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ov • .. resldenté y catedrático de ext)osición bíblica
en el Seminarjoffeológico de Dallas, así como editor de la
revista ,B!blío~p~a $ª?!"ª· Miem~ro del profes.~xa_do desde 1973,
el do.ctot:,-~u~amb1en rrabajó muchos, anos como decano
académico Y.vicepresidente de asuntos académicos en dicho
seminario. El. doctor Zuck es autor, coautor y/o revisor de más
de veinte libros. También se ha publicado en español del mismo
autor Poder espiritual en la enseñanza.

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COHE:"1. JOB · -.,,

EDITORIAL PQRTAVOZ
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Comentario I Antiguo Testamento
JOB

Roy B. Zuck

EDITORIAL PORTAVOZ
CONTENIDO

Introducción 7

Bosquejo del Libro de Job


l. ¿SIRVE JOB A DIOS DE BALDE? (1: l -2: 13) 16
El carácter de Job (1 : 1-5) . 16
Las calamidades de Job (1 : 6 - 2: 10) 18
Los que consolaron a Job (2: 11-13) . 24

2. QUIERO MORIR (3: 1-26) 26

3. DIALOGO EN MEDIO DE LA MISERIA


(4: 1 - 7:21) 33
Primer discurso de Elifaz ( 4: 1 - 5: 2 7) . 36
Primera respuesta de Job a Elifaz (6: 1 -
7:21). 40
Título del original: Job de Roy B. Zuck. © 1978 por Moody Bible Insti-
tute y publicado por Moody Press, Chicago, Illinois. Todos los derechos 4. ¿SON SIEMPRE LOS MALOS QUIENES PIER-
reservados. DEN? (8: 1 - 10:22) . . 49
Edición en castellano: Job, © 1981 por Outreach, Inc., Grand Rapids, Primer discurso de Bildad (8: 1-22) . 49
Michigan y publicado con permiso por Editorial Portavoz, filial de Kregel Primera respuesta de Job a Bildad (9: 1 -
Publications. Grand Rapids, Michigan 4950 l. Todos los derechos 10:22) 53
reservados.
Traducción: Juan Torras V. 5. ARGUMENTANDO CON DIOS (11: 1 - 14:22) 61
Portada: Alan G. Hartrnan Primer discurso de Zofar (11: 1-20) . 61
EDITORIAL PORTAVOZ Primera respuesta de Job a Zofar (12: 1 -
P. O. Box 2607 14:22) 63
Grand Rapids, Michigan 49501 EE.UU.A.
ISBN: 0-8254-1975-1 6. LUCHA SOBRE LAS CENIZAS (15: 1 - 17: 16) 78
Segundo discurso de Elifaz (15: 1-35) . 79
2 3 4 5 6 impresión 00 99 98 97 96 Segunda respuesta de Job a Elifaz (16: 1 -
Printed in the United States of Ame rica 17: 16) 86
7. YO VERE A DIOS (18: l - 19:29) 92
Segundo discurso de Bildad (18: 1-21) 92
Segunda respuesta de Job a Bildad (19: 1-29) 96
INTRODUCCION
8. ¿POR QUE TRIUNFA EL MALO? (20: 1-
21 :34) 106
Segundo discurso de Zafar (20: 1-29) . 106
Segunda respuesta de Job a Zafar (21 : 1-3'4) 11 O SINGULARIDAD

9. DIOS, ¿DONDE ESTAS TU? (22: 1 - 24:25) . 115


«¿Por qué me sucedió a mí esto?»
Tercer discurso de Elifaz (22: 1-30) . 115
Durante siglos el hombre se ha formulado esta pregunta al
Tercera respuesta de Job a Elifaz (23: 1 -
24:25) 121 tiempo que se hallaba agonizando de dolor, llorando su des-
gracia, lamentando la pérdida de sus pertenencias.
Una operación de· vida o muerte; una incurable enfermedad;
10. ¡INOCENTE! (25: 1 - 31 :40) 128 la destrucción de una propiedad por el fuego, a causa de un
Tercer discurso de Bildad (25: 1-6) 128 terremoto, o una inundación; la muerte prematura de un hijo;
Tercera respuesta de Job a Bildad (26: 1 - un desafortunado divorcio; un adolescente recalcitrante y rebel-
31:40) 130 de; el padre muerto en la guerra; un grave accidente de circula-
ción; un bebé que ha nacido subnormal; una bancarrota én los
11. EL JOVEN ENOJADO (32: 1 - 37:24) 158 negocios ... estos son algunas de las múltiples adversidades y re-
Introducción a Eliú (32: 1-5) . 160 veses que son patrimonio de toda la raza humana.
Primer discurso de Eliú (32:6-33:33) 161 Si pudiéramos descubrir la correspondencia que existe entre
Segundo discurso de Eliú (34: 1-37) . 168 nuestros sufrimientos y los pecados arraigados en nuestras vidas;
Tercer discurso de Eliú (35:1-16). 172 las relaciones que hay entre nuestras tragedias y nuestras trans-
Cuarto discurso de Eliú (36:1-37:24) 175 gresiones; seguramente veríamos con más claridad los porqués
de nuestras desventuras. Pero lo normal es que nos alcancen
12. LA MISTERIOSA CIENCIA DE DIOS (38: 1 - los problemas sin explicación alguna. Y cuando no podemos ha-
42:6) . 184 llar la relación entre nuestros males y algún pecado conocido
por nosotros, concluimos que las aflicciones no las merecemos.
Primer discurso de Dios (3 8: 1 - 40: 2) . 185 El lamento «¿Por qué me merezco esto?» muestra un sentido
Primera respuesta de Job a Dios (40:3-5) 198 de injusticia, una impresión de que los problemas que nos sobre-
Segundo discurso de Dios (40:6-41:34). 198 vienen sobrepasan la tragedia que tenemos encima.
Segunda respuesta de Job a Dios ( 42: 1-6). 207 Tal vez el ejemplo más dramático de un sufrimiento no me-
recido es el que tenemos en el libro de Job. En cuestión de
13. VIVIENDO CON MISTERIO (42:7-17) 210 minutos, Job, un hombre rico y honrado, pierde todas sus pose-
Dios y los amigos de Job (42:7-9) . 210 siones materiales. A continuación, añadiendo angustia sobre an-
Dios y la fortuna de Job ( 42: 10-17) 211 gustia, sus amigos le acusan en el momento que más consuelo él
necesitaba. No termina aquí su desdicha, Dios, al menos en cuan-
Bibliografía 217 to a Job le es dado saber, se mantenía al margen de sus proble-
8 I Job Introducción / 9

mas, rechazando dar cualquier ayuda y atención al pobre Job sin del hombre, y los designios de Dios para con él mientras está
interesarse por su causa. aquí en la tierra... Nada hay escrito, creo yo, en la Biblia o
Sin embargo, Job era un «hombre perfecto y recto, temeroso fuera de ella, que lo iguale en mérito y calidad Iiteraria.» 4
de Dios y apartado del mal» (Job. 1: 1). ¿Puede existir una Típico de la valoración hecha por poetas y expositores bíbli-
tragedia más inmerecida? ¿No debería la persona piadosa ser cos es la opinión de Víctor Hugo, el ensayista francés del
bendecida y no castigada por Dios? siglo XIX, quien llegó a afirmar que Job es, tal vez, la más exce-
A través de las edades, el misterioso magnetismo del libro lente obra literaria de la mente humana. Un escritor contempo-
de Job ha maravillado a los hombres que han leído en sus pági-, ráneo ha elogiado el libro de una forma pintoresca: «Como
nas. Ciertamente muchas personas han encontrado su consuelo el monumento a Washington, cuyos fundamentos se hallan en
identificándose con Job, al hallarse en tribulaciones y prolonga- el terreno de las encrucijadas de los problemas y las decisiones
das situaciones de aguda agonía; cuando se han sentido maltrata- de la humanidad, el Libro de Job se alza cual majestuoso mono-
das, especialmente, si ha sido por causa del bien y desinteresada- lítico de grandeza por sí rnismo.» 5
mente. ¿Por qué hay tantos escritores que alaban el libro de Job
El tema de este libro --el injusto sufrimiento de los seres como una joya literaria?
humanos- es el centro del interés de esta obra. Job tiene un
1. Una razón es su singular estructura. Es una mezcla de
mensaje para quienes sufren, de una manera particular por quie-
prosa y poesía, de monólogo y de diálogo. El prólogo (1: 1 -
nes experimentan en su carne el misterio del sufrimiento no me-
2: 13) y el epílogo (42:7-17) son prosa narrativa, y el extenso
recido.
material intermedio es poesía, Dentro de esta sección poética
(3: 1 - 42: 6) hay un monólogo por Job, tres ciclos de diálogos
entre sus amigos y Job, y cuatro discursos por un cuarto amigo.
Luego, Dios responde a Job y hay un despliegue oral de Su es-
EL ESTILO LITERARIO plendor en varios aspectos de la naturaleza. Job es reducido al
silencio y se arrepiente de su arrogancia ante la sabiduría y el
poder infinito de Dios. Así concluye la sección escrita en poesía.
Hay otros dos factores que hacen fascinante el libro de Job: El modelo prosa-poesía-prosa, si bien se halla frecuentemente
su peculiar estructura y su riqueza poética. Ha sido calificado de en las composiciones literarias del antiguo Cercano Oriente,6 es
pieza maestra sin igual en toda la literatura. «Es singular en su singular entre los libros de la Biblia.
forma y en su profundo contenido.» 1 2. Otra razón por la que el libro de Job es aclamado como
Martín Lutero lo consideró «grandioso y sublime como ningún literatura de primer orden es la riqueza de su vocabulario. Mu-
otro libro de las Sagradas Escrituras» .2 El obispo Lowth, pionero chos de los términos hallados en Job no se hallan en ningún otro
y experto en poesía hebrea, opina que Job destaca como «sin- libro del Antiguo Testamento. De hecho, Job contiene 110 pa-
gular y sin paralelo entre los Volúmenes Sagrados».' labras que no se encuentran en ninguna otra parte de los libros
Thomas Carlyle frecuentemente citaba palabras de Job aña- de la colección sagrada. Su número supera en mucho la pro-
diendo el siguiente comentario: «Noble Libro, ¡un Libro para porción de otro cualquier libro del Antiguo Testamento.7
todos los hombres! Contiene el más antiguo, el primero de los
comentarios y afirmaciones sobre el eterno problema; el destino 4. Thomas Car lyle, «The Hero as a Prophet», On Hcroes, Hero-Worship
and Hernie in History, ed. Archibal MacMechan (Boston: Ginn, 1901), pp. 55-56.
5. Wesley C. Baker, More Titan a Man Can Take: A Study of Job,_ p. 7.
l. Robert Gordis, Poet s, Prophets, and Sages (Dloomington, Ind.: Indiana 6. Dos ejemplos en la literatura egipcia se hallan en la obra ·~1spute
U., 1971), p. 281. over Suicides y en cProtest of the Eloquent Peasant» (James L. Pntchard,
2. James Strahan, The Book of Job Interpreted (Edhnbur110: T. & T. ed., Ancíent Near Eastern Texts Relating to the Old Testament [Prlnceton:
Clark, 1913), p. 28. Prlnceton U., 1955], pp. 405-7).
3. Robert Lowth, Lectures on the Sacred Poetry of the Hebrews, 2 vols. 7. W. B. Stevenson, The Poem of Job (Londres: Geoffrcy Cuberlege,
(1787 reimpreso, Híldeshelm, Alemania: Georg Olms Verlag, 1969), 2:347. 1947), p. 71.
10 / Job Introducción / 11

Solamente para mencionar leones usa cinco palabras dife- cuales no pueden ser contestados con exactitud, añaden un en-
rentes (4: 10-11), seis para trampas (18: 8-10), y seis para tinie- canto especial al libro.
blas (3:4-6; 10:21-22). Como ha observado Gordis, el escritor Siendo que el autor no se identifica a sí mismo, los estudian-
«conoce los nombres de las constelaciones, de los metales, y de tes expertos de la Biblia solamente pueden especular sobre
muchas piedras preciosas. Está familiarizado con el detalle de quién lo haya podido escribir. Numerosas sugerencias se han
Ja anatomía de los grandes monstruos, el lenguaje táctico de los formulado, incluyendo el que fuera autor el mismo Job, Eliú
tribunales, y el vocabulario relacionado con el trabajo de las (el cuarto de los amigos que entra en escena hacia el final del
minas y la caza».8 Contiene referencias a los insectos, los rep- libro [capítulos 32 - 37] ), Moisés, Salomón, Ezequías, lsaías,
tiles, los pájaros, las bestias; las armas y la estrategia militar; alguien después del exilio babilónico, quien sabe si Esdras, o un
instrumentos musicales; medios de transporte; geografía; huraca- autor anónimo unos doscientos años antes de Cristo.
nes, rocío, aurora, oscuridad, nubes, lluvia -todo está manifes- A causa de algunas similitudes entre Job y el Génesis y te-
tado en profusión entre el vocabulario usado en el libro de Job.9 niendo en cuenta los conocimientos que Moisés tenía del de-
Su rico vocabulario revela influencias procedentes de otras sierto, la tradición judía dice que Job fue escrito por el mismo
diferentes lenguas además del hebreo, incluyendo el acadio, autor del Pentateuco. Otros eruditos se inclinan por Salomón
árabe, arameo, sumerio y ugarítico.'? como su autor a causa de su tendencia a la literatura poética
3. Una tercera cualidad literaria de este libro es el extenso (p. ej. Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares) ): tam-
uso que se hace en él de símiles y metáforas. Como, por ejemplo, bién al tener algunos paralelos entre Job y Proverbios (cp. Job
la brevedad de la vida representada por la lanzadera del tejedor 28 y Pr. 8).
(7:6), o por un soplo (7:7), una nube (7:9), una sombra (8:9, La extensión y los detalles en las conversaciones registradas
14: 2), un correo (9: 25), un águila (9: 26), y una flor (14: 2).11 en el libro de Job dan la impresión de que el escritor fuera un
testigo presencial. Ciertamente que Job, tan directamente implica-
Esos detalles, juntamente con los paralelismos poéticos (dos do con toda la narración, bien pudiera ser este testigo ocular y
líneas por verso, en las cuales la segunda completa o contrasta presencial dando fe de su propia experiencia. Durante los 140
el pensamiento de la primera) y estrofas (una estrofa es un años de vida que siguieron a su restitución a la plena salud, ha-
grupo de versos ordenados rítmicamente) hacen del libro de bría tenido sobrado tiempo para hacerlo. Este punto de vista es
Job, como Tennyson lo calificara, «el poema más grandioso de tan razonable o más que los demás apuntando a un autor es-
los tiempos antiguos y modernos» .12 cribiendo cientos de años después de haber ocurrido los hechos,
en base a una tradición oral mantenida a través de los siglos.
No es cosa ajena en Jos tiempos del Antiguo Testamento para
un escritor narrar la historia de sí mismo en tercera persona.
EL AUTOR Naturalmente, damos por sentado el que alguien, sin ser Job, ha
debido escribir los dos últimos versículos, describiendo la muerte
En el libro de Job no faltan los misterios: ¿Quién lo escri- de Job y diciéndonos a los años que falleció. Podemos afirmar
bió? ¿Cuándo fue· escrito? ¿Cuándo ocurrieron los eventos relata- que tampoco esto era extraño al estilo de escribir la historia
dos en él? ¿Dónde vivió Job? Tal vez estos interrogantes, los antigua.
Algunos eruditos opinan que el libro es el resultado de una
8. Robert Gordis, The Book o{ Cod and Man: A St utiy of Job, p. 160. recopilación de datos a través de muchos años y por medio de
9. Para detalles, véase Albert Barnes, Notes, Cruical, Illust r at ive aná
varios editores, cada uno de Jos cuales enriqueció a su estilo el
Pracrical, on the Book of Job, !:LXXI-LXXXII.
JO. R. Laird Harris cita numerosos ejemplos en «The Book of Job and material original. No obstante, y haciendo honor a la verdad,
Jts Doctrine of God», Crace lournal 13 (Otoño, 1976). pp. J0.14. las numerosas porciones poéticas indican el estilo de un solo
11. Para más ejemplos, véase Stcvenson, pp , 66-70.
12. Víctor E. Reichert, Job, p. xiii. autor, tal como han hecho notar otros tantos expertos en la ma-
12 / Job Introducción / 13

teria.!' Además, otros paralelos dentro del libro demuestran una 4. El hecho de que Job fuera el sacerdote de su familia
unidad inconfundible. (l: 5) da a entender que el sacerdocio a nivel nacional aún no
El intento de agrupar ciertas posibles unidades dentro de la era conocido, al menos en los lugares donde Job vivía.
totalidad del material en busca de supuestos diferentes compila- 5. La palabra hebrea traducida por «una pieza de dinero»
dores, destruye la interdependencia de la obra y no ofrece luz (42: 11) se usa solamente en otras dos ocasiones en toda la Bi-
alguna a la hora de descubrir el propósito del libro. blia (Gn. 33: 19; Jos. 24:32), en ambas ocasiones con referencia
a la época de J acob.
6. Los instrumentos ele música mencionados (21: 12; 30: 31),
como el tamboril, la cítara y la flauta, son también mencionados
FECHA en el libro del Génesis (4:21; 31:27).
7. Las hijas de Job eran coherederas juntamente con sus
hermanos (43: 15). Esto, por otra parte, no era posible bajo Ja
La fecha de los eventos descritos en Job no debe identificarse,
Jcgislación mosaica (Nm. 27: 8).
por necesidad, con el tiempo en que pudo haber sido escrito
8. Obras literarias de similar estilo y carácter al de Job fue-
el libro. Cuando nos referimos a la fecha, queremos hacer men-
ron escritas en Mesopotamia en aquellos tiempos.
ción al tiempo en que se escribió. 9. En todo el libro de Job no hallamos referencia alguna a
Las opiniones sobre el tiempo en que Job pudo haber vivido las instituciones mosaicas (sacerdocio, leyes, tabernáculo, festi-
representan un abanico que se extiende desde la edad de los Pa- vidades religiosas especiales o días conmemorativos, etc.).
triarcas (Abraham, Isaac y J acob =-nproximadamente unos 2.100 10. El nombre Shaddai * se usa para designar a Dios en el
a 1.900 años a.C.) hasta el siglo vr a.C. Los siguientes datos libro de Job en treinta y una ocasiones (comparado con sola-
apuntan a una fecha cercana a la edad patriarcal. mente diecisiete en el resto del Antiguo Testamento) y éste es el
1

nombre con que los Patriarcas conocían a Dios.


1. Los muchos años de la vida de Job corresponden aproxi-
11. Hay un considerable número de .nombres propios y de
madamente a las prolongadas vidas de los patriarcas. Cuando sus
lugares geográficos evidentemente relacionados con el tiempo de
hijos murieron ya eran todos ellos personas adultas, lo que nos
los Patriarcas. Dentro de estos ejemplos podríamos mencionar el
lleva a conjeturar que Job tendría unos sesenta años cuando el
nombre personal de Seba (un nieto de Abraham), y los sabeos
desastre le sobrevino. Después de aquella calamidad vivió otros
(término derivado de Sabá) (Gn. 25:3; Job 1:15; 6:19); Tema
140 años (42: 16).14 Así que su edad a Ja hora de su muerte
(otro nieto de Abraharn), y Temán (un lugar en Arabia) is (Gn.
sería de unos 200 años comparable con Taré, el padre de Abra-
25: 15; Job 6: 19); Elifaz (hijo de Esaú), y Elifaz (uno de los com-
ham, quien murió a los 205 años; Abraham llegó hasta los 175;
pañeros de Job) (Gn. 36: 4; Job 2: 11); Uz (un sobrino de Abra-
Isaac, quien vivió 180, y Iacob quien terminó sus días a los
ham), y Uz (lugar donde Job vivía (Gn. 22:21; Job 1: 1).
14 7. Le sigue José con 110 a .ios de vida y desde entonces hasta
El mismo nombre de Job era corriente entre los semíticos oc-
ahora la vida de los hombres ha sido algo más corta.
cidentales en el segundo milenio a.C. La referencia más antigua
2. La riqueza de Job se calculaba en cabezas de ganado
(1:3; 42: 12), al igual como se hacía en los tiempos de Abra-
. •. La palabra Shaddai es un término hebreo que nuestras versiones de la
ham (Gn. 12: 16; 13:~). y de [acob (Gn. 30:43; 32:5). Biblia en castellano de Casiodoro de Reina (lo mismo la revisión del 1960 como
. 3. Los sabeos y caldeos (1 : 15, 17) eran nómadas, pero de- la del 1977) traducen por •Todopoderoso• (Gn. 17: 1) o bien por «Omnípotenres
jaron de serlo años después. (Ex. 6:3). (N. del T.)
15. Posiblemente, Elifaz el lemanita era oriundo de Tema en Ja región
de Arabia. (o del Temás en Edom). Pudiera ser también, que Bildad, el suhita,
13 ', Cp, Marvin H. Pope, Job, p. xli; y Nahum M. Sarna. •Epic Substra- fuese nativo u oriundo de Súa, una localidad nombrada de Ja misma ma-
tum m the Prose of .Iob», Iournal of Biblical Literature 76 (1957): 13-25. nera que se llamó el hijo más joven de Abraham. Y Eliú, hijo de Baraquel,
14. Algunos expertos sugieren. sin embargo, que Job vivió 140 años en el buzita, pudiera muy bien ser de Buz, localidad con el mismo nombre que
total. Aun asf esta proporción concordaría con el tiempo de duración de Ja el sobrmo de A.braham. Buz también se menciona juntamente con Dedán y
vida de los Patriarcas, en particular con Jacob. Tema, Jugares situados en Arabia (Jer. 25: 23).
14 I Job Introducción / 15

que tenemos de este nombre en Ja literatura extra-bíblica es la C. Segundo ciclo de discursos (15: 1 - 21: 34)
lista de los reyes de Mari (en la parte superior del río Eufrates) l. Segundo discurso de Elifaz (15: 1-35)
documento fechado aproximadamente entre los años 2.000 y 1.800 2. Segunda respuesta de Job a Elifaz (16: 1 - 17: 16)
a.C. El nombre de Job también se menciona en los textos lla- 3. Segundo discurso de Bildad (18: 1-21)
mados «Egyptian Execration» que datan del siglo xix a.C, Exis- 4. Segunda respuesta de Job a Bildad (19:1-29)
ten otras referencias de este nombre en la famosa corresponden- 5. Segundo discurso de Zofar (20: 1-29)
cia amarna (ca. 1.400 a.C.) y en algunos textos ugaríticos. 6. Segunda respuesta de Job a Zofar (21: 1-34)
D. Tercer ciclo de discursos (22: 1- 31:40)
12. Los paralelos en el estilo entre Job y la literatura ugarí-
l. Tercer discurso de Elifaz (22: 1-30)
tica han llevado al escritor Sarna a la conclusión de que «el fon-
2. Tercera respuesta de Job a Elifaz (22:1-24:25.)
do patriarcal del libro de Job es indiscutible»."
3. Tercer discurso de Bildad (25: l-6)
4. Tercera respuesta de Job a Bildad (26: 1 - 31 :40)
E. Los cuatro discursos de Eliú (32: 1 - 37: 24)
l. Introducción a Eliú (32: 1-5)
BOSQUEJO DEL LIBRO DE JOB 2. Primer discurso de Eliú (32: 6 - 33: 33)
3. Segundo discurso de Eliú (34: 1-37)
4. Tercer discurso de Eliú (35: 1-16) ·
J. Prólogo (en prosa)(!: 1 - 2: 13) 5. Cuarto discurso de Eliú (36: 1 - 37: 24)
F. Confrontación con Dios (38: 1 - 42: 6)
A. El carácter de Job ( l: 1-5) l. Primer discurso de Dios (38: 1 - 40: 2)
1. Su lugar y su religiosidad ( l: 1) 2. Primera respuesta de Job a Dios (40: 3-5)
2. Su prosperidad ( 1: 2-3) 3. Segundo discurso de Dios (40: 6- 41: 34)
3. Su posterioridad ( l: 4-5) 4. Segunda respuesta de Job a Dios (42: 1-6)
B. Las calamidades de Job (1:6-2:10)
1. La primera prueba ( l: 6-22) III. Epílogo (en prosa) (42: 7-17)
2. La segunda prueba (2: 1-10) A. Dios y los amigos de Job (42: 7-9)
C. Los que consolaron a Job (2: 11-13) B. Dios y la fortuna de Job (42: 10-17)

II. Diálogo (en poesía) (3: 1-42:6)


A. Las quejas de Job (3: 1-26)
l. Deseó no haber nacido (3: 1-10)
2. Deseó haber muerto al nacer (3: 11-19)
3. Deseó morir en aquel momento (3: 20-26)
B. El primer ciclo de discursos (4: 1 - 14: 22)
l. Elifaz presenta su primer discurso (4: 1- 5:27)
2. Primera respuesta de Job a Elifaz (6:1-7:21)
3. Primer discurso de Bildad (8: 1-22)
4. Primera respuesta de Job a Bildad (9: 1 - 10: 22)
5. Primer discurso de Zof ar ( 11 : 1-20)
6. Primera respuesta de Job u Zofar ( 12: 1 - 14: 22)

16. Sarna, p. 25.

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¿Sirve Job a Dios de balde? (1 :1-2:13) / 17

<leste del Mar Muerto; incluso hay quien cree que se hallaba al
Este de Edom, al Norte de Arabia. Esta última teoría se ve apo-
yada por el hecho de que Job vivía cerca del desierto (1: 19); su
tierra era fértil para la agricultura y la cría de ganado (1: 13,
14; 42: 12); las costumbres, el vocabulario y las referencias geo-
gráficas así como los incidentes de historia natural parecen apun-

l
tar al Norte de Arabia.
Cualquiera que sea su localización, es evidente que se trata
de un lugar de Palestina y esta circunstancia «se acopla ideal-
mente a una escena de ambiente universal tal como se expone
¿SIRVE JOB A DIOS DE BALDE? todo el mensaje y enseñanzas presentadas en el libro de Iob».'
Job fue más que un hombre bueno. Era «perfecto», es decir,
«sin falta moral», o «moralmente irreprensible»; en segundo lu-
l. ·PROLOGO (1:1 - 2:13) gar, era «recto», es decir, «vivía de acuerdo» con las normas es-
tablecidas por Dios; en tercer lugar, -era «temeroso de Dios», es
En el prólogo en prosa de Job, Ja presentación de los per- decir, «consciente, reverente y sumiso a la majestad divina». Por
sonajes se hace brevemente y con términos tensos. El carácter último, «apartado del mal», significando su carácter «Odiando y
espiritual del protagonista, su familia y sus posesiones, las acu- rechazando todo cuanto se pueda oponer a los deseos de Dios».
saciones de Satanás y sus ataques a Job, las reacciones del Pa- Este conjunto de cualidades son repetidas por Dios delante de
triarca y la llegada de sus amigos; todo se presenta ante el lec- Satanás (1:8; 2:3), demostrando al lector que Job no era un
tor con una sucesión de rápidos acontecimientos, como si por hombre corriente. Indican, también, el error total de sus amigos
delante de sus ojos le pasaran una película a velocidad acelera- al acusarle de pecador.
da. ¡Todo tiene lugar rápidamente! , Seguidamente! el autor nos descrjbe Ja familia de Job y su
Como contraste, los diálogos siguientes son como vistas fijas prosperidad (1: 2-3). Sus numerosas ovejas le proporcionaban ali-
proyectadas en una pantalla para ser estudiadas a fondo. Las se- mentos y vestidos; los camellos y los asnos le ofrecían el trans-
cuencias son lentas, las escenas simples. Obviamente, es nece- porte necesario; las vacas y los bueyes le daban carne, leche y
sario este prólogo para ponernos en situación con un estilo de energía para trabajar las tierras (el trigo y la cebada se mencio-
presentación rápida al introducirnos al Job que agnoiza confron- nan en 31:38-40). Sus posesiones incluyen esclavos (1: 15-17;
tado con sus amigos y con el mismo Dios. 31: 13). Era· un hombre rico y piadoso; dos características que
juntas raramente se presentan. En una palabra, era una persona
excepcional.
A. El carácter de Job ( 1 :1-5) Siendo «aquel varón más grande que todos los orientales»,
era el más rico de los habitantes del norte de Arabia. (Los «Orien-
Se nos introduce, en primer lugar, la situación geográfica y la tales» eran conocidos como hombres de Cedar, Jugar situado en
piedad de Job (1: 1). El vivió «en la tierra de Uz». Tal como la las regiones al Norte de Arabia [Jer. 59: 28].» Job también era
fecha y el autor del libro, la localización es incierta. El lugar Uz extraordinariamente sabio; normalmente los orientales se desta-
se menciona en dos ocasiones más en el resto de la Biblia: la caban por su sabiduría, expresada en proverbios, canciones e
primera cita nos dice que Uz era un país de reyes, al menos en historias.
tiempos de Jeremías (Jer. 25: 20); en la segunda hace referencia Luego, el autor nos relata la posteridad de Job (1: 4-5). Su
a una posesión o a un lugar vecino de Edom (Lam. 4: 21). Algu-
nos expertos opinan que Uz estaba situada en la fértil Basán, al l. Charles W. Carter, «The Book of Job», en The Wesleyan Bible Commen-
Sur de Damasco; otros sugieren que Uz estaba en Edom, al Su- tar y , cd. Charles W. Carter, vol. 2 (Grand Rapids: Eerdmans, 1968). p. 14.
18 / Job ¿Sirve Job a Dios de balde? (l: 1-2:13) / 19

marcado carácter espiritual se refleja en el interés en la piedad Libro de Job. Además de enseñar al lector el valor del sufri-
y moralidad de sus hijos ya adultos. miento de un hombre justo, el libro ventila otra pregunta puesta
Después de cada fiesta de cumpleaños celebrada anualmente en labios del diablo, si el culto de Job a Dios es genuino o mo-
por cada uno de sus siete hijos («banquetes ... cada uno en su tivado por el egoísmo.
día», 1: 4), Job ofrecía sacrificios para el perdón de cada uno ¿Se verá si Job es capaz de servir a Dios aunque nada reciba
de ellos por sus pecados cometidos a sabiendas o sin tener con- a cambio? ¿Habrá alguien capaz de servir a Dios sin tener inte-
ciencia de ello. En todos los aspectos, Job se nos presenta como reses personales que le muevan a ello? ¿Es el culto una moneda
competente y ejemplar: en su habilidad de hacer riquezas, en para comprar favores celestiales o un pasaporte para entrar hasta
su atención a la familia y, especialmente, en su vida piadosa y donde está Dios? ¿Sirve el hombre a Dios solamente esperando
sincera delante de Dios. Estas sorprendentes cualidades, frente Sus bendiciones, temiendo que de no hacerlo Dios le castigará?
a las adversidades sufridas en su vida, aún hacen un contraste ¿Es la piedad una parte de un contrato asegurándonos la ri-
más extremadamente marcado. Estos marcados contrastes hacen queza y protegiéndonos de la pobreza?
del libro de Job el portador de un mensaje único para cuantos El sutil argumento de Satanás sugiriendo que el culto es bá-
puedan sufrir, sin llegar a ser eminentes personajes como él lo sicamente una actitud egoísta afecta en el mismo corazón de las
fue. relaciones entre Dios y el hombre. «Retírale Tu protección y
deja de bendecir la obra en sus manos, y verás cómo Tu prote-
gido cambia radicalmente. Prívale de lo que tiene y verás el
B. Las calamidades de Job ( 1 :6 - 2:1 O) auténtico personaje: un hombre egoísta capaz de blasfemarte a la
cara.» 2
Job fue sometido a dos intensas pruebas: una con relación a Esta acusación ataca por igual la integridad de Dios. Como
sus posesiones y su prole ( 1: 6-22) y otra con relación a su sa- un comentarista dice: «Satanás está acusando a Dios de manejar
1 ud (2: 1-10). En cada caso se presentan dos escenas, una en el las reglas del juego, esto es, prepara la respuesta del hombre me-
cielo y otra en la tierra. Cada escena en el cielo comporta una diante el uso de un elaborado anzuelo.» 3 El porqué Dios perrni-
acusación por parte de Satanás en contra de Job, cada escena en te a Satanás razonar de esta manera en contra de Job no se
la tierra incluye un ataque de Satanás en contra de Job. puede deducir del texto. «¿Acaso no conoce Dios de antemano
Cierto día los hijos de Dios (ángeles) se presentaron (literal- las motivaciones de sus criaturas? ¿Qué necesidad tiene El de
mente, «se detuvieron») ante Dios para informarle de sus acti- comprobarlo?» 4 Por supuesto que Dios lo sabe, pero El se
vidades, Satanás informó de su deambular («rodear la tierra») sirve de Job para silenciar a Satanás. Además, El quiere arraigar
por el mundo, como si se dedicara a la busca de quien pudiera más profundamente las convicciones espirituales de Job.
acusar y devorar (véase 1: P. 5:8). Conociendo los propósitos Después de obtener permiso, Satanás comienza sus ataques
de Satanás, el Señor mencionó a Job como ejemplo supremo de contra Job mientras sus diez hijos están celebrando una fiesta
piedad: «no hay otro como él en la tierra» (1: 8), llamándole en casa del hermano mayor (1: 13, 18). Los ataques se produ-
con el honorable título de «Mi siervo». Dios estaba seguro de cen alternativamente siendo causados por fuerzas humanas y de
que Satanás encontraría en Job más que suficientes motivos para la «naturaleza»: primeramente, los sabeos atacan; segundo, es «el
no poder negar su honradez y devoción. fuego de Dios»; en tercer lugar, unos escuadrones de caldeos
La réplica de Satanás se dirigió contra los motivos de Job. arremeten contra ellos; cuarto, un gran viento del desierto. Sata-
Satanás al no poder poner en duda Ja piedad de Job, puso en nás se nos presenta como capaz de mover todas estas fuerzas ac-
cuarentena el porqué era piadoso. «Nada hay de extraordinario tuando de manera rápida y precisa según sus propósitos. Job,
en su piedad. Te es fiel a cambio de tanto bien como le das.
Quítale Ja paga y verás cómo deja de trabajar. [Ciertamente Job 2. En la pregunta de 1: 10: •¿No Je has cercado Tú alrededor a él y a
no te sirve de balde!» su casa y a todo lo que t iene?», el Tú del original es enfático.
3. Edgar Janes, The Trium pli of Job (Londres: SCM, 1966), p. 29.
¿Sirve Job a Dios de balde? Esta es la pregunta clave en el 4. L. D. Johnson , I srael's Wisdom: Learn and Live , p. 56.
¿Sirve Job a Dios de balde? (1: l-2:13) / 21
20 / Job

sin poder salir del shock producido por las terribles Y súbitas Job reconoce que aquella pérdida tan dolorosa no era dife-
noticias, no puede suponer, ni por asomo, las causas que lo rente de su nacimiento y su muerte: él había nacido desnudo, y
desnudo tenía que morir. Análogamente, ahora se encontraba
motivan todo.
Los sabeos, quienes le robaron los 1.000 y los .500 a~nos Y desnudo, no literalmente, pero en figura: sin posesiones y sin
asesinaron a los criados (1: 14-15), pudieran haber sido oriundos medios para poderlas conseguir. Al decir «desnudo salí del vien-
de Ja región de Seba, en la parte sudoeste de A~abia, o proceden- tre de mi madre, y desnudo retornaré a allá», Job no quiere de-
tes de una ciudad llamada Seba, cerca de Dedan, en la parte su- cir que desea volver a la seguridad prenatal dentro del seno
perior de Arabia (Gn. 10:7; 2~:3). . , maternal. Por el contrario, se refería a la tumba, ya que poética-
El fuego de Dios, que «cayo del cielo y que quemo las ove- mente hablando el vientre de la madre es una figura para signi-
jas y a los pastores» (1: 16), pudiera ser el re~ultado ~e unos ra- ficar la tierra (véase Sal. 139: 15; Ec. 5: 15; 12:7).
yos. Algunos autores calcular ~ue 7 .000 ~veias pud1e~an haber La conexión es obvia; porque el hombre, formado en el seno
sido las recogidas en un espacioso cobe:tt~o o granero, que se de la mujer, está hecho también «del polvo de la tierra» (Gn.
hubieran incendiado en el momento del incidente. 2:7; 3: 19; Job 10:9; 34: 15), y la tierra, al igual que la madre,
Los caldeos, quienes atacaron en tres escuad~ones desde t:~s da a luz seres vivientes.
ángulos distintos y robaron 3.000 camellos asesinando también Reconociendo los derechos soberanos de Dios («Jehová dio,
a los cuidadores (1: 17), eran los fieros habitantes trashumantes y Jehová quitó», Job 1: 21b), Job alaba al Señor (literalmente,
de Mesopotamia. Posiblemente venidos del Norte, en contraste « Yahveh»). ¿Cuántos creyentes hoy en día reaccionarían como Jo
con los sabeos procedentes del Sur. Parece ser que los ataques hizo Job ante los golpes experimentados por él? ¿Cuántos so-
de ambos grupos fueron por sorpresa. . portarían la adversidad con adoración, reverencia y culto? ¿Cuán-
El fuerte viento del desierto que «azotó las cuatro esquinas tos, como Job, mantendrían su integridad moral, resistiéndose a
de la casa» (1: 19) da a entender la naturaleza de un tornado o sucumbir ante la amargura? ¿Cuántos, ante un sufrimiento inme-
tromba de viento formada momentáneamente como suele suceder recido, no maldecirían 6 a Dios por sufrir sus injusticias?
en medio de los lugares desérticos. El viento derribó la casa Satanás, después de perder en su primer intento de acusación
sobre su base, causando la muerte de los diez hijos de Job. a Job tratando de demostrar que adoraba a cambio de las rique-
Todas las cabezas de ganado habían sido robadas; todos sus zas recibidas de Dios, no se da por vencido. No obstante, las
esclavos asesinados (menos los cuatro que escaparon para poder sorprendentes respuestas de Job demostraron hasta la saciedad
dar las trágicas noticias; aquellos serían o bien escl~vos de su el error con que Satanás había preclasificado al Patriarca, anun-
propiedad 0 de otros terratenientes que fuer.on testigos ?e los ciando que él maldeciría a Dios. La devoción es posible sin reci-
sucesos); y todos sus hijos habían perdido la vida. En cuest~ó~ de bir un céntimo a cambio. El hombre puede ser fiel a su Dios
minutos, Job pasa de ser un hombre rico y póspe.r~ ,ª paupernmo aparte de las bendiciones que Este pueda concederle. La pureza
y desesperado. ¿Afectaría esta sit~ación su condicio~ ~e hombre y sinceridad del culto de Job en los momentos de extrema de-
pío y arremetería en contra de Dios por tal desgracia. . sesperación y pérdida de bienes, justifican las palabras de Dios
En medio de la tragedia ( 1: 20-22) causada por esta pnmera ante Satanás.
actuación satánica, Job rasgó su manto,5 simbolizando su intensa El adversario vuelve a la ofensiva. En la segunda prueba
pena interior, y rasuró su cabeza en señal de la pérdi~~ de. su (2: 1-10), Satanás de nuevo pone en duda las motivaciones de
prestigio personal. Postrado en tierra, no en desesperac10n, sino job e impugna delante de Dios su recto carácter. En esta tercera
en reconocimiento a Dios, Job le adora reverentemente. Su faz escena, desarrollada en el cielo, Satanás implica que Job toda-
llegó a tocar el polvoriento suelo, su cuerpo post:ado denota.ha vía adora a Dios porque su vida no ha sufrido riesgo alguno.
la actitud de su corazón humillado, pero humilde y sumiso «Piel por piel.» Sí, ¡Todo lo que el hombre tiene lo daría por su
adorando a su Señor.
6. «Maldecir» en el término usado en los textos originales quiere decir
5. El manto era una prenda de hombres de rango. •atribuir• o «dar sentido no apropiado».
22 / Job ¿Sirve Job a Dios de balde? (l : 1-2:13) / 23

vida' (2: 4). «Cualquier hombre, -insinúa Satanás- es capaz de cultad en la respiración, ya bien en un sentido figurado o literal
desprenderse de sus bienes y aun de sus hijos, de todo lo suyo, (9: 18), amoratamiento de párpados (16: 16), aliento Iétido (19:
por salvar su vida.» «Piel por piel» era un proverbio posible- 17), pérdida de peso (19::?0; 33:21), dolor continuado (30:17),
mente aplicado al trato y permuta de pieles de animales. «Job desasosiego (30:27). ennegrecimiento de la piel (30:30) y fiebre
estaba dispuesto a negociar sus pieles [las vidas] de sus propios (30: 30). Todos estos efectos posiblemente duraron meses o más
hijos a cambio de que Dios Je concediera su propia piel [su tiempo, porque Job se refiere a este tiempo corno «meses de ca-
vida] .» El razonamiento implica, otra vez, un egoísmo por parte lamidad» (7:3) y «como en los meses pasados» (29:2).
de Job. «Claro que él te adorará, mientras Tú no Je toques su Los efectos y consecuencias (2: 8-10) de este segundo ataque
vida. Pero si afectas su cuerpo con enfermedad, entonces se ha- incluyen tres cosas: el aislamiento y separación de Job de la
brán terminado las motivaciones del culto y te maldecirá en Tu ciudad, la tentación de su mujer, y su sumisión a Dios.
propia cara.»
Se sentó «sobre cenizas», es decir, sobre o cerca de los mon-
Satanás recibe permiso de parte de Dios para dañar el cuer-
tones de estiércol y cenizas donde se amontonaban las basuras
po de Job, pero sin tocar su vida, inmediatamente Job se ve
a las afueras de la ciudad. Lugar de los mendigos, los destitui-
afectado «con una sarna maligna desde la planta del píe hasta la
dos y los perros despreciables. [Cuán humillante e indignante
coronilla de la cabeza» (2: 7) como resultado del nuevo ataque
representaría este lugar para quien se había sentado a la puerta
del enemigo. Mientras que Ja primera prueba interesó solamente
de la ciudad como juez de la comunidad (29: 7) y ahora verse
los bienes y la familia de Job, en esta segunda su salud se ve
relegado fuera de las murallas con los mendigos, rascándose su
seriamente atacada.
piel, con supurantes llagas en su cuerpo y con una teja en su
Las dos palabras hebreas traducidas por «Sarna maligna»
mano como único medio para calmar sus escozores!
son las mismas usadas para calificar una de las diez plagas en
Egipto (Ex. 9:8-11; Dt. 28:27) y la enfermedad de Ezequías Cuando su propia mujer le incitaba a olvidarse de su inte-
(2.º R. 20: 7). Algunos comentaristas opinan que Ja enfermedad gridad (relacionada con la palabra «perfecto» en 1: 1), a maldecir
sufrida por Job pudo haber sido viruela.7 Otros suponen que se a Dios y morirse, él la llamó fatua (esto es, espiritualmente ig-
trataba de elefantiasis, llamada así a causa de Ja hinchazón de norante y falta de sentido para discernir, 2: 10). Justamente esta
miembros y espalda, y de las arrugas que salen en la piel seme- sugerencia de la esposa es exactamente la idea que Satanás ha-
jantes a Ja de los elefantes. bía expresado por dos veces prediciendo la reacción de Job ( 1: 11;
La dolencia de Job era, de todas maneras, una enfermedad 2:5). En el momento que más necesitaba el apoyo de su esposa,
cutánea que le producía costras o escamas en la piel, como los recibe otro terrible golpe: evidencia de la amargura contra Dios
eczemas crónicos, la lepra, la psoriasis, la pitiriasis, Ja queratosis 8 por parte de la mujer."
y la penfigo foliáceo.9 Por el contrario, la actitud receptora de Job al presentarse la
Esta última parece la más acertada teniendo en cuenta los adversidad como a la hora de disfrutar de las bendiciones de
síntomas de la infección de Job: inflamación, úlceras (2:7), es- Dios, demuestra su honestidad y la garantía de que no servía a
cozores (2:8), desfiguración en la piel de Ja cara (2:7, 12), pér- Dios por interés personal. La afirmación «En todo esto no pecó
dida de apetito (3: 24), depresión (3: 24·25), gusanos en los intes- Job con sus labios», prueban el rotundo fracaso de Satanás al
tinos (7: 5), endurecimiento de la piel y llagas abiertas (7: 5), difi- predecir la caída de Job, y reivindican, al mismo tiempo, las
palabras de Dios.
7. A. Rendle Short, The Bible and Modern Medicine (Chicago: Moody,
1953), pp. 60-61.
8. C. Raimer Smith, Th e Physician Examines the Bible (Nueva York:
Biblioteca Filosófica, 1950), p. 60. 10. Algunos expositores y comentaristas consideran la frase de la mujer
9. Véase Samuel Terrien, «The Book of Job», en The Int erpret er's Bible, como de compasión, como si ella prefiriera una muerte repentina de su esposo
ed. George A. Buttrick, vol. 3 (Nashville: Abingdon, 1954), p. 920; y Rupert antes que verle agonizar con una larga enfermedad. Esto, sin embargo, no
Hallam, -Pemphigus Foliaceus», en The Britisñ Encyclopaedia of Medica/ parece estar en consonancia con su recomendación para que maldijera a Dios
Practice, vol. 9, pp. 490-92. y se dejara de sus escrúpulos morales.
24 1 Job
¿Sirve Job a Dios de balde? (1:1-2:13) / 25
C. Los que consolaron a Job (2:11·13) 1
! Ot~a ex?Jicaci?;i por este prolongado silencio es la sorpresa
Y horrible 1mpres1on causada por Job a sus amigos de tal ma-
Al enterarse de la desgracia de Job, tres de sus amigos ner~ ~ue no. hallaban palabras para consolarle o expresar sus
---Elifaz, Bildad y Zofar, los tres seguramente personas relevan- sen~1m1ento simplemente con frases de condolencia; también es
tes- le visitan. posible que ellos se quedaran atónitos ante la posibilidad de
«Elilaz» es un nombre cdornita (Gn. 36:4), y como un tema- h~ll~rse frente al mayor de los hipócritas, considerando el su-
nit a era o Je Teman o Edom, conocido por su sabiduría (Jer. f nmrenro de Job como un justo castigo de parte ele Dios a causa
.+9: 7; Ab. 8), o del Ternán en Arabia. «Bildad» no se halla men- de Jos pecado_s c_:;~ondídos en la vida de su amigo. Cualquiera
cionado en otro lugar en resto de la Biblia, y «suhita» puede que que fuera e~ s1gnif1cado de su silencio, ellos siguieron la costum-
tenga alguna relación con Súa, el hijo más joven de Abraharn bre d,e s~ tiempo y permitieron que la persona afligida hablese
(Gn. 25: 2). «Zof'ar» aparece solamente en Job y su descenden- por si misma expresando su problema.
cia en Ja línea de los «naamatitas» es de calificación descono- El 1:'rólogo informa, al lector desde el principio mostrando que
cida, aunque algunos han querido ver en este nombre una rela- los am1~0~ de Job están en un error y que en ninguna manera
ción con la ciudad de Na ama en Judea (Jos. 15: 41), afirmando los sufn~1e.ntos son re~ultado del pecado. El autor también pone
que éste era su lugar de origen. Un cuarto amigo, Eliú, entra en ~n ~on~c1m1ento de quien Jea que los amigos nada sabían de las
escena pero no aparece hasta más adelante (cap. 32). ' rnst1gac1ones de Satanás en contra de Job, ni tenían idea de las
Elifaz seguramente era el mayor de los tres, porque él se argumcn~aciones del diablo ante Dios. La cuestión central de
menciona en primer lugar (2:11; 42:9), habla el primero, sus todo el libro: «¿Servirá el hombre a Dios de balde· Je rendirá
discursos son los más largos y su contenido muestra una mayor culto Y adoración sin esperar bendiciones a carnbíov, no forma
madurez comparado con los de sus amigos; además, Dios se di- parte de los antecedentes de los tres visitantes que entran en
rije a él como el representante de todos (42: 7). esce?a cuando Job se halla en la más triste y desesperada si-
Los tres compañeros se ponen de acuerdo en ir a consolarle tuación.
juntos (parece ser que la visita fue preparada de antemano por
algún mensajero personal, ya que «vinieron cada uno de su
lugar», según 2: 11), y su propósito fue llevarle consuelo y ánimo
a su amigo Job.
A causa de lo desfigurado que se hallaba Job por su enfer-
medad, no le reconocen. Todos ellos le conocían de antemano
más o menos íntimamente, pues mostraron su sentimiento hacia
él y su simpatía ante su dolor de cuatro maneras distintas (2: 12):
se lamentaron (a causa de su shock emocional), líoraron (mos-
trando su dolor), rasgaron sus vestidos (como señal de profundo
dolor en el corazón), y esparcieron polvo sobre sus cabezas
echándolo al aire (símbolo de sufrimiento o de «reconocimiento
de impotencia» ante tanta desgracia de su amigo)."
El hecho de sentarse en silencio a su lado durante una sema-
na entera seguramente era la manera de lamentarse ante una
situación predictora de la misma muerte,12 o simplemente una
acción de simpatía y consuelo.
Jl. Carter, p. 42.
12. El período normal para el duelo de una muerte eran siete días (Gn
50: JO; 1. S. 31: 13; Ez. 3: 15).
0
Quiero morir (3:1-26) / 27

1. Job deseó no haber nacido ( 3:1-1 O)

Job maldice «su día» (o sea, el día de su nacimiento, 3: 1),


comenzando con estas palabras: «Perezca el día en que yo nací»
(3: 3). Si el día de su nacimiento hubiera sido borrado del calen-
dario, se hubiera evitado su nacimiento. Job evoca a continua-

2 ción la noche cuando él fue concebido. Evidentemente, conside-


ra la concepción como el principio de su existencia. Aquella no-
che se personifica como sabiendo y anunciando el sexo del niño
concebido.'
QUIERO MORIR El contenido de 3: 3-10 está construido en forma <le una inte-
resante estrofa. Primero, 3: 3 introduce el día de su nacimiento,
y la noche en que fue concebido. Seguidamente, 3: 4-5 relata el
día del nacimiento, y 3: 6-9 habla de la noche de su concepción.
11. EL DIALOGO (3:1 - 42:6) (Nótese que en 3: 4 se expresa el pensamiento por medio de dos
imperativos de sentido negativo -«no cuide de él Dios desde
arriba» y «ni claridad sobre él resplandezca»- y en 3: 6 hay
A. Las quejas de Job ( 3:1-26) dos formas similares más.) Entonces 3: 10 concluye la unidad poé- ·
tica mediante la cual Job desea borrar el día de su nacimiento.
El silencio de los amigos de J oh se rompe cuando él se la- En 3:4, Job propugna oscuridad para el día de su nacimiento
men ta de haber nacido y expresa sus deseos de morir. ¿Cómo se expresando de esta manera su deseo de que este día nunca hu-
entienden estas palabras tan contrarias al espíritu sumiso Y dis- biera visto la luz de la aurora. «Sea aquel día sombrío», es
puesto a aceptar la voluntad de Dios? Es po~ib~e que e~ el trans- como el reverso de aquel primer día cuando Dios comenzó Su
curso de los días y la prolongación del sufrimiento, asi como la obra de la creación: «Sea la luz» (Gn. 1: 3). Su petición «no
conciencia de la pérdida de todo cuanto poseyó, fu eran una cuide de él Dios desde arriba» (literalmente, «que no se preocu-
carga demasiado pesada para que J oh la . sobrelleva~a con la pe de él»), era tanto como pedir a Dios que borrara la fecha de
misma paciencia y resignación. Tal vez, el tiempo le dio oportu- Su memoria y como consecuencia borrara la existencia de Job.
nidad para reflexionar en la total injusticia de_ su condición, Y El lenguaje hebreo es rico en sinónimos, como puede verse
la muerte era para él la única manera de librarse de tanta en 3: 4-6, en cuyo texto Job hace referencia a tinieblas cinco
crueldad. O, el silencio de sus amigos había agrabado la pena Y veces, usando cuatro diferentes palabras. Su deseo era que aquel
el dolor existente. día fuese sombrío (3: 4), pidió que tinieblas y sombra de muerte
En medio de este triste soliloquio deseándose la muerte, Job lo cubrieran (3: Sa), y que se hiciera horrible y caliginoso (3: Se).
no pronunció una sola palabra de maldición en contra de Dios, La palabra «caliginoso» usada solamente aquí en todo el Antiguo
contrariamente a lo predicho por Satanás, ni intentó suicidarse. Testamento, quiere decir la negrura producida por un eclipse, un
«Lamenta su miseria, pero no se queja de la injusticia, ni se arre- tornado o las nubes cuando se preparan para una f ucrte tormen-
piente de comportarse píamente para con su Dios.»
1 ta. En 3: 6a, al empezar Job su discusión sobre la noche, pide:
A pesar de esta «catarata de angustia» ,2 lo único que hace «Ocupe aquella noche la oscuridad». La palabra «oscuridad» tra-
Job es lamentar el momento de su nacimiento (3: 1-10), desea no duce un término que indica «densa (o profunda) tiniebla», y
haber nacido nunca (3: 11-19), y quiere morir (3:20-26). aparece cinco veces en Job. «No sea contada entre Jos días del

3. «Tal personificación del día y de la noche es corriente entre los árabes»


l. H. H. Rowley, Job, p. 41. (Albert Barnes, Notes, Critica/, l llustrative, and Pract ical, un t he Book of Job,
2. Robert N. Schaper , ¿Wliy Me Cod?, p.· 26. 1: 125).
Quiero morir (3:1-26) / 29

año, ni venga en el número de los meses» (3: 6b-c), significa que sos ojos de la naturaleza cuando despierta. La misma alegoría la
«no sea incluida o contada la noche de mi concepción en el ca- hallamos más adelante ( 41: 18). · ·. ·
lendario de días, noches y meses». Job no quería luz para la noche en que fue concebido. El
Continuando su personificación de la noche (3: 7), Job pide dio la razón de sus imprecaciones: porque la noche de su con-
que aquella noche hubiera sido estéril (literalmente, pedregosa), cepción «no cerró las puertas del vientre donde estaba ni escon-
con la implicación a la esterilidad deseada para su madre (como dió de mis ojos la miseria» (3: 10). Las puertas [la' abertura]
un campo pedregoso e improductivo). del vientre representa el momento de la concepción, no del naci-
miento. Así que, al abrirse el vientre de su madre y ser él con ..
El carácter emocional de los orientales se manifestaba, como
cebido, Job se lamenta de que aquella noche no le haya es-
era su costumbre al nacer un varón, con gritería y jolgorio, por
condido de sus ojos la miseria (3: lOb). Normalmente, la oscuri-
lo contrario Job dijo: «[Oue no viniera canción alguna en ella!»
dad de la noche esconde los objetos de la vista, y Job se lamenta
(literalmente, que ninguna canción penetre en ella [la noche]).
de que su tribulación no fuera escondida de sus propios ojos.
El Leviatán (3: 8) era un monstruo marino de siete cabezas de
la mitología oriental. En la literatura ugarítica de Canaán y Fe-
nicia, se dice que los eclipses eran producidos cuando el Leviatán
2. Deseó haber muerto al nacer ( 3:11-19)
se tragaba el sol o la luna.4 Dice Job: «Maldíganla [la noche
de mi concepción] los que maldicen el día, los que se aprestan
Ya que el deseo de borrar la noche de su concepción y la
para despertar el Leviatán.» Job se refiere a la costumbre de los
no existencia del día de su nacimiento no pueden darse, Job
brujos y encantadores, quienes pretendían poseer el poder de
expresa su voluntad de haber perecido al nacer, se lamenta de
hacer despertar al terrible dragón desde su lugar en las profun-
estar todavía vivo. Haber muerto el día de su nacimiento era
didades del océano para tragarse el sol o la luna en algun día
preferible al estado de la situación presente. Después de maldecir
desafortunado o en desgracia. De esta manera, no habiendo luz
el día de su nacimiento, parece calmar sus ánimos reflexionando
de día o iluminación nocturna, el día del nacimiento de Job
en la satisfacción de haber nacido muerto.
no habría tenido posibilidad de existir. ¿Acaso indica este len-
. Otra vez hallamos en este pasaje un interesante arreglo rít-
guaje que Job creía en la mitología y sus personajes? No, lo
mico. El aborto o parto malogrado, se menciona en 3: 11-12; el
más lógico es considerar que él usó estas figuras poéticas y bien ·
resultado, es decir, descanso mediante la muerte, se refleja en
conocidas con el propósito de hacerse entender claramente a sus
3: 13-15; el aborto vuelve a mencionarse en 3: 16, y los beneficios
contemporáneos. Su manera de expresarse puede considerarse
de un descanso producido por la muerte se repiten en 3: 17-19.
como un paralelo a nuestras costumbras de referirnos al Papá
Job se hace dos preguntas al principio de este pasaje: «¿Por
Noel entre los adultos. La mención de este nombre no implica
qué no morí yo en la matriz, o expiré al salir del vientre? ¿Por
por necesidad la creencia en un personaje real.
qué me recibieron las rodillas? ¿Y a qué los pechos para que
En su empeño de expresar de todas las maneras posibles su mamase?» (3: 11-12). En la primera interrogante se pregunta el
disgusto por el día de su nacimiento, Job añade: «Oscurézcanse porqué no pudo haber muerto al salir del vientre de su madre.
las estrellas de su alba; espere la luz, y no venga, ni vea los El no ser hubiera sido mucho mejor que el existir en las con-
párpados de la mañana» (3: 9). Las estrellas del alba son los
diciones presentes de miseria y tragedia. La segunda pregunta,
planetas Venus y Mercurio, fácilmente identificables al alba a al mencionar ser recibido sobre las rodillas, se refiere ya bien a
causa de su brillantez (véase 38: 7). «Los párpados de la maña- su madre sosteniéndole sobre seno inmediatamente después del
na» es una forma literaria de describir el amanacer, una hermo- alumbramiento, o Ja costumbre patriarcal de colocar al recién
sa metáfora reflejando los rayos del sol saliendo de detrás del nacido sobre las rodillas del padre como símbolo de que el niño
horizonte como emergiendo de entre los párpardos de los inmen- era recibido como hijo propio (véase Gn. 48: 12).
Job también se lamenta del alimento que su madre le ofreció
. 4. En cinco pasajes más del Antiguo Testamento se hace mención del Le-
viatán: Job 3: 8; 41: 1; Sal. 74: 14; 104: 26 e Is. 27: l. al amamantarlo de sus propio pechos. De no haberlo hecho, tal
Quiero morir (3:1-26) / 31
30 I Job

vez hubiera él muerto. La progresión en todos estos pensamien- y 3: 16.) Refiriéndose otra vez a la figura de dicción conside-
tos es· notable: salida del seno de su madre, su recepción en las rando a la luz y a las tinieblas como indicativos de vida y muer-
rodillas del padre, su alimentación como un bebé con la leche te, se pregunta: «¿Por qué se da luz al trabajado, y vida a los
de ánimo amargado?» (3: 20). La palabra hebrea traducida por
de la madre.
A continuación Job razona cuánto mejor hubiera sido morir «trabajador» es un término cuya raíz viene del sustantivo «mi-
al nacer. Al menos la muerte le hubiera proporcionado descanso, seria» o «atribulado por la miseria» (3: 10).
mientras que la vida ha resultado ser una amarga experiencia El tema del pasaje (3:20-26) queda resumido en 3:21: «Oue
(3: 13-15). Menciona cuatro condiciones: que estaría muerto, que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que te-
reposaría, que dormiría, que tendría descanso (3: 13). Al haber soros.» Ni el sereno esperar, ni los desesperados esfuerzos para
muerto a los pocos días de su existencia le hubiera sido conce- morir sirven para nada: La muerte no viene, y como los tesoros
dida una envidiable posición con los más nobles personajes: escondidos, no se halla fácilmente. Cuando los que sufren final-
reyes, consejeros,5 y ricos príncipes (3: 14-15). mente pueden alcanzar «el sepulcro -dice Job-, se alegran so-
Añorando aún haber existido solamente en un feto sin haber bremanera» (3: 22) ya que la muerte les ofrece la liberación del
llegado a nacer un «abortivo» (literalmente, escondido), o haber dolor.
nacido y ser enterrado al haber nacido sin vida, siendo de esta Las palabras «lpor qué se da vida al hombre?» (3:23) (el
manera uno de los «pequeñitos que nunca vieron la luz (3: 16), quinto «por qué en este capítulo) ha de ser ampliado para tener
Job se refiere otra vez a las condiciones de descanso agradable su significado claro. La frase «al hombre que no sabe por dónde
que hubiera disfrutado en el Seol. Allí los impíos dejan de per- ha de ir, y a quién Dios ha encerrado» hace referencia a la
turbar (o, estar en «turbación», como se dice en 3: 26 y 14: 1) condición personal de Job (mientras que habéis hablado de «los
con sus pecados y maldades; los cansados descansan; los prisio- de ánimo amargo» en plural en 3: 20b-22). «Job se halla deso-
neros están liberados (ya no han de escuchar a sus esbirros gri- rientado porque no puede vislumbrar su camino. Se encuentra
tándoles para que trabajen duramente); los pequeños y los gran- súbitamente sin salida y no es capaz de distinguir sendero al-
des están juntos; y los esclavos están libres (3: 17-19). guno delante de él que conduzca a parte alguna» .6
Job, agotado por el sufrimiento, hallaría descanso en la muer- Satanás usó la misma palabra hebrea (aquí traducida por
te; dejaría de ser un esclavo de la enfermedad; quedaría libre de «encerrado») cuando acusó a Dios de haber protegido [cercado]
la esclavitud atenazante de las tribulaciones. a Job (1: 10). Aquí Job usa el término en el sentido restrictivo de
Este pintoresco lenguaje describe las condiciones de paz y la palabra.'
tranquilidad de los muertos contrastadas con las condiciones ten- Su sufrimiento limitaba sus esperanzas futuras y su libertad
sas y amargas de quienes viven en el sufrimiento. Todos cuantos de movimiento. Aquí, por primera vez, Job atribuye a Dios la
sufran los infortunios como Job los sufrió podrán apreciar este causa de su aflicción. «Antes que mi pan viene mi suspiro»
anhelo de liberación alcanzable mediante la muerte. (3: 24) significa ya bien sus lamentos a la vista de la comida
(por causa de su enfermedad ha perdido el apetito y solamente
de ver los alimentos le entran náuseas) o bien que sus lamentos
3. Deseó morir en aquel momento ( 3:20-26) son tan frecuentes como regular ha de ser su alimentación: es
decir, diario y continuado. Tal vez lo último sea lo más acertado
'
Por cuarta vez en el transcurso de su soliloquio, Job se pre- pues se presta a ser un paralelo a Ja segunda línea del versículo:
gunta: «¿Por qué?» (3: 20). (Las otras tres veces son 3: 11, :3: 12 «mis gemidos corren como aguas». La palabra «gemidos» se usa
a veces para definir el rugido del león (4: 10) y puede traducirse
5. La frase «que reedifican para si ruinas» no puede referirse a las pirá- también como se halla en el Salmo 32: 3b). Su estridente gemir
mides cditícadas por los faraones, como algunos comentaristas pretenden dar
a entender. Simplemente, quiere decir que los reyes y los consejeros edifican
6. Rowley, p. 49.
ciudades que más tarde se transforman en ruinas, o más probable, edifican
7. ]bid.
ciudades ruinosas.

. .....
32 / Job

causado por el dolor era como el ruido interrumpido de las co-


rrientes de aguas (3: 24b).
«Porque el temor que me espantaba me ha venido» (3: 25)
puede traducirse «porque lo que temía me ha llegado». Al co-
mienzo de las duras pruebas en la vida de J oh, al enterarse de la
pérdida de una y otra bendición, él temió por la pérdida aún de
una tercera, y al enterarse de la tercera temió por la cuarta y así
sucesivamente. Su condición en continua turbulencia interior y
3
temor exterior queda resumida en la conclusión de su solilo-
quio (3: 26): Job no pudo disfrutar ni de paz ni de reposo por- DIALOGO EN MEDIO DE LA MISERIA
que la turbación (literalmente, agitación; este término hebreo
puede también traducirse por «perturban>, 3: 17), había hecho
aparición. Los tres compañeros de Job -Elifaz, Bildad y Zofar- fue-
Los sufrimientos de Job fueron físicos, intelectuales (los «por- ron a encontrarle «para condolerse de él y consolarle» (2: 11).
qués» son frecuentes en sus razonamientos [3:11, 12, 16, 20, No ~odemos dudar de sus sanas motivaciones y sus honradas in-
23; 7:20, 21; 10: 18; 13: 14; 24:26; 19:22; 21:47; 23: 17; 24: 1; te~c10nes. Los largos siete días de silencio expresan su simpatía
27: 12)), emocionales y espirituales.8 En su dramático monólogo, asi corno su c~mpa_sión y dolor en favor de su amigo. Luego,
expresó su desesperación, se quejó con amargos lamentos, y sus- Job rompe el silencio con los gritos de angustia y desesperación
piró por la tumba. Aunque amargado no perdió su control de tal manera que los tres se sienten llamados a contestarle.
(3:20). Aunque acusó a Dios por tenerle acorralado (3:23) nun- Asombrados por el deseo de querer morir, sus amigos creen que
ca le maldijo. El clamor de Job fue del que siente dolor y de- deben corregirle en sus agudas argumentaciones.
sesperación, pero no del que odia y desafía. Job defendió con Cada uno de sus amigos toman la palabra y Job replica uno
uñas y dientes su condición de justo pero nunca acusó a Dios por uno sus razonamientos. El ciclo se repite tres veces con una
de ser injusto. Más tarde le veremos opinando de la injusticia sola variante en la tercera secuencia: el tercer amigo nada dice
de su caso. la tercera vez.
Los sinceros deseos de alcanzar la muerte nos dan la ade- Hagamos algunas observaciones sobre estos discursos:
cuada perspectiva y dimensión de los extremados sufrimientos
y dolor a todos los niveles. Solamente las personas que han ex- .t. A lo largo de sus discursos, los amigos permanecen in-
perimentado dolores de muerte en vida, solamente los que han fl~~1bles en su postura teológica. Su teoría era que Jos justos re-
padecido lo indecible en este mundo, pueden valorar los lamen- cibían la recompensa y los impíos el castigo, por Jo tanto, Job
tos y el desespero de Job. era un ~ecador ;mpedernido y necesitaba confesar su pecado,
arrepentido podna lograr su restauración. Su razonamiento silo-
gístico es como sigue:

a) Todo sufrimiento es resultado del castigo por el pecado.


b) Job está sufriendo.
e) Por lo tanto, Job es un pecador.

