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1.

CAUSALES DE INDIGNIDAD

Nuestro código civil prevé las causales en su artículo 617 que señala que son excluidos de la
sucesión de determina persona por indignidad como herederos o legatarios:

1.1 los autores y cómplices de homicidio doloso o de su tentativa, cometidos contra la vida
del causante, de sus ascendientes, descendientes o conyugue. Esta causal de indignidad
no desaparece por indulto ni por la prescripción de la pena

esta causal comprende los siguientes elementos:

Autores y cómplices: se refiere a los autores materiales e intelectuales y a los cómplices en la


comisión del delito, que son precisamente las personas señaladas en la ley penal en el capítulo
de autoría y participación en hechos punibles. El concepto a que se refiere el inciso implica
necesariamente un proceso penal y una condena, el cual es un requisito sine qua non para que
pueda operar esta causal de indignidad.

Homicidio Doloso: comprendido dentro de ellos los homicidios simples y calificados, debido a
que estos con ejecutados con dolo por el sujeto activo del delito perseguible.

Tentativa de Homicidio: abarca aquellos actos que no llegan a constituir un delito consumado,
las cuales se desglosan en tres: i) la tentativa acabada e inacabada (16° CP); ii) aquella que es
de imposible consumación por la ineficacia absoluta del medio empleado o absoluta
impropiedad del objeto, la cual es conocida también como delito imposible (17° CP) y; iii)
aquella en la cual el sujeto activo del delito desiste voluntariamente de proseguir los actos de
ejecución del delito o impide que se produzca el resultado (18° CP). De ellos, nuestro
ordenamiento jurídico sólo castiga el primero como la tentativa pasible de sanción penal,
siendo la única causal por el cual se pudiera declarar la indignidad del heredero.

Contra la vida del causante, de sus ascendientes, descendientes o cónyuge: en este punto no
hay mucho que opinar, más que la ley es clara al mencionar que aquel que atente con la vida
del causante, ascendientes, descendientes o cónyuge como autores o cómplices en los delitos
de homicidio doloso o su tentativa, será pasible de poder ser declarado indigno para heredar,
es decir pasible de poder ser removido de todos sus derechos sucesorios, en su condición de
heredero, sea éste forzoso o legal.

Esta causal no desaparece por indulto ni por la prescripción de la pena: aquí se hace referencia
a las instituciones del indulto como la una modalidad de derecho de gracia que puede ser
concedido por el Presidente de la República, que es el perdón de la pena judicialmente
impuesta. En el caso de la prescripción de la pena, opera en relación con la acción y con la
pena, y que extingue también el derecho de ejecución de la pena. Esta causal implica
necesariamente un proceso penal y una condena a los partícipes.

1.2. los que hubieran sido condenados por delito doloso cometido en agravio del
causante o de alguna de las personas a las que se refiere el artículo anterior.

En esta causal el legislador busca ampliar los delitos dolosos de que pudieran ser pasibles el
causante, sus ascendientes, descendientes o cónyuge, que guarda correlato con lo
anteriormente argumentado, en el sentido que requiere que el indigno haya sido llevado a un
proceso penal y dentro de ella haya sido encontrado responsable del delito imputado y
sancionado y que dicha condena haya sido constituida como cosa juzgada. A diferencia del
anterior inciso, se puede notar en ella que si bien es stricto sensu suele ser muy general el
rango que abarca, sin embargo, vemos que en este caso también sólo se admite los delitos
dolosos y no la tentativa como en el inciso anterior, por lo que por aquel lado resulta más
estrecho el grado de imputación o causa de indignidad.

1.3. los que hubieran denunciado calumniosamente al causante por delito al que la ley
sanciona con pena privativa de libertad

Este inciso hace referencia a la denuncia que pudiera realizar el heredero en contra del
causante que sea realizada de manera calumniosa, es decir, a criterio e interpretación nuestra,
debemos decir que, para que opere esta causal de indignidad, la denuncia realizada en contra
del causante, deba determinarse dentro del proceso mismo que lo imputado sea falso, a fin de
que pueda enervar los cargos, y sea declarado inocente.

Sin embargo, también debemos de mencionar, que éste inciso resulta ser impreciso en su
texto, debido a que no determinar en qué casos podría no operar este inciso, en el sentido
que, si por ejemplo, el denunciante que es el heredero del causante, tenga conocimiento sobre
los autores o cómplices de un delito que ha sido cometido, y que dentro de ellas esté inmerso
el causante y como deber social y ciudadano, el heredero pone de conocimiento sobre ello
ante la autoridad competente, ello podría ser considerado también como causal de
indignidad?. Desde nuestra humilde opinión y criterio, creemos que no debido a que no se
estaría infringiendo el deber filial que puede tener por la relación entre el denunciante y el
denunciado, que son el heredero y el causante. Por lo que resulta, necesario que, ante este
punto, la ley pueda ser más específica en distinguir en qué casos pudiera operar esta causal.

