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DOSSIER

Despertar en los niños la palabra...

Patricia Redondo* deuda con la primera infancia, con los recién llegados y
en particular, con los que están por venir.
La educación inicial en la Argentina tiene en su haber En esa dirección la nueva Ley de Educación Nacional que
una larga e intensa trayectoria educativa. Generaciones reconoce a la educación inicial como una unidad peda-
y generaciones de docentes han entrelazado el sentido gógica, representa un importantísimo avance y un buen au-
de una educación temprana con la posibilidad de una ex- gurio para que en cada provincia se elaboren las nuevas le-
periencia infantil cuidada y arropada por los signos de la gislaciones que garanticen la universalización, la ampliación
cultura. Hoy, en los puntos más remotos y próximos de y el cumplimiento de las obligatoriedades ya sanciona-
nuestro país - ya sea en zonas urbanas, suburbanas o ru- das. Sin embargo, si bien estos avances son muy impor-
rales- se encuentran nuestros jardines de infantes. Ello ha tantes, aún resultan insuficientes tanto en el plano de las
sido fruto del incansable papel que docentes y comuni- políticas públicas, como en relación a las prácticas insti-
dades han sostenido frente a la necesidad de expandir el tucionales y pedagógicas que hoy se llevan adelante.
nivel inicial para que todos los niños y niñas tengan lu- El Nivel Inicial incluye la atención educativa desde los
gar en él. A pesar de ello, ésta sigue siendo todavía una deu- cuarenta y cinco días hasta los cinco años cumplidos y
da que nuestra sociedad y el Estado deben saldar; una se organiza y atiende desde diferentes modalidades

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DOSSIER

Es urgente propiciar la articulación de políticas


activas dirigidas a la infancia partiendo desde
un estudio profundo sobre el estado de situa-
ción de la misma y que atienda los principales
problemas que afectan a la niñez.

intitucionales. Los jardines de infantes, las escuelas in- educativo deberá asumir en los próximos años. Una pin-
fantiles, creadas por Hebe Duprat en la Ciudad de Buenos celada nos permite señalar que los actuales formatos es-
Aires, las secciones integradas de educación rural, los jar- colares distan mucho de las necesidades de los grupos
dines nucleados, los jardines maternales, las extensiones familiares, en particular en los barrios y zonas más des-
vespertinas configuran un mapa heterogéneo que ex- favorecidas, en las cuales la desigualdad social se torna ca-
presa la singularidad de los modos en que se han halla- da día más traumática y las condiciones de vida se han vis-
do respuestas al derecho a la educación de la primera in- to agravadas.
fancia y a un conjunto de necesidades de la población En la dirección de bosquejar una prospectiva educativa
infantil y sus familias. de la educación inicial es necesario poner en diálogo las
Esta cartografía se convierte es un buen analizador del transformaciones sociales, económicas, culturales y so-
desarrollo del Nivel Inicial en la Argentina como también ciales de la Argentina de los últimos años con el nivel de
de los problemas, que en términos de cantidad y calidad expansión actual y la urgente necesidad de priorizar la
de la cobertura, faltan atender. Asimismo, permite abrir un educación temprana, allí, donde se torna imperioso su de-
debate sobre los rasgos y atributos que este primer tramo sarrollo. Para ello, la invención de otros formatos escolares

