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CAPACIDAD JURÍDICA DE LA PERSONA NATURAL

CONCEPTO

Todo ser humano es apto para adquirir derechos y contraer obligaciones.

La capacidad de derecho, o de goce, o jurídica, es inherente a toda persona


natural, desde su nacimiento en el caso de la legislación peruana, para que
pueda llegar a ser titular de los derechos subjetivos que le reconoce y confiere
el ordenamiento jurídico.

Quien tiene capacidad puede adquirir derechos y contraer obligaciones, así


como ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones (deberes). Existen dos
tipos de capacidad para la persona, capacidad de goce y capacidad de
ejercicio.

CAPACIDAD DE GOCE O JURÍDICA

La capacidad jurídica general o de goce es propia del ser libre, le es de su


naturaleza inherente; “ya que no sería factible actuar la libertad, esto es,
transformar las decisiones libres que se adoptan en la instancia subjetiva en
conductas humanas”, de no existir esta potencialidad, que no es otra cosa que
aquello que detectamos como capacidad, es imposible desligar la “capacidad
jurídica” de la “libertad”. 1

La capacidad de goce se adquiere plenamente con el nacimiento. El nacimiento


de una persona natural entraña la consecuencia de ser considerado un
miembro más de la comunidad en la cual se instala, por lo se conceptualizaría
como la capacidad para ser titular de derechos y deberes que lo
favorecen, aun cuando no los conozca ni esté en condiciones de
reconocerlos.

La capacidad jurídica pertenece a todo ser humano; solo excepcionalmente y


por disposición de la Ley, una determinada persona puede ser privada de
determinados derechos civiles.

Cabe señalar que así como todos los seres humanos son igualmente libres,
también y por consiguiente, todos ellos son igualmente capaces, no es posible
la “semilibertad” como tampoco es inimaginable la “semicapacidad”.

“Se es capaz o no se es”2, como afirma la doctrina mayoritaria. Se es


plenamente libre y por tal motivo se es capaz plenamente.

ASPECTOS RELEVANTES SOBRE LA CAPACIDAD JURÍDICA

A. Imposibilidad legal de limitar totalmente la capacidad jurídica de goce

1
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos: Derecho de las Personas. 8va. Edición.
Editorial Grijley. Perú, 1999. Pág. 392 y sgtes.
2
Ibid.
Como ya lo señalamos, la libertad y la capacidad, que le es inherente a la
persona, sólo se extinguen con la muerte de la persona. Por ello no existe,
como sostiene la doctrina y la legislación penal, “penas privativas de la
libertad”.

Es del todo imposible privar de libertad al ser humano vivo, desde que ello
supone destruir su ser. Lo que sucede realmente es que se limita o priva
legalmente al sujeto, en mayor o menor medida 3. Por eso, “la incapacidad
jurídica sólo puede privar al incapaz del goce de uno o más derechos
específicos”4 y no de todos sus derechos civiles.

“La única capacidad que si es posible privar o restringir por disposición de la ley
es, la denominada capacidad de ejercicio”5.

No existe, pues, una incapacidad absoluta de goce, puesto que ninguna


persona puede estar privada de todos los derechos. Sólo puede existir una
incapacidad relativa de goce expresamente establecida por la ley.

B. Inicio y fin de la capacidad jurídica

Cabe sostener que la “capacidad jurídica de goce, inherente y propia de todo


ser humano, es presupuesto y precede existencialmente, dentro de un único
proceso, al instante fenoménico de la llamada capacidad de ejercicio, la misma
que se despliega en el mundo exterior”.

“Si bien todos los seres humanos, desde la concepción hasta la muerte, están
dotados de capacidad de goce, en cuanto potencialidad inherente a su libertad
constitutiva, no todos los seres humanos son capaces de ejercicio” 6.

C. ¿Existen clases de capacidad jurídica?

La respuesta a de ser afirmativa debido a que si existen. La capacidad jurídica


puede ser general, cuando es atribuido para la totalidad de los derechos
subjetivos reconocidos a las personas por el ordenamiento jurídico.

La capacidad jurídica general se adquiere por el nacimiento, mientras que la


llamada capacidad jurídica especial se establece caso por caso.

Nuestro Código Civil, regula la llamada capacidad de goce en el artículo 3. El


nombrado artículo al referirse a “las excepciones expresamente establecidas
por la ley”, está haciendo alusión a las excepciones propias de la capacidad de
ejercicio. Debido a que esta es la única que puede limitarse tanto absoluta
como relativamente.

