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OBRA DEARTE
TOTAL STALIN
(Gesamtkunstwerk Stalin)
Boris Groys

Traducción directa del ruso por i


Desiderio Navarro
LA VANGUARDIA RUSA: UN SALTO
PRE-TEXTOS POR ENCIMA DEL PROGRESO

2008
El arte de la vanguardia clásica, incluida la rusa, es, desde
luego, un fenómeno demasiado complejo para que se lo
pueda abarcar por entero con una sola fórmula. Pero, de
todos modos, al parecer, no será una simplificación des¬
mesurada afirmar que su pathos fundamental consiste en la
exigencia de que se pase de la representación del mundo a
la transformación de éste. La disposición a copiar amoro¬
samente la realidad exterior de que dieron muestra los ar¬
tistas europeos a lo largo de muchos siglos -su voluntad de
una mimesis cada vez más perfecta-, se basaba en la admi¬
ración de la Naturaleza como creación total y consumada
en sí misma de un Dios único, que el artista sólo podía imi¬
tar, si quería que su propio don artístico se acercara en grado
sumo a lo Divino. En el curso del siglo XIX, la creciente irrup¬
ción de la técnica en la vida de Europa y la desintegración
del acostumbrado cuadro total del mundo provocada por
la técnica, condujeron a la vivencia de la muerte de Dios o,
más exactamente, del asesinato de Dios, cometido por la
nueva humanidad tecnificada. Con la desaparición de la uni¬
dad mundial, que era garantizada por la voluntad creadora
de Dios, el horizonte de la existencia terrenal se disgregó y

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tras la variedad de las formas visibles de ese mundo se des¬ un empujón a lo que está cayendo", es sólo porque está pro¬
cubrió un negro caos: la infinidad de posibilidades poten¬ fundamente convencida de la imposibilidad de no dejarlo
ciales [ potentsiaVnyj vozmozhnostei ] de la vida cósmica, en caer.
las que todo lo dado, lo realizado, lo heredado, podía di¬ La destrucción del mundo como obra de arte divino fue
solverse en cualquier momento sin dejar residuo. aceptada por la vanguardia como un hecho consumado e
En todo caso, respecto a la vanguardia rusa se puede afir¬ irreparable del que se debe tomar conciencia de la manera
mar con seguridad que toda su práctica artística era una más radical posible y con todas sus consecuencias, para com¬
reacción a ese acontecimiento esencialísimo de la historia pensar realmente la pérdida sufrida.
europea moderna. A la vanguardia rusa -a diferencia de
como se presenta esto a menudo- no la movía en absoluto
el entusiasmo por el progreso técnico, ni la ingenua con¬ La humanidad blanca
fianza en éste. Desde el principio mismo la vanguardia no
fue la parte atacante, sino sólo la parte que se defendía. Ante Un buen ejemplo de esa estrategia vanguardista es la
todo, ella se planteó el objetivo de compensar la acción des¬ práctica artística de K. S. Malévich, quien en su conocido
tructiva de la irrupción de la técnica, neutralizarla, y no, trabajo Sobre los nuevos sistemas en la pintura (1919) escri¬
en modo alguno, destruir ella misma. Es incorrecto pre¬ bió lo siguiente: "Toda creación, sea de la naturaleza o de un
sentar la vanguardia como si hubiera estado animada por artista, o en general de cualquier hombre creador, es cues¬
un espíritu nihilista, destructivo, que se abrasaba en una in¬ tión de construir un modo de superar nuestro progreso in¬
comprensible hostilidad hacia todo lo "sagrado" y "entra¬ finito".3 Por eso el vanguardismo de Malévich en lo que
ñable", como hasta ahora continúan haciendo incluso menos se expresa es en el deseo de colocarse en la vanguar¬
autores que simpatizan con la vanguardia y que por eso con¬ dia del progreso, que él percibe como algo que no conduce
sideran necesario glorificar su "demonismo". a ninguna parte y por eso carece completamente de sentido.
Lo que diferencia a la vanguardia del tradicionalismo no Pero, al mismo tiempo, el único modo de detener el pro¬
consiste en absoluto en que la primera se alegre de las de¬ greso es, para él, por así decir, adelantársele y hallar delante
vastaciones producidas por el racionalismo técnico con¬ y no detrás de él un punto de apoyo o una línea defensiva
temporáneo, sino en que está convencida de la imposibilidad que se pudiera defender exitosamente del progreso que
de oponerse a esas devastaciones con los métodos tradicio¬ avanza. El proceso de destrucción, de reducción, debe ser
nales. Si la vanguardia sigue la máxima nietzscheana "dale llevado hasta el fin, para de esa manera hallar lo ulterior-