Esta relación causa-efecto demuestra que lo que el hombre


recibe depende de lo que él hace.'

l. Matitiahu Tsevat, «The Meanmg ot the Book of Job», Hebrew Union


8. David Howard, How Come, Godr, pp. 31-4-0. Co/lege Annual , 77 (1966): 75.
34 / Job Diálogo en medio de la miseria (4: 1-7:21) / 35

2. Los amigos van recrudeciendo sus acusaciones a medida biesen en un libro!» (19: 23); «Expondría mi causa delante de
que el diálogo va avanzando. En la primera secuencia (caps. él, y llenaría mi boca de argumentos» (23: 4); «[Ouién me diera
4 - 14), los tres, de una manera indirecta, insinúan el estado de quién me oyese! He aquí mi confianza es que el Omnipotente
pecado en Job, invitándole al arrepentimiento si en realidad él testificará por mí!» (31: 35).
hubiera pecado. «Ciertamente yo buscaría a Dios, y encomen- 7. Cada discurso de Job es más largo que cada uno expre-
daría a él mi causa» (Elifaz, en 5: 8); «Si fueres limpio y rec- sado por los de sus amigos pronunciados inmediatamente ante-
to ... » (Bildad, en 8:6); «Si alguna iniquidad hubiera en tu rior a él. También, cada vez que hablan los amigos, sus discur-
mano ... » (Zofar, en 11: 14). sos son cada vez más cortos que el que lo precedió, con la ex-
En la segunda secuencia se pasa de la sugerencia a la clara cepción de Zofar, quien habla solamente dos veces (caps. 11,
insinuación. Elifaz declara que los injustos están en peligro 20).
(cap. 15), Bildad afirma que los injustos caerán en la trampa 8. Los compañeros hacen hincapié en diferentes aspectos
y Juego serán olvidados (cap. 18), y Zofar dice que tendrán del carácter de Dios. Elifaz remarca la distancia entre Dios y
la vida corta y perderán todas sus riquezas (cap. 20). Los tres el hombre (4: 17-19; 15: 14-16) y dice que Dios castiga al impío
esperan que Job coja el hilo, y saben muy bien argumentar de- (5: 12-14). Bildad afirma que Dios es justo (8: 3) y grande (25: 2-3),
lante de Job. y que El castiga solamente a los impíos (18: 5-21). Zafar subraya
Durante la tercera escena las acusaciones son abiertas. Eli- el hecho de que Dios es inescrutable (11: 7) y que El castiga
faz menciona seis pecados imputados por él mismo a Job (22: 5-9), irremisiblemente a los malvados (20: 23).
y Bildad anuncia que el hombre injusto no es más que un gusa- 9. Elifaz basa sus argumentos en la experiencia. Por tres
no (25:5-6). veces dice: «He visto» (4: 8; 5: 3; 15: 17). Bildad fue más severo
3. En cada uno de sus discursos, Job afirma su inocencia. y menos cortés que Elifaz basando sus razonamientos en la tra-
«Y o no he escondido las palabras del Santo» ( 6: 10): «Soy ín- dición: «Pregunta ahora a las generaciones pasadas, y disponte
tegro» (9:21); «No hay iniquidad en mis manos» (16: 17); «Mi a inquirir a los padres de ellas» (8: 8). Zofar fue el más incisivo
justicia tengo asida, y no la cederé» (27:6). y duro de los tres. Con una lengua muy afilada y un dogmatismo
4. En sus cinco primeros discursos, Job afirma que Dios le desmesurado atacó sin piedad a Job. Sus palabras se basan en
ha causado la aflicción. « ... las saetas del Todopoderoso están en meras suposiciones. «Todos ellos condenan a Job; porque según
mí» (6:4); « ... me ha quebrantado con tempestad, y ha aumen- su filosofía, se ven obligados a justificar a Job condenando a
tado mis heridas sin causa» (9: 17); «Poned además mis pies en Dios o justificar a Dios condenando a Job por necesidad; y,
el cepo» (13:27); «Próspero estaba, y me demenuzó; me arreba- comprensiblemente, deciden por lo segundo.» 2
tó por la cerviz y me despedazó» (16: 12); «Hizo arder contra 10. Bildad y Zafar, aunque poniendo diferente énfasis que
mí su furor, y me contó entre sí como sus enemigos» (19: i 1). Elifaz en sus palabras, se hacen eco de las mismas ideas. Repi-
Job sabía que Di~s podía ser cruel con el hombre y él no era ten muchos de los tópicos planteados por Elifaz. El dice que
una excepción. Dios es grande (5:9; 22: 12) y los demás los repiten (Bildad, en
5. En cada uno de sus tres discursos de Ja primera vuelta, 8: 3, 5 cuando llama a Dios «el Todopoderoso»; 2 5: 2a; Zofar en
Job se pregunta: «¿Por qué?» «¿Por qué me pones por blanco 11 : 7, 11). Elifaz di jo que los impíos serían cortados (15: 32-34),
tuyo ... ? (7: 20); «Hazme entender por qué contiendes conmigo» y Bildad (18: 16) y Zafar hacen similares afirmaciones (20:21-22).
(10: 2); «¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu ene- Elifaz dijo que los pecadores tropezarán con tinieblas (5: 14), y
migo?» (13:24). Bildad (18:5, 6, 18) y Zofar (20:26) reiteran las mismas ob-
6. En seis de los ocho discursos de Job, él ansía presentar servaciones.
su caso delante de Dios. «Si alguien quisiera contender con él,
no podrá responder a una cosa entre mil» (13:3); «{Ojalá pu-
diese disputar el hombre con Dios!» (16:21); «.¡Quién diese aho- 2. J. Sidlow Baxter, Explore th e Book, 6 vols. (Londres: Marshall, Mor-
ra que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escri- gan & Scott, 1952), 3:51.
Diálogo en medio de la miseria (4: 1-7:21) / 37
36 I Job
B. El primer clclo de discursos (4:1 -14:22) una reprimenda para Job por su falta de confianza al dejar de
temer a Dios, o pueden tomarse como recordándole a Job que
debe continuar reverenciando a Dios sin dejar de confiar en El a
pesar de su actual condición conflictiva.
1. Primer discurso de Ellfaz ( 4:1 - 5:27)
b) Su argumentación acerca del sufrimiento (4: 7-11). En
El primer discurso de Elifaz a Job tiene cinco partes:
estos versículos Elifaz hace las clásicas afirmaciones sobre la teo-
a) Su reprensión a Job (4: 1-6) . . ría del sufrimiento humano: el inocente no perece, el justo no
b) Su argumentación acere~ -~el sufrimiento (4:7-11)
será destruido; pero la persona que ara en iniquidad y siembra
e) Su explicación de una visron (4: 12-21)
amarguras, también segará amarguras4 (véase Pr. 22:8; Os. 8:7;
d) Sus recomendaciones a Job (5: 1-17) .
10: 13), y los malos perecerán bajo la ira de. Dios. «Los buenos
e) Un recuento de las bendiciones de Dios (5: 18-27)
siempre ganan y los malos siempre pierden», éste es el tema re-
a) Su reprensión a Job (4: 1-6). Cuand? Elifaz, sin lugar a petido una y otra vez por los tres amigos de Job a lo largo de
dudas el mayor de los tres, comenzó su dis~urso estando sen- todo el libro.
tado sobre cenizas, lo hizo con mucha cortesra, pero pro~to de- El texto, «los rugidos del león, y los bramidos del rugiente,
eneró en crudeza y duros ataques personales. ~onvencido ~e y los dientes de los leoncillos son quebrantados» ( 4: l O) son una
~ue la impetuosidad del discurso de Job no era ~as que_ una vio- a!usión al clamor de Job lamentándose de que sus fuerzas han
lenta reacción causada por su estado de ~o:tración, El.ifaz teme sido aplastadas (cap. 3). Así como «el león [literalmente, la leo-
que cuanto él pueda decirle, J ?b lo rebatirá con la U:~sma ava~ na} perece por ~~Ita de presa», así Job se hallaba sin ayuda; y
lancha de argumentos. «Si probaramos a hablarte, te sera molesto, asi como «los hijos de la leona» 5 «son consumidos» (4: 11) por
el cazador que ha atacado la guarida, de la misma manera Job
pero ¿quién podrá detener las palabras?» (4:2).3
Elifaz alaba a Job por haber «aconsej?do a. muchos», por perdió a sus hijos.
haber fortalecido «manos débiles» y «rodillas s~n fuerzas»'. ~
por haber esforzado a los que ~ropezaban emocíonel y e.spm- e) Su explicación de una vision (4: 12-21). Elifaz trata de
tualmente dándoles palabras de aliento (e~to.es: _conse1os) (4.3-4). añadir fuerza a su autoridad teológica relatando su· experiencia
p este cumplido implicaba una recnmmac1ón,_ ya que. Job como le ha sido mostrada en un sueño. Ante su estremecimiento
0
ahora era incapaz de recetarse la medicina necesaria a su situa- sus propios huesos se resintieron (4: 14) y su pelo se erizó (4: 15).
De alguna manera se le presentó un género de espíritu (4: 16)
ción. · · dio de que le sorprendió al hacerse visible y pasar por delante de él,
El había aconsejado a otros ejercer paciencia en m~ 1
la prueba, pero ahora que se hallaba afecta.do por la difi~ultad entonces se detuvo, permaneció quieto y le habló muy suave-
«te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te ,turbas» (literal- men~e (4: 12, 15-16). El contenido de su mensaje se da en los
mente hasta quedado presa del pánico). Job tema fama de gran versículos 17 al 21. Es discutible si esas palabras fueron una
consoÍador y ahora le faltaba el ánimo para sobrepasar su pro- re~elación. de Dios_, ya que «una palabra», no «una palabra del
pia prueba. Elifaz no se daba cuenta de una cosa fundamental, Senor», vmo a Ehfaz; porque la palabra vino de una manera
es muy difícil darse ánimo u_no mismo1 c~ad~dodse encuentra en «ocult~» (esto es, de una manera vaga) (4: 12); y porque este
medio de la tribulación; ¡Ehfaz era e in rea o para dar áni- mensaje da la sensación de que nos presenta a Dios como des-
, • 1 preocupado acerca del hombre.
roo a Job y no Job a si mismo. «¿Será justo un hombre [literalmente, el hombre débil y
«¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es tu es~eranza
la integridad de tus caminos?» (4:6). Estas palabras o bien son
. 4. Esta es la misma palabra hebrea (•miseria•) que Job había usado an-
Esta frase podría expresarse más claramente: •¡Quién. se atreverá a tenormente (3: 10; y en 3: 20, donde se traduce «amargado»).
3· · mientras continúes tal alterado!• (véase Franc1s l. Andersen. . 5. En estos dos versículos, aparecen cinco diferentes palabras para de-
darte un consejo 2) signar el nombre del león.
Job: An Jntroduction and Commentary, p. 110 , n. ·
Diálogo en medio de la miseria (4: l-'-7:21) / 39
38 / Job
mortal] delante de Dios? 6 ¿Será puro un varón [literalmente,
sato» (?: 3> y ~orno ~na incontrolada explosión de «rabia» que no
producirá sanidad smo que exterminará.
un hombre fuerte] frente a su Hacedor?» (RV, versión 77.)
Elifaz prosigue en afirmar que el necio no merece su atención·
Tal como se implica en 4: 18-21, Elifaz espera una respuesta ne-
¡incluso maldice al insensato que ha prosperado! (5: 3). Sin nin~
gativa a su interrogante: el hombre no puede ser más justo y
gun.a clase, de misericordia, hacia Job, Je recuerda su propia tra-
más limpio que Dios. Dios no confía en Sus servidores (ángeles)
gedia ha?landole de la pérdida de sus hijos y de la desaparición
y El acusa a los ángeles (es decir, a los ángeles caídos y a Sata-
de. su~ riquezas (5: 4-5). De acuerdo con Elifaz, la causa de sus
nás) de falseadores,7 por lo tanto, el hombre no es un ser en el
af~1cc1?nes no es el polvo del camino (esto es, mero accidente):
cual se pueda confiar. La condición mortal del hombre se des-
mas bien so~ el resultado del interior del hombre (5: 6). El hom-
cribe de varias maneras: él habita en casas perecederas hechas
bre ha nacido para la aflicción tan cierto como las llamas de
de barro y edificadas con polvo, se puede aplastar con la facili-
un. fuego se levantan en el aire (5: 7).8 El punto de vista de
dad con que se aplasta una polilla, se quiebra en pedazos como
~]¡f~z que el hombre acumula su desgracia a causa de su pecado,
una vasija (véase Ec. 12: 6), y la cuerda de su tienda se desata
si bien es una verdad parcial, no tiene en cuenta el dicho de
(4: 19-21). Elifaz afirma que el hombre perece, muriendo sin de-
Jesús cuando ~enciona el der~umbamiento de Ja torre que pue-
jar noticia ( 4: 20) y sin sabiduría ( 4: 21). Morir sin haber halla-
de matar a quienes no eran mas pecadores que los sobrevivientes
do la sabiduría era el mayor desastre para un sabio oriental.
(Le. 13:4).
¿Son verdaderas estas palabras describiendo el sueño o vi- A. la luz de su teoría causa-efecto del pecado, Elifaz da su
sión de Elifaz? Sí, en un sentido. El hombre de por sí no puede
ser justo ni puro delante de Dios; Dios acusa al hombre de
!
c?nseJ~ a ob: «Ciertamente yo buscaría a Dios, y encomenda-
na a. el rru causa» (5: 8). Esta manera de dar consejos: «Si yo
pecado más aún que a los propios ángeles; y el hombre es mortal, es~uv1era en tu lu?ar», de poco le serviría su amigo, porque
con una existencia frágilmente perecedera. Elifaz parece estar Elifaz no estaba 01 nunca se halló en la condición de Job. El
equivocado al aplicar estas palabras a Job como si hubiese sido ar~umento, para que Job apel.ara a Dios, según la sugerencia de
un empedernido pecador. Decir «la razón de1 porqué estás mu- Eliíaz, esta basado en que D10s es majestuoso y poderoso (5:9),
riéndote, Job, es que eres un triste mortal impuro; no hay espe- Y benevolente al enviar la lluvia y las cosechas (5: 10); da valor
ranza para ti» es 'estar en abierta contradicción con la evalua- Y ª_Yuda a los desvalidos (5: 11), frustra a los astutos (5: 12-14),
ción que Dios hace del carácter de Job (1: 1, 8; 2: 3). La expli- Y hbr.a a los ~obres y a los humildes (5: 15-16).9 Aunque este
cación de la visión-sueño de Eliíaz no parece ser otra cosa que consejo no ~sta fu era de lugar, como tal, Elifaz no hace justicia
otra manera de decir: « ... los que aran iniquidad y siembran in- a Job asumiendo que ha pecado deliberadamente. A pesar de
juria, la siegan» (4: 8). Una manera indirecta de sugerir que Job todo, Job estaba anhelando tener la oportunidad de presentarse
está recibiendo lo que merece. ¡Vaya manera de ofrecer con- delante de Dios.
suelo! Otra d~ fas generalizaciones mal aplicadas a Job está en
5: 17: « ... b1enaventu~ado es el hombre a quien Dios castiga, por
d) Su recomendación para f ob (5: 1-17). Elifaz niega cual- tanto, no ~~nosprec1es la corrección del Todopoderoso.» Eli-
quier posibilidad de intervención de ángeles («los santos»), en f ~z ~s~me .mJUStamente que las aflicciones de J oh son un castigo
favor de Job (5: 1), porque no se puede confiar en los ángeles disciplinario. Por eso aconseja a su amigo que sufra esta disci-
(4: 18). Este dicho de Elifaz parece anticipar el lamento de Job pl!na con paciencia y admita su culpa sin despreciar Ja acción de
al notar la ausencia de un mediador (9: 33). Elifaz interpreta el D10s.
lamento de Job (cap. 3) como una «vejación» del «hombre ínsen-
8. Algunos traductores equivocadamente vierten este versículo -el horn-
~re engendra la afl1cc1ón»: La pa~abra «chispas» es literalmente «hijos de
. esheph», tal vez una alusión poética al dios ugarítico de los rayos la pes-
6. No «¿será el hombre más justo que Dios?» como algunas versione.s tilencia y las llamas. '
erróneamente traducen el hebreo. 9 .. La frase: «Ia espada al pobre, de la boca .. ,, (5· . 16)·, es decc1r,· l as injustas
· ·
7. No «necedad» como algunos traductores prefieren vertir el original acusaciones de los calumniadores deben cesar.
hebreo.
40 / Job Diálogo en medio de la miseria (4: 1-7:21) I 41

e) Un recuento de las bendiciones de Dios (5: 18-27) Si Job Más bien que una réplica directa a Elifaz, Job inicia otro
hubiera reconocido y admitido su culpa, Dios le hubiera bende- lamento acerca de su condición. Luego, cuando responde a Eli-
cido. Le hubiera dado alivio; sanidad; liberación del hambre, de faz y a su discurso, se dirige a los tres amigos, no solamente a
la guerra, del calumniador («del azote de la lengua», ?:21), de Elifaz, como lo demuestran los plurales de los versículos 6:21-29.
la violencia de las fieras del campo (5: 18-22);10 le hubiera dado En 7: 12-21 se dirige a Dios directamente por primera vez en
también bu~nas cosechas; 11 seguridad; numerosa descenden~ia; sus discursos.
salud y larga vida (5: 18-26). Llegaría a la tumb~ con pleno vigor
«como la gavilla de trigo que se recoge a su ~1empo», her~osa a) La defensa de su causa (6: 1-7). El capítulo 6 es un
manera de describir una vida plenamente realizada y termman- capítulo de alienación. Job se siente alienado por Dios (6: 1-7),
do sus días con la satisfacción de haberla vivido (véase 42: 17). de sí mismo (6:8-13), y de sus amigos (6: 14-23).12 En estos
Con marcado aire de suficiencia, Elifaz concluye su primer siete versículos, el patriarca expresa las razones de sus quejas en
discurso recordándole a Job la autoridad de su palabra («He medio del sufrimiento. ¿Y por qué no puedo quejarme? pregunta
aquí lo hemos inquirido, lo cual es así; óyelo, y conócelo tú para Job. Su «queja» ha sido pasada. Si el dolor y la causa se coloca-
provechos). Parece haber dicho: «Yo tengo toda la razón, por lo ran cada uno en un platillo, seguro que el dolor inclinaría el fiel
tanto, ahora que conoces la verdad, actúa de a.cu~rdo con ella.» (6: 2-3).13 Aun la arena del mar no pesaría tanto como sus aflic-
En resumen, Elifaz ha dicho que: a) el sufrimiento de Job es ciones. Una pintoresca manera de expresar sus cargas, ya que la
la consecuencia de su pecado, b) el hombre no tiene esperanza arena del mar, normalmente húmeda, es excesivamente pesada.
de presentarse.puro delante de Dios, c~ el .hombr~ e~ °.1ort?l, d) «Por eso mis palabras han sido precipitadas» (6: 3). Job de-
la tragedia no es accidental, sino r~tnbutlva o d1sc1plmana,. e) sea justificar su aparente atrevimiento en sus previas manifes-
Dios es transcendente, f) el sometimiento a la voluntad de Dios taciones (cap. 3) a causa de sus sufrimientos y estado de miseria
traerá las bendiciones divinas. Los puntos e, e, y f son verdad, en que se encuentra.
pero Elifaz ~staba en un error al hacer hincapié 'y asumir gratui- Job tiene la sensación de recibir los ataques de Dios como
tamente que Job necesitaba arrepentirse. quien ·sufre los impactos de flechas venenosas que se incrustan
dentro de su carne. A~ igual que Elif az, también Job cree que
su desgracia procede de Dios. Elifaz, sin embargo, afirma que la
2. Primera respuesta de Job a Ellfaz ( 6:1 - 7:21 ) causa inmediata es el pecado de Job, mientras que Job niega esta
relación. Para él, el problema era mucho más difícil de compren-
La primera respuesta de Job a Elifaz puede dividirse como der justamente porque admitía a Dios como el autor de sus ma-
sigue: les. «El Dios a quien él conocía por experiencia y que ahora
a) La defensa de su causa (6: 1-7) le resultaba irreconciliable con la realidad.» 14
b) Su desesperación en medio del sufrimiento (6: 8-13) ¿Acaso no era suficiente esta contradicción para que Job se
quejara? Ciertamente. Pero de la misma manera que el asno mon-
e) Su desencanto ante sus amigos (6: 14-23)
d) Su desafío a los tres consejeros (6: 24-30) tés no gime delante de la hierba ni muge el buey junto a su
pasto, así Job no protestaría ante una situación que fuese lleva-
e) La semblanza de su miseria (7: 1-6)
dera (6:5).
f) Su plegaria a Dios (7: 7-21)
La comida insípida requiere sal y las dos cosas van juntas;
JO. •En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará el mal» la desgracia de Job y sus lamentos también son parejos (6:6) y
(5: 19) es una frase típica en el Antiguo Testamento, se cita un número d~-
terminado seguido del inmediato superior para expresar lo completo o termi-
nado (cp. Pr. 30:15, 18, 21, 29; Amós 1:3, 6, 9, 11. 13; 2:1, 4, 6). De ser éste el
12. Kenneth Thompson, Jr.. •Üut of the Whirlwind: The Sense of Aliena-
caso, Elihú estaba diciendo que Dios libraría a Job de todas sus dificultades, tion in the Book of Job», Interpreta/ion 14 (1960): 51-63.
algunas de las cuales se mencionan acto seguido (5: 20-22). 13. La palabra «queja» (6:2) que solamente aparece aquí en todo el An-
11. «Con las piedras dél campo tendrás pacto» (5: 23) quiere decir «las
tiguo Testamento debería traducirse •calamidad• o «desgracra-.
piedras no te privarán de recoger sus cosechas». 14. H. H. Rowley, Job, p. 67.
Diálogo en medio de la miseria (4:1-7:21) / 43
42 / Job
faz (al ser desleal deja el temor del Todopoderoso). Tal vez es
sus quejas merecen una excusa. El ve~síc~lo 7, si b.ien puede in-
más acertado entender la frase con referencia al mismo Job: sin
tepretarse -de varias maneras, puede significa~ senc1llament~ que
el apoyo de sus amigos, está en peligro (o ya lo experimenta
Job rechazaba la comida (véase 3:24). Implicado en esta mte:-
ahora) de separarse de Dios.
pretación está el pensamiento que, de la misma manera q~e. ,el
rechazaba el alimento, así protestaba de su presente cond1c10n Sus amigos han sido para él como el lecho de un río. Du-
ra~te la época de lluvias, los vados se llenan con las aguas que
y miseria. bajan de los montes a toda velocidad (etorrentes»), pero en vera-
b) Su desesperación en medio del sufrimiento (6:8-13).
no, cuando más se necesita el agua, quedan completamente se-
cos. Así se comportan los amigos de Job. Se siente traicionado
Aunque Job sabía que Dios era la fuerte de su. tribulación,, tam-
por sus acciones engañosas pretendiendo ayudarle sin ofrecerle
bién sabía que Dios era el sustentador de la vida. De aquí que
ayuda en nada (6: 15). Su presencia ha sido como un espejismo
le pidiera y aun deseara ardientemente que Dios le «quebranta-
sin realidad.
ra», le soltara de la mano y pudiera morir al retirarle su sustento
(6: 8-9). El verbo hebreo traducido por «soltara» (6: 9), conlleva El lecho del río es turbio (esto es, ennegrecido o sucio) con
la idea de la liberación de prisioneros (véase Sal. 105: 20) Y el el deshielo de las nieves y los escombros arrastrados desde lejos
verbo hebreo traducido por «quebantarme» es la palabra usa- (6: 16)'. pero luego viene el silencio (esto es, la corriente deja
da por los tejedores al cortar el hilo de la trama. Si Dios le_,de- de fluir) y todo se desvanece con el calor (6: 17). Los viajeros
jara morir, liberándole de la vida, Job tendría al menos ~otivos esperan hallar agua en ellos, pero quedan defraudados. El lecho
para consolarse, es a saber, no negaría las palabra~ de J?10s. De del río les ha «engañado».
hecho, podría resistir mejor su profundo dolor sr supiera que La palabra «senda» (6: 18) debe traducirse «Caravanas» (esta
pronto podría morir (6: 10). . misma palabra ya ha aparecido anteriormente, 6: 19), por lo
¿Pero cómo mantenerse esperando día tras día? «¿Cuál es mi tanto, el versículo debería leerse: «Las caravanas siguen su si-
fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para que tenga aún pa- nuoso curso [esto es, el desolado desierto] y perecen.»
ciencia?» (6: l 1).1s ¿Quedaba algo o alguien en quién esperar? Las caravanas procedentes de Temán, en el norte de Arabia,
¿Qué razón pudiera existir para aguantar tanto d~lor? ¿Acaso Y de Sabá,16 en el Sudoeste del país, son bien conocidas por sus
Elifaz pensaba que Job tenía la resistencia de 1.as .piedras o que rutas comerciales, y también por los tristes incidentes al extra-
era tan insensible como el bronce (6: 12)? La s1gu1ente pregunta viarse en busca de oasis para apagar su sed (6: 19).
(6: 13) debe tomarse como una afirmación, ya que el versículo Los mercaderes viajando en caravanas de camellos no sólo
viene introducido por una partícula enfáticamente positiva («¿No se han extraviado siguiendo los vados secos, sino que se frustran
es así ... ?»). Así pues, Job declara que ni dispone de ayuda al- y desesperan cuando incluso el oasis está seco (6: 20). «Vosotros
guna ni tiene fuerzas en sí mismo para continuar. En verdad que ahora sois cual estos caminantes -dice Job refiriéndose a sus
Job llega al límite de su desesperación; no ve esperanza por la amigos y consejeros-. «Habéis visto el tormento y teméis»
cual valga la pena vivir, ni tiene ayuda o fuerzas para poder (6:21). ¿Por qué al ver el aspecto de Job «el tormento» les ha
subsistir. causado temor? Rowley da la siguiente explicación: «Job les
ac.usa de cobardía al retirarle ellos su simpatía temiendo que
e) Su desencanto ante sus amigos (6: 14-23). Cuando un ~10s l~s haga p~rtícipes de la calamidad al mostrar simpatía ha-
hombre se halla desesperado, sus amigos deben ofrecerle con- cia quien ellos Juzgan es un ofensor de Dios.» t7
suelo (literalmente, lealtad) (6: 14a). Job sugiere con estas pala-
bras que su amigo Elifaz le ha defraudado al no serle leal. «Aun
aquel que abandona el temor del Omnipotente» (6: 14b) es en-
tendido por algunos eruditos para describir a El i- 16. Los sabeos (procedentes de Sabá), de quienes tenemos previa referen-
cia (!: 15), eran nómadas; aquí se presentan como mercaderes.
15. La palabra .paciencia• es literalmente «prolongar mi alma», esto es, 17. Rowley, pp. 73-74 .
• ser pacierite». El que es impaciente es «corto de alma».
44 / Job Diálogo en medio de la miseria (4:1-7:21) / 45

También .es posible que ellos temieran ser culpables simple- e) La semblanza de su miseria (7: 1-6). Porque él podía de-
mente por asociarse con un hombre pecador.18 tectar la intensidad de sus desgracias (6: 30), Job expresa otro
De haberles Job solicitado algo deshonesto (un soborno para lamento amargo ante su miserable condición. (Este lamento es
· influenciar a un juez o una sucia recompensa para librarse de una reminiscencia del cap. 3.) Job dice que el hombre es como
sus enemigos) podría él comprender su temor de verse envueltos un jornalero destinado al trabajo duro (7: 1), como el esclavo for-
con sus asuntos. Pero Job nada de esta naturaleza les había zado a trabajar bajo el calor del sol y ansía la sombra del final
solicitado (6: 22-23). de la jornada (7: 2a), como la mano del jornalero que se tiende
al final del día para recibir su paga (7: 2b). La existencia del
d) Su desafío a los tres consejeros (6: 24-30). Habiendo ex- homb.re es. una servidumbre, a la cual está sometido teniendo que
presado su desencanto por la falta de compañerismo entre sus traba1ar. sin descanso y sin poder salir de la miseria, esperando
amigos, Job desafía a los tres para que le demuestren en qué ha poder disfrutar de algún pequeño respiro.
fallado él. «¿Dónde está la evidencia de vuestras insinuaciones de
que he pecado?» Si bien la experiencia de Job era semejante al esclavo o al
Los exégetas de la Biblia difieren entre sí a la hora de inter- trabajador a sueldo, su condición real era mucho peor. Durante
pretar la primera línea del 6: 25. Algunos proponen la traducción ~eses todo había s~do vaciedad y falta de sentido; en Jugar de
siguiente: «[Oué dolorosas son las palabras honestas!»; otros disfrutar del merecido descanso de la noche a la sombra de la
dicen, «[Cuán fuertes [esto es, potentes] son las palabras hones- . fresca tarde, sus noches se habían hinchado de dolor (7: 3). (La
tas!» Y aún otros prefieren: «{Cuán dulces son las palabras ho- palabra «calamid~d», o «trabajo», es el término original que he-
nestas!» A causa de que la palabra normalmente quiere decir mos hallado antenormente en 3: 10; 4: 8; y 5: 6-7). Sus miserables
«doloroso» y «penoso» (la forma verbal aparece más adelante noches ~e describen como llenas de angustia («Cuando estoy acos-
para significar «plagas», Job 16:3b), es posible que el pensa- tado, digo: ¿C~tánd.o me levantaré? Mas la noche es larga, y
.miento de Job sea así: «Puedo beneficiarme de las palabras ho- estoy lleno de inquietudes hasta el alba», 7: 4). La experiencia
nestas aunque a simple vista parezcan dolorosas, pero ¿cómo de Job era peor que la vida de un esclavo o un obrero a tra-
pueden serme de ayuda vuestras palabras?» bajos forzados; al menos éstos podían descansar durante la noche.
Job continúa argumentando y les pregunta cómo pueden ellos , :°espués de ~escribir sus largas noches, habla de los días y su
reprenderle con tales palabras cuando ellos mismos consideran rápido tra~scurnr, moviéndose como la lanzadera de un tejedor
sus discursos «como el viento» (6: 26). ¿Cómo podían ser sus pero terminando su recorrido sin esperanza alguna de recu-
palabras mejores que el viento cuando se desvanece? Sus tres perar su anterior estado de felicidad y bendición (7: 6).19 Entre
amigos estaban tan interesados en él como si le estuvieran ven- 7,: ~ y 7 ~6 inserta una descripción de su deplorable condición
diendo un esclavo, discutiendo apasionadamente el precio, bus- Iísica (7: 5), tal vez como justificación de sus agitadas noches. Su
cando sacar beneficio a costa de él (6:27). carne quedó cubierta de gusanos, pupulando por sus abiertas
Job de nuevo les desafía para que puedan comprobar su ll?gas, Y encostradas escamas (literalmente, nubes de polvo). Su
sinceridad («ver si os digo mentira», en 6: 28), para que cambien p1~I endurecida (o agrietada) y reseca; esto es, llena de grietas
de actitud («volved ahora» quiere decir «cambiad» o «pensar abiertas, supurando pus y otros líquidos infectados.
de otra manera», 6:29), y «no mantengáis vuestra injusta acusa-
ción, sino reconoced que la justicia es evidente en mi vida». Ellos . f) Su plegaria a Dios (7: 7-21). Aunque desesperado de la
no debían mostrarse injustos con él, porque él tampoco obraba vida, Job no pide a Dios la muerte, como hemos visto en el
injustamente. Job puede «discernir en su paladar las cosas 101- capítulo 3. Tal vez era señal de una nueva confianza inspirada
cuas»; esto es, era capaz de valorar la intensidad de sus sufri-
mientos y declarar que no se Jos merecía (6: 30).
18. Andrew W. Blackwood. Lr., Devotional Introduction to Job. (Grand h.19. Es de not~r que, 13:s palabras usadas para designar <esperanza- e
Rapids: Baker, 1959). p. 65. • '.'º"·
son las mismas, haciendo .con. ellas un intrincado juego de palabras.
As1 como la lanzadera se queda sin hilo, Job vive sin esperanza.
46 / Job
Diálogo en medio de la miseria (4:1-7:21) / 47

en la misma oración y en su intento de acercarse íntimamente expresa su deseo de terminar su miseria con la muerte: «Y así
mi alma tuvo por mejor la estrangulación, y quiso la muerte
a Diosv"
Primero habla de Ja brevedad y transitoriedad de la vida: más que mis huesos» (7: 15). La segunda línea podría traducirse:
su existencia es como un breve soplo 21 (7: 7; también referido «Mis huesos hubieron escogida la muerte.» 23
más adelante en 7: 16) y como una nube que se desvanece (7:9). Corno no deseaba vivir, Job hubiera querido que Dios le
Cuando él muera ya no podrá disfrutar más de las cosas buenas dejara solo (7: 16). Los versículos 17 y 18 son similares al Salmo
de esta vida (tal vez aquí tenemos una respuesta a Elifaz, cuan· 8:4, excepto que en el texto de los Salmos se expresa reverencia
do dice que Job será bendecido de nuevo (5: 19-26), Dios le ha por el cuidado de Dios, mientras que Job expresa resentimiento
abandonado para siempre, y ya nunca podrá regresar a su casa al ser vigilado continuamente por El (examinado cada mañana y
(7: 7-10). Descenderá hasta el Seol, el lugar donde van los que puesto a prueba cada minuto). En frustración, Job se siente como
mueren, y se van para no volver más. Así, cuando llega la muer- si Dios no le dejara ni aún en el momento de tragar su saliva
te, la vida, tal como la conocemos aquí en la tierra ya nunca (7: 19).
volverá a ser la misma. La muerte, para Job, será la liberación Anteriormente, Job había suplicado a sus amigos que le de-
y el poderse esconder de los escrutadores ojos ?e Dios ~la ter- mostraran en qué había pecado (6: 24). Ahora Je hace la misma
cera de las tres ocasiones donde la palabra «OJO» y «OJOS» se pregunta a Dios: «¿He pecado yo?» 24 «¿Qué puedo hacerte a
da en el texto de 7:7-8). ti, oh Guarda de los hornbres?» (7: 20). Job no podía entender
Después de pedirle a Dios que se acuerde de la brevedad por qué Dios debía castigarle de aquella manera por algún peca-
de su vida, Job se abre sin reservas para exponer su amargura a do que hubiera podido cometer. Le resultaba incomprensible que
Dios (7: 11). «¿Soy yo el mar, o un monstruo marino, para que Dios le hubiera puesto a él como el blanco, el objeto donde gol-
me pongas guarda?» (7: 12). Job se queja de verse acosado por pear, tratándole como a un ser pestilente: «¿Por qué me pones
Dios. Se siente como el mar o como los monstruos marinos, por blanco tuyo, hasta convertirme en una carga para mí mis-
constantemente controlados por el Creador. Esto es una alusión o rno?» (7: 20).zs
bien a Ja mitología ugarítica en la cual el dios del mar Yam «Si en realidad soy un pecador -Job exclama- ¿por qué
fue derrotado por Baal o una referencia al mito babilónico en Dios no perdona mi pecado? [él usa tres palabras distintas por
el cual Marduc venció al monstruo marino Tiamat y le puso un pecado en 7:20-21: "pecado", "rebelión", "iniquidad"] y me lim-
guardián para mantenerlo prisionero.P pia de mi culpa? ¿Por qué este baldón por un pequeño pecado,
Por supuesto que Job no daba por. ciertos estos mitos, pero si es que en realidad he cometido algún pecado?»
él se servía de estas historias bien conocidas para describir su «Finalmente, Job intenta recibir de Dios su última sonrisa . .
situación. Como el mar o los monstruos marinos controlados y "Tú lo sentirás cuando esté dos metros bajo tierra ".» 26 Después
dominados por un dios falso, así Job se sentía prisionero o vi· de haber dicho que Dios no debiera estar tan encima del hom-
gilado por el Dios verdadero, corno si fuera un derrotado ene- bre controlándole en todos los movimientos (vigilándole corno
migo. Aunque Job hablaba según su manera de entender la trage- un monstruo marino enemigo, asustándole con pesadillas de no-
dia, de alguna manera hemos de admitir que Dios le inspiraba al che, sometiéndolo a exámenes y pruebas constantemente, tenien-
expresarse. do Sus ojos fijos en él sin parar en esta eterna y obsesiva ob-
Job prosigue acusando a Dios por causa de los sueños que le servación como «Guarda de hombre», y vigilante de su vida), Job
envía de tal suerte que ni aun durante las pocas horas de ahora dice que llegará el tiempo cuando Dios no .podrá más aco-
sueño puede evadirse de sus problemas (7: 13-14). Una vez más sar ni presionar a Su enemigo circunstancial que es justamente
20. Charles W. Car ter , ·The Book of Job», en The Wesleyarz Comrnentar y ,
ed. Charles W. Carter, vol. 2 (Grand Rapids: Eerdrnans , 1968), p. 65. 23. Vease Marvin H. Pope, Job, p. 62.
21. La vida física es, evidentemente, el proceso de una respiración des- 24. Esta es la primera vez en todos sus discursos que Job usa la palabra
pués de la otra, implantada en el primer hombre por Dios mismo (Gn. 2:.7). «pecado 11.

22. Véase James L. Pritchard, ed., Arzc1ent Near East ern Texts Relating 25. «Mí mismo» puede traducirse también por «ti».
to the O/d Testament (Princeton: Princeton U., 1955), p. 67. 26. Robert N. Schaper, Why Me, God>, p. 44.
48 I Job

Job: «Porque ahora dormiré en el pol~~· y si me buscaras de


mañana, ya no existiré» (7:21; cp. también 7:8). Job pronto mo-
rirá; por lo tanto, si Dios quiere perdo~arle, debe hacerlo pron-
to. En estas últimas palabras, Job combma ambas cosas: el sen-
tido de derrota y el de victoria: victoria porque finalmente es-

4
capará del constante y molesto control de Dios; y derrota porque
la única manera de escapar será la muerte.
De aquí que su plegaria a Dios sea un grito ~e amargo .de-
sespero; Job tenía la impresión de esta~, persegmd~ por Dios,
pero ya pronto terminaría esta persecucion, al monr. Pero en
ambas cosas hay amargura, en la vida y en la muerte. ¿SON SIEMPRE LOS MALOS
QUIENES PIERDEN?

3. Primer discurso de Bildad ( 8:1-22)

Al igual que Elifaz, Bildad sostiene el punto de vista que las


calamidades son consecuencia de sus iniquidades. Como Elif az,
Bildad insinúa la posibilidad de restauración si Job es capaz de
reconocer sus fechorías.
No obstante, a diferencia de Elif az quien fundamenta sus ar-
gumentos en su propia observación («Yo he visto», 4:8) y su ex-
periencia personal (el terrible sueño con las palabras susurradas
al oído por el espíritu o fantasma, 4: 12-21), Bildad apela a la
historia, a la experiencia de los antepasados.
Posiblemente siendo más joven que Elifaz, Bildad intenta
eclipsarle apelando a una más sólida autoridad que su compañe-
ro. «Las generaciones pasadas» y «sus padres» (8: 8) con toda
seguridad harían más impacto a Job; sus argumentos le conven-
cerían de su error al intentar presentarse como inocente.

a) El pronunciamiento sobre la justicia de Dios (8: 1-7).


A diferencia de Elifaz guíen comenzó su discurso cortésmente,
Bildad en su breve alocución comienza bruscamente. Elifaz em-
pieza con una pregunta suave y discreta, pero Bildad comienza
sin consideración y sin finura. Al preguntar a Job: «¿Hasta
cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán
como viento impetuoso ?» (8: 2), estaba expresando su enfado
al no aceptar Job la reprensión de su amigo Elifaz. Las palabras
de Job (caps. 6 y 7) -por medio de las cuales intentó justificarse
y presenta su lamento, declara su flagrante desacuerdo con sus
50 I Job ¿Son siempre los malos quienes pierden? (8:1-10:22) / 51

amigos, y acusa a Dios de perseguirle injustamente- no eran cuerdan con el punto de vista de él (8: 8). Bildad le presenta dos
otra cosa que un «Viento impetuoso» 1 soplando ruidosamente, razones para mantener su teoría (8: 9-10): la vida de cada hom-
arrastrando lo que hallaba a su paso y causando males por donde bre es breve («somos de ayer» y «como una nube nos desvane-
pasaba. Bildad parece recoger las referencias pintorescas que cernos»), como consecuencia nuestro conocimiento personal es
Job ha hecho con relación al viento (6:26). limitado en extremo («nada sabemos»); por otra parte, los anti-
En la segunda pregunta, Bildad acusa a Job de pervertir (dis- guos poseen gran sabiduría (ellos nos pueden enseñar las palabras
torsionar) la justicia de Dios (8: 3). La repetición del concepto «de su corazón»).
«pervertir» y «torcer» en cada línea del versículo es enfático para Por medio de estas palabras, Bildad sarcásticamente insinua-
demostrar la monstruosidad de las palabras pronunciadas en con- ba que los razonamientos de Job procedían de su propia boca y
tra de Dios. Si Job no hubiera pecado, su sufrimiento sería una no de su mente (véase «las palabras de tu boca», 8:2). Según
evidencia de la perversión de Dios y de Sus normas morales en Bildad, la idea de Job afirmando que su sufrimiento no era cau-
el universo. Como es imposible que Dios sea perverso, la con-
1
sado por una situación de pecado personal, estaba en contra-
clusión es sencilla y clara: Job ha pecado. dicción con la sabiduría tradicional, y, por lo tanto, Job estaba en
Con increíble crueldad, Bildad hace referencia a Ja muerte de un error. «La postura de Bildad es definida: lo verdadero no es
los hijos de Job como argumento a su favor para demostrar la nuevo y lo nuevo no es auténtico.» 2
legitimidad de su tesis: «Si tus hijos pecaron contra El, El los
echó en el lugar de su pecado» (8: 4), porque ellos pecaron con- c) Los senderos de los impíos (8: 11-19). Ahora Bildad re-
tra Dios. Sigue Bildad insinuando que ni el sacrificio de sus curre a dos ilustraciones de la vida cotidiana para describir la
hijos ( 1: S) tiene valor expiatorio alguno; murieron porque pe- precaria situación de los impíos. De la misma manera que una
caron. Por esta misma causa, Job se estaba muriendo. planta de papiro y las cañas no pueden desarrollarse sin agua,
Dios «despertaría» en favor de Job y restauraría su estado de otra manera se secan y se han de cortar, los impíos no pue-
de «justicia» concediéndole de nuevo sus riquezas y devolvién- den subsistir sin practicando la justicia, y pronto pierden su tran-
dole su posición si Job buscara a Dios, implorara Su compasión sitoria prosperidad (8: 11-13). Los problemas de Job tienen su
(literalmente, gracia) y se postrara ante el Todopoderoso Shadai, raíz en el olvido de Dios y su falta de esperanza a causa de su
también mencionado con anterioridad (8: 3) y se mantuviera puro impiedad;3 justamente todo lo contrario de la valoración de
y justo (8:5-6). Elifaz había hecho una sugerencia similar: «Yo Job hecha por Dios (1: 1, 8).
buscaría a Dios» (5: 8), con una promesa de similares resultados Sobre lo que el impío se apoya para protegerse de la ruina
(5:17-26). se demostrará tan débil e inútil como una tela de araña (8: 14).4
Seguramente Bildad tenía en mente: «Hay esperanza para ti Intentará apoyarse y afirmarse en su casa (con el significado
si te pones en buena relación con Dios.» O pudiera significar: amplio de la palabra, es decir, su familia, su posición, sus re-
«Siendo que Dios nada hace en tu favor, es obvio que tú no cursos),' pero todo ello de nada le servirá. Bildad está insinuan-
llevas una vida pura delante de El.» Si esto último es lo más do que Job se quiere apoyar en sus posesiones en busca de se-
acertado, hay una relación cercana con las palabras de Elifaz: guridad; otra vez una cruel acusación trastocando la realidad
«¿Será el varón más limpio que el que lo hizo?» (4: 17). de la situación de Job.
La segunda ilustración usada por Bildad la toma la botánica
b) La prueba de la historia (8: 8-10). Bildad invita a Job a según se expresa en 8: 16-19. Una planta verde puede crecer y
que ponga atención en la historia. De hacerlo hallará que las desarrollarse aun bajo el calor del sol, sus ramas se extienden
verdades m antenidas por sus antecesores por generaciones con-
2. S. R. Driver y G. B. Gray, A Critica/ an d Excget ical Commentary on
the Book uf Job, p. 78.
1. El término corriente por la palabra hebrea «grande» o "impetuoso» 3. La Palabra «impío», usada ocho veces en Job, quiere decir «profano»
sugiere que el viento era ambas cosas intenso y abundante; esto es, las pala- o «irreverente en el sentido religioso».
bras de Job eran como una tormenta de viento fuerte y de larga duración. 4. La palabra «tela de araña» es, literalmente, «casa».
(E. Dhorme, A Com111e11rnry '"' 1/1e Book of l ob , p. 112.) 5. Driver y Gray, p. 78.
52 / Job ¿Son siempre los malos quienes pierden? (8:1-10:22) I 53

por el jardín y sus raíces se introducen por en medio de las pie- 4. Primera respuesta de Job a Bildad (9:1 -10:22)
dras; pero si se arranca, aun el lugar donde estaba plantada que-
da sin señal (8: 18). Nunca más flocererá (« ... este será el gozo a) La grandeza de Dios (9: 1-12). Ignorando algunos de
de su camino», 8: 19), y otras plantas crecerán en el mismo los incisivos argumentos de Bildad, Job le responde: «Ciertamen-
lugar donde estaba la que fue arrancada. De manera similar, se- te yo sé que es así» (9: 2). Tal vez estas palabras son un reco-
gún el razonamiento de Bildad, el impío Job aunque próspero en nocimiento al pensamiento de Bildad en cuanto a que Dios des-
vastas riquezas, ha sido arrancado de su lugar, desposeído de sus truirá a quienes se olvidan de El. Pero Job razona que no
posesiones y otros vendrán para ocupar su lugar cuando él haya se ha olvidado de Dios, por lo tanto, ¿por qué ha de perecer?
muerto. Este interrogante levanta otra pregunta en la mente: <i. Y cómo
se justificará el hombre delante de Dios?» (9: 2b). Al plantearse
d) La posibilidad de alcanzar bendiciones (8: 20-22). Al esta cuestión, margina las preguntas de Bildad para volver a las
aplicar las dos ilustraciones de la botánica a Job, Bildad rea- observaciones de Elifaz, ya que su pregunta es casi, palabra por
firma su postura de que Dios ni rechazará al hombre perfecto palabra, lo que Elifaz explica en su sueño: «¿Será el varón·
(la misma palabra anteriormente se ha traducido por «perfecto y [el hebreo indica un hombre mortal y débil] más limpio que el
cabal») (1: 1, 8; 2: 3) ni, por otro lado, podrá soportar a los que lo hizo?» (4: 17).
obradores de maldad. Si Job aceptara la sugerencia planteada por Elifaz y «enco-
Implícito en las promesas mencionadas en 8:21-22, están las mendara a El su causa» (5: 8), el problema sería «¿Cómo?»
condiciones en 8:6: «Si fueres limpio y recto». Si Job estuviera Porque Dios es quien había causado la tribulación a Job, un
dispuesto a seguir los consejos de Bildad, reconociendo su pecado hombre impío, ¿cómo, razonaba él, podrá algún hombre presen-
y buscando el perdón de Dios, entonces podría de nuevo dis- tarse justo delante de Dios? 7
frutar de la risa. Por el contrario, Bildad saca la conclusión (8: Seguidamente Job procede a contestar sus propias preguntas
20b, 22b) de que siendo Job un obrador de maldad, Dios en al admitir que el hombre no está capacitado para discutir (deba-
ninguna manera levantará a su amigo, por más que él argumente tir su caso ante un tribunal) con Dios y ganar (cuando Dios
en favor de su inocencia, y su tienda desaparecerá (esto es, no apareció a Job más tarde, éste encontró que esto era verdad,
gozará de seguridad ni protección, ya que para el hombre cuya [véase 40: 1-5; 42:2]). Job enumera varias razones del porqué le
tienda ha sido derribada está expuesto a las violentas tormentas parece sin sentido presentar su caso ante Dios:
y al sol que quema).
l. Si disputo con El, no le podré responder, po!·que El es
El discurso de Bildad fue un auténtico fracaso; ni trajo con-
«poderoso en fuerzas» (9: 3-14).
suelo a Job ni pudo evidenciar su pecado hasta el punto de obli-
2. Si Dios contesta a mi clamor, no creo que dé atención
garle a confesarlo. Su exposición argumentada en los valores his-
a mi súplica, porque El está contra mí (9: 15-19).
tóricos no le servían a J oh porque su experiencia estaba en
3. Si yo soy justo, El me declara culpable, porque El des-
contraposición a la sabiduría de los antepasados; las ilustracio-
truye al inocente y al impío juntamente (9: 20-24).
nes del presente y de la naturaleza también se hallaban en con-
4. Si intento olvidarme de mis problemas e incluso confieso
flicto con la realidad personal del patriarca; de la misma manera,
mis pecados, El a pesar de todo me considerará culpable (9:
las promesas de liberación mirando al futuro de nada servían a
25-32).
la hora de consolar la tragedia presente de Job. «Una vida mar-
cada por la tragedia, no sonríe fácilmente escuchando a un pa- Iob, con tono irónico concede validez a las argumentaciones
labrero disertando sobre un justo Dios.» de sus amigos acerca del comportamiento de Dios quitando la
vida a los impíos; pero Job añade que Dios es Omnipotente y

6. Paul Scherer, -The Book of Job: Exposition», The lnterprct er's Bible, 7. Aquí está implicado un rechazo de la ortodoxia aceptada por sus ami·
cd . George A. Buttrick, 12 vols. (Naxhvi lle: Abingdon, 1954), 3: 974. gos: «Si yo aplico vuestra teoría, nadie puede mantenerse delante de Dios.»
54 / Job
¿Son siempre los malos quienes pierden? (8:1-10:22) / 55

El corta a ambos, al culpable y al inocente, por lo tanto, El no Leviatán, mencionado anteriormente «monstruo marino» (7: 12).
es justo. Este nombre de Rahab vuelve a aparecer en otros lugares de Ja
En su discurso sobre la sabiduría y el poder de Dios, Job Biblia (Job. 26:12; Sal. 87:4; 89:10; Is. 30:7; 51:9, RV, rev.
parece decir: «Sé tanto de Dios como todos vosotros junt9s.» 77).*
Al formular la pregunta: «¿Quién se endureció contra él y le ¿Cómo es posible para Job enfrentarse con un Dios tan
fue bien?» (9:4b), Job afirma que nadie puede desafiar a Dios y poderoso que vence a los demás dioses, o qué palabras podría
salir bien parado, y, sin embargo, poco después, ¡Job desafía a usar en su defensa (9: 14)? Aunque él tuviese toda la razón (li-
Dios! El habló del poder de Dios: El remueve y arranca las teralmente, si fuere justo), no podría pleitear con El; su única
montañas de raíz (9: 5), hace temblar Ja tierra (9: 6), oscurece el esperanza sería suplicar clemencia a Dios su Juez (9: 15). O, aun-
sol y las estrellas (9: 7), extiende los cielos (9: 8a), anda sobre las que Dios se dignara a responder a Job, duda que fuera digno de
olas del mar 8 (9: 8b), y crea las constelaciones: la Osa (la Osa que El escuchara su voz (9: 16).9 La razón del porqué Dios no
Mayor) en el Norte, el Orión en el Sur, Pléyades en el Este y en le escuchará es porque El parece que quiere destruirlo (9: 17-18):
el Oeste, y «los lugares secretos del Sur (esto es, la constelación «Porque me ha quebrantado con tempestad, y ha aumentado mis
cid Sur, 9: 9). heridas sin causa [Job sufre como quien está siendo azotado por
Dios es hacedor de grandes cosas que nadie puede analizar una tormenta y como quien se ve herido por el enemigo sin pie-
o entender plenamente, y maravillosas obras que nadie puede dad]. No me ha concedido que tome aliento [véase 7: 15], y
llegar a enumerar (9: 10); al decir esto Job está citando irónica- me ha llenado de amarguras [véase 7: 11]. »
mente las palabras de Elifaz (5: 9). A Dios no se le puede com- Dios es supremo en potencia y en justicia. «Si habláramos de
prender como al hombre: «He aquí que él pasará delante de mí, Su potencia, por cierto es fuerte; si de juicio, ¿quién me empla-
y yo no lo veré» (9: 11). (Estará Job haciendo alusión al sueño zará?» (9: 19).10
de E!ifaz y al espíritu pasando por delante de su faz'.?) Nadie La primera parte de este versículo contempla el poder de
puede privar a Dios que arrebate a quien El quiera, y nadie tiene Dios como se ha descrito en 9: 13-18, y en la segunda parte pa-
derecho a preguntarle: «¿Qué haces?» (9: 12b). El es Todopode- rece anticipar la discusión sobre Ja justicia de Dios en 9: 20-24.
roso y por lo tanto Soberano. ¿Cómo es posible que el hombre «Siendo que Dios es supremo en poder y no está sujeto a tribu-
se presente como justo delante de un Dios como El? nal alguno, el hombre no tiene base para poder pleitear con
El.» 11 En cualquier caso, lo mismo con referencia a Su potencia
b) Libertad de acción de Dios (9: 13-24). Job ha mencio- o a Su justicia, Job se siente imposibilitado para presentar su
nado la ira de Dios (9: 5) y ahora vuelve sobre el tema afirman- caso ante Dios y ganar su causa.
do: «Dios no volverá atrás su ira» (9: 13). Entonces añade: «De-
bajo de él se abaten los que ayudan a los soberbios [Rahab, * Una vez más hemos de hacer referencia a las diferentes versiones de las
RV, revisión 77] .» * Sagradas Escrituras. De los textos mencionados aquí por el autor, solamente
Esta referencia a Rahab es al mito de la creación según los en las dos citas de Jos Salmos y en Ja segunda referencia a Isaías hallamos
el nombre de Rahab en las traducciones castellanas anteriores a Ja 1977. Es
babilonios en el cual Marduc derrota a Tiamat y después captura evidente que Rahab aquí, nada tiene que ver con Ja ramera que acogió a los
a sus ayudantes. Dios en Su ira es poderoso y capaz de conquis- espías en Jericó (Jos. 6:22-25). En el Sal. 87:4, Rahab se menciona en cone-
xión con Babilonia y en Isa. 51: 9 se dice de Rahab que fue vencida por
tar todas las fuerzas del mal, lo mismo si son reales como si Jehová juntamente con el dragón, lo que a nuestro parecer, prueba Ja pos-
son místicas. Rahab es otro nombre para Tiamat, y también para tura del autor del libro de Job que traducirnos. (N. del T.)
9. Andersen sugiere que Job dice en 9: lSb: u Yo no quiero apelar a mi
8. «Anda sobre las olas del mar» puede entenderse como «cabalga sobre Juez en busca de misericordia», tal como Bildad había sugerido (8: 5). Pero
la cresta de )as olas del mar», a semejanza de las referencias que tenemos no parece adecuada esta postura ante Ja negativa de 9: 1511. Entonces Ander-
del dragón ugar ít ico de las mitologías orientales. sen suprime la negación (9: 16b). (Fruncís l. Andcrsen, Job: 1\11 Lnt roduct ion
• La mención de Rahab atribuida a la segunda parte del 9: 13, como and Comm~ntary, p. 147).
puede comprobar el lector, no se halla en la versión R. V. 60. Se trata de una 10. La versión New American Standard Bible, siguiendo el texto de la
variante en los textos originales hebreos preferida por la mayoría de traduc- Septuaginta, tiene, •¿Quién puede convocarle? (con referencia a Dios)», pero
tores de habla inglesa así como los de la versión Reina Valera 1977. (N. el texto hebreo dice: •¿Quién puede convocarrne?»
del T.) 11. Marvin H. Pope, Job, p. 72.

l
¿Son siempre los malos quienes pierden? (8:1-10:22) / 57
56 / Job
La personalidad de Dios es tan arrolladora, reflexion~ Job, de los egipcios contemporáneos) «como el águila que se arroja so-
que ¡le abrumaría en caso de enfrentarse con El en un tnbunal bre su presa» (los falcones pueden alcanzar una velocidad de
(9: 20)! Así pues, atinque fuera sin culpa (la palabra «perfecto», más de 200 kms. (120 millas) por hora cuando se lanzan en pi-
se ha aplicado a Job varias veces en el libro, p. ej.: 1: 1, 8; 8:20), cado para atacar su presa) -son los animales más rápidos en tie-
dice Job, no podría pleitear con Dios, de todas maneras ~e de- rra, mar y aire (9: 25-26).
clararía culpable. Sin embargo, J oh reafirma su postura de mo~:n- Job sabe muy bien. que sería una futilidad tratar de olvidar
te: «{Soy perfecto!» Pero se sume otra vez en la desesp~rac1on: sus problemas y alegrarse, porque su dolor volvería a destrozar
«Si fuese íntegro, no haría caso de mí mismo», y termina des- su corazón, y Dios nunca Je absolvería ante Su trono (9: 27-28}.
De~l~rado por Dios (¿y por sus amigos?) un hombre impío, ¿de
preciando su propia vida (9: 21). , . .
En esencia Job estaba manifestando: «¿Que diferencia puede que iba a servirle purificarse y esforzarse para demostrar lo
haber entre ser inocente o no?» «Da lo mismo», puesto que c~ntrario? Dice Job: «aunque me lavare con jabón 12 y limpie
Dios destruye a ambos, «al perfecto y al impí?» (9: 22). )º? va mis ~anos ~on la limpieza misma, aún me hundirás en el hoyo,
Y mis propios vestidos me abominarán» (9: 29-31). Dios estaba
tan lejos como para decir de Dios que: «Se ne del suf rimíento
de los inocentes», cuando el azote les mata de repente (9: 23). determinado a considerarlo culpable por encima de todo.
Tal es la preocupación de Dios por quienes están postrados .. Consciente de la transcendencia de Dios («el no es hombre»,
De hecho Dios da la tierra a los malos (ellos son quienes 9: 32), Job sabe muy bien que no puede enfrentarse con El en
poseen las gr~ndes propiedades de terrenos y doi:ninan a los otros) juicio. No tiene posibilidad de salvar la infinita distancia entre
y «cubre el rostro de sus jueces» (esto es, los ciega) para que no Dios y el hombre, no existe árbitro que pueda establecer reglas.
hagan justicia. Al acusar a Dios de todos. estos c~rgo_s, ~~b Pª; La palabra que traducimos «árbitro» viene de una raíz verbal
indicando «razonar, argüir, o declarar a los convictos». Este mis-
rece levantar más su voz y concluye: «S1 no es el, ¿quien es.
mo verbo se traduce en otros lugares por «razonar» (13: 3), «de-
¿Dónde está?» (9:24).
Todos estos argumentos en labios de Job son una severa fender» (con argumentos) (13: 15), «reprochar» (13: 10), «conten-
protesta contra la postura de sus amigos quienes mantienen der» (40:2), y «estar a cuenta» (Is. 1: 18).
que Dios maldice a los buenos y castiga a los n:ialos .. Job no El mediador (o árbitro) era la persona que actuaba de mo-
puede aceptar sus puntos de vista porque las evidencias a su derador en los juicios, escuchando a ambas partes contendientes
alcance le demuestran que Dios destruye a ambos. ¿Cómo re- Y conciliando en lo posible .(«que ponga su mano entre nosotros
conciliar el concepto de la justicia de Dios, según ellos, con l~s dos», 9: 33) para que luego el juez juzgara justamente. Siendo
hechos de la vida? Era la misma experiencia sentida en su propia que ta.l per~ona no existe; ya que nadie tiene mayor autoridad
carne la que le proporcionaba a Job el argumento para refutar que D10s mismo: ¿quién podría intervenir en el caso? Por esto
tales teorías, por más tradicionales y antiguas que éstas fuer~n. Job sabe que nada tiene que hacer.!'
Con todo, nada de esto llegó a consolar a Job, al contrario, .su única esperanza puede cifrarse en que Dios quiera, volun-
Je fue añadida más desesperación a su desesperación. tariamente, «quitar de sobre él su vara» (9: 34). Solamente en
esta situación Job podrá hablar sin temor a Ja represalia. Mas ta-
c) La injusticia de Dios (9: 25 - 10: 22). Tal profunda de- les pensamientos quedarán en deseos en el aire, «porque en este
sesperación arranca otro lamento a Job ante su situació.n sin sa- estado no estoy en mí» (9: 35), es decir, «este no es mi caso ni
lida. En estos textos el patriarca se lamenta de que Dios no le de la manera que me sucede a mí». La vara de Dios aún está
absolverá (9:25-35), continuará castigándole (10: 1-8), no cejará so~tenida por Dios encima de él. Job no puede hablar sin sentir
en perseguirlo (10:8-17), ni aun le dejará morir (10: 18-22). miedo y temor de Dios.
Reflexionando sobre la brevedad de la vida, Job observa con
qué rapidez han transcurrido sus días, como un rápid_o atleta 12. No «nieve» como traducen otras versiones (incluso Ja castellana).
13. Naturalmente que Cristo como Dios-hombre, Dios encarnado, ha venido
transportador de correo, como naves veloces (embarcaciones de a .ser el Mediador entre D10s y el hombre ( 1.• Ti. 2: 5), pero es un error a su-
madera recubiertas de papiro, como eran los barcos mas rápidos mir que Job estaba pensando en Cristo en este momento.
58 / Job ¿Son siempre los malos quienes pierden? (8: 1-10:22) / 59

Como que para Job no hay mediador o árbitro, continúa él ahora ha de destruirle (10:8)? Si Dios le dio forma como el alfa-
mismo discutiendo con Dios en su propia defensa, puesto que rero elabora sus cuidadosas vasijas, ¿por qué ahora ha de hacer-
él es su propio abogado defensor. Seguidamente, se lamenta sa- le pedazos otra vez (10: 9)?
biendo que Dios no por eso desistirá en Su castigo (10: 1-7). El Fue Dios la causa de su concepción y de su desarrollo mien-
quisiera saber por qué Dios, sabiendo que él no es culpable, tras era sólo un feto dentro del seno maternal (un largo proceso
continúa castigándole sin parar. ilustrado por la formación del queso a partir de la leche); fue
Job ya había manifestado su desprecio por su propia vida Dios quien unió (o tejió) 15 «los huesos y los nervios» de su
(9:21); ahora repite este pensamiento: «Está mi alma hastiada cuerpo, quien Je vistió con la piel y le dio la carne (10: 10-11).
de mi vida» (10: 1). ¿Qué objeto tenía vivir en condiciones tan Dios le dio vida, fue fiel a Sus designios y perseveró en enviarle
desgraciadas? Antes había considerado la alternativa de olv~darse Su espíritu para cuidarle. Después de este despliegue de Su ma-
de sus lamentos e intentar ser feliz (9: 27), pero ahora decide lo ravilloso estilo y de tantas muestras de amor y misericordia, ¿por
contrario: «Dar libre curso a mi queja» y hablar resueltamente qué ahora habría de abandonarlo a la miseria? ¿Por qué te-
de la amargura sentida en su interior (10: 1). niendo Dios «tocias estas cosas guardadas en Su corazón» y ha-
La frase «diré a Dios» (10: 2a) indica lo que Job diría de biéndolo observado en todos sus actos, no le quiere absolver de
tener oportunidad de hacerlo. En esta especie de ensayo de lo su pecado? (10: 12-14).
lo que él pudiera decir ante Dios, Job presentaría unos bien or- Desafiando de nuevo a Dios, Job renueva sus protestas. Tal
denados argumentos demandando a Dios razones, «no me con- como ya había afirmado antes (9:22), repite sus quejas, para él
denes; hazme entender por qué contiendes conmigo» (10:2), todo está perdido pues Dios castiga por igual al justo como al
como una insistencia sentida ante una injusticia. impío (10: 15). Se ve perseguido cual león que van a su caza. El
Job valientemente desafía a Dios haciéndole varias pregun- poder de Dios se recrudece en contra de él; en el juicio se pre-
tas más. En su primer interrogante, implica que Dios está en un sentarán más testigos en su contra; la ira de Dios va en aumento
error al oprimirle y rechazarle; él es Su propia creación, por cada día (10: 16-17). [No es de extrañar que, para Job, la vida
otro lado muestra Su favor para con los impíos (10:3). «¿Dis- sea una sucesión de tragedias y desventuras!
fruta Dios jugando al gato y al ratón? ¿Acaso es Dios un capri- Otra vez expresa su deseo de terminar su vida (10: 18-22).
choso alfarero quien por un perverso deseo fabrica Sus artísticas Esta sección nos recuerda las lamentaciones primeras (cap. 3)
vasijas para destruirlas según Su capricho del mornento?» 14 y las palabras mencionadas anteriormente (6: 8-9). Dios le colmó
Job considera a Dios semejante al hombre quien maliciosa- de cuidados cuando solamente era un embrión en desarrollo y
mente se dedica a encontrar las faltas de los demás (10:4), o ahora que es un hombre le persigue como se persigue a un león.
como cualquier humano con limitadas posibilidades de conocer ¿Cuál es, pues, el propósito de haberme formado en el vientre
Ja realidad, cuando en realidad El sabe todas las cosas y, por lo de madre? -exclamará Job-. Mejor le hubiera sido morir antes
tanto, ha de saber que Job es irreprensible (10:5-6). Todas estas de nacer y así nadie le hubiera conocido (10: 18). Hubiera prefe-
implicaciones las hace justamente Job porque sabe que Dios no rido no haber existido nunca; mucho mejor haber sido directa-
es hombre, y por tanto debería actuar corno tal. Seguidamente, mente trasladado desde el seno de su madre al seno de la tierra
Job reitera su inocencia: «Tú sabes que no soy impío.» Sin (10: 19).
embargo, Dios, sabiéndolo, continúa oprimiéndole (10: 7). Ya que Dios no le dio la «bendición» de ser un abortivo y de
A continuación Job expresa su incomprensión ante la manera haber nacido muerto, ruega a Dios que le permita disfrutar de
de intervenir Dios en Su propia creación (10: 8-17). ¿Por qué un poco de consuelo (la misma palabra que en 9: 27 traduce por
dedicaría tanto cuidado a la hora de crear el universo y mos- «olvidaré mi queja») antes de morir, para no volver más a la
trar Su providencial atención a Job solamente para destruirle y vida (10: 20-21). Job califica la muerte como de «tierra de tinie-
airarse de Ja manera que Jo hace? Si Dios le formó, ¿por qué
15. Esta palabra (en hebreo) se usa sólo aquí y en el Sal. 139: 13: «Tú
me hiciste en el vientre de mi madre». El significado de hiciste quiere decir
14. L. D. Johnson, l srael's Wisdom: Learn and Live, pp. 85-86. aquí «me tejiste o me entrelazaste».
60 / Job
blas y sombra de muerte; tierra de oscuridad, lóbrega, com?
sombra de muerte y sin orden, y cuya luz es como densas ti-
nieblas» (10: 21-22). Aquí se amontonan cuatro diferentes pala-
bras para describir la horrible naturaleza de la muerte, que, a
su vez, es mejor que la vida de miseria del p~bre Job. El. Se~l,

