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¿Por qué son importantes

las Áreas Naturales


Protegidas?
Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado lanzó campaña
"Hincha de la conservación". Conoce más aquí

Redacción EC31.05.2014 / 04:34 pm

El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el


Estado(Sernanp) lanzó siete spots sobre la campaña "Hincha
de la conservación", los cuales buscan hacer que los peruanos
conozcan por qué son importantes las Áreas Naturales
Protegidas del país

Los mismos son protagonizados por famosos líderes de opinión


como Mávila Huertas, Sofía Mulanovich, Nene Cubillas, Manolo
del Castillo, Astrid Gustche, Ramón Ferreyros, María Grazia
Gamarra y Roberto Huarcaya.

¿Por qué es importante conservar estas áreas? Por los


beneficios de sus servicios turísticos y por la provisión de
agua para consumo humano, agricultura, generación de
energía eléctrica y otras actividades económicas, entre otras
cosas.

En los spots se puede apreciar a los personajes elegidos en


medios de bellos paisajes que caracterizan a las ANP, con
imágenes animadas y posando cada uno la camiseta oficial
de los guardaparques.

Sernanp difundirá esta campaña en circuitos cerrados de


diversas instituciones, cines, canales de señal abierta,
canales de transporte terrestre, etc.
MAAP: IMPORTANCIA DE LAS ÁREAS
NATURALES PROTEGIDAS DE LA AMAZONÍA
PERUANA

Martes 25 de agosto del 2015.- El Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), nos muestra un
artículo completo sobre la importancia que tiene el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el
Estado (SINANPE) frente a los esfuerzos de conservación de los ecosistemas más representativos del país;
sobre todo, de la Amazonía peruana.
Hoy en día, la cuenca Amazónica cuenta con 46 Áreas Naturales Protegidas a cargo del SINANPE, las cuales
cubren aproximadamente 19.5 millones de hectáreas. Estas zonas incluyen una amplia variedad de
categorías de administración nacional, incluyendo áreas de uso indirecto y directo; así como Áreas de
Conservación de administración regional.

En este nuevo artículo del MAAP, veremos un análisis comparativo sobre la deforestación al exterior e
interior de las áreas protegidas, las cuales nos permite demostrar su efectividad como barrera ante el avance
del desbosque en la Amazonía peruana. Entre las principales conclusiones se encontró que:
- La deforestación fue significativamente menor a partir de 2 km al interior de sus límites respecto a los
valores encontrados fuera de estos.

- La tasa de deforestación fuera de las áreas protegidas es dos veces mayor en comparación al interior de
ellas.

Lee la nota MAAP #11 aquí


LA IMPORTANCIA DE
LA DIVERSIDAD
BIOLÓGICA PARA EL
PERÚ Y PARA LA
ADAPTACIÓN
CLIMÁTICA

El 22 de mayo de 1992 se aprobó el Convenio sobre la Diversidad Biológica, un


acuerdo internacional impulsado por la Organización de las Naciones Unidas que
constituye un instrumento internacional para «la conservación de la diversidad
biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y
equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos
genéticos». El pasado 22 de mayo, se cumplieron 25 años desde la aprobación de
este acuerdo que a la fecha ha sido ratificado por 196 países, entre ellos el Perú.

Según este convenio, se entiende por biodiversidad a “la variabilidad de


organismos vivos de cualquier fuente [animales, plantas, hongos, algas, etc.], los
ecosistemas terrestres y acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman
parte; comprende también, la diversidad dentro de cada especie y de los
ecosistemas”. Es decir, comprende a todas las variedades de organismos que
existen en la tierra, pero también a los complejos sistemas de los que estos
organismos forman parte.

Este último es un punto de suma importancia, pues significa que la diversidad


biológica también es el vínculo que une a los organismos en ecosistemas
interdependientes en los que cada uno de ellos tiene un papel determinado. La
pérdida de alguno de sus componentes puede significar cambios irreversibles en la
calidad de los ecosistemas, en su provisión de servicios o incluso su desaparición.