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mente irreducible, extraespacial, extratemporal y extrahis- reflexión consciente por parte de los artistas. La irrupción
tórico, en lo que sería posible afianzarse. de la técnica destruyó esa armonía, de resultas de lo cual se
Eso ulteriormente irreducible fue, para Malévich, como hizo necesario revelar esos mecanismos que antes actuaban
es sabido, el Cuadrado negro, que llegaría a ser por mucho subconscientemente, para aprender a dirigirlos de manera
tiempo el símbolo más conocido de la vanguardia rusa. El consciente y obtener como resultado una nueva armonía en
Cuadrado negro es, por así decir, un cuadro trascendental: el nuevo mundo técnico, al haberlos sometido a la voluntad
el resultado de la reducción, en el cuadro, de cualquier con¬ organizadora y armonizadora única del artista. Así pues, el
tenido concreto posible, o sea, un signo de la forma pura de daño causado al mundo por la técnica debe ser compensado
contemplación, que presupone un sujeto trascendental, y técnicamente, y, además, el carácter caótico del desarrollo
no empírico. El objeto de esa contemplación es, para Ma¬ técnico debe ser sucedido por un único proyecto total de re¬
lévich, la Nada absoluta (esa nada hacia la que tiende, desde organización de todo el cosmos, en el que Dios debe ser re¬
su punto de vista, todo progreso), coincidente con la pro- levado por el artista analítico. El objetivo de esta operación
tomateria cósmica o, en otras palabras, la potencialidad pura total es detener de una vez para siempre todo desarrollo
de toda existencia posible, que se revela más allá de toda ulterior, todo trabajo, toda creación. La "humanidad blanca"
forma en presencia. Los cuadros suprematistas de Malévich, que surge después de esa detención de la historia, encarna
que son resultados de la diferenciación de esa forma inicial la vida más allá de la hazaña y la esperanza.. El espectáculo
del Cuadrado negro con arreglo a leyes "no terrenales" pu¬ del "mundo anobjetual", es decir, la visión de la Nada ab¬
ramente lógicas, describen, para él, el "mundo anobjetual" soluta como realidad última de todas las cosas debe, según
que se halla en un nivel que no es el del mundo de las for¬ Malévich, hacer "que la oración se paralice en los labios del
mas dadas sensorialmente. La tesis fundamental de la esté¬ santo y que el héroe deje caer la espada"/ porque esa visión
tica de Malévich es la convicción de que la combinación de concluye la historia.
esas formas anobjetuales puras determinan "subconscien¬ Pero, ante todo, debe cesar todo arte. Malévich escribe:
temente" la actitud del sujeto hacia todo lo que ve y, por con¬ "Toda forma del mundo espiritual que se crea debe cons¬
siguiente, para Malévich, en general la posición del sujeto truirse en correspondencia con un único plan general. No
en el mundo.4 Malévich parte de que tanto en la naturaleza puede haber ninguna tipo de derechos y libertades espe¬
como en el arte clásico los elementos supremáticos de par¬ ciales para el arte, la religión o la vida civil".6 La pérdida de
tida se hallaban en correlaciones armónicas "correctas", aun¬ esos derechos y libertades no es, sin embargo, una verdadera
que esta circunstancia no había sido antes objeto de una pérdida, porque el hombre es, desde el principio mismo, un

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k.
ser carente de libertad: es una parte del cosmos y su pensa¬ surge inevitablemente una variedad de religiones y teorías
miento es dirigido por "estímulos" subconscientes que ge¬ científicas-, a diferencia de las contemplaciones del artista
neran en él tanto la ilusión de un "mundo interior" como la orientado al inconsciente, ya que "si se acepta como correcta
ilusión de una "realidad exterior".7 Toda aspiración al co¬ la definición de que todas las obras artísticas parten de la ac¬
nocimiento es ilusoria y risible, ya que se trata de una ten¬ ción de un centro subconsciente, se puede afirmar que el
tativa de investigar, con ayuda de pensamientos generados centro de la subconsciencia calcula con más precisión que
por "estímulos" ocultos, "cosas" también generadas por esos el centro de la conciencia".10 Ahí Malévich coloca de manera
"estímulos" que en ambos casos permanecen necesaria¬ evidente un erróneo signo de igualdad entre la ideología so¬
mente ocultos: "Investigar la realidad significa investigar viética y la ideología liberal-racionalista común: el marxismo
lo que no hay y es incomprensible".8 Sólo el artista supre- soviético, en no menor medida que el propio Malévich, parte
matista es capaz de dirigir esos estímulos ocultos, modi¬ del carácter subconscientemente determinado del pensa¬
ficarlos o armonizarlos, puesto que para él las leyes de la miento humano, pero sólo busca esa determinación, no en
forma pura no tienen secretos. la organización visual del mundo, sino en la organización
Malévich niega la Religión y la Ciencia, puesto que ata¬ social de éste: precisamente por eso en el asunto de la in¬
ñen al dominio de la conciencia, y no al de la subconscien¬ fluencia sobre el "sistema nervioso" el marxismo resultó
cia. Resulta significativo que, en sus últimas obras, sólo en un competidor más serio de lo que a muchos les pareció al
el Estado ve Malévich un competidor del artista; además, principio.
evidentemente está pensando en el Estado totalitario de tipo El enfoque de Malévich sobre los problemas del arte, que
soviético. El Estado también apela a la "subconsciencia": aquí sólo he presentado de manera muy sumaria, es carac¬
"Todo Estado es un aparato mediante el cual se produce la terístico de su tiempo y sólo está expresado por él más ra¬
regulación del sistema nervioso de las personas que viven dicalmente que de costumbre. Así, otro representante capital
en él".9 Al mismo tiempo, Malévich no le teme a la compe¬ de la vanguardia rusa, el poeta Velemir Jlébnikov, planteaba
tencia del Estado, porque confía en la ideología oficial so¬ que tras las formas habituales del arte se oculta un "lenguaje
viética cuando ésta afirma que se basa en la cientificidad y transmental" puramente fonético, que influye secreta y má¬
aspira al progreso técnico. Por eso, para Malévich, el ideó¬ gicamente en el oyente o lector, y se planteó como objetivo
logo soviético está a la par con el sacerdote y el científico, reconstruir ese "lenguaje de la subconsciencia", como diría
cuyos éxitos, puesto que se orientan a la conciencia y la his¬ Malévich, y dominarlo conscientemente.11 Del mismo modo
toria, siempre son temporales -a consecuencia de lo cual que el suprematismo de Malévich, el lenguaje fonético trans-

