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PROYECTO TRANSVERSAL DE DEMOCRACIA

LA EDUCACION PARA LA JUSTICIA, LA PAZ, LA DEMOCRACIA, LA SOLIDARIDAD, LA


CONFRATERNIDAD, EL COOPERATIVISMO LA FORMACION DE VALORES
HUMANOS.

CONSTRUCCION COLECTIVA CUERPO DOCENTE Y ADMINISTRATIVO

INSTITUCION EDUCATIVA REMEDIOS SOLANO

SEDE: ELBA SOLANO

BARRANCAS LA GUAJIRA

2015
TABLA DE CONTENIDO

1. Presentación.

2. Justificación.

3. Objetivos.

4. Marco teórico.

4.1. Marco legal.

4.2. Marco referencial

5. Transversalidad.

6. Recursos.

7. Cronograma de actividades.

8. Evaluación.

9. Bibliografía.
1. PRESENTACIÓN

Este proyecto se propone para desarrollar conceptos fundamentales en todos los grados
que ofrece la Institución Educativa, para empoderar al estudiante y se pueda desenvolver
en la diva, máxime en el momento histórico en que se da la vida de la edad o era de la
modernidad, la tecnología y la cibernética.

En él encontrará una justificación, un objetivo general y específicos, un marco teórico


donde se tiene presente conceptos sobre paz, democracia, convivencia y un marco
referencial en el cual se pretende aplicar el proyecto y por último la transversalidad en las
diferentes aéreas del conocimiento en las cuales se tratan los contenidos básicos
propuestos.
2. JUSTIFICACIÓN.

El proceso educativo, entendido como una formación más allá del ámbito académico,
exige que desde edades tempranas niños, niñas y jóvenes inicien a ser partícipes activos
en la construcción y mantenimiento de interacciones sociales sanas.

Las normas sociales son leyes humanas creadas con el fin de mejorar la convivencia
entre las personas, estos deberes y derechos deben ser de mutuo cumplimiento sin
distingo de edad, raza, sexo, religión, nivel educativo o socioeconómico.

Este proyecto atiende una de las necesidades globales más sentidas, que tiene que ver
con los fenómenos de violencia actual, y el trabajo de prevención que desde el ámbito
escolar este proyecto ofrece.

Las diversas estrategias contempladas en el proyecto sugieren alternativas de prevención


que se complementan entre si y apuntan a la construcción de conciencia colectiva,
compromiso social y respeto por la vida propia y por la de los demás.
3. OBJETIVOS

3.1. GENERAL

Orientar a la comunidad educativa para minimizar los conflictos sociales acorde a las
exigencias del momento histórico, mediante la educación para la justicia, la paz, la
democracia, la solidaridad, la fraternidad, la cooperación y la formación en valores
humanos, en función de la defensa, preservación promulgación y aplicación de los
derecho humanos, los derechos de los niños y las niñas y los derechos constitucionales.
3.2. ESPECIFICOS.

Crear una autentica cultura de derechos humanos, a los derechos de los niños y niñas,
los derechos constitucionales para la convivencia y la paz.

Vincular a la comunidad educativa con las redes de protección y apoyo social.

Brindar la orientación pertinente y oportuna para la prevención y atención integral de las


enfermedades prevalentes en los niños y niñas.

Divulgar los principales derechos de los niños y niñas contemplados en la


legislación vigente.

Desarrollar con padres de familia y educandos talleres con los cuales se busca mejorar
habilidades y competencias que requiere la vida en siglo XXI

Brindar experiencias, vivencias y temáticas que contribuyan a mejorar las competencias


ciudadanas.

Organizar el gobierno escolar institucional y de apoyo en cada sede.


4. MARCO TEÓRICO.

Al nacer todos los niños y niñas llegan con capacidades innatas que quieren poner en
acción y esperan encontrar ambientes que les permitan potencial izar y demostrarlas para
enriquecer su desarrollo.

Si las condiciones no se dan todo el potencial del niño o niña se va estancando y


limitando a las acciones necesarias para sobrevivir. Esto sucede de igual manera frente a
la expectativas de la sociedad en cuanto a conductas sociales y cívicas, sí el niño o niña
no tiene claridad en relación a lo que se espera de ellos con sus comportamientos, si no
se les enseña contundentemente, es altamente probable que sus derechos sean
vulnerados o que se vulneren los derechos de los demás.

