Professional Documents
Culture Documents
LA LEY 4591/2018
I. Introducción
Hace ya poco más de un año irrumpía en la prensa una Sentencia del Tribunal Superior de Justicia
(TSJ) de Madrid en el que se daba la razón a una trabajadora que reclamaba la devolución de ingreso
indebido a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) por las cantidades ingresadas de
más en su declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) al haberse incluido
como renta (y por tanto, haber tributado) la prestación por maternidad. Debieron poco más que
colapsarse en aquel momento los registros de entrada de las distintas delegaciones de la AEAT por
peticiones similares de miles (puede que millones) de sujetos pasivos que, en igual circunstancia y
sin haber prescrito el derecho de devolución por ingreso indebido, presentaron su correspondiente
solicitud ante la posibilidad de poder optar a una devolución de parte del impuesto del IRPF tributado
en su momento.
Haciendo números globales, la Seguridad Social destina cada año en torno a 1.600 millones en
prestaciones por maternidad, y Hacienda ingresa en concepto de IRPF en torno a 256 millones. El
impacto de devolver el IRPF abonado por esta ayuda desde 2012 y 2016 podría alcanzar los 1.300
millones de euros y beneficiaría a más de un millón de contribuyentes. Pero el permiso de paternidad,
de 15 días, también encaja dentro del ámbito de la exención fiscal que defiende la sentencia. Por ello,
se prevé que los afectados ascenderían a casi dos millones y medio de personas y las devoluciones
en el IRPF superarían los 2.000 millones. Sin duda unas cifras que preocupan a la AEAT quien
sostiene, como buenamente puede, su criterio de no exención a la espera de que el Tribunal Supremo
siente el criterio ante las diferencias entre el TSJ de Madrid y los tribunales económico-
administrativos regionales de La Rioja, Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía, esta última
refrendada por una sentencia de su Tribunal Superior de Justicia que considera no exenta esta
prestación.
II. Análisis del texto legal y de la Sentencia 810/2016 del TSJ Madrid
El texto legal contenido en la Ley 35/2006 del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (LIRPF)
objeto de discusión, afirma literalmente en su artículo 7.h) que están exentas de tributación en el
impuesto:
«Las prestaciones familiares reguladas en el Capítulo IX del Título II del Texto Refundido de la Ley
General de la Seguridad Social, aprobado por el Real Decreto legislativo 1/1994, de 20 de junio, y las
pensiones y haberes pasivos de orfandad a favor de nietos y hermanos, menores de veintiún años o
incapacitados para todo trabajo, percibidas de los regímenes públicos de la Seguridad Social y clases
pasivas.
1/9
07/11/2018
2/9
07/11/2018
las Personas Físicas, en primer lugar, se establece la exención de las prestaciones públicas percibidas
por nacimiento, parto múltiple, adopción, maternidad e hijo a cargo, entre las que se incluyen las
prestaciones económicas por nacimiento de hijo y por parto múltiple previstas en el Real Decreto Ley
1/2000, de 14 de enero (...).»
La redacción actualmente vigente únicamente a sacado del primer al tercer párrafo la redacción
referente a «las demás prestaciones públicas por nacimiento, parto múltiple, adopción e
hijos a cargo (...)»
Claramente se observa a partir de la redacción introducida por la Ley 62/2003 y por su exposición de
motivos, y coincidiendo en criterio con la STSJ Madrid, que la voluntad del legislador (poder
legislativo), a pesar de que la AEAT (poder ejecutivo) se empeñe en mantener su criterio, fue la de
una protección en términos amplios de la maternidad en cualquiera de sus maneras, ya fuera por el
cheque-bebé (prestación por nacimiento) como la de por parto (maternidad natural) o adopción
(maternidad legal). El hecho de dedicar, en la redacción legal actual, un párrafo propio para estas
exenciones que ata con un «también» para las prestaciones por maternidad percibidas de las
comunidades autónomas o entidades locales, es indicativo, aún más, de la voluntad proteccionista
total de la maternidad del legislador. Tampoco tendría mucho sentido y sería discriminatorio que las
prestaciones por maternidad autonómicas y locales (si existen) estuvieran exentas y las estatales no.
