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Procedimiento Nº PS/00576/2017

RESOLUCIÓN: R/00778/2018

En el procedimiento sancionador PS/00576/2017, instruido por la Agencia


Española de Protección de Datos a D. A.A.A., vista la denuncia presentada por el
AYUNTAMIENTO DE LA FONT DE LA FIGUERA. POLICÍA LOCAL, y en base a los
siguientes

ANTECEDENTES

PRIMERO: Con fecha 17 de mayo de 2017 tiene entrada en esta Agencia, denuncia
presentada por el AYUNTAMIENTO DE LA FONT DE LA FIGUERA, POLICÍA LOCAL
(en lo sucesivo, el denunciante), manifestando que durante una actuación de
miembros de la Policía Local en la vía pública, se observa que D. A.A.A. (en lo
sucesivo el denunciado) está grabando con su móvil desde su casa advirtiéndole que
no podía grabar imágenes. Sin embargo, el denunciado distribuyó posteriormente
dichas imágenes a través de la red de mensajería WhatsApp. Aporta CD conteniendo
tres grabaciones realizadas durante la citada actuación policial y que se han difundido
a través de WhatsApp.

SEGUNDO: Con fecha 7 de diciembre de 2017, la Directora de la Agencia Española


de Protección de Datos acordó iniciar, procedimiento sancionador al denunciado, por
presunta infracción del artículo 6.1 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de
Protección de Datos de Carácter Personal (en lo sucesivo LOPD), tipificada como
grave en el artículo 44.3.b) de dicha norma.

A los efectos previstos en el artículo 64.2.b) de la ley 39/2015, de 1 de octubre,


del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas (LPACAP),
en el citado acuerdo de apertura se determinó que, de acuerdo con las evidencias
obtenidas con anterioridad a dicha apertura, la sanción que podría corresponder por la
infracción descrita sería de 2.000 euros (dos mil euros), sin perjuicio de lo que resulte
de la instrucción.

TERCERO: Notificado el acuerdo de inicio, el denunciado mediante escrito de fecha


30/12/2017 formuló alegaciones, significando que:

<<…Por lo que esta parte quiere precisar que los hechos objeto de la denuncia son
unas grabaciones que se realizaron de una agresión machista, que se venía
desarrollando de forma continuada durante todo el día, en distintas vías públicas del
municipio, así como algunas imágenes del Policía Local que se encontraba
desarrollando sus competencias profesionales durante una agresión calificable de
violencia de género.

Resaltando que es erróneo que se me advirtiese de que no podía grabar imágenes, ya

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que visionando las grabaciones se puede observar, como tal advertencia no se


produjo en ningún momento (…)

Por parte de ese Organismo los hechos anteriores se tipifican como una infracción del
art. 6.1 de la Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal al
entender que falto el consentimiento inequívoco del afectado, existen circunstancias
que legitiman el tratamiento de dichos datos aun cuando no concurra el citado
consentimiento.

A dicho respecto, hemos de poner de manifiesto la interpretación que ese mismo


Organismo hace de lo dispuesto por la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de
protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia
imagen en su artículo 8 que establece lo siguiente en torno a la captación de
imágenes de terceros: (…)

Los hechos denunciados se corresponden con una grabación que se hizo de una
agresión realizada en la vía pública, y la respuesta policial que se dio a la misma
también en la vía pública, por lo que, si bien es cierto que no consta de forma expresa
el consentimiento de los sujetos grabados, lo cierto es que el mismo no era necesario
en tanto que nos encontramos con hechos ocurridos en la vía pública y en los que
interviene un funcionario en el ejercicio de sus funciones, las cuales no están
especialmente protegidas por no requerir anonimato (…)

La finalidad de la grabación no fue la de obtener beneficio alguno, ni ningún otro


interés espurio, al contrario, esta parte siempre pensó que su grabación podría ser
utilizada por la victima de la agresión posteriormente en juicio, en ningún momento
esta parte fue consciente de la posible vulneración, que su conducta podría estar
realizando, y únicamente pensaba en obtener un medio de prueba (…)

El hecho de grabar los vídeos, y su posterior difusión, están amparados en los


derechos anteriormente enunciados, y no entran en colisión con ningún otro derecho,
en tanto que son hechos ocurridos en la vía pública, merecedores de un reproche
social, y en los que interviene un funcionario público, precisamente en su condición de
Policía Local, en el desarrollo de las funciones inherentes a su cargo.

