You are on page 1of 29

LA G80GRAPIA

9~.~
;_~~·

~·µ,:: ·.
.:!'' 1

'.;r
.......
LACOSTE, Yves “La Geografía” en CHATELET, François Historia de la filosofía.

1i\.. :.
' '"" "•
1:.',·.
r:· -.
V ..
·. :

LA GEOGRAFfA
\
1
·:
..

Pon YVF..S LACOSTE
Un espíritu que se considera "a flor de tierra":
¿para cubrir ·q ué?
No es frc::11cnte encontrar un ·c apítulo consagrél.do a. la
bcognúía en una obra de filosofía , aunque c.5té animada. por Por lo demás, .la mayoría de los geógrafos teoriian lo me-
,...
Ideas, Doctrinas, Espasa Calpe, Tomo IV, Madrid,

preocupaciones epistemológicas (1) . ... nos osible v se contentan con afirmar sin amba ue c:Ja
Efectivamente, a pesar de ejemplos casi ohridados, como ~eografía es Ja cicnci:i de Ja síntesis> , conviniendo, sin duda;.
el d e Kant, que fue al mismo tiempo profesor de geografía,
los filósofos muestran una indiferencia casi absoluta respecto
en que «la geografía 110 puede definirse ni por su objeto ni
,l.::;l\
por sus métodos, sino únicamente por su punto de Yista:. (2) •..\!:f!
a la geografía. ¡,Puede considerarse como un desprecio olím- Tales declaraciones revelan él la vez un desconocimiento total
pico de esLi. :mtigun disciplina que nos ha hecho sufrir a de los caracteres no menos sintétj_C.QLci.<~_l.!!§ discip]iq_~J!!S
todos en nuc.c;tr:l épocn escolar? (A menudo se oye decir: «La que recurren los geóg_rafos,. su aislamiento (pues t<\Jcs decJa7
geo no sirve p:lr:t nada; nclem{ts no h::ty que comp r ender nada, raciones deberían haber provocndo un gnto de indignación)
~I
todo hay que é\prcnderlü ele memoria.>) «i Qué enojosa y fa- y un cierto afán de problemas teóricos, incluso los mis fun-
tig:tnle discu~ión - c.c;cribín ya Fontenelle--, es preciso haber damentales que han debido abordnr toda~ las ciencia~··ello­
iVb-'
nacido geógrafo pnra dedicarse a l:i. geografí:\ !> Hay que. : hace tal vez mucho tiempo. Adem:\s, numerosos geógrafos
@
1984, pp. 218 a 272.

advertir que, en conjunto, el razonamiento -de los geógrafos 0 N('\ no ocultan su menosprecio po r léls o:con."idcrélcioncs abstr a·c -
, do ta una os tura benévola ue inicialmente a enas inci- fr 1 \ \V' , tns» (en especial las de los economistas y los sociólogos) y · 6
ta a la crítica, en el plano de las .reglas 'teóricas de la_J)_Lo: · · . · . se glorían afirmando su predilección por Jo cconcrc'to>. Al-
ducción de l:l:c;J~.9'.~s._No h~y .Por: qué precaverse anle lo q11e (J(JJ 1
gunos procl:-tman «In g-eogrn fi:1 1 ciencia de lo c ~n creto>, sin
se presenta casi s iempre como una en_l.:1. !'.l~X~ión de «dat~s~ presentir las sonrisns que lal declaración provoca, al menos
que no podi:ínn discutirse individualmente y que, de hecho, cuando se pronuncia fuera del círculo de los gcógTafos, lo
provienen en su mayor parte de otras discipliMs. En efecto,
¿acaso no hablan los geógrafos simultáneamente de geología
de sociolo ia de climatolo ía de economía de demo ra-
® cual, po1· cierto, es basl1.nte r:tro. Por sum:irias que puedan
ser, Das declaraciones «episternológici:ts> que ern:i~:>.l] de los
maestros que han alco nzodo lo ci n~a.cle s_n cnrmn !>~n sidoj
relativamente raras h:istn estos ul limos :ini:'s, r l o~ r.-cogrnfos .
(1) E stas rP.n r.xionr.s son sólo un cnsnyo1 Y:\ que el estu~io ele delcr- i" ~enas se pregunlnn en qué consis te In gcor:r:dí:i-:-Uno de los
min:u{os prohlr.mns f\lndRmcnlnlr.s r.st:l ~un en sus ~0!1"1Cn7.0S. Es~e
inf..r·nln de rcRcxión epistemológica eslft hg-:1.do a la crisis que cxpcr1-
mcnl:l actualmente In p;r.4'1g-rn!ín y r.n e$ p Ccinl .In r.cogrnfln írnnce!>n.

1 .
1... A 1'~ I LOS01'' lit. D8 L1lS CI b.'NC,l11S SOCI11LSS LA GEOGRAF'IA
~\. \.
1

mis distin~uidos (S) ha caracteriiado la geografía, nnte unn ...


"t:-"':!!.·
.· .~,:·,•.. e hechos humnno:>>?: la geografía no trau.i exclusivamente
ni de las cciencias naturales > ni de las llumadn~ ccicnc ias
<\Samblca de colcg-as suyos, como cun espiritu a fior de tierra>
\y creo que el juego de palabras no era intencionado), pnra j
..
"/\
sociales >. De aqui que la existencia de cstn geogrufía, incluso J
continuar diciendo: · . ;\
~. bajo Ja forma modesta y criticable d~ un suber Íl!stituci~'!~
,En deñnitiva, la aportación principal del geógrafo .. . no !izado con pretensiones cien tíficas, ~l>le~!l_tj!!l . ~-s_t_!l_dicoto­
radie;\ ni en sus métodos de trabajo, ni en su manera de .mi¡\ fundamental cntre_~raleza y culB!!!,...Eicotomía _guc
r:uon.a.r, sino en lo que hay de verdaderamente innato en determina inicialmente la organ ización del ~istcma de las
S\l actitud ; ese sentido de la contin~encia que le lleva o. situar ciencias.
cada cosa en su contexto y a romper constantemente la uni-
- Es significativo constatar que los geógrafos hubieran po-
dad artificial de las presentaciones amplias y seductoras~~ .! dido establecerse en el punto de intersección de los tres gru-
~.
i como si cxp~rimentara un maligno placer en destrÜfr' los pos de saberes, el de las ciencias de la materia, . el de las
problemas mediante su espíritu a flor de tierra! ... Las ma- ciencias de la vida y el de las ciencias sociales. De todos
yores confusiones no emanan de las generalizaciones abs- modos se refieren implícitamente n esta dicotomfo filosófica
tracta.s y de la ignorancia del medio ... Numerosos conceptos que prete nde ser radical entre el ámbit.o de las cosas y el
oomúrunente admitidos'. .. se muestran peligrosos ... Las ca- ., ámbito de Jos hombres, para intenta r constituir el estatuto
;,
tegorías sugeridas al espíritu por la cronología y la duración de la geografía: una bisagra entre el conocimiento de los

l
tienen que pasar también por la criba de la contingencia ... :. .hechos físícos, es decir, la cnatu1·aleza :.,_y_.Q.!_~J~~- hcch9!
Este rechazo de In. reílexión epistemológ_t~a que ha ca- · humanos. De cualquier manera que los geógrafos hayan ca-
racterjzndo a los ~eó¡¡rnfos hasta estos últimos años. rechazo racterizado a la geografía, ·cciencia de los paisajes> o «Cien-
.tanto más sorprendente cuanto que los geógrafos utilizan los cia de los medios naturales pai-n una ecolobria de la especie
logros de muchas disciplinas .ªb~oh~tamcnte diferc11teL.fil}_ humana», «Ciencia de las formas de la diferenciación espa-
cl:lanto a sus métodos y-~~1ll'!l.Ll9!1.~~P.~t.rnl,_e~"Sn!Lc.mL~n ... cial», q;ciencia del espacio> o «geoanálisis», se advierte el ,,.¡i.
cierta medida b persistente indiferencia de los <ilósofos res~-f deseo de .estudiar las interacciones entre los .:hechos huma- lJfl'"
pecto a la geografía. J nos» (que estudian específicamente las ~L<:.~".:~<~:!_hu..!ll.E..n~.. -~~- -~
cialcs o económicas) y los cdatos n:'\lu~·f!!~~.~-(CH!<;.1>crhHlecc.ri. _
;\las ciencias de la materia y de la vida) .
Una bisagra dcsconocicla cntre,las ciencias I• · • •"
.Ante Jos diferentc.S-sis·t~m~1~- de-·1;_s-cfe~·~j_1-~ ....!:}_ i:~<?~rnfiA .•
naturales y las ciencias sociales

Sin embargo, l:.'l.l indifercncin resulta múy sorprendente


si .se tien~ e.n cuenta el número y la entidad de los problemas_
ep1stemolog1cos que el razon amiento de Jos geógrafos plan- ·
B 2J
:' •

11 ~··
~l :rnt~¿~ -~!_l~:_o-~.1~.m.a1.pero. lo.s t!lósofo~ no I~ han hecho nin- ..
.glin ca.so, aunque sin eluda no hubieran carecido Je argumen-
tos para recusarla.
Esta i·elación ele exclusión cnti·c naluraluzn ·v sociedad.
que es lt1 en la ~!l~_c_,ic:, _l~~-º-1:¡¡~~1 j~;}9!Q!l_ ~!ql_ ;i!\Q<:lr...f.Qmi~n~.a JL.
te;t, a pesar de las apariencias. Por ejemplo (aunque ni si- .ser en la actualidad problcmatizada por los filósofos. Para
quiera hayan intentado ponerse de acuerdo sobre una defini- hacerlo, exponen arg-umi?ntos nuevos que en nolablc propor-
ción de la geografía), ¿no proclaman casi' unánimemente que ción corresponden a lo que dicen, de una u otrn forma, nu-
una de sus principales raz.ones de ser consiste en el estudio merosos g\!ÓgTafos desde hace V•lrÍos deecnios. Pero estos
de las in~rocciones entre ·10 que llaman crhs<:hos físicos> y filósofos (·l). aunque estén al conicntc de Jos hallazg-o.s de

<.3) JE>JC l..ulASSC, L'organúation de C'espacc, Hermann, 19GG, G05 (-1) Por ejemplo, S~11ci:: Moscov1e.:1, /;':;:;u i sur l' 11 i:;tuirr:. hu m:1i11' Je
picinu.. lu 110.turc, l~• i;:,, y Lu S11..:i.fté c1J11trc 111.1t11r.:, l!J '/ ~.

....
·•.;,,;,:
~

LA F'ILOSOl"IA V~ LAS a r e l.AS SOCIALES .


. '
212 r~A GEOGRAF'IA.
. .·.
~
,·. • t. • ¡
numcrosM <H~cip\tnns

cientH1cM muy espccinli7.ndns1 no hncen _grTtífn unitnrln parn. poder snc1trJ.?l'OVCC:ltO. d,e ?2!,.J:>.!..!ll!!O!
\:'\ mrnor nlu!lic'm :i In qnr. In ¡~rnr.rnrt:t pnrlri:1 :ipol'l.n1· a :m de una clivir.ili11 dt•I ll'llhnjo r:ir.nlllir.o. · · · ·: · ·
lc$is, y e~ C\•idcntc que hnn leido las obra.e; célcbrC3 de nl- Es signilicnlivo que ~"'ñ\!ós dcacuidnn tic manera
gunos füó.o:nfo!\\ _J!:trticulnr, tnnto en su enseña.nin como en su invc.1tiptj6n,__
el ~~L11d io rlc lnr. m1clos y ele lmi (oi·mncionei; vo,ct.'lf P.Jt, tt·nc aon
hÓy por excelencia, . eñ TñrriayorPtirt:CJCTói e:o·ñffrieñte;," ~r
Una práctfr;,. rtuc ~ progrcsivnmcnlc resullado de estas interacciones entre hechos cfisiCM» y chu--
1:\ ncg-aciói1 tic! ¡1ro);cclo unilario . manos,. , interacciones que, sin embargo, continúnn con1ide--
i·ándose como !a· ra7.Ón de ser de la geogrnffa. De Ja misma
E s preci!\o ndvcrlir que se silen~in ln ITT?J>g.rnfíl!.JLP~".!'\.L forma, ,el gcógrnfo npenM concede interés a los problemas
de que el est."ll.u~<?__'l1.~J.c.:·.~~ri.Y~)'.~.':l..J~~. gc:óg)"~fos . cqm,p.I:Q~~:­ del «entorno:. y cle In cpolución>, a-unquc también ~can el rc-
te In orgnniznción gcnernl ele los acontecimiento~ Y este si- sult.ndo de estas inlerncciones entre cmcdio nnturnl• Y. acti-
lencio es 7mt\:c; i>orprendenle cua.ndo se refiere n cosns eviden·- vid:lcles humanas. En revanchi siguiendo In trndÍc.iÓn--de
tes:· mientra.e; J)roclaman casi unán.imcmenlc que la razón de una práctlcaño..menos signillc.ntivn, los geógrafos conceden
ser de In gcogra(in ~s el estudio de las intera·ccioncs entre nnrticul:ir interés n las· estructurns gcológicns.,_CT.':1.~· .~i_n . e1!1.-. :
checl~os íísicos > y «hechos humanos:1>, en la práctica, apenns /) ,..tJ 1 • bargo no intervienen mé\s que. indirect(l.mente .y_ de forma
.
P-nreccn los geógrafos preocuparse por estas in~eracciones: j(./(2,V()~
~~
muy accesoria en lns famosas «rnterncc1ones»... ·· /\QJ
unos sólo se preocupan de la «geografía. física~ (que, en al- '_¡.¡ce;1 Ciertamente, existe la «geografía rezional:., el 1crcer tro- ~:
f('unos ~istemns echicativos, como el de la U. R. S. S., por 11; . io resultante de la división oficilll c!9..Jn...g~.Qg.r:ifí<!.·. Esta gco- ~
ejemplo, constitu):':e lo escns~_t_d_u0i:.s..~ipJ_i1:1.~) 1 mieñfrñS- : ~· Ne.(\ grafía regional, que se encarna de mantener «la unidad> de
gue otros ~tie1~den es~ncia..lmente a la_ «geografía humana:. . . I~ · 01 l~qgrafía, reúne sobre ~n;i .12.or~i_~1i_~.ly~~l"!l!i'!!1!!0.~l~L~~P!l:
~n. consecue~c1a, la mayor~a de los ge0grafos no hacen coin- i 1 \(y )
cío terrestre, elementos d1ve1~q~~tr:1_!9os q_g.Jo~ ..h.€!1.Jn~go~ .
c1d1r la teona con Ja práctica. · \i · del geólog_Q,_~!!_s~i_'!'!!..t_ó_J9g.q...d.c;l .J1.id_r,c\i:,1m\_p_c_l _!.>.Q.l;c"\n i_c_o,.. ~te"·
asicomo. de los del demógrnfo, d~I etnólog_q,_J)_~l_c_~<:rn.9.lll.!li.t~ ,

l
Esta instilucionnlización de la ruptura entre «geografía
física> y cgeogrnfía humana> (tanto n nivel de la separación y del sociólog.Q.. La diversidad cle csl<?_~.J~réstamos se ~@fil:_ , ,
cstablecidn en cursos, manunles, programas de instituto o de . <lera habitualmente como la ¡>ruehn de una tr:.!_r~c:..t9ri:i_9!:!L
facultad, como el de los criterios de reclutamiento de los compre.ndería efecti~nm_ente lt1S_.~Ü:~!:.~.c_ig!1ES_C.!} ~t.:.e_l_q~ .f.~1~ó:
investigadorc.c; y de los profesores di? Ja enseñanza superior) menos estudindos esp<l.CÍÍ1Cfl_IJ.1_e_n.~~-·po_t.:...diy~r~os espe<;.i.a.1.i.~.t~~.·
podría constit\lir _\ill.J)_oderos.9 argumento qy_u_ermititia a los_ Ahorn bi~n. hay que constatar que c!l In mnyorín de los c:isos
~lósoíos y demás e~fil!rtos demostrar el ~arácter_{a.1.a.z_d.el_ y en la mayor parte de los cursos ~~_lQs m.:inuales ele
proyecto .de tmn geografía unitaria o gu~_Q re~~]lde 1}-ª..C.e_r_q~ ~-geografía regionnh esle :inñlisi$ de l:is interacciones ~s de
bisagra. Pero éstos se :ibsti·enen de toda crítica o comcn~ri o; l hecho una enumeración en delcrmin:~C.!2_o~cle1~ (1. relieve; 0
,

comoSi fuer:\ pre ferible silenci~r en absoluto n In geografía. 2.~. clima; 3.º, vegetación; 1J.~, ríos; 5.v, población, etc.) de
J_,:\ dicoto.m {_fl...f!D!LC_!g,9_qgraf9,s_fís i cQ.§.~_J1__1tr,.0.Qgrn(os h.u.- l o~ <I i f eren tes elcm en tos Lon.!~~9:~.ilJ.:1.~~~~.'2}.~5-~I j~c:i P!i.n.~~. _qu~ • .
manistM:it se acentúa n 1t:i.~.9.J.9~·u11,1_c_lQ!'> 1mQ.s...Qg_J.?s_TL<!SSg!J_ir_:t_\ \, v.1pi-1-· §iJ:~!xt.:.!p_<?.n~~~_l.Q!>..2.!!9..~-;:t_l_C!.~9-~~~:i ~yuxtnposis_ió1~ -~'\..
los annces d~..J~.§ __cJ~!l_CjM_.fi~i_c_~~ _Y.._ l1.a_t_u_1:::il~~,5H•5!__s_q_1}._ ~~~-~- ... ...!>I ~ enumeración, qqc apnrece cl:irn en los m:rnunlc~ de en~cnan­
z-::Íscc~iíuGri:i, en los cu1·sos ck h c11scii:i117.:1 superior y en
vez más precis:\S y__g~1e lo~ olros lr~ktn clC!_!!HE~.'.lLl9..'3-.!l.u.~Y.9.~--
métodos de lmL.c;i~Jl_~i~~'?.Q.C.i_a:Jes. Llega a tal extremo .ln cli-. los nrlículos gcogritricos de las enciclopedias, .~:_r;_S].)~~!!~
vergencia entre csl<'s dos grupos de geógrafos, qu e algun~ Lnmbién, ;iunc¡ue tal vei menos evid ente y a pes:ir del tnlento
han reclnmndo el abandono explícilo del proyecto de In .IL~Q.-_ <le geógrafos de fnma, r.n las línc:is m:;_c;,5.lr.as_que orient:i11
......
·.

LA F'ILOSOF'IA DE LJ\S CJE.'NCJ.AS SOCIALES LA GEOGRAl'IA 225

las tesis de gcogl·nfin resionnl que hnn dndo famn n la Es- dndes apÍstcmológicns de cadn llAtt( Ahora bicni, Jos "e~atos
~llC'ln JtC!ogrMicn francesa. muestran justamontc In actitud contraria. Por et momento,
No po~ria ser. ele oti·o modo cuando ln cgeogrnfü\ i:rnDS· no pueden hacer otra .cosn que yuxtaponer Jos diversos ele-
rah C)\H~ 1wonorc1onn la esencin <lcl ntillnfo conceptu{ll utili- mentos extl'Elídos de ntzonnmi<?ntos diferentes.
zado en los estudios ele cj!eografía regionnl>, se caracteriza El escaso int<?l'és mostrado por los i:c6gra!os respecto A
desde hncc decenios por ~sta ru.P.tura' cnda vez más honda lns cuestiones epistemológi~~ o; mhs modestamente, metodo-
entre ··seogrnfía física:> y c~eografía humana>l Tal ruptura .l_ógicas, es tnn to m:\s sorpt·endc!!te cum1~Q.. 9~~_9eQ.<l!L prolon:•.:
ocnsionn que sen muy difícil, si no imposi'bl'é~.. el nnnlisis de gn r y lransforma r constantemente los tral2!!lQ-ª ·ª~ .~if~r~ni.~
las \.t1teracciones entre factores de diversa natural.~~11._q~~. especialistas. Efectivamente, de· estos hallazgos lnn difcrcn-.
Dill<'nden ef cctu:w \os gcós.!:!'fo~ tes e11tl'c sí, .el geógl'afo·cxt1·ae los elementos que puede rcfet.jr
Esta clicotomía e11L1·e «J!COgTafo\ física» y «geografía hu- .n.Ja~orción clet,ttminaciH del csnacio ter.r~~ll'~.JH!.Q•.rt.~~fU!~,;_
m:rna>, q11 c se manifiesta aún con m:\s parcelación en la ela- cribir, en cuanto lugar de interncción de los diversos fe!.\.Q.:.
boración cnc:ic:lopédica de la cgcografía regional», esta nega- menos. Aho1·a· bie11, l9s especialistas cul~rnl>~j<;>__t!tilJ~'l. .~.
ción en el ejercicio de la enseñnnia y de In investigación ..•;/! l{ci>g!a ~º.J...!.!.2.J..ien<;_'.l._ poi· e¡ ll qJ.91.t<l!.J:c.t~!.:.Q.!.1~ il}~ -~~J?t'~.! n! ~ jrt~.:n 7 ••
del proyccto que pretenden elabora1· los gcóg1·afos·, no mues-
t1-'¡\ únicamente tas clificultn<les rel\les de su empresa, sino
.•:
:.:;;::"
·:..
ticas a las suyas, y t1·nbajan n esenias djJe1·en!~:'i· En función
de los métodos de su ¡H·opia disci¡fün1\ o por exigencias di-
"':1 . ~
... 4 • •

también y fundnmentalmentc su rechazo o al menos su eles- versns, C¡\dn uno ele ellos hace refel'encia explícita o implí-
CQll [¡UIJl~íL.!:<~s ~c· t o ~ to da re íl. ex1on . . l' ·
.. ep1ste~?g1ca. . ,, .. .1;· , ,, ; t~k
L o mismo '';•.... ciLamente (ya que el marco espacial no es esencial para ellos) ,
que c:reen cap tar directamente lo que denominan, de manera e.> / : .:;\:. ya 1\. un espacio más vasto, yn n uno más reducido, o bien a
1 !\ muy sinlomática, Los <datos> ~eográficos, s1.n preocuparse de
los presupuestos de sus observaciones, confundiendo asíel
. ..- j
·
li l\ll cierto número de puntos que no corresponden a la «re-
gión» que estudia el geóg·rnfo. En consecuen<:hl, este Liltimo
G1 ,~~ . .:- · debe «sncélr pai-ti<lo» de documentos extraños, tnnlo por los ¿)1
objeto real y el objeto de c:onoc1m1en to,f consideran también 1
que los diversos elementos que extraen ·de lo elabornd~J.?.2X.. ~
los diferentes especialistas son simples «datos:. .. Sin embargo, • ¡y, ·-F
:r utillnjes conceptunles que hnn servicio irnrn elabori\l'los, como \.
poi· sus corrcsponclenc:ias espaci nles.: P.nra clescriuir una ele--~~
el geólogo, el climatólogo, el botánico, el demógrnfo, el ec:o-./)\-{\<J"~' ;; ,·, terminadn pnt·Le del espacio terrc.slre, el g·eógTufo se \'C obli: \(,
nomi.sta y el sociólogo, cuyos trab;1jos~u~i~iza en parte la geo- -'\.:..J'~{~r ) ,~. g-ado de este modo 11 ehlborar una g~11na ele razonamientos 'ÓI ll:
"\ grafia, han clnbornclo cnda uno un metodo y un _!!lill<1j~- 0<j)'V .' ·~1-,. que se parecen en mayor o menor ~~~~~~_:_~J~~-~-~C:..:·~~1.a_}_!.!~~1- ,\. ,d
concl!plual qtJe son especiñcos de una ciencia partic:ula1· cu - t:/\ · ·~,." <le las disciplinas utilizac.l~:. ,, . "i~LY
yos objetivos no coinciden con los de la geografía~ El geógra- ·.y· · Estn tnl'en tan comp lejj\~~i¿lic: aJ!!~· f1111dnO'le11lal en la tra-
fo que apenas se preocupa de la elaboración de los coné"t?ptos -.;')· yecto1·i<l geog1·áñca, dcl>ería )Jabei· siclo unu ·razón !?.t.!flcientc
y que usa continuamente nociones .demasiado difuminadas ~+.: pnrn que Jos geógrafos se prcocu1Hmrn por los <::\l·fl.~~grg~-~ lU~:­
(i·egión, país ... ), utiliza los productos de las demás disc:ipli- :.:-.;:: tQJl tOlógicos ele las ciencii\s cuyos tn\baios <lebínn interpretn1·
nas, sin plantearse respecto a ellas más cuestiones que l:\S y c:or::plelar. De hcc:ho, en la mayorín de los casos no se ha
L que le presente In gcog1·nfí•L realizado nnda sobre ello, y los g-eógrafos han trntaclo de snl-
v¡11· el c:ompromiso, mús o 1n<:11os biL'll, a fucn~a dl! Lac:to y
1 ~ x p cric 11 cia, de 1:1 forma nli\s cr)\piric:a, loir1a11do de l•l!i cle-
Um1 sor¡lrcndenlc carencia cpislc111ol{lgíca . m:\s discipli t\i\s lo que les pa1·ece útil o·cligno clc interés, sin
haber cstableciclo cl:m11neu te, sin embíl l'.S'Q1 J~.~- .~·!~~~!21:!.:!A.c S!!.. ..
El cst11dio de interacciones entre fenómenos que son ana- ,•lr<:r.jñn .
li..z:ldos po1· éi<>ncias muv diferentes entre s í implica1·ía, pal•a La misma indifuencia respecto a los criterios de seleccio-
el getígn\ÍO ¡,\ constnnte puesta a punto sobre las particu.\n\:-¡:- nes opcrucl as en las descripciones di.! 1)aisnj cs. que ocu p an un
·.

