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HORAClO SIMiAN·YOFRE

LA NATURALEZA DE LA TEOLOGÍA BÍBLICA


Un acercamiento histórico y crítico

El concepto de teología bíblica (en adelante, TB) fue introducido en


el mundo académico por el Profesor J. P. Gabler en su lectio inauguralis
en la Universidad de Altdorf en 1787: "Orario de iusto discrimine theolo-
giae biblicae et dogmaticae distinguendo regundisque recte utriusque fini-
bus" ["Sobre la justa distinción de la teología bíblica y la dogmática y la
recta determinación de sus fines"] (Opuscula Academica ll, Ulm 1831,
pp. 179-194).1
En el discurso que sigue hablamos, según sean los autores que se
presentan, tanto de una TB de la Biblia cristiana, incluyendo el NT, como
de una TB del AT, esto es, de la teología que hace un cristiano sobre el AT.
El problema de la TB del NT se plantea de un modo bastante diverso por-
que dicha teología, en el mundo católico, está estrechamente ligada con la
sistemática yes, en cierto modo, dependiente de ella. Que esta dependen-
cia sea justificada o abusiva no es un problema que podamos discutir aquí.
En el siglo XVlIl la conciencia histórica se tornaba cada vez más
fuerte y se introducía progresivamente una exégesis crítica, con la inten-
ción de establecer la situación original de cada texto y a partir de ella de-

1. Véase la edición en G. STRECKER [hg.]. Das Problem der Theologie des Neuen Tes-
taments (WdF 367; Darmstadt 1975) 32-43. El título de la lectio inauguralis es traduci-
do en inglés como: "An Oration on the Proper Distinction between Biblical and Dogma-
tic Theology and the Specific Objectives of Each" (cf. 1. SANDYS-WUNSCH - L. EWREDGE, "J.
P. Gabler and the Distinction between Biblical and Dogmatic Theology: Translation,
Commentary, and Discussion of his Originality", 5JT33 (1980) 133-158.

lit.
REVISTA S(SlICA 2004/ 1· 2 .~ I 13
LA I~A 1UKALtLA UE LA 1EOLOGIA BIBlICA HORACfO SIMIAN·YOFRE

ducir SU verdadero sentido. Se podía prever que la exégesis abandonaría Las teologías bíblicas clásicas (acrónicas)
cada vez más la interpretación alegórica, tipológica o espiritual de la tra-
dición de la Iglesia para seguir caminos cada vez más racionalistas. La
En este grupo incluimos las interpretaciones alegóricas y tipológi-
teología bíblica debía descubrir y custodiar la unidad de la Escritura, po-
cas tradicionales, es decir, las desarrolladas por los primeros escritores
ner límites a la exégesis racionalista y atornizante y ofrecer a la teología
cristianos, comenzando por los del Nuevo Testamento cuando hacen teo-
dogmática los elementos necesarios para su reflexión.
logía del AT y continuando con los Padres de la Iglesia." Ellas pueden ser
Una mirada de conjunto a diversas obras famosas o recientes que se llamadas con justo derecho a-crónicas, en cuanto que no tienen en cuenta
han presentado como "teología bíblica" nos permitirá apreciar la diversi- la relación de los textos con la historia, con el tiempo y circunstancias de
dad de conceptos que se esconden bajo este nombre y nos ofrecerá los ele- la composición, con la cultura en que han nacido y entonces ni siquiera
mentos necesarios para aclarar en qué línea se mueve nuestro estudio. con los autores o destinatarios originales.
Los diversos intentos de hacer "teología bíblica" pueden organizar- El texto es considerado como una magnitud en sí misma, cuyo sen-
se en algunos grandes grupos: tido hay que determinar a partir de criterios teológicos o de fe, tomados
las teologías bíblicas clásicas (acrónicas) que incluyen la exégesis del conjunto de la Escritura y de la tradición religiosa. La interpretación
alegórica y tipológica "tradicional"; tipológica es un modo de exégesis alegórica que establece relaciones en-
las teologías bíblicas temáticas (sincrónicas); tre personajes y eventos. La interpretación alegórica puede en cambio
las teologías bíblicas axiales y heilsgeschichtlich (diacrónicas); aplicarse a todo texto, narrativo, legal, poético o sapiencial.

las teologías bíblicas dialécticas; El gran mérito de estas interpretaciones, en las que apenas se puede
distinguir la exégesis de la teología y que no se llaman a sí mismas teolo-
la historia de la religión de Israel como sustituto de una teología bí-
gías bíblicas, es la preocupación por retener la totalidad de la Escritura y por
blica que se considera o que se ha tornado imposible;
leerla de modo útil para la comunidad creyente. El momento histórico que
la teología bíblica canónica, que ocupa desde hace ya cerca de
interesa a esta interpretación no es el de la composición, sino el de la recep-
veinte años un puesto relevante en la discusión y podría ser incluida tam-
ción. No a los autores originales sino a los oyentes actuales es necesario te-
bién en las teologías bíblicas sincrónicas.
ner en cuenta. La homilía es el lugar natural de esta interpretación.
Como es obvio, todo sistema tiene algo de violento. La atribución
El riesgo objetivo y subjetivo de una TB sobre la base de estas in-
de un autor a un grupo es por lo tanto necesariamente aproximativa y se
terpretaciones es la falta de un criterio de verdad o verosimilitud. fuera de
debe entender como una ayuda pedagógiga para moverse en una proble-
la fe misma. La fe puede servir pero solamente como norma negativa. Una
mática bastante confusa.? Una última sección hay que dedicarla a una des-
interpretación alegórica o tipológica que fuese contra la tradición de fe no
cripción crítica y funcional de la naturaleza y de la tarea de una teología
sería aceptable. Más allá de este límite no hay modo de discernir si una in-
bíblica histárica.í
terpretación es más o menos "objetiva". El riesgo se vuelve evidente
cuando la alegoría es practicada por una persona inmadura o incornpeten-
te~ o bien cuando tendencias dominantes de un momento histórico llevan

2. El último estudio de conjunto sobre el problema de la teología bíblica, J. BARR, a una interpretación que en el curso del tiempo se manifiesta insostenible,
The Concept oí Biblical Theology. An Old Testament Perspective (London 1999), utiliza
un esquema muy cercano a este presentado aquí, que yo había propuesto ya hace al- 4. Solamente para dar un panorama completo se hace esta mención de la exégesis
gunos años en mis clases. alegórica y tipológica. La cuestión, como también otras tratadas en esta sintesis. reque-
3. Una visión de conjunto fácil de la problemática ofrece G. F. HASEL, "Majar Recent rina un estudio en s( mismo. Véase, por ejemplo, M. SIIvIONETII, Lettera e r o allegoria.
Issues in Old Testament Theology", JSOT31 (1985) 31-53; d. también Old Testament Un contributo alla storia del/'esegesi patristica (Roma 1985). con referencias de los es-
Theology. Basic Issues in the Current Debate (Gran Rapids 1972; 1991 4 ) . tudios precedentes.

