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del siglo XXI, cuando presenciamos nada menos de Frankfurt investigaron sobre la economía po- dirección por Habermas en su debate sobre la
que la urbanización a escala mundial – la ‘revo- lítica, las dinámicas psicosociales, las tendencias tecnocracia con Niklas Luhmann a principios de
lución urbana’ anticipada hace ya casi cuatro evolutivas y las propias contradicciones internas la década de 1970 (Habermas & Luhmann, 1971),
décadas por Henri Lefebvre (1972[1970]). Bajo del capitalismo moderno de forma intelectual- y de forma más elaborada y madura en su obra
condiciones de urbanización mundial y crecien- mente innovadora y políticamente subversiva cumbre Teoría de la acción comunicativa a me-
temente generalizada (Lefebvre (1972[1970]); (Arato & Gebhardt, 1990; Bronner & Kellner, diados de los ochenta (Habermas, 1985; 1987).
Schmid, 2005; Soja & Kanai, 2007), el proyecto 1989; Wiggershaus, 1995).
de la teoría social crítica y el de la teoría urbana Pero sin duda la visión más politizada de
crítica están más interconectados que nunca. Fue Max Horkheimer (1982[1937]) la teoría crítica fue la presentada por Herbert
quién, escribiendo desde su exilio en la ciudad de Marcuse a mediados de la década de 1960 en su
Crítica y teoría social crítica Nueva York en 1937, introdujo la noción de “teoría clásico El hombre unidimensional. Para Marcuse,
crítica”. El concepto fue inmediatamente desarro- la teoría crítica implicaba una crítica inmanente
El concepto moderno de crítica deriva llado y extendido por sus colegas Theodor Adorno de la sociedad capitalista bajo su configuración
principalmente de la ilustración, y fue madu- y Herbert Marcuse, y posteriormente, en senti- actual: la teoría crítica se ocupaba, insistía, de
rado de forma sistemática especialmente por dos divergentes, por Jürgen Habermas, hasta la “las alternativas históricas que, como tendencias
Kant, Hegel y la izquierda hegeliana (Marcuse, década de 1980. Bajo la óptica de la Escuela de y fuerzas subversivas, desafían a la sociedad es-
1954; Habermas, 1973; Jay, 1973; Calhoun, 1995; Frankfurt, la teoría crítica representaba una rup- tablecida” (1964:xi–xii, cursivas añadidas). Hay
Therborn, 1996). Pero con el desarrollo de la críti- tura decisiva respecto a las formas de marxismo por tanto una conexión directa entre el proyecto
ca de la economía política en la obra de Marx esta que prevalecían bajo la Segunda Internacional, de Marcuse y un aspecto central de la crítica de
noción adquiere un sentido nuevo (Postone, 1993). con su ontología del trabajo y la invocación a la la economía política planteada originalmente por
Para Marx, la crítica de la economía política im- lucha de clases y la revolución proletaria como Marx: la búsqueda de alternativas emancipato-
plicaba, por un lado, una forma de Ideologiekritik, base principal para la transformación social bajo rias latentes en la actualidad, partiendo de las
un desenmascaramiento de los mitos, reifica- el capitalismo. Además, la Escuela de Frankfurt contradicciones de las relaciones sociales exis-
ciones y antinomias históricamente específicas se ocupó de otros problemas específicos de su tentes (como ha enfatizado sistemáticamente
que impregnan los modos de conocimiento bur- contexto histórico a mediados del siglo XX, co- Postone, 1993).
