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Segundo Parcial
Conceptos Claves:
Introducción:
Sin embargo, el análisis no termina allí, ya que el hecho de que aumente el precio de la gasolina
afecta a otros mercados, como por ejemplo el de los alimentos, el de los autos (demanda), etc.
Así, existe una transmisión a otros mercados relacionados con el de la gasolina. Surge
entonces la pregunta de cual será el equilibrio final en todos los mercados (propio y
relacionado) resultante de un impuesto a la cantidad consumida de gasolina.
Para esto, partiremos de una sencilla economía de intercambio puro, donde no existe
producción y los individuos consumen las dotaciones que un ente superior les ha distribuido.
Luego a dicho modelo sencillo le iremos incorporando PRODUCCION, lo que nos da la
posibilidad de consumir más allá de las dotaciones. Uniendo todas las piezas, encontraremos
el EQUILIBRIO GENERAL, BAJO EL SUPUESTO DE QUE TODOS LOS MERCADOS QUE
ANALIZAMOS SON PERFECTAMENTE COMPETITIVOS.
Mercado Laboral.
Como eligen los trabajadores
cuanto ofrecer de trabajo.
1 ECONOMIA DE INTERCAMBIO PURO
SUPUESTOS:
o Imaginaremos una sencilla economía en la que hay dos consumidores A y B, y dos bienes
que se pueden consumir (Comidas y Vestidos)
o Los bienes no se producen, sino que llegan en cantidades fijas (dotaciones para cada
consumidor): Wi j = dotación del bien j para el consumidor i.
j
o Tanto el individuo A y B consumen cantidades positivas de los bienes: X i = Consumo del
bien j por parte del consumidor i.
X VA + X BV = W AV + WBV
C C V V
Si asignamos ahora valores W A =75 W B =25 W A =70, W B =130
¿Qué harán lis individuos A y B con sus dotaciones iniciales?
Opciones:
o Limitarse a consumir sus dotaciones. Pero….¿Será esa la mejor opción, es decir, aquellas
que maximiza su utilidad del consumo?
Ojo: De acuerdo a las formas de la curva de indiferencia, A una mayor preferencia por los
vestidos (RMS = ½), mientras que B tiene una mayor preferencia por los alimentos (RM=1/2) ,
por tanto los dos disfrutarían de un mayor bienestar si A le da una unidad de alimentos a B a
cambio de una de vestidos.
EQUILIBRIO FINAL: Los individuos intercambiaran sus dotaciones hasta el punto donde
maximicen sus utilidades y ya no sea posible intercambiar mas, es decir, donde ya no sea
posible obtener mas ganancias del comercio, y este punto se da donde
RMSA = RMSB
Introducimos entonces los siguientes conceptos:
Demostración matemática1
Para demostrar esto matemáticamente, se tiene que una asignación eficiente en el sentido de
Pareto mejora lo más posible el bienestar de cada agente, dada la utilidad del otro. Para ello
vamos a suponer una economía formada por dos agentes, A y B, donde el nivel de utilidad del
agente B es µ . Veremos entonces cómo podemos mejorar al máximo el bienestar de A dada la
utilidad fijada del B.
El problema de maximización es
max u (x )
1
A A , x A2
x1A , x 2A , x1B , x B2
( ) ( ( ) )
L = u A x1A , x A2 − λ u B x1B , xB2 − u
− µ (x
1
1
A + x − w ) − µ (x + x
1
B
1
2
2
A
2
B − w2 )
λ es el multiplicador de Lagrange de la restricción de la utilidad y las µ son los
multiplicadores de Lagrange de las restricciones de los recursos. Cuando derivamos con
respecto a cada uno de los bienes, tenemos cuatro condiciones de primer orden que deben
cumplirse en la solución óptima:
1
Varian, Hal: “Microeconomía Intermedia”. Cuarta Edición. Capítulo 28, p.p 537 - 539
∂L ∂u A
= − µ1 = 0
∂x1A ∂x1A
∂L ∂u A
= − µ2 = 0
∂x A2 ∂x A2
∂L ∂u
= −λ 1B − µ1 = 0
∂xB
1
∂xB
∂L ∂u
= −λ 2B − µ 2 = 0
∂xB
2
∂xB
Si dividimos la primera ecuación por la segunda y la tercera por la cuarta, tenemos que:
∂u A ∂x1A µ1
RMS A = =
∂u A ∂x A2 µ 2
∂u B ∂x1B µ1
RMS B = =
∂u B ∂xB2 µ 2
Así, en una asignación eficiente en el sentido de Pareto, las relaciones marginales de sustitución
entre los dos bienes deber ser iguales, ya que, de lo contrario, habría algún intercambio que
mejoraría el bienestar de ambos consumidores.