La jurisprudencia ha señalado de forma persistente y reiterada en el tiempo, que el


derecho de la libertad de expresión, como derecho difundir información es un derecho
individual cuya titularidad no queda restringida, a los profesionales de los medios de
comunicación, sino, que, por el contrario, la ostentan todas las personas físicas (…)

El ejercicio de la libertad de expresión y de información que me amparan implica el


tratamiento de los datos personales de los sujetos objeto de la crítica y de la
información, pues la utilización de sus datos personales, de forma proporcional y
justificada por el fin que se persigue y la libertad que se ejerce, se constituye un
instrumento imprescindible sin el cual la crítica o la información carecería de sentido y
se vaciaría de contenido…>>

CUARTO: Con fecha 29/01/2018 se inició el período de práctica de pruebas, en el que


se acordó:

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“Incorporar al expediente del procedimiento arriba indicado, y por tanto dar por
reproducida a efectos probatorios, la documentación recabada en las actuaciones
previas de inspección que forman parte del expediente. Asimismo, se dan por
reproducidas a efectos probatorios, las alegaciones al acuerdo de inicio del
procedimiento PS/00576/2017 presentadas por D. A.A.A..”

QUINTO: Con fecha 16 de marzo de 2018 se formuló propuesta de resolución,


proponiendo la imposición de una sanción de 2.000 € al denunciado, por la comisión
de una infracción del artículo 6.1 de la LOPD, tipificada como Grave en el artículo
44.3.b) de dicha Ley. Propuesta que le fue notificada el 23/03/2018, sin que se haya
recibido escrito de alegación alguno.

HECHOS PROBADOS

PRIMERO: Con fecha 17 de mayo de 2017 tiene entrada en esta Agencia, escrito
presentado por el denunciante, manifestando que durante una actuación de miembros
de la Policía Local en la vía pública, se observa que el denunciado está grabando con
su móvil desde su casa advirtiéndole que no podía grabar imágenes. Sin embargo, el
denunciado distribuyó posteriormente dichas imágenes a través de la red de
mensajería WhatsApp. Aporta CD conteniendo tres grabaciones realizadas durante la
citada actuación policial y que se han difundido a través de WhatsApp.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Es competente para resolver este procedimiento la Directora de la Agencia


Española de Protección de Datos, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 37.g)
en relación con el artículo 36 de la LOPD.

II

El artículo 1 de la LOPD dispone: “La presente Ley Orgánica tiene por objeto
garantizar y proteger, en lo que concierne al tratamiento de los datos personales, las
libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas, y
especialmente de su honor e intimidad personal y familiar”.

En cuanto al ámbito de aplicación de la citada norma el artículo 2.1 de la misma


señala: “La presente Ley Orgánica será de aplicación a los datos de carácter personal
registrados en soporte físico que los haga susceptibles de tratamiento, y a toda
modalidad de uso posterior de estos datos por los sectores público y privado”;
definiéndose el concepto de dato de carácter personal en el apartado a) del artículo 3
de la citada Ley Orgánica 15/1999, como “Cualquier información concerniente a
personas físicas identificadas o identificables”, añadiendo el apartado 1.f) del artículo 5
del Reglamento de desarrollo de la LOPD, aprobado por Real Decreto 1720/2007, de

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21 de diciembre (RLOPD), que dato de carácter personal es “cualquier información


numérica, alfabética, gráfica, fotográfica, acústica o de cualquier otro tipo concerniente
a personas físicas identificadas o identificables”.

