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Las distintas definiciones de noticia implican una duplicidad del concepto. Por una
parte se refiere al relato que se hace de un hecho, y por otra al género periodístico
fundamental, que muchos teóricos prefieren denominar nota informativa.
En cualquier caso, se trata de información que tiene un doble ámbito: el interno pues
será dentro de un medio de comunicación que se decida si aquella merece o no
hacerse pública, y de hacerlo cuál es el tratamiento que se le ha de dar, no sólo
respecto al género sino también la extensión, el diseño y la ubicación dentro de las
páginas de una publicación; y el ámbito externo, pues una vez publicada la noticia
generará reacciones, a algunas de las cuales el medio deberá responder, además
de la posibilidad de que la noticia sea replicada por otros medios y sufra la
apropiación por parte de los lectores.
Las noticias deben analizarse desde varias perspectivas. Son la materia prima del
periodismo, pero también hay que relacionarlas con los Derechos Humanos, pues
estos estipulan en su Artículo 19 el derecho a la libertad de expresión y de opinión;
con las leyes que en el caso mexicano amparan desde la Constitución tanto las
libertades de prensa y de opinión como el derecho de los mexicanos a saber lo que
hacen los representantes del Estado, pero también hay que relacionarlas con el
medio empresarial, en tanto que las noticias son una mercancía que puede sufrir
transformaciones no siempre éticas con el fin de venderlas mejor.
Por ende, a las noticias hay que relacionarlas con los distintos tipos de poder: el
político, el económico y el social, encarnado en la opinión pública que se forma
gracias a ellas.
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Ya se dijo que las noticias son la materia prima del trabajo periodístico; los diarios
mexicanos publican más noticias que ningún otro género periodístico, y son además
el punto de partida de los géneros de opinión, cuyos temas mayoritariamente salen
de las noticias ya publicadas.
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Así, noticia es la información oportuna de hechos u opiniones de interés o
importancia, o ambas cosas a la vez, para un número considerable de personas.
Debe ser exacta, equilibrada, leal y objetiva, clara, concisa y actual. (Charnley,
45:71).
“Es imposible definir con exactitud lo que es una noticia, porque la tarea más delicada
de la profesión periodística consiste precisamente en eso: en definir, día a día, lo que
es noticia y lo que no es”, escriben Carlo de Martino y Fabio Bonifacci en su Dizionario
pratico di giornalismo. La definición de noticia no es estática sino dinámica, no es una
síntesis intelectual sino una actividad cotidiana.
Citado por Rafael Yanes (2003), Van Dijk considera que en el uso cotidiano de la
palabra noticia se observan tres conceptos diferenciados: como una nueva
información sobre sucesos, objetos o personas; como un programa tipo (de
televisión o radio) en el cual se presentan ítems periodísticos; y como un ítem o
informe periodístico, como por ejemplo un texto o discurso en la radio, en la
televisión o en el diario, en el cual se ofrece una nueva información sobre sucesos
recientes.
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¿Cuáles son sus características específicas?
la noticia es un texto que posee características propias que lo definen como género
diferenciado. Fernando Martínez Vallvey considera que no es la información de lo
sucedido, sino un escrito que tiene unas singularidades que lo distinguen de los
demás géneros. Es un determinado tipo de texto, no el hecho de que un
acontecimiento sea publicado en un medio informativo. Para este autor, la noticia es
el relato que posee un modelo textual diferenciado, que se difunde a través de los
medios de comunicación, que narra o expone hechos o ideas novedosas de
actualidad y que presuntamente pueden interesar a la población. En la misma línea
se muestra Luis Núñez Ladevéze, que considera que la noticia no sólo es un conjunto
de datos, pues para comunicarlos a otras personas es necesario que sean tratados,
elaborados y ordenados de acuerdo a unas reglas textuales que conforman el género.
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evidenciaba al nombrarlos como los terroristas, los transgresores de la ley, los
guerrilleros, los rebeldes o el grupo armado).
