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La noticia

Por Leticia Urbina Orduña

¿Cuál es el ámbito de la prensa en que se ubican las noticias?

Las distintas definiciones de noticia implican una duplicidad del concepto. Por una
parte se refiere al relato que se hace de un hecho, y por otra al género periodístico
fundamental, que muchos teóricos prefieren denominar nota informativa.

En cualquier caso, se trata de información que tiene un doble ámbito: el interno pues
será dentro de un medio de comunicación que se decida si aquella merece o no
hacerse pública, y de hacerlo cuál es el tratamiento que se le ha de dar, no sólo
respecto al género sino también la extensión, el diseño y la ubicación dentro de las
páginas de una publicación; y el ámbito externo, pues una vez publicada la noticia
generará reacciones, a algunas de las cuales el medio deberá responder, además
de la posibilidad de que la noticia sea replicada por otros medios y sufra la
apropiación por parte de los lectores.

¿Con qué elementos se relacionan las noticias?

Las noticias deben analizarse desde varias perspectivas. Son la materia prima del
periodismo, pero también hay que relacionarlas con los Derechos Humanos, pues
estos estipulan en su Artículo 19 el derecho a la libertad de expresión y de opinión;
con las leyes que en el caso mexicano amparan desde la Constitución tanto las
libertades de prensa y de opinión como el derecho de los mexicanos a saber lo que
hacen los representantes del Estado, pero también hay que relacionarlas con el
medio empresarial, en tanto que las noticias son una mercancía que puede sufrir
transformaciones no siempre éticas con el fin de venderlas mejor.

Por ende, a las noticias hay que relacionarlas con los distintos tipos de poder: el
político, el económico y el social, encarnado en la opinión pública que se forma
gracias a ellas.

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Ya se dijo que las noticias son la materia prima del trabajo periodístico; los diarios
mexicanos publican más noticias que ningún otro género periodístico, y son además
el punto de partida de los géneros de opinión, cuyos temas mayoritariamente salen
de las noticias ya publicadas.

¿A qué se le llama noticia?

El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua señala que la palabra


noticia tiene su origen en el latín notitia, y la define como información sobre algo que
se considera interesante divulgar. Es el hecho divulgado, dato o información nuevos,
referidos a un asunto o a una persona y noción o conocimiento sobre una materia o
sobre un asunto.

Sin embargo, la traducción textual de su equivalente en otras lenguas hace énfasis


en la novedad, más que en el interés del hecho a divulgar.

La palabra inglesa “news” se desarrolló en el siglo XIV como un uso especial de la


forma plural de “nuevo”. En inglés medio, la palabra equivalente era newes, como las
nouvelles francesas y las neues alemanas. Desarrollos similares se encuentran en
las lenguas eslavas, el noviny checo y eslovaco (de nový, “nuevo”), el afín polaco
nowiny, el novini búlgaro y el novosti ruso, y en las lenguas celtas: el newyddion galés
(de newydd) y el Cornish nowodhow (de nowydh). (Méndez :
https://deperiodismo.com/periodismo/la-noticia/ )

En 1959 Mitchell V. Charnley definía en su libro Periodismo Informativo, que la


noticia es la crónica oportuna, concisa y exacta de un suceso, no el suceso mismo.

La noticia no es la muerte de un dictador, o la elección de un presidente, o la


postergación de un partido de futbol; es el relato que el periodista hace de la muerte,
de la votación o del defecto que ha interrumpido una cuenta regresiva en Cabo
Kennedy. Cuando el periodista define la noticia como “información” y no como
“suceso”, está diciendo en realidad que mientras no se comunique el conocimiento de
un suceso éste no es noticia. (17:71)

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Así, noticia es la información oportuna de hechos u opiniones de interés o
importancia, o ambas cosas a la vez, para un número considerable de personas.
Debe ser exacta, equilibrada, leal y objetiva, clara, concisa y actual. (Charnley,
45:71).

Para Frank Fraser Bond en su libro Introducción al periodismo (1974) “Noticia no es


un acontecimiento, sino el relato que se hace del mismo”. El Manual de
Corresponsales de la Associated Presse señala que noticia es todo aquello de
interés acerca de la vida y las cosas, en todas sus manifestaciones. Otro autor
clásico, Emil Dovifat, (51:1960) dice que las noticias son comunicaciones sobre
hechos nuevos, surgidos en la lucha por la existencia del individuo y la sociedad.