La definición de persona identificable aparece en la letra o) del citado artículo


5.1 del RLOPD, que considera como tal “toda persona cuya identidad pueda
determinarse, directa o indirectamente, mediante cualquier información referida a su
identidad física, fisiológica, psíquica, económica, cultural o social. Una persona física
no se considerará identificable si dicha identificación requiere plazos o actividades
desproporcionados”.

En este mismo sentido se pronuncia el artículo 2.a) de la Directiva 95/46/CE


del Parlamento y del Consejo, de 24 de octubre de 1995, relativa a la Protección de las
Personas Físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre
circulación de estos datos, según el cual, a efectos de dicha Directiva, se entiende por
dato personal “toda información sobre una persona física identificada o identificable;
se considerará identificable toda persona cuya identidad pueda determinarse, directa o
indirectamente, en particular mediante un número de identificación o uno o varios
elementos específicos, característicos de su identidad física, fisiológica, psíquica,
económica, cultural o social”. Asimismo, el Considerando 26 de esta Directiva se
refiere a esta cuestión señalando que, para determinar si una persona es identificable,
hay que considerar el conjunto de los medios que puedan ser razonablemente
utilizados por el responsable del tratamiento o por cualquier otra persona para
identificar a aquélla.

Atendiendo a la definición contenida en las normas citadas, que consideran


dato de carácter personal “cualquier información concerniente a personas físicas
identificadas o identificables”, las fotografías objeto del presente procedimiento se
ajustarán a este concepto siempre que permitan la identificación de la persona que
aparece en dichas imágenes. La Directiva 95/46/CE en su Considerando 14 lo afirma
expresamente al señalar lo siguiente:

“Considerando que, habida cuenta de la importancia que, en el marco de la


sociedad de la información, reviste el actual desarrollo de las técnicas para captar,
transmitir, manejar, registrar, conservar o comunicar los datos relativos a las personas
físicas constituidos por sonido e imagen, la presente Directiva habrá de aplicarse a los
tratamientos que afectan a dichos datos”.

Este concepto de dato personal no puede ser más amplio. La Audiencia


Nacional en su sentencia de 08/03/2002, ha señalado que para que exista dato de
carácter personal (en contraposición con dato disociado) no es imprescindible una
plena coincidencia entre el dato y una persona concreta, sino que es suficiente con
que tal identificación pueda efectuarse sin esfuerzos desproporcionados, tal y como se
desprende del mencionado artículo 3 de la Ley, en sus apartados a) y f) y también del
Considerando 26 de la invocada Directiva 95/46/CE que expresamente señala que,
para determinar si una persona es identificable, hay que considerar el conjunto de los
medios que puedan ser razonablemente utilizados por el responsable del tratamiento
o por cualquier otra persona, para identificar a dicha persona; que los principios de la
protección no se aplicarán a aquellos datos hechos anónimos de manera tal que ya no
sea posible identificar al interesado”.

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Por otra parte, la aplicabilidad de la normativa de protección de datos de


carácter personal, de acuerdo con lo indicado en el citado artículo 2.1 de la LOPD,
requiere que dichos datos aparezcan registrados en un soporte físico que los haga
susceptibles de tratamiento.

El artículo 3 de la LOPD define en su letra c) el tratamiento de datos como


aquellas “operaciones y procedimientos técnicos de carácter automatizado o no, que
permitan la recogida, grabación, conservación, elaboración, modificación, bloqueo y
cancelación, así como las cesiones de datos que resulten de comunicaciones,
consultas, interconexiones y transferencias”.

Por tanto, la garantía del derecho a la protección de datos conferida por la


normativa de referencia requiere que exista una actuación que constituya un
tratamiento de datos personales en el sentido expresado.

De acuerdo con aquella definición de tratamiento de datos personales, la mera


captación de imágenes de las personas o su difusión a través de WhatsApp puede
considerarse un tratamiento de datos personales incluido en el ámbito de aplicación de
la normativa citada, debiendo analizarse en cada caso si este tratamiento se efectúa
sobre información concerniente a personas físicas identificadas o identificables.