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aun cuando pueda tener éxito durante siglos. Basarse en las "dos espadas" secuencia, una cierta nivelación temática con insistencia sobre la continui-
de las que habla Pedro en el monte de los Olivos la noche de la pasión del dad de la Escritura y descuido de los elementos de discontinuidad.
Señor para defender el poder temporal y espiritual del Romano Pontífice
Una característica formal de este tipo de teología es el uso abundan-
es un ejemplo del tipo de exégesis alegórica que ha marcado, para bien y
te de textos breves y casi fuera de contexto para aclarar conceptos aisla-
para mal, la historia de la Iglesia durante siglos.
dos. Su decadencia y su abandono han sido favorecidos por los estudios
Otras interpretaciones alegóricas, en particular las "revelaciones pri- semánticos de los textos bíblicos, los que han producido diversos "diccio-
vadas", que habitualmente no dan origen a una TB, se manifiestan más narios de teología bíblica". Estos son diccionarios de conceptos bíblicos
prontamente faltas de fundamento, especialmente las especulaciones apoca- en orden alfabético, de gran utilidad para la exégesis, y permiten dar un
lípticas sobre el fin de los tiempos y sobre la venida del Señor en la gloria. fundamento más técnico a este tipo de teología bíblica.
La exégesis contemporánea parece rechazar de modo genérico este Los autores que pueden ser citados como ejemplos de este 'tipo de
tipo de teología bíblica, pero el pueblo religioso está siempre dispuesto a teología bíblica en su forma más antigua son P. Van Irnschoot.> Th. C.
seguir falsos maestros de la interpretación alegórica. Vriezen.é A. Mattioli.?
Recientemente ha sido publicada una nueva monumental teología
bíblica que aparentemente se debe inserir en esta línea,~ aunque tenga la
Las teologías bíblicas temáticas (sincrónicas) ventaja de disponer de más estudios previos y el mérito de tenerlos en
cuenta, tanto sobre la naturaleza misma y sobre la historia de la TB (una
Estas teologías establecen y consideran los temas más importantes de discusión que ocupa cerca de cien páginas) como sobre los textos bíbli-
la Biblia y tratan de organizar en torno a estos todos los elementos que ella cos, cuyo tratamiento, organizado en torno a 10s grandes ternas, cubre más
ofrece sobre cada uno. Los temas centraies son obviamente Dios y el hom- de 800 páginas. El esfuerzo de dar cuenta de todo el contenido de la Sa-
bre, alrededor de los cuales se disponen los demás: los atributos divinos, las grada Escritura, incluyendo el Nuevo Testamento, reduce obviamente la
conductas humanas, las relaciones sociales, la relación de Dios con el uni- posibilidad de profundización de cada uno de los temas. El estudio llega
verso, las naciones y los pueblos. Según los tiempos en que son elaborados, a ser así una exposición sobre el sentido de conjunto de las perícopas más
los temas pueden incluir preocupaciones diversas. Mientras en los años 60 importantes, renunciando a una discusión crítica.
y 70 el tema 'política y religión' era central, hoy una teología bíblica sincró-
nica dedicaría más espacio a la relación del hombre con el medio ambiente
que a las relaciones políticas o a la moralidad privada. Las teologías bíblicas axiales y heilsgeschichtlich
Las teologías bíblicas temáticas están gravadas por diversas dificul- (diacrónicas)
tades que se manifiestan cuando encuentran forma definitiva en un libro:
la dificultad de establecer un punto de partida propiamente bíblico y no im- Estas teologías bíblicas son también temáticas como las preceden-
portado de otras categorías; la falta de un criterio para establecer la priori- tes, pero a diferencia de ellas tratan de reconstruir el proceso de creci-
dad de los asuntos tratados, dedicando el mismo interés y espacio a cada
tema; la pérdida de una visión totalizante de la Escritura a causa de la mul-
tiplicidad de temas; la tentación de utilizar los textos de la Escritura como 5. Théologie de !'Ancien Testament (Tournai ca. 1954-1956).

argumento a favor de una determinada tesis teológica (argumentum ex 6. An Outline of Old Testament Theology (Oxford 1962; 1970 2 ) .

Scriptura) a partir de la propia tradición sistemática (p. ej., protestante o 7. Dio e l'uorno nella Bíbbía d'lsreele; Teología de/!'Antíco Testamento (Casale Mon-
ferrato 1981).
católica); la escasa atención a las diferencias y eventuales contradicciones
8. CH. H. H. SCOBIE, The Ways of Our God. An Approach to Bíblical Theology (Grand
que puede presentar la Escritura a propósito del mismo tema y, como con- Rapids, MI- Cambridge 2003).

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miento de las diversas concepciones bíblicas. Algunas han surgido bajo el otra diacrónica del AT Este enfoque requiere una congenialidad con el
prejuicio de que las concepciones más primitivas -juzgando desde nues- texto bíblico que permita hallar la "línea de pensamiento" sobre la cual es
tro punto de vista- preceden a las concepciones más evolucionadas (des- necesario concentrarse y una capacidad de selección para decidir cuáles
de el mismo punto de vista). Habría habido una evolución desde la reli- son los textos que reflejan esta línea de pensamiento.
gión más material y vital, que se expresaba con los sacrificios de anima- Eichrodt encuentra el eje de comprensión del AT en la "alianza", a
les y sin un culto externo organizado, a la concepción más jurídica, hasta la que no hay que considerar como un concepto a partir del cual se puede
llegar a la religión espiritual de los profetas. La historia de Israel de J. elaborar un cuerpo doctrinal, sino como la síntesis de un proceso vivo que
Wellhausen? impuso por muchos años esta concepción, asumida también recorre la historia de Israel y establece una revelación única en la historia
por los autores de teología bíblica. de las religiones.
Desde hace mucho tiempo ha llegado a ser evidente, él partir de la Diversos autores han propuesto críticas a la antigüedad de la con-
antropología y de la historia, que estos presupuestos no son legítimos. Aún cepción de la alianza. G. Fohrer.U por ejemplo, considera que la alianza
hoy culturas industriales altamente desarrolladas conviven en el mismo no ocupa ningún puesto relevante en el AT entre el fin del siglo XIII y el
país y en el mismo tiempo con cultos primitivos, los que si no llegan a im- fin del siglo VII y entonces no se le puede atribuir una importancia deci-
ponerse es por una razón extrínseca al discurso religioso (p. ej., ecológica siva en la formación de la religión de Israel. L. Perlitt 14 precisa todavía
o de ética burguesa). En este grupo de teologías se debe elencar a autores que el concepto de alianza es un producto de la teología deuteronomista.
como L. Kohlerl? yO. Procksch.!' Desde un punto de vista histórico teológico sería luezo improbable orza-
b o'
El concepto de diacronía aplicado a la teología bíblica dio sin em- nizar una teología del AT sobre la base de esta concepción.
bargo origen también a frutos más maduros, de los cuales es necesario ci- Siguiendo estas observaciones sobre la alianza como eje de la teo-
tar dos: las teologías axiales y la teología de la "historia de la salvación". logía bíblica, algunos autores han buscado otro conceptó central (un Mii-
te) sobre el cual construir una teología del AT R. Smend 15 elenca diversas
Teologías bíblicas axiales propuestas hechas en este sentido, por ejemplo la idea de santidad (E. Se-
Las teologías axiales (cross-section method) han reaccionado con- Hin), de poder y señorío de JHWH (L. Kohler), de gobierno (H. Seebass),
tra la atomización de las teologías bíblicas temáticas, buscando un eje que de reino (G. Klein), de elección (H. Wildberger), de comunión entre Dios
y el hombre (Th. C. Vriezenj.!e
permitiese "entender el ambiente de la fe veterotestamentaria en su uni-
dad estructural" e "iluminar su significado profundo" (W. Eichrodn.'? Un Otros autores prefieren hablar de un doble centro en la teolozía
b
del
teólogo del AT debería trabajar sobre la base de dos principios diferentes: AT: Smend mismo indica la fórmula de la alianza, que incluye la relación
uno histórico, que le hace respetar los diversos momentos de la evolución JHWH Dios de Israel e Israel pueblo de Dios. También W. Zirnrnerli, a par-
histórica y religiosa de Israel así como se manifiesta en el AT; y otro, sis-
temático, que le permite hallar en el desarrollo histórico la línea de pensa-
miento que se expresa en los diversos textos. La conjugación de los dos 13. "Altes Testament - «Amphiktyonie» und «Bund»?", ThLZ91 (1966) 801-816;
principios trata de resolver la tensión entre una perspectiva sincrónica y 893-904.