3
Ibid.
4
TORRES VASQUEZ, Aníbal: Introducción al Derecho. 2da edición. Editorial
Temis. Lima, 2001. Pág. 385.
5
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. Op. Cit. Pág. 394.
6
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. Op. Cit. Pág. 395.
La capacidad jurídica y la de obrar no son situaciones jurídicas propiamente
dichas ni estados civiles, sino limitaciones de la subjetividad basadas en
hechos naturales que afectan a la persona como supuesto individual racional y
en actos jurídicos especialmente regulados en atención a tales hechos. Dichos
hechos y actos son: el nacimiento, la muerte, la edad, la enfermedad psíquica y
la incapacitación, ninguno de los cuales constituye estado civil, sino
condiciones y circunstancias de capacidad7.

CAPACIDAD DE EJERCICIO O DE OBRAR

La capacidad de ejercicio es la “aptitud o idoneidad que tiene el sujeto para


ejercer personalmente sus derechos y asumir deberes” 8; aludiendo a esta
misma definición Juan Espinoza dice que ésta es “la idoneidad o aptitud para
ejercitar autónomamente sus derechos y cumplir sus deberes” 9.

La capacidad de ejercicio presupone necesariamente la capacidad de goce; no


se puede ejercer un derecho que no se tiene. No debe olvidarse que toda
persona, por el solo hecho de serlo, tiene capacidad jurídica o de goce; pero no
toda persona que tenga capacidad jurídica tiene capacidad de ejercicio.

“La capacidad de ejercicio no atañe a la esfera del ser del hombre, en cuanto
tal, sino tiene que ver con la envoltura sicosomático de que se vale el ser
humano pata realizarse, para hacer su vida”10.

Lo que le interesa al derecho positivo es únicamente la capacidad de ejercicio.


Es tarea principalmente de la doctrina definir sus alcances reflexionar sobre la
conveniencia y modalidad de sus limitaciones, dentro de la perspectiva propia
del derecho que es la de tutelar, de la mayor manera a aquel que, siendo
jurídicamente capaz en cuanto ser libre, por alguna razón no pueda ejercerla.

La capacidad de obrar no es general. Está en función a actos, se gradúa y


varía en el mismo sujeto a lo largo de su vida. Sólo en la medida que el
ejercicio de un derecho constituya, además, la actuación de una voluntad
humana con finalidad objetiva y externa, en la que estén comprometidos los
intereses del sujeto, se puede requerir algún grado de capacidad de obrar.

La capacidad de ejercicio puede sufrir limitaciones o restricciones impuestas


por la ley pero, aún en estas especiales situaciones no puede perderse de vista
el prevaleciente interés que significa la tutela del ser humano concreto.

De la lectura del Código Civil Peruano de 1984, en lo que respecta de los


sujetos débiles, pareciera deducirse que la regla general sea la incapacidad de
los Sujetos de Derecho y la excepción sea la capacidad. El artículo 42 dispone
plena capacidad de ejercicio cuando se cumplan los dieciocho años, y se
contrapone como límite el artículo 43 y el artículo 44.
7
RAMOS CHAPARO, Enrique. La persona y su capacidad civil. Editorial Tecnos, Madrid, 1955,
Pág. 455.
8
TORRES VASQUEZ, Aníbal. Op. Cit. Pág. 389.
9
ESPINOZA ESPINOZA, Juan: Derecho de las personas. 3ra. edición. Editorial Huallaga. Lima,
2001. Pág. 328.
10
FERNANDZ SESSAREGO, Carlos. Op. Cit. Pág. 304.
De conformidad con el artículo 43 del Código Civil, son absolutamente
incapaces:

1. Los menores de 16 años, salvo para aquellos actos determinados por la


ley.
2. Quien por cualquier causa se halle privado de discernimiento.
3. Los sordomudos, ciegosordos, ciegomudos que no puedan expresar su
voluntad de modo indubitable.

El Ordenamiento Jurídico limita a ciertas personas naturales la capacidad de


ejercicio, no por mero capricho, sino para evitar que se contravengan las
normas establecidas a una persona que actúa sin discernimiento, que no
puede distinguir entre lo bueno y lo malo, entonces los actos que realice no ser
válidos, debido a que puede ir en contra de el mismo o de un tercero. Los actos
patrimoniales y contratos celebrados por el menor fuera de su ámbito de
capacidad son simplemente anulables.11

El grado pleno de la capacidad de obrar, que es, presupuesto para el


autogobierno, comienza con la mayoría edad y no tiene límite superior. En
nuestro Código Civil se declara nulos a los actos que sean realizados por los
sujetos absolutamente incapaces.

