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MORAL SOCIAL
1.- PERSPECTIVAS BÍBLICAS PARA LA ÉTICA SOCIAL CRISTIANA.
Aquí nos limitáremos a constatar las perspectivas globales que ofrece la Sagrada
escritura para orientar el ethos social cristiano. Dichas perspectivas pueden ser agrupadas en
torno a cuatro ejes temáticos: dimensión religiosa de la justicia humana; la predicación social
de la tradición profética; la acusación de incoherencia de una actitud religiosa que no se
traduce en compromiso ético; la normatividad ética de la actuación y enseñanza de Jesús de
Nazaret.
La actitud de justicia como dimensión ética de la vida social cristiana debe quedar
matizada y configurada por todos los aspectos que presenta la noción bíblica de justicia.
resumimos estos aspectos en los siguientes:
La justicia que proclaman los profetas y la injusticia que denuncian son una justicia y
una injusticia delante de Dios. Las exigencias de la justicia están ligadas indisolublemente a la
religión. De ahí que el acto liberador de Dios para su pueblo sea la razón y el motivo de las
prescripciones sociales y de la predicación social de los profetas. Para la predicación profética
el derecho y la justicia tienen una dimensión religiosa y hay que entenderlos en referencia al
Dios de la revelación; manifiesta la voluntad de un Dios personal.
La ley y el orden jurídico son expresión de la voluntad de Dios. Por eso se entiende la
justicia como fidelidad a la ley de Dios. El "justo" es el que responde a la voluntad de Dios; es
el que está de acuerdo con los planes y designios de Dios. esta aceptación de Dios se tendrá
que manifestar en la vida social. Es entonces cuando aparece la vertiente social de la justicia
bíblica.
1.2.- Los derechos del "pobre" en la predicación profética.- Lo que los profetas
destacan a plena luz, no es primero el derecho del poseedor, es ante todo el derecho del
humilde, del pobre, del huérfano de la viuda, del extranjero; es decir de los que los poseedores
tienden a excluir de la comunidad de bienes y que deben ser reintegrados a ella.
La voz profética a favor del pobre se oye a lo largo de todo el Antiguo Testamento.
Recordemos algunos momentos y aspectos más importantes:
- Amos tiene una palabra fuerte de recriminación contra los ricos que hacen la vida
imposible para los pobres (Am 8, 4-6).
- Otro profeta, Miqueas, se alza en una época de grande prosperidad material para los
dos reinos de Judá y de Israel, que dominaban las rutas comerciales de Siria, Egipto y Arabia,
pero de no menor corrupción moral producida por la avaricia, la injusticia y la ambición de las
clases elevadas (Miq 2, 1-2).
1.3.- Acusación a la religión sin ética.- Los profetas acusan como vacía y vana la
religión sin ética (cf. Am 5, 21-25; Is 1, 10-16; Miq 6, 5-8; Sal 50, 18-19). "Quiero amor y no
sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos" (Os 6, 6).
1.4.- Actitudes de Jesús ante la cuestión social.- La actitud de Jesús ante la cuestión
social puede ser formulada a través de tres afirmaciones dialécticamente concatenadas:
1. Jesús estuvo inmerso en las realidades sociales. Esta es la primera constatación que
hay que hacer. Jesús no adopto una actitud de "fuga del mundo". En su comportamiento
personal Jesús vivió la vida ordinaria de los hombres de su tiempo. Fue un profesional (vivió
de su oficio); tuvo todos los comportamientos sociales de su época.
3. El mensaje de Jesús tiene una incidencia real en la vida social. Jesús no quería, en
modo alguno, separar del mundo a sus discípulos o incitarles, a la manera de los esenios, a
alejarse de su pueblo y construir comunidades cerradas, regidas por un severo código moral.
Incluso tampoco quería que, dentro de la comunidad social en la que vivían, formasen grupos
cerrados que por medio de una elevada piedad, del amor fraterno y de la pureza moral, se
preparasen para el advenimiento del Reino futuro del mundo.
- El anuncio del Reino de Dios, núcleo del evangelio de Jesús (Mc 1, 14-15) y realidad
manifestada "sobre todo en la persona misma de Jesús", constituye la promesa escatológica y
la decisión humana del servicio a la justicia.
