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Este texto se inscribe en el proyecto de investigación HUM2005-4159,
llevado a cabo por el grupo Cuerpo y Textualidad (2005SGR-1013). Parte
del material fue posible recopilarlo gracias a una beca de movilidad
(2006BE-725), que recibí de la AGAUR.
corpus anterior que a mi juicio se aúnan significativamente
en el trabajo de 2006 y, de este modo, leerlo a la luz de
lo que podríamos llamar una poética del cuerpo experiencial
que cruza por entero la obra de Mizrahi. Estos dos cauces
se vehiculan a través del vestido y el lugar, dos atributos
que participan del cuerpo hasta el punto que le son
indiscernibles. Y a la inversa.
El cuerpo-vestido
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Esta idea también la ha trabajado e investigado Mizrahi en Envases
(2003), donde elabora piezas de indumentaria con bolsas de basura y
las cose por termofusión.
2
Ídolo y muñeca. Mizrahi ya había trabajado con muñecas en La pared
(2003) cuando recreaba escenificadas por sus muñecas noticias del
periódico que la habían impactado especialmente.
El cuerpo-lugar
[…] The ideas space and place require each other for
definition. From the security and stability of place we are
aware of the openness, freedom, and threat of space, and
vice versa. Furthermore, if we think of space as that which
allows movement, then place is pause; each pause in
movement makes it possible for location to be transformed
into place. (citado en Cresswell, 2004: 8)
Junto a esta idea, los tres parámetros que, diez años más
tarde, el también prominente geógrafo John Agnew conjugara
para pensar el lugar como localización material con
significado y rescribirlos con Mizrahi. Si bien los lugares
se localizan a través de unas coordenadas espaciales, no
son necesariamente estacionarios; a pesar de tener una
concreción material, no nos llegan desprovistos de un carga
imaginaria: es precisamente el hecho de que estén provistos
de significado para un sujeto (o conjunto de sujetos) lo
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Ya en Curar Tucumán (2003) había desarrollado un tratamiento
destinado a “sanar” las heridas de la ciudad a base de parches que, a
modo de cataplasmas, contribuían a suavizar las grietas y fisuras al
mismo tiempo que las hacían visibles.
que posibilita un enclave emocional, vivido de la
materialidad de un lugar en un cuerpo fenomenológico.
Mizrahi, en efecto, se lleva Tucumán a Buenos Aires y eso
conlleva la plasmación de una confluencia de códigos y
formas de vida no siempre armoniosas. En palabras de Tim
Cresswell:
Autorretrato de Ilda
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“Y aquél o aquello que es fotografiado es el blanco, el referente,
una especie de pequeño simulacro, de eidôlon emitido por el objeto,
que yo llamaría de buen grado el Spectrum de la fotografía porque esta
palabra mantiene a través de su raíz una relación con ‘espectáculo’ y
le añade ese algo terrible que hay en toa fotografía: el retorno de lo
muerto” (Barthes, 1989: 35-36).
Bibliografía citada