La historia nos ha enseñado incansablemente como la misma naturaleza humana si nos


es moldeada, puede llegar a ser la más nefasta depredadora de su misma especie.

Por la educación y especialmente la que se ofrece en los primeros años es un proceso de


aprendizaje continuo y permanente de interacciones y relaciones sociales que posibilitan
a los niños y niñas potencias sus capacidades y adquirir competencias para su vida, en
función de un desarrollo integral que propicie su constitución como sujetos cognoscentes
de sus derechos. (Periódico al tablero).

Ese acompañamiento debe reforzarse en el aula escolar en razón a las carencias que
ofrece la mayoría de los ambientes sociales y desde luego los familiares de dichos niños
y niñas.

La adecuada convivencia entre las personas llevas implícito el ejercicio de los derechos y
deberes, pero solo hasta hace poco se les dio la denominación de derechos humanos,
como producto de la agudización de problemas que aquejan a gruesos de la población
como la pobreza, la corrupción, la discriminación, el racismo, la injusticia, la violencia y
que movilizo a la gran mayoría de las naciones a hablar un mismo idioma; por eso se
habla de declaración universal de los derechos humanos.

Su gran importancia radica en que ejercer los derechos humanos permite desarrollar
plenamente y hacer uso de nuestras cualidades humanas, inteligencia, actitudes y
conciencia, así como satisfacer entre otras, nuestras necesidades espirituales. Los
derechos se basan en el deseo de vivir una vida en la que se respeten y protejan la
dignidad y valor inherentes de cada ser humano. Su ausencia crea condiciones de
inestabilidad social y política donde germina la violencia y los conflictos que se producen
en las sociedades y las naciones y dentro de estas.

A partir de este ensayo se han creado otros ensayos de igual importancia como los
derechos del niño y sin número de organizaciones garantes de los derechos a nivel
mundial que trabajan con un mismo fin. (UNESCO, UNICEF, OMS, ACNUR, CICR, OIT,
CDN, FAO, PNUD ENTRE OTRAS)
DEMOCRACIA.

(Del griego, demos, ‘pueblo’ y kratein, ‘gobernar’), sistema político por el que el pueblo de
un Estado ejerce su soberanía mediante cualquier forma de gobierno que haya decidido
establecer. En las democracias modernas, la autoridad suprema la ejercen en su mayor
parte los representantes elegidos por sufragio popular en reconocimiento de la soberanía
nacional. Dichos representantes pueden ser sustituidos por el electorado de acuerdo con
los procedimientos legales de destitución y referéndum y son, al menos en principio,
responsables de su gestión de los asuntos públicos ante el electorado. En muchos
sistemas democráticos, éste elige tanto al jefe del poder ejecutivo como al cuerpo
responsable del legislativo. En las monarquías constitucionales típicas, como puede ser el
caso de Gran Bretaña, España y Noruega, sólo se eligen a los parlamentarios, de cuyas
filas saldrá el primer ministro, quien a su vez nombrará un gabinete.

La esencia del sistema democrático supone, pues, la participación de la población en el


nombramiento de representantes para el ejercicio de los poderes ejecutiva y legislativa del
Estado directa o indirectamente, independientemente de que éste se rija por un régimen
monárquico o republicano.

PAZ

Artículo 22.C. P. La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento.

Paz. (Del lat. pax, pacis). f. Situación y relación mutua de quienes no están en guerra. || 2.
Pública tranquilidad y quietud de los Estados, en contraposición a la guerra o a la
turbulencia. || 3. Tratado o convenio que se concuerda entre los gobernantes para poner
fin a una guerra. U. t. en pl. Con el mismo significado que en sing. || 4. Sosiego y buena
correspondencia de unas personas con otras, especialmente en las familias, en
contraposición a las disensiones, riñas y pleitos. || 5. Reconciliación, vuelta a la amistad o
a la concordia. U. m. en pl. || 6. Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego,
opuestos a la turbación y las pasiones. || 7. Genio pacífico, sosegado y apacible. || 8.
Portapaz. ||

Paz espiritual, el concepto cristiano de paz supera con mucho lo que puede significar la
simple ausencia de guerra o de conflicto.

La palabra hebrea shalom es quizá la más rica al respecto y expresa la plenitud que debe
ser alcanzada por cada persona. 'Jesús proclamó bienaventurados a los que construyen
la paz, porque serán llamados hijos de Dios' (Mt. 5,9). Por ello es obligación del cristiano
Trabajar por el logro de la paz, que no se establecerá entre los hombres mientras sigan
sin cumplirse las condiciones de justicia previas. Para edificar y afirmar la paz, se
requiere, ante todo, que las causas de discordia entre los hombres queden desarraigadas,
pues son estas las que alimentan las contiendas.

