plebeyas se ha encontrado siempre a
1. Aunque presentado como revolución, Octu- por el pope Gapone en la revolución de 1905 es la izquierda de los partidos y de sus estados
bre sería más bien el nombre emblemático de un verdadero registro de la miseria que reina en mayores, no solo de los de los socialistas revo-
un complot o de un golpe de estado minorita- el país de los zares. Las tentativas de reformas lucionarios, sino incluso los del partido bolche-
rio que impuso enseguida, por arriba, su con- son rápidamente bloqueadas por el conservadu- vique o de una parte de la dirección (incluso
cepción autoritaria de la organización social en rismo de la oligarquía, la terquedad del déspota, sobre la decisión de la insurrección).
beneficio de una nueva élite. y la inconsistencia de una burguesía atrope- Los historiadores convienen generalmente
2. Todo el desarrollo de la revolución rusa y llada por el naciente movimiento obrero. Las que la insurrección de Octubre fue el desen-
sus desventuras totalitarias estarían inscri- tareas de la revolución democrática correspon- lace, apenas más violento que la toma de la
tas en germen, por una especie de pecado ori- den así a una especie de tercer estado en el que, Bastilla, de un año de descomposición del an-
ginal, en la idea (o la “pasión” según Furet) a diferencia de la Revolución francesa, el prole- tiguo régimen. Es por lo que, comparativa-
revolucionaria: la historia se reduciría enton- tariado moderno, aunque minoritario, consti- mente a las violencias que hemos conocido
ces a la genealogía y al cumplimiento de esta tuye ya el ala más dinámica. luego, fue poco costosa en vidas humanas. Esta
idea perversa, despreciando grandes convul- Es en todo esto en lo que la “santa Rusia” “facilidad” relativa de la toma insurreccional
siones reales, acontecimientos colosales, y el re- puede representar “el eslabón débil” de la del poder por los bolcheviques ilustra la im-
sultado incierto de toda lucha. cadena imperialista. La prueba de la guerra da potencia de la burguesía rusa entre febrero y
3. En fin, la Revolución rusa habría sido conde- fuego a este polvorín. El desarrollo del proceso octubre, su incapacidad para poner en pie un
nada a la monstruosidad por haber nacido de revolucionario, entre febrero y octubre de 1917, estado y edificar sobre las ruinas del zarismo
un parto “prematuro” de la historia, de una ten- ilustra bien de que no se trata de una conspi- un proyecto de nación moderna. La alterna-
tativa de forzar su curso y su ritmo, cuando las ración minoritaria de agitadores profesiona- tiva no estaba ya entre la revolución y la de-
“condiciones objetivas” de una superación del les, sino de la asimilación acelerada de una mocracia sin frases, sino entre dos soluciones
capitalismo no estaban reunidas: en lugar de te- experiencia política a escala de masas, de una autoritarias, la revolución y la dictadura mili-
ner la sabiduría de “autolimitar” su proyecto, metamorfosis de las conciencias, de un despla- tar de Kornilov o de alguno similar. Si se
los dirigentes bolcheviques habrían sido los zamiento constante de las correlaciones de entiende por revolución un impulso de trans-
agentes activos de este contratiempo. fuerzas. En su magistral Historia de la Revo- formación venido de abajo, de las aspiraciones
lución rusa, Trotsky analiza minuciosamente profundas del pueblo, y no el cumplimiento de
Un verdadero impulso revolucionario esta radicalización, de elección sindical en elec- algún plan grandioso imaginado por una élite
La Revolución rusa no es el resultado de una ción sindical, de elección municipal en elec- esclarecida, ninguna duda de que la Revolu-
conspiración sino la explosión, en el contexto de ción municipal, entre los obreros, los soldados ción rusa fue una de ellas, en el pleno sentido
la guerra, de las contradicciones acumuladas y los campesinos. Mientras que los bolchevi- del término, a partir de las necesidades funda-
por el conservadurismo autocrático del régimen ques no representaban más que el 13% de los mentales de la paz y de la tierra.
zarista. Rusia, a comienzos del siglo, es una delegados al congreso de los soviets en junio, Basta con recordar las medidas legislativas
sociedad bloqueada, un caso ejemplar de “des- las cosas cambian rápidamente tras las jorna- tomadas en los primeros meses y el primer año
arrollo desigual y combinado”, un país a la vez das de Julio y la tentativa de golpe de Korni- por el nuevo régimen para comprender que sig-
dominante y dependiente, aliando rasgos feu- lov: representan entre el 45% y el 60% en oc- nifican un cambio absolutamente radical de las
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relaciones de propiedad y de poder, a veces más no solo la intervención extranjera franco-britá- revolucionarios franceses de 1792, los revolu-
rápido de lo previsto y querido, a veces más allá nica, sino también los levantamientos campesi- cionarios rusos no declararon la guerra civil.
incluso de lo deseable, bajo la presión de las cir- nos masivos contra las requisiciones y los distur- ¡No llamaron a las tropas francesas y británi-
cunstancias. Numerosos libros testimonian de bios obreros contra el racionamiento. Leyéndole cas para que les derrocaran!. Desde el verano
esta ruptura en el orden del mundo (ver Los casi no se ve de dónde pudo el poder revolucio- de 1918, recuerda Nicolas Werth, los ejércitos
diez días que conmovieron el mundo, de John nario sacar la fuerza para vencer a tan potentes blancos estaban sólidamente establecidos en
Reed) y de su repercusión internacional inme- adversarios. Parece que fuera por el único efecto tres frentes y los bolcheviques “no controlaban
diata (cf. La Révolution d’Octubre et le mouve- del terror minoritario y el enrolameinto en las ya más que un territorio reducido a la Mosco-
ment ouvrier européen, collectif, EDI, 1967). tchekas de un lumpen proletariado dispuesto a via histórica”. Las disposiciones del terror fue-
Marc Ferro subraya (principalmente en La todo. La explicación es demasiado limitada para ron tomadas en agosto-septiembre de 1918,
Révolution de 1917, Albin Michel 1997; y Nais- dar cuenta de la organización, en algunos meses, cuando la agresión extranjera y la guerra ci-
sance et effondrement du régime communiste en del Ejército rojo y de sus victorias. Es más rea- vil comenzaron. Igualmente, en la Revolución
Russie, Livre de poche 1997), que no hubo en lista dar a la guerra civil su pleno alcance y ad- francesa, Danton proclama el terror para ca-
aquel momento mucha gente que lamentase la mitir que se oponen en ella sin tregua fuerzas nalizar el terror popular espontáneo que esta-
caída del régimen del zar y que llorase por el sociales antagónicas. Según los autores del lla con las masacres de septiembre ante la ame-
último déspota. Insiste al contrario sobre el Libro negro, la guerra civil habría sido querida naza que hacía pesar sobre Paris el avance de
derrocamiento del mundo tan característica de por los bolcheviques y el terror puesto en pie a las tropas coaligadas de Brunswick. Admite
una auténtica revolución, hasta en los detalles partir del verano de 1918 sería la matriz origi- pues que la responsabilidad en el desencadena-
de la vida cotidiana: en Odessa, los estudiantes nal de todos los crímenes cometidos después en miento de la guerra civil no estuvo del lado de
dictan a los profesores un nuevo programa de nombre del comunismo. la revolución.
