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Interciencia

Asociación Interciencia
interciencia@ivic.ve
ISSN (Versión impresa): 0378-1844
VENEZUELA

2000
Carlos Galindo Leal
LA CIENCIA DE LA CONSERVACIÓN EN LATINOAMÉRICA
Interciencia, mayo-junio, año/vol. 25, número 003
Asociación Interciencia
Caracas, Venezuela
pp. 129-135

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal

Universidad Autónoma del Estado de México


CIENCIA DE LA CONSERVACIÓN
EN AMÉRICA LATINA

CARLOS GALINDO-LEAL

ctualmente la humanidad ción humana se triplicó aumentando de 1,7


atraviesa por dos fuertes mil millones a aproximadamente 6 mil mi-
cambios de suma impor- EXTINCIONES llones. Desde los años 60 la población se
tancia global: Una crisis atmosférica que duplicó y seguirá aumentando, estimándose
involucra principalmente la pérdida de la No sólo las ballenas que para el año 2050 habrá entre 7,7 y
capa de ozono (Benedick, 1991) y el los delfines los osos 11,2 mil millones de seres humanos en el
sobrecalentamiento de la tierra debido al los elefantes los mandriles planeta (Ehrlich, 1997; UNPD, 1998). Las
efecto invernadero (IPCC, 1992; Schneider, la foca fraile el bontebok consecuencias del tamaño poblacional no
1989), y una crisis biológica, también co- los bosques la amazonia son directamente proporcionales, ya que el
nocida como crisis de la extinción o de la corren peligro de extinguirse consumo de recursos y sus consecuencias
pérdida de la biodiversidad (Soule, 1986; ambientales por parte de los países desarro-
Ehrlich, 1988; Western, 1992). también enfrentan ese riesgo llados son considerablemente más pronun-
La humanidad ha pasado las promesas / los himnos ciados que en los demás países (Hall et al.,
antes por situaciones algo similares. La lle- la palabra de honor / la carta magna 1995).
gada del hombre al continente americano, los jubilados / los sin techo
el último continente colonizado, coincidió los juramentos mano en biblia La Crisis Biológica en Latinoamérica:
con un cambio global de clima (la última la ética primaria / la autocrítica Pérdida de Opciones Para
glaciación) y con una pérdida de diversidad los escrúpulos simples el Desarrollo
considerable: la extinción de la megafauna el rechazo al soborno
(Martin y Klein, 1984; Diamond, 1989; la cándida vergüenza de haber sido Si bien la pérdida de bio-
Galindo-Leal, 1997a). Numerosas especies y el tímido dolor de ya no ser diversidad es un fenómeno global, entre el
fueron presa principal de los pioneros en el 60 y 70% de la biodiversidad se encuentra
nuevo continente. Tanto el cambio climáti- habría por lo tanto que tapar solamente en 12 ó 14 países, y casi la mi-
co como la presión de cacería se conside- con buena voluntad y con premura tad de éstos están en Latinoamérica. La lo-
ran responsables de la extinción de la gran el agujero cada vez más grande calización geográfica, el relieve y la histo-
mayoría de estas especies (Diamond, 1992). en la capa de ozono / y además ria de estos países han permitido el desa-
Actualmente, sin embargo, a diferencia de el infame boquete en la conciencia rrollo de una riqueza impresionante de es-
crisis anteriores, tanto la crisis atmosférica de los decididores / así sea pecies de flora y fauna (Myers, 1988;
como la de la biodiversidad se deben direc- 1991; Mittersmeier y Wener, 1990). A la
tamente a nuestras propias actividades y su MARIO BENEDETTI par de la diversidad biológica, en estos paí-
paso es mucho más acelerado (Vitousek et ses existe una gran diversidad cultural con
al., 1986). una maravillosa herencia de conocimiento
La razón de las crisis ac- tradicional de la biodiversidad (Toledo et
tuales no es difícil de explicar. Básicamente me en cuántos somos y cuánto consumi- al., 1995; Wilcox y Duin, 1996; Mitte-
resultan del metabolismo de la especie hu- mos (Ehrlich y Ehrlich, 1990; Ehrlich, rmeier et al., 1999). No es coincidencia
mana, que en su forma más simple se resu- 1997). En los pasados 90 años, la pobla- que aquí se encuentren los centros de do-

PALABRAS CLAVES / Conservación / Ciencia de la Conservación / Desarrollo Sustentable / Biodiversidad / América Latina /

Carlos Galindo-Leal. Biólogo, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, México.


