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Todo empezó hace unos 4.600 millones de años, milenio arriba, milenio abajo.
Faltaban unos 50 millones de años aún para que naciese la Tierra. Fue entonces
cuando se formaron los primeros cristales de hibonita en el disco de gas que estaba
dando forma al sol. Se trata, o así se cree, de uno de los minerales más antiguos
del sistema solar. Y es ahí donde los científicos de la Universidad de Chicago, el
Field Museum y ETH Zurich han sabido leer la historia de nuestra estrella.
La historia que cuentan estos minerales habla de un sol mucho más activo que el
que conocemos hoy. Una protoestrella que disparaba protones y otras partículas
subatómicas de alta energía hacia todo lo que la rodeaba.
Aquel primer sol estaba formándose en el centro de un disco de gas y polvo del que
nacerían también otros cuerpos celestes. La región más cercana a aquella
estrella superaba los 1.500 grados Celsius (tres veces más que en la superficie
de Venus, hoy en día el planeta más caliente del sistema solar). Temperaturas que
casi harían hervir el plomo. “El Sol era mucho más activo al comienzo de su vida:
tenía más erupciones y creaba una corriente más intensa de partículas cargadas”,
añade Heck.
¿Sabías que cada vez que te bronceas tus huesos se van fortaleciendo? A pesar
de que el sol nunca llegará hasta tus huesos, los rayos UV ayudan a producir
vitamina D en la piel. Recuerda que esta vitamina es muy importante para la
mineralización de los huesos, al favorecer la absorción en el intestino del calcio y el
fósforo y evitar su pérdida en el riñón.
Aunque la mayoría de las vitaminas y minerales hay que tomarlas en los alimentos,
en el caso de la vitamina D el metabolismo cuenta con un "as en la manga", pues
es capaz de fabricarla en la piel cuando dispone de un precursor conocido
como 7-dehidrocolesterol (que proviene del "temido" colesterol) gracias a la
radiación UV del sol.
Bastan 5 ó 10 minutos de sol, dos o tres veces por semana para recargar los
depósitos de vitamina D. En nuestra área geográfica es muy fácil de conseguir,
pues contamos con sol todo el año, pero en los países con menos horasde sol, hay
más incidencia de raquitismo en los niños y osteoporosis y osteomalacia en los
adultos.
Si tu problema es el acné, el sol con moderación puede ayudarte, basta media hora
de sol al día para mejorar el aspecto de tu piel. La clave está en que lo tomes a
primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando no tienes peligro de
quemadura y que no sobrepases los 30 minutos.
¿Has notado que en los inviernos posteriores a unas vacaciones al sol tienes menos
gripes y catarros? Se ha visto que el sol es capaz de aumentar el número de
glóbulos blancos o linfocitos, las células encargadas de la primera defensa frente
a la infección.
4. Equilibra el colesterol
¿Se disuelven las grasas al sol? Pues aunque suene extraño así ocurre, las
personas que viven en climas soleados presentan menos incidencia de
enfermedades cardiovasculares.
Se ha comprobado que los niveles de colesterol son menores en verano, en
parte porque la luz UV es necesaria para metabolizar el colesterol, y cuando
tomamos el sol disminuye el nivel de colesterol y evita que pegue a las arterias.
Otra explicación también está en que en verano nos movemos más y comemos más
frutas y verduras de temporada.
¿Sabías que algunos deportistas evitan tomar el sol antes de una competición? El
sol provoca una vasodilatación de los vasos sanguíneos superficiales y aumenta la
circulación de la sangre en la piel, disminuyendo los valores de presión arterial.
¿Sabías que hay cánceres que aparecen con más frecuencia en los países con
menos horas de sol? Los países mediterráneos tienen una incidencia menor de
cáncer de mama, cáncer de colon, etc. frente a los países nórdicos.
¿A qué te sientes mejor después de un baño de sol? Parece que bajo la luz del sol
es más fácil ver el lado positivo de la vida y se aleja el cansancio, la depresión y
el estrés.
No hacen falta muchos experimentos científicos para saber que el tiempo afecta a
las emociones, utilizamos la palabra "gris" para designar un estado de ánimo que
coincide con los días nublados.
Hace unos años se describió una alteración psicológica conocida como alteración
afectiva estacional o SAD (Seasonal Affective Disorder) que afecta al 20% de la
población y que se caracteriza por la aparición de síntomas depresivos en invierno,
que desaparecen al llegar el buen tiempo.
¿A qué duermes mejor y menos horas después de tomar el sol? En verano los días
se alargan y nos resulta más fácil levantarnos descansados a pesar de haber
dormido pocas horas. La explicación de nuevo se debe al efecto de los rayos UV
en otra hormona: la melatonina que se encarga de muchas funciones, entre ellas
regular los ciclos de sueño.
Los niveles de melatonina en sangre son más altos durante la noche, cuando no
hay luz. Cuando hay luz, la melatonina desciende y nos sentimos más despiertos y
activos. Por lo que si quieres aprovechar al máximo las horas del día, nada mejor
que aprovechar los efectos despertadores de la luz del sol, como si fuera el café
de la mañana.
¿A qué tu vida sexual es más intensa en verano? Sin caer en los tópicos veraniegos,
la realidad es que hay más sexo en verano que en invierno. La explicación está en
otra hormona: la testosterona, se ha comprobado que el sol tomado con
moderación aumenta los niveles de testosterona en la sangre, y esta hormona
es una de las responsables del apetito sexual.
¿Qué tiene que ver una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central con
el sol? Los científicos aún no lo han descubierto, parece que la relación está en el
aumento de los niveles de vitamina D, pero los hechos hablan por sí solos: la
incidencia de esclerosis múltiple (EM) es mayor en los países con menos horas de
sol. Parece que la exposición solar en la infancia reduce dramáticamente el riesgo
de desarrollar esta enfermedad en el futuro.
PROBLEMAS DE LA RADIACIÓN SOLAR
Sin retorno. Las técnicas de SRM pueden ser un callejón sin salida. Puesto que
SRM enmascara el calentamiento real en la atmósfera, si deja de hacerse, podría
ocurrir un salto repentino en el calentamiento, que haría la adaptación de los
ecosistemas y de la sociedad mucho más difícil que el calentamiento gradual.
No aborda las causas. SRM no enfrenta el problema del exceso de gases con
efecto de invernadero que se encuentran en la atmósfera y que seguirá
incrementándose. Las técnicas de SRM tampoco consideran la acidificación del
océano (también ocasionada por la acumulación atmosférica de dióxido de
carbono). De hecho, la acidificación oceánica podría empeorar por algunas de las
técnicas de SRM.