Historia; en Petrogrado, trabajadores obligan La historia real, hecha de conflictos, de Si los horrores de la guerra civil son desde
a sus patronos a aprender “el nuevo derecho luchas, incertidumbres, victorias y derrotas, entonces compartidos entre “rojos” y “blancos”,
obrero”; en el ejército, soldados invitan al es irreducible a esta sombría leyenda del la matriz de todas los terrores del futuro resi-
capellán castrense a su reunión “para dar un autodesarrollo del concepto, en la que la idea diría sin embargo en una guerra oculta, una
nuevo sentido a su vida”; en algunas escuelas, engendraría al mundo. La guerra civil no fue guerra en la guerra, contra el campesinado. A
los niños reivindican el derecho al aprendizaje querida sino prevista. Es más que un matiz. fin de inscribir las víctimas de la hambruna
del boxeo para hacerse oír y respetar por los Todas las revoluciones desde la Revolución de 1921-22 en el cuadro de los crímenes del
mayores. francesa habían inculcado esta dolorosa lec- comunismo, Nicolas Werth tiende a veces a
ción: los movimientos de emancipación se presentarla como el resultado de una decisión
La prueba de la guerra civil enfrentan a la reacción conservadora; la con- de exterminio deliberada del campesinado.
Este impulso revolucionario inicial opera aún, a trarrevolución sigue a la revolución como su Los documentos sobre la represión de los pue-
pesar de las desastrosas condiciones, durante sombra, en 1792, cuando las tropas de Bruns- blos, de las pequeñas ciudades son abrumado-
la guerra civil a partir del verano de 1918. En wick marchan sobre París, en 1848 en las res. Pero, ¿es posible sin embargo, disociar los
su contribución, Nicolas Werth enumera de masacres de junio (sobre la ferocidad burguesa dos problemas, el de la guerra civil y el de la
forma documentada todas las fuerzas con las de entonces, releer a Michelet, Flaubert o cuestión agraria?. Para enfrentarse a la agre-
que tuvo que enfrentarse el nuevo régimen: no Renan), en la Semana sangrienta de 1871. sión, el Ejército rojo tuvo que movilizar en al-
solo los ejércitos blancos de Koltchak y Denikin, La regla luego no ha sido nunca desmentida, gunos meses cuatro millones de combatientes
desde el pronunciamiento franquista de 1936 que hubo que equipar y alimentar. En dos
2/ Sukarno, general que toma el poder en Indonesia mediante un golpe al golpe de estado de Sukarno 2/ (que hizo años, Petrogrado y Moscú perdieron más de
de estado, en 1965, y emprende una eliminación sangrienta de los comu-
nistas (varios centenares de miles de muertos). Será él mismo aparta- 500 000 muertos en 1965 en Indonesia) o el de la mitad de su población. La industria
do del poder por el general Suharto, su ministro de la guerra en 1967. Pinochet en Chile en 1973. No más que los devastada no producía ya nada. En estas con-
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diciones, para alimentar las ciudades y el ejér- su agonía, de esta conciencia patética del pro- ciones en el seno del pueblo favorece conside-
cito, ¿qué otra solución que las requisiciones?. blema. Mientras que la revolución es un asunto rablemente la estatización de la sociedad y no
Sin duda se puede imaginar otras formas, de pueblos y multitudes, Lenín agonizante se la socialización de las funciones estatales. El
tener en cuenta, mirando desde la distancia ve reducido a sopesar los vicios y las virtudes de aprendizaje de la democracia es un asunto
del tiempo transcurrido, la lógica propia de un puñado de dirigentes de los que casi todo pa- largo, difícil. No va al mismo ritmo que los
una policía política, los peligros de arbitrarie- rece depender en adelante. En definitiva, la gue- decretos de reforma económica, tanto menos
dad burocrática ejercida por tiranuelos impro- rra civil ha significado un “gran salto hacia en la medida que el país no tiene práctica-
visados. Pero es una discusión concreta, en atrás”, una “arcaización” del país en relación al mente tradiciones parlamentarias y pluralis-
términos de decisiones políticas, de alternati- nivel de desarrollo alcanzado antes de 1914. Ha tas. Reclama tiempo, energía, también medios.
vas imaginables ante pruebas reales y no de dejado al país exhausto. De los cuatro millones La efervescencia en los comités y los soviets
juicios abstractos. de habitantes que tenían Petrogrado y Moscú a del año 1917 ilustra los primeros pasos de un
A la salida de la guerra civil, no es ya la base comienzos de la revolución, no quedaban más aprendizaje así, en el curso del cual se dibuja
la que empuja a la cúspide, sino la voluntad de que 1,7 millones a fines de la guerra civil. En Pe- una sociedad civil.