Maestro en Ciencias y Doctor en Filosofía, Ph.D. Ecología, Universidad de Columbia Británica, Vancouver, Canadá. Ex-In-
vestigador del Instituto de Ecología A.C. en México e investigador asociado de la Facultad de Bosques de la Universidad de
Columbia Británica, Canadá. Director Asociado del Programa de Investigación Tropical del Centro para la Biología de la
Conservación, Universidad de Stanford. Dirección: Center for Conservation Biology, Stanford University, California, 94305-
5020, USA. e-mail: galindo@leland.stanford.edu

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Bahamas
México y Centroamérica Caribe Sudamérica
Belice
Dominica French Guiana
Panamá

Antigua y Barbuda Argentina


México

Nicaragua Trinidad y Tobago Brasil

Honduras
Jamaica Paraguay
Costa Rica

St. Vincent y las Grenadines Venezuela


Guatemala

El Salvador Barbados Ecuador

0 100 200 300 400 500 600 700 0 100 200 300 400 500 600 700 0 100 200 300 400 500 600 700
Habitante por kilómetro cuadrado Habitante por kilómetro cuadrado Habitante por kilómetro cuadrado

Figura 1. Densidades poblacionales de países latinoamericanos en 1998 y 2050 (datos de World Population Projections UNDP 1998).

mesticación (y por lo tanto de diversidad co (Myers, 1996; Green, 1997). El reem- ca, México y Venezuela (Clarke, 1999;
genética) del maíz, frijol, papa, chile, taba- plazo de bosques y selvas por zonas agrí- Nash, 2000).
co, amaranto, cacao, tomate, aguacate, pi- colas y ganaderas, la pérdida de suelo, La conservación es el
mienta, papaya, hule, vainilla, etc. (Smith azolve de presas debido a la erosión, la mantenimiento de la diversidad biológica
et al., 1992). La unión de estos dos facto- contaminación, etc., reducen la capacidad nativa a largo plazo. Las pérdidas biológi-
res, riqueza biológica y riqueza cultural, de los ecosistemas de proporcionar los ser- cas tienen sus raíces en problemas sociales,
hace que estos países latinoamericanos ten- vicios que siempre hemos tomado por gra- económicos y políticos. La biología de la
gan una importancia estratégica en la con- tuitos (Daily, 1997). Estos servicios, inclu- conservación proporciona herramientas téc-
servación de la biodiversidad a nivel mun- yendo generación y renovación del suelo, nicas para entender los sistemas ecológicos
dial y por lo tanto una gran relevancia y purificación de agua y aire, mitigación de y mantenerlos adecuadamente. Sin embar-
responsabilidad ante el futuro de la huma- sequías e inundaciones, destoxificación y go, la conservación es un proceso social.
nidad. descomposición de deshechos, polinización Las soluciones implican la participación de
A su vez, Latinoamérica de plantas cultivadas y no cultivadas, etc., la sociedad y, por lo tanto, la comprensión
presenta los niveles mas altos de deforesta- son responsables de los niveles de produc- de aspectos socioeconómicos y políticos.
ción en el mundo (Dourojeanni, 1999; tividad y estabilidad de los sistemas que Nos concentraremos en los retos latinoame-
Clarke, 1999). La doble riqueza biológica y mantienen las economías nacionales en La- ricanos para contestar las preguntas centra-
cultural no ha beneficiado al continente tinoamérica (Keipi, 1999). les de la ciencia de la biología de la con-
sino, por el contrario, ha sido aprovechada A pesar de la importan- servación: ¿Qué hay que conservar?, ¿En
principalmente por la estrecha asociación cia estratégica de Latinoamérica en estos dónde hay que conservar? y ¿Cómo hay
entre las clases gobernantes y los intereses aspectos ambientales, el tema ambiental que conservar?
internacionales predominantes desde la con- apenas está siendo tomado en cuenta. En
quista. Las causas de la crisis biológica en consecuencia nos enfrentamos a problemas ¿Qué Hay Que Conservar?
el continente están asociadas a una compli- ambientales en sistemas biológicos mucho
cada red que incluye la extrema pobreza re- más diversos y complejos que en países El mantenimiento de la
sultado de la desigualdad social, la ignoran- desarrollados y carecemos de un ejército biodiversidad implica la conservación de la
cia y la historia de sobrexplotación de re- de profesionales preparados para combatir- composición, estructura y función de paisa-
cursos naturales propiciada por intereses los. jes, ecosistemas, comunidades, poblaciones
económicos nacionales e internacionales (Ga- Los argumentos para fo- y especies, y de la información genética a
leano, 1987; Vandermeer y Perfecto, 1995; mentar la conservación son muy variados, diversas escalas de tiempo y de espacio
Green, 1997; Clarke, 1999). Además, la incluyendo desde los económicos hasta los (Noss, 1990). El primer paso para conser-
mayoría de los países latinoamericanos aún religiosos, pasando por ecológicos, estéti- var es conocer lo que existe y cual es su
mantienen altas tasas de crecimiento pobla- cos, éticos, etc. (Dorst, 1972; Myers, estado. Sin embargo, Latinoamérica carece
cional, con grandes demandas sobre el me- 1983; Ceballos y Galindo, 1984; Ehrlich incluso de información sobre aspectos bási-
dio ambiente. Con excepción de Brasil, los y Ehlrich, 1992). Actualmente la princi- cos de la mayoría de las especies: distribu-
países megadiversos tienen tasas de entre 2 pal razón para impulsar la conservación ción, tendencias poblacionales y autoeco-
y 2,9% anuales comparadas con tasas de en Latinoamérica es que el desarrollo logía (Salas, 1996; Weber, 1996). La pro-
menos de 1% en por ejemplo, Estados Uni- sostenible incluye la conservación del re- porción tan baja de investigadores que de-
dos, Canadá y Cuba. Las proyecciones para curso como requerimiento indispensable sarrollan este tipo de información y la baja
el año 2050 pronostican grandes aumentos de gestión eficiente para asegurar su prioridad que recibe tienen como conse-
de población en Guatemala y El Salvador, sostenibilidad. Nuestras principales activi- cuencia la carencia de información básica
y en varias islas caribeñas (Figura 1), que dades productivas dependen directamente adecuada, complicando aún más el comple-
actualmente presentan problemas ambienta- de los sistemas ecológicos y viceversa, lo jo proceso de conservación.
les graves (Myers, 1996). cual se ha hecho evidente en los desas- Varios países latinoame-
Paradójicamente, los paí- tres ambientales provocados por el si- ricanos han establecido listas de especies
ses latinoamericanos dependen substancial- nergismo de eventos naturales (huracanes, bajo categorías prioritarias de conserva-
mente de sistemas ecológicos saludables lluvias, sequías) y la deforestación, su- ción (en peligro, amenazadas, raras, etc.;
para su propio desarrollo y futuro económi- cedidos recientemente en Centro Améri- véase Solis et al. 1999, Young et al.,