LA F'ILOSOFIA. DE US CIENCl,AS SOCIA.L&S LJl GEOGRAFIA

lu~r i'rekt-cnlc en '" literatura ge<>grMic~ y en lns descrip- cArgueólogos del saber•, QUe examinan con cuidado di{ercn-
doncs de l:\S divct-S.'\S silu:lcioncs gcogl'áficas : de la enorm~ tcs parcelas del pensamiento precicntifti:o, no prestan nin¡u- .. ,p
m:lsa ~e si~os. el ~JlC\ÍO csco~ l~c¡uc le parece!_l~.ig­ na atención, sin embargo, a Ja geografía. Ello obedece sin ~V
nifl<::~l1\'os. stn prcgunlarsc a foño por las l':l.~ones de S\l
~i.Q.u__ .
duda a que su interés se cen tra principalmente en Jas tisu~a.s
e pistemológicas que han nermitido Ja poarición d_~l!!L~ • (t1I. ~G
f !ñ.."'d
Elir- de idénliC\ forma en tocla una gama de espacios: cias actunles, y a que la geografía no ha experimentado to- ftfJ
su selección v;1. desde la relati va t\ una aldea has ta Ja de a l- d~via, probablemente, esta ruptura íundamenta1. Sin em- ~
~ncc pl~nct:wio; en un momento dclcrmina<lo de su des- bargo, habría que demostrarlo.
~N' -
cripción, prdiC't"C 1-cfci~~e t\ otros C'Spacios m:l..)•orcs o me-
• ~~~\~.
·no~s ; pr~mcro alude a unos fenómenos y luego a otros ...,,....
·'"!,,~ ·
<listinlos:-pero csquh·a imp(lrl:rnlcs t\~pcclos ele ):\ «realidad» No s e hahla de la i:-cogrilffa, pero se ulitiza
sin cxplicé\r ¡>0r qué lo hace. Sólo se: preocupa ele observar las . ca<lit v~z nu\s su lenguaje
difo rcnci~ que cxi~lcn entre las {!cscrin~i2J!.~L.9.e_~s.p<>.c.ios.
~ idén ticos c (ccl~::'lclas ya por olros geónrnfos, para medir el P:lrcce com.o .si se hubieré\ o rg:mi1.Mlo una conspiración
~
...J
margsn de subjetividad existente (G) en estos trab:dos que
estiman objcti\'OS. Ciertamenle, ~oda Percepción y toda ob-
. ·.:~.:-.::
de silencio en torno a la geografin. Los filósofos no son los
únicos responsables. Los espcci;distas de las disciplinas cutili-
......, ·:~.: ..
~ scrvación es unn S\lccsión cJe las elecciones, pero lo propio zadas» por los geógrafos han sido igualmcnlc discretos. La
. ~ de la emprcsn científica es Lnüar de esL'lblecer, metódica- J~~ iabor de los geógrafos no se hallaría en la actual situación
'.°"".~~ ~·
. mente, los áilerios dc~·'!:;elccción y las fonc1CllH?s de bles en- ~~b-: si hubiera sido objeto. de comentarios, polémicas y debates.
~-·~ - lerios. En muchos aspeclos, In tarea del geografo se parece Pero más vale no hablar de ello ...
: ~ a la del pintor. Adem<\s, debido a su rnr;'1cter enr.iclopédico, Este nislt1m iento de la ggQgrafin y dcJ.Queógrafos, del
~ lo que no excluye, sin embargo, In existencia de bgunas lla- que hasta estos últimos tiempos no se han preocupado, sino
1 • jnaliv?.S, ILgeograCía puede nparecer como una de las fo;:.m~~ todo lo contrario, contrasta con lél importanciél del l!~pcl 9!!;
~~~~picas de un s~bcr precicnlifico cuya st1pcrvivencin no se ex- /"
... ~
desempeñan las nociones, imágenes y cliches emincntC?.mC?nte
~~ plicaria mfl.s qu~ por el lupr que ocupn en las inslituciones .gcogridkos en el .utillaje conceptual de numerosns disci pli-
l ~ cscolélrcs o universitari:\s. nas. Po1· ejemplo, el historiador, el economista, el sociólogo,
En la medida en cíüc. los filósofos se han interesado por el demógrnfo y recientemente el ecologista, utilii:lll cons tan-
.. ·-4_
las ciencias µélra .encontrar en ellas un objeto, un pretexto
....
' ;'-
\

ten,cnle los términos ele «Pél ÍS> y de c rcgioncs>, sin tener en


para filosofa r o un trampolín hacia la verdéld, es evidente que cuenta el car:\ctcr,..imprcciso de esléls el:\slicéls nociones.
ta geografía carece ele interés para ellos. Existe un gran Sirven éstas para designar toda una gama de espacios
intc1-é.s por el tiem1~ pero apen~s lo hay po r el espacio, que cubren l1nto nlgunos cantones (pnís de l3r:iy, pais . de
aunque ambas catt?go tT.'lsesttf1\cStl-CciiaiñeñLCUñídas:-Los Cnux, región de Carc:isona) coniu una gr;in porción de fa
superficie del planctn (los cpaíscs> tropicales, las «regiones>
polares). Se comprClbar;\ que. no por ci rcunstanci0ies carecen
(S) Ph. P1:--c11F'-'IEI... en ti :irliculo cGeografi:i > de: la Enq¡clopedia
Uit.iM~$Gli5, subray:i • el import:rntc p;>pc-1 del entorno en el des:irrollo
de imporl:mci:i estas imprecisiones. Es ~in ¡;r;"111de la difu-
ck un pm~mi enl o (r,-coi: r í.lico)>.:. c¿Quién est:l m:\s iníluiclo y deter- sión del ,·oc¡¡bubrio ¡;eogr:\fico, que sustiture "términos m<\s
minado pctr su :1111ilir11 tr l)llC un i;:cí1;:rofo~ >, y sc:1i:il:l • el p;ipcl no me- precisos. Ln noción ele o:pnísl) recmpi:l7.:-1 fll'l1grl':. Í\':tmcntc a
nos Íf!'porUnte cli:I lemprr:imenl<>: toclC1 ¡::cói;ra(o cxprc~a su pcr!!'.onnli-
dad ntediante los lcm:is ele im·estiir:ición 11or los c¡uc siente prcíerenci:i, la.5 de Es't:-1<10 v n;icíón. Se di~.::: .d-'rancin y 1\lcmani<l son
~la forma en que Joi; nhortl:i y · por l:is inlcr]lrcl:icioncs que da; <lc- países ·qu e se hnn ~nfrcnlaclo bélirnmenle con frecu encia>;
Wo a que es a la,.~ tirnci~ de la n:il11ralcz3 y cicnci3 del hombre, l;i « Prolel::uios de todos los países ... ~ Se hflliln r.l':lC l';'llmcnte
~ria es nt:is subjelivA ... y sin 1l11d;i má1' ric:i por la varicd3d de
~~ramenlo¡¡ de los que se ocu¡1:t11 de c lb ... > de ,~países subdcsarroil<ldo~ ,. (:i. los que se pro.::11r." no loc:i-

;~....
.1 :·.
·
·: .~1·

228 l..A Fll,OSOFIA DE LAS-NCl~S SOCIAL~S ·.


·~
LA GEOGRAFIA 220

linr en el cspJlcio) que son dominados por cpafses índus-
Lo que se denomina acbialidad esU cómp~e.ato por uno.
trialiudos•, q\lc ~on ademb cpnfses imperinlistas>. Mu-
sucesión de acontecimientos qu·e muy a m~nudo 1e presentan
chas dbciplinM utiliuri del mismo modo en sus rnzonnmien-
de forma eminentemente geogránca y que, por lo menos, evo-
tos nociones cxlrcmn.damentc imprecisn.s, pero de muchn
gnrrn, como clos dnlos gcogr:\ílcos•, clns <"•'n<liciones geo~/
gráficas>, clos imJ?.!?rntivos g~gr:ific~~· cuyo- scriTI~ufi:-
@
·
can los países donde se han producido. Las catñ~tro!es •nntu-
ralcsie (geográficas en alto grado) se convierten en sucesos
políticos y la trama de la política se inscribe en espacios
\it.n cuan<l..9 hny gue }rnllnr una exphcnci6n que dcsbbrdJLel geográficos que .son adcmñs gcopolitic~: exi~cn empresas
:\mbito de l:l.S ciencias socinle~.,_ Los historiadores hacen geo- ideológicas y poHticas que se refieren explfc1tamente a la
historia,. y~ los cconomisl.'\S. ·se preocupan de la ccconoinia geografía: por ejemplo, cEuropa>. . · \
cs~Ciñh, ~le .In cregionnliznción> y de In ordenación d,el te- Gracias a la fotografía, la geografía ha llegado a ser cA
rritorio, s~l plnntenr~c- In validez de las nociones geográficas también espectáculo: la l'eprcsé!ntación de los p~isajes es ne- 7.J"
qué utiliz;i.n const:rnlemente. Todo ello no carece de conse- : W;' tunlmente fuente primordial de inspiración Y no sól? para
cuenc;i•S y p"1-cc~ que much.s. el•bomcioncs históricos o 1 ·}1-•~ los pintores; invade el cinc, los a lmacenes, los anunc.1os, .ya
cconom1cMJ.Or eJell)_pJo, han p:\linnclo sobre las nociones i:~- I . : ._ se trntc de búsquecléls cslélicas o de soport~s public1tnrlos,
1
9.!'\J.<19iins_cm..c...:~c--~~1rn9.!.!.,_Sin tencrl~S!) cucn!:.E~!-~~-1~~- 1 . 11
•• yn se trate de vender lociones capilares, \'Ínjes, nutomóvilcs
g_rníí<'. La multiplicnción de lns referencias geográficas y el ,,.(). -;
0 de promocioMr la ayuda a los cpaíses subdesarrollados> )'
l1i>o nrov..rg:~b.'.9..fü~_)).O..~i.o_1~.r.5_r.r..2ITDÍ.fü~~-~'-S.!.\.L<2~-t_1:~1~.n. .fou.l~-l]JJ)::l f,,.fjJYd· ·~· !:t l11r.h:1 co11l1·1, In conl:iminneión . · · :, .
chns_cl.i~c.i.PJ.inns_!l.ll.<;g_t\_<lll..Ln.9CO :i poco In nlus1on a In ggQ::. (Jj \. \ ..»~ L:t geografía de los 111nss-mcdia. eren y const1·uyc, mcd1nn·
~rnfín C.<;lé :\ mm\,.o.J!.Llj.IJI~'.'·1-;nnncl l~n _i1~1port~11tc en}.~§..~ \:~~ · :~~": Le u11n. sucesión ele im:igencs, rnzo11:11nientos c¡uc no por ser
~w.c;.i.RL§..2~\.aj_(i.s_c_o..IJ.'l__O_s.L.Q.tl...!1.:1.t;!J.cclo h1stoi.:.1E_~. con, In. ~2f~- \[\'\ ~. po~o explícito.<; tienen me1101' poder ele sugerencin. .
rencin ele que ln hislorin proporciona cons.gW&L!fil1;;.sJi1P:º- ' • ' :• Apnrcnlcmente, esta geogrníin de los mn.i;~-mcdia, que
rndos y acota~LQ.Df§_fil.U~Uiempo m:\L~~g11.1:¡.i§_Q.1,1~J.:l.:§...LeL~- · ·. \ltili7.a medios varinclos pnl':i comph1ccr, cmoeiot\nr o sor-
rencin.s y connotnciones espncinles. ;:.. prender, se presenta ele modo mu)'. dif:rente a la gcogrnll~
de los profesores, que acloptn un d1cln.ct1smo n menudo ínsll-
clioso. Pero, de hecho, son mñs semejnntes ele lo que p~1·cce: •
Geogrnfin. ele los pro(csorcs y gcogrnfín y: ciertas nsoci:iciones de ideas, ciertos lipos de rnzonam1entos
de los "mnss-mcclin" que se asimilan en In époc;i escoln~·· s_c hall<1n de n~ev? en
; .~·· .
In trayectoria del cineastil o del penod1stn, Y. estos ~hches s~
El recurso c:tdn ve7. m:\s frecuente ni vocnbulnrio y n las .. . ven reforzados por l;i acción de los ma:~s-mcdrn. J am<ts ~e h.nn .
elabornciones geográlicns en Joi; trnbnj~s de las ~i,.ncins s~- vendido tant..-is enciclopedins geogrnlicas, aunque chfie~ en
.ciales conduce, por unn pnrte, n rr.lnc1onar me~1ante In di; (j)\ bien poco de los textos escolares moder.nos. .
fusión n través de los mn.ss-nicdio., una gama mns numerosa ~ Nunca se h;in eomprndo tnntns tarJetas poslnlcs , ni «to-
cada vez de informaciones, imúgenes, clichés y nocione;¡ de rnadoie tantas fotografías ele pnisnjes como _durnnte esns va-
razonamiento que pertenecen de hecho a In geografia. P.or- caciones en lns que se reeorre11, m:ipas y guias e1~ mnno: Bre-
que en la nclu;ilidad no sólo existe la geogr~í~~ de los.profe- tail<l, Es pafia o... Af ganistñn. Actualmente, l<t 1deolog1n _del
so res, sino tnmbién In que difunden In tele~1s1on, el eme, los descanso (turismo, deportes ele i~''.i7rnn, mnr, n~on:ana)
anuncios y los clinrios. Se trntn de .geogrnfin n ped~ios, con- hncc de In geografín, afñn de conoc1m1e11to de lns chfe1ent~s
fusa y mezclncla con todo lo gue dicen. tos 11u1.ss-m.t?d~n.' yero n ~spectos del mundo, \lll:l ele lns formas JH·:~erenles del feno-
pesar de todo geogrnfía, Ja cuí'l. mcclrnnte I;:i renctic1on
infinitn divP.rsi<lnd de . ?us imágcnes-mensnJe.r,, proporc1onn
.Y la} \::V
~ mcno del consunico de nrnsns. La orquestac1on riel temn de-.ln
polución y del entorno por l:is i;r:indcii lirm:is r¡ue se ilJH0-
1
una cierla represenlnc1on del mundo actual. vechan de ello, lransform:i In iclca ele In n:ilur:ilc?,a en unn

,.
: +:. .
: ~§'·
LA FllOSOFIA. DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA. GEOGRAFIA 231

idca-fu ena cuyo· poder ideológico comienz.a sólo n entr ever s e. tnn comunitiu·inmente, tnnto por el pueblo como por loa cion-
U.s r~p r..?senlaciones · de la naturaleza, reproducida incansa- Uficos y los políticos, en término.s geogl'ñficos en su mayoriA,
blcme ntc por los mas-media. en m illar es de imágenes -mensa- y ello ind e pendien tem ~nte de Jas tendencias ideológicaa. ¿Ca-
j e, corresponden, casi siempre de manet·a s orprendente, a rece .de importancia que la cl"is is de Jns relaciones hombra-
un conj unto de nociones y de r a zonamientos especificamente nnturnleza sea captada por medio de un utillaje conceptual
geográficos. E sta im preg na ción de ia cultura social por imá- desva ído, mal cons tru ido y a dmitido sin critica? Ciertamen~
genes y elementos cada vez m ás nbundantes de un saber no se dejará de evocar el nuevo papel de la ccolo"io para dis-
¡:eográ fico, es históricamente u n f enómeno nuevo. Muestra cutir In r es po11sabilidnd de la geografía en el nnáJi.sis de Jas
cierUimente los artificios de una mod a o de un espectáculo, !'elaciones dialécticas entre los hombres y Jo que ae ha dado ·
pero tamb ién la amplitud creciente que adquieren ahora unos en lla mar Ja naturaleza. Pero es ta ecología (cuyo utillaje cs.
problema.s q ue fueron dC'scu id ad os o considerados secunda- por e l momento , el de las cciencias naturn.ll!S> y cuya 1>rcocu-
rios d urantc mu cho tiempo y que hoy día son planteados en pa ción esencial es el anális is de los equilibrios naturnlt!:i) está
términos que afectan a la geografía más que a todos los destinada, so capa de una mar ca científica <le mejor ley, a
dcmás ámbitos dcl saber. seguir el trabajo de los geóg rafos pa ra todo lo que se refiere
' a los efectos del desa rrollo económico cons iderado en un mar-
co espacial.
Gcogra f ia de la crisis La crisis global de nuestro tiempo no es sólo la crisis de
las relaciones hombres-n atural eza, crisis demogr áíka o ur-
La tom..'\ de conciencia de que se está desarrollando una bana; es además la formidable acentuación <l e las desigual-
crisis fundamental, procede en gran parte del hecho de que dadés entre los hombres, y ésta se combina éon lu mu ltipli-
las relaciones hombres-naturaleza son cada vez más dialéc- cación y la aceleración de los fenómenos de relación entre
ticas. Consisten éstas: en las trnnsformaciones provocadas grupos humanos sepan\dos an taño por dis lancias conside-
en la biosfcr a por los efectos del c.lesanollo industrial, que rables.
desd e hace un..siglo crece como una bola de nieve y que en Hay que tomar co11cicncia ele h:\sta qué ¡rnnlo el anliguo
l<is útlimos dcccuios ha conseguido un formidab le despegue; proulema ele la clcsigualtlnd se expresa hoy, co11 ra:ló11 o .sin
en la degradación ncclerncl1\ ele la polenci:\liclncl alimentaria el\;\, C'll Lél'mino.s geog-r;\ficos: no sólo .se plantea a escala pla-
en las pa rll!s del mundo donde vive la mayor parte <le la hu- nelal'ia, en una reprcscnlación del mundo du11d<.: se o p01Jcn ·
manidad; en la av:danclia clcmogr:'iíic~1 C¡ltc desde hace Lrei11la lus paí:;w!:i dc.sanolla<los y los países slll>J.lcsa1Tolladus, los
. :\ños se ha dcsencadenado y que va a convertir al siglo xx pníses· imperi~listas y los pa ises dominados· (~I «Centro> y la
en el per!odo primordial de la historia de la humanidad, por-· «periferia», otra l'eforencia espacial), sino también en el mar-
que el n umero de seres humanos habrá pasado de un millón co de cada Estado bajo Ja forma de desigualcla<lcs <1:regiona-
:.~:
Y medio a siete millones; en la progresiva concentración ele les» : los movimientos regionalistas pesan n1ucho en la lnbor
los scrcs humanos, de su·s bienes y de sus actividades en de los g"eógr~fos.
espacios restringidos cuya crisis progresiva hacc presagiar Puede pensarse que las referencias cada vez m:is fre-
u-na p róxima parálisis. cuentes a la geografía tienen por objeto eludir el ;rnf\lisis
. Estos peligros, q ue son n uevos · por la nmplitud qlJe re- ele las relaciones el~ clase, que son las causas fundamentales
visten, corresponden a los síntomns más recientes de la crisis de la cle.sigualdad. A menudo ocurre estu, e n cfcclo. Pc:ro hay
global que. se desarrolla dialécticamcnte pllrn al conjunto de que darse cuenta .también de que el espa cio 110 <.:s ni neutro
~ humanidad y que es el moto1· de In histol'ia de nuestro ni inoc:cnle, sino Que es uno de los campos ele ac.:ció n por ex-
tiernpa. Es preciso da rse cuenta de que con ra1.ón o sin celencia de las fuenrn.s políticas: el EslaclQ es l c~m/.riJn una
et\a• tas mani·rest.ac1·ones nuevas de esta crisis
· se expcrimcn- entidad i,;eogl'áfica y el ap:u·alo c~talal oq~an iza d espacio
t3l LA F'll.OSOFIA Df: I.. AS 'fO-¿~CIAS SOCIALES ,.

gcog~flto de formn. que pueda ejercer su poder sobre los se (_.~,,1porten como espectadores pnsmndos ante lo «Yn vi:;to:i1 ,
hombres .. El impcrinli~mo es ta.m.bié7t un fenómeno geográ- sino, ni contrario, porque el desarrollo geogrftfico trad icionnl
fico e implicn por diferentes mC?dios el dominio y In orgnni- '(que. enumera relieve, clima, veg-etnción, reparto de la po-
L~ción del cspncfo plnnelnrio. Los cambios de estrategia de ' •
·H blación, Joc~tliznr.ión ele la:; nctividncles agrícolas, localización
los imperinlismos se traducen en las trnnsformacioncs de sus de lms industri ~1:; , ele.) prescinde de lo que le.-; in~resn apa-
~·.
empresas sohrc el espa cio, pC?ro estns modific:i.cioncs, que no. :;ionadamente, es decir, lodo lo que .hace cJ,, 1:i. rreo~raíía hoy
se rcnli7.nn visiblemenlc, son difíciles de descifrar. l. Carece una de las formas de represcnlnción prefcre r1te de los gran-
de import.·mcin hnblnr del poder del npnrato estala! Y del im- .":-- . des problemas poHticos de nuestro tiempo .
perialismo, eludiendo Jos · problemas de Ja organización del Hoy se rechaza la geografía en la medida en que parece
espacio o evocándolos a través de nociones g~o~áfi~~s que se incapaz de abarcar los problemas cuya gravedad es manifcs-·
procura no cxamjn\\r rttenttunente? La multlphcnc1on de re- tada a cada uno por In acción de los ma.ss-mcdia.. Ln geogra-
ferénciis y nlusionr.s:-geográficas en el discurso politico hace fía no parece estar preparada. para ofrecer una descripción
que et exRmen y la crítica del' t rabajo de los geógrafos se del mundo que responda a nuastras preocupaciones.
conviert."l en una taren política cada vez más necesaria. En la Universidad comienr.a a ser denunciada como una
cemprcsa reaccionaria de mistificación:.. No carecen de re-
.... lación las razones de juicios tnn tajantes con las causas del
La crisis de ln geogrnffa malestar que experimentan un creciente número de geógra-
fos, en el ámbito de su labor científica.
Mientrns se difunden las imágene5, los clichés y los ra- Esto af ectn sobre todo a aquellos cuyas tendencias ideo-·
zonamientos ircográficos, la geografía {sobre todo la france- lógicas les han sensibiiizado padicularmente frente a los pro-
sa) experimenl.'\ desde hace varios años uno. verdadera cri- blemas políticos de nuestro Licinpo, y que se preguntan por
sis, puede que ta primera desde que se constituyó como Ja validez de su disciplina en cuanto a sus funciones ideoló-
ciencia escolar y universitaria. .. gicas y políticas.
Esta crii:;ii:; de In geografín se mnniñesta a diferentes ni-·
veles, desde In enseñanza supet·ior y Ja investigación, donde
algunos mnc.c;lros com'ienr.an a descubrir dificultndes episte- El progreso de las ciencias y Ja ·iJ'l'Cluielud
mológicns !') Ue hnhían sido eludidas, hnsln los liceos. «En la por Jos probl<?mns de nuestro tiempo ha-
crisis gencrnl que expE:rimcnta la enseñanza secundaria, el ..
' ..
cen cstnJJnr una geografía . :
caso de In geogrnfía es particularmente crítico>, escribe Jcan
Tricart, geógrafo eminente, en el Bolclitt d.e la Sociedad. de cLa geografía ha entrado: en la époc:i <le los crujidos> (6),
Profesorr.!I. de Hi.<1toria y Gcografm (octubre de 1971). Llega afirma André Meynier, una rfo las autoridades en. la materia, ·
hasta tal punto In desgracia que, en esta época· en que la y para muchos geógrafos la "manifcstación más evidente de:
reforma educntivn pnret:e ir viento en popa, ·existen cvoces esta crisis de In geografía es : esta ruptura creciente entre la
autorizadas> que sugieren y hasta reclaman Ja supresión de . ~.. «geografía frsiCa> y la «geogrnffa huma.na>, ·ruptura que su-
la geografía en los programas de enseñanza secundaria, para pone la negación de unn de lns escasas' nfirmaciones teóricas
reemplnzarln por una iniciación a la ecología que impartirinn formuladas, respecto a .la rnión de ser de esta «ciencia>.
los naturalisln..~, y µor una preparación a las ciencias econó- Contrnl'iamente a lo que·· s.c afirmn n menudo, esta rup-
micas o sociales. tura no es simplemente el r~stjltado de los progresos renliz~-
Ln geografía de los profesores sufre efectivamente la
compctcncií\ de In geografía de . los 11w.ss-m.c.dia.; pero si· los
(6) ÁNDRt MF.YNIBR, l(i.'ltnire d'e ln. 111t11.~éc géograpl1ique t!1' FrCJJ'C•.
alumnos reh\ls:m cada ·vez más :a primera, no es porque P. U.,F. ·· .· , . ¡, , , ·
H t mJUA "" L4 J'ILQ~o.NA. T·. tf,.;.; ,~ .
. !~'.. ·.. .. .. - ~J.~·!~· ··: , .

-. ~_-:)~~','~\;',. :~~~ >rtf:~E-i~ .". ,·· <


·.-1:;'•' . 'i.' ' :.- . ., ,.,... .. ,
, ......,,... .. .·. ' ...... ·..
. ,,, •"'-'

23 4 L •..\ PILOSOF'JA DE LAS CJENCIAS SOCIALES '.".. LA GEOCRAINA 235


...~,...
,.

... r
<los por cacla una <le las diforenlcs disciplinas de las que ex- física » y o: geogrnfin humuna» no eri\ tnn chu·a como hoy, Y
traen los gcógra1os los elementos de su propia elaboración, n i !~~ - podía afirm•u·sc Ju uni<latl de Ju 1'COgrníín, aunc¡uu n UttliC du
la con.secuencia del desarrollo específico de sectores de ln gco- algunas mistilicnciones y algunos silencios, pues 4?1 d(:Sarrollo
¡:rafio. que se han convertido actualmente en ciencias au tó- geográfico se esfue1-¿a por prescindir de los chccho~ huma-
nomas, coma ocurre con la geomorfología (7). nos» que afectan eviden tcm~nte n lns ciencirul económicil Y
Esta ruptura en el mismo seno de la geografía resulta, en sociales. Durante mucho tiempo, los geó¡p·afos .se hun preo-
¡;ran parte, de la expansión de los elementos geográficos que cupado casi exclus ivamente del hábitat rurnl y de la agricul-
estin en may_o r contacto con las ciencias económicas y socia- tura (inllu cncia del clima). Las ciudades. sólo se cilabnn en
les. El desarrollo de la geografía económica y el progreso de relación a su ubicación topográfica original y a su situación
la geografía urbana datan solamente de hace unos decenios.
respecto a Jos principales accidentes orográficos de la r egión
Al comenzar el siglo x..x, Vidal de la Blache, que es conside-
circundante. En cuanto al estudio de hl industria, si no se
rado el padre de la geografía francesa, podía escribir: La
la ignoraba por completo, quedaba al menos 1·educida a la
·geogra.fia es la cicnC'ia. de los lugares y no de los hombres. No
sim ple enumeración local de los centros indusLl'inlcs en fun-
es que se desinteresara de la a:geografía humana»; era esen-
cial para él, pero tiende a separarla netamente de las ciencias ción de los yacimientos de materias primas.
sociales, como lo demuestra la polémica (harto poco conoci- La icjen del «hom bre habitante» (9) ha servido a los ~có­
'cla) que le enfrentó a Durkheim. Para Vida! de la Blache, la grafos para prescindir d(') 11.hombrc producltJI'» y del chom-
geografía humana es esencialment<! el estud io de las formas bre consumidor». Pero desde hace veinte a11os, los. (,{geógra-
del hábitat, el reparto espacial de la población (8). Su con- fos humanistas» manifiestan su interés cre<:ienlc po r los
cepción de la geografía, que considera al hombre en cuanto problemas urbanos, poi· los fenómenos de Ja industrialización
habitante de un cierto lugar, hace depender los «hechos hu- y por los contrastes de los ºsistemas econdmicos y sociales
manos > del análisis de los hechos físicos. Puede que más o que se dan sobre el planeta. Esta expansión de la cgeografía
menos transformados por las acciones humanas, pero de to- humana» es el resultado, por. uraa parle, de la inrluc11cia de
dos modos (,{físicos», pues, a pesar de las abundantes referen- las ideas difundidas por los m.(i,ss-mc:dia, pero tnmbién de
cias a In historia, los marcos espaciales, los lugares, se conci- las preoc upaciones políticas. En Francia, un restring-ic.lo gru-
ben esencialmente como marcos físicos («espacios naturales», po de geógrafos, influidos por el marxismo, inve::;Li~an los
cmedios geográficos» , regiones naturales o delimitadas por efectos de la dominación colonial en los pafses de 1nillra111ar»
dalos naturales). y trntan de contribuir al estudio del subde::;arrollo. En esta.
Además, hasla una época relativamente reciente, Ja pro- evolución de la geografía han desempeñado un p;\¡>el dest¡\-
blemática planteada por los geógrafos para el estudio de las cadas figm·as: Pierre Gcorge ha sido el J)i°i.1)1ern en ::>efialar