5
a pesar de tener «luz como tinieblas» es. mejor ~ue suf nr dis-
frutando de una vida de dolor. Aquí termina el discurso de Job
con esta lóbrega nota al describir la muerte (3: 21-22; 7: 21;
10:21-22).
ARGUMENTANDO CON DIOS

5. Primer discurso de Zofar ( 11 :1-20)

Zofar se enfureció al oir la manera en que Job habló. Su ma-


nera de afirmar su inocencia y los desafíos hechos a Dios produ-
jeron una reacción furiosa traducida en un nuevo ataque de
Zofar en contra de Job. Elifaz y Bildad ciertamente no fueron
muy blandos en su trato pero Zofar les aventajó en dureza y
mordacidad.

a) Su repro ...the contra las palabras de Job (11: 1-6). Zofar


muestra su enfado por cuatro razones: 1) porque considera a
Job un palabrero exagerado («¿Las muchas palabras no han de
tener respuesta? ¿Y el hombre que habla mucho será justifica-
do?», 11:2), 2) porque Job habló sin respeto alguno («¿Harán tus
falacias callar a los hombres? ¿Harás escarnio y no habrá quien
te avergüence?», 11:3, esto es, «No irás a ninguna parte con esta
manera de hablar, [oh»), 3) porque Job se justificaba a sí mis-
mo («Tú dices: Mi doctrina es pura, y yo soy limpio delante de
tus ojos», 11:4), y 4) porque Job era un ignorante de las cosas
de Dios (11:5-6).
En los versículos 5 y 6 Zofar, sarcásticamente, desea que
Dios contestara a Job (cp. 9: 3, 16). Entonces se comprobaría
cómo Dios hablaría contra él, y no en favor de él. ¡Y Dios reve-
laría a Job los secretos de Su sabiduría! Porque la auténtica sa-
biduría tiene dos vertientes; esto es, «la auténtica sabiduría va
más allá de tu entendimiento».1 No te das cuenta Job, cuán ig-
norante eres. Dios te está tratando con demasiada indulgencia.

l. Literalmente. «íoble, doblado, bilateral>, por consiguiente grueso, es


decir, difícil de penetrar.
62 I Job Argumentando con Dios (U :1-14:22) / 63

Tus castigos no llegan a ser lo que te mereces. [Ciertamente Dios Si Job cumpliera estas condiciones, que asumen una vida
se está portando más que bien contigo! de pec.ado y no una vida de oración, entonces Dios podría
bendecirle con limpia conciencia, con fortaleza y confianza (11:
b) Su alabanza a la sabiduría de Dios (11: 7-12). Si por un 15), se olvidaría de su miseria (11: 16), recobraría el gozo (11:
lado Elifaz y Bildad habían logrado la .inviolable justicia de 17; véase el comentario que Job hace sobre las tinieblas, 10: 22),
Dios Zofar diserta sobre Su inescrutable sabiduría. Las pro- la esperanza y la tranquilidad ( 11: 18), la popularidad y la fama
fundidades y los límites de Dios (Su inconmensurabilidad) es- (11:19).
tán fuera de las apreciaciones dimensionales del hombre: más La conclusión de los tres discursos se puede resumir con la
altas que los mismos cielos, más profundas que el Seol, más promesa de los tres consejeros al prometer la restauración de
extendidas que la tierra y más inmensas que el mar (11: 7-9). Job condicionado a su arrepentimiento, con la diferencia en ma-
Aunque las implicaciones teológicas de Zofar son verdaderas, tiz .de Bildad quien concluye diciendo que los impíos serán des-
su aplicación a la situación de Job desplegada en los siguientes t1:mdos (8: 22) y entonces Zofar redondea su terso y despiadado
párrafos es errónea. Zofar concuerda con el pensamiento de Job discurso con un pensamiento que podríamos parafrasear así: «Los
cuando éste atribuye a Dios plena libertad de acción (11: 10; propósitos de quienes engañan no prosperarán, nadie les apoya-
cp. 9: 12), pero no admite en ninguna manera que Dios ~o haga rá, solamente tienen una salida, la muerte» J (11: 20).
diferencia entre el justo y el impío, el culpable y el inocente Difícilmente se podrían hallar palabras más hirientes. Va-
(11:11, cp. 9:22). rias veces Job había expresado el deseo de morirse. pero ante la
Zofar hace mucho hincapié en la incomparable sabiduría de expresión de Zofar parece que íhasta el deseo de morir consti-
Dios, pero este mismo énfasis hace que él caiga en contradic- tuye una prueba más de pecado de Job!
ción. Porque si los caminos de Dios son inescrutables, ¿cómo
podía saber Zofar que Dios pasaba por alto algunos de los peca-
dos de Job? 6. Primera respuestade Job a Zofar (12:1 -14:22)
Para hacer resallar la ignorancia de Job, Zofar cita un
proverbio: «El hombre vano se hará entendido, cuando un po- La base de los argumentos, sobre los cuales fundamentaron
llino de asno montés nazca hombre» (11: 12). En otras palabras, su postura los tres consejeros, les parecerían suficientes para si-
las posibilidades que tiene un idiota 2 para tornarse sabio son lenciar a Job. ¿Quién es capaz de refutar los sueños de otro?
tan pobres como las esperanzas de que nazca un ser humano de ¿Quién puede discutir con los antepasados en la tumba? ¿Qué
un asno montés. El proverbio describe gráficamente la estupidez hombre se atrevería a disputar contra la sabiduría del mismo
del ignorante que se cree instruido, por medio de la figura del Dios? Sin embargo, no resultó fácil hacer callar a Job. En su
asno montés, animal considerado como el más torpe entre los prolonga~a réplica, que ocupa los capítulos del 12 al 14, refuta
irracionales, más torpe aún que el asno doméstico. a sus amigos sus puntos de vista con relación a Dios, vuelve de
nuevo a enfrentarse con Dios mismo, si bien ha de terminar ven-
e) Su ruego invitando a Job al arrepentimiento (11: 13-20). cido ante lo irremediable en el hombre: su muerte, su finitud.
Al igual que Elifaz y Bildad, Zofar asume el pecado de Job y le La mitad de su discurso va dirigido a sus amigos (12: 1 -
recomienda que se arrepienta. Según el pensamiento de Zofar, 13: 19) y la otra mitad a Dios (13:20-14:22). Después de es-
tres son los pasos a seguir: conducta correcta («Si tú dispusie- cuchar los repetitivos argumentos de los tres hombres hablando a
res tu corazón», 11: 13), la oración sincera («Y extendieres a él su lado, trata de reponerse sin lograr otra cosa que alcanzar
tus manos», 11: 13) y renuncia al pecado («si alguna iniquidad una nueva altura de frustración: aunque ha rechazado con ra-
hubiera en tu mano, y la echares de ti», 11: 14). zones su rígido punto de vista basado en la relación causa-efecto
para establecer la justicia de Dios, nada tiene que pueda justi-
2. Literalmente, «un hombre con la cabeza vacía», ¡implicando que no
tiene inteligencia alguna! Uno se pregunta si este proverbio debería aplicarse
a Zofar más bien que a Job. 3. Literalmente, «su esperanza es el aliento de Ja vida de su esptritu-.
64 I Job Argumentando con Dios (11:1-14:22) / 65
ficar o aclarar la aparente injusticia divina («He aquí que todas «.En los ancianos está la ciencia, y en la larga edad la inteli-
estas cosas han visto mis ojos», 13: 1). El resultado de toda con- gencia» (12: 12), contradice justamente lo que está diciendo Job.
sideración revierte en Job a su postura inicial, desea ver a Dios Por lo tanto, ~stas palabras deben tomarse como citadas por
cara a cara y pedirle el porqué de Su injusticia. Job, entre comillas y con la introducción: «Vosotros decís.» 5
O hay otra posibilidad: considerar este versículos como una
a) Job repudia a sus amigos (12: 1 - 13: 19). Job sarcásti- pregunta («¿Está la sabiduría en Jos ancianos?»), o incluso una
camente reconoce la sabiduría de Ja supuesta inteligencia de los tercera posibilidad si lo tomamos como un sarcástico comentario
que han ido a consolarle. «Ciertamente vosotros sois pueblo, y como 12:2.
con vosotros morirá la sabiduría» (12: 2). Pues él no estaba dis-
puesto a pasar por un deficiente mental solamente porque ellos . De todas maneras es una forma de refutar el argumento de
así lo estaban afirmando. Después de todo, también él era con- Bildad afirmando sin reservas que la fuente de sabiduría está
tado entre los sabios orientales. De hecho, les ataca con mucha in- en la edad (8: 8). Prosigue f ob relatando numerosos casos de «la
teligencia demostrándoles que su pretendido monopolio de la sa- sabióduría Y el poder de Dios», Su «consejo e inteligencia» (12:
13).
biduría no aparecía en sus discursos, ya que todo Jo dicho por
ellos no era más que el conocimiento general que de las cosas, Job expresa en concreto: «¿Decís vosotros que Dios es sabio
y Dios pudiera tener una inteligencia mediocre. «Como vosotros Y poderoso? Ciertamente lo sé y estoy de acuerdo con esto. Pero
Jo sabéis, lo sé yo; no soy menos que vosotros» (12: 3).4 esta sabiduría Y este poder justamente revela todo lo contrario
De todas maneras, su inflexible postura acerca de Ja justicia de, vuestras argum_~ntos acerca de la justicia retributiva, según
de Dios --que El invariablemente bendice a los buenos- no en- vosotros la entendéis, Reforzando mi propia experiencia, el caso
caja con los hechos. Job ilustra esta verdad con varios ejemplos de los ladrones, y los animales con experiencia es mi cuarta ilus-
prácticos. tració.n: muchas clase~ de líderes sufren la destrucción por parte
Primero, cita su propia experiencia. En el pasado ha clama- de D10s.» «En su ma3estuosa poesía, f ob cita todos estos actos
do a Dios por ayuda siendo justo y recto, sin embargo, Dios de Dios, aparentemente injustos, como señales de Su misteriosa
se ha reído de él (12:4). Sus tres consejeros, quienes tan claro sabiduría y poder espectacular.» 1
tenían sus conceptos, no repararon en burlarse del infortunio . Los poderes destructivos de Dios son irreversibles. «Si El de-
ajeno, de quien sus «pies van a resbalar» (12: 5). rriba, no hay quién edifique; encerrará al hombre, y no habrá
En segundo lugar, menciona a los ladrones y los que provocan qu1e? le ~bra» (12: 14). Cuando El retiene las aguas, viene la
a Dios quienes prosperan y disfrutan de inmunidad (12: 6). En sequía Y si las suelta se producen inundaciones (12: 15). Lo mis-
tercer lugar, observa que incluso los animales distinguen sus mo los cautivos ~ue los que capturan están bajo Su control
calamidades como venidas de la mano de Dios (12: 7-9). Cuando (12: 16). El es quien conquista, quien somete, quien cambia la
Job invita a Zofar para que se fije en los animales, pájaros y fortuna de consejeros, jueces, reyes, sacerdotes, «los que se creen
demás criaturas, incluso los peces; no cabe duda de que estaba seguros~ (esto es, los oficialmente respaldados), «los poderosos,
replicándole a Zofar el argumento de tan poco gusto cuando los .ancianos, los príncipes y los fuertes» (12: 17-21), es decir,
éste le comparó a un asno montés (11: 12). No solamente es Dios «quienes pretenden ser las columnas de la justicia y del orden es-
la causa de todas las cosas, incluso la vida misma está en las tablecido, en los tribunales y en el templo».ª
manos del Creador (12: 10; cp. 10: 12). Con estos tres ejemplos, Dios, además de ser sabio y poderoso por encima de todos
Job ha puesto a prueba las ideas de sus amigos, como el oído los hombres en eminencia, es también soberano sobre todas las
pone a prueba el valor de las palabras y la boca paladea los
alimentos (12: 11). 5. R_obert Gordis, The Book of God and Man: A Study of Job, p. 184.
6 .. S1 12: 12 se toma . ~orno una cita, entonces 12: 13 debería entenderse
4. Refiriéndose, tal vez, a lo que habían dicho acerca del cuidado pro- precedido de la íntroduccinn: «Pero yo digo»,
videncial de Dios (5: 9-10). Su juicio sobre los inicuos (8: 13-19), y Su incon- p. ~-- Norman C. Habel, The Book of Job (Nueva York: Cambridge U., 1975),
mensurabilidad (11:7-9).
8. Ibid., p. 68.
Argumentando con Dios (11: l-14:22) / 67
66 I Job
naciones. Hace engrandecer a quien quiere 9 y destruye a quien considera arbitrario) con la autoridad de sus propias observacio-
El desea; los esparce (esto es, extiend~ sus terrítorios Y domi- nes. No está dispuesto a fiarse del «qué-dirán» o de los que ba-
nios) y El mismo los retira (como cautivos de guerra). . san sus conclusiones sobre verdades de segunda mano. «He aquí
La lista entera de hombres famosos Y. líderes en l~ sociedad que todas estas cosas han visto mis ojos, y oído y entendido mis
son de quienes 'se espera la luz, el consejo y la segundad. Per~ oídos» (13: 1). Sus propios sentidos de la vista y el oído le han
contrastados con Dios no son más que tieneblas. Solament~ E capacitado para discernir con claridad las acciones de Dios y Sus
puede revelar los misterios sumidos en la profunda oscu'.1dad palabras. Por esto, puede afirmar que su conocimiento supera la
(12: 22). (¿Será ésta la respuesta a la pregunta de ~ofar: «¿Des- indescifrable visión o sueño de Elifaz (4: 16) así como la tradi-
cubrirás tú los secretos de Dios?», 11: 7. De ser esta la contes- ción llegada por vía indirecta desde las generaciones pasadas se-
tación de Job implica que efectivamente no pue.de llegar hasta gún la argumentación de Bildad (8: 8). [Iob no se dio por ven-
la infinita mente de Dios, ¡pero Zofar tampoco! S1 de alguna ma- cido! El conocía el carácter de Dios, [lo conocía personalmente!'!
mbre puede comprender algo de los oscuros secretos Sin titubear, Job dialoga con ellos poniéndose a su misma al-
nera e l ho 1 . . . ti a la
de Dios, solamente El mismo puede tomar a imcia iva tura y discutiendo con sus mismos términos. A pesar de que ellos
hora de revelarlos.) pretendían poseer mayor conocimiento de los caminos de Dios,
En contraste con los poderes en manos de Dios para darse a Job afirma saber tanto como los tres juntos (13: 2a). El no admite
conocer según Su libre elección, está Su ~abilidad ~e guardar la condición de inferioridad a la que los tres consejeros quieren
los secretos. Job afirma que Dios puede pnvar a los jefes de. ~u someterle: «No soy menos que vosotros» (13: 2b), dice repitiendo
inteligencia, hasta el punto de producir en ellos tal confus10~ con hincapié sus previas afirmaciones ( 12: 3). Si bien le aventa-
que tropiecen en tierra desértica," se muevan palpando, entre ti- jaban en número, no le aventajaron en habilidad dialéctica. ·
nieblas, y tropiecen 11 como borrachos (12:24-25). ,Que cuadro Job «hablaría con el Todopoderoso»; quería «razonar con
tan triste donde se hallan pintados realmente los lideres. de las Dios» 13 (13: 3). Esto le resultaría mucho más positivo que dis-
gentes cuando han sido objeto de los poderes destructivos de cutir con aquellos tres hombres autoritarios sin tener autoridad.
Dios. 1 · d El estaba convencido de que al hablar Dios, alguna explicación
De esta manera tan hábil, Job ha derrumbado ?s consejos e le daría por su lamentable e inexplicable estado. A causa de la
sus consejeros: De seguir sus implicaciones teológ~cas, todos .los falsedad de los jueces y los abogados, Job deseaba presentarse
líderes y gobiernos del mundo debe~ían ser bendecidos por D10s. delante de Dios con su propia defensa, sin nadie que le repre-
Pero la evidencia histórica, desarticula este sofismo, tal como sentara.
Job acaba de demostrar (12: 13-25). . Cuando pensaba en sus «amigos» se daba cuenta de que eran
Continuando su desbancamiento de los consejeros sentados «fraguadores de mentira» (13:4). Literalmente, Job dice: «Voso-
sobre cenizas, Job los desautoriza a todos (13:.1-5), Y. no son tros sois «amasadores de mentiras», significando que «esconden
competentes para representar !ªs p~la~ras de D10s. «Sois t~dos lo que va mal bajo el control de Dios en el mundo, recubrién-
vosotros médicos nulos. O jala callarais por completo» (13. 4b- dolo con la arcilla de las mentiras» ,14 acerca de su propio ca-
5a). Estas repudiaciones son como la introducción a la presenta- 1 rácter. Se supone que los médicos tienen la habilidad de diag-
ción de su causa ante Dios (13: 13-19). ! nosticar y recetar; por lo tanto, han fallado en ambas cosas, con
Job apoya las palabras acerca del poder de Dios (aunque lo el resultado de ser médicos inútiles. Como esos doctores que
visitan a los enfermos castigados por el dolor sin saber cómo
9. El verbo «hucc r grandes» es un término
causa para aumentar la talla». L~ misma palabra
arameo que significa
usada por Bildad
«ser Jª
cuan o
menciona el crecimiento de las canas (8: 11). . . . . f
10 La palabra « tierra desértica» es una palabra que indica •Sin orma» 12. No obstante, consúltese 42: S.
(Gn. · 1: 2), al describir el caos de la tierra antes de la obra ordenadora de 13. La palabra «razonar» tiene su raíz en el verbo de donde se deriva el
sustantivo -árbltro» (9:33). Tiene la connotación legal de disputa ante un tri-
Dios (Gn. 1:3-31). 12 24 bunal.
JI. La palabra •tropezar•, en el original, se usa en ambos lugares : Y
14. Víctor E. Reichert, Job, p. 61.
12: 25.
Argumentando con Dios (11:1-14:22) / 69
68 / Job
aliviarlo, así han sido sus amigos cuando le han hablado con el 7-8). Pensando defender a Dios, en realidad solamente defen-
dían sus puntos de vista acerca de Dios. Reichert hace una ob-
propósito de aliviar su desgracia. .
Seguidamente, con incisivas palabras, Job les amonesta: «ÜJa- serv~ción muy significativa: «Notemos también la paradoja en
lá callárais por completo, porque esto os fuera sabiduría» (13: 5). ~~d10 del. tormen~o espiritual de Job. Es capaz de negar la jus-
No solamente eran mentirosos, falseadores de hechos y médicos ticia de D10s y, sm embargo, afirmar Su perfección moral y re-
inútiles, sino fatuos, cuyas palabras ponían al descubierto su ig- botar con indignación contra aquellos que, simplemente por
norancia. Pretendiendo ser sabios, evidenciaron ser lo contra- adulación, son capaces de aportar testimonio falso en Su nom-
rio en sus discursos. Por lo tanto, hubieran sido más inteligen- bre.» 16
tes de haber permanecido callados el fin de semana que siguió a Tal como Iohnson lo describe: «Quien duda del interés de
los seis días de silencio después de su llegada. Dios para la justicia, confía, plenamente, al mismo tiempo en
que Dios es justo!» 11
Una vez Job rechazó su competencia para representar a Dios
Job sugiere, por medio de la pregunta, que cuando Dios le
(13: 6-12), se sirve de nuevo del lenguaje forense. «Oíd ahora mi
examine «les sobrecogerá pavor» 18 al hallarse delante de Su ma-
razonamiento» (13: 6a) era un ruego para que se mantuvieran
jestad (13: 11.). Los abogados defensores autonombrados para
en silencio mientras Job preparaba su defensa ante un tribunal.
proteger a D10s se encontrarán sin defensa cuando Dios, en Su
«Estad atentos a los argumentos de mis labios» (13: 6b) fue una
majestad y conocimiento de sus hechos, les declare convictos a
llamada de atención antes de presentar las razones de su pleito.
todos ellos.
A continuación, les dirige varias preguntas a los tres. En el
Job, entonces, resume la incompetencia de sus amigos afir-
texto hebreo las palabras «por Dios» y «por El» están al prin-
mando que sus palabras son «máximas y refranes de ceniza» y
cipio para indicar énfasis. El pensamiento, pues, es este: «¿Es
sus defensas como muros de lodo ( 13: 12). Lo que para ellos
por amor de Dios, es en Su favor, que vosotros habláis maliciosa-
eran máximas tan valiosas como para ser memorizadas no eran
mente, y es para Su beneficio que habláis calumnias contra mí?
más que futilidades como cenizas. Al leer estas palabras de Job,
¡Qué Dios más incomprensible, el santo, el justiciero; que pueda
es muy fácil imagínárselc gesticulando en medio de los monto-
ser defendido por los pecadores, injustos y necios argumentado-
nes ~e cenizas a su alrededor al tiempo que ridiculizaba los pro-
res! verbios, base de los razonamientos de sus amigos sentados a
«¿Haréis acepción de personas a Su Iavor?» (13: 8a) -les su lado. Pretendiendo defender a Dios a costa del desgraciado
pregunta Job. ¡Qué incomprensible es que un Dios imparcial ten- Job, se parapetaban detrás de argumentos semejantes a fortale-
ga que tomar consejo de quienes practican la parcialidad! La zas edificadas en barro y Iodo. Las cenizas son símbolo de na-
pregunta «¿Contenderéis vosotros a Dios?» (13: 8b) también derías y el lodo sugiere la fragilidad y debilidad. ¿A quién le
tiene «por Dios» en posición enfática al principio. ¡Qué incom- interesaría inmortalizar cenizas, y quién se protegería del ene-
prensible resulta que los fatuos puedan servir de defensores de migo detrás de una protección de barro?
Dios! En la sección siguiente, Job se prepara para presentar su
En verdad, cuando Dios les examine,15 su engaño quedará caso ante el tribunal de Dios (13: 13-19), tal como había anhela-
descubierto. Puede que sean capaces de engañar a los hom- do hacerlo anteriormente (13: 3).
bres pero no lo lograrán con Dios (13: 9). Porque El revelará su
Dos veces en este capitulo les pide silencio (13: 5, 13), y dos
secreta parcialidad y les reprenderá (13: 10). La palabra «re-
veces les ruega que le escuchen (13:6, 17). Con extremada va-
prender» también se puede traducir por «argumentar», y así se
lentía, se dispone a discutir y sufrir las consecuencias de su atre-
hace en 13:6, 15. Aquí significa «declarar convicto a uno». Más
adelante, veremos cómo, efectivamente, ellos fueron reprobados 16. Reíchert, p. 62.
por Dios, convictos por El del error de sus puntos de vista (42: 17. L. D. Johnson, Out of the Whirlwind: The Major Message of Job,
pp. 34-55.
15. La palabra •escudriñase• (13:9) es el mismo término usado por Elifaz 18. La palabra traducida aquí por «pavor» ha sido- usada anteriormente por
Job (•terror•, 7: 14; 9: 34), y las veremos otra vez en 13: 21. ·
(5: 27), •lo que hemos Inquirido».
70 / Job
Argumentando con Dios (11: 1-14:22) I 11

vimiento: «Escuchadme, y hablaré yo, y que me venga después justificado» (13: 18b), indica su confianza en ganar el pleito. Tenía
lo que viniere» (13: 13). . 1 esperanza en el final. Esta actitud constituye una atrevida afir-
mación en contraste con las anteriores palabras de desespero:
En el versículo siguiente continúa demostrando que tiene con-
ciencia del riesgo: «; Por qué quitaré yo mi carne con mis dien- «Sé que no me tendrás por inocente» (9: 28b).
tes, y tomaré mi vida en mi mano?» (13: 14). Quitar la carne con Al preguntar: «¿Quién es el que contenderá conmigo?» (13:
1 19a), Job estaba afirmando, de manera convencida, la imposibi-
sus dientes es una expresión que quiere decir poner riesgo a su
vida. Un animal llevando la carne de su presa entre sus dientes lidad de que alguien pudiera acusarle en lo más mínimo. Si Dios
se arriesga a perderla, pues al verle otros animales, les es una ten-
tación el arrebatársela. Así Job sabía que se colocaba en una
1 le acusara, entonces y solamente entonces, Job mantendría silen-
cio y moriría.
situación peligrosa al enfrentarse con Dios, pero había tomado la Ciertamente tenía su vida en los dientes, pero a causa de su
determinación del riesgo, incluso al precio de su propia vida. confianza en ganar esta batalla legal, estaba dispuesto a correr
«He aquí, aunque él me matare, en él esperaré» (13: l Sa)
1 tal alto riesgo. A estas alturas en el transcurso de su discurso
1
es una hermosa expresión de fe, muy citada y familiar a muchos (12: 1 - 13: 19), Job ha recorrido un largo camino, un peligroso y
cristianos de todos los tiempos. Sin embargo, la primera parte atrevido trayecto: comenzando por rechazar las acusaciones de
del versículo solamente figura en el margen y no forma parte del sus supuestos amigos, pasando por Jos argumentos especificando
texto hebreo original. Una construcción literal en castellano del los caminos misteriosos y arbitrario de Dios, hasta llegar al atre-
original hebreo conocido sería: «He aquí, él me .~rntar~; no me vimiento final de prestarse a un enfrentamiento con El. Los pró-
queda esperanza.» No solamente es una traducción mas exacta ximos nueve versículos incluyen este despliegue de Job al presen-
del hebreo, sino que correlaciona mejor con el versículo ante- tar su caso ante Su tribunal.
rior. Job está convencido de que su autodefensa sería su muerte
a manos de Dios. Pero su primordial interés no era mantener su b) Job presenta su causa delante de Dios ( 13: 20-28). Has-
vida sino su integridad: «No me importan los resultados si no ta aquí, cada vez que Job ha replicado a sus amigos, también
puedo presentar mi defensa delante de Dios»; podría ser una ha tenido unas palabras para Dios. Al responder a Elifaz, se di-
paráfrasis de las palabras del valiente Job.19 • • • rige a Dios (7: 12-21). Cuando contesta a Bildad, también habla
Si Job pudiera defender su causa delante de Dios, esto diría, con Dios (9:28-33; 10:2-19). Y al enfrentarse de nuevo con
sería «mi salvación» ( 13: l 6a). «Salvación» aquí significa, indu- Zof'ar, a Dios le dedica algunos pensamientos (13:20-14:22).
dablemente, su vindicación. El sabía que Dios podía matarle Ahora Job invita a Dios a que le conceda «al menos» dos
por su atrevimiento; era consciente de tener su vida en su,s pro- cosas: «Aparta de mí tu mano, y no me asombre tu terror» (13:
pias manos. Pero, al mismo tiempo, sentía dentro de st, ~u_e 20-21 ). Como en cualquier juicio y tribunal, no sería justo el re-
siendo Dios justo, al final le absolvería. Al fin y al cabo. st ~l sultado si el acusado se viera intimidado. La segunda alusión
osaba presentarse delante de Dios era por tener su conciencia puede tener referencia al terrorífico sueño contado por Elif az
limpia, ya que «no entrará en Su presencia el impío» (13: 16b~. (4: 12-21).21
Una vez más Job exige atención a sus palabras (13: 17), maru- Después de estas premisas, Job está dispuesto a presentarse
f estando su decisión de comparecer ante el tribunal divino Y la delante de Dios, lo mismo si El se presenta como su Defensor
certeza de alcanzar la absolución. Cuando dijo: «Si yo expusiere como si actúa como su Fiscal. «Llama luego, y yo responderé; o
mi causa» (13: 18a) significaba que ya había reflexionado sobre yo hablaré, y respóndeme tú» (13: 22). Estaba tan ansioso de po-
Jos argumentos a exhibir, como lo hace ~l aboga.do dil!gente an~ der entablar diálogo con Dios que lo mismo le resultaba hablar
tes de presentarse a defender una causa. Al decir: «Se que sere primero él o dejar a Dios expresarse en primer lugar. De todos
modos estaba a punto.
19. Lueralrnente.: «presentaré mi musa [o. defenderé mi vida] delante de
Su íaz-.
20. La palabra traducida por «exponer» significa «prepar ar a un ejército 21. Charles W. Carter, «The Book of Job». en Th e Wnlcya11 Biblc Co111-
ment ar y , cd , Charles W. Cartcr, 2 (Grand Rapids:
\'OI. Ecrdrna ns , 1968). p. 88.
para la batalla».
Argumentando con Dios (11: 1-14:22) 1 13
72 / Job

Al no recibir respuesta de Dios, Job habla primero. Le pide enfermo convencido de su fuerza intenta sentarse en la cama
el detalle de sus pecados (13:23), empleando tres diferentes pa- donde se halla postrado y se desmaya antes de incorporarse, Job
labras para designar el concepto pecado (iniquidades, pecado, se levantó de su postración con un momentáneo atrevimiento
transgresiones). Aún así no obtiene respuesta alguna de part~ de pata verse arrastrado de nuevo ante Ja sensación de que Dios
Dios. Sólo silencio. Job quería silencio por parte de sus amigos, volvía a perseguirle injustamente. Todo esto le sumió en otra
pero continuó hablando a Dios, mas El se mantenía callado. más profunda desesperación. Este es el tema del próximo capí-
Este prolongado silencio de Jos cielos provoca otra pregunta tulo 14.
en Jos labios de Job inquiriendo el porqué Dios escondía de é1
Su rostro como si fuera un enemigo (11:24).22 ¡Cómo puede ser e) / ob pierde su esperanza (14: 1-22). En este radical cam-
posible que Dios se revuelva contra el desolad?!: «lA la hoja bio de sentimiento, pasa de Ja audaz autoconíianza mostrada
arrebatada has de quebrantar?» (esto <'!S, a Ja hoja arrancada por cuando creía ganar su pleito delante de Dios a la melanco-
el viento y dejada en el suelo). ¡Cómo entender que Dios s_e dedi- lía y el lamento por ser la vida tan breve ( 14: 1-6), por la fatali-
que a ir contra del que tan poca cosa es! «lA una PªJª seca dad de la muerte (14:7-17), y por la ausencia de esperanza (14:
has de perseguir?» (13: 25b). 18-22). Anteriormente había expresado su disposición para arries-
gar su vida con tal de poder argumentar con Dios su caso y su
El silencio de Dios hace perder Ja línea de defensa a Job,
situación (cap. 13). Ahora se siente vencido y que ha perdido su
apenas ha dicho una palabra para probar su i~ocencia. J?:se~-
perado y frustrado al no recibir respuesta de, D10s pa~a dirimir oportunidad ante Dios y su vida (cap. 14). ¿Cómo se puede ganar
su caso como en un tribunal, Job formula mas acusaciones con- una causa si el propio juez de la corte se niega a escuchar los
tra Dios por haberle dado tantos golpes cuando él ya s~ hallaba razonamientos del que es juzgado? (cap. 13). Ante tal situación,
abatido, y va tan lejos como protestar por las _acusaciones, (se Job languidece de melancolía ante la realidad de la futilidad de
entiende, acusaciones infundadas) hechas por D10s contra el, Y la vida y la fatalidad de la muerte.
por los injustos castigos como pago por pecados cometidos en Al decir Job que el hombre «es nacido de mujer» (14: 1), hace
su juventud (13: 26). referencia a la fragilidad humana. Si la mujer es frágil, frágil
La renuncia por parte de Dios a entrar en diálogo con Job, será su natural descendencia. Añadido a esta flaqueza, la raza
equivalía a darle el trato de prisionero, manteniéndole encerrado humana tiene los días contados (literalmente, «Cortedad de
sin posibilidad de clarificar su dilema. Dios -dice Job- «ha días») 25 y Jlena de «sinsabores» .26
puesto mis pies en el cepo» (13: 27 a) para vigilar todos sus mo- Esta existencia tan efímera es comparable a la flor que se
vimientos sin que pudiera andar 23 ni buscar otros medios de de- abre augurando belleza y lozanía, pero pronto se mustia, es como
una simple sombra n que «no permanece» (14: 2) en lugar fijo a
fensa.
Job se ve sumido de nuevo en la más triste desesperación tal causa del movimiento continuo de la tierra.
como lo expresan las palabras: «Y mi cuerpo se está gastando «¿Sobre éste abre Tus ojos, y me traes a juicio contigo?»
como carcoma, como vestido que roe la polilla» (13:28).24 Job (14:3) para escudriñar a una débil criatura como Job. Anterior-
cree que Dios es injusto al paralizar sus pasos ahora que tan mente ya Jlamó a Dios «Guardían del hombre» (7: 20). Ahora
añade" que Dios obliga al hombre a que se presente a juicio. Se
débil se siente, tan decaído y sin amparo.
da cuenta Job que en vez de poderle acusar a El por obrar injus-
La energía con que Job había comenzado su enfrentamiento
con Dios ha ido decayendo al verse sin respuesta por parte de
25. Job ya ha mencionado la brevedad de la vida anteriormente (7:7-10;
El y tener como toda respuesta Su silencio abrumador. Como el 9: 25-26; 10: 20a).
. 26. La palabra -sínsabores-es traducida •perturbar• en 3: 17 y con Ja
22. En varias ocasiones Job se queja del trato recibido por Dios compa- misma raíz en 3: 26, con la connotación de •agitación•.
rado al recibido por los enemigos (6:4; 7:20; 13:24; 16:9, 12, 13). . 27. ~ palabra •flor• y «sombra» en hebreo son similares y suenan casi
23. e Trazando un limite para las plantas de mis pies• (13: 27b). igual: tsus y tsah. Esta combinación de letras en nombres similares es ·co-
24. En el original se lee .y él» en vez de •Y mí-. El articulo en ter- rriente en hebreo, causando al lector o a quien escucha, una ayuda para re-
cera persona singular se refiere al hombre oprimido por Dios. cordar la frase.
74 / Job Argumentando con Dios (11:1-14:22) / 75

tamente, es Dios quien va a juzgarle a él. También esto le parece tesis ~a~a expresar: «Aunque fuera posible que los cielos dejaran
injusto. ¿Qué sentido tiene que Dios juzgue a una indefensa de exrsur, el hombre no despertaría del sueño de la muerte.»
criatura? A~m habiendo negado la posibilidad de una resurrección, Job
Job manifiesta su comprensión ante la imposibilidad de pre- reflexiona en lo que pudiera ser. De ser posible Ja resurrección,
sentarse puro ante Dios: «¿Quién hará limpio a lo inmundo? entonces el Seo! sería como un Jugar donde se estaría escondido
Nadie» (14:4). Esto es una reminiscencia de sus previas afir- por un determinado tiempo. Seol, la localidad o la condición
maciones (9: 30-31), repetidas más tarde por Bildad (25: 4). de los muertos, era un lugar donde el hombre o sufriría o des-
Los días del hombre no solamente son pocos; incluso están cansaría.
contados (es. decir, tienen un número determinado por Dios del .. ~n un destello de esperanza, Job aspira disfrutar de esta po-
que no se puede pasar), «y el número de sus meses está cerca sibilidad: «{Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol!»
de ti» (es decir, Dios sabe cuántos son los meses de que dis- (14: 13a) (colocarle en un seguro) hasta que Ja ira de Dios se
pone cada hombre, 14: 5). Más aún, es el mismo Dios quien ha apaciguara (10: 13b). Al menos que Dios limitara los días en el
establecido estas matemáticas que el hombre no podrá alterar Seo! como limita los días de la vida del hombre en la tierra
una sola cifra decimal. yª,¡ fi~al de ellos se acordará de él (14: 13c). Parece que Job es-
A causa de estas limitaciones y Jo efímero de Jos días del tana dispuesto a soportar la vida en las misteriosas regiones del
hombre, lo mínimo que Dios pudiera hacer es no abandonarle Seo! con tal de que ello fuera la manera de esconderse de la ira
(14:6; cp. 7: 19; 10:20). Job deseaba tener un respiro del Dios d.e, Dios y un paso hacia la reconciliación con LI y la resurrcc-
tan meticuloso siempre vigilándole como si fuera él un jornalero cron.
deseando poder descansar al final de su duro día de trabajo «Si el hombre [un hombre fuerte] muriere, ¿volverá a vivir?»
(14: 6b). La hebridad, el trabajo y el inexorable examen de Dios (14: 14a). Al hacerse esta pregunta Job expresa su deseo y ávida
está todo implicado en este versículo. esperanza de vivir después de J¡¡ muerte, exteriorizando de esta
Del tema de la futilidad de la vida pasa al tema de la futili- manera un anhelo universal del hombre. «Este es el persistente
dad de la muerte (14: 7-17). para ello Job compara y contrasta deseo de vida en el interior de cada hombre cuando se halla en
al hombre con los árboles y al hombre con el agua. Cuando un sus momento decisivos entre la vida y la muerte física, cuando
árbol se corta, puede brotar otra vez desde sus raíces y volver se enfrenta con la oscuridad de su destino ... » 28 Con esta tenue
a crecer y dar fruto. Aunque sus raíces sean viejas o su tronco se esperanza en la resurrección, Job se dispone a esperar paciente-
llene de polvo, aunque el terreno sea seco, buscarán y detecta- mente. hasta.~ue llegue la ansiada liberación (14:14b). La pala-
rán la presencia de la tierra húmeda de sus alrededores y «rever- bra «liberación» lleva la connotación del prisionero que ha al-
decerá, y hará copa como planta nueva» (14: 9). Pero cuando el canzad~ su libertad después de haber sido cogido en la guerra.
hombre muerte, es cortado y permanece postrado, expira, y cuan- Como sr Job se hallase en situación de un servicio de armas obli-
do entra en la tumba nadie le puede ver más (14: 10). Este con- gatorio o al servicio de trabajos forzados.
traste no parece justo a Job. ¿Por qué un árbol ha de disfrutar
<le más esperanza que un hombre? ¿Un simple vegetal más que el Vol~iendo de n~~~o a una situación de juicio legal, Job sigue
manteniendo .la opinron de que en un futuro tendrá que compa-
que fue creado a Su imagen y semejanza?
En la siguiente comparación, se presenta al hombre paran- recer ante Dios para dar razón de sus obras: «Entonces llama-
gonado con el agua que se evapora del mar (la palabra original rás, Y yo te responderé» (14: 15). También confiaba en que Dios
es lago) y con el río que se seca en su transcurso. «Así el hom- «tendría afecto a la hechura de Sus manos» (14: 15, cp. 10: 3, don-
bre yace y no vuelve a levantarse» (14: 12a). Queda totalmente de Job se considera a sí mismo como «obras de Sus manos»).
La palabra hebrea «tener afecto» significa «Ser o venir a ser como
extinguido, siendo la muerte considerada como un final perma-
nente. Job compara ahora la muerte a un sueño del cual el hom-
bre no podrá despertar «hasta que no haya cielo» (14: 12b). 28. Albert Barnes, Notes, Cr it ical, l llust rat ivc, an d Practical, on The Book
Como los cielos se consideraban inmutables, Job habla en hipó- of Job, 1:272.
76 I Job
Argumentando con Dios (11: 1-14:22) ¡ 77
plata». Dios, viene a decirnos Job, a pesar de todo, le conside-
rará de valor aunque esté en el mismo Seol. eJxmpearisment~ l~s efectos de la corrupción en el sepulcro
a u miseria. Y el
El «pero ahora» inaugural del versículo 16 probablemente Job termina su discurso con t .
concordaría mejor con el énfasis del original si tradujéramos m~erte, con tono abatido y malhur:~r:d~ac~~~nad.nota sobre Ja
«con toda seguridad entonces», refiriéndose al tiempo cuando pru:ne.ra parte concluye con un lamento e~ torn~ at~~urso en esta
Dios afectuosamente llamaría a Job estando éste en el Seol. En
esta breve rapsodia de anticipada comunión con Dios, Job se de- !:·~lttma de su.s disertaciones Job ha refutado el val:u~~~e~;n~
leita pensando en este día cuando le dará tregua para su pecado hj m~et suJ amigos'. ha reconocido el poder arbitrario de Dios
(14: 16). Dios continuará siendo el «Guarda de los hombres» (7: de Dio: r~o~as~u~-r~~s;_ado ~tr~vimiento para presentarse de1ant~
20) pero con un propósito diferente -con el propósito de cui- lencio de arte de . icra e~ o a no ser por el inexplicable si-
darle, no de perseguirle. Entonces las transgresiones de Job serán dad de u: . El), :xpreso su ardiente deseo por la posibili-
«selladas en saco» (fuera de Ja vista como evidencia contra él), era . , a vida después de Ja muerte y sucumbió en la deses-
y Dios «coserá» (cubrirá o esconderá) sus «iniquidades» (14: 17). ~!. eren, porque solamente la muerte era lo seguro delante de
Recogiendo otras metáforas de la naturaleza.i? hace referen- Estas . .
cia a las montañas que caen y se deshacen, a las peñas que cam-
bian de lugar, a las piedras transportadas de acá para allá por · .. transiciones, naturalment . .
los impetuosos ríos que se llevan el polvo de la tierra con su co- rentemente abru tas al . e, se presentan subí!amente, apa-
rriente... todo ello como una alegoría a la manera como Dios lazadas; justame~te 'en ~~;:;1s veces fºn contrndicsic;ines entre.
autor ha sabido imprimir ensee ve e po~er dra!11at1co que el
puede destruir la esperanza de los hombres Ü 4: 18-19). En este monos al anciano lamentándos ste 1fª~avdloso libro. Imaginé-
texto, la palabra «hombre» una vez más denota al «hombre dé- con tela de saco con ceni . e Y ~c 1ª b en el suelo, cubierto
bil». Hasta Ja tímida esperanza del hombre sencillo puede desa- por las lágrimas>; su «cuezr~so en su ca eza, su «faz húmeda
muerte sobre sus ' · d en el polvo», la «sombra de
parecer ante la acción de Dios. nacimiento aho parp.~ os». Ahora maldiciendo el día de su
No solamente las esperanzas de los hombres pueden desva- recuperand'o su r~s~~~~~z~ e~hsu rnlexplifJble condición, ahora
necerse, incluso su existencia está completamente controlada por ra pacientemente soportando l~r:rib1~l~ió~~ente orando, aho-
Dios, «se esforzará contra él como un rey dispuesto para Ja ba-
talla» 30 (15: 24). «Demudarás su rostro» (14: 20) es una referen-
cia a la desfiguración del hombre por los efectos de la muerte.
Su aspecto alegre y vivo vendrá a ser pálido al contacto con la
muerte. Dios. le separa de sus familiares, amigos, posesiones y
prestigio (todo ello para exp.icar la-naturaleza sombría del Seo!
distante y profundo.
La muerte sustrae al hombre el conocimiento de las experien-
cias tenidas en la tierra. No permite al hombre alegrarse por el
gozo de ver a sus hijos honrados, ni le es dado simpatizar con
los problemas de su prole (14: 21). El hombre conocerá su propia
miseria. Su dolor será doble, físico («SU carne sobre él se dolerá»)
y mental («y se entristecerá en él su vida») (14: 22). El cuerpo

29. Flor (14:2), sombra (14:2), árbol (14:7-9), agua de un lago (14:11), río
( 14: 11).
30. El verbo •esforzar• solamente se menciona aquí en 15: 24, y en Ec. 4: 12; 31. Taylor Lewrs, •Spirituality of the B ..
significa •llegar a vencer con poder irresistible». mentary on Chapter XIV E . d . ook of Job as Exh1b1ted in Corn-
blitot heca
, Sacra and Theo/, xamme
· 1 R . m Con nec tiron with .
Other Passagess B 1·.
ogtca evzew, 6 (agosto, 1949): 502. '
Lucha sobre las cenizas (15:1-17:16) / 79

limitada a ti la sabiduría?», es decir: «¿Acaso te creen más inte-


ligente que Dios?» Bildad insinúa que Job es cst úpido y está en-
furecido (18: 2-4); y Zofar, con sarcasmo refinado, implica que
Job ha insultado a su digna persona (20: 2-3). Los tres cada vez
se hallaban más distanciados del propósito expresado por ellos
al iniciar Ja visita: consolarle. Sus palabras en vez de ser cuida-

6 dosamente seleccionadas para actuar como de suave ungüento


sobre sus llagas y su dolida alma, se convirtieron en flechas en-
venenadas y saetas de amargura, inyectando toda la milicia de
sus corazones.
LUCHA SOBRE LAS CENIZAS

1. Segundo discurso de Ellfaz ( 15:1-35)


c. Segundo ciclo de discursos ( 15:1 - 21 :34)

En este segundo ciclo de discursos, Elifaz, Bildad y ~of ~r se En su primer discurso, Elifaz (quizá por ser el de más edad),
aferran tenazmente a sus creencias y teorías sobre el. ~uf rimiento se expresó con el decoro propio de Jos orientales, hablando con
su relación con el pecado. Las monótonas repe~1c1ones y su la debida cortesía y argumentando indirectamente, teniendo cui-
Insistencia en volver sobre los mismos punt~s de vista muestran dado en no herir la abatida alma de Job. En su segunda orato-
al lector su incapacidad de comprender el d.1lema de J º?· ria, Elifaz abandona su delicadeza y «abierta y concienzudamente
ataca a Job con sus afilados y punzante argumentos, uno tras
Una de las pocas variantes entre este ciclo y el pnmero se
hace evidente en su segundo discurso (caps. 15, 18, 20): Los otro».1 Al principio, Elifaz concedía a Job el que fuera justo y
amigos se muestran menos atentos y más duros. ~-~ manera de circunstancialmente castigado por Dios, pero ahora se dirige a
discutir es más abusiva, sus argumentos más dogmátícos y menos él considerándole un pecador empedernido en arrogante rebeldía
tolerantes. Perturbados por la resistencia que. Job ofrece . par~ contra Dios.2
arrepentirse y su audaz manera de de~a.fiar a 0.1os, los tres ínter - La segunda arenga de Elifaz se divide en dos partes: un re-
proche a Job por su actitud (15: 1-16) y un memorandum para
locutores Je atacan con renovado espiritu hostil. .,
Más aún, ni insisten para que Job logre su restaurac1on. m~- que no olvide la suerte que espera al hombre inicuo (15: 17-35).
diante un reconciliador arrepentimient~ de su pecado. La invi-
tación anteriormente insistente, encaminada a lograr de nuevo a) Un reproche a la actitud de Job (15: 1-16). Elifaz acusa
las ab~ndantes bendiciones que Job disfrutó, no las hallamos en a Job de hablar irreverentemente (15: 1-6) y de asumir preten-
siosamente sabiduría y pureza (15: 7-16). Cáusticamente, Elifaz
este segundo ciclo. . , d
El tema a flor de piel ahora es: el destino de los irnpios, es~- pregunta: «¿Proferirá el sabio vana sabiduría, y llenará su vien-
rrollado por cada uno de los tres visitantes c~n sol~mente di- tre de viento solano? ¿Disputará con palabras inútiles 3 o con
ferencias de matiz y acento en la materia. Elifaz d1~e que el razones sin provechos?» (15:2-3). El discurso de Job, compara-
hombre impío vive desesperado y en peligro (cap; 15), Bi\dad afila ble a ráfagas de viento caliente, demuestra la falta de sabiduría
sus palabras para decir que el inicuo ya ha ca1do. en. la trampa de Job -replica Elifaz->- porque ningún sabio se sirve de cono-
, 1 ídado (cap 18) y Zofar embiste a Job Insinuando su cimiento como el viento (una referencia al discurso de Bildad
y sera o Yl · ' , d , t vida
propia situación al manif est.ar que los impíos ten ran cor a
1

Charles W. Cárter.
l. «The Book of Job». en The Wes[C\'C:n Bible Com-
y perderán todas sus posesiones (cap. 20). ed. Charles W. Carter,
ment ar y , vol. 2 (Grand Rapids: Eerdm;ns, 1968), p. 93.
Más adelante, cada uno de Jos amigos transforma~os en
enemigos, insultan a Job descaradamente. En 15: 8,, Ehfaz 1: 2. Marvin H. Pope, Job, p.
3. «Inútiles- (sin provecho)
de las cuales cinco se emplean
114.
se usa once veces en el Antiguo Testamento,
en Job.
desafía con la pregunta: «¿Oíste tú el secreto de Dios, y esta
80 / Job Lucha sobre las cenizas (15:1-17:16) / 81

mencionando las palabras de Job como un «viento impetuoso», ancianos hay entre nosotros. mucho más avanzados en días que
8: 2). Ni tampoco el entendido se llena (literalmente, su vientre) tu padre» (15: 10). Job, aunque fuera ya un hombre maduro,
con el siroco, el temido y caliente viento del desierto que sopla debía mostrar respeto por la sabiduría de los de más edad. Des-
desde el Este. Las palabras de Job son calificadas de vanas e de el punto de vista de Elifaz, la protesta de Job desvirtuando
inservibles, tan vacías como el viento y tan violentas como las la teología tradicional, constituía una inexcusable falta de res-
ráfagas del perjudicial siroco. peto contra la ancianidad.
Contrariamente a reconocer la reverente actitud de Job para
Continuando con su interés en rebatir las sarcásticas pregun-
con Dios, Elifaz le acusa de irreverente (literalmente, le ataca
tas de Job, Elifaz le interroga ahora sobre su relación con Dios.
diciendo que ha minado la piedad y el auténtico temor de Dios),
Asume que, como mínimo, su actitud para con el Señor era tan
y también ha estorbado la meditación (esto es, la devoción) ante
irreverente como incorrecta para con Jos que intentaban conso-
Dios (15:4). Continuando sus injurias, continúa diciendo Elifaz:
larle. «¿En tan poco tienes las consolaciones de Dios?» Al men-
«Tu boca declaró tu iniquidad.» En otras palabras: «Tu propio
cionar las «consolaciones de Dios», Elifaz posiblemente hacía
pecado te hace hablar irreverentemente contra Dios. Tu intento
referencia a lo dicho por él mismo en su primer discurso acerca
de justificarte no es más que vanagloria que testifica la presen-
de los caminos de Dios (5:17-27).
cia del pecado en tu interior.»
El mayor de los tres acusadores intentó librarse de acusar a Luego Elifaz tensa su flecha en el arco de la retórica y Je
Job personalmente tratando de demostrar que las mismas pala- pregunta de nuevo: «¿Por qué tu corazón te aleja, y por qué
bras pronunciadas por el patriarca constituían base suficiente guiñan tus ojos, para que contra Dios vuelvas tu espíritu, y
para su condenación (15: 6). saques tales palabras de tu boca ?» (15: 12-13). Con estas pala-
Seguidamente, Elifaz arremete contra Job por haberse atri- bras acusa a Job de haber permitido que sus emociones contro-
buido ser sabio y pío. También comienza su táctica con pre- larán su razón y de dar rienda suelta a su ira, pero también Eli-
guntas: «.¿Naciste tú primero que Adán? ¿O fuiste formado antes faz se dejó llevar por su irracional emoción. Y estaba en un
que los collados? ¿Oíste tú el secreto de Dios? ¿Y está limitada error al deducir que Job se había rebelado contra Dios.
a ti la sabiduría?» (15:7-8). Elifaz estaba diciendo: «¿Quién se Viendo que Job no había asimilado los conceptos de Elifaz
ha creído Job que es él, el hombre más viejo sobre la tierra, y acerca del hombre, según las teorías del primer discurso de
por consiguiente el más sabio? ¿Pensará acaso que, igual que la éste, se los repite de nuevo. El hombre es débil e impuro; todo
sabiduría, él existe desde antes de la creación de las montañas nacido de mujer es injusto (15: 14; cp. 4: 17). Dios no puede
desde tiempos inmemoriales (cp. Pr. 8:25)? ¿Supone él que tiene confiar en los ángeles, argumenta Elifaz, ni aun Jos cielos son
acceso a los secretos consejos de Dios? ¿Habrá imaginado que puros, por lo tanto, cómo puede confiar Dios en el hombre, o
no hay otro sabio fuera de él?» cómo puede el nacido de mujer presentarse puro delante de El.
Estas insinuaciones por parte de Elifaz no eran limpias porque El hombre es «abominable» (término que indica repulsión)
Job no había pretendido ni todas estas cosas ni de la manera (15: 16) y «vil» (que indica «corrupto», una palabra usada para
que son expresadas por su acusador. Lo único que simplemen- designar la leche cuando se vuelve agria, solamente se encuen-
te había afirmado fue poseer una inteligencia a la misma altura tra aquí y en el Salmo 14: 3 y 53: 3) y «bebe iniquidad como
que ellos tres (12:3; 13:2). Job se preguntó también: «lY quién agua» (15: 15-16; cp. 4: 18; 34:7). La implicación de todo este
habrá que no pueda decir otro tanto?» (12: 3b) y también dijo: razonamiento implica que Job es este hombre impuro, injusto,
«No soy menos que vosotros» (13:2a). Elifaz replica a Job con detestable y corrupto, el que engulle el pecado de una forma tan
dos preguntas más: «¿Qué sabes tú que no sepamos? ¿Qué natural como se bebe el agua. Muy cierto es que el hombre es
entiendes tú que no se halle en nosotros?» (15: 9). Job había un ser corrupto, pero Elifaz estaba en un error al deducir de es-
puesto en duda su pretensión absoluta de que la sabiduría era tas verdades que el sufrimiento de Job era el resultado de una
patrimonio exclusivo de los ancianos (12: 12), ahora Elifaz le re- deliberada impiedad.
plica con la afirmación de que «cabezas canas y hombres muy
Lucha sobre las cenizas (15:1-17:16) / 83
82 / Job
b) Reajirmacián sobre el destino del impío (15: 17-35). Es- «terrorista». ¡Cuán desatinadas, fuera de lugar y falsas, eran las
tas palabras de Elifaz acerca del hombre impí~ ~ sus consig~i~,n- sugerencias de Elifaz al considerar a Job un tirano terrorista cau-
tes castigos son intencionadamente una maliciosa admonición sando pavor a las gentes!
para que Job se sienta con necesidad de arrepentirse. Como. ,en 3. «Estruendos espantosos hay en sus oídos» (15: 2 la). Quien
el primer discurso, Elifaz basa su argumento en la observación. · causa terror a los demás es una persona asustada en su interior.
«Te contaré lo que he visto» (15: 17), palabras casi idénticas a Posiblemente esta frase hace referencia a Jos ruidos y voces ima-
las pronunciadas anteriormente, «como yo he visto» ( 4: 8). Luego ginarias del atormentado por su propia conciencia.
busca apoyar su autoridad apelando a la sabiduría de los ante- 4. «En la prosperidad el asolador vendrá sobre él» (15: 21 b ).
pasados, como Bildad había hecho en su primera apela~ión (8:,8). Nuevamente Elifaz se muestra brutalmente desconsiderado, pues
Eliíaz se disponía a decirle a Job algo que los sabios habían justamente esto le pasó a Job ( 1: 13-19). La palabra «asolador»
enseñado, según las tradiciones de sus padres, doctrinas que no puede traducirse «robador», el mismo Job usó este término para
encubrieron 4 ( 15: 18) sino que habían transmitido fielmente de demostrar lo contrario a Ja tesis de sus acusadores: «prosperarán
generación en generación, sin haber sufrido adulteración en ma- las tiendas de los ladrones» (12: 6).
5. «El no cree que volverá de las tinieblas» (15:22a). El
nos de los filósofos (15: 19).
sig~ificado es que el pecador se siente atormentado por su corn-
Según Elifaz, al rechazar Job tales enseñanzas, mostraba una
ple!o de. culpabilidad; teme no despertarse de su sueño o que
falta de respeto para con los ancianos sabios, se rebelaba en
esta contmuamente amenazado por la desgracia. Esta es Ja prime-
contra de la tradición, cerraba los ojos deliberadamente a la
ra de las tres veces que Elifaz usa la palabra «tinieblas» en su
verdad, y se asociaba con doctrinas alienistas. [Tal necio llegó
arenga.
a ser Job! 6. «Y descubierto está para la espada» (15: 22b). «El impío
Los versículos 20 al 35 describen Jos juicios y las perturba-
cree estar marcado como víctima de Ja violencia de los dernás.» s
ciones que el inicuo habrá de sufrir a causa de su pecado. Eli-
faz da a entender que Job, hombre inicuo, estaba experimentando 7. «Vaga alrededor tras el pan, diciendo: ¿En dónde está?
Sabe que le está preparado día de tinieblas» ( 15: 23). Temiendo
los juicios de Dios, pero que, además, le esperaban otras tribula-
ciones fruto del mismo pecado. La angustia y turbación de espí- empobrecer, el malo se preocupa desesperadamente buscando y
almacenando comida, anticipando el día cuando tendrá que escon-
ritu añadirán sufrimiento a los males de Ja carne.
derse a causa de sus fechorías. Para las personas así, el pleno
1. «Todos sus días, el impío es atormentado de dolor» día les es como las tinieblas.
(15: 20a). Job había dicho que en Ja muerte sufriría dolores en 8. «Tribulación y angustia le turbarán, y se esforzarán con-
Ja carne (14: 22), mas ahora Elif'az comenta que el dolor no se tra él como un rey dispuesto para la batalla» ( 15: 24). El peca-
limita a la muerte; [será una experiencia para toda Ja vida! La dor, después de causar los males a los demás, sufre lo mismo
palabra hebrea traducida por «dolor» es la usada para descri- como paga a sus malas obras. Elifaz ataca a Job con la misma
bir los dolores de una mujer cuando va de parto, sugiriendo una palabra «turbarán» (o «asustarán») que él usó cuando comenta-
intensa agonía. En ocasiones este término se traduce por «nacer» ba la aparición fantasmagórica o sueño en 7: 14, en otras dos
(15: 7). ocasiones Job había rogado a Dios que no le espantara (9: 34;
2. «El número de sus años está escondido para el violento» 13:21), y declaró que la majestad de Dios les espantaría a ellos
(15:20b). Job ya habló del control de sus días y meses (14:5), (~~: 11). ~a palabra «esforzarán» también nos ha salido ya: Job
ahora Elifaz se refiere a la misma idea con la variante al men- d110 de D10s que «será más fuerte» que el hombre (14: 20). Eli-
cionar los años como contados por Dios. «Violento» significa faz da a etender que la propia angustia del malo se resolverá
contra sí mismo al igual que el rey cuando prepara sus ejércitos
4. Esta fase posiblemente significa que Jos sabios no han escondido (re- para salir al encuentro del enemigo.
tenido) las tradiciones de sus propios padres, o que los padres de los sabios
no han escondido las tradiciones. Posiblemente la primera traducción es la
5. Victor E. Reichert, Job, p. 76.
mas correcta.
Lucha sobre las cenizas (15: 1--17: 16) / 85
84 I Job
Los versículos 25 y 26 explican los motivos por las luchas in- Dios y el descaro de desafiarle. A continuación detalla la «luju-
ternas discutidas ya en Jos versículos 20-24. Los versículos 27 riosa ostentación del pecador y su grosera conducta» ,7 como ba-
y 28 introducen nuevas razones para los siguientes juicios (vv. ses para los juicios que siguen en 15: 29-35.
29 al 35). El orden es como sigue: 9. «No prosperará, ni durarán sus riquezas, ni extenderá por
Ja .tierra su hermosura» (15: 29). Aunque el transgresor pone un
15: 20-24 J uícios aíre de opulencia en su glotonería, su influencia no ha de per-
15: 25-26 Razones por estos JU1c1os durar. Sus espigas no se llenarán de grano, no se doblarán por el
15:21-28 Razones por estos juicios peso de su fruto.8 Sus bienes les serán arrebatados, y su granja
15: 29-35 Juicios no producirá cosechas. El resultado será el hambre.
10. «No escapará de las tinieblas (15:30a). La temida cala-
El hombre, expresa Elifaz en tono contencioso, que «extien- midad (15:22-23) llegará, y no habrá quien pueda escapar.
de su mano contra Dios, y se portó con soberbia contra el To- 11. «La llama secará sus ramas, y con el aliento de su boca
dopoderoso» (15: 25) sufrirá Ja agonizante tortura del dolor, el perecerá» (15:30b-c). Sus cosechas se secarán de tal manera que
miedo y la culpa. La mano extendida es un gesto desafiante. ~as el fuego las consumirá, sin posibilidad de volver a brotar como
palabras «porta» (conducta) y «soberbia» son formas grama,t1~a- el árbol del cual Job habló (14: 7-8). El soplo de Dios (¿una
les enfáticas del .verbo que significa «comportarse con valentía» sutil referencia al caliente viento del Este?) le arrasará sus cose-
como un guerrero en el campo de batalla. . chas y le arrastrará con ellas.
Elifaz creía que Job estaba guerreando contra D10s; una 12. «No confíe el iluso en su vanidad, porque ella será su
vez más, esta opinión es distorsionada, pues la posición de Job recompensa. El será cortado antes de su tiempo» (15:31-32a).
es que Dios estaba haciéndole Ja guerra a él (7:20; 13:24). Confiar en lo falso (vano) equivale a recibir el pago con la misma
Añade, además, el consejero de más edad, el hombre malo «corre moneda, llegando así a una muerte prematura. Este pensamien-
con el cuello erguido [literalmente, "cuello duro", es decir, "c~n to ilustra la máxima de Elifaz: «Los que aran iniquidad y siem-
tozudez"], con Ja espesa barrera de sus escudos» ( 15: 26), dt~- bran injuria, la siegan» (4: 8).
puesto al ataque ofensivo y bien protegido para 1? .defensa. ~lt- 13. «Sus renuevos no reverdecerán. Perderá su agraz como
faz ya había acusado a Job de enfrentar su espintu con D10s la vid, y derramará su flor como el olivo» (15: 32b-33). Estas
(15: 13). imágenes tomadas de la agricultura ya fueron usadas por Elifaz
Además de revolverse contra Dios, Job, de acuerdo con Eli- para elaborar sus argumentos y demostrar que el hombre inicuo
faz, era culpable de glotonería: «Porque la gordura cubrió su perdería sus bienes. Esta predicción no tendrá cumplimiento.
rostro, e hizo pliegues en sus ijares» (15: 27). En el An~iguo T~s- 14. «Porque la congregación de los impíos será asolada,
tamento un gordinflón era considerado como un gloton Y luju- y fuego consumirá las tiendas de soborno» (15: 34). La «pandilla
rioso insensible a los valores espirituales (Sal. 73:7; 119:70; [er. de incrédulos» (como pudiera traducirse la frase) será estéril
5: 28).6 Otro delito era vivir en ciudades en ruinas y reedificar como las piedras (la palabra «asolada» ya ha sido usada ante-
las casas desocupadas, pues esto se consideraba una profanación, riormente por Job en 3: 7), y las tiendas de los sobornadores
no teniendo en cuenta la maldición, causa de las ruinas (15: 28; (con el significado de corruptos) terminará en llamas.
cp. Jos. 6: 26; l.º R. 16: 34). . Una vez más Elifaz repite los conceptos expresados con an-
Ahora Elifaz pasa del tema del alma atormentada y angustia· terioridad, añadiendo bien poco ahora, pues ya había dicho «la
da por Jos pecados de conciencia a tratar estos pecados en sí cau- cuerda de la tienda de los impíos será arrancada» y Bildad afir-
santes de tal ansiedad: Ja arrogancia y atrevimiento de atacar a mó: «la tienda de los impíos perecerá» (8: 22). Al hacer estas