Así, en el presente supuesto, considerando que las fotografías de un miembro


del denunciante permiten su identificación, debe concluirse la existencia de datos de
carácter personal y la plena aplicabilidad de los principios y garantías expuestas en la
normativa de protección de datos de carácter personal.

III

El artículo 6.1 de la LOPD dispone lo siguiente: “El tratamiento de los datos de


carácter personal requerirá el consentimiento inequívoco del afectado, salvo que la
Ley disponga otra cosa”.

Por su parte, el apartado 2 del mencionado artículo contiene una serie de


excepciones a la regla general contenida en aquel apartado 1, estableciendo que: “No
será preciso el consentimiento cuando los datos de carácter personal se recojan para
el ejercicio de las funciones propias de las Administraciones Públicas en el ámbito de
sus competencias; cuando se refieran a las partes de un contrato o precontrato de una
relación negocial, laboral o administrativa y sean necesarios para su mantenimiento o
cumplimiento; cuando el tratamiento de los datos tenga por finalidad proteger un
interés vital del interesado en los términos del artículo 7, apartado 6, de la presente
Ley, o cuando los datos figuren en fuentes accesibles al público y su tratamiento sea
necesario para la satisfacción del interés legítimo perseguido por el responsable del
fichero o por el del tercero a quien se comuniquen los datos, siempre que no se
vulneren los derechos y libertades fundamentales del interesado”.

El tratamiento de datos sin consentimiento de los afectados constituye un límite


al derecho fundamental a la protección de datos. Este derecho, en palabras del
Tribunal Constitucional en su Sentencia 292/2000, de 30 de noviembre (F.J. 7 primer

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párrafo) “…consiste en un poder de disposición y de control sobre los datos


personales que faculta a la persona para decidir cuáles de esos datos proporcionar a
un tercero, sea el Estado o un particular, o cuáles puede este tercero recabar, y que
también permite al individuo saber quién posee esos datos personales y para qué,
pudiendo oponerse a esa posesión o uso. Estos poderes de disposición y control
sobre los datos personales, que constituyen parte del contenido del derecho
fundamental a la protección de datos se concretan jurídicamente en la facultad de
consentir la recogida, la obtención y el acceso a los datos personales, su posterior
almacenamiento y tratamiento, así como su uso o usos posibles, por un tercero, sea el
estado o un particular (...)”.

Son, pues, elementos característicos del derecho fundamental a la protección


de datos personales los derechos del afectado a consentir sobre la recogida y uso de
sus datos personales y a saber de los mismos.

Por otra parte, corresponde siempre al responsable del tratamiento comprobar


que tiene el consentimiento del afectado cuando realiza algún tratamiento con los
datos personales de éste. A este respecto, la Audiencia Nacional, en sentencia de
fecha 31/05/2006 señaló lo siguiente: “Por otra parte es el responsable del tratamiento
(por todas, sentencia de esta Sala de 25 de octubre de 2002 Rec. 185/2001) a quien
corresponde asegurarse de que aquel a quien se solicita el consentimiento,
efectivamente lo da, y que esa persona que está dando el consentimiento es
efectivamente el titular de esos datos personales, debiendo conservar la prueba del
cumplimiento de la obligación a disposición de la Administración, encargada de velar
por el cumplimiento de la ley”.

En el presente caso, consta acreditado que el denunciado divulgó a través de


WhatsApp las imágenes de un miembro de la policía, sin consentimiento del mismo.
Se considera, por tanto, infringido el artículo 6.1 de la LOPD por parte del denunciado,
que es responsable de dicha infracción.

IV

En cuanto a las alegaciones manifestadas por el denunciado, en relación con


los Informes Jurídicos de esta Agencia. Ha de tenerse en cuenta, que en el presente
caso se imputa la captación de las imágenes del denunciante y su difusión por
WhatsApp.