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y dentro de los ya existentes, la creación de más y más
escuelas infantiles para la atención educativa desde los
cuarenta y cinco días hasta los cinco años, pueden cons-
tituirse como los primeros pasos para revertir la situa-
ción de la primera infancia en la Argentina de hoy.
En relación a las políticas públicas, las oportunidades
que ofrece la educación temprana se potencian si se lo-
gran articular con otros ámbitos gubernamentales y con
organizaciones de la sociedad civil. A modo de ejemplo, bas-
ta señalar que la salud y la educación transitan caminos
compartidos, que la planificación urbana, la construcción estratificada, también lo han hecho las políticas de la ni-
y mantenimiento de espacios públicos que alojen a los ñez sesgando su direccionalidad de manera focalizada lo
niños, como parques, plazas, entre otros, permiten con- que socava el imaginario de un territorio de lo público, lo
tar con espacios urbanos que cuiden de la infancia o, muy común y de atención universal de los derechos de la niñez.
por el contrario, conforman lugares peligrosos y hostiles
para los niños. En la misma dirección adquiere singular Enseñanzas, maestros y jardines
importancia, el otorgar identidad a los niños y niñas ape- Los cambios curriculares de la década de los 90, repre-
nas nacen en nuestro territorio como ciudadanos argen- sentan un antes y un después para el Nivel Inicial, sus
tinos y sujetos de derechos sin que ello no dependa ex- efectos persisten en las prácticas educativas de los ma-
clusivamente de las posibilidades reales de las familias. En estros y maestras, una lógica instrumental de los apren-
síntesis, con estos ejemplos, lo que se desea enfatizar es dizajes y una organización de la propuesta educativa por
que si bien la tarea de la educación inicial es irreempla- proyectos expresan marcas que requieren ser repensa-
zable, ésta por sí sola no alcanza a resolver la situación das. Asimismo, una supuesta primarización como efecto
de miles y miles de niños que transitan una experiencia de la obligatoriedad de cinco años se combina con una
infantil que se halla por un lado, socialmente marcada ritualización exacerbada de los diferentes momentos de
por la desigualdad y la privación y, por el otro, con otras for- trabajo en la sala. La secuencia de actividades responde en
mas de desprotecciones infantiles que afectan a la in- muchas ocasiones a una planificación mecánica que in-
fancia de sectores medios y medios altos de la sociedad. cluye un tratamiento de los contenidos de los diseños cu-
Es urgente propiciar la articulación de políticas activas rriculares despojados de las mejores tradiciones pedagó-
dirigidas a la infancia partiendo desde un estudio pro- gicas del nivel.
fundo sobre el estado de situación de la misma y que La cuestión de la transmisión como eje de la educación
atienda los principales problemas que afectan a la niñez. temprana y el acontecer de la enseñanza merecen ma-
Los diferentes intentos que se han realizado no se sos- yores debates en el campo de la educación inicial. Ya que
tienen en el tiempo, por lo cual el Estado no acumula la los falsos dilemas entre juego y contenidos, evaluación
capacidad estatal de resolverlos en plazos más largos. La sumativa o formativa, entre otros, reducen la potenciali-
educación de los niños y niñas más pequeños necesita dad de un nivel construido en una clave pedagógica di-
de tiempo; un tiempo, que se traduzca en generar las con- ferente a otros niveles educativos. Nivel que supo nutrir-
diciones de posibilidad para un trabajo educativo. se de las concepciones que ubican la educación en una
La profunda desigualdad social que afecta a la infancia trama de aprendizajes que combina la enseñanza con el
se concentra con enorme crueldad en las franjas más tem- trabajo educativo más incierto, más largo y del cual es
pranas. Lo realizado en el campo de las políticas públicas probable que nunca sepamos su alcance en la vida de los
es insuficiente y vale la pena destacar que así como el niños de hoy y los adultos de mañana.
mercado interpela a los niños desde el inicio de manera Es difícil sintentizar cómo se enseña en la educación inicial

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DOSSIER

“Ser maestro o maestra del Nivel Inicial requie-


re una formación rigurosa e inquietante, que les
permita a los docentes sostener una posición
enseñante en relación a la primera infancia y
una sensibilidad y ternura propia del oficio de
enseñar en un vínculo estrecho con el porvenir”.