la cúspide la que se esfuerza por arrastrar a la trogrado, 380 000 obreros abandonaron la pro- Ante la prueba de la guerra civil, la solu-
base. De ahí la mecánica de la sustitución: el ducción quedando 80000. Las ciudades devasta- ción más sencilla consiste en subordinar los
partido sustituye al pueblo, la burocracia al das se convirtieron en parásitas de la órganos de poder popular, consejos y soviets, a
partido, el hombre providencial al conjunto. En agricultura, obligando a retenciones autorita- un tutor ilustrado: el partido. Prácticamente,
el curso de ese proceso, emerge una nueva buro- rias de aprovisionamientos. Y el Ejército rojo al- consiste también en reemplazar el principio
cracia, fruto de la herencia del antiguo régimen canzó un efectivo de 4 millones. “Cuando el de la elección y del control de los responsables
y de la promoción social acelerada de nuevos nuevo régimen pudo al fin conducir el país ha- por su nominación a iniciativa del partido,
dirigentes. Tras el reclutamiento masivo de la cia su objetivo declarado, escribe Moshe Lewin, desde 1918 en ciertos casos. Esta lógica lleva
“promoción Lenín” en 1924, los pocos miles de el punto de partida se reveló bastante más atra- finalmente a la supresión del pluralismo polí-
militantes de Octubre no influyen ya dema- sado de lo que habría sido en 1917, por no decir tico y de las libertades de opinión necesarias
siado en los efectivos del partido en relación a en 1914”. a la vida democrática, así como a la subordina-
los centenares de miles de nuevos bolcheviques, A través de la guerra civil se forja “un socia- ción sistemática del derecho a la fuerza. El en-
entre los cuales están los carreristas volando en lismo atrasado” y estatalista, un nuevo estado granaje es tanto más temible en la medida en
socorro de la victoria y los elementos recicla- edificado sobre ruinas: “En verdad, el estado que la burocratización no procede solo de una
dos de la vieja administración. se formaba sobre la base de un desarrollo so- manipulación desde arriba. Responde también
cial regresivo”. (Moshe Lewin, Russia, URSS, a veces a una demanda de abajo, a una nece-
La pesada herencia de la guerra civil Russia, Londres 1995). Ahí reside la raíz esen- sidad de orden y de tranquilidad nacida de los
La guerra civil constituye una terrible experien- cial de la burocratización de la que ciertos di- cansancios de la guerra y de la guerra civil,
cia fundadora. Crea una costumbre hastiada a rigentes soviéticos, entre ellos Lenín, toman de las privaciones y del desgaste, que las con-
las formas más extremas e inhumanas de una bastante pronto conciencia a la vez que se des- troversias democráticas, la agitación política,
violencia que se añade a los ensañamientos de esperan de no lograr contenerla. Aquí, el peso la demanda constante de responsabilidad mo-
la guerra mundial. Forja una herencia de bru- terrible de las circunstancias y la ausencia de lestan. Marc Ferro ha subrayado muy perti-
talidad burocrática, de la que Lenín tomará con- cultura democrática acumulan sus efectos. No nentemente en sus libros esta terrible dialéc-
ciencia con ocasión de la crisis con los comunis- queda así ninguna duda de que la confusión tica. Recuerda así que existían claramente
tas georgianos, y de la que Trotsky da cuentas mantenida, desde la toma del poder, entre el “dos focos democrático-autoritarios en la base,
en su Stalin. El “Testamento de Lenín” y el “Dia- estado, el partido, y la clase obrera, en nombre centralista-autoritario en la cumbre”, al co-
rio de sus secretarias” (ver Moshe Lewin, El úl- de la extinción rápida del estado con que se mienzo de la revolución, mientras “que ya no
timo combate de Lenín, Minuit, 1979) dan fe, en contaba y de la desaparición de las contradic- queda más que uno en 1939”.
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Pero, para él, la cuestión está prácticamente Pero el proceso de lo que llamamos la con- la revolución, no para rehacer la historia, sino
zanjada al cabo de algunos meses, desde 1918 trarrevolución burocrática no es un aconte- para formular teóricamente los problemas a
o 1919, con el decaimiento y el control de los cimiento simple, fechable, simétrico de la los que se han enfrentado los pioneros del
comités de barrio y de fábrica (ver Marc Ferro, insurrección de Octubre. No se hace en un día. socialismo y para asimilar sus lecciones. En un
Les Soviets en Russie, collection Archives). Pasa por decisiones, enfrentamientos, aconte- artículo sobre “la Revolución y la ley” publicado
Siguiendo un planteamiento análogo, el filó- cimientos. Los propios actores no han dejado por Pravda el 1 de diciembre de 1917 (¡), Ana-
sofo Philippe Lacoue-Labarthe es aún más de debatir sobre su periodización, no por gusto tole Lunatcharski, futuro ministro de educa-
explícito declarando al bolchevismo “contrarre- de precisión histórica, sino para intentar dedu- ción, comenzaba con esta constatación: “Una
volucionario a partir de 1920-1921” (es decir cir de ello tareas políticas. Testigos como Ros- sociedad no está unificada como un todo”. Se
antes de Kronstadt). (Cf. Revue Lignes n° 31, mer, Eastman, Souvarine, Istrati, Benjamin, necesitó mucho tiempo y muchas tragedias
mayo 1997). El asunto es de la mayor impor- Zamiatine y Boulgakov (en su carta a Stalin), para sacar todas las consecuencias de esta
tancia. No se trata de oponer punto por punto, la poesía de Maiakowski, los tormentos de pequeña frase.