El mexicano Vicente Leñero (47:1986) definió que la noticia es la información de un


hecho, la materia prima del periodismo, pero también su género fundamental, el que
nutre a todos los demás y cuyo único propósito es dar a conocer los hechos de
interés colectivo. Es la transmisión de información sobre un hecho actual,
desconocido, inédito, de interés general y con determinado valor político-ideológico.

Para Federico Campbell la noticia es una información de interés público o colectivo,


inédita y de actualidad absoluta (20:2016). Y sin embargo señala la imposibilidad de
definirla del todo citando a dos especialistas italianos:

“Es imposible definir con exactitud lo que es una noticia, porque la tarea más delicada
de la profesión periodística consiste precisamente en eso: en definir, día a día, lo que
es noticia y lo que no es”, escriben Carlo de Martino y Fabio Bonifacci en su Dizionario
pratico di giornalismo. La definición de noticia no es estática sino dinámica, no es una
síntesis intelectual sino una actividad cotidiana.

Citado por Rafael Yanes (2003), Van Dijk considera que en el uso cotidiano de la
palabra noticia se observan tres conceptos diferenciados: como una nueva
información sobre sucesos, objetos o personas; como un programa tipo (de
televisión o radio) en el cual se presentan ítems periodísticos; y como un ítem o
informe periodístico, como por ejemplo un texto o discurso en la radio, en la
televisión o en el diario, en el cual se ofrece una nueva información sobre sucesos
recientes.

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¿Cuáles son sus características específicas?

A decir de Rafael Yanes Mesa:

la noticia es un texto que posee características propias que lo definen como género
diferenciado. Fernando Martínez Vallvey considera que no es la información de lo
sucedido, sino un escrito que tiene unas singularidades que lo distinguen de los
demás géneros. Es un determinado tipo de texto, no el hecho de que un
acontecimiento sea publicado en un medio informativo. Para este autor, la noticia es
el relato que posee un modelo textual diferenciado, que se difunde a través de los
medios de comunicación, que narra o expone hechos o ideas novedosas de
actualidad y que presuntamente pueden interesar a la población. En la misma línea
se muestra Luis Núñez Ladevéze, que considera que la noticia no sólo es un conjunto
de datos, pues para comunicarlos a otras personas es necesario que sean tratados,
elaborados y ordenados de acuerdo a unas reglas textuales que conforman el género.

Al pertenecer a la clasificación de los géneros informativos, la noticia se caracteriza


por su objetividad, es decir, por la exclusión de opiniones del redactor. Hay una larga
discusión en torno a su existencia o inexistencia que se refiere a que la selección
de una noticia y no otra, las fuentes que se eligen etc. implica un sesgo.

La objetividad es la carta de presentación del periodismo, que

…consiste en la expresión sincera y no interesada de lo que se considera cierto o


verdadero. Objetividad posiblemente inalcanzable en el fondo, pues, como dice
Fattorello, la información siempre es subjetiva, ya que marcha con la naturaleza
humana y con el momento en el cual se produce, por lo que el hombre no puede
salirse de sí mismo, de su subjetividad, ni de la contingencia de los acontecimientos
que vive. (Yanes M. :2003)

De tal objetividad se desprenden muchas de sus características de estilo. Para no


incurrir en subjetividades, la noticia debe prescindir del uso de adjetivos y adverbios
cuya intención sea calificar los hechos, incluso debe evitar el uso de sustantivos que
impliquen una carga ideológica a favor o en contra de dos actores en conflicto (por
ejemplo, la filiación neutral, pro o anti zapatista de algunos diarios mexicanos se

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evidenciaba al nombrarlos como los terroristas, los transgresores de la ley, los
guerrilleros, los rebeldes o el grupo armado).

La participación del reportero debe obviarse al máximo; se considera protagónico,


poco profesional y hasta de mal gusto hacer notar la presencia del reportero, quien
al escribir deberá hacerlo estrictamente en tercera persona, incluso cuando las
circunstancias de la cobertura lo conviertan en personaje. Así, en vez de escribir
que “el entrevistado me amenazó” tendría que redactar “el entrevistado amenazó al
reportero”, como si se tratara de otra persona.