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1996). Sin embargo, en la mayoría de los A nivel mundial menos se una proporción importante de especies
casos, éstas son el producto de opiniones del 1% del planeta se encuentra designado (Miller, 1996; Neraasen y Nelson, 1999).
de unos pocos expertos y no de investi- como áreas protegidas (Mittermeier et al., Es necesario llevar a cabo
gaciones sobre las tendencias de distribu- 1999). En Latinoamérica se considera que el manejo adaptativo e investigación en zo-
ción y el estado poblacional de dichas el 6,6% se encuentra bajo designación de nas agropecuarias y de manejo forestal,
especies. De hecho, sería imposible efec- protección (Clarke, 1999). En muchos paí- buscando alternativas para mantener niveles
tuar estudios sobre el estado poblacional ses, la política de decretar áreas protegidas aceptables de la diversidad biológica y po-
de la gran diversidad de especies presen- no ha funcionado. De hecho, ni siquiera blaciones viables en estas áreas (Rice y
tes en la mayoría de los países latinoa- existe una metodología para evaluar su éxi- Ward, 1996; Western, 1989; Salas, 1998;
mericanos. Las perspectivas del enfoque to o fracaso. Aún en Estados Unidos, don- Nudds, 1999). Debemos orientar nuestras
de concentrar el esfuerzo en especies de se inició esta estrategia de conservación propuestas a las grandes zonas modificadas
amenazadas no son muy alentadoras en y existe un alto presupuesto (US$1,4 mil del planeta, incorporando profesionales de
Latinoamérica. Debido al reducido núme- millones anuales) para su manutención, han ciencias naturales que participan en la pro-
ro de profesionales, a la gran diversidad desaparecido muchas especies de las áreas ducción económica (ingenieros forestales,
de especies y complejidad de los ecosis- protegidas (Newmark, 1985; 1995). La ra- agrónomos, veterinarios) en la ciencia de la
temas, a los limitados recursos, y a la ve- zón principal de estas extinciones locales conservación. Los profesionales de estas
locidad de transformación de los paisajes radica en nuestro desconocimiento sobre la disciplinas tienen un fuerte impacto sobre
naturales, es necesario sugerir estrategias dinámica ecológica regional que mantiene el ambiente. Por ejemplo, los ingenieros fo-
regionales de conservación (Salas, 1996; la gran diversidad de las especies (Noss, restales se concentran estrechamente en la
Noss et al., 1997). 1987; Friedman, 1988; Baker, 1989; Grum- extracción forestal sin tener en cuenta la
Una de las estrategias bine, 1990; Saunders et al., 1991; Hudson, gran diversidad de valores de los bosques
prometedoras es enfocar la estructura y di- 1991). La mayoría de las áreas protegidas (Galindo-Leal y Bunnell, 1995; Galindo-
námica del paisaje a nivel regional, inte- han sido creadas sin incluir criterios ecoló- Leal y Weber, 1998). De igual manera, los
grando áreas protegidas con las zonas gicos en su localización y delimitación agrónomos simplifican drásticamente a los
agropecuarias adyacentes. En este mosaico (Theberge, 1989; Galindo-Leal, 1997b; ecosistemas optimizando la producción a
es necesario mantener y restaurar superfi- Kremen et al., 1999; Cooperrider et al., través de la aplicación de fertilizantes, her-
cies adecuadas de la diversidad de ecosis- 1999; Galindo-Leal et al., 2000). La estra- bicidas, etc. Es primordial que la formación
temas nativos y la conectividad entre ellos tegia de creación de Reservas de la Biosfe- profesional de los especialistas de estas dis-
(Scott et al., 1999; Johnson et al., 1999; ra (zonificación concéntrica) que incluye ciplinas incluya biología de la conservación
Galindo-Leal, 1999). En Latinoamérica el comunidades humanas locales, también ha y la ecología.
mosaico agrícola, además de influir en la carecido de criterios ecológicos y económi- En resumen, es necesa-
composición, estructura y función de las cos de diseño que permitan el manteni- rio compartir las actividades de conserva-