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mental de Jlébnikov, que fue más lejos que muchos otros micas y sólo puede ser salvado junto con todo el cosmos
por el camino de la superación de las formas de lenguaje ha¬ en la perspectiva de una única apokatástasis, que no añade
bituales, pretendía ser universal y tener la posibilidad de or¬ nada al mundo y no quita nada de él, sino que sólo hace
ganizar todo el mundo sobre una nueva base sonora. visible las correlaciones armónicas ocultas entre las cosas
Jlébnikov se llamaba a sí mismo "Presidente del globo te¬ ¡ del mundo. Sin duda, precisamente en esto se puede ver
rráqueo" y "Rey del tiempo", puesto que creía haber hallado i una de las fuentes de la insistencia de Malévich en la nece-
las leyes que delimitan el tiempo y separan lo nuevo de lo ' sidad de hacer "visibles" las sensaciones "materiales" armo¬
viejo, semejantes a las que son posibles en el espacio, gracias nizantes, puramente cromáticas, es decir, hacer que se las
a lo cual la vanguardia debía adquirir el poder sobre el vea en otra perspectiva, apocalíptica, situada más allá de la
tiempo después de su advenimiento, y someter el mundo ¡ realidad, posthistórica.
entero a ese poder. No obstante, todos esos paralelismos son insuficientes
Pero también más allá del círculo propiamente de van¬ para poner de manifiesto lo nuevo que introdujo en el pen¬
guardia resulta fácil hallar en ese período fenómenos pa¬ samiento la vanguardia, incluidos Malévich y Jlébnikov: se
ralelos a las ideas fundamentales de Malévich. Así, su re- trata precisamente de la afirmación radical, en primer lugar,
duccionismo recuerda la reducción fenomenológica de Hus- del dominio de lo subconsciente sobre lo consciente en el
serl, el reduccionismo lógico del Círculo de Viena, y el hombre y, en segundo lugar, de la posibilidad de una ma¬
llamamiento a adoptar costumbres simples lanzado por nipulación lógica y técnica de ese subconsciente con el fin
León Tolstoi, que también trataban de hallar un punto de de construir un mundo nuevo y un hombre nuevo en él. Y
apoyo mínimo pero absoluto y, al hacerlo, se orientaban a ése es el punto en el que la vanguardia inicial de Malévich
lo "cotidiano", lo "popular". (Malévich llegó al suprematismo y Jlébnikov fue radicalizada por sus continuadores, que per-
a través de la apelación al arte popular ruso del icono y del ¡ cibieron el suprematismo o la "poesía transmental" ya como
letrero)." Y en una medida aún mayor, Malévich remite a la fenómenos demasiado contemplativos, que no habían roto
doctrina neognóstica de la "teurgia" de Vladimir Soloviov, completamente con las funciones mimética y cognoscitiva
quien veía el sentido del arte en la "construcción de la vida", del arte, aunque estaban orientados a la contemplación de
pensando que al artista se le revela la armonía oculta de la construcción interna, "subconsciente", y no del aspecto
todas las cosas, la cual se manifestará definitivamente des¬ exterior del mundo. Más tarde, el constructivismo de Rod-
pués del fin del mundo en una perspectiva apocalíptica.14 chenko reinterpreta las construcciones suprematistas como
Según Soloviov, el hombre vive bajo el poder de fuerzas cós- una expresión directa de la voluntad organizadora, "inge-

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nieril", del artista, y uno de los teóricos del constructivismo pasó casi a un estadio primitivo, los vínculos sociales tra¬
(o, más exactamente, de su variante más tardía: el produc- dicionales se desintegraron, y la vida fue adquiriendo gra¬
tivismo), Boris Arvátov, hablará de la naturaleza ingenieril dualmente los rasgos de una guerra de todos contra todos.
de la poesía de Jlébnikov.15 Se puede decir que la línea de Según la célebre observación de Andrei Belii, "la victoria del
defensa creada de esa manera por Malévich y otros van¬ materialismo en Rusia condujo a la completa desaparición
guardistas del período inicial fue tomada sin un especial es¬ de toda materia en el país", de modo que el suprematismo
fuerzo por el progreso técnico, que aprovechó gustosamente ya no necesitaba demostrar la verdad, que se había vuelto
el aparato técnico radical que se había creado para la última evidente para todos, de que la materia como tal es nada. Pa¬
y decisiva batalla contra él. recía que el tiempo del Apocalipsis había sobrevenido, y
todas las cosas, desplazadas de sus puestos, se revelaron a
la mirada apocalíptica de cada cual. De modo que la teoría
La agitación roía vanguardista-formalista del "desplazamiento", que saca las
cosas de sus relaciones normales y las "extraña", que desau¬
Si, para Malévich, alcanzar el estado del cero absoluto tomatiza su percepción, que las hace "visibles" de una ma¬
-desde el cual se debía comenzar la creación de un mundo nera especial, pasó de ser la fundamentación de la praxis
nuevo en el que la nueva "humanidad blanca", depurada artística de la vanguardia, a constituir la explicación de la
de todas las imágenes del mundo anterior, abandonaría las experiencia cotidiana del ciudadano común ruso.
anteriores viviendas y se mudaría a los "planity" supre- La vanguardia rusa vio en esa situación histórica única
matistas- era todavía asunto de la imaginación artística, des¬
no sólo una indudable confirmación de sus construccio¬
pués de la Revolución de Octubre de 1917 y los primeros
nes teóricas e intuiciones artísticas, sino también una opor¬
dos años de la guerra civil no sólo a los vanguardistas rusos,
tunidad única en su género de realizarlas totalmente en la
sino prácticamente también a toda la población del anterior
práctica. Gran parte de los artistas y escritores de la van¬
Imperio ruso, les pareció, con toda razón, que ese punto cero
guardia enseguida expresó su pleno apoyo al nuevo poder
se había alcanzado en la realidad. El país se vio completa¬
estatal bolchevique, y en las condiciones en que la intelec¬
mente devastado; el modo de vida normal, totalmente des¬
i tualidad en su conjunto tenía una actitud negativa hacia ese
truido; las viviendas, inservibles para la vida; la economía
il poder, los representantes de la vanguardia ocuparon una
Plañir, nombre que Malévich daba a sus proyectos-esculturas de arquitec¬ serie de puestos clave en los nuevos órganos creados por los
tura utópica. (N. ilel T. ) bolcheviques para la dirección centralizada de toda la vida