sociedades humanas no atañía en lo esencial a las ciencias so- hacia l !)50 )a impOl'lancia que tic11e J)í\l'a ros gcó~rafos ht
ciales, sino a las naturales, a las qui.! se recurre para el estud io di::;Li11ció11 c11lrc «JWÍscs capitalistas» y ~JHIÍscs so<.:iali::;las».
del medio físico. De este modo, la dicotomía .entre «geografía Estas nuevas J)reocupnciones llcvau a lo.s <.<geógrafos hu-
manistas» a tomar cnda vez m:\s datos de los dcmó¡:-rafos, de
(7) AU.IH ll1:."YNAUU, kpi.:ilé111olooia 1/c In 11ér.11111r¡1/111/u11i11, l1111m1011 , h1:.: :;uciiílol:'u:J, de lus ul'IJt111i:.;Las y .sul.Jrc Ludo de lu.s cc.:u11u-
l ~71, 1!!f1 1d11::1. mislas, micnlrus que los «gcóg-n\fos físicos» ~e imponen en
(ll) Olra apCJr lación dd pc11s:11nienlo vidaliano el estudio tic Jos
c¡,:éncros de vidu• , es decir, el conjun to de los med'ios poi· Jos que Jos los métodos cnda vez m:\s lH·cci::;os de los ¡:cúlo¡;-us y c.k los
2rupos humanos que aún viv en en economía cerr:ida utientle11 u su
su usis_lenci31 en d marco de los difcrcnlcs medios nuturoles, no u!ecla
hoy ~l a mas que a grupos cadu _ve:7. más r~ducidos, e incluso en la época
mcteorólog·os.
..
de '!'•da\ de 1.a lllache no se aplicaba ya sino a los que se denomi11 a hoy (9) Cfr. Le L>.NNOU, Lu Ct!o¡>ru¡>laie Juo11ai11.:, l"l;1111111:1non. 19·1!.l, •
•puses en v1as de desarrollo>.
252 p:í¡:s.

l ·.
l~ F'll.OSOF'l-" DE LAS ~NCll\S SOCIALES LA GEOGRAFIA
L.
231
. ,.,,
Dr. c~lc modo, l:t ruplurn cnlrc nmbos grupos ele geórcm- grnt1eos, las •r>crmnncncias>, lns ccontinoldndc.,., Jns ccqul-
fos ~ cAñ:t vu mf\s Importante y clara. Es preciso señalar Jibrios:t, la nrmonf:t de las relaciones entre Ja nnturnlcia y
que, nuncwc los ·~óstrnfos humnnist:ts> se re fieren frecuen- los hombre3, es objeto del mnyor interés: en revancha se
lemcntc locl:wf n n los e dalos nnturnles> en sus trnb:tjos, los hnlln minimi7.aclo todo lo que resulta de IM trnn~ronnnclo­
•J:rCÓS?rnfos fisicos>, sobre toclo los gcomorfólogos y clima- nes recientes de lns estructuras económicas, sociales y poll-
t6tos:-o.o;, no mnnillesL'ln ningún interés por Jos «<hitos hu- ticas (10).
manos>. ~r
.:,,.. La otrn tendencia, de entradn, tomn memo!\ en con~idcrn­
La neg-nción del ·proyecto unitario de la geografía no es ción los espacios dotados de pnrticularidad e~ geográficas que
:·~:.
la únicn. m:tnifest.'lción de Ja crisis que experimenta esta las catcgoríns de fenomenos estudiados por las cienciR.S eco-
discipliM. n óm icas y sociales. Poco intcrl'sada en describir paisajes o
. ¡,.
b mcclicfo f) Uc sd· des:trrollan los síntomas m:\s graves d~ en subrayar las constantes o el pnpeJ eminente de Jos datos
In cri~is l!lobnl <le miéstrn época, In crisis urbana, la cpol u- físicos, esta tendencia, que se encuentra n. gusto en la des-
c1on>, 1a :'lcenlnnción de la desigu:tlclncl cnlre los hombres; a cripción de am plios conjuntos territorio.Je.e;, se prcocupit íun-
medida cit1e ~slo~ s íntomas son <.lifundidos por Jos mn.ss-mcdia dnmentalmente de los fenómenos demogr:lficos, económicos,
meclianle im:\genes y lérminos geogrfdicos ciue uliliian las sociales y políticos que son considerados como .factores geo-
ciencins sociales, los geógrafos se ·sienten progresivamente gráficos fundament..'\les.
afectados, a pesnr de las reticencias ele muchos cie ellos. Pnra De manera esquemf\tie;t, In primera tendencia cJ:i.sificarfa
algunos, motivnciones políticas precisas, como la influencia .:...~. a Jos hombres según viv~n en pníses trop ic~lcs, templados o
del mar:dsmo, refucrwn esta tendencia general que caracle- ,. fríos ; Ja. segunda opondrí:t fu ndamentalmente el conjunto de
·- ·'
r i1a. csencialmt'nlc a los «geógrnfos humanislas>. paises «desarrollados> n Jos paíse!i «subclec;nrrollados>. Si la
·:. ;.
prímern pretende describir un presente presci.ndiendo de. l~s
ciencias sociales y eludiendo las transformaciones econom1-
Dos caminos, un dilema cas 1 sociales y politic.'\S, la se~tmda emprende un trabajo que
es continunción del economista o del sociólogo y que deja
P ero en su t'Sluclio ele los p1·oblemas de los «países subde- de ser verdaderamente geogrMico (11) .
snrrollados» o ele las «clcsigunld:icles regionnles», en el nná- Ambas tendencias de Ja geog-rafía humnna no sólo est.-ln
lisis profundo rlc los fenómenos urbanos e inclustrialcs, los en función de !ns orientaciones ideológicas: l:t experiencia
geógrafos mues tran dos caminos clnramcnlc cliferencindos ; del oficio ele geógrafo y la crítica ele los r esult.1clos de esta
pueden hallarse yuxtapuestos en la misma obra, pero ele he- pr;\ctic:t permi~n prever que esta elección, a menudo in-
cho carncterizan unos grupos cuyns tendencias idcológicns conscirnte 1 corresponde a un verclndcro dilema ante el QUe se
son muy diferentes. sitúan los geógrafos en el proceso de producción de ide~
El primero de ellos 1>a1·te ele divisiones espaciales suge- que les permite captar lns realidades.
r idns J)Or los dalos geogr:llicos, que en este cnso son esencinl- Po.rece como si, por razones difíciles de entender, cuando
mente físi cos (pllr ejemplo, la 7.01rn tropical) , y se complace .· ·.·. un geógr:tfo sigue 1:i tendencia que estima «geogr:ífic;u, cuan-
pnrticuln1·nH'nlr. f!ll In cl r.scripci ón monorrrfdicn el e «e.icmplo.c;» do se refiere :\ un determinado espacio para aprehender fc-
qtrf! r.111·n•:;p1111dr.n :1 lt!t'ri lorio!; 1:011crdm;. J•:sta l.r.11dc11cia :;1~
n r\111c11 0~ cr.0111ímicM, !\OCi:llC!\ y políticn~ que le intcrcs:ln, In
esfuerin, por un !:lrlo, por moslrnr cómo los «hechos huma.- mnyoda de eslos fenómenos ~;e le c.:;c:lpan o se le prc:;cn tnn
nos• se hnllnn clelcrminnclos , o al men os inrluiclos, por algún (10) r::ntrt' l:1s ~br:i~ m:'is ~i¡::nific:itiv:\.~ ele c~t:i tcndcnci;1 cst(I In
· ~lctn<'lll.o ch!I m<'dio n:"1L111·nl, y por otro, ctimo los p:líscs con- do Pnmnr. Got•11<•11, f,r.,, pn¡1r. trnpi,·n.rcr, P. U. F., .l~HR, l!.'G p!l i;-~. l
servan In mnrc:i. ele «hechos ele civiliznción» ocurridos hace (11) Por ejemplo, Y\•i;s LACflST&, G«(lorn11luc d11 ::C'1Ls-1lcvc 01•r~-
11Lrnt, P. u. F., 1!16!1, 28~ r:'lr.s.
mucho tiempo. Todo lo que exprcsn los «imperativos» gco-

. .... .,..,.....r. ..
~ : "
. ,,
'· ..... ~ ·,
..,., ;
•: . : 1 •
•·· ...... . •
• •.•,. /t ... . ..

LA J.'JLOSOPJA DE LAS CIENCIAS SOCIALES l.,A GEOGRAFIA 239


.
...
¡;~:
Jdonnados. Y a la inversa, cuando el geógrafo parte 'de la Pero en su mnyorf a son mb metodológicas · t¡ue cpístcmoló-
·',··· . gicns; lo mismo pa1•ecc caracterizar a la cgi?ogrufin cuanti·
problemática de las ciencias sociales y utiliza su utillaje con-
ceptual para mostrar cómo se relacionan la organización de tativih, que desde hncc algunos años nparecc como la nueva
\as actividades productivas y los contrastes entre la suerte forma del pensamiento geográfico. Esta new uCtJoravhy. con
Que corren lo.s diversos grupos humanos, con las formas de un lcadc1·shi7J anglosajón, que utiliza sistem¡\ticamcntc los
diferenciación del espacio, apenas llega · a captar el papel de métodos y el lenguaje de las matemáticas, se prescmta como
al~unos factores geográficos cuya importancia conoce de so- una u-i.:01!'1·a fía tcc>rica, 1·ouipic11do rndicalmc11lc con la (!Cll·
bra, ni a prcci..sar las discontinu idades espaciales, Jo que sería iJrufía t radicional y su confusioni:>mo. ·
una prueba del carúclcr rrcogr:H1co de unn cmprcsn de este De hecho, pucuc preguntarse uno si los cídculos matcmá-
tipo. Muchos geógrafos la rechazan: o:eso no es geografía:. . tico!:i y el manejo del orclenaclor que Lrnla cslos cdaLos• ci-
Cuando Sl! varlc de la i:l!O¡tl'afla, ¡iarecen cc¡uivot:ar:;e l~l!i fr:H.lo!:i, qu e !:ic han a cumulado en función e.Je lo.':1 inlcn!.':ICS dc
.realidades sociales. Cuando se parte de las ciencias sociales, las grandes fir mas y de los organismos estatales, no son
la geografía parece esfumarse. Pero ¿qué es la geografía'! en g 1·an m ed id a ·una fo1·ma apar enlemc11 le científica ele eludir
la difícil labo1· que s upone la construcción de co11c:eplos fun-
damentales para la geografía. Gastón Bachclarcl ha denu n-
'¿Reflexiones metodológicas o ep is l cmol6gicas? ciado, en un pasaje donde sólo se roza el tema geográfico, el
gusto por las cifras que enmascara la imprceisió11 de "con-
Los geógrafos han creído responder a esta cuestión di- ceptos llot.antc.s:.; «hay que rcílexionar . para medir, y no me-
ci endo que e ra la r.:síntesis> de otras ciencias; pero a éstas no dir para reflexionar» (13) . Además, es signiíicalivo c:onslal;.tr
les afecta el problema del espacio, que es primordial para la que ·1os gcÓb'1·afos (l1J) que en Estados Unidos figur:1n ent1·c
geografía. Los geól!rafos han prefC!riclo decir cómo «hacen los p r incipales motores de la geografía cunntilativa, se orien-
geografía», que es muy diferente. A preguntas como o:¿qué tan hoy de nuevo hacia una reflexión teórica, que incide sobre
es la geografía?», «¿cuál es su función?>, no es posible. dar la sign ificación de la geografía.
una respuesta s imple y a priori. Los geógrafos han podido es-
quivar tanto mejor esta cuestión cuanto que se ha evitado el
plantearla. Pero hoy se impone ineludiblemente porque los La geografía e n su~ relaciones con la icJcologí;t
geói.rrafos se sienten afectados, en cuanto tales, por la agra- y con el po<ler
vación de los síntomas fundamentales de la crisis global ele .
nuestro tiempo, en la medida en que las ciencias sociales, La cues tión de la.s premisas epistemol9gicas afecla a cual-
como los ma.ss-mcdia, se ven obligados a plantear los proble- quic1· cil!ncia ; el proceso científico csl á :;tljcto a wrn historia
mas de la crisis no sólo en función del t iempo y de las clases y debe ::;er cons iderado en S\IS relaciones COl\ la:; illl'Ologi~.
sociales, sino también en términos de espacio y de relacionc!:i pero taml>ién como pr:\c:tica y como poc..lel'.
hombres-naturaleza. El hecho Je que la gco¡rrafia pueda · considerarse como
El hecho de que bastantes geógrafos comiencen a toma r una 1·crH"cs c nlacíón del inu ndo, y de qllc los ?1W.ai>-m1Jdú1 di-
conciencia ele la crisis de la geografía, provoca desde ho.1ce
varios años una serie de reí\ exioncs (12) sobre s u disciplina.
A. l\'ft:YNllm. J/ist o1r oJ de /u pcusü yeoyrc.:il1 iquc ai J.'rtincc (J>. U. !~.•
~:M pár,s.) ; M. !:>AN1'0S, Le 111Jlicr ele y.!u91·aµl1<: c11 ¡>a¡¡~ :;(Jus·tlc!vdo¡>µcs
(12) Citemos,. por ejemplo: J . DEAUll.:U-C AnN11;;n, Lo. Géuuru11hie: (Ophrys, 1971 , ll!l ¡1á~:;. ).
métlwdca .et problc.111.es (I:fas:;on, i n1, loll p:i¡:s.); P. CLAVAL., Lu prn3éc (l:J} G. UAC1n: 1.Altl), Lt• /01•11111tio11 el.: l'oB¡wit ,;cicuCi/it¡uc, p;ig-. ;¿¡:¡_
9iogruph1qu.c, Pan~. l!l?;J; O. l>OLLf'US, L'c~pu.cc yt!og rup/i iquc (P. U. l~ .. (H) i'.:slc es el c:i~u de W. llun¡:c, uulor <le Tl11:u1·i,;~1/ Ccuyr~1µ1i11.
1!1'70, 128 po¡;s.). y L'11nulvse yéo9rupliiqu.e (P. U. F., l!l'71, 1:!8 pÍl!;'S.); y el <le l.)uvi<l flurvcy. Es tumuiéu In tcn<lcucfa <le lu rcv1~lu ll 11C1¡1e)(fr,
P . Ci:o11c&, Le~ 111éthod~s de la. géogra.pliic (P. U. F., l!J'70, 128 ¡11í¡;s.) ; " n1dicu/ jv1u-1U1/ uf !JCv!Jl'll7>iiy, Wo rcc stc1· JIÍU!l:I.
240 LA 1"11.0SOF'IA D& LAS CflMqlAS SO_C IA.LES
,'. ,.; ::: · LA. GEOGRAPJA
..
!~mdan un Aint.ln de inu\gcncs y de! ~Íicltés gcogrllticos, pr~n­ ' ·.- J
gln ya lA Amphlud rlc los problem:ts ideológicos que comporta
.
, .. .
I ~- In ieogrnífn. Sin embargo, los tt"tibnjoa del gcd¡ra!• n re-
. :;¡•. fieren continuam<mtc .n los ~ (no ni tM,a), por~ aP"ftU
· csl'\ disciplinn. El hecho de que, en rcvanchn , hnyn sido t?~ ·
.. los tienen en cuenta. ¿Ocurrirá esto por ser . Ja cueaUón de--
rodcadn de un l>ilcncio c:isi gcnernl ; C?l hecho de que Jos 1iló-
6olos hayan dc~cuid:uio la noción de espacio pnm consngrar
...
~A'
1
mnsinclo evidente 1 A menudo proclnman su af?ci6n por Jo
..
..:_:;¡ . . «concreto• y s11 ,J,.sconfianza para con lo cabstrnc~, mle~
en.si tod~ su rencxión ni liempo, y el hecho de que Jos geó- t ras que se refieren o dcbcrrnn · referirse Al mapa, a · decfr,
grnfos haynn h:tbl;ido de espacios rechazando a veces nbier- ·l;J.
:· .•1 a un conjunto de signos, a unA cierta noción a&s:tracta: ex·
t:imente cu.csliones fun~amenlales que la mayoría. de las cien- · '~.
traida de lo concreto. cLa formalización categórica es., pues,
cias ha n debido nbordar más tarde, son cosas que deben ..,
.;~
el ámbito de una experiencia eplstcmo16gica> (15). ,Correa- .·
incitar a In vigilnncin . pond e, de forma muy llamativa, a . Ja primen efD.pa· dtl ·
~.~;.
En cu:mlo nl problema ele In pn\ct ica, ¡,no exi ste más .... pensamiento científico que describe Ga8t6n Bachelard..en las
Que ln ·de los profcM1·cis:_Y sus discípulos, q ue producen y re- primeras líneM de La. f orma.citín. ddL c&p{r.itu cionti/ieo~ •Ú
producen los clcmcnlos ele un saber de escasa utilidnd apa- primera labor en que se m:mifiesta el cspfrítu cicnfffico· os · ·
nm ~mcn"te? la de conseguir una r epresentación geométrica, es décir, des..· .
:~~\··
Él simple hr.cho ele que pueda J)l:rnlenrse Lnl cuestión sin ..... 'cribi1· Jos fenómenos y ordenar en serie los aeontccim ient.o~i
que pnrezca nbsurcln, mucslrn el nlcnnce de la mistificnción, decisivos de la experiencia. De cs~n forma se llcgn a la · can~ ·.
que consiste en 1·eclucir los problemas ele la geografía a los tidad figurada, a medio camino entre lo concreto y .lo ab&- ·.
de un saber escolnr y universitario. trncto, en una zona intermedia donde el espíritu pretende
Este desarrollo, que en gran medida es~-\ hondamente conciliar las matemáticas y la experiencia>; y prosigue Ba.:
taro.do por la n~lación ¡J'cclagógica maestt·o-discípulo, sólo dnta chefarcl: «Más tarde o más temprano, en la mayoría de los
de fines clel siglo XIX. Pero no es el único camino geográfico. ca.sos es preciso consta!:..'lr que esta prirnern representación
Con mucha anlerioriclncl se había utili7.ado el que enseñnba geométrica, fundada sobre un realismo ignorante de las pro-
n reyes, príncipes, cliplomúticos y genC'rnles los conocimientos .... pied ades espaciales, implica conveniencias más ocultas, leyes
precisos pnra In rcnlir.nción de sus emp1·csas políticas y mi- topológicas escnsamente solidarias ele las rclnciones métz:iCM
lilni-r.s. Ln p;r.n1~r:tfí:t, rn r'.ll:inl.o clrsr'.ripc'.ió11 mrl.<'ulir.a clr.I rln nparir.nci:i. inmr.rlinl.n, r.n 1111:\ p:i.lnhrn, 1:17.0s esr.nc1alcs.
c."pacio en su :ispr.clo «íí~icor> y «h11m:rno-., del.Je ser reem- ºmás profundos que los lnr.os de la representación gcomélric..'l
pl:'liada, en r.1 mn1·co ele IM funciones que ejerce el nparalo familiar-. (lG). Se lrata ele un pasaje cuyo scnlido puede
esl.'lt;ll, por 1111:\ pnrlc:. por r.I conlrol y orr;;ini7.nción rlc los l"Csultar muy pr.C\ncJo pnrn unn rreografín.
homurcs que hnhilan su Lcrrilorio, y po1· olrn, por la gue1Tn. Estos mnpas, que concrel:tn pnr:t los geógr:iíos las di-
Aquí es preciso hablar del mapa, que, hoy como siempre, .. •'
íerentes conccptualizaciones de los espacios, .son ndemás ins-
es fu ndnmenlalmenle un instrumento del poder. trumentos ele poder . Ciertamente, no todos los ma.pns tienen
esta función, pues sus signific:tdos son mu~ diferentes; por
ejemplo, las imágenes cnrto?r~licas que p~o~1.feran en nues~ra
El mapa~ íormali:r.ación del espacio épocn, difundidas por los diarios, la telcv1s1on o los anuncios
pa.rn. la dominación del espacio publicitnrios, tienen otrn misión, lo mismo ~ue los map~
de carreteras vendidos por millares a los turistas. Esta di-
Hasln nhorn no hemos plnnlendo lns cuestiones relncio- fusión masiva de represcntncioncs cartográficas es un hecho
nndns con el mn pa; ello obeclrce n qttC? la forma en que oden-
(15) GEOílC:ES GU!iDOíll', Ln. rt!vo[uticnt gn.lilécnnc, P:iyot, l!IG!), p5-
tan los geóg1·afos su clisciplinn deja escnso margen a los pro-
blemas de In c;11·Loirrnfín , que h;ibitunlmcnte se coni:;iciera stin:i 3G7.
<IG) GASTÓN DACllELJ.RO, La. /or11v1(inn 1fo
t'r."11Mºt · 1 ·¡·
sc1cn.1 1q1tc,
como una lécnic:n (o una ciencia) nelnmcnle diíerenciacl:l ele P. U. F.

•.
• ••••• •. • • ' 1

•• "f'\.t .
• • • ~!
'.J·=:-.'•' 1
·.
.. "'. .....
l-42 LA FILOSOFIA DB LAS Cl&HC/AS SOCIALES LA G80GRAl'JA. - .. ...... UJ ,.

nuevo. Hasta baee muy ~ aAol, loa mapas eran usndos ejemplos de CJStrnleglM que ímpJICAn 1A in--~··· -·.·.
¡k>r quienes partlcipaban dii:ccta1nentc en el ejercicio del gcógratos. La guc1·rn dul Vietnnm noa prÓ~R e1·•Jliapie ~-: _
poder. · 111L"jur y mf&.:S cui&lmlo:uu11c11lc clulJurn.Ju. ~ .Jttldfw,.:• 1. ... '{ ·.,
~ conCccción de un mnpa, o sea ·1a tl"&nsformnción de l"efcrirse a la geografía para caracte.riur.. la líet Jt...a...-.
alro concreto poco conocido en abstracto, es una operación guerra ecológica, pues no 16Jo u t rala de~ delti'lllr ta ~· · . .
larp y costosa que de hecho se realiza pol' y para el Estado. tación por medios divc1~os, de transformar Ja d~.. '. ..
Los famaso3 mapas a gran escala y con múltiples detalles, física y la composición química de lo. terrenos (mediana. ._ ...
llamados cmapas de csl4ldo mayor • (sobre los cuales prac- efectos de crateriza cíón) y de provocar el comienzo ca.....,_. , ..
tican los geó¡p-a!os y lo:s ·oficiales cla explicación .del mapa•, procesos de erosión, sino también de traatornar c_lertu·Nda
ejercicio formativo en algunos trabajos que les son comunes), hid rográficas y modificar la profundidad de las coníeDteia
son realizados por y para oficiales, lo cual explica que aún subterrár.eas, para desecar los ~ provocar lluvias ~
· . perteneuan a l secreto militar en muchos Estados. cialcs, destruir en determinadas zon.u la serie de diQues 4J1e
condicionan de modo primordial Ja cxisteucja de las pobla.-.
ciones allí instaladas, y por último, para trana!ormar radi-
Función milil:>..r de la geografía calmente la distribución espacial de los habitantes. Tales
acciones destructivas no son únicamente Ja consecuencia in-
E l mapa no es el único vínculo existente entre la práctica voluntaria de la enormidad de medios proycclados contra
geográfica y la del poder: desde Herodoto, que no narra una determinados objetivos , sino también el resultado de una ·es-
historia, sino que i·ealiza una .cencuc~ta> orientada por los trategia deliberada .y coherente cuyos <lHe1·entes elementos se
intereses del imperialismo ateniense, los geógrafos son a me- hallan cuidadosamente coordinados en el tiempo ·Y en el
nudo, de forma consciente o inconsciente, agentes de infor- espacio.
mación. Además, algunos geógrafos amcdcanos son conscientes
Desde hace siglos, conceden la máxima atención a lo que de que el progreso de esta famosa geografía matemática y
más interesa a los jefes militares y a los políticos: la Lopo- de la cartografía automática (que permiten n los ordenador es
gra!ía considerada en función de la lf1ctica o ele la estrategia elaborar mapas en un tiempo r écord) ha sido posible e11
(de ahí los mapas a diferentes escalas) , el reparto de la po- gran medidn pot· el afán <le dispone1· de los métodos y de
blación Y la organización admjnislrativn y política del es- los medios indispensables para la puesta a punto de la guerra
pacio: ¿es preciso reco1·ciar que la palabra cregión», que se elcclró11ie:f1 e:xpc:rimcntada e11 Indochin•l. E..s cierto que· las
utilii.a constantemente en el trabnjo geográfico, viene de fotogi·afías aéreas y las obtenidas po1·,Jós salélitcs artificia-
re{ltrt (mandar, regir)?; esto significa región milita1·; como les p1·oporciona11 a la geografía nuevos ·1)\lnlo.s de vista, pero
cprovincia> vie:ne de vinccre (vencer), refeddo a los territo- tale.s fotos se toman para conseguir uu medio ele control y
rios ocupados. En muchos casos, los geéigl'afos no se limitan de acción todavía más eficaz al sc1·vicio de los milita1·es, que
a reunir info1maciones, sino qu<: participan directamente en ..
1 •.• cada vez recurren más al análisis geográfico.
la elaboración de una nueva org~nización política del espacio I '-::;·;. . En consecuencia, e::; preciso, hoy m.ús .que uunca, no pe1·der
(Cvíjic lo hizo pa r a los Balcanes en l!ll9; De Martonnc era ele vista csla función milita1· de la geogt'afía, que es Ja suya
entonces · consejero de Clcmenceau, e I. Bowman del presi- propia <le.s<lc su mismo ol'igcn, y hay e¡uc ser plc:namenlc
dente Wílaon). Algunas operaciones militares de gran cn- consciente de su función política.
n r &adura tienen pol' objeto ascgunu· la victoda mo<.líficundu
la tíluaáón gcográftcu del t<:l·itorio, ú sea modificando la::;
relaciona entre loa chcchos físicos. y los chechos humanos:..
No <!S preciso l>u~c"r en el ¡wsuclo, cu lu hbloría coluuial,
' .
\•:11:~ ••.
tA Flt.OSOF'IA IJF: LAS CIENCIAS SOCIALES LA GEOGRAFIA 21')

dcr, A. T. Mahan), el gener;tJ Karl H:iu:;hof t?r <la un irr.pvl:;o


decisivo a Ja geopolílica en los inicios de Ja prímera g'Jcrra
mundial.
l..n Sf('nr.r:'\f111. mo.dC!rO:\, en ·cu:\nlo s:lbcr cicnU!ico y dis- Hoy día, muchos geógrafos consideran que es incongruen-
-,.~·,
clplínn unh·e1·!\ilnrln, se coMUtuyn en la Alcmnnin decimo- ..., te establecer una relación entre su geografía científica y la
nónlcn, lustnr donde? se dcsnrrolln 11\ labor unifict\dora y or- ··1:~ . empresa del general nazi (que tenía, según se dice, el c!l.rn~
.,.. ·...
..
g:init:\tlvn cJc l'l'usi:i (un Esl:ido que fue geográfkamenta _,,
··:
número 3 del Pnrtido N acionalsociali.5t.él). La ge0política hit-
nrll<ielnl clurnntc mucho tiempo). Lns preoc11pnciones de sua Jeriana es la expresión más exacerbada di:? la función política
fundndorc.,, Humboldt' (17) y R itl<! r, nfcclnn ni conjunto del e ideológica que puede desempeñar la gcografííl; incluso po-
J'{IObO y•n 1\\IM~l'ó ~M .\Ílnncionc~ r1?gÍ01tnlc.~: SOlt Jos prirncrQS demos pregunlarnos si Ja doctrina del Führer no fue inspi-
CI\ ·inoalr:ir t¡11~ <!~ 1>1·t1J:i:\o :ullculnr lns descripciones rnzonn- rada en gran medida por las idcns de Ifaushofrr, dadas las
u~ de lllln JlOrci ón ele c~1):H:io · COl1 In del conjunto clel plnncln, estrechas relaciones que mantuvieron, en particular durnnU?
unlcnclo MI cln~ lcn1lcndnl'i geogrf1ficM que cst.ihnn sepnrndas Jos años 1923-192'1, cuando Hitler escribía Mcin J(ampf en
tlc~dc ln Anli¡~ilecl:'\cl (18) . ·. · la cárcel de Landsbcrg.
!'ero, cle!11lro de In podcro!';i corriente que signif1c:1 Ja Desde 19'15, no es de buen tono h:i.blar de g-copolítica.
r.<-ogrnfln h111nnnn, c!'\lM prcocup:H:ioncs teóricas gcnernles Pero, aunque ~en de forma mis discretn, los cslrntegas de
:\e combinn11 con m,.,liv:\Clonc!'\ pollt.icn!\ evidcnles. El maestro las grandes potencias continúan la investigación que los ins-
prusinno e!\ el primero en el munclo que se elcdicn n enseñar titutos de geopolítica de Munich y Heildelberg habfon inicin-
f.tt?Op;rnft.:-., no ~ólo n lor. miembros ele \ns clases elirir,cntes, do. Si la argumentación geográfica, a causa de la imprecisión
alno n lo5 niílo5 cm conjunto, y Jn fonció1\ polít.ica de csla de sus conceptos, puede manipularse en beneficio de Jos dif e-
en:'lt?iinm:a es tnn clara que RP.d:i cxplrcibmcnlc evocncln en renfos movimientos politicos, la mi\yorfa de tipo imperi<llista
Fr:rncin lrn!l In ft\ICl'rn ele J 870, ill introducirse ln geor,rafía (aunque hny Ul.mbién, a Jn inversa, movimientos cregionalis-
en lo~ pro¡~r:imn:i¡ ele In cncucln primnrin: «Hemos sido ele- t.n&>), In geografía, en su forma cientíñca o universitaria,
rrot.1dos porqutJ lo.<s nrnc~t.ros pn1~i:rnos les lrnn cnscfiado elude en revancha los problem:u; y las referencias políticas.
p.cop:i·n(ln,. ( 1!)) . Su pap<?l ideológico se ha nmpliado.
A finnkr. riel :"Ir.lo xrx y comlenio~ del xx, cunnelo se de- Uno de Jos mejores (!jemplos de este ~cnmoteo de los
