EL GRAN SECRETO DE CARLOS V

Tras la muerte de su amada Isabel de Portugal en 1539, Carlos V, el poderoso

emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, juró guardar luto eterno al que fue el
amor de su vida y única esposa. Tanto era su dolor que no pudo presidir el cortejo
fúnebre que trasladaba el cuerpo de su esposa a Granada y
decidió retirarse al tranquilo monasterio de Santa María de
Sisla, en Toledo.

Sin embargo, el emperador no podía obviar sus deberes por

mucho tiempo y como el hombre más poderoso del mundo
en ese momento, pronto tuvo que retomar sus funciones de
mandatario.

Fue en una de sus largas estancias en Flandes y Alemania,

durante su asistencia a la “Dieta Imperial de Ratisbona” , donde
en 1546 conoce a una bella mujer
alemana llamada Bárbara Blomberg. Tal era su belleza que el
emperador cayó rendido a sus encantos y finalmente rompió su
promesa de luto eterno...

Fruto de esta relación nació un niño al que su madre llamó

Jerónimo.

Carlos V, aún sabiendo de la existencia del pequeño, no lo

reconoció como hijo legítimo y encomendó su crianza a un
violinista de la corte llamado Frans Massi y a su mujer Ana de
Medina.
La pareja vivía muy cerca de Madrid, en la localidad de Leganés y será en este lugar, un
pequeño pueblo en aquella época, dónde el hijo bastardo del
emperador vivió sus primeros años de infancia como un niño
más; correteando y jugando en el campo sin ni siquiera imaginar
cual era su verdadero origen ni el importante papel que le
depararía el futuro.

Una de las pocas personas que conocía este importante secreto

era Don Luis de Quijada, mayordomo de Carlos V. Tras la
muerte del violinista, el mayordomo y su mujer Magdalena de Ulloa, se ocuparon del
pequeño “Jeromín” como cariñosamente se le conocía y le criaron como su propio hijo.

Después de tantos conflictos y guerras, Carlos V no se encontraba con fuerzas para seguir
al mando del Imperio, aquejado de una dolorosa enfermedad “ La gota”, decidió abdicar
y relegar las responsabilidades de los territorios a su hermano y a su hijo Felipe en las
llamadas Abdicaciones de Bruselas en 1556.

Como lugar de retiro el emperador escogió la remota y tranquila villa de Cuacos Yuste,
en la comarca de la Vera. Rodeado de bellos paisajes y un clima favorecedor, se instala en
un monasterio cercano a la localidad para pasar
sus últimos días.

Consciente de que no le quedaba mucho

tiempo de vida, Carlos V decide que quiere
conocer a su hijo Jerónimo y ordena al
mayordomo y a su mujer, tutores del pequeño,
trasladarse a la pequeña localidad cacereña para
poder estar cerca de él.

Padre e hijo se verán las caras por primera vez en 1558, cuando el niño asiste con sus
padrastros al monasterio con la excusa de una recepción informal. El pequeño que
contaba con once años, en ningún momento supo que estaba ante su verdadero padre.

No será hasta la muerte del emperador pocos

meses después y tras el conocimiento de su
testamento, cuando se descubre el
reconocimiento oficial de Jerónimo como su
hijo legítimo.

Según cuenta la tradición popular, fue su

hermanastro y heredero del Imperio, Felipe II,
el encargado de dar a conocer a “Jeromín” su
verdadero origen:

“Sois el hijo de un gran hombre, el emperador Don Carlos, que ahora está en el cielo y es
tu padre y el mío”.

En 1559, fue presentado a la Corte como Don Juan de Austria, hijo legítimo del
emperador y se le nombró Caballero de la Orden del Toisón de Oro.

Durante su vida, se caracterizó por ser un valiente general que lideró batallas tan
importantes como “La rebelión de las Alpujarras” o la famosa “Batalla de Lepanto”.
Además, según cuentan las crónicas, estaba dotado de un gran atractivo físico y fue todo
un conquistador...
Fuentes:
https://www.abc.es/historia/abci-secreto-mas-vergonzoso-carlos-llamaba-juan-austria-heroe-lepanto-
201810010349_noticia.html
https://cuentosdelmundo.wordpress.com/2013/08/15/la-historia-de-jeromin-comarca-de-la-vera-
espana/
Ilustraciones:
Perrunillas MedievalEX.