Entre los miles de hechos que ocurren en el mundo cada día ¿cómo distinguir lo
que es noticiable de lo que no? Una de las clasificaciones más aceptada sobre las
características que debe contener la noticia es la que hizo Carl N. Warren en sus
Géneros periodísticos informativos (25:1975) para quien la noticia debe contar con
Actualidad, Proximidad, Prominencia, Curiosidad, Conflicto, Suspenso, Emoción y
Consecuencia. Por supuesto que no todas las noticias logran reunir esas ocho
características pero entre más de ellas tenga será más atractiva para el lector, es
decir, será más noticiable.
La noticia de un incendio interesará más al lector si fue hoy que hace veinte días, si
fue a una calle de su casa que si fue en otro continente, si murió un artista famoso
y no un desconocido, si la causa fue extraña y no común, si lo causó un pleito entre
hermanos y no un corto circuito, si las declaraciones de una de las víctimas que se
debate entre la vida y la muerte podría aclarar o no el caso, si hubo un rescate
heroico de un niño o una mascota, o si a causa del accidente se prohibirá cierto tipo
de prácticas o de aparatos electrodomésticos.
Desde otra perspectiva, la del discurso periodístico, Van Dijk –citado por Yanes
Mesa– afirma que la noticia se caracteriza por cinco condiciones básicas en su
estilo:
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b) El lenguaje debe ser claro pero ello no depende siempre del periodista, sino de
los tecnicismos de cada fuente.
El remate es el párrafo final, que debe dejar la sensación de que el relato no tiene
más qué decir. Puede ser una frase de un entrevistado que resuma los hechos, el
anuncio de medidas públicas respecto al asunto, un recuento de daños, etc.
Al inicio de este ensayo se había señalado el carácter mercantil de las noticias, que
se acrecienta en la llamada era de la información. Javier Díaz Noci cita las
características que en ese sentido deben tener los hechos para ser transformados
en noticia, según Mauro Wolf.
d) Acontecimientos que ofrezcan una historia de calidad, es decir, una historia con
acción, ritmo, puntos de vista diferentes, datos abundantes y fáciles de explicar.
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en el noticiario cinematográfico, que contengan información de interés para alguien
y hayan sido objeto del tratamiento que supone la noticia, es decir que se redacten
bajo el esquema de la pirámide invertida, con la mayor objetividad (honestidad) del
periodista, y que trate de un asunto de interés general.
Puede versar prácticamente sobre cualquier asunto, por lo que el tema no es una
característica, sino apenas un criterio que sirve para establecer su ubicación en las
páginas del diario a través de las secciones que pueden ser temáticas (economía,
política, deportes, espectáculos etc.) o geográfica (nacionales, internacionales,
estados, capital).
Suele tratar solamente el hecho noticioso sin profundizar en las causas o el modo,
pues ello corresponde a los géneros de interpretación como el reportaje o la crónica,
ni puede opinar, enjuiciar o valorar sin caer en el campo del periodismo opinativo.
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¿Dónde se usa ese concepto? ¿Se documentan variaciones geográficas,
sociales, políticas o económicas de su uso?
Si bien la palabra noticia suele usarse fuera del ámbito periodístico en expresiones
como “no he tenido ninguna noticia tuya” o “vaya noticia que me has dado”, su uso
en el periodismo en español suele referirse a dos cosas: en el ámbito académico al
relato que se hace de un hecho cuya naturaleza lo hace noticiable, y en la práctica
cotidiana al género periodístico cuya características ya hemos referido en líneas
anteriores.
Mucho antes de la existencia del primer periódico, los distintos grupos humanos
tuvieron la necesidad de obtener información que les permitiera tomar decisiones,
difundir logros, prevenir peligros etc.
En la Florencia del siglo XIII, los pregoneros conocidos como banditori llegaban
periódicamente al mercado, para anunciar noticias políticas, convocar reuniones
públicas y hasta para llamar al pueblo a las armas. En 1307 y 1322-1325, se
establecieron leyes que rigen su nombramiento, conducta y salario. Estas leyes
estipulaban cuántas veces un banditoro debía repetir una proclamación (cuarenta) y
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en qué parte de la ciudad debían leerlas. (Méndez:
https://deperiodismo.com/periodismo/la-noticia/).