III. Aplicación de las fuentes del derecho y del principio «in claris non fit
interpretatio»
La Ley del IRPF, en tanto básica, y su Reglamento de desarrollo prevalecen sobre la doctrina que la
Dirección General de Tributos establece con sus consultas vinculantes y a las Resoluciones del TEAC
La ley siempre prevalece sobre la doctrina en las fuentes del derecho, por tanto, los
pronunciamientos de la Dirección General de Tributos y las Resoluciones del TEAC en modo alguno
pueden contravenir la literalidad de la Ley, sin que quepa una interpretación de la misma conforme a
los criterios del artículo 3 del Código Civil cuando, como en el supuesto que nos ocupa, ésta es clara.
El Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) que, conviene recordarlo, en un órgano
administrativo, no jurisdiccional, dependiente del Ministerio de Hacienda, fijó su posición tras la STSJ
Madrid, ante la avalancha de peticiones de devolución por ingreso indebido por la tributación de la
prestación de maternidad, en resolución por procedimiento iniciado de oficio para unificación de
criterio, y lo hizo en virtud de RG:7334-2016 de fecha 02.03.2017. En su fundamento tercero la
Resolución RG:7334-2016 desgrana el apartado 7.h) de la siguiente forma:
«Como puede verse, en lo que aquí interesa, expresamente se contempla en los referidos apartados
h) y z), la exención de las siguientes categorías de prestaciones:
3/9
07/11/2018
— Las demás prestaciones públicas por nacimiento, parto, adopción, hijos a cargo y
orfandad.
— Las prestaciones públicas por maternidad percibidas de las Comunidades Autónomos
o Entidades Locales.
— Las prestaciones y ayudas familiares percibidas de cualquiera de las Administraciones
Públicas»
Interpreta la Resolución TEAC que el legislador pretende establecer la exención en función del
elemento subjetivo de quien es el pagador de las prestaciones y que, por tanto, la Seguridad Social
solo tiene exentas aquellas prestaciones reguladas en el Capítulo IX del Título II del TRLSS y que el
término «las demás», se refiere a otras que paguen otras administraciones públicas que no sea la
Seguridad Social. Una interpretación, después del análisis anterior de todo punto forzada, en mi
opinión.
De la lectura literal del texto no se alcanza a entender el cómo ni el porqué de la interpretación del
TEAC en cuanto a la exclusión que hace del ámbito de aplicación de la norma a la Seguridad Social.
El texto de la norma claramente establece que están exentas, además de las establecidas en otros
puntos, el resto de prestaciones públicas por nacimiento, parto, adopción, hijos a cargo y orfandad,
sea quien sea el pagador. Parece claro que el legislador pretende una protección total de la
maternidad en todas sus variantes: nacimiento, parto adopción, hijos a cargo y orfandad,
independientemente de la administración de la que proceda el pago. Tal es el ámbito de protección
que pretende alcanzar que matiza en el punto siguiente que esa protección total de la maternidad
alcanza también a las Comunidades Autónomas y Entidades Locales. No sólo eso, sino que en el
Reglamento que desarrolla el IRPF no estableció ninguna matización sobre el órgano pagador de las
exenciones del art. 7. h) LIRPF.
Por tanto, si la Ley es clara en su redacción no cabe interpretación alguna del texto legal en virtud del
principio «in claris non fit interpretatio». Para excluir los pagos de la Seguridad Social del ámbito de
aplicación subjetivo de dicho apartado debería de modificarse la ley o matizarse en el Reglamento del
impuesto.
4/9
07/11/2018
5/9
07/11/2018
6/9
07/11/2018
relación laboral.