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cultural del país. Este abrirse paso hacia el poder político no no puede reconocer ninguna limitación sobre sí, ni puede
era, en el caso de la vanguardia, un mero resultado del opor¬ ser puesto en duda por ninguna otra instancia no-artística,
tunismo y de la aspiración al éxito personal, sino que di¬ puesto que se proclama que el hombre mismo, todo su pen¬
manaba de la esencia misma del proyecto vanguardista. samiento, todas sus ciencias, tradiciones, instituciones, et¬
El artista de tipo tradicional que se orienta a la recrea¬ cétera, están determinados subconscientemente o, dicho de
ción de tales o cuales aspectos de lo natural, puede plantear¬ otro modo, materialmente, y por eso, a su vez, deben ser so¬
se tareas limitadas, porque la naturaleza en su conjunto ya metidos a una reestructuración con arreglo a un único plan
representa para él una totalidad conclusa, lo que hace que artístico. El proyecto artístico, siguiendo su propia lógica in¬
también cualquier fragmento de ella sea potencialmente manente, deviene proyecto artístico-político, y la elección
concluso y total. Pero el artista vanguardista, para quien el entre diferentes proyectos -y tal elección es inevitable a causa
mundo exterior se convirtió en un negro caos, se encuentra de la variedad de los artistas y de sus proyectos, de los cua¬
ante la necesidad de crear un mundo nuevo en su totalidad, les, desde luego, se puede realizar solamente uno- deviene,
y por eso el proyecto artístico es necesariamente total, ili¬ a su vez, una elección no sólo artística, sino también polí¬
mitado. Por consiguiente, para realizar ese proyecto, el ar¬ tica, puesto que toda la organización de la vida social se halla
tista necesita el poder total sobre el mundo, y sobre todo el en dependencia de ella. Como resultado, en los primeros
poder político total, que le da la posibilidad de someter a años del poder soviético la vanguardia no sólo intentó rea¬
toda la humanidad, o por lo menos a la población de un solo lizar políticamente en la práctica sus proyectos artísticos,
país, al cumplimiento de su tarea. Para el artista vanguar¬ sino que también formó un tipo específico de discurso ar¬
dista, la realidad misma es el material de su acción cons¬ tístico-político en el que cada decisión respecto a la cons¬
tructiva artística, y él, naturalmente (en correspondencia trucción estética de la obra artística se valoraba como una
con su proyecto artístico), exige para sí el mismo derecho decisión política, y, viceversa, cada decisión política se va¬
absoluto de disponer de ese material real que el que posee loraba partiendo de sus consecuencias estéticas. Por lo
al realizar su intención artística dentro de los límites de un demás, más tarde fue precisamente la evolución de este tipo
cuadro, una escultura o un poema. La exigencia de poder de discurso que llegó a dominar en el país, la que condujo
del artista sobre el material artístico, que se halla en la base a la muerte de la propia vanguardia.
de la comprensión contemporánea del arte, contiene im¬ Pero en el año 1919, cuando Rodchenko y su grupo pro¬
plícitamente una exigencia de poder sobre el mundo, puesto pusieron el nuevo programa del constructivismo,"1 aún no
que el mundo mismo es considerado un material. Este poder había disminuido el entusiasmo, y la vanguardia estaba se-

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gura de tener el futuro en sus manos. Renunciando a toda manos la organización estético-política del país, porque,
orientación contemplativa, de la que todavía había ele¬ aunque colaboraban políticamente con los bolcheviques, en
mentos en la primera generación de la vanguardia, Tatlin, realidad no dudaban de su superioridad intelectual sobre
Rodchenko y otros constructivistas declararon a la obra de ellos: al principio consideraban a los bolcheviques sólo como
arte una cosa autosuficiente, autónoma, que no está en nin¬ una indispensable etapa de transición, como la fúerza que
guna relación mimética con la realidad exterior. Como mo¬ había resultado capaz de destruir el viejo mundo y some¬
delo de la obra de arte constructivista se tomó la máquina, ter el país a la tarea de construir un mundo nuevo. Entre¬
que se mueve con arreglo a su propia ley. Cierto es que, a di¬ tanto, los propios líderes del bolchevismo en ese entonces
ferencia de la máquina industrial, la "máquina artística" de no ocultaban que a duras penas se imaginaban las vías con¬
los constructivistas no era considerada por ellos, en todo cretas de la construcción de lo nuevo, prácticamente no ela¬
caso al principio, como utilitaria, pero, en corresponden¬ boradas en ese entonces por la teoría marxista. En particular,
cia con la estética formalista de la que partían, la máquina en lo que al arte se refiere, la dirigencia del partido en ese
debía poner de manifiesto el material mismo de la cons¬ entonces intervenía, en primer término, en la persona del
trucción y su propia naturaleza constructiva, o, si se prefiere,
Ministro de Cultura, A. Lunacharski, como partidaria
la "máquina de la subconsciencia", que, en la máquina uti¬
del pluralismo de las corrientes artísticas, tratando de ase¬
litaria, está oculta, del mismo modo en que lo está en el
gurarse el más amplio apoyo posible en los círculos de la
cuadro tradicional con su orientación al transporte de
vieja intelectualidad. Los líderes del Partido, educados en las
contenido "consciente". Los constructivistas mismos no con¬
ideas artísticas tradicionales, tenían una actitud más que es-
sideraban sus construcciones como obras de arte autosufi-
cientes, sino como modelos de una nueva organización del céptica hacia el nuevo arte de vanguardia, y Lenin confesaba
mundo, como elaboración experimental de un único plan francamente que entendía poco de arte, aunque le gustaban
de dominio del material mundial. De ahí el amor de los la Appassionato de Bethoveen, la novela ¿Qué hacer? de
constructivistas por los materiales heterogéneos y por abar¬ Chenyshevski y la canción revolucionaria "Habéis caído
carlos en el marco de una única obra, y de ahí también la como víctimas..." Los bolcheviques, desde luego, aprecia¬
variedad de sus proyectos, que tomaban los aspectos más ban el apoyo de la vanguardia, pero al mismo tiempo esta¬
diversos de la actividad humana y trataban de unificarlos en ban preocupados por su aspiración a la dictadura artística,
correspondencia con un único principio artístico. que espantaba a los representantes de otras corrientes que
Los constructivistas estaban completamente seguros de les eran más afines estéticamente, aunque políticamente es¬
que precisamente ellos estaban destinados a tomar en sus taban la mayoría de las veces en el lado contrario. Esta dua-