áreas protegidas, también contiene elemen- miento de las especies nativas a largo plazo ción entre áreas protegidas y paisajes alta-
tos que requieren de estrategias de conser- (Galindo-Leal y Weber, 1998; Cooperrider mente modificados. A su vez, es indispen-
vación. Por ejemplo, es fundamental man- et al., 1999). sable que los profesionales de las activida-
tener las variedades de especies cultivadas Nos encontramos, enton- des productivas que transforman el paisaje
(maíz, frijol, papa, calabaza, etc.) transfor- ces, ante un dilema. Por una parte, nos obtengan en su formación aspectos básicos
madas por un largo proceso de selección concentramos en la estrategia de conservar de conservación.
cultural y prácticas tradicionales (procesos) especies en áreas protegidas cuya mayoría
que les han dado origen. no son representativas, son poco producti- ¿Cómo Hay Que Conservar?
En resumen, debido a la vas o inaccesibles, su tamaño disminuye rá-
complejidad de los ecosistemas tropicales y pidamente y la influencia del mosaico que La conservación de la di-
a la falta de conocimientos, es necesario las rodea cada vez es mayor, reduciendo su versidad biológica implica el mantenimien-
poner más énfasis en estrategias regionales efectividad para conservar a las poblaciones to de procesos ecológicos a diversas escalas
de desarrollo y conservación que integren que ahí viven. Por otra parte, los pocos in- (Noss, 1990). Podríamos dividir el cómo
el paisaje transformado por actividades eco- vestigadores de ciencias biológicas son hay que conservar en dos estrategias: con-
nómicas (agricultura, ganadería, explotación atraídos a realizar su investigación en zonas servación en reservas y conservación en
forestal, etc.) con el paisaje protegido o protegidas, remotas, con poca perturbación, paisajes manejados.
semiprotegido. etc., bajo la idea de que éstos son los úni- Dentro de la estrategia
cos lugares donde podemos aprender el de “conservación en reservas” debemos
¿En Dónde Hay Que Conservar? funcionamiento de los sistemas naturales. promover la integración de estas áreas en
Sin embargo, ambas actitudes son como el contexto regional, ya que la gran mayo-
A gran escala, las áreas querer tapar el sol con un dedo. Un míni- ría son relativamente pequeñas para cum-
geográficas prioritarias para la conservación mo porcentaje del planeta se encuentra re- plir con sus objetivos. Dicha integración
en Latinoamérica han sido delineadas re- presentado en áreas “protegidas” y la ma- debe considerar la dinámica del paisaje y
cientemente bajo diversos criterios y enfo- yoría ha sido modificado por las activida- el desarrollo de actividades económicas
ques (Biodiversity, 1995; Dinerstein et al., des humanas, especialmente la agricultura. con menor deterioro ambiental en áreas
1995). La creación de áreas protegidas El resultado de estas actitudes es que des- circunvecinas a las áreas protegidas, con
(Parques Nacionales, Reservas de la Biosfe- conocemos el impacto de la transformación el fin de mantener procesos como la com-
ra, Santuarios, etc.) ha sido la principal es- del paisaje por la agricultura y otras activi- plementación, suplementación, efectos de
trategia de conservación. Si bien las áreas dades productivas sobre la biodiversidad. vecindad y relaciones de hábitats
protegidas son indispensables para conser- En algunos casos, los impactos son eviden- donadores y receptores (Dunning et al.,
var y conocer la dinámica natural de los tes cuando hay pérdida total de hábitats a 1992), así como para disminuir el aisla-
ecosistemas, cada rincón del planeta requie- gran escala. Sin embargo, en otros casos, miento, y la probabilidad de problemas
re de programas de conservación, dentro y cuando hay paisajes agrícolas mezclados genéticos, demográficos y ambientales so-
fuera de áreas protegidas. con ecosistemas naturales, puede mantener- bre las poblaciones. A su vez, las áreas