- ... nos queremos hacer voz: la voz de quien no puede hablar o de quien es silenciado (24).
- vemos a la luz de la fe, como un escándalo y una contradicción con el ser cristiano, la
creciente brecha entre ricos y pobres. El lujo de unos pocos se convierte en insulto contra
la miseria de las grandes masas (28)
- ... esta situación de pecado social, de gravedad tanto mayor por darse en países que se
llaman católicos y que tienen la capacidad de cambiar (28).
- ... esta pobreza no es una etapa casual: sino el producto de situaciones y estructuras ...
mecanismos que... producen a nivel internacional, ricos cada vez más ricos a costa de pobres
cada vez más pobres... (30).
- ... Esta realidad exige, pues, conversión personal y cambios profundos de las
estructuras... cambios que, no se han dado, o han sido demasiado lentos en la experiencia de
nuestra A.L. (30).
- ... modelos de desarrollo que someten a los trabajadores y a sus familias a fríos cálculos
económicos (37).
- ... marginados de la sociedad del progreso que prescinde de las personas que no producen
(39)
- Países como los nuestros en donde con frecuencia no se respeta los derechos humanos
fundamentales... están en situación de permanente violencia de la dignidad de la persona
(41).
- ... La Iglesia, por un autentico compromiso evangélico, debe hacer oír su voz denunciando
y condenando esas situaciones (abusos de poder, represión, etc.) más aun cuando los
gobernantes o responsables se profesan cristianos (42).
- ... Una fría tecnocracia aplica modelos de desarrollo que exigen de los sectores más pobres
un costo social realmente inhumano, tanto más injusto cuanto que no se hace compartir con
todos (50).
- La Conf. de Medellín apunta... "Un sordo clamor brota de millones de hombres, pidiendo a
sus pastores una liberación que no les llega de ninguna parte. (Pobreza de la Iglesia 2) (89). El
clamor pudo haber parecido sordo a ese entonces. Ahora es claro, creciente, impetuoso y, en
ocasiones amenazante (89).
- Las ideologías llevan en sí mismas la tendencia a absolutizar los intereses que defienden, la
visión que proponen y la estrategia que promueve. En tal caso transforman en verdaderas
"religiones laicas". Se presentan como una explicación última y suficiente de todo y se
construyen así en un nuevo ídolo, del cual se acepta a veces sin darse cuenta, el carácter
totalitario y obligatorio (536).
- Las ideologías y los partidos, al proponer una visión absolutizada del hombre a la que somete
todo, incluso el mismo pensamiento humano, trata de utilizar a la Iglesia o de quitarle su
legítima independencia. Esta instrumentalización, que es siempre un riesgo en la vida política,
puede provenir de los propios cristianos y aun de los sacerdotes y religiosos cuando
anuncian un evangelio sin incidencias económicas, sociales, culturales y políticas. En la
práctica, esta mutilación equivale a cierta colusión - aunque inconsciente- en el orden
establecido (558).
La relevancia ética del pobre constituye una de las aportaciones del Evangelio. Jesús de
Nazaret y las comunidades cristianas primitivas vivieron bajo el influjo directo de esa
estimación fundamental. Loa cristianos, a lo largo y a lo ancho de la historia de su fe no
traicionaron la inicial sensibilidad a favor del pobre. Sin embargo, es preciso reconocer que no
siempre se han destacado con suficiente énfasis las urgencias éticas que se originan de la
proclamada opción por el pobre. En la historia de la conciencia moral cristiana existen altos y
bajos en relación con la estimación ética del pobre.
cierto que "el concepto de perro no ladra" más cierto es todavía que el concepto de pobreza no
duele.
Sirva esta anotación inicial de rito exculpatorio antes de exponer el concepto de pobre,.
Creemos, no obstante, que una delimitación conceptual es necesaria para la reflexión teológica
ulterior.
a.- Pobreza no elegida sino impuesta.- Cuando se habla de la opción preferencial por
el pobre, no se alude a la pobreza elegida voluntariamente no a la pobreza aceptada desde los
presupuestos filosóficos o religiosos. La elección de la pobreza en cuanto camino de
perfección humana o religiosa tiene una conexión inevitable con los pobres por necesidad, pero
no se identifica con la pobreza de éstos.
