You are on page 1of 33

SALUD MENTAL

La Salud Mental es un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales,


biológicos y psicológicos cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social
vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona.
La psiquiatría estudia, investiga y trata las personas que padecen trastornos mentales, es decir,
entidades más o menos discretas, según de lo que se trate “no tienen el mismo grado patológico.”
En psiquiatría los síndromes y trastornos los construimos con síntomas, signos y datos de la historia
del paciente y del examen psíquico.
SÍNTOMAS: Son aquellos datos subjetivos, aquellos que siente el paciente pero que el médico no puede
observar. Por ejemplo el dolor. Dentro de salud mental, los síntomas más comunes son la ansiedad, el temor
desmedido, la angustia y las alucinaciones.
Con estos signos (Se obtienen con la observación, son datos objetivos), síntomas y datos de la historia
referida por el paciente o por sus acompañantes, los psiquiatras construimos las posibilidades diagnósticas
para poder trazar estrategias.
Se suele plantear que en nuestra especialidad abunda el material subjetivo por parte del paciente y, a
veces, por parte del observador. Tratamos en lo posible de hacer objetivos los datos referidos por el paciente.
Para impedir que lo subjetivo se transforme en subjetivismo, se debe tener presente siempre que no se
trata de alcanzar por este método una certeza personalmente, sino que se debe exigir a sus resultados que
ejerzan sobre otras observaciones, debidamente formadas, cierta fuerza de convicción o la plausibilidad de la
que hablaban otros autores.
La psicopatología estudia los estados anormales de la mente y la relación entre síntomas, signos, etc y
explica las relaciones entre los fenómenos mentales.
La psiquiatría es una ciencia empírica hibrida, integrada por estas dos vertientes: científico natural y
científico cultural. El objeto central de estudio es el hombre enfermo psíquico.
Síndrome= síntomas + signos.

ACTIVIDAD MENTAL: está compuesta por la actividad intelectual, la actividad afectiva y la actividad
volitiva.
ACTIVIDAD INTELECTUAL
La actividad intelectual o cognitiva permite conectarnos con el medio y con nosotros mismos. Sin ellas son
imposibles los primeros pasos de la actividad mental.
FUNCIONES INTELECTUALES BÁSICAS
ATENCIÓN
Capacidad de focalizarse en un tema, de centrar, poner en el centro un objeto percibido. Puede dirigirse a
fenómenos físicos o a fenómenos psíquicos.
A medida que focalizamos una cosa (atención voluntaria) quedan de lado innumerables estímulos que
dejamos de percibir porque hemos centrado nuestra aºtención y prescindimos de lo que espontáneamente
ingresaría en nuestra conciencia sin este filtro (atención espontánea).
La atención puede estar globalmente descendida (hipoporosexia), inclusive estar ausente (aprosexia).
La primera situación puede observarse en la fatiga, demencia, confusión mental y más severamente en el
delirium. La aprosexia se observa en caso de delirium muy manifestados, demencias avanzadas, retrasos
mentales graves. La atención puede estar globalmente aumentada, en particular en la hipomanía. A este
fenómeno lo llamamos hiperprosexia. La labilidad atentiva es una incapacidad para sostener la atención
sobre un objeto durante un determinado tiempo y fluctúa; se observa en síndromes de agitación, en cuadros
histéricos, en personalidad infantiles y suele aparecer cuando hay fatiga.
Puede ocurrir que un sujeto en un episodio maníaco atienda a innumerables estímulos ambientales sin
poder concentrarse en el interlocutor (predominio de la atención espontánea sobre la voluntaria), o en el caso
de un cuadro de delirio de celos en el que el sujeto está atento a los signos: miradas, gestos; prescindiendo de
otros estímulos. Durante los cuadros depresivos observamos, con frecuencia, preocupaciones somáticas en las
que el paciente se centra y desatiende los demás estímulos.
Por lo tanto tenemos que la atención, función por la que vamos a medir la vigilancia, puede estar
globalmente o cuantitativamente conservada (es decir, cantidad suficiente) pero dirigida a un estímulo y
concentrada en él (cualitativamente predomina la atención voluntaria).
Cuando evaluamos la atención, primero debemos observar su cantidad y recién luego hasta qué
estímulo se dirige.
Cuando la atención está descendida globalmente o en cantidad se impone, con urgencia, descartar
patología orgánica, ya que desde un cuadro febril hasta una encefalitis producen estos síntomas y signos.
ASPECTOS CUANTITATIVOS: Aprosexia, hipoprosexia, euprosexia (atención normal), hiperprosexia.
(Explicado arriba)
ASPECTOS CUALITATIVOS: Predominio de atención voluntaria, predominio de acción espontánea. En la
manía se observa aumentada la atención espontanea en comparación con la voluntaria, la atención es
superficial y salta de un objeto a otro rápidamente. En la melancolía la relación es inversa a la anterior.
En cuadros neuróticos, la atención está sujeta a ciertas ideas fijas u obsesivas que monopolizan la atención,
o a la presencia de ansiedad que ocasionan severos disturbios en la atención imposibilitando la concentración.

PERCEPCIÓN
Percibimos un objeto cuando lo captamos y en un mismo acto nuestra conciencia reconoce que este objeto
percibido es exterior a ella. Lo percibido es ubicado fuera de la conciencia. Se percibe a través de los órganos
de los sentidos, así como el propio cuerpo, su forma y movimiento, y las sensaciones del mismo.
La percepción se presenta como una función mediante la cual la conciencia capta un objeto cuya
realidad conoce como algo que existe fuera de ella. Se presenta con gran nitidez, posee una fijeza que no es
modificable a voluntad, tiene corporeidad y espacialidad y el juico de realidad la reconoce como perteneciente
a un objeto presente y fuera de la conciencia.
La percepción puede estar disminuida en la fatiga, casi ausente en cantidad como en el delirium. En la
demencia se percibe el entorno, pero la percepción está descendida. Los pacientes con un retraso mental
pueden aparentar una buena percepción pero con frecuencia quedan adheridos a un detalle y no a la situación.
Ilusiones: percepción deformada de objetos presentes y reales. Con frecuencia carece de valor patológico (en
el momento de dormir), siendo otras veces expresión de estados emocionales (cuando bajo los efectos del
miedo, percibimos pasos, ruido del reloj). Otras veces son expresiones o signos inequívocos de estados
patológicos. Los pacientes con delirium toman los detalles de un acolchado o las arrugas de las sábanas por
animales.
Alucinaciones: cuando el objeto percibido no existe. Hay alucinaciones tanto del oído como del resto de los
sentidos, de la cenestesia y del movimiento.
Hay que distinguir las alucinaciones que ocurren con la conciencia clara de aquellas que ocurren durante el
delirium. En este último caso, el significado no varía.
Tipos de alucinaciones:
Alucinaciones psicosensoriales
- Auditivas: alucinación que implica la percepción de sonidos, más frecuentemente de voces. El
DSM no distingue si el origen de las voces es percibido dentro o fuera de la cabeza.
- Congruente con el estado de ánimo:
- No congruente con el estado de ánimo:
- Gustativa: alucinación que implica la sensación de sabores, habitualmente desagradables.
- Olfativa: alucinación que implica la percepción de olores, por ejemplo de goma quemada o
pescado podrido.
- Somática: alucinación que implica la percepción de una experiencia física localizada en el
cuerpo, tal como una sensación de electricidad. Debe distinguirse una alucinación somática de
ciertas sensaciones físicas nacidas de una enfermedad médica todavía no diagnosticada, de una
preocupación hipocondríaca con sensaciones físicas normales y de una alucinación táctil.
- Táctiles: alucinación que implica la percepción de ser tocado o de tener algo bajo la propia
piel. Las más frecuentes son sensaciones de descargas eléctricas o de hormigueo (la sensación
de que algo de mueve o repta bajo la piel).
- Visuales: alucinación que implica ver sea imágenes estructuradas como personas, sea
imágenes informales como destellos de luz. Deben distinguirse de las ilusiones.
Alucinaciones psiquícas o pseudoalucinaciones
No tienen espacialidad, no están referidas al mundo externo, ya que no participan los órganos de los sentidos.
Es una percepción directa “dentro de la cabeza” de imágenes o pensamientos.
Se presentan en delirios parafrénicos y cuadros esquizofrénicos. Pueden ser imágenes visuales (alucinación
aperceptiva o abstracta) o acústicas: transmisión o adivinación del pensamiento, voces imperativas que
comentan actos, insultos, etc.
Alucinaciones sensoriales hipmnagónicas y/o hipmnopompicas
Son errores sensoriales que se presentan en un estado de ensueño vigil o de duermevela (momento del
despertar o del dormir) en sujetos que poseen una rica fantasía. Estas percepciones son reconocidas como
erróneas y son rectificadas. Se presentan generalmente en enfermedades tóxicas.

Clasificación de las alucinasiones

Por su complejidad Elementales o simples, complejas.


Por su modalidad Sensoriales, gusto, olfato, tacto,
visuales, auditivas, cenestésicas,
cinéticas
Por características especiales Auditiva en segundo plano (auditiva
en tercera persona), eco del
pensamiento
Alucinaciones especiales Autoscópicas (percepción de la
imagen de uno mismo),
extracampinas (ver por fuera de los
límites del campo visual)
MEMORIA
Capacidad de fijar, conservar, evocar y reconocer, adquirir, retener y utilizar secundariamente una
experiencia. Es el resultado de la acción de todas las funciones psíquicas en el logro de una síntesis final que
es el recuerdo. Consta de tres fases:
 Memorización: codificación, poner en memoria
 Conservación: almacenaje, archivar en memoria
 Restitución o recuperación: reponer en memoria
Memoria inmediata: nos permite fijar, conservar y evocar reconociendo cualquier material dado unos
segundos antes y es específica para cada modalidad sensorial. Si una persona puede responder
procedentemente a una pregunta, implica que tiene intacta esta memoria inmediata. Si se le pregunta a una
persona cuál es su nombre en principio debe conservar esta información para poder responder.
Memoria de corto plazo: mantener una información durante un lapso de tiempo muy corto (menos de un
minuto) para poder restituirla en forma inmediata. Es sensible al efecto de interferencia.
Memoria de largo plazo: mantiene la información desde varios minutos a muchos años. La información se
almacena en relación al significado que el material a fijar tiene.
Los trastornos en la memoria se refieren a variaciones cuantitativas y a diferencias cualitativas.
- Variaciones cuantitativas:
 Hipermnesias: corresponde a la facilidad exagerada en la evocación de los recuerdos. Se observa en la
manía, las intoxicaciones con expansividad y euforia, y en auras epilépticas.
 Amnesias: perdida o ausencia de recuerdos. Cuando la memoria está alterada en la formación y
retención de recuerdos, se habla de “amnesia de fijación o anterógrada”. Es el trastorno mnémico más
simple pero el más radical, ya que imposibilita el resto de los mecanismos de la memoria dejando de
tras de sí una “laguna amnésica”. Se presenta en síndromes donde hay alteración de la conciencia como
alcoholismo, traumatismos de cráneo o tumores cerebrales. Por otro lado, la “amnesia de evocación o
retrograda” es la imposibilidad de evocar en el presente recuerdos del pasado, situación que puede ser
secuela de un proceso que impidió la fijación, por ejemplo en el traumatismo de cráneo, donde la
laguna amnésica se extiende hasta un límite relativamente preciso, como horas o días antes del proceso;
en la demencia (ley de Ribot), o por causas psicológicas, producto de una represión defensiva, donde
el sujeto que la padece no puede hacer emerger a la conciencia actual parte de su pasado, pese a que
su recuerdo se encuentre bien organizado.

- Diferencias cualitativas
Denominadas paramnesias o criptomnesias, consisten en falsificaciones de los recuerdos, donde se
mezclan el presente con el pasado, la realidad con lo imaginario. Son ilusiones del recuerdo. Entre
ellas se distinguen:
 Deja vu: lo percibido por primera vez impresiona como repetición del pasado (falsos reconocimientos)
 Deja veçu: lo vivido por primera vez impresiona como un hecho ya vivido
 Jamas vu: algo conocido y cotidiano es vivenciado como algo nunca percibido.
Estos trastornos suelen presentarse en epilepsias focales o en grandes crisis de angustia.