6. Poca base tenemos para apoyar el punto de vista por el que el im- 7. H. H. Rowley, Job, p. 141-
pío se considera embadurnándose con grasa para nada, como sugiere Hugh 8. El significado de <su grano» ocurre solamente aquí en todo el Antiguo
Andersen («El Libro de Job», en «The lnterpreter's One Volu111e Comment ary Testamento, y es difícil precisarlo. Otra alternativa sería «sus posesiones- (en
ed. Charles M. Laymon, Nashville: Abingdon, 1971, p. 245). este caso «doblar hasta el suelo» equivaldría a •derramar» sus riquezas).
011 the Bible»,
86 / Job Luchasobrelascenizas(IS:l-17:16) / 87

referencias, Elifaz puede haberse referido, sin piedad alguna, a privarte de darme una contestación? ( 16: 3b). Más adelante, Zo-
Ja pérdida de las posesiones de Job, destruidas por las llamas. far contestará esta pregunta (20: 2-3).
15. «Concibieron dolor, dieron a luz iniquidad, en sus en- Si los papeles se invirtieran, observa Job, entonces también
trañas tramaron engaño» (15: 35). Este dolor de parto, mediante podría hablar como lo hacen ellos. Sabría combinar palabras
el cual todo hombre viene al mundo, ya ha sido mencionado por (esto es, construir elaboradas frases; o posiblemente, «amonto-
Elifaz anteriormente (5: 7). La idea del vientre de la mujer es una nar palabras», como dice un adagio ugarítico) y menear la cabeza
continuación de la metáfora del alumbramiento. Se concibe do- en señal ~e burla (16:4; cp. 2.º R. 19:21; Sal. 22:7). El podría
lor, nace iniquidad, y el vientre (no la «rnente») elabora los lograr mejores resultados que ellos al alentar a los demás' con
engaños. Aunque los incrédulos sean estériles como las piedras sus palabras (tal corno admite Elifaz que Job había hecho antes
(15: 34), no por eso dejan de concebir dolores y nacer iniquida- de caer enfermo, 4: 4) y podría ofrecer solaz para aliviar el do-
lor. .
des de su seno, ni amasar engaños en su vientre. Elif az vuelve a
la idea del juicio para el «que confía en su vanidad» (15:31).
Ha comenzado a enumerar la lista de juicios usando la figura b) El atribuiado Job da merced a Dios (16:6-17). Job se
del parto «atormentados por el dolor» (15: 20), y termina insis- sentía sin ayuda alguna por parte de los tres consoladores; ni
tiendo con la misma metáfora (15: 34-35), posiblemente aludien- se podía ayudar a sí mismo, pues, lo mismo si hablaba como si
do de manera sutil y maliciosa al lamento de Job cuando expresa guardaba silencio su dolor no cesaba (16: 6).9 De hecho su su-
el deseo de no haber nacido (3: 3-1 O). frimiento JO le había agotado (16: 7a). '
Su mayor preocupación era, sin embargo, no el abandono
moral de los llamados amigos y consoladores, sino el tormento
2. Segundarespuesta de Job a Elifaz (16:1 -17:16) de no poder descifrar los misterios de Dios. Job solamente sa-
bía_ que Dios era quien le había privado de su familia y de sus
Ultrajado por la cruel arenga de Elifaz, Job replica con iro- amigos (16: 7b) y le había llenado de arrugas; Ja palabra hebrea
nía y lamenta su dolorosa sensación al sentirse alejado de traducida «arrugas» (usada solamente aquí en 16: 8a y en 22: 16,
Dios. en esta último caso traducido «cortador» con el significado de
«los cortes para grabar en piedra») son las señales exteriores
a) Job disgustado con sus amigos (16: 1-5). Atenazado por causadas por la enfermedad y el sufrimiento de Job. Estas eviden-
el conflicto en este duelo sobre cenizas, Job se rebela una vez cias eran interpretadas por sus visitantes, como el testimonio
más en contra de los consejos no solicitados a sus amigos. Lo contra él por haber pecado.
dicho por Elifaz nada trajo de nuevo («He escuchado muchas Job compara a Dios con una bestia salvaje, despedazándole
cosas como estas»), y Job llama a sus visitantes «consoladores con rabia, cru~iendo los dientes en contra de él y fijando sus ojos
molestos» (16: 2). Puede que fueran amigos, [eran J larnados con- en su presa (literalmente, afilando sus ojos) (16: 9), describiendo
soladores! (recordemos que Elifaz se atribuía ser portador de as.í la fiereza de la hostilidad con que él se sentía acosado por
las palabras de Dios y de Sus consoladores mensajes, 15: 11), pero Dios. Hablando de sus consoladores dice que «abrieron su boca
los tres solamente lograron traerle dificultades y aumentarle el contra él» (esto es, le atacaron con palabras injuriosas), ~e tra-
dolor. taron con alevosía, le rodearon cual ejército al sitiar una ciudad
Bildad calificó las palabras de Job de «Un viento intempetuo- enemiga (16: 10).
so» (8: 2), y Elif'az insinuó que el conocimiento de Job era «vien- Quejándose de nuevo del trato dado a él por Dios, Je acusa
to solano» (15: 2). Por esta razón ahora él califica Jos argumentos de haberle entregado «en manos del mentiroso y a merced de Jos
de sus visitantes como «palabras vacías» (16: 3).
No pudiendo comprender el porqué estaban tan resentidos a 9._ «No se aparta de mí», es decir. no me deja de doler.
causa del esfuerzo que él hacía para lograr hablar con Dios, le refinendose a su dolor. El contexto ( 16: 6) parece estar en favor de esta va-
lO. El texto hebreo puede ser entendido como «no me había abandonado»,
pregunta: «¿Qué te anima a responder?» Esto es, ¿qué puede riación.
Lucha sobre las cenizas (15:1-17:16) / 89
88 / Job

impíos» (posiblemente una referencia a los ~illuelos ronda,ndo a más en mente; él esperaba la ayuda de ese alguien, quien pre-
Job mientras se hallaba postrado en las cenizas y molestandole sentaría su pleito y sus convincentes pruebas antes Dios.'! ·
simplemente por divertirse a costa del débil), quienes lo a~ras- A causa de las burlas de sus amigos,12 Job derrama lágri-
traban aún más hacia la desesperación (16: 11-12). Continúa mas delante de Dios (16:20; cp. 16: 16), con la esperanza pues-
Job y compara a Dios a un arquero quien ha fijado el blanco ta en el testigo celestial como abogado que defenderá su caso
para sus saetas en su propio cuerpo (v. 12) (cp. 6:4; 7:20), ro- ante el Todopoderoso,'! al estilo que cualquier hombre pudiera
deándole de flechas, hasta dar con él y taladrar los riñones, ha- hacerlo para otro hombre (16:21). De esta manera Job repren-
ciéndole derramar su hiel (16: 12-13). de a sus amigos por no haber hecho cuanto se puede esperar
Una última figura de dicción sirve para la expresión de Job: de una auténtica amistad, es a saber, ayudarle a resolver su
Ja del guerrero penetrando al tiempo que rompe las murallas, problema. Necesitaba un abogado porque pronto resultaría de-
atacando con la fuerza de un gigante y derribándole al suelo masiado tarde. Sus breves años están a punto de acabar (cp.
(16: 14). Con esta acumulación de ilustraciones Job trata de des- 7: 9-10; 10: 21-22), y le sería imposible retornar (comparecer
cribir vivamente su estado emocional, desesperado Y desampa- ante el juicio) después de muerto.
rado por todos, en la condición más triste que un hombre pueda Abatido por la amargura, Job, preso por el desánimo al no
hallarse. tener seguridad de poder disponer de .un abogado para presen-
Como resultado de estos violentos asaltos por parte de Dios, tar su causa, reconoce que su espíritu está extenuado, que
Job vestía de saco, indicativo de luto, y tenía su cabeza (literal- sus días se acaban y que la tumba le está esperando (17: 1). Por
mente, su «cuerno», como figura del animal derrotado) en el si fuera poco, se ve rodeado de burla, y sus ojos, empañados
polvo (16: 16). A pesar de todo no estaba dispuesto a ceder ni un por las lágrimas, sólo pueden distinguir la provocación de sus
ápice dando la razón a sus dogmáticos colegas. Su mísera situa- compañeros. («Escarnecedores» en v. 2a, tiene el sentido de «cau-
ción no tenía explicación en los términos de los visitantes, por- santes de rebeldas».) Job no podía fácilmente olvidar las provo-
que él sabía muy bien que no había practic~do la vi~lenc~a ~ cadoras acusaciones de Jos tres visitantes, cuya actitud era de
que «SU oración era pura» (16:17) .. ('.<Pura» t1ene,~.qu1 el s1gn,1- abierta rebelión en su contra. Lograron aterrorizarlo y dejarlo
ficado de «positiva».) No había traicionado al proJlmO Y. ha~ia perplejo con sus persistentes y condenatorias palabras.
mantenido su vida devocional ante Dios, con puras monvacio-
nes y limpia conciencia. d) Rechazo de Job a las acusaciones de sus amigos (17: 3-5).
Job se dirige a Dios sin más intermediarios pidiéndole que se
c) El deseo de Job por disponer de un representante en el le permita defender su propia causa (17: 3a). Parece ser que la
cielo ( 16: 18 - 17: 2). La certeza interior de Job y la tranqui- costumbre en Oriente y en aquel tiempo, daba este privilegio. al
lidad de conciencia hace nacer en Job una posible vía de solu- reo, es decir, que para asegurar la justicia se le dejaba exponer
ción: al pedir a la tierra que no cubra su sangre (16: 18a), so- personalmente su defensa y así garantizar sus derechos. Cambian-
licita que después de su muerte pudiera ser revisada su injusticia do la petición en pregunta, Job dice: «¿Quién querría responder
y demostrada su inocencia y que se ejecutara la venganza con- por mí?» (17: 3b). Literalmente dice: «¿Quién estrechará su mano
tra sus enemigos (cp. Gén. 4: 10) hasta que «no haya lugar para con la mía?» Darse las manos era la costumbre establecida para
su clamor» (16: 18b). El significado es: «que mi pleito y de- ratificar tratos o transacciones comerciales (cp. Pr. 6: 1 y notas
manda de justicia no quede enterrado».
Después de hablar de la tierra, Job hace referencia al cielo, 11. Muchos comentaristas, no obstante, creen que Job estaba pidiendo
confiando que allí hallará un «testigo» (alguien que pueda ha- a Dios que fuese El su Abogado.
12. La primera mitad del versículo 16: 20· puede traducirse. «mis clamores
blar en su favor y con la verdad por delante) y un «abogado» [o tal vez, •mis pensamientos interiores»] son mis intercesores» (véase Rei-
en las alturas. ¿Estaría Job pensando en el mismo Dios a quien chert, p. 85).
13. Job no dice: c¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios!» (como
con tanto enfado había descrito como su enemigo? El contex- traduce nuestra Biblia castellana), sino •iÜh, si él [esto es. mi testigo] pu·
to, especialmente 16: 21, parece indicar que Job tiene a alguien diese disputar con Dios en favor del hornbre!» (esto es, Job).
90 / Job Lucha sobre las cenizas (15: 1-17:16) / 91

marginales de la version inglesa en 11: 15; 17: 18; 22: 26). Aquí faz con otra endecha acerca de la muerte. Comienza su requiem
¡ ob se lamenta pensando que nadie aceptará representarle como con palabras que expresan profunda emoción, típico de la per-
abogado suyo a la hora del juicio. Por lo tanto, Dios, quien es sona que no ve objetivo para continuar viviendo. La mayor par-
el juez, debe aceptar Ja responsabilidad y comparecer de todas te de su vida ya se ha gastado, y muchos de sus propósitos han
formas en el juicio. quedado sin realizar (17: 11).
Esta solución era necesaria a causa de que Dios había rete- En sus primeros discursos, sus amigos contemplaban una po-
nido en sus amigos la capacidad de entender la verdad acerca sible esperanza para Job, pero para él era como intentar trans-
de Job. por eso no reconocían su inocencia, no sería justo que formar la noche en día (17: 12). Zofar, en efecto, había dicho
Dios tuviera en cuenta sus argumentos (17:4). Tan disgustado que las tinieblas de Job vendrían a ser como la mañana lumi-
estaba Job con sus consejeros que arremete contra ellos acusán- nosa (11: 17). Mas para Job, Jo único que podía vislumbrar en
doles de egoístas y tener intención de hacerse con su hacienda. su futuro era la muerte en el Seo!; allí no existe la esperanza
Tan espantoso crimen requería que sus hijos fuesen el pretexto y ciertamente no brilla la luz. «Si yo espero, el Seo! es mi casa;
(17: 5). haré mi cama en las tinieblas» (17:13).
Tan próximo estaba a morir que podía llamar a la misma
e) La desesperación de Job, ante sus amigos y cara a cara tumba («la corrupción» ) «SU padre» y podía referirse a los gu-
con la muerte (17:6-16). Las emociones de Job suben y bajan sanos que iban a devorar sus carnes como «SU madre y sus her-
como las montañas rusas a toda velocidad. Después de pedirle manas» ( 1 7: 14). Cualquier nota de esperanza estaba tan alejada
a Dios que Je concediera confianza, le acusa por hacer de él de Job que solamente la muerte estaba presente, la que le acom-
«Un refrán entre los pueblos» (17: 6a). En otras palabras, que pañaría hasta las profundidades del Seol, en la tumba (l 7: 15-
su persona ha ido de boca en boca en sentido peyorativo. No 16).
solamente hablaron mal de él; le escupieron en el rostro: i terri-
ble insulto! Una descripción triste y humillante contra una per-
sona enferma y postrada en el dolor más agudo, agrabada su
pena por la pérdida de sus hijos y acosado por quienes decían
ser sus amigos, pero que no hicieron más que hundirle más pro-
fundamente en su miseria. Tan insoportable se hizo su dolor
que incluso «SUS ojos se oscurecieron a causa del sufrimiento»
(17: 7a)14 y su cuerpo perdió peso hasta que sus miembros eran
como sombras (17:7h; cp. 16:8).
Aunque sus consoladores se burlaron de él en vez de ayu-
darle (17: 2) y la gente le insultaba (17: 6), Job remonta su espí-
ritu de nuevo; ante la convicción de que los justos triunfarán
al final y «el inocente se levantará por encima del impío» (17: 8).
Firme en sus convicciones «proseguirá su camino» y recupe-
rará fuerzas porque sus manos están limpias; es decir, porque él
es inocente (17:9). Se siente tan seguro en su postura como para
desafiar a sus tres amigos invitándoles a que argumenten de
nuevo, sabiendo de antemano que sus razones carecen de sabi-
duría (17: 10).
Seguidamente, termina su segundo discurso replicando a Eli-

14. Tenemos cinco referencias a los ojos en Job ( 16: 16, 20; 17: 2, 5, 7).
Yo veré a Dios (18:1-19:29) I 93

ruina de los malos diciendo que «serán cortados» (18: 7b-8).


Elifaz menciona Jos sentimientos culpables de la conciencia que
atormentan al impío con remordimientos internos, pero Bildad
pone su acento en las pérdidas materiales de Jos males (18: 14-
16 ), en la fuerza física (18: 7, 13), en la seguridad emocional y
la serenidad de espíritu (18:8-11), en la reputación (18:17-18) y

7 en la descendencia ( 18: 19).


Es interesante destacar como el segundo discurso de Bildad
se parece a su segunda intervención. Comienza ambas aren-
gas preguntándose: «¿Hasta cuándo . . ?» (8: 2; 18: 2). Hace re-
YO VERE A DIOS ferencia a la pérdida de sus hijos (8:4; 18: 19). Menciona las
plantas cuando se marchitan como alegoría de la pérdida de
las riquezas por parte de los malos (8: 12-13, 16-19; 18: 16). En
3. Segundo dlscurso de Bildad ( 18:1-21) cada discurso, Bildad repite la frase sobre la «tienda de los
impíos» (8: 22; 18: 15).
Indignado ante el atrevimiento y las duras palabras de Job, Su segundo discurso es, como en el caso de Elifaz, más cáus-
Bildad arremete con otra diatriba, y continúa con el tema que tico que el primero. Mientras que Bildad menciona a Dios por
Elifaz ha comenzado en su segunda secuencia, esto es, la suer- nombre seis veces en el capítulo 8, él hace una sola referen-
te de los impíos. Bildad parece seguir el hilo de su amigo más cia al Señor en todo el capítulo 18. Ambos muestran en sus
adulto, ya que su temática es muy similar a la mayoría ?e los respectivas primeras intervenciones, que hay esperanza para
asuntos planteados por él, tal como el siguiente bosquejo de- Job si éste se arrepiente de sus pecados, pero esta esperanza
muestra: desaparece por completo en sus respectivas segundas arengas.
En muchos de los comentarios, Bildad obviamente estaba re-
Las tinieblas vendrán sobre el plicando a las palabras de Job expresadas en los capítulos 16,
impío. 15:22-23, 30 18: 5-6, 18 17 o en anteriores ocasiones. Estas respuestas las comentaremos
Los impíos son como plantas que en los párrafos siguientes.
no prosperan 15: 30b, 32-33 18: 16
Las llamas destruirán al impío. 15: 30, 34 18: 15 a) Bildad denuncia a Job (18: 1-4). La impaciencia de Bil-
La prosperidad del impío le será dad se hace evidente en sus palabras introductorias: «¿Cuándo
quitada. 15:27-31 18: 7' 15-16 pondréis fin a vuestras palabras? Entended y después hablemos»
La angustia aterroriza al impío. 15:21, 24 18:11, 14 (18: 2). Sigue calificando la defensa de Job como de incoheren-
Las tiendas de Jos impíos serán tes frases sin lograr combinarlas para que tengan sentido.'
destruidas. 15:34 18: 6, 14-15 Bildad se pone furioso cuando Job califica de bestias estú-
Los impíos se oponen a Dios o pidas a él y a sus amigos, según las implicaciones de las pala-
no le conocen. 15:4, 13, 2'5-26 18: 21 bras de Job en 12: 7-9. A su afirmación «Su furor [de Dios] me
despedazó» (16: 9), Bildad le replica: «Tú te despedazas en tu
La falta de material original y de nuevas ideas en el discurso furor» (18: 4a). «¿Quién se habrá creído Job que es él?» -ex-
de Bildad es evidente. Su argumento acerca de los impíos sien- plota indignado Bildad-. «¿Abandonará Dios la tierra nor su
do atrapados como los animales cayendo en las redes (18: 8-10) causa?» (18:4b-c). A continuación repite el credo caract~rístico
ya había sido mencionado por su amigo Elifaz (5: 13). .
l. Las palabras «poner fin» traducen un modismo hebreo usado solamente
Por otra arte, Elifaz observa a los impíos como destruidos aquí Y que probablemente quiere decir literalmente «preparar las trampas»
por Dios (15:30c), mientras que Bildad hace hincapié en la (para cazar animales)
Yo veré a Dios (18:1-19:29) I 95
94 I Job

de los tres: el hombre sufre según los pecados que ha come- más terrible manifestación» .2 Aún más acertado puede ser el
tido. En estos comentarios Bildad recoge previas alegorías usa- sentido referido a las enfermedades: entre todas las conocidas
das por el mismo Job anteriormente (14: 1~) tomando ~as mon- en aquel entonces, había la que provocaba Ja muerte especial-
tañas y las peñas en sus movimientos para ilustrar sus ideas. mente a los niños, la intención de Bildad era calificar a Job
como peor que esta enfermedad.
b) La caída de los impíos descrita por Bildad (18: 5-21). El Bildad continúa diciendo que Job será arrancado «de su
Juro relato de Bildad describiendo la suerte de los malos, sin tienda de seguridad» y arrastrado como un prisionero cautivo
eluda dedicado a Job, incluye la destrucción de los impíos con «delante del rey de los terrores» (18: 14), siendo la muerte como
todo detalle. Con ellos quedarán arrasadas sus riquezas. sus personificada en Ja persona de este «rey». Aunque Job «ha es-
emociones vitales y sus familias de modo que no quede me- tado esforzándose por librarse de los terrores de Ja muerte, final-
moria de ellos para la posterioridad después de su ~1Uert~. mente se ve arrastrado ante el mismo rey de las tinieblas» .3
La luz de los impíos, iluminando sus casas simbolizando Habiendo disertado sobre la enfermedad, como preludio de
una prosperidad continuada, se apagará, pretende Bildad (18: la muerte (18: 13) y sobre Ja muerte misma (18: 14). Bildad pasa
5-6; cp. Pr. 13:9; 24:20). Se ve claro en estas palab_ras una ré- a reflexionar sobre los resultados del fin de Ja vida (18:15-21).
plica al argumento de Job mencionando «la prosper_1dad de las Ni una sola cosa de todas sus posesiones será dejada en la
tiendas de Jos ladrones y de Jos que provocan a Dios» (12:6), tienda del impío cuando muera, y piedra de azufre será «es-
pensamiento, a su vez, reforzando la afirmación de Bildad cu~n- parcida sobre su morada» (18: 15). La piedra de azufre puede
do dijo: « ... la habitación de los impíos perecerá» (8: 22) ·. El in- ser una alusión al fuego de Dios cuando El envía Sus juicios
crédulo, aunque confiado en sí mismo calculando su vigorosa (Gn. 19: 24; Dt. 29: 22-23), el uso del azufre para fumigar una
fuerza, quedará debí litado por sus mismas maldades calculadas habitación donde haya muerto una persona, o a Ja catástrofe
para perjudicar a otros ( 18: 7). . sufrida a Jos ganados de Job cuando murieron al «descender
Seis palabras distintas usa el escritor par~ n~m,br_ar «tram- fuego de Dios» (!: 16).
pa» en l8: 8-10; en este corto pasaje entran ma~ smorurnos para Con las palabras «Abajo se secarán sus raíces» (18: 16}, pue-
este término que en ningún otro texto en el Antiguo Testamen_t?. de que Bildad recuerde de pasada otro comentario de Job (14:
La «red» se usa para cazar pájaros (cp. Pr. 1: 17) o también 8). El impío, dice Bildad, vendrá a ser tan desarraigado que pue-
hombres, y Ja «malla» es más ligera, tejida de manera que ~e de compararse a un árbol sin raíces ni ramas. Nadie tendrá me-
pudiese colocar encima del hoyo (18:8). El «lazo» es o~ro dis- moria de él (18: 17), y será desterrado a las tinieblas, esto es, en
positivo para atrapar pájaros, disparándose cuando el animal lo la soledad de la muerte (18: 18). Ninguno sobrevivirá al malo,
toca (18:9). La «cuerda» escondida en el suelo hace tropezar nadie continuará su posterioridad (18: 19). La falta de descen-
a su víctima para que caiga en la «trampa» colocada en el dencia era considerada como una de las mayores desgracias o
lugar donde posiblemente ha de pasar (18: 10). maldiciones, pues el nombre del hombre se perdía en esta oca-
Bildad amontona todos estos sinónimos para acentuar los sión. Tan calamitosa sería la suerte del malo ( 18: 20) que la
muchos e inminentes peligros que esperan al impío como re- gente del Este y del Oeste, quedarían asombrados.
;ultado de sus propios temores que Je aterrorizarán (18: 11) Y El término comúnmente usado para determinar el hombre
Je precipitarán de un lugar a otro sin que pueda evitar el re- «impío» significa «Una persona pervertida». Para Bildad esto
sultado de todas sus fechorías. estaba muy claro, tan claro como el final de este hombre en su
«Sus fuerzas se gastarán» (18: 12) a causa del hambre que mente: Job. No conocía a otro quien hubiera perdido posesio-
le sobrevendrá (indicando que las dificultades se amontonarán nes, hijos, riquezas, reputación y estima de los suyos; nadie
sobre su atribulada vida). «La enfermedad roerá su piel» (18: atrapado en tal cúmulo de calamidades; él, Job, era el «hom-
13a) otra despiadada alusión a la situación de Job atacado de
dolorosas dolencias cutáneas. «El primogénito de la muerte» 2. H. H. Rowley, Job, p. 162.
(que «devora sus miembros») puede significar «la muerte en su 3. A. B. Davidson, The Book of Job. p. 135.
Yo veré a Dios (18: 1-19:29) / 97
96 I Job

bre pervertido» castigado por el justo Dios. Como si pr~nun- era Dios y no su pecado (19: 5-6). La palabra «derribado» pu-
ciara una sentencia definitiva, Bildad termina su razonamiento diera traducirse «pervertido», este mismo término es usado por
diciendo: «Ciertamente tales son las moradas del impío, y éste Bildad cuando pregunta: «; Pervertirá el Todopoderoso la jus-
será el lugar del que no conoció a Dios» (18:21). ticia?» (8: 3). Aquí Job declara ser injusto en el trato recibido
de parte de Dios en este caso concreto. Bildad estaba en un
error al intimidar a Job diciéndole que estaba atrapado en su
4. Segunda respuesta de Job a Bildad (19:1·29) propia red ( 18: 8-10); era Dios quien le había encerrado «en
Su red» ( 19: 6b). El vocablo traducido por «red» aquí, difiere
La respuesta de Job a Bildad es similar a su réplica hecha de las seis palabras usadas anteriormente para señalar las dif e-
a Elifaz. En los capítulos 16 y 17 y también en el 19, Job re- ren tes artes de cazar animales (18: 8-10). «Esta red es la que
bate las insensatas palabras de sus amigos, acusa a Dios por el cazador usa para conducir a los animales vivos una vez los
atacarle como si de un enemigo se tratase y muestra una súbita ha atrapado.» 4
esperanza confiando en que logrará ser absuelto. Sin embargo,
en el capítulo 19, entran dos elementos no hallados en los b) Hostilidad por parte de Dios (19:7-12). En ambas ré-
capítulos 16 y 17: la sensación de Job al sentirse abandonado plicas a Elifaz, Job dijo que Dios le trataba como un enemigo
por sus familiares, amigos y criados; y su profunda confia?za (6:4; 7:20 y 16: 12-14). En su segunda respuesta amplía este
en su Redentor viviente, con la certeza de que ha de ver a Dios. pensamiento. A su afirmación asegurando que Dios había abu-
Este capítulo es el pináculo entre los cuarenta y dos que con- sado en Su trato (19: 6) añade que, además, acababa él de salir
tiene el libro, el centro de la majestuosa obra poética de la in- de las manos de sus acusadores cuando cae en manos de Dios.
tervención de Job. Después de recriminar la hostilidad de sus Es interesante notar que lo mismo Job como sus detractores es-
acusadores (19: 1-6), la de Dios (19:7-12) y la de sus familiares tán convencidos de Ja procedencia de las desgracias; unos y
y amigos (19: 13-22), el sufrido santo, se remonta desde las pro- otro declaran a Dios como autor de las mismas; en donde di-
fundidades de su quebrantado espíritu hasta las alturas de una fieren diametralmente es en cuanto a las razones que Dios tiene
renovada y absoluta confianza en su Dios (19:23-29). para actuar como lo hace. Los tres acusadores están convenci-
dos de que se trata de la retribución del pecado de Job, mien-
a) Hostilidad por parte de sus acusadores (19: 1-6). Por tras que Job las considera corno una injusticia.
dos veces Bildad comienza sus discursos con «¿Hasta cuándo?» Dios continúa siendo injusto cuando sigue ignorando el cla-
(8:2; 18:2). Ahora Job le devuelve la pregunta interrogando a mor del pobre solicitando juicio para su causa (19: 7). A con-
Jos tres acusadores: «¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma?» (19: tinuación no tiene inconveniente en enumerar las violencias su-
2). En vez de una ayuda, sus amargas palabras han servido fridas, diez en total (19:8-12). Para apreciar el impacto de las
para acentuar su vejación, haciéndole sentir como polvo bajo palabras de Job, es necesario poner el énfasis necesario en el
el peso de su carga emocional. Repetidamente le han estado pronombre «El» como sujeto de cada forma verbal en toda esta
insultando («diez veces» es una frase hecha significando «a me- sección. Job atribuye rigurosamente a Dios todas y cada una
nudo») y se avergonzaban de su actitud (19:3). Admitiendo que de las acciones: («cercar, despojar, arruinar, arder», etc.).
hubiera pecado (nunca lo admitió Job, solamente hipotética- Dios ha limitado la trayectoria de Job colocando obstáculos
mente dijo «SÍ») era un asunto personal y nada les incumbía en su camino (cp. 3:23, cuando Job se queja por similares mo-
a ellos (19: 4). tivos); Dios ha oscurecido su camino y tiene que caminar ten-
Sus manipulaciones estaban claras para Job: ellos estaban tando sus pasos (19: 8). Dios le ha privado de todas sus bendi-
actuando considerándose superiores a él (cp. 12: 3; 13: 2) y que- ciones ( «quitado la corona de mi cabeza») y ya no puede ser un
riendo demostrar que sus af liciones eran el resultado de haber ciudadano reconocido y honrado (19:9). Dios le ha quebran-
ofendido a Dios. Pero él tenía nuevas razones para sus acu-
sadores. Ellos necesitaban saber que el causante de sus males 4. Rowley, p. 167.
98 I Job Yo veré a Dios (18: 1-19:29) / 99
tado de tal manera que se siente como un edificio derrumbado manera muy honesta de valorar los hechos tal como él los po-
o como un árbol arrancado de su lugar sin esperanza para re- día ver.
cuperar la vida (19: 10; cp. 14: 7).
Cambiando de metáfora por ilustraciones bélicas (19: 11-12), c) Hostilidad de parte de sus familiares, amigos y criados
Job atribuye a Dios furor y enfado contra él (cp. 16:9), dán- (19: 13-22). Job se lamenta de su soledad, otro aspecto de su
dole trato de enemigo (cp. 13: 24). Dios le ha sitiado como los sufrimiento. El se ha quedado sin sus camaradas,8 sus conoci-
ejércitos acampan alrededor de la ciudad que pretenden atacar. dos, sus familiares, sus amigos íntimos, los criados domésticos,
Con estas palabras Job no duda en expresar su sentido de in- su esclavo privado, su esposa, hermanos, incluso de niños (19:
justicia por la superioridad de Ja parte contraria a él, al de- 1 !-18). Estos grupos abarcan desde los círculos sociales y cono-
clararse Dios su enemigo. ¿Por qué numerosas tropas se han cidos hasta los parientes más cercanos; desde las personas a la
de desplegar en contra de un enemigo tan frágil? Para Dios, altura Y nivel de Job hasta los de inferior rango.
Job era una insignificante tienda (19: 12). Muy doloroso resulta ser despreciado por los amigos, pero
Algunas de estas palabras del vocabulario beligerante usado resulta peor verse rechazado por «los moradores de la casa»
por Job, se parecen a las de Bildad cuando le da respuestas en (es decir, por quienes han recibido la deferencia de ser invita-
el capítulo 18. Bildad había mencionado las desgracias del ini- dos),. Y p~r 19os mism?s criados (19: 15), Fue peor la «amarga
cuo, ahora Job las repite y las remite a su origen: Dios.5 humillación» al ser ignorado por su servidor personal al ro-
Carter sugiere que Job no atribuía estos conceptos de ene- garle atención sin recibirla (19: 16). Su aliento era molestia para
mistad a Dios, sino al tradicional punto de vista o interpreta- su espo~a, pro?~blemente quiere decir que ella lo detestaba y
ción que sus acusadores daban a la situación. Se justifica, el no quena admitir sus besos por causa de la halitosis producida
comentarista citado, diciendo que de otro modo resultaría blas- por la enfermedad. También sus hermanos le despreciaban (cher-
femia en boca del patriarca, cosa inadmisible dado todo el ca- manos», literalmente, hijos de mi vientre, significando o bien
rácter y tono del libro, como un todo.6 Para Carter, Job sim- sus hijos, que eran descendencia del vientre de su esposa, o sus
plemente seguía en su razonamiento las implicaciones de su hermanos, que eran la descendencia del vientre de su madre)."
punto de vista: Si Job sufría a causa de sus pecados, entonces . Job había dicho que Dios le entregó en manos de los men-
Dios se presentaba como un enemigo. Pero esto parece que es tirosos (16: 11); ahora añade que incluso los muchachos le des-
leer demasiado entre líneas. En ningún lugar dijo Job o dio precian ~ ~ 9: 18). Esta burla era tenida por muy deplorable, ya
a entender: «Si vuestros puntos de vista son correctos, enton- que los Jovenes debían gran respeto y toda consideración a sus
ces Dios es mi enemigo». Todo lo contrario, él se muestra to- mayores. Incluso cuando Job se levantó (¿con la intención de
talmente convencido de que Dios es su enemigo. La frustración hacer valer el respeto debido"), ellos hablaron contra él. «To-
de Job iba más allá de los puntos de vista de sus consoladores; d.os .sus íntimos amigos» (literalmente, varones de mi consejo,
él se sentía frustrado con el mismo Dios, cuyas acciones con- significando las personas de máxima confianza) le aborrecieron;
sideraba injustas' del todo. Estas opiniones de Job no han de pro_bablei;iente, aquí están incluidos Elifaz, Bildad y Zofar.
consistir una blasfemia de por sí; 7 al contrario, revelan una Ouienes el amaba se volvieron contra él (19: 19). .
Job sufrió ostracismo, no solamente por parte de la gente
5. Cp. 19:8b con 18:5-6, 18 (las tinieblas están presentes); 19:9 con 18:16-17 en general fuera de su círculo íntimo, sino por los que más ama-
(el honor es quitado); 19: !Oa con 18:7, 12 (derribado a tierra); 19: 10/J con ba, de quienes podía esperar ayuda en los momentos de difi-
18: 16 (el árbol es arrancado de raíz); 19: 12 con 18: 14 (inseguridad en su
tienda).
cultad Y tragedia. Unido a su angustia emocion_al estaba su do-
6. Charles W. Carter, «The Book of Job», en TIIe Wesleya11 Bib/e Com-
11ze111arv, ed. Charles W. Carter, vol. 2 (Grand Rapids: Eerdmans, 1968), p. 104. . 8. La palabra «herrnai os» puede indicar, literalmente, parientes, 0 figura-
7. La blasfemia es una actitud fija de antagónica enemistad contra Dios, tivamente sus camaradas de la misma escala social y nivel de vida. Tal vez
lo segundo debe entenderse aquí.
mostrada en la intencionada difamación del carácter de Dios. Job exteriorizaba
9. Víctor E. Reichert, Job, p. 97.
su frustración y su disgusto ante la aparente injusticia de Dios, pero no
iurvnu-tió contra una beligerante actitud en contra de El, ni le rechazó. 10. Probablemente intenta hacer referencia a sus hermanos· cp. 3: 10, don·
de «mi vientre» quiere decir «el vientre de mi madre». '
100 /Job Yo veré a Dios (18:1-19:29) / 101

lor físico no despreciable: «Mi piel y mi carne se pegaron a nocida de todo el libro. Es el gran clímax, el punto álgido de
mis huesos» (19:20a); esto es, tanto peso había perdido que se la confianza de Job en la vindicación de su causa. Es una «ma-
quedó con la piel y los huesos (cp. 16: 8; 18: 13). Las siguien- ravillosa explosión de fe». '3
tes palabras de Job, «Y he escapado con sólo la piel de mis Esta explosión de fe comienza con un clamor pidiendo que
dientes» (19: 20b), equivale a nuestra expresión castellana de sus palabras de protesta queden registradas de forma perma-
«salvé mi vida por los pelos». No obstante, hay otra posible nente y sean «escritas» e «inscritas» en un libro, sin duda un
interpretación del dicho «la piel de mis dientes»: puede signifi- rollo ( 19: 23). Entonces pide otra de las formas de escritura:
car simplemente las encías. En este caso, el pensamiento sería grabadas en «Cincel de hierro y con plomo» fijadas en la pie-
que al estar su cuerpo tan castigado por la enfermedad, le ha- dra «{para siernpre!» (19:24). El plomo no era el material sobre
bían caído hasta los dientes, quedándole en la boca solamente ~1 que se escribía, sino que una vez cincelada la roca se vertía
las encías. deretido dentro de lo.s huecos y así destacaba mejor la escritura.
En dolor profundo y desesperada súplica, Job suplica mise- Este monumento conmemorativo permitiría a las generaciones
ricordia a sus amigos (literalmente, trato c011 gracia). Sorpren- futuras, juzgar los hechos relativos a Job. .
dentemente, se dirige a ellos con tiernas palabras: «{Oh, voso- E~tos importantes versículos 25 y 26 han sido interpretados
tros, mis amigos!», pudiera ser un sarcasmo, ya que cierta- de diversas maneras por causa de algunas imprecisiones tex-
mente no le habían tratado como amigo, que digamos. Acude tuales en el original hebreo. El primer problema es determinar
a ellos porque «la mano de Dios le ha tocado» (le ha casti- la identidad del Redentor. Algunos eruditos· opinan que se
gado) (19: 21). Dios Je estaba persiguiendo, ¿por qué ellos ha- trata de alguna persona distinta de Dios basando sus opinio-
bían de hacer lo mismo? ¿Aún no estaban saciados de «sus nes en las mismas palabras de Job al aspirar hallar un árbitro
carnes»? (19:22); esto es, «¿por qué tenían que continuar mal- entre él Y Dios (9: 33, un testigo o un abogado en el cielo (ló:
diciéndole? (comer las carnes de otro era maldecirle). No re- 19) Y porque Job aún está contemplando un Dios distante y no
sulta difícil comprender la frustración de un hombre derrotado muy apegado al hombre (23: 3). Otros intérpretes identifican al
por Dios y buscando ayuda en el hombre cuando éste también Redentor en Dios mismo teniendo en cuenta la afirmación pa-
le falla. «Como provocado por una explosión de confianza, Job r~lela, « ... he de ver a Dios» ( 19: 26) y justamente por haber
rebotado del golpe sufrido en quienes le rodean, se vuelve de dicho Job que su testigo había de hallarse «en el cielo» y «en
nuevo hacia Dios».11 las alturas» (16: 19).
La palabra «Redentor», usada cuarenta y cuatro veces en
d) La certeza de ver a Dios (19: 23-29). Job se hallaba en el Antiguo Testamento, proviene de un verbo que significaba
su más baja forma. Los amigos y la familia lo habían abando- «rec_lamar a una persona o una cosa, con el propósito de darle
nado. Toda posibilidad de ayuda humana quedaba descartada. la libertad o rescatarla». Un redentor en la literatura bíblica
Sumido en la más completa miseria, no hay persona alguna dis- antigua, era la persona que ofrecía protección o defendía le-
puesta a darle una mano. Nadie dispuesto a decirle: «Yo te galmente a un familiar íntimo que no podía hacerlo por sí mis-
comprendo». Su cuerpo torturado por el dolor, los tormentos mo. Podía «redimir» la propiedad de un pariente que hubiera
objeto de los planes de un Dios actuando incomprensiblemente, pas~do a manos de otra persona (cp. Lv. 25: 23-25; Rt. 4: 4-15);
según las luces que él poseía de la realidad. podía vengar la muerte de un pariente asesinado (Nm. 35: 19-
«Pero justamente es aquí, cuando todo está rodeado de la 27; 2.º S. 14: 11; l .'' R. 16: 11); podía casarse con la viuda de
oscuridad más intensa, que su fe ... cual arco iris que remonta su ~ermano que no hubiera tenido descendencia (Rt. 4: 10);
las nubes ... brilla con maravilloso esplendor.» 12 podía comprar a un pariente cercano que hubiera sido hecho
El texto de Job 19: 23-27 es probablemente la parte más co- esclavo (Lv. 25:47-55), y podía defender su causa en un pleito
judicial (Sal. 119:154; Pr. 23:11; Jer. 50:34).
11. A. S. Peake, citado por Rowley, p. 171.
12. W. B. Maclcod, Tire Afflictions of tire Right eous (Londres: Hodder &
Stoughton, s. f.). p. 172. 13. l bid., p. 173.
Yo veré a Dios (18:1-19:29) / 103
102 1 Job

En el versículo 25 el «yo» es enfático: «Yo, sí yo, sé que mi árboles. Otra observación: en el texto hebreo la partícula «esta»
Redentor vive». Aunque Job esperaba la muerte, él sabía que aparece al final de la Irnsc y varias versiones no la traducen.
su Defensor, o Protector, estaba vivo y ciertamente se haría Puede referirse a «piel», «esta piel mía», o, tal vez más lógica-
cargo de su causa para vindicado. Entonces Job añade: «Y al mente, pueda interpretarse por «3SÍ», «de esta manera». El ver-
fin se levantará sobre el polvo» (19:25b). Las palabras «Y al sículo quedaría formulado de la siguiente manera: «después de
futuro» o «en el último instante». Pero el término hebreo es un mi piel será desollada de esta manera».
adjetivo, no un adverbio, describe al Redentor, el que ha de le- t : La conocida y tradicional versión inglesa de la Biblia lla-
vantarse, por lo tanto, debiera traducirse, «el último Redentor» ¡ mada «King James» curiosamente añade las palabras «gusanos»
o «El que viene en último lugar». Dios tenía la última palabra, ' y «cuerpo» en letra bastardilla para clarificar el sentido del
como quedó demostrado. texto según la idea de los traductores y reconstruyen el versículo
¿Qué significa «se levantará sobre el polvo»? Algunos exper- así: «Y aunque después los gusanos de mi piel destruyan este mi
tos opinan que quiere decir la tumba, ya que en otras oca- cuerpo» en un esfuerzo para hallar un sujeto al verbo «destruir»
siones se usa esta misma expresión (7:21; 17:16; 20:11; 21: que está en plural, y darle un sustantivo como complemento direc-
26; 34: 15). Sin embargo, «polvo» puede entenderse como tierra to en «este mi cuerpo». Pero el verbo en plural del texto hebreo
(5:6; 8: 19; 14:8; 41:33). Posiblemente, esta última traducción no necesita obligatoriamente un sujeto que le apoye, ya que
es la adecuada. La línea de pensamiento de Job es clara: su puede ser traducido en forma pasiva y no lo necesita. Conclui-
viviente Vindicador, el definitivo, el que pronunciará la última mos que la traducción puede quedar legítima y sin hacer vio-
y definitiva palabra, se levantará sobre la tierra como el tes- lencia al original con la palabra «desollado» (más acertadamen-
tigo se levanta a la hora de testificar en juicio y entonces decla- te que «destruido por los gusanos»).
rará la inocencia de Job en presencia de todo el auditorio. La .seg~nda mita~ del versículo 26 también ha sido objeto
«Y después de deshecha esta mi piel» (19:26a) es la parte
de vanas interpretaciones. Cuando Job expresa, «en mi carne
más difícil de interpretar de todo este pasaje. De acuerdo con he de ver a Dios», ¿quiso decir él «mientras viviese» o pudo
algunos especialistas del hebreo, la traducción debiera decir: dar a entender «aparte de mi carne» (es decir, después de muer-
«después de ser destruida mi piel», como algunos traductores to)? (La partícula «en» puede también traducirse «desde». La
de las versiones inglesas han aceptado.14 Otros intérpretes su- primera interpretación es la preferida por el autor, pues viene
gieren que el verbo significa «rodear», por lo tanto -traducen apo~ada por la afirmación siguiente cuando dice: «Mis ojos lo
ellos- el versículo dice: «después con mi piel ellos me ro- veran» '. No obstante, la forma poética conocida como paralelis-
dearon esto [es decir, mi cuerpo]» .15 Traducir el verbo por mo sugiere que las dos líneas versificadas de 19: 26 sean con-
«desollar» es una tercera posibilidad, preferida por el autor. sideradas como un todo. La muerte no resulta implicada en 19:
Job no esperaba ser desollado en vida, más bien habla en un 26a, por lo tanto, no se puede deducir su implicación en 19: 26b.
sentido figurativo indicando que su piel se iba pegando a sus Además, Job no contemplaba su muerte inmediata (16: 18-22;
huesos lentamente durante el proceso de su muerte segura, o 17: ~, 16; 30: 23). Es necesario añadir que la partícula «en», tra-
bien que su piel iba saltando a tiras con el mismo significado
ducida en otras versiones por «desde», también puede enten-
de terminar la vida de su cuerpo de esta manera tan dramática. derse con el significado de «a parte de».
El verbo significa «cortar» (a tiras) y el original hebreo lo usa
en I saías 1 O: 34 para decir cómo se cortaban las ramas de los . , Tan cierto estaba Job de ver a Dios que repite su convic-
cien en el pensamiento siguiente: «Al cual veré por mí mis-
~º:;· Y no otro» (19:27). «Ver» en hebreo, significa «ver en
14. A. Guillaurne sostiene este punto de vista y lo apoya explicando que vision» o en condición sobrenatural. Su mirada a Dios, su Re-
-Los árabes usan la palabra "piel" cuando se refieren a todo el cuerpo hu·
mano» ( «The Unity of the Book of Job», The Annual of the Leeds Univer sity dentor, será una experiencia para toda la eternidad una ben-
Oriental Society, 4 "1963·1965": 44). dición sentida «por él mismo». Finalmente, Job añade otra nota
15. Este punto de vista es apoyado por Rudolf E. Honsey, «Exeget ical
paper on Job 19: 23-27», Wisconsin Luth eran Quarterly, 67 (1970): 172-84. enfática, «mis ojos lo verán». Personalmente espera contem-
104 / Job Yo veré a Dios (18: 1-19:29) / 105

piar a Dios cara a cara, cuando ya no será un extraño ni un qué le perseguimos? [forzándole aceptar nuestros puntos de vis-
enemigo para El, como creía que era en aquel entonces. ta] y la raíz del asunto está en mí», 16 entonces «temed vosotros
Un pensamiento tan excelso, parece abrumar a Job y le ha:e delante de la espada». Seguidamente, Job explica el porqué de
exclamar emocionado: « ... Mi corazón desfallece dentro de mi» su admonición: «Porque sobreviene el furor de la espada a
(19: 27 e). Su corazón (literalmente, riñones, eran considerados causa de las injusticias, para que sepáis que hay juicio» (19:
por los hebreos como la base y ~siento de las , más. profundas 28-29).
emociones del hombre) se deshacía dentro de el (literalmente, Job estaba afirmando que la ira de Dios se revolvería con-
en su seno). Se hallaba emocionalmente exhausto ante la ex- tra ellos a causa de sus perversos caminos y el resultado sería
pectación de este sin igual encuentro con. Dios. . . la muerte por espada, como juicio de Dios sobre los pecadores,
.Para cuándo esperaría Job ser vindicado por su viviente justamente el juicio que ellos habían pronunciado contra él. Una
Red~ntcr? Como mínimo tres son las respuestas posibles a esta vez más Job muestra su convición de inocencia y acusa a sus
importante pregunta: acusadores de error. Fue esta visión la que le permitió distin-
guir más allá de su propia vida la vindicación esperada y tener
1) Durante los días de su vida en la tierra (de ser así, ¿por la seguridad de disfrutar de nuevo una perfecta comunión con
qué deseaba él perpetuar s~s palabr,as escrit~s. en piedra para su Creador.
conocimiento de la posterioridad, y como conciliar este punto de
vista con sus palabras «después de ser destruida esta mi piel»_?
2) Después de la muerte, en posesión de otro cuerpo resuci-
tado (posible a pesar de haber manifestado ver a Dios con sus
propios ojos, pues añade que esta visión sería aparte de su ~ame.).
3) Después de la muerte pero en un régimen de vida sin
1

la resurrección corporal.

Esta última posibilidad parece ser la más adecuada a la


manera de pensar de Job, pues él ninguna evidencia ofrece
para que podamos deducir su creencia en una resurrección cor-
poral. El dijo, «{aparte de] mi carne», no «Con una nueva
carne resucitada». Además, el concepto de resurrección no for-
ma parte de la creencia común sobre la naturaleza del Seo!
(7:9; 21; 10:21-22; 14:7-14; 16:22).
El tenía su esperanza puesta en ver a Dios; sabía que lo
lograría su Redentor-Vindicador, se levantaría a defenderle y
ganaría su causa. Este era el tan esperado Arbitro (9: 33), el
Abogado-Testigo ( 16: 19). a quien nosotros conocemos co~10. Je-
sucristo, el Hijo de Dios. La seguridad de Job en ser vindica-
do algún día fue un paso gigantesco en su vida de fe y otra in-
dicación de su postura correcta al calcular que sus acusadores
estaban en un error. La muerte, inevitable e inminente, sería la
entrada, no la muralla, que le conduciría hasta la solución de
su enigmático problema.
Job nuevamente se dirige a sus compañeros en Jos dos úl-
timos pensamientos de su discurso: «Mas debierais decir: ¿Por 16. Traducción sugerida por Reichert (p. 101), y Rowley (p. 175), y otros.
¿Por qué triunfa el malo'? (20: l-21 :34) / 107

rente) es momentáneo (20:4-5)? Este es un principio conocido


desde el tiempo del primer hombre sobre la tierra. Bildad había
dicho que el incrédulo perecería (8: 13-19), y Elifaz afirmó que
el impío se hallará como en el vacío antes de tiempo ( 15: 29-
35). La arenga entera de Zofar es un desarrollo rabioso de las
palabras de Elifaz: «no durarán sus riquezas» (15:29).

8 Zofar admite que la alta posición del hombre puede remon-


tarse tan alto como los ciclos y su cabeza llegar a tocar las nu-
bes en su carrera de éxitos y de influencias, pero al final pe-
¿POR QUE TRIUNFA EL MALO'? recerá para siempre, vendrá a ser como estiércol, y la gente ni
se acordará del lugar donde vivía. ¡Qué tremendo contraste!
Alto como los ciclos y humillado hasta la basura; prominente
5. Segundo discurso de Zofar (20:1-29) en influencia y liderazgo para pasar a ser desconocido e igno-
rado por todos los demás. El tal hombre volará como un sue-
Impaciente y resentido, Zofar arremete contra Job con '.n- ño, desaparecerá y nadie preguntará por él, ni será posible ha-
cisiva diatriba. Sus palabras despiden veneno co~o las co~1as llar su rastro. Como Bildad, Zofar dice que el eminente pero
y los áspides como él mismo dice (20: 14, 16). M1entra.s E~1faz malvado «Se disipará» (18: 18; 20:86). Se tornará como invi-
segundo discurso habló de los tormentos del 1mp_10 Y sible, a pesar de haber sido admirado y respetado con honor,
en su , d z f hace hinca- incluso el lugar donde vivió les será desconocido (20: 9). Aun
Bildad dijo que el inicuo quedaría atrapa o, o ar ' .
ié en que el malo perderá sus bienes. Sus palabras Y ~u estilo su familia se verá afectada, Ja pérdida de sus bienes tendrá
~ostrado en este capítulo es el más punza?te de las tres aren- como consecuencia el que sus hijos queden «reducidos a una
gas pronunciadas por sus amigos hasta aqu1. humillante condición que tendrán que mendigar ayuda a los
pobres y necesitados» .1 Se convertirán en mendigos de men-
a) La ira de Zafar se incrementa (20: 1-3). Zofar comien- digos.
za su discurso con las palabras «por cierto»' seguramen;e e~lazan- Más humillación aún, sus manos (significando el mismo pa-
do con los argumentos expuestos por Job antes que el. S~1; em- dre o sus hijos) se verán obligados a devolver los bienes adqui-
bargo ninguna réplica se atreve a hacer contra la expl.os10~ de ridos deshonestamente (20: 10). Esta es una de las pocas ref e-
confia,nza acerca de su Redentor. Los «.pensamientos» inquietos rencias en todo este capítulo, a los pecados del impío; la ma-
(no pensamientos que calman, sino que perturban) en «el es- yoría de sus razonamientos tienen que ver con la pérdida de
íritu de su inteligencia» (20: 2). Job había dicho a sus tres sus riquezas.2
~compañantes que le habían insultado m~m~ro.sas veces (19: 3).
Aunque el impío disfrute de juventud y vigor, dice Zofar,
pero ahora Zofar le replica con disgusto invirtiendo los. pap~les
ambas cosas morirán juntamente con él (20: 11).
acusándole a él de haberles insultado a ellos. El 1rasc1bl~
yZofar, presumiendo de superion · ida d : diiIJO a Job· · «Me hace, res- Prominente, rico, vigoroso; este es el retrato que Zafar des-
ponder el espíritu de mi inteligencia» (20: 3). Esto ~odna ser cribe del inicuo. Despreciable como la basura, desapareciendo
como un sueño, pobre, pereciendo en medio del polvo, tal será
una respuesta a la previa· pregun t a de Job· · «; Tendran fin las
la suerte del impío, y obviamente éste será el fin de Job. No
palabras vacías?» (16: 3).

b) La efímera prosperidad del impío (20: 4-11.) · Ya qu~ l. Albert Barnes , Notes, Critical , l llustr ative, and Pr act ical , on The Book
Job sabe tanto, concede Zofar irónicamente, ¿n~ tiene conoci- of Job, 1/338.
2. Los pecados son las riquezas adquiridas deshonestamente (20: 10, 19),
miento, como siempre ha sido verdad, que el. tn~nfo (c~lebra- disfrutar del mal (20: 12), acumulación de bienes sin misericordia (20: 15, 22,
ciones) del impío cesará y que el gozo del Incrédulo (irreve- 23), opresión al pobre (20: 19), robo (20: 19). devorar los bienes ajenos (20:20).
108 / Job ¿Por qué triunfa el malo? (20:1-21:34) / 109

hay duda que estas hirientes palabras habían de dañar al pa- de lo que desea. De la misma manera que nada dejó sin devo-
triarca en lo más noble de su alma. rar, nada de lo adquirido le será dejaáo (20:21). Cuando se
halle en la cumbre de sus lujuriosos logros, le vendrá la mise- .
e) Ciertos castigos para el pecado (20: 12-19). El hombre ria, y quienes él arruinó caerán sobre él (20: 22). Cuando haya
puede desear gozar del pecado, reteniéndolo lo más posible, llenado su vientre hasta no poder (es una referencia a la otra
como un dulce que se derrite dentro de la boca, puede conti- mención del vientre en 20: 20, en ambos casos ilustrando el
nuar deseándolo una vez se le ha deshecho resistiéndose con egoísmo), Dios derramará Su ira sobre él, la sentirá incluso
todas sus fuerzas, pero -Zofar afirma- se convertirá en ve- dentro de sus intestinos (20: 23).4 Aquí Zofar presenta un inte-
neno para él, como la comida que se corrompe dentro del es- resante contraste: el impío atiborra su vientre con riquezas,
tómago antes de digerirse, y transformándose en veneno de co- pero Dios hace llover su ira dentro de sus intestinos.
bras en su interior (20: 12-14). «Veneno» es literalmente «hie- Ademas, Zofar dice que Dios atacará al inicuo como si lo
O», porque «los antiguos creían que el veneno segregado por hiciera un ejército, por lo tanto, su muerte es inevitable. Puede
las serpientes provenía de la hiel de la vejiga» .3 El pecado pue- que esquive un arma de hierro (una espada o m;¡a lanza) pero
de producir un placer momentáneo cuando se comete pero lue- una flecha de bronce le alcanzará (literalmente, «arco» repre-
go sus consecuencias son siempre amargas. sentando también la flecha disparada mediante él). El herido in-
Zofar continúa con alegorías sacadas del comer, pero ahora tentará salvarse arrancando la flecha de su carne, introducida
cambia el matiz y en vez de tragar el pecado habla de engullir juntamente con el veneno y los terrores le sobrecojerán (20:
las riquezas (20: 15). Dice que el avaro no podrá retener los 24-25).
bienes que devoró deshonestamente. Dios le hará vomitar. Esta Zofar describe un espeluznante cuadro del hombre objeto
ilustración es simplemente una manera burda de repetir lo dicho de la ira de Dios. Parece ampliar hábilmente la disertación de
anteriormente: «Sus manos devolverán lo que él robó» (20: 10). Job al respecto: «Me rodearon sus flecheros, partió mis riño-
Más aún, Zofar añade que la adquisición de los valores por nes, y no perdonó; mi hiel derramó por tierra» (16: 13).
parte del hombre malo es comparable a succionar el veneno de Intensas tinieblas seguirán al hombre inicuo cuando éste haya
las cobras; pronto quedará destruido por el mismo hecho, su muerto, y el fuego consumirá los tesoros adquiridos con su
efecto será como ingerir infección. La misma lengua de la ser- egoísmo; los que sobrevivan en su tienda (su esposa e hijos) pa-
piente le ha de matar (20: 16). garán las consecuencias de su pecado (20: 26). Esta referencia
«El no verá los arroyos, los ríos, los torrentes de miel y de a oscuridad y fuego consumiendo las posesiones puede ser una
leche» (20: 17). Los ríos fluyendo miel y requesón (exquisiteces cruel indirecta pensando en las calamidades ocurridas a Job
para la mesa oriental) eran símbolos de prosperidad y bendi- (cap. 1).
ción. Zafar quiere dar a entender que por más que el impío Job había explicado que su Testigo y Abogado estaba en el
almacene bienes no los podrá disfrutar (cp. 20: 15), y las ri- ciclo, preparado para defenderle, y había suplicado a Ja tierra
quezas adquiridas en negocios sucios «no Jos tragará ni, los para que le fuera permitido vindicarse visiblemente (16: 18-19).
gozará» (20: 18b~. La razón es porque sus bienes son el resul- Sin embargo, Zofar niega la posibiildad de ambas cosas. Por el
tado de la opresión del pobre a quien ha abandonado en su contrario, los cielos «descubrirán su iniquidad» y «la tierra se
suerte. El inicuo llegó hasta arrebatar las casas de los pobres levantará contra él» (20: 27) condenándole, no vindicándole.
(20:19). Sus posesiones serán arrebatadas 5 y dispersadas, evidencia de
la ira de Dios (20: 28). Entonces, como dando la estocada final,
d) La pronta ira de Dios contra los ricos impíos (20: 20- Zofar resume su diatriba con estas brutales palabras: «Esta es la
29). En su insaciable avaricia «no tendrá sosiego en su vien- porción que Dios prepara al hombre impío, y la heredad de Dios
tre» (20: 20), el rico insensato no puede retener (o resistir) nada
4. «Intestinos» aquí significa, simplemente, la parte interior del cuerpo.
S. «Arrebatadas» es literalmente «tomadas en la batalla y llevadas cauti-
3. H. H. Rowley, Job, p. 179. vas».
¿Por qué triunfa el malo? (20:1-21:34) / 111
110 / Job

Je señala para su palabra» (20: 29).6 En su perorata sin c~mpa- contra hombre alguno, así ¿por qué tanta preocupación reba-
sión Zofar trata de encerrar a Job dentro de una cerca sin es- tiéndole sus palabras? Job presentaba sus quejas delante de Dios,
cap~toria: él era este hombre inicuo, no habr~ acepción para y por causa del silencio de Dios, Job tenía motivos para estar
Job, no escapará de los efectos de esta ley universal, el peca- impaciente (21: 3-4). Solamente al contemplarle debían sus ami-
dor debe pagar por su pecado. En su furioso ataq.ue, Zofar .ha gos asombrarse en silencio, sin embargo, clavaron en él sus ojos
mencionado un buen número de verdades, por ejemplo: Dios y continuaron importunándole con palabras ofensivas. El mis-
juzga el pecado; pero estaba en un error al deducir que la .pro~- mo Job sentía horror de su mismo aspecto cuando se contem-
peridad del malo siempre será emífera y que la tragedia es plaba (21:5-6).
siempre consecuencia del pecado. Naturalmente, Zofar estaba
del todo equivocado al aplicar esta generalización a Job.. . b) Job afirma que el malo vh·e en prosperidad (21:7-16).
El incisivo discurso de Zofar termina con una nota inflexi- Job inmediatamente pasa a desmentir el punto de vista expuesto
ble similar a las conclusiones del primer parlamento de Elifaz en el segundo ciclo. De estar en lo cierto los consejeros, «¿por
(5: Í7) y la segunda arenga de Bildad (18: 21). qué viven los impíos?, y se envejecen, y aun crecen en rique-
zas?» (21: 7). ¿Cómo puede conciliarse este hecho evidente con
su inflexible doctrina? Este versículo incluye el primero de va-
6. Segunda respuesta de Job a Zofar (21:1-34) rios específicos contrastes entre el discurso de Zofar y el de
Job. Veámoslo de una manera bosquejada:
En el primer ciclo de discursos, los amigos de Job argun:en-
taron insistentemente que Dios bendecía a los buenos Y castiga- Zafar (cap. 20) Job (cap. 21)
ba a los malos. Por otra parte Job no discute este punto hasta
que los tres se han pronunciado. Lo mismo sucede en este se- Los impíos . . Los impíos ...
gundo ciclo. Job espera escucharles hasta que los tres han ha- perecen como estiércol (v. 7) viven (v. 7)
blado acerca de los criterios sobre el hombre inicuo. Después triunfan por poco tiempo (v. viven y crecen (v. 7)
de la arenga de Eliíaz, Job desarrolla su pensamiento sobre el 5)
papel de Dios como enemigo suyo. Seguido del segundo discur- pierden su juventud y sus se hacen poderosos (v. 7)
so de Bildad, Job continúa con su tema iniciado en la réplica fuerzas (vv. 6, 11)
anterior. Pero en el capítulo 21 Job contrasta su opinión con pierden los sobreviventes en disfrutan de sus hijos y nie-
la de los tres consejeros en cuanto a la destrucción del inicuo su tienda (v. 26) tos (v. 8)
se refiere. Probablemente, por ser las palabras de Zofar más vi-
pierden sus posesiones y sus viven seguros en sus casas
rulentas que las de los demás, Job le responde directamente a él.
casas (vv. 21, 23, 28) (v. 9a) y sus ganados se
incrementan (v. 10)
a) Job pide ser escuchado (21: 1-6). Cuando el sufrido Job
comienza su parlamento, solicita a sus tres consejeros que le la grave ira de Dios cae so- nada saben de la vara del
bre todos ellos (vv. 23, 28) juicio de Dios (v.9)
oigan «atentamente», porque ésta sería Ja manera de ofrecerle
consuelo (21: 2).7 Su silencio sería más consolador que sus pa- tienen hijos que habrán de tienen feliz descendencia (vv.
labras (y más sabio, cp. 13: 5). Sarcásticamente, añade Job, des- ser mendigos de mendigos 11, 12)
pués de conseguir este favor de parte de ellos, podrán conti- (v. 10)
nuar mofándose. Clarifica que ningún argumento esgrimía él arrojarán sus riquezas de pasarán sus días en la pros-
dentro de sus vientres (v. peridad (v. 13)
6. «Su palabra» equivale aquí a «su decreto» con significado de «un 15) y no podrán disfrutar
acuerdo tomado para un propósito determinado•. de prosperidad ni de tran-
7. La palabra «consuelo» es la misma que Elifaz había usado anterior-
mente (•consolaciones•) (15: 11).
quilidad (vv. 17-18)
112 / Job ¿Por qué triunfa el malo? (20:1-21:34) / 113

sus pecados serán revelados se libran del castigo de Dios éste presupone el despiadado castigo de Dios en el momento
(v. 27) (vv. 14-15) cuando el impío se pone «a llenar su vientre» (20: 23) hacien-
sufren por sus propios peca- no sufren por sus propios pe- do esta pregunta: «¿Les repartirá Dios en Su ira dolores a los
dos (v. 10; 21: 19) cados (vv. 19-21) malos?» (21: 17b). Y aún otro interrogante: «¿Serán [destruidos]
son olvidados al morir (vv. les es concedido un honora- como paja delante del viento, y como tamo que arrebata el
7-9). ble funeral (vv. 32-33) torbellino?» (21: 18).* Job niega que los impíos sean destruidos
repentinamente como la paja esparciada por el viento o el tamo
Como puede comprobarse en estos contrastes, Job contradi- arrebatado por el torbellino (¿una refutación de las palabras de
ce categóricamente todas y cada una de las propuestas de Zofar. Zafar en 20: 8-9?). Siguiendo su argumento, Job se anticipa a
Según Job, a Zofar le han cegado su preconcebido sistema las P~~guntas que puedan hacerle sus compañeros al negar que
teológico incapacitándolo para discernir Jos hechos. El cuadro los h~JOS de los malos no han de pagar sus consecuencias por
pintado por Job describiendo a los inicuos incluye a los malos necesidad. Cuando el inicio haya muerto, nada sabrá del sufri-
que viven como evidencia de sus argumentos, cuyos hijos y nie- miento de sus hijos, ni podrá afectarle en nada cuando esté en
tos están ahí, a su alrededor, felices y seguros. Ahí están, igual- la tumba. Además, no siempre el malo ha de beber la ira de
mente, los inicuos bien notorios, con sus ganados bien engorda- Dios en los términos expresados por los tres acusadores de Job
dos (signo de bendiciones de Dios), disfrutando alegremente de 1 (21:19-21).
sus bienes,8 aumentando sus riquezas y gozando de paz a la Por medio de otra pregunta (21 : 22), muestra su desacuerdo
hora de morir. Por si fuera poco, observa Job, los impíos no con sus amigos quienes, en sus generalizaciones, presumen dar
ven la necesidad de servir a Dios; sólo se preocupan de ellos 1 lecciones a Dios de cómo ha de comportarse con los malos. «Nin-
mismos. Deliberadamente le rechazan y nada quieren saber de gún derecho tenéis o posibilidad alguna, para enseñar a Dios
El (21: 14-15).9 n~da. El no está limitado a vuestra teología. 1 nd iscutiblemente,
El juicio de Job, «he aquí que su bien no está en mano~
de ellos» (21: 16a), puede significar que su prosperidad no pro-
cede de ellos sino de Dios. J oh rechaza tales principios y presu-
' D10s es el Juez de quienes están en el ciclo 10 y por supuesto
de todos los seres humanos.»
En lu?ar. de que los impíos mueren súbitamente al llegar
puestos (21: 16b); pero esta presentación del inicuo más bien en al punto álgido de su prosperidad, Job admite que es así en al-
términos positivos, no implica su aprobación o el deseo de se- gunos casos, pero no siempre. Algunos mueren mientras son
guir su ejemplo. fuertes, pacíficos y satisfechos, y su paz y vida fácil («Sus vasi-
jas estarán ) lenas de leche», cp. Sal. 7 3: 4). y en plena salud («y
e) Job admite que los impíos, lo mismo quienes prosperan sus huesos serán regados de tuétano»); otros acaban sus días
como los pobres, todos han de morir por sus propios pecados en profunda amargura, sin haber recibido bendición alguna du-
(21: 17-26). A la amenaza de Bildad asegurando que «la luz de r~nte toda su vida (21: 23-25). La muerte es la potente máquina
Jos impíos será apagada» ( 18: 5) «y a su lado está preparado niveladora; las vastas diferencias de la vida de Jos hombres
quebrantamiento» (18: 12), J oh presenta sus objeciones: « i Oh,
cuántas veces Ja lámpara del impío es apagada, y viene sobre * Como ~uede notar el lector, en nuestras Biblias castellanas. el ve rs icu-
ellos su quebranto, y Dios en su ira les reparte dolores» (21: 17). lo 18 del ca_p1tulo 21,. a que se hace referencia aquí, no es una pregunta sino
También contradice Job el plinto de vista de Zafar cuando una ~firm~c1ón . ,Sabido es que en los origin_ales hebreos no. existen puntos ni
comas, Y corno es nutural ni íntcrrogurucs 111 ud mi rncione s . El traducto~ b I bl i-
n~ t'H! ve obl1ga<.llJ u tornnr ~u~ pt·opit1s clcc isioncs dv ucur-rdo con ~r sign i-
ficado que descubre e.n. el ~ontcxto, En este caso concreto 11i aun las versiones
8. Los instrumentos mencionados en 21: 12, tamboril, citara y flauta, son I?glesas muestran un íformldarí: po~ ejemplo, la t rad ícionat versión de «King
instrumentos de percusión, de cuerda y de viento. Jame~,, concu~rda con nuestra Re1na-Valcra y Ja « Nc w American Standard
9. Este razonamiento refuta inteligentemente la postura de Bildad cuan- Ve rsión» _mantiene la frase en interrogante. como opina el autor del presente
comentario a Job. (N. del T.)
do afirma categóricamente que «quien no conoce a Dios» (t8: 21) sufre; Job
demuestra aquí que no por necesidad quien rechaza a Dios ha de sufrir. _10. O, «El juzga desde las_ alturas". esto es. El adrn inixt ra juicio para el
universo entero, desde Su solio en el cielo.
114 / Job