Recordemos las condiciones que debe cumplir la elección óptima de los consumidores. Si el A
está maximizando la utilidad sujeta a su restricción presupuestaria y el B está maximizando la
utilidad sujeta a su restricción presupuestaria y ambos se enfrentan a los mismos precios de los
bienes 1 y 2, debe cumplirse que
∂u A ∂x1A p
= 1
∂u A ∂x A p2
2
∂u B ∂x1B p
= 1
∂u B ∂xB p2
2
Obsérvese la similitud con las condiciones de eficiencia. Los multiplicadores de Lagrange de las
condiciones de eficiencia, µ1 y µ 2 , son exactamente iguales que los precios p1 y p 2 de las
condiciones de la elección del consumidor. Así, los multiplicadores de Lagrange se llaman
algunas veces precios sombra o precios de eficiencia.
Todas las asignaciones eficientes en el sentido de Pareto tienen que satisfacer condiciones como
∂u A ∂x1A µ1 ∂u B ∂x1B µ1
las de las ecuaciones RMS A = = y RMS B = = .
∂u A ∂x A2 µ 2 ∂u B ∂xB2 µ 2
Todos los equilibrios competitivos tienen que satisfacer condiciones como las de las ecuaciones
∂u A ∂x1A p1 ∂u B ∂x1B p
= y = 1 . Las condiciones que describen la eficiencia en el sentido
∂u A ∂x A p2
2
∂u B ∂xB p2
2
o Partimos del supuesto de que existe una tercera persona que es un subastador de los
bienes de los dos agentes, A y B. Este subastador es un agente hipotético, ficticio, que fija
los precios con la esperanza de fomentar los intercambios que sean mutuamente
beneficiosos.
o Dicho subastador elige un precio del bien 1 y otro del bien 2 y se lo presenta a los agentes.
o Cada agente ve entonces cuanto vale su dotación a los precios elegidos y decide que
cantidad compraría a esos precios.
o Demanda bruta: Cantidad total que desean los agentes a los precios vigentes X1, X2.
o Demanda neta: es la diferencia entre la demanda total y la dotación del bien: z1=X1 – W1
Proceso de ajuste continúa hasta que la demanda sea igual a la oferta y por tanto si existe un
exceso de demanda en uno de los bienes, entonces deberá subir su precio.
En el grafico tenemos que todo el mundo quiere vender alimentos y comprar vestidos y así no
puede organizarse intercambio alguno por tanto el cociente de precios iniciales no logra un
equilibrio.
“Es así que los precios se ajustan para reflejar las preferencias de los consumidores y la cantidad
total que desea comprar cada persona a los precios vigentes, es igual a la cantidad total
existente”
“Un equilibrio walrasiano es un conjunto de precios tal que cada consumidor elige la
cesta que prefiere de entre las mas asequibles y todas las decisiones de los individuos son
compatibles en el sentido de que la demanda es igual a la oferta en todos los mercados”
Intuición:
En todo proceso de maximización de la utilidad, el individuo elegirá la mejor cesta que este a su
alcance y esa elección se dará en el punto donde la RMS entre los dos bienes debe de ser igual a
la relación de precios. Pero si todos los consumidores se enfrentan a los mismos precios, todos
tienen que tener la misma RMS entre cada uno de los dos bienes. Esto implica que las curvas de
indiferencia deben de ser tangentes entre si.
Algebraicamente tenemos que se debe de cumplir que la suma de las demandas netas debe de
ser igual a cero
Definiendo al exceso de demanda agregada del bien 1 como la suma de las demandas netas de
cada consumidor
Podemos entonces describir el equilibrio (p1*, P2*) diciendo que el exceso de demanda agregada
de cada bien es igual a cero:
¿Realmente un mercado competitivo permite obtener todas las ganancias derivadas del
comercio? ¿Es decir, es este eficiente en el sentido de Pareto?
Para esto debemos plantearnos si, una vez que se ha comerciado y se ha alcanzado un equilibrio
competitivo en el que la demanda es igual a la oferta en todos los mercados, es deseable
realmente otro intercambio.