En relación con dichos hechos el Informe Jurídico 77/2013 de esta Agencia


manifiesta:

<<…Aplicando dicha doctrina, y sin conocer las circunstancias concretas de los


supuestos de hecho, parece difícil entender que la captación de imágenes o videos
por particulares de los empleados públicos sea realizada en el ámbito de la esfera
íntima de aquellos particulares, en las relaciones familiares o de amistad. Sólo el
hecho de que las grabaciones sean realizadas en el ámbito laboral, en el lugar donde
los empleados públicos prestan sus servicios, y sin relación alguna con ellos que
exceda de la puramente profesional, parece llevarnos a la conclusión que en el
supuesto planteado no es de aplicación la excepción doméstica. En definitiva, si las

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imágenes captadas o grabadas por particulares no se refieren a su esfera más íntima,


serán de aplicación las normas sobre protección de datos personales, tanto para la
obtención de la imagen como para su difusión o publicación posterior, en tanto que
ésta última constituye una cesión o comunicación de datos de carácter personal tal y
como viene definida por el artículo 3.j) de la LOPD, esto es, como “Toda revelación de
datos realizada a una persona distinta del interesado”.

Y en todo caso así lo será cuando tales imágenes se utilicen para fines
concretos, como pudiera ser para presentar denuncias en expedientes disciplinarios o
incluso penales contra determinados empleados públicos, o para su difusión por
internet. En relación con este último supuesto, ya dijimos en informe de esta Agencia
de 26 de junio de 2009 (en parecido sentido, el informe de 7 de julio de 2008): “No nos
encontramos, sin embargo, dentro del ámbito de la vida privada o familiar de los
particulares cuando dicha publicación tiene una proyección mayor de aquella que
conforma en cada caso dicho ámbito. Así resulta indicativo de que la publicación de
las imágenes no queda reducida al marco personal cuando no existe una limitación de
acceso a las mismas.
(…)

Tampoco la limitación en el acceso a las imágenes debe entenderse como el


único indicador de que estamos ante un uso familiar o doméstico, así el Grupo de
trabajo del artículo 29, órgano consultivo independiente de la UE sobre protección de
los datos y la vida privada, creado en virtud de lo previsto en el citado artículo de la
Directiva 95/46/CE relativa a la protección de las personas físicas en lo que respecta
al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos, en su
Dictamen 5/2009 relativo a las redes sociales en línea, adoptada el 12 de junio de
2009, destaca que habitualmente, el acceso a los datos (datos de perfil, archivos
subidos a la red, textos...) aportados por un usuario viene limitado a los contactos por
él mismo elegidos. Sin embargo, en algunos casos los usuarios pueden llegar a tener
un gran número de personas de contacto, y de hecho puede darse el caso de que no
conozca a algunos de ellos. Señala el Dictamen que un alto número de contactos
puede ser una indicación para que no se aplique la exclusión a la normativa de
protección de datos a que se viene haciendo referencia y se considere al usuario
responsable de un fichero.

En definitiva, para que nos hallemos ante la exclusión prevista en el artículo 2


LOPD, lo relevante es que se trate de una actividad propia de una relación personal o
familiar, equiparable a la que podría realizarse sin la utilización de Internet, por lo que
no lo serán aquellos supuestos en que la publicación se efectúe en una página de libre
acceso para cualquier persona o cuando el alto número de personas invitadas a
contactar con dicha página resulte indicativo de que dicha actividad se extiende más
allá de lo que es propio de dicho ámbito”…>>

Por todo ello, dichas alegaciones no pueden ser tenidas en cuenta, pues la
grabación no se utilizó como medio de prueba en un Juzgado, sino que fue divulgada
por WhatsApp

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El artículo 44.3.b) de la LOPD considera infracción grave:

“b) Tratar los datos de carácter personal sin recabar el consentimiento de


las personas afectadas, cuando el mismo sea necesario conforme a lo dispuesto en
esta Ley y sus disposiciones de desarrollo.”

El principio cuya vulneración se imputa al denunciado, el del consentimiento


para la difusión de las imágenes, se configura como principio básico en materia de
protección de datos, y así se recoge en numerosas Sentencias de la Audiencia
Nacional, entre otras, las de fechas 20/10/11, 29/12/12 y 02/02/16.