14. Bundestheologie im Alten Testament (WMNAT 36; Neukirchen-Vluyn 1971).


Más recientemente N. LOHflNK propuso el concepto de Torá y no el de Alianza corno
9. Israelitische und jüdiscbe Geschichte (Berlin 1907 6 ). centro del AT y como punto de vinculación con el NT (cf. p. ej. Der niemals gekündig-
10. Theologie des Alten Testaments (Tübingen 1936; 1966 4 ) . te Bund. Exegetische Gedanken zum christlich-jüdischen Gesprecti (Freiburg Br. 1989).
11. Theologie des Alten Testaments (Gütersloh 1949). 15. Die Mitte des Alten Testaments (Zürich 1971).
12. Theologie des Alten Testaments 1-11-111 (Géíttingen 1933-1939), con múltiples edi- 16. Algunos de estos autores representan una teologia sincrónica del AT, pero pri-
ciones y traducciones. vilegian una determinada concepción corno un "quasi centro" de esa teolcq.a.

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tir de las fórmulas "Yo soy / Tú eres JHWH", ve en el nombre mismo de Teología de la "historia de la salvación"
Dios su afirmación y la confesión del pueblo. G. Fohrer prefiere hablar del
gobierno de Dios y de la comunidad entre Dios y el hombre, que se ma- Aún otra teología bíblica pertenece a este grupo, porque es diacró-
nifestaría en el primer mandamiento (W. H. Schmidt). nica y en cierto modo también axial, pero asaz diversa de todas las prece-
Una modificación estructural en el modo de enfrentar el problema dentes: la teología heilsgeschiclulich de G. van Rad,19 que ha marcado los
de la teología del AT la aporta S. Herrmann.!? que pone el libro del Deu- estudios bíblicos por más de treinta años. El subtítulo de cada uno de los
teronomio como "centro" del AT. Esta propuesta encuentra hoy confirma- dos volúmenes originales, Die Theologie der gescliichtlichen / der prophe-
ción desde otro punto de vista, a saber, la concepción de los deuterono- tischen Úberlieferungen Israels, manifiesta los tres conceptos sobre los que
mistas como autores y redactores principales del AT, pero no carece de di- se basa su concepción: tradición, historia, teología.
ficultades: ¿cómo inserir en esta concepción la presencia en la Biblia de Una teología del AT no se puede construir sino sobre la historia de
libros como el Qoelet, los Proverbios o tantos Salmos, tan lejanos del Israel, y sobre la historia universal en cuanto que las otras naciones entran
Deuteronomio? Hace falta preguntarse, además, si la presencia invasiva en contacto con Israel. La teología del AT no parece distinguirse de una
de los deuteronomistas, que no se puede ignorar, es una razón suficiente reflexión religiosa sobre la historia de Israel, que comienza dentro del AT
para determinar el centro del AT; o bien si, por el contrario, no será el sig- y continúa después por medio del creyente o del estudioso que lee esa his-
no de una reacción teológica frente a otras concepciones. toria. En efecto, la característica de la religión bíblica es su vinculación
Establecer el "centro del AT" desde un punto de vista temático no con la manifestación histórica de Dios. A diferencia de otros libros sagra-
parece tener salida. Por una parte se necesitaría comparar los diversos cen- dos de otras culturas, la Biblia no refleja la vida y los conflictos entre los
tros posibles para establecer la mayor adecuación de uno sobre otro; por dioses -obviarnente no aceptados como tales en ella- ni transmite una en-
otra, una buena parte de la discusión parece ser una quaestio de nomine: En señanza moral dictada por seres pertenecientes a iiríá esfera diversa de la
cada propuesta se trata, en fin, de la relación de Dios con el ser humano, humana.
bajo diversos aspectos: elección, alianza, reino, dominio, comunión. Cada Si la teología se debe leer en la historia de Israel, esta historia se de-
uno de estos aspectos incluye los otros. Así se vuelve difícil hablar de un be buscar en las tradiciones. Esta concepción le permite a van Rad poner de
"centro". Si, por el contrario, se delimita muy precisamente una concep- relieve la diversidad de las tradiciones históricas: el Yahvista, el Sacerdotal,
ción, no se llega a dar cuenta de la totalidad religiosa de la Biblia. el Deuteronomista, las tradiciones proféticas. La teología elaborada a partir
Quizá también en este grupo (de teologías temáticas y axiales) se de estas tradiciones no es pues monolítica, sino acentúa aspectos diversos,
debe situar otra teología bíblica reciente.lf que se concentra sobre un úni- según sea la tradición en que se basa. No se trata de una situación estática o
co tema central, la imagen o concepción misma de la divinidad en el AT evolutiva lineal de la religión de Israel, sino de una visión plural.
en referencia a las culturas circundantes. Se considera así un (¿el?) tema Una contribución particular de van Rad ha sido lo específicamente
estructurante del AT en un estudio que se mueve al mismo tiempo sobre cristiano: la insistencia en no aislar una teología del AT de una teología del
la reflexión histórica y la teológica. NT -corno hacen prácticamente algunos de los autores antes citados, aun
cuando esto no implique que nieguen la posibilidad o necesidad de esta-
blecer esta relación-o La vinculación entre los dos Testamentos y ambas
teologías está fundada progresivamente sobre la comunidad de lenguaje
17. Studien zur Geschichte und Theologie des Alten Testaments (ThBü 75; Mün-
chen 1986).
19. Theologie des Alten Testaments. 1-11 (München 1957), con múltiples ediciones y
18. E. S. GERSTENBERGER, Theologien im Alten Testament. ñurslitét und Synkretismus traducciones. El pensamiento de van Rad había sido preparado en cierto modo por J.
alttestamentlichen Gottesglaubens (Stuttgart - Berlin - K6/n 2001); tr. ing.: Theologies in CH. K. VON HOFFMANN, Weissagung und Erfú'/lung im Alten und im Neuen Testament
the Old Testament. Pluralism and Syncretism in Ancient Israel's Faith (Minneapolis 2002). (1841-1844).