r.n1-rolln r.I 11:-111r:crmnnir.mo nlcmñn (los impcrinlismos fran- problemas políticos lo ofrece la cescueln geográfica .francesa>.
cér. e inglti'I f!rnn nntcrlore~ y hnb{nn nnciclo en ambientes
lnlclcclunlc~ clifcrc11tcs), Fricdrich Rnl7.el rcalizn la obra que
VI\ a inllucncinr connielernblcm~nlC!, incluso en nuestros ellas, Ln. eeeuoln geogrñlicn frnnccs:1
:t In r.co1t1nfln humnnn, ou A11.th1·017oacom·a71hfo, unicln es-
trcchnmc11lo n su Polilfacl1.<? Gcoarn.7>/r.ía. Tomi\nclo numcroSt>s Con nnte.r!oridad a ln NCiente expnnsión de In gcogra!ía
concr.pln!S rl\.l.7.r.linnn~. como el ele Dcbcn1'1·et11.11i (espilclo vitnl), cunntitntivn nnglosnjonn, In escueln francesa. gozó de grnn
Y lo!! de gcó¡{rnío:i nmcricnnos y britúnicos (H. J. Mnckin- prestigio en numerosos · p~{ses, siendo considerndn como el
prototipo del trabajo geográfico universitario, el saber por
el snber.
· (17) Vf:n'!lr "' llbrn rlo CllAnJ.r.S M1"cvr.T, A lc~11t1r/ rr. 1/r /fom.Jioldt Ln escuela gcogri\fic..'\ :!r:mccsn, cuyo maestro fue Vidal
J,i11lr>nr11 et fl~0!1r1171l10 cJc l'A mcril¡no rnpnonl'llc, Mns¡1éro, ll>GD, G!l:Í
1ifl F,lnn1. de In Bache, tiende n sepnrnrsc dé la gcogrnfin nl<?mann, en
(IR) ~!r . I·: . 111: MAlt1'0Mtm, <!1> ln lnlrorlucdón o 11u dll'hrr. Trnitd do pnrticulnr del pensamiento de Rntzcl. Y !JOr unn rnzón muy
ot'nfl '" ,,,,.,. ,,,, lfll Ít/tltl.
(1 O) cr r . rl .n rl.lr.111C') .,c~nft'tnfl :u 1C<lnctn1ln )IOt 1~. Sen nAOF:R on definidn, porque este último npnrecin evidentemente como
r.I No11wo.1t Dir/,101tnfr11 ''" p6rl11cooi<i ele F. Jlu111110N, 1011. unn Jegitimnción del expnnsionismo del Reich. Sin embargo,
••
. ·-·
• • .. •

·- •

• •
246 LA FILOSOFJA DE LAS C/EllCIAS SOCIALES LA GEOGRAF'lA 2'17
' .


• .· •
~unque la o·b ra de Ratzel sea.desconocida en Francia, algunas . geológicas o geomo1·fológicas, 11e1·er1cí~ls ·ele ln..s p1·ime1·as fas~
i~eas por él desarrolladas .se encuentran ·en la. geografía ·

• de ocupnción del suelo, herencias de los g1·a1\des feudos n1cdic-
humana francesa. · · vales). Aho1·a bien, los mo1·ado~·es de· los viejos ct\slillos o
1'fed.i ante el Toblffti de la. gio!Jro.phie ele ·14 Fran.ce con . l• .. ·- . .
...., .
.. de las mansiones solaricgns no son necesariamente a1lcinnos •.

las tei~ por éJ·inspiradas, o los quince tomos de La, Geoora/ia .-. y Vidal ha olvidado deci1·lo, lo mismo que omite dcci r lo qtre
Uai-versal (A. CoJin) escritos bajo su influencia, .Viñnl de Ja ..••. . los hombres hacen actualmente en esos clug,11·cs> l\istóricos .
.
-Blache introdujo la. idea de las .descripciones i·egionales p1·0- •
• . Por ot1·a p:i1·te, Vidnl de la BJacl1c ha ·conferido titt1lo
fundas, que so·n considei·adas como Ja formn mñs fina del •
• de nobleza n la ?no1i.ogrc1./ia rt9iona.l, que describe Y nnnliz.a
••
razonamiento geográfico. Demuestra cómo los paisajes de •• •
las 2núltiples inte1·ac.cionc.s ent1·e los cl1echos físicos> y los
una región son el resultado da una mezcolanza de las infiucn·- •••
~

checllos l1umanos> que se considc1·¡\n e11 fu11ción de L111 espa-
cias human.a s y los elementos natu1·alc.s a lo Jai·go de la his- •
cio da.do: si se p1·etcnde i·enlizar un estudio serio, cor1vienc
. toria. Los paisnjes Qlte clescribe y nnaliza son esencialmente "

• conso.g1·a1· toda la atención a est~ «regió11> de l&t que se ex~
•• • •
una he2·encia histó1·ica, y el p1·esentc apn1·cce un tanto des- •
t1·acn ·los lugn1·cs que l~\ ci1·cu1ldnri. En el si!:itcma tl~ v¡\Jo1·es
dibuja.do poi· el j ucgo de Jos facto1·cs económicos, sociales y en que se desenvuelve Ja geografía univc1·sitari1\, ln gr&\11 te.sis
políticos. · • docto1·al que tiene por ft1nción atestigua1·. y cor1s¡tg1·a1· el ..•
• El intc1·és de la a.po1·tación de Vidal de la Blache ha sido •
•• •
talento. de un futu1·0 p1·ofeso1·. $e~·á la . n1onoi:.ri·.afía. (basada
. subrayad-o ·s-i.n cesar. blnto e1:t:F:1·a.ncin como· en el ·extranjero; . .
·sobre ÍÓs . problemas ca:ÍÍSÍCOS-~, los chumanOS> ·a sobre nmbos
peró las 'diñcültades ·e n · ias que .se h~ll:a hoy envuelta esta· ·
. ........ •

a la vez) de una «re~rió11.> 1 de una po1·ció11 tlclimitncla del
geografía p.r ofund·anl:ente marcada por el, hacen que actual- •
espacio te1·rest1·e; el estudiante co1·onará sus estudios me-
mente tenga que considet·arse su apo_1·tación como contra- •.••"'·,. • diante u.na memoria de graduación (a..r1teriormentc D. E. S.)
d·ict:Dria. •
.• ~
que. será la monog1·afi.a 1·cferi<la a un espacio in5..s i·est1·in-
Po1· una pa.rte., su pensamiento, señala (o acentúa) la ' . gido, e.orno el de un ba1·1:io, un pueblo y sus ~lc,daños, ~n valle,

ruptura entl.·e la _.geografía. y Jas ciencias sociales, mient1·as • ctcéte1·a. A scmcj¡\nza del Tablea,1, de la. geou1·apJL1c de la
que amplia el ab:i.nico de los chcchos humnnos> que nfccto.n · F,·a1ice, que es ~l libro macsti·o, en bt1e11a pa1·te, de monogra-
al discurso gcog1·áfico. Vjdnl · de Jn Blnche combate la tesis fías i·egionalcs cuyn división es adoptada poi· .todos lo.s tn~- .
cdcte1·minista> según Ja cual Jos cefcmentos nnturales• (o Jlt1nlcs, )"' <.icsc1·i¡lció11 <lcl 1nli11<.lo que of1·ccc L<r, G~oo1·u.f1cr.

aJgun_os ele ellos) cjcrcc11'tJnn inílucnci&1 di1·ccta o clctc1·mj .. •


U·1~ive1·~·al (A. Coli11) co1·1·cspo11<lc csc1\cinlmc11tc .ª lttl~\. yt1~t¡1-
r1ant.c sobre los cihccl1os l1uma11os>, y co11ceclc mayo1· impo1·- • posiciór\ de rc&.-iones más o menos vnsta.s1• co11:;1de1·¿\da cnda
tancia a la histo1·ia, párn. clar cuenta de las re1ncionc:S entre. unn de foi·mn indc1Jendiente. .. ·:
Jos homb1·es y los chechos fis1cos>. . •

Vida] de Ja Blache establece, con muc110 estilo y fuer.la, •



la concepción del chombrc-habitante>, y ésta constriñe el hom- •
Observncioncs y ra.2on~micnlos
sobre un _ espa~10
bre al t1·aba)o, fuera los límites de la i·eflexión geog1·áñca. de ''dado)'. ¿Por· qué? ¿Para c¡ué? .
Pero el homb1~e vidaliano apenas vive en la ciudad, sino que
ocupa sobre todo ~) campo, y es fundnmentalmente habitante Lns monografías i·egionalcs. obra · de ~tl~l111os l~)~cst1·os
dt? paisajes que su~ antcp,isD.d·os }1nn 111odclaclo y acomodndo; , ue )1 an mostrado hasta qt1é gi:aclo de nfinac1Ó1\
1
llegar po91't
puebla i·egiones cuya pc1·sonnJidncl se exp1·csa. en Jas pa~·ti­ un . análisis geogi·áfico, han incitado a mucl1os gc??Tafos a
cularidndcs de los paisajes (1·e1ieve, clima y señales impresas pi·ofundizar sus investigaciones, cada uno en -~unc1on de un . .
:

por la ncci6n humana) o (y) en l~s límites de antiguas divi .. •


espacio bien delimitado: la prime1·a labor_ consiste c_n tl:azar
sienes p1·ovincinlcs. Los marcos en Jos que Vi~nl instala a los ·- ·· •
f
• los límites de la i·egipn que se V:l. ...n estudiar. .. . .
homb1·es. sói1 · ese11ciaJniente hercncin.$ d~ pasado (herencias J ·a!' • .• . . •
~ .- -~·
. ..

. •


·---

• .• r -
• .. ~

- ·-
. -· ... . .. . ... .. . . . - .
. •
• •
... , . ,,. . ; · ' . '1ii. - • •
.,. . . • - • • - ••

-
.•;,,::.
.
•. 1 .. - • , - • • - -- . • • • •
.. .,,. .

°' .,. ". • .- ·~ •
' ;

.
'
• • • ' • • • ·• • • /.A •. ,.; t • •

. . .. ·'. . -. ,,-..,..
--
~

. . ,._
~
A.o ..
.

. . '"';, ... •
._
;
.......
• • , - • • •
~ • t•
' . ...



• •
...
..
--.,.~.,r-t
,
.. .
..
t : .,,,
... ·_;", ··,;~·

. .
.. .
.

... l..A FtLOSO,.IA DE LAS cc¡'.C IAS SOCIALES


¿.; ,¡

·-~ ·
más ~nP,os. Hny q~ienes estudinn ia.'J «regiones tropiC4leu,
,I!':_.
/4&.T
Pero ¡a qu6 l'C refieren esos limites? Los c1itcrios de
elección son hnslnnte vnrindos pnrn los diversos contorno~ las cregiones polares>, es decir, una gr:in parte de Jn super~
de """ mi.,mn crcgión•. Elln mismn es considcrndn como un ficie del globo, micntr:t.«1 que otros se centran en unos pocos
do.to, un C?spncio dol.'\do de ciertas pnrticulnridades, que ofre- kilómetros cuadrados. Se diría que tales diferencias obedecen
ce unn cpersonnlidAd> que le diferencia de los territorios a los gusto!' de cadn cual: realizar un estudio muy profundo
circundantes. l':\rcce que lo único que hay que hacer es y detallado de unn cregión> diminuta, o describir a grande.e;
mirar, leer el grnn libro abierto de In naturaleza. El geógrafo rnsgos Jos caracteres de unn cregion> mucho mAyor. Pnro
Apenns s.e preocupa .d~ ~ns ilusiones del snber inmediato y la mayoría de los geógrafos, las dimensiones del territorio
d~ la pr1m~rn exper1enc1n. No merece la pena preguntarse considerado y los criterios de tal elección parece que no
s1 no es mns . que su !orm.a de ver la.s cosas, en una etapa influyen fundamentalmente sobre la naturaleza. de las ob-
dctc1:1!1inadn. de su e~o!ución intelectual, y de favorecer de- servaciones y Jn de Jos rnzonamientos que. pueden h:tcerse a
terminadas míormacHmes que extrae de un todo co1úuso propósito. de tales lugares y de los hombres que los habitan.
e~ raio~ de molivncionl!S de !ns que no es plenamente cons- Sin embargo, basta hojear un manual de geografía ge.
c1c~le, lo que le llcvn a decidir sobre la personnlidad de su nernl, o la colección· de una revista gcogrñfica, para advertir
región.
que, según los temas abordados (esta formulación t.c1n vngn
En último término, los contornos de la región Je impor- está hecha n propósito), las ilustrncionc.s c.artográficns son
~n poco. Lo que interesa l!S analiinr, con la mayor profun-
diferentes.
d~dnd posible, lM inl('r:-icciones dl!Snrrollndas a lo Jnrgo de l~
h1st.orin e~tr.e hechos físicos y hechos humnnos, en un es-
pacio cualqu1ern.
..P:\l'e~e que, én su mayoría, las regiones que han sido in- Mapas diícrentcs por su escnln
d1v1dunhzacl::is por los geógrafos en el territorio francés co-
rrc.-;ponden n con~u.ntos ·geológicos (el maciio central, los Lns· informaciones proporcioMdns por los mapa:; son muy
Alp.es, el vnllc p:ms1ense, etc.), a lns provincins del Antiguo dif;erentes y ello obedccé fundamentalmente n Ja gran desi-
ré~1mcn, o f\ l:is unidades políticns de la Ednd Media (Bre- gualdad del tamaño de los esp:i.cios que representan: unos
tana,. Nonnandín, Derry, Champagne ...) , y más raramente son planisferíos que representan el globo completo; otros re- '
a conJuntos dc~nid~s climát_icamente (las regiones mediterrá- ). presentan un continente, otros un grupo de paises, otros un
ne~ · En <?! :ntenor de cst:1s «regiones>, se hallan otras Estado (grande o pequeño), otros una región . cuya extensión
~regiones> ~~s pequeñas que además corresponden a con- puede variar, otros una aglomeración urbnna., un barrio, un
J un los geolog1cos o a entidades políticas pertenecientes a.J pueblo y su término municipal, una· extensión rurnl y sus
P~.ª~º· Para _los t·c.sta11ll!S países, los geógrnfos l!Stablecen .... edificaciones, un claro en el bosque, un l:tgo, una Cc'lotern,
d1vLS1ones segun l:t misma técnica de separnción. etcétera. Estas extensiones de tan desigual tamnño se re-
. I?e es~c; modo, existen línens que poseen inicinlmente una presentan en mapas cuyas escalas son muy diferentes: desde
:uir~11.'icnc1011 l{col6gicn o que corrc-~ponclr.n n rl••rri:ircncionr!I los mapas a pequeña escala que representan el conjunto del
pohtica~
.. 1 1 anul:idns . h:ice mucho tiempo, ql1e leg'1l·iman 1n d'1v1-: mundo hn.sLi. loi; plnnos n ~rnn e~c.i.ln que roprc.c;entan dcf.a-
s1on e e e.511:ic10 nclunl Y In individualización de «regionc.o; llndnmente C'.Spncios reducidos .(20).
que r.ci·!tn r.o;ludincln:i; ~rg11idnmr.nte clr. fnrm:i monogrMic:i ~
P~~a la mnyorln ele lo~ gcóg1·afos, c.sl:l ío1·ma ele obrar t1:a:
d1c1onnl no l~cscmt~ mayores inconvenientes, unos inciden . (20) Ln escnln de un mnJll\ lndicn el porcr.ol.njr. ti~ rr.ducdón qur.
~obre cpeq~en:is regiones>, describiendo un conjunto forma- existe entre· una dislancln re11I y au rcprcscnlnci6n sobre el p:ipcL
º por _vanns_:ildens, Y otros consideran territorios mucho Cnnnto mayor es el dcnominndor de 14 írncción, más P"QUeúa es la
escala. Un mapa de escala 1/10.000 estA a mnyor cscal;i que otro a

,,..~ ., ..
•~1.\ .,·! 1
:'!;.
.
•• :#:
'•
HISTORIA DE "" P'lt.OllOrlA. T, 1v.-11

·¡·
, ..
..'.
,.11,,
MI IJ. ,.¡~FIA DS LAS C~CIAS SOCIAL~$

Pero ¡a '~ " roncaron oao~·'rtmrtoa? Loa critorfoa da


~l~clón enn h1u~t.Anlo vnrfodoa J)ftrR. loa divoraoA contorno,.
de una miAmn ••·~jffdn•. Ellf\ mlamft 11 con.sldorAdn como un
tlAt.o, un CAJ'ncio clnl.ndo da clortaa pnrtlculnrldndca, quo oírc·
ce unA •1>e1·1nnll1ldRd• t¡ua lo dlCcroncl" ele loa lcrrltorloa
circundantes. Pnrccc qua lo único qua hay qua hncer ca
mirar, leer el Jrl'l\n libro nblcrto de lll naturalc7.n. El geógraío
Apenni ae prcocuru\ d~ lne llualonea del Hbcr inmcdillto y
de ls primera cxpcrlcncln. No merece In pena preguntarse
si no u mhs. que su !ormA de ver loa cosns, en una etnpa
dctcnnlnncln de ~u evolución inlclcctual, y de favorecer de·
t!rmlnAdns il'fol'tnacl4ones que cxlrne de un todo confuso
en rRi6n: de mollvncionrs de lns que no ei¡ plenamente cons-
ciente, lo que le llevn n decidir sobre In personnlidncl <le su
región.
En último término, los contornos tlc In rc1dón Je impor-
tnn poco. Lo que in lcl'c~n e.'! nnnliznr, con la mnyor profun-
,
dicl:\cl po11iblr., lns inlrr:1r.cioncs clc.'mrrollnclm; n lo !:irgo de In .. .'.~ '

hislorin cnlrn hecho~ fisicoo y hccho11 humnnos, en un c.c;- • "-''

pacio cunlquicrn. .t Mnpn~ diferentes por su escnln


Pn1·ccc que, r.n su mnyorln, l:i..'1 rc~ioncs que hnn ~;ido in-
d lviclunli;~ndn., por lor. ~c(lgrnfo11 en el lerrilori<> francén co- Lns in!ormncioncs proporcionl\dnR por los mnpM son muy
lTC.,POnden n conjunlos ~colóp:icon (el macizo central, los clif.crcnl'.!s y ello obedece fundnrncntnlmcn~ n ln grnn dcsi·
AlpM, el vnllc pnri11icnsc, ele.), n. Inri provincinr. del Anlir,uo i*11:il<lncl del L'lmaiio ele los esp:i.cios C]UC reprcscnt:tn: unos
l'égimcn, o n lns unidndcr. políticn$ <le la Ec.lncl Mcclin (nrl!- :..¡
:;0 11 plnni.c;fcrios que rcpresentnn el globo completo; otros re· '
1:.RíiA, Norm:rncJ rn, ncn·y. Ch:tm pn.r,nc ... ) 1 y m!1:: i-nrnmcn te prcsr.nl:rn un continente, otro:\ un g-rupo ele pnf.scs, otros un
n conjuntos clrli11iclo11 climáticnmr.nle (lns rcv,ion1!~1 medilcrrfl- !<::;lado ü~rnnde o pr.c¡ucíio) , otros unn región cuy:t extensión
ncna,) . En r.I inlcrior ele cc;ln11 .. rcr,ioncr.>, se hnllnn ol.r:t.c; purrir. vnrinr, olros un:t l\~lomernción urbnn:t, un barrio, un
crcgioncs> m:\i-1 pec¡ueiinr, c¡uc aclr.m{rn corrc.c;porJCfon n con- pueblo y s•J l.frmino municipal, una extensión rural Y eur.
j unl.o~ geolóp:lco11 o n enliclnrlcs polllica:> pí!rlr.nr.r.ir.nlrs al 1·d tricacioncs, un claro en el bosque, un l:1w'. una c:totcrn,
ruuu,do. Pnrn Ion rr>.o;l.:rnlc.o; pnf:;e.1, los s~có¡~rnfo:1 <:..'1lnhl1.~cr.n .·. clci'!Lcra . E~>ln.c; extensiones de tnn dcsir;unl l.'Unnño se re-
divaioncs ~cgún In mi11m:l lécnicn e.le 1><'pnrnci1ír1. prrr.f'nlan en m:ip:i n cuyns cscnlns son muy difcrcnt~s: desde
'',··
D~ cl\le mnclo, ~xír.lrn llnr.ns que por.r.r.11 inir.i:ilmrnl.r 111111 lo:: 111:1 p:ir; ;\ pr:11ur.iin cscnl:\ que rcprcsen lnn el conJ tmlo ele!
11 h~n l(1cnclt'111 v.•:ol61dc::i. o 1111r. co1Tc•.•:p0111lrn a d •·111 arr.11cio11r.'l
111 1111110 h:1:;la lo:i plannr. n r,ra11 Cl!cnln r¡11c rcprc~cnL'\n <IC'Úl-
pollllc n~ nnul:ul:i:i¡ hncr. mur.ho Lir.mpo, r¡ur. l1!srilimnn In divi-
llndanw nlc c•:;pncios rcd11cidoi; (20).
~ ión d e?l c.i;p:idn nr.lunl y In inrlivid11nli·rnci611 rlr. '!rr.p:ionr.'>>
f')lltl llC'r(1 n C•.~ lud ind :HI !ll'J~ll jt( l\lllf'll l.r. <Ir. Í Ol"lll:l lllOIHlr,TÚÍJr.a;
pn1·n In ninyorln dr. loit J~ t!(>V,rnfon, P.•:ln forma de! obra r 1.ra- ('l.0) t.n r~rnl:i tlr 1111 innpn lncllcn el porrr11I :i,ir <Ir. 1·,.cl11r.d c'1n C')\l'l
d lclonn 1 no }l l''!!lf' llln mnyo1·r.n i nconv"n i1•n lr:;, 11110~1 i nr.id1 ~ 11 r•i~•·· rnlr•: 11nn cli~ln11rin rr.nl y 11u r cp1•1·•;c•11l.:lril1n ~ohrc r.1 l':IP<:I.
<;1111 111 0 mnynr !'.'I ~I cJ.:nnmln:vl"r <l e ID írnc ci1'111 1 rní1r. fl"fl\H:íln c!I ln
aobrfl cpeq11 ~fin.5 1·t;>p;ionr.1'•, rJ,..~crihlcmlo 1111 co11j unto íorrna- i•:11·nl11. lln m:1pa clr c~cl'lln 1/!0.000 oslf. !\ 111:1 vnr l'~e:dn CJllO olrO n
do por _vnr inri nlclcM, y olro:1 r.1m11iuern11 tr.rrilorin:1 mucho

l.. .,....
.,~
· '"r.
.·:,11."th
. .,,
, .\ 1'

.. !..A FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA GEOGRAFIA 2'1

La e\ccción de la es~ de un mapa es representada La técnica cartográfica denominada cpnenliuei6n>, q&M


t-,;ibitualmentc como un asunto de sentido común o de como- permite dibujar un mapa a escala reducida .do una creaióa>
'11~ad a\ c¡uc apenas se concede importancia, y cada cual ¡~ partir ele mapas a mayor esc01la que Ja representan de modo
escoge la escala que le conviene sin que las razones de su más preciso pero CAda uno sobre un espacio más i'estriJtrido,
el&:ión es~n muy claras. puede hacer creer que la operación consiatc solamente en
Interesa advertir que la gran variedad de las represen- prescindir d~ bastantes detalles para reprmentAr extenaiOGel
uciones cartográñcas, en lo que se refier e a las escalas uti- más vastas. Esto es lo que ocurre cuando taJe.s mapas repM-
.
lizadas es una muestra . de las dücrencias que e>.isten entre
los difere:ites tipos de p rocesos geográficos y que tales di-
sentan, sobre superficies l1lÁS o menos amplia.s, ht:ehQ.1 o da-
tos de idéntica naturaleza. Pero, como alf'\mOS f e00menoa
ferencias cor:-esponden fundamentalment.e al desigual tama- no pueden aprehenderse más que si se consideran extensiones
f.o de los espacies que ccnsider :in. A lgunos trabajos no pue- amplias, mientras que otros, de naturaleu muy diferente, no
dt!n realii.arse :nis c;ue exa:nin<l.nóo ios di!eren tes aspect-0s pueden captarse si no es mediante observaciones muy pre-
·ce •m fe::ór:::cno en la ~vtalidad del' planeta (por ejemplo, cisas referidas a ..superficies muy reducidas, resulta que Ja
de~r&n i~a .:os fenór:Hmos c!im:iticos o económicos). En con- operación intelectual consistente en cambiar de escala trans-
t:-:ipart ida, c:ros i.er,ómenos, como los proccs0s de erosión, no forma, y a veces de forma radical, la problem.'\t ic.a que puede
.pueden obscrv:.rse de mojo conveniente mis que a gran surgir y los razonamientos que se puc<lcn formu lar. El cam-
cscai• , soore una vertiente o el lecho de un torrente. Estas bio de escala corresponde a un c:1mbio del nivel de nn.lli..sis, y
cor.st.ata.cior.c.s son totalmente in útiles para los geógrafos, deberi:l corresponder a un cambio ni n ivel de la conceptua-
GUC no parecen encontrar en ellas más que una ocasión su- lización (21).
;>lcmenuiria de añrmar el eclecticismo de sus puntos de vista : La crunbinación de factores geográñcos que aparece cuan-
es preciso mirar ia üerra con un microscopio tanto como dv se consider:..1 un determinado espacio, no es la misma que
desde lo alt-0 de un sutélite, dicen. puede observar::;e para un esp:lcio m:\s reducido, c0ntcnid0
en el pre.::edente. Por ejemplo, 10 que pu~d.? 0bserv:1rse en
u;1 vall~ alpino r' los probl~mas que se pueden pl:rntc:ir :1
La realidnd aparece difcN!nlc sci:.rún los niveles propósito de este espacio y dt! las g1mtc..s QUI! viven en él,
ee :i.'1filisis • . ¡ difiere cle lo que se \'C desd..: l:is cumbres, y c:;L c mism0 pa-.

A mi parecer, aquí se plantea, disimulado tras las pr:íc-


(~ ! ) El cs.::.i.sv número Je ¡:e.>i:rufos que han alwrl.l;1clv .:SLI: pr.>·
ticas empíricas c¡uc a menudo se presentan como convenil!n- \llClll:I Se h311 prcv.:up;iJo S.>brl! t.>Jv Je Ja l'CJl!'~Se11luc1.)11 1k J,>:> ie n.l-
cias pedagól.ricas, el problema epistemológico primordial dé mcnos <físicos> ; cfr. J . TnICAllT, L.J 1'.:ru, plunl ,I!: ... ivm1tc; 0. DoL.L-
la geografía. Efectivamente, las combinaciones geográficas rus, L'tJ1:J.f,;s.i ~¿vgrupliiq1u; F . Du1:.~ NU-UAsn:s, d urliculo cCli1:1;it<>-
login >, .:n E11,~¡¡.::.;i~1eJiü U11iwr,;r1li.:i; ll. ENJ AUJt:111-, .:n (; ~..,;;rü¡1J.ic
que pueden observarse a gran escala no son las mismas que !}.!11b..i.fr, E11c}·dupcJ1.:: Je la Pl.!i.HJ.: ...
l<:..S que se observan a escala reducida. Pn:.111ti: C t:ollGt: ~s uno de Jos po.:os gc.>¡.'Tafos '•)Uc hun al>.>rd:1Ju .:sl.:
problema incJi:inle la :-cprcscnt:i..:i.>n Je los hcd1vs c humanos>; cir. en
[,',lcti.m h11mu i11~: . L:i ronJi.:ión funJum .:ntal Jcl fu11.: iu11.11111~11:J .le
1/ 1.000.000, pero este último r epresenta mayo r e x tensión que el una c.:unvmia i11Juslri3J es la 11os.:s ..Sn >' l.1 c.lis11osi.:ió11 Je .:s tl! h .1:. ,k
primc:ro. rclac1anes qu e re úne Jif.:r.:nll!s s is l.:nius proyccli11Jolus :i cs.:al ~ Ji-
Es preciso sefü1.lar que las ex p resiones corrientes .. hace: 11li;o a ~:111 vc1·s:1s; escala l.xul o rq;iJn:il, escala n::u:ic.uwl v i11l.:n111.:io11:d .. ., ..:s.:.li.\
cse&l:i>, c una operación a gran es c:il:>.>, que im pli cn"! mccl1os pode rosos plnnct.\l'Í.1. L:\ .:s.:al.i 1.:-cal o rc¡; i.>11:11 es In Je los p1·u.:e:..1s de rc.:lu1.1·
y b. actuac ión soure una :i.mplia uin:i. o sobre gro.n numero e.le persanas, 11\icnto .l.: manv Je uura . . . , <l.: la rep.:n:u~ió11 lcc111.:11 cu la 11r.:>.l11.:d..,11
ti cn1:n un:i. sil,"1IÍÍ1caci(.o invcrs11 a 1:1 <le la cx prcsi6n c artoi:-rülica. 'I} n de c11.:r¡;1a }' J.: cldc!·mi naclus 111.1lcrias p1·i11\llS. Lu cs.:ula 11,\..:1<>11:d .:
m:.p:i. :i. ¡."T:in escala rcprcscnlll una c.x tc11sión rcl:.t1va olc n lc pcc¡uenn. in t crn:icivnal. .. t:s lu J.: l<ls mcn:uJ->s csend::dcs, l.1 .le la:1 rcla.:1.>11cs
Esl:. confusión. cuyos orli;cncs uo csU!. n cl:i.ros, es muy frecuente Y técnicos su¡>criorl..'s, lu Je las nc¡;.i.:iu.:i.i11cs en la cumur<-> (p.i~1-
n11mcroli0s ¡:có¡.'Ta fos cllt!n -en cl\11. 11ns 118· 11!1). ..
' . ,,, J.

/,A GJ~OGllAINA

nor.im:\ ~e ltl\n!!Cormn. cun1H\o se \:ontcnwlnn los Al¡)es <.lcsclc


Hn :\\'ión n \Hc'l mi\ m<'lros de n\tilmt. Unn ctnpn prlmordinl en ln trn:rcct.orln de In lnv~
Un m\.')mo ~J.n"nfo pucoe proceder nl esluclio ele los pro- Ugn.dón gcogrMica: ln c1ced6n de los di!crcn~
blcmns de unn nloc:\ nfric~nn, nl :mñlisis de l;i situación ele .·.. espacios de conccptunli1,.i.ci6n
In región donde se encucnlrn la nldea, nl examen cJe los pro- . -~·
hlcnms n nivel del Estndo al que pertenece, y n In indngnción En el plano del conocimiento no exlste un nivel de análisis
del csubde~:\rrollo > n\ nivel del conjunto formndo por el «Ter- . .•·' prlvilcgiado, y ninguno de ellos es suficknte, pues el hecho
cer Mundo>; este r,eógrn fo rcnlii~nr;-\, de hecho, trnbnjos muy ..'· de tomar en consideración tal espacio como campo de obser-
diferenks (y no sólo por el vocabulf\rio) que nunca le remi- vación va a permitir captar determinados fenómenos de- r
tirnn unos notros y que parecen excluirse en muchos puntos. terminadas estructuras, pero va a ~uponer ln dcformac16n u
Pon~amo~ un \tl~i.n1o ejemplo cuyt\ signilicnción puede ocullación de otros fenómenos y .de otrn.s estructut'M. cuyo
captnrsc mejor, pues :lns aln~ion<'s se referirún más fácil- papel no puede juzgarse a priori y qu~, e~ consccuen~1n , no
mente ñ. extH~rienci:\s fnmiliarcc; en un conjunto del que co- 1
rnedcn cJesestimnrsc. De este modo es md1spcnsablc ~ituarsc
1\ocemos ln diversidncl de <lspeclos 11or In p1·úclica socinl: en otros niveles de análisis, tornando otros espacios en eon-
cad·n \'C7. se trnln m:\s de lns «l'C<llicl<lclcs urb:11ws» conside- sidernción. A continuación .es preciso renlizar la nrticul.a.cfón
rnd:t.<; globalmenlc (donde los «faclores físicOSl'> no deben ol- de estas observaciones tan diferentes, puesto que están en
vidarse, no sólo por cunnto se reliere a los paisnjes, sino fllnción de Jo que se podría denominar espacios de conceptun·
'v''
también, y c:irln ve7, con m:iyc r insistencia, por los problem:is li7.ndón diferentes. .