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protegidas confieren una gran diversidad Limitaciones con otros fines. Esto es particularmente crí-
de servicios ambientales a sus vecinos. tico en el área de conservación, donde los
Los límites no deben ser drásticos, deben La Biología de la Conser- escasos recursos disponibles deben ser utili-
considerar los procesos ecológicos a nivel vación es una ciencia aplicada y es una zados eficientemente. Durante los pasados
de paisaje (Theberge, 1989; Galindo-Leal ciencia de crisis (Soule, 1986). Ambas ca- veinte años he sido testigo del anónimo
et al., 2000). Un ejemplo de esta integra- racterísticas tienen consecuencias importan- fracaso de muchos proyectos de conserva-
ción lo representa el Parque Nacional de tes. En la actualidad los proyectos de con- ción y por lo tanto de financiamientos des-
Yellowstone, con un tamaño de aproxima- servación son marginales y a pesar de las perdiciados. ¿Cuáles son las razones de es-
damente 9.000 km2. Para mejorar el cum- catástrofes ambientales que suceden, aun tos fracasos?
plimiento de sus objetivos de conserva- no juegan un papel central en las decisio- Existen varias razones
ción, el parque fue incorporado a un área nes de la mayoría de los países, particular- identificadas que contribuyen al fracaso. En
de 20.000 km2, conocida como el Gran mente cuando hay grandes inversiones primer lugar las organizaciones financieras
Ecosistema de Yellowstone (Shafer, 1991; como en el caso de los megaproyectos de determinan las prioridades de financiamien-
Glick y Clark, 1998). Esta estrategia no “desarrollo”. Algunos de éstos involucran to sin un conocimiento de los problemas
incluyó cambios de tenencia de la tierra, áreas tan importantes como Parques Nacio- locales, que incluyen aspectos sociales, po-
sino la incorporación de alternativas de nales y Reservas. En muchos países esas líticos, económicos y biológicos, y en don-
manejo en zonas circundantes. Actualmen- áreas son usadas para actividades petroleras de las coyunturas temporales son extrema-
te el área abarca 2 parques nacionales, 7 y, de hecho, los territorios de las concesio- damente importantes. Por su parte las orga-
reservas forestales, 2 refugios de fauna sil- nes petroleras en Guatemala, Ecuador y nizaciones locales acomodan sus proyectos
vestre y varias propiedades privadas y del Perú se sobreponen en gran medida a los para satisfacer el interés de las agencias fi-
estado. territorios de las áreas protegidas en estos nancieras, aunque se desvíe de la proble-
La estrategia de “conser- países (Kimerling, 1991). Muchos otros mática central.
vación en paisajes manejados” que inclu- proyectos también tienen considerables im- El financiamiento dismi-
ye zonas agropecuarias, plantaciones, pactos sociales y ambientales como es el nuye drásticamente al pasar por varias or-
bosques manejados, etc., también debe caso de la construcción de grandes presas y ganizaciones. Por ejemplo, en el caso de
mantener en lo posible la dinámica ecoló- canales, gasoductos y plantaciones, por Estados Unidos, fuentes privadas y guber-
gica propiciando prácticas que restablez- mencionar algunos casos recientes. namentales otorgan dinero a organizaciones
can la estructura, composición y función Las palabras “ecología, que no llevan a cabo los proyectos directa-
del paisaje regional y de otras escalas biodiversidad, desarrollo sustentable”, for- mente, sino que mantienen contactos con
(Opdam et al., 1995; Rice y Ward, man parte del vocabulario diario de muchas ONGs “socios” en Latinoamérica, a las que
1996). Dentro de las zonas manejadas y personas. Sin embargo, los problemas am- financian. Ambas instancias utilizan parte
sus alrededores, es importante mantener o bientales aún no pasan a un primer plano. (considerable) del apoyo para pagar gastos
restaurar estructuras (como cercos vivos, Uno de los primeros retos en Latinoamérica indirectos (personal administrativo, oficina