de forma maniquea, una leyenda dorada del Mandelstam o de Tsétaïeva, los carnets de Ba- Porque una sociedad no está unificada como
“leninismo bajo Lenin” al leninismo bajo Sta- bel 3/, etc, pueden contribuir a esclarecer las un todo, incluso tras el derrocamiento del anti-
lin, los luminosos años veinte a los sombríos múltiples facetas del fenómeno, su desarrollo, guo orden, no se puede pretender socializar el
años treinta, como si nada hubiera aún comen- su progresión. Así, cuando la desastrosa re- estado por decretos sin correr el riesgo de es-
zado a pudrirse en el país de los soviets. Por presión de Kronstadt hace tomar conciencia tatizar la sociedad. Porque la sociedad no está
supuesto la burocratización está inmediata- en la primavera de 1921 de una reorientación unificada como un todo, los sindicatos deben
mente en marcha, por supuesto la actividad po- necesaria de la política económica, cuando la permanecer independientes en relación al es-
licial de la tcheka tiene su lógica propia, por guerra civil es victoriosamente terminada, las tado y a los partidos, los partidos independien-
supuesto el penal político de las islas Solovski libertades democráticas son de nuevo restrin- tes en relación al estado. Las contradicciones
es abierto tras el fin de la guerra civil y antes gidas en lugar de ser ampliadas: el X congreso entre los intereses existentes en la sociedad de-
de la muerte de Lenin, por supuesto la plura- del Partido prohíbe entonces las tendencias y ben poder ser expresados por una prensa inde-
lidad de partidos es suprimida, la libertad de las fracciones. Con la visión histórica, es ne- pendiente y por una pluralidad de formas de
expresión limitada, los derechos democráticos cesario volver sobre estas cuestiones de la de- representación. Es también por ello que la au-
incluso en el partido son restringidos desde el mocracia representativa, del pluralismo tonomía de la forma y de la norma jurídica
X Congreso de 1921. político, de la censura, de la disolución de la debe garantizar que el derecho no se reduce a
Asamblea constituyente, para formular teóri- arbitrariedad perennizada de la fuerza. La de-
3/ Rosmer, colaborador de la Vie ouvrière y responsable del PC. camente los problemas a los que se han enfren- fensa del pluralismo político no es por tanto
Ligado a Trotsky a partir de 1915, fue excluído del PC en 1924. tado los pioneros del socialismo y para medi- una cuestión de circunstancias, sino una con-
Colaborará en Révolution proletarienne, luego en La Verité. East-
man, eminente intelectual americano. Se liga a Trotsky, en 1922 en tar sus lecciones. dición esencial de la democracia socialista. Es
Moscú. Souvarine, uno de los animadores del Comité de la III Inter- No hay ninguna duda de que la herencia del la conclusión que Trotsky saca de la experien-
nacinal, delegado del PC en la IC. En 1924 toma posición en favor de zarismo, los cuatro años de carnicería mundial cia en La Revolución Traicionada: “En reali-
Trotsky y es excluído del PC. Autor de una gran obra crítica sobre
Stalin. Panait Istrati, escritor rumano. Tras un viaje a la URSS en durante los cuales fueron movilizados más de dad las clases son heterogéneas, desgarradas
1929, escribe una viva crítica del régimen (Vers l’autre flamme). Za- quince millones de soldados rusos, las violen- por antagonismos internos, y no llegan a fines
miatine, novelista ruso, emigrado en 1931 con la autorización de Sta- cias y las atrocidades de la guerra civil, influye- comunes más que por la lucha de las tenden-
lin. Boulgakov, escritor ruso, cuya obra no será publicada en su ma-
yor parte más que tras la muerte de Stalin. Mandelstam, poeta ruso, ron infinitamente más sobre el futuro del cias, de los agrupamientos y de los partidos”.
detenido en 1933, deportado, exiliado, luego de nuevo deportado, régimen revolucionario que las faltas doctrina- Esto quiere decir que la voluntad colectiva no
muere en 1937 en un campo de tránsito. Anna Tsétaïeva, escritora les de sus dirigentes, por graves que fueran. Es puede expresarse más que a través de un pro-
y poeta, se suicida en 1941 tras su vuelta a la URSS. Babel, ovelis-
ta, autor de Caballería roja; fue ejecutado en 1941. Será rehabili- sin embargo necesario volver, con la distancia ceso electoral libre, cualesquiera que sean sus
tado en 1954. histórica, sobre las cuestiones democráticas en formas institucionales, combinando democra-
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cia participativa directa y democracia repre- de las unidades de trabajo y de habitación y so- cia lanzada por Rosa Luxemburg en 1918: “Sin
sentativa. Sin constituir una garantía abso- meter toda decisión importante al voto de las elecciones generales, sin una libertad de la
luta contra la burocratización y los peligros poblaciones concernidas. Experiencias recien- prensa y de reunión ilimitada, sin una lucha
profesionales del poder, pueden sin embargo tes, la de Polonia en 1980-1981, la de Nicaragua de opinión libre, la vida se apaga en todas las
desprenderse algunas respuestas y orienta- en 1984, han puesto al orden del día la posibi- instituciones públicas, vegeta, y la burocracia
ciones de la experiencia. lidad de un sistema de dos cámaras, una ele- sigue siendo el único elemento activo” (La Re-
– La distinción de las clases, de los partidos gida directamente mediante el sufragio univer- volución Rusa). La democracia más amplia es
y del estado, debe traducirse en el reconoci- sal, la otra representando directamente a los inseparablemente una cuestión de libertad y
miento del pluralismo político y sindical, como obreros, los campesinos, más ampliamente las una condición de eficacia económica: solo ella
única forma de permitir la confrontación de diferentes formas asociativas del poder popular. puede permitir una superioridad de la plani-
programas y de opciones alternativas sobre Esta respuesta (que puede incluir en los esta- ficación autogestionaria sobre los automatis-
todas las grandes cuestiones de sociedad, y no dos plurinacionales una cámara de las nacio- mos del mercado.
el simple intercambio de puntos de vista pro- nalidades) satisface teóricamente a la vez la
venientes de las instancias locales del poder. exigencia de elecciones generales y la preocupa- ¿Voluntad de potencia
– Una forma de democracia que combine con- ción por la democracia popular más directa po- o contrarrevolución burocrática?
sejos de producción y consejos territoriales, con sible. permite no confundir por decreto la rea- La suerte de la primera revolución socialista,
una expresión directa y un derecho de control, lidad de la sociedad y la esfera del estado, el triunfo del estalinismo, los crímenes de la
no solo de los partidos, sino de los sindicatos, llamada a ir debilitándose a medida que se burocracia totalitaria constituyen uno de los
asociaciones, movimientos de mujeres. desarrolla, se extiende y se generaliza la auto- hechos más importantes del siglo. Para algunos,
– La responsabilidad y la revocabilidad de gestión. Estas grandes orientaciones resumen el principio del mal residiría en un mal fondo de
los electos por quienes les han elegido, y no un las lecciones de una historia dolorosa. No cons- la naturaleza humana, en una irreprimible
mandato imperativo que bloquearía toda fun- tituyen ni un arma absoluta contra los peligros voluntad de poder que puede manifestarse bajo
ción deliberativa de las asambleas elegidas. profesionales del poder, ni una receta para cada diferentes máscaras, incluso la de la pretensión
– La limitación de la acumulación y de la situación concreta. de hacer la felicidad de los pueblos a su pesar,
renovación de los mandatos electivos y la limi- Se puede discutir retrospectivamente sobre de imponerles los esquemas preconcebidos de
tación del salario del electo a nivel del obrero/a las consecuencias de la disolución de la Asam- una ciudad perfecta. El objetivo polémico del
cualificado/a o del empleado/a de los servicios blea Constituyente por los bolcheviques, la re- Libro negro consiste en establecer una estricta
públicos, a fin de restringir la personalización presentatividad respectiva de esta Asamblea continuidad entre Lenin y Stalin, arruinando
y la profesionalización del poder. y el Congreso de los Soviets a fines de 1917, so- “la vieja leyenda de la revolución de Octubre
– La descentralización del poder y la redis- bre saber si no hubiera sido preferible mante- traicionada por Stalin”: “Los horrores del esta-
tribución e las competencias a nivel local, regio- ner duraderamente una doble forma de linismo son consustanciales al leninismo” (Jac-
nal, o nacional más cercano a los ciudadanos, representación (especie de dualidad prolon- ques Amalric); “El impulso criminal precoz co-
con el derecho de veto suspensivo de las instan- gada de poder). Puede preguntarse si no rresponde a Lenín” (Eric Conan, L’Express, 6 de
cias inferiores sobre las decisiones que les afec- habría habido que organizar desde el final de noviembre).