LEY DE WALRAS
p1 z1 ( p1 , p2 ) + p2 z 2 ( p1 , p2 ) ≡ 0
Es decir, el valor del exceso de demanda agregada es idénticamente igual a cero, lo que significa
que es cero cualquiera que sea el precio que se elija y no sólo a los precios de equilibrio.
Demostración matemática2
Esta ley se demuestra sumando las restricciones presupuestarias de los dos agentes.
Consideremos primero el agente A. Dado que su demanda de cada bien satisface su
restricción presupuestaria, tenemos que
p1 x1A ( p1 , p2 ) + p2 x A2 ( p1 , p2 ) ≡ p1 w1A + p2 wA2 ,
O sea,
[ ] [ ]
p1 x1A ( p1 , p2 ) − w1A + p2 x A2 ( p1 , p2 ) − wA2 ≡ 0
p1e1A ( p1 , p2 ) + p2 e A2 ( p1 , p2 ) ≡ 0
[ ] [
p1 x1B ( p1 , p2 ) − w1B + p2 xB2 ( p1 , p2 ) − wB2 ≡ 0]
p1e1B ( p1 , p2 ) + p2 eB2 ( p1 , p2 ) ≡ 0
Sumando las ecuaciones de A y B y utilizando la definición de la demanda agregada,
z1 ( p1 , p2 ) y z 2 ( p1 , p2 ) , tenemos que:
[ ] [ ]
p1 e1A ( p1 , p2 ) + e1B ( p1 , p2 ) + p2 e A2 ( p1 , p2 ) + eB2 ( p1 , p2 ) ≡ 0
2
Varian, Hal: “Microeconomía Intermedia”. Cuarta Edición. Capítulo 28, p.p 521 - 522
p1 z1 ( p1 , p2 ) + p2 z 2 ( p1 , p2 ) ≡ 0
Ya podemos ver de dónde procede la ley de Walras: dado que el valor del exceso de
demanda de cada agente es cero, el valor de la suma de los excesos de demanda de los dos
debe ser cero, por tanto si la demanda es igual a la oferta en un mercado, también deben ser
iguale en el otro.
Esta ley debe cumplirse cualquiera que sea el precio, ya que cada agente debe satisfacer su
restricción presupuestaria cualquiera que sea el precio. Dado que se cumple cualquiera que
sea el precio, se cumple, en particular, en el caso del conjunto de precios al que el exceso de
demanda del bien 1 es cero:
z1 ( p1* , p2* ) = 0
z 2 ( p1* , p2* ) = 0
( *
Por lo tanto, como afirmamos antes, si hallamos un conjunto de precios p1 , p2 al que la
*
)
demanda del bien 1 es igual a su oferta, tenemos la garantía de que la demanda del bien 2
debe ser igual a su oferta.
¿Cómo sabemos que existe un conjunto de precios al que la demanda es igual a la oferta en
todos los mercados? Es decir, ¿Cómo tenemos certeza de la existencia de un equilibrio
competitivo?
Sabemos que supuestamente en un mercado con k bienes, había que determinar k-1 precios
relativos y habría k – 1 ecuaciones de equilibrio que establecería la igualdad entre la demanda y
la oferta. Dado que el número de ecuaciones es igual al número de incógnitas, se supone que
debe existir una solución en la que se cumplieran todas las ecuaciones.
Pero el simple recuento de las ecuaciones e incógnitas no es suficiente para demostrar que existe
una solución de equilibrio, sin embargo hay instrumentos matemáticos que pueden usarse para
establecer su existencia.
9 Así, uno de los supuestos esenciales para la existencia de equilibrio es que la función de
demanda agregada sea continua. Esto se da si las funciones de demanda individual son
continuas, por los que las preferencias deben de ser convexas.
x1A ( p1 , p2 , m A ) = a
mA
p1
x A2 ( p1 , p2 , m A ) = (1 − a )
mA
p2
x1B ( p1 , p2 , mB ) = b
mB
p1
xB2 ( p1 , p2 , mB ) = (1 − b )
mB
p2
Donde a y b son los parámetros de las funciones de utilidad de los dos consumidores. En
condiciones de equilibrio, la renta monetaria de cada individuo viene determinada por el
valor de su dotación:
m A = p1 w1A + p2 wA2
mB = p1 w1B + p2 wB2
Por lo tanto, los excesos de demanda agregada de los dos bienes son
z1 ( p1 , p2 ) = a
mA mB
+b − w1A − w1B
p1 p1
p1w1A + p2 wA2 p w1 + p2 wB2
=a +b 1 B − w1A − w1B
p1 p1
Y
z 2 ( p1 , p2 ) = (1 − a ) + (1 − b )
mA mB
− wA2 − wB2
p2 p2
p1w1A + p2 wA2 p w1 + p2 wB2
= (1 − a ) + (1 − b ) 1 B − wA2 − wB2
p2 p2
Si se elige a p 2 como precio del numerario ( p 2 es 1) las ecuaciones se trasforman en
Para hallar el precio de equilibrio, igualamos a cero cualquiera de las dos y despejamos p1 .