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L
lidad de la dirigencia del Partido la interpretaban los van¬ mienza el ocaso del movimiento vanguardista, que hacia fi¬
guardistas como un reconocimiento efectivo de la incapa¬ nales de los años veinte pierde toda influencia en el país,
cidad de aquella para cumplir con la tarea planteada de aunque continúa existiendo a escala bastante modesta. En
construir un mundo nuevo, e incesantemente explicaban la este período surgieron las nuevas uniones artísticas del tipo
estrecha interconexión de la política y el arte, inculcándole de la AJRR (Asociación de Artistas de la Rusia Revolucio¬
al Partido la idea de la oposición de principio entre dos naria) y la RAPP (Asociación Rusa de Escritores Proletarios),
orientaciones del arte: la del arte burgués, tradicional, con¬ que combinaban procedimientos estéticos tradicionales y la
trarrevolucionario, mimético, y la del arte nuevo, proleta¬ consigna "Aprender de los clásicos" con la retórica y la téc¬
rio, revolucionario, de la construcción constructivista del nica vanguardistas de acusar a los adversarios de tener una
comunismo, entendido como obra de arte total, como or¬ orientación políticamente contrarrevolucionaria, hallando,
ganización artística de la vida misma con arreglo a un único gracias a eso, un apoyo cada vez mayor en las autoridades.
plan. Al mismo tiempo, surgieron grupos literarios y artísticos de
Los artistas, poetas, escritores y publicistas de la van¬ "compañeros de ruta", que gozaban también de gran in¬
guardia combinaban cada vez más insistentemente las acu¬ fluencia, entre los cuales -particularmente en el arte visual,
saciones estéticas con las políticas, llamando sin rodeos al en grupos tales como OST [ Este] y Bytié [Ser]- desempeñaba
poder estatal a que comenzara a utilizar las represiones con¬ un gran papel la juventud, que no se dejaba asustar fácil¬
tra sus adversarios. Pero, a medida que la estabilidad del mente por los conjuros vanguardistas, y que, en busca de un
régimen soviético se hizo cada vez más evidente y los más nuevo mercado para su producción artística, trataba de
amplios círculos de la intelectualidad, al principio hostiles combinar, en el marco de la forma habitual del cuadro, pro¬
a los bolcheviques, comenzaron a apoyarlos -lo cual estos cedimientos tradicionales con los de vanguardia.
últimos, naturalmente, saludaron-, la base de la vanguardia Resulta significativo, sin embargo, que precisamente en
empezó a reducirse de manera constante. Ya a partir de la este período, el ala radical más activa de la vanguardia, que
introducción de la NEP (Nueva Política Económica), surgió se había unido en torno a la revista LEF (después Novyi LEF
en el país un nuevo mercado artístico y una nueva demanda \ Nuevo LEF] ), radicalizó aún más su programa, pasando de
de lectura por parte de la nueva burguesía de la NEP, a la que la consigna del constructivismo a la consigna del "produc-
la vanguardia le era ajena tanto estética como, aún más, po¬ tivismo" [proizvodstvennichestvo], o sea, de la producción
líticamente. Precisamente en el período de la NEP, es decir, directa de cosas utilitarias y la organización directa de toda
desde el año 1922, y de ningún modo en los años treinta, co- la producción y la vida cotidiana con métodos artísticos.

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rp

Toda actividad artística autónoma fue declarada reacciona¬ propias fuerzas, las tareas planteadas. Paulatinamente, el len¬
ria y hasta contrarrevolucionaria por los teóricos del LEF. guaje del LEF "se comunistiza" cada vez más, y con fre¬
Rodchenko, que se había convertido en el principal artista cuencia cada vez mayor el propio LEF se halla dispuesto a
del LEF, llamó a su aliado de ayer, Tatlin, "típico loco vidente ver en el Partido la única fuerza capaz de realizar ese pro¬
ruso" por su fidelidad a la "mística del material". En su yecto. En cambio, se asigna a sí mismo, en un grado cada vez
tiempo, cuando Tatlin creó la célebre Torre de la Tercera In¬ mayor, el papel de "especialista" que trabaja por "encargo
ternacional y comenzaron a sonar notas bolcheviques en la social" del Partido, y, al mismo tiempo, el de preceptor del
polémica vanguardista, Shklovski expresó descontento al Partido en cuestiones de arte, capaz de aclararle a la diri¬
respecto, llamando a la limpieza de las vestiduras, el uni¬ gencia del Partido dónde están sus verdaderos amigos y ene¬
versalismo y la renuncia al compromiso político. Entonces migos, y de enseñarle al Partido a plantearse tareas artísticas
se le respondió que el poder comunista, la Tercera Interna¬ constructivas que respondan a las exigencias de la época.
cional y demás eran exactamente tan fantasía como el arte Así, salido del Proletkult e influido por la "ciencia uni¬
de la vanguardia, y por eso podían considerarse como ma¬ versal de la organización" de A. Bogdánov, dominante en los
terial vanguardista y entrar como elementos en las cons¬ círculos del Proletkult, y llamada, en su opinión, a sustituir
trucciones vanguardistas.17 El teórico del constructivismo en el espíritu marxista la aprehensión contemplativa de las
A. Gan proclamó en ese entonces: "No debemos reflejar, re¬ leyes que dirigen el mundo por la organización concreta del
presentar o interpretar la realidad, sino encarnar y expre¬ mundo sobre una nueva base, Boris Arvátov -que después
sar prácticamente los objetivos trazados de la nueva clase devino uno de los principales teóricos del LEF "producti-
obrera activa, del proletariado (...) El maestro del color y vista"- afirma que los artistas deben convertirse en los or¬
la línea, al igual que el organizador de las acciones de masas, ganizadores de la totalidad de la vida de la sociedad, hasta
ambos deben devenir constructivistas para la común tarea los más menudos detalles de la vida cotidiana, para darle
de organizar y mover masas humanas de muchos millones al mundo una nueva forma artística, que corresponda al
de personas".1" nivel alcanzado por el progreso técnico (esto es, que lo ponga
Aunque, en comparación con este optimismo inicial, la en armonía con el progreso -otra vez la misma vieja idea de
polémica entre el LEF y su oposición en el aspecto artístico Malévich-). Al mismo tiempo, Arvátov limita el papel del
se hace aún más radical en los años veinte, ella refleja, al arte a la búsqueda de medios óptimos para lograr la orga¬
mismo tiempo, lo quebrantada que está la seguridad que nización total, cuyos objetivos deben ser recibidos de afuera.
tiene la vanguardia de su capacidad para cumplir, con sus "Los artistas -escribe Arvátov- deben hacerse colaborado-