(todos procedentes del mismo polvo) quedan cubiertas por el


polvo de la tumba y son destruidos por los mismos gusanos (21:
26). En todo este razonamiento (21:23-26), Job ni afirma la pros-
peridad del malo ni Ja buena fortuna del justo, simplemente dice
que el carácter de la persona no puede det-rminarse por la
suerte que haya tenido en su vida. Se revela contra la rígida
postura de sus oponentes que llevaría a la conclusión siguien-
te: «Dios juzga a los hombres según sea su cuenta corriente en 9
el banco y su certificado médico.» Todos los hombres mueren,
solamente Dios está capacitado para juzgarnos a todos. al mar- DIOS, ¿DONDE ESTAS TU?
gen de la presencia o la ausencia de los bienes que tenemos o
la salud que disfrutamos.
el) Job admite que los impíos mueren en la prosperidad 21: D. El tercer ciclo de discursos (22:1 - 31 :40)
27-34). Job les manifiesta haber descubierto sus ardides y los pla-
nes que sus consejeros han planeado contra él (21: 27). Al pregun- En. el primer ciclo, los visitantes de Job dieron por sobre-
tar. «¿Y qué de la tienda de las moradas de los impíos?» (21: entendido que era un pecador y, consecuentemente, Je invitaron
28). los consejeros insinuaban los pecados de Job. Al citar es- a~ _arrepentimie.nt_o. En el segundo ciclo, insinuaron su culpa-
tas palabras seguramente hacía referencia a las pronunciadas an- bilidad y des~nb1eron el terrible destino de Jos malos, pero sin
teriormente por Bildad (8: 22; 18: 21) o a las de Zofar (20: 28). darle oportunidad para arrepentirse. En el tercer ciclo, Je ataca-
La respuesta la hallarían preguntando a los viajeros, quienes ron con acusaciones directas condenándole por haber cometido
conocían y habían visto otras partes del mundo (21: 29). Esos pe~~dos específicos; solamente El ifaz manifestó a Job Ja invi-
hombres de mundo confirmarían los puntos de vista de Job tac10~ a volvers~ a Dios en busca de perdón. E! patriarca, por
y estarían acordes con él, afirmando «que el malo es preser- su parte .. afronto los tres ataques con marcada valentía. Negó
vado en el día de la destrucción, guardado será en el día de las pr~m1sas de sus deducciones en cuanto a la relación pecado-
la ira» (21: 30).11 suf ~1m1ento, no ad_mitió la postura de ellos al afirmar que in-
Al malo le es permitido, discute Job, continuar caminando vana~lemente los impíos se identifican por el sufrimiento y se
en sus perversos caminos, sin que nadie se atreva a reprender- revelo ante su acusación de que él pudiera ser un empedernido
pecador.
le o se revista de valor para denunciarle (21: 31). Recibe hono-
res, no solamente en esta vida, sino aun después de muerto. La
gente velará su tumba y llenará su ataúd de flores en la pro-
cesión de su funeral. Todas estas evidencias prueban su popu- 1. Tercer discurso de Elifaz ( 22:1 ·30)
laridad. Más aún, incluso «los terrones de tierra» donde que-
da enterrado, le serán «dulces» al malvado (21: 32-33). , Cuando Elifaz habló por primera vez lo hizo con cierta cor-
Como resultado de tales evaluaciones, el criterio final de tesía: en su segund~ embestida nada hubo de cortés, y en el
Job sobre lo dicho por sus amigos queda bien definido: su con- tercer ~s~lto, se porto groseramente. Ni se dignó hacer referencia
suelo no ha servido más que para mal; sus respuestas, lamen- a la replica de Job; se limitó a despellejarlo sin piedad.
tables falacias (21: 34). La conclusión de Job al final de este ci-
clo es que, después de tanto hablar y tanto discurso, nadie le a) Elijaz manifiesta que Dios no tiene interés en Job (21:
ha ofrecido un ápice de ayuda. 1-5). ~om1ena Elifaz diciendo que Dios no necesita al hom-
bre. t:Ji aun el «hombre provecho» (literalmente, hombre fuer-
11. Aunque muchos eruditos interpretan este versículo como una pregunta, t~).' ru tampoc~ al sabio, a pesar de ser más honorable que el
el autor se inclina por entenderlo como una afirmación. físicamente eminente; ninguno de ellos puede serle de provecho
116 I Job Dios, ¿Dónde estás tú? (22:1-24:25) / 117
a Dios 1 (22: 2). Dios no recibe satisfacción alguna en la jus-
ción implica que Job, siendo rico, no podía tener la más míni-
ticia de los hombres y ningún provecho saca de su integridad
ma razón para un comportamiento tan bajo e inhumano. El
(22: 3). Para Elifaz resultaba evidente que Dios no estaba pre-
intento de Elifaz era demostrar la baja condición moral de su
miando a Job por ser reverente; por lo tanto, la única expli-
acusado. No obstante, Job sabe defenderse de esta calumnia (31:
cación por Ja acción de Dios era que le estaba castigando por 19-22).
su gran maldad (22: 4-5). Dios, quien solamente está interesado
2. Elifaz continúa acusando a Job por negar el agua al can-
en Ja justicia, va en busca del hombre exclusivamente cuando
sado y pan al hambriento (22: 7). Este cargo imputado con tal
su pecado lo requiere. Si Job fuese justo, asevera Elifaz, nin-
intensidad demostraba la dureza del corazón humano, la falta
guna necesidad tendría de responderle, otorgándole bendiciones
de sentimientos ante quien vive en Ja indigencia. Una vez más
como respuesta. ¿Por qué tendría que beneficiar o dar gozo
las implicaciones se ven al considerar las múltiples posibilida-
a Dios la justicia de Job? Fue el pecado de Job el que hizo
des de Job en dar agua y comida a quien pudiera necesitarlo.
disparar Ja alarma de Dios descargando sobre él su castigo.
de atender a los cansados peregrinos y viajeros quienes se ha-
Esta nueva teoría de Eliíaz era otro invento teológico ca-
llaban frecuentemente en apuros y contaban con la proverbial
sero para explicarse el silencio de Dios ante el clamor del su-
hospitalidad oriental. Job también contesu a estos cargos más
friente Job, y como de costumbre estaba elaborado con una adelante (31: 17-22).
mezcla de error y verdad. En un sentido Dios no necesita al
3. La tercera diatriba de Elifaz contra Job atribuye al su-
hombre para realizarse, sin embargo, nos consta que El busca
friente haber abusado de viudas y huérfanos (22: 9). (El versícu-
y aun anhela la comunión con el hombre, recibe con agrado
lo 8 cuyo texto dice: «Pero el hombre pudiente tuvo la tierra,
~¡ culto verdadero y el amor que sus criaturas le profesan. Cier-
y habitó en ella el distinguido». Los intérpretes no están de
to; Dios juzga la iniquidad, pero no es ésta la única ocasión
acuerdo en la interpretación de este versículo. Algunos críticos,
para comunicarse con el hombre.
sin. justificación, simplemente lo suprimen como espúreo; otros
opinan que debería estar colocado después de 22: 14; aún hay
b) Acusación de Elifaz a Job por desviaciones sociales (22: otro grupo que, para darle sentido armónico con el contexto
6-11 ). Sin evidencia de ninguna clase, Elifaz abiertamente acu- añaden las palabras siguientes al principio: «Porque tú crees»:
sa a Job de varios delitos sociales, sobre los cuales ha elabora- Y a continuación hacen figurar el versículo entre comillas; de
do sus conclusiones contra su amigo (22: 5). La lista de críme- esta manera su interpretación y el sentido posible en la mente
nes fabricada incluye Jos pecados típicos del hombre beneficiado de Elifaz sería: Job actúa de esta manera tan inhospitalaria por-
por la posición social, el poder y las riquezas. que en su arrogancia se cree el dueño de toda Ja tierra.s Otros
comentaristas ven en la «arrogancia de Job» una frase de Elifaz,
l. De acuerdo con Elifaz, Job había logrado prendas de no una cita de Job. Finalmente, otro grupo de estudiosos Jo
sus «hermanos» (esto es, conciudadanos, tal como hemos visto toman como una acusación separada de la del versículo 22: 9:
en 19: l 3a) sin causa válida dejándoles en la más abyecta mise- Job arrebató con agresividad las posesiones que eran propiedad
ria (22: 6). Job es acusado de romper la ley expresada en el de otro~. Al margen de todas estas posibles interpretaciones, el
Antiguo Testamento la cual requería la devolución de la capa pensamiento de fondo está claro: Job era el «hombre pudiente»
3
al que había tenido que dejarla en prenda por deudas, antes Y el «honorable» propietario y poseedor de abundantes bienes.)
de llegar la noche y así poderse proteger del frío (Ex. 22:26-27; No ayudar a las viudas y abusar de los huérfanos era una
Dt. 24: 10-13). Guardar en prenda la capa de otro era un peca- atroz injusticia, pues las viudas y sus hijos (por huérfanos se
do inexcusable, implicaba dejar al deudor prácticamente desnu- entiende, normalmente, niños sin padre que vivían con su ma-
do y, por lo tanto, sin defensas. La ironía de esta falsa acusa- dre) expuestos a los faltos de escrúpulcs y sin protección de un
2. Por ejemplo, Robert Gordis, The Book of God and Man: A St udy of
1. Las palabras «para sí mismo» de 22: 2 deberían traducirse «para El» Job, p. 180.
(esto es, para Dios). 3. Literalmente, «hombre de brazo» y «levantada frente».
118 / Job Dios, ¿Dónde estás tú? (22:1-24:25) / 119

hombre para defenderles, eran apoyados por las leyes y costum- Esta falsificación de citas fueron deliberadamente amasadas
bres. Este pecado es condenado en varios lugares del Antiguo por Elifaz Y así poder disfrutar de ventaja a la hora de refutar
Testamento (Ex. 22:22; Dt. 27: 19; Jer. 7:6; 22:3; Zac. 7: 10), los argumentos de Job. Dando por sentado esta actitud irreve-
y Job, naturalmente, no acepta tal acusación (31: 16-22). rente d_e. ~u oponente ~ontinúa interrogándole de manera equí-
voca diciéndole «z Ouieres tú seguir la senda antigua que pi-
Las represalias como consecuencia de estos pecados son la- sara~ los hombres perversos, los cuales fueron cortados antes
zos y espanto repentino, tinieblas e inundaciones (22: 10-11). de tiempo, cuyo fundamento fue corno río derramado?» (22:
Tres de estos pensamientos son repeticiones del anterior discur- 15-16). Con esta referencia indirecta al diluvio, Elifaz cruel-
so de Bildad: ~1ente puso a Job a la altura de la generación perversa del
(a) Los «lazos» Jos mencionó Bildad en conexión con la fi- tiempo de Noé.
gura de los pájaros atrapados en ellos (18:9a). . Entonces Elifaz continúa haciendo trueques con las palabras
(b) El «espanto repentino» nos recuerda «los terrores que lo de Jo? (21;~4-16) y les cambia su sentido (22: 17-18). En su
asombrarán» (18: 11). mala mtencíon _rretende citar a Job de tal manera que sus pa-
(e) Las «tinieblas es un paralelo a «de la luz será echado l_abras parece.o irreverentes, ordenando a Dios que se separe de
a las tinieblas» (18: 18a). el, aun~ue. D10s le ha colmado de bienes. Al citar estas palabras,
Todas estas palabras serían un penoso recordatorio de las mal atn~u1das a Job, causa repulsión al propio [lifaz, y abrup-
catastróficas experiencias sufridas por Job, relatadas en el capí- ~amente 1~serta esas palabras: «pero sea el consejo de ellos le-
tulo 1, y de la pérdida del equilibrio emocional como resulta- J?s. de mr» (22: l 8b). Estas palabras habían expresado los sen-
do de la poca comprensión de amigos y familiares. nrníentos de Job (21: 16) y aquí Elifaz pretende atribuirles un
doble significado, . incluyendo una burla al supuesto desprecio
e) Elijaz acusa a Job por su desafio espiritual (22: 12-20). de _Job para ~os irucuos y una seria desaprobación de Elifaz
Detrás de todas estas insultantes actitudes sociales. estaba la hacia el consejo de los impíos.
insolente manera de tratar a Dios por parte de Job. Dios es Los hombres piadosos de Dios veían los juicios aplicados
Soberano, clama Elifaz. Dios «está en la altura de los cielos», a los pecadores «y se gozarán y el inocente los encarnecerá»
ciertamente más distante que los astros más lejanos (22: 12). Por asegura Elifaz ~22: 19). De manera sarcástica, Job había sugerid;
cuarta vez Elifaz hace hincapié en la distancia que separa el que ellos podnan burlarse después de hablar (21: 3), pero Eli-
hombre de Dios (cp. 4: 17-19; 5:9; 15: 14-16). Teniendo en cuen- faz recoge la idea de la burla, afirmando que el momento de bur-
ta la condición soberana de Dios, Job, según opina Elifaz, tuvo lar~e llegará. cuando los impíos, los adversarios de la verdad,
el atrevimiento de preguntar: «¿Qué sabe Dios? ¿Cómo juz- seran destruidos y el fuego consumirá sus riquezas (22: 20 véa-
gará a través de la oscuridad? Las nubes le rodearon, y no ve; se la referencia de Bildad al fu ego en 15: 34). '
y por el circuito [cúpula 4] del cielo se pasea» (22: 13-14).
Otra vez Elifaz acusa a Job falsamente, pues él nunca ha- . d) Eli/az invita a Job para que se arrepienta (22: 21-30).
bía hecho esta clase de preguntas a Dios (véase 21:22). Su jus- Elifaz solamente admite una sola causa para los sufrimientos de
ticia, sí; pero no Su sabiduría. De hecho Ja omnipresencia di- Job: la culpa. d~ su pecado. Por consiguiente, la única solución
vina, y la aparente indiferencia de Dios, fue Jo que frustraba a es el arrepentimiento. Este ruego, si bien lo hace con tono ama-
Job. Además, él no había puesto en duda la capacidad de juz- ble Y aparentemente sincero, asume lo que Elifaz no puede pro-
gar de Dios, simplemente le desafió por no querer juzgarle. Tam- ?ar: el ~ecado .d~ Job. La rígida teología del trío de conse-
poco dijo Job que Dios no pudiera ver; justamente afirmó lo jeros hab ía prec1p1tado a Elifaz a una postura de prevaricación
contrario (cp. 7: 17-20). descara~a. una actitud carente de base, apoyada por mentiras
4. La palabra «circuito» se refiere al concepto cósmico que los antiguos
pre~ab~1,cadas por él mismo. Por esta razón su bien formulada
tenían. Los cielos se consideraban como una gran cúpula con la cual Dios mvitac10n. no fue bienvenida por el frustrado sufriente sentado
cubría la tierra (llana). sobre cenizas.
120 I Job Dios, ¿Dónde estás tú? (22:1-24:25) I 121

Este último consejo de Elifaz incluía siete pensamientos: 2. Tercera respuesta de Job a Elifaz (23:1 - 24:25)
1. «Vuelve» a Dios, palabra que en hebreo significa «entra
en íntima amistad con El» (esto es precisamente lo que Job Inteligentemente, Job percibe las alegaciones enfundadas en
ansiaba, así pues, ¿a qué viene esta admonición de Elifaz?). las redes de sus acusadores y experimenta una nueva y desespe-
2. «Logra estar en paz con El.» rada frustración. Y, sin embargo. en vez de discutir Jos falsos
3. «Recibe instrucción de Su boca»; (esto es, procura guar- argumentos de sus oponentes, Job se sumerge una vez más en
dar silencio y déjate enseñar por El).5 amargas reflexiones sobre dos problemas que continúan atormen-
4. «Pon Sus palabras en tu corazón»; (esto es, asimila los tando su alma: sus propias injusticias y las injusticias en el
mandamientos de Dios en tu vida y obedécelos). mundo a su alrededor. Las injusticias experimentadas por él
5. «Retorna al Omnipotente.» , le llevan otra vez al deseo de presentar su causa delante de
6. «Aleja de tu tienda la iniquidad» (es decir, quita el mo- Dios (23: 1-7), mas El permanece inaccesible a pesar del repeti-
tivo de la aflicció~, que es tu pecado, de tu propia casa. Ver do clamor de Job declarándose inocente (23: 8-17). Por otra
la frase de Elifaz mencionando la impiedad en la tienda de Job parte, Dios, por toda respuesta al mal que sufren los hombres
según 11:14). en manos de Jos inicuos, permanece inactivo (24: 1-25). Job creía
7. «Coloca tu oro en la tierra y el oro de Ofir 6 entre las que su sufrimiento era inmerecido, al mismo tiempo, contempla-
piedras de los arroyos»," Que probablemente da a entender la re- ba a los malhechores dignos de castigo, cómo pululaban ale-
nuncia en los valores materiales. gremente e impunes; ambas situaciones no eran suficientes para
que Dios rompiera su misterioso silencio.
Si Job cumpliera todas estas condiciones, lograría estos cua-
tro resultados: a) El anhelo de Job (23: 1-7). De antemano sabía Job que
l. Riqueza («Te vendrá bien», 22:21b) y «Serás edificado» sus quejas delante de Dios serían consideradas como actos de
(es decir., tendrás seguridad) (22: 23). rebeldía contra el Todopoderoso por parte de Elifaz y sus com-
2. Compañerismo espiritual con Dios: «el Todopoderoso se- pañeros, pero él no pudo suprimir su agonía y sentía la nece-
rá tu defensa» (22: 25). Además, este compañerismo te propor- sidad de expresarse de la manera adecuada a sus auténticos sen-
cionará bendiciones materiales (22: 25b). timientos (23: 2) .8 Elifaz había insistido a Job: «vuélvete al To-
3. Exito en tus empresas «sobre tus caminos resplandecerá dopoderoso» (22: 23), pero a los oídos de Job, este requerimien-
luz», es decir, te vendrán las cosas de cara y fácilmente triun- to carecía de sentido. Ciertamente, él deseaba encontrarse con
farás (22: 28b). Dios, pero había dos problemas para resolver previamente: él
4. Influencia «dirás tú, enaltecimiento habrá; y Dios sal- se resistía a confesar un pecado no cometido y por lo tanto no
vará al humilde de ojos» (22: 29) y «entregará al pecador a cau- se sentía culpable, y en segundo lugar, en caso de poder hacer-
sa de tu pureza» .1 lo no sabía cómo o dónde hallar a Dios. Aparentemente, Dios le
eludía, como si estuviera jugando a un juego cósmico del gato
5. Elifaz estaba convencido de que él hablaba por boca de Dios y que y el ratón.9
Job tenía que obedecerle (véase 4: 12-21; 15: 11).
6. Ofir está situado en la costa sudoeste de Arabia o bien en la parte A pesar de todo, Job necesitaba desesperadamente a Dios;
que actualmente está situada Somalia en Africa, pero probablemente la pri- para él una comparecencia personal ante el trono del cielo, era
mera es la localización acertada (cp. 28: 16).
* Nuevamente hemos de hacer referencia a las variantes textuales. Como la única esperanza de vindicación y la única manera de poder
se ve, todo el argumento está basado en una traducción un tanto diferente a
nuestra versión castellana. El 22: 22, según el autor, debe traducirse: • ... si
tú pone el oro en la tierra, y el oro de Ofir entre las piedras del arroyo . .
(enlazando esta frase condicional con el versículo 26 de la siguiente manera) .. para 22:30: «Dios salvará al humilde y entregará al pecador a causa de tu
entonces te deleitarás en el Todopoderoso.» (N. del T.) pureza.» (N. del T.)
7. •Inconscientemente él predice lo que tenía que sucederle a él y a sus 8. En vez de traducir ces más grave mi llaga que mi gemidos debe tra-
amigos (XLII. 8)•, Victor E. Reichert, Job, p. 121. <lucirse: •Mi mano es dura a pesar de mi gemidos en 23: 2.
* El autor basa su razonamiento partiendo de la siguiente traducción 9. L. D. Johnson, Out of the Whirlwind: The Major Message of Job, p. 47.
Dios, ¿Dónde estás tú? (22: 1-24:25) / 123
122 / Job

demostrar la falsedad de las acusaciones de amigos y enemigos blema del complejo de inferioridad! Seguramente, la referencia
al oro sería una réplica a Ja mención de Elifaz al metal pre-
contra él (23:3).
Actuando como abogado de su propia causa, Job está dis- ciso (22:25).
puesto a razonar su defensa llenándose «su boc~ de argumen- ¿Cómo pudo Job decir que pasaría la prueba ante Dios y
tos» (23: 4). Luego, escucharía la respuesta de Oros (23: 5). co~ salir reluciente como el oro? Los versículos 11 y 12 arman su
la seguridad de que sería mucho más acertada que .las ofreci- caminar intachable ante Dios: [otro esfuerzo dirigido a refutar
das por el trío de consoladores a su lado, porque Dios, cara a los conjuros del gran jurado reunido sobre la moritaña de ce-
cara con los hechos, tendría que admitir su inocencia Y su in- nizas!
justicia. «.¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza?», se Job no admitía seguir el antiguo camino de los impíos, se-
preguntaba Job, y él mismo se daba la respuesta: «No, antes El ñalado por Elifaz (22: 15). Por el contrario, sus pies seguían en
me atendería» (23: 6). Anteriormente, Job había expresado su pos de los senderos de Dios; él había guardado Sus caminos, sin
inquietud a la hora de comparecer ante Di~s (9: 14-16), ,pero desviarse a diestra ni a siniestra (23: 11). Además, Job no ne-
ahora había llegado a la convicción de que Dios ?º
abusana d~ cesitaba comenzar de nuevo a recibir «instrucción de Su boca»,
Su poder cuando se presentara delante de El. Allí, frente al tri- de acuerdo con los consejos de Elifaz (22: 22), porque él no se
bunal del cielo, Job, el justo, razonaría con el Todopoderoso Y
El le libraría de una vez y para siempre, de las manos de su
1 había apartado «del mandamiento de Sus labios», Por. el con-
trario, había tenido en gran estima el valor de las palabras de
Dios tanto o más que el alimento diario para su cuerpo (23: 12).
juez (23: 7).

b) La inocencia de Job (23: 8-12). Tan seguro estaba Job e) La frustración de Job (23: 13-24: 17). Job se queja
de su limpia conciencia que llegó a la certeza interior de po~er porque Dios le ha atemorizado (23: 13-17); porque El no cas-
obligar a Dios hasta reconocer su inocencia y proclama~ su JUS· tiga a los pecadores declarados (24: 1-12); y porque Dios no
ticia ante los demás, librándole de todas las consecuencias ame- castiga a los pecadores encubiertos (24: 13-17). El ardiente deseo
nazantes de sus consejeros. Mas he aquí existía un problema para verse vindicado y su impotencia ante su anhelo de pre-
por resolver. [El Juez no comparecería en juicio! sentar su caso ante Dios, relacionado con su conciencia de ser
Seguidamente, Job organiza una redada para lograr hallar a tan puro como el oro, producen dos reacciones en Job: exacer-
Dios el Juez. Se mueve en todas direcciones posibles; adelante, bación por un lado, y demostración de la soberanía divina. «El es
atrás, a la izquierda y a la derecha. Dondefuera que Job inves- único», proclama Job con relación al carácter de Dios (23: 13).12
tigara, Dios no se dejaba ver (23: 8-9). Su búsqueda ~ra en va~o. A pesar de las atrevidas peticiones en demanda de audiencia
El versículo 1 Oa se interpreta normalmente queriendo decir: para ser oído sin poderlo lograr, Job tuvo que admitir la reali-
«Aunque Dios elude enfrentarse conmigo, El sabe dónde estoy». dad de un Dios sin igual, a quien nadie podía imponer restric-
No obstante, el hebreo comienza el versículo con «porque», así ciones de ninguna clase. Dios actúa de acuerdo con Su libérri-
que debiera entenderse como sigue: «Dios me está rehuyendo ma voluntad, y no hay más.
porque conoce mis caminos. El sabe que soy inocente, por eso Job llama la atención a Elifaz demostrándole que de poco
rehúsa aparecer en juicio: una vez hubiera oído mí causa ten- le serviría arrepentirse, tal como él sugiere, y en nada cambia-
dría que admitir mi justicia». ría su suerte (22: 28), porque era Dios mismo quien desarrolla-
Si Dios compareciera en juicio y comprobara Ja causa de
Job, resultaría evidente, arma Job, que él sería como oro y re-
luciría 10 como tal (23: lOb).11 ¡Ciertamente, no tenía el pro- rriente admitiendo que Job estaba siendo probado con el fin de que al salir
de la prueba pudiera ser más pum que antes de comenzar la dura expe-
riencia. Si bien las pruebas pueden ayudamos a purificar la fe en los creyen-
!O. «Relucir» es una de las varias maneras de traducir el original. Lite· tes, como el horno purifica la mena del minera (!.• P. 1:6-7), no parece que
ralmente es •resurgir o emerger", en vista de los paralelos hallados en la este sea el significado del texto aquí en Job.
literatura ugarítica y acadia (H. H. Rowley, Job, p. 172). 12. Literalmente, «El es en uno», significando que Dios es una categoría
11. Este significado parece ser el más exacto que el punto de vista ca- en Sí mismo.
124 / Job Dios, ¿Dónde estás tú? (22:1-24:25) / 125

ba el plan de vida para Job, de acuerdo con lo que Dios había desviar al desvalido de su camino privándole incluso de ejercer
preestablecido para él (23: 14). Esta sensación de misterio ines- la mendicidad.
crutable en los irresistibles caminos de Dios, producen en Job Las consecuencias para todas y cada una de estas víctimas
desmayo y terror, temblor y miedo (23: 15-16). Una vez más de- no pueden ser más tristes: tienen que huir escondiéndose de la
siste en su intento de comparecr solo delante de Dios para de- opresión, buscar su alimento por los lugares desérticos como los
fender la causa con sus fuerzas. Pero aun y todo Job no se deja asnos monteses, en el campo siegan su pasto, los malos vendi-
aplastar por la oscuridad y densas tinieblas que le envuelven mian sus viñas, duermen sin ropas que les protejan de la intem-
(23:17; 22:10-11).13 perie, sufren bajo la lluvia al empaparse de agua y tienen que
En el capítulo 24 Job hace dos cosas: arremete contra Dios servirse de las piedras para hacerse una cubierta por falta de
por Su apatía ante la injusticia, y denuncia a Elifaz presentán- lugares donde vivir (24: 4b-8).
dele un problema mayor al que él le había propuesto a Job. El La gente maligna roba a los niños recién nacidos sin padre
compañero más adulto había dicho que Dios era majestuoso arrancándolos del pecho de la madre mientras éstas les están
y distante con relación al hombre, pero de más importancia, se- amamantando, de los pobres toman prendas (reduciéndoles de
gún Job, era Su aparente descuido a la hora de aplicar Su ma- esta manera a una más profunda miseria) y les roban sus ves-
jestad corrigiendo los males de este mundo. El se preguntaba tidos (24:9-lüa). Job continúa diciendo que los que son vícti-
por qué Dios no dedicaba un tiempo específico para juzgar a mas de estos malvados, se ven forzados a llevar gavillas al mis-
los hombres y de esta manera quienes confiasen en El podrían mo tiempo que no pueden comer pan, producir aceite «dentro
comprobar Su obra en sus días (24: 1). No deja de ser incom- de su paredes» (seguramente quiere decir, entre las hileras de
prensible y extraño este planteamiento presentado por Job, si los olivares), y pisar las uvas dentro de los lagares al mismo
tenemos en cuenta los puntos de vista manifestados por él mis- tiempo que padecen sed (24: lOb-11).
mo en cuanto a la libertad de Dios y Su derecho a obrar de Lejos de la ciudad, en los campos y en los lugares desérti-
acuerdo con Su voluntad única. cos, los oprimidos gimen y claman pidiendo ayuda, «pero Dios
En esta sección (24: 2-12), Job menciona tres pecados (24: no atiende su oración» (24: 12). Job no puede comprender a
2-4a); describe las consecuencias en las víctimas de estos crf- Dios viendo con indiferencia todas estas injusticias sin inmu-
menes (24: 4b-8); hace referencia, de nuevo, a sus opresores (24: tarse. ¿Cómo no reacciona El ante tanto pecado y atropello?
9-lüa); y finalmente, vuelve a discutir los efectos sobre las víc- A continuación Job se pregunta por qué Dios no castiga a
timas (24: lüb-12). los que pecan en secreto (24: 13-17). El hombre no es capaz de
Los tres pecados (24: 2-4a) son: traspasar linderos, robar ga- ver todo lo ejecutado secretamente o en medio de las tinieblas
nado y maltratar al necesitado. Los linderos eran las señales, por «los rebeldes a la luz» (24: 13), pero Dios con toda segu-
normalmente unas piedras, que marcaban los límites de las ridad sí lo ve. Por Jo tanto, ¿cómo no les castiga? Los asesi-
propiedades. Traspasarlas (es decir, cambiarlas de lugar) cons- nos, adúlteros y robadores no obran a la luz ni «estuvieron en
tituía un intento de robo de la propiedad del vecino. Robar el sus veredas» pues llevan a cabo sus malas obras durante la no-
ganado de otro y luego llevarlo a pastar como si fueran de su che, protegidos por las tinieblas. El que tiene propósito de ma-
propiedad, era un robo declarado y, por lo tanto, un mal moral. tar se levanta de noche (24: 14),14 asesina al pobre y al desva-
El maltrato a los pobres se ilustra al llevarse (desviar) el asno lido, peor aún que el brutal tratamiento mencionado anterior-
del huérfano (a los niños les sería muy difícil seguir a los ani- mente (24:3-12), del mismo modo el adúltero espera hasta que
males para recuperarlos), o el tomar en prenda el buey de la las tinieblas lo encubren «diciendo: No me verá nadie» (24:
pobre viuda (se entiende, el único medio de vida para ella), o 15); y los dedicados al asiento de las viviendas igualmente co-
meten sus fechorías apoyados en la noche (24: 16-17).
13. La construcción hebrea es dificil aquí. Puede significar que Job estaba
desanimado porque Dios •no le había cortados (dejado morir) antes de que 14. En hebreo •a la luz» puede significar o bien la aurora o el ocaso; es
estas calamidades le sobrevinieran. decir. puede ser sinónimo de la noche que está por llegar.
126 / Job Dios, ¿Dónde estás tú? (22:1-24:25) / 127

d) La confianza de Job (24: 18-25). Estos versículos pare- sación de seguridad en el injusto, comenta Job. Sus ojos no de-
cen contradecir las armacioncs anteriores de Job. Previamente jan de vigilarle (24:23). Pueden ellos tener riquezas y poder,
estaba decepcionado porque Dios nada hacía ante las bárbaras pero dejarán de ser ambas cosas, quedando al mismo nivel que
acciones de los malos, sin embargo, ahora dice que Dios efec- los demás, «serán encerrados y cortados como cabezas de espi-
tivamente castiga al inicuo. Este problema ha sido tratado de gas» (24:24). .
varias maneras. Algunos comentaristas se inclinan por pensar Considerando estos versículos como formando parte de. las
que estas son palabras de Zofar (él no habla por tercera vez palabras de Job, se ven consistentes con su previa perturbación
como los demás, y es posible sea éste su tercer discurso, natu- (24: 1-17) con relación a la indiferencia de Dios ante la injusti-
ralmente mal colocado antes del tercero de Bildad). Otros escri- cia. Aquí su preocupación está en ver a los injustos disfrutan-
tores ponen estas palabras en boca de Bildad. Un tercer grupo do de «su seguridad» y «exaltados por un poco de tiempo». Sus
de intérpretes, siguiendo la teoría de las citas, anteponen al pa- amigos habían afirmado que los impíos serán cortados inmedia-
saje las palabras «Vosotros decís ... » y a continuación colocan tamente, pero la evidencia en la vida real hace que Job niegue
24: 18-20 entre comillas. esta teoría. Para él, los malos vivían seguros y eran enaltecidos
De acuerdo con esta teoría, Job está citando a algunos de (aunque eventualmente morirían), a primera vista, al menos,
sus tres interlocutores a fin de rebatirles a continuación (24: 21- esto no era justicia.
25 ). (0, citaba a alguno de sus tres amigos en 24: 18-24 y les El último párrafo de este discurso (24: 25), es un desafío
daba su respuesta en 24: 25.) Otros opinan que Job pronunció de parte de Job, para que le prueben lo contrario: «z Ouién me
estas palabras, reconociendo que efectivamente también los ma- desmentirá ahora, o reducirá a nada mis palabras?»
los morían y quedaban en el olvido. Andersen, al sugerir esta
solución, escribe que Job nunca negó el sufrimiento de los ma-
los. Muy al contrario afirmó que ambos, impíos y justos su-
frían, y ambos prosperaban.15 Esta postura es muy diferente de
la limitada y estrecha teología de los tres amigos, quienes con
incansable insistencia mantenían la simplista teoría de sufri-
miento por pecado y bendición por justicia. A pesar de todo
el dilema de Job continúa sin respuesta.
El punto de vista en favor de la autenticidad de las pala-
bras en 18-25 como pertenecientes a Job merece consideración.
Visto de esta manera, ha de entenderse que Job considera a los
opresores tan insignificantes como la espuma o como algo tan
de poco peso como para flotar sobre la superficie del agua, sien-
do su tierra maldita y por tanto improductiva (24: 18). Conse-
cuentemente, perecerán en el Seo! como la nieve se derrite al
llegar los primeros calores y se evapora (24: 19). El vientre
que los trajo se olvidará de ellos y solamente el gusano ali-
mentándose de sus carnes se acordará del impío. «Y como un
árbol, los impíos serán quebrantados» (24: 20).
El malo que aflija a la mujer estéril o a la viuda será cas-
tigado por Dios, quien al juzgar quita la esperanza de vivir a
los culpables (24: 21-22). Aunque aparentemente se tiene la sen-

15. Francis I. Andersen, Job: An Introduction and Commentary, pp. 213-14.


¡Inocente! (25:1-31 :40) / 129

de Jos cielos (25: 2). Tan grande es El que sus ejércitos (una re-
ferencia a los ángeles, o posiblemente a las estrellas, aunque los
astros se mencionan separadamente en 25: 5) son incontables y
Su luz penetra entre todas las personas e ilumina en todas par-
tes (25:3).
La primera pregunta retórica de Bildad. «¿Cómo, pues, se
10 justicará el hombre para con Dios?» (25: 4a) es una repetición
de las palabras pronunciadas anteriormente por Elifaz (4: 17a).
También cita a Job, quien ha hecho, más o menos, la misma
¡INOCENTE! pregunta (9: 2b).
La segunda interrogación retórica, «l Y cómo será limpio el
que nace de mujer ?» (25: 4b) es similar a la formulada por Eli-
3. Tercer discurso de Bildad (25:1-6) faz en 4: 17b y 15: 14. Es posible que, recurriendo nuevamente al
tema original, confiara suavizar la tensión entre ellos y Job. La
La brevedad, no usual, del tercer discurso de Bildad es un totalidad de la raza humana es impura espiritualmente, así era
claro indicio de que los tres consejeros habían ya agotado sus natural que Job estuviera incluido en esta generalidad [no como
argumentos para rebatir a Job sus réplicas. No es de extrañar un caso aislado! Bildad excluye la posibilidad de que un solo
en las personas de teología de vía estrecha. hombre pueda presentarse delante de Dios libre Je culpa.
Motivado por la brevedad de esta tercera intervención y la El argumento presentado por Bildad a continuación (25: 5-6)
ausencia de una tercera arenga por parte de Zofar, muchos in- sigue estando encaminado a minimizar Ja persona de Job. Si la
tentos se han hecho para alargar el discurso de Bildad toman- luna y las estrellas, inmensamente distantes, excelsa en brillan-
do párrafos entre los versículos atribuidos a Job en los capítu- tez, son insignificantes lucecitas, con .toda seguridad que el
los 26 y 27. Estas especulaciones las discutiremos al comentar hombre («hombre» aquí es el término usado para designar el
los próximos capítulos del 26 al 31. hombre débil; el «hijo del hombre» sugiriendo al humano he-
Comparando esta intervención con las dos anteriores (capí- cho del polvo de la tierra) tan voluble físicamente y destinado a
tulos 8 y 18), es de notar que ahora comienza sin reprobar a i
ser alimento de gusanos, carecerá de personalidad y valor ante
Job por hablar en vano. Además, su asunto primordial es dife- el Creador del universo.
rente; en vez de analizar la caída de los impíos, acentúa la in- La luna simplemente refleja la luz, y las estrellas «no son
significancia y la iniquidad del hombre. ¿Acaso su silencio es limpias delante de Sus ojos», significando que su brillo delante
debido a la realista descripción de Job sobre la vida y castigo y comparado con Dios son tinieblas. Elifaz ha contrastado al
de los malos (cap. 24)? De ser así, su respuesta representa un hombre con los ángeles (4: 18-19; 15: 15-16), y Bildad ahora lo
último esfuerzo para hablar, para no admitir su fracaso, y, no
1 contrasta con la luna y las estrellas. Refiriéndose al hombre como
obstante, lo poco que dice lo hace usando el propio vocabula- «gusano» y destinado a ser pasto de gusanos, es otro intento
rio de Job (25:4; 9:2b) insistiéndole en el tema de su pecado
y tratando de demostrar a Job que de nada le serviría compa-
1 de atacar a Job indirectamente al haber él dicho anteriormente:
«Mi carne está vestida de gusanos» (7: 5). La segunda palabra
recer ante Dios soberano para defender su causa. hebrea usada para designar «gusano» en 25: 6 sugiere la de-
Ignorando la' preocupación de Job con relación a la expresa- bilidad del gusano.
da indiferencia de Dios ante la injusticia, Bildad intenta subir Al magnificar la soberanía de Dios, y la majestad de Ja luna
un peldaño más en su escalera proclamando la grandeza divi- y los astros comparándola con la fragilidad del hombre, Bildad
na. Dijo que Dios reina sobre todo el universo y Su gobierno se propone enfrentar a Job con su propia insignificancia. Efec-
ha de inspirar el respeto de todos («el señorío y el .ernor están tivamente, Job había discurrido sobre la actitud de Dios para
en El», 25:2a). Además, Dios establece el orden (o la armonía) con los impíos, pero no había pleiteado ni negado la soberanía
¡Inocente! (25:1-31:40) I 131
130 I Job

del Creador. En cuanto al resto del discurso de Bildad, en nada afirmando su propia inocencia (27: 1-6), y amplía la visión de
podía ayudar a Job, ninguna oportunidad para ~indic_a_rse, a la persona de Dios descrita por Bildad, declarando que El, a su
la que él tanto ansiaba, ninguna esperanza de pur ificación , ~e debido tiempo, destruirá a los impíos (27: 7-23).
la cual ninguna necesidad Iob tenía. «Con esta nota sombría Job reemprende su ataque contra Bildad discutiéndole sus
y falta de esperanza, las palabras de los consoladores de Job, argumentos presentados en 26: 1-4 con «evidente ironía».3 Con
terminan su intervención» .1 sarcástica indignación arremete contra Bildad. Este había con-
siderado a Job como hombre sin poder («débil»), sin fuerza al-
guna, sin sabiduría. ¿Por qué, entonces, no le ayudó, le apoyó
4. Tercera respuesta de Job a Bildad (26:1 - 31:40) y le aconsejó? (Esto puede constituir, al mismo tiempo, una
dura réplica a las anteriores palabras de Elifaz en 4: 3-4.) Ha-
Estos capítulos constituyen la respuesta más larga de J~b. blando de la «ayuda prestada» y «el abundante conocimiento
aunque algunos expertos reducen su extensión atri?uyen2do. 26: declarado» (26: 3b), no cabe duda de que Job estaba sarcástica-
5-14 a Bildad o 27:7-23o27:13-23 a Zof ar o a Bildad. S1 los mente acusando a Bildad y refiriéndose a su breve discurso, el
capítulos 26 al 31 fueran todo palabras de Job, encajan for~nan- cual no había aportado ayuda alguna, ni nueva visión, ni aun
<lo contraste con la brevedad del último discurso de Bildad amabilidad en su discurso.*
(cap. 25). El capítulo 26 es una réplica personal a Bildad (nó- El versículo 26: 4 comienza con las palabras «¿A quién ... ?»
tC$C la forma singular en los tiempos verbales de 26: 2-4), pero pero también puede leerse: «(,De quién . . ?» Entonces el pensa-
se hace evidente que en los capítulos 27 al 31, Job contesta a miento sería: «(,Üuién te ayudó a pronunciar tales palabras?».
los tres contendientes en una gran final de argumentos (nótese y la implicación claramente deducible resultaría explicarse de
el verbo en plural de 27: 5). En esta conclusiva respuesta, .des- la siguiente manera: «Nadie ha podido aconsejarte a pronun-
carta toda sabiduría pretendida por Bildad (caps. 26 y 27), sigue ciar tales palabras. Tú no puedes ayudar a nadie y nadie te ha
un discurso sobre Ja sabiduría de Dios (cap. 28). Concluye el ayudado a ti. Tus teorías son obviamente tus propias invencio-
clímax de su última perorata expresando su deseo y anhelo por nes, y por lo tanto inútiles».
la pasada gloria (cap. 29), una endecha relacionada con su es-
tado presente de miseria (cap. 30), y una última declaración de Job añade que Bildad nunca podrá pretender haber expresa-
do palabras inspiradas ni en Dios ni en los sabios (26: 4b). Ex-
una inocencia (cap. 31).
presado en nuestra jerga actual, tenía la cabeza llena de pá-
a) [ob descarta la sabiduría de Bildad (26: 1-27: 23). El jaros.
capítulo 26 consta de dos partes: Ja reprensión de Job a Bildad Los versículos del 5 al 14 son atribuidos, por muchos co-
por su actitud (26: 1-4) y Jos pensamientos de Job relacionados mentaristas, a Bildad y según otros a Zafar. No obstante, el
con Ja grandeza de Dios (26: 5-14). Muy hábilmente, Job trans- efecto del impacto de las palabras finales de Bildad (25: 6) se
forma ambos argumentos del discurso de Bildad en contra de pierde si 26:5-14 Je es añadido. Además «26:2-4 tiene sentido
su oponente. Bildad había afirmado que el hombre, Job incl~ido, en boca de Job si se toman como represalia a los insultos de
era un ser corrupto y perdido; sobre esta base le acusa a Bildad Bildad, pero es inconcebible pensar que Job amontonara tales
de uno de ellos (26: 2-4). En cuanto a la majestad de Dios en- burlas sobre la magistral exposición del esplendor de Dios como
salzada por Bildad, Job responde que efectivamente es infini-
tamente más majestuoso que Bildad (26: 5-14). 3. L. D. Johnson, Out o/ the Whirlwind: The Majar Message of Job, p. 49.
En el siguiente capítulo Job discurre sobre dos temas para- '* Nuevamente hacemos referencia a las variaciones textuales. El autor
lelos: rechaza el análisis de Bildad sobre la teoría del «gusano» del comentario se inclina por considerar 26: 3 como una expresión sarcástica
de Job (siguiendo la versión cNew American Standard Bible» que traduce:
c¡Qué consejo has dado a uno que no posee sabiduría! ¡Qué conocimiento
l. Francis I. Anderscn. Job: An l ntroduction and Co111111c11tary, p. 215. has provisto tan abundanternente!»). y no como un interrogante como figura
2. Estas sugerencias serán discutidas más adelante en conexión con el en nuestras versiones castellanas. La clásica versión «King James» sigue el
comentario sobre 26: 5 y 27: 13. texto como lo tenemos en Rcina-Valera. (N. del T.)
132 / Job ¡Inocente! (25:1-31 :40) / 133

figura en 26: 5-14, en caso de ser éstas las últimas palabras de y en el Abadón (forma poética y sinónima del Seol),7 son bien
Bildad» .4 conocidas por Dios aunque, según pensaban Jos antiguos, el Ju-
Bildad y Zofar habían hecho recaer sus énfasis (caps. 8; 11; gar se hallaba «debajo de las aguas».
18; 20 y 2 5) en la suerte del pecador, con poco interés en Ja La creación de los cielos era concebida por Job como si Dios
majestad de Dios, a diferencia de Job quien repetidamente habló extendiera una tienda de campaña sobre un eje sostenido sobre
de Ja grandeza del Creador (9: 4-10; 12: 13-25). Las palabras de la nada. El «norte» es el polo celestial alrededor del cual el uni-
este pasaje (26: 5-14) se acoplan más al tema de Job que al verso gira.8 La tierra es contemplada por Job como sosteniéndo-
pensamiento de Bildad o Zofar. Es típico en la manera de ra- se sin necesidad de nada material, por lo tanto, siendo sosteni-
zonar de Job argumentar en contra de sus oponentes valiéndose da por Dios solamente.
de su profundo conocimiento de la trascendencia de Dios. Si bien el agua en el cielo está almacenada en las nubes,
Bildad había hablado de ángeles (25: 3), diciendo que Jos como si fueran botellas o contenedores de piel; las nubes, sus-
cielos eran impuros (25: 5) y que el hombre no era más que un pendidas en el cielo no .ceden su agua a no ser por permisión
gusano (25: 6).5 Job, por el contrario, anuncia la grandeza de de Dios (26: 8; cp. 38: 37). La lluvia es un fenómeno misterioso,
Dios por encima de las diversas partes del universo. imposible de graduar por la voluntad del hombre. Dios sí las
Este pasaje es un resplandeciente mosaico de Ja superioridad controla y puede usar las nubes para ocultar la totalidad de la
de Dios por encima de Ja cosmología. Job hace referencia a la luna (26: 9).
muerte, los espacios siderales, la tierra, las nubes, la luna, las Luego viene la tercera referencia a las «aguas» en este corto
aguas, la luz, las tinieblas, las montañas, el mar y los cielos. La pasaje (26: 10; las otras referencias son: 26: 5, 8). Dios ha tra-
relación establecida entre estos elementos (desde el Scol en las zado «un círculo sobre la superficie de las aguas hasta los con-
profundidades de la tierra hasta el espacio infinito) implican Su fines de la luz y las tinieblas». El «círculo» puede referirse al
conocimiento, Su poder creativo, Su providencial control y Su horizonte, tal como aparece a la vista en forma circular, donde
omnipotente supremacía. la luz y las tinieblas comienzan y terminan, cuando el sol se
La palabra «sombras» en 26: 5 es traducida en otras ver- levanta por el Este y desaparece por el Oeste. También puede
siones con el término «espíritus de quienes han muerto». En rea- denominarse «círculo» la forma de cúpula que presenta el cielo
lidad, la palabra hebrea significa «gigantes» tal corno se traduce visto desde un espectador colocado en la tierra. En esta cúpula
en Deuteronomio 2: 11, 20; 3: 11 y 13, y en otros lugares se tra- es donde se hallan las grandes luminarias (sol y luna) así como
duce por una raza de hombres calificada con el nombre de «re- las innumerables estrellas que parecen tapizar la bóbeda ce-
faitas» como en Génesis 14:5; 15:20; Iosué 12:4; 13: 12, y leste. Detrás de todo ello estaban las tinieblas; por eso el «cír-
17: 15. En la literatura ugarítica se aplica esta palabra para culo» era la frontera entre la luz y la oscuridad. Se consideraba
designar al jefe de los dioses o a los guerreros aristocráticos; en a la tierra rodeada de aguas; la cúpula del cielo por encima de
ambos casos aplicado a personajes gigantescos, al menos en su todo y más allá de la cúpula o «círculo» estaba la morada de
poder. Cuando tiene referencia a la muerte, la palabra parece to- Dios (22: 14; Is. 40: 22).
mar la connotación de «la élite entre los muertos» (cp. Sal. 88: «Las columnas del cielo» (26: 1 l) hacen referencia a las mon-
10; Pro. 2: 18; 9: 18; 21: 16; Is. 14: 9; 26: 14, 19).6 Podemos adi- tañas que aguantan los cielos (cp, 9:6). A pesar de su firmeza
vinar que el pensamiento de Job aquí (26: 5), califica a la élite
de entre los muertos, quienes a pesar de su alta categoría tiem- 7. Abadón, significando el lugar de o la condición de destrucción se usa
solamente seis veces en el Antiguo Testamento: Job 26:6; Í8:22; 31:,12; Sal.
blan bajo la autoridad de Dios. Esas gentes morando en et Seol 88:11; Pr. 15:11; 27:20.
8. Algunos comentaristas ven en la palabra •norte• (Zaphon} una referen-
4. Andersen, p. 216. cia 3: la montaña cósmica, Monte Zaphon, donde se reunían los dioses de
5. Elifaz se ha pronunciado en similares términos: los ángeles son inade- la mítologta cananea (cp. Is. 14: 13), o una montaña en la Siria cananea. En
cuados (5: 1; 15: 15a), los cielos son impuros (15: !Sb), también lo es el hombre Isaías 14: 13 se usa la palabra Zaphon para determinar la morada de Dios in·
(4:17; 15:14). dicando de esta m~ncra que l.o que era una mera montaña en la mitología' pa-
6. Conrad L'Heureux, -Tbe Ugaritic and Bíblica! Rephairn», Harvard Theo- gana, eran los majestuosos ciclos en la cosmología divina. El versículo 7 es
logical Review, 67 (1974): 265-74. polémico frente al mito cananeo.
¡Inocente! (25:1-31:40) / 135
134 / Job

«tiemblan» y «Se espantan» (se asombran) cuando la luz de nacimiento de Dios controla hasta las profundidades del Seo),
Dios les reprende, esto es, cuando se oyen los truenos, rugen con Su obra de la creación ha hecho cielos y tierra, El mueve
las tormentas, sopla el viento y /o se producen los temblores de las nubes, delimita Jos espacios para la luz y las tinieblas, re-
tierra (cp. Sal. 18:7; 104:32; Nah. 1:5). mueve las montañas y domina los mares, Jos dioses que se opo-
Job continúa hablando del control divino sobre los rugientes nen a su majestad son vencidos; todo esto es simplemente para
mares (26: 12-13). Como hemos visto al estudiar el principio del mencionar algunas de las actividades dentro de la inmensidad y
libro (7: 12; 9: 13), el término hebreo yam (mar) puede aludir al grandeza del Dios infinito. De hecho, añade Job, el hombre es
Dios ugarítico Yam derrotado por Baal o al monstruo marino tan inmensamente pequeño comparado con Su Creador que
Tiamat de Mesopotamia derrotado por Marduc. Rahab (26: 12b) cuando escucha Su voz, solamente puede percibir un tenue su-
es otro nombre de este mismo dios, y la «serpiente tortuosa» surro de lo que Dios dice. Aunque Dios hablara con Ja potencia
(26: 13) puede ser una misma referencia al monstruo marino del trueno (en vez de hablar quedamente) el hombre tampoco lle-
mencionado (el cual es identificado con Leviatán en Is. 27: 1). garía a captarle. No hay ser humano capaz de abarcar en com-
Todos estos mitológicos personajes o terminología en boca de prensión las actividades y el poder de Dios. No queda duda, Ja
Job, en ninguna manera pueden llevar a la deducción de que sensibilidad de Job ante la majestad de Dios supera en mucho el
él creía en la existencia de esos dioses. Por el contrario, el con- concepto que Bildad presenta de Ja persona del Creador.
texto muestra un uso polémico de estos conceptos para estable- En Ja próxima sección (27: 1-6), Job de nuevo afirma su ino-
cer la supremacía del único Dios el Todopoderoso, quien es ca- cencia. «Reasumió Job su discurso y dijo» (27: 1), puede sugerir
paz de conquistar todos los demás poderes reales o mitológi- que él había hecho una pausa, esperando la reacción de Zafar.
cos. «Es cierto que calmar el mar es una figura natural, pero Como Zafar permanece silencioso, Job continúa. Ahora se di-
tal vez es más bien que Job celebraba el poder de Dios con- rige a sus tres interlocutores (ver las formas en plural en 27: 5,
quistando el mal y Su absoluta supremacía por encima de las 11, 12).
deidades de los cielos.» 9 Job introduce su afirmación de inocencia con un juramento:
La palabra «aquietar» (26: 12) es traducida por algunas ver- «{Vivc Dios que ha quitado mi dcrccho!», manifestando de esta
siones como «agitar». No obstante, «aquietar» significa aquí manera que lo que iba a asegurar era tan cierto como la misma
«asustar» o sea «restringir», encajando muy bien con el contex- existencia de Dios. Job es consciente de la paradoja de tal ju-
to (26: 12-13). «Su espír iru adornó los cielos» (26: 13a), se refie- ramento, pues, justamente este Dios viviente Je había «quitado
re al viento enviado por Dios para limpiar de nubes el cielo mi derecho» (su causa) al rehusar dar atención a su pleito y
después de una tormenta.1 º
«Su mano creó [traspasó, RV. 77] había «amargado» su alma (cp. 7: 11; 9: 18; 1O:1 ), Si bien Job
la serpiente voladora» (26: l 3b). es un pensamiento paralelo a había manifestado que Dios cm injusto para con él (6:4; 7:20;
26: 12b cuando dice: «Y con su entendimiento hiere la arrogan- 10:2-3; 13:24; 16: 12-13, etc.), no podía apelar a un más alto
cia suya [machacó a Rahab, R.V .. 77, murgen ]». tribunal. «Una vez más, los dos conceptos de Dios, contra Jos
f ob concluye su gran explosión de evidencias del poder de que y a los que apela, están ahí, uno al lado del otro en el
Dios sobre la naturaleza (debajo, por encima y sobre la tierra) mismo pensamiento de Iob»." El patriarca. ni igual que sus
expresando que todos estos ejemplos son simplemente «bordes pretendidos consejeros, se halla encerrado en un conflicto sin
de Sus caminos» (26: 14); esto cs. se trata solamente de los ex- salida; de todas maneras el debate sobre la culpabilidad e ino-
tremos o puntas de las grandes acciones de Dios. El poder y co- cencia de Job, solamente podría ser resuelto por Dios.
L~ defensa para probarse inocente (27: 3-6) incluye varias
9. R. Laird Harris, «The Bouk of Job and its Doctrine o[ God», Grace negativas y una afirmación. Job afirma que mientras viva," no
.l ournal , 13 (Otoño 1976): 20. , engañará a nadie ni lo ha hecho hasta aquel momento («pro-
10. N. H. Tur-Sinai (The Book of Job: A Ncw Comrnent ar y [Jerusalen: t

Kii-yath-Sepher, 1957), p. 284), traduce 26: 13a: «Con Su viento pone el mar en
un saco.» Logra esta construcción dividiendo las palabras «cielos» en dos
vocablos ("poner" y "mar") y tomando la palabra adornó como "saco". Si 11. H. H. Rowlcy, Jn/J, p. 220.
12. «Alma» (27: 3a) es, literalmente, «aliento», «hálito».

