Professional Documents
Culture Documents
De este modo, la ciudadanía puede ser entendida como “membrecía plena de una
comunidad” (Castro, 99) por lo tanto es así que se articula la idea de un
conglomerado de individuos que pertenecen a un determinado lugar, en este caso
una comunidad, percibiéndose así la necesidad de regulación de los vínculos entre
ellos lo que es fundamental para la construcción y posterior consolidación de
ciudadanía; respecto a esto, Mockus plantea que “ser ciudadano implica que se está
a favor de los procesos colectivos. Ciudadano es el que se asocia, se organiza con
otros ciudadanos y emprende acciones colectivas en torno a objetivos y tareas de
interés común” (Mockus, 94); considerando lo anterior se logra comprender que la
ciudadanía también se refiere a “un conjunto de derechos y obligaciones que
determinan el carácter de las relaciones entre los individuos de una determinada
comunidad política” (99).
Teniendo en cuenta lo anterior se toma el rol del sujeto como ciudadano, el cual
introduciéndose en el escenario de ciudadanía, asume el ejercicio de unos derechos,
de igual manera unos deberes, otorgándose compromisos que lo ubican en iguales
condiciones que los otros sujetos pertenecientes a su comunidad en palabras de
Mockus “parte de la construcción del ciudadano es poder ejercer la ciudadanía y
realizar acciones que la desarrollen, adquirir la identidad de ciudadano y aceptar
que, como tal, tiene los mismos deberes y los mismos derechos de otros ciudadanos”
(94).
Transitando ahora en el papel del sujeto, se inspecciona su actuar en medio de un
contexto democrático como el evento que lo fortalece finalmente como ciudadano
asumiendo que tiene los mismos deberes, pero también los mismos derechos que
los demás, pero al mismo tiempo comienza a sumergirse en el contexto de lo político
donde actúa y participa, esto paralelamente le otorga una peculiaridad fundamental
para su configuración en la sociedad, y esta es “el reconocimiento” en estos términos
se logra asimilar que “la democracia ha conducido a una política de reconocimiento
igualitario, que la adquirido formas diversas a lo largo de los años y que ahora
retorna en la forma de exigencias de un igual estatuto para culturas y géneros”
(Taylor, 295), ahora bien, en este contexto democrático, el concepto de igualdad va
ligado de manera recíproca al concepto de dignidad, teniendo en cuenta que cuando
hay igualdad es más proclive la manifestación de la dignidad para el individuo por
ello actualmente “es obvio que este concepto de dignidad es el único compatible
con una sociedad democrática (...) pero esto también significa que las formas de
reconocimiento igualitario se han convertido en esenciales para la cultura
democrática” (295) y que es este el ciudadano que se necesita para un mejor país.
BIBLIOGRAFÍA
Doc. El retorno del ciudadano: los inestables territorios de la ciudadanía en América
Latina, Pemilo latinoamericano, México. Vol. 8, nº 4, junio, 1999
La formación de ciudadanos: la escuela un escenario posible
URIBE DE HINCAPIÉ, María Teresa. Esfera pública acción política y ciudadanía una
mirada desde Hannah Arendt, 2001
MOCKUS, Antanas. ¿Por qué competencias ciudadanas en Colombia? Tomado de:
Altablero nº 27, febrero-marzo, 2004
TAYLOR Charles. Argumentos filosóficos, ensayos sobre el conocimiento, el lenguaje
y la modernidad. Barcelona. Paidos, 1997. 382 p.