de la .- pol11ciónl'>). Sin cmb:irgo, éslos nparcccn cJe formas En el plano, no del conocimiento, sin~ ?~ In ncc16n _(ur-
muy diferentes según se les observen gran cscab, a nivel de bnn.ística 0 militnr), existen niveles ele anahs1s qt~(? con\'lene
grupo ele inmuebles (¡,cómo ha sido elegido?, ¿dónde se en- destacar porque corresponden a espacios opcr<lc1onales, .en
cuentrn ?) , ele b:i.rrio (l.cur\1?) , según se considere solamente función de las estrategias utilizadas.
el centro de ln ciudncl, el con j unto ele l<l misma o ln aglome-
ración con sus subu r bios más o menos extensos, y segün se
No hay que considerar .defini~ivm:i-~entc el:?orada Y
gura esta trayectoria ele Ja mvest11pc1on geo¡_naricn. Lll mn
se:
considere a e~c:aln reducida. este conjunto urb:rno en el marco )'oría de Jos geógrafos han .eludido este problcm:l, sobre todo
tic su .-reg-it) n ,. (que puede concebirse con mayor o menor ·en ¡0 rebtivo nl análisis ele los hechos «lrnm<lnos": No .se
am plitud), o en la.e; rel<lcionc.c;. que mantiene con otrns ciudn- tratn nquí más que ele un esbozo resultante '.ti'.' cons1d~r~c10-
des m:\s o menos distan tes. ncs a\m mllY empíricas; determinadas .cuestiones com1en2:m
El estudio de las relncioncs interurbanas, desan·ollado sólo a pl:\l\lenrsr.: ¡,cómo elegir los diferentes :lspect?5 de
desde h:lce unos quince años \)Or los gc6gr:lfos, lo mismo que . c'i6n?. "· Cómo cst:ir seguros de r.u :ic.lecu:i.c16n
concep t ua l11,a nl
7 •Q .
el de lns «reclc.s urbnnas» , que es preciso colocnr ('11 el úrn- · · to ele t"les fenómenos y ele tal r.struclurn. <· ue
conoc1m1en " 7 .. . 'f
bito nacional e inlernacionnl, hn modificndo y enriquecido t1lílbjc conccplllal conviene :i cndn uno ele ellos · i. \ 11 10 _e e~
1

co11sic\ernblcmcnte l:i. problem:iticn que se nplicn n los b:ln-ios luar la articulación <le estos diferentes niveles <in:\Jítico.s.
centrales, y ~ l:l inversa. Catln uno de eslos ciifcrentes niveles ·Por qué nivel comenzar el an{disis?
de an<i.lisis que pueden disti n rruirsc clesde l:i. mayor h<lsb'\ la t. Lo r¡ n c parece se~11ro C'S que p:ir:l todo lo que ¡~osee un:l
menor cs~la, no corresponde s6lo a l<t consicicr:i.ción ele 1111 signi ftcación espacinl, In nalur:1le1,a de las obscrv:icioncs que
esp~cio mnyo r r.1 mcno1·, sino también a l<l denrnrcación de las , d 1 ... ce"se \;\ problemática que p ticdc pbntcnrse Y los
c:1racLerísticns estructuro.les, que permiten delimitnrlo. puc en 1.. , , • . f ·· 1 ¡
ra?.on:lmientos que se pur.clcn ebborar esl:.rn ~n 11nc1on e e
- <l ¡ e.. ., ... c· considerado
• .y de l0s cr1Lcnos dr C'sla se-
l am:ino e ·' 1 .• 10
lección.

' ! io' /', o


..

~5~ LA FILOSOFIA DE LAS CJENC.IAS SOCIALES ....: .


,: ;
; LA GEOGRAFIA 255

E\ problema de las escalas es, pues, primordial en Ja astr~nomos, geógrafos, etc.) que han evolucionado histól'ica-
invcsligación gcogd .ñca. Al contrario de algunos geógrafos mente a medida del descubrimiento progresivo que nunca
que declara n «estudiar un m ismo fenómeno a escalas dife- acabará (pues la histot·ia no ha concluido). &tus represen-
rentes• , hay que ser conscientes de que los fenómenos taciones del espacio son útiles de conocimiento que debemos
obse rvados son diferentes porque son captados en esca las mejorar y construir para hacerlos más eficaces, e11 decir, para
distinta s. p ermitirnos comprender mejor el mundo y sus transforma-
ldé~tic~ _cuestión se le plan tea a l a hist oria . P~r ejemp lo, ciones .
la ex phcac1o n <le la jornada del 14 de j ulio de 1789, consi-
derada como acontecimiento enormem ent e si!,rnifical ivo, será
muy d iferente ~egún se pret enda saber lo que ocurrió j us- La <lif crcncia.ción di! utS rcptcscnlnclones
tamentc el d ía anlc:rio r , la semana anterior y el mes del c.spaclo
p rcc.:cdenlc:, o !;e l omen pe r íodos de tiempo mayores como 1..·: .. .
nl..1rco de observaciones y de trabajo: un a i"lo, cliez años, o Para el ·g e ógrafo, como p:-irn los demás hombrl!s, 110 cxis-
los lres s ig-los qu e prccedie1·on a la ca ída tlt!I A n tiguo régi- l t! m ás que u na .sola r e prcscnt:.ición d e l cs¡wcio terrestre,
m<.: 11; la his to ria d e los " t iempos coi-t os :11, la his loria ll amada aunq ue de va rios Lipos, según se considere una porció11 más
ca,s uística c:s e vitlen lemente m uy diferen te de la historia de o menos a m p lia del globo. A n leriormcntt!, c ua11clo los hoi:n-
los .. t iem pos lar ¡~OS > , que: permile poner en claro el tl~:-ino­ brc:s vi vían en su 11111yoría en el ámb ito de u n a a ulosul>s1s-
llo dc las cen t rad ic:cioncs de un modo de producción, tanto a te11cia a nivel de aldea o de t ribu, la ü n ica repr esén la c ión ··1
~#

nivel de las infraeslructur:i:; como <le las superestructuras. espacial que precisaban para sus acti vidades era la deriva~ a 1
Lo mismo que no deben confundirse los diferentes t iem- de Ja experiencia y del conocimiento espon táneo del pequeno
pos del historiador (22) al con:.;iderarlos en sus inlerrclacio- Lerrito1·io que ocupaban. Más allá comenzaban los espacios
ncs, los diferentes espacios de conceplHalización a los que debe míticos. Pero desde hace mucho tiempo, los jefes militares, !.
refer ir se el geógrafo deben ser objeto de un es fuerzo de Jos príncipes y los mercaderes han precisado de otras repre-
d iferenciación y de arliculación sdemátic:-is. Hay que esta- scntacio11e.s , las de esp:icios más vas tos que dominan o in-
blecer un a d ist inción radical c11Lre e l eiipacio en cuanlo ol.i- tentan domina r . Ln experiencia y la ol>sc:rvación 110 so n
ieto rca.l, que sólo puede conocerse a t ravés de determinados s u íiciell Lcs p a ra La lcs espacios, y la la bo r dt!l carló¡;ra fo-geó-
p r es upu cs lo s m ás o menos defonnanles, y por medio de un iJrafo se convit!rle: en esencial. Pe r o las reprcsc.nlac:iunes del
ul ill:ije conceptual má:; o meno:; adecuado, y el espacio en t!Spacio planclario rcvisle11 dunrnle mucho l1c:sn!io forma.
c ua nto o/Jjelo de conocfoiienlo, es decir, las difcrc11Les l'Cpre- miLica y se enlremczclan con las del cosmos; adc:mas, no son
senl.<lcionc:s del espacio real (el ele los pintores, matemáticos, muy llcccsarias, por cuanto no existen {11ér:ws ec:onómicas,
soci:iles y políticas que puedan dominar er:mundo. Con la
expi\nsióu coloni:.d de los europeos y con Jos o.graneles. des-
(22) CCr. los c <lifercnles tic11111os~ que Louss ALTllUss~;u prof1011c
di!ucn ci ar ( en Lire le Cu¡1ita,I, t. 11, fil aspero, l %5, 401 p!t¡;s.) : .. !'ara cubrirnienlos-:., las representaciones del esp~\cio pla~¡elario se
cada m od o d e producción huy un ticrnpo y una hi s lociu pro11ios d~-eun­ hacen necesarias y la u revolución galilcica» que provoca. su
tado s de form a cspccif1ca, tlc11Lrc.. tic! tlc~a r rollo tic las fucna.:s ¡1roduc- nlfJlura co11 las del cosmos cntraiia la iclc:a de una medida
l1 vu ; un t ie mpo y una hi:;toria rro¡¡ios <le Ju~ rclacio11c~ <l e prouuc·
ción ... , una h istor ia 11ropiu tic la :. u p crc~l ruc lura pollticu ... , u11 licmpc. ¡H·ccisa del lic:mpo, pues es éste el medio de n:sponclt!1· a la
y unu h i~ loriu pto ¡iic..:; d e I ;\~ pruducc ic..n cs ci c11lílic11s . .. Lu ~:; ¡i ccif1ciua u 11cccsidad de u na reprcsén lac ióu ca d a vez m:\s prt!cts a clt!l
Je cadu uno de c~lc..~ ticrn¡10:;, Je ca uu u n a <le c~l u ~ hi :; toriu~ ... , c~ l 1i espacio planetario. Se trl\la de l mismo problc1~1a .que el de la ,.'
fund ada .110\Jrc u n <lclc r minuuo lipo de urliculacié111 en el todC>, e~ deci r ,
soll r.: u n c ierlo lipo de: dc11cndcncia re s pecto :.1 lodo . .. La c:;pccilicidau
<l e cs t..o¡ l icmpo11 y c:.l~ hi~tunu:. c:s <liícrcncial porque cslú funuadu
medida t!xacta de la.> distancias marítimas, pn11 c1pal preocu-
pación d e los c:arlót:rafos <.le los si¡:los XVII y XVIII, solucion~1-
..
1

sobre hu r ch1c1oncs di f crc:11c i:il cs ex i~tc:nlcs cu el lodo entre los di f eren·


¡;
do 111cdi;.111lc la falJri cación de relojes que no se allcn.111. Es
tu n iveles... > (páJ;. 47).
1

1 ://:
1
tSG LA F'll.OS01r'IA DE LAS cr~C~AS SOCIALES.

t.:unbi~n l~ ~pocn en Q\le Knnt y ~cwton enseñan geogrnffn


y cscn~n obrM de geogni!ía. ·
,·-
........... LA Gt'UUIMJ•'IA

tar'°) que sucede en diversos puntos de la superficie del globo


y las ·interncciones cada vez máa estrechas que se producen.
- ( '-

El dC'.sn:rol.lo d~l. poder ~obre el espacio (y todo J>Oder Parece ser que la disposición de tales modelos podría ÍU.!PÍ·
Ucno un:\ s1souftcnc1on csp:'tcinl) cst.í. unido ni dcsnrrollo ele rnrs<?, en cierta medidA, bien ~en en una colección de mapas
b.s l"<!µ.rcscnl.'lcion<!!i del cspncio. A mcdicln que progresn el hom61ogos de esenias decrecientes, o bii>n en la sucesión de
c:\'pil-tltsmo Y ~e clc!l'arrollnn los medios ele producción, de im!í.~cncs que se pueden obtener· del cspé:leio terre.-;tre n mcdidn
gucrrn, de lr:rn~porle y ele difusión de id<?ns, y n medidn que q"uc unó asciende en helicóptero, en nvi6n o en cabina. csl)a-
~rospern~. ln..c; cn1elnclcs, se produce ·por .r;1zones de prnxis mi- cial, con ln condición de no dejnrse IJcvnr por las ilusiones
.,..
~

ht:1r, pohticn Y cconómicn unn diferenciación de las formas de de unn descripción paisaj{stica, ni sentirse coartado por Jos
utilización clcl cspncio; nl mismo tiempo se establece unn diíe- . métodos de cgeneralización> de los .cart6grafos (23) . Tales
rcncinción ele l:is repJ:cscnt.aciones del espacio, que e~ gran ~· ·
modelos deberían expTesnr, por una parte, las diíeren.cias a
P~rtc $On función d~ }l\ div~t·sidad de esenias en que es con- establecer entre los útiles conceptuales correspondientes a
s1dcr:'\do. los diversos niveles del análisis espacial (de la esca.In mayor
. · .T:'\lei; rc 1H·c~cnl.:iciones 1>c h:'\n propngnclo clesclc l:t..c; clnscs n Ja menor, o viceversa), y por otra parte, los contornos Y las
dmgcntes host.n cnpns cnda vez más runplias de la poblnción: estructurns de los espacios de conceptualización correspon-
t·<"prcsentnciones cartográficas, formas de conocimiento muy dientes a estos diversos niveles de análisis. Éstos, así como
"J)arcc.i?ns pero ob.ir.t~vn.c;, unidas ni ejercicio del poder; pero las diferentes escalas (que no deben escogerse al azar, ni en
tamb1en represenlnc1oncs con función ideológica, tanto más función de un orden matemático a priori), podrían represen-
subjetiv:ts y mislincnntes cuanto que el espacio es, cierta- tarse mediante una serie de planos superpuestos. Sobre cada
m·entc, la •nnturnleza>, pero son también los demás. ¿ Quié- uno de estos planos podrínn inscribirse lós contornos de los.
nes? ¿Qué e$pncios? diferentes espacioe de conccptunliznción que es preciso dis-
Hoy nos refedmos constnntcmente, de manera implícita tinguir y clabo.nr a este nivel.
o explícil:i, n lns nnHliplcs representaciones del espacio que Todo esto es muy vago. En cuanto a las· articulaciones
se entrel:\7.nn no sólo a. nhr-el del saber (escuela, ?1iass-m.e- entre estos niveles de análisis, es aún prematuro inten!ar
di.a ... ) , sino l:unbién en la práctica social: traslados diarios •un esbozo, pero deberían poder expresarse en-términos de
entre el lugnt• de trabajo y el domicilio, y salidas de fin de ·enlace estructural, consiclernclos en el marco de las diferentes
semnnn ~· de vncnciones m:\.c; o menos lejanns. Vivimos en · formaciones sociales y de sus relaciones. '
unn c.<:7m.cialid11d. rfif crcn.cial que se pc1·cibc ele forma difcren- No se trata de llegnr a In elaboración de un solo modelo
1.e según lns clnses sociales. Las reprcsenl:tciones del espacio de articulnción rle los diferentes cspncio.-: rl l" conccptualizn-
pnrn In llamnd:\ iel soc1".cly ele los neródromos no coinciden ción, sino de muchos modelos. No sólo por razones que de- .
con las el e los trabajndorcs inmigrantes.
(23) Prr.nnF: Gr.onr.r., :t propó!;ilo tic I:\ 1:'º.c!ón de c!;ittmeión ~co¡rr:\·
r.c:v, subr:\yn su diversidnd, y e''oca la pos1b1h d:ld de represcnlnrbs. n
escalas di!crentes, como ceslrnl<'s superpuestos• unos ~ otros. cUn
Prcpnr:i li '"º!" pn rn la cla hm-:icl6n de modelos mismo país ... se descompone en eslrnl~s, sup ~r pt~eslos, diferentes. De·
que n.rliculcn diferentes cspa..cios de conccp- terminados problemas ... pueden cs~ud1a;se pa rc1nlmr.n l e n escala de
pc11neiias regiones. .. Este eslrnto 1nfer1or eorrcsponclc a Unl\ repre-
l\tnli7...i.ci6n ~· sentación cartogrMica n ~r:111 esca!a. Pero !':Hi:l puede ser completa-
mente explicado, an:ilitndo y cons1der:1~? s1 no nos ele~ni:nos.? otro
nivel, el de los mecanismos de producc1on o de comcr~1al1znc1on que
Para ln investigación geográÍlca es preciso, en primer lu- se escnlonnn desde la cscaln rc~ionol hnst:\ 1:1. .rle :un cont111cnle... F.:st-0s
g¿u·, emprender In elnb0r:'\Ción de modelos que expresen la cstr:1tos sucesivos no se surcrponcn ele modo ind1íercnl r. Se ~ncaslr:i.n
nt1:iculación (o mejo1·, las arliculnciones) entre los diferentes unos en otros y, h:1ciéndoln, se model:in, se rlr.form:in ... • (f.o Grograpluc
e1.ctive, P. U. F., l!lG~. 3!l!l p:\gi;.).
cspncios ele conccptunlizac.ión, útiles éstos que pc11nitcn cap-

. ··•r:J. .. ,lft:·:··: . :.:- ~


. · :·•.!...!.t·: ··
····..··
,,
...
. ''!t .
' . L!"
-:J. • 1

.. 258 LA FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA GEOGRAPIA


.... ...· .
pen.dcn del d~rrollo histórico, pues las formas de organi- pende del hombre. Es él quien, adccuáudolas a -su uso, des- . .'{·
~clón de ~?s d1feren~ esp.acios han cambiado en el tiempo, cubre su individualidad ... ~ntonces es cuando una comarca
smo t.Amb1en para test~on1ar la ·creciente diferenciación que se perfila y se dife rencia, convirtiéndose a la larg~ en· Á)g(> .. ' . :· . ~
se opera en la supel1k1e del globo entre .las csituaciones gco- así como una medalla acuñada con la efigie de un puébJQ. ' . ~ ..:. ·.. ..
gri.ficas>. Entre éstas se multiplican los fenómenos de rela- Esta palabra. de personalidad pertenece al ámbito y al voc. , :
ci~n Y cada una· de ~as depende cada vez más de los equili- bulario de la geogr afía humana ... »
bnos de fuenas a nivel planetario.. .·.
Para Vida! de la Blache, estas cpersonalidade.s>, estal .
.;,,.. ;
Esta larga reftexi6ñ. sob1·e ias escalas, los niveles de «individualidades> que constituyen las regiones, son datoa de
análisis. Y los esp~c~os de conceptualización parece· quedar la naturaleza y de la histol'ia que basta constatar, y no · una
i
muy le)os de la crlSls de la geografía y de la investigación i :" construcción de geógrafo, el resultado de .sus propios razo-
de sus causas. Pero ahora que comenzamos a entrever hasta namientos. No tiene por qué 'justitica1· ni explicar. las razo-
qué punto las observaciones y los· razonamientos geográficos 1 nes de las elecciones realizadas en el co1úuso amasijo de las
!
están en función de la dimensión del espacio considera.do y 1' 1
cosas. Para Vida!, .cada región se conoce al instante por su
de los criterios de esta elección, podemos medir mejor las 1 fisonomía y sus paisajes, cuyos rasgos hay que desmenuzar
consecuencias de la orientación duradera que la obra de Vidal y explicar.
deo la Blache parece haber conferido a la labor de los geó- Esta tendencia que postula la posibilidad de reconoci-
grafos, .no sólo en Fra~cia, sino también en muchos otros miento inmediato de las cindividualidadcs geográficas», esta
países. ilusión o esta estratagema de la familiaridad con lo nml, que ·-,
ÍJ
permite creer que la descripción reúne todos los elementos
posibles e imaginables, mientras que efectivamente r esulta
La "personalidad" de la región; ...· de elecciones .más restringidas, va a permitir a Jos geó!.rrafos
un poderoso concepto-obstáculo eludir problemas epistemológicos fundamentales.
Pero tales problemas no se habrían esquivado durante
El principal mérito que se atribuye unánimemente a Vi- Lanto tiempo si Vida! de la Dlache no hubiera enccnado la
dal de la Blachc es el de haber mostrado, mediante el aná- investigación geográfica entre los mál·genes de un ítnico es-
lisis monográfico profundo de las crealidades regionales:., la pacio privilegiado, al situar la cmonografíu regional > en la
complejidad de las· interacciones establecidas a lo largo de cima de la jc1·arquín de las labores geográficas universitarias.
la historia entre los hechos físicos y los hechos humanos. El Desde en tonces, la observación y el trabiljO se hallan en
marco en que Vic,ial coloca sus observaciones y sus reflexiones lo esencial bloqueados a un único nivel de análisis, el que · 11
'
es la cregión>, que presenta como la crealidad geográfica:> permite captar cla región», espacio de ·~onceptualización ..¡:
por excelencia. El talento de las descripciones vidalianas hace única, elegido para poder aprehender las zo1:)as delimitadas
de la región una entidad compleja en posesión de una verda- i por las a11tiguas fronteras provinciales y sobre todo los pai- /¡
dera personalidad. No escribe (2.4) sobre la cpersonalidad> sajes. Pero la descripción de los paisajes co.1Tc.sponde de he-
de ·Francia (pero su proceder es el mismo que utiliza con las 1 cho a un nivel de análisis determinado, pues la..s formas del ·¡
regiones): e Una individunlidad geográfica no resulta de sim- relieve que se consideran como su arquitectura esencinl no •:
ples consideraciones de geología y de clima. No es algo dado se obtienen sino mediante el uso de escalas preci.sas. . ¡'
por la natul'a lcza. Hay que partir de la idea de que una co- El fovo1·eccr ciertos niveles del análisis c¡uc col'l'csponden
marca es un lugar donde l'eposan enel'gias sobre las que la a cletermirn\uos tipos de espacio <le concC'¡1l1wli:wción pl'O·
naturaleza ha -depositado el germen, pero cuyo empleo de- vaca, por ra'.l.ones evocadas nntcriormcnte, la deformación u .:
ocultamiento de factores que 110 podrían capla1·sc de modo
(24) T<Wka." "4 la. giogrupl1ie de . la. Jo'rance, pái:. 8.
conveniente m:\s que mediante otro:s niveles a1111líticos. 1.'alcs
,. 1
i

---:--- :------- - - - ·- - --·- - .


HO
...
LA l'llA!0'1A OS LAS cf''~IAS SOCIALES /,,A GEOG/lAl'JA.
-
factores se hftUnn "ubrepUclftmont.o de!CArll\do~ del r:uonn- 11
··; 0
~1 pi~logo no ctrnbnJll• ll fdéntfcA aalll qua' el cll:tnat6JoSo
1. \
mlcnto, dcbictn 1\ unn nutónlicn mtrnción de i nCormnclonc~ 1 . o el geólogo: lo mls:m<> ocurre on · 141 clcnclaa aocWce: el
qua c:onsislc en <~climillr n priori e1 tipo de cspncio que debo I ~~. economfatn ctrnbAJnt ya Wl n gnn otcnlo. (microcconomta),
constdcrnnc pr1mordlolmcnte. De este modo, ~n que npn- y.11 n escnlM que permiten C4ptni' loe problcmn.s 1t nfvot na-
...... rcic,An en el lrnbnJo y por c.-;o mismo n·o hnyn necc~idnd de cfonnl o internacfonnl (ma.croeconomfa) . EJ único sistema Jó-
justiflc111rlo, se dc., cnrlt\n Jns rcfcr cnclns n un g1·nn número gico pnrn el geógrafo, que se halla conatreftldo a. rcmftfree ·4
de foctorcs cffsicos>, econ ómicos, socinlcs y poHticos . P ara dlsclp1htns cndn vez mú numcroaaa y di!crencJnd0:~ en su
dctennin!\r su pnpcl ctt lns combinncioncs geogrMicflS\ h ab r ía método, es el trnbnjo enciclopédico que yuxtAp0ne 1111 &J'Ol'·
que s ituArse en o tr os niveles d e nnnlisis y considerar espncios tncioncs y lns ctosifica mcdia.nto la referencia a u~, at.t:cma
menos VMlos, mñ.c; extensos, en fun ción de otros criter ios de las ciencias. Como la clnsificaclón trad icional (quo·expresa
tti l'\l6l111ti vo~. P r.ro 1~ . ~llC l'M n n li cl n cl el e In r crrión >, pcrcibirln n1 guno~ tipos de relaciones ideológicas entre la naturaleza 1
en cunn to rln.l,o , es un··conccplo clotnin:mlc que obstnculha. Jos hombres) se ln icin por In cn umcrl'l cl6n ele:! un CÍC!rlo orden
Pcn nilr.· C'lnhor:w u n lrnbnjo ele ciertn cohercncin , yn que · ele los elementos extr nído1' de lns clenclM n:llm·nk 4' (l .•, re.
corr C'.<;ponclr. a 1111 Mio nivel rlr- :in:\liid~, y In evncnr.i<ín clr. lns ··: Jicve; 2.•, climn; 3.~, vegcl:.'lción; '1 .•, iío1' ... ) , rcsultri que lM
cincli\lid unliclnclci:;,. 1·cgion:dcs 11ue<le ndcrczai·sc r.on IM íl" ri- divisiones <lcl espncio y In eléccl6n de !ns cscnltt& que c0!'1'9-
l uras liternri:ts de múlliplcs imágenes antropomórficas. ponclen al estudio del cmcdio físico» son colocados ~nta del
'
' ,.:,J·, análisis de los «hechos h umnnos>. Esto se hará, pues, utili-
: t·,i1! 1'.
znnclo en parte el lengua je de las cien cias soéialc.'l, pero en el -,
LM consecuencias del bloqueo ele In refioxión ámbito y el nivel analítico elegido en la lógica de determ ina·
.sobre \ns csc:i.l:ts .... d as' ciencias natu rales. · · ·
. ::~.. T.......-. Ahorn bien, las regiones, cuya personnlidnd r eposa sobre
Al eludir el problema fundrunentnl de la elección de es- ··:: In homogeneidad de detenninndos pnisnjes ,º.sobre la~ cadu-
c:llns (lo CJllC cntr:liin una rnplurn con la cartografía, confi- ., cas fronteras de las antiguas unidades pohticns med1~valcs,
rm<ln :ti rnngo ele lér.nicn , aunqnc su estntulo cpislemológlco nio corresponden a las zonas diferenciadas por los efectos del
cst:'t n locbs luces mejor Illnclnmentndo), el presligio <le Jn d csnrrollo industrial y urbano. •
escuela vidalinnn va n nhonar n los geógrafos In preocupn- En estn incapacidad de plnnlcar los problemn.c; de In espa-
ción de tener que justificar los espncios n qur. se refieren y :: cínlidnd diferencial se halln también la explicación <le lo que ·
!ns escalns ·que favorec en implícilamcntc en sus trabajos. . .·· anteriormente se ha descrito como el ~di lema> de a_lgu~os
Unos rcaliznn sus descripciones siempre a grnn escala, mien- geógrafos; su trayectoria no confluye con la de _las c1enc1~
trM que otros prefieren las observaciones a esenia r11éÍs redu- socinles porque no caen en li\ cuenta de que el nivel ?ª
ann·
cirln. Esta 1·C'r.istenci<l n. consiclcrn1· In inve..<;tiro1ción geográ- li sis en que se sitúa su trnbnjo c geogrñfico~ no ~erm1te cap-
..:~, : tn r los factores económicos, sociales y políticos. Est.os se elu-
fica como In rcfcrencin sislcm:Hicn a nivr!ll!s analíticos "º·'
difcrcnles explica, en gran mecl icln, el hecho ele que el d en 0 bien , como .ocurre hoy frecuentcm_en te, se evocnn de tnl
rormn que ,"tflot:m> sin intervenir efoct1vnmentc en el trnbn·
Lrnbnjo de In mayoría ele los ·geógrnfos sea una yuxl.apo-
sición de elementos extrnídos de {\isciplinas diferentes más \ jo; y est..'ls alusiones cnrecen de eficacia.
que el estudio de sus interacciones. A pesar de las aparien-
ci:is, .cslas p:ulículns de saber que provienen de las ciencias
naturales y de !ns cienci as socinles están concebidn.c; mediante
rcferencins cxpllcitns o implícitas n diferentes niveles de
:tn ~lísis; conesponden n diferenles escalas de observnción.

. ..,, ., ..
~e·· J:t • 1 • .:¡JJ !·'Í~
. ·.··· . '.. .....,, :•·. . ' .
• 1• 01!1'."• . ' :
~·,,: ·.
,f /JI, ~:

T!
l. ... . .

.
~
ZG:: LA F'JLOSOF'IA DE LAS CIENCIAS SOCIALES ·~~:;'
,~,
LA GEOCRAFIA 263
..~-.
UI\ o.fil\amicnlo1 pero larnbién una reducción
1 :(ffr que serán eludidos luego: Reclus considera al Estado como
.:~: espacio de conceptualización preferencial, Jo cual le permite
del -pensamiento geográfico 1 ••: ·
conocer sus problemas. En contraposición, no ncict·tu lll ex-
~~~\
poner las diferentes caraclel'islicas di! una gcogrufía regio-
1'ras Vida\ de la Blachc, la inílucncia que ejercen las gran- nal en particular la de Francia, cuyas síntesis descriptivas
des monografías r egionales, repletas de numerosos detalles for~ulará Vida! de la 131ache perfectamente para las diver-
fmamen~e analiiados, ~upone un cierto escamoteo de una par- :·. sas cpersonalidades> regionales que distingue. Será justa- !.