árboles muertos en pie, etc.), que propor- es la incorporación de la conservación y las imprescindibles relaciones publicas).
cionan refugio a gran diversidad de orga- como una prioridad económica y social Aunque existen organizaciones locales ca-
nismos. Es necesario favorecer conexio- para el desarrollo sostenible. Para lograr paces y excepcionalmente organizadas,
nes a través del paisaje, restaurando y/o esta incorporación es necesario tomar ac- otras carecen de la preparación técnica para
protegiendo ecosistemas ribereños que ciones que incluyen el mejoramiento de los llevar a cabo los proyectos encomendados,
enlazan fragmentos y posibilitan el movi- profesionales del ambiente, la divulgación y realizan el trabajo con estándares muy
miento y la colonización de las especies. y utilización de la información científica bajos. Sin embargo, éste no ha sido un fac-
A una escala más amplia es fundamental relevante a diversos niveles y por diversos tor limitante ya que las organizaciones fi-
mantener un mosaico diverso de ecosiste- medios, y la formulación y aplicación de nancieras incorporan como uno de sus ob-
mas (aún agrícolas), y sus procesos eco- acciones más coherentes de conservación y jetivos la “capacitación institucional”. De
lógicos entre diversos parches. manejo que respondan a la solución de esta manera los proyectos también son uti-
Al ser una ciencia de problemáticas globalmente analizadas. lizados como experimentos en la formación
crisis, es importante que se tomen deci- Desde el punto de vista de instituciones. En los casos en los que
siones basadas en el conocimiento dispo- del quehacer científico, existen tres fuertes las organizaciones locales reconocen su fal-
nible lo más pronto posible (Hollings, limitaciones en Latinoamérica en cuanto al ta de personal técnico preparado para reali-
1978). Es esencial reconocer que se pue- cómo conservar: 1) La intrincada dinámica zar los proyectos, contratan a otra organiza-
den tomar decisiones con poca informa- del financiamiento; 2) La falta de forma- ción (generalmente académica) aumentando
ción usando aproximaciones. Por ejem- ción de profesionales en el campo ambien- un eslabón más en la “cadena trófica”.
plo, el diseño del sistema de parques na- tal; y 3) La escasa divulgación de la infor- ¿Cómo es que estas orga-
cionales de Nueva Guinea se hizo utili- mación relevante en forma adecuada. nizaciones reciben financiamiento para lle-
zando la topografía como una aproxima- La dinámica del financia- var a cabo proyectos para los cuales no es-
ción de la diversidad biológica miento. A menudo se considera que uno de tán capacitadas? Mi experiencia revisando
(Diamond, 1986). Actualmente, las imá- los principales problemas en Latinoamérica reportes finales de proyectos financiados
genes de satélite proporcionan una herra- es la falta de financiamiento. Sin embargo, por organizaciones extranjeras en Ecuador,
mienta poderosa para tomar decisiones quizá más importante es el desperdicio del Perú, Guatemala y México me sugiere que
regionales para mantener la continuidad escaso financiamiento. Gran parte de los muchos entes financieros carecen de perso-
de los ecosistemas, sin necesidad de lle- proyectos de conservación en Latinoaméri- nal capacitado para evaluar los resultados,
var a cabo estudios sobre el movimiento ca están financiados por agencias interna- o simplemente no los evalúan. Al parecer,
de las poblaciones (Galindo-Leal, 1999; cionales gubernamentales y fundaciones las fundaciones que proporcionan apoyo
Galindo-Leal et al., 2000). Es importante privadas. Desafortunadamente, muchos pro- económico no han establecido mecanismos
saber utilizar la información disponible y yectos usan los limitados recursos financie- adecuados para evaluar objetivamente los
reconocer las “lagunas” que requieren de ros deficientemente o se aprovechan de las avances y resultados de los proyectos.
estudios más detallados. modas para obtener recursos y utilizarlos Cuando los oficiales de programa viajan a