ten directamente y posible recurso a refe - la guerra civil elecciones libres, a riesgo de A falta de haber llevado la crítica de su pro-
rendums de iniciativa popular. ver, en un contexto de destrucción y de pre- pio pasado hasta un examen riguroso de la
Una democracia de los productores libre- sión internacional ver a los Blancos militar- periodización de la revolución rusa, de las orien-
mente asociados es perfectamente compatible mente vencidos ganar. Esta situación particu- taciones que se enfrentaron a lo largo de los
con el ejercicio del sufragio universal. Conse- lar depende de relaciones de fuerza específicas, años veinte y treinta, algunos responsables del
jos comunales o asambleas populares territo- nacionales e internacionales. Toda la experien- PCF se contentan por su parte con una auto-
riales pueden estar formados de representantes cia histórica en cambio confirma la adverten- crítica vaga y se dejan llevar a hablar de los
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crímenes del estalinismo como de la “prolonga- arcaísmo cultural, en ausencia de tradiciones la Historia del Partido bolchevique de Pierre
ción trágica” del acontecimiento revolucionario democráticas. Broué, el Stalin de Souvarine y el de Trotsky, los
(Claude Cabanes, L’Humanité, 7 de noviembre). Desde el origen, la base social de la revolu- trabajos de E.H. Carr, de Tony cliff, de Moshe
Si un destino implacable, portador de tales de- ción era a la vez amplia y estrecha. Amplia en Lewin, de David Rousset) no permiten ignorar,
sastres, estuviera en marcha desde el primer la medida en que reposaba en la alianza entre en la estrecha combinación de ruptura y de con-
día, ¿porqué pretenderse aún comunista? los obreros y los campesinos que constituían tinuidad, el gran giro de los años treinta.
la aplastante mayoría social. Estrecha en la La ruptura gana de lejos, atestiguada por
Los años veinte: ¿“pausa” o bifurcación? medida en que su componente obrera, minori- millones y millones de muertos de hambre, de
A pesar de la reacción burocrática, que co- taria, fue rápidamente laminada por los deportados, de víctimas de los procesos y de las
mienza muy pronto a “helar la revolución”, a desastres de la guerra y las pérdidas de la gue- purgas. Fue preciso el desencadenamiento de
pesar de las penurias y del atraso cultural, el rra civil. La brutalidad burocrática es propor- tal violencia para llegar al “congreso de los
impulso revolucionario inicial se hace aún sen- cional a la fragilidad de su base social. Es cons- vencedores” de 1934 y a la consolidación del po-
tir a lo largo de los años veinte, en las tenta- titutiva de su función parasitaria. No deja de der burocrático.
tivas pioneras en el frente de la transforma- haber una ruptura, una discontinuidad irre-
ción del modo de vida: reformas escolares y ductible, tanto en la política interna como en El gran giro
pedagógicas, legislación familiar, utopías ur- la política internacional, entre el comienzo de Entre el terror de la guerra civil y el gran te-
banas, invención gráfica y cinematográfica. Es los años veinte y los terribles años treinta. Las rror de los años treinta, Nicolas Werth privile-
aún ese impulso el que permite explicar las tendencias autoritarias comenzaron cierta- gia la continuidad. Debe para ello relativizar la
contradicciones y las ambigüedades de la mente a hacerse visibles bastante antes. Ob- significación de los años veinte, de las opciones
“gran transformación” operada en el dolor en- sesionados por el “enemigo principal” (en este que se presentan en ellos, los conflictos de orien-
tre las dos guerras, donde se mezclan aún el caso bien real) de la agresión imperialista y de tación en el seno del partido, reducirlos a una
terror burocrático y la energía de la esperanza la restauración capitalista, los dirigentes bol- simple “pausa” o “tregua” entre dos auges terro-
revolucionaria. No fue la menor de las dificul- cheviques comenzaron por ignorar o subesti- ristas. Aporta sin embargo él mismo los elemen-
tades para tomar conciencia del sentido y del mar “el enemigo secundario”, la burocracia tos que testimonian un cambio (cuantitativo)
alcance histórico del fenómeno. que les minaba desde el interior y acabó por de la escala represiva y un cambio (cualitativo)
Es importante por tanto captar en la orga- devorarles. de su contenido. En 1929, el plan de “colectivi-
nización social, en las fuerzas que se consti- Este inédito escenario era difícil de imagi- zación de masas” fija el objetivo de trece millo-
tuyen y se oponen en ella, las raíces y los nar. Se necesitó tiempo para comprenderlo, nes de explotaciones a colectivizar por la fuerza.
