Professional Documents
Culture Documents
DE
CORROSIÓN MICROBIOLÓGICA
DE
MATERIALES METÁLICOS
EN SERVICIO
Asignatura de
Tecnología de Materiales
E.T.S.I.I. – U.N.E.D.
Mayo 2009
1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
7. BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
Es mi objetivo en este trabajo elaborar una visión general sobre un problema que
causa graves perjuicios económicos a la industria,
Desde que la aviación, tanto militar como civil, utiliza la retropropulsión, existen
problemas de corrosión biológica, especialmente en la contaminación microbiana de
los combustibles que, como el keroseno, van almacenados en grandes tanques,
construidos generalmente con algún tipo de aleación de Aluminio, y cuyas paredes
pueden sufrir biocorrosión, así como errores en los instrumentos de medida, en los
inyectores y en los cerramientos de los filtros eliminadores de impurezas.
El biofouling disminuye la vida útil de los equipos y las estructuras metálicas sobre
las que se forma, así como su eficiencia, debido a que favorece la biocorrosión.
En la imagen incluida, obtenida de la página web del centro holandés Wetsus TTIW de tecnología para
aprovechamiento sostenible de aguas, se puede observar, junto a la superficie, una primera capa, que es la
modificación de la capa superficial, a continuación, la capa que formaría como biofouling maduro, en que
ya hay crecimiento de la colonia microbiológica, y, por último, se muestra la influencia que sobre el
material tendría el medioambiente y las condiciones en que se desarrolla el proceso.
Inicialmente, la capa de microorganismos puede albergar a un millón de ellos,
siendo entonces llamada microfouling, pero, a continuación, si se produce la
colonización por organismos de mayor tamaño, puede ya tratarse de macrofouling,
que es apreciable a simple vista, constancia de lo cual se puede obtener observando
los cascos de embarcaciones en cualquier puerto comercial o militar.
Una vez dicho esto, se pueden describir los efectos que los microorganismos
pueden ejercer sobre la reacción metálica de corrosión, según influyan sobre la
reacción anódica, o sobre la reacción catódica:
I. Efectos sobre la reacción anódica:
Hay varios mecanismos por los que pueden transcurrir los efectos de los
microorganismos sobre la reacción catódica.
En realidad, puede decirse que ante un caso práctico real de metal afectado por
corrosión microbiológica, es muy difícil poder interpretarlo como debido a un solo
mecanismo, pues en realidad suele responder a una combinación de factores que se
suman, y que se podrían englobar en una alteración de la interfase metal-solución,
debido a la actividad metabólica de diferentes microorganismos.
4. CASOS TÍPICOS DE CORROSIÓN MICROBIOLÓGICA EN METALES
Dado que, tanto en la industria como en la construcción, son muchos los casos en
los cuales las estructuras de acero han de estar en contacto con el terreno, y en
muchas ocasiones enterradas (tuberías, puentes, estructuras de tendido eléctrico,
etc.), es por lo que este tipo de corrosión es realmente un motivo de preocupación y
estudio, sobre todo en aquellos casos en los cuales pueda existir la probabilidad de
sobrehumidificación, y la consecuente transformación en suelos cenagosos o
freáticos (que acumulan agua en el subsuelo, aprovechable mediante pozos).
Cuando el acero está enterrado, por ejemplo, en un suelo arcilloso, donde el oxígeno
del aire no puede penetrar, y en determinadas condiciones propicias para la
proliferación microbiana, es factible la aparición de la bacteria anaerobia conocida
con el nombre de “sporovibrio desulfurincans”.
Dado que en estos procesos también se libera gas sulfhídrico (SH2), es muy común
percibir olor a huevos podridos cuando se desentierran, de suelos cenagosos
putrefactos, estructuras de acero afectadas por procesos corrosivos.
Este tipo de corrosión considera la acción del agua marina sobre los metales que se
encuentren sumergidos en ella, por razón de la utilización de la estructura de la que
formen parte. La acción corrosiva del agua de mar se debe a muchos factores, como
salinidad, acción de los fangos sobre estructuras enterradas, y, lo que me interesa
en este trabajo, la acción de las incrustaciones microbiológicas. Se ha estudiado
que, curiosamente, a pesar de la gran diferencia que existe en los muy distintos
ambientes marinos por su localización de temperatura, salinidad y de diferentes
organismos marinos, en todos ellos se produce la biocorrosión con muy pequeñas
diferencias entre unas y otras, salvo casos especiales de contaminación de las aguas
marinas.
Estas especies logran adherirse a las estructuras metálicas de diversos modos, los
más importantes de los cuales son las secreciones de material calcáreo, las
secreciones de naturaleza silícea, la formación de material mucilaginoso (sustancias
viscosas, de mayor o menor transparencia, que, en un breve lapso de tiempo,
endurecen como una cola) y el propio crecimiento y enraizamiento de vegetales
sobre las superficies.
Todo esto ocurre porque los microorganismos usan el combustible y sus aditivos
como fuente de elementos esenciales para su crecimiento y multiplicación. La
consecuencia final es que se provoca en zonas localizadas de la superficie metálica
un ataque corrosivo, generalmente por picado, que puede, en poco tiempo, afectar
severamente al espesor de la pared metálica.
Para tratar de paliar este problema, existe una amplia gama de biocidas de
utilización específica en el propio seno del combustible, además de, como es lógico,
las operaciones consiguientes de mantenimiento y limpieza.
El latón, aleación con proporción variable de cobre y zinc, tiene un amplio uso en
distintos ambientes corrosivos, como en intercambiadores de calor refrigerados por
agua de mar, cañerías de conducción de fluidos en general, y condensadores.
Principalmente, porque hoy en día, las leyes que regulan la calidad ambiental, son
cada vez más exigentes y restrictivas. El registro de nuevos biocidas y su
instalación, demanda el estar sujeto a reglamentación. Cuanto más conocimientos
se tengan sobre el efecto de biocidas y de otros agentes para el control de
bioensuciamiento y biopeliculas, mejor. Aunque para prevenir la corrosión
microbiológica deben agotarse las alternativas no contaminantes, como la
eliminación de fuentes de nutrientes para los microorganismos, provenientes de
productos orgánicos, así como la utilización de biocidas no contaminantes como el
ozono, antes de emplear sustancias tóxicas que afectan negativamente el ambiente.
==================================================