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los sitios de los proyectos para realizar eva- curriculum de las ciencias ambientales debe Con los inventarios bioló-
luaciones, las organizaciones locales tienen incluir las herramientas necesarias para ha- gicos se ha vuelto más importante saber
preparado el “teatro” para demostrar la cer más efectivo el proceso de adquisición cuántas especies viven en un lugar, que co-
efectividad de sus proyectos. De la misma y utilización del conocimiento. Los profe- nocer la historia natural de dichas especies
forma en que las organizaciones donantes sionales de la conservación requieren de o los cambios poblacionales y sus causas.
son efectivas en definir y condicionar las habilidades para que su papel en la socie- En Latinoamérica es prioritario conocer
prioridades o tipos de proyectos a ser fi- dad sea efectivo como complemento a su muchos aspectos de la biología de las espe-
nanciados, también deberían ser efectivas formación científica básica. cies para garantizar su conservación y ma-
en definir la calidad de los resultados. Es imprescindible formar nejo (Weber, 1996). Los inventarios ade-
Una de las principales ba- profesionales con una mente crítica y más han tenido como consecuencia la co-
rreras para cualquier aprendizaje es ignorar creativa capaces de identificar y sintetizar lecta indiscriminada de especímenes. El ob-
o esconder los errores. Los proyectos de problemas, proponer soluciones y comuni- jetivo de la investigación se transforma mu-
conservación a menudo tienen este proble- car efectivamente sus resultados a todos ni- chas veces en completar la mejor colección
ma. Después de un financiamiento de va- veles. Esta formación debe incluir marco local con el mayor número de especies y
rios años, los proyectos se presentan como lógico y análisis crítico (McNab, 1983; Ga- especimenes, en lugar de responder a pre-
si fueran exitosos a pesar de sus rotundos lindo-Leal, 1987a; Murphy y Noon, 1991; guntas científicas. Al parecer muchos in-
fracasos y falta de impacto. Las institucio- Romesburg, 1981; 1991; Sinclair, 1991), vestigadores piensan que la única manera
nes e investigadores financiados temen no diseño y análisis (Hurlbert, 1984; Un- de obtener información es disecando los
volver a recibir apoyo si las fundaciones se derwood, 1990; 1997), redacción (Lertz- datos (Galindo-Leal, 1987b). Debemos
dan cuenta de que los proyectos no han man, 1995; Magnusson, 1995; Galindo- cuestionarnos constantemente sobre la nece-
sido exitosos. Leal, 1996b), ética profesional (Santana, sidad y la ética de colectar organismos.
El desperdicio de finan- 1990; Galindo-Leal 1996a; Drews, 1996), y Comunicación de la in-
ciamiento en varias de las etapas descritas comunicación científica y pública, tanto formación científica para la toma de deci-
anteriormente podría reducirse con: 1) In- oral como escrita (Jukofsky y Wille, 1995). siones. La ciencia en Latinoamérica ha se-
corporación de evaluadores de los proyec- La tesis de licenciatura debería ser el vehí- guido los esquemas propuestos por países
tos en diversas fases (propuesta, ejecución, culo de integración de estos conocimientos. desarrollados, enfatizando las publicaciones
análisis y divulgación de resultados). Los Sin embargo en muchos países latinoameri- científicas en revistas especializadas para la
evaluadores deben conocer las realidades canos la tesis no cumple con su objetivo de evaluación de los investigadores. A diferen-
locales y no tener compromisos que afecten capacitar a profesionales en las actividades cia de otras ciencias, la ciencia de la con-
su evaluación positiva o negativamente. 2) anteriores. Por el contrario, constituye una servación requiere, además de la publica-
Entrenamiento de profesionales de la con- barrera para la graduación de muchos estu- ción del conocimiento técnico, de acciones
servación en el proceso de adquisición y diantes debido a la falta de supervisión ase- alternativas como son la síntesis de conoci-
divulgación de conocimiento. 3) Elabora- sores y sus altos costos. Con adecuada mientos relevantes disponibles y su traduc-
ción y mantenimiento de formatos de pro- planeación las tesis se podrían efectuar en ción a un lenguaje adecuado para que sean