Antes que noticias impresas hubo noticias manuscritas, cuyo inicio es casi imposible
ubicar en el tiempo. Georges Weill, impresor de The Daily, “cita una ordenanza real
contra los propagadores de noticias falsas, dictada en Inglaterra en 1275 y
confirmada en 1378, que sería invocada en 1682 contra un periodista puesto en
libertad por el jurado. Ello quiere decir que ya existía la ‘noticia manuscrita’ y que se
perseguían las noticias falsas” (Tarín-Iglesias, 20:72)
Durante el medioevo Italia fue el centro de la vida intelectual y social europea, por
lo que las clases altas italianas necesitaban estar al tanto de los grandes
acontecimientos. “Esta curiosidad encontró los hombres que la satisficieron, hábiles
mercaderes de noticias que ciertos personajes no vacilaron en pagar a precios muy
elevados” (Tarín-Iglesias, 20:72).
Lo que se entendía por noticia en la época previa a este primer periódico, e incluso
mucho después de que éste viera la luz, tiene poca relación con lo que hoy
entendemos por noticia:
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Presumimos que la noticia posee ciertas cualidades que le son inherentes: que es
imparcial, actual, exacta, concisa, equilibrada, objetiva (…) Las noticias que se
imprimían en los primeros periódicos (de Estados Unidos) poseían pocas de las
cualidades que hoy apreciamos como características y que las distinguen de otras
formas de comunicación escrita (…) las noticias podían colorearse (y se coloreaban)
con las preferencias del periodista, y cuanto fuese contrario a la opinión de los
propietarios se omitía a menudo completamente. Las noticias que se publicaban eran
incompletas, no necesariamente exactas o actuales, y por cierto carecían de
objetividad (Charnley, 26:71)
Uno de sus corresponsales, James Gordon Bennet, se separó del Sun y fundó The
New York Herald. A Bennet le corresponde el doble honor de ser considerado el
inventor de la entrevista periodística y uno de los padres de la objetividad, pues se
propuso hacer en el Herald algo que era hasta entonces una auténtica rareza:
informar sin tomar partido, postura que no sólo le valió el reconocimiento sino que
afectó el modo en que hasta entonces se concebía el término noticia, como un texto
de abierta subjetividad hasta alcanzar a veces un sentido panfletario.
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Bennet “pensaba que las noticias se ofrecen por lo que valen por sí mismas, que
deben informar antes que sostener una causa o buscar prosélitos, y con la
aplicación de ese pensamiento contribuyó al progreso de la objetividad en la relación
con los hechos, necesaria para este nuevo concepto de noticia” (Charnley, 29:71).
Más tarde, con la fundación de The New York Times en 1851 se consolidaría la
apuesta por la objetividad. Su editor, Henry J. Raymond buscó evitar el sesgo
partidista que caracterizaba a muchos diarios de la época, y tras la Guerra de
Secesión (1861-1865) “el objeto de los principales órganos de difusión era publicar
los hechos y dejar al lector la tarea de pensar por sí mismo” (Charnley, 30:71).
Fue con el asesinato de Abraham Lincoln el 14 de abril de 1865 al salir del teatro,
que la agencia informativa Associated Press inauguró el actual estilo de redactar las
noticias mediante la respuesta a las seis w, que asumen como un invento propio
cuando en realidad se trata de las preguntas del Hexámetro de Quintiliano
adaptadas al periodismo.
La rápida adopción de ese formato por los demás medios informativos se explica
por las ventajas que ofrecía en una época en la que la transmisión de noticias debía
hacerse por el naciente telégrafo: al cobrar por palabra era más barato reducir los
textos mediante el relleno del cuestionario implícito en las seis w, si la comunicación
por telégrafo se cortaba, con el primer párrafo transmitido se había cubierto lo
esencial y se homogeneizaba información procedente de periodistas improvisados
como lo eran todos antes de que hubiera enseñanza formal de la disciplina.