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F

res de los científicos, ingenieros y trabajadores administra¬ zada que está la sociedad, o sea, un resultado de un fracaso,
tivos".19 Así pues, Arvátov sigue viendo el objetivo del arte y, por otra, lo considera un obstáculo para la realización del
en crear un todo cerrado, organizado dentro de sí, autó¬ proyecto vanguardista -un fenómeno malsano que atesti¬
nomo, autorreferencial, que no remite a nada externo, salvo gua la insuficiente "artisticidad" de la vida misma-, y desde
funcionalmente. Es decir, en Arvátov, la obra de arte conti¬ este punto de vista él rechaza también el arte de Malévich,
núa orientándose al ideal vanguardista tradicional del motor Kandinsky o Tatlin, que sigue siendo contemplativo. Arvá¬
de combustión interna en que él quisiera convertir toda la tov, por ejemplo, escribe desaprobatoriamente sobre el papel
sociedad. Pero este ideal ya pierde en él la dimensión cós¬ del arte de izquierda en los primeros años de la revolución:
mica universal, característica de la vanguardia de Malévich "Bajo la máscara del realismo se ocultaban los deseos de la
y Jlébnikov, se encierra en la realidad puramente social, con¬ más negra reacción, por todas partes hacían estragos con
trolada por determinadas fuerzas políticas, y les pasa a esas maligna alegría los sacerdotes del arte eterno que simpati¬
fuerzas (concretamente: al Partido Comunista) el peso fun¬ zaban con el Partido KD. Era necesario aniquilarlos, expul¬
damental del trabajo organizativo, dejando para el artista sarlos, neutralizarlos".-11 Arvátov valora negativamente
sólo el cumplimiento de funciones limitadas en el marco de también el renacimiento del arte mimético en los años
un único "encargo del Partido". Aquí, ya en el marco de la veinte, que él, como entonces se acostumbraba en los círcu¬
vanguardia misma y partiendo de su propio proyecto ar¬ los de izquierda, interpreta como un indicio de la reacción
tístico, se realizan la renuncia al derecho de primogenitura, cultural general ligada a la NEP. Al mismo tiempo, está dis¬
la cesión de ese proyecto al poder político real, el cual, de puesto a reconocerle al arte no sólo la función constructiva,
hecho, comienza a asignarse el auténtico papel del artista de y organizadora, sino también la función de agitación, puesto
vanguardia: crear un plan único de la nueva realidad. En que también en esta función suya el arte no sólo refleja la
esencia, la exigencia de tener el poder político total -exi¬ vida, sino que contribuye realmente a la reestructuración de
gencia que dimanaba inmanentemente del proyecto artís¬ la misma. En el marco de esta tarea, Arvátov se ve obligado
tico vanguardista- es sustituida por la exigencia al poder a rehabilitar hasta el cuadro mimético tradicional, cuya ani¬
político totalitario real de que tome conciencia de su pro¬ quilación había tratado de lograr teóricamente el producti-
yecto como proyecto artístico. vismo: "El arte mimético como arte de la fantasía sólo se
La posición de Arvátov se distingue por esa misma dua¬ puede considerar justificado cuando desempeña para sus
lidad en la cuestión del arte mimético tradicional. Por una creadores, al igual que para toda la sociedad, el papel de pre¬
parte, lo declara un indicio de lo incompletamente organi- paración previa para rehacer toda la sociedad"-1 -formu-

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lación que de manera evidente anticipa posiciones poste¬ el arte", significa, además, su capitulación ante la exigencia
riores de la estética del período estaliniano. del papel conductor del Partido, de modo que, en realidad,
Parecida era la posición de otros teóricos que encabe¬ el papel del artista constructor de la vida se ve reducido a
zaban el LEF. En un artículo de N. Chuzhak con el caracte¬ la función de "ornamentador", de diseñador de una reali¬
rístico título "Bajo el signo de la construcción de la vida", dad creada por algún otro, que es la misma función contra
que remite directamente a las ideas de VI. Soloviov,22 se lee, la que el propio Chuzhak protesta resueltamente. No en
por ejemplo, lo siguiente: "El arte como método de cono¬ vano los adversarios del LEF en la AJRR afirmaban que el
cimiento de la vida (...): he ahí el contenido supremo de la programa de éste no se distinguía tanto del programa de
vieja estética burguesa. El arte como método de construc¬ cualquier artista occidental que trabajara en las grandes cor¬
ción de la vida: he ahí la consigna bajo la cual marcha la idea poraciones en calidad de diseñador, en la esfera de la pu¬
proletaria sobre la ciencia del arte".2' Desde luego, ya la re¬ blicidad, etcétera.25 La toma de conciencia de esta con¬
misión a Soloviov muestra que las posiciones de Chuzhak tradicción por el propio Chuzhak provocó inevitablemente
no pueden ser consideradas exclusiva y completamente
el célebre pasaje al final del artículo suyo que estamos exa¬
minando, donde escribe: "Uno se imagina un momento en
"proletarias". Soloviov, siguiendo a Hegel, partió de la con¬
el que la vida real, saturada de arte hasta no más, expulsará
cepción de la finalización del papel cognoscitivo del arte y,
por innecesario al arte, y ese momento será una bendición
por consiguiente, de la necesidad de plantearle al arte un
para el artista futurista, su magnífico 'Ahora me dejas en
nuevo objetivo -la transformación de la realidad misma-,
libertad'. Hasta ese mismo momento ¡quédate parado! -el
para garantizarle una ulterior legitimación. El artista, según
artista es un soldado de la revolución social y socialista que
Soloviov, debe dejar de orientarse por "ideas religiosas he¬
está de guardia a la espera del gran 'cabo de la guardia: ¡Fir¬
redadas", esto es, dejar de crear dentro de la tradición, y pasar
mes!".26
a "la dirección consciente de las encarnaciones de la idea re¬
Aquí no se trata ya de la desaparición del arte como es¬
ligiosa", que deben mostrar las cosas en su fisonomía futura
fera autónoma de actividad, lo que constituía la premisa
-sólo entonces el artista llegará a ser artista "de todo el pue¬
de partida de toda la vanguardia; aquí hay un rechazo del
blo" en el sentido de que él, al no seguir las ideas populares
propio arte vanguardista, del artista precisamente en su en¬
sobre la fisonomía de las cosas como son, les presentará a carnación productivista extrema. El vanguardista no apa-
todos las cosas como serán en el fin de los tiempos.24
La reducción de esta nueva predestinación del arte, que Partc de la frase dicha por Simeón, según la Biblia, al recibir al niño Jesús
Chuzhak de hecho comparte, a una "ciencia proletaria sobre en el Templo. (N. M T. )