Entre los miles de hechos que ocurren en el mundo cada día ¿cómo distinguir lo
que es noticiable de lo que no? Una de las clasificaciones más aceptada sobre las
características que debe contener la noticia es la que hizo Carl N. Warren en sus
Géneros periodísticos informativos (25:1975) para quien la noticia debe contar con
Actualidad, Proximidad, Prominencia, Curiosidad, Conflicto, Suspenso, Emoción y
Consecuencia. Por supuesto que no todas las noticias logran reunir esas ocho
características pero entre más de ellas tenga será más atractiva para el lector, es
decir, será más noticiable.

La noticia de un incendio interesará más al lector si fue hoy que hace veinte días, si
fue a una calle de su casa que si fue en otro continente, si murió un artista famoso
y no un desconocido, si la causa fue extraña y no común, si lo causó un pleito entre
hermanos y no un corto circuito, si las declaraciones de una de las víctimas que se
debate entre la vida y la muerte podría aclarar o no el caso, si hubo un rescate
heroico de un niño o una mascota, o si a causa del accidente se prohibirá cierto tipo
de prácticas o de aparatos electrodomésticos.

Desde otra perspectiva, la del discurso periodístico, Van Dijk –citado por Yanes
Mesa– afirma que la noticia se caracteriza por cinco condiciones básicas en su
estilo:

a) El periodista es un mediador que debe mantener la distancia a través de una


redacción impersonal, siempre desde la tercera persona.

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b) El lenguaje debe ser claro pero ello no depende siempre del periodista, sino de
los tecnicismos de cada fuente.

c) El estilo debe ser formal y no coloquial, y respetar el modo de expresarse de


quienes hacen declaraciones a los medios, casi siempre personajes públicos
ligados al poder que tienen en mucha estima las formas.

d) La forma de redactar se homogeneiza, tanto por estilo como para evitar


expresiones impropias. Tal es la función de los manuales de estilo.

e) La brevedad y la concisión, que son las características que permiten informar


más con menos palabras.

En lo tocante a la estructura de la noticia se distinguen al menos dos partes: el título


o cabeza y el texto. Sin embargo, puede contener otros elementos como fotografías,
estadísticas, infografías, sumarios etc.

Dado que el cabeceo de las noticias no siempre corresponde al reportero,


dejaremos los titulares fuera de este análisis, así como los elementos de diseño
editorial, para centrarnos en el texto, caracterizado por tres partes esquematizadas
en 1960 por Dovifat como una pirámide invertida: el lead, lid o entrada, constituido
por un primer párrafo; el cuerpo del texto, que es el resto de la información con
excepción del primer y último párrafos, y el remate, al que corresponde el último
párrafo.

Al lead o entrada se le atribuye toda la responsabilidad de atrapar o no al lector.


Debe contestar seis preguntas a las que se les conoce como las 6 W porque en
inglés todas llevan esa letra: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? y ¿por
qué o para qué?, mismas que deben responderse en el orden que el redactor
considere más adecuado para darle una ventana (también llamada gancho) por la
cual el lector se asome a la información y decida si leerla toda o no. Y todo esto ha
de hacerse en un solo párrafo, lo más claro y breve posible.

El cuerpo de la noticia se constituye con el relato jerarquizado de mayor a menor


importancia de los detalles que el lead no pudo –por su obligatoria brevedad–
contener. Su extensión dependerá en parte de la cantidad de información disponible
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pero también del estilo del medio en donde se publique y hasta del cúmulo de
información del día. A esta construcción en la que la información posee cada vez
menos trascendencia se la dibuja como una pirámide cuya base está en la parte
superior y es el lead, lo más largo es el cuerpo que se angosta mientras se avanza
hasta diluirse cuando sólo queda el remate.

El remate es el párrafo final, que debe dejar la sensación de que el relato no tiene
más qué decir. Puede ser una frase de un entrevistado que resuma los hechos, el
anuncio de medidas públicas respecto al asunto, un recuento de daños, etc.

Al inicio de este ensayo se había señalado el carácter mercantil de las noticias, que
se acrecienta en la llamada era de la información. Javier Díaz Noci cita las
características que en ese sentido deben tener los hechos para ser transformados
en noticia, según Mauro Wolf.

a) Acontecimientos accesibles con relativa facilidad, rapidez y poco coste para el


medio.

b) Acontecimientos que puedan ser cubiertos con extensiones breves de tiempo y


espacio.

c) Acontecimientos que sucedan en el momento adecuado y con el tiempo suficiente


para que puedan ser cubiertos por el medio.

d) Acontecimientos que ofrezcan una historia de calidad, es decir, una historia con
acción, ritmo, puntos de vista diferentes, datos abundantes y fáciles de explicar.

e) Acontecimientos provistos de buenas fuentes, buenos textos, buenas imágenes.

f) Acontecimientos tratados con respeto por el público, a su intimidad, con capacidad


de entretener y de despertar interés, atendiendo a los criterios de buen gusto.