Tampoco la aceptación del estado de pobreza define al pobre que es considerado en la opción
preferencial cristiana. El cristianismo tiene un mensaje de espiritualidad también para el pobre.
Sin embargo, aunque éste no lo acepte sigue siendo destinatario de la opción preferencial. Los
documentos de puebla han subrayado expresamente esta afirmación: "los pobres merecen una
atención preferencial, cualquiera que sea la situación moral o personal en que se encuentren".
El hombre padece la pobreza por dos series de razones: por la limitación inherente al
desarrollo de la historia humana y por la injusticia de otros hombres. En cuanto proviene de la
limitación histórica, la pobreza lleva el sello de la inevitabilidad presente: en cuanto nacida de
la injusticia, la pobreza es un continuo grito de protesta frente a la inmoralidad.
Conviene advertir que las dos series de causas están tan imbricadas que suelen ser
inseparables. Más aún, se puede decir que en términos generales la pobreza impuesta brota de
las acciones y situaciones de injusticia. Por eso mismo la opción preferencial por el pobre está
impregnada de sensibilidad ética y se traduce necesariamente en empeño moral.
La pobreza como símbolo es una trampa para la realidad objetiva y directa del pobre.
Oculta, o al menos pone entre paréntesis, la significación de la situación real y hasta llega a
justificarla mediante la instrumentalización simbólica. Toda utilización simbólica de las
situaciones humanas injustas lleva consigo una función ideologizadora.
Aunque la necesidad humana se entiende desde la comprensión ideal del hombre, sin
embargo, las mediaciones de la menesterosidad se realizan con parámetro históricos. Más aún,
en la verificación concreta de la pobreza entra la referencia comparativa. A cada nivel histórico
y cultural corresponde una determinada noción de pobreza.
concepto de pobre tal como este vocablo es asumido en el axioma de la "opción preferencial
por el pobre".
Puebla reafirma la "clara y profética opción preferencial y solidaria por los pobres"
proclamada en Medellín; este "amor preferencial, pero no exclusivo por los pobres" exige una
"conversión de toda la Iglesia" y al mismo tiempo "abre nuevos caminos a la esperanza" (nn.
1.134 y 1.165).
Traducida en servicio, la opción preferencial por el pobre "es una opción preferencial
por los pobres contra la pobreza". Los pobres aquí significan lo que sufren injusticias, porque
su pobreza es producida por mecanismos de empobrecimiento y explotación (nn. 30, 1.160); la
pobreza es, por tanto, un mal y una injusticia. Optar por los pobres implica optar por la justicia
social, contra la pobreza inicua y por una sociedad justa y fraterna (nn. 1.135, 1.154).
La opción preferencial por los pobres contra la pobreza injusta arrastra un potencial
ético de denuncia y de reconstrucción. Puebla encarna la opción preferencial en acciones
concretas (nn. 1.159 - 1.164).
La teología de los pobres expresada mediante la opción preferencial por ellos es una
intuición profunda. Marca una variación decisiva en la vida de la Iglesia. Dice L. Boff:
"personalmente opino que con esta opción preferencial por los pobres se ha producido la gran
10
La irrupción de los pobres en al Iglesia se caracteriza por el paso de estar en ella como
sujetos y protagonistas. "La condición normal del pobre en la Iglesia ha sido la de objeto.
Hoy día, por el contrario, el pobre irrumpe como sujeto histórico: irrumpe con un proyecto
propio y con medios de organización y expresión que le son también propios. Irrumpe
polarizando la totalidad social en contra o en favor suyo. Para muchos es una irrupción
molesta e inoportuna, pues éstos quieren liberar a los pobres cómo y cuándo ellos decidan".
Parecida interpretación hace L. Boff cuando subraya que "los pobres no tienen
solamente necesidades que hay que atender, sino tienen capacidad de transformación histórica,
dignidad y un potencial evangelizador".
Los pobres son portadores, del Evangelio. Pero "para imaginar a los pobres o a los
desvalidos, a aquéllos que difícilmente tienen lo indispensable para subsistir, convertidos en
evangelizadores, hay que partir de las comunidades eclesiales de base". Es aquí donde se vive
y se reflexiona el Evangelio. "Son las Comunidades Eclesiales de Base, como fuente de
renovación de toda la Iglesia, las que más han acumulado inteligencia y santidad. Allí se da la
mayor y mejor producción teológica de la Iglesia y los mayores testimonios de santidad en la
lucha por la justicia, incluido el martirio".