En este caso, el denunciado ha incurrido en la infracción descrita ya que ha


vulnerado el principio citado, consagrado en el artículo 6.1 de la LOPD, conducta que
encuentra su tipificación en el artículo 44.3.b) de la citada Ley Orgánica.

VI

El artículo 45.1, 2, 4 y 5 LOPD establece lo siguiente:

“1. Las infracciones leves serán sancionadas con multa de 900 a 40.000 euros.
2. Las infracciones graves serán sancionadas con multa de 40.001 a 300.000
euros.
3. Las infracciones muy graves serán sancionadas con multa de 300.001 a
600.000 euros.
4. La cuantía de las sanciones se graduará atendiendo a los siguientes
criterios:

a) El carácter continuado de la infracción.


b) El volumen de los tratamientos efectuados.
c) La vinculación de la actividad del infractor con la realización de tratamientos
de datos de carácter personal.
d) El volumen de negocio o actividad del infractor.
e) Los beneficios obtenidos como consecuencia de la comisión de la infracción.
f) El grado de intencionalidad.
g) La reincidencia por comisión de infracciones de la misma naturaleza.
h) La naturaleza de los perjuicios causados a las personas interesadas o a
terceras personas.
i) La acreditación de que con anterioridad a los hechos constitutivos de
infracción la entidad imputada tenía implantados procedimientos adecuados de
actuación en la recogida y tratamiento de los datos de carácter personal, siendo la
infracción consecuencia de una anomalía en el funcionamiento de dichos
procedimientos no debida a una falta de diligencia exigible al infractor.
j) Cualquier otra circunstancia que sea relevante para determinar el grado de
antijuridicidad y de culpabilidad presentes en la concreta actuación infractora.

“5. El órgano sancionador establecerá la cuantía de la sanción aplicando la


escala relativa a la clase de infracciones que preceda inmediatamente en gravedad a

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aquella en que se integra la considerada en el caso de que se trate, en los siguientes


supuestos:

a) Cuando se aprecie una cualificada disminución de la culpabilidad del


imputado o de la antijuridicidad del hecho como consecuencia de la concurrencia
significativa de varios de los criterios enunciados en el apartado 4 de este artículo.
b) Cuando la entidad infractora haya regularizado la situación irregular de
forma diligente.
c) Cuando pueda apreciarse que la conducta del afectado ha podido inducir a
la comisión de la infracción.
d) Cuando el infractor haya reconocido espontáneamente su culpabilidad.
e) Cuando se haya producido un proceso de fusión por absorción y la
infracción fuese anterior a dicho proceso, no siendo imputable a la entidad
absorbente”.

En cuanto a la aplicación de lo dispuesto en el artículo 45.5 de la LOPD, la


Sentencia de 21/01/2004 de la Audiencia Nacional, en su recurso 1939/2001, señaló
que dicho precepto <<…no es sino manifestación del llamado principio de
proporcionalidad (artículo 131.1 de la LRJPAC), incluido en el más general del
prohibición de exceso, reconocido por la jurisprudencia como principio general del
Derecho. Ahora bien, la presente regla debe aplicarse con exquisita ponderación y
sólo en los casos en los que la culpabilidad y la antijuridicidad resulten
sustancialmente atenuadas, atendidas las circunstancias del caso concreto. Lo cual
insistimos puede darse, por excepción, en casos muy extremos (de aquí la expresión
“especialmente cualificada”) y concretos”.

El citado apartado 45.5 de la LOPD deriva del principio de proporcionalidad de


la sanción y permite establecer " la cuantía de la sanción aplicando la escala relativa a
la clase de infracciones que preceda inmediatamente en gravedad a aquella en que se
integra la considerada en el caso de que se trate", pero para ello es necesario la
concurrencia de, o bien una cualificada disminución de la culpabilidad el imputado, o
bien de la antijuridicidad del hecho, o bien de alguna otra de las circunstancias que el
mismo precepto cita. Así, el citado artículo 45.5 de la LOPD debe aplicarse de forma
excepcional y cuando se den suficientes circunstancias para ello.