resortes profundos de lo que a veces se ha lla- interpretarlo, para sacar las consecuencias. Si La operación provoca las grandes hambrunas y
mado “el fenómeno estalinista”. El estalinismo, Lenin percibió sin duda la señal de alarma que las deportaciones de masas de 1932-1933: “La
en circunstancias históricas concretas, remite significó la crisis de Kronstadt, hasta el punto primavera de 1933 marcó sin duda el apogeo
a una tendencia más general a la burocrati- de impulsar una profunda reorientación econó- de un primer gran ciclo de terror que había co-
zación, que actúa en todas las sociedades mo- mica, no será sino bastante más tarde, en La Re- menzado a finales de 1929 con el lanzamiento
dernas. Es alimentada fundamentalmente por volución traicionada, cuando Trotsky llegará a de la deskoulakizción” (N. Werth, Libro negro,
el auge de la división social del trabajo (entre fundar como principio el pluralismo político so- p. 199). Tras el asesinato de Kirov, comienza en
trabajo manual e intelectual principalmente), bre la heterogeneidad del proletariado mismo, 1934 el segundo gran ciclo, marcado por los gran-
y por “los peligros profesionales del poder” que incluso tras la toma del poder. La mayor parte des procesos y sobre todo por la “gran purga”
le son inherentes. En la Unión Soviética, esta de los testimonios y de los documentos sobre (iejovschina) de 1936-1938, cuyo número de víc-
dinámica fue tanto más fuerte y rápida en la la Unión soviética o sobre el Partido bolchevi- timas está evaluado en 690 000. La colectiviza-
medida en que la burocratización se produjo que mismo (ver el Moscú bajo Lenin de Rosmer, ción forzosa y la industrialización acelerada con-
sobre un fondo de destrucción, de penuria, de el Leninismo bajo Lenín de Marcel Liebman, llevan un desplazamiento masivo de
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poblaciones, una “ruralización” de las ciudades, estatalizada se dispara. Según Moshe Lewin, sala entonces de su contexto. Relega a un se-
y una masificación vertiginosa del Gulag. el personal administrativo pasó entonces de gundo plano difuso los conflictos alrededor de
A lo largo del proceso, la legislación repre- 1 450 000 miembros en 1928 a 7 500 000 en opciones cruciales, tanto en materia de política
siva se desarrolla y se refuerza. En junio de 1939, el conjunto de los trabajadores de cuello internacional (orientación durante la revolu-
1929, al mismo tiempo que la colectivización blanco de 3 900 000 a 13 800 000. La burocra- ción china, actitud ante el ascenso del nazismo,
de masas, es puesta en pie una reforma capi- cia no es una palabra vana. Se convierte en oposiciones sobre la guerra de España), como en
tal del sistema de detención: los detenidos con- una fuerza social: el aparato burocrático de materia de política interna (oposición tanto
denados a penas de más de tres años serán en estado devora lo que quedaba de militante en trotskysta como bujariniana a la colectiviza-
adelante transferidos a los campos de trabajo. el partido. Esta contrarrevolución hace tam- ción forzosa, ¡alternativas económicas y socia-
Ante la importancia incontrolable de las mi- bién sentir sus efectos en todos los terrenos, les propuestas en nombre de una otra idea del
graciones interiores, una decisión de diciembre tanto en el de la política económica (colec- comunismo!).
de 1932 introduce los pasaportes interiores. tivización forzosa y desarrollo a gran escala
Algunas horas después del asesinato de Kirov del Gulag), de la política internacional (en Contrarrevolución y restauración
(dirigente del partido en Petrogrado), Stalin re- China, en Alemania, en España), de la política La idea de contrarrevolución turba a algunos
dacta un decreto conocido como “ley del 1 de cultural (ver el libro de Varlam Chalamov, Les con el pretexto de que no lleva al restableci-
diciembre de 1934” legalizando los procedi- années vingt que subraya el contraste entre miento de la situación anterior. El tiempo
mientos expeditivos y proporcionando el ins- esos años aún efervescentes y los terribles histórico no es reversible como el de la física
trumento privilegiado del gran terror. Más años treinta), de la vida cotidiana, con lo que mecánica. La película no va hacia atrás. Tras
allá del aplastamiento de los movimientos po- Trotsky llamó el “thermidor en el hogar”, de la Thermidor, Jospeh de Maistre 4/, el ideólogo
pulares urbanos y rurales, este terror burocrá- ideología (con la cristalización de una ortodo- conservador durante la revolución y buen co-
tico liquida lo que subsiste de la herencia de xia de Estado, codificación del “diamat” y re- nocedor en materia de reacción, señalaba ya
Octubre. Se sabe que los procesos y las pur- dacción de una Historia oficial del partido). finamente que una contrarrevolución no es
gas produjeron enormes claros en las filas del Hay que llamar a las cosas por su nombre, y una revolución en sentido contrario, sino lo
partido y del ejército. La mayor parte de los a una contrarrevolución una contrarrevolución, contrario de una revolución. Los dos procesos
cuadros dirigentes del período revolucionario de otra forma masiva, de otra forma visible, de no son simétricos. Una contrarrevolución
son deportados o ejecutados. otra forma desgarradora que las medidas auto- puede así producir algo nuevo e inédito. Fue
De los 200 miembros del Comité Central ritarias, por inquietantes que fueran, tomadas el caso en la Alemania bismarckiana tras el
del Partido Comunista ukraniano, no hubo en el fuego de la guerra civil. Nicolas Werth, fracaso de las revoluciones de 1848.Igual-
más que tres supervivientes. En el ejército, el por su parte, está desgarrado entre el reconoci- mente, Thermidor no es todavía la Restaura-
número de los arrestos alcanzó más de 30 000 miento de lo que hay de radicalmente nuevo ción. El imperio constituye una larga zona gris
cuadros de 178 000. Paralelamente, el aparato en esos años treinta y su voluntad de estable- en la que se mezclan las aspiraciones revolu-
administrativo requerido para esta empresa cer una continuidad entre la promesa revolucio- cionarias y la consolidación de un orden nuevo.
represiva y para la gestión de una economía naria de octubre y la reacción estalinista triun- Es en una zona gris análoga donde se han
4/ Joseph de Maistre, político y escritor. Emigra en 1793. Monárquico, fante. Habla así de “episodio decisivo” en la perdido numerosos militantes comunistas sin-
escribe Consideraciones sobre Francia (1796) y Sobre el Papa (1819). puesta en pie del sistema represivo o de “úl- ceros, impresionados por los éxitos de la “patria
5/ Victor Serge : Militante revolucionario, miembro dela Oposición timo episodio del enfrentamiento comenzado del socialismo” sin conocer o medir su coste. A
de Izquierdas. Escritor, autor de numerosos cuentos y novelas Ante
Ciliga : Miembro del CC del PC yugoeslavo y del Komintern. Va a la en 1918-1922”. Episodio o giro decisivo, hay que condición de querer saber, se sabía mucho, aun-
URSS en 1928 y se convierte en opositor de izquierdas. Detenido, elegir. Optar por la continuidad lleva a saltar que no se supiera todo, en los años treinta sobre
deportado a Siberia, fue expulsado en 1936. Autor del libro En el por encima de los años veinte, sus controver- el terror estalinista. Estaban los testimonios
país de la mentira desconcertante.