Son relativamente incapaces según el artículo 44:

1. Los mayores de 16 y menores de 18 años.


2. Los retardados mentales.
3. Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre
voluntad.
4. Los pródigos.
5. Los que incurren en mala gestión.
6. Los ebrios habituales.
7. Los toxicómanos.
8. Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.

A pesar de que el Código vigente establece limitaciones para la capacidad de


ejercicio, da protección jurídica a los sujetos con capacidad restringida.

De esta manera se hace mención a la tutela y a la curatela.


La tutela se dirige y ampara a aquellos menores de edad que no están bajo la
potestad de sus padres y no pueden valerse por sí mismos 12. Se puede
encargar tutela a la familia o a los cuerpos judiciales. El Código Civil Peruano
de 1984 fusiona ambas en materia de familia.

En cuanto a la curatela, el Código Civil la trata a través de la siguiente división.

 Curatelas típicas, para los incapaces mayores de edad.

11
RAMOS CHAPARO, Enrique. Op. Cit. Pág. 459.
12
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Op. Cit. Pág. 368.
 Curatelas atípicas, que a la vez se subdivide en curatelas de bienes y
curatelas para casos especiales.

Entiéndase que la curatela rige para las personas naturales mayores de edad
que no puedan atender sus propios intereses.

CLASE DE CAPACIDAD DE EJERCICIO

Volviendo al tema de la capacidad de ejercicio, ésta puede ser:

a) General: “Es la capacidad atribuida para ejercer todos los actos jurídicos
permitidos por el ordenamiento jurídico”13.

a.1) La capacidad general plena: Es la capacidad que se adquiere al


cumplir dieciocho años de edad y es conferida al sujeto para la realización de
todos los actos que sean de su interés, sean patrimoniales, de administración o
de disposición.

a.2) La capacidad general atenuada: Es la que, respecto a la anterior, no


es plena, pero es general, por cuanto el sujeto puede realizar todos los actos
que sean de su interés, pero con excepción de determinados actos que no
puede ejecutar sino con asistencia de otras personas. Es decir, que es capaz
para realizar unos actos e incapaz para otros.
b) Especial: “Es la capacidad atribuida para determinados
actos singulares”14. Igualmente, la capacidad de ejercicio puede ser plena y
atenuada.
b.1) Capacidad especial de ejercicio pleno: Es la que autoriza a celebrar
libremente determinados actos jurídicos, sin requerirse la autorización de nadie.
b.2) Capacidad especial de ejercicio atenuada: Es la que faculta para
efectuar ciertos actos con asistencia o autorización de otras personas. Por
ejemplo un menor que puede ser autorizado para trabajar.

“En la mayoría de los casos, la capacidad especial de ejercicio plena o


atenuada es conferida a los menores que cuentan con capacidad natural de
ejercicio”15.

La capacidad de ejercicio puede ser natural o legal. La capacidad natural de


ejercicio puede ser practicada por menores de edad que tienen discernimiento,
la ley los faculta para que, sin cumplir la edad de dieciocho años, ejerzan por sí
mismos sus derechos. La capacidad legal de ejercicio adquieren a los
dieciochos años de edad, salvo los casos de incapacidad de ejercicio absoluto
y los casos de incapacidad de ejercicio relativa, en los artículos 43 y 44
respectivamente de nuestro Código Civil Peruano.
¿QUÉ DERECHOS TIENE LA PERSONA?

En la actualidad se considera que todas las personas tienen derechos.

13
TORRES VASQUEZ, Aníbal. Op. Cit. Pág. 389.
14
TORRES VASQUEZ, Aníbal. Op. Cit. Pág. 390.
15
Ibid.
Conforme a las ideas heredadas del racionalismo así como las Revoluciones
Francesa y Norteamericana dichos derechos son inalienables e inherentes a la
persona. Vale decir, que nadie puede quitar los derechos a la persona (mucho
menos el Estado. La lógica detrás de los derechos liberales, denominados por
los constitucionalistas como de “primera generación”, era que el hombre podía
hacer valer aquellos derechos contra el Estado). Asimismo, al indicar que
dichos derechos son inherentes a la persona, se acepta que ella nace con
ellos. Esto tiene particular importancia y notables consecuencias. Si los
derechos son inherentes a la persona, mal podría decirse que el Estado se los
otorga, tan sólo que los reconoce y respeta.