FUNCIONES INTELECTUALES SUPERIORES


EL JUICIO
La actividad mental es un todo indivisible. Hacer un juicio es poder medir, valorar, ponderar y justipreciar.
Decir algo de una cosa, pensar algo de una situación es hacer un juicio. Es la actividad mental que permite
una correcta evaluación de la realidad objetiva y al mismo tiempo una clara valoración de la realidad interior.
Cuando las decisiones, que son los resultados del juicio, se adecuan a la realidad, tanto interna como externa,
hablamos de juicio conservado. Presentándose descendido en las personas con debilidad mental, suspendido
en los cuadros tóxicos, desviado en los delirios, en la manía y en la melancolía, y debilitados en los trastornos
mentales orgánicos.
Un paciente con ideas delirantes percibe la misma silla que yo pero interpretará que se trata de una trampa. Su
juicio está desviado.
En todos los actos que interviene el juicio hacemos un primer paso en el que tomamos los elementos
esenciales, percibimos hechos simples y formamos conceptos.
En el caso del paciente con delirium, la percepción del medio está descendida, por esta causa su “juicio” estará
suspendido momentáneamente hasta que cese el delirium. El paciente con delirium bien puede atendernos sin
poder integrarnos en su entorno, bien puede dejar de prestar atención a una arruga de la cama a la que percibe
como un animal. No puede cambiar su atención de la ilusión que tiene y llevarla a nosotros que somos su
entorno.
En los pacientes con demencia, el juicio está deteriorado o debilitado. En estos, la función judicativa y su
comprensión están descendidas. El paciente no puede hacer un juicio de su enfermedad. En algunas psicosis
como la esquizofrenia, la alteración del juicio le impide al paciente reconocer que se encuentra internado en
una institución psiquiátrica. El nivel de atención es pobre. Captara partes y no esencias, su juicio se empobrece.
Si a un paciente con demencia le relatamos una fábula, podrá repetirla si su memoria está conservada aun,
pero es muy probable que no pueda referir la moraleja; la moraleja es una conclusión que surge de la
compresión de conceptos. La moraleja es la esencia de la fábula. Captar esencias es una función superior
inherente al juicio.
IMAGINACIÓN
Es pensar con imágenes. Distinguimos una imaginación reproductora y una creadora. La primera se imita a
reproducir imágenes y la creadora puede modificar, alterar y cambiar las imágenes conocidas, la genuina
creación humana.
Se encuentra exaltada en la hipomanía y la manía, y menoscabada en la depresión y la melancolía.
Hay patologías como los creadores delirantes donde una alteración morbosa de la imaginación acompaña al
juicio desviado, dando argumento para la elaboración del delirio. Algunas ideas delirantes en particular, tienen
fotogenia imaginativa. Podemos observar en otros cuadros como la imaginación alimenta con ideas a medida
que se interroga al paciente: en los delirios con otros mecanismos fotogénicos, las ideas son más o menos las
mismas; en ocasiones el delirio se mantiene fijo y es relatado por el paciente con exactitud, siempre igual
como quien refiere o describe una situación concreta. En cambio en los delirios imaginativos, se van
involucrando más personajes y más hechos a medida que damos lugar.
Otro cuadro donde la imaginación juega un papel importante es el trastorno histriónico de la personalidad.
Estas personas tienden a confundir lo real con lo imaginario.

IDEACIÓN
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡BUSCAR!!!!!!!!!!!!
EXPLORACIÓN DEL ESTADO DE CONCIENCIA
La conciencia es el conocimiento de sí mismo y del ambiente. Si una persona puede prestar atención
de manera tal que percibe el entorno, nos percibe a nosotros como interlocutores, responde a nuestros
requerimientos y a nuestras preguntas, decimos que tiene claridad de conciencia.
Cuando no hay prioridad de conciencia, decimos que hay delirium o confusión mental. La persona no
puede prestar atención, percibir el entorno ni usar su memoria.
Puede ocurrir que comprobada la claridad de conciencia las respuestas sean categóricamente erróneas.
Por ejemplo, el paciente refiere tener 20 años cuando en realidad aparenta 60, o bien percibe a otros pacientes
de la sala y manifiesta que estos son compañeros del servicio militar. En este caso hay claridad de conciencia,
ya que el paciente presta atención, pero al evocar (memoria) se producen estos errores. Están conservadas la
atención y la percepción, registrándose la alteración en la memoria. Puede ocurrir que en otro paciente con
conciencia clara, observamos que hay múltiples déficits: de la memoria, de la comprensión, del cálculo, del
lenguaje, del juicio. Si son congénitos o adquiridos se deben a un retraso mental, pero si se han deteriorado,
serán consecuencia de un síndrome demencial. Tanto en uno como en el otro caso hay conciencia clara (no
hay delirium).
Lucidez: todos estos cuadros corresponden a síndromes no lúcidos, pero algunos de ellos cursan con
conciencia clara.
Delirium No hay claridad de conciencia
Síndrome amnésico Claridad de conciencia, déficit de
memoria
Síndrome demencial Claridad de conciencia, déficits múltiples
adquiridos tardíamente
Retraso Mental Claridad de conciencia, déficit
tempranamente adquirido o congénito

Llamamos inconsciente tanto a quien padece delirium como al que padece coma. La palabra consciencia la
usamos también para referirnos a la conciencia de enfermedad. Se refiere al juicio.
El delirium es casi siempre la transición de un estado patológico al otro, aunque la mayor parte de los delirium
no van a llegar nunca al coma. Salvo casos como el TEC, en todo el resto de situaciones se “entra” en coma
lentamente, pasando por estados de obnubilación, torpor y estupor, y se recupera del coma pasando más o
menos en un sentido inverso por estos estados.
Grados de enturbiamiento del campo de la conciencia:
1. Obtusión: estado de enturbiamiento leve, que se produce por fatiga y es semejante al que existe en el
momento de despertar del sueño.
2. Obnubilación: es un enturbiamiento poco profundo, donde pueden aparecer leves alteraciones en la
orientación, y algunas manifestaciones perturbadas de la percepción (ilusiones)
3. Confusión mental: hay obnubilación, consecuencia de una marcada disminución de la claridad de la
conciencia. Hay desorientación témporo-espacial, fallas en la memoria de fijación y falsos
reconocimientos. El paciente se manifiesta en forma incoherente. La conciencia fracasa en su función
reflexiva y es torpe para reconocer lo que en ella sucede. Es muy frecuente el delirio onírico (semejante
el estado de soñar). Hay una rápida sucesión de escenas predominantemente visuales, muy cargadas
emocionalmente, no existiendo principio de contradicción ni orden temporal. Este cuadro puede
acompañarse de facies de tinte terroso, angustiada o aterrorizada; disartria; temblor generalizado;
desigualdad pupilar; sueño entrecortado y cefaleas. Las causas son múltiples: shock emocional,
intoxicación, TEC, tumor cerebral, etc.
4. Coma: es la perdida completa de la conciencia.
En la recuperación del coma, el sujeto al llegar al estado de “conciencia clara” puede desarrollar otros
síndromes. Cuando el estado de conciencia está conservado, el paciente percibe su estado, percibe el ambiente,
se ubica en el tiempo, tiene la sensación de este conocimiento.
Durante el delirium, el paciente no nos percibirá o lo hará de manera muy distorsionada.

La orientación en el tiempo
La orientación en el tiempo implica diferentes aspectos.
Orientarnos en el día/noche, aproximarnos a la hora, sólo se alteran en presencia de delirium. Durante el curso
de una demencia, como la conciencia está clara, estos parámetros están conservados.
Durante el síndrome amnésico también con la conciencia clara, la desorientación en la fecha es la norma, pero
el paciente reconoce perfectamente si es de día o de noche.
Por esto decimos que un paciente está lúcido cuando conserva la atención, la percepción y la memoria,
inclusive aunque esté desorientado.
Orientación en hora Integridad de la conciencia
Orientación día/noche Integridad de la conciencia
Orientación en fecha Integridad de la memoria, información,
interés
Orientación en día de la semana Integridad de la memoria, información,
interés
Orientación en mes y año Integridad de la memoria, información,
interés

La orientación en el espacio
Implica: entorno, lugar y espacio. El entorno es lo que está a nuestro alrededor, depende de la conciencia.
Cada vez que cambio de entorno, instantáneamente me oriento en el nuevo entorno. Implica funcionamiento
de la atención.
Durante el delirium, este tipo de orientación se perturba de modo predominante.
El lugar depende de la memoria. Debo tener información previa, debo conocer. Puede ocurrir que, con claridad
de conciencia, no sepamos en qué ciudad estamos durante un viaje y esto se trate de una falta de información
y no de una alteración cognitiva. Es característica del síndrome amnésico, el síndrome demencial en particular
si se traslada un paciente de un lugar a otro.
El espacio se refiere a lo propiamente dicho: arriba, abajo, derecha, izquierda, tercera dimensión. Es común
al comienzo de la demencia que el paciente con conciencia clara, no pueda regresar a su casa porque se ha
desorientado. El paciente está orientado en el entorno (reconoce claramente que está en una ciudad), está
orientado en el lugar (sabe que es la ciudad de La Plata) pero, no sabe cómo volver, no sabe si su casa queda
hacia un lado o hacia otro. No sabe si se está alejando o acercando.
Orientación en el entorno Integridad de la conciencia
Orientación en el lugar Integridad de la memoria, información
adecuada
Orientación en el espacio Función focal (parietal) del SNC
Una persona con depresión, vivenciará el espacio reducido y el transcurso del tiempo lentificado. Durante un
episodio maniaco, el paciente, invade el espacio de los otros vivenciando que el mundo es de él. En la
esquizofrenia, el paciente permanecerá semanas o meses sin salir de su habitación, sin necesidad de otros
espacios.
La persona con claustrofobia se siente amenazada en los espacios pequeños, y la persona con agarofobia lo
hará en espacios abiertos.
PENSAMIENTO
Actividad psíquica en virtud de la cual las ideas, en un ejercicio de elaboración y construcción, son
seleccionadas y orientadas en pos de una meta, más o menos consiente que actúa como tendencia dominante.
Esta tendencia o intencionalidad del pensamiento se distingue, en semiología, como la idea directriz, la
capacidad de seguirla en la construcción de pensamiento como “curso” y, por último, las ideas seleccionadas
y ordenadas lógicamente como “contenido del pensamiento”.
Las cualidades superiores del pensamiento son la abstracción, la generalización y la síntesis. La mecánica de
pensar implica formar contenido y flujo.
Trastornos formales del pensamiento
 Fuga de ideas: la aceleración del curso, con asociaciones rápidas y superficiales, hace que el discurso
derive permanentemente por caminos colaterales y nada logre ser explicado completamente. “la
velocidad del pensamiento sobre pasa la capacidad del paciente para expresarlo verbalmente y el fin
perseguido parece fugarse”. El grado de comprensión depende del grado de excitación. Se observa en
intoxicaciones por alcohol o drogas, cuadros febriles y episodios maniacos.
 Inhibición del pensamiento: hay una disminución de representaciones o ideas y una lentificación del
curso, que se acompaña de una penosa vivencia de dificultad y disminución del rendimiento habitual.
Se puede encontrar en neuróticos (tímidos, débiles mentales, confusos, etc); clásicamente se lo
describe en la melancolía, donde el monótono discurso de un pensar con escasas hipolarizadas ideas
está subordinado a un sentimiento de tristeza
 Interceptación: hay una brusca detención en el curso asociativo y el pensamiento se interrumpe. El
fenómeno se produce en una conciencia lucida, por lo que el paciente se da cuenta de lo que sucede y,
cuando la idea que sigue no está vinculada a la anterior, ofrece al observador un discurso deshilvanado.
Se observa en esquizofrenia, psicosis de base orgánica, estados de agotamiento, embriaguez y neurosis
obsesiva. En esta ultima la interceptación se produce por la aparición de una “idea parasita” en el curso
de las ideas
 Disgregación: la sucesión de interceptaciones convierte al pensamiento en desorganizado y
fragmentado. Se pierde la idea directriz y el discurso se hace incomprensible, impenetrable, no
advirtiéndose un propósito finalista. A diferencia del confuso que se esfuerza en superar la
incoherencia producto de la obnubilación de su conciencia, el paciente no vacila en decir las
incongruencias más grandes con plena lucidez. Es muy común en la esquizofrenia.
 Incoherencia: pensamiento anárquico donde se pierde todo orden. Trastorno que es secundario a un
oscurecimiento del campo de la conciencia, tal como se presenta en los cuadros confusionales o en
algunas demencias.
 Viscosidad del pensamiento: se caracteriza por la lentitud, perseverancia, nivelación de lo principal
con lo accesorio, detallismo, ampulosidad (falta de sencillez), rebuscamiento y pedantería (persona
que cree que sabe y habla al pedo, carla ruppel), lenguaje pesado donde la síntesis no existe. Se puede
observar en epilepsia.
 Perseveración: consiste en la persistencia del mismo pensamiento ante estímulos distintos y
consecutivos. Se observa frecuentemente en cuadros orgánicos cerebrales
 Mentismo: aparición reiterativa, incoercible y agotadora de pensamientos, preocupaciones o recuerdos
de acontecimientos vividos que surgen en el contenido de la vida psíquica como una secuencia de
imágenes cinematográficas. No provocan el rechazo total por parte del paciente. Se presenta en estados
de fatiga y en alteraciones orgánicas del SNC.
Desórdenes del flujo de pensamiento
El flujo del pensamiento puede ser:
 Normal: eupsiquia
 Acelerado: hay ímpetu, el lenguaje surge espontáneamente, rico en variedad y abundancia, con inusual
fluidez y número de asociaciones. También denominado taquipsiquia y/o logorrea (taquipsiquia,
fenómeno interno del pensamiento, logorrea fenómeno del lenguaje hablado), puede observarse en la
hipomanía, la manía, la intoxicación por anfetamina o cocaína.
 Pobre o lento: es el otro extremo, la pobreza en el flujo hace que predomine la lentitud, las asociaciones
son escasas o están ausentes, el pensamiento parece moverse con dificultad, lenta y penosamente.