Como señala en diversos pasajes el documento Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano
II, entre las causas de injusticia que deben desaparecer figuran las 'excesivas
desigualdades económicas', el 'deseo de dominio', el 'desprecio de las personas', la
'envidia, la desconfianza, la soberbia y las demás pasiones egoístas'.
UN POCO DE HISTORIA SOBRE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL
DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO.

Declaración general de derechos elaborada por la Asamblea Nacional Constituyente en


agosto de 1789, en los primeros momentos de la Revolución Francesa, para proporcionar
un marco previo a la redacción de una Constitución.

La Asamblea Nacional nombró una comisión encargada de elaborar un proyecto


constitucional el 6 de julio. Este grupo entregó un informe tres días después en el que
recomendaba que la nueva Constitución incluyera como preámbulo una exposición
general de los principios universales que se pretendían consagrar en la misma. El
marqués de La Fayette, que contó con la colaboración de Thomas Jefferson (autor de la
Declaración de Independencia estadounidense y embajador en París en aquel tiempo),
presentó un borrador el 11 de julio que fue criticado inmediatamente por los reformistas
moderados, quienes consideraban que la naturaleza abstracta de sus principios
provocaría la abolición de la monarquía y el caos social, temor que se extendió durante
las siguientes semanas cuando la intranquilidad del pueblo generó una incontrolable
espiral de violencia.

El debate se reanudó a comienzos de agosto, siendo la cuestión prioritaria decidir si el


proyecto constitucional debía ser revisado o bien reemplazado. Los reformistas, influidos
por la legislación británica y las obras de Charles-Louis de Montesquieu, opinaban que la
declaración debía enumerar los deberes y derechos de los ciudadanos y servir
únicamente como una enmienda a las leyes anteriores. Por su parte, los radicales,
defensores de las teorías de Jean-Jacques Rousseau y del modelo constitucional de
Estados Unidos, insistían en que era necesaria una declaración abstracta de principios
con respecto a la cual pudiera ser evaluada y contrastada la nueva Constitución nacional.

Este debate se decidió finalmente en favor de los radicales, pero provocó una serie de
disputas sobre los mecanismos constitucionales que adoptaría el nuevo orden, en el que
'el origen fundamental de toda soberanía recae en la nación' (artículo 3). La discusión se
centró en torno al papel del monarca: los radicales consiguieron incluir una norma que
denegaba carácter legislativo a las proclamas reales, pero la propuesta central de que la
legislación aprobada por la Asamblea no fuera vetada por el poder ejecutivo quedó
mitigada para que el rey pudiera anular determinadas leyes con las que estuviera en
desacuerdo. La Declaración definía los derechos naturales del hombre, entre los que
consideraba básicos la libertad (individual, de pensamiento, de prensa y credo), la
igualdad (que debía ser garantizada al ciudadano por el Estado en los ámbitos legislativo,
judicial y fiscal), la seguridad y la resistencia a la opresión.

Aunque estos principios fundamentales constituyeron la base del liberalismo político del
siglo XIX, no fueron aplicados en la Francia revolucionaria: el monarca no aceptó que sus
anteriores súbditos fueran ahora soberanos, y la Asamblea Legislativa aceptó el veto
regio. Al cabo de tres años, se abolió la monarquía y se proclamó la República. Otras dos
declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano fueron aprobadas
posteriormente durante el transcurso de la Revolución Francesa. La Declaración de 1793
tuvo un carácter más democrático (defendía el derecho a la sublevación frente a la tiranía
y prohibía la esclavitud) y precedió a la Constitución de 1793. La Declaración de 1795,
más próxima a la de 1789, supuso el preámbulo de la Constitución del año III.

La Declaración tuvo gran repercusión en España y en sus colonias americanas, y fue uno
de los elementos fundamentales que estimularon la implantación de nuevas ideas.