i~
te cscnc1al del pensam1cnto de Humboldt y de Ritte:;.·: su afán mente esto la finura del análisis geográfico a nivel de estas
de reemplaiar ~l estudio de cada punto en el m'a rco del co- monografí~s regionales, lo que hará olvidar ia importancia de
. nocimiento del conjunto del globo, implica la necesaria re- •·:= · la aportación de Reclus. También es cierto que el antiguo
ferencia a múltiples niveles analíti'cos. Este ·principio, que ..
"'' .·miembro de la Comuna, ideólogo de la anarquía, v.ivía en el 1
De ·Martonne llama cde geografía general>, forjado por quie- exilio, mientras que Vida! de la Blache, profesor de la Sor- ¡·
nes son considerados como los dos primeros geógrafos «Cien- ·:::· ·bona y miembro de la Academia pe Ciencias Morales Y Polí-
1
tíficos> o cmodernos>, tiene la misión de asegurar cla unión ticas, compartía las ideas de Maul'Íce Barres (25).
de la geografía general y de la geografía r egional» {De Mar- Pero esta elaboración geográfica que llega a excluir Jos 11
tonne). Vidal de la Blache y sus seguidores h an transforma-
do esta, te ndencia, que inwntaba articular el análisis <le un
espacio geográfico cualquiera con el análisis de alcance pla-
oeta1io, en una comparación entre las regiones a nálogas que . .;....
problemas industl'inles y la función de las ciudndcs en el
momento en que se hacen esenciales, que yuxlapone y aísla
ciertos elementos del saber, mientras nfirma que su misión
es la de articular los, y que describe una organización terri-
j
pueden existir en la superficie del globo. La articulación de toria l anacrónica e ilusol'ia, ¿ de qué puede sen i1·?
los düe rentc~ niveles analíticos sólo se mantiene mediante la
evocación de los " datos físicos importantes> en el desarrollo
11
de la geografía general (la geografía por zonas sirve de mar- "l La geografía no sirve para nada'!"
co al estudio de los «géneros de vida>). Pero, para el estudio
en profundidad. de las regiones, lH·cvalece la comparación en- A estas allurns de la l'eílcxión, no hay que olvidar Ja
/
tre situaciones ele conjunto a niveles analíticos idénticos. importancia de las funciones políticas y mi Ji tarC.S que trn-
En estas condiciones se desarrolla, durant.c los primeros dicionalmente desempe1l:l la geog1·afía. En vez ele dc1;np11reccr
años del siglo XX, una geografía que tiende a .afirmar su ca- a fines de si¡:lo x1x y principios del xx, estas funcion es, c¡ue
rácter chuma110:», pero que elude el 'Problema de las ciudades implican la búsqueda de la eficacia, aumentaron co11 la ~x;
Y de las industrias y que, considerando definitiva un a organi- pansión coloni al en África y la revaloriznciqn ele las co loni ~s-. ·
z;1ción del territorio francés basada en Jos límites de las an- con el agravamiento de los problemas balcánicos y lO'ls divi-
liguas provincias o en los datos geológicos, olvid:t el papel siones políticas que orig inaron. En cuanto a los hombr es de
de los polos industriales y tic los núcle0s urbanos. ucrrocim; In csll'alc¡ria ele sus bloqueos tan lo en F'r11 nci:\ como
l'anl explicar inlcs omisiones, puede decirse cie1-tamenle en el c~lrnnjero debe apoyarse 11cccsaria111Cnlc .sobre um1
que los geó¡,-i·nfos ele In época, con V iclnl de la Dlache ni frcn- úlallo1·ación g-eugl'idica eficaz.
~. no habían comprendido aún el papel de las industi·ias y de De este modo, puede decirse que a fina les del :;iglo XJX
la:; gra11d1~:; a1~lo111c 1·acio11<::; u1·1..Jauas. :::ii11 e1 111Jar¡tu, );:lisée H.e- e l lrnbajl) ¡,;co¡:r:'dicu se hal..Jia desJvbJadu. H11.sta e11tvlll:cs
clus, que había publicado vcinte años nntes un conjunto de habfa cslat.lo sujeto a personajes unit.los cstrcchamenlc a l
obras que alcanzaron gran -:xito y fuei·on muy uti lizndas en
lo sucesivo, concede un importante lugar a las ciudades, a las (2!'>) Cfr. P. C LA\'AL, Pow· le t:i111¡11u1<lc11o i1·c d.: fo lJIOT l 1'4: v;Ju l úc
industrias y a esos problemn!i oeonómicos, sociales y políticos fo lJlu.;/1c.