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rece aquí como el creador heroico de un mundo nuevo, sino vez mayor, aunque los artistas vanguardistas procuraban
como un estoico entregado a una causa condenada. El arte trabajar con la fotografía y no con el cuadro, y los escrito¬
en su función cognoscitiva no es superado por la ciencia, res vanguardistas, con la así llamada "literatura del hecho",
sino por el concepto, como en Hegel, y el artista es relevado esto es, con material de periódicos y no con las formas na¬
no por el pensador, sino, precisamente en su función nueva, rrativas tradicionales. Pero mientras que los comunicados
vanguardista, de constructor del mundo nuevo, por un jefe de los periódicos sobre las "victorias laborales" o las foto¬
político-militar de toda "la realidad saturada de arte", por la grafías de koljozianas sonrientes y proletarios avanzando
figura mística de "el gran cabo de la guardia", que poco hacia el futuro eran percibidos por los del LEF como "he¬
tiempo después se hizo realidad con la figura plenamente chos" y contrapuestos al arte "ficticio", "ilusorio", del pasado,
real de Stalin. Chuzhak señala la frontera interna del pro¬ al mirar el arte de agitación del LEF, enseguida se hace evi¬
yecto artístico vanguardista. Si la frontera del arte mimético, dente, al menos para el espectador actual, que el material
, que aspiraba al conocimiento del mundo, pasó a ser la cien- con que opera no es una manifestación directa de la "vida",
cia, que había realizado ese proyecto con gran éxito, la fron- sino el resultado de manipulaciones y simulaciones realiza¬
!
í tera del proyecto constructor de vida de la movilización total das con los medios de información de masas, que se hallan
en nombre de la forma bella pasó a ser el poder político-mi¬ bajo el control total del aparato de propaganda del Partido.
litar, que había realizado esa movilización total no en un Todos esos materiales y fotografías de periódicos sobre
proyecto, sino en la realidad. "temas actuales", las "intervenciones de los trabajadores de
i La teoría del LEF se correspondía completamente con su avanzadilla de la producción" y demás producción ideoló¬
praxis artística. El LEF, desde luego, no podía ni influir di¬ gica soviética oficial, que se creaba con arreglo a determi¬
rectamente en la producción, ni determinar las relaciones nados estereotipos que a su vez tenían sus modelos en el arte
sociales constituidas. Por eso los artistas y literatos del LEF idealista, hagiográfico, del pasado, eran percibidos acríti-
concentraron su atención ante todo en la agitación y la pro- camente por los del LEF como material de la vida misma

paganda: Maiakovski se dedicó a realizar las "Ventanas de la sobre el que les correspondía comenzar un trabajo creador,
| pero que, al margen de ese trabajo, estaba en bruto, era pri¬
) ROSTA" (agencia oficial de información de esa época) y a
la publicidad comercial; Rodchenko, se dedicó al cartel; mu- mario. Y aquí se deja ver el talón de Aquiles de toda la es¬
t chos otros, a la conformación de escenificaciones teatrales, tética vanguardista: la incomprensión de los auténticos
I clubes y así sucesivamente. Al mismo tiempo, la producción mecanismos de preparación técnica de la realidad con los
I artística vanguardista se hacía mimética en una medida cada medios contemporáneos de registro de la misma. La foto-