en nuestro país, ya que existe un arco muy heterogéneo de comunicación, de movimiento, de disminución del do-
que incluye en uno de sus extremos, verdaderas pro- lor y el aumento de placer. Paradojalmente, vivemos, en-
puestas y experiencias pedagógicas, como por ejemplo, tretanto, también un tiempo de desesperación y dolor, de
una propuesta de trabajo con el Quijote de la Mancha sufrimiento y miseria, de tragedia y violencia, de anulación
con niños y niñas de cinco años1, y en el otro, una repeti- y negación de las capacidades humanas, tiempo en que
ción degradada de actividades de conjunto que se reite- vemos aumentadas las posibilidades de exploración y de
ran sin resignificarlas o intervenirlas de otro modo. dominación de los seres humanos (Tadeu de Silva, T.: 1999).
El jardín no termina de abandonar la repetición de cier- Y es en este mundo en el cual nuestro trabajo educativo
tas rutinas que organizan el tiempo y el espacio de una ma- tiene lugar.
nera tradicional, al mismo tiempo que produce posibili- Tal vez, nos resignemos a constituir sujetos mínimos o,
dades inéditas de trabajo educativo. Las ciencias, el arte, quizá sea el momento oportuno de detenernos a pensar
los lenguajes audiovisuales, las cuestiones éticas en cla- la enorme y radical importancia de nuestra tarea en los ini-
ve de futuras ciudadanías, la filosofía con niños, etc., ex- cios. Sabiendo que aquello que no repartimos a tiempo in-
panden los límites desde donde hemos pensado el papel cidirá en el futuro, que la fatiga por un hacer no siempre
de la educación inicial hasta hoy. Al mismo tiempo, las valorado, deja a nuestros alumnos sin la posibilidad de
variaciones que existen en la organización de los grupos gozar de las buenas enseñanzas, de los tiempos del jue-
familiares abren nuevas posibilidades de encuentro con las go, de la palabra, del nacimiento del lenguaje y el pensa-
familias con rasgos muy diferentes que el que se sostenía miento. Estamos en una verdadera disputa por el repar-
hasta hace unas décadas atrás. to, el reparto de los bienes simbólicos, el reparto de la
Ser maestro o maestra del Nivel Inicial requiere una for- educación. Y, de ello dependerá que podamos despertar en
mación rigurosa e inquietante, que les permita a los do- los niños la palabra...y amasar cada día un tiempo de in-
centes sostener una posición enseñante en relación a la fancia que mira al porvenir.
primera infancia y una sensibilidad y ternura propia del ofi-
cio de enseñar en un vínculo estrecho con el porvenir.
Como ya se ha planteado, la complejidad de la tarea de en-
* Coordinadora del Postgrado en Educación inicial y
señanza realizada por el nivel inicial en su conjunto no
Primera Infancia (FLACSO Argentina)
siempre es reconocida en toda su magnitud, muy por el
contrario, con suma frecuencia es infantilizada y banali-
Referencias Bibliográficas:
zada con estereotipos que distan del enorme valor y res-
Redondo, Patricia (2009):“Nombrar a los niños” en Revista Nuestra
ponsabilidad que conlleva ser educador/a en este primer
Idea, Año 1-N°1, AMSAFE, Santa Fe.
tramo de las trayectoria de los más pequeños, de los re-
cién llegados. Tadeu da Silva, Tomaz (1999): O currículo como fetiche, a poética
e a política do texto curricular, Belo Horizonte, Editorial Auténtica.
Mirando el porvenir
Los niños y niñas nacen cada día y llegan a un mundo,
nuestro mundo atravesado por profundas desigualdades. Esta experiencia la llevó a cabo una docente en un jardín de
infantes de la ciudad de Tandil, durante un año el trabajo con
Vivimos una época que permite que no siempre los reci-
el Quijote de la Mancha permitíó una ampliación y enriqueci-
be como debiera hacerlo, un mundo atravesado por pro-
miento de las prácticas del lenguaje, al mismo tiempo que
fundas desigualdades. Vivimos un tiempo en que nuestras produjo un despliegue único de un conjunto de saberes, jue-
capacidades ampliadas e intensificadas, en que se ex- gos dramáticos e investigaciones del grupo de niños junto
tienden nuestras posibilidades vitales de conocimientos, con la comunidad.

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