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(a), sobre la estructura literaria y ontológica (b) y sobre la concepción teo- so ecléctico y carismático, no pertenezca a veces al canon de la Escritura.
lógica de fondo (e) de ambos.I" Este proceso funda la continuidad entre Escritura y proclamación y justi-
(a) El Nuevo Testamento, en su modo de hablar de Dios, del mun- fica nuevas relecturas de los viejos textos.
do, de la historia como manifestación de Dios, del hombre, de sus posibi- (e) A nivel de la concepción Teológica de fondo, hay una analogía
lidades y de sus límites y de la muerte, no introduce otras concepciones estructural del evento salvífica en el AT y en el NT. El núcleo de este
que las ya corrientes en el Israel Antiguo (H, 357-374). En este hecho se evento es la confrontación siempre creciente del hombre con un Dios es-
manifiesta no un simple fenómeno de cosmovisión religiosa condiciona- condido, frente al cual el hombre queda como presa de la audacia de la fe.
da por la cultura y el ambiente. Israel, por una parte, ha debido tomar dis- Esta analogía se manifiesta por una parte en la descripción de Dios como
tancia de otras cosmovisiones religiosas del Cercano Oriente Antiguo; y el amante abandonado (Oseas), el padre adoptivo de una hija prostituta
por otra el NT no ha aceptado definitivamente influjos griegos o bien oc- (Ez 16), aquel cuyo contacto lleva al endurecimiento del corazón (Is 6),
cidentales en general. La raíz teológica de este hecho es que tanto el AT cuya cercanía convierte al hombre en un ser desgarrado (confesiones de
como el NT crecen a partir de la fe en un determinado evento salvífica, o Jeremías). La glorificación de los siervos de este Dios es la ignominia
más precisamente, en la presencia salvífica de Dios (Il, 373-374). (cantos del Siervo de JHWH). Dios elige pero hace abandonar la patria
El NT se expresa con un lenguaje tomado del AT: no ha asumido (Abraham), libera por medio de los sufrimientos del desierto (Éxodo). Pa-
solamente palabras, o conceptos aislados, sino toda una concepción. El recería que el mensaje central acerca de Dios en el AT y en el NT fuera
lenguaje informa verdaderamente los conceptos. La asunción de un len- que conocerlo es saber que Él se esconde (H, 398-402).
guaje es un hecho cultural y teológico profundo que hace posible encon- La analogía entre los dos Testamentos se manifiesta además en la
t:rar en el AT la clave de lectura de verdades manifiestas en el NT, sin ne- respuesta de Israel y de la comunidad cristiana. La fe aparece como una
cesidad de recurrir a otras filosofías o culturas. Piénsese en la inhabitación actitud personal, el abandonarse a alguien, por medio de lo cual se acep~
de Dios en su pueblo y en la filiación divina de Cristo. tan también ciertos contenidos intelectuales, no siendo estos el contenido
(b) La estructura literaria del AT y del NT manifiesta una apertura principal de la fe. Es sobre todo una actitud de disponibilidad, que exige
esencial de ambos textos, que los pone en relación. Hay hechos y textos una permanente modificación como respuesta a las modificaciones del ac-
en ambos Testamentos que solamente en una "segunda" lectura (Il, 382- tuar divino.
383) llegan a ser revelación. Ambos Testamentos aparecen así como los No obstante la profundidad y riqueza del pensamiento de G. van
libros de una espera y una esperanza siempre mayor (H, 339; 342). La re- Rad, su posición recibió en el curso de los años sesenta hasta los ochenta
lación de los individuos y del pueblo con Dios está marcada por continuas numerosas críticas.U Se encontraba en su concepción de la Heilsgeschich-
nuevas intervenciones divinas y reacciones humanas. Te un empirismo fundarnentalista al interpretar la historia de Israel, una in-
Esta característica hace que tanto el AT como el NT exijan una re- justificada identificación entre la historia de Israel y la "historia de salva-
interpretación, que desde un punto de vista subjetivo surge de la necesi- ción", ambigüedad en el tratamiento de los conceptos de "tradición" y de
dad de inserirse en la tradición religiosa de los antepasados y de compren- historia, racionalismo tipológico en la pretensión de descubrir claramente
derla mejor. La limitación temporal, espacial y textual del NT hace que es- el "plan de Dios", descuido respecto de la palabra proclamada en favor de
te proceso sea allí menos evidente que en el AT.
La necesidad de relectura es el signo de la pertenencia esencial de
la actualización a la Palabra de Dios, aunque esta actualización, un proce-
21. El contenido del párrafo siguiente retoma en parte mi articulo "Antico e Nuovo
Testamento. Partecipazione e analogia", en R. LATOURELLE [ed.], Concilio Vaticano Secan-
20. Las referencias a los textos de von Rad están tomadas de la cuarta edición ale- do. Bilancio e prospettive 25 anni dopo (1962 - 1987) (Assisi 1989) 243-269, aquí pp.
mana, de 1966. 265-266 (con traducciones en inglés y español).

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HUKALlU ~IMIAN-YUrKt
LA NATURALEZA DE LA TEOLOGíA BíBLICA

Otros autores han buscado una mediación. poniendo el acento so-


la "historia" allí contenida, irrespetuosa manipulación cristiana de las Es-
bre el "hecho de que" Dios actúa en la historia. sin poder determinar en
crituras hebreas.I? panicular la presencia histórica de-tal acción. Esta posición ha tenido du-
Es posible que la riqueza de concepción haya impedido a van Rad rante decenios influencias también sobre la concepción católica de la re-
obtener siempre una formulación perfectamente equilibrada. Pero la intui- lación entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe, llegando a un cierto mi-
ción fundamental acerca de la analogía estructural de la salvación com- nimalisrno en las afirmaciones. En efecto, no se ve qué sentido pueda te-
pensa eventuales excesos historicistas que en ciertas páginas se le pueden ner afirmar una intervención de Dios en la historia si no se puede precisar
haber escapado. en qué consiste una intervención tal. Si todo se reduce al principio filosó-
Tres preguntas mayores se pueden hacer a propósito de la concep- fico de que Dios, a partir de su esencia, debe estar presente en la vida hu-
ción de van Rad. La primera es la dificultad de establecer una distinción mana, no parece necesario el recurso a una Sagrada Escritura que delimi-
clara entre teología bíblica e historia de la religión de Israel. Sobre esta te [al acción.
cuestión volveremos más adelante. La tercera dificultad es (relativamente) secundaria. En la concep-
La segunda es la concepción de historia, criticada a partir de posi- ción de la teología de van Rad, la literatura sapiencial. que no habla de
ciones aun antagonistas entre ellas. Desde una concepción positivista en "hechos históricos". halla solamente un puesto menor. Es una dificultad,
la historia y fundamentalista en la teología, autores como F. Hesse-' con- porque una teología "bíblica" debe dar razón de la totalidad de la Escritu-
sideran que no se puede fundar una teología sobre una "tradición históri- ra. pero "relativamente" secundaria porque a fin de cuentas los contactos
ca", es decir, sobre hechos considerados históricos por la tradición. Sola- de la literatura sapiencial con la "histórica" y "profética" se han demos-
mente hechos constatables con un riguroso método crítico pueden ser re- trado, cada vez más, frecuentes.
levantes para la teología. De otro modo la teología se construiría solamen- Las respuestas a éstas preguntas han venido de tres direcciones.
te sobre la fe del hombre acerca de los hechos salvíficos de Dios, no so- Van Rad mismo reaccionó en un primer momento indicando como hecho
bre los hechos mismos. histórico la proclamación de la acción de Dios y la reacción de fe como
Pero si se acepta esta presuposición de Hesse, la teología debería respuesta a esa proclamación. Esta respuesta parece solamente posponer
excluir temas tales como la creación y el pecado, la elección, la liberación el problema.
y casi todos los temas que presentan las tradiciones patriarcales. Ciertas El grupo de W. Pannenberg>' trató de mantener las posiciones de
posiciones católicas argumentan con los mismos principios, si bien en von Rad con una revisión del concepto de historia de salvación. Esta no
sentido inverso: toda cosa que pertenece al depositutn fidei debe basarse sería diversa de la historia profana sino idéntica con ella. Historia, así
sobre hechos que son "históricos" en el sentido ordinario de la palabra. pues, incluye la realidad en su totalidad. Nada queda excluido de la histo-
ria y nada en esta historia queda fuera de los planes de Dios. Hay además
una unidad originaria del hecho y del significado. La distinción radical en-
tre los hechos por una parte y significado, valoración, interpretación por
22. Parte de estas objeciones son presentadas por A. H. J. GUNNEWEG, Vom Verste-
otra es solamente el resultado de una concepción positivista de la historia.
hen des Alten Testaments (G6ttingen 1977), en particular pp. 178-180. No hay que ex-
cluir la posibilidad de que algunas críticas fuesen condicionadas en parte por una ten- y nos deja al fin con una cierta cantidad de constatacioues no significati-
dencia "ecuménica" en relación al hebraísmo, que se tornó cada vez más fuerte a par- vas en sí mismas. Por el contrario. todo hecho ocurre en un contexto de
tir de los años setenta, de modo particular en los Estados Unidos y en Alemania. En es- tradición que constituye su significado.
te tiempo se comienza a hablar de modo más sistemático del "Primer" Testamento (y
ya no "Antiguo", que en alemán e inglés parece evocar una connotación negativa au-
sente en el español y el italiano). Quizá van Rad era visto por algunos autores como de-
masiado decidido en afirmar la novedad del Nuevo Testamento.
24. Discipulo de G. van Rad y profesor en Munich en los arios 60.
23. "Kerygma oder geschichtliche Wirklichkeit", ZThK 57 (1960) 17-26.