Si acudimos al artículo 2º de la actual Constitución Política del Perú


encontraremos un catálogo extenso de derechos, los cuales no son una lista
cerrada porque el artículo 3º del mismo cuerpo normativo no excluye otros
derechos que la Constitución garantiza, ni otros de naturaleza análoga, o que
se fundan en la dignidad del hombre, o en los principios de soberanía del
pueblo, del Estado democrático de derecho y de la forma republicana de
gobierno.

No obstante lo dicho, existe un problema práctico. Si bien todas las personas


nacen con derechos y estos no pueden serles arrebatados por el Estado ¿qué
hacer con los menores de edad, quienes a pesar de tener el derecho no
pueden valerse por si mismos y mucho menos hacer valer sus derechos?, en el
mismo sentido podríamos repetir la misma pregunta para los que han perdido
la cordura o quienes por la drogadicción han visto mermado su razonamiento.
Puede observarse que en dichos casos, no se trata de que hay falta de libertad,
sino que no hay canales para ejercitarla adecuadamente o sin dañar a terceros
o a sí mismos.

El derecho ha planteado la distinción entre capacidad de goce y capacidad de


ejercicio para resolver este tipo de situaciones.

DISTINCIÓN ENTRE CAPACIDAD DE GOCE Y CAPACIDAD DE EJERCICIO

Se entiende que la capacidad es una atribución que viene con el individuo


desde que nace hasta que muere. Pero el derecho distingue dos variedades(1):

a) Capacidad de goce: aptitud para ser titular de derechos o para ser sujeto de
obligaciones. Ya que si se niega o suprime esta característica, desaparece la
personalidad del sujeto. Es una posición estática o fija ya que permanece
inalterable durante la vida de la persona (y ya mencionamos arriba porque se
asume ello) (2). Dice Julián Bonnecase " La capacidad de goce es la aptitud de
una persona para participar en la vida jurídica por si misma o por medio de un
representante, figurando en una situación jurídica o en una relación de
derecho, para beneficiarse con las ventajas o soportar las cargas inherentes a
dicha situación o relación. En una formula más breve ya reproducida, se dirá
que la capacidad de goce es la aptitud de ser titular de un derecho. La noción
de capacidad de goce se identifica, pues, en el fondo, con la noción de la
personalidad. Estos términos son equivalentes; no se concibe la noción de
persona sin la capacidad de goce. Por otra parte, los términos `capacidad de
goce' son pocos adecuados al estado de cosas que pretenden traducir. Si bien
es cierto que la capacidad de goce de una persona nunca puede ser suprimida,
también lo es que se le puede hacer sufrir restricciones; si se prefiere no
existen incapacidades de goce generales, pero, por el contrario, hay
incapacidades de goce especiales, forzadamente muy limitadas en numero,
pues parece que atentan contra la esencia misma de la personalidad."

b) Capacidad de ejercicio: la aptitud en que se encuentran las personas para


ejercer por si mismas sus derechos, contraer y cumplir obligaciones. Es una
posición dinámica ya que puede variar durante la vida de la persona.
Bonnecase dice: "La capacidad de ejercicio se opone a la capacidad de goce y
puede definirse como la aptitud de una persona para participar por si misma en
la vida jurídica o en una relación de derecho, para beneficiarse con las ventajas
o soportar las cargas inherentes a dicha situación, siempre por sí misma. Como
hicimos con la capacidad de goce, podemos usar aquí la formula más breve y
decir: que la capacidad de ejercicio es la aptitud de la persona para adquirir y
para ejercer derechos por sí misma."

Si volvemos al caso del menor de edad, la primera pregunta que aflora a la


mente no es si le falta libertad o si carece de derechos, sino la posibilidad que
tiene para ejercerlos de acuerdo a su discernimiento. Por esta razón, el
legislador le concederá su plena capacidad de ejercicio conforme se entienda
que puede ejercitarlos de manera adecuada y racional (habida cuenta que sus
actos pueden afectar a terceros, este aspecto adquiere gran relevancia) (3).

Recordemos que hemos indicado que todas las personas tienen derechos que
son inalienables e inherentes, por tanto se mantienen con ellas desde su
nacimiento hasta su muerte. Esta premisa nos permitirá decir que la falta de
capacidad del ejercicio es una decisión del legislador; por tanto, responde a su
arbitrio y es excepcional.