6/ John Dewey : Eminente pedagogo y filósofo americano. Participó sias y sus envites, como si se tratara de un sim- de Victor Serge, de Ante Ciliga 5/, el contra-
en 1936 en el Comité americano para la defensa de Trotsky. ple paréntesis. El relato lineal de la represión proceso presidido por John Dewey 6/, los testi-
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monios contra la represión de los anarquistas la fuerza de trabajo asalariado aumenta más Le Monde (14 noviembre de 1997). Esta tesis
y del POUM en España. Pero en aquellos tiem- del doble (pasa de 10 a 22 millones); lo que encuentra su origen muy temprano, en el dis-
pos de lucha antifascista y de “heroísmo buro- significa la “ruralización” masiva de las ciu- curso de los mencheviques rusos mismos y en los
cratizado” (según la fórmula de Isaac Deuts- dades, un esfuerzo enorme de alfabetización y análisis de Kautsky, desde 1921: mucha sangre,
cher), fue a menudo difícil combatir a la vez al de educación, la imposición a marchas forza- lágrimas y ruinas, escribe entonces habrían sido
enemigo principal y el enemigo no tan secunda- das de una disciplina del trabajo. Esta gran ahorrados “si los bolcheviques hubieran pose-
rio, que derrota desde el interior. Numerosos transformación se acompaña de un rena - ído el sentido menchevique de la autolimitación
actores (Jan Valtin, Elizabeth Poretsky, Jules cimiento del nacionalismo, de un auge del a lo que es accesible, sentido en el que se revela
Fourier, Charles Tillon, los supervivientes de carrerismo, de la aparición de un nuevo confor- la maestría de alguien” (Von der Demokratie
la Orquesta roja, y tantos otros) son testimo- mismo burocrático. En este gran barullo, iro- zur Staatsktaverei, 1921, citado por Radek en
nio de esas “existencias desgarradas”. niza Moshe Lewin, la sociedad estaba en un Les Voies de la Révolution russe, EDI, p. 41). La
En efecto, la Unión Soviética bajo Stalin no cierto sentido “sin clases” pues todas las clases fórmula es reveladora. Kautsky polemiza contra
era la del estancamiento brejneviano. Se trans- se encontraban informes, en fusión (Moshe Le- la idea de un partido de vanguardia, pero ima-
formaba a toda marcha, bajo el látigo de una win, La formación de la Unión Soviética, Galli- gina de buena gana un partido-maestro, educa-
burocracia emprendedora. El secreto de esta mard 1985). dor y pedagogo, capaz de regular a su guisa la
energía no deja de tener relación con el de la A la pregunta esencial de Mikhaël Guefter, marcha y el ritmo de la historia.
energía napoleónica que fascinó a Chateau- una “marcha continua” entre Octubre y el Como si las luchas y las revoluciones no
briand: Gulag, o “dos mundos políticos y morales dis- tuvieran también su propia lógica. Por querer
“Si los boletines, discursos, alocuciones y tintos”, el análisis de la contrarrevolución autolimitarlas cuando se presentan, se pasa al
proclamas de Bonaparte se distinguen por la estalinista aporta una respuesta clara. La lado del orden establecido. No se trata ya en-
energía, esta energía no le pertenecía como periodización de la revolución y de la con- tonces de “autolimitar” los objetivos del par-
algo suyo propio; era de su tiempo, venía de la trarrevolución rusas no es una pura curiosidad tido, sino de limitar sin más las aspiraciones
inspiración revolucionaria que se debilitaba histórica. Ordena posiciones, orientaciones y de las masas. En este sentido, los socialdemó-
en Bonaparte, porque él marchaba en sentido tareas políticas: antes, se puede hablar de error cratas, los Ebert y los Noske, asesinando a
inverso a ella”. (Memorias de ultratumba, II, que corregir, orientaciones alternativas en un Rosa Luxemburg y aplastando los soviets de
p. 643). No es por otra parte la única analogía mismo proyecto; después, son fuerzas y proyec- Baviera se ilustraron como los virtuosos de la
llamativa entre los dos personajes: “La Revo- tos que se oponen, opciones organizativas. No “autolimitación”. La toma del poder en octu-
lución que había sido la nodriza de Napoleón se trata de una querella de familia que permita bre de 1917 resulta de la incapacidad, desde
no tardó en presentársele como una enemiga, exhibir a posteriori a las víctimas de ayer como febrero, de los burgueses liberales y de los
por lo que nunca no dejó de combatirla” (ibid, prueba de un “pluralismo comunista” que re- reformistas de aportar una respuesta a la cri-
p. 647). úne víctimas y verdugos. La periodización ri- sis de la sociedad y del estado. A la cuestión
Nunca ningún país del mundo habrá cono- gurosa permite así, por retomar la fórmula de “¿Había opción en 1917”?, la respuesta de
cido una metamorfosis tan brutal como la Guefter, a la “conciencia histórica penetrar en Mikhaël Guefer parece mucho más fecunda y
Unión Soviética de los años treinta, bajo el el campo político”. convincente que la tesis de “prematura”:
puño de una burocracia faraónica: entre 1926 “La cuestión es cardinal. Habiendo reflexio-
y 1939, las ciudades van a aumentar en 30 mi- ¿Una revolución “prematura”? nado mucho sobre este problema, me puedo
llones de habitantes y su parte en la pobla- Desde la caída de la Unión Soviética, ha reco- permitir una respuesta categórica: no había
ción global pasar del 18% al 33% de la pobla- brado vigor una tesis: aquella según la cual la opción. Lo que se hizo entonces era la única so-
ción; solo durante el primer plan quinquenal, revolución habría sido de entrada una aventura lución que se oponía a una transformación in-
su tasa de crecimiento es del 44%, es decir condenada debido a su carácter prematuro. Es finitamente más sangrienta, a una debacle
prácticamente tanto como entre 1897 y 1926; la que defiende Henri Weber en una tribuna de privada de sentido.