REVISTA BíBLICA 2004/ 1·2 25


24 REVISTA BíBLICA 2004/ 1·2
LA NATURALEZA DE LA TEOLOGIA BIBLlCA HORACIO SIMIAN-YOFRE

También discípulo de van Rad, R. Rendtorff defendió las posicio- Las teologías bíblicas dialécticas
nes del maestro con una línea de pensamiento un tanto dualista que Pan-
nenberz había tratado de evitar. La historia de Israel, la teología del AT y
En 1978 aparecieron tres estudios de teología bíblica-? que conver-
la historia de las tradiciones confluirían en el concepto de Reudtorff de
gían en querer ofrecer una presentación dialéctica ele la misma. Las tres
"tradición". Pero él vuelve atrás en relación a las posiciones de Pannen-
proponen dos conceptos antagonísticos y complementarios para explicar
berg cuando afirma que "la historia de Israel tiene lugar en los eventos ex-
el sentido del AT.
ternos que son habitualmente objeto de la investigación histórico-.crítica.)'
en los eventos internos diversos y estratificados que hemos reunido bajo
e. Westerrnann-f busca una síntesis entre la orientación histórico-
salvífica de van Rad (que ocupa la segunda parte de su teología, Dios sal-
el término 'tradición '''.25 Pero no parece que sea posible llegar a los
vador y la historia) y su propio enfoque en la parte tercera (el Dios que
"eventos externos" en cuanto relevantes sino mediante una interpretación,
bendice y la creación). La orientación histórica salvífica, que se expresa
que pertenece por lo tanto a la tradición.
en momentos particulares de la historia de Israel, se basa, como también
La discusión en torno a la teología de la historia de la salvación pa-
10 defiende van Rad, en los credos históricos, en las tradiciones del Sinaí
rece haber sido olvidada a partir de los años ochenta, pero de ninguna ma-
y del Éxodo y en el tema de la alianza en el Deuteronomio. El tema de la
nera está cerrada. Es difícil imaginar que se pueda cerrar alguna vez por-
bendición, sobre el cual Westermann había ya trabajado en una obra pre-
que ha tocado el problema central de la interpretación de la Sagrada Es-
cedente.t? es en cambio omnipresente y universal. se expresa en los tex-
critura: hechos, enseñanza, ideología. tos de creación, en los salmos y en los libros sapienciales y se articula en
Quizá la teología de las tradiciones históricas de van Rad no ha podi- las instituciones sacerdotales y monárquicas.
do convencer siempre, no por exceso de las afirmaciones, sino por defecto.
S. Terrien-'' reacciona contra un acento excesivo dado en la teolo-
Quizás es necesario arnpliar la tesis y afirrnar que la historia de las tradicio-
gía bíblica al material histórico y al tema de la alianza y articula su visión
nes no es la única historia posible de un pueblo en su sentido profundo.
del AT en una serie de términos antagonísticos y complementarios: alian-
Van Rad anticipaba decenios la insistencia, vista en los últimos za - templo; escuchar - ver; norte - sud; tiempo - espacio; nombre - glo-
años, de parte de la filosofía, de la semiótica y de la lingüística sobre la ria; acción y pasión - contemplación; exigencia - alegría; ético - místico;
circularidad del sistema de signos, que nos reenvían uno al otro sin lograr y resume todos ellos en la pareja ético - estético.
nunca tocar en plenitud la realidad "objetiva".26 Las "tradiciones históri-
P. D. Hanson.>' en un estudio que no pretende propiamente desarro-
cas" son un sistema de signos, único medio por el cual se nos puede ex-
llar una teología bíblica pero se centra en el modo de concebir la acción
presar la historia. En tal sentido, no hay diferencia en que las tradiciones
de Dios en la historia, es quizás el más sugerente de los tres autores. Su
nos hablen de eventos tan sólidos y empíricos como la presencia o des-
trucción de una ciudad, o tan inaferrables como una historia doméstica de
familia (las historias de los patriarcas), o en fin tan inefables como los que
27. W. BRUEGGEMANN ha llamado la atención sobre ellos poniendo de relieve sus con-
se verifican en la intimidad de Dios y del hombre, como el pecado y el
vergencias: "A Convergence in Recent Old Testament Theologies", )50T 18 (1980) 2-18.
perdón.
28. Theoiogie des Aiten Testaments in Grundzügen (G6ttingen 1978); tr. it.: Teolo-
gia delt'Antico Testamento (Antico Testamento Supplementi 6; Brescia 1983).
29. Der 5egen in der Bibel und im Handeln der Kirche (München 1968); tr. it.: La
beriedirione nella Bibbia e nell'azione delia Chiesa(Nuovi Saggi Queriniana 77; Brescia
1997).
25. R. RENDTORff - K. KOCH [hg.]. 5tudien zur Theologie der alttestamentlichen Úber- 30. The Eiusive Presence. Toward a New Biblical Theoiogy (San Francisco 1978).
lieferungen (Neukirchen 1961) 84. 31. Dynamic Transcendence. The Correlation of Confessional Heritage and Contem-
26. Véase, p. ej., U. Eco, Trattato di semiotica generale (Milano 1978). porary Experience in a Biblical Model of Divine Activity (Philadelphia 1978).

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IrA NATURALEZA DE LA TEOLOGíA BíBLICA HORACfO 5IMIAN-YOFRE