Según la ley de Walras, debemos obtener el mismo precio de equilibrio, cualquiera que sea la
ecuación que resolvamos.
3
Varian, Hal: “Microeconomía Intermedia”. Cuarta Edición. Capítulo 28, apéndice p.p 537 - 539
awA2 + bwB2
p1* =
(1 − a )w1A + (1 − b )w1B
Si introducimos este valor de p1 en las ecuaciones de la igualdad de la demanda y la oferta
podemos verificar que ésa se satisface.
Todo Equilibrio competitivo es eficiente en el sentido de Pareto por lo que se agotan todas las
ganancias derivadas del comercio.
Surge entonces el segundo teorema Fundamental del Bienestar el cual nos dice que:
Este Teorema entonces implica que pueden separarse los problemas de la distribución de los
problemas de la eficiencia en los cuales tiene un rol fundamental los precios. Estos
desempeñan dos papeles en el sistema de mercado: la asignación y la distribución.
El segundo teorema del bienestar establece entonces que es posible redistribuir las dotaciones
de bienes para determinar la riqueza de los agentes y utilizar los precios (mercado) para indicar
la escasez relativa.
De esta manera tenemos que los precios no deben ser intervenidos por razones de equidad
distributiva ya que su papel es reflejar los costos incurridos en las acciones de los agentes lo
que es parte de que las asignaciones finales sean eficientes. Por lo tanto, en un mercado
perfectamente competitivo, la decisión marginal de consumir una mayor cantidad de un bien o
una menor depende del precio, que mide el valor que conceden en el margen a este bien todas
las personas..
Tenemos entonces el caso de intentos por tratar de redistribuir la renta a través del sistema
de precios ofreciendo a unas personas precios más bajos que a otras para determinados
productos. Así, por ejemplo, se ha afirmado que deberían bajarse las tarifas telefónicas de los
pensionistas y las tarifas eléctricas de los pequeños usuarios, pero esto es una forma ineficiente
de redistribuir la renta. Lo más simple es solo redistribuirla: Si se le da a una persona un
dólar adicional, ésta podrá consumir una mayor cantidad de cualquiera de los bienes que desee
y no necesariamente el bien subvencionado. Ejemplo de ello en Ecuador es el Bono de la
Pobreza.
¿Cuál sería una manera adecuada de transferir las dotaciones con el objetivo de lograr un
equilibrio más justo?
Para responder esta pregunta, tenemos que el primer problema al que nos enfrentamos es
¿Cuáles son las dotaciones que vamos a distribuir y cómo las medimos para determinar el
mecanismo de distribución adecuado?
Podemos partir respondiendo esta pregunta al indicar que podemos definir como dotación
a la capacidad de trabajar de que poseen todos los individuos y una forma de medirla sería
el trabajo que podrían considerar vender y no en la cantidad que terminan vendiendo.
En cambio, gravar el valor potencial del trabajo -es decir, la dotación de trabajo- no es
distorsionador ya que dicho valor potencial del trabajo es algo que no puede ser alterado por
un impuesto. Por tanto lo importante es gravar algo que podría venderse y no algo que se
vende. Un ejemplo de ello sería cobrar un impuesto de suma fija que consiste en obligar a
cada consumidor a entregar semanalmente al Estado el dinero que gana por 10 horas de
trabajo, así, este tipo de impuesto sería independiente del tiempo que trabaja el individuo y
tampoco depende de la cantidad de trabajo que vendiera sino sólo de la dotación de trabajo.
Tendríamos entonces que estamos aplicando el segundo teorema Fundamental del Bienestar
en forma adecuada: Utilizando los precios para reflejar la escasez y las transferencias de
cantidades fijas de riqueza para alcanzar los objetivos distributivos. Como se mencionó
anteriormente estas dos decisiones son en gran medida separables.