El régimen estatutario de los funcionarios se adquiere con un nombramiento que culmina un proceso
selectivo que persiste en el tiempo hasta que se produce alguna de las causas de pérdida de la
condición de funcionario de carrera, entre las cuales, no se encuentra el parto. Estaríamos, en todo
caso, ante un supuesto de permiso por conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
2. El régimen de suspensión temporal laboral del Estatuto de los Trabajadores, n o e s
asimilable al permiso por parto del personal funcionario.
La diferencia del personal funcionario respecto del personal laboral radica en que el tiempo
transcurrido durante el disfrute del permiso por parto no se considera una suspensión de la relación
laboral, todo lo contrario, es servicio efectivo a todos los efectos. Así lo determina el TREBEP en el
artículo 49 en párrafos posteriores (concretamente el segundo párrafo después del apartado 49.c)):
«En los casos previstos en los apartados a) (permiso por parto), b), y c) el tiempo
transcurrido durante el disfrute de estos permisos se computará como de servicio efectivo
a todos los efectos, garantizando la plenitud de derechos económicos de la funcionaria
(...)»
En este mismo sentido la Ley 10/2010 de Ordenación y Gestión de la Función Pública Valenciana
establece en su artículo 123.3 que «Las licencias o permisos no variarán la situación de
servicio activo».
3. El parto, y por tanto, el permiso por parto recogido tanto en el TREBEP y e n l a Ley
10/2010 de la Generalitat está reconocido como exención en la LIRPF.
El apartado 7 h) en sus párrafos tercero y cuarto LIRPF establece: «Igualmente estarán exentas las
demás prestaciones públicas por nacimiento, parto o adopción múltiple, adopción, hijos a cargo y
orfandad.
También estarán exentas las prestaciones públicas por maternidad percibidas de las Comunidades
Autónomas o entidades locales.»
Como ya se ha aclarado, el personal funcionario disfruta, según el Texto Refundo del Estatuto Básico
del Empleado Público, de un permiso por parto que encaja perfectamente en la redacción del artículo
7h).
4. La prestación de maternidad satisfecha por la Seguridad Social, no tiene la función de
sustituir la retribución normal (no exenta en el IRPF) que se hubiera obtenido por el
trabajo habitual y que se deja de percibir al disfrutar del correspondiente permiso por
parto.
Esto sucede, generalmente, con el personal funcionario de grupo A1, supuesto en el que muchos
funcionarios tienen una retribución superior al máximo de cotización en la Seguridad Social. Dado
que la prestación por maternidad está relacionada con la cotización con la Seguridad Social, en estos
casos, el personal funcionario que disfruta del permiso por parto obtiene una prestación por
maternidad menor de la que se hubiera obtenido por el trabajo habitual de forma que las
Administraciones, al objeto de cumplir con lo dispuesto en el artículo 49 del TREBEP, se ven
obligadas a «indemnizar» al funcionario que disfruta del permiso por parto por la parte de sus
retribuciones habituales no cubierta por la Seguridad Social en la prestación por maternidad.
Recordemos que el segundo párrafo después del apartado 49.c) TREBEP: «En los casos previstos en
los apartados a)(permiso por parto), b), y c) el tiempo transcurrido durante el disfrute de estos
permisos se computará como de servicio efectivo a todos los efectos, garantizando la plenitud de
derechos económicos de la funcionaria (...)»
7/9
07/11/2018
intermediario-pagador
En este epígrafe, analizaremos el papel de la Tesorería General de la Seguridad Social como
intermediario-pagador entre la Administración empleadora y el personal funcionario en la retribución
del permiso por parto a través de la prestación por maternidad.
El TREBEP dispone en su artículo 14 que los funcionarios tendrán derecho a «las prestaciones de la
Seguridad Social correspondientes al régimen que les sea de aplicación.» También la legislación
Valenciana, Ley 10/2010, en su artículo 85 sobre el Régimen de la Seguridad Social del personal
funcionario al servicio de la Generalitat, determina:
«1. Al personal funcionario propio o de nuevo ingreso en la administración de la Generalitat le será
de aplicación el Régimen General de la Seguridad Social.