contraposición es entre la dimensión teleológica y la dimensión cósmica. Teología bíblica del AT e historia de la religión de Israel
La dimensión teleológica es una preocupación lineal, histórica, que re-
quiere una atención particular del lector sobre la concatenación de las cau-
En el proceso nunca acabado de encontrar la mejor solución a los
sas y de los efectos y de estos con los fines, y supone una orientación ha- problemas teóricos de la exégesis y de la teología, R. Albertz defendió ve-
cia un fin que puede ser claramente reconocido. Esta preocupación puede,
hementemente en 199332 que el tiempo de la teología del AT estaba ya su-
pues, manifestarse no solamente al tratar argumentos propiamente históri- perado y hacía falta volver al estudio de la religión de Israel.
cos, sino también, por ejemplo, la "historia" personal de los sentimientos
Su punto de partida es un elenco de las dificultades que encuentra
religiosos de un individuo. En este caso, por ejemplo, el interés se centra-
la TB para establecerse como disciplina académica. Este elenco incluye
ría en determinar si se pasa de un momento de infidelidad a otro de fide-
algunas dificultades menores, entre ellas aun alguna no completamente'
lidad por parte del hombre, o del castigo al perdón, por parte de Dios.
justificada, como, por ejemplo, la diversidad de las TB existentes -de la
La dimensión cósmica es, en cambio, una preocupación también cual hemos ofrecido ya una muestra- que pondría en duda la posibilidad
presente en el texto bíblico que requiere una comprensión de la realidad
de llegar a "una" TB; la incapacidad de diálogo entre las diversas posicio-
como estructura y sistema. Sería una visión más "filosófica" de la Escri-
nes y la dificultad de hallar el centro de una TB que dé cuenta de la tota-
tura, que se hace presente también en el mito.
lidad del AT. Más importante es la dificultad de definir qué cosa es una
El elemento común a las tres obras es por lo tanto una contraposi- teología bíblica (del AT): ¿la teología que se encuentra en el AT o la con-
ción de dos enfoques complementarios: tribución del AT para la construcción de una teología sistemática?
En la base de estas dificultades se hallaría la diversidad de los pre-
Westermann historia - liberación bendición - mística supuestos hermenéuticos y dogmáticos que presiden cada una de las con-
cepciones y que determinan las dificultades más graves a las cuales Al-
Terrien ética - compromiso estética - culto bertz se refiere.
¿Cuál es el punto de partida o contexto legítimo de una TB del AT?:
Hanson historia - teleología cosmos - mito
¿la situación del autor israelita? ¿el canon bíblico del AT? ¿el canon bíbli-
Los términos de la tercera columna introducen categorías que por co incluyendo el NT? ¿la teología sistemática del autor de la TB?
mucho tiempo han permanecido ausentes de la teología bíblica. La afir- ¿Cómo evitar el riesgo de obligar a las diversas concepciones del
mación de estos términos no implica una negación de los de la segunda AT (y para el caso, también del NT) a esa única cohabitación permitida
columna. Más bien, ellos son un elemento complementario y correctivo por el sistema teológico al que pertenece un determinado autor?
introducido a partir de una tradición alternativa.
Quizás la verdadera contribución de estas concepciones se manifes-
taría si además de la función crítica, restrictiva o alternativa en relación a 32, "Religionsgeschichte Israels statt Theologie des Alten Testarhents! Pládoyer für
los primeros términos, los segundos tuvieran verdaderamente una función eine forschungsgeschichtliche Umorientierung", conferencia tenida en el encuentro de
dialéctica, en cuanto que solamente la conjunción de los términos de las la SBl, Münster, 28 de julio de 1993, propuesta de nuevo en el Colloquium Biblicum Lo-
dos columnas permitiría expresar de modo apto la realidad. En tal sentido vaniense del mismo año y publicada con el mismo trtulo en Religionsgeschichte Israels
sería importante determinar si en cada sección importante del AT están oder Theologie des Alten Testaments? (JBTh 10; Neukirchen-Vluyn 1995) 3-24 con mi-
nimas modificaciones de forma. El autor había publicado el año anterior una volumino-
presentes ambos grupos de términos o si ciertos términos de uno u otro
sa Religionsgeschichte israels in alUestamentlicher Zeit. 1-/1 (Grundrisse zum Alten Tes-
grupo están presentes solamente en un corpus, por ejemplo la Torá o los tament; ATD-Erganzungsreihe 8/1-2; G6ttingen 1992); tr. ing.: A History of/sraelite Re-
profetas. Si este fuese el caso, se debería hablar más bien de complemen- ligion in the Old Testament Period(london 1994); tr. esp.: Historia de la religión de Is-
tariedad que de dialéctica. rael en tiempos del Antiguo Testamento (Madrid 1999).

28 REVISTA SISlICA 2004 I 1·2 REVISTA SISlICA 2004 I 1 ·2 29


HORACIO 5IMIAN·YOFRE
LA NATURALEZA DE LA TEOLOGIA BIBLlCA

¿Cómo evitar la eliminación -en este proceso de cohabitación- de toria de cualquier pueblo), no está constituida solamente, si acaso lo está,
los elementos históricos, culturales e institucionales del AT que no se de- de hechos a los que se pueda acceder por medios empíricos (por ejemplo,
jan asimilar? Por ejemplo ¿cómo puede integrar un autor cristiano en su testimonios arqueológicos o documentos históricos de otros pueblos). En
teología bíblica la larga serie de leyes cultuales del AT? la historia religiosa de Israel, más importantes que la realidad ---que final-
mente no se puede hallar- de la partida de Egipto o de las luchas por la
¿Cómo evitar en una TB del AT una pérdida de visión de la pecu-
tierra, son las concepciones del don y toma de la tierra o de la liberación
liaridad de la religión de Israel y de su integración en el conjunto de las
de Egipto obrada por Dios, así como se encuentran testimoniadas en libros
concepciones religiosas del Cercano Oriente Antiguo?
asaz lejanos de los presuntos hechos. En este punto. la historia de la reli-
Albertz concluye su denuncia de los puntos débiles de la teología
gión de Israel no tiene diferencia con una teología de la Biblia hebrea que
bíblica con una cierta acusación falaz de que el esfuerzo de poner en rela-
trate de seguir las huellas de las concepciones acerca de las relaciones del
ción el AT y el NT lleva en sí un germen de antijudaísmo. Él se hace eco
pueblo con su Dios.
así de la' posición de J. D. Levenson al considerar que la "teología del AT
Una segunda observación es importante: se trate de la historia de un
[es] de hecho frecuentemente [...] la continuación moderna de la vieja tra-
pueblo, de su religión o de la concepción teológica de un libro, un autor
dición adversus Judaeos".33
no llega a entender nada de tal historia o de esos escritos si no se deja in-
Es difícil ignorar aquí un trasfondo no estrictamente académico en volucrar por ella o ellos. Una historia neutra no existe, ni siquiera una teo-
esta disputa, aun cuando surgido de una legítima simpatía hacia el judaís- logía neutra. sino siempre guiada por los intereses especulativos y existen-
mo y de una conciencia más o menos fundada de culpabilidad cristiana en ciales de aquel que hace la historia o la teología. En este sentido una "his-
relación con el hebraísmo. toria" no es más objetiva que una "teología". Hay obviamente la posibili-
En comparación con este férvido ataque contra la TB del AT, las dad de dejarse llevar caprichosamente por los propios intereses, pero tarn-
proposiciones de Albertz sobre las ventajas de una historia de la religión bién de controlarlos, en permanente confrontación con la historia misma
de Israel son más pálidas y se contentan con indicar presuntas virtudes o la teología que se presenta. El riesgo de "falta de objetividad", en cuan-
contrarias a los vicios antes mencionados, agregando algunas aclaraciones to ella pueda ser posible. es sin embargo necesario e igual para el historia-
para evitar viejos errores y fundar las cualidades positivas de una "nueva" dor que para el teólogo.
historia de Israel. 34 Una tercera observación es la necesidad de incluir el NT en una TB
F. Crüsemann-c ha visto y puesto de manifiesto los puntos débiles cristiana. Esto significa que una historia de la religión que fuese equiva-
de esta falsa alternativa entre TB e historia de la religión de Israel. Algu- lente a una TB debería en este caso concreto incluir también una historia
nas observaciones suyas son particularmente iluminan tes. La primera, que de la comunidad cristiana del tiempo bíblico.
coincide con las nuestras a propósito de la teología del AT de von Rad, es De estas observaciones se sigue la conclusión de que una TB no es
que la historia de Israel, y aun su historia religiosa (más todavía que la his- una dimensión precisa y no modificable -como nos haría pensar la analo-
gía con el concepto de teologia dogmática en la Iglesia Católica o de teo-
33. "Why Jews are not interested in Biblical Theoloqy". en J. NEUSNER - B. A. LEVINE logía sistemática en las Iglesias reformadas-o Una teología bíblica no es
- E. S. FRERlcHs[ed.]. Iudeic Perspecrives on Ancient ist sel (Philadelphia 1987) 281-307, una "sumrna rheologiae" con una mayor cantidad de citas bíblicas, esta-
el. p. 287 (traducción propia). blecida de una vez para siempre, sino una respuesta siempre nueva a las
34. Su respuesta a la pregunta de por qué no es posible mantener ambas, una TB nuevas necesidades de la comunidad creyente y de la comunidad humana
del AT y una historia de la religión de Israel, resulta un tanto banal y pierde el rigor de como tal. Tal dinamismo de la TB comienza ya dentro de la Biblia misma.
las criticas precedentes: la falta de fuerzas en los estudiosos para llevar a cabo una ta-
La contribución más importante de Albertz en su "Pladoyer" es ha-
rea tan amplia.
ber recordado una cierta cantidad de dificultades y haber propuesto por
35. "Religionsgeschichte oder Theoloqie? Elementare Überlegungen zu einer falschen
Alternative" (JBTh 10; Neukirchen - Vluyn 1995) 69-78. medio de ellas una lista de caveat que debería ayudar al estudioso de la