l
hien puede haber alguna base para esta combinación, no parece muy probable. 1
136 / Job ¡Inocente! (25:l-Jl:40) / 137

nunciar engaño» es literalmente «hablar falsamente», 27:3-4). Muchos comentaristas consideran la próxima sección (27:
Por lo tanto, las declaraciones de sus tres acusadores resultaban 13-23) como palabras de Zafar razonando sobre estas bases:
improcedentes, nunca podría él justificarles (27: 5a). Su esposa
le había aconsejado dejar su integridad y morir (2: 9). pero Job 1. Job, hablando aquí sobre la suerte de los impíos, pa-
reaccionó diciendo que nunca tal cosa haría aunque fuera nece- rece contradecir sus previas palabras (9:22-24; 21: 7-34; 24: 18-
sario morir. Por el contrario, mantendría su integridad (esta 24).
palabra está relacionada con el término «derecho», cap. 27: 2), y 2. Considerándolo como el tercer discurso de Zof ar guarda-
su corazón, probablemente con significado de su conciencia, no ría una estructura balanceada de tres ciclos completos.
le reprochará (no Je acusará) mientras viva (27: 6). 3. Varios de los párrafos en este pasaje son similares a los
Este juramento formulado con palabras tan duras para de- previamente registrados en boca de Zofar (cp. 27: 13 con 20:
mostrar su inocencia, es consistente con las afirmaciones de no 29; 27: 14 con 20: 10, 21, 26, 28; 27: 16-17 con 20: 15, 18, 21,
culpabilidad ya manifestadas por Job respondiendo a las acu- 28; 27:20 con 20:8, 25c, 28b; y 27:23 con 20:8).
saciones de Elifaz (6: 10, 29-30; 16: 17; 23: 10-12), Bildad (9:35;
10:7), y Zofar (12:4; 13: 18-19). A pesar de todos estos argumentos, la sección tiene más evi-
Job comienza insistiendo en Ja suerte del impío (27: 7-23) pero dencias mostrando que es producto de Job. Veamos estas ra-
deseando que éste sea el fin de sus enemigos, no su condición zones:
(27: 7). Es, pues, evidente, que él no se contaba entre los malos
o culpables. Si las acusaciones del acusador se demuestran fal- 1. El conjunto del texto es consistente con el deseo impre-
sa, éstas se volverán en contra de quien las presenta, y él será catorio de Job, al esperar que su enemigo (los tres «amigos»
culpable de todas ellas. En una serie de tres preguntas (27: 8- considerados colectivamente) tenga la suerte «del impío» (27:
10) Job señala que los incrédulos (irreligiosos) no tienen espe- 7-JO).
ranza cuando Dios les corte y les quite la vida (el alma). Los 2. Job nunca negó que el inicuo sería de alguna manera
impíos no tienen respuesta ante Dios ni respuesta tendrán sus castigados; él solamente se preguntaba por qué continuaba pre-
clamores en busca de ayuda cuando llegue el momento de la parando. Esta idea es similar a otros pensamientos expresados
dificultad, («la tribulación» se refiere a un lugar estrecho don- previamente por Job (24: 18-25). El final juicio de los malos con-
de hay pocas posibilidades de acción). Los incrédulos no pueden trasta con el inmediato y pronto desastre de los impíos, según
agradar al Dios Omnipotente ni «pueden invocarle» (27: 1 O) di- la exposición de Zofar (cap. 20).
simulando ser justos. 3. El hecho de ser similares varios párrafos en 27: 13-23
con las palabras de Zafar en capítulo 20 podría ser argumento
En 27: 10 Job devuelve la sugerencia que Elifaz le hiciera
para considerar esta semejanza con otras palabras de Job. Fre-
(22: 20-27) y se la aplica a él (27: 11). Elifaz le había aconsejado
~uentemente, Job usa palabras y frases de sus amigos para re-
recibir instrucción de parte de Dios, pero Job dijo que él ins-
batir sus propios argumentos. ¿No era ésta la mejor manera de
truiría a Elifaz y a sus amigos sobre el poder de Dios y les
acusarles usando sus mismas palabras condenatorias para los
enseñaría las doctrinas del Omnipotente 13 (27: 11). De todos mo-
impíos una vez demostrado que los malos eran ellos?
dos, su enseñanza solamente sería refrescarles la memoria so-
4. La ausencia de un discurso por parte de Zofar es con-
bre lo que ya sabían acerca de Dios. Por lo tanto, resultaba una
sistente con el hecho de que las intervenciones de los tres ami-
locura para ellos acusarle a él de pecado, ya que de esta manera
gos cada vez es más reducida, sugeriendo de esta manera la
no hacían otra cosa que aplicar la suerte de los impíos sobre
victoria dialéctica de Job sobre Zofar.
ellos mismos.
5. El capítulo 28 tiene una continuidad natural con 27: 13-
23, sin distinguir un cambio en quien se expresa y el contenido
13. Job emplea varias palabras para Dios de una manera muy interesante:
El (•Dios•), Shaddai (•Omnipotente•), y Eloah (•Dios•) (27:2-3); Eloah y El del capítulo 28 es inapropiado al carácter de Zofar.
(27: 8·9); Shaddai, Eloah, El, en este orden (27:IG-JI), y El y Shaddai (27:13).
¡Inocente! (25:1-31:40) / 139
138 I Job
El pasaje introducido en 27: 13 tiene un vocabulario similar tiene un tono distinto, pero el tema (la incapacidad del hombre
a las palabras anteriormente pronunciadas por Zofar (20: 29). para descubrir la sabiduría de Dios) está en línea con las pa-
Job menciona a continuación Ja pérdida de los hijos por parte labras de Job (26: 14, así como 9: 10-12; 12: 13; 17: 10; 23: 8-
de los impíos (27: 14-15) y de sus riquezas (27: 16-23). Dice que 10).14
a pesar de ser numerosa descendencia de los malos, sus hijos El contenido de este capítulo encaja con el pensamiento de
morirán en la guerra y pasarán hambre (27: 14). Si alguno so- Job, justamente porque él ha estado refutando a sus conseje-
brevive a la guerra y el hambre, morirá víctima de la plaga; ros, quienes pretendían conocer los caminos de Dios. Ahora,
además, sus viudas no les llorarán (ya sea porque no se per- Job afirma que no hay posibilidad humana de poder discernir
mitían las muestras de duelo en tiempos de desastre o a causa los misterios de la majestad divina. Presumir lo contrario es una
de ser impíos los muertos no se merecían las lágrimas de sus irreverencia. El autor Michaelis expone esta idea muy clara-
mente cuando dice:
deudos).
Las riquezas de los impíos no las podrá disfrutar, afirma Job
Pero para el hombre esta sabiduría [por medio de la cual
(27: 16-23). Aunque amontonen plata como el polvo y preparen Dios creó y gobierna todas las cosas] permanece siempre ines-
(literalmente, guarden) vestidos como lodo (ambas expresiones crutable. Dios le dice: No trates de comprender cómo Yo
sugieren plenitud y abundancia, [pues polvo y lodo es lo más gobierno el mundo; por qué permito que el tirano salga vic-
torioso, o que el inocente y la verdad queden oprimidos; no
común!), los malos no podrán servirse de todo ello, porque su
preguntes cómo decido tolerar el mal de este mundo. Esto es
plata y su vestimentas pasarán a ser propiedad del justo y del demasiado distante para ti: sea tu sabiduría el temor hacia
inocente (quienes son comparados frecuentemente con los po- Mí, de quien todas las cosas dependen ... "
bres) (27: 16-17).
Su casa, aparentemente fuerte y segura, será tan inestable El hombre, a pesar de sus múltiples habilidades (28: 1-11),
como huevos de polilla y como la caseta del vigilante (27: 18), no puede descubrir o comprar la sabiduría (28: 12-22); solamen-
(también puede referirse a las cabañas construidas durante el te Dios sabe el lugar donde la auténtica sabiduría puede ser ha-
tiempo de la siega o a la protección para el trabajador o vigi- llada (28: 23-28). Job menciona los metales (plata, oro, hierro,
lante de las viñas). T ob implica en todos estos ejemplos, que el cobre y piedras preciosas) descubiertos por el hombre trabajan-
impío puede ser rico hoy pero mañana se levanta y sus posesio- do en las minas (28: 1-2, 6). y discurre sobre los ingeniosos mé-
nes han dejado de existir (27: 19). No solamente sus riquezas le todos por los cuales estos metales y piedras pueden ser obteni-
serán arrebatadas sino que él mismo será cortado. Los temores dos debajo de las entrañas de la tierra (28:3-5. 7-11). La plata
y el terror le asaltarán como las aguas de una riada, y la tem- ya era explotada en las minas de Arabia (2.° Cr. 9: 14) y en
pestad de noche se le presentará inesperadamente en su inte- Tarsis (Jer. 10:9), el oro se importaba de Arabia (2.° Cr. 9: 14)
rior (una alusión figurativa al terrible siroco, el viento seco so- incluyendo Ofir (l.º R. 10: 11) y Sabá (l.º R. 1 O: 2).
plando de la parte del desierto y asolando las cosechas antes ele Por medio de los pozos y las galerías de las minas el horn-
poderse recoger). Cualquier intento para escapar será inútil. El
14. El punto de vista de Andcrsen calificando el capítulo 28 como un in-
viento se personifica como atacándole intencionadamente, como
terludio escrito por quien pudiera escribir el libro de Job (sirviendo así ele
poseyendo manos que le aprietan y burlándose con sus silbidos, transición entre los tres ciclos de diálogos y los tres monólogos de Job Eliú
al contemplar cómo el malo va perdiendo sus riquezas y es arro- Y Jehová) es intrigante y no arroja luz sobre cinco aspectos de Ja dis~usión
en torno del libro: . 1) No se explica por qué 29: 1 dice que: «reasumió Job
jado de acá para allá por el caprichoso vendaval (27: 23). su discursos.: 2) pasa por alto las similitudes entre el cap. 28 y las palabras
de Job en otros lugares (p. ej.: 28:24-27 y 26:5-13); 3) no tiene en cuenta la
b) El discurso de Dios sobre la sabiduría de Dios (28: 1- posibilidad de que Job haya cambiado de tema, pasando de hablar de las ri-
quezas .del impío (cap. 27) a la habilidad del hombre en desenterrar parte de
28). Muchos comentaristas atribuyen la totalidad de este ca- estas riquezas (cap. 28); 4) pasa por alto la continua frustración de Job al
pítulo a Zofar, Bildad, o incluso a Dios; o lo consideran un reconocer su incapacidad para descubrir los caminos de Dios; y 5) asume un
autor fuera del ciclo de los cinco personajes principales del libro.
poema al margen del libro original de Job. En un sentido no 15. J. D. Michaclis, citados por E. P. Barrows. -Intcr nretation of the
tiene mucha relación con lo precedente y lo siguiente, incluso Twcnty-Eighth Chaptcr of Job», Biblioteca Sacra, JO ( 1853): 271.
140 / Job ¡Inocente! (25:1-31:40) / 141

bre saca a la luz Jos secretos de la tierra (28: 3), desde donde tierra para que no le inunden las galerías y estropeen su obra
nadie ha vivido antes (28:4). Los mineros, sin ser tenidos en de minería.
cuenta por los que viven en la superficie, «son suspendidos y Todas estas operaciones eran necesarias para lograr el anhe-
balanceados», parece como si fueran sujetados con cuerdas des- lado resultado al hallar los metales y las piedras preciosas escon-
de la parte exterior de Ja mina para poder descender a los didas en las tinieblas de la tierra.
«lugares olvidados».16 A pesar de las habilidades tecnológicas del hombre para res-
De la superficie de la tierra vienen los alimentos (los vege- catar estos tesoros de las entrañas de la tierra, escondidos a la
tales crecen en la superficie), pero en las profundidades la tierra vista del ser humano, del pájaro y de la bestia, él no puede
está «como convertida en fuego» (28: 5). Esta última cláusula encontrar la auténtica sabiduría (28: 12). Su valor le es desco-
puede significar que «el revolver la tierra y las piedras dentro nocido, su localización no ha sido descubierta en toda Ja «tie-
de las minas produce unos escombros y una confusión simi¡ar ra de la inteligencia» (la tierra habitada). ni en el fondo de las
a la producida por el fuego»,17 o que las piedras preciosas des- aguas del mar, ni en las aguas debajo de la tierra. No solamente
cubiertas buscando entre Ja tierra relucen como el fuego una le es imposible hallar la sabiduría, tampoco Je es dado com-
vez se hallan en medio de los escombros,18 o que la mena con- prarla con los preciosos metales hallados en el corazón de la
teniendo los metales ha sido producida por la acción del fuego tierra (28: 15-19). Job usa como una docena de nombres men-
volcánico 19 o por explosiones dentro de la mina. La primera de cionando varios metales, incluyendo dos palabras que sola-
estas teorías parece ser la más acertada. mente se pueden hallar aquí en todo el Antiguo Testamento
Los «zafiros» mencionados a continuación (28: 6) es lapis- («oro [puro] », y «perlas»): por lo tanto, el significado exacto
lázuli, la mena que contiene partículas de aspecto ele oro. La de estos términos es difícil de conocer a la perfección.
imposibilidad de acceso a las minas por parte de los animales es El versículo 20 es casi idéntico al 12, y los versículos 21 y
mencionada a continuación: aves de presa con la vista tan pe- 22 presentan un pensamiento muy similar a los versículos 13 y 14.
netrante como el buitre, o bestias fieras como el león no han De la misma manera que las profundidades del mar se personi-
podido penetrar en el corazón de Ja tierra como lo hace el fican (28: 14) otorgándoles facultad para hablar, para decir que
hombre; ni aun las serpientes han logrado 20 con sus hábiles mo- la sabiduría no está en su seno, así también el Abadón (un si-
vimientos tocar los niveles que el hombre ha tocado al descen- nónimo para Seo) usado tres veces por Job en este discurso
der en las minas (28: 7-8). El buitre viviendo sobre la tierra, el final, cp. 26:6 y 31:12) y la muerte dijeron: «su fama hemos
león merodeando por la superficie y Ja serpiente penetrando en oído con nuestros oídos» (28: 22) implicando su total descono-
el subsuelo, no superan al hombre en su investigación de la cimiento de la sabiduría.
tierra en su interior. Job concluye el capítulo (28: 23-28) contestando las pregun-
Los versículos 9 al 11, ar.í como los versículos del 3 al 4 ha- tas: «¿Dónde está el lugar de la inteligencia?» (28: 12) y «¿De
blan de cómo el hombre opera en la mina. Rompe las capas de dónde, pues, vendrá la sabiduría?» (28: 20). Al situar en pri-
piedra, derriba montañas desde su base (literalmente, por las mer lugar la palabra «Dios» (Elohim) se indica un énfasis espe-
raíces), abre canales (túneles) en las rocas, y de esta manera cial (28: 23). Solamente Dios sabe dónde la sabiduría puede
es capaz de descubrir los valiosos metales. En su ingeniería, ser hallada (28: 23), porque solamente El es Omnisciente (28:
detiene las corrientes de agua que halla en el interior de la 24). El mira hasta «los fines de la tierra», y «ve cuanto hay
16. Esta es una de las maneras de entender este versículo. Hay multitud bajo los cielos», todo en un abrir y cerrar de ojos, contrastado
de variantes intentando traducir el oscuro pasaje en hebreo. con los duros trabajos que el hombre tiene que llevar a cabo
17. Rowley, p. 228.
18. Albert Barnes, Notes, criticol, Illustrative, and Practical, on The Book
para descubrir una pequeñísima parte de los tesoros escondidos
of Job. 2: 64. en la tierra.
19. Marvin H. Pope, Job, p. 201. . La. profunda percepción que Job tiene de la soberanía y pro-
20. Sigmund Mowinckel sugiere que el mitológico cGriffin• (león-dragón)
tiene referencia aquí iHebrew and Semitic Studies , ed, D. Winton Thomas videncial naturaleza de Dios se descubre al describir el cuidado
and W. D. McHardy [Oxford: Clarendon, 1963), pp. 95-103). del Creador al establecer el orden y las regulaciones sobre la
142 I Job ¡Inocente! (25:1-31 :40) / 143

misma naturaleza (28: 25-26). Aunque parezcan no tener orden por Ja5 sendas de la piedad y amor al prójimo, modelando nues-
las tormentas, su destino, propósito y elementos, han sido pre- tras actitudes y motivaciones según Dios haya revelado en sus
determinados por Dios, mediante Su sabia y creativa inteli- propósitos. El temor a Dios y el apartarse del mal resumen la
gencia. El peso (esto es, la fuerza) del viento, la medida (esto auténtica adoración a Dios y la obediencia que El espera de
es, Ja cantidad) de agua, el límite (literalmente, decreto, ley, nor- sus hijos. Por lo tanto, el verdadero sabio es quien tiene su vida
, ma, regulación) para la lluvia (indicando con esto que la lluvia centrada en la voluntad de Dios, no en sí mismo. Un hombre en
no es una casualidad esporádica descontrolada), y la trayectoria adecuada relación con su Creador, adorándole en espíritu y
seguida por el rayo; todo ello está determinado por el sabio en verdad, sirviéndole, obedeciéndole: ¡esto es poseer la sabi-
Dios. duría y el conocimiento verdadero!
Cuando Dios ejecuta Su obra creadora, prescribe leyes para Este capítulo puede verse como una repulsa de Job a sus
el viento, determina la cantidad de agua que ha de llover, fija consejeros de vía estrecha.P un esfuerzo más para demostrarles
la trayectoria del rayo; usa Su suprema inteligencia, considera- que su visión teológica era completamente falsa o deformada.
da como un objeto tangible en la descripción ofrecida por Job Visto desde el punto de vista como un rechazo a sus acusaciones·
(28: 27). (Cp. Pr. 8: 27-30, por su marcada similitud.) El la vio, ! contra Job por no temer a Dios, y, por lo tanto, con necesidad
la manifestó (una posible traducción del original sería «la de- para arrepentirse, tocio el capítulo indiscutiblemente encaja con
claró»), la estableció y la investigó. Todos estos verbos juntos las manifestaciones anteriores del sufriente ( 1 : 1, 8; 2: 3), de-
demuestran el dominio total de la sabiduría por parte de Dios, mostrando al que leyere que los tres amigos estaban equivoca-
en abierto contraste con Ja imposibilidad del hombre en hallar- 1 dos al demandar un arrepentimiento a Job a causa de su peca-
/u o descubrirla. do. En tocio el capítulo 28 insiste que ha sido temeroso de Dios
El verbo «estableció» seguramente sugiere las leyes que Dios y ha odiado el mal, [mas ellos no! Visto desde este ángulo, el
ha dado regulando la relación entre Ja sabiduría y el hombre. último versículo de este capítulo viene a ser «uno de los mo-
La necesidad que tiene el hombre en caso de desear conocer la mentos de máximo clímax de todo el Jibro».23
sabiduría puede llenarse con Ja revelación por parte de Dios:
«Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabi-
1 El último versículo del capítulo 28 sirve también de eslabón
opuesto a los tres capítulos siguientes, 29 al 31. En el 29 re-
duría» (28: 28). A pesar de Ja impotencia del hombre en adqui- meora sus pasadas experiencias en comunión con Dios, eviden-
rirla, él puede conocer su esencia por medio del conocimiento cia de su vida piadosa; y en el capítulo 31 reafirma su inocen-
de la revelación, pues de otro modo permanecería «encubierta cia respecto a numerosos pecados, evidencia ele cómo odiaba
a los ojos de todo viviente» (28:21). Esta esencia es doble; «el el mal.
temor del Señor [Adonai}» y «el apartarse del mal».
Las investigaciones científicas, los avances tecnológicos, y los e) El deseo de fob por recuperar su pasada gloria (29: 1-
logros intelectuales, con toda su indiscutible importancia; lo mis- 25). El último discurso de Job acapara estos tres capítulos (29
mo en los tiempos de Job como en la actualidad, no son sufi- al 31), en ellos da un resumen conclusivo de su caso como si
cientes para darnos una explicación de «cómo Dios ejerce el delante de un jurado se tratase. Pasa revista a las pasadas
gobierno del universo y saber quién es El en toda su exten- bendiciones por él disfrutadas y las razones de ellas (cap. 29),
sión» .21 La verdadera sabiduría consiste en ordenar la vida pro- lamenta sus miserias presentes (cap. 30), y pronuncia solemne-
pia en sumisa veneración delante de Dios, reverenciándolo con mente un juramento en favor de su inocencia (cap. 31). Du-
actitud confiada en que El hace todas las cosas bien (aunque no rante este conclusivo soliloquio no hace mención alguna a sus
siempre Su justicia sea captada por el hombre). tres amigos, como tampoco figuran en su monólogo de entrada
La verdadera sabiduría consiste también en saber rechazar (cap. 3). En su primer desesperado lamento. Job deseaba mo-
el mal en todas sus manifestaciones, en un constante caminar
22. Gleason L. Are her, Jr., A Survcv of 0/d Testa111e111 l111 rod uct ion (Chi-
cago: Moody, 1964), p. 447. ·
21 Barnes, 2:73. 23. Victor E. Rcichert, Job, p. 145.
144 / Job ¡Inocente! (25:1-31:40) / 145

rir, pero en este segundo grito de angustia dice que espera mo- cion que le prestaban denota el respeto y admiración sentida
rir bajo el peso de la crueldad de Dios (30: 21-23). No obstante, hacia él (29: 11).
saca fuerzas de flaqueza y hace un nuevo intento de petición Las bendiciones de Dios y el respeto de sus conciudadanos
a Dios para que se digne escuchar, su causa ante Su tribunal de categoría les eran debidos por varias razones (introducidas
(31: 35-37). en 29: 12 con un «porque»): porque ayudaba al desvalido (29:
En el capítulo 29 Job expresa su añoranza por los pasados 12-13), ejercía justicia (29: 14-20), daba sabio consejo (29: 21-
días de prosperidad y felicidad (29: 1-11) proclamando seguida- 25). Como defensor del débil, le asistía no solamente con bue-
mente las razones que tenía para disfrutar estas bendiciones nos consejos sino con ayuda financiera y /o liberación de su
(29: 12-25). Aquellos eran Jos días de su otoño (nota marginal opresión injusta a los pobres y los huérfanos. Job ayudaba a
en 29:4, RV. 77 hebreo), cuando él había llegado a su madu- los de estado desesperado, y al experimentar la protección le ben-
rez adulta. Los versículos primeros son idénticos a 27: 1, su- decían (29: 13a); y se identificaba con la viuda hasta el punto
giriendo también una continuación después de una pausa para de alegrarse cuando ella cantaba de gozo (29: Uh).
seguir con una réplica. Su pasión por la justicia era tan consistente y evidente que
Es de notar que la primera cosa mencionada es el gozo se podía decir que constituían su vestimenta y adorno (29: 14).
sentido cuando tenía comunión con Dios. La sensación de sen-
1
Asistía a la gente impedida, a los ciegos y a los cojos, se
tirse abandonado por Dios era más doloroso que las demás mi- preocupaba por los menesterosos como si de su padre se tra-
serias a su alrededor. «[Ouién me volviese como en los meses tara y se preocupaba para que los extranjeros y extraños tu-
pasados!» (29:2) demuestra el largo tiempo transcurrido desde vieran la justicia debida (29: 15-16). Puede (]lle en todas estas
el desastre inaugural del relato en el libro. Puede que sus ami- explicaciones haya un poco de ironía, pues mientras que él te-
gos no llegasen para aconsejarle hasta pasadas semanas. nía cuidado de toda esta gente menesterosa, ninguno de sus tres
Sus previas experiencias gozando de comunión con Dios in- acusadores ni Dios obraban devolviéndole el trato dado por él
cluyen Su protección (29: 2b ), Sus bendiciones («hacía resplan- a los demás. Su justicia era por partida doble: equidad y asis-
decer sobre mi cabeza Su lámpara», 29: 3b), Su guía en medio tencia al injuriado así como castigo al opresor (29: 17). Romper
de dificultades, 29: 3b, Su amistad (las palabras en 29: 4 sugie- los colmillos del inicuo» y «de sus dientes hacía saltar la pre-
ren compañerismo íntimo), y Su presencia (29: 5a). En los días sa» sugiere la derrota del hombre que, cual fiero animal, devo-
precedentes a la colosal desgracia, Job disfrutaba de sus hijos raba a su víctima con dientes y mías.
(29: 5b), y la prosperidad le acompañaba (leche y aceite son los Teniendo un cartel como el de Job y tal currículum vitae de
símbolos de la prosperidad) 24 (29: 6). justicia y equidad, lógico era esperar que Dios continuara ben-
Además, Job era un hombre de alto prestigio social (29: 7- diciéndole hasta la muerte: esperaba terminar sus días en su
1 l). Ejercía de juez local (los ancianos de cada lugar se senta- «nido» (29: 18); es decir, en su casa con sus hijos a su alrede-
ban en los tribunales para dirimir las diferencias entre los lu- dor lleno de días coronados por la buena salud. Confiaba ver
gareños y llevaban los asuntos públicos deliberando en la «puer- seguridad «mi raíz abierta junto a las aguas» (29: 19), prospe-
ta» del pueblo o ciudad (¿influenciaría esta personalidad en ridad («en mis ramas permanecería el rocío»), honra (por «hon-
Job para que tan frecuentemente usara términos forenses?). ra» debe entenderse «envidiable reputación»), y fuerza (el arco
siendo respetado por jóvenes y adultos como una personalidad es símbolo de fuerza, especialmente cuando se representa ac-
a quien rendir homenaje (29: 7-8). Con el deseo de escuchar sus tuado por el brazo del tirador, 29: 18-20).
palabras, príncipes y nobles (oficiales de la justicia de varios El respeto mostrado por quienes recibían consejo de Job
rangos) guardaban silencio ante su presencia (29:9-10). Al oír era del más alto nivel, contrasta con la falta de respeto mostra-
las opiniones de Job, quienes escuchaban le alababan y la aten- do por los tres consejeros sobre cenizas quienes pretendían ha-
ber acudido al lado de Job para consolarle. Durante los prime-
24. La piedra derramando •ríos de aceites (29: 6) puede referirse a los rno- ros días, se limitaron a escuchar (29:21); nada tenían que de-
linos de hacer aceite o al terreno rocoso donde los olivos crecían. cirle, seguramente porque ellos mismos habían recibido consejo
146 I Job ¡Inocente! (25:1-J 1 :40) I 147

de Job y respetaban su destacada sabiduría (29:22); pero muy explicación resulta del todo sarcástica teniendo en cuenta que
pronto y hábidamente se adelantaron en sus pronósticos de sa- los perros, en oriente, eran considerados animales impuros, de
biduría barata, como si ellos fueran las cosechas esperando la la inferior clase (crcíanse que solamente se alimentaban de ca-
ansiada primavera y sus lluvias tempranas (29: 23). El les ani- rroña), y de comportamiento salvaje.
mó con una sonrisa pero ninguna correspondencia de amistad Job describe a esos rufianes con siete calificativos en los ocho
halló en sus ojos (29: 24). Había él aconsejado a su consejeros primeros versículos del capítulo 30:
anteriormente; ellos habían seguido sus sugerencias respetuosa-
mente, pues era tenido por un jefe y como un rey se respetaban 1. Inservibles y sin f ucrzas para nada (30: 2).
sus palabras. Sus consejos alcanzaban a todos los tristes (29: 2. Flacos por el hambre y viviendo como los animales bus·
25) ... y todo esto no tuvieron en cuenta sus compañeros a la cando la comida por el sucio y los lugares desérticos (30: 3).
hora de buscar un consejo para Job. 3. Forzados a comer malvas (una planta con hojas de gus-
to muy amargo que crece en terrenos salinos) y raíces de ene-
d) La endecha de Job sobre su presente miseria (30: 1-31). bro (también de sabor muy amargo). plantas que sólo comían
En el capítulo 30 Job vuelve a considerar su estado actual (la los más pobres e indigentes (30:4).
partícula «ahora» se introduce tres de los cuatro párrafos de este 4. Arrojados de la gente civilizada por ser ladrones (30: 5).
capítulo: 30: 1, 9, 16) para describir una actitud increíblemente 5. Habitando en las barrancas de Jos arroyos y en las caver-
cambiaba a la experiencia anterior. nas de la tierra (30: 6).
En el capítulo 29 habla de las bendiciones recibidas mano 6. Bramando como asnos monteses y teniendo su lugar de
de Dios y en el capítulo 30 menciona lo que el Señor le ha encuentro entre los arbustos (30: 7).
quitado (cp. 1:21). Perdió el respeto de sus inferiores en cate- 7. Actuando como viles y cayendo que ni aun se merecen
goría, hasta los jóvenes se atrevían en contra de él (30: 16-23), tener nombre (30: 8).
quedó abatido por su intenso dolor físico y moral (30: 24-31).
Todo este capítulo es un agudo clamor del que se halla en la Vagabundos con merecimientos para serles atribuidas todas
más profunda miseria social, espiritual, emocional y física. las cualidades mencionadas eran quienes despreciaban a Job con-
Los insultos e indignidades de que Job era objeto de parte siderándolo inferior a ellos. [No es de extrañar que se sintiera·
de los más jóvenes que él y los hambrientos pilluelos (30: 1-15) mísero! Cuán humillante y depresivo no sería ver a la escoria
contrastan con el alto respeto observado por él con sus seme- de la sociedad llamarle escoria a él.
jantes y aun con sus inferiores, incluidos los ancianos (29: 8, Sus acciones contra Job incluían (30: 9, cp. 30: 1) odio y man-
21-25). Habiendo merecido el «respeto de los más respetables» tenimiento de distancia (30: toa), escupirle en la bra (30: 10b.
sufría ahora «la in justicia de los más in justos» ,25 (cp. 19: 18). cp. 17:6), desenfreno (30: 1 lb), y ataques, probablemente verbal
Job les describe como escoria (30: 1-8) y su obra una burla (30: y físicamente (30: 12-15). Esos ataques se describen en términos
9-15). guerreros, como las envestidas de los ejércitos contra las ciuda-
Siendo que los ancianos eran tenidos en gran estima y res- des (cp. 19: 12, donde Job usa similar vocabulario). El popula-
peto por los orientales de la antigüedad, y en particular los hom- cho 26 se levantó contra él, lo derribó sobre sus pies, levantaron
bres de un calibre social, económico y espiritual como Job, las asecho contra él (cp. 19: 12), estropearon 27 su camino (esto es,
burlas recibidas por parte de los jóvenes y mal educados eran te- lo hicieron impracticable), y lograron destruirle porque nadie se
terriblemente dolorosas. Ser despreciados por iguales o por supe- dignó prestarle ayuda, todos se abalanzaron contra él como los
riores ya era desgracia y mucha, pero ser degradado por quie- soldados entrando en una ciudad donde se había abierto brecha
nes venían de tan bajo nivel «cuyos padres él desdeñaría poner-
los con los perros de su ganado» ¡era demasiado! (30: 1 ). Esta 26. Esta palabra que ocurre solamente aquí en todo el Antiguo Testamen-
to, parece sugerir «hijos rebeldes» (cp. Pope, p. 221).
27. La palabra hebrea por «estropear» es otra palabra que solamente se
25. Auderscn , p. 235. halla aquí.

.l
148 / Job ¡Inocente! (25:1-31 :40) / 149

en el muro, le arrollaron 23 como los ladrillos de una pared que el cuello en el sentido de oprimirle, como el cuello de su túnica
se derrumba sobre una persona indefensa. le apretaba, o a una alusión a la enfermedad que le tenía ate-
Ante estos fieros atacantes, Job queda preso por el terror. Su nazado.
prestigio fue por los suelos (esto es, le fue quitado) como arre- El artículo determinado «El» en 30: 19 sin duda se refiere
batado por el viento, y su prosperidad se desvaneció como el a Dios, y este hecho da pie para pensar que el sujeto en 30: 18
viento (cp. 19: 9); y su fama desapareció como una nube. Es es el mismo. Job se siente humillado por Dios. Echado «en el
de notar que Dios es mencionado juntamente con los rufia- Iodo» y viniendo a ser «como cenizas» es una descripción de
nes. que le han causado tantos males: «porque Dios desató su cómo se siente Job al verse en su aspecto tan lastimoso física-
cuerda y me afligió» (30: 11). La imagen de Dios tirándole fle- mente hablando y tan despreciado moralmente. El clamor de
chas recuerda las palabras de Job pronunciadas anteriormente Job en busca de ayuda es ignorado por Dios (cp. 19:7), y su
(6:4; 16: 12c, 13). esfuerzo para lograr Su atención y poder presentarse ante El
En la próxima sección (30: 16-23), Job se queja de su agonía (con significado o bien de comparecer ante Su tribunal o indi-
física y dolor emocional producido por la mano de Dios. El de- cando una persistente actitud para ser atendido) resultó igual·
rramar su alma sobre el mismo (30: 16) expresa abatimiento (cp. mente inútil (30: 20).
Sal. 42: 4) en el sentido de que su alma había agotado todas las Dios, no solamente se mantenía impasible e indiferente; Su
esperanzas y los deseos de vivir.29 Consideraba que el sufrimien- actitud pasó a ser activamente cruel, persiguiéndole como a
to le había llevado hasta el fin de sus días y durante la noche una mala bestia (30: 21) y, cual terrible tormenta, descargando
sus dolores eran tan intenso como espadas penetrándole en sus sobre su indefensa persona sus furores causándole espanto has-
propios huesos. (Los huesos eran considerados como el asiento ta derretirse de temor (30:22. cp. 27:21-22). Dios, quien le había
de los dolores más agudos [p. ej .. Sal. 42: 10].) arrastrado hasta el lodo, ahora le atosigaba corno lo hace el
Su dolor le estaba royendo cont inuarncnte." «La violencia de- viento a los árboles. En su desesperación se sintió morir vien-
forma mi vestidura» (30: 18). este pensamiento es difícil de in- do cómo se agotaban sus fuerzas. «La casa determinada a todo
terpretar por dos razones: la causa de la acción es incierta (¿se viviente» (30: 23) a la cual Dios le llevaría significa la muerte,
refiere Job a su enfermedad o a Dios cuando menciona esta el lugar donde todos los hombres un día han de reunirse. Esta
gran fuerza?), y el significado del verbo «deforma» es oscuro. El es una de las muchas veces que Job se desespera y contempla
pensamiento puede tener tres posibilidades de interpretación, una muerte inminente (3:20-23; 7:21: 10:20-22; 14: 13-14; 16:
co1110 mínimo: 22; 17:16; 19:26-27; 21:23, 26; 24: 19, 24).
Habiendo manifestado su dolor emocional al ser despreciado
1. Que sus abiertas llagas han descolorido y manchado sus
por Dios y sintiendo en su carne Ja tragedia de haber perdido
vestiduras. su salud (30: 16-23), el sufrido patriarca se lamenta ahora al
2. Que sus ropas estaban rotas y arrugadas por su continuo
verse abandonado también por los hombres (30: 24-31 ). Es natu-
agonizar y hacer contorsiones de dolor. ral para un hombre pedir ayuda cuando se encuentra en medio
3. Que Dios le había asido de sus vestiduras y lo había
del desastre (30: 24), dice Job. Sin embargo, su clamor no me-
arrojado al suelo. rece respuesta alguna. Quien tanto se había desvelado ayudando
a otros, llorando con quienes sufrían y necesitaban (30: 25, cp.
Posiblemente la primera de estas posibilidades es la más acer-
29: 12-16), ahora le era negada la más elemental ele las ayudas
tada. humanitarias. Ciertamente él se merecía un trato semejante, pero
El versículo 18b hace referencia o bien a Dios apretándole
en vez de bien, recibía mal, en lugar de luz recibía tinieblas (30:
28. Una manera muy pintoresca de describir las oleadas de tropas inva-
26). El trío consolador no había sido capaz de darle lo que él
soras. había ofrecido a los demás. Entonces Job describe su triste con-
29. Pope, p. 222. dición: en su interior se sentía conturbado emocionalmente (li-
30. «Dolores roedores- traduce la palabra hebrea -rocdores- que también
puede significar «gusanos s o sus calumniadores enemigos. teralmente, «mis partes interiores están hirviendo»), le resulta-
150 I Job ¡Inocente! (25:1-31 :40) / 151

ba imposible relajarse, y solamente la aflicción era su pan diario obligado a intervenir imponiéndole el castigo merecido, es decir,
(30: 27; cp. 30: 16).' el mismo designado en el juramento de [ob.» 33
La palabra «ennegrecido» (30: 28) significa «Ser oscuro», su- De dos maneras f ob afirma su ética honradez: ( l) recordan-
giriendo aquí o bien que se hallaba emocionalmente abatido 31 do su pacto previamente hecho delante de Dios, que le ataba
o que su piel había ennegrecido por causa de su enfermedad,32 éticamente (31: 1), y (2) al usar el juramento condicionado «si
«No por el sol» es. literalmente, «sin calor», sugiriendo que soy culpable ... » (el juramento condicional se repite en: 31:5, 7,
su estado de desánimo (o su piel ennegrecida) no fue por el 9, 13, 16, 19, 20 [dos veces}, 21, 24, 25, 26, 38, 39) algunas
calor del sol. Una vez más Job pide ayuda (cp. 30: 20) -eon veces seguido por imprecación (31: 6, 8, 1 O, 22. 40) y otras ve-
tonos tan estremecedores que sus gritos parecen los aullidos de ces sin ella."
un chacal (cp. Miq. 1: 8) o de un avestruz quejándose de do- Job cita sus actitudes y también sus acciones, avalándolas
lor (cp. Is. 13:21; 34:13). En 30:30 se describen los síntomas con las motivaciones detrás de su manera de ser y su conducta.
de su enfermedad: ennegrecimiento de su piel y la intensa fie- Estas actitudes demuestran que sus acciones estaban limpias de
bre quemándole en su interior. hipocresía. No solamente afirma estar libre de adulterio (3 l: 9-
Job concluye su discurso sobre la presente miseria en que 12), sino que estaba libre del pecado de deseo impuro (31: 1).
se halla sumergido expresando que su gozo se había vuelto en Nunca había adquirido bienes cleshonradamente (31: 5-8), ni
luto (30: 31). Su arpa y su flauta, instrumentos para expresar ale- había depositado su confianza en las riquezas (31: 24-25). Por
gría (cp. 21:22), ahora sirven para acompañar las endechas fu- encima de no haber maldecido a su enemigo (31: 30), nunca
nerales acompañando los lamentos de quienes sienten dolor y se había alegrado de la caída de quienes le querían mal (31: 29).
pena. Los últimos cinco versículos se alternan presentando el do- Los crímenes enumerados en el capítulo 31 son de natura-
lor emocional (30: 27. 29, 31) y el dolor físico (30: 28, 30), respec- leza ética y «en su mayoría, no son pecados monstruosos sino
tivamente. Los pilluelos se mofaban, le escupían y le atacaban; pequeñas desviaciones de los más altos ideales éticos y pia-
Dios permanecía impasible y silencioso; los amigos le desprecia- dosos» .35 Job había preparado la escena para este capítulo
ban y Job se consumía de dolor. Tal era la queja de Job después anteriormente (23: 11-12; 27:2-6). Más que citar solamente de-
de haber perdido bienes, hijos, salud y reputación. litos públicos por los cuales pudiera ser él legalmente culpa-
do 36 (tales como las alegaciones de Elifaz acusándole de agre-
e) Declaración de inocencia de Job (31: 1-40). Las memo- sión maliciosa al prójimo, y la negación de f ob a prestar auxi-
rias de su pasado glorioso (cap. 29) van seguidas de un recital lio a los desvalidos, viudas y huérfanos, según 22: 6-9), Job va
sobre las presentes miserias (cap. 30) concluyendo, lógicamente, más al fondo de la cuestión y penetra en la conciencia humana.
con una afirmación juramentada de su inocencia (cap. 31) para Por hallarse ahí la pureza, deduce él, ciertamente era intacha-
demostrar lo inmerecidos que son los males que está sufriendo ble en sus acciones deducidas de estas motivaciones.
Job. Sin tono arrogante, estas palabras constituyen el último es- El capítulo podría dividirse en tres secciones: (1) Job no
fuerzo del patriarca para demostrar la falsedad de las acusa- tuvo deseos deshonestos ni sensuales delante de los hombres
ciones formuladas por sus enemigos y la injusticia de Jos cas- (31: 1-12)' (2) rob no había abusado de su poder hacia sus es-
tigos recibidos de la mano de Dios. La negativa confesión, por
la cual el acusado desea para sí la maldición, de ser él culpa- 33. Norman C. Habel, The Book of Job (Nueva York: Cambridge U., 1975),
ble de los cargos imputados, constituye la negación más rotun- p. 164.
34. En los versículos 31: 29, 31 y 33 que son introducidos por la partícula
da de su culpabilidad. «Si Job hubiera sido inocente, el conti- •Si• Y que figuran como afirmaciones condicionales, y que no van seguidas de
nuado silencio de Dios constituía una vindicación de su inte- imprecaciones, pueden traducirse del hebreo, ya bien como preguntas o corno
afirmaciones.
gridad. Si Job hubiera jurado en falso Dios se hubiera visto 35. Matitiahu Tsevat, The Meaning of the Book of Job, «Hebrew U11io11
Col/ege Annual, 77 (1966): 38.
36. Georg Fohrer, cThe Righteous Man in Job 31", en Es says in O/d Tes-
31. Pope, p. 224. tament Ethics, ed. James C. Crenshaw y John T_. Willis (Nueva York: KTAV
32. Reichert, p. 156. Publishing, 1974), p. 13.
152 / Job ¡Inocente! (25:1-31 :40) / 153

clavos, pobres o desvalidos (31: 13-23), y (3) Job no actuó des- dras era un trabajo especialmente reservado a las mujeres es-
honestamente o con mala intención ni contra Dios ni contra el clavas (cp. 31: 10a con Ex. 11: 5]) y que otros hombres abusa-
hombre (31: 24-40). ran de ella sexualmente (31: l Ob).
Job niega haber sentido concupiscencia en 31: 1-4. Había Estas imprecaciones demuestran la firme convicción de Job
hecho pacto «con mis ojos», y estaba comprometido a mirar a en cuanto a su inocencia absoluta, ya que ningún hombre cul-
las mujeres sin mala intención lujuriosa. Sabiendo que la mira- pable sería capaz de sujetar a su esposa con tal terrible mal-
da puede despertar el deseo y éste llevarle hasta el pecado de dición (Dt. 28: 30). El adulterio era considerado un crimen re-
acción, Job había resuelto evadir toda fuente y motivación de pudiable, castigado por el hombre después de ser juzgado pú-
pecado (cp. Pr. 6: 25; Mt. 5: 28). Job sabía que la porción, o blicamente. Además, este pecado llevaba en sí el castigo: como
heredad (esto es, el juicio), de parte de Dios para quien peca el fuego consumiendo al hombre hasta el punto de causarle Ja
(31:2) es la calamidad y el desastre (31:3). (En 31:2, Job usa muerte (31: 11-12). La muerte es sugerida por la palabra «Aba-
palabras similares a las últimas de Zofar en 20: 29 y en sus dón», un sinónimo de Seol, como hemos visto en 26: 6 y 28: 22,
propios términos en 27: 13.) ¿Acaso no ve Dios todo lo que donde el hombre se consume juntamente con su alma, destru-
sucede debajo de los cielos? (28: 24) «¿No ve él mis caminos, y ye su reputación, su conciencia, su cuerpo, sus lazos fa miliares,
cuenta todos mis pasos?» -se pregunta Job- (31:4). su futuro, e incluso sus bienes (esto es, cosechas como fuente
La pregunta sugiere la respuesta: Dios conoce todos los pen- de ingresos) (31: 1-12).
samientos de Job, y ve todas sus acciones. Por lo tanto, infiere Ahora Job cambia de tema y habla del trato humano dado
él, Dios pudiera haberle eliminado quitándole la vida desde el a sus esclavos (31: 13-15) y a los pobres (31: 16-23). No se Je
tiempo que fue culpable y violó su pacto. Job había acusado a podía acusar de oprimir a sus muchos sirvientes ( l: 3) o de
Dios, anteriormente, de no quitarle la vista de encima (7: 19- tener corazón duro para con los pobres, viudas, o huérfanos.
20; 13: 27). Ahora se sirve de esta acción de Dios aplicándola Teniendo en sus manos la riqueza y el poder le hubiera sido
a su favor: Dios, quien sabe y ve todo lo que él hace y piensa, posible hacerlo, pero se negó a darles un tratamiento inhumano.
debe saber que es inocente. Sus es~l~vos, aun siendo su propiedad, les permitía presentar
Job no admite haber obrado falsamente en su vida (31: 5-8). sus peticiones y sus quejas ante él, no rehusó escucharles como
Ni sus ojos habían perdido la inocencia mirando con concu- normalmente hacían los potentados. Job tenía dos razones para
piscencia, ni sus pies habían pisado terreno de engaño. Es de- dar esta extraordinaria atención a sus subordinados: se sentía
cir, no había caminado con quienes cometían tales pecados, ni ~esponsable ante Dios como juez (31: 14), y saber que lo mismo
se había dejado seducir por ellos. Su integridad (esta misma el como sus esclavos eran criaturas del mismo Dios, sus res-
palabra se usa anteriormente en 2: 3, 9) quedaría demostrada pectivas vidas habían sido creadas por Dios en el vientre de
ante Dios si El «pesara en balanzas» las acciones de Job (31: 6). sus madres (31: 15).
De haberse apartado él del «Camino» (esto es, las sendas de la Las palabras de Job son una maravillosa exposición de Ja
justicia de Dios, cp. 23: 11), o si él hubiera deseado Jo prohibi- igualdad humana. Aunque los hombres viven en diferentes es-
do (cp. 31: 1), o si se hallase en sus manos señal de haber co- tratos sociales, ante los ojos de Dios deberán comparecer ante
metido el mal (31: 7), estaba dispuesto a no beneficiarse de los un mismo juicio después de gastar los días de su existencia.
resultados y del trabajo invertido en sus cosechas. Todos los seres humanos han venido al mundo por el mismo
El adulterio es negado con los términos más absolutos (31: proceso al nacer. Job había disertado ampliamente sobre el
9-12). El castigo invocado en su propio juramento es de la proceso de su crecimiento en el seno de su madre (10: 8-11);
misma naturaleza que el delito: Si Job se hubiera entregado a ahora Job reconoce que aquel exquisito cuidado de Dios al ser
los engaños de una mujer (cp. 31: l) y si hubiera estado bus- él formado, había sido idéntico que el de sus esclavos.
cando oportunidad para tener relaciones ilícitas con la esposa .su interés en los pobres, las viudas, los huérfanos y los ne-
de su vecino; estaba dispuesto a que su esposa se convirtiera cesitados (31: 16-21) habían sido las motivaciones para que
en la esclava de otro (moler el trigo a mano moviendo las pie- Dios bendijera a Job en el pasado (29: 12-17). Anteriormente,

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154 /Job ¡Inocente! (25:1-31:40) / 155

Elifaz le había acusado falsamente por no ayudar a quienes es- de la omnisciencia de Dios, Su misión como Juez, Su poder
taban en la indigencia (22: 7-9), y Job le replicó breve e indirec- creador, Su majestad y Su suprema existencia.
tamente a esta acusación demostrando que eran los impíos los No solamente se había abstenido Job de adorar a las dos
implicados en tales acciones (24: 9-1 O). Ahora, en su juramento principales luminarias del cielo besando su mano y extendién-
(31: 16-21), Job, de manera específica, repudia todas estas ale- dola a los espacios siderales, sino que ni aun su boca se había
gaciones por falsas. El nunca se resistió a dar al pobre su sus- abierto para maldecir a sus enemigos. De hecho. nunca se ha-
tento, ni se negó a ayudar a las viudas, nunca comió su pan bía alegrado cuando sus enemigos se hallaban en apuros (31:
egoístamente sin acordarse de los huérfanos. A los que no te- 29-30, cp. Pr. 17: 5b; 24: 17). Aquí. al igual que anteriormente
nían padre, les dio consejos, y a las viudas guió y protegió de (31: 24-27), ni existió una actitud interior pecaminosa, ni una
quienes querían abusar de ellas, como si actuara de juez en motivación mala, ni una acción condenable.
dcf ensa de Jos débiles. La liberalidad de Job quedaba demostrada por L.1 actitud de
La última imprecación está expresada en 31: 21-22: «Si alcé los «hombres de su tienda» (significando sus [nmiliarcs. sirvien-
contra el huérfano mi mano resto es, abusar de Ja fuerza o del tes, o, más probablemente, los caminantes hospedados para po-
rango para oprimirle] ... mi espalda se caiga de mi hombro,, y der continuar su viaje al día siguiente), cuando alababan la
el hueso de mi brazo sea quebrado». El terror producido por generosidad ele su mesa, «¿quién no se ha saciado de su carne?»
el castigo de Dios al destruir a Jos malhechores era el freno (31:31).38 Job añade que nunca rehusó dar entrada a un foras-
para cometer malas acciones; y la conciencia de la majestad di- tero o viajero que pasara por delante ele «SU tienda», ofrecién-
vina privaba a Job de cometer pecado (31: 23). Aunque su di- dole pan y alojamiento (31: 32).
nero y posición pudieran haberle llevado a sobornar a los jue- La hipocresía es otro pecado que f ob se niega reconocer
ces y a despreciar a los necesitados, sin que él fuera descu- (31: 33-34). El no encubrió su rebelión como lo intentó Adán
bierto. su preeminencia hubiera sido nula a la hora de presen- (Gn. 3: 7-10), o intentó esconder su iniquidad en s11 seno. Al-
tarse delante de Dios. gunos comentaristas y traductores interpretan «como Adán» con
Continúa Job descartando cualquier pasión materialista (31 · «corno hombre»; posiblemente, esta última solución es la más
24-25), idolatría (31:26-28), venganza (31:29-30), egoísmo (31: acorde con el original hebreo, pero Ja frase de Job habría tenido
31-32), hipocresía (31:33-34), o explotación (31:38-40). Sumen- más impacto Je haberse referido directamente a Adán y su in-
tís a confiar en su oro (31: 24) contesta la acusación implicada tento de esconderse delante de Dios. ;.Pretendió Job que estaba
en Elifaz (22: 24). Job tampoco se sintió orgulloso a causa de limpio ele toda culpa y pecado? No por necesidad. Por el con-
sus riquezas (31: 25). Niega cualquier tendencia idolátrica rela- trario él planteaba la situación condicionalmente: si él hubiera
cionada con la naturaleza. Nunca se vio inclinado a contem- sido consciente de su pecado, no hubiera intentado hacer es-
plar al sol como objeto de culto ni la luna como centro de de- fuerzo alguno por ocultarlo como si no hubiera existido. Su
voción (31:26) ni «SU boca besó su mano» (31:27b) (besar la razón para no ser hipócrita (en caso de tener algún pecado para
mano y extenderla hacia el cielo señalando a los cuerpos ce- esconder) era la burla que le esperaba por parte de la gente,
lestes era un signo de adoración y de gratitud.) 37 La adoración obligándole a guardar vergonzoso silencio (en vez de ser tes-
a los astros y a las estrellas era muy frecuente en oriente. tigos de su inocencia y mostrarse a su favor). Una persona de
Para Job, haber participado en tales ritos religiosos hubiera la categoría de Job no podría mantener su hipocresía escon-
representado una negación de la persona del Creador acarrean- dida por mucho tiempo: la gente pronto le descubriría y se
do sobre él Su juicio (31:28). Es importante notar que ésta es burlarían de su pecado y de su hipocresía.
la quinta vez que Job menciona a Dios en este capítulo (31:2-4, En 31:35-37, Job hace el último esfuerzo para lograr res-
6, 14-15, 23, 28). No queda duda, Job tenía plena conciencia puesta de Dios a sus argumentos. Ansiaba tener a alguien que

37. Los ídolos se basaban (1.0 R. 19: 18: Os. 13: 2). pero justamente porque
el sol y los astros no se podían alcanzar con la boca ni con la mano. después 38. No es necesario ver en esta frase una referencia para justificar su no
de besar la mano se extendía en señal de reverencia a los cuerpos celestiales. increncia en la homosexualidad como apunta Habcl (p. 167) y Pope (pp. 236-37).

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156 /Job ¡Inocente! (25:1-31 :40) / 157

Je prestara atención: «jOuién me diera qmen me oyese!» (31: ficado aquí de «obreros») morir a causa del duro trabajo y
35). Teniendo en cuenta la previa afirmación de Job (30: 20), poco alimento; Job hubiera deseado que la tierra le hubiera
este clamor probablemente se refiere a ser oído por Dios. Fi- traicionado produciendo «en lugar de trigo abrojos, y espinos en
gurativamente, Job pone su firma a su juramento de pureza lugar de cebada» (31: 40). Este deseo condicionado, supuesta la
(«.he aquí mi confianza») y seguidamente pide a Dios para que culpabilidad de Job, es otra imprecación que no se cumpliría por
responda a su juramento («¡que el Omnipotente me conteste!») ser él inocente.
sea Su respuesta según los castigos mencionados en sus impre- Más fuerte aún que la «arrancada de la siembra» mencio-
caciones o con una vindicación, tan deseada por Job. nada en 31: 8, la última imprecación significa que la tierra se
Tan seguro estaba él de su inocencia, de sus motivaciones y tornaría improductiva para toda clase de cosechas. Con estas
de sus acciones que estaba dispuesto a recibir sin discusión el palabras de plena certidumbre, las argumentaciones de Job con
fallo de la sentencia dada por Dios, a quien él llamó su adver- sus habladores consoladores y ante el silencioso Dios que no
sario (literalmente, el hombre de mi sentencia; cp. 13: 24; 16: 9; responde a sus súplicas, pone fin a sus discursos. Job se había
19: 1 I, donde diferentes palabras para designar «adversario» sa- movido hasta donde le había sido posible; el próximo movi-
len en el texto), sobre sus hombros y exhibirla a modo de co- miento correspondía a Dios mismo.
rona." Job exhibiría tal resultado con anuncios de trompeta,
porque su inocencia resistiría todos los embates de las incrimi-
naciones de su Juez. Presto estaba a dar razón delante de Dios
de todos los caminos andados por él (31: 31a; cp. 31: 4), nada 1
tenía que ocultar: «como príncipe me presentaría delante de
El» (31:37b), en espera del veredicto final de parte del Su-
premo Juez.
Aunque muchos comentaristas opinan que 31: 38-40 es una
porción de texto desplazado y debiera colocarse en algún otro
lugar en este mismo capítulo, estos versículos pueden muy bien
ser unos pensamientos anticlimáticos al final del capítulo crean-
do un efecto similar a 19: 28-29. La tierra de Job (31: 38) cla-
maría a Dios contra él ya bien como un testigo a los supuestos
crímenes mencionados anteriormente en este capítulo, o más
acertadamente, a causa de los fraudes o injusticias cometidas por
Job durante el tiempo que él cultivara sus campos (31: 39).
(Ejemplos de estos supuestos fraudes o injusticias podría ser
forzar a otros a trabajar por él, imponiendo draconianas condi-
ciones o pagando irracionales sueldos a los trabajadores.) 40
Los surcos se personifican presentándose como llorando por
causa de la injusticia hecha a los labradores. Si él «hubiera
comido su sustancia sin dinero» (esto es, comido el producto de
la tierra sin retribuir debidamente a sus trabajadores) o hubie-
ra causado a sus trabajadores (edueños» puede tener el signi-

39. Habel considera el documento legal (literalmente, un rollo). como el


veredicto de Job escrito por Dios (pp. 168-{;9), pero el contexto parece indicar
una lista de cargos o alegaciones.
40. Barnes, 2: 116.
El joven enojado (32:1-37:24) I 159

esta teoría es que su nombre no se menciona en ninguna otra


parte del libro. Cuando Dios condena a los amigos y también
condena a Job (cap. 42), Eliú es ignorado; por eso se asume
que él no era parte de la historia original. Pero ¿no puede ser
posible que estando Eliú más cerca de la verdad que los otros
tres primeros interlocutores, de quienes Dios dijo, «no habéis

11 hablado de mí lo recto», sea este el motivo de su exclusión?


(42: 7). Finalmente, Dios no contestó ni a Satanás ni a la es-
posa de Job; por lo tanto. ¿por qué .tenía que hacerlo con Eliú?
La ausencia de las referencias a Eliú en el prólogo es compren-
EL JOVEN ENOJADO sible, pues él era el más joven, su papel era de oidor más que
de hablador, por eso no intervino en los debates patrocinados
por los mayores.
E. Los cuatro discursos de Ellú (32:1 -37:24) Diferencias en estilo y en lenguaje se han exhibido como
prueba de que los discursos de Eliú son de un autor más tar-
El largo y un tanto monótono debat~. entre Job y sus ca- dío.? Por ejemplo, Eliú se dirige a Job por su nombre y lo cita
maradas había terminado. Aunque repetitivos en su punto. de directamente, a diferencia de Jos otros tres amigos que no lo
vista del sufrimiento retributivo, el trío sentado sobre cenizas hacen; Eliú usa el nombre «EL» para Dios y emplea un cierto
quedó silenciado eventualmente Pº'. 1? fuerte insiste~cia ?e Job número de vocablos arameos con más frecuencia que Jos de-
afirmando su inocencia y no merec1m1ento de tales calamidades. más. No obstante, estas diferencias de estilo, simplemente de-
Convencidos de que sus repetidos esfuerzos no podían hacerle latan un personaje de carácter distinto a los otros que han ha-
cambiar la mente de la cual dios creían era una postura de blado anteriormente.'
autojustificación, cesan en su insistente emp~ño (~2: 1). El argumento de que Eliú no aporta ninguna contribución al
Aunque Job logró silenciar a sus tres amigos, .no pud~ sa.car libro cae por su propio peso por la observación de que su punto
de su silencio a Dios! [oh persistió en su demanda de vindica- de vista sobre el sufrimiento es distinto al de sus tres amigos, y
ción de parte de Dios; confiaba que tal .vindicación _demostra- también su concepto de Dios es más alto que el de ellos. Dis-
ría que Dios estaba actuando de forma irregular. s~gun Su ca- tinto resulta su honesto esfuerzo en hallar respuestas a Job y a
rácter y consecuentemente le libraría de sus sufnm1entos: sus lamentos ante Dios en vez de repetir una y otra vez el tú-
Furiosamente enojado y sin estar de acuerdo ~on mngun? tienes-lo-que-te-mereces como habían hecho los tres anteriores.
de los bandos, entra en escena un quinto personaje con deci- Mientras que ellos habían insistido en el arrepentimiento de Job
dido ánimo de participar en las discusiones. Muchos comenta- de los pecados cometidos voluntariamente antes de la llegada
ristas asumen que los cuatro discursos de Eliú, (caps. 32 al .37) de las calamidades, Eliú le recomienda: (1), que Job se arre-
fueron añadidos al libro algún tiempo despues de la termina- pienta del orgullo nacido en él por causa del sufrimiento, y
ción de la obra original.' Uno de los argumentos en favor de (2). que exalte' las obras de Dios (36:24). considere Sus mara-
villas (37: 14), y le tema (37: 24).
l. Freedman , no obstante. ofrece otra nove_dad en el orden de colocación
del material proviniente de Eliú. Su primer d1sc~rso (32: 6 - 33: 33) lo e.aloca Los tres consejeros habían estado afirmando que el sufri-
inmediatamente después del cap. 14; el segundo d1~curso (cap. 34) deberra se- miento de Job era consecuencia de su pecado, pero Eliú explica
guir al cap. 27; el tercero (cap. 35) estar.fa despues del cap. 21_. Y e_l marta
discurso (caps. 36 y 37) colocados despucs del cap. 31. Cada. discurso inme- que estaba pecando [por causa de su sufrimiento! Fue su dolor
diatamente después de las palabras pronunciadas por Job (Dav~d N. Freedman,
«The Eliú Speeches in the Book of Job», Harvard. Tneotogicat . Revrew: 61, 2. Véase S. R. Driver y G. B. Gray, A Critica/ and Exegetica/ Commentary
[1968): 51-59.) Pero esta hipótesis congetural _d1stors10nana el ritmo de los 011 th e Book of Job, pp. xl-xlix.
ciclos de los discursos y falla ante el contenido de 32: ~-6, donde .se afirma 3. E. Dhorme, A Commentary 011 the Book of Job. p. ciii; y Francis I. An-
que Eliú esperó hablar hasta que sus tres amigos hubieran terminado sus dcrsen, Job: An l nt roduction and Commentary, p. 52.
intervenciones.
160 / Job El joven enojado (32:1-37:24) / 161

el que despertó una actitud de orgullo ante Dios y le llevó a él (32: 4). Cuatro veces en esta sección se dice que «se encen-
enfrentarse con El haciéndole atrevidas e irreverentes preguntas dió en ira». Su enfado estaba provocado por dos causas: la ac-
acerca de Sus insondables caminos. El diagnóstico del trío daba titud de Job en su intento de justificarse delante de Dios (32:
como resultado acciones pecaminosas en la anterior vida de Job, 2),5 y la actitud de sus tres amigos por declararlo culpable sin
mientras que la diagnosis de Eliú ve la situación de Job a la tener pruebas suficientes (32: 3). Da la impresión que su explo-
luz del pecado en el momento presente de la vida de Job. sión, fue producida al disponer de argumentos suficientes para
Aunque Job no responde a Eliú (cuyo silencio está en favor contestar las preguntas de ambos bandos y tener una solu-
de la teoría de la inserción de los discursos del cuarto perso- ción para salir del conflicto planteado entre ellos. Los com-
naje como trabajo posterior), las últimas palabras del joven ora- pañeros de Job, por dos veces, son mencionados como los «tres
dor parecen preparar la escena para la entrada de Dios en el varones» en vez de los «tres amigos» (32: 1, 5).
drama (caps. 38 al 41). También es posible que l.as .palabras La prolijidad de detalles en la introducción presentando a
de Eliú lograran silenciar a Job, cosa que no consigureron los Eliú va adecuadamente con el pomposo estilo del nuevo perso-
tres dialogantes anteriores; a Eliú no provocó las respuestas del naje."
sufriente patriarca.
Considerado desde este punto de vista, la sección aportada
por Eliú ofrece una suave transición desde la arrogante .insisten- 2. Primer discurso de Ellú ( 32:6 - 33:33)
cia por la vindicación de parte de Job (cap. 31) a la_ mter~en-
ción de Dios. ¿Por qué motivo podía esperarse una inmediata a) La introducción personal de Eliú (32: 6-22). En reali-
respuesta de parte de Dios al final de las palabras de Job? Des- dad el primer discurso de Eliú no comienza hasta el cp. 33: 1;
pués de todo, Dios tampoco había reaccionado inmediatamente le precede una larga explicación justificando su intervención
ante las insistencias de presentarse ante el juicio (13: 3, 15; 16: cuya justificación incluye la presentación de respetos a los otros
21; 30:20).4 tres consejeros (32: 6-10), una valoración de sus razones (32: 11-
14), y sus deseos de hablar (32: 15-22).
Por ser más joven. interviene con timidez y temor al dar
1. Introducción a Ellú (32:1-5) sus opiniones (32: 6), dando por sentado la superioridad en sa-
biduría por parte de sus amigos (32: 7). Pero entonces dice que
La sección poética del libro (3: 1-42: 6) se rompe en este la sabiduría 7 viene de Dios, no de los años de experiencia («el
pasaje por un relato en prosa (32: 1-6a), ~ara prese~tar una espíritu del hombre» y «el soplo del Omnipotente» pueden ser
detallada introducción del cuarto protagonista. Despeja ya el una referencia al Espíritu de Dios, quien frecuentemente se aso-
humo de las escaramuzas dialécticas entre los tres y Job (32: 1), cia con la sabiduría,8 (cp. Gn. 41:38-39; Ex. 31:3; Nm. 27:18-
Eliú se siente libre para expresarse. Sus referencias genealógicas 21; Is. 11:2; Dn. 5:11-12). Ante su atrevimiento al declarar ig-
son más extensas que ningún otro personaje en el libro. Como norantes a sus colegas, ve la necesidad de rogarles silencio y
buzita, estaba relacionado con Abraham, porque Buz era her- atención a sus razones. («Escuchadme; declararé yo también
mano de Uz e hijo de Nacor, quien era hermano de Abraham mi sabiduría», «dejadme hablar», lo repite Eliú varias veces,
(Gn. 22: 20-21). Buz, Tema y Dedán eran lugares en Arabia 32: 10, 20; 33: 1, 12, 31, 33; 34:2, 10, 16; 37: 14).
(Ter. 25:23). «De la familia de Ram» sugiere que Eliú era un Después de paciente espera y atento escuchar a sus argu-
antecesor de David (Rt. 4: 19-22).
El enfado de Eliú alcanzó sus límites mientras estaba es- S. El texto hebreo puede significar que Job se consideraba justo y Dios
equivocado.
perando intervenir por deferencia a los otros de más edad que 6. H. H. Rowlcy, Job, p. 264.
7, En sus discursos, se refiere a la sabiduría once veces, usando dife-
rentes palabras.
4. T. Miles Bennett, When Human Wisdom Fails: An Exposition of the 8. Marvin E. Tate, «The Speeches of Eliú», Review and Expositor, 68 (Oto·
Book of Job (Grand Rapids: Baker, 1971), p. 78. ño 1971): 491.
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mentos, Eliú llega a Ja conclusión de que ellos no podían refu- 22). En resumen, las cuatro razones expuestas por Eliú recla-
tar las razones de Job (32: 11-12). Job ya había dicho que el mando su derecho a la palabra fueron: el Espíritu de Dios
hombre no está capacitado para hallar la sabiduría (cap. 28), estaba con él, había esperado su turno hasta que los demás ha-
por lo tanto, no podían pretender entenderlo todo y, en base a bían terminado sus intervenciones, tenía diferentes argumentos
este supuesto, condenar a Job, Dios sí podía (32: 13). Otra ma- que presentar, tenía mucho que manifestar y había de actuar
nera de interpretar este versículo es tomando la última línea: imparcialmente y sin lisonjas. Ciertamente que su enfado no
«lo vence Dios, no el hombre» como palabra de Eliú más bien le había privado del sentido de su propia estimación.
que palabra de los tres amigos. En este caso, el pensamiento es
que la sabiduría humana no puede contradecir los argumentos b) Primera respuesta de Eliú a Job (33: 1-33). En el pri-
de Job; solamente Dios está capacitado para ello. Por Jo tanto, mero de sus cuatro discursos, Eliú censura a Job por haberse
Eliú no discutirá sobre Ja misma base en que Jo hicieron sus atrevido a acusar a Dios por no escucharle (cap. 33). En su
amigos (32: 14), más bien tendrá en cuenta la sabiduría de segunda arenga, refuta a Job su postura por declarar a Dios
Dios. Si esta es la interpretación correcta, entonces Eliú estaba injusto (cap. 34). Y en su tercera intervención, condena a Job
diciéndoles que sus intervenciones no habían tenido en ·cuenta por haber dicho que de nada servía obedecer a Dios (cap. 35).
la mente de Dios, pero él sí. Discute las maneras que Dios tiene de comunicarse con el hom-
Habiéndose dirigido a Jos tres consejeros (32: 6-14) continúa bre (por medio de sueños y del sufrimiento, cap. 33); comenta
hablando a Job personalmente (32: 15-22). En vista de que Ja justicia de Dios para con el hombre (cap. 34) y considera
sus tres amigos callaron sin más argumentos que esgrimir, Eliú el significado de la soberanía de Dios con relación a la humani-
ya no espera más. Expresará su opinión (32: 15-17). Las dos dad (cap. 35). Luego, en su discurso final (caps. 36 y 37), de
líneas en 32: 17, cada una comenzando con «por eso yo ... » tam- nuevo elabora sus teorías sobre la justicia y la soberanía di-
bién yo . . » son formas hebreas que expresan su timidez y mo- vinas.
destia al ser él el más joven del grupo en pronunciarse. Con Eliú inaugura su primer parlamento (cap. 33) solicitando la
relación a su afirmación: «lleno estoy de palabra» (32: 18a), atención de Job (33: 1-7). El joven orador resulta un poco en-
Rowley comenta humorísticamente: «nadie se lo puede discu- goroso y redundante (33: 1-2), pero su sinceridad (33: 3) es evi-
tir» .9 El se veía empujando a hablar («me apremia el espíritu dente en virtud del hecho de que él ha sido creado por el Es-
dentro de mí» en 32: 18b, puede significar su propio espíritu, píritu de Dios y ha recibido la vida por medio del aliento del
no por necesidad el Espíritu de Dios, especialmente si tenemos Omnipotente (33:4), y su convicción (33:5) es evidente al de-
en cuenta el contexto siguiente). Su contenido entusiasmo y safiar a Job 10 para refutarle colocándose en un terreno de
deseo de expresarse lo compara al vino en proceso de fermen- igualdad a la hora de la batalla dialéctica.
tación encerrado en lugares herméticos (dentro de pellejos sin El joven, aunque enojado por la actitud de todos, no se
respiración) reteniendo toda su fuerza expansiva (32: 19). considera superior a Job (como hicieron sus amigos) ni infe-
Eliú pide poderse expresar con libertad: «Hablaré, pues, y rior, porque ambos eran posesión de Dios y Su creación, for-
respiraré; abriré mis labios, y responderé» (32:20), y determina mados (literalmente, moldeados por Su dedo) del polvo de la
hacerlo con imparcialidad con referencia a sus amigos, a Job tierra (cp. 31:5). Por esta razón, al ser una conversación entre
y a Dios (Iob había acusado a ios tres hombres de parcialidad iguales, Eliú no le causaría terror a Job (como Job se había
en favor de Dios y de actuar en contra de él, 13:8, 10) también quejado frecuentemente que Dios le había hecho superioridad,
de buscar el favor de Dios temiendo Su venganza (ver 32: 20- 7: 14: 9: 34; 13: 21; 23: 15), ni representaría una presión sobre
él (33:6-7).
9. Rowley. p. 267. No hay duda de la prolijidad de Eliú en sus expresío-
ncs, porque los versículos de sus discursos suman un total de 156. con más
extensión que el discurso final de Job con 148 versículos y más largo que 10. Algunos comentaristas toman el verbo «respónderne- en plural como
Jos tres discursos de cada uno de sus amigos (Elifaz, 110 versículos; Bildad, si Eliú se dirigiera a sus amigos. pero el contexto exige su forma singular
46; y Zofar, 47). haciendo referencia sólo a Job.
I:<] joven enojado (32:1-37:24) I 165
i64 I Job

En los siguientes seis versículos (33: 8-13), Eliú resume los Dios habla [esto es, en repetidas ocasiones]; pero el hombre no
argumentos de Job (33: 8) en sus quejas contra Dios: entiende» (33: 14).19
Dios ha hablado más de una vez a Job, afirma Eliú, pero
1. Job pretende ser inocente («soy puro,11 no he pecado;
12 ha sido Job quien no ha estado atento a Su voz. Eliú menciona
estoy sin culpa» 13 [33:9]) contestado (cap. 35) por el hecho indistintamente «hombres» y «hombre» (33: 14-30), incluyendo
de que Dios es soberano y, consecuentemente, no le afecta 111 de esta forma indirecta a Job en sus razonamientos.
la culpa ni la inocencia del hombre. Elifaz, el mayor de los amigos de Job, comenzó su ataque
2. Job afirma que Dios le ha tratado con injusticia («He refiriendo un sueño fantasmagórico por medio del cual, preten-
aquí que El buscó reproches 14 contra mí, y me tiene por Su día Elifaz, Dios le había revelado la impureza de los hom-
enemigo; is puso mis pies en el cepo,16 y vigiló todas mis sen- bres ( 4: 12.21). Este sueño había ofrecido la base sobre la cual
das» 11 [33: 10-11]) contestado (cp, 34) por el hecho de ser Elifaz imponía su autoridad sobre Job. Eliú, por otra parte, men-
ciona los sueños de parte de Dios como una de las maneras de
Dios justo.
3. Job pretende que Dios ha ignorado sus súplicas y no le instruir al hombre y de guardarle para que no peque. Cuando
ha escuchado («¿Por qué contiendes 18 contra El? Porque E,l Dios «revela al oído de los hombres» (33: 16a), logra su aten-
no da cuenta de ninguna de Sus razones», [33: 13]) contestado ción. Y cuando Dios «señala su consejo» (33: 16b), «comunica
(cp. 33) por el hecho de que Dios es comunicativo. sus avisos a los hombres en sus camas, en manera tan solemne
e impresionante como si estuvieran ratificados con un sello y
En el capítulo 33 Eliú contesta la pregunta: «¿Por qué no certificados oficialmente» .20
me responde Dios?» En el capítulo 34 la pregunta es: «¿Por El propósito de la comunicación de Dios por medio de los
qué no me libra Dios de mi injusto sufrimiento?» Y en el ca- sueños -da a entender Eliú- es lograr que el hombre corrija
pítulo 35, Eliú discute el interrogante de Job: «¿Por qué no sus malas obras y no sea orgulloso (33: 17). La palabra «conduc-
ta» y el término «obra» que frecuentemente han tenido una con-
me recompensa (por ser inocente)?»
Eliú no duda en mostrarse duro con Job diciéndole: «No notación mala (cp. Gn. 44: 15; Ex. 23: 24; Neh. 6: 14; Eccl. 4: 3;
tienes razón para hablar a Dios usando semejantes términos, no 8: 11; Mic. 6: 16; etc.) se usan aquí en tono positivo. Las palabras
olvides que Dios es inmensamente mayor que el hombre» (33: «apartar de la soberbia» quieren decir, literalmente, «cubrir el
orgullo del hombre». Las acciones malas, el pecado y el orgullo,
12).
conducen a la muerte (33: 18), pero Dios protege al hombre del
La refutación de Eliú ante el razonamiento de Job afirman-
sepulcro (usado cinco veces en este capítulo, 33: 18, 22, 24, 28
do que Dios no se dignaba a darle respuesta es frontal: Dios
y 30, cada vez con referencia a la muerte) y de «perecer a es-
efectivamente habla, y El lo hace mediante sueños (33: 14-18),
pada» (una traducción más acertada sería: «ser traspasado al
y mediante la enfermedad y el dolor (33: 19-28). Aunque Dios
Seol»).21 Sintiéndose aterrorizado por las pesadillas (7: 14), Job
no informe teniendo al hombre al corriente de sus acciones, El
no ha sido capaz de descubrir el propósito de los sueños envia-
se comunica con él: «efectivamente, en una o en dos maneras
dos por Dios, es decir, preservarle del pecado y de Ja muerte.