¿Pero qué tiene que ver eso con nosotros? Esta pregunta es muy relevante en un
país tan rico como el nuestro. El Perú es el sexto país más diverso del mundo,
alberga cerca del 20% de todas las especies de aves y cerca del 10% de todas las
especies de mamíferos del mundo (Butler 2016). Esto se debe en parte a que el
Perú está ubicado en uno de los puntos de mayor diversidad de la Tierra (Hotspot),
conocido como Andes Tropicales. Pero también responde a que hemos podido
mantener en buena medida la integridad de la mayor parte de nuestros
ecosistemas. Por ejemplo, ya sea a través del establecimiento de áreas naturales
protegidas, o a través del manejo adecuado y sostenible de los recursos naturales,
buena parte de nuestra Amazonía goza todavía de un relativo buen estado de
conservación.

El Estado peruano, reconoce la inmensa contribución de los territorios de los


pueblos indígenas (Comunidades Nativas) a la conservación de la diversidad
biológica, de los ecosistemas y de los servicios ambientales que estos proveen. Es
por eso que, en los últimos años y en el marco de convenios internacionales con
países desarrollados como Noruega y Alemania, se han implementado programas
de compensación por conservación, dirigidos a comunidades nativas. Un ejemplo
de esto es el Programa Nacional de Conservación de Bosques que compensa a
las comunidades que aún cuentan con grandes extensiones de bosques intactos,
en zonas del país amenazadas por la deforestación, con diez soles al año por
hectárea conservada, a cambio de que este dinero sea invertido en la
implementación de planes comunales de desarrollo sostenible.

Para nosotros, este reconocimiento de parte del Estado peruano es muy


importante, considerando que la tarea primordial del Centro para el Desarrollo del
Indígena Amazónico – CEDIA ha sido el reconocimiento del derecho territorial a los
pueblos indígenas de la Amazonía Peruana, a través de la titulación de
comunidades nativas y que estamos convencidos de que una hectárea titulada a
una comunidad fortalecida, es una hectárea ganada para a conservación. A lo
largo de sus 35 años, CEDIA ha contribuido al reconocimiento y titulación de más
de 300 comunidades nativas, lo que representa alrededor del 30% del total de
comunidades nativas tituladas en el país y alrededor del 40% de superficie. Aún
seguimos trabajando en ese esfuerzo para cerrar la brecha de comunidades que
todavía no cuentan con este derecho. También, de la mano de estas comunidades,
organizaciones indígenas y otras organizaciones de la sociedad civil, hemos
participado del establecimiento de 9 Áreas Naturales Protegidas (alrededor de 3.5
millones de hectáreas) en los puntos de mayor biodiversidad del país, como al
Sureste de Loreto, Güeppí al norte de Loreto y la cordillera de Vilcabamba en
Cusco.

Por otro lado, no debemos perder de vista la estrecha relación que existe entre la
diversidad biológica y la inmensa diversidad cultural de nuestro país. En el Perú
existen más de 50 grupos étnicos con una cultura e idioma propio, que han sabido
hacer un uso particular y apropiado de los recursos naturales y han contribuido de
esta forma a enriquecer la diversidad biológica de nuestro país. El ejemplo más
conocido es la gran cantidad de variedades de papa que existen en nuestro país.
Se estima que en existen más de tres mil variedades de papa, cada una de ellas
con características distintas, pero también con distintas capacidades para soportar
condiciones y climas adversos. Variedades que son capaces de soportar heladas,
lluvias intensas, sequías y que pueden crecer en diferentes pisos altitudinales.
Nuestros antepasados desarrollaron el conocimiento y la capacidad de domesticar
y usar de forma inteligente cada una de estas variedades de acuerdo a sus
necesidades, pero fueron más inteligentes todavía al entender que esta gran
diversidad nos hace más resilientes*. Gracias a ello, gran parte de esta diversidad
se ha conservado hasta nuestros días.

La papa no es el único ejemplo de como la diversidad no sólo nos hace más ricos,
sino más resilientes. Los pueblos indígenas de la Amazonía han desarrollado una
gran variedad de cultivos adaptados a su medio y sus formas de vida, variedades
de maíz, sacha papa, yuca y frejol, por dar algunos ejemplos, que son
desconocidas para la gran mayoría de peruanos, pero que los pueblos indígenas
amazónicos han sabido cultivar. Muchas de estas variedades son las que ahora
les permiten adaptarse a un clima cambiante. Actualmente, CEDIA está trabajando
de la mano de varias comunidades Ashaninka y Machiguenga del valle del río
Apurímac, para rescatar estas variedades, que sufrían el riesgo de ser
reemplazados por las demandas del mercado, pero que han demostrado
adaptarse mucho mejor a las condiciones adversas. La implementación de chacras
integrales con estas variedades nativas, ha demostrado ser una excelente
estrategia de adaptación al cambio climático.