gueses. Con igual importancia, Marx entendía la mo la crítica del fascismo en Alemania y otros
crítica de la economía política no sólo como una lugares; la crítica de la tecnología, el consumismo Elementos clave de la teoría
crítica de las ideas y discursos sobre el capita- de masas y las industrias culturales bajo el capi- crítica: cuatro proposiciones
lismo, sino como una crítica del capitalismo en talismo de posguerra en Europa y los Estados
sí mismo, y como una contribución al esfuerzo Unidos; y, particularmente en los trabajos tardíos Hay, por supuesto, profundas diferencias
por superarlo. En esta concepción dialéctica, una de Herbert Marcuse, la crítica de los marcos ins- epistemológicas, metodológicas, políticas y sus-
tarea clave es revelar las contradicciones inter- titucionales que reprimen el potencial latente de tantivas entre autores como Horkheimer, Adorno,
nas dentro de la totalidad social históricamente emancipación humano. Marcuse y Habermas. Sin embargo, puede de-
específica generada por el capitalismo. cirse que sus obras en conjunto conforman un
La noción de teoría crítica de la Escuela núcleo, en ellas subyace una concepción común
Este planteamiento de la crítica pre- de Frankfurt fue trazada inicialmente como un de la teoría crítica (para una lectura alternativa
tende incorporar varias funciones relevantes. concepto epistemológico. En el ensayo clásico de pero compatible ver Calhoun, 1995). Esta con-
En primer lugar, muestra las formas de poder, Horkheimer Teoría tradicional y teoría crítica, cepción puede resumirse haciendo referencia a
exclusión, injusticia y desigualdad que sustentan publicado en 1937, se utilizaba para delimitar una cuatro proposiciones fundamentales: la teoría
las formaciones sociales capitalistas. En segundo alternativa a los enfoques positivistas y tecnocrá- crítica es teoría; es reflexiva; implica una crítica
lugar, para Marx, la crítica de la economía po- ticos en la ciencia social y la filosofía burguesa a la razón instrumental; y se centra en la separa-
lítica trata de iluminar el paisaje de las luchas (Horkheimer, 1982[1937]). Como es bien sabido, ción entre lo presente y lo posible. Estas cuatro
sociopolíticas existentes y emergentes: conecta en la década de 1960 Adorno continuó esta línea proposiciones están indisolublemente entrela-
los discursos ideológicos de la esfera política con de análisis en el Positivismusstreit (debate sobre zadas y son mutuamente constitutivas; el pleno
los antagonismos (de clase) y las fuerzas sociales el positivismo) con Karl Popper (Adorno et al., significado de cada una de ellas sólo puede com-
subyacentes en la sociedad burguesa. Y, tal vez 1976), y de nuevo bajo una forma completamente prenderse en relación a las demás (ver Figura 1).
más importante, Marx entendió la crítica como diferente en sus escritos filosóficos sobre dia-
un medio para explorar, tanto en la teoría como léctica y teoría estética (puede encontrarse una La teoría crítica es teoría
en la práctica, la posibilidad de forjar alternati- muestra de ellos en O’Connor, 2000). La noción En la Escuela de Frankfurt, la teoría
vas al capitalismo. Una crítica de la economía de teoría crítica fue elaborada de nuevo en otra crítica es abierta y pretendidamente abstracta.
política serviría de este modo para mostrar có-
mo las contradicciones inherentes al capitalismo
socavan el propio sistema y, al mismo tiempo,
apuntan a su superación con otros modos de or-
ganizar las capacidades sociales y las relaciones La teoría crítica es teoría
sociedad/naturaleza.
esperanza de una revolución proletaria, su bús- como una práctica social cotidiana. Desde este básico para la disciplina en su conjunto. En este
queda de un sujeto revolucionario en la posguerra punto de vista, la denominada oposición teoría/ sentido, la teoría urbana crítica se ha desarrollado
generó un sombrío pesimismo respecto a la posi- práctica no es un artefacto de confusión teórica en un terreno intelectual y político que ya había
bilidad real de una transformación social y, sobre o una insuficiencia epistemológica, sino producto sido cultivado extensamente, no sólo por Marx,
todo en la obra de Adorno y Horkheimer, un ale- de la configuración social en la que se inscribe la sino también por los diversos teóricos de la Es-
jamiento hacia preocupaciones filosóficas y esté- teoría crítica. No hay ninguna teoría que pueda cuela de Frankfurt. Dado el carácter acentuado,
ticas relativamente abstractas (Postone, 1993). superar esta oposición, porque, por definición, incluso antagónico, de los debates metodológi-
no puede superarse teóricamente; solo puede ser cos, epistemológicos y sustantivos entre los ur-
Marcuse, por contra, presenta una pos- superada en la práctica. banistas críticos desde la constitución del cam-
tura muy diferente respecto a esta cuestión en la po a principios de la década de 1970 (véase, por
‘Introducción’ a El hombre unidimensional. En Teoría crítica y la cuestión de ejemplo, Gottdiener, 1985; Saunders, 1986; Soja,
ella coincide con sus colegas en que, a diferencia la urbanización 2000; Brenner & Keil, 2005; Robinson, 2006) es
de la etapa constitutiva de la industrialización ca- esencial no perder de vista estas grandes áreas de
pitalista, el capitalismo tardío del siglo XX carece Si bien la obra de Marx ha ejercido una acuerdos fundacionales.
