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Sigmund Freud y el Psicoanálisis

Freud es el padre del psicoanálisis, un método que tiene como objetivo el


tratamiento de enfermedades mentales. El psicoanálisis freudiano es una
teoría que intenta explicar el comportamiento de los seres humanos y se
basa en el análisis de los conflictos sexuales inconscientes que se originan
en la niñez. Esta teoría sostiene que los impulsos instintivos que son
reprimidos por la conciencia permanecen en el inconsciente y afectan al
sujeto. El inconsciente no es observable por el paciente: el psicoanalista
es quien debe volver accesibles dichos conflictos inconscientes a través
de la interpretación de los sueños, los actos fallidos y la asociación libre.
El concepto llamado “asociación libre”, trata de una técnica que busca que
el paciente exprese, durante las sesiones de terapia, todas sus ideas,
emociones, pensamientos e imágenes tal y como se le presentan, sin
restricciones ni ordenamientos. Tras esta apertura, el psicoanalista debe
determinar qué factores, dentro de esas manifestaciones, reflejan un
conflicto inconsciente.

El famoso caso de Anna O.


El caso de Anna O. (su nombre real era Bertha Pappenheim) marcó un
antes y un después en la carrera de un joven Freud. Anna O. era una
paciente de Breuer que sufría histeria, pero ambos se hicieron cargo de su
problema. La paciente era una joven que en otoño de 1880 enfermó.
Cuando tenía cumplidos los 21 años, inesperadamente su padre cayó
enfermo y se vio obligada a cuidar de él. Fue tanta su atención hacía su
padre, que el gran descuido que ella se dio a sí misma la condujo hacia la
anemia y debilidad. Pero estos problemas; que pronto la postraron en
cama, fueron seguidos por malestares aún más alarmantes: parálisis, una
grave perturbación del lenguaje y otros síntomas que aparecen tras de la
muerte de su padre, y por la que es diagnosticada como histérica.
El tratamiento de Breuer se centraba en inducir a la paciente a un estado
hipnótico y persuadirla para que rememorara las circunstancias previas a
la primera aparición de cada uno de los síntomas padecidos. Al salir del
trance hipnótico, dichos síntomas histéricos iban desapareciendo uno a
uno. El médico realizaba este tratamiento dos veces al día, y Anna O. lo
solía llamar “cura por la palabra”. Breuer lo bautizó
como método catártico. En el caso de Anna O. se concluyó que había
padecido abusos sexuales en su infancia por parte de un familiar, y pese a
que parecía que la terapia funcionaba, apareció una trasferencia sexual
entre la paciente y el médico. Luego hubo problemas con un falso
embarazo de la paciente, enamorada de su terapeuta, y Breuer se apartó
hostigado por los celos de su mujer.

Breuer y la histeria
Breuer llegó a la conclusión de que las pacientes que mostraban los
síntomas de la histeria no tenían dolencias físicas sino que, en realidad,
sus síntomas eran el resultado de la acción permanente de ciertas
experiencias traumáticas del pasado y que se habían reprimido, aunque
no olvidado, y además, que al liberar dichos pensamientos reprimidos,
exteriorizándolos y aceptándolos de manera consciente, los síntomas
desaparecían. En un principio, Breuer no hizo públicos sus
descubrimientos, pero los compartió con Freud. Este último utilizó dicho
método, pero dejó de lado la hipnosis y en su lugar estableció el
procedimiento de “asociación libre”.
Más tarde, la relación entre Breuer y Freud comenzó a decaer debido a
varias discusiones en el campo de lo científico. Breuer se apegaba a una
concepción cientificista clásica que no aceptaba la separación total entre
fisiología y psicología, mientras que Freud apostaba por la creación de
todo un sistema teórico nuevo para la psicología y una independencia
absoluta de cualquier otra rama médica. Por otro lado, Breuer concebía al
método catártico con la hipnosis, pero sin la adopción de la “asociación
libre” ni otras modificaciones y ampliaciones sugeridas por Sigmund
Freud. La amistad acabó por romperse definitivamente al año de una
publicación conjunta.

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