Desorden del contenido del pensamiento


Los síntomas obsesivos y compulsivos generalmente se dan en forma conjunta, pero otras veces ocurren
sucesivamente unos a otros. Se describen tres grupos:
 Idea errónea: no se trata de una idea patológica, sino de un conocimiento equivocado, el cual puede
ser corregido por el razonamiento.
 Idea sobrevalorada: es de origen catatímico (deformación de la realidad por influencia de la afectividad
en estados emocionales intensos). Idea fuertemente cargada emocionalmente, que condiciona la
conducta del individuo y que es difícilmente rectificable por el razonamiento. Las ideas de los fanáticos
constituyen el ejemplo típico.
 Ideas obsesivas: son pensamientos recurrentes y persistentes que se le presentan al paciente a pesar de
los esfuerzos para deshacerse de ellos. El paciente las reconoce como ajenas a su YO (ego distónico).
Esta ocurrencia siempre abarca asuntos que el paciente encuentra penosos o desagradables. Se
acompañan de distintos grados de angustia y son características de la neurosis obsesiva.
 Idea fija: es una idea patológica relacionada con la experiencia individual, generalmente referida a
defectos físicos o experiencias emocionales (tales como las que general las supersticiones) que
condicionan la conducta. Es aceptada sin crítica por el individuo (ego sintónico), pero no tiende a ser
impuesta a los demás. Cuando desaparece esta última característica y la idea tiende a monopolizar el
pensamiento se transita al delirium.
 Ideas deliroides: son ideas que surgen comprensiblemente a partir de alteraciones emocionales.
Ejemplo clásico son las ideas de culpa, hipocondriacas o de ruina, que se presentan en los cuadros
melancólicos. Estas ideas son consideradas secundarias porque surgen como un epifenómeno del
sentimiento depresivo y su evolución está subordinada a la marcha del proceso afectivo.
 Idea delirante: son desordenes primarios del pensamiento. Es una idea errónea que choca con la
realidad considerada por el paciente como perteneciente a su YO (ego sintónico) y por lo tanto, no
criticada ni modificable por el razonamiento, dotada de una gran fuerza de convicción que condiciona
a la conducta del paciente.
La idea debe ser apreciada como delirante en la inseparable relación del contenido y la persona que lo
sustenta, dado que su aparición implica una profunda alteración de la personalidad y, por consiguiente,
una ruptura con la realidad.
La idea delirante es primaria cuando aparece inmotivada. Sin más causa que la elaboración del pensamiento.
La convicción llega de repente, formada.
Es secundaria cuando se produce a raíz de otro hecho, por ejemplo una alucinación. En cuanto al inicio, puede
aparecer bruscamente, o puede hacerlo lenta, insidiosamente y persistir en el tiempo.
Hay ideas delirantes en remisión (cuando el paciente duda de la verdad que sostenía hace un tiempo atrás).
Hay una remisión cuando el paciente rectifica totalmente y reconoce al fenómeno como equivocación (“estaba
muy mal, creía que me perseguían, estaba equivocado”).

Clasificación de las ideas delirantes

Acorde con la coherencia Puede ser completa o parcial


(sistematización)
Acorde al inicio (mecanismo íntimo) Primaria, secundaria
Acorde al tema (contenido) Persecutoria, de referencia, culpa,
desvalorización, ruina, nihilistas,
hipocondríacas, religiosas, celos, sexual y
amorosa, de control, de posesión del
pensamiento, de difusión

Temática delirante
 Paranoide: sinónimo de persecutorio. Cuando el paciente refiere idea de persecución decimos que tiene
idea delirante paranoide. Existe la esquizofrenia paranoide, el trastorno paranoide y la personalidad
paranoide.
La esquizofrenia paranoide cursa con ideas de esta naturaleza y todas las características de la
esquizofrenia. El trastorno paranoide es la formación de ideas delirantes con conservación de la
personalidad.
La personalidad paranoide es un modo de ser, un rasgo, un elemento de la vida psíquica que caracteriza
a una persona. Decimos que una persona es de tal forma, por ejemplo paranoide (siempre reacciona
con desconfianza, suspicacia, etc). En la esquizofrenia o el trastorno paranoide el paciente no es, sino
padece. Se trata de un trastorno mental.
 De referencia: cuando el paciente dice que hablan de él o que lo miran. En el primer caso acompaña a
alucinaciones auditivas de voces dialogando que hablan de él.
 Grandiosidad: creerse más importante de lo que en realidad es. Acompañan a los cuadros maníacos,
donde se modifican las conductas con estas ideas y concurren a dependencias gubernamentales,
reclaman citas inexistentes o presentan proyectos irrealizables.
 Culpa: el paciente suele recordar su pasado y creerse gravemente culpable de hechos triviales. En
ocasiones lleva al paciente a creer que él ha causado una catástrofe natural. En ocasiones no llegan a
ser delirantes, simplemente son ideas sobrevaloradas.
 Desvalorización: el no valor nada, el creerse menos de lo que es.
 Ruina: parten de la temática depresiva. Condicionan a que el paciente considere que no tiene
propiedades ni posesiones o que es inminente que las va a perder.
 Nihilistas: consisten en negar la existencia de partes del cuerpo o funciones hasta negar la vida misma:
“estoy muerto”.
 Hipocondríaco: se refieren al cuerpo. Inician con un dolor, un síntoma o un signo cualquiera,
provocando miedo de padecer enfermedades hasta la convicción de que va a morir.
 Religiosas: desde la convicción que Dios les ha hablado, hasta la de ser un enviado de El, un santo
reencarnado, un poseído por el demonio, haber recibido poderes divinos de sanación, etc. Presentes en
todos los cuadros que cursan con ideas delirantes.
 Celos: pueden estar ancladas en hechos tales como el rechazo por la pareja o impotencia sexual.
Generan conductas homicidas y otros actos de violencia. Frecuentes en el curso de la dependencia al
alcohol.
 Sexuales o amorosos: estar convencido de que una persona está enamorada profundamente de él.
 Ideas de control: la idea y sensación que el pensamiento, la voz o los actos son dirigidos desde afuera.
Se observa una invasión de lo más íntimo del sujeto, que cree que su pensamiento y sus actos no son
de él.
 De difusión: creencia que sus pensamientos son difundidos al exterior por altavoces o algún medio
similar.
Conducta frente a ideas delirantes
En presencia de delusiones (idea falsa fija que presenta resistencia a ser modificada ante datos objetivos)
hay que determinar si el fenómeno ocurrió con claridad o con obnubilación de la conciencia. Si el
fenómeno es o fue con claridad de conciencia, entonces hay que caracterizar lo mejor posible:
 Si son primarias o secundarias
 Si hay alteraciones sensoperceptivas
 Si hay alteraciones del humor que las generen
 Duración en el tiempo
 Si hay sistematización
 Cuál es el contenido o la temática
 Cuál es el vigor (hasta donde llega la convicción o si podemos hacerlo dudar)
Con estos datos se caracteriza el fenómeno y se lo encuadra en la patología.

ACTIVIDAD VOLITIVA
La volición puede definirse como la capacidad de tomar una decisión en forma de acto que es consecuencia
de una deliberación. Es el aspecto de la personalidad que impulsa a la acción.
Es la conciencia a los impulsos y los instintos. Los instintos son impulsos organizados por patrones de
conducta congénita que dejan modificar la experiencia, son comunes a todos los seres humanos. El hambre,
la sed, la atención sexual y el sueño son los instintos que nos interesan en psiquiatría. Su satisfacción normal
o su alteración dan cuenta de Salud Mental o ausencia de salud.
El impulso vital está representado por la cantidad de energía psíquica de la que se dispone.
Los objetos despiertan el impulso ya sea de acercarnos para interactuar con ellos o para desperdiciarlos.
Esta decisión está condicionada por la integración de estos cuatro estratos (biológico, psicológico, social,
axiológico).
Todas las personas tendemos a hacer lo placentero y a deshacer lo que nos es displacentero, no puede
desconocerse que la vida cotidiana y nuestras inclinaciones están condicionadas más allá del principio del
placer. Nosotros no creamos el impulso, sino que lo dirigimos.
Alteraciones de los instintos y la voluntad
El médico debe orientar la investigación hacia las causas biológicas, las que biológicamente actúan en las
sustancias que generan el incremento del impulso, habiendo también sustancias que generan andinamia
(disminución del impulso).
En el estado biológico de la voluntad, la acción activadora o inhibidora no puede someterse a reglas simples:
el mismo medicamento puede actuar como activador o como inhibidor según el individuo.
No debe confundirse la alteración morbosa (depresiva psicótica) con la falta de motivación. “Yo” decido una
cosa o la otra de acuerdo a la motivación, los medios, los gustos personales y los valores. Yo no decido la
energía que tengo. En el estrato social, la mayor o menor cantidad de estímulos, el tiempo social al que
pertenecemos, actúan como generadores de impulsos que cada uno orientará según sus valores.
Las alteraciones pueden clasificarse en cuantitativas y cualitativas:
A. Perturbaciones de la acción implícita cuantitativas:
- Hipobulia o abulia: disminución o desaparición de actos volitivos ya sea porque no nacen los impulsos
efectores y no aparece el deseo como se observa en los cuadros catatónicos, melancólicos y de
confusión, o bien, porque se altera la decisión, imposibilitando el pasaje al acto, tal como aparece en
las neurosis obsesivas. En estas son manifiestos los deseos y propósitos, pero la intervención de
fenómenos inhibitorios impiden la decisión, dando paso a una duda permanente.
- Hiperbulia: aumento de la actividad que acompaña a los cuadros maniacos, llevando a la práctica actos
megalomaníacos

B. Perturbaciones de la acción cualitativas:


- Impulsiones: actos en corto circuito donde la tendencia a la acción se lleva al acto salteando la etapa
de deliberación consiente.
El acto por impulsión no es premeditado, es incoercible y súbito. Habitualmente antisocial e
inadecuado al momento. Una descarga a la cual el sujeto asiste más como espectador que como actor,
y que una vez realizado, no logra explicar claramente que ha sucedido. Los actos impulsivos se
manifiestan en distintas áreas de la personalidad (trastornos del comportamiento alimenticio,
adicciones, perversiones, conductas antisociales)
- Compulsiones: proceso mental que impide la decisión. Se presenta como una tendencia a ejecutar actos
reprobados por el sujeto, donde ideas contrarias, de fuerzas equivalentes, sumergen el pensamiento en
un círculo de dudas que entorpecen el pasaje al acto y generan al mismo tiempo angustia creciente.
El ejemplo clásico lo encontramos en la neurosis obsesiva, donde el individuo experimenta la
sensación de verse arrastrado por el impulso, al cual siente inevitable, resultándole imposible escapar
a él, a pesar de la lucha que entabla por considerarlo reprobable o ridículo. Siente que su existencia
está amenazada y, omnipotente evitara dicho peligro con conductas que el mismo siente como
extrañas.

C.Perturbaciones de la acción explícita:


- Negativismo: cuando el paciente no colabora con la exploración, puede ser pasivo. A pesar de no
colaborar se deja examinar y será activo cuando el paciente ejecute un acto contrario al que sugerimos.
La catalepsia es un trastorno psicomotor que consiste en permanecer en la posición en que se lo deja
aunque esta sea incómoda.
- Inquietud, excitación o agitación: incremento de la actividad, inquietud significa no poder permanecer
quieto. Es observable en la ansiedad sola o con depresión, la hipomanía y la manía. Puede haber en los
pacientes con demencia o con retraso mental. Es característica una inquietud en la esquizofrenia
desorganizada.
La excitación es un grado mayor de inquietud y la agitación es un grado aún mayor del aumento de la
actividad. Los grados máximos de agitación son furor maníaco y furor epiléptico.
La agitación psicomotriz durante el delirium tremens puede llegar a grados extremos.
- Agresividad: en oportunidades se denomina como excitado al paciente agresivo o violento. La
agitación y la exaltación pueden darse sin agresión y puede haber violencia sin agitación.
- Manierismo: conjunto de movimientos que acompañan a sobrecargar un acto que ha dirigido a un fin.
Se observa en esquizofrénicos y suele ser signo de cronicidad.
- Esteriotipias: es un grupo de movimientos que no van dirigidos a ningún fin, se presenta solo y se da
en los mismos casos que el anterior.
- Ecopraxia: es la repetición de los movimientos que ejecuta el examinador. Implica una importante
desorganización de la actividad. Se observa en esquizofrénicos poco frecuentemente.
- Interceptación cinética: es la interrupción de un acto brusca e inesperadamente, se observa en
esquizofrénicos catatónicos y otras esquizofrenias.
- Musitaciones y soliloquios: hablar solo, con más frecuencia se observan las musitaciones que son
soliloquios en voz muy baja, que no permite distinguir los vocablos. En los casos patológicos
implicaría psicosis y en general cualquier cuadro psicótico puede cursar con soliloquios: esquizofrenia,
retraso mental, depresión mayor con melancolía.
- Disquinesia: movimientos involuntarios de origen extrapiramidal que es causada por el uso de
neurolépticos. Son movimientos tónicos involuntarios, musculoesqueléticos. Son agudas.
Existen disquinesias tardías que persisten aún al suspender el tratamiento y en ocasiones aparecen
recién al suspenderlo. El uso racional de los psicofármacos de modo preventivo es la mejor herramienta
para evitar este cuadro.

Semiología volitiva
Se centra en las anamnesis y la exploración. Algunas alteraciones mínimas de la voluntad sólo pueden
detectarlas si se ve en los pacientes con minuciosidad sus cambios en el humor.
En la exploración observamos desde la actividad hasta los movimientos involuntarios, pero no dejando de
lado la exploración de la marcha. Se realiza la búsqueda de tono muscular para distinguir la flexibilidad de la
rigidez, la hipotonía de la hipertonía.