puesta, avances de resultados y reportes fi- 6 meses integrando los procesos anteriores utilizados en la toma de decisiones por la
nales que faciliten la evaluación del pro- con la suficiente calidad para publicarse en sociedad y sus representantes. Este tipo de
yecto y mejoren la formación de los profe- revistas científicas. actividades y publicaciones no son conside-
sionales. 4) Inclusión de una sección en los Es esencial formar profe- radas relevantes por los sistemas de evalua-
reportes para la identificación de dificulta- sionales que disciernan cuáles resultados de ción científica. No existen incentivos para
des, errores y fracasos. la investigación de vanguardia son relevan- promover estas actividades entre los inves-
La formación de profesio- tes para las condiciones latinoamericanas. tigadores y, al contrario, generalmente pe-
nales. Durante los pasados 25 años la cien- Por ejemplo, el largo debate sobre las ven- nalizan a los que participan en ellas. Si
cia de la conservación ha madurado y desa- tajas de un área protegida grande o varias bien los sistemas de evaluación mantienen
rrollado múltiples herramientas teóricas y pequeñas que ocupó tantas páginas en re- la productividad y calidad científica, es im-
prácticas, integrando el conocimiento de vistas científicas, es irrelevante para las portante analizar y cuestionar el tipo de ac-
otras ciencias como la taxonomía, genética, condiciones latinoamericanas (y de la ma- tividad científica que se requiere para resol-
biogeografía, ecología, etc. (Soule, 1985; yoría de los países) ya que no existe la po- ver los críticos problemas ambientales ac-
1986; Primack, 1993; Ehrlich, 1997; Meffe sibilidad de escoger entre alternativas. Exis- tuales.
y Carroll, 1997). Pese al rápido avance de ten preguntas relevantes y preguntas irrele- Siendo una ciencia apli-
esta nueva ciencia, su mayor desarrollo y la vantes y es importante saber distinguir en- cada, la biología de la conservación tiene
formación de profesionales se concentra en tre ellas e identificar las prioridades de in- dos públicos: los que obtienen el conoci-
países desarrollados (Jacobson, 1990; vestigación “orientada” que contribuyan a miento (los investigadores) y los que lo
Jacobson et al., 1992), contrastando con el solucionar problemas de conocimiento so- utilizan (los practicantes). Los investigado-
reducido número de científicos latinoameri- cioeconómico en el uso y conservación de res son ecólogos y biólogos de la conser-
canos en la especialidad. En pocas univer- recursos (Ortiz, 1992). La “moda” de la vación familiarizados con las revistas en
sidades latinoamericanas se ofrecen cursos biodiversidad ha estimulado los inventarios donde se publican los resultados. Pero
en biología de la conservación, ecología biológicos como los Programas de Evalua- ¿quiénes son los practicantes? Estos cons-
del paisaje, ecología de la restauración y ciones Rápidas (RAP). Desafortunadamen- tituyen un público extremadamente varia-
ecología económica. Estas disciplinas pro- te, gran parte de estos inventarios carecen do. Desde el político, que debería tener
porcionan marcos de referencia relevantes y de diseño de muestreo y proporcionan poca conciencia de los problemas ambientales,
alternativas importantes para afrontar la cri- información para hacer comparaciones y el empresario que buscará alternativas
sis de la extinción y proveen herramientas (Galindo-Leal, 1987b). La investigación de beneficio económico dentro de las ten-
potenciales a ser incorporadas en las reali- debe estar bien diseñada y sistematizada dencias actuales de mercado, hasta el pú-
dades económicas y sociales locales. para identificar prioridades de conservación blico en general que tendrá que decidir
Además de la incorpora- a diversos niveles y escalas temporales y entre diversas opciones que afectan su ca-
ción de las disciplinas mencionadas, el espaciales. lidad de vida. Este público ignora comple-

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tamente las fuentes primarias en donde se tiérrez (Cuba), Juan Carlos Ortiz y Ana Ehrlich PR, Ehrlich A (1990) The population ex-
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conservación no sólo lo representan las re- Galeano E (1987) Las venas abiertas de América
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