l
: • '• !. : .

- ---··-
.
LA FlLOSOF'JA DE LAS r~NCIAS SOCIALES LA GEOGl~AFlA

Est..'ldo o nl ejército, afanosos de ejercicio militar o político., desatfÓllan en .él, y en las relaciones que se establecen entre
en la épocn en que In geogr.úía ern un saber destinado n las Jos hombres y Ja cnaturaleza>. Ei. hecho de que In geogrnfü1
clnscs dirigentes y muy en particular a los príncipes y a los sea una disciplina ca caballo> entre las cienciélS naturale.s y
jefes milit:tres. las sociales permite favorecer (consciente o inconscicntemcn·
A último$ del siglo x1x, In crisefianza de la geografía ocu- te, por los diversos procedimientos antes citados) el papel
pn en Fr:mcin un lugar en los progr:tmas de los liceos, de Jos de los factores cfísicoi;> en las observaciones y el trabajo, y
colegios y de las escuel:\S primarias y se imparte a todos los eludir el de los factores económicos, sociales y políticos.
futuros ciudadanos.· Entonces se constituye una geografía La trayectoria de los geógrafos les conduce muy frecuen-
de profesores, coronnda a nivel de In enseñanza superior por temente a dar razón, . mediante métodos inspirados en las
quienes tienen Ja misión do formar a estos educadores ... En- ciencias naturales; de procesos ·y de situncioncs que deberían
tonces es cuando se produce el desdoblnmiento del saber geo. utilizar fundamentalmente el método de !ns ciencias sociales.
gránco. ··:. Los geógrafos realizan un trabajo que trata del objeto de
Por7 un Indo, de ·fo1mn continuada, discreta y relativa- las ciencias sociales (y en la práctica son los únicos que pue-
mente eílcn1., infonnnda· de los objelivos perseguidos por tlen nbordarlo en la escueln y en el liceo) pero prescinden de
quienes ejercen el poder, una carlogrnfín y una. geogrnHn ellas para colocar en su lugnr una explicación basnda en la
(sin ~eógrn[m;, en cl sentido en que se les toma habitualmen- n:lturalezn. Esto no se desnrrolla sin incoherencia y, por úl-
te) que ~t.án estrechamente ligndas ni ejercicio militar, po- .!t{. timo, el razonamiento y Ja explicnción desaparecen p:i.ra afron-
lítico y econtimico. '"·1·:. tar Ja enumeración de los hechos en el orden enciclopédico
·~~:.
Por ?lro Indo, se clesarrolln unn labor geográfica, ·que re- ritual (1.0 , relieve; 2.0 , clima; ·3.", vegetación; '1. 0 , ríos; s.•, po-
produce en unn relación · maestro-discípulo los elementos del
saber por el saber, negándose a cumplir otras funciones. ·!·~r blación ... ) . Este desmanlelnmiento de In lnbor geográfica se
ha reflejado durante mucho tiempo de la forma m;ís típica
Este trnbnjo pedngógico y científü:o, de..c;ligado de la práctica e~ los manuales escolares destinados a Ja masa de Jos fu-
militar Y políticn, es el que se considera geografía. Se trata turas ciudadanos, detenninnnclo actitudes negativn.c; cuyo con-
de la de los profrsores. Mcmás de In elaboración· de ideas tenido ideológico es considerable: .:No hay nada que entender
pl'opinmcntc cientlf~. que rcalizn n pesar de Ja.e¡ dificultndes
mencionncl:i.s, su pnpel, sobre todo tnl como se ejerce en la .....
~~
. ".\',,
en Ja geografía, sólo es preciso utilizar Ja memoria ... ;, Ahora,
bien, el <ímbito donde no hay nadn que comprcndP.r es el
escuela, es fundnmentalmente ideológico. .!,{~ político .
Desde hnce v:irios decenios, su lnbor hn sido nlternada y ·~
..,~ -

enormemenle clesnrrollndn por otra geografía, la de los ma.~s­ ..:.·~..