30 /{EVISTP. BiBLlCA 2004 / i ' 2 REVISTA BIBLlCA 200d /1·2 31


LA NATURALEZA DE LA TEOLOGíA BíBLICA HORACIO SIMIAN-YOFRE

TB a precisar su punto de partida, su método y su finalidad, sin descuidar identificación religiosa del lector en diversos momentos de la historia con
que para un cristiano -y quizá también para un hebreo creyente dentro de la comunidad de los rnitentes y receptores originales de la tradición.
su Escritura- la TB, a diferencia de la exégesis y de la historia de la reli- La presuposición histórica de la TB canónica es el proceso de cons-
gión, es una disciplina teológica con sus requerimientos propios. titución de la Biblia cristiana, que integra el AT y el NT. Este proceso es-
tá atestiguado dentro de la Sagrada Escritura misma (Sir 49,10) Y signifi-
ca la asunción progresiva de los textos más antiguos en los textos más re-
La teología bíblica canónica cientes del AT y de estos en el NT. Este proceso de asunción es múltiple
y va desde la simple yuxtaposición de textos a la selección y a la interpre-
Aunque en cierto modo pertenezca a las TB sincrónicas, parece tación y alcanza en casos concretos un proceso redaccional que integra
oportuno tratar por separado, al menos brevemente, la TB canónica por- textos antiguos y textos más recientes.
que tanto ella cuanto la exégesis canónica han sido objeto de estudio y Este último proceso es más fácilmente perceptible en los Evange-
controversia en los últimos veinte años. 36 lios, los cuales, al contar los mismos hechos o las mismas palabras de mo-
El término canónico puede originar diversos modos de concebir la do diverso, permiten al lector entrever o hipotizar las diversas fuentes lite-
TB canónica según se aplique al proceso histórico de recepción y de reco- rarias que se hallan como base suya, las intenciones teológicas dominantes
nocimiento de ciertas tradiciones religiosas como escritos autoritativos de y las necesidades comunitarias de aquellos que los reciben. En el AT, en
una comunidad de fe, un proceso difícil de seguir en el caso del AT y por cambio, el proceso es más bien una cita o una referencia a otro texto, sin
lo tanto muy hipotético, o bien a la colección de escritos, estadio final del que se pueda, en muchos casos, determinar el sentido de la dependencia.
proceso antes indicado. En esta última concepción la TB canónica no se El objeto sobre el cual trabaja la TB canónica es por lo tanto la Bi-
distingue de modo radical de una TB sincrónica temática, en el sentido de blia cristiana como totalidad, teniendo en cuenta la compleja relación en-
que también aquí se trata de establecer los grandes temas de la Sagrada tre AT y NT. Por una parte no se puede acentuar la discontinuidad: el NT
Escritura, incluyendo el AT y el NT. Sobre la base de una experiencia exe- es incomprensible separado del AT. Por otra, no se puede considerar ni que
gética de más de cien años, la TB canónica ofrece más matices, una cohe- el NT simplemente continúe el AT como un apéndice, ni que el AT no ten-
rencia más fuerte y una mejor visión de las relaciones de los temas. Pero ga otro sentido que ser "preparación" del NT. Se necesita más bien estable-
esta visión de la TB canónica no aprovecharía todas las posibilidades de cer relaciones múltiples entre AT y NT, cada uno con su propio mundo teo-
la intuición de Childs. lógico, y ambos en conjunto con el mundo cristiano. Una teología bíblica
Para la TB, un camino menos hipotético y más práctico que la pri- del AT no coincide pues con una teología canónica (del AT y del NT).
mera opción "canónica" y más fructífero que la segunda, sería centrar la La presuposición teológica sobre la cual se construye la TE canó-
atención por una parte sobre las intenciones teológicas, fundadas sobre las nica es la conciencia de que ambos Testamentos atestiguan la presencia
leyes literarias y sobre el contexto socio-político o folclorísrico, que presi- de! Único Señor en modos diversos, en tiempos diversos, a destinatarios
den el proceso de composición y canonización, y por otra sobre el grado de diversos. Ambos son escuchados y entendidos rectamente a la luz de la
presencia del Señor, reflejo de la gloria de Dios.V
36. Cuando se habia de TB canónica del ATes necesario referirse a B. S. CHILOS, que
ha hecho una iarga evolución en el estudio de esta problemática, comenzando por su
Biblical Theology in CriSIS (Philadeiphia 1970), seguido por Introduction to the Old Tes-
tament as Scripture (Philadelphia 1981); Old Testament Theoloqy in a Canonica/ Con-
text (Philadelphia 1986), tr. it.: Teoloqis de/IAntico Testamento in un contesto cenoni-
co (Cinisella Balsama 1989); Biblical Theology 01 the O/d and New Testaments. Theolo-
gical Reflection on the Christian Bib/e (London 1992) y finalmente con Bib/ical Theoloqy:
A Proposal (Minneapolis 2002) 37. Ver B. S. CHILOS, Biblical Theology al the O/d and Nevv Testaments, 85.