de agentes o agencias de cambio social evidentes; influencia enorme en el campo de los estudios
en otras palabras, el proletariado ya no funciona críticos urbanos post-68, muy pocas voces en Sin embargo, dado que el campo de los
como una clase “para sí”. Sin embargo, Marcuse este campo se han enfrentado directamente a estudios urbanos críticos continúa evolucionan-
(1964:xii) insiste enfáticamente en que “la nece- la obra de la Escuela de Frankfurt. No obstan- do y diversificándose a principios del siglo XXI,
sidad de un cambio cualitativo es más apremiante te, creo que la mayoría de autores que se sitúan resulta oportuno someter a un cuidadoso escruti-
que nunca […] para la sociedad en su conjunto, dentro del universo intelectual de los estudios nio y debate sistemático el supuesto carácter “crí-
para cada uno de sus miembros”. En este contex- urbanos críticos respaldarían, al menos en térmi- tico” de esta teoría. En una incisiva crítica femi-
to, Marcuse interpreta que el carácter abstracto nos generales, una concepción de la teoría crítica nista a Habermas, Fraser (1989) hizo la célebre
de la teoría crítica está orgánicamente asociado articulada a través de las cuatro proposiciones pregunta “¿Qué tiene de crítica la teoría crítica?”.
en ese momento a la ausencia de un agente obvio antes sintetizadas: La pregunta de Fraser también puede plantearse
de cambio social radical, emancipatorio. Además, - insisten en la necesidad de argumentos acerca del campo de estudios discutido en este
sostiene que las abstracciones asociadas con la abstractos, teóricos, acerca de la natura- número de City: ¿qué tiene de crítica la teoría
teoría crítica sólo desaparecerán a través de lu- leza de los procesos urbanos bajo el capi- urbana crítica? Precisamente debido a que el mo-
chas concretas e históricas: “Los conceptos teó- talismo, al mismo tiempo que rechazan vimiento de destrucción creativa del proceso de
ricos”, sugiere Marcuse (1964:xii) “culminan en la servidumbre de la teoría respecto a urbanización capitalista continúa avanzando a
el cambio social”. Esta potente proposición nos preocupaciones inmediatas, prácticas o escala mundial, los significados y modalidades
devuelve a la idea de teoría crítica como teoría. instrumentales; de crítica nunca pueden mantenerse constantes;
Así como el impulso crítico de la teoría crítica - perciben el conocimiento de las cuestio- deben, por contra, ser continuamente reinven-
está condicionado y orientado históricamente, nes urbanas, incluyendo las perspectivas tados en relación a la evolución desigual de las
también su orientación teórica es continuamente críticas, como especificidades históricas geografías económico-políticas de este proceso
moldeada y reformada a través de transformacio- y mediadas por relaciones de poder; y los diversos conflictos que engendran. Esto es,
nes socio-políticas en evolución. - rechazan el tipo de análisis urbano de bajo mi punto de vista, uno de los principales de-
motivación instrumental, tecnocrática y safíos a los que se enfrentan los teóricos urbanos
La posición de Marcuse recuerda la fa- regido por los intereses del mercado, que críticos hoy día, un desafío con el que varios de
mosa afirmación de Marx en el tercer volumen promueve la conservación y reproducción los contribuyentes de este número de City lidian
de El Capital acerca de que toda ciencia sería de las formaciones urbanas existentes; y de forma bastante productiva.