11. Cp. 6: 10; 9:21; 10:7; 13: 18; 16: 17.


19. Aquí Eliú dice que Dios habla •una y dos» veces, y en 33: 29 Eliú dice
12. Cp. 7:20-21; 13:23; 14: 17; 23: 11.
que Dios habla •dos y tres veces».
13. Cp. 9: 20; 10: 7, 14; 27: 6.
14. La palabra hebrea es •ocasiones», que indica un pretexto para la 20. Albert Barnes, Notes, Critica/, ll ust rative, and Pract ical, on the Book:
hostilidad (Victor E. Reicher t , Job, p. 171). Dios, de acuerdo con Job, tenía of Job, 2: 132.
que inventarse razone para castigarle, pues ningún motivo tenía teniendo en 21. Algunos comentaristas sugieren la siguiente traducción: «protegido
a l~ hora de atravesar el canal>, con el significado de «el río de la muerte»,
cuenta el carácter de Job.
segun los paralelos hallados en los documentos acadios (cp. Marvin H. Pope,
IS. Cp. 13:24; 19:11.
Job, p. 250). No obstante, -espada- es el significado más corriente de las pa-
16. Cp. 13:27.
la~ras hebreas (•serán pasados . a espadas es usado más adelante por Eliú,
17. Cp. 7:17-20; 13:27.
18. •Contiendas• aquí implica acusación, un término forense usado por 36.12). La muerte por espada ciertamente encaja con el contexto que habla
de muerte.
Job varias veces en sus manifestaciones.
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166 / Job El joven enojado (32:1-37:24) / 167

Una segunda manera de hablar de Dios, según Eliú, es por salud (33: 25),23 y una total renovación espiritual (33: 26-28).
medio de la enfermedad (33: 19-28). El dolor físico, sentido hasta Esta renovación espiritual debe entenderse conectacla con la
en el interior de los huesos, le causó la pérdida de apetito (33: oración, la aceptación de la persona por parte de Dios, el gozo
19-20), con el resultado natural de pérdida de peso de tal ma- de hallarse en presencia de Dios (pensamiento muy similar al
nera que los huesos sobresalen de la carne (33:21). Eliú obvia- de Elifaz en 22: 26), una adecuada amistad con el Creador y
mente tenía a Job en mente al hablar en estos términos, ya que un testimonio verbal ante los hombres.
Job había dicho que odiaba el alimento (6: 7). Tales enferme- Una mejor traducción que «no me ha aprovechado» (33:27c)
dades, continúa diciendo Eliú, acercan el hombre al sepulcro sería, «no estaba de acuerdo conmigo». El verbo «está de acuer-
(33: 22).22 do» es, literalmente, «estar nivelado o igualado»; de este signi-
En sueños, Dios puede instruir al hombre de manera que se ficado etimológico viene la idea de ser igual o tener el mismo
aparte del pecado y, consecuentemente, de la muerte. De la mis- valor que. El pensamiento expresado aquí es que el enfermo, una
ma manera, por medio de las enfermedades (ambas cosas son vez restaurado de su mal, se dará cuenta de que el pecado no
experiencias relacionadas con la cama, ciertamente bien conoci- le proporcionó ventaja alguna, por el contrario actuó en contra
das por Job), Dios puede enviar un ángel en carácter de in- de él, pues le trajo enfermedad y sólo conflictos.
térprete-mediador entre El y el hombre para «que le anuncie su «Redimirá» en 33:28 tiene la misma raíz que «libró» en 33:
deber» (33: 23). Aquí Eliú contradice a Elifaz, quien había ma- 24. Por haber sido el hombre librado por medio de la interven-
nifestado anteriormente que ningún ángel podría asistir a Job cien del ángel, ha sido redimido de la muerte («sepulcro» en
en su conflicto (5: 1). También Job había lamentado la ausencia 3.3: ~8 se usa por cuarta vez en este capítulo; cada vez con el
de un árbitro que intercediera en su favor (9: 33). significado de «muerte»). Además, «su vida se verá en luz» sig-
La instrucción derivada de los sueños es negativa, pero la nificando que él vivirá. '
procedente de los ángeles en tiempo de enfermedad es positiva. A c_~mtinuación, Eliú resume los dos propósitos de Dios en
Siendo el ángel «uno de entre mil» indica la profusión de se· lo.s suenos y en las enfermedades, que repetirá una y otra vez
res celestiales a la disposición ele Dios para dar instrucción a (literalmente, «dos veces y tres veces»): negativamente, alejará
Sus santos. Al recordarle al hombre lo justo y lo bueno, el án- a~ hombre ~e la muerte, y positivamente, le producirá satisfac-
gel «uno entre mil» indica la profusión de seres celestiales a la ción en la vida (33:29-30). Ser «iluminado con la luz de la vida»
disposición de Dios para dar instrucción a Sus santos. Al re- es una .de las ocasiones en el Antiguo Testamento en que equi-
cordarle al hombre lo justo y lo bueno, el ángel le ofrece la opor- para ~isfrutar de la vida con ver la luz (o estar en luz). Es
tunidad de recuperar su justicia, que disfrutaba antes de la en- un evi.dente contraste con las tinieblas de la tumba. Eliú otra
fermedad (la que posiblemente, al perderla, le causó .Ja pérdida vez, p~de la atención de Job por dos cosas: desea justificar a
de salud). Entonces «que le diga que Dios tuvo de él misericor- su amigo, y compartir con él sabiduría (33: 31-33).
día» (33: 24a), o «que él le ha sido propicio» (sustituyendo .Eliú considera el sufrimiento como protector, más que retri-
«Dios» por el artículo determinado «él» podría ser una referen- butivo; com.o medio para proteger al hombre de la muerte, más
cia al ángel, quien hubiera pedido a Dios «librar al hombre del que, un castigo ~ara ~~nducirle a la tumba. Los tres compañeros
sepulcro», por haber (el ángel) «hallado un rescate» (33: 24b). habían hecho hincapié en el valor del castigo punitivo a dife-
Lo mismo si este indefinido e impersonal rescate el arrepen- r~ncia de Eliú, quien s.ubray~ su valor pedagógico. (Es de justi-
timiento del enfermo o una redención concedida por gracia a cia observar que también Elifaz mencionó, aunque brevemente
través del ángel, el resultado es la restauración completa de la el valor beneficioso y disciplinario del sufrimiento en 5: 17 .) '
Para los tres consejeros, la enfermedad era el castigo direc-
22. «Su alma se acerca al sepulcro», puede ser una referencia a los ángeles to de un juez motivado por los pecados cometidos; pero para
portadores de la muerte, corno en el Salmo 78:49. De ser así, implicaría la
siguiente referencia en Job 33: 23 donde también aparecen los ángeles corno
los agentes de las acciones. , 23. -Su carne será más ti~rna que la del niño, volverá a Jos días de su
juventud» es una bella expresión para significar Ja sanidad del enfermo.
168 /Job El joven enojado (32: 1-37 :24) / 169

Eliú, la pérdida de la salud era una manera que Dios tenía de a) Citando a Job por parte de Eliú (34: 1-9). Eliú, una vez
captar la atención del hombre, recordándole de dónde había más, requiere la atención de sus oyentes invitándoles a exami-
caído, ofreciéndole el medio de arrepentirse de su pecado y apar- nar las razones que expondrá,26 para decidir si Job estaba en
tándole así de la senda del mal. Para Eliú, lo mismo que para un error o tenía razón cuando acusó a Dios de injusto en de-
los tres amigos, el pecado estaba detrás de la enfermedad y el fensa de su propia justicia (34: 2-4). Entonces cita a Job de ma-
sufrimiento. Mas para el más joven de los tres la solución no nera indirecta: «Porque Job ha dicho: Yo soy justo» (34:5a;
consista en «arrepiéntete y esto es todo para que Dios te devuel- cp. 13: 18; 27:6) y «No he cometido trangresión» (34:6b; cp.
va la salud», sino «escucha al ángel, quien te instruirá en el 13:23; 14:17; 23:11). Le cita también directamente: «Dios me
camino de la redención, y Dios te restaurará». Para los tres, la ha quitado mi derecho [legal]» (34:5b; cp. 27:2). Eliú vuel-
restauración dependía de la iniciativa humana; para Eliú, depen- ve a mencionar las palabras de Job poniendo en su boca la
día de la iniciativa de Dios por medio del ángel. pregunta, «¿He de mentir yo contra mi razón?» (34: 6a).27
¿Quién estaba en lo cierto, Eliú o sus amigos? Otros pasa- Seguidamente, Eliú se pone del lado de los tres consejeros
jes de la Escritura revelan que Dios se sirve del sufrimiento acusando a Job de «beber escarnio como agua» (claramente una
para ambos propósitos: algunas veces como retribución contra cita de Elifaz en 15: 16, con una ligera variante más acusadora)
el pecado y en ocasiones distintas para prevenir la muerte. Aun- y achacando a Job el ir en compañía de los inicuos (34: 7-8).
que Eliú estaba más cerca de la verdad, él al igual que sus tres Otra cita indirecta a las palabras de Job se puede ver en 34: 9,
amigos se hallaban en un error, pues, prejuzgaban que Job ha- tal vez haciendo referencia a 9: 30-31. La contenciosa frase, «de
bía pecado y este pecado era la causa de su sufrimiento y desgra- nada servirá al hombre el conformar su voluntad a Dios», como
cias. Además, cuando Dios habló con Job (caps. 38-41 ), lo hizo una cita de Job (34: 9) es contestada por Eliú más adelante en
sin la intervención de ningún ángel, a diferencia de la teoría de el capítulo 35.
Eliú, y nada se nos dice acerca de la redención.24 Eliú estuvo
acertado al tocar el tema del orgullo, por haber sido el proble- b) Eliú refuta a Job (34: 10-37). Eliú se levanta en defen-
ma de Job como resultado de su sufrimiento, y posiblemente tam- sa de la justicia de Dios, coincidiendo en esto con sus amigos
bién estaba en lo cierto en su discusión sobre el propósito de y acusando a Job de insolencia. Es inconcebible que el Creador-
los sueños de Job en su situación concreta. Gobernador-Sustentador sea injusto. Obrar maldad o injusticia
o pervertir el derecho va en contra de la misma naturaleza di-
vina (34: 10, 12).28 Entonces Eliú prosigue describiendo el ca-
3. Segundo discurso de Eliú (34:1-37) rácter de Dios como medio para demostrar Su justicia:

En su segundo discurso, Eliú prosigue respondiendo a Job l. Dios es justo y recompensador. Da al hombre su justo
por acusar a Dios de injusto. El joven protagonista habla pri- merecido (34: 11).
mero a los otros tres compañeros (34: 1-15), como indica la in- 2. La Autoridad soberana, no recibe Su autoridad de nin-
troducción: «Oíd, sabios, mis palabras» (34: 2) y «varones de gún otro ser creado en el universo, por lo tanto, no tiene que
inteligencia, oídme» (34: 10).25 Seguidamente se dirige a Job (34: rendir cuentas a nadie en absoluto (34: 13).
16-37), como se ve por el cambio al singular en los pronombres 3. El Sustentador independiente de toda la vida tiene todo
y formas verbales. el poder sobre la raza humana para continuar sosteniendo la

26. Job también había hablado de la prueba de las palabras por medio
del oído, y del paladar para detectar el gusto (12: 11).
24. James F. Ross,
«Job 33: 14-30: The Phenomenology of Larnent», Jour- 27. Algunos comentaristas prefieren la traducción: •El (es decir, Dios)
na/ of Biblical Lit erat ur e, 94 (marzo de 1975): 42-43. mintió»: otros exegetas traducen •¿He de ser considerado un embustero P»,
25. La referencia de Eliú a sus amigos como -varoncs de inteligencia» 28. Estas palabras muestran la concienciación de la pregunta de Bildad:
puede ser tomada en un sentido ligeramente irónico después de haber pues· •¿Acaso torcerá Dios el derecho, o pervertirá el Todopoderoso la justícia?»
to en duda su sabldurta (32: 6·9). (8:3).
170 / Job El joven enojado (32:1-37:2-1) I 171

vida de los hombres o dísconrinuarla a Su entera voluntad (34: que está soportando un castigo 31 sin tener conocimiento de ha-
14-15). ber actuado injustamente 32 y puede, por lo tanto, pedirle a Dios
4. Dios es el Gobernador imparcial por excelencia. El de- que le muestre su pecado que le es desconocido («lo que no
clara la indignidad o la dignidad de los reyes y la lealtad de los puedo ver»),33 con la predisposición a no volverlo a cometer, asu-
nobles, sin tener en cuenta sus riquezas o influencia o clase miendo así que en realidad el pecado se ha cometido. Eliú en-
social, pues todos son criaturas suyas (34: 16-20).29 tonces se dirige a Job con una condente pregunta: «¿Ha de ser
5. El Juez Omnisciente, ve todos los pasos del hombre, eso según tu parecer?» (34: 33a). Con esta reflexionante inte-
quien no puede esconderse de Sus poderosos ojos. El conoce to- rrogación, Eliú trata de demostrarle a Job que Dios en Su so-
das y cada una de las acciones de todos los hombres inmedia- berana y libérrima voluntad no tiene obligación de conformar
tamente, sin necesidad de dirimirlas en un juicio 30 (34: 21-25a). Sus planes al pensamiento del hombre y, aunque el hombre pon-
6. El absoluto Ejecutor, quien destruye a los inicuos de ga objeciones a las acciones de Dios, no por eso El ha de
noche (cuando no son vistos por los demás) o en lugar público cambiar Sus actuaciones.
cuando todo el mundo pueda constatarlo (34: 25b-30) no puede Al obligar a Job para que se decidiera (34: 33), Eliú señala
dejar de ejecutar la justicia debida en cada caso. La razón del que a Job toca y no a él, indicarle una alternativa a Dios en
castigo para los malos, sostiene Eliú, es su propia desobedien- Su misión de gobernar el universo." Los sabios, concluye Eliú,
cia y la opresión ejercida por ellos sobre los pobres, cuyo cla- condenarían la postura de Job. (Esta fue una inteligente jugada
mor angustioso Dios escucha y atiende (34: 27-28). de Eliú para demostrar su sabiduría, ya que él también le con-
denaba.) Ellos acusarían a Job de hablar «sin conocimiento» y
Sin embargo, prosigue Eliú, si Dios «Se mantiene sin actuar» «sin sabiduría» (34: 34-35); estarían de acuerdo en que él debe-
o «esconde Su· rostro» ante el tirano (esto es, si no actúa con- ría ser «probado ampliamente» (esto es, hasta que reconociera
tra la injusticia con la rapidez que el hombre cree que debiera el pecado de su atrevimiento contra Dios), pues había hablado
actuar), nadie tiene derecho a condenar a Dios (34: 29). No hay como lo hacen los inicuos (34: 36; cp. 34: 7-8). Este cruel aserto
duda de que Eliú tiene en mente la actitud condenatoria mos- tiene el corte de las incisivas palabras de Zofar cuando afirmó
trada por Job. El lugar de las palabras, «esto sobre una nación, que Dios le estaba castigando (a Job) con menos intensidad de
y lo mismo sobre un hombre» en 34:29c, es difícil de encajar la que él se merecía (11: 6). «La actitud de Eliú encaja con la
en el pensamiento de Eliú y la línea de argumento seguida por de Satanás; presiona lo suficiente sobre un hombre y al final
él aquí. Una posibilidad es considerar 34: 29a-b como entre cederá».35
paréntesis de tal manera que el clamor de los pobres y afligidos Por encima del posible pecado, causa de su sufrimiento, Job
(34: 28) es siempre oído por Dios, lo mismo si la aflicción afecta era culpable de rebelión contra Dios, opina Eliú. No solamente
a una nación o a un individuo. De todas maneras el resultado esto, Job, además, había dado palmas ante ellos; es decir, re-
es que los malos no están autorizados por Dios para que opri- bibió con antagonismo su consejo (dar palmas se usaba, en oca-
man y gobiernen indefinidamente sobre los demás (34: 30). siones, para obligar a guardar silencio),36 y «multiplicó sus pa-
Habiendo establecido que Dios no es responsable ante nadie labras contra Dios».
(34: 13), Eliú aplica este principio al caso de Job (34:31-37). Pue- Aunque Eliú había asegurado a sus tres amigos no usar su
de que alguien tenga la suficiente audacia para decirle a Dios
31. Aunque la palabra «castigo» no figura en el original, el concepto está
implicado en el verbo «soportar-.
29. El argumento en 34: 17 es: siendo el juez humano injusto, éste no es 32. «No he obrado corruptamente» traduce más apropiadamente el hebreo
tolerados, con más razón, pues, es impensable que Dios sea injusto; El es el en 34: 31c.
que encarna la justicia. Eliú añade que el injusto, aunque posea poder, 33. Job habló semejante a Dios (6:24; 10:2; 13:23).
puede ser destruido inesperadamente por Dios e a medianoche» (34:20; cp. 34:25). 34. Reichert, p. 180.
30. Los versículos 23-24 son sorprendentemente similares a las afirmaciones 35. Norman C. Habel, The Book of Job (Nueva York: Cambridge U., 1975),
de Zofar: «Porque El conoce a los hombres vanos; ve asimismo la iniquidad, p. 186.
¿y no hará caso?» (11: 11). Esto es otra evidencia de la adhesión de Eliú a 36. Es posible también que Eliú implique que Job daba palmas en tono
sus tres amigos en el caso de la defensa de la justicia de Dios. de mofa delante de Dios.
172 / Job El joven enojado (32:1-37:24) / 173

tipo de argumentos (32: 14), cayó en la misma trampa donde a) Eliú cita a Job (35: 1-3). El enfoque de Eliú aquí es
ellos estaban metidos, al declarar que la beligerancia del patriar- similar al de los otros dos capítulos anteriores. Cita a Job y,
ca evidenciaba su iniquidad, usando en sus acusaciones palabras seguidamente, razona el refutarniento (35:2-3 y 35:4-16). Ante-
casi idénticas a las empleadas por sus anteriores interlocutores. riormente, Eliú había repetido palabras de Job al decir: «de
Poner en duda los caminos de Dios constituía la mayor arro- nada servirá al hombre el conformar su voluntad a Dios» (34:
gancia pensable en el mundo («¿Qué hombre hay como Iob?», 9). Ahora discutirá este punto de vista de Job.
' 34: 7). Siendo imposible para Dios cometer una injusticia (34: El más joven de los contendientes comienza preguntando:
12), razone Eliú, la única posible conclusión es el error de Job. «¿Piensas que es cosa recta lo que has dicho: más justo soy yo
¿Hasta qué punto Eliú ha dado en el clavo? Ciertamente es- que Dios?» 38 (35:2). Aunque Job no se había expresado en idén-
taba acertado cuando habló de la autoridad de Dios, sustenta- ticas palabras su postura estaba clara. La implicación de error
dor y controlador de la vida, omnisciente, con poder para juz- en tal aserto la demuestra Eliú rápidamente (35: 3). ¿Cómo pue-
gar el pecado, y soberano para guardar un silencio tan largo y des afirmarte en la postura de tu justicia ante Dios cuando al
absoluto como Ef creyera necesario y oportuno. Incluso Job ha- mismo tiempo te has preguntado qué ventaja hay en ello y qué
bía estado de acuerdo con estos principios. J ndudablemente, Eliú diferencia entre ser inocente o pecador? 39 Job se había pregun-
estaba en lo cierto al reprender a Job por su manera de deman- tado qué valor tenía servir a Dios, ya que él estaba sufriendo
dar respuesta a Dios (34: 29) exigiéndole una demostración de como los impíos.
su pecado (34: 32) y es correcto en Eliú el reproche que le hace
al usar términos como los formulados en 34: 33. b) Refutación de Job (35:4-16). La presuncion de juven-
Pero como sus tres amigos, Eliú, para poder defender a Dios, tud de Eliú es evidente en la confianza y seguridad al expresar-
tuvo que asumir la mentira en los labios de Job cuando éste se, no solamente al dirigirse a Job sino a sus compañeros tam-
afirma su inocencia. Ninguno de los cinco (Elifaz, Bildad, Zafar, bién (35: 4).4-0 Señalándole a Job los cielos (el universo estrellado)
Eliú y Job) sabían de la controversia entre Satanás y Dios. Con- y las nubes, «que son más altas que tú» (35: 5), Eliú se pro-
secuentemente, la acusación de Eliú estaba desfasada. Falló en pone recordar a Job su pequeñez; siendo los astros mayores que
admitir la posibilidad de un sufrimiento en Job sin una conse- él, Su Creador ha de ser mayor que el hombre. Por ser Dios
cuente causa en un pecado específico. «La Biblia reconoce que trascendente por encima de estrellas y nubes, no puede verse
la desgracia y la fortuna no marchan al mismo paso, que el afectado por el pecado del hombre (35: 6) o salir beneficiado por
dolor y el pecado no siempre guardan relación entre sí. Cual- la justicia de sus criaturas (35: 7).
quier afirmación gratuita en este sentido no puede satisfacer a Elifaz había hecho similares observaciones acerca de las es-
un hombre de la honestidad de Iob.» 37 trellas (22: 12) y con relación a la indiferencia de Dios ante la
conducta humana (22:2-3). El pecado de una persona o su rec-
to vivir afecta solamente al hombre, pero no a Dios (35:8). Eliú
4. Tercer discurso de Eliú (35:1-16) está de acuerdo en este punto de vista, pero él lleva este pen-
samiento más allá añadiendo que el carácter y la conducta del
En su tercer discurso, Eliú se levanta defendiendo a Dios hombre ciertamente hace sentir su influencia sobre él y a quie-
y Su soberanía atacada por J oh al atreverse a decir que Dios nes le rodean.
no Je había recompensado por su inocencia. Su réplica es en ¿Estaba Eliú sugeriendo la total desvinculación e indiferen-
doble sentido: (t) Dios es supremo, por lo tanto, no se puede cia de Dios con relación al hombre? De ser así, su idea estaría
ver afectado ni puede depender de la inocencia o del pecado
del hombre, y (2) la falta de respuesta por parte de Dios ante 38. Algunos comentaristas traducen -rnas justo delante de Dios».
39. En 35: 3 la pregunta, «porque dijiste», debe entenderse que el sujeto
el clamor de Job, fue debido a su orgullo. que va a hablar no es Dios sino Job.
40. -Cornpañeros- puede referirse a los tres amigos o, como sugiere Elli-
son, a los impíos, quienes, según Eliú, eran los compañeros de Job (34: 36,
37. Rowley, p. 279. cp. 21: 14-15) (H. L. Ellison, A Study of Job: From Tragedy to Triumph, p. 113).
174 / Job El joven enojado (32:1-37:24) / 175

en contradicción con otras partes de la Escritura y en oposición Eliú para decir que el oprimido no acudió a Dios para descu-
al mismo Eliú según se expresa a continuación (35:9-16), impli- brir en El la razón de su sufrimiento. Siendo que los animales
cando que Dios no contesta al hombre cuando éste se muestra irracionales no son capaces de asimilar conocimiento alguno
orgulloso, y El sí le responde cuando ora humildemente.41 acerca del propósito del sufrimiento, y siendo que el oprimido no
Por el contrario, Eliú manifiesta que las acciones de Dios pidió a Dios instrucción para conocer su problema, deduce que
(de justicia y de benevolencia) hacia el hombre vienen determi- los oprimidos son como irracionales.
nadas por El mismo y no son consecuencias directas del compor- Su actitud detrás de su clamor era solamente el orgullo (35:
tarniento humano. Dios no está sujeto a los chanchullos de los 12). La afirmación de Eliú (35: 12) está intencionadamente diri-
hombres (35: 8). En otras palabras, Eliú dice que los modelos gida a Job. Tales clamores, implica Lliú, no tienen respuesta,
de la justicia de Dios no son flexibles o parciales. Cuando El no son escuchados, o atendidos por Dios, porque están vacíos,
se muestra misericordioso no es por causa de la bondad del es decir, no contienen la sustancia de la sinceridad (3 5: 12-13).
hombre; y si El aplica castigo, no es porque ha sido insultado Eliú concluye diciendo que si tales oraciones, faltas de since-
por el hombre o porque le teme. Al contrario, Eliú sostiene que ridad, no fueron contestadas por Dios, ciertamente los arrogan-
ambas cosas: misericordia y juicio son aplicables al hombre tes gritos y la impaciencia de Job no pueden hallar respuesta
cuando éste se lo merece. (35: 14). Cuando Eliú le dijo a Job que «tú dices que no le ha-
Por lo tanto, al iser el hombre juzgado por los criterios de ces caso a El», se estaba refiriendo a la queja de Job cuando
Dios, hay una ventaja siendo santo en vez de pecador.P Con protestaba por no hallarle (9: 11; 23:8-9). Por lo tanto, Eliú
plena razón Eliú argumenta de la siguiente manera: «Job, tú aconseja a Job que espere en Dios porque ha presentado su caso
deduces que no tiene objeto ser justo porque estás sufriendo a El (35: 14b). «El problema de Job consistía en que Dios se
como los impíos. Pero, ciertamente, hay una ventaja en vivir escondía de él y no podría ser hallado cuando tanto le necesi-
una vida correcta. Dios juzga imparcialmente y no altera sus cri- taba. Eliú está convencido de que recibirá debida atención a su
terios por lo que pueda o no hacer el hombre. Tu iniquidad o debido tiernpo.» 43 También le discute Eliú a Job el supuesto
tu justicia puede influenciar o incluso engañar a otros, pero Dios de la irresponsabilidad de Dios al acusarle de indiferencia ante
es soberano.» la transgresión+' y, consecuentemente, que Job hablaba vacía-
El segundo argumento postulado por Eliú tiene que ver con mente (esto es, con palabras sin sentido alguno) contra El, mul-
la postura de Dios al no contestar las oraciones y el clamor del tiplicando argumentos sin conocimiento (35: 15-16; cp. 34: 35, 37).
oprimido (35: 9-16). Job se había pronunciado sobre este problema
(24: 12, cp. 36: 13), y Eliú se había ya referido al «clamor del
pobre» causado por «los que hacen maldad» (34: 22-28). Su gri- 5. Cuarto discurso de Ellú (36:1 - 37:24)
to bajo el peso del opresor, explica Eliú, era solamente un cla-
mor pidiendo liberación pero no era una humilde plegaria a Muchos expertos en estudios bíblicos están de acuerdo en
Dios en auténtica humillación. No se volvieron a Dios como Su afirmar que el último discurso de Eliú contiene el material más
Hacedor, reconociéndole como quien «da cánticos en la noche» impresionante. Su tema es sobre los mismos problemas discuti-
(35: 1 O) (esto es, quien da gozo en medio de las tribulaciones) dos en sus tres primeros parlamentos -el sufrimiento, la justi-
y quien puede enseñarles más que los animales irracionales y cia de Dios y Su soberanía- pero ahora los trata en un plano
los pájaros (35: 11). mucho más superior. La grandiosidad de sus pensamientos y
El último pensamiento parece ser la manera de expresarse la elocuencia de sus expresiones suben una octava con relación
a sus previas intervenciones. Se añaden nuevas dimensiones al
41. Andersen parece aceptar el punto de vista como siendo el de Eliú como
diciendo que •en efecto esta justicia nada significa para Dios» (Andersen,
carácter de Dios. Además de discutir sobre la justicia divina,
p. 256).
42. Este punto de vista, detallado por Barnes (2: 151-59), evita la contra- 43. Habel, p. 189.
dicción de Eliú al mismo tiempo que tampoco le da la razón a Job cuando 44. Esta palabra, que solamente aparece aquí en todo el Antiguo Testamen-
éste afirma que no tiene objeto vivir santamente. to, puede significar también «locura»,
El joven enojado (32:1-37:24) / 177
176 / Job

Eliú hace referencia a Su poder; y además de comentar la so- Existen dos posibles respuestas para el justo sufriente: (1)
beranía de Dios, menciona Su benevolencia. atender a la enseñanza de Dios y así poder disfrutar de prospe-
La arenga tiene dos partes diferenciadas: la justicia y el po- ridad y alegría (36: 11), palabras muy similares a las de los tres
der de Dios en Sus tratos con el hombre, lo mismo con los ini- consejeros al insistir en el arrepentimiento de Job como condi-
cuos que con los que sufren (36: 1-25), y la soberanía de Dios ción para recibir las bendiciones de Dios, y (2) rechazar escu-
y su benevolencia en Su trato con la naturaleza (36: 26 - ~~: 24). char la enseñanza de Dios, así tendrá que experimentar la muer-
Todos estos versículos van dirigidos a Job con la excepcion de te (36: 12). «Perecer a espada» es la expresión usada por Eliú
37:2-13, que están dedicados a los tres consejeros (y, posiblemen- anteriormente al referirse a la muerte (33: 18). Para los orienta-
te también a Job incluido) al usar el plural en 37:2. En cada les «morir sin sabiduría» equivalía a morir sin haber aprendido
sección, después de hablar sobre la naturaleza de Dios y de Sus la lección provechosa y lo que hubieran recibido de haber en-
obras, hace varias sugerencias a Job. tendido la sabiduría.
Resumiendo, las diferentes actitudes del justo y del inicuo
a) La justicia y el poder de Dios en Sus tratos con el hom- ante el sufrimiento se vuelven a citar en el discurso de Eliú:
bre (36: 1-25). Eliú suplica paciencia para escucharle «porque (1) El incrédulo se aíra (supuestamente contra Dios) ante la pro-
tengo todavía razones en defensa de Dios» (36: 2~. Muy. segu.ro blemática; sin embargo, no quiere arrepentirse y volver a Dios
de sí mismo (¡Eliú no tiene problema de complejos de mfeno- en busca de ayuda (cp. 35:9, 12),47 y consecuentemente, tendrá
ridad!) Eliú comienza diciendo que «tomará su saber desde le- que enfrentarse con una vida vergonzosa y últimamente con la
jos», queriendo decir que hara, una 1 arga exposici . ió n de razones 45
muerte (36: 13-14). La frase «SU vida entre los sodomitas» se re-
1
y que los orígenes de su conocimiento están en «el Justo Le- fiere a los hombres dedicados a la prostitución sagrada mascu-
gislador», por esto demostrarán la justicia de Dios (36: 3) .46 En lina practicada en oriente en aquellos tiempos. (2) Los justos,
el típico estilo fanfarrón de Eliú, se autoafirrna el valor de sus por el contrario, cuando son afligidos, hallan la liberación en su
palabras diciendo sin escrúpulos que «de cierto no son menti- sufrimiento (36: 15a) y aprenden de su experiencia (36: 15b).
ra mis palabras» y «contigo está el que es íntegro en sus con- Una vez explicados estos principios, Eliú los aplica a la jus-
ceptos» (36:4). ticia y el poder de Dios con relación a Job (36: 16-25). Este
Cuatro veces en este capítulo habla introduciendo sus frases pasaje, aunque difícil de traducir, se comprende que contiene va-
con énfasis especial («he aquí ... ») (36:5. 22, 26. 30). En la rias amonestaciones para [ob: no abuses (36: 16-18). no depen-
primera de sus afirmaciones. Eliú destaca que aunque Dios es das ele tu dinero o de tu fuerza (36: 19), no anheles la muerte
poderoso. no le Falta misericordia (El no «desestima '1 nadie»); (36: 20), no te vuelvas a la iniquidad (36: 21 ). no supongas mal
porque El «es poderoso en fuerza y en sabiduría» (literalmente, proceder en Dios (36: 22-23), y alaba a Dios (3fi 24-?'íl
corazón), El no permite que el inicuo viva, algo negado por De acuerdo con el pensamiento de Eliú, el prorr'Jsitu de Dios
Job (2 l: 27-33); y ciertamente ejecuta justicia en favor del afli- era hacer reaccionar a [ob para que venciera In dificulrad y des-
gido (36: 5-6). El observa al justo continuamente. incluso le col- cubriera el lugar ancho (esto cs. que pasara de la estrechez de
ma de honores como a un rey (36: 7) No obstante si el justo su tragedia a la liberación de sus males) otorgándole ricas ben-
sufre aflicciones, Dios las usará para señalar su pecado. inclui- diciones; mas f ob se quedó abatido bajo el peso del juicio re-
do el orgullo (reminiscencia de 33: 17y35:12). para enseñarles servado para los inicuos, siendo así afectado por la condenación
(cp. 33: 16), y llevarles al arrepentimiento (36:8-10). y la justicia de Dios (36: 16-17). El consejo de El iú. pues, con-
siste en que I ob evite la ira y la insolencia (son los impíos
45. Rowley, p. 291. . .
46. Algunos cxégct as orinan que « a mi Hacedor" (16:3) dcbicr a ti-aducirse quienes demuestran su enfado contra Dios, 36: 13) y no permita
""' [de or igen l mi Hn ce do r ». En e s te caso el signifirndo 8crfu: «Te presenta·
ré Ja justicia [esto es, el verdadero conocimiento] de mi Hacedor" (ver M1t· 47. Comparando «estuvieron prendidos» (36: 8) con «cuando '" los atare»
chell Dahood «Chiasmus in Job: A Text-Critical aud Philological Criterion » , (36: 13), resulta evidente que es Dios quien trae el sufrimiento, lo que al
en A Lighc u~to My Path, ed. H. H. Brearn et. al. (Filadelfia: Temple Univer- mismo tiempo resulta comprensible, ya que El se propone a través de ello,
sity, 1974), p. 126. corregir, instruir y conducir al hombre hasta el arrepentimiento.
178 / Job El joven enojado (32:1-37:24) / 179

que el «gran rescate» (el alto precio que él está pagando por la primera (37: 22b-23); e incluye otra importante afirmación
medio de su enfermedad) sea motivo de poner de lado su vida en medio de las dos citadas (37: 5).
justa (36: 18). Intentar aliviar su problema, o ganarse la benevo- La extensión de la grandeza divina no puede ser medida,
lencia de Dios 48 por medios o esfuerzos humanos (sugerencia ni Su eternidad se puede comprender (36:26; cp. 33: 12b). La
inútil a Ja vista de la pobreza y el estado de salud de Job) o evaporación de los mares y la lluvia (36: 27-28), las nubes y
deseándose la muerte (como Job había expresado tantas veces), el trueno (36: 29), el rayo y las corrientes marinas so (36: 30)
no era la respuesta (36: 19-20). Job había de estar atento y no -todo ello es una parte de las obras de Dios- demuestran
caer en la tentación de darse al pecado (quejándose irreverente- Su grandeza, pero el hombre no tiene capacidad suficiente ni
mente), como parece era su punto débil en su empeño de pre- para comenzar a entenderlo. Los elementos del cielo son usa-
sentar su causa ante Dios. dos por Dios para ejecutar juicio sobre los hombres y para
Volviendo la atención de Job hacia Dios, Eliú Je pide que alimentar a los animales, propósitos que hoy están universal-
tome nota de que Dios está exaltado (y literalmente, actúa ma- mente reconocidos (36: 31 ). Haciendo referencia otra vez a los
jestuosamente) en Su poder,49 es un Maestro sin igual, es un rayos, Eliú dice que Dios cubre Sus manos con ellos (una des-
Artesano independiente que no tiene que dar respuesta a na- cripción pictórica, como si El enviara las descargas desde el
die, y siempre hace lo recto y, por lo tanto, no puede ser de- cielo tan fácilmente como se pueden tirar los dardos con la
safiado por el hombre (36: 22-23). Por lo tanto, Job debiera mano), y cada rayo da en el blanco que Dios ha predeterrni-
exaltar la obra de Dios (esto es, magnificarlo por lo que hace) nado (36: 32). De la misma manera el trueno anuncia Su pre-
en vez de criticarle, pues los hombres de Dios siempre han sencia, e incluso el ganado se entera de la tormenta que se
cantado alabanzas a El, y toda la humanidad ve con reveren- aproxima (36: 33).SI
cia sus majestuosas obras, distinguibles desde muy lejos (36: AJ contemplar el poder y la viva naturaleza del trueno, el
24-25). Job había alabado Ja majestad divina, pero al mismo corazón de Eliú palpita ele temor y salta «de su lugar» (37: 1)
tiempo se quejaba de la aparente injusticia sufrida a causa de y se expansiona al describir los efectos el trueno (37:2-5). El
Su trato. El argumento de Eliú es que la reverencia del hom- trueno frecuentemente, en la Biblia, se le atribuye la represen-
bre a la majestad de Dios y la murmuración en contra de El, tación de la voz de Dios, como en este pasaje (37: 2. 4, 5). Tan
no pueden ir de la mano. En esto Eliú tenía razón; cuando estrepitoso es su rugido («trueno» en 37: 2 es literalmente «ru-
el hombre adora a Dios (el majestuoso, poderoso, maestro, so- gido») y su ruido retumba de forma tal que parece como si
berano, maravilloso) no le queda lugar en su corazón para crí- Dios lo hubiera dejado suelto debajo de los cielos; además, El
ticas y autocompasión. Dios capacita al hombre para apren: lo acompaña con rayos de luz que alcanzan «hasta los confi-
der de sus problem~s. nes de la tierra». Trueno y rayo son agentes de Dios, las «gran-
des cosas, que nosotros no entendemos» (37:3-5; cp. 5:9; 9: 10).
b) La soberanía y la benevolencia de Dios en Su trato Job, también, ha hablado «del trueno de Su poder» (26: 14).
con la naturaleza (36: 26 - 37: 24). En esta parte del tercer La caída de la nieve o la copiosa lluvia, cayendo al man-
discurso de Eliú, se analizan las obras de Dios en la natura- dato de Dios, puede obligar al hombre que haga un alto en
leza; primeramente, en una tormenta de otoño (36: 27-33), des- el trabajo en el campo (El «hace retirarse a todo hombre»)
pués en invierno (37: 1-13), y, finalmente, en verano (37: 17-18). -¡y aún en nuestros días la nieve y la lluvia puede parar el
La sección comienza con un pensamiento sobre la grandiosi- tráfico y confinar a la gente en sus viviendas!- Una hermosa
dad de Dios (36: 26), termina con una declaración similar a nevada o una copiosa lluvia puede inspirar al hombre y darle

48. Numerosas han sido las interpretaciones y traducciones relacionadas 50. ~os exégetas difieren a la hora de precisar qué quiere decir «el vapor
con 36: 19a, corno puede comprobarse al examinar comentarios y versiones bí- en lluvia. (36: 27) y «las profundidades del mar» (36: 30).
blicas. El espacio no permite una discusión o valoración detallada; además, 51. El significado de este versículo también está en la lista de los difíciles.
el sentido principal no varía mucho según las diferentes teorías conjeturadas. Para varias opiniones, ver Barnes, 2: 176-77; Pope, pp. 276-77; Reichert, p. 190;
49. «Poder» aquí es la misma palabra que Job usa para «fuerzas» en 36: 19. y Rowley, p. 301.
180 I Job El joven enojado (32:1-37:24) / 181

a entender las maravillas y las majestuosas obras de Dios (37: 3. Que no podrá hallar a Dios (37:21-23).
6-7). 4. Que debe sentir temor de Dios (37:24).
Los animales entran en invernación (37: 8) cuando las tern-
pestades de los vientos salen de sus cámaras (el significado de, Al aconsejar a Job, «detente, y considera las maravillas
«Sur>>, se menciona como si allí estuvieran retenidos los vien- de Dios (37: 14), Eliú se sirve de una colección de interro-
tos hasta que Dios Jos desata), cuando el frío viene del vien- gantes con el propósito de recordarle a Job sus limitaciones en
to que sopla («torbellino» es una posible designación del vien- su conocimiento y poder captador ante la grandeza del Señor.
to del norte), cuando se forman las heladas por «el soplo de Job ignoraba cómo Dios tiene el control de los rayos y cómo
Dios» (no cuando sopla el violento viento, sino como si un distribuye su luz en la extensión de los cielos (37: 15), no sa-
suave aliento de Dios fuera la causa de las heladas deposita· bía cómo Dios lograba el balance 54 o suspendía las nubes en
das encima de la tierra), y cuando las aguas se tornan en duro el aire aun estando llenas de agua. Todo ello son las «mara-
hielo (37: 9-10). villas del Perfecto en sabiduría» (37: 16) 55 y van más allá de
Las nubes se llenan y se vacían a la orden de Dios, las nu- las posibilidades de comprensión humana. De hecho ni podría
bes y el rayo cambian de dirección a la voz de Su mandato expl'.car por qué sus «vestidos están calientes cuando sopla
(37: 11-12). Todos estos fenómenos de la naturaleza en otoño el viento del sur», producido por el verano del desierto (37:
y en invierno tienen un propósito y una causa, no suceden 1 7), . ni sería capaz de «extender los cielos como un espejo
por azar. Dios los puede usar para variados propósitos (37: fundido» (37: 18). Los espejos de aquel tiempo se fabricaban
13): para ejecutar juicio sobre alguien (p. ej., arruinando sus de bronce previamente calentado, allanado y pulido. Los ve-
cosechas, inundando terrenos o posesiones, produciendo la muer· ranos con un cielo limpio de nubes sugerían este inmenso es-
te) o para beneficio de la tierra, o como demostración de Su pejo celestial (cp. Dt. 28: 23).
lealtad y amor al hombre (esto es, en la regularidad de la Eliú razona a la vista de tales manifestaciones de la sobe-
salida y puesta del sol, la beneficiosa lluvia y la nieve, etc.). ranía de Dios, que ningún hombre podría presentar un pleito
Hay una segunda razón que no tiene relación con el hom- delante del Creador; sin embargo, éste era el anhelo de Job
bre; Dios frecuentemente actúa en la naturaleza sin que el (cp. 13: 18, donde se usa el término «exponer»), El hombre
hombre pueda darse cuenta de Su obra (el envío de lluvia en es mcapaz de abordar a Dios directamente en su propia de-
el desierto es un simple ejemplo). «En ocasiones El puede f~~sa «a causa de la oscuridad», es decir, porque él vive en
provocar una tempestad, simplemente porque a El le plazca.» Sl tinieblas comparado con los caminos de Dios. Irónicamente
Tal como Job tendría que aprender más tarde del Señor mis- Eliú desafía a Job para que les diga qué deben decirle a Dios
mo, «Dios es libre para actuar de la manera que le venga en caso de atreverse a ellos a presentarse delante de El im-
bien sin tener la obligación de explicarlo o de pedir permiso al plicando con la pregunta la imposibilidad de hacerlo por parte
hombre».53 de Job.
Como en la primera parte de este cuarto discurso, también Si Job no era capaz de comprender cosas tan sencillas y
aquí Eliú aplica las verdades discutidas a la situación y per- observables de la naturaleza, tales como la luz y trayectoria
sona de Job. En la próxima sección (37: 14-24), Elíú le dice d~ . un rayo, el equilibrio de las nubes, la llegada del viento
a Job: ~ahdo del desierto, o el azul espejo del cielo; ¿cómo podía ser
el tanto audaz como para defender su causa delante de este
1. Que debe admirar y considerar las maravillas de Dios soberano Dios? Si alguien fuera meramente a decirle a Dios
con la debida reverencia (37: 14-18). que un hombre quería hablar con El, en esencia estaría solí-
2. Que le será imposible acercarse a Dios (37: 19-20).
. 54. Poner las nubes «en conciertos (37:15) quiere decir «mantener el equi-
librio entre ellas y la tierras.
52. Andersen, p. 266. 55. Eliú ha usado esta misma frase «perfecto en conocimiento; con refe-
53. /bid. rencia a sí mismo (36: 4).
182 / Job El joven enojado (32:1-37:24) / 183
citando «quedar como abismado» (37: 20). Intentar entablar Job tenía una clara conciencia de la soberanía y del poder de
discusión con Dios en defensa propia solamente podría tener Dios (entre otras citas: 9:4-12; 10: 16; 12: 13-25; 23: 13-16; 26:
un final: la destrucción. 5-14; 28: 23-28).
Volviendo a las maravillas de Dios mostradas en el cielo, La última recomendación de Eliú para Job es que tema a
Eliú hace ver cómo el hombre ni aún es capaz de mirar «la 1?i?s, aunque un Soberano tan excelso, perfecto en poder y jus-
luz resplandente en los cielos» (esto es, el sol; cap. 31: 26), que ticia, no puede entrar en tratos con ningún ser humano que se
es cubierta por las nubes movidas por el viento (37:21).56 considere sabio a sí mismo. Si Job ya había dicho que Dios es
Barnes toma el brillo del sol como un símbolo de Dios, «sabio de corazón» (9: 4), ¿cómo podría considerarse él también
cuando comienza a aparecer después de una tormenta.57 Eliú como sabio? La verdadera esencia de la sabiduría es un temor
puede haber visto la evidencia esplendorosa de Dios en el reverencial a Dios, tal como Job había afirmado anteriormente
cielo, como hablando desde un torbellino (38: 1) revelándose (28: 28). Eliú, en esta frase final, se asocia con sus tres amigos
de esta manera a Job. «Viniendo de parte del norte la dora- al considerar a Job un pretencioso. Delante del Dios Todopo-
da claridad» (37: 22a), en su original literalmente dice: «Vi- deroso, Job debiera arrodillarse en adoración y humildad.
niendo de la parte del norte llega oro». Teniendo en cuenta el De esta manera Eliú prepara el camino para la intervención
contexto (37: 21) que hace referencia al cielo, parece razona- de Dios. Aunque él ha revelado algunos aspectos del sufrimien-
ble asumir con muchos de los expertos bíblicos que el «Oro» to y del carácter de Dios, más allá de lo mencionado por Elífaz,
no es el metal, sino más bien el «resplandor dorado». ¿A qué. Bildad y Zafar, no tuvo la visión completa de la peculiar situa-
pues, se puede referir «el resplandor dorado»? Algunos comen- ción de Job. De hecho, le era imposible percibir la realidad. Nin-
taristas ven en ello el color del sol, pero el sol no viene «del gún hombre jamás lo hubiera podido lograr. Por esta razón se
norte». Otros sugieren la Aurora Boreal, pero ¿habría visto hizo necesario que hablara Dios.
Eliú alguna vez este fenómeno meteorológico?
La mitología ugarítica tiene al norte como la residencia de
los dioses (cp. Is. 14: 13). Baal dejó su palacio de oro en las
montañas del norte del cielo, pero aquí Dios viene del norte con
un resplandor superior al de los dioses paganos.58 Porque El,
el Todopoderoso a quien «no podemos encontrar» (37: 23) es
majestuoso y Unico. Cuando Eliú recuerda a Job que a Dios no
se le puede hallar, Jo hace en tono de reprensión por su insis-
tencia en presentarse delante de El (9: 11; 23: 3-4, 8-9).
En esta línea ascendente, como en la recta final de una ca-
rrera, Eliú continúa exaltando la majestad divina apoyándose en
dos características ya trilladas en sus discursos: Su soberanía
(«El es exaltado en poder») y Su justicia («En juicio y en mul-
titud de justicia no afligirá») (37: 23). Sus énfasis sobre la jus-
ticia de Dios se contraponen a las repetidas expresiones de Job
acusando al Juez de no ser justo para con él (7:20; 9: 17, 20-24;
10:2-3; 13:24; 16:9, 12, 17; 19:6-12; 27:2; 30:19-23), si bien

56. Algunos comentaristas opinan que la primera parte de 37: 21 significa


que el hombre no puede ver el sol porque se cubre con las nubes, pero Ja
interpretación ofrecida más arriba parece ser la acertada.
57. Barncs, 2: 188-89.
58. Véase Pope, pp. 286·87.
1
La misteriosa ciencia de Dios (38:1-42:6) I 185

sabiduría, cristalizando en un benevolente control del universo.


Dios no se coloca en el banquillo de los testigos; ¡Job sí se
encuentra sentado en él! Desde su agonía, sentado sobre un mon-
tón de ceniza -tratando de aliviar sus escozores con el roce de
una teja, soportando el dolor que representa perder bienes, fami-
lia y reputación- Job se encuentra cara a cara con el divino

12 Interrogador con más de setenta preguntas


desde las constelaciones
bestias
abarcando
hasta el polvo de la tierra, desdé las
del campo hasta los pájaros del ciclo.
asuntos

Dios muestra a
Job que las maravillas, obra de Sus manos, desplegadas a lo lar-
LA MISTERIOSA CIENCIA DE DIOS go y ancho del ciclo, así como las desparramadas por la tierra,
representan mucho más de lo que Job puede abarcar con su
mente y capacidad intelectual. Y que los animales y aves, bajo
F. Confrontación con Dios (38:1 - 42:6) el cuidado de Dios no habían sido creados para el disfrute del
hombre solamcnte.1
Cuando Eliú terminó de hablar, Dios entró en escena hablan- El propósito se ve claro: Job fue situado en su lugar con
do a Job «desde un torbellino» (38: 1). El repetitivo clamor del' relación a Dios y le fue demostrada su ignorancia en un impo-
suf riente ha tenido eco en la mente de Dios, le ha sido con- nente contraste con Ja sabiduría soberana y el poder absoluto.
cedido el diálogo. «Yo te preguntaré y tú me contestarás» (38: Si le era imposible asimilar el control ejercicio por Dios sobre
3). Esta era la reacción de Dios ante las insistencias de Job: «Yo todo el cosmos, ¿cómo se atrevía a exigir conocer los caminos
hablaré, y respóndeme tú» (13:22) y «[quién me diera que El de Dios en la vida de los hombres?
me oyese!» (31: 35). La confrontación incluye el primer discurso de Dios (38:1-
Después de sus lamentos por falta de un árbitro (9: 33), ha- 40: 2), la siguiente respuesta de Job en humildad (40: 3-5), el se-
biendo esperado sin éxito que se presentara un testigo o un abo- gundo discurso de Dios (40:6-41:34), seguido por la respuesta
gado ( 16: 19), y expresado su segura esperanza de ver a su Re- de Job arrepintiéndose (42: 1-6). Esta sección «alcanza los pun-
dentor quien vindicaría su causa después de la muerte (19: 25), tos de mayor brillantez y los más bellos poéticos resplandores de
Job fue confrontado con el mismo Dios. todo el libro» .2
[Y qué confrontación! Nunca Job pudo imaginarse nada igual, De hecho, el primer discurso «trasciende todas las demás des-
ni en contenido ni en extensión. Nada dijo Dios sobre el sufri- cripciones de las maravillas de la creación o la grandeza del
miento de Job; no hubo discusión sobre la teología del mal; ni Creador, que puedan hallarse en la Biblia o en el resto de la
aun hallamos en los discursos de Dios una detallada respuesta a literatura universal».3
las duras acusaciones contra Su soberana justicia (solamente en
dos ocasiones se hacen breves preguntas, 40: 2 y 8). [En vez de
responder a interrogantes, es Dios quien pregunta! Justamente 1. Primer discursode Dios (38:1 - 40:2)
ésta fue la evidente señal de Su soberanía, la confirmación de la
verdad expresada por Eliú al decir que el hombre debe temer a a) Dios desafía a Job (38: 1-3). En la Biblia, las manifes-
Dios (37: 24). taciones de Dios, frecuentemente van acompañadas de tormen-
La justicia divina fue el tema central ocupando todo el tiem- tas, dramatizando de esta manera la reverencia debida a la oca-
po del combate cuatro contra uno. Job la negaba; los cuatro
consejeros la defendían; pero cuando Dios habla no hace ni lo J. Robert Gordis, Poets, Prophet s, and Sages (Bloomington, Ind.: Indiana
u. 1971), p. 293.
uno ni lo otro. Simplemente los ignora (con excepción de 40: 2, 2. Victor E. Reichert , Iob, p. 195.
8) y en su lugar desarrolla el tema de Su poder creativo y Su 3. S. R. Driver, Introduction to the Literat ure of the Old Test ament , ed.
rev. (Nueva York: Scribner 's. 1914), p. 427.
186 /Job La misteriosa ciencia de Dios (38:1-42:6) / 187
sión (cp. Ex. 19:16-17; 1. R. 19:11-13; Is. 6:4; Ez. 1:4; Zac. 9:
Dios cómo El obraba en la naturaleza. Ya que Job había puesto
0

14). «De manera similar a sus humanos predecesores [Dios] co-


en duda la manera ele obrar de Dios, acusándole de injusto,
mienza Su respuesta contradiciendo los puntos de vista de sus
ahora se veía en la obligación de probar sus argumentos. [Iob,
oponentes.» 4 Inaugura Sus interrogantes con la pregunta: el acusador se había colocado, sin darse cuenta, en el lugar
«¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sa- del acusado!
biduría?» (38: 2), dando a entender la ignorancia y el atrevi-
miento de Job ante los designios de Dios para el universo («con- b) Dios examina a Job sobre dos aspectos de la Creación.
sejo» quiere decir «plan o designio»). Esta pregunta puede alu- (38:4-39:30). Dios había anunciado: «Yo te preguntaré, y
dir irónicamente a la oscuridad del torbellino.5 tú me contestarás» (38: 3b). El interrogatorio comienza inme-
Como amigo de Dios, Job debiera haber tomado la defen- diatamente: una larga serie de preguntas llenas de ironía y ha-
sa del Creador y de Sus caminos ante la incomprensión de los bladas sin crueldad pero con firmeza. Por medio de ellos Job
hombres. Por el contrario, sus acusaciones al modo de actuar se daría cuenta de sus errores y vería claramente que su pre-
de su Señor y el calificarle de enemigo, hicieron que los de- suntuosa crítica solamente había oscurecido más bien que mos-
signios de Dios aparecieran severos y disciplinarios. Las pala- trar luz sobre los planes de Dios.
bras de Job habían sido pronunciadas «sin sabiduría», esto es, La misteriosa ciencia de Dios incluye las realidades de la
sin el debido conocimiento de causa, sin saber los hechos de- cosmología, oceanología, meteorología, astronomía y zoología.
trás de Ja actuación de Dios, sin tener idea de la dura contro- Detalles del mundo físico relacionados con la tierra (38: 4-7);
versia entre Dios y Satanás en Jos ciclos, que en realidad ha- los mares (38:8-11); la aurora (38:12-15); las profundidades de
bía provocado la dura prueba de fuego para el patriarca. los océanos y del Seo] (38: 16-17); las dimensiones de la tierra
Por esta razón, los creyentes de hoy en día no deberíamos (38: 18); la luz y las tinieblas (38: 19-21); elementos atmosfé-
presumir de conocer al detalle cómo Dios piensa o cómo El ricos, incluyendo la nieve, escarcha, rayo, viento, lluvia, rocío,
actúa. Su «consejo» (o plan) será siempre misterioso para el hielo y granizo (38: 22-30); estrellas (38: 31-33); y nubes y re-
hombre. Actuar sobre un presupuesto divino sin conocerlo es lámpagos (38: 34-38).
corrrer el riesgo de cubrir Su sabiduría con nuestras elucubra- La segunda lista incluye referencias a diez bestias y pája-
ciones. ros, todos los cuales no son domesticados con la excepción del
Las recriminaciones de Dios a Job por su presunción van caballo: el león (38:39-40), el cuerpo (38:41), la cabra mon-
seguidas de un serio desafío: «Ahora ciñe como varón tus lo- tés (39: 1-4), el ciervo (también 39: 1-4), el asno salvaje (39:
mos» (38: 3). En tiempos bíblicos, cuando una persona tenía 5-8), el buey (39:9-12), el avestruz (39: 13-18), el cabaÚo (39:
que emprender un trabajo duro o tenía que efectuar una acción 19-25), el halcón (39:26), y el águila (39:27-30).
violenta como luchar o correr, era necesario que se recogiera La creación de la tierra (38: 4-7) se describe como si fuera
su ropa, normalmente muy suelta, sujetándola con una especie la construcción de un edificio, con sus fundamentos. dimensio-
de cinturón que Je permitiera moverse con libertad (Ex. 12: nes, cordeles de medición, bases (el significado de «basas»,
11; 1. R. 18:46).6 Es fácil adivinar esta figura de dicción como
0
38: _6, h~ de verse en el concepto antiguo de la cosmología; ellos
una indicación para Job dando a entender que debía ponerse se 1~agmaban la tierra sostenida por fuertes pilares o «basas»
alerta y estar preparado para una difícil tarea: explicarle a hundidas en profundos abismos), y piedra angular. Al pregun-
tar a Job, «¿dónde estabas tú cuando todo esto tomó forma?»
4. Norman C. Habel, The Book of Job (Nueva York: Cambridge U., 1975),
pp. 201-2.
Y desafiarle a explicar quién lo hizo todo, Dios le demostró en
5. Samuel Terrien, «The Yahweh Speeches and Job's Responses», Review un momento su ignorancia y su insignificancia. Por supuesto
and Expositor, 68 (1971): 501. q.ue. Job sabía quién había creado la tierra, pero este cono-
6. No es probable que aquí se haga referencia al cinturón usado en las
luchas, como lo sugiere Cyrus Gordon ( «Belt-Wresrling in the Bible World», cirmento no provenía de su observación personal. Cuando el
Hebrew Union College Annua/, 23 (1950-51]; 131-36), porque en ninguna otra hombre comenzó su existencia la tierra ya estaba creada, por
parte de la Escritura se le da este sentido.
lo tanto, Job no pudo ver ni saber el proceso cuando tuvo Ju-
188 I Job La misteriosa ciencia de Dios (38:1-42:6) I 189

gar, Incapaz de hacer y saber estas cosas, ¿cómo se atrevía Job por orden de Dios. «El mar, nacido, vestido y confinado en su
a dar instrucciones a Dios de cómo administrar justicia? Su ig- terreno para que puedan jugar sus olas, le ha sido dada la
norancia en cuanto a los principios y orígenes de la tierra des- paternal orden de no salirse de sus confines, como podría ha-
calificaban a Job para intervenir en el gobierno del mundo. cerlo un cuidadoso padre instruyendo a sus pequeños.» 8 Job
La obra creadora de Dios fue acompañada por canciones en nada intervino cuando se realizaba esta majestuosa obra de
de júbilo (38: 7). Las «estrellas del alba» pueden ser otra ma- Dios al crear el universo. Fue un trabajo exclusivo del Señor.
nera para designar a los «hijos de Dios», en el sentido de los La luz de la aurora (38: t 2-15) que Dios envía cada día, es
ángeles (cp. 1: 6), o pueden ser estrellas (como Venus y Mercu- otra de las cosas que Job no ha podido hacer en toda su vida.
rio, cp. 3: 9) tomadas en un sentido poético como si ellas en- La justicia del Señor se hace evidente cada vez que sale el
tonaban las canciones. Las estrellas y los ángeles se mencionan, sol, porque el alba «que conoce su lugar» (sabe por dónde
a veces, juntos (Sal. 148: 2-3) como encargados de alabar a tiene que salir cada mañana) toma las tinieblas desde los confi-
Dios. Ellos estaban presentes a Ja hora de poner los fundamen- nes de Ja tierra y las enrolla como si fuera una manta y sacude
tos de Ja tierra y ellos tenían las respuestas a las preguntas del de ella a todos los impíos (38: 13). La aurora revela y dispersa
Creador; pero el hombre, a pesar de ser la corona de la crea- a los obradores de maldad, quienes prefieren las tinieblas a la
ción, tiene menos información sobre este asunto que los ánge- luz (Jn. 3: 19).
les y estrellas. Cuando el sol se levanta, revela los contornos y las formas
El origen de los océanos (38: 8-11) es descrito por Dios por de las cosas, haciendo que aparezcan distintas y cambiadas al
medio de un lenguaje poético e infantil. En Mesopotamia y en desaparecer las tinieblas que las cubrían sobre la tierra, como
la mitología ugarítica, el mar se conceptuaba como un adver- el barro cambia al serle impreso un sello (38: 14a). El signifi-
sario que sólo los dioses podían vencer, uno de ellos el terri- cado de esta frase, «.y viene a estar como vestidura» (38: t4b)
ble y caótico monstruo al que hace alusión el escritor de Job no es muy claro, pero seguramente quiere indicar que el as-
varias veces (3:8; 7: 12; 9: 13; 26: 12). Pero aquí «el mar no pecto de la tierra surge como si el planeta se hubiera vestido
es el adversario de Dios; es un bebé gigante, recién nacido, que con ropas de colores. La manta de las tinieblas es retirada y
ha de ser controlado en el momento que vio la luz» .7 el vestido elegante de luz cubre el paisaje. La «luz» preferida
El versículo 8 mezcla la metáfora, al presentar el mar con por los inicuos 9 es tinieblas (tal como Job ya Jo había decla-
sus agitadas aguas, como si se derramasen saliendo de su seno, rado en 24: 13-17), y el alba las arrebata de encima de ellos y
y siendo necesario encerrarlas con compuertas. La línea que descubiertos no pueden llevar a cabo sus violentos y maléficos
forman las playas representan estos límites establecidos por Dios propósitos («el brazo enaltecido es quebrantado», 38: 15).
para mantener los océanos en su lugar, como si de una presa Job, no solamente ignoraba los orígenes de la tierra y era
se tratara (cp. Gn. 1: 9). Las nubes abiertas para derramar sus incapaz de controlar las olas del mar o de enviar la clara au-
agua eran como Jos vestidos del gigante bebé, y las tinieblas los rora matutina, también era un ignorante al desconocer las cosas
pañales que Je envolvían (38:9). Sus límites tan seguros como que él no podía ver. Los océanos sobre Ja tierra, el alba en los
si estuvieran fabricados por doble pared y asegurados con ce- cielos, las aguas subterráneas aflorando a la superficie; todos
rrojo (esto es, como las puertas de las ciudades reforzadas con eran fenómenos que Job podía ver y aún así estaban fuera de
barras detrás de las puertas) manteniendo las aguas en su lu- su alcance poderlas comprender. Pero las fuentes existentes en
gar por encargo del Creador: «hasta aquí llegarás, y no pasarás las partes subterráneas o debajo de las profunidades marinas,
adelante, y ahí parará el orgullo de tus olas» (38: t 1). «El or-
gullo de tus olas» describe a las ondas del mar avanzando ma- 8. Habel, p. 205.
9. No hay necesidad de cambiar aquí •los inicuos» por «est rcltas-perro»
jestuosas y seguras pero siendo detenidas al llegar a la orilla (las constelaciones, Canis Mayor y Canis Menor) como hace G. R. Driver
( •Tw? Astronomical Passages in the Old Testament», Journal o{ Theological
St udies, 4, 1953: 208-12), ni tampoco cambiar •el brazo enaltecido» por e la
7. Matiahu Tsevat , «The Meaning of the Book of Job», Hebr ew Union ruta del navegante», la trayectoria de las estrellas extendiéndose como un
College Annua/, 77 (1966): 84. brazo extendido por el cielo formando el cénit del horizonte.
La misteriosa ciencia de Dios (38:1-42:6) / 191
190 /Job
le eran aún más difíciles de investigar. Ningún medio tenía a pago, como se ha traducido anteriormente (37: 11). Si en rea-
su alcance para llegar hasta ellas. Sus orígenes le eran total- lidad aquí se refiere a los rayos, el significado sería que los
mente escondidos. Pero lo menos conocido y más inaccesible reflejos del rayo se diversifican y esparcen, y Job nada sabe de
de todo era la muerte, descrita como encerrada detrás de puer- la dirección que siguen. Tampoco tiene idea de los múltiples
tas en un reino de tinieblas (38: 17). Job no ha podido ver es- movimientos del viento del este (38: 24b).
tas puertas, porque de. haber sido así no hubiera podido volver Volviendo a las preguntas iniciadas por «¿Quién?» 1º el Se-
para contarlo (7:9; JÓ:21). La anchura de la tierra no tenía ñor pregunta a Job (38: 25), ¿quién repartió el conducto del
fin. Igualmente le era desconocida a Job. turbión? (esto es, quién determinó la senda a seguir para las
Luz y tinieblas son representadas como teniendo cada una aguas procedentes del cielo cuando caen), o el camino que sigue
de ellas sus habitáculos y sus territorios, sus casas donde morar el trueno cuando baja rugiendo de las alturas (ver las pala-
(38: 19-21). La luz parece presentarse por la mañana desde al- bras de Job pronunciadas anteriormente en 28: 26). Evidente-
gún lugar donde reside y retorna al crepúsculo al sitio de don- mente, Job no podía saber quién ni cómo estos fenómenos su-
de salió. De manera similar las tinieblas, van y vuelven de su cedían porque solamente Dios tiene el control sin Ja interven-
propio alojamiento. Job, sin embargo, era incapaz de seguirlas ción de la mano del hombre. Ni podía saber Job el propósito
ni descubrir el lugar donde se recogían. de la lluvia enviada al desierto causando el crecimiento de la
En 38: 21, Dios se pronuncia con mordiente ironía: «[Tú lo hierba en Jugares deshabitados.
sabes! pues entonces ya habías nacido» Al sugerir que obvia- Job ignoraba el origen de la lluvia, el rocío, el hielo. la es-
mente Job conocía las respuestas a todas estas preguntas era carcha y el granizo (38: 28-30). Con un bello y poético estilo,
una fuerte reprimenda para él, pues había presumido ante Dios Dios otra vez se sirve de un vocabulario infantil (como en 38:
discutiéndole Su gobierno del universo, cuando a la hora de la 9), y Je pregunta a Job si la lluvia tiene padre, 11 y quién hizo
verdad no podía responder a las cosas mucho más simples de nacer el rocío, el hielo y la escarcha. Solamente Dios puede
Ja naturaleza. La sencilla razón del porqué Job no podía sa- cambiar el agua en piedra dura y hacer que la superficie de
berlo estaba en que Job solamente existía en aquel momento y las aguas se endurezca y solidifique.
no existía cuando Dios había creado el universo y había puesto Job sabía que Dios había creado las Pléyades. el Orión y
en movimiento los cuerpos celestiales del espacio. las Osas de las constelaciones (cp. 9: 9), pero Dios muestra la
En la siguiente sección (38: 22-30), el Maestro del universo impotencia de Job al preguntarle si es capaz de mantener el
interroga a Job sobre varios elementos pertenecientes al tiempo orden y el equilibrio sideral. la armonía entre las Plévades en
(fenómenos que se presentan irregularmente y de forma inter- el este y en el oeste, o, si puede «desatar las ligaduras del
mitente comparados con el alba o el ocaso, la luz y las tinie- Orión» (38:31) en el oeste, o, si puede «desatar las ligaduras
blas que tienen un ritmo regular diario) y acerca de la exis- del Orión (38: 31) en el sur, o guiar a la Osa Mayor hacia
tencia de los océanos, su profundidad y su capacidad. La nieve su destino. El sentido preciso del hebreo al mencionar las «cons-
y el granizo figuran como guardados en almacenes especiales telaciones» (38: 32) es difícil de determinar, pero queda claro
de donde Dios los saca cuando El así lo estima conveniente. por el contexto de que se trata de grupo de estrellas.
Los usa especialmente en tiempos de tribulación, en particular La ignorancia de Job abarca también el desconocimiento de
'cuando se produce la guerra, con el propósito de derrotar a las «ordenanzas de los cielos», las leyes o los principios que
los enemigos de Su pueblo. Cuando [osué derrotó a los gabao- rigen las relaciones entre la luna, el sol y los astros (38: 33). Su
nitas, Dios envió pedriscos que mataron al enemigo acampado incapacidad en controlar Ja naturaleza se hace evidente al no
(los. 10: 11; ver también Ex. 9: 22-26; Is. 30: 30; Ez. 13: 13; 38: 10. Dios introduce Sus preguntas de diversas maneras: ¿Dónde estás
22; Hag. 2: 17; Ap. 16:21). tú?, ¿Quién?, ¿Has tú?, ¿Dónde está?, ¿Puedes tú', ¿Sabes tú P, .¿Quieres tú?»,
Si la luz (38: 24) es el sol, la reflexión de sus rayos se pre- etcétera.
11. Esto es posiblemente una alusión a una polémica contra el mito ca-
senta aquí en contraste con su «habitación» (38: 19). La palabra naneo que contempla la lluvia como siendo el semen de los dioses del cual
original para «luz», no obstante, puede indicar también relám- crecen los vegetales. · '
192 / Job La misteriosa ciencia de Dios (38:1--42:6) / 193