Derechos fundamentales y libertades públicas, materia reciente en el curso de la historia,


enmarcada en el contexto del Derecho constitucional. A lo largo del siglo XIX, las
declaraciones de derechos y deberes de los ciudadanos fueron redactados en el texto
mismo de las constituciones, adquiriendo condición de normas jurídicas fundamentales a
las que se añadían otras leyes tendentes a la protección de los mismos. Y es que en todo
lo referente a los derechos fundamentales y las libertades públicas, antes que tratarse de
un asunto de exigencias y de créditos, es un tema de protección, de afirmar las garantías
del ciudadano consideradas como indispensables frente al poder del Estado.

Las categorías denominadas como ‘derechos fundamentales’ y ‘libertades públicas’ no


son por completo coincidentes; responden a orígenes diversos y se imbrican en
tradiciones culturales diferentes, por mucho que en los últimos decenios tiendan a
equipararse y confundirse.

El concepto ‘derechos fundamentales’ apareció en Francia hacia 1770, en el seno del


movimiento político y cultural que condujo a la Declaración de los Derechos del hombre y
del ciudadano de 1789, y más tarde alcanzó especial relieve en países como Alemania
donde, bajo el manto de los Grundrechte, se articuló el sistema de relaciones que median
entre el individuo y el Estado.

El concepto ‘libertad pública’ aparece también (y en singular), en Francia, siendo utilizado


de forma expresa en las constituciones de 1793 y 1814. La primera vez que se utiliza en
plural —’libertades públicas’— en un texto constitucional es en la Constitución del II
Imperio Francés, de 1852, y alcanzó desde entonces carta de naturaleza en la tradición
científica y política de esa nación, donde incluso son objeto de enseñanza autónoma
desde 1945. Las libertades públicas, en su formulación clásica, son de ámbito más
restringido que los derechos fundamentales, con los cuales estarían en una relación de
género y especie, si quisiera hablarse —como se ha hecho— de ‘derechos de libertad’.
Las libertades públicas presuponen que el Estado reconoce a los individuos el derecho de
ejercer (al abrigo de toda presión exterior) cierto número de actividades determinadas.
Son libertades porque permiten actuar sin coacción; son libertades públicas porque
corresponde a los órganos del Estado —titular de la soberanía— respetarlas y
garantizarlas. Libertades que suponen una mayor autonomía para los ciudadanos, y al
tiempo conllevan obligaciones del Estado; se definen las obligaciones negativas en cuanto
que implican por lo común un cierto deber de abstención, si bien en algunas ocasiones
comportan obligaciones secundarias positivas.

Los derechos fundamentales son algo más. Su construcción teórica tiene mucho que ver
con Jellinek y su famosa ‘teoría de los estados y los derechos públicos subjetivos’. Esta
doctrina puede resumirse de este modo: por razón de su pertenencia al Estado el
individuo se encuentra inmerso en una pluralidad de estados que pueden ser los
siguientes: como consecuencia de su subordinación al Estado, el ciudadano se encuentra
en el ‘estado pasivo’ o status subiectionis, que conlleva para este último una serie de
deberes. A todo miembro del Estado pertenece —por otra parte— un rango en el cual es
señor absoluto, una esfera libre del Estado, una esfera que excluye el imperium: el estado
negativo también llamado status libertáis. A mayor abundamiento y en cuanto el Estado,
en el cumplimiento de sus deberes, reconoce al ciudadano la posibilidad de aspirar a que
el poder estatal sea ejercitado en su favor, en cuanto le concede la facultad de
beneficiarse de las instituciones estatales, le está reconociendo el ‘estado positivo’ o
status civitatis, que se presenta como el fundamento del conjunto de las prestaciones
estatales hechas en interés del individuo. La actividad del Estado, por tanto, sólo es
posible mediante la acción individual. En cuanto reconoce al individuo la capacidad de
obrar por cuenta del Estado, lo promueve a una condición más elevada y cualificada, a la
ciudadanía activa. Esta se corresponde con el ‘estado activo’, el status activa e civetitas,
por el que el individuo está autorizado para ejercer los llamados derechos políticos en su
más estricto significado.