superflua si no hubiese distinción entre realidad - están preocupados por ahondar en las
y apariencia. Del mismo modo, Marcuse sugiere posibilidades de formas de urbanismo al- Como se indica anteriormente, el concep-
que, en un mundo en el que se estuviese dando un ternativas y radicalmente emancipatorias to de crítica desarrollado por Marx y el enfoque de
cambio social radical o revolucionario, la teoría que están latentes, aunque sistémica- teoría crítica elaborado en la Escuela de Frankfurt
crítica sería efectivamente marginada o incluso mente reprimidas, en las ciudades con- eran intrínsecos a formaciones capitalistas
disuelta, no en su orientación crítica, pero en temporáneas. históricamente específicas. De acuerdo con el
cuanto teoría: devendría una práctica concreta. necesario requisito de reflexividad, cada uno de
O, dicho de otro modo, es precisamente debido Por supuesto, cualquier contribución estos enfoques se entiende explícitamente a sí
a la represión de las prácticas sociales revolucio- a la teoría urbana crítica puede entrar más en mismo en el seno de dicha formación y se orienta
narias, transformadoras y emancipadoras en el sintonía con alguna de estas proposiciones que conscientemente hacia una crítica de la misma.
capitalismo contemporáneo que la teoría crítica con otras pero parecen, de forma acumulati- Esta condición de reflexividad, como se expli-
permanece como teoría crítica, y no simplemente va, constituir un fundamento epistemológico ca más arriba, debe ser central para cualquier
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intento de apropiación o reinvención de la teoría fordista-keynesiana del desarrollo capitalista, los planetaria generalizada en la cual, y a través de
crítica a principios del siglo XXI, ya sea urbana o procesos de urbanización –manifestados sobre la cual, se organizan y combaten simultáneamente
en otra esfera. Sin embargo, como ha argumen- todo en la conformación y expansión de regiones la acumulación de capital, las regulaciones de la
tado Postone (1993; 1999), las condiciones de urbanas a gran escala– tuvieron un papel crucial vida político-económica, la reproducción de las
posibilidad para la teoría crítica se han recons- en las dinámicas de acumulación del capital y en relaciones sociales cotidianas y la contestación de
tituido a fondo en el periodo del capitalismo la organización de las relaciones sociales cotidia- los futuros posibles para la humanidad y la Tierra.
post-fordista y post-keynesiano. La naturaleza nas y las luchas políticas. Sin embargo, bajo las Bajo esta óptica, es cada vez más insostenible
de las limitaciones estructurales de las formas actuales condiciones geo-históricas el proceso de considerar las cuestiones urbanas como una más
emancipatorias de cambio social y la imagina- urbanización se ha generalizado crecientemente entre las muchas subdisciplinas especializadas
ción asociada de alternativas al capitalismo se a escala mundial. La urbanización ya no se refiere hacia las que se puede aplicar un enfoque teórico
han transformado cualitativamente debido a la simplemente a la expansión de las ‘grandes ciu- crítico – en paralelo a, por ejemplo, la psicología
aceleración de la integración geoeconómica, la dades’ del capitalismo industrial, al crecimiento social, la educación, las industrias culturales, etc.
financiarización acelerada del capital, la crisis del de los centros de producción metropolitanos, las Por contra, cada una de las claves metodológicas y
modelo intervencionista de estado de bienestar redes de asentamientos suburbanos y las con- orientaciones políticas asociadas a la teoría críti-
de posguerra, la neoliberalización aún en mar- figuraciones regionales de infraestructuras del ca, como se ha discutido anteriormente, requiere
cha de las formas estatales y la profundización de capitalismo fordista-keynesiano, o a la extensión hoy enfrentarse a los patrones contemporáneos
las crisis ecológicas planetarias (Albritton et al., lineal de las poblaciones urbanas en las anticipa- de urbanización capitalista y sus consecuencias
2001;. Harvey, 2005). La reciente crisis financie- das ‘mega-ciudades’ mundiales. Como anticipaba de largo alcance para las relaciones sociales, po-
ra global –resultado final de una ‘montaña rusa’ Lefebvre (2003[1970]) hace casi cuatro décadas, líticas, económicas y ecológicas.