Llegados a este punto, necesitamos aclarar que durante todo este tiempo nos
hemos referido a la persona desde una perspectiva concreta (al estilo del
derecho romano), pero no hemos mencionado a las ficciones jurídicas
denominadas “Personas Jurídicas” (es decir, no hemos mencionado hasta
ahora la perspectiva abstracta de persona proveniente de la Pandectística
alemana).

Es obvio que para las empresas o cualquier tipo de asociaciones, no podemos


hablar de capacidad de goce. La razón es clara, ¿puede una Sociedad
Anónima por sí misma ejercer sus derechos? Es claro que no, sin un
representante (es decir un ser humano o persona natural que lo haga). Más
aún, es el ordenamiento jurídico quien las constituye como personas jurídicas
cuando cumplen determinados requisitos. Es imposible decir que tienen
derechos inalienables o inherentes. Por otra parte, el Estado puede decidir
retirarles la personalidad jurídica y con ello la capacidad de ejercicio.(4)

Si bien, las personas jurídicas no tienen capacidad de goce (en el sentido que
ya describimos), si tienen capacidad de ejercicio. En cambio, las personas
naturales siempre tienen capacidad de goce (razón por lo que decimos que es
estática) pero no siempre tienen capacidad de ejercicio (razón por la que
decimos que es variable).

ANÁLISIS DEL CÓDIGO CIVIL SOBRE LA CAPACIDAD E INCAPACIDAD


DE EJERCICIO

El Código Civil adhiere a este esquema dualista ya que en el libro de Personas


se ocupa tanto de las personas naturales como de las jurídicas.

Sin embargo, vale la pena aclarar que el artículo 42º del Código Civil, referido a
la capacidad de ejercicio, se refiere a las personas naturales explícitamente.
Ello se puede deducir porque dice que las personas que hayan cumplido 18
años de edad tienen plena capacidad de ejercicio (salvo lo dispuesto en los
artículos 43º y 44º).

Otra constatación que mencionamos es que existe una capacidad que no es


plena (para aquellos menores de 18 años, según la regla general) y una
capacidad plena (para los mayores de 18 años, según regla general).

¿Cuándo la capacidad no es plena? El Código Civil nos remite a los artículos


43º y 44º para descubrirlo. Por tanto, es bueno aclarar que esta capacidad es
de ejercicio. No de goce, de ninguna manera.

Tanto la incapacidad absoluta (artículo 43º) como la incapacidad relativa


(artículo 44º) son restricciones del legislador a la capacidad de ejercicio de las
personas. Fácilmente puede entenderse que son excepcionales, no puede
entenderse que las situaciones expuestas por ambos artículos son amplias
como los derechos contenidos en el artículo 2º de la Constitución.

Se dice que son absolutamente incapaces:

1) Los menores de dieciséis años, salvo para aquellos casos determinados por
la ley.
2) Los que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento
3) Los sordomudos, los ciegosordos y los ciegomudos que no pueden expresar
su voluntad de manera indubitable.

Conforme al artículo 46º del Código Civil un menor de 18 años y mayor de 14


años deja su incapacidad de ejercicio cuando nace su hijo, pero solo para actos
relacionados con su paternidad (o maternidad de ser el caso) indicados en la
norma: reconocimiento del hijo; reclamar o demandar por gastos de embarazo
y parto; demandar y ser parte en los procesos de tenencia y alimentos a favor
de sus hijos.

Igualmente, en el mencionado artículo se indica que la incapacidad de las


personas mayores de 16 años cesa por matrimonio o por obtener título oficial
que les autorice para ejercer una profesión u oficio.

Nótese que el legislador orienta los casos en que permite la capacidad de


ejercicio, a determinados actos jurídicos donde interviene la manifestación de
voluntad. Por tanto, para el legislador es crucial que esta pueda ser emitida de
manera indubitable. No es el caso de los emancipados (a los que se refiere el
artículo 46º del Código Civil), pero si es el caso de los privados de
discernimiento (ya que su manifestación de voluntad estaría viciada por falta de
verdadero consentimiento) así como los sordomudos, los ciegosordos y los
ciegomudos que no pueden expresar su voluntad de manera indubitable.