El concepto de noticia que surgió primero para definir el acto de relatar un hecho de
interés general, evolucionó a partir de que el periodismo se cuestionó cuál debía ser
su función social. Cuando los editores de los diarios estadounidenses comenzaron
a plantearse si era o no ético pensar por los lectores, o si debían simplemente darles
la información para que lo hicieran por su propia cuenta; cuando se cuestionaron si
era válido o no adoptar una postura partidista, el concepto de noticia se consolidó
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como sinónimo de objetividad, y sirvió para hacer la distinción entre los facts y los
comments (periodismo de información y periodismo de opinión) que divide a las dos
grandes funciones del periodismo.
Cabe destacar que posteriormente se hizo una tercera división de los géneros
periodísticos que se inserta entre las dos anteriores, la del periodismo de
interpretación. En el ámbito del periodismo informativo quedaron la noticia y la
entrevista, mientras en los géneros de interpretación son ahora el reportaje y la
crónica, que antes se situaban entre los informativos. Los demás géneros se
clasifican en el rubro de la opinión (artículo, editorial, columna, crítica, ensayo etc.)
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Por otro lado está el cambio de valores que el modelo económico ha impuesto a la
prensa: si antes el valor de una noticia se medía con criterios como la verdad, hoy
una información será juzgada sin valor si no logra interesar a un público amplio
(Bastenier: 15, 2001). “Desde que está considerada como una mercancía, la
información ha dejado de verse sometida a los criterios tradicionales de la
verificación, la autenticidad y el error. Ahora se rige por las leyes del mercado”.
Bajo esa óptica es que la noticia como el género periodístico que conocimos, está
pronta a desaparecer.
Ya no basta –si alguna vez bastó– contestar cinco o seis doblevés, redactarlas en
orden decreciente y considerarse un «periodista». Porque si entregamos una
estructura altamente reiterativa, que carece de final y en que, cuanto más se avanza,
menos interés promete, a nadie puede extrañar que casi el noventa por ciento de los
lectores no pasen de los titulares. (Sánchez:
http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/site/artic/20050529/pags/20050529184942.html
)
El centro del rechazo hacia la noticia está en que su rígido formato no permite contar
todas las historias, con lo que áreas enteras de la vida social quedan al margen,
invisibilizadas. El ideal estilístico de la pirámide invertida no sólo impone el modo en
que se pueden decir las cosas, sino también qué cosas sí se pueden decir.
Los nuevos periodistas fueron también los primeros en denunciar que esas técnicas
pretendidamente objetivas se constituyen, en realidad, en técnicas de verosimilitud.
Es decir, un conjunto de recursos que, más que a conseguir la neutralidad, se orienta
al logro de la apariencia de neutralidad. El decenio de 1980 fue pródigo en denuncias
de esta, en palabras de Baudrillard, cultura del simulacro. Un simulacro al que la
pirámide invertida no resultaba ajena. (Sánchez:
http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/site/artic/20050529/pags/20050529184942.html
)
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Los diarios de otras latitudes, particularmente los españoles, han abandonado el
esquema de la pirámide invertida. Con ello no desaparece la noticia sino sufre una
transformación que aún no termina. Miguel Ángel Bastenier le puso nombre al nuevo
producto: el género seco. En Argentina se habla de periodismo narrativo. Sin
embargo, más allá de la etiqueta parece evidente que la noticia, entendida como el
relato que se hace de un hecho de interés, no puede desaparecer sino solamente
evolucionar.
Fuentes:
De Fontcuberta, Mar. (2011) La noticia. Pistas para percibir el mundo. España: Paidós.
Díaz-Noci, Javier. (S/F) Las raíces de los géneros periodísticos interpretativos: precedentes
históricos formales del reportaje y la
entrevista. https://webs.ucm.es/info/emp/Numer_06/6-4-Inve/6-4-02.htm
Sánchez, José Francisco. (S/F) “La pirámide invertida: la caída de un mito”. Cuadernos de
Información, no. 8. Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile.
http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/site/artic/20050529/pags/20050529184942.html
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