de catastróficos crashes regionales que han hecho este proceso se despliega ahora en mayor medida
oscilar la economía mundial durante la última dé- a través de la extensión desigual de un ‘tejido ur- Esta es una afirmación intencionadamen-
cada (Harvey, 2008)– ha generado una nueva ola bano’ compuesto por diversos tipos de patrones te provocativa, y este breve artículo no ha ofreci-
de reestructuración mundial que ha rearticulado de inversión, espacios de asentamiento, matri- do más que un modesto intento de delimitar la
aún más profundamente las condiciones de po- ces de uso del suelo y redes de infraestructuras necesidad de un compromiso de este tipo junto
sibilidad epistemológicas, políticas e institucio- a través de la economía mundial en su conjunto. con algunos de los parámetros intelectuales que a
nales para cualquier teoría social crítica (Brand Sin duda la urbanización sigue manifestándose grandes rasgos podrían posibilitarlo. Claramente,
& Sekler, 2009; Gowan, 2009; Peck et al., 2010). en forma de una expansión masiva y continua para llevar a cabo esta reorientación “urbanísti-
Si bien los cuatro elementos de la teoría crítica de las ciudades, ciudades-región y mega-ciu- ca” de la teoría crítica se requerirá una mayor re-
antes mencionados seguramente conservan una dades-región, pero implica igualmente la con- flexión teórica, abundante investigación concreta
relevancia apremiante a comienzos del siglo XXI, tinua transformación socioespacial de diversos y comparativa, así como estrategias de investiga-
sus significados y categorías específicos necesitan asentamientos espaciales con menores índices ción creativas y colaborativas que puedan nutrir
ser cuidadosamente reconceptualizados. El reto de aglomeración pero cada vez más interconec- las condiciones institucionales necesarias para la
para aquellos comprometidos con un proyecto de tados a los grandes centros urbanos a través de efervescencia de los conocimientos críticos so-
teoría crítica es proceder de un modo adecuado redes inter-urbanas e inter-metropolitanas de bre la urbanización contemporánea. Argumenté
al marco de un continuo avance del capital, de las infraestructuras cada vez más densas. Estamos anteriormente que los urbanistas críticos deben
tendencias de crisis y contradicciones derivadas asistiendo, en resumen, nada menos que a la in- trabajar para aclarar y redefinir continuamente
del mismo, y de las luchas e impulsos de oposi- tensificación y extensión del proceso de urbani- el carácter “critico” de sus complicidades, orien-
ción que genera en los diversos escenarios de la zación a todas las escalas espaciales y en toda taciones y compromisos teóricos a la luz de los
economía mundial. la superficie del espacio planetario (Lefebvre, procesos de reestructuración urbana a comienzos
2003[1970]; Schmid, 2005). del siglo XXI. Dadas las profundas transformacio-
Confrontar esta tarea depende, a mi jui- nes ligadas a estos procesos, este momento parece
cio, de una integración mucho más sistemática Como sucedía en fases anteriores del igualmente oportuno para integrar de forma más
de las cuestiones urbanas dentro de la teoría desarrollo capitalista, las geografías de la urba- sistemática e integral la problemática de la urba-
crítica en su conjunto. Como se menciona an- nización son profundamente desiguales –pero nización dentro de la arquitectura intelectual de
teriormente, la problemática de la urbanización sus parámetros ya no están confinados a un úni- la teoría crítica en su conjunto.
ha recibido muy poca atención desde la perspec- co tipo de asentamiento espacial, ya sea definido
tiva clásica de la Escuela de Frankfurt; sólo re- como una ciudad, una ciudad-región, una región Agradecimientos
cientemente los amplios bosquejos de Benjamin metropolitana o incluso una mega-ciudad-región.
(2002) sobre la transformación capitalista en Consecuentemente, bajo las condiciones contem- Agradezco a Peter Marcuse, Margit Mayer
el Paris del siglo XIX han generado un interés poráneas, lo urbano ya no puede verse como un y Christian Schmid los provechosos debates que
académico significativo (Buck-Morss, 1991). In- espacio diferenciado y relativamente acotado; hemos mantenido y sus comentarios críticos so-
cluso durante la fase liberal-competitiva y la fase por contra se ha convertido en una condición bre este trabajo.–