poder mandar que las nubes descarguen su lluvia o determinar ellos sin utilidad para el hombre, sugieren «un superfluo ele-
dónde han de caer los relámpagos como si ellos fueran sus men- mento de gran lujo en la divina abundancia creativa»."
sajeros dispuestos a obedecerle (38: 35, cp. su incapacidad de Las preguntas de Dios acerca de esas seis bestias y cuatro
mandar a la aurora en 38: 12). aves s~ agrup~n en dos: los interrogantes sobre los dos prime-
El versículo 38: 36 es otro de los difíciles de traducir. «La ros animales tienen que ver con la provisión de alimentos para
sabiduría en el corazón» ha sido traducido por algunos hebraís- ellos; las preguntas sobre los dos siguientes tienen relación con
tas por «Thot» (el dios egipcio de la sabiduría), el pájaro ibis, la reproducción y cuidado de sus cachorros; luego inquiere so-
la estrella Procyon, etc. Las palabras «espíritu inteligencia» (38: ~re los animales en quinta y sexta posición los aspectos de su
36b) han sido traducidas por «Sekwi» (otro dios egipcio), «ga- libertad; las dos siguientes tienen que ver con comportamientos
llo», «niebla», «meteoro», etc. Aunque resulta difícil determi- fuera de lo normal, y los dos últimos con levantar el vuelo. Re-
nar el significado de estas palabras con toda certeza, hay dos su_lta adecuado comenzar con el león, el rey de la selva, y ter-
alternativas que parecen preferibles entre muchas: (1) «ser in- minar con el águila, la reina del espacio.
terior» y «mente», cuya traducción no resulta imposible de Dios había dicho a Job (38: 39-40) que no tenía la habilidad
acuerdo con la construcción gramatical, o (2) traducir «colocado- de cazar la presa para el león o satisfacer la voracidad de los
res de nubes» (estas palabras vienen de un verbo que significa cachorros esperando la comida en sus cuevas. Efectivamente
cubrir o esparcir por encima) y «fenómeno celestial», que enca- solamente por razones de seguridad se abstendría de tratar con
jaría con la discusión del contexto sobre las nubes (38: 34-38). esta clase de animales. Tampoco podría suplir el alimento al
Si. se escoge la segunda alternativa, la intención de la pregunta desamparado cuervo y a «sus polluelos cuando claman a Dios»
de Dios estaba encaminada a demostrar que ningún cerebro (38:41).
humano dirige los fenómenos del cielo; funcionan como si po- Las cabras m~nt~sas y las ciervas paren sus crías sin que
seyeran mente propia. fob te~ga conoc1m_1ento del tiempo de su gestación (39: 1-2).
Las nubes son tan numerosas e infinitas que no pueden ser Escondidos a los OJOS del mundo civilizado, estas criaturas sil-
contadas. Ni nadie tiene la capacidad de derramar la lluvia vestres dan a luz con toda facilidad a sus pequeños hijos, quie-
como si se vaciaran odres de agua desde el cielo hasta trans- nes pronto. cobran fuerzas, se hacen mayores y abandonan a
formar en lodo el polvo, y lograr que los terrones se peguen sus progemtores porque son capaces de subsistir por sí solos.
unos a otros (38: 37-38). Tampo~o fue Job quien dio el deseo al asno montés para
El interrogatorio sobre la naturaleza de parte de Dios pasa vrvir en libertad en el desierto (cp. 24: 5) y en lugares estériles
a centrarse en el mundo animal (38: 39-39: 30). Aunque estos prepar.ados por Dios para él (39: 5-6). Libre para merodear por
diez animales, a simple vista, parecen escogidos al azar, el gru- el desierto, el asno instintivamente rechaza la vida en la ciu-
po incluye: Jos feroces, los indefensos, los mansos, los fuertes, dad. :<La libertad del campo abierto es más atractivo al asno
los raros y los salvajes. Habilidades y fuerzas de varias clases montes que el bul_licio de la ciudad».!' Se halla él tan alejado
se exhiben en este museo de historia natural: atacar o apresar, del hombre que ni escucha «los gritos de los conductores». El
remontarse hasta las alturas de los cielos, vivir en las monta- recorre los vastos ~erritorios, incluyendo montañas y llanos,
ñas, vivir en los desiertos, quienes se resisten a ser domestica- para encontrar su alimento, cualquier cosa verde le va, pues su
dos, correr a grandes velocidades, enfrascarse fieramente en ba- sustento depende de los prov iaiones que Dios pone a su alcan-
tallas, construir nidos en las grietas de las montañas. Todos ce (39: 7-8). .
estos ejemplos exhíben el genio creativo y providencial de La libertad propia del asno no le era concedida a Job· por
Dios. Su cuidado en favor de todos estos animales demuestra ~tra parte no le fue dado domesticar al búfalo (39:9-12). '«Ex-
que Su dominio va más allá de las necesidades inmediatas del tinguido desde el año 1627, este enorme animal [se refiere el
hombre, una prueba más del gran abismo existente entre el
hombre y Dios. La creación de estos animales, la mayoría de 12. Terrren, p. 502.
13. H. H. Rowley, Job, p. 319.
194 / Job La misteriosa ciencia de Dios (38:1-42:6) / 195
comentarista al .buey salvaje] era el más fuerte y poderoso de do alcanzar más de cien kilos de peso y una altura de dos me-
todos los animales silvestres, sobrepasado en tamaño solamente t~os. Es el único animal que tiene dos dedos (las demás aves
por el hipopótamo y el elefante.» 14 Conocido por su potencia tiene~ tres o cuatro) y el único animal de su género que tiene
y sus duros cuernos, se menciona nueve veces en el Antiguo pestanas. Aunq~c po.see alas, no puede volar, y sus grandes ojos
Testamento (Nm. 23:22; 24:8; Dt. 33: 17; Job 39:9, 10; Sal. p~recen un periscopio observando algún peligro. Construye sus
22:21; 29:6; 92:10; Is. 34:7). Así como se contrasta el asno nidos en la arena con más frecuencia que en los árboles o en
montés con el domesticado, así se contrasta aquí el buey mon- terreno rocoso. Se cree que la hembra se siente indiferente ante
tés con el buey domesticado. «Se cazaba en Asiria y probable- sus propios huevos, «el cual desampara en la tierra su hue-
mente se le puede identificar con el uro.» 15 vos, y sobre el polvo los calienta» (39: 14).
Aunque la fuerza más que normal del buey salvaje (búfalo) No obstante, la hembra avestruz coloca 17 sus huevos en
hubiera sido de mucho provecho para el hombre, el animal se un hoyo en la arena. normalmente cavado por el macho, los
resistió a ser domesticado. No hubiera resistido ni una sola no- cubre. y se echa sobre ellos para protegerlos de los depredado-
che al lado de su primo el buey si lo hubieran encerrado en res. La frase «olvida que el pie los puede pisar» (39: ISa), se-
el corral con él, ni se hubiera dej ido atar el yugo en su cuello guramente s~1gierc que la hembra ignora sus huevos, hasta el
para arar o hacer surcos (39: 9-10). Aunque tenía fuerza sufi- punto de dejar algunos fuera del nido para que sirvan de ali-
ciente para hacerlo, el hombre no le podía confiar los trabajos mento a sus propios polluelos al nacer.
de la trilla u otros en la era (39: 1-12). La lección para Job re- «Se endurece para con sus hijos como si no fuesen suyos»
sultaba clara: si Job no podía cambiar el hábito de un animal (39: 16a) parece c~ntradecir la afirmación: «los padres dispen-
ni era capaz de domesticarlo para aprovecharlo en las labores san g.r~ndes atenciones a sus pequeños e indefensos hijos».'!
del campo, ciertarr¡ente no podría alterar los caminos que el Tamb1e? es verdad que cuando los avestruces adultos se ven
Creador había impreso en Su universo. perseguidos por los cazadores «huyen corriendo, pero es por
El próximo párrafo (39: 13-18) difiere de los otros porque atra:r a sus enemigos tras sí y de este modo librar a sus pe-
entran en la discusión dos aves raras, el pavo real y el avestruz, quenuelos que queda.o indefensos en el suelo» .19 En otras pa-
y tiene varias afirmaciones en vez de preguntas (39: 13 es la ex- labras, su comportamiento tan peculiar parece indicar al hombre
cepción). El versículo 13 ha sido traducido de diversas maneras que abandona a sus hijos cuando en realidad es tocio lo con-
en un esfuerzo de interpretar el difícil texto hebreo. La palabra tr?rio. ~ás aún, varias de las hembras dejan sus huevos en el
traducida «amor» * es la misma raíz que el término «devoción» mismo nido dentro de la arena y les es difícil distinguir a quién
y puede tener referencia a la cigüeña, una ave destacada por pertenecen cada uno de ellos. Al hombre le da la sensación
su amor a los polluelos (ver Lev. 11:19; Sal. 104:17; Ier. 8:7), de que el «traba jo [del avestruz] es en vano (39: 16b) pero la
contrastando de esta manera la cigüeña con el avestruz. Enten- verdad es que la hembra cuida de su huevos tanto como otro
dido de esta manera, el versículo podría tener el significado si- animal.
guiente: «Las alas de los avestruces se baten celosamente, pero
~ pesar de todo, la torpeza de los avestruces (39: 17) es pro-
son las mismas alas y plumas que las que tiene la cigüeña?» 16
ver~ta.l entre l?s ~ueblos árabes.v Esta falta de sabiduría y co-
El desgarbado avestruz es el ave mayor que existe. pudien-
nocimrenro atribuida a esta clase de aves ya viene ilustrado en
las obras de Plinio, quien en su Historia Natural, se refiere a
14. Francis I. Andersen, Job: An l ntr oduct ion a>Jd Commentary, p. 281.
IS. Rowley, p. 319.
• Todo el razonamiento que sigue está basado en una traducción del ver. 17. La tradl'.cción <desampara» equivale literalmente a «coloca». pero Jos
39: 13 muy distinta de Ja que presenta nuestra Reina-Va lera. Seguramente el paralelos ugarfticos, como lo demuestra Mitchel! J. Dadhood •The Rootjiv II
autor se inclina por Ja versión inglesa «New American Standard Biblc» cuya ·~ ~ob•, Lournal of Bíblica/ Lit erat ure, 78 (1959): 307·8 d ' · .
nación. • an pie a esta va·
traducción al castellano sería: «Las alas del avestruz se mueven con orgullo,
18. Encyclopaedia Britannica, 1969, ed., 16: JJSO.
pero ¿acaso son alas y plumas de arnor?» (N. del T.)
16. Para una amplia discusión del problema de traducciones, véase Row- 19. George Cansda!e, Animals of the Bible Lands (Londres: Paternoster,
1970), p. 193.
ley, p. 321.
20. Véase Marvin H. Pope, Job, p. 310.
196 / Job La misteriosa ciencia de Dios (38: 1-42:6) / 197

Jos avestruces escondiendo sus cabezas y largos cuellos entre clava en el suelo a poca distancia de su cuerpo (39: 23-24). Con
la maleza, pensando que están a salvo porqu.e ~o pueden ver a su fuerza parece querer tragarse la tierra,23 oye los clarines
su enemigo," Puede que también haya contribuido a esta mala cuando ordenan el ataque y en nada afectan a su confianza en
fama el hecho de que el avestruz, cuando huye, corre ma~c~~· sí mismo. Simplemente dice: «[Ea!» (significando que él relin-
do grandes circunferencias, facilitando al cazador la posibili- cha con indiferencia), huele la batalla desde lejos y escucha
dad de atraparlo fácilmente. impasible los gritos de los oficiales (39: 24-25).
Sin embargo, a pesar de su fama de poco inteligente, puede El hecho de que incluso un animal domesticado es tan
correr a una velocidad de unos 68 km (40 millas) por hora, en fuerte, y serenamente fiero y valiente, es otra demostración de
ocasiones aventajando a algunos caballos (39: 18). La frase «lue- las incompetencias de Job. Porque Job, siendo hombre, no pue-
go que se levanta en alto» (39: 18a) se refiere a la P?stura ~el de enfrentarse en batalla con las posibilidades del caballo, sien-
avestruz cuando levanta la cabeza y extiende sus rudimentarias do éste una criatura inferior en la escala natural establecida
alas para ayudarse a correr y mantener el equilibrio, lo~rando por el Creador. «La majestad, energía, fuerza, impasividad ante
dar unas zancadas de cuatro a cinco metros (12 a 15 pies) de el peligro, el noble espíritu del caballo, son demostraciones de
la grandeza de Quien lo hizo ... » 24
largo. · · f ·
La intención de Dios al crear un ave tan peculiar, in error El gavilán, en su emigración anual hacia el sur. se orienta
a los demás irracionales en sabiduría, pero al mismo tiempo instintivamente sin las instrucciones de Job (39: 26). Por otro
capaz de alcanzar velocidades difícilmente posi,bles Pª'.ª los lado, el águila construye sus nidos en las inaccesibles alturas,
otros ilustra una vez más Ja libertad y soberanía de Dios en en las rendijas de las rocas donde el hombre no puede subir
hace; las cosas según Su deseo. Cuando el Creador decidió hacer y, con aguda mirada, descubre donde está su alimento a grandes
esta desgarbada especie de aves i Job nada pudo hacer para distancias (39: 27-29). El sistema de alimentación de esta ave:
evitarlo! carroña y sangre, sugiere que se trata de alguna clase de buitre
La mención del caballo en contraste con el avestruz (39: más bien que un águila."
18) lleva, de forma lógica, a una interesante descripción del ca-
ballo como elemento importante en la guerra (39: 19-25). La pro- e) Dios desafía a [ob para que responda (40: 1-2). El pri-
pia naturaleza del noble bruto se presta para ser pre~entado mer discurso de Dios ha comenzado con un desafío y termina
en vivas figuras poéticas. Como en Jos precedentes parrafos, con otro: «¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El
siguen las descripciones en vez de las acostumbradas pregun- que disputa con Dios, responda a esto» (40: 2). La frase «el
tas con las que se ha inaugurado esta sección. que disputa» se halla solamente aquí en todo el Antiguo Testa-
Job, como humano y superior a los irracionales, es incapaz mento, y su raíz es de un conocido verbo indicando «amonestar
de darle al caballo su fuerza, ni aun le puede dar la belleza o corregir». Al menos en dos ocasiones Job ha acusado a Dios
que Je es propia cuando luce sus «crines ondulantes» (39: 19), (10:2; 23:6a) serle contrario (actuando como enemigo ante jui-
ni puede hacer saltar «como la langosta» .(39:20).22 En s~ ca- cio), pero ahora Dios le vuelve al argumento contra él. Su pre-
rácter alegre y fuerte, el caballo relincha ruidosamente Y pisa la gunta se parece mucho a la que hiciera Eliú también a Job:
tierra con todo su vigor, alegrándose en «SU fuerza» (39:20-21). «¿Por qué contiendes contra El?» (33: 13). Ahora que Job ha
Sin miedo cuando entra en el campo de batalla, no se arre- podido contemplar el desfile del poder y de Ja sabiduría mos-
dra ante las armas como la espada u otras artes de guerra (39: trados en la naturaleza, ¿cómo se atrevería a acusar a Dios?
21-22). El estruendo de los hierros entrecruzándose violentamen- Había quedado demostrada la ignorancia de Job ante la mane-
te, no le espantan y con sus potentes patas escarba la tierra
«sin importarle el sonido de Ja trompeta» ni la lanza que se 23. «Escarba la tierra» (39: 24) es traducción de «cor re por encima de la
tierras.
21. Cansdale, p. 193. . , .1 24. Albert Barnes, Notes, Critical, l llustr at ive, and Practical, on the Book
22. •Saltar• aquí significa •estremecerse o temblar>, refiriéndose al agi ga- of Job, 2: 235.
lopar del caballo, similar a los saltos que da Ja langosta (véase Joel 2:4-5). 25. Véase Cansdale, p. 144.
198 / Job La misteriosa ciencia de Dios (38: 1-42:6) / 199

ra de ser de Dios actuando en la tierra, ahora, ¿qué podría es- un desafío a Job y un cuestionario referente a la naturaleza
. perar de Dios? ¿Tendría aún que presentar excusas a Job? seguido de una respuesta por parte de Job. Mientras en la pri-
La palabra «disputa», en 40:2b, significa «argumento». Tam- mera intervención se diserta sobre dos áreas de la creación, el
bién este término ha sido usado por Job expresando ambas mundo orgánico y el inorgánico, en la presente exposición todo
cosas: su deseo y su determinación de argumentar con Dios está en torno a dos grandes animales: el leviatán y el be-
(13: 3, 15). Brevemente, a diferencia de la prolijidad de Job Dios hemot.
simplemente le ha informado que para discutir con el Soberano
necesitaría primero contestar a la frase precedente.26 a) Dios desafía a Job (40: 6-14). El enfoque de Dios en
este discurso es el mismo que el que presentó su primera inter-
2. Primera respuesta de Job a Dios ( 40:3-5) vención: «Jehová responde desde un torbellino» (y la situación
presenta una demanda de Dios para que Job se prepare a en-
Confrontado con el sí o el no de Ja pregunta de Dios, «¿con- contrarse cara a cara con la tremenda entrevista con El, si es
tinuarás acusándome de obrar injustamente?», el pobre Job, capaz de resistirlo (40: 6-7).
quien tanto había esperado la oportunidad de hablar cara a El te?1a de la justicia, tan repetidamente manoseado por Job,
cara con Dios, admite su insignificancia T7 e incapacidad de es mencionado por Dios de manera breve solamente. Simple-
contestar a Su pregunta (40: 4). Su anterior confianza en sí mis- mente le pregunta: «i, Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me
mo («llama luego, y yo [te] responderé» en 13:22a) se ha cam- condenarás a mí, para justificarte tú?» ( 40: 8). Job se había des-
biado ahora en humildad y temblor («¿Qué te responderé?»). bordado en su defensa y presentación de inocencia hasta el pun-
Sus palabras equivalen a admitir su incapacidad para dar to de acusar a Dios. Para pretender emular la superioridad
sugerencias a Dios, tal como El le había demostrado (38: 3). Job moral de Dios y Su justicia, la persona debe acompañar sus
había descrito casi una circunferencia completa; partiendo de argumentos con un poder y sabiduría similar a la del mismo
la indecisión hasta la confrontación con Dios («¿Cuánto menos Dios. La siguiente pregunta de Dios (40: 9) demuestra, no sola-
le responderé yo?» en 9: 14), pasando por la confianza («te res- mente la falta de conocimiento de Job y su inferioridad, sino el
ponderé» en 13: 22a), hasta llegar a la presunción («como prín- no llegar a la altura de Dios. Job no dispone de un brazo como
cipe me presentaría ante él» en 31: 37), para concluir con la el de Dios («brazo», en simbolismo bíblico, es la señal de
convicción de su incapacidad para responder a Su pregunta. fuerza, cp. Sal. 89: 13) o también de una voz (trueno) como
Su silencio ante la presencia del Todopoderoso queda bien la de El.
ilustrado con el gesto de colocarse su mano en la boca (una . Siguiendo en esta línea de argumentación, Dios, con incisiva
reacción que él había aconsejado a sus consejeros (21:5). Job ironía desafía a Job imaginándoselo en control de la naturaleza
había repetido como si ya hubiera estado delante de Dios: «Una Y_ el u,niverso; como «desempeñando el papel de Dios para ver
vez hablé, más no responderé; aun dos veces» (40: 5, cp. 33: s~ sabia hacerlo mejor».28 Su primera responsabilidad era «ves-
14), pero ahora, no había necesidad de más entrevistas. Dice tirse de honra y hermosura, adornarse de majestad y alteza» (40:
Job: «No volveré a hablar». 10, cp. Sal. 93: 1; 104: 1). Su segundo encargo era abatir al or-
gull~so, y al inicuo con demostración de poder 29 y de santa ira,
humillándoles solamente con la intensidad de su mirada derri-
3. Segundo dlscurso de Dios ( 40:6 - 41 :34)
bándoles, quebrantándoles hasta hacerles morder el polvo, «en-
Este segundo discurso sigue un modelo similar al primero: cerrando sus rostros en la oscuridad» so (40: t 1-13).

26. Algunos exégetas, sin embargo, interpretan •esto• (40:2b) como un 28. L. D. Johnson, Out of the Whirlwind: The Majar Message of Job,
relativo a «la gloria de la creación, el despliegue de la Divina omnipotencia» p. 64.
mostrada en los capítulos 38 y 39 (p. ej., Reichert, p. 209). 29. •Derr~mar• en .40: 11 es sinónimo de •esparcir• corno lo emplea Eliú al
27. La palabra •Vil• en 40: 4, da un significado equívoco del hebreo que hablar de D10s esparciendo los rayos de la tormenta (37· Jlb)
en su forma original quiere decir «inslgnificantes o «trivial». 30. -La oscuridad», aquí en 40: 13, se refiere a Ja tumba. ·
200 / Job La misteriosa ciencia de Dios (38:1-42:6) 201

Si Job fuera capaz de llevar a cabo todas estas tareas pro- tentes en el tiempo antiguo. Se apoyan en los siguientes argu-
pias de la administración del Creador, justamente las funciones mentos:
que Job había criticado de Dios por haberlas descuidado,31 en-
tonces Dios estaba dispuesto a dar honor a Job como a un su- (a) Dios dice que El creó al behemot (40: 15) y al leviatán
perior a El y podría quedar a salvo su reputación ( 40: 14). De (Sal. 104: 26b).
esta manera no sería necesaria ni la intervención de Dios ni la (b) La detallada anatomía de cada uno de estos dos anima-
de mediador alguno (9: 33) para lograr su vindicación." les sugiere que se trata de bestias reales.
Al no poder Job asumir estas responsabilidades propias de (e) Los animales mitológicos están inspirados en otros ani-
quien ha de gobernar el universo, al sentirse incapacitado para males existentes, pero sus figuras suelen ser una combinación exa-
aplicar justicia al culpable, era evidente que no podía tampoco gerada de más de uno de ellos, como el leviatán mitológico que
justificarse y salvarse a sí mismo. Conclusión: el hombre depen- tenía siete cabezas.
dc de Dios, no debe, hacerle preguntas, aunque no llegue a com- (d) Los diez animales mencionados en el primer discurso son
prender plenamente Sus caminos. animales conocidos.
(e) Ambos animales mencionados en este segundo discurso
b) Dios examina a Job sobre la naturaleza de dos animales los hallamos en otros lugares de la Biblia, aparte de las conno-
de la Creación (40:15-41:34). En su primer discurso, Dios taciones mitológicas (cp. Sal. l 04: 26; J oel 1: 20, donde la pala-
presentó a Job un panorama de la naturaleza, ilustrando de esta bra «behernot» se traduce por «bestia»).
manera la variada creación del Señor a lo ancho y largo del
universo. Ahora Ja atención se centra en dos grandes bestias, ge- Si se concluye admitiendo que ambos animales son reales,
neralmente consideradas las más exóticas y salvajes de las que entonces hemos de admitir también que el humo que sale de. las
habitan en los mares. El propósito de la rápida presentación del narices del leviatán y el fuego que sale de la boca del behemot
behemot (40: 15-24) y del leviatán (cap. 41) es la misma que en han de explicarse como una hipérbole poética.
el anterior discurso: impresionar a Job considerando su débil Dios invita a Job que considere al behemot como un ser crea-
persona comparándola con Ja arrolladora fuerza natural de los se- do como él por el mismo Creador: «He aquí ahora behemot, el
res irracionales, creados por el majestuoso poder de Dios. Este cual hice como a ti» (40: 15). Seguidamente, pasa a describir
propósito se hace evidente por medio de las preguntas inserta- su dieta (40: 15b), su fuerza física (40: 16-18). su habitat (40:
das por Dios en el transcurso de la descripción del leviatán: 20-23), y su fiereza (40: 24).
«¿Quién, pues, podrá estar delante de mí? ¿Quién me ha dado La palabra «behernot» es un plural de bestia. Siendo que
a mí primero, para que yo restituya?» (41: lOb, 1 la). las descripciones se refieren a un solo animal, se puede asumir
Los entendidos mantienen diversas opiniones sobre la natu- que esta forma de plural hace referencia a un solo ejemplar,
raleza de estas dos criaturas. ¿Se trata de seres reales o de crea- probablemente para indicar una bestia de fuerza superlativa. Mas
ciones mitológicas? Los expertos que se inclinan por creer que ¿qué es en realidad el behemot? Hay sugerencias para todos los
se trata de mitos cananeos se apoyan en los paralelos hallados gustos:
en otras mitologías antiguas, en el lenguaje tan fantástico con
que se describe al leviatán (cp. 41: 18-22), en las referencias que (a) Un elefante 33 (porque su cola se mueve «como un ce-
hace Job al monstruo marino (3: 8) y en los demás lugares en la dro» (40: 17]; porque es uno de los animales más fuertes entre
Biblia donde se presenta corno un ser mitológico. Otros comen- los conocidos; y porque su nariz no puede ser atrapada r40: 24]).
taristas prefieren adoptar el punto de vista desde donde contem- (b) Un tipo de rinoceronte sin cuerno, ya desaparecido.e'
plan al behemot y al leviatán como auténticos animales exis-
33. R. Laird Harrir, «The Book of Job and its Doctrine of God», Grace
31. Habel, p. 220. Iournal, 13 (Otoño, 1976): 20·2!.
32. •Diestra• aquí (40:14) y •brazo• en 40:9 indican Ja interdependencia de 34. Bernard Northrup, «Light on the Ice Age», Bible-Science Newsletter,
estos pasajes. junio 1976, p. 4.
202 I Job La misteriosa ciencia de Dios (38: 1-42:6) 203

(e) Un dinosaurio-brontosaurio vegetariano (teniendo en popótamo, en algunas ocasiones, se arriesga a internarse en la


cuenta su macizo cuerpo, la cola capaz de doblarse .c~mo un ce- º
maleza» .4 Al comer solamente hierba, Jos otros animales pue-
dro, y su habitat), entre Jos que tuvieron que sobrevivir al desas- den jugar cerca de él sin peligro ele temor ( 40: 20b) Descansa
tre diluviano.35 .
a la sombra del loto («unos abustos bajos y espinosos» ),41 no
(d) Un búfalo acuático 36 (teniendo en cuenta su habitat en literalmente cañas, como han traducido otros. Se trata de una
los pantanos). vegetación especial muy abundante en las márgenes de los ríos
(e) Un hipopótamo (teniendo en cuenta. su peso, su fuer- en Oriente y en los pantanos.
za su habitat entre plantas acuáticas, y la dificultad de cazarlo Los turbulentos ríos no Je molestan (sugiriendo su hábitat
«C~ando está vigilando» (40: 24 37 o cuando solame~te ~soma un en los pantanos), aunque el animal se asome hasta la boca de
poco la nariz por encima del agua (40: 24b). El hipopótamo, el los ríos. Esta última observación es más propia de los hipo-
animal tradicionalmente identificado con el behem?t, parece :n- pótamos que de los elefantes. rinocerontes o brontosaurios (¿po-
cajar más en general, especialmente por ser un. animal conocido dría vivir un brontosaurio en los ríos de Oriente Próximo"). La
en Oriente y por las pinturas halladas en Egipto, prese~tando palabra hebrea para «el l ordún» (40: 23b) es, literalmente, «Un
al hipopótamo siendo cazado con arpones y anzuelos rizados. Jordán» y, por Jo tanto designa simplemente una suave corrien-
te de agua.42
La referencia a su régimen hervíboro en 40: 15 coincide ~on La debilidad e insignificancia de Job en contraste con la
la dicta del hipopótamo, que se alimenta estrictamente de hier- potencia de este animal se enfatiza al concluir el capítulo (40:
ba La fuerza del animal es evidente en sus enormes muslos, 24). Nadie le podrá capturar «por los ojos» (es decir. cuando
los. músculos del estómago, las piernas y sus huesos fuertísimos está vigilando) 111 nadie podrá hacerlo cautivo horadándole la
casi como siendo metálicos (40: 16-18). Los movimientos de su nariz.
cola. semejantes «al cedro» (40: 17a) resulta un poco raro, pues El leviatán ha sido identificado, por varios intérpretes. con
la cola del hipopótamo no es muy potente. No obstante, para- el monstruo marino de siete cabezas Lot.in de la mitología uga-
lelos ugaríticos indican que la frase puede leerse: «Su cola es rítica." con la ballena, el delfín, con algún dinosaurio marino
38
tiesa [o se pone tiesa] como el cedro.» • • superviviente al diluvio." y con el cocodrilo. La detallada des-
Considerado corno «el primero en los carrunos de Dios» (40: cripción anatómica del leviatán y los intentos del hombre para
1 q). el behernot está en primer lugar entre los animales de la capturarlo parecen llevar a la conclusión ele que se trata de
creación, no en el sentido cronológico, sino el primero en tama- algún animal conocido en tiempos de Job.
iío y fuerza. (Un hipopótamo adulto puede pesar sus 2.800 kg;. La ballena y el delfín no encajan muy bien con las descrip-
8.000 libras.) «El que lo hizo, puede hacer que su espada a ~l ciones del libro de Job tal como vemos en este segundo dis-
se acerque» (40: 19b) es una traducción no ':'uy ~or:ect~ del di- curso de Dios, ni tampoco resulta fácil identificar el animal con
fícil texto hebreo. Reichert dice que los rahinos judíos intcrprc- los dinosaurios terrestres o marítimos teniendo en cuenta la cro-
tan este versículo como significando que solamente Dios (el Ha- nología y la época de Job a unos pocos siglos del diluvio. Aun-
cedor del hehemot) se atreve a acercarse a él con una espada que bien es cierto que la cronología ele aquella época es muy
(con el propósito de entablar combate con la fiera).39 • difícil de precisar.
La siguiente cláusula («ciertamente los montes producen h1e~- De ser el leviatán un cocodrilo. tal como asumen muchos co-
ba para él» en 40: 20a) «ofrece cierta dificultad, aunque el hi-
40. Andersen, p. 289. Ver también Pope. p. 325.
35. «Dinosaur s and the Bible», Five Minutes witn the Bi/Jle & Science 41. Rowlcy, p. 213.
(sunlernento a Bible-Science Newslct t erv, mayo 1976 .. 42. Rowley, p. 331.
:11'1• B. Cou rcyer , «¿Qui est Bchcrnoth?» Revue B1/J/1que, 82 (1975): 418-43. 43. Pope, pp. 329-31: y otras.
'.7. Literalmente. «cuando está por los ojos». . . 44. «Dínosaurs and the Bible», sugiere que los alosaurios o t vra nosaur ios
38. Ha rr is hace Ja sorprendente sugerencia que «Cola» quiere decir la trom- rex son las calificaciones que más se adaptan al leviatán. Gco rgc Multinp:cr, Jr.
pa del elefante (p. 20), pero ¿cómo se pone tiesa la trompa? se inclina por plesiosaurio o el mosasaurio ( «Dinosaur s- Thc Fac t s Supporr
39. Rciche rt , p. 212. Crcation», Faith , mayo-junio 1976, p. 18).
La misteriosa ciencia de Dios (38:1-42:6) 205
204 / Job

mentaristas, entonces las dos criaturas exhibidas por Dios ten- bre para sacarlo del agua, Dios añade que ni los más sofistica-
drían varios interesantes paralelos (si nos inclinamos por identi- dos equipos como arpones o flechas especiales darán buenos re-
ficar al behemot con el hipopótamo, naturalmente). Ambos son sultados (41: 7). Tan fiero es este reptil que Dios en humorís-
anfibios, ambos viven en ríos o pantanos, los dos son grandes de tica ironía recuerda a Job que no intente cazarlo con la mano:
tamaño (ambos alcanzan una longitud de unos tres metros y «Pon tu mano sobre él, te acordarás de la batalla, y nunca más
medio [doce pies]), ambos poseen la piel difícil de atravesar por volverás» (41:8). Toda esperanza para capturarlo ha de darse
las armas del hombre, ambos son difíciles de capturar, ambos por descartada, ya que el hombre queda sobrecogido solamente
tienen facilidad para flotar en el agua con solamente aflorar sus al hallarse delante de él ( 41 : 9).
ojos y nariz fuera del ambiente líquido y ambos son rápidos y No es extraño que nadie quiera despertarlo cuando el coco-
fieros (aunque pesados, pueden correr a buena velocidad, espe- drilo está durmiendo (41: lOa). Job nunca podrá desafiar al ani-
cialmente cuando ven en peligro a sus crías o son atacados). Am- mal con éxito, por lo tanto, ¿cómo pudo atreverse a desafiar a
bos animales (más que los otros diez animales mencionados del Dios, quien hizo al poderoso anfibio? (41: lOb). Más aún, el
desierto o de las montañas (cp. 38: 39 - 39: 30), eran temidos hombre nada puede darle a Dios (porque todo lo que existe de-
por los hombres. Las diez criaturas viven en la tierra o en el bajo del cielo es Suyo), consecuentemente no puede obligar a
aire, mientras que los dos grandes monstruos viven en la tierra Dios que le dé nada a cambio (41: 11). El cocodrilo, pues, vino a
y en el mar, si bien principalmente en lo último. El hecho de ser una divina lección objetiva, enseñándole a Job su importan-
que la discusión en torno al leviatán sea más larga que los cia ante el Señor, y haciéndole notar la importancia de confiar
otros animales presentados por Dios, algunas veces atacantes al en El.
hombre, da al capítulo 41 una característica de clímax. Dios, a continuación, describe la impresionante anatomía del
La descripción que Dios hace del leviatán incluye tres par- fiero reptil. Cualquier persona hoy en da, visitando un parque
tes: la imposibilidad del hombre de cazar el cocodrilo con los zoológico, puede darse cuenta de las palabras escritas en el libro
rudimentarios equipos de pesca usados en aquel tiempo ( 41 : 1 · de Job explicando cómo son los miembros de esta bestia, su
11), la asombrosa anatomía del cocodrilo (41: 12-25), y la im- poderosa fuerza, y «la gracia de su disposición» (41: 12). Sus
posibilidad de capturar al animal con los rudimentarios equipos gruesas escamas son como las corazas metálicas de los solda-
de caza (41:26-34). Cada una de estas secciones concluye con dos. de doble e impenetrable grosor (41: 13). Las alargadas fau-
un comentario acerca del miedo o temor que el animal causa al ces del cocodrilo, descritas poéticamente como «las puertas de
hombre (41: 9-11, 25, 33-34). su rostro» no se pueden abrir forzándolas con la mano, y los
El empleo de preguntas solamente en 41: 1- 7 (además de al- numerosos dientes a lo largo de sus mandíbulas aterrorizan sólo
gunas otras en 41: 9-11. 13-14) reflejan el estilo en la mayor par- al mirarlas (41: 14). Las escamas que cubren su cuerpo le cie-
te de los párrafos atribuido- a Dios. rran herméticamente sus partes interiores, dificultando de esta
Simples anzuelos, garfios. sogas o cuerdas, no son suficientes manera la penetración de cualquier arma mortífera en su carne
para cazar a un cocodrilo (-11: 1-2). Algunos comentaristas han (41: 15-17).
puesto en duda la referencia a la lengua del cocodrilo (4l:lb), Los estornudos del cododrilo «encienden lumbre»; esto es,
pero el animal efectivamente tiene lengua. aunque la tiene pega- «la rociada que esparce al salir de sus narices al estornudar, pa-
da a la mandíbula inferior. El fiero cocodrilo no es domesticado rece una descarga de luz aun a la luz del sol» .4s Pero ¿por qué
tan fácilmente como para que ruegue como un prisionero pi- se dirá que «Sus ojos son como los párpados del alba»? (41: 18).
diéndole libertad ( 41: 3). Ni estará de acuerdo en vivir con el Los ~equeños ojos, con pupilas rasgadas como los gatos, son
hombre a camhio de ser servidor ( 41: 4); ni puedes jugar con la primera cosa que del animal se puede ver cuando emerge
él como si de un pájaro se tratara (41:5). Más aún, los merca- del. agua. Por eso, cuando sus potentes ojos gradualmente van
deres no podrán regatear por él y pasarlo de mano en mano, saliendo a la superficie del agua al nivel del horizonte (cp. 3: 9
porque no se dejará capturar ( 41: 6).
Volviendo al tema de los esfuerzos que pueda hacer el hom- 45. Reichert, p. 216.
206 / Job La misteriosa ciencia de Dios (38:1--42:6) 207

donde Job compara los rayos del alba a los párpados ele la per- ' crpientes del boticario). «En pos de sí hace resplandecer la
Ja
sona) se comparan a salida del sol temprano por la mariana. senda» (41:32a) es, literalmente, «detrás de él va iluminando
1

Una observación relacionada con este versículo es que «en los el camino» con el significado de que al moverse a lo largo
geroglíficos egipcios, el ojo del cocodrilo representaba el alba».46 de la corriente de agua del río va dejando una señal en Ja
El fuego saliendo de la boca y el humo emanando de las na- superficie con aspecto de un camino. Cuando agita las aguas
rices (41: 19-21) son motivo p;:ira que frecuentemente se conside- levanta espuma, imprimiendo en Ja superficie como si al río
re esta criatura como un dragón mitológico. No obstante, estos le salieran canas (41:32b).
espectaculares fenómenos pueden explicarse como estilos poé- El cocodrilo es incomparable, porque Dios lo ha creado
ticos describiendo al cocodrilo expeliendo el agua de los calien- sin miedo (41: 33). Porque es supremo, «menosprecia toda cosa
tes ríos juntamente con el aire que respira provocando como unos alta», esto es, se siente superior a todos los demás animales
surtidores que, especialmente a la luz del sol, dan la sensación (41:34, cp. 28:8).
luminosa, semejante al fuego» .47 Estos versículos no dan base
para considerarlos una descripción del ugarítico Lotán identi-
ficado en esta antigua literatura." 4. Segunda respuesta de Job a Dios (42:1~6)
A causa de su potente cuello anfibio, la gente huye del
cocodrilo con desaliento (41: 22). Sus carnes son duras, al con- Los animales independientes del hombre (38: 39 - 39: 30)
trario de la blanda contextura del hipopótamo que tiene Ja y las bestias repulsivas (40: 15 - 41: 34) fueron la gran exhi-
piel menos resistente, y su corazón es tan duro como la pie- bición zoológica presentada a Job para demostrarle que no te-
dra inferior de moler trigo (41:23-24). No es extraño, pues, niendo él parte ni arte en la creación de todos ellos, ni en su
que cuando esta bestia se levanta de las aguas, hasta el más sustento o incluso ni capacidad para domesticarlo, resultaba un
valiente de Jos hombres siente miedo y que se conturban (li- absurdo atreverse a discutir con su Creador. Quien no pueda
tcralrnente, salen de sí mismos) cuando ven a estas fieras an- realizar las obras de Dios no tiene derecho de criticar Sus ca-
fibias (41:25). minos. Y quien tiemble a la vista de una bestia feroz no está
Las armas de los cazadores. incluida la cspada,49 lanza, dar- capacitado para enfrentarse con el Hacedor del animal.
do. javalina, flecha, honda, palos y sable,50 no son suficientes Después de contemplar la asombrosa fuerza y la aterrori-
para cazar al cocodrilo. Las armas de hierro y bronce se rom- zadora fierez del bchernot y del leviatán; después de confesar
pen tan fácilmente como la madera (41: 26-29). La piel de la incapacidad para darles caza, Job valora de nuevo las in-
debajo del cuerpo la tiene dentada como si estuviera forrada sondables profundidades de la sabiduría, majestad y omnipo-
ele trozos de cerámica de canto; y cuando atraviesa el Jodo, tencia de Dios. Confrontado con el divino esplendor del cielo,
las afiladas escamas de su vientre dejan una estela como si de la tierra y de los lugares debajo de la tierra, Job fue guiado
acabara de pasar el trillo por encima de Ja era repleta de tri- por esta revelación natural para darse cuenta del poder de
go (41:30). Cuando nada por el río o en el mar, el cocodri- Dios en toda su extensión: «Yo conozco que todo lo puedes»
lo remueve el agua como si estuviera hirviendo y «lo vuelve ( 42: 2a); con estas palabras, Job expresa su sentido de reve-
como una olla de ungüento» ( 41 : 31 b) (hace referencia a la rencia y sumisión. El sabe que los soberanos propósitos se
espuma que por encima se ve cuando está en ebullición los re- habrán de cumplir y está dispuesto a esperar en ellos. Ade-
más, las intenciones del Creador no dejarán ele cumplirse por
46. !bid. el desacuerdo de una de sus insignificantes criaturas. Job vio
47. Rowley, p. 337. la inutilidad de discutirle a Dios Sus acciones.
48. Véase The Zondcrvan Pict orial Encyclopcdia of 1/1e Bible, «Leviatán»,
por 11. L. Ell ison , 3:912. Entonces Job repite la misma pregunta que inicialmente
49. «Cuando alguno lo alcanzare» (41:26) sugiere que aunque alguna per- le había formulado Dios a él: «(,Quién es el que oscurece el
sona osara acercarse lo suficiente para atacarle, de nade le serviría.
50. Aunque Ja mayoría de las versiones traducen «jabalina» en 41: 29 la consejo sin entendimiento?» (42: .3a, cp. 38: 2). El sentido de
palabra hebrea parece que debería traducirse por «sable». esta repetición es demostrar que daba por justa la justicia que
La misteriosa ciencia de Dios (38:1--42:6) 209
208 / Job

antes había puesto en duda." Job admitió ser quien había ha- y rebeldía. Siendo que el original hebreo no dice que des-
blado presuntuosamente de las maravillosas cosas fu era de su preciaba o rechazaba, se puede entender que ambas cosas men-
limitado alcance y comprensión (42: 3b-c). . cionadas podrían estar incluidas teniendo en cuenta los ante·
Job vuelve a repetir ( 42: 4) la pregunta hecha por Dios a ceden tes.
él al comienzo de cada uno de Sus discursos (38: 3; 40: 7): Eliú le había advertido del error de sus desafíos contra
«Oye, te ruego, y hablaré; te preguntaré, y Tú me enseñarás.» Dios (33:9-13; 34:31-33; 35:2-3; 36:23) y del error al mos-
Job entonces contestó a Dios pero no de la manera tan atre- trar una actitud orgullosa (32:2; 33: 17; 35: 12-1): 36:9; 37:
vida de argumentar como había planeado ~ntes. Por .el con· 24). Dios mismo había confrontado a Job con su audaz or-
tr ario, dijo haber visto a Dios que se sentía arrepentido. La gullo provocándole (40: 2) y condenándole (40: 8)
actual conciencia que de Dios tenía ahora comparada con el Las palabras conclusivas de Job fueron: «me arrepiento
conocimiento anterior era como comparar la vista con el oído en polvo y ceniza» (42: 6). Echar polvo al aire y dejarlo caer
(es decir, ahora tenía un conocimiento personal ~e. Dios en sobre la propia cabeza (cp. 2: 12) al mismo tiempo de estar
Jugar de una información). Antes poseía un conocimiento lle- sentado sobre ceniza (cp. 2:8; Is. 58:5; Dn. 9:3; Ion, 3:6)-
gado a él por medio de la tradición, de segunda o ter7er.a mano, eran señales de una condición humillante a causa del dolor
ahora lo sabía por experiencia. (Este no es el cumplimiento de por el pecado o a causa de catástrofes. La desfiguración de la
19: 25-27, en el cual Job afirma su fu tura esperanza segura de apariencia exterior de la persona se tenía como señal expre-
poderse levantar firme en la tierra cuando finalmente sería rei- siva de lucha interior del alma. El arrepentimiento de Job,
vindicado después de su muerte.) pues, era de una profunda humildad .s4
Su elaborada teología ya tenía lugar dentro de la mente Pero ¿de qué se arrepintió Job? Obviamente, no lo haría
de un creyente afectado por el sufrimiento; ya no consideraba a por los pecados objeto de la acusación de sus tres amigos. Su
Dios injusto, y que su razón era la única válida ante los hom- juramento de inocencia (cap. 31) y Ja valoración hecha por
bres y ante Dios. Ahora, todo había cambiado. ¿Cómo? Por Dios de su vida (1: 1, 8; 2: 3) son suficientes para probar la
este despliege divino mostrando la ciencia natural, por la cual falsedad de sus acusaciones de pecados cometidos antes de
Job pudo profundizar Jos conceptos de la sabiduría y poder su calamidad. Job se arrepintió de su orgullosa rchclión, de su
de Dios, y además la demostración hasta lo absurdo de lo pertinaz insistencia para que Dios le contestara de acuerdo con
inapropiado de las dudas de la justicia y del cuidado provi- su manera de ver la situación y ele haber intentado corregir
dencial de Dios en los hombres. los caminos de Dios.v Job, pues. admitió haber pecado por
Al obtener una visión más profunda y real del carácter causa de su sufrimiento, pero no sufría por haber pecado.
de Dios -Su poder, Sus propósitos y providencia-, Job se Los discursos de Dios no revelaron falta de compasión en
dio cuenta de su propia pobreza: «Por tanto me aborrezco, Y El. Por el contrario, mostraron Su interés en comunicarse con
me arrepiento en polvo y ceniza» (42: 6).51 Empleando la pa- el hombre, con el propósito de darse a conocer personalmente
labra «arrepiento», que significa «despreciarse o rechazarse»,53 a él, en el sentido intelectual y espiritual respectivamente. Este
Job estaba diciendo: a) rechazo mis acusaciones y pretensio- indescriptible y personal conocimiento de Dios revela Ja fi-
nes contra Dios, «cosas demasiado maravillosas para mí, que nitud del hombre ante los misteriosos caminos divinos, y pro-
yo no comprendía» ( 42: 3); b) rechazo mi actitud de orgullo duce una inexplicable satisfacción al poder entrar en comu-
nión con nuestro Creador.
51. Re ichert , p. 219.
52. Una respuesta similar fue la experiencia de Isaías (Is. 6: 1-7) Y de 54. Esto resulta mucho más destacado en vista de estar ya sentado sobre
Pedro (Le. 5:8). cenizas. Habiendo expresado su dolor por la pérdida de sus bienes y salud,
53_ e Me abor rezco» en 42: 6 es como traducen Ja mayoría de versiones ahora expresaba su dolor por su pecado.
clásicas, pero, probablei;nente, que no interpretan. el pensamiento con_ exac- 55. El contexto (42: 2-5) sugiere que el arrepentimiento de Job representaba
titud. Job había expresado que despreciaba su miserable condición (9.21), Y más que un remordimiento por la condición humillante de estar sentado so·
«abomino mi vida» (7: 16a) es, literalmente, «desprecio» o «rechazo» sin corn- bre cenizas. tal corno lo explica Dale Patrick en su reciente obra ( «The Trans-
plernento directo en la expresión verbal, como en 42:6. lation of Job XLII 6•, Vetus Test amentum¡ 26 [julio 1976): 369-71.
Viviendo con misterio (42:7-17) 211

Dios, y esto sí era decir lo correcto acerca de Dios».' Ade-


más, aunque Job puso en duda la justicia divina y criticó el
silencio de Dios, de esto sí se arrepintió; y él positivamente
había descrito el poder, la soberanía, el conocimiento y la sa-
biduría de Dios. De hecho, su punto de vista acerca de Dios
era más alto que el de sus tres consejeros.

13
Dios mandó a los tres consejeros preparar una ofrenda en
forma de holocausto de siete becerros y siete carneros, indica-
ción de su grave error (42: 8). Irónicamente, Job entonces ora
en favor de quienes falsamente le acusaron. Actuando otra vez
VIVIENDO CON MISTERIO como sacerdote (cp. 1: 5), les ayudó en su sacrificio, orando
para que Dios lo aceptara. Su disposición en interceder en su
favor demuestran su carácter perdonador y un profundo sen-
111. EPILOGO ( 42:7·17) tido piadoso en el patriarca. El había llegado hasta a maldecir
a Dios y ahora estaba arrepentido y perdonado; ahora había
El libro termina cm prosa, de la misma manera que co- llegado el momento de perdonar a quienes le habían maldeci-
menzó (caps. 1-2). En el epílogo se da atención a los amigos do y se habían arrepentido.
de Job (42:7-9) y luego a la fortuna de Job (42: 10-17). No es extraño que Dios le llame «Mi siervo» cuatro veces
en estos dos versículos. Ellos hicieron como Dios les mandó
hacer, y Dios aceptó la oración intercesora de Job (42: 9). Su
A. Dios y los amigos de Job (42:7-9) sacrificio expiatorio les salvó de recibir lo merecido por sus pa-
la?ras afrent~sas (42: 8). Anteriormente, Zofar había dicho que
Job había preguntado a sus tres consejeros: «¿Sería bueno Dios no había dado a Job la mitad de Jo merecido en cuanto
que El os escudriñase?» (13: 9), y aquí la respuesta es no. al castigo recibido por Job (11: 6). No cabe duda que ahora
Dios habló a Elifaz como representante de los tres diciéndole Zofar estaría agradecido de que Dios . no le hubiera dado Jitodo
que estaba enfadado con los tres «porque no habéis hablado cuanto se merecía!
de mí lo recto, como mi siervo Job» (42: 7). Pero ¿qué dijeron Es remarcable que después de tanto hablar de la necesidad
ellos de Dios que no estuviera bien? ¿Acaso no habían ellos d~ arrepentimiento de Job para que pudiera ser perdonado por
defendido Su justicia y hablado con reverencia de Su poder, D1~s .. fueran ellos, los humillados y, finalmente, ellos y Job
y no fue Job quien puso en tela de juicio la actitud de Dios? recibieran el perdón por sus respectivos pecados. Curiosamen-
¿Cómo pudo Dios llevar a Job hasta el arrepentimiento si nada te, Eliú no está incluido, seguramente por ser el único en ha-
malo contra Dios había dicho o hecho? blar correctamente acerca de Dios y Su justicia.
La respuesta está en que los tres. amigos, en su afán de
defender la justicia de Dios, habían limitado Su soberanía. Su
machacona insistencia en que el sufrimiento habia de ser por B. Dios y la fortunade Job (42:10-17)
necesidad consecuencia del juicio de Dios por el pecado había
encerrado a Dios en un estrecho recinto; dijeron ellos: «Dios Job fue honrado con la restitución por parte de Dios, con
solamente puede obrar de esta manera.» [En esto hablaron mal el ~obl.e, de todas las posesiones perdidas (42: 10, 12). y Ja
de Dios! (Job mismo les había acusado de hablar «de lo que restrtucíon tuvo lugar después de haber orado en favor de
es injusto para Dios» y «de lo que es mentira para El», 13: 7.) sus amigos, no después de haberse arrepentido. Ahora que ya
Por otra parte, Job «había mantenido insistentemente que
no eran sus pecados Jos causantes de este castigo por parte de l. H. H. Rowley, Job, p. 344.
212 / Job Viviendo con misterio (42:7~17) 213

estaba restituido en su casa (y puede darse por sentado, cu- posiblemente indica que el patriarca pudo llegar hasta disfru-
rado de su enfermedad y recuperada su posición social), en- tar de una posterioridad de cuatro generaciones. Job acabó
tre sus hermanos, hermanas y amistades (quienes le habían sus días siendo «viejo y lleno de días», como una demostra-
abandonado, 19: 13-14), le visitaron, comieron juntamente con ción del honor alcanzado en sus días de ancianidad.
él, le confortaron,2 le trajeron regalos de plata, dinero,3 y un Algunos comentaristas han argumentado sobre la recupe-
anillo de oro (el último de estos detalles era una manera de ración de riquezas y fama por parte de Job observando que al
testimoniar simpatía a un amigo después de haber pasado por final la teoría de los tres consejeros se había cumplido: los
alguna calamidad). justos serán recompensados. No obstante, la restitución de la
Además de reponerle su ganado en cantidades dobladas a fortuna de Job, más que una recompensa por la piedad del
las que había poseído anteriormente (42: 12, cp. 1:3), segura- patriarca era una muestra de la gracia de Dios. Por otra par-
mente al transcurrir algún tiempo; Dios dio a Job diez hijos te, de haber continuado la prueba habría perdido todo sen-
más (otra vez siete hijos varones y tres hembras). El vacío tido el arrepentimiento de Job, y en este caso sí hubiera apa-
producido por la pérdida de los hijos fallecidos, no obstante, recido Dios, como aplicando maliciosa y arbitrariamente un
nunca pudo ser compensada por los demás que nacieron. sufrimiento al pobre Job.
Tres interesantes detalles son de notar acerca de las hijas: Al sufrir Job la prueba quedó dernostr.ido que Satanás era
un falso acusador, por eso no tenía sentido una prolongación
1. Sus nombres se nos han facilitado, mientras que los hi- de la tragedia. «Cualquier juez que mantuviera en la cárcel
jos han quedado en el anonimato (42: 14). indefinidamente a un presunto criminal, después de haberle
2. Ellas eran destacadamente bellas. declarado inocente, sería calificado de inquisidor.» 5 Además, el
3. Todas ellas, juntamente con sus hermanos, fueron par- libro de Job nos declara que el principio no es invariable, que
ticipantes de la herencia del padre (42: 15). Dios en Su soberanía puede retirar o conceder Su bendicio-
¿Por qué se nos da a conocer el nombre de las tres hijas? nes según los propósitos que solamente son conocidos por El
Posiblemente fue para llamar la atención a su papel al pro- mismo.
porcionar especiales bendiciones a Job en sus postreros días.
« J emima» significa «paloma», «Cesia» quiere decir «perfume»
(«casia» era una corteza de árbol usada para fabricar perfu- * * *
me), y «Keren-hápuc» quiere decir «cuerno para pintura de
El libro de Job es, probablemente, la parte más antigua de
los ojos» (esto es, una botella de tinte usado para el enbelle-
la Biblia y, sorprendentemente, tratando el problema más hu-
cimeinto de ojos, párpados y pestañas). Su participación en la
herencia del padre puede ser una expresión de gratitud por mano y más trascendental de todas las generaciones: el lu-
su nueva familia y la prueba del restablecimiento de su salud.4 gar del sufrimiento en la relación Dios-hombre. El libro co-
Después de su desgracia, Job vivió aún 140 años más, cum- mienza con una acusación de Satanás denunciando a Job por
pliendo. pues, a Jo largo de su vida aproximadamente unos servir a Dios con el fin del provecho personal, que su piedad
200. Si la tradición está en lo cierto llegó a vivir 210 años, estaba motivada por las bendiciones que recibía a cambio de
de manera que la segunda etapa de su existencia hubiera sido parte de Dios. Dios aceptó el reto porque la insinuación del
como el doble de la primera. Esta cuenta es posible pero in- diablo afectaba la personalidad de ambos: Dios y el hombre.
cierta. Job «vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos» (42: 16) Si Satanás hubiera estado en lo cierto (si la motivación del
siervo de Dios fuera el egoísmo y si Dios tenía necesidad del
2. El «mal» que •el Señor había traído sobre éT• era una calamidad, no. soborno para lograr que el hombre le rindiera culto), el fun-
un mal moral.
3. La palabra traducida •pieza de monedas quiere decir «plata no acuña-
damento donde se apoya la relación de amor entre e] Crea-
da», una palabra empleada solamente aquí y en Gn. 33: 19 y Jos. 24: 32 en dor y Su criatura hubiera quedado destruido. Si Dios ha de
relación a Jacob, una indicación de la era patriarcal en los días de Job.
4. Francis I. Andersen, Job: An l nt roduction and Commentary, p. 294.
5. Rowley, p. 343.
214 / Job Viviendo con misterio (42:7-17) 215

colgarle la bendición delante del hombre para incitarle a la ravilloso canal experimental para llegar hasta una mayor com-
espiritualidad, Dios sería caprichoso. Si la bondad del hom- presión de Su persona y de Su gracia.'
bre arranca de un contrato estipulando la recompensa, la pie- Otra de las verdades centrales captadas a lo largo del Ji- -
dad se transforma en hipocresía. El desafío de Satanás, pues, bro es que resulta posible para el hombre confiar en Dios in-
era muy serio, profundamente trascendente en sus posibles re- cluso cuando falten las explicaciones para poderlo hacer. El
sultados. Una acusación de tal naturaleza no podía quedar sin hombre debe saber que es posible vivir en la miseria. Ha de
respuesta. La reputación de Dios y del hombre estaban en reconocer que más de una pregunta quedará sin respuesta,
juego. que Dios puede escoger el silencio como toda contestación a
Sin embargo, Job nada sabía de este celestial empeño.6 Pero su clamor y a los porqués del sufrimiento y de la tragedia in-
aun ignorándolo, él tUVO el honor de haber sido Usado por merecida.
Dios para refutar al acusador de la humanidad y silenciar a El cristiano debe aprender _a vivir contento con los pro-
Satanás. La decidida resistencia de Job a maldecir a Dios por blemas que no puede comprender, admitiendo que la finitud
haberle retirado la mayoría de las bendiciones concedidas an- de !os hombres nos priva de tener una perspectiva eterna de
teriormente, constituye una declaración para toda la posterio- lo eterno, cuyo privilegio es exclusivo del Todopoderoso. Como
ridad del error del enemigo del hombre: el culto puede ser Job, podemos aprender que el silencio de Dios no implica Su
genuino, los hombres sí pueden servir a Dios «de balde» (1 :9). ausencia.
Este es uno de los grandes propósitos del libro, analizar Justamente por la última razón mencionada, el libro de Job
los motivos que hay detrás del culto, demostrar que se puede aún nos enseña otra solemne lección: la futilidad del criticar
valorar la vida al margen de un trato con Dios basado en el los caminos de Dios. La· soberanía todopoderosa Je Dios pone
toma y daca. Job enseña que aunque el hombre tiene derecho en evidencia la locura del hombre al pretender enmendarle la
a preguntarse el porqué del sufrimiento no tiene derecho a página a Dios a la hora de administrar justicia o establecer el
maldecir a Dios cuando no reciba de acuerdo con sus cálcu- orden en el universo. La vasta diferencia entre Dios y el hom-
los. Dios no es un Papá Noel repartiendo regales a los niños bre ~s la explicación plausible del· porqué Job no pudo des-
que se han portado bien. cubrir los fines divinos. El abismo cósmico entre lo infinito
Y lo finito no permite un enfrentamiento racional entre Dios
Los sufrimientos de Job, además de haber demostrado a
Satanás que el culto auténtico es posible, ha servido para otro Y e~ hombre. Contemplado desde la perspectiva celestial, las
propósito: ahondar su concepto espiritual del carácter de Dios.? quejas que el hombre pueda presentar a Dios resultan ridicu-
leces sin sentido.
No cabe duda que esta batalla fue más que un enfrentamien-
to entre Dios y Satanás, con Job por en medio como un peón ' º?,
T aprendí? ~ue dudar de la justicia de Dios era pecado.
indefenso en el gran tablero del ajedrez del cosmos. Segura- También los cristianos hemos de asimilar esta lección a Ja hora
mente que el propósito del diablo era apartar a Joh de los de dudar del carác~er divino. Cuando más alto concepto llegue-
caminos de Dios, pero las intenciones de Dios transformaron mos. a _te,ner de D10s, nuestro sentido de la humildad y reve-
la situación de manera que sus aflicciones le abrieron un ma- ren~ia ira en aumento, y desaparecerá nuestro orgullo y com-
plejo de autosuficiencia.
Aún hay otro lado positivo del problema. No se trata so-
lamente de saber acoplarnos a las adversidades de la vida v
6. A pesar de todo, si fue Job quien más tarde escribió el libro, cierta- conformarnos ante los misterios indescifrables. No solamente he-
mente él ya sabía, por revelación, el origen de su problema. mos de evitar las acusaciones presuntuosas contra Dios. He-
7. Elifaz, Bildad y Zofar insistieron en que el propósito del sufrimiento
era disciplinario (castigo por obrar mal); Job sentía que su objetivo era des- mos de confiar en El, teniendo conciencia de Su presencia y
t r u ct ivo («Dios ha salido para destruirrne»): Eliú señaló que el fin de la aflic-
ción era dirigir (evitar que el hombre cayera en ce! hoyo»): y Dios tenía dos
objetivos: demostración (de que Satanás acusaba en falso) y revelación (para 8. William Henry Green, The Argumen¡
p. 291. of the Book of J b
o Unfolded,
la comprensión espiritual de Job).
216 / Job

benevolencia. Aunque Job no obtenía las soluciones anheladas


a sus problemas intelectuales, nunca perdió la confianza en
.¡ el Resolvedor de problemas. Al hallar a Dios cara a cara, Job
llenó su alma de un sentido excelso de la majestad divina, de
tal profundidad, que él nunca lo había podido imaginar antes ,
de pasar por la dura experiencia del sufrimiento.
Al llegar a conocer a Dios de manera tan íntima (42: 5),
el patriarca «se halla más seguro en Dios que anteriormente ... BIBLIOGRAFÍA
ahora ha llegado a la convicción de que Dios Altísimo nada
puede hacer que no esté en armonía con Sus perfecciones. Todo
cuanto hace ha de ser justo y glorioso» .9 Job no fue capaz de Anderson, Francis l. Job: lntroduction and Commentary. Downers
desvelar los escondidos misterios de Dios aún después de co- Grove, IL: InterVarsity Press, 1976.
nocer Sus últimos propósitos, sin embargo, logró confiar ple-
namente en el Todoperfecto Señor de su vida, dándose cuenta Baker, Wesley C. More Than a Man Can Take: A Study of Job .
de que Dios es igualmente amor, cuando envía bendiciones que Filadelfia: Westminster Press, 1966.
cuando permite aflicciones." Bames, Albert, Notes, Critica!, lllustrative, and Practica!, on the Book
Job y sus consejeros llegaron a entender que para que Dios of Job, 2 tomos. Glasgow: Blackie & Son, 1847.
sea Dios, ha de ser totalmente libre. Si Dios fuera predeci-
ble o fuera responsable ante el hombre, dejaría de ser Dios. Davidson, A.B. The Book of Job. Cambridge: Cambridge University
También los cristianos, en actitud serena y de confianza, debe- Press, 1903.
mos permitir y dar a Dios la libertad para que sea El mismo.
Dhorme, E. A Commentary on the Book of Job. Traducido por Harold
Ya que hemos llegado a una mayor claridad y convicción de
Knight. Nueva York: Nelson, 1967.
que Dios es Dios, hagamos como Job y no le hagamos más
preguntas. El patriarca aprendió que era posible vivir con sus Driver, Samuel Rolles, y Gray, George Buchanan. A Critica! and
problemas, aun sin que pudiera vislumbrar las soluciones. Lo Exegetical Commentary on the Book of Job. The Intemational
importante era saber que Dios no le abandonaría. Critica! Cornmentary. Edimburgo: T. & T. Clark, 1921.
Como Job, también nosotros podemos contemplar la lluvia
y el cuervo, la aurora y el asno, el torpe avestruz y el fiero Ellison, H.L. A Study of Job: From Tragedy to Triumph, Grand Rap-
cocodrilo, y darnos cuenta de que el cuidado de Dios por ellos ids: Zondervan Publishing House, 1971.
implica Su cuidado a nuestro favor. Su control sobre la crea- Gordis, Robert. The Book of God and Man: A Study of Job. Chicago:
ción entera y Su dominio de la naturaleza es como una póliza University of Chicago Press, 1965.
de seguro para nosotros. En vez de buscar frenéticamente una
respuesta alusiva a nuestro constante «por qué», el creyente Green, William H. The Argument of the Book of Job Unfolded.
puede disfrutar de. una vida confiada a la voluntad de Dios. MineÁpolis: James & Klock, 1977.
En vez de dar con la cabeza contra la pared en desesperada Howard, David, How Come, God? Filadelfia: Holman, 1972.
frustración, puede aceptar con entereza los designios de su Se-
ñor, sabiendo que Su gracia es suficiente (P Co. 12:9), que Johnson, L.D. Israel's Wisdom: Lean and Live. Nashville: Broadman,
Sus caminos son perfectos (Sal. 18: 30), y que, tal como apren- 1975.
dió Job, El es «muy misericordioso y compasivo» (Stg. 5: 11).
----,Out ofthe Whirlwind: The Major Message of the Book of
Job. Nashville: Broadman, 1971.
9. tu«, p. 311.
10. Ibid.

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