¿A qué elementos se aplica este concepto?

A todas las publicaciones aparecidas en periódicos, principalmente, aunque


también en revistas, noticiarios de radio o televisión, portales web y antiguamente

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en el noticiario cinematográfico, que contengan información de interés para alguien
y hayan sido objeto del tratamiento que supone la noticia, es decir que se redacten
bajo el esquema de la pirámide invertida, con la mayor objetividad (honestidad) del
periodista, y que trate de un asunto de interés general.

Puede versar prácticamente sobre cualquier asunto, por lo que el tema no es una
característica, sino apenas un criterio que sirve para establecer su ubicación en las
páginas del diario a través de las secciones que pueden ser temáticas (economía,
política, deportes, espectáculos etc.) o geográfica (nacionales, internacionales,
estados, capital).

Suele tratar solamente el hecho noticioso sin profundizar en las causas o el modo,
pues ello corresponde a los géneros de interpretación como el reportaje o la crónica,
ni puede opinar, enjuiciar o valorar sin caer en el campo del periodismo opinativo.

No debe confundirse con informaciones publicitarias, gacetillas ni propaganda oficial


que utiliza algunos de los formatos de la noticia para engañar a los lectores. Las
publicaciones cuyo objetivo no es noticioso –como las revistas femeninas y las de
farándula– acostumbran escribir como si fuera una noticia el lanzamiento de un
nuevo cosmético, pero en realidad no hacen periodismo sino publicidad o
infoentretenimiento. Acuden a estrategias como lanzar al ruedo en una rivalidad
artificial a dos actrices de moda y hasta publican “estadísticas” sobre la supuesta
preferencia de los lectores hacia una u otra.

Los gobiernos locales suelen pagar porque aparezca la inauguración de un espacio


o la campaña de un político, para hacer propaganda (práctica que en otros países
ya está prohibida por las leyes, pero no en México), información que a veces tiene
las siglas IP (inserción pagada) al final, o un formato tipográfico distinto, pero a
veces no hay nada que pueda ayudar a diferenciarlas de una verdadera noticia,
como no sea la capacidad crítica de los lectores para detectar su intención. Muchos
medios caen en publicar boletines de prensa sin modificación alguna, lo que les
convierte en voceros gratuitos de los emisores.

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¿Dónde se usa ese concepto? ¿Se documentan variaciones geográficas,
sociales, políticas o económicas de su uso?

Si bien la palabra noticia suele usarse fuera del ámbito periodístico en expresiones
como “no he tenido ninguna noticia tuya” o “vaya noticia que me has dado”, su uso
en el periodismo en español suele referirse a dos cosas: en el ámbito académico al
relato que se hace de un hecho cuya naturaleza lo hace noticiable, y en la práctica
cotidiana al género periodístico cuya características ya hemos referido en líneas
anteriores.

En algunos países de habla hispana se utilizan como sinónimos nota informativa


(particularmente en México y a veces en España) y en el Cono Sur información. Sin
embargo, bajo el nombre de noticia los teóricos de distintas latitudes, incluso en
lenguas distintas al español, entienden el mismo género periodístico.

¿Desde cuándo se documenta el concepto? ¿Ha cambiado su contenido?


¿Qué elementos del contexto explican su uso en ese momento?

Mucho antes de la existencia del primer periódico, los distintos grupos humanos
tuvieron la necesidad de obtener información que les permitiera tomar decisiones,
difundir logros, prevenir peligros etc.

Irios Méndez asegura que el primer uso documentado de un servicio de mensajería


organizado para la transmisión de escritos se encuentra 2,400 a.C. en Egipto,
cuando los faraones usaban correos para la difusión de sus decretos en el territorio
del Estado y más tarde, en la Roma imperial, Julio César publicitaba regularmente
sus actos heroicos en Galia, y al convertirse en Emperador de Roma comenzó a
publicar anuncios del gobierno llamados Acta Diurna.

