Psico-política

Al hablar del capitalismo de la emoción, el autor plantea que, en tanto que existe
una diferencia entre esta y los sentimientos, produce efectos subjetivos y,
consecuentemente, sociales y económicos: los sentimientos permiten duración y
puede establecer racionalidad, a diferencia de las emociones, que son
performativas, dinámica, situacional, permite la salida de afectos. De este modo, la
economía contemporánea neoliberal explota la emoción para hacerse de una
herramienta que interrumpa la racionalidad y de paso a la inestabilidad, de modo
que hoy, mientras que las cosas no pueden consumirse de manera infinita, las
emociones.

Hoy día, a la economía le interesa incentivas no solo la competencia cognitiva,

sino también la emocional. La dirección empresarial ha incluido dentro de su
objeto la comunicación, lo social y el comportamiento, ha cambiado de paradigma;
los mánager actuales ahora parecen más motivadores emocionales. “La
psicopolítica se apodera de la emoción para influir en las acciones a este nivel
prerrelexivo” (p. 75) pues la emoción se vuelve un medio que permite controlar al
individuo en su toma de decisiones.

En cuanto a los temas de la tecnología, el autor destaca que existe en la presente

época una tendencia a cuantificar todos los ámbitos de la vida, de modo que cada
caso se convierte de un cúmulo de datos que, no obstante, no dicen mucho –o
nada- respecto de la historia del sujeto, pues se trata en realidad de descripciones
vacías que apuntan hacia el vaciamiento del sentido: una vez que este se ha
desechado, puede buscarse entonces de formas diversas –y absurdas- como lo
demanda el Mercado. La tendencia es el autocontrol mediante el
autoconocimiento.

Por otra parte, también se señala la diferencia entre el panóptico descrito

anteriormente por el autor Bentham que servía para vigilar algunos aspectos de la
vida en instituciones como las prisiones y, así, regular algunas conductas
mediante la presión de la mirada castigadora –como mencionará Foucault-, pero
en la actualidad asistimos a la aparición de un nuevo panóptico desde el cual no
existe ámbito que no pueda ser vigilado: uno con “visión de 360°” para observar
cada aspecto de la vida cotidiana de los individuos, un panóptico digital: las redes
sociales, en donde se puede hacer uso de la información compartida por los
millones de usuarios para realizar estudios que permitan realizar mensajes
personalizados para los internautas, los consumidores, e influir en su psique,
orientarlos de maneras específicas.

Byung-Chul Han. (2017). Psicopolítica. España: Herder.