Ahora, si estamos de acuerdo con lo normado respecto a esta causal de indignidad, debido a
que el denunciante estaría buscando poder aprovecharse de la situación jurídica que pudiera
tener el causante para poder sacar provecho sobre los bienes del mismo, lo cual nos indica un
terrible proceder, nos atreveríamos a decir, un actuar temerario y maquiavélico con el fin de
obtener beneficios a raíz de la situación jurídica del causante.

1.4. los que hubieran empleado dolo o violencia para impedir al causante que otorgue
testamento o para obligarle a hacerlo, o para que revoque total o parcialmente el
que hubiera otorgado.

En este caso debemos tener en cuenta que ésta causal tiene un alto relieve subjetivo, respecto
a que al coaccionar al causante para que otorgue testamento o que revoque total o
parcialmente el otorgado, afecta directamente a la voluntad o la facultad de decisión del
causante, dicha coacción puede ser física o moral, comprende la fuerza, la intimidación la
violencia y la influencia indebida.

1.5. los que destruyan, oculten, falsifiquen o alteren el testamento de la persona de cuya
sucesión se trata y quienes, a sabiendas, hagan uso de un testamento falsificado.

Esta causal busca castigar al heredero que trata de desviar la voluntad del causante respecto al
acto testamentario, para que a través de ellas pueda obtener algún beneficio, sea éste
realizada por terceros o por los propios herederos forzosos.

1.6. los que hubieran sido sancionados con sentencia firme en un proceso de violencia
familiar en agravio del causante.
Este inciso fue agregado recientemente a nuestro ordenamiento, concretamente por la Ley N°
30490, del 21/07/2016; la misma que busca proteger la vida del causante y su integridad como
tal, castigando al indigno con no poder heredar.

1.7. Es indigno de suceder al hijo, el progenitor que no lo hubiera reconocido


voluntariamente durante la minoría de edad o que no le haya prestado alimentos y
asistencia conforme a sus posibilidades económicas, aun cuando haya alcanzado la
mayoría de edad, si estuviera imposibilitado de procurarse sus propios recursos
económicos. También es indigno de suceder al causante el pariente convocación
hereditaria o el cónyuge que no le haya prestado asistencia y alimentos cuando por
ley estuviera obligado a hacerlo y se hubiera planteado como tal en la vía judicial.

Este inciso contiene a la vez dos causales. El primero hace mención a la posibilidad de heredar
el padre por parte del hijo, cuando el padre se haya negado a reconocer a su hijo de manera
voluntaria, cuando éste dentro de la minoría de edad o cuando no le haya prestado la
asistencia y alimentación correspondiente, evadiendo así su obligación y responsabilidad de
padre, y negándole el derecho del menor a su alimentación.

La segunda parte del inciso, hace referencia al pariente con vocación hereditaria o cónyuge
0||que, aun teniendo el deber de cuidado, asistencia, alimentación a favor del causante, éste
no lo cumple o no realice los actos correspondientes de cuidado del causante, y sea obligado a
nivel judicial a que cumpla con sus obligaciones de cuidado, asistencia y alimentación, lo que
conllevaría a que el heredero o cónyuge, sea obligado por el juez a que cumpla con este deber.
En tanto esto conlleva a que el causante tenga una buena calidad de vida en el sentido amplio
de éste, hasta su muerte, pudiendo los que salvaguardan el cuidado del causante el derecho y
moral necesaria de poder heredar.

2. EL PERDÓN DE LA INDIGNIDAD. -

El perdón de la indignidad puede ser otorgado por el causante o los demás sucesores. El primero
a tenor de lo prescrito en el artículo 669, que señala que el causante puede perdonar al
indigno de acuerdo a las normas de desheredación. El segundo, cuando los demás
sucesores no ejercitan la acción de exclusión a que se refiere el artículo 668, con el objeto
de no apartar al indigno. Si la inacción de los sucesores no es deliberada, y simplemente
dejan transcurrir el plazo para interponer la mencionada acción sin el propósito de
perdonar, su abstención tendrá los mismos efectos que el perdón.
El perdón otorgado por el causante puede ser expreso o tácito. Es expreso cuando lo
manifiesta claramente en el testamento o por escritura pública, en concordancia con lo
dispuesto en los artículos 743 y 753. Es tácito cuando instituye heredero o legatario
al indigno, en aplicación de las reglas de la desheredación, que, tal como determina el
artículo 669, le son aplicables. Dicho perdón al sucesor rehabilita íntegramente a éste.
Puede verse con claridad que el instituto de la indignidad es de interés privado, pues
depende de la voluntad particular hacerla valer o no y, en consecuencia, perdonarla. No
es institución de orden público.