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grafía y la noticia del periódico eran entendidos, tanto por información visual y verbal primaria, hizo que su arte tu¬
los teóricos del LEF como por sus prácticos, como medios viera un carácter derivativo, a pesar de todos sus audaces ex¬
de revelación de la realidad. No estaban en condiciones de perimentos con la palabra del periódico y la publicidad
reflexionar sobre ellos como operación ideológica, en parte (Maiakovski) o con la imagen fotográfica (Rodchenko): ni
porque estaban entusiasmados con la ideología que se ha¬ la palabra del periódico ni la fotografía fueron puestas en
llaba en la base de esa operación, la compartían, y por eso tela de juicio por ellos. Precisamente por eso la ilustrativi-
ellos mismos participaban activamente en esa disección. dad "servil" de la AJRR, por su franqueza, puede ser evaluada
Los ideólogos del LEF miraban con desprecio altanero a en términos del propio análisis formal del LEF y la OPOIAZ,
los "incultos", "reaccionarios" miembros de la AJRR, ocu¬ como una "puesta al desnudo del procedimiento", es decir,
pados simplemente en ilustrar las indicaciones del Partido una puesta al desnudo del carácter derivativo del arte, in¬
con los medios del cuadro tradicional, en un "arte de ideas" cluso el del propio LEF, con respecto a la ideología y sus ma¬
que no aspiraba a una tarea estética independiente, al tiempo nifestaciones directas en forma de directivas, instrucciones
que se veían a sí mismos como "ingenieros del mundo" en y tesis del Partido.
el espíritu de Soloviov, que superaban la oposición entre arte La ceguera de la vanguardia en este respecto la aisló, y
autónomo y arte utilitario mediante la subordinación de su condicionó su doble derrota a fines de los años veinte. Para
arte a una única tarea universal que privaba al arte de au¬ el poder que se consolidaba, las aspiraciones del LEF a una
tonomía sólo en nombre de lo que estaba por encima de construcción autónoma de la vida que se distanciaba del
cualquier fin mundano: rehacer el mundo en su totalidad. proceso real de construcción del socialismo en el país bajo
Desde la posición de esta síntesis, el arte de la AJRR repre¬ la dirección del Partido, se hicieron con el tiempo cada vez
senta realmente una especie de "antisíntesis": una torpe más anacrónicas, inoportunas e irritantes. Al mismo tiempo,
combinación del arte mimético autónomo tradicional y su "la "oposición compañera de ruta", que en muchas cosas
primitiva subordinación utilitaria a la propaganda, la ilus¬ daba el tono en los años veinte, aspiraba precisamente, sin
tración de las últimas indicaciones del Partido. Los del LEF salir del marco de la censura, a presentar con métodos mi-
se veían a sí mismos precisamente como los que estaban lla¬ méticos completamente tradicionales una imagen de la rea¬
mados a "dirigir las encarnaciones" de la nueva religión co¬ lidad que en parte divergía de la oficial; por eso para la
munista, formando el ser y la conciencia. intelectualidad "compañera de ruta", el arte de vanguardia
Sin embargo, la dependencia en que estaban los del LEF apologético para con el poder era absolutamente inacepta¬
con respecto a la técnica ideológica de tratamiento de la ble y hasta peligroso, a causa de las constantes acusaciones

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de "carácter contrarrevolucionario de la forma y del con¬ -y hasta del todo probable, si se toma en cuenta la expe¬
tenido" que partían de los críticos del campo vanguardista, riencia de la historia- que la situación cambie con el tiempo,
acusaciones que en aquellos años duros bien podían con¬ pero por ahora todavía es imposible prever cuándo y cómo
vertirse en una amenaza mortal. puede ocurrir eso.
Dicho sea a propósito, este doble aislamiento de la van¬ En general, se puede afirmar que se cumplió la adver¬
guardia respecto del poder y de la oposición continúa de¬ tencia de Malévich a los constructivistas, muchas veces ex¬
terminando la actitud hacia ella en la Unión Soviética hasta presada por él en sus últimas obras: la búsqueda de la
el día de hoy. Si en Occidente la vanguardia rusa, percibida "perfección" mediante la técnica y la agitación los hace cau¬
en el contexto museal, es altamente apreciada como un fe¬ tivos de la época y los lleva a un callejón sin salida, porque
nómeno artístico original al lado de otros, en su propio país ella equivale a la creación de una nueva iglesia -y todas las
aún no han olvidado las pretensiones de exclusividad de la iglesias son temporales y están condenadas a la ruina cuando
vanguardia y su aspiración a destruir los valores culturales desaparece la fe en ellas-.27 Malévich consideraba que su pro¬
tradicionales, que por poco se hace realidad. El rencoroso pio arte, por el contrario, trascendía cualquier fe o ideolo¬
poder no ha podido perdonarle a la vanguardia, hasta el día gía, que partía de la Nada, de la infinitud material que todo
de hoy, sus intentos de hacerle competencia en la gestión de lo niega y de la anobjetualidad del mundo. Sin embargo,
transformar el país, al tiempo que la no menos rencorosa ya el nombre que le dio Malévich a su principio artístico
oposición no puede perdonarle la celebración del poder y -"suprematismo", es decir, lo supremo- indica que tampoco
el acoso de sus opositores "realistas". Por eso, a excepción de él mismo estaba libre, en modo alguno, de esa orientación
unos pocos entusiastas, en lo fundamental orientados a Oc¬ a la idea de "perfección" que le reprochaba a otros. La quie¬
cidente y a las ideas aceptadas en la ciencia occidental, la re¬ bra de la vanguardia fue programada por el propio Malé¬
surrección de la vanguardia resulta, casi para todos en la vich cuando hizo del artista el señor, el demiurgo, en vez del
Rusia de hoy, innecesaria e indeseable. Mientras que Bul- contemplador. Desde luego, se puede decir que para Malé¬
gákov, Ajmátova, Pasternak y Mándelshtam, que contrapu¬ vich mismo, como también para Jlébnikov, la contempla¬
sieron al nuevo aparato de propaganda su idea tradicional ción y el señorear siguen constituyendo una unidad: en ellos
sobre el papel del escritor, son ahora canonizados en todas todavía vive la fe en la magia de la imagen y la palabra, las
partes, al LEF lo recuerdan la mayoría de las veces como una cuales, como antes la "idea" de Platón o la "verdad" de los
enfermedad indecorosa de la que, por suerte, se salió bien, racionalistas del siglo XVII, están llamadas, con su sola apa¬
y que es mejor no mencionar en público. Es muy posible rición y sin ningún tipo de violencia, a someter pueblos y

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conceder el poder absoluto sobre un mundo encantado. En
este sentido la posición de Malévich es realmente "suprema",
porque marca el punto más alto de la posible fe del crea¬
dor en su creación. Pero este punto fue rápidamente reba¬
sado, y la "reestructuración violenta del viejo modo de vida" 2
comenzó a aplicarse también a quienes "las supervivencias
del pasado" no los dejaban compenetrarse con la verdad de EL ARTE ES TALI NI ANO DE VIVIR
las nuevas iluminaciones místicas. El trabajo sobre la base,
sobre la subconsciencia, el cambio de las condiciones de exis¬
tencia, debían generar en el pueblo una nueva percepción
antes de que a esa percepción se les hicieran accesibles las
verdades supremas de la nueva ideología.

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