You are on page 1of 1

Giles Lipovetsky – La indiferencia pura

El autor plantea que en la actualidad hay un vacío de sentido, un “desierto.” Las


instituciones se reproducen o surgen por inercia, más en las que ya nadie cree
pues su credibilidad se desvirtúa mientras los "avances" y "progresos" los
desvalorizan, los critican, los ponen en jaque y vuelven a la gente escépticos de
ellas, en tanto que son invitados a regirse, irónicamente, bajo una libertad que
parece más coercitiva, más obligada. El nihilismo y la falta de creencia en las
instituciones parecen ser una característica determinante

"En la era de lo espectacular, las antinomias duras, las de lo verdadero y lo falso,


lo bello y lo feo, lo real y la ilusión, el sentido y el sinsentido se esfuman, los
antagonistas se vuelven <<flotantes>>, se empieza a comprender, mal que les
pese a nuestros metafísicos y antimetafísicos, que ya es posible vivir sin objetivo
ni sentido, en secuencia-flash, y esto es nuevo. <<Es mejor cualquier sentido que
ninguno>>, decía Nietzsche, hasta esto ya no es verdad hoy." 38

Y en ningún sitio como la educación es que la indiferencia se manifiesta tan clara


en su crecimiento. La era de lo espectacular, de los mass media, los comerciales y
la saturación de publicidades obliga a dimensiones como la política a adaptarse y
a adaptar dicha publicidad para lograr captar la atención de los votantes. Es más
fácil conseguir un espectador que un asiduo de un partido si no hay una imagen o
un anuncio de por medio. Y es que ahora hay más interesados en el deporte y en
el clima qué en las elecciones, aparentemente: "de ello proviene la indiferencia
posmoderna, indiferencia por exceso, no por defecto, por hipersolicitación, no por
privación. (...) tan pronto ha sido registrado, el acontecimiento se olvida, expulsado
por otros aún más espectaculares" (1986, p. 39).

“La modernidad, el futuro, ya no entusiasman a nadie" (Ibíd., p. 40) y por más que
la posmodernidad apele al cuidado, al desarrollo, a la velocidad, a la movilidad,
etc., etc., ya no hay nada que los llene de valor, si no es económico. Por lo mismo,
también se plantea que en la posmodernidad hay un sincretismo, un paralelismo
de posturas, de creencias, de modas, de todo que se conjugan y se viven, se
practican por los individuos, no obstante estas puedan parecer contradictorias.

La deserción social es una realización extrema del sistema. El capitalismo hace de


la indiferencia una herramienta que permite mayor velocidad a sus experimentos
que puede cumplirse con la menor resistencia. Acelera la experimentación y no
únicamente la explotación.

Lipovetsky, G. (1986). La indiferencia. En La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo


contemporáneo. (pp. 34-48) España: Anagrama.

You might also like