Se concreta así la teoría de los estados de Jellinek, de la cual surgen derechos subjetivos
que, por corresponder al ciudadano respecto al Estado, se califican de públicos, de
fundamentales y se dividen según la tradición del modo siguiente: derechos civiles —de
ámbito personal, de la esfera privada—, derechos políticos y económicos, sociales y
culturales. Sabido lo anterior, decir que las libertades públicas (entendidas como
libertades con autonomía) sólo tendrían acomodo dentro de la primera categoría citada ya
de derechos fundamentales. Lo que sucede es que, ampliando el contenido pretendido
para las libertades, viene hablándose de libertades que implican participación, que
podrían equipararse con los derechos políticos, e incluso llegan a utilizarse de forma
indistinta las categorías antedichas, en contra de la tradición histórica ya citada y con la
dificultad de encuadrar, dentro de las libertades, los derechos económicos, sociales y
culturales. Se han calificado como derechos y libertades propiamente dichos los
siguientes: vida, integridad física y moral; libertad ideológica, religiosa y de culto; libertad y
seguridad; igualdad y no discriminación; honor, intimidad personal y familiar, propia
imagen; inviolabilidad del domicilio y secreto de las comunicaciones; libertad de residencia
y movimientos; libertad de expresión, libertad de producción y creación literaria, artística,
científica y técnica, libertad de cátedra, libertad de información; derecho de reunión;
derecho de asociación; derecho a participar en los asuntos públicos y a acceder, en
condiciones de igualdad, a funciones y cargos públicos; derecho a la tutela efectiva de
jueces y tribunales; derecho al juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y a la
asistencia de letrado, derecho del acusado a que se le informe de las imputaciones
formuladas en su contra, derecho a un proceso público sin dilaciones indebidas y
realizado con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba pertinentes para su
defensa, a no declarar contra sí mismo, a no confesarse culpable y a la presunción de
inocencia; derecho a la educación, libertad de enseñanza; libertad sindical, derecho de
huelga; derecho de petición.

Dentro de los derechos de los ciudadanos consagrados en las constituciones cabe citar,
asimismo, los siguientes: derecho a contraer matrimonio; derecho a la propiedad privada y
a la herencia; derecho de fundación; derecho a la negociación colectiva laboral entre los
representantes de los trabajadores y empresarios. Los textos constitucionales hacen
referencia también, en ocasiones, a derechos económicos y sociales. En este campo,
cabe hablar de las siguientes cuestiones: protección de la familia, los hijos y las madres;
distribución equitativa de la renta; régimen público de Seguridad Social; derecho a la
protección de la salud; derecho a la cultura; derecho a un medio ambiente adecuado;
derecho a disfrutar de una vivienda digna.

Los derechos fundamentales se sustraen al libre control de la ley, siendo reconocidos en


las constituciones, dotadas de mayor rango jurídico.

Es frecuente la implantación de procedimientos específicos y restrictivos para el desarrollo


o la reforma legislativa en materia de derechos fundamentales o libertades públicas.

Las garantías de tales derechos y libertades se refuerzan, estableciéndose


procedimientos preferentes y rápidos para su protección y la creación, en ocasiones, de
un órgano supremo de jurisdicción constitucional al que se encomienda, en última
instancia, la protección de los derechos referidos.

Cabe también (en lo concerniente a las garantías) la creación de un órgano unipersonal


que, en calidad de comisionado de la soberanía popular, asuma la defensa de derechos y
libertades frente a los ataques a unos y otras que pudieran provenir de la administración,
ejerciendo a tales efectos una especie de control para jurisdiccional sobre la actividad de
ésta.

Cabe asimismo arbitrar un sistema de inmediato amparo judicial de los derechos y


libertades fundamentales —hábeas corpus— frente a su desconocimiento eventual por los
agentes administrativos. Los derechos y libertades fundamentales sólo pueden
suspenderse con carácter excepcional, en supuestos y circunstancias reglados en los
propios textos constitucionales.

La necesidad de crear un tribunal penal internacional de carácter permanente derivaba de


que, aunque teóricamente los crímenes de lesa humanidad no prescriben y sobrepasan
las jurisdicciones nacionales, en la práctica resulta extremadamente difícil juzgar a
quienes cometen estas violaciones del Derecho Internacional Humanitario, pues casi
siempre conservan los suficientes resortes políticos como para eludir la acción de la
justicia. Ello se debe a que la mayoría de los casos en los que se producen violaciones
masivas de los derechos humanos reconocidas como crímenes contra la humanidad,
éstas se inscriben y justifican en contextos de emergencias nacionales, insurrecciones,
guerras civiles o entre Estados, o situaciones de violencia política extrema. En dichas
Situaciones resulta muy difícil detener a los culpables, detallar claramente los crímenes e
incluso identificar a las víctimas.
DERECHOS HUMANOS