El personal funcionario procedente de otras administraciones seguirá sometido al mismo Régimen de
Seguridad Social o de previsión que les era aplicable en la administración de origen.
2. En los procesos de incapacidad temporal del personal al servicio de la administración de la
Generalitat que con arreglo a lo dispuesto en este artículo se encuentre acogido al régimen general
de la Seguridad Social, se complementarán las prestaciones de la Seguridad Social hasta el 100 por
cien de sus retribuciones desde el inicio de dicha situación hasta la conclusión de la misma.»
En los supuestos de incapacidad temporal, el ordenamiento jurídico reconoce al funcionario el
derecho de carácter subjetivo a percibir la retribución que le corresponda, cuya cuantía dependerá de
los días de baja y de si la Administración a la que sirve complementa, o no, la prestación (como
sucede en el caso valenciano). La retribución por incapacidad temporal se hace efectiva directamente
a través de la Administración Pública empleadora produciéndose, a posterior, entre ésta y la Tesorería
de la Seguridad Social, flujos compensatorios en el marco de la liquidación mensual de las cuotas
sociales correspondientes. En síntesis: el funcionario en situación de incapacidad sigue percibiendo
«el salario» de la Administración para la cual presta servicios, ajeno a las compensaciones de caja
entre Administraciones.
En el supuesto expuesto de incapacidad temporal y de paternidad, el personal funcionario se
encuentra cubierto por el sistema de prevención social y no recibe directamente percepción de la
Seguridad Social pública sino que le paga directamente su Administración. ¿Podemos entender que en
el caso del permiso por parto también retribuye al funcionario su Administración y que la Seguridad
Social actúa como un intermediario? ¿Debería en estos casos recibirse la prestación por maternidad
directamente de la Administración Pública a la que pertenece el funcionario y dentro de los flujos de
caja habituales entre la Seguridad Social y la Administración Pública realizarse las compensaciones
correspondientes?
Según mi criterio, dado que, al contrario de lo que sucede con el personal laboral, el personal
funcionario no suspende de la relación laboral (o estatutaria) con la Administración pública mientras
dure el permiso por parto permaneciendo, por ministerio de la Ley, en situación de servicio activo,
considero que debería retribuírsele directamente por la propia Administración empleadora, como
sucede con las incapacidades temporales o la paternidad, y realizarse las compensaciones de caja
correspondientes entre la ésta (la Administración empleadora) y la Seguridad Social. De esta forma
tampoco habría diferencias retributivas para aquel personal funcionario, principalmente del grupo A1,
cuyas retribuciones superan las cotizaciones máximas y deben de ser indemnizados posteriormente
por la Administración a la que pertenece al ser menores las prestaciones por maternidad que sus
retribuciones, como hemos visto anteriormente, dado que el TREBEP garantiza «la plenitud de
derechos económicos de la funcionaria.»
Si se entiende que la prestación por maternidad, que es la retribución del permiso por parto, tiene su
devengo en la Administración pública a la que pertenece el funcionario/funcionaria y que la
8/9
07/11/2018
VII. Conclusiones
• No es correcto extender la Resolución RG:7334-2016, del Tribunal Económico-Administrativo
Central, al personal funcionario, dado que dicha resolución se basa en normativa aplicable al
personal laboral. En el caso del personal funcionario no se produce una suspensión temporal del
contrato sino que se trata de servicio activo, a todos los efectos, además de que la prestación por
maternidad no sustituye la retribución habitual del funcionario afectado. La maternidad y el parto son
términos utilizados indistintamente por el legislador.
• La Ley es clara y no necesita interpretación alguna cuando establece que están exentas las
prestaciones públicas por nacimiento, parto, adopción, hijos a cargo y orfandad, por tanto, las
percepciones recibidas en el permiso por parto del personal funcionario están claramente recogidas
como exención del IRPF.
• La Tesorería de la Seguridad Social juega una