32 REVISTA BíBLICA 2004/ 1·2 REVISTA Sr'SLlCA 2004 / 1 ,2 33


LA NATURALEZA DE LA TEOLOGíA BíBLICA HORACIO SIMIAN·YOFRE

Rasgos y tareas de una teología bíblica histórica da concepción en momentos eliversos. La TB debe rechazar la tentación
de neutralizar una afirmación contraponiéndola con otra. Mús bien. una
Sobre la base de la visión acerca de la teología bíblica que diversos afirmación podrá tener un valor absoluto en un momento dado, pero no
autores nos han ofrecido, se puede establecer sus rasgos fundamentales. siempre. El elerecho a la autonomía política y religiosa que proclama el li-
En esta toma de posición se advertirá el influjo particular de la teología de bro del Éxodo, con recurso a los medios oportunos para obtenerla, no se
van Rad, que en cierto modo anticipa la de Childs, el de esta última, pero puede neutralizar con una afirmación sobre la mansedumbre o la pacien-
también de progresos que nos ha permitido hacer la crítica de Albertz a la cia propiciaela por los cantos elel siervo sufriente.
teología bíblica. d) La TB, una y multiforme, es por lo tanto, desde el punto de vis-
a) La TB es una disciplina teo-alltropológica, que ofrece una refle- ta elel sujeto, una disciplina que hay que actualizar según los tiempos en
xión sobre los datos bíblicos. No puede contentarse simplemente con or- los que es desarrollada y proclamada. La comunidad académica y creyen-
ganizar los datos bíblicos en torno a un cierto tema, tarea propia de una te tiene la obligación de hacer la teología bíblica adecuada a los tiempos
exégesis temática. La TB no trabaja solamente con categorías exegéticas, en que vive. Tratar en todo momento de mantener el equilibrio entre una
que están sobrentendidas, sino también con categorías teológicas y, como formulación y la totalidad del mensaje llevaría probablemente a la confu-
fundamento de ellas, antropológicas y lingüísticas. Como disciplina de sión y a aguar todas las afirmaciones. Es pues legítimo establecer un "ca-
frontera, la TB requiere una mentalidad interdisciplinar en el investigador, non en el canon", no como una decisión dogmática y definitiva, sino co-
el cual debe contar con la ayuda de resultados de otros estudios filosófi- mo una elección querigrnática dependiente de los movimientos culturales,
teológicos y religiosos.
cos, antropológicos y lingüísticos.
b) La TB es una disciplina en equilibrio entre la exégesis y la refle- e) La TB es una disciplina de síntesis, no de introducción. Debe
xión teológica. La TB supone, en efecto, una permanente y precisa exége- proponer una comprensión más o menos toralizanre de la Sagrada Escri-
sis, realizada antes o simultáneamente con el desarrollo de la TB misma. tura. Dicha totalidad requiere por parte de un cristiano, en principio, ir
La exégesis debe incluir los puntos de vista metodológicos necesarios pa- más allá de la frontera de cada uno de los "dos Testamentos", no obstan-
ra el estudio de un texto concreto: estudio lingüístico, semántico, estilísti- te las dificultades concretas de preparación y tiempo que se necesita para
co, narrativo, histórico y pragmático. El recurso a los métodos exegéticas poeler moverse con competencia en ambos campos. La TB no puede, en
aptos tiene importantes consecuencias para el desarrollo de la TB. El estu- consecuencia, reducirse a un tema parcial o secundario, sino debe partir
dio de las coordinadas socioculturales en las que surge un texto lo vincula de uno que permita organizar en torno de sí un máximo de datos posibles.
con la historia y aclara así su sentido dentro de una determinada concep- Los temas de la TB son los grandes temas ele la Biblia (salvación y libe-
ción teológica. No cualquier texto puede surgir en cualesquiera circunstan- ración, pecado y redención, justicia e injusticia, historia y revelación) co-
cias y el texto nacido en una situación particular tendrá un sentido particu- nectados estrechamente unos con otros. En cambio no parece legítimo ha-
lar. La TB debe explicar entonces por qué y, si fuese posible, también blar de una "TB del agua, del fuego o del vino", cosas que son un tipo de
cuándo surge una cierta concepción y con qué finalidad. Ignorar estos ele- exégesis temática sobre un tema limitado a partir del AT y/o del NT. La
mentes que hacen a la vida de los textos reduciría la TE a una teología sis- arnplitud de los grandes temas que debe considerar la TB requiere una es-
temática disfrazada con textos bíblicos y expresada en lenguaje bíblico. tructuración que no permita perderse en temas particulares, lo cual era la
gran dificultad de las TB temáticas.
c) La TB es por lo tanto una disciplina histórica que, desde el pun-
to de vista del objeto, ayuda a elescubrir el carácter condicionado de mu- f) La TB no es pues U/lU disciplina puramente académica, como
chas afirmaciones. No toda afirmación bíblica parece tener validez más quizá podría serlo la exégesis filológica, la historia de las instituciones re-
allá ele todo límite temporal y cultural. La TB elebe moverse entre el ries- ligiosas o la historia de los dogmas. El creyente y el no creyente pueden
go ele absolutizar y el ele relativizar para descubrir la validez propia de ca- trabajar en tales disciplinas con los mismos presupuestos y los mismos
instrumentos. La TB, en cambio, considera la Escritura no solamente co-

REVISTA BIBLlCA 2004/ 1·2


34 REVISTA BIBLlCA 2004/1·2
LA NATURALEZA DE LA TEOLOGíA BíBLICA

rno un texto sagrado, sino como Palabra de Dios, dirigida p~r él. a~n ~~­ PABLO R. ANDIÑACH
terminado destinatario en circunstancias precisas y con una finalidad bIen
delimitada. Establecer el sentido total y dinámico de la Escritura como Pa-
labra de Dios es la función de la TB, que no parece se pueda realizar fue-
r~ de la perspectiva de fe. En efecto. la determina.cióI: ~e la ~nten~ión. ~e
una palabra divina no es pensable sino como U:1 ejercicio de IInagIl1acIO~
controlada por la exégesis e iluminada por la fe. Solamente ella n~s pel-
mite entrever qué quiere Dios del hombre y cómo debe responder el.
g) La TB es finalmente un esfll.erzo per~~¡alle~::e " ~:¡a cOI1l~~lidad DINA, UNA MUJER VíCTIMA DE VIOLENCIA
de fe que busca el sentido de la Escntura no en SI S1110. pa:a rm p~ra SEXUAL Y ÉTNICA
"nosotros". Cada comunidad de fe busca en un modo particular el sentido
Estudio preliminar de Génesis 34
total de la Escritura en su mundo y en su tiempo.
En un párrafo sintético se podría decir que la TB es ~na disciplina
Dedico este estudio al Pro! Ricardo Pietrantonio. maestro y amigo. quien
de síntesis entre una teoantropología Y la exégesis, que trabaja sobre la to-
me guió en mis primeros pasos por el estudio critico del mundo bíblico y
talidad del AT y del NT, que no se limita al comprender sino. que ll.ega al
del Nuevo Testamento.
creer y al comprometerse, que es realizada por un sujeto al misrno tlen: po
personal y comunitario, que no busca un sentido "en sí" sino un sentido
"para mí". Cuando buscamos la raíz hebrea del nombre Oina damos con dJn,
La naturaleza de la TB así descrita requiere hacer afirmaciones am- que nos introduce en el campo del juicio y la justicia. De ella derivan el
plias, que necesitarían fundamentos minuciosos. Pero establecerlos, no verbo que significa 'juzgar", el sustantivo abstracto "juicio" y los sustan-
pertenece al momento de la TB, sino al momento preced:n.te de la exege- tivos dan y deyyiin, ambos con el significado de "juez". El nombre pro-
siso El fundamento de la elaboración teológico-antropologIca es, ~n cam- pio Dan ("juez") es la forma masculina de Oina, del que derivó la forma
bio, especulativo y se debe buscar en la coherencia misma del discurso, compuesta Daniel: mi juez es Dios. El recurso a este universo semántico
también en relación con el conjunto de la teología bíblica. ¿será casual o es un indicio de que la historia de Oina expresa un juicio
sobre prácticas y actitudes degradantes para las mujeres, en este caso en
HORACIO SIMIAN-YOFRE
el marco de la violencia entre pueblos? Quizás no debamos exagerar-es-
Roma
tos vínculos lingüísticos, pero tampoco es buena idea soslayarlos. Sea
h-simian-yofre@biblico.it
cual fuere la respuesta a aquella pregunta, este juego de palabras es una
invitación a indagar dentro de esta historia trágica en la cual una mujer
llamada Oina es la víctima de violencia sexual pero también étnica y don-
de a la vez este acto desencadena una espiral de violencia entre dos pue-
blos vecinos.
En este artículo deseamos explorar en forma preliminar los distin-
tos aspectos de esta narración a fin de recabar materiales para una inves-
tigación posterior mayor y más extensa. No nos detendremos en los aspec-
tos genéticos ya suficientemente estudiados y que contribuyen a la des-
cripción de la formación del texto pero poco a su significación. La corn-

R~\IlqA RíRllCA 2004/ 1·2 REVISTA B(BlICA 2004 / 1·2 37

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