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La opción se ha planteado después. Una ria, sino como el primer elemento de una revo- las discusiones de las luchas de los años veinte.
opción que no trataba sobre el régimen social, lución europea y mundial. Si Lenin, se dice, bailó Es toda la dimensión política de la cuestión, lo
sobre la vía histórica que tomar, sino que de- encima de la nieve el 73° día de la toma del po- importante del asunto.
bía ser efectuada en el interior de esa vía. Ni der, es porque no esperaba, inicialmente, aguan- En el plano económico y social, la NEP
variantes (el problema era más amplio), ni es- tar más tiempo que la Comuna. El futuro de aportó un elemento de respuesta, pero habría
caleras que subir para alcanzar la cumbre, la revolución dependía a sus ojos de la exten- sido necesario para aplicarla un personal cul-
sino una ramificación, ramificaciones”. (Mikhaël sión de la revolución a escala europea y en tivado de otra forma que el formado en los
Guefter, artículo citado). Alemania principalmente. métodos expeditivos del comunismo de guerra.
Estas ramificaciones, estas bifurcaciones, Las convulsiones que sacudieron, entre 1918 En el plano político, hubiera sido necesario
no han dejado en efecto de presentarse y de y 1923, Alemania, Italia, Austria, Hungría, in- una orientación democrática, que buscara una
suscitar respuestas diferentes y opuestas: en dican una verdadera crisis europea. Los fraca- legitimación mayoritaria por la expresión elec-
1923, ante el octubre alemán, sobre la NEP y sos de la revolución alemana o de la guerra ci- toral de un pluralismo soviético. En el plano
la política económica, sobre la colectivización vil española, los desarrollos de la revolución internacional, hubiera sido necesario una polí-
forzada, sobre la industrialización acelerada china, la victoria del fascismo en Italia y en tica internacionalista que no subordinara, a
y las formas de planificación, sobre la democra- Alemania no estaban escritos por adelantado. través de la Komintern, los diferentes parti-
cia en el país y en el partido, sobre el ascenso Los revolucionarios rusos no son a pesar de dos comunistas y su política a los intereses
del fascismo, sobre la guerra de España, so- todo responsables de las dimisiones y de las del estado soviético. Estas opciones fueron, al
bre el pacto germano-soviético. Sobre cada una cobardías de los socialdemócratas franceses y menos parcialmente planteadas. No tomaron
de estas pruebas, propuestas, programas, se alemanes. A partir de 1923, se hizo claro que la forma de discusiones apacibles, sino de
enfrentaron diferentes orientaciones, mos- no podían ya contar a corto plazo con una enfrentamientos sin piedad. Los vencidos de
trando otras opciones y otros posibles desar- extensión de la revolución en Europa. estas luchas no estaban equivocados. Pues, si
rollos. En verdad, la tesis del carácter prema- Una reorientación radical se imponía. Fue bien se realiza con entusiasmo la contabilidad
turo conduce ineluctablemente a la idea de lo que estuvo en juego en el enfrentamiento macabra de las revoluciones, se evalúa más
una historia bien ordenada, reglada, como un entre las tesis del “socialismo en un solo país” difícilmente el coste de las revoluciones abor-
reloj, en donde todo llega a su hora, justo a y las de la “revolución permanente”, que des- tadas o aplastadas: la no-revolución alemana
tiempo. Recae en las platitudes de un estricto garró el partido a mediados de los años veinte. de 1918-1923 y la revolución española vencida
determinismo histórico, tan a menudo repro- Sin contestar la legitimidad inicial de la revo- de 1937 no pueden dejar de tener relación con
chado a los marxistas, donde el estado de la in- lución rusa, algunos estiman pues que se ba- la victoria del nazismo y los desastres de la
fraestructura determina estrechamente la saba en un pronóstico erróneo y en una segunda guerra mundial.
superestructura correspondiente. Elimina sim- apuesta imposible. No se trataba sin embargo Para establecer las responsabilidades reales,
plemente el hecho de que la historia no tiene de una predicción, sino de una orientación que periodizar la historia alrededor de las gran-
la fuerza de un destino, está horadada de acon- intentaba eliminar las causas de la guerra des alternativas políticas, es este hilo el que
tecimientos que abren un abanico de posibili- derrocando el sistema que la había engendrado. hay que retomar y reexaminar. Hablar sim-
dades, no todas ciertamente, sino un horizonte La onda de choque a la salida de la guerra plemente de revolución prematura remite al
determinado de posibilidad. quedó bien confirmada, de 1918 a 1923. Tras contrario a enunciar un juicio de tribunal his-
Si leemos hoy a los autores del Libro negro, el fracaso del Octubre alemán, en cambio, la tórico, en lugar de comprender la lógica
se tiene la impresión de que los bolcheviques, situación se había duraderamente estabili- interna del conflicto y de las políticas que en
una vez triunfado el golpe de mano de Octubre, zado. ¿Qué hacer entonces? Intentar ganar él se enfrentan. Pues las derrotas no son más
se habrían aferrado a cualquier precio al poder tiempo sin la ilusión de poder “construir el pruebas de error que las victorias pruebas de
por el poder. Es olvidar que nunca pensaron en socialismo en un solo país”, que además está verdad: “Si el éxito fuera reputado inocencia;
la Revolución rusa como una aventura solita- arruinado?. Es todo lo que está en juego de si, corrompiendo hasta la posteridad, la car-
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gara con sus cadenas; si, esclava futura, engen- Si no hay juicio último en historia, importa efímero del acontecimiento está “demasiado
drada de un pasado esclavo, esta posteridad so- que sea trazado paso a paso, ante cada gran op- mezclada a los intereses de la humanidad”
bornada se convirtiera en la cómplice de cual- ción, cada gran bifurcación, la pista de otra para que pueda olvidarse. Depositarios y res-
quiera que hubiera triunfado, ¿dónde estaría historia posible. Es lo que preserva la inteligi- ponsables de una herencia amenazada por el
el derecho, dónde estaría el precio de los sa- bilidad del pasado y permite sacar de él lec- conformismo, tenemos la tarea de suscitar las
crificios? El bien y el mal no siendo ya más ciones para el futuro. Lo que, en diez días, con- circunstancias en las que podrá ser “rememo-
que relativos, toda moralidad se borraría de movió el mundo, no podría ser borrado. La rado”.
las acciones humanas” (Chateaubriand, Me- promesa de humanidad, de universalidad,
morias de Ultratumba). de emancipación que se apareció en el fuego Traducción: Alberto Nadal

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