A juicio de esta Agencia, se considera de conformidad con el art. 45.5 LOPD,


que procede la aplicación de la escala de sanciones que precede inmediatamente en
gravedad, a aquella en que se integra la considerada en el presente caso, al concurrir
de forma significativa los criterios recogidos en los apartados c) y d) del artículo 45.4
de la LOPD debido a que el denunciado es un particular no habituado al tratamiento de
datos personales.

En cuanto a la graduación de la sanción, se considera que procede graduar la


sanción a imponer, de acuerdo con el criterio que establece el artículo 45.4.h) de la
LOPD, la ausencia de beneficios y que el denunciante fue advertido de que no podía
grabar, es por lo que procede imponer una multa de 2.000 euros.

Vistos los preceptos citados y demás de general aplicación,

la Directora de la Agencia Española de Protección de Datos RESUELVE:

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PRIMERO: IMPONER a D. A.A.A. con NIF B.B.B., por una infracción del artículo 6.1
de la LOPD, tipificada como grave en el artículo 44.3.b) de la LOPD, una multa de
2.000 € (dos mil euros), de conformidad con lo establecido en el artículo 45 apartados
2 y 5 de la citada LOPD.

SEGUNDO: NOTIFICAR la presente resolución a D. A.A.A..

TERCERO: Advertir al sancionado que la sanción impuesta deberá hacerla efectiva


una vez sea ejecutiva la presente resolución, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 98.1.b) de la ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo
Común de las Administraciones Públicas, en el plazo de pago voluntario que señala el
artículo 68 del Reglamento General de Recaudación, aprobado por Real Decreto
939/2005, de 29 de julio, en relación con el art. 62 de la Ley 58/2003, de 17 de
diciembre, mediante su ingreso en la cuenta restringida nº ES00 0000 0000 0000 0000
0000, abierta a nombre de la Agencia Española de Protección de Datos en el Banco
CAIXABANK, S.A. o en caso contrario, se procederá a su recaudación en período
ejecutivo.

Recibida la notificación y una vez ejecutiva, si la fecha de ejecutividad se


encuentra entre los días 1 y 15 de cada mes, ambos inclusive, el plazo para efectuar el
pago voluntario será hasta el día 20 del mes siguiente o inmediato hábil posterior, y si
se encuentra entre los días 16 y último de cada mes, ambos inclusive, el plazo del
pago será hasta el 5 del segundo mes siguiente o inmediato hábil posterior.

De conformidad con lo establecido en el apartado 2 del artículo 37 de la LOPD,


en la redacción dada por el artículo 82 de la Ley 62/2003, de 30 de diciembre, de
medidas fiscales, administrativas y del orden social, la presente Resolución se hará
pública, una vez haya sido notificada a los interesados. La publicación se realizará
conforme a lo previsto en la Instrucción 1/2004, de 22 de diciembre, de la Agencia
Española de Protección de Datos sobre publicación de sus Resoluciones y con arreglo
a lo dispuesto en el artículo 116 del reglamento de desarrollo de la LOPD aprobado
por el Real Decreto 1720/2007, de 21 diciembre.

Contra esta resolución, que pone fin a la vía administrativa (artículo 48.2 de la
LOPD), y de conformidad con lo establecido en los artículos 112 y 123 de la Ley
39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas, los interesados podrán interponer, potestativamente,
recurso de reposición ante la Directora de la Agencia Española de Protección de Datos
en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente a la notificación de esta
resolución o directamente recurso contencioso administrativo ante la Sala de lo
Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional, con arreglo a lo dispuesto en el
artículo 25 y en el apartado 5 de la disposición adicional cuarta de la Ley 29/1998, de
13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa, en el plazo de
dos meses a contar desde el día siguiente a la notificación de este acto, según lo
previsto en el artículo 46.1 del referido texto legal.

Mar España Martí


Directora de la Agencia Española de Protección de Datos

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