Esta discusión sobre la importancia de la diversidad biológica y su rol crucial en la


adaptación de las poblaciones rurales al cambio climático, toma mayor relevancia
a la luz de las noticias recientes. La lamentable decisión del presidente de los
Estados Unidos de Norteamérica de retirar a su país del acuerdo climático de
París, hace necesario revalorar el papel de la diversidad biológica en la adaptación
al cambio climático. Sobre todo, considerando que América del Sur y en particular
el Perú, es uno de los países que más sufre las consecuencias negativas del
cambio climático.

*Resiliencia: Capacidad de afrontar la diversidad / Capacidad de adaptarse al


cambio.

Perú: un país megadiverso que


invierte en áreas naturales
protegidas
Junio 06, 2013
Perú es considerado un país megadiverso. Contiene en su territorio casi el 10% de
las especies mundiales de flora, 2.000 especies de peces, 1.736 especies de aves
(el segundo lugar en el mundo en biodiversidad), 332 especies de anfibios (ocupó
el tercer lugar en el mundo), 460 especies de mamíferos (tercero en la
clasificación), y 365 especies de reptiles (quinto en la clasificación). En general, el
20% de America latina esta reservado para la biodiversidad. Cuando en otras
regiones es en promedio el 13%.

Sin embargo, mantener esta diversidad requiere un alto costo de dinero y de


capital humano. Según un informe del Banco Mundial, la inversión óptima para
financiar la biodiversidad en áreas protegidas del Perú sería de 41,8 millones de
dólares anuales. Durante el 2010, la inversión total del gobierno peruano sólo
ascendió a 13,1 millones, menos del 50%, así que queda un gran camino por
recorrer.

Invertir en Biodiversidad

Invertir en la conservación de la Biodiversidad en Perú es el primer paso para


resguardar sus riquezas naturales para el futuro. Pero antes de invertir, es
necesario recaudar los fondos para que esa inversión sea fructífera y preparar a
las Jefaturas y los Comités de Gestión, a los gestores, alcaldes, asociados, y todos
los actores que participan en la administración de las áreas naturales protegidas.

Fue por eso que en el 2003 se creó el proyecto Gestión Participativa de Áreas
Naturales Protegidas (GPAN) financiado por el Fondo Mundial para el Medio
Ambiente (GEF en inglés), a través del Banco Mundial, hasta el 2010. Sus
objetivos incluían trabajar en al menos 5 áreas protegidas del Perú y mejorar la
conservación de la biodiversidad a través de la gestión participativa, además
de contribuir a la sostenibilidad financiera de las áreas protegidas.

Los fondos generados con este proyecto se aseguraron mediante un sistema de


financiamiento de contrapartida. Las ONG y otras entidades locales postulan para
adjudicarse contratos de administración de determinadas áreas protegidas, bajo el
acuerdo de que aportarán al menos el mismo nivel de recursos que los ofrecidos
por el Gobierno, liberando en parte al Estado de esta carga financiera.

Resultados
Como resultado de la intervención del proyecto, las áreas protegidas cuentan
ahora con mayores capacidades y nuevos mecanismos y relaciones para cumplir
con sus objetivos.

Nuevos actores se han sumado a la compleja tarea de la conservación y se han


apalancado 25,4 millones de dólares entre grupos locales e internacionales. Sin
embargo, aún falta mucho por hacer.

Las lecciones aprendidas con este proyecto han sido recogidas por el el Fondo de
Promoción de las Áreas Naturales Protegidas de Perú (Profonanpe), que se
encarga de la promoción del manejo científico y técnico de la diversidad biológica
de las áreas protegidas del país.

Actualmente, el PROFONAMPE, con el apoyo financiero del GEF, a través del


Banco Mundial y de KfW de Alemania viene ejecutando la implementación del
Proyecto “Programa Nacional de Áreas Protegidas – PRONANP.

Este proyecto “busca llevar la conservación más allá de las áreas protegidas,
estableciendo corredores de conservación con ocho Gobiernos Regionales del
Perú (Arequipa, Moquegua, Tacna, San Martín, Tumbes, Piura y Lambayeque)”,
comentó Christian Peter, líder del proyecto por el Banco Mundial.

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