A grandes rasgos, los derechos humanos pueden definirse como los derechos inherentes
a nuestra naturaleza, sin los que no podemos vivir como seres humanos. Los derechos
humanos y las libertades fundamentales nos permiten desarrollar plenamente y hacer uso
de muestras cualidades humanas, nuestra inteligencia, nuestras aptitudes y nuestra
conciencia, así como satisfacer entre otras, nuestras necesidades espirituales. Los
derechos humanos, se basan en el deseo, cada vez más extendido en la humanidad, de
vivir una vida en la que se respeten y protejan la dignidad y el valor concerniente de cada
ser humano. La ausencia de esos derechos no solo constituye una tragedia individual y
personal, sino que también crea las condiciones de la estabilidad social y política donde
germina la violencia que se producen entre las sociedades y las naciones y dentro de
estas. Solidaridad, en una colectividad o grupo social, es la capacidad de actuación
unitaria de sus miembros. Término que denota un alto grado de integración y estabilidad
interna, es la adhesión ilimitada y total a una causa, situación o circunstancia, que implica
asumir y compartir por ella beneficios y riesgos.

La solidaridad, muy habitual en las sociedades tradicionales, se produce como


consecuencia de la adhesión a valores comunes, que lleva a compartir creencias
relacionadas con los aspectos fundamentales de los planteamientos políticos, económicos
y jurídicos de los grupos sociales.

La noción de solidaridad, en auge durante el siglo XIX, mantuvo una vigencia muy
extendida en el seno del movimiento obrero, el anarquismo en particular, destacando la
postura del pensador ruso Piotr A. Kropotkin. Defensor de la idea del ‘apoyo mutuo’,
Kropotkin afirmó que la espontaneidad de las más diversas formas de solidaridad se
opone a una concepción de la naturaleza del hombre basada en la hostilidad y la
competencia.

Son factores operantes de la solidaridad: una actuación recíproca que a los valores
personales antepone las normas, costumbres, intereses y valores de la colectividad,
considerada como un todo; el sentido de pertenencia a una entidad sociocultural valorada
positivamente; una experiencia de relaciones sociales que implican a la totalidad de la
persona...

Algunos sociólogos mantienen que su vigencia ha desaparecido con el desarrollo de la


modernidad, pero en los últimos años están apareciendo muestras y ejercicios de
solidaridad a través de la actividad que despliegan numerosas organizaciones de
cooperación y asistencia, las llamadas Organizaciones No Gubernamentales

Justicia, constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo que le corresponde. Esta
idea tan genérica cobra expresión en dos tipos de justicia reconocidos: la conmutativa,
trasunto del principio de reciprocidad, que exige dar en contraprestación otro tanto de
aquello que se ha recibido como prestación de forma proporcional, y la distributiva,
concepto más amplio, que hace referencia a la solidaridad con los más débiles de la
sociedad, a cuyo fin se procurará una cierta redistribución de cargas y ventajas de
acuerdo a sus necesidades con el objeto de paliar y suprimir las desigualdades que son
independientes de los méritos y el esfuerzo personal o su contribución social.

Estas ideas adquieren expresión concreta en el Derecho positivo, primero a través de las
constituciones que reconocen el valor de la justicia como fundamental del ordenamiento
jurídico, junto a la libertad, la igualdad y el pluralismo político. Se señala este orden ya
que los tres últimos valores indicados son expresiones manifiestas de la justicia.

Sin embargo, no es posible el disfrute de tales valores sin la provisión de los medios
necesarios para el pleno desarrollo de la personalidad individual, familiar y social. A tal fin,
suelen las constituciones reconocer de forma ordinaria la propiedad y con ella otros
derechos reales limitados, siempre que respondan a una función social, entendida como
feliz combinación de los intereses individuales y colectivos, de forma que en un justo
equilibrio, pueda generarse una progresiva evolución de la calidad de vida, traducible en
un derecho al trabajo, a una vivienda digna, al disfrute del medio ambiente, a la cultura y
la educación entre otros.
4.1. MARCO LEGAL.

El marco legal del presente proyecto se sustenta en:

*La constitución política de Colombia.

Artículo 22 .La paz un derecho y deber de obligatorio cumplimiento.

*Derechos fundamentales consagrados en la constitución política.

*Ley de la niñez e infancia

*Ley general de educación.

*Declaración universal de los derechos humanos.

*Y demás leyes, decretos, acuerdos internacionales, resoluciones vigentes relacionadas


con el propósito de este proyecto.