ACTIVIDAD AFECTIVA
Entendemos por afectividad aquella esfera psíquica que engloba todos los fenómenos que comprenden el
sentir del individuo incluyendo todas las variedades de sentimientos y emociones en cuanto a experiencias o
vivencias en sí. Constituye lo sensible de estas experiencias, pues cada momento tiene una tonalidad afectiva,
más o menos viva, registrada dentro del placer o dolor, la euforia o la angustia. Se distinguen:
 Sentimientos ligados al modo de ser: tales como serenidad-turbación, fortaleza-debilidad, decisión-
duda, que se adscriben a la personalidad y la caracterizan.
 Sentimientos de estados del yo: tanto agradables (alegría, jubilo, confianza, tranquilidad) como
desagradables (tristeza, preocupación, desamparo, angustia)
 Sentimientos valorativos del yo: que pueden estar referidos a sí mismo, tanto afirmativos (orgullo,
vanidad, superioridad) como negativos (vergüenza, culpa, remordimiento, rencor), o que pueden estar
referidos a otros, afirmativos (amor, confianza, respeto, interés, agradecimiento) o negativos (odio,
desconfianza, hostilidad, envidia, celos)
 Sentimientos vitales de tristeza: euforia, aburrimiento, sensación de vacío
Síntomas afectivos
 Tristeza: se define como un sentimiento displacentero o desagradable.
 Euforia: es el polo opuesto a la tristeza. Puede estar referida al plano psíquico (euforia por algo) o al
plano vital (euforia vital). Puede tener características de cualidad normal o patológica.
 Angustia: la angustia se define como una opresión que los pacientes ubican en el epigastrio o más
frecuentemente en la región precordial. Tiene siempre implícito el miedo ante lo desconocido, el miedo
a volverse loco o a morir. En crisis de angustia severa el paciente tiene la sensación que el tiempo se
lentifica y hasta se detiene.
 Ansiedad: es en cambio, más psíquica. La definimos como sentimiento de expectación penosa o
aprensiva, que algo malo va a ocurrir. La persona refiere una falta de sosiego o de paz interior, pánico.
La falta de aire con suspiros (disnea suspirosa) completa el cuadro de malestar.
 Indiferencia afectiva y afectividad inapropiada: estos conceptos son esenciales para la concepción del
trastorno esquizofrénico y sus secuelas. La indiferencia de los pacientes con esquizofrenia puede
observarse en grados extremos superlativos, en la catatonia (estupor) es una postura de ignorar el
entorno y prescindir de él. En general vemos grados menores de indiferencia a veces sutiles, que
solamente se perciben en la dificultad para hacer contacto con el paciente que nunca ingresa con el
interlocutor. Denominamos afectividad inapropiada a aquella en la que el afecto es discordante al
contenido de la ideación. Este tipo de afectividad es característica también en los cuadros
esquizofrénicos.
Alteraciones cuantitativas en la afectividad
1. Hipertimia: exaltación de la afectividad presente en distintos cuadros tales como:
- Manía, donde la alegría y la euforia pueden presentar desde un aumento moderado (hipomanía) hasta
un descontrol absoluto que incluye temor y cólera (furor maníaco)
- Melancolía, con aumento de la tristeza y el aburrimiento
- Cuadros fóbicos, en los cuales el incremento de los miedos centraliza en la sintomatología
- Algunos trastornos de la personalidad, que se acompañan de un aumento de los sentimientos de
desamparo, de vacío, de desvalorización, de remordimiento y de desconfianza
2. Hipotimia: disminución de la tonalidad afectiva que puede ser global, tal como se presenta en las
demencias y en las esquizofrénicas, o referidas a determinados afectos: disminución de la angustia en
la personalidad psicopáticas, del miedo en las conductas contra fóbicas, de la cólera en las
esquizofrenias y melancolías. Se llega a la indiferencia afectiva (atimia) en las catatonias, oligofrenias
profundas y cuadros demenciales.
Alteraciones cualitativas en la afectividad
Son las llamadas paratimias. Se distinguen:
1. Neotimias
- Sentimiento de inexistencia o de estar muerto (síndrome de cotard)
- Clarividencia o éxtasis (delirio místico)
- Desrealización o extrañeza, donde el sujeto percibe el mundo exterior como si no tuviera vida, como
si no fuera real. Es característico de la esquizofrenia.
- Despersonalización: sentimiento de extrañeza referido al YO. El sujeto se siente raro como si estuviera
vacío (esquizofrenia)
2. Sentimientos inadecuados: proceso en el que un estímulo despierta un sentimiento distinto al esperado
lógicamente, de frecuente observación en los trastornos paranoides de la personalidad
3. Ambivalencia: coexistencia de elementos afectivos antagónicos, descriptos como síntomas primarios
en esquizofrenia.
LA ENTREVISTA Y LA HISTORIA CLÍNICA
 Obtener la información para determinar el motivo de consulta o internación, la enfermedad
actual y los antecendentes tanto personales como familiares y realizar el diagnóstico.
 Comprender a la persona con su enfermedad
 Comprender las circunstancias que rodean al paciente
 Proveer al paciente la información acerca de su enfermedad, el tratamiento y el pronóstico
 Realizar una alianza terapéutica con el paciente
Si una persona presenta signos o síntomas de un trastorno que supone la enfermedad de Alzeheimer es
probable que llegue atemorizada, si ha habido casos en la familia y esta persona observó el progreso y el
deterioro. Es bueno ver primero al paciente solo, luego que nos pueda proporcionar la información y
finalmente juntos.
Si una persona consulta por ansiedad o desosiego sin manifestar la causa habrá que esperar nuevas entrevistas
hasta que se produzca un vínculo tal que permita al paciente ir desentramando los aspectos en relación al
síntoma.
La historia psiquiátrica
Se denomina patobiografía a la historia individual del sujeto, nos da cuenta de quién se trata, sirve para que el
paciente hable de sí mismo, de su constitución o lugar en el mundo. El desarrollo normal de la vida tiene
pérdidas y ganancias en cada etapa.
Además de los síntomas y signos descriptos hay que reconocer la historia individual, es ella la que genera al
sujeto que está frente a mí.
En la historia clínica psiquiátrica, se pondrá el nombre, la dirección del paciente, el nombre del que informa
y su relación con el paciente.
Historia del estado actual
Descripción del problema, detalles de la naturaleza del mismo y la severidad actual de los síntomas,
sistemáticamente requerir otros síntomas y probables problemas importantes, el inicio y curso de los síntomas
y malestares.
Historia familiar
Padres, edad, ocupación, características y relación con el paciente. Situación social, trastornos psiquiátricos
en los otros integrantes de la familia, alcohol, drogas.
Antecedentes personales
Personalidad
Relaciones, actividades de esparcimiento, humor prevalente, carácter, actitudes, hábitos. Alcohol, drogas,
tabaco.
La semiología psiquiátrica abarca el saber manejar la individualidad de un modo respetuoso.
En los hospitales si un paciente concurre con síntomas físicos es muchas veces apropiado estar seguro si no
tiene también problemas psiquiátricos. Para ello, la historia psiquiátrica es demasiado extensa y se requieren
pautas más abreviadas: bienestar, ansiedad, depresión, memoria, alcohol y drogas.
Antes de decir que no responde o está mudo, es importante que el entrevistador tenga presenta hablar el mismo
idioma, esperar un tiempo adecuado para la respuesta, intentar una variedad de tópicos y comprobar si no
puede contestar escribiendo.
Cuando está hiperactivo las preguntas deben ser cortas y referidas a lo más importante, las conclusiones deben
basarse en las observaciones del comportamiento y el lenguaje espontáneo.
Exámenes complementarios
Debe ser conversado con el paciente ya que lo que dice y espera el médico acerca de lo solicitado no siempre
coincide con los aspectos y particularmente ante las fantasías que las personas tienen acerca de los resultados.
Se solicita la realización de test psicométricos y neuropsicológicos a especialistas, cuando se intenta medir,
evaluar, ponderar y controlar déficit o deterioro y su evolución. Los más utilizados son el minimental test,
para medir funciones cognitivas, orientación, lenguaje y praxias.
El test randomizado de la letra A, para déficit atencionales y memoria inmediata.
El test de fluencia categorial consiste en la nominación de objetos-sustantivos por un tiempo dado.
El test de Rostchar, HTP (dibujo de una casa, árbol o persona), el test gesáltico visomotor (Brender) permite
la detección de organización cerebral. Se utilizan para completar el psicodiagnóstico.
Laboratorio, perfil de hormonas, tiroides y función renal. Hemogramas, recuentos y fórmulas leucocitarias.
Diagnóstico por imagen, tomografía computalizada de cerebro ,resonancia magnética nuclear, estudios
encefalográficos. Estudios post mortem.
TRASTORNOS DE LA ANSIEDAD
La ansiedad es la respuesta vivencial, conductual y cognitiva ante una amenaza, caracterizada por un estado
de alerta, de activación generalizada incluyendo la neurovegetativa o autonómica. Esta última, producida por
la liberación de noradrenalina y de adrenalina, consiste en cambios fisiológicos tales como aumento de la
frecuencia cardíaca y respiratoria, de la tensión arterial, vasoconstricción cutánea y vasodilatación muscular
que tienen por objeto posibilitar a adaptarse a través de conductas de huida, lucha o inmovilización a las
situaciones amenazadoras para su integridad.
Puede ser patológica y constituir un trastorno psíquico necesitado de tratamiento debido al sufrimiento
psíquico y físico que puede provocar. La ansiedad se considera enfermedad cuando se produce en ausencia de
motivo o bien cuando la activación cognitiva, autonómica y conductual es desproporcionada en relación al
objeto generador de miedo. Adquiere la condición de trastorno cuando el temor, la elevación del arousal y la
descarga adrenérgica no recuperan los valores normales de reposo una vez suprimido el stressor, lo hacen en
forma demasiado lenta, o no existe habituación. La ansiedad patológica es maladaptativa y deteriora el
funcionamiento familiar y ocupacional.
La confluencia y divergencia de neurocircuitos parecen ser la causa del solapamiento de la sintomatología de
los trastornos de ansiedad.
Trastorno de ansiedad generalizado
 Epidemiología: representan el 50% de todos los casos diagnosticados de trastornos de ansiedad, y
suelen ser mujeres.
 Etiopatogenia: uno de los argumentos de más peso para diferenciar el trastorno de la ansiedad
generalizada del trastorno de pánico es el genético. Probablemente tres factores intervengan en la
producción de este trastorno: genéticos, stress, personalidad.
 Clínica: guarda estrecha relación con el stress ambiental crónico, el paciente experimenta en forma
sostenida múltiple y variada, una sintomatología ansiosa que se instala insidiosamente.
La ansiedad que distingue a este trastorno puede ser definida como “un sentimiento penoso de
expectación que engendra la tendencia a la duda, desde el punto de vista intelectual, la inseguridad
desde el punto de vista afectivo y la irresolución desde el punto de vista volitivo”.
El paciente puede presentar facies ansiosa, que detona la expresión de hiperalerta, midriasis y
sacudidas fibrilares peribucales. Al darle la mano, constatamos su hiperhidrosis palmar. Su discurso
es rápido y abundante, a veces diaslálico. Se observa inquietud psicomotriz, evidenciada por la
abundancia de gestos y ademanes, y a veces por su imposibilidad de permanecer sentado. Puede
quejarse, lo que suele llevarlo a consultar con un médico clínico, de múltiples reacciones somáticas de
ansiedad, entre ellas:
 Trastornos musculares: contracturas, temblores, sacudidas fibrilares
 Trastornos digestivos y de la alimentación: sequedad de la boca, constipación o diarrea,
hiperorexia o hiporexia (hambre)
 Trastornos urinarios: poliuria, polaquiuria
 Trastornos genitales y de la sexualidad: eyaculación precoz en el hombre, impotencia y rigidez
en la mujer
 Trastornos vasomotores: palidez o rubicundez de la piel
Las manifestaciones psíquicas determinan la dificultad para concentrarse en una tarea y fallas de memoria con
la consecuente disminución del rendimiento intelectual. En la esfera afectiva, el paciente se siente inseguro,
vulnerable, temeroso de que algo malo para sí o para sus seres queridos suceda, y se sobresalta ante cualquier
ruido ambiental, en parte también por su estado de hiperalerta.
Suele tener insomnio de conciliación, sueño discontínuo y/o pesadillas, por lo que se quejan de un sueño no
reparador.

Criterios diagnósticos del Trastorno de la Ansiedad Generalizada


A. Ansiedad de la preocupación excesiva, que se prolonga más de seis meses
B. Le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación
C. Se asocian a tres de los seis síntomas siguientes: inquietud o impaciencia, fatigabilidad fácil, dificultad
para concentrarse o tener la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular, alteraciones del sueño.
D. No se limita a la posibilidad de presentar una crisis de pánico (trastorno de pánico), pasarlo mal en
público (fobia social), contraer una enfermedad (TOC) estar lejos de casa o de los seres queridos
(trastorno de ansiedad por separación), engordar (anorexia nerviosa), tener quejas de múltiples
síntomas físicos (trastorno de somatización), padecer una enfermedad grave (hipocondría) y la
ansiedad y la preocupación no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno por stress
post-traumático
E. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos, provocan malestar significativo o deterioro social-
laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
F. Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o una enfermedad
médica.

 Evolución: es fluctuante con tendencia a la cronicidad. Sin tratamiento, cerca del 80% de los pacientes
aún tiene el trastorno a los tres años de su comienzo.
Son frecuentes los episodios depresivos breves, son comunes los Trastornos mixtos de Ansiedad-
Depresión que están más claramente relacionados con los trastornos del estado de ánimo que con la
ansiedad.
 Tratamiento: se utilizan distintas intervenciones psicoterapéuticas y a las benzodiacepinas. Esto
destaca la importancia del factor sugestivo y el efecto placebo positivo que se observa en muchos
pacientes que suelen responder rápidamente a la farmacoterapia. Se deben utilizar con prudencia por
períodos cortos de tiempo con reducción gradual de las dosis diarias, ya que pueden terminar en un
desarrollo de dependencia, con el consecuente síndrome de abstinencia ante su discontinuación brusca.
Es fundamental implementar además psicoterapia.