En la Florencia del siglo XIII, los pregoneros conocidos como banditori llegaban
periódicamente al mercado, para anunciar noticias políticas, convocar reuniones
públicas y hasta para llamar al pueblo a las armas. En 1307 y 1322-1325, se
establecieron leyes que rigen su nombramiento, conducta y salario. Estas leyes
estipulaban cuántas veces un banditoro debía repetir una proclamación (cuarenta) y

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en qué parte de la ciudad debían leerlas. (Méndez:
https://deperiodismo.com/periodismo/la-noticia/).

Antes que noticias impresas hubo noticias manuscritas, cuyo inicio es casi imposible
ubicar en el tiempo. Georges Weill, impresor de The Daily, “cita una ordenanza real
contra los propagadores de noticias falsas, dictada en Inglaterra en 1275 y
confirmada en 1378, que sería invocada en 1682 contra un periodista puesto en
libertad por el jurado. Ello quiere decir que ya existía la ‘noticia manuscrita’ y que se
perseguían las noticias falsas” (Tarín-Iglesias, 20:72)

Durante el medioevo Italia fue el centro de la vida intelectual y social europea, por
lo que las clases altas italianas necesitaban estar al tanto de los grandes
acontecimientos. “Esta curiosidad encontró los hombres que la satisficieron, hábiles
mercaderes de noticias que ciertos personajes no vacilaron en pagar a precios muy
elevados” (Tarín-Iglesias, 20:72).

Antes de la existencia de periódicos, circularon en algunos países las llamadas


newsletters, algo así como cartas de noticias sobre hechos corrientes de las
finanzas, la política y la sociedad, que redactores profesionales dirigían a sus
amigos y suscriptores. Tales cartas noticiosas se publicaron en Europa durante
muchos años, simultáneamente con algunos folletos y hojas volantes, todos los
cuales incluían materiales del mismo carácter: notas acerca de asuntos de interés
público –actividades gubernativas, guerras, promulgación de leyes– y relaciones de
pestes y violencias. Las actividades de los individuos no tenían cabida en la prensa,
a menos que se tratase de crímenes, accidentes o de hechos que afectasen a la
realeza. (Charnley, 25:71)

Con la imprenta de Gutenberg nacieron las primeras hojas impresas, que en


Alemania comenzaron a circular rápidamente; tanto, que en 1457 aparece en aquel
país el primer periódico, titulado Nürnberg Zeitung (Tarín-Iglesias, 22:72).

Lo que se entendía por noticia en la época previa a este primer periódico, e incluso
mucho después de que éste viera la luz, tiene poca relación con lo que hoy
entendemos por noticia:

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Presumimos que la noticia posee ciertas cualidades que le son inherentes: que es
imparcial, actual, exacta, concisa, equilibrada, objetiva (…) Las noticias que se
imprimían en los primeros periódicos (de Estados Unidos) poseían pocas de las
cualidades que hoy apreciamos como características y que las distinguen de otras
formas de comunicación escrita (…) las noticias podían colorearse (y se coloreaban)
con las preferencias del periodista, y cuanto fuese contrario a la opinión de los
propietarios se omitía a menudo completamente. Las noticias que se publicaban eran
incompletas, no necesariamente exactas o actuales, y por cierto carecían de
objetividad (Charnley, 26:71)

Los impresores y redactores de la época no sentían el menor escrúpulo en publicar


noticias subjetivas, parciales, omisas, que presentasen sólo la óptica de una de las
partes. No existía el concepto de deontología ni ética periodística. Eso se mantuvo
así hasta el Siglo XIX en Estados Unidos, mientras que en el mundo hispanoparlante
la objetividad debió esperar hasta el Siglo XX para hacer su aparición.

Los avances tecnológicos en materia de impresión ocurridos a inicios del XIX


permitieron a Benjamin H. Day, un impresor neoyorquino, producir en 1833 The New
York Sun, el primer periódico de a centavo que pudo prosperar y tener un gran tiraje
a muy bajo costo, gracias a su innovador concepto de noticia. Por un lado redujo la
extensión de las informaciones tradicionales, y por otro le dio espacio a noticias
individuales, a historias de la gente común: “Todos los días enviaba a un reportero
a la jefatura de policía de Nueva York y el Sun ofrecía a sus lectores la crónica de
los borrachos, los ladronzuelos, los pendencieros que eran llevados ante el
magistrado cada mañana” (Charnley, 29:71).