Convención sobre los derechos del niño. Aprobados por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
4.2. MARCO REFERENCIAL

4.2.1.Ámbito.

Población: Serán los niños en la Institución Educativa Remedios solano año 2015.

Cobertura. El proyecto se ejecutará en la sedes de la institución, aspirando llegar al


80% de la población.

Tiempo: Este Proyecto se ha programado para desarrollarlo en un período de un año

Dentro del cual se pretende desarrollar los objetivos planteados en la propuesta.

4.2.2. Actores.

Ejecutores: Personal administrativo y docente de la institución educativa.

Beneficiarios. Educandos del grado de transición a grado novena.

Afectados: Durante del desarrollo del proyecto se podrán presentar riesgos, la población
infantil y juvenil víctima de la vulneración de sus derechos constitucionales.
6. RECURSOS.

*Humanos.

Personal administrativo, docente estudiante y padres de familia.

*Materiales.

Material requerido para la elaboración de carteles,

Plegables, carteleras, revista, etc.

*Tecnológicos.

Televisor, computador, grabadora, video-beam. Cámara fotográfica,

Cámara de video

*Económicos.

Asignar presupuesto.
7. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES.
ACTIVIDADES A DESARROLLAR FECHA

1. Ambientación, orientación y Divulgación a Enero 31 - Febrero 10


todos los estudiantes (votantes y aspirantes) para
elegir el nuevo Consejo Estudiantil

2. Elecciones democráticas para elegir Consejo Febrero 10 -13


estudiantil.

3. Capacitación al consejo estudiantil. Marzo 9

4. Reunión Consejo estudiantil, elección de Junta Abril


Directiva y representante de los estudiantes ante el
Consejo Directivo

5. Reuniones del consejo estudiantil Abril 13 Agosto 10 Octubre 23

6. Ambientación, orientación y divulgar Febrero 11 al 29


información a todos los estudiantes (votantes y
aspirantes) para elegir nuevo personero escolar

7. Convocar inscripción de aspirantes a la Febrero 13 – 17


personería escolar

8. Plazo límite para que los aspirantes a la Febrero 20 – 29


personería escolar presenten todos los requisitos e
incluirlos en el tarjetón.

9. Publicar nombre y programa de los candidatos Febrero 29

10. Campaña electoral Febrero 20 – Marzo 9

11. Elaboración de lista de jurados, lista de Marzo 1


votantes y número de mesa correspondiente

12. Presentar lista de jurados, lista de votantes y Marzo 7-8


número de mesa correspondiente

13. Elecciones democráticas para elegir personero Marzo 14


escolar

14. Presentación a la comunidad estudiantil y toma Marzo 14


de juramento al nuevo personero escolar

15. Elaboración del Acta Marzo 14

16. Entrega de acta de elección de personero a la Marzo 14


secretaria de la Institución.
17. Socialización con estudiantes sobre el pacto de Enero 23 - 31
convivencia

18. Jornada sobre el derecho del niño Abril 25

19. Día mundial de la paz Noviembre 26

20. Recolección de evidencias Noviembre 28

NOTA: Para la actividad denominada jornada sobre los derechos del niño se propone la
elaboración de plegables que contengan información alusiva a los derechos del niño,
haciéndolos llegar a los padres de familia para involucrarlos en el proceso.
8. EVALUACIÓN.

La evaluación del presente proyecto debe ser de manera permanente en la medida que
se vayan desarrollando las actividades propuestas. Igualmente en el proceso evaluativo
se debe observar el grado de compromiso, de aceptación y puesta en evidencia los
aprendizajes en la convivencia intra y extra-escolar de cada uno de los estudiantes
teniendo en cuenta el presente formato.

Escriba una x en la opción que más se de en su realidad.

Interrogantes Opciones de respuesta.

Nunca Algunas Casi Siempre


veces siempre

Es justo con ud mismo y con los demás

Actúa pacíficamente en su actuar?

Es solidario con sus padres y hermanos 9.


y compañeros?

Coopera en las actividades


programadas la casa y la escuela?

Los valores que aprende en la escuela


los pone en práctica dentro y fuera de la
escuela?

Respeta las opiniones de los demás?

BIBLIOGRAFIA.

*Constitución Política de Colombia.


*Declaración Universal de los derechos humanos.

*Ley de la niñez y de la infancia.

*ABC La enseñanza de los derechos humanos, publicación de las naciones unidas.

*Aportes del colectivo docente de la Institución Educativa.

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