TRASTORNOS DE PÁNICO
 Epidemiología: es doblemente más frecuente en la mujer que en el hombre, y suele manifestarse
alrededor de los 22 años de edad.
 Etiopatogenia: la provocación experimental de ataques de pánico con determinadas sustancias condujo
a la hipótesis de un supuesto defecto neurobiológico de esta enfermedad.
La serotonina de acción inhibidora se halla descendida en el plasma de los enfermos, especialmente
en aquellos afectados de agorafobia. Esta disfunción serotoninérgica explica la acción terapéutica de
antidepresivos de perfil serotoninérgico.
 Clínica: el trastorno de pánico consiste en la repetición de ataques de pánico, también llamados crisis
de angustia.
Características del ataque de pánico
Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes
síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros diez minutos:
A. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
B. Sudoración
C. Temblores o sacudidas
D. Sensación de ahogo o falta de aliento
E. Sensación de atragantarse
F. Opresión o malestar torácico
G. Náuseas o molestias abdominales
H. Inestabilidad, mareo o desmayo
I. Desrealización (sensación de realidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
J. Miedo a perder el control o volverse loco
K. Miedo a morir
L. Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
M. Escalofríos o sofocaciones
Si se reiteran surge como consecuencia:
 Una inquietud persistente ante la posibilidad de tener más crisis (ansiedad anticipatoria)
 Preocupación por las consecuencias de una crisis
 Cambio significativo del comportamiento que puede conducir a la agorafobia
Se puede definir al trastorno de pánico como crisis de angustia que se reiteran, de aparición repentina, sin
desencadenantes, con síntomas múltiples y variados, tanto somáticos como psíquicos, que son expresión de la
ansiedad y que conducen a experimentar la vivencia de muerte inminente, el miedo a perder el control o el
miedo a volverse loco.
Los panicosos tienen mayores temores con respecto a los síntomas físicos de ansiedad que el resto de la
población, suelen pensar por ejemplo que las palpitaciones preceden al infarto. El desarrollo del ataque de
pánico es brusco y suele alcanzar el acmé en diez minutos aproximadamente. Suele ser inesperado, no asociado
con un desencadenante situacional, pero también hay ataques situacionalmente predispuestos. Ataques que
ocurren en determinadas situaciones aunque no necesariamente se presenten en las mismas, y ataques
situacionalmente relacionados, que ocurren casi inmediatamente a la exposición al desencadenante
situacional.
Existen también ataques oligosistemáticos que provocan malestar en el paciente y ataques nocturnos que los
despiertan.
 Comorbilidad y destinos
 Resolución: se puede producir espontáneamente tras la supresión de circunstancias desfavorables para
el objeto (stress ambiental) o a través del tratamiento.
 Agorafobia: reiteración de los ataques, el paciente procura evitar situaciones en las que le resultará
difícil conseguir ayuda o regresar a su hogar en caso de sufrir un ataque.
 Fobias: si son relacionados por el paciente con distintas circunstancias que posteriormente comienza a
evitar, se desarrollan fobias.
 Ansiedad generalizada: si se acentúa y prolonga la ansiedad anticipatoria, determinada por el miedo a
sufrir un nuevo ataque, esto puedo conducirlo al trastorno de ansiedad generalizada.
 Hipocondriasis: puede experimentar ideación hipocondríaca e iniciar un peregrinaje entre distintos
especialistas.
 Dependencia al alcohol y a otras sustancias ansiolíticas: puede abusar inicialmente para tornarse
dependiente posteriormente, al alcohol o a las benzodiacepinas.
 Depresión: a menudo coexiste con depresión, alrededor de un cuarto de los pacientes panicosos tienen
un episodio depresivo mayor, bien antes o dentro de los 12 meses del ataque inicial.

 Tratamiento
Reducir la frecuencia y la gravedad de las crisis para mejorar el funcionamiento diario. Este trastorno es un
desorden psiquiátrico común que suele tener un curso crónico y que puede ser altamente invalidante.
El tratamiento se suele llevar a cabo de manera ambulatoria y sólo raramente requiere la internación.
Es necesario establecer y mantener una buena alianza terapéutica, ya que tanto las recaídas como las respuestas
parciales al tratamiento son frecuentes.
Hay cuatro clases de medicaciones que han demostrado ser eficaces: IRSS (Inhibidores selectivos de la
captación de la serotonina), antidepresivos tricíclicos, los IMAO (Inhibidores de la monoaminoxidasa) y las
benzodiacepinas. Estas últimas no se consideran como de primera elección en el tratamiento del Trastorno de
Pánico debido al riesgo de dependencia, y se utilizan asociadas con el antidepresivo.
Entre las biodiacepinas, tienen efecto antipánico: el clonazepam, el aprozolam y el lorazepam.

TRASTORNOS OBSESIVOS COMPULSIVOS (TOC)


No es una enfermedad rara, sin embargo no es diagnosticada y tratada con frecuencia. Muchos pacientes
conviven con sus perturbaciones sin que estas interfieran mayormente en sus vidas y sin consultar al médico.
 Epidemiología: los últimos estudios en la población de Estados Unidos fijaron en 2,5% la prevalencia
global de esta enfermedad. Mucho menos de la mitad de los casos recibe tratamiento. La incidencia es
similar en hombres y mujeres, son relativamente frecuentes en los niños.
 Factores culturales y personalidad premórbida: en relación a factores culturales predisponentes cabe
destacar aquellos ambientes en los que prevalecen la educación religiosa rígida, el desarrollo de
sentimientos de culpa y la sobrevaloración de la limpieza, el orden, al autoexigencia y la puntualidad.
Estos factores ambientales favorecen la formación de personalidades con rasgos obsesivos.
Estas características o rasgos conocidos como carácter psicasténico, suele constituir el perfil de
personalidad sobre el que asienta el Trastorno Obsesivo Compulsivo. En muchos casos se evidencian
rasgos fóbicos, dependientes o depresivos, a veces mezclados con los obsesivos.
 Clínica: la característica esencial del TOC es la presencia de obsesiones y compulsiones. En algunos
casos el cuadro clínico está dominado solamente por las ideas obsesivas.
Las obsesiones son pensamientos o imágenes intrusivas, es decir, incorporadas en el campo de
conciencia del individuo, sin ser buscadas ni controladas por él. El enfermo concibe sus obsesiones
como producto de su propia mente.
El enfermo con ideas obsesivas es, por lo tanto, un paciente no alienado que sufre el agobio de pensar
en aquello en que no quiere pensar.
Excepto en casos graves, las interferencias obsesivas parasitan el pensamiento sin anularlo, pudiendo
el paciente continuar con su vida intelectual, laboral y social, casi siempre con una carga significativa
de sufrimiento y ansiedad. Los temas más frecuentes sobre los que versan las obsesiones son:
 Suciedad o contaminación: el paciente piensa en impurezas sobre su piel aún sabiendo que no
existen.
 Dudas sobre la realización de actos concernientes a la seguridad, orden, limpieza: dudar acerca
de haber cerrado la llave de gas, las puertas, etc.
 Sexualidad: representaciones mentales de escenas consideradas por el obscenas.
 Ideas de la pérdida inminente del autocontrol: piensa que no podrá controlar un impulso verbal
o acto agresivo o incidente, aunque tal descontrol no acontece jamás.
 Simetría: la idea acerca de la posición o ubicación de un objeto interfiere su pensamiento
normal
 Otros temas diversos: dudas metafísicas, etc.
 Diagnóstico: el DSM-IV introduce la observación clínica de que los pensamientos pueden ser
obsesiones o compulsiones, dependiendo de si aumentan la ansiedad (obsesiones) o la disminuyen
(compulsiones). Permite al especialista especificar que el paciente tiene un TOC con poca conciencia
de enfermedad, si en general no reconoce lo excesivo de sus obsesiones o compulsiones.
Las compulsiones se definen como conductas repetitivas o actos mentales recurrentes cuya realización tiene
el propósito de aliviar un estado de ansiedad generado la mayoría de las veces por la presencia de una idea
obsesiva. Estos actos repetitivos y estereotipados, son denominados rituales compulsivos.
Una característica frecuente en los individuos afectados de TOC es la lentitud en la performance de las
actividades cotidianas, un 10% de estos pacientes presentan la “lentitud obsesiva primaria” no acompañada
de ansiedad, que se relaciona con una conducta patológica centrada en la meticulosidad de cuidado personal,
el orden, la simetría, etc.
 Edad de inicio y evolución: más de la mitad de los pacientes inician la sintomatología antes de los 25
años. En menos del 5% la afección comienza después de los 40 años.
La evolución más frecuente de esta enfermedad es la episódica, épocas de alivio alternadas con otras
de exacerbación. Un pequeño grupo evoluciona en forma maligna hacia la invalidez (esclerosis
obsesiva) y otro reducido porcentaje hacia la remisión espontánea.
 Comorbilidad: es elevada la asociación con trastornos depresivos, numerosos rasgos de personalidad
comunes y entremezclados en las tendencias obsesivas y depresivas, hacen suponer una asociación
primaria entre ambos trastornos y una pertenencia del TOC al espectro de los desórdenes afectivos.
 Tratamiento: uso de medicación antiobsesiva y psicoterapia. Antidepresivos de acción serotoninérgica,
y los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, aunque el más potente continúa siendo
el tricíclico clomipramina. Es esencial para evitar desórdenes y frustraciones explicar al paciente que
es improbable el logro de los beneficios terapéuticos antes de las cinco o seis semanas de latencia
necesarias para que la droga produzca los cambios post y presinápticos.
Si la respuesta es nula o insuficiente pueden utilizarse potenciadores o coadyuvantes. También se usa
con éxito relativo la buspirona.
Los pacientes en los que prevalecen en su cuadro clínico los rituales compulsivos por sobre las ideas
parásitas son especialmente favorecidos con técnicas psicoterapéuticas cognitivo conductuales.
Consisten en psicoeducación y toma de conciencia, por parte del sujeto, de las relaciones existentes
entre sus afectos, pensamientos y acciones ensamblados en cada acto compulsivo, para posteriormente
conducirlo, en forma gradual y siempre acompañado por el terapeuta, hacia los ejercicios de exposición
a los estímulos temidos y prevención de las respuestas. En casos malignos puede recurrirse a la
neurocirugía esteroatáxica. Existen en la actualidad cuatro técnicas principales: tractotomía,
singulotomía, leucotomía límbica y capsulotomía. Esto llegaría a ofrecer una mejoría paliativa no
curativa en un grado significativo.
FOBIAS
Se denominan a un grupo de trastornos de ansiedad en los cuales ésta se manifiesta exclusiva o predominante
frente a ciertas situaciones u objetos específicos, inofensivos, que el sujeto evita o soporta por terror.
El paciente reconoce que el temor es irracional pero escapa a su control voluntario, provocando interferencias
en su rutina habitual y un grado significativo de sufrimiento. Cuando el individuo sabe o presiente que el
estímulo fobógeno se encuentra próximo comienza a presentar síntomas de ansiedad, que ceden bruscamente
cuando el objeto, vivido absurdamente como peligroso desaparece.
 Clasificación y cuadro clínico: se clasifican en tres categorías. Fobias específicas, fobia social y
agorafobia.
Las fobias específicas incluyen tres tipos:
A. Ambientales, a fenómenos y condiciones naturales y atmosféricas
B. A sangre, inyecciones, lesiones. Caracterizadas por respuesta vasovagal con bradicardia e
hipotensión, causantes a veces de lipotimia.
C. Situacionales: a situaciones específicas en las que escapar resultará dificultoso
D. Otras fobias específicas: nosofobia (asociada a sintomatología obsesiva, el paciente teme
permanentemente contraer alguna enfermedad), fobia a los espacios (el paciente teme caminar
en sitios desprovistos de paredes o elementos en los que pueda apoyarse en caso de presentar
algún malestar que genere caída), fobia a animales (insectos, pájaros, víboras, mas raramente
animales domésticos). Las fobias específicas comienzan muchas veces en la infancia. Es
elevada la incidencia familiar.
La fobia social es un temor intenso a una o más situaciones sociales en las que el paciente se expone ante
personas no familiares y a la eventual observación o evaluación por parte de estas. Teme a hacer el ridículo,
poner en evidencia síntomas de ansiedad, o actuar de una manera que pueda resultar vergonzosa o humillante.
En la fobia social de desempeño la ansiedad se relaciona con eventos en que el paciente debe realizar una
actividad dirigida a otros y teme “arruinar” o frustrar su performance.
Las edades en que la incidencia de este trastorno es mayor son entre los 11 y 15 años, seguidos por el rango
que va desde los 16 a los 20 años.
A veces resulta una complicación de un trastorno de pánico. En estos casos, el fóbico social se siente más
seguro y tranquilo si permanece acompañado por alguien de su confianza.
Cuando la fobia social es generalizada, es decir, que alcanza a todas las situaciones de interacción social, la
complicación con depresión y abuso o dependencia de alcohol es muy frecuente.
Cuando la perturbación se extiende a la casi totalidad de las relaciones interpersonales y abarca todas las áreas
de la vida social del individuo, el diagnóstico más apropiado es el de tratamiento de personalidad por evitación.
La agorafobia es el temor a los lugares o situaciones en los que pueda resultar dificultoso escapar u obtener
ayuda en caso de sufrir una súbita indisposición. El paciente suele experimentar temor a alejarse del hogar y
aún a permanecer él solo.
Necesita la presencia de un acompañante contrafóbico.
La agorafobia es precedida, la mayoría de las veces, por algún trastorno psíquico: ansiedad crónica, síntomas
de despersonalización, depresión, hipocondría y lo más habitual y característico, por ataques de pánico. No es
frecuente encontrar agorafobias primarias. La personalidad premórbida dependiente favorece el desarrollo de
este tipo de fobia. Es frecuente la incidencia del alcoholismo y abuso o dependencia a otras sustancias como
complicación. Lo mismo ocurre en las fobias sociales y algunas específicas.
 Diagnóstico diferencial: trastorno por stress post-traumático. Ocurre luego de vivir una situación
extremadamente traumática psicológicamente, el temor se experimenta al enfrentarse con estímulos
relacionados con el evento. El sujeto revivencia el mismo a través de pesadillas y reminiscencias.
 Timidez: como rasgo en salud, sin generar en el individuo sufrimiento ni interferencias que
puedan impedir su desarrollo personal en cualquier área de su vida. No requiere tratamiento.
 Tratamiento
 Fobias específicas: el tratamiento consiste principalmente en psicoterapia tendiéndose a utilizar
las técnicas cognitivo conductuales. Es la exposición progresiva y autoregulada al estímulo en
cuestión, con técnicas de relajación.
 Fobia social: el tratamiento farmacológico combinado con psicoterapia, antidepresivos
inhibidores de la monoaminoxidasa.
En fobias del desempeño, una alternativa medicamentosa adecuada es la toma de un
metabloqueante antes del evento estresante.
 Agorafobia: el tratamiento es el correspondiente a la enfermedad de base, siendo útil para la
complicación con la agorafobia.
 Síntomas clínicos: incremento extremo de la ansiedad cuando el paciente es expuesto a un objeto o
situación específica o cuando el paciente anticipa la exposición a este objeto o situación. La exposición
al estímulo fóbico o la anticipación de este, casi invariablemente produce una crisis en personas
proclives a ellas.
TRASTORNOS DE LA ANSIEDAD DEBIDO A ENFERMEDAD MÉDICA
Dentro del DSM IV síndrome orgánico de ansiedad se ha incluido en una sección más importante para
potenciar su formulación y facilitar un diagnóstico diferencial completo.
 Epidemiología: es un fenómeno común, aunque la incidencia del trastorno varía para cada patología
médica concreta.
 Diagnóstico: requiere la presencia de síntomas de un trastorno de ansiedad. El DSM-IV permite
especificar si el trastorno se caracteriza por síntomas de ansiedad generalizada, crisis de angustia o
síntomas obsesivos-compulsivos.
 Síntomas clínicos: pueden ser idénticos a los de los trastornos de ansiedad primarios.
 Enfermedades: trastorno por crisis de angustia (pacientes con cardiomiopatía, Parkinson,
enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, epilepsia, cirrosis biliar primaria, dolor crónico).
Trastorno de ansiedad gen eralizada (síndrome de Sjogren, enfermedades de Graves). Fobias
(Parkinson). TOC (Corea de Sydenham, esclerosis múltiple).
 Para que se pueda concluir que el paciente presenta un trastorno de ansiedad debido a enfermedad
médica, el paciente debe mostrar síntomas de ansiedad como característica predominante y debe existir
una patología no psiquiátrica bien identificada que sea la responsable de estos síntomas.
 Curso y pronóstico: el tratamiento de la patologíoa médica primaria que causa la ansiedad suele iniciar
un curso claro de mejoría en estos síntomas. Cuando los síntomas de un trastorno de ansiedad están
presentes durante un período significativo de tiempo tras el tratamiento de la patología médica, estos
síntomas que quedan deberían tratarse como si fueran primarios.
 Tratamiento: es el tratamiento de la patología médica subyacente. Si el paciente también presenta algún
trastorno relacionado con el alcohol u otras sustancias este trastorno también debe tratarse. Se utilizan
técnicas de modificación de conducta, los ansiolíticos y los antidepresivos serotoninérgicos son las
modalidades terapéuticas más efectivas.