Uno de sus corresponsales, James Gordon Bennet, se separó del Sun y fundó The
New York Herald. A Bennet le corresponde el doble honor de ser considerado el
inventor de la entrevista periodística y uno de los padres de la objetividad, pues se
propuso hacer en el Herald algo que era hasta entonces una auténtica rareza:
informar sin tomar partido, postura que no sólo le valió el reconocimiento sino que
afectó el modo en que hasta entonces se concebía el término noticia, como un texto
de abierta subjetividad hasta alcanzar a veces un sentido panfletario.

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Bennet “pensaba que las noticias se ofrecen por lo que valen por sí mismas, que
deben informar antes que sostener una causa o buscar prosélitos, y con la
aplicación de ese pensamiento contribuyó al progreso de la objetividad en la relación
con los hechos, necesaria para este nuevo concepto de noticia” (Charnley, 29:71).

Más tarde, con la fundación de The New York Times en 1851 se consolidaría la
apuesta por la objetividad. Su editor, Henry J. Raymond buscó evitar el sesgo
partidista que caracterizaba a muchos diarios de la época, y tras la Guerra de
Secesión (1861-1865) “el objeto de los principales órganos de difusión era publicar
los hechos y dejar al lector la tarea de pensar por sí mismo” (Charnley, 30:71).

Fue con el asesinato de Abraham Lincoln el 14 de abril de 1865 al salir del teatro,
que la agencia informativa Associated Press inauguró el actual estilo de redactar las
noticias mediante la respuesta a las seis w, que asumen como un invento propio
cuando en realidad se trata de las preguntas del Hexámetro de Quintiliano
adaptadas al periodismo.

La rápida adopción de ese formato por los demás medios informativos se explica
por las ventajas que ofrecía en una época en la que la transmisión de noticias debía
hacerse por el naciente telégrafo: al cobrar por palabra era más barato reducir los
textos mediante el relleno del cuestionario implícito en las seis w, si la comunicación
por telégrafo se cortaba, con el primer párrafo transmitido se había cubierto lo
esencial y se homogeneizaba información procedente de periodistas improvisados
como lo eran todos antes de que hubiera enseñanza formal de la disciplina.

¿Qué se infiere del uso de ese concepto en el desarrollo de la prensa?

El concepto de noticia que surgió primero para definir el acto de relatar un hecho de
interés general, evolucionó a partir de que el periodismo se cuestionó cuál debía ser
su función social. Cuando los editores de los diarios estadounidenses comenzaron
a plantearse si era o no ético pensar por los lectores, o si debían simplemente darles
la información para que lo hicieran por su propia cuenta; cuando se cuestionaron si
era válido o no adoptar una postura partidista, el concepto de noticia se consolidó

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como sinónimo de objetividad, y sirvió para hacer la distinción entre los facts y los
comments (periodismo de información y periodismo de opinión) que divide a las dos
grandes funciones del periodismo.

Cabe destacar que posteriormente se hizo una tercera división de los géneros
periodísticos que se inserta entre las dos anteriores, la del periodismo de
interpretación. En el ámbito del periodismo informativo quedaron la noticia y la
entrevista, mientras en los géneros de interpretación son ahora el reportaje y la
crónica, que antes se situaban entre los informativos. Los demás géneros se
clasifican en el rubro de la opinión (artículo, editorial, columna, crítica, ensayo etc.)

De lo anterior podemos desprender que el uso del concepto noticia evolucionó a lo


largo de los siglos a través de cuestionamientos éticos, políticos y discursivos, en
tanto se cuestiona cuál es su función para con la sociedad, sirve al derecho de la
ciudadanía a saber, y ha desarrollado una estructura y estilo propios e
inconfundibles. Esa evolución hoy por hoy está vinculada con las nuevas exigencias
de un público que cada vez tiene menos interés y tiempo de leer y que puede
informarse en cualquier lugar y momento a través de Internet.

Estructura actual de la noticia en la prensa

El reinado de la noticia estructurada como pirámide invertida comenzó en 1865 y


fue el punto culminante de la tendencia a hacer un periodismo objetivo. Siglo y
medio después subsiste pero sus días –como la conocemos hoy– están contados.
Por un lado existe una tendencia hacia un periodismo narrativo como el que planteó
Tomás Eloy Martínez, que implica divorciarse del concepto de objetividad en pro de
la emotividad. En vez de una pirámide invertida se busca informar sobre un hecho
noticioso como el desempleo, no con la declaración del Secretario del Trabajo o con
las cifras del INEGI, sino con la historia de frustración y desesperanza de un
desempleado en su búsqueda de ocupación. Sin dejar de lado la veracidad, este
modo de informar tiene un aspecto innegablemente subjetivo aunque más humano.