3. LA ACCIÓN DE EXCLUSIÓN Y SUS EFECTOS. –

Los herederos y legatarios a quienes les corresponde recibir la parte del indigno pueden pedir
su exclusión dentro del año de haber tomado esta posesión de los bienes trasmitidos, por
mandato expreso del artículo 668. La acción se concede tanto a los llamados a suceder a falta
del indigno o en concurrencia con él.
En relación a la referencia a los legatarios a quienes les corresponde recibir la parte del indigno,
encontramos dos supuestos:
a. El legatario sustituto designado conforme al artículo 740 denuncia la indignidad del
legatario instituido para recoger su parte.
b. El legatario instituido acciona contra el heredero si el legado no puede cumplirse en su
integridad por exceder la cuota de libre disposición.

Quiere decir que el indigno adquiere, pero su adquisición puede ser impugnada. Recibe la
herencia o legado, pero le es retirada por causa de indignidad. Se le excluye de la sucesión.
Además, la indignidad no puede interpretarse res singula; recae sobre la totalidad de los
derechos sucesorios. De lo expuesto se colige necesariamente que el plazo, caduca desde el año
de la posesión del indigno de cualquier bien de la herencia.
Trascurrido dicho plazo, queda purgada la indignidad, siendo los efectos los mismos que el
perdón, ya sea porque los demás sucesores no interpusieron la acción por ignorancia de la
causal, o por simple inacción, o porque deliberadamente no quisieron perjudicar al indigno,
perdonándolo.
La declaración de indignidad implica el apartamiento forzoso del sucesor, entendiéndose que
no ha tenido lugar la delación de la herencia a su favor. Esta deberá deferirse a quienes hubieran
sido llamados si el indigno hubiese fallecido al momento de la apertura de la sucesión, si es que
hay representación sucesoria, o acrecerá la herencia que corresponde a los coherederos, o
pasará a otros herederos.
El efecto es igual a que si la sentencia que declara la indignidad hubiera existido al momento de
la muerte del causante. En consecuencia, se entiende que la delación coincide con la apertura
de la sucesión. El declarado indigno deberá devolver los bienes hereditarios.
El artículo comentado de nuestro Código agrega que, si el indigno hubiera dispuesto de los
bienes, la validez de los derechos del adquiriente se regirá por el artículo 665 y el resarcimiento
a que está obligado por la segunda parte del artículo 666, los que hemos comentado al tratar de
la acción reivindicatoria. Es decir, rigen las siguientes reglas:
a. El adquiriente a título oneroso de mala fe queda obligado a entregar a los herederos el
bien y los frutos percibidos, así como a indemnizarlos.
b. El adquiriente a título gratuito de buena fe queda obligado solo a restituir el bien.
c. El adquiriente a título gratuito de mala fe queda obligado a la restitución del bien, a la
devolución de los frutos percibidos y a pagar una indemnización.
d. El adquiriente a título oneroso de buena fe mantiene sus derechos, quedando obligado
solo a pagar el saldo del precio, si lo hubiere, a quienes corresponde heredar en defecto
del indigno.
Finalmente, en relación a la indignidad, el actual Código consagra dos nuevos importantes
principios, a saber:
a. El causante puede desheredar por indignidad a su heredero forzoso conforme a las
normas de la desheredación (artículo 669), con lo cual las causales de desheredación
quedan ampliadas con las de indignidad.
El artículo citado agrega que el causante puede también perdonar al indigno de acuerdo con las
normas de la desheredación, como hemos comentado, imbricando más aún ambos conceptos.
b. No pueden ser excluidos de la herencia por indignidad los incapaces menores de edad
ni los mayores que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento. Esta
norma se halla en el título correspondiente a la desheredación, en el artículo 748, y tiene
como fundamento que, siendo personas incapaces de practicar actos jurídicos, deben
ser considerados como irresponsables al incurrir en los actos u omisiones que la ley
permite sancionar con la desheredación o con la indignidad.

4. INCOMPATIBILIDADES PARA HEREDAR


4.1.
En determinados casos, existen personas impedidas para recoger una herencia. La
incompatibilidad o inhabilidad se diferencia de la indignidad en que la primera la determina la
ley, para prevenir determinadas situaciones no ajustadas a los principios de equidad; la segunda,
por significar una falta. La incompatibilidad no implica un castigo; la indignidad importa una
sanción. La inhabilidad la determina una condición de la persona; la indignidad un hecho de la
misma. La incompatibilidad limita la voluntad del testador, la indignidad no, pues existe el
perdón; he aquí la diferencia fundamental: la primera es de orden público mientras la segunda
está establecida en atención al interés particular del causante. La inhabilidad revela una nulidad
ipso iure si existen cláusulas testamentarias en favor de una persona incursa en una
incompatibilidad; la indignidad significa que las disposiciones a favor del indigno son
impugnables y, por tanto, solo anulables. El indigno es heredero, pues adquiere la herencia,
aunque luego sea privado de ella; el inhabilitado no puede ser heredero en momento alguno.
En nuestro ordenamiento jurídico encontramos las siguientes causas de incompatibilidad:
4.
4.1. Extranjeros: Existe una inhabilidad general de carácter constitucional, aplicable tanto a la
sucesión intestada como a la sucesión testamentaria, referida al caso de los extranjeros en
determinado territorio.

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