Son los teólogos latinoamericanos quienes exponen esta perspectiva con mayor
profundidad y hasta con notable entusiasmo. Parece conveniente acudir a su pensamiento y a
sus formulaciones para desarrollar la afirmación de este apartado.
Es necesario precisar en qué sentido se entiende aquí "lugar teológico" y por qué el
pobre es de hecho el lugar teológico preferente. "Lugar no es lo mismo que "fuente". Las
fuentes de la teología siguen girando en torno a la Revelación. El lugar indica el "desde
donde" se hace la vivencia y la reflexión teológicas. El pobre no es fuente sino lugar teológico
en cuanto que se constituye en el objeto al que primariamente se referencia la Revolución. El
pobre es el lugar preferencial de la recepción, de la interpretación y de la interpelación de la
Palabra.
Las razones que justifican la constitución del pobre como lugar teológico preferencial
pueden ser expresadas mediante estas tres constataciones:
- Los pobres son el lugar donde el Dios de Jesús se manifiesta de modo especial.
Esta manifestación es no sólo a modo de iluminación revelante, sino también a
modo de llamada a la conversión. Por otra parte, la presencia de Dios en los
pobres suele ser: desconcertante, profética (de anuncio y de denuncia), y
escatológico (apunta hacia la salvación escatológica).
- Los pobres son el lugar más apto para la vivencia de la fe en Jesús y para
realizar su seguimiento.
- Los pobres son el lugar en el que se realiza el misterio del designio d Dios;
elegir el deshecho y lo desechado de este mundo para convertirlo en piedra
angular.
También los temas y las tareas teológicas cobran una reorientación al ser consideradas
desde el lugar teológico del pobre. Baste con aludir a los siguientes aspectos:
4.1 El pobre: "lugar ético" y criterio moral.- La opción preferencial por el pobre
constituye a éste en lugar ético y en criterio de moral. ¿Cómo hay que entender esta
afirmación?
"Criterio moral" significa en este contexto el lugar preferente desde donde se vive y se
formula la moral. Es la perspectiva omnipresente en el análisis, en la valoración y en la toma
de postura frente a cualquier situación moral. Es el "pre-juicio", consciente y críticamente
asumido, que marca la orientación decisiva a todo el conjunto de la moral.
Vivir y formula la moral desde el pobre no supone reducir el tema ético a la realidad de
la pobreza. Tal reduccionismo sería empobrecedor y, en el fondo, carente de la criticidad
requerida por la reflexión moral.
el pobre.
Con un claro sabor kantiano, para esta corriente teológica la ética prueba y verifica el
universo religioso. Pero ¿quién autentifica la praxis?. La respuesta es de orden apriorístico,
aunque asumida de la dogmática marxista: el carácter liberador es lo que da autenticidad a la
praxis.
4.3 Las relevancias éticas desde la opción preferencial por el pobre.- Aceptando al
pobre como el lugar ético preferente surgen necesariamente un conjunto de orientaciones que
transforman la sensibilidad y la praxis morales.
Hay que añadir, además, que la opción preferencial por el pobre no supone la
confirmación de un programa concreto de moral. Según se insinuó, la opción por el pobre
pertenece al género de los "símbolos éticos". Es una afirmación abierta, que precisa
mediaciones socio-históricas concretas para su verificación.
Creemos que en la actualidad la opción preferencial por el pobre orienta la praxis moral
de los cristianos hacia un proyecto que se define por los siguientes rasgos:
La neutralidad de posesión está cancelada por el sentido del amor: "Quienes poseen su
vida la perderán, y quienes la menosprecian la alcanzarán". Esta forma de interrupción, que cae
verticalmente y trastorna nuestro presente, tan satisfecho en sí mismo, significa, para emplear
un término bíblico muy conocido, conversión, cambio de los corazones, metánoia". El
mesianismo cristiano se distancia de la apocalíptica tradicional en cuanto no se alimenta de
esperanzas revanchistas frente a los enemigos. Es un testimonio de gratuidad en el que,
manteniendo la seriedad ética de la historia, se supera la división maniquea de "buenos" y
"malos" y se abre la posibilidad salvífica a todos.