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Por otro lado está el cambio de valores que el modelo económico ha impuesto a la
prensa: si antes el valor de una noticia se medía con criterios como la verdad, hoy
una información será juzgada sin valor si no logra interesar a un público amplio
(Bastenier: 15, 2001). “Desde que está considerada como una mercancía, la
información ha dejado de verse sometida a los criterios tradicionales de la
verificación, la autenticidad y el error. Ahora se rige por las leyes del mercado”.

Bajo esa óptica es que la noticia como el género periodístico que conocimos, está
pronta a desaparecer.

Ya no basta –si alguna vez bastó– contestar cinco o seis doblevés, redactarlas en
orden decreciente y considerarse un «periodista». Porque si entregamos una
estructura altamente reiterativa, que carece de final y en que, cuanto más se avanza,
menos interés promete, a nadie puede extrañar que casi el noventa por ciento de los
lectores no pasen de los titulares. (Sánchez:
http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/site/artic/20050529/pags/20050529184942.html
)

El centro del rechazo hacia la noticia está en que su rígido formato no permite contar
todas las historias, con lo que áreas enteras de la vida social quedan al margen,
invisibilizadas. El ideal estilístico de la pirámide invertida no sólo impone el modo en
que se pueden decir las cosas, sino también qué cosas sí se pueden decir.

Por otro lado, el Nuevo Periodismo vio en la pirámide invertida un simulacro de


objetividad, no una búsqueda real de la misma.

Los nuevos periodistas fueron también los primeros en denunciar que esas técnicas
pretendidamente objetivas se constituyen, en realidad, en técnicas de verosimilitud.
Es decir, un conjunto de recursos que, más que a conseguir la neutralidad, se orienta
al logro de la apariencia de neutralidad. El decenio de 1980 fue pródigo en denuncias
de esta, en palabras de Baudrillard, cultura del simulacro. Un simulacro al que la
pirámide invertida no resultaba ajena. (Sánchez:
http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/site/artic/20050529/pags/20050529184942.html
)

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Los diarios de otras latitudes, particularmente los españoles, han abandonado el
esquema de la pirámide invertida. Con ello no desaparece la noticia sino sufre una
transformación que aún no termina. Miguel Ángel Bastenier le puso nombre al nuevo
producto: el género seco. En Argentina se habla de periodismo narrativo. Sin
embargo, más allá de la etiqueta parece evidente que la noticia, entendida como el
relato que se hace de un hecho de interés, no puede desaparecer sino solamente
evolucionar.

Fuentes:

Bastenier, Miguel A. (2001) El blanco móvil: curso de periodismo. México: 2001.

Bond, Fraser F. (1974) Introducción al periodismo.

Campbell, Federico. (2016) Periodismo escrito. México: Secretaría de Cultura.

Charnley, Mitchell V. (1971) Periodismo Informativo. Argentina: Troquel Editorial.

De Fontcuberta, Mar. (2011) La noticia. Pistas para percibir el mundo. España: Paidós.

Díaz-Noci, Javier. (S/F) Las raíces de los géneros periodísticos interpretativos: precedentes
históricos formales del reportaje y la
entrevista. https://webs.ucm.es/info/emp/Numer_06/6-4-Inve/6-4-02.htm

Dovifat, Emil (1960) Periodismo.

Leñero, Vicente. (1986) Manual de periodismo. México: Grijalbo.

Méndez, Irios. (S/F) La Noticia: etimología, historia, redes, elementos, características.


https://deperiodismo.com/periodismo/la-noticia/

Sánchez, José Francisco. (S/F) “La pirámide invertida: la caída de un mito”. Cuadernos de
Información, no. 8. Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile.
http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/site/artic/20050529/pags/20050529184942.html

Tarín-Iglesias, José. (1972) Panorama del periodismo hispanoamericano. España: Salvat.

Warren, Carl N. (1975) Géneros periodísticos informativos. España: A.T.E.

Yanes M., Rafael (2003) La noticia y la entrevista. Una aproximación a su concepto y


estructura. Revista Ámbitos, número 10. País Vasco.

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