.
m.cd.t·a.. Aunque cliferen le por sus medios de expresión, man- Los geógrafos, ¿mistüicadores o mistificados?
tiene <le hecho los mismos csqu~ns ideológicos, combinñn-
dolos con In información y In propngnnda comercial o En gran medida, el trnb:ijo geográfico puede ser consi-
política. derado, sobre to~o en sus formas escolares (pensemos en Jos
Con el riesrro de caricntui;znr exngeradnmenle y sabiendo millares de lecciones de geografía explicadas desde ln insti-
que será nece.snrio enseg11idn matizar y corregir, puede con- tucionalización de estn disciplina), como el medio de un in-
sidernrse que In función ideológicn de In geografía de Jos tento de mistificación de grnn envergadura. Ocurre como si
profesores hn consistido .ante todo en ocultar el carácter tuviera la misión de impedir el desar.rollo de una reflc.xión
eminentr.mnnte tmlítico de los fenómenos geográficos. Fun- poHtica ~ propósito del espacio y de enmascarar la estrate-
ciona como pnr:i disimular el pnpel de las estructuras eco- gia utilizada al nivel del espacio por quienes ejercen el poder.
nómica.e; y sociales y el pnpcl del poder político en la orgnni· El procedimiento más eficaz de esta mistificación se bélSa en
zación del espncio, en las formas de diferenciación que se Ja elección a priori, aparentemente inocente y sin consecucn.-
ftlSTOlllA DI: LA nt.o1orfA. T. 1'1.-Jll
' ;1:.

t66 L.A FlUlSOFIA. DE LAS CJEN,CIA.S SOCIALES


LA GEOGRA/í'IA 26'7
ciu, del ~patio donde quedará. consu-eñido el ruonamiento. cientes. La trayccto1·ia de Vidal de la BJacbe er. lo qva u
dentro de ciertos limites~ sin tener idea de salir para cver• ~~ refiere a la gcogrnfín general es muy diforcmte de la do lu
ot.r:\ cosa diferente. - ~~~· monografías regionales. Pero ra1·a ve--' ~e hace a·c!erencia a
~ ~afos han sido los instrumentos ·de esta mistifi- los P1incipes de Géogro.p/1.i~ huma.iM (26). a pesar del wran
cación. pero han quedado ellos mismos mistificados. Y lo que inter és q ue r evis te esta obna .
.·:.
se denomina hoy la crisis de la geografía corr esponde en La iuílucncia ejercida por Vidal de lé1 Blachc resulta de-
~ nm parte al descubr imiento progresivo, realizado por los sigual s egún los sectores de su pensami~lo. E ntre ·su.s con-
mismos geógrafos, de la amplitud de la mist ificación de que tinuadores, In ol>rn (27) de Albert Dcnuu1'geou, por cj1m1¡>lo,
son agentes y, al mismo tiempo, objeto. De aquí provienen ., se carnct cri:Ga por el intcrl!s l'C!Sp cc to u los pr oblemas c:conó-
las rettexiones epistemológicas recientem~nte aparecidas y la ,•, : micos y pqlíticos. Pero a este respecto su influencia se ha
evolución (lUC comiem.a a operarse en la enseñanza y en los considerado muy limit..Hla. No han faltado los t::eó¡r1·ufos que
manuales escolares. El papel de un geógrafo como Pierre ' ·.
cuestionaban el orden c.st;d.>lecido, a unque .sean m inoría. Lns
Ceorge ha sido grande al respecto. La orientación que ha conv.icciones nnticolonialistas de Jean Drcsch, pionero ue una
dado a una corriente del pensamiento geográfico ha contri- gcogrnfín ele lo.s cn11it.alcs. defenso r de la uniclud de Ja geo-
buido cu ¡;ran medida a l:l . toma d e conciencia que ha favo- grafíu (aunque .se orientara fundi\mcnlalmcntc h:ici41 la gco-
'rccido la apal·ición de la crisis. En muchos aspectos, cons- modología), han inspirado las investigaciones ele cicrlo nú-
tituye ésta un fenómeno saludable. Libera a los geógrafos de mero de geógrafos que han mostrado, quizá mucho a11tes
unos cuantos conceptos-obstáculos en los que estaban· enreda- que los economistas, los verdaderos efectos de Ja dominación
dos y les obliga a plantearse (por fin) problemas fundamen- : .• . coloni al sobre situaciones conc1·etas:
tales. · Sin embargo, durante mucho tiempo, estas diversas orien-
Esta crisis ' pennile el des arrollo de elementos muy positi- taciones que no eluden Jos problemas políticos no han influi-
vos que estaban ccongelados> desde hacía tiempo en f!ledio do demas iado en el funcionamiento de la geografíc\ en tanto
de la indiferencia más o menos general. En efecto, no todos que institución escolar y unive1·sitaria y sobre la.s influencias
los· geógrafos se las habían apañado para realizar descrip- ideológicas que ejerce sobre Ja sociedad.
ciones del mundo que eludieran sistemáticamente los pr~­ Hasta una épo<.:a reciente, las diferentes formas del · trn-
blemas políticos (en sentido amplio, los de la ciudad). Pero ·bajo geográfico puedl!n caracterizarse por una indiferencia
en el proceso de i·eproducción de las ideas, los pasajes y ln:s . .4 ,1,:, común respecto a los problem~ epistemológ-icos fumlnmenta-
.. ...
obras de significación política habían sido arrumbadas, col-
vidadas> incluso cuando procedían de maestros respetados.
.... les. Esla tarl!ncia es Ja que ha posibilitado el dcsarJ"ollo de·
la m istificación . Debido a los progresos que Vidal de la Bla-
; i1
En reva~cha, sin que exista un director de orquesta (oficial ': ·.::~
che consig·uió en Ja reflexión geogr:iñca, se Ita operndo inad-
'. ·~:;: ve1·tidamente la m'utación consistente en transformar un co- FJ
0 clandestino) los pasajes y las obras cuya función es mis-
1
tificadora han sido objeto de una amplia orquestación. nocimiento político Jel espacio estrechamc1)'tc vinculado a la jji
práctica, en un trabajo «apolítico» elaborado <.:on diversos
Esta discriminación en la reproducción de las ideas (ape-
nas existen anatemas, pero se ve que determinadas idea~ no elementos del saber extraídos subrepticiamente clcl l!spacio.
Esta ciencia epistemológica es la que ha conducido a aquellos
V
son r econsideradas y que algunas obras se hallan colv1da-
das») ha afectado incluso a la obra de Vidal de la Blache. No geógn1fos C)Ue no tenían ninguna razón para api·obar o to- 1.

es simple ni mucho menos, incluso en algunos aspectos r:sulta lerar tal mistificación, a participar inconscientemente en elln
contrad ictoria, y no queda limitada al Tablea.u. de la ge~gra­ L,:i :.~ .
(2G) V IDA L DE: u nucm:, Pri11cip.:s d.: !JIÍU!Jfll)Jltic /11wwi11.:, l 921, ..
1:
.,
ph.ú d.c la. F ra.nce, considera.do como modelo d~l. pen.sam1en~o
geográfico y que h.a sido tran.sf~rma~? e~ prest1?1osa garant1a
.::S.::- 325 pñ¡:s. , . , . . .
(27) A DCMANCl::ON : L e úülin d, l'f. uro pe ( 191:!) .: L /:. :11p1r.: lrri·
tcnrniquc (ÚJ23); Lr1s il.:s úiitnm1iquiS (1927); l.: N/1111 (l!J:l5). ·
..
de muchas empresas de m1stificac1on inconscientes o cons- !1

.~j."ili·:·
~!-"
-...- ... ~
;, 1;, ·,,·.
,
!1"/t.
.. ,,,. '· '
,
. ,
2GS 1.-A F'ILOSOF'IA DE tAS Jf'll!~NCIAS
•o SOCIALES
. .--._, . . .. vJ

o:\ no 'podc1· combatirln con eficacia. Para denunciarla y recm- que rehúsan abordar. L as diversas cienciRs que deben refe-
pln1.arla por un lrabnjo diforentc, hubiera sido preciso ver . rirse al espacio han dlldo muestras de un silencio similar. ·
cómo funcionabn y construirla de manern lotnlmente dif e- Al considerar la importancia del papel ideorógico que de-
rente. E.c;ln c;ircncin cpislcmológicn. es In que sitúa hoy a sempeñan las rcpresent.'lciones del espacio, podrfa pensarse
n umerosos ¡:rcó¡~rnfos en unn. posición de mislificadorcs invo- que el tem or de nbord:lr el espacio en cuanto concepto ex-
lunl.."\rios y ele mistific:\clos.
.~ . ~:
presa un fenómeno típico de clausu ra epistemolóJ?ic:t, ua~ndo
La mnniícsl.1ción íundamenlal de esta carencia y el puntó la expresión de Bnchelard. Pero el bloqueo de nnlurnlcza si-
de pnrlidn ele los subterfugios residen en In ilusión general -. mil.'lr que ha car:tcterizado también durante largo tiempo las
reflexiones sobre el tiempo no ha sido tan duradero, aunque
de poder cnpla.r directamente los da.tos sin reílexionar sobre
los efectos del utillnje conceptual que se utiliza en las coru- el papel ideológico de las representaciones del tiempo no pa-
f.1·11.c.cfonr.s pm·ciolcs. que se efeclúnn, y que se consideran, sin rezca menos a priori que el de las r epresentaciones del espa-
l':\7.Ón, como ln exp1:é&ión de ln realidad global. Esto conduce cio. Las etapas que señal:tn las tentativas de construcción
.\ ,.. , .·. del concepto de tiempo deben ponerse en relación con el de-
a 'la cl~cción, en rrr:m medida inconsciente, del nivel de nn<i- ..·.
lisis favorecido. Aquello entrnil<\ la ocult..-ición .o In deforma- s:irrollo de lél polémica política que utiliza los argumentos de
ción ele 1111 cierto númáo de fenómenos que, «eomo por aznr-., la historia. Es significativo const<ltnr que el razonnmiento
se hí\ll:rn enlre los qlle 1>oscen una significación política. histórico desempeña funciones políticas muy diferentes se-
Pero esl:i. c:i.rencin epistemológica no expresa una volun- gú n considere períodos de tiempo más o menos lélrgos. La
tacl conscienle de mislií1cacicín en l<i nrnyorí<i ele los r,eógrnfos. aportación fundi:tmentnl de Marx a las ciencins sociales y a
La elección ele un nivel analítico exclusivo o de un espacio In reflexión políticn es lá, en gr;m medida, en función del
ele concepluali7.:ición único, no hubiera podido ser la expre- interés que concede a los «tiempos largos'>, es decir, aquellos
sión de un:i. eslrnlegi:i. ideolór,icn consciente n nivel ind ivi- · ..:' .. que· permiten observar In evolución dialéctica de las relacio-
d'tlé\I más que en el caso de que el conccplo de espacio hubiera nr.s .Y de los mcclios de prnclucción. Ahorn bien, f'n In misma
siclo ya ohjelo de reflexión y de elnbornción, en el planQ co- medida en que Marx org-nnizn su r:tzoní\mient.o mediante In
Jcclivo, soci:i.1, de In producción del saber. Pero no es éste referencia constante a In histori:i que se halla reorganizndi:t,
et caso, precisnmr.n te. en esa misma se muestra indiferente respecto a los proble-
m:i.c; del espncio. Este silencio de l\farx, difícil ele cxplic:rr,
:·i •
•: ..·~·:
P· tiene tod:i.vín hoy graves consecuencias, pues lo cscncbl de
l:i polémic:i polític:i :1 n ivel nacional o internacional que cx-
l•:I hlo<tlll'n dt~ la rl'llcxiim sobre t•I
se silí1:1 nl nivel <le la !'>ocicrl:id
1•spaciu
.. ..
::

..
t ~' f
Jll'csa las l11ch:1:; de cla:;r.!;, y rn pal'l.ir.111:\1· ¡,., "::rnc:i:il ele l:i
:i1·~11mcnlación mnrxi!'it:i, h:lcc referenci:t ni tiempo y no al
": ..
• . · f; ...
L:i p1·11l11111~:1cln <::11·r11ci:1 rpislr111oli1gic:i <lr. lot; ~~<ÍJ~r:iíos no espacio.
h:ice sino expres:ir de m:rncra nel.a, habida cuenta del objeto }
1
. ·'·. • Sin ~mh:ir~o. ciué clr. · pol~mic:i.c; h:in sul's;iclo r.ntrc Jos Es-
ele S\1 disciplina, el rech;izo general manifestado ni nivel de '.. ..:·....· tados, en el trnnscurso rlc los siglos, :1 propósito del csp:lcio.
l:i. soci~cl:icl, en cuanto a pl:mlear los problemas del espncio, Tnlcs polémicas no han hecho prog-resar la reflexión sobre el
no el ele la ~comctria o el de la astronomin, sino el espacio concepto de espacio, pues los arg-umcntos ciue élduccn Jos prín-
Lerrestre donde !'iC vive con los dem;ís, sólo que en ténninos : ;~·:·.. cipes se sitúan lucios en el mismo nivel. H:i.ccn referencia a
p11ramenle empíricos. Los fi lósofos que tienen cierta signifi- • 'r • .:~ .. f
un cierto espacio de conceptualización, no el que corresponde
cación en ln producción de las idcns, mnnirieslnn una indifc- . ~\ ~J a la extensión del territorio, sino a las estructuras de la or-
:~<,:: gan iznción est.1ta l (un Estado amplio y ntro reducido corres-
r~n cln .~ns i Lolnl respecto nl csp;icio, y éste adqui~re una sig- 1

nificnc1m1 t:into nrnyor cuanto que ellos se interesan más por ' ·~..,. ponden casi siempre al mismo esp:icio de conceptualización).
el tiempo, .cntegorí:\.. que eslá estrechamente vinculada a la Pero los rcsbntcs espacios perman ecen olvid:idos. La argu-

..
., ,..
.·~ t:~. ,, .; . .·''''.,.... , .·
: ....
------- - -·- - - 1
270 LA FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA GEOGRAF'IA 271

' mentación de los movimientos regionalistas, así como la que apariencia, puéde que sea un i;abcr nocivo que todnvía per-
expresa las reivindicaciones de cminorí~s nacionales>, son de manece bloqueado.
\a misma naturaleza, ya que tratan de demostrar las razones En Ja presente situación es difícil api·cciur todn.s las con-
de la constitución de una nueva organización estatal. secuencias que se derivan de esta falta de nrtículación entre
Mientras que la polémica política sobre la historia ha uti- la problemática marxista y ·1as formas de la dife1·enciación
liiado una argumentación ctue hace referencia a tiempos di- espacial tal como deben presentarse actuahncnlc, n falta .de
fen?ntes, y mientras que la elección de los períodos de tiempo un utillaje conceptual adecuado. Pero parece que los hom-
es una operación cuyas consecuencias se conocen bastante bres no sólo tienen destinos contradictorios en función de
bien, la polémica política sobre el espacio, tal · como se ha Jns clases de las que forman parte, sino también en función
desarrollado hasta el presente a nivel de las organizaciones de Jos territorios donde habitan. ¿Cómo se proyectan sobre
1
el espacio las relaciones de ·clases y en qué medida son de.for-
estatales, no ha tenido otros efectos que el de ocultar la ne-
cesidad de recurrir a difcrentl!s espacios de conceptualiza- madas o influidas por lo que es propio del Estado Y de la i
ci'ón. El espacio parece inocente y los criterios que permiten naturaleza?
tomar en consideración tal espacio «·por ejemplo>, no parece /,
que deban producir consecuencias nocivas. El espacio queda
determinado por nociones muy elásticas: regiones (clesde las '."'·· Desarrollo de la crisis y clahomciún
del concepto de espacio
que COlTcspo11dc11 :1 1111os 11ocos cantones hasta las que abar-
can b'1.·andes extensiones del planeta), países (clcsclc el "pc- •....3;.:
1
·. . .. .' Es preciso rcfc1·irsc al desarrollo ele) capilali:rnw Y clcl
quci10 país>, el pedazo de tierra, hasla los cpníses lropicn- '.' . ·~· i111pcria li!>1tl0 pan\ conqH·em.lcr In orga11iu1ción uel lllUl)dO,
lcs• o los cpn ises :.;11bdc:;arrollallo!!>). pero no se puede captar de manera útil este primonlial pro-
8.'>Los términos tan vagos e inocentes en apariencia, me- l>lema geográfico y político utilizando como único útil con-
diante los que se ha convenido denominar la espacialidad de ceptual elaborado el que permite comprender el tiempo. El
los fenómenos políticos, económicos y sociales, son nociones des<nrollo de l<\ crisis g'lobal de nuestra época hace <¡ue sea
tan elásticas y rcsbaladiins que hacen tambalearse, sin que
. ·'
cada vez más inc..lispensablc emprender I<\ elaboración metó-'
uno se dé cuenta, Jos rnzonamientos elaborados con mayor t:: ~~}~ dica del utillaje conceptual que permita captar el espacio, lu-
rigor intelectual. De este modo, para hablar del imperiali~mo ~. ~·?ff,t' . gnr c..londe se cnt1·ecruzan las múltiples contradicciones que
se utilizan, siguiendo a Snmir Amin (28), alegorías geomé-
,.. ·.··
. l'
\
originan la crisis.
tricas, e centro> y e periferia», cuyos contornos sólo hacen . { . :~~ El porvenir de h\ geografía radica en constiluirse vercla-
referencia a una enumeración aneja y puesta entre paréntesis <lcramente en cuan to ciencia t¡ue pueda prop<.>rcioncu· lo.s me-
de nombres de Estado y de territorios geográficos. dios para comprend<!r mejor el mundo y actuar más eficaz-
,, ; .·; ...!>
Ocul"l'e como si Jos problemas ideológicos y políticos vincu- mente. El problema ideológico parece radicar en el interior
lados a los del espacio tuvieran tal nivel de gravedad (y por ¿ ~'~~:: del problema epistemológico de la geografia. Pero los pro-
el momento no podemos darnos cuenta de ello) que Ja clau- blemas epistemológicos e¡ue phlnlea Ja geografía y que In
sura epistemológica, esa r esistencia. inconsciente y colectiva .: ti~~;: cle.sborcl•\n con tanla amplitud pueden también ra<lic111·, igual
a reflexionar, a propósito del espacio, haya sido y aún per- que otros mfls conocidos, en el interior del problema político.
manci.ca mucho más severa que \a que pesaba sobre los pro- Ln labor !>obrcpasa sin duda la compcle11cia de los geó-
l>Jemas del tiempo, aunque estos últimos cuestionen el destino grafos, pero no puede acabarse sin ellos; hay c1uc movilizar
de cada uno de nosotros. La geog-rafía, tan bonancible en a los historiadores, Jos filósofos, los demás cienti/ic:os, los po-
líticos y los militantes, mostrándoles la signilicnción politicn
(28) L'a"1n11.1dation ó t'lcl~/le mondiule, Anlhropos. e ideológica del saber geográfico.
tn
. LA FnOSOF'IA. V~ LAS cu..-·-:1 As SOCIALES
: .

llAy que oricnlnr In rcílcxión epistcmológicn no sólo so-


bre lodo.41 )o.<; tipos de lr:lbnjos y rcprcscntnciones qi.1c se
rcfü.~rcn nl cspncio, In Jrcog1·nfin de los profc:sores o JA carto-
~rnfin, sino l:tmbién sobre los que nfoctnn n Ja pintura, las
r:qn-rsionrs lil.r1·nrins y los yinisnjc.c; de lns películm; o de los
nnuncios. 1l:1y (fll!! prr.~l.J\I' nlenci1in 11 l111la:-1 111:1 111: 111iírn1l.11-
cion~s ele In crisis, no ~rilo In 11rlmnn, Jn «polución>, In ·nccn-
tunción ele lns dr_c;is~rn!clndcs y dr. 1:t opresión, sino lnmbién
n l:rn rcnccionrs ele lipo 1·eformisln o 1·cvolur.ionnl'io qur. ....
provoca. ·. r :·~{:.
.~f VI

·~·
Por tiltimo, hny <ltte oricnl:u· In reílexión sobre la actun· .. , ..
·~~\·;
ción ele tjuiencs clelenlnn el poder sobre el C.Spncio, de quienes ·,.,
:,.~.;-. LA LINGü1STICA
cleciclcn · ncercf\ clel cle.<;!írrollo urbf\110 y la.e; implanlacioncs
inclu,:-tl'inTC?s, de quienrs dirigen el c.c;pncio estala! y ele nque- ': ! ·~~.. Pon DAN1f:1.r. MANESSE
llos, en ftn, 'lile hncen In guerrn.
Historial

TIInLIOGRAFIA SUMARIA Dentro de una historifl ele lf\ filosofía, ser:'i imposible ns ig-
·•J¡
.. ·:... "'\... .
~,,¿
nar a la reflexión sobre el lenguaje un momento crítico que
A. \'O~ lI m1001 JlT: /( o:i:n~~. F:11Lw1crf ciner 71hysischc11 W clt (1845- .... · '""' pueda consider flrse como punto de partida, pucslo r¡ue no
181i2), 8 \•ols.
K. Rrrn:n: Die F:rdrlrn11.tfr. in l"r.rhiilh1is :1tr Nnhcr ttnd Gcschichte dr.s
. ....
,~ ! .:1·
:.. s :i~. .
existe sistema filosófico que ocasionnl o c.c;encialmente no
/lf r11.<;r./1cn (1!!17-lR!i!J), 1!) vol s. constituya unn interrogación sobre el lenguaje. Pero éste no
F. RAT7.Et,: A 11Ll1rn11n.11eo17rn.71hie, 1882-18!)1. .. ; ;'_. . ha sido objeto de observación, sino de especulación, es decir,
- Pnlili:i:cl1r. Gr.n17rnpl1ic, 1897. • .. 1 ..; - ·

~- fü:cws: Génnrn-]llrir. U11ivr.r!:dlc (1875-l 8!J4) , 19 vol s. : ~... ;tL. que al lenguaje no se le ha considerndo como objeto par-
- /,'//0>11'! r.l In. rrrrc (l!)Q:;-1!)08), G \'0)11. ticular.
P. \11~,\IJ. llf; t,A íll.ACllf;: Trtblrn1t dr. lo. Géngrn.pftic de ln Frn.11cc, l!J03. (:f: Además, la tradición gramatical, cuya activi cl:1d se re;
- f'rmr1pr. .<; de gr!ogrn.plric 1111.mn.ine, 1921.
.T. nnu~m:s: Gronrn71hir. hu111-ii111:, l!JlO, 3 tomos. monta a Ja Antigüedad, se ha consagrado a la clas ificación
L. FF:ll\'RF:: lA1. 1rrrr. cL L' év,,/11.l.irm. Jmmni11e, l!J22. de la lengua en partes de la oración, en categorí:LS morfoló-
E. Of: MAnTo~~f:: Tmilé de Géo17rn.phie physit¡1ce, l !JO!J-1925, 3 tomos. gicas, etc. Pero el principal objeto considerado no ha sido
A. DF:~IASCF:O:.I: [,r~ llcf: l1riLnm1iq1te.~. l!J2?.
- Pro/1/cm.es de néngrn.phic Jr.1m1ainc, l!J•IZ. específicamente la lengua dele1,ninada, sino la definición nor-
R Dio~: /Je t:n.l tlr. Loirc; t!l11rfe de géo.qrn71hie régionnlc, 1!)34. mativa de las reglns que hay que observar en una lengua ·de-
P. Gounou: lA·~ "''11·"""-" clit Dclln. tnnl.:inoi.,, l!J3G. terminada¡ como puede verse n(m en numerosas gr:;tmátkas
- /Je.<; Jlfl.?f:<: lrn11ir.n.11:r., J !l4!t
P. GmncE: Socinlogir. et (Tliogrn.phir., P. U. F., J!J66. escolares, las fonrins irregulares y lns cxcepcionC'.s son estu-
- VA.r. liu11. J111:111ni11r., P. U. F., l!JGR. diadas con preferencia sobre las regulares; ade1:nás, sólo se
- Géng rn!'hic !1é11rrnlr. (J~nC:)'clflpéclic de In Pléi:idc; Gnllhn:ml), l!JG6;
1R83 p:tgs. describe Ja lengun escritn.
A. lih:Yl'n;n, //idnírc ele· tn. 11r.1t.~ée géogrn.71hiq11c en Fnrnce, P. U. F., En el siglo xrx prevalecieron lns investigaciones históri-
l !Hi!J.
cas¡ el descubrimiento del sánscrito a fines del sig-lo xvm
J. TrtrcAnT: l~n. Tr.rrr., ¡1ln11f.tc 11ivn.11l r., P. U. F., 1!172; lR:l p;\gs.
O. Dot,1.f-Us: /.,'n.11nl11~r. 17l.n(lrn.71ltiq1tr., P. U. F., 1!171; 124 pór,s. proporcionó un contenido concreto a In cuestión del origen
de lns lenguns y todos los es(ucnos se orientnron hacin In
reconstrucción de unn 41;\cng\l!\-mndre>·, el inooeu ro peo. Con -
írontnndo unn lengun con olrn cmparcn t.1cla con ella, In g ré\-
mf\ticn compnradn aclnra la org:rnb:nción, pero no explica

You might also like