TRASTORNO DE ANSIEDAD INDUCIDO POR SUSTANCIAS


 Epidemiología: es común, tanto como resultado del consumo de las llamadas drogas recreativas, como
de la prescripción de algunos fármacos.
 Diagnóstico: presencia de una marcada ansiedad, crisis de angustia, obsesiones o compulsiones. Los
síntomas deben desarrollarse durante el consumo de una sustancia o durante el mes que sigue a su cese.
 Síntomas clínicos: a los síntomas de ansiedad también pueden añadirse alteraciones cognitivas que
afectan especialmente a la memoria, el cálculo y la comprensión.
 Curso y pronóstico: cuando la ansiedad no desaparece una vez que ha cesado el consumo de la
sustancia, el especialista debería reconsiderar el diagnóstico de trastorno de ansiedad inducido por
sustancias o bien considerar la posibilidad de que la sustancia haya causado daños irreparables en el
cerebro.
 Tratamiento: es el cese del consumo de la sustancia implicada. Debe encontrarse un tratamiento
alternativo si la sustancia en cuestión fue prescripta con fines terapéuticos, o bien limitar la exposición
del paciente a la sustancia si es un compuesto que se encuentra en el ambiente, o bien tratar el posible
trastorno relacionado con sustancias. Si bien los síntomas de ansiedad continúan incluso después de
que ya no se consume la sustancia, deben tratarse los síntomas de ansiedad mediante psicoterapia o
farmacoterapia.
TRASTORNO DE ANSIEDAD NO ESPECIFICADO
Algunos pacientes presentan síntomas de ansiedad que no cumplen criterios para ninguna de las categorías
específicas del DSM-IV respecto a los trastornos de ansiedad o los trastornos adaptativos con ansiedad o
síntomas mixtos ansiedad-depresión. La mejor clasificación para estos pacientes es la de trastorno de ansiedad
no especificado.
Las teorías psicológicas que se relacionan con la ansiedad patológica son la psicoanalítica, conductual y
existencial. Todas han contribuido a crear un concepto teórico sobre las causas de la ansiedad. Cada una de
ellas es útil en el tratamiento de los pacientes con trastornos de ansiedad, tanto desde el punto de vista
conceptual como práctico.
TRASTORNO POR CRISIS DE ANGUSTIA
 Síntomas clínicos: el DSM-IV señala que las primeras crisis deben ser inesperadas para cumplir los
criterios diagnósticos para el trastorno por crisis de angustia. El especialista deberá indagar sobre
cualquier hábito o situación que normalmente preceda a la crisis en un paciente. La crisis suele empezar
con un período de 10 minutos en que los síntomas se incrementan rápidamente. Los principales
síntomas son el miedo extremo, la sensación de muerte inminente. Los pacientes no son capaces de
identificar la fuente de sus miedos. Los síntomas pueden desaparecer rápidamente o de una forma
gradual. Entre ataques pueden sufrir ansiedad anticipatoria ante la posibilidad de sufrir otra crisis. Los
pacientes con un trastorno de crisis de angustia y ansiedad generalizada son capaces de identificar el
foco de su ansiedad.
 Signos físicos: taquicardia, palpitaciones, disnea y sudoración. Los pacientes intentan abandonar
cualquier situación en la que están para buscar ayuda. La crisis suele durar entre 20 y 30 minutos y
raramente más de una hora.
 Las consecuencias psicosociales del trastorno por crisis de angustia y agorafobia, además de los
conflictos matrimoniales, pueden incluir absentismo laboral, problemas financieros relacionados con
la pérdida de empleo y abuso de alcohol y otras sustancias.
 Curso y pronóstico: se inicia durante la adolescencia o inicios de la edad adulta. Algunos datos sugieren
un número mayor de factores estresantes psicosociales en el inicio del trastorno, aunque en la mayoría
de los casos no puede identificarse ningún factor psicosocial concreto. Es un trastorno crónico.
Tras la primera o segunda crisis, los pacientes pueden estar relativamente despreocupados y tranquilos,
no obstante, a medida que las crisis se van repitiendo, los síntomas se vuelven más alarmantes. La
frecuencia y gravedad de las crisis pueden fluctuar. Pueden ocurrir varias veces en el mismo día o
menos de una vez al mes.
 Tratamiento: los dos tratamientos más efectivos son la farmacoterapia y la psicoterapia de orientación
cognitivo-conductual. Las terapias familiares y de grupo pueden ayudar a las personas afectadas y a
sus familiares a adaptarse al hecho de que el paciente sufre un trastorno y las dificultades psicosociales
que presenta han sido precipitadas por este.
Las teorías psicoanalíticas sostienen que la ansiedad impulsa al ego a defenderse de forma activa contra las
presiones del interior. Si la ansiedad se eleva por encima de su nivel de intensidad característico, puede
adquirir toda la furia de un ataque de pánico. Teóricamente la represión por sí misma provoca una restauración
del equilibrio psicológico sin que aparezcan síntomas. Si la represión no es efectiva como defensa, otros
mecanismos de este tipo pueden conducir formaciones sintomáticas provocando así el cuadro típico de un
trastorno neurótico.
Dentro de la teoría psicoanalítica se consideran cuatro tipos de ansiedad: la ansiedad del impulso del Ello, que
se relaciona con malestares difusos y primitivos de los bebés cuando se sienten abrumados por necesidades y
estímulo sobre los cuales su estado de indefensión no les proporciona ningún control; la ansiedad de
separación, que aparece en niños más mayores pero aún en la fase preepídica, que temen perder el amor o
incluso temen el abandono de sus padres si fracasan en el control y dirección de sus impulsos hacia las
demandas y estándar de estos.
En la ansiedad de castración, las fantasías de castración que caracterizan la fase epídica, particularmente en
relación con el desarrollo de los impulsos secuales en el niño, se reflejan en la ansiedad de castración del
adulto.
La ansiedad del Superyó es el resultado directo del desarrollo final de esta instancia que marca el paso del
complejo de Edipo y el inicio dl período prepuberal de latencia.
Las teorías conductuales han proporcionado algunos de los tratamientos más efectivos para los trastornos de
este tipo. Afirman que la asniedad es una respuesta condicionada a estímulos ambientales específicos. En un
modelo de condicionamiento clásico, una persona que no tiene alergias a los alimentos puede enfermar tras
comer pescado en mal estado en un restaurante. Las siguientes exposiciones al pescado pueden hacer que la
persona se siente enferma. A través de la generalización, esta persona puede desconfiar de la comida preparada
por los demás. Como una causa alternativa, las personas pueden aprender a tener respuestas internas de
ansiedad imitando las respuestas de ansiedad de los padres. En cada caso, el tratamiento suele ser alguna forma
de desensibilización mediante la exposición repetida al estímulo ansiógeno, todo aquellos complementados
con algún tipo de abordaje cognitivo. Los pacientes que sufren trastornos de ansiedad tienden a sobreestimar
el grado de peligro y la probabilidad de prejuicio en una situación dada, y tienden a infravalorar sus
capacidades de afrontar las amenazas que perciben contra su bienestar físico y psicológico.
Las teorías existenciales sostienen que los cambios biológicos objetivables en pacientes con trastornos de
ansiedad reflejan el resultado de los conflictos psicológicos. En el otro extremo se afirma que los cambios
biológicos preceden a los conflictos psicológicos.
DEMENCIAS
Las demencias son un conjunto de enfermedades caracterizadas por una pérdida de las habilidades
intelectuales previamente adquiridas: el lenguaje, el juicio o razonamiento y las alteraciones importantes que
interfieren con el funcionamiento diario del sujeto. La persona afectada pierde su independencia y se ve
impedida de efectuar actividades que antes podía realizar.
Inicialmente pierde las más complejas, como el manejo del dinero o la movilización con medios de transporte,
y posteriormente las más simples, como el vestirse adecuadamente o bañarse. La persona se vuelve agresiva
no puede dormir, tiene visiones o pierde la iniciativa.
Las demencias pueden deberse a enfermedades del propio cerebro, como la enfermedad de Alzheimer, o a
enfermedades de diferentes órganos del cuerpo que repercuten indirectamente en el cerebro, como un trastorno
en la glándula tiroides o una enfermedad crónica en los riñones o el hígado.
Lo correcto es hablar de demencia en general y ponerle el apellido que corresponda a la causa específica como
por ejemplo enfermedad de Alzheimer, demencia vascular o demencia asociada a enfermedad de Parkinson.
La demencia no es lo mismo que locura, ya que la locura no siempre conduce a una pérdida significativa de
la capacidad intelectual o demencia.
 Causas: la enfermedad de Alzheimer, la demencia fronto-temporal y las demencias por cuerpos de
Lewy son causadas por la muerte anormal de neuronas en ciertas áreas del cerebro. Otras son causadas
por accidentes vasculares cerebrales, infartos o hemorragias (demencia vascular) o por secuelas de
traumatismos cerebrales raves, por tumores cerebrales, por infecciones (encefalitis, herpes o SIDA).
Existen demencias secundarias a anormalidades en el funcionamiento de órganos del cuerpo, como la
tiroides, el hígado o los riñones; y demencias secundarias a substancias potencialmente tóxicas como
el alcohol y los fármacos.
 Farmacología: los fármacos que pueden afectar la memoria en las personas de edad son:
antidepresivos, antiespasmódicos, calmantes, fármacos para la incontinencia urinaria, antiepilépticos,
antipsicóticos.
 Cuadro clínico: deterioro de las funciones corticales superiores, memoria a corto y largo plazo,
pensamiento, flujo ideativo, capacidad de razón y de juicio. Se establece como condición que el
deterioro sea de tal magnitud que interfiera con el funcionamiento social y laboral. A través del
diagnóstico precoz podrían ponerse en práctica las medidas que tal vez eviten la progresión de la
enfermedad y medidas preventivas que eviten o atenúen los efectos desadaptativos y peligrosos de la
conducta demencial.
 Diagnóstico: quejas del paciente o del familiar como imperfección en las tareas hogareñas o laborales,
incapacidad para adquirir nuevos conocimientos o de comprender la información periodística (el
aprendizaje es la potencialidad afectada más tempranamente). En el lenguaje se destaca afasia
nominal, afasia amnésica, circunloquios, falta de palabra, parafasia semántica y fonémica,
perseveraciones, logoclonias y y palilalia.
Los aspectos volitivo-afectivos dan indicios de importancia: la enfermedad puede comenzar con un
trastorno aparentemente depresivo pero sin pérdida de autoestima, o sin otro tipo de contenidos
típicamente depresivos configurando una disociación sintomática que debe hacer sospechar la
injerencia de factores etiológicos orgánicos. La apatía y la reclusión o el aislamiento también son datos
significativos. El estado disfórico es característico (peculiar combinación de sentimientos angustiantes
e irritabilidad y fastidio).
En progreso hacia la indiferencia demencial el enfermo pierde la combatividad antes que la capacidad
de crítica, entonces la abulia y el desinterés se tornan en este estadio precoz, egosintónicos.
En la actitud y autocrítica del paciente se destaca la negación y/u ocultamiento del déficit, la
autojustificación de la abulia o del abandono mediante pretextos, actitud autosuficiente y otras
actitudes que eluden responsabilidades.
En la función práxica hay apraxia constructiva, apraxia ideomotriz, apraxia del vestir, ideatoria y de la
marcha.
En la función gnósica se destacan la agnosia visual para imágenes esquemáticas, agnosia digital,
agnosia auditiva para los ritmos, alteración de la diferenciación izquierda-derecha, autotopoagnosia,
agnosia visual para los colores, agnosia auditiva, alteración del reconocimiento frente al espejo,
alteración del reconocimiento de la figura humana.
El cuadro clínico se completa frecuentemente con signología neurológica, son frecuentes los
movimientos anormales, el piramidalismo, el extrapiramidalismo, la combinación de ambos con signos
focales.
 Instrumentos diagnósticos: las áreas relevantes que deben ser investigadas son:
 Alteraciones en la conducta
 Alteraciones no accidentales
 Problemas por consumo de alcohol o drogas
 Problemas cognitivos
 Problemas por discapacidad o enfermedad física
 Problemas asociados a alucinaciones, delirios o falsas creencias
 Problemas asociados con síntomas depresivos
 Otros problemas mentales o conductuales específicos
 Problemas con las relaciones interpersonales
 Problemas con la autoconducción en las actividades básicas cotidianas
 Problemas con las condiciones del hábitat
 Problemas con las actividades ocupacionales o recreativas
 Evaluación y pronóstico: los cursos pueden ser progresivo, reversible y estabilizable, dependiendo ello
de la etiología y de las posibilidades terapéuticas.
Colaboran en la prolongación de la sobrevida y el mejoramiento de la calidad de vida, los tratamientos
sintomáticos y la estructuración institucional orientada específicamente hacia el enfermo de demencia.
Se distinguen, según Rosa, tres estadíos consecutivos:
 Período psicológico: deterioro funcional mínimo
 Período psiquiátrico: se compromete la memoria y el pensamiento y está alterada la
personalidad con liberación de instintos y desinhibición. Los síntomas son severos y
comprometen la adaptación del sujeto
 Período neurológico: signos neurológicos locales y generales, trastornos de la marcha,
agnosias, etc.
 Tratamiento: el tratamiento sintomático y de los trastornos concurrentes debe tender a aliviar los
padecimientos del sujeto y a lograr un estilo conductual adaptado al medio y lo más productivo posible
según las posibilidades individuales. Hay técnicas psicoterapéuticas, farmacológicas, rehabilitadoras
y de organización institucional.
El tratamiento y asesoramiento a la familia ocupa un lugar preeminente. Para diseñar un buen plan de
tratamiento debe contemplarse si se trata de una demencia reversible o si es progresiva o estabilizable.
Cuando existen expectativas razonables que determinadas funciones se recuperen, el paciente puede
ser estimulado a utilizar tales funciones. Puede estimular la atención, la concentración y el aprendizaje
compensatorio, además de permitir emplear al máximo lo aprendido y conservado.
Cuando la demencia está estable, la exigencia no suele ser útil. El paciente debe ser ayudado a
encontrar las óptimas circunstancias medioambientales en las cuales puede operar.
Cuando la demencia es progresiva, es necesario mantener el criterio de aceptar al paciente en su actual
nivel de función. Las acciones se orientan más a sostener que a promover esfuerzos. Se deben
complementar las funciones perdidas por el paciente.
El tratamiento comienza de determinada manera cuando los síntomas son leves y se va modificando
con la evolución de los mismos.
 Tratamiento no farmacológico e Interacción con la familia: el aspecto terapéutico familiar es útil para
que el familiar administre sin culpa las decisiones, para lograr ayuda más efectiva para el paciente y
para evitar desplazamientos de responsabilidades. Es necesario comprender otros aspectos, además de
los factores etiológicos, para abarcar la realidad del enfermo y poder justar las medidas terapéuticas:
se trata de la personalidad previa, del derrumbe funcional psíquico y de la sintomatología peculiar y
las variables circunstancias del enfermo que interactúan de una manera dinámica.
El impacto de los síntomas demenciales dependen del peso relativo de los factores que mantienen la
integridad psíquica y de aquellos que más deterioran el funcionamiento adaptativo.
Los procesos demenciales modifican rasgos de personalidad produciendo exacerbaciones de previas
características o bien nuevos modelos conductuales. Así es que los enfermos pueden tornarse
dependientes si no lo eran o si lo eran, exagerarse la dependencia. El interpretar adecuadamente estas
características ofrece claves para un mejor cuidado del paciente y puede orientar en la adecuación del
ambiente a su mejor beneficio-grado de actividad individual, adaptación a entornos con varios
compañeros o necesidad de relativa independencia.
Cuando el reconocimiento del déficit es posible se desarrollan mecanismos compensatorios, como por
ejemplo, hacer listas, evitar lugares no familiares, no tomar resoluciones sin preguntar, etc.
Ante las reacciones desadaptativas o catastróficas, la distracción es una táctica que siempre debe
intentarse. El entorno debe ser acondicionado de tal maner que ofrezca la suficiente estimulación pero
con un grado de simplificación que permita al enfermo adaptarse sin riesgos.
El manejo de las conductas agresivas del demente debe realizarse reconociendo que no suele ser útil
exigirle que se controle, resulta más efectivo no ponerse a su alcance, no obstruirle el camino, ubicarle
en un lugar con pocos estímulos y sin objetos para tirar, intentar distraer y mostrar un proceder calmo
y seguro, dominante de la situación.

 Principales síntomas en las diferentes etapas de las demencias


Etapa de la demencia Principales síntomas
Demencia leve Perderse en un lugar no familiar, detectar
una baja en el rendimiento laboral,
defectos en la evocación de palabras y
nombres, retener poco material, perder o
poner en un lugar erróneo un objeto de
valor, capacidad disminuída para aprender
nombres nuevos, síntomas de asniedad,
depresión y disminución de la iniciativa
Demencia moderada Conocimiento disminuido de los
acontecimientos actuales y recientes,
dificultad en el recuerdo de su historia
personal, dificultad para organizar viajes,
ocuparse de sus fianzas y en toma de
medicamentos
Demencia moderada severa No recuerda datos relevantes de su vida
actual, desorientación en el tiempo, puede
ir solo sin perderse sólo a lugares cercanos
o conocidos, recuerda su nombre y el de
su esposa e hijos, no requiere asistencia en
el aseo ni en la comida ni para vestirse,
pero puede tener ciertas dificultades
Demencia moderada a severa Necesita supervisión para comer y
asearse, posible incontinencia,
desorientación en el tiempo espacio e
identidad. Olvidan el nombre de su
conyugue, desconoce acontecimientos y
experiencias recientes, mantiene
recuerdos de su vida pasada,
desorientación en tiempo y espacio,
asistencia en AVD, incontinencia o ayuda
para desplazarse, recuerda su nombre
Demencia muy severa o etapa terminal de Perdida de las capacidades verbales,
las demencias incontinencia urinaria, asistencia en aseo
y alimentación, incapaz de caminar sin
ayuda, se pone rígido

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Es la demencia más importante por su frecuencia.
 Causa: es aún desconocida, pero se han identificado lesiones características en el tejido cerebral, y una
disminución de la cantidad de ciertos neurotransmisores, principalmente la acetilcolina. Los factores
de riesgo son el envejecimiento (se duplicada cada cinco años a partir de los 65, de tal manera que el
40% de los mayores de 80 años tienen Alzheimer), los factores genéticos, los factores vasculares, la
hipertensión arterial, la obesidad, la hipercolesterolemia y la diabetes.
También se identifican factores protectores como el nivel educacional, social e intelectualmente activo,
una dieta saludable con antioxidantes como el vino y el ejercicio físico.
 El Alzheimer compromete en su inicio determinadas regiones cerebrales y va progresando de manera
característica y predecible. Las primeras manifestaciones clínicas reflejan compromiso de esas
regiones cerebrales. En un principio, las lesiones se sitúan particularmente en los hipocampos,
estructuras cerebrales claves para la capacidad de memorizar nueva información. Los primeros signos
consisten en una pérdida progresiva de la memoria: el paciente confunde el orden temporal en que se
produjeron los eventos, se olvida de detalles importantes, hasta que se be progresivamente impedida
de desarrollar su vida con la misma independencia y soltura que solía hacerlo.
Además de los trastornos en la memoria y otras capacidades intelectuales, se presentan diversos
trastornos del comportamiento a lo largo de la enfermedad, tales como disminución de la capacidad de
tomar iniciativas, sintomatología depresiva, irritabilidad y agresividad, alucinaciones y creencias
falsas.
 Con el fin de describir la evolución de la enfermedad se distinguen tres etapas:
 Etapa leve: presenta déficits para la memoria reciente, desorientación temporal y dificultades
para realizar tareas complejas. Puede presentar ansiedad, depresión y negación de la
enfermedad. Puede mantener autonomía como para vivir solo sin ayuda o realizar un trabajo
relativamente simple.
 Etapa moderada: alteraciones graves en la memoria y en la orientación. Aumentan los
problemas de comunicación y las reacciones emocionales se acentúan. Hay dependencia en
AVD.
 Etapa severa: hay desorientación total, severos problemas de comunicación. Los pacientes
presentan agitación, trastornos del sueño, comportamientos repetitivos e incontinencia
esfinteriana. El paciente es dependiente para todas las AVD
 Los casos de enfermedad de Alzheimer se pueden clasificar en dos grandes grupos: formas familiares
y esporádicas. Las formas familiares son una forma infrecuente de enfermedad de Alzheimer,
corresponden a menos del 10% de todos los casos. Son de incio precoz, se dan antes de los 65 años y
su causa es la mutación de genes de cromosomas 1, 14 y 21. Tienen un patrón de herencia llamado
autosómico y dominante. El 90% son esporádicas, no heredadas y de inicio tardío. Se desconoce la
causa de la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío.

DEMENCIA VASCULAR
Los trastornos de esta enfermedad se deben a una sucesión de múltiples infartos pequeños o a unos pocos
infartos estratégicos. Se asocia predominantemente a hipertensión, diabetes, ateromas carotídeos, fibrilación
auricular.
Es la segunda demencia más frecuente. Se caracteriza por una relativa preservación de la memoria, pero
aparecen dificultades para planificar tareas complejas, como las ninanzas o los viajes. La persona va perdiendo
la iniciativa, hay apatía y puede confundirse con una depresión. Las dificultades intelectuales pueden coexistir
con signos físicos o neurológicos, como dificultades en la marcha, parálisis de un lado del cuerpo o limitación
de un campo visual. Estos dos signos son la manifestación de lesiones vasculares cerebrales de distinto tamaño
y localización.
Frecuentemente también se conoce como deterioro cognitivo de origen vascular (que engloba todas las formas
de deterioro cognitivo de causa vascular isquémica), deterioro cognitivo (déficit o declinación de cualquier
grado de intensidad en cualquier área cognitiva), demencia vascular (causada por la lesión vascular cerebral
isquémica de cualquier tipo), demencia multiinfarto (producida por el cúmulo de infartos grandes corticales),
demencia por infarto estratégico.
DEMENCIA FRONTOTEMPORAL
Es difícil de diagnosticar ya que se confunde con cuadros psiquiátricos. La memoria se conserva en el primer
tiempo de la enfermedad, pero aparecen importantes cambios en la personalidad y la forma de ser del
individuo. El paciente va perdiendo la iniciativa pero también presenta desinhibición, haciendo comentarios
inapropiados, perdiendo el pudor o formulando propuestas inadecuadas de contenido sexual. También pueden
coleccionar objetos, repetir las mismas rutinas o presentar alteraciones en los hábitos alimentarios, cambio de
preferencia por los alimentos o comer siempre lo mismo.

TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO


En los trastornos del estado de ánimo se pierde la sensación de control y se experimenta un fuerte malestar
general. Los pacientes con un estado de ánimo elevado (manía) presentan expansividad, fuga de ideas,
insomnio, autoestima exagerada e ideas de grandeza. Los pacientes con estado de ánimo deprimido
(depresión) muestran pérdida de energía e interés, sentimientos de culpa, dificultad para concentrarse, pérdida
de apetito y pensamientos de muerte o suicidio.
En los trastornos del estado de ánimo hay cambios en el nivel de la actividad, las funciones cognoscitivas, el
lenguaje y las funciones vegetativas, que originan un deterioro del funcionamiento interpersonal, social y
laboral.
 Epidemiología: la prevalencia a lo largo de la vida de los trastornos del estado de ánimo oscila entre
el 2 y el 25%
 Etiología: las causas de los trastornos del estado de ánimo son desconocidas. Los factores causales
pueden dividirse de forma artificial en biológicos, genéticos y psicosociales, pero se trata,
efectivamente, de una división artificial dada la probable interacción entre ellos. Los factores
biológicos y psicosociales también pueden afectar a la expresión genética, y los factores biológicos y
genéticos pueden influir en la respuesta de una persona a factores psicosociales.
 DSM-IV: los dos principales trastornos de este grupo son el trastorno depresivo mayor y el trastorno
bipolar I. Estos dos trastornos a menudo son denominados trastornos afectivos, pero la patología
fundamental de estos trastornos radica en el ánimo, el estado emocional interno continuo de una
persona.
Los pacientes que sufren únicamente episodios depresivos se dice que padecen un trastorno depresivo
mayor, llamado también a veces, depresión unipolar.
Los pacientes que presentan episodios depresivos y maníacos se dice que sufren un trastorno bipolar
I. Los términos manía unipolar y manía pura se utilizar a veces para designar a los pacientes con un
trastorno bipolar I que no presentan episodios depresivos.

Trastorno depresivo mayor


Un trastorno depresivo mayor es la presencia de uno o más episodios depresivos mayores sin historia de
episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos. Debe durar al menos dos semanas, la persona está deprimida o
deja de interesarse por la mayoría de las actividades. Además deben experimentar al menos cuatro síntomas
de una lista que incluye cambios en el apetito y peso, cambios en el sueño y nivel de actividad, pérdida de
energía, sentimientos de culpa, disminución de la capacidad para pensar y tomar decisiones e ideas recurrentes
de suicidio o muerte.

Episodio maníaco y mixto


Un episodio maníaco es un período concreto, durante el cual el estado de ánimo es anormal y persistentemente
elevado, expansivo o irritable. Un episodio mixto es un período que dura, al menos una semana, durante el
cual casi diariamente se cumplen los criterios tanto para un episodio maníaco como para un episodio depresivo
mayor. Los síntomas de un episodio hipomaníaco que tiene una duración superior a los cuatro días, son
similares a los de un episodio maníaco, pero también conllevan al menos tres de los siguientes síntomas:
autoestima exagerada, disminución de la necesidad de dormir, distracción fácil, gran actividad física y mental
e implicación excesiva en actividades placenteras con consecuencias desagradables.
El trastorno bipolar tipo I se define por un curso clínico de uno o más episodios maníacos o episodios mixtos
y, a veces, episodios depresivos mayores.
El trastorno distímico y el trastorno ciclotímico se caracterizan por la presencia de síntomas de menor
intensidad que los síntomas del trastorno depresivo mayor y del trastorno bipolar I, respectivamente.
El trastorno distimico es un estado de ánimo deprimido de al menos dos años de duración, que está presente
la mayor parte del tiempo y por síntomas depresivos adicionales que no cumplen el diagnóstico de episodio
depresivo mayor.
El trastorno ciclotímico son episodios frecuentes hipomaníacos durante al menos dos años, que no cumplen
los criterios diagnósticos de un episodio maníaco, y por síntomas depresivos que no cumplen el diagnóstico
de un episodio maníaco, y por síntomas depresivos que no cumplen el diagnóstico de episodio depresivo
mayor.
En el trastorno depresivo menor, los síntomas no alcanzan la gravedad necesaria para el diagnóstico de
trastorno depresivo mayor. En el trastorno depresivo breve recurrente, los episodios depresivos sí alcanzan la
intensidad requerida para un diagnóstico de trastorno depresivo mayor, pero sólo durante un período de tiempo
que es insuficiente para cumplir los criterios diagnósticos del trastorno depresivo mayor.
El trastorno bipolar II son episodios depresivos mayores que alternan con episodios de hipomanía, episodios
de síntomas maníacos que no cumplen todos los criterios de los episodios maníacos del trastorno bipolar I.
Otros diagnósticos adicionales son el trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica, el trastorno
del estado de ánimo inducido por sustancia y tres categorías de investigación: trastorno depresivo menor,
trastorno depresivo breve recurrente y trastorno disfórico premenstrual (trastornos depresivos no
especificados)

TRASTORNOS DEPRESIVOS NO ESPECIFICADOS


Los pacientes que presentan síntomas depresivos como característica principal de su trastorno, pero no
cumplen los criterios diagnósticos para ningún otro trastorno del estado de ánimo o trastorno mental, el
diagnóstico más apropiado es el de trastorno depresivo no especificado. Dentro de esta categoría se encuentran
el trastorno depresivo menor, el trastorno depresivo breve recurrente y el trastorno disfórico premenstrual.
Trastorno depresivo menor
 Epidemiología: puede haber el mismo número de casos que de trastorno depresivo mayor, es decir, un
5% de la población global. Es más común en las mujeres, y puede ocurrir a cualquier edad.
 Etiología: se desconoce la causa del trastorno. Las teorías psicológicas se basan en aspectos como la
pérdida, la culpa y un superyó punitivo.
 Síntomas clínicos: son prácticamente idénticos a los del trastorno depresivo mayor pero de menor
gravedad, siendo el centro el estado de ánimo deprimido.
 Curso y pronóstico: presenta un curso prolongado y requiere de un tratamiento de larga duración. Es
probable que una proporción de los pacientes con trastorno depresivo menor tengan mayor riesgo de
padecer otros trastornos del estado de ánimo, incluidos el distímico, bipolar I y II y trastorno depresivo
mayor.
 Tratamiento: se basa en la psicoterapia, la farmacoterapia o ambas. Probablemente respondan a la
farmacoterapia, en especial a los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
Trastorno depresivo breve recurrente
Se caracterizan por múltiples episodios de síntomas depresivos, relativamente breves (menos de dos
semanas) que cumplen criterios diagnósticos del trastorno depresivo mayor, excepto por su corta duración.
 Epidemiología: se estima entre los 20 y 30 años de edad.
 Diagnóstico: la duración de los síntomas de cada episodio debe ser inferior a dos semanas. Por lo
demás, los criterios para este diagnóstico y el diagnóstico depresivo mayor son idénticos.
 Síntomas clínicos: son iguales al del trastorno depresivo mayor, aunque la vida de las personas con
trastorno depresivo breve recurrente suele ser más caótica o alterada por los frecuentes cambios en
su estado de ánimo. La media del tiempo transcurrido entre episodios es de 18 días.
 Curso y pronóstico: similares a los de pacientes con un trastorno depresivo mayor
 Tratamiento: similar al de los pacientes con un trastorno depresivo mayor. Los principales enfoques
terapéuticos son la psicoterapia y la farmacoterapia, con los antidepresivos habituales.
Trastorno disfórico premenstrual
Este síndrome generalmente reconocido implica síntomas afectivos, conductuales (cambios en los patrones de
alimentación) y físicos (edema, dolores de cabeza e hipersensibilidad mamaria). Este patrón de síntomas
aparece en un momento específico de cada ciclo menstrual y desaparece durante cierto tiempo entre ellos.
 Epidemiología: un 40% de las mujeres presentan al menos síntomas leves del trastorno, y entre un
2 y 10% cumplen todos los criterios diagnósticos.
 Diagnóstico y síntomas clínicos: los síntomas empiezan a remitir 2 días después del inicio de la fase
folicular y desaparecen completamente en la semana siguiente de la menstruación. Al menos uno
de los siguientes síntomas debe ser alguno de los cuatro primeros: estado de ánimo deprimido,
sentimientos de desesperanza e ideas de auto-desaprobación acusadas, ansiedad, tensión, sensación
de agobio o de estar al límite, labilidad emocional evidente, enfado, irritabilidad o aumento de
conflictos interpersonales, pérdida del interés por actividades cotidianas, sensación subjetiva de
dificultad para concentrarse, letargia, falta evidente de energía, cambios en el apetito, hipersomnia
o insomnio, etc.
 Curso y pronóstico: parece que los síntomas tienden a cronificarse si no reciben el tratamiento
adecuado.
 Tratamiento: cosiste en el apoyo a la paciente acerca de la presencia y el reconocimiento de los
síntomas. Hay efectividad en los tratamientos con progesterona, fluoxetina y alprazolam, pero
también se ha demostrado la mejoría de pacientes que no recibieron tratamiento alguno.

TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR


La depresión mayor es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por la aparición de uno o varios
episodios depresivos de mínimo dos semanas de duración, y presenta un conjunto de síntomas de predominio
afectivo (tristeza patológica, apatía, anhedonia, desesperanza, decaimiento, irritabilidad, etc.). También suelen
estar presentes síntomas de tipo cognitivo, volitivo y somático durante su curso.
Los pacientes tienden a mostrar una extrema falta de iniciativa en actividades de la vida diaria, así como
incapacidad para estar alegres y sentir placer (anhedonia). También se experimentan otros problemas tanto
físicos como psicológicos que dañan significativamente su calidad de vida.
Por otro lado, la depresión mayor también afecta a cómo se piensa y se razona. En general, la falta total o
parcial de motivación hace que las personas que han entrado en una crisis de este tipo parezcan ausentes y no
tengan ganas de hacer nada, ni siquiera pensar mucho (lo cual no significa que presenten discapacidad mental).
El cuadro depresivo mayor puede dividirse en leve, moderado o grave, y suele tener su inicio durante la
adolescencia o la adultez joven. El individuo que padece esta condición puede experimentar fases de estado
de ánimo normal entre las fases depresivas que pueden durar meses o años.
Por otro lado, la depresión mayor es un tipo de depresión unipolar, es decir, que no presenta fases de manía
(lo cual la diferencia de la bipolaridad), y el paciente puede tener problemas serios si no recibe el tratamiento
adecuado.
 Síntomas clínicos: estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, disminución del interés o
del placer, pérdida o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o enlentecimiento
psicomotor, fatiga o pérdida de energía, sentimientos de inutilidad o culpa excesivos,
disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, pensamientos recurrentes de muerte
 Diagnóstico: Presencia de cinco (o más) de los síntomas durante un período de 2 semanas, que
representan un cambio respecto a la actividad previa; uno de los síntomas debe ser estado de
ánimo depresivo o pérdida de interés o de la capacidad para el placer.
 Existen dos tipos de depresión mayor:
 Depresión mayor con episodio único: solamente existe la presencia de un sólo
acontecimiento depresivo en la vida del paciente.
 Depresión mayor recidivante: Los síntomas depresivos aparecen en dos o más episodios
en la vida del paciente. La separación entre episodios depresivos debe ser de al menos
2 meses sin presentar los síntomas
 Causas: La depresión mayor es un fenómeno multifactorial, por lo que diferentes factores
podrían causar esta psicopatología: factores genéticos, vivencias de la infancia y
adversidades psicosociales actuales (contexto social y aspectos de la personalidad).
Además, las dificultades en las relaciones sociales, las disfunciones cognitivas o el estatus
socio-económico podrían ser factores de riesgo para el desarrollo de este trastorno.
Probablemente la interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales favorezca la
aparición de la depresión mayor.
También se vincula con una falta de dopamina en el sistema de recompensa del cerebro, lo
cual hace que la persona no tenga objetivos. Este hecho puede ser el desencadenante de un
estilo de vida sedentario y monótono y de los graves problemas de autoestima que suelen
aparecer en estos casos.
 Tratamiento: Las opciones de tratamiento suelen variar dependiendo de la gravedad de los
síntomas, y en casos graves, la administración de psicofármacos combinado con la
psicoterapia parece ser el tratamiento más apropiado.
La Terapia Electroconvulsiva (TEC), que suele emplearse cuando la sintomatología
depresiva es severa o la terapia con fármacos no da resultado.
La terapia psicológica ha demostrado ser una herramienta eficaz para el tratamiento de la
depresión, especialmente la terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapia considera al
paciente como un sistema que procesa información del medio antes de emitir una respuesta.
Es decir, el individuo clasifica, evalúa y da significado al estímulo en función de su conjunto
de experiencias provenientes de la interacción con el medio y de sus creencias, suposiciones,
actitudes, visiones del mundo y autovaloraciones.
En casos graves del trastorno depresivo se aconseja la administración de distintos
medicamentos durante un periodo de tiempo determinado: antidepresivos (ISRS, IMAOs,
TCAs)

TRASTORNO BIPOLAR I
Se caracteriza por períodos de alteración del estado de ánimo, que puede ser maníaco, depresivo o mixto (es
decir, alternando rápidamente entre manía y depresión). Estos estados de ánimo intensos a menudo conducen
a problemas con el funcionamiento diario, relaciones personales arruinadas e intentos de suicidio. El primer
episodio maníaco, necesario para hacer un diagnóstico de trastorno bipolar I, está con frecuencia precedido
por uno o más episodios depresivos.
 Etiología: No se ha identificado causa alguna para el trastorno bipolar, pero los factores
biológicos, psicológicos y sociales se cree que todos contribuyen, dando lugar a cambios
químicos en el cerebro.
 Epidemiología: El trastorno bipolar afecta a más de 30 millones de personas en todo el
mundo y está entre las 20 causas principales de discapacidad. El trastorno bipolar I es
igualmente común en hombres y mujeres, y afecta a personas de todos los orígenes sociales
y étnicos. El riesgo de desarrollar un trastorno bipolar es mayor en los adultos jóvenes, con
la mitad de todos los casos, por lo menos, iniciando antes de los 25 años de edad.
Las personas con trastorno bipolar I tienen un riesgo particular de desarrollar otras
enfermedades al mismo tiempo (la tan llamada "co-morbilidad")
 Síntomas clínicos: Las personas con trastorno bipolar I pueden experimentar estados
emocionales inusualmente intensos que se producen en períodos distintos llamados
"episodios".
Un estado excesivamente alegre o sobreexcitado se llama un episodio maníaco y se asocia
con aumento de la energía y la actividad. Es una característica definitoria de un trastorno
bipolar I. Los síntomas incluyen la autoestima excesiva y los vuelos de las ideas, la
disminución de la necesidad de dormir, hablar excesivamente, y una tendencia a una
conducta impulsiva e imprudente.
Los episodios maníacos pueden alternarse con episodios prolongados de depresión, durante
los cuales hay un decremento del estado de ánimo y disminución de la energía y la actividad.
También puede haber episodios "mixtos", cuando la manía y la depresión se producen el
mismo día, con rápidos ciclos de la persona entre los dos estados.
 Diagnóstico y tratamiento: se le pide al paciente describir sus patrones de síntomas. El
tratamiento para el trastorno bipolar I tiene que ser efectivamente tratado para ambos
episodios: maníacos y depresivos, así como también para el estado de ánimo mixto y estados
con ciclos rápidos. También es importante prevenir que los episodios se repitan. El
tratamiento para el trastorno bipolar I por lo general incluye el uso de medicamentos en
combinación con intervenciones psicosociales, como la terapia cognitiva.

TRASTORNO DISTÍMICO

You might also like