Fijémonos en que un sordo, o un ciego podrían ser capaces en tanto pueden


exteriorizar su voluntad de manera efectiva. En tal sentido reproducimos una
jurisprudencia:

“Que el actor tiene la condición de ciego, por lo que goza plenamente de la


capacidad de ejercicio de sus derechos civiles, no estando por lo tanto incurso
en las excepciones señaladas en los artículos 43º y 44º del Código Civil”
(Exp. 116-99 Huánuco, Primera Sala Civil de la Corte Suprema. Hinostroza
Minguez, Alberto “Jurisprudencia Civil”, tomo IV, p.41)

Por tanto, el criterio detrás de la denominada incapacidad absoluta es la


imposibilidad de expresar indubitablemente la voluntad. El derecho no puede
penetrar en la psiquis de las personas, por lo que debe constreñirse a indagar
sobre lo que exteriorizan las personas.

Se dice que son relativamente incapaces:

1) Los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años


2) Los retardados mentales
3) Los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su libre
voluntad
4) Los pródigos (aquellos que no pueden contener su compulsión a gastar)
5) Los que incurren en mala gestión (ejemplo: declarados insolventes o en
quiebra)
6) Los ebrios habituales
7) Los toxicómanos (ejemplo: drogadictos)
8) Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil (ejemplo: los
presos)
Marcial Rubio Correa advierte para el caso de los ebrios y toxicómanos, que su
adicción debe sumarse a la necesidad de asistencia permanente o la amenaza
a la seguridad ajena (El Ser humano como persona natural, p.170).

En este caso, el legislador restringe a determinadas personas el ejercicio de


sus derechos; pero no lo hace por incapacidad de expresar su voluntad de
manera indubitable, sino por diversas razones en que considera que la libertad
de la persona para decidir está afectada por enfermedad, drogadicción o
deficiencia. También lo hace por razones de interés público (a los mencionados
anteriormente podrían agregarse a los pródigos o interdictos).

Según el artículo 1358º del Código Civil, los incapaces no privados de


discernimiento pueden celebrar contratos relacionados con las necesidades
ordinarias de su vida diaria. La única categoría de incapaces absolutos que
podrían utilizar este artículo son los menores de edad indicados, en el caso de
los incapaces relativos, no hay otro impedimento que la falta de discernimiento.
Por tanto, hay que tener en cuenta que a los incapaces el Código Civil permite
determinados actos y sólo de manera excepcional los impide totalmente.

Otro caso de incapacidad de goce es el que contempla el artículo 71 de la


Constitución respecto de los extranjeros:

“(…) Sin embargo, dentro de los cincuenta kilómetros de las fronteras, los
extranjeros no pueden adquirir ni poseer, por título alguno, minas, tierras,
bosques, aguas, combustibles ni fuentes de energía, directa ni indirectamente,
individualmente ni en sociedad, bajo pena de perder, en beneficio del Estado, el
derecho así adquirido. Se exceptúa el caso de necesidad pública
expresamente declarada por decreto supremo aprobado por el Consejo de
Ministros conforme a ley.”

Carlos Fernandez Sessarego (5) indica que se trata de otro ejemplo de


incapacidad de ejercicio (no de goce como sostiene la doctrina tradicional).
Basa su afirmación en lo siguiente:

1) La capacidad de goce es inherente al ser humano, es parte de la


subjetividad humana y hasta que esta no se exteriorice es imposible que el
derecho pueda regularla. Es imposible que una ley pueda decirme que debo
pensar. Se trata de un primer momento, el de la subjetividad, dentro de su
enfoque sobre la capacidad.
2) El segundo momento es cuando la libertad se exterioriza. Allí actúa el
derecho. La capacidad del ejercicio se refiere a la idoneidad para desplegar en
el mundo exterior su propia libre decisión.

En tanto que el extranjero es una persona, no hay forma que el Estado le


arrebate derechos fundamentales, su potencial capacidad de ser propietario se
mantiene incólume, pero se ha restringido su capacidad para ejercer el derecho
de propiedad en una franja de terreno en un cierto país y tiempo determinado.
Observese que la legislación puede variar, la persona se puede nacionalizar o
el Consejo de Ministros puede emitir un decreto supremo que lo autorice. Por
tanto; hablamos de restricciones muy específicas, dentro de la lógica de la
capacidad de ejercicio que hemos desarrollado hasta ahora.

EN CONCLUSIÓN: La capacidad de goce recae sobre todos los derechos de la


persona natural, pero no siempre va acompañada de una plena capacidad de
ejercicio. Puede haber incapacidad absoluta o relativa conforme lo indica el
Código Civil. El legislador toma en consideración la incapacidad para
manifestar la voluntad de manera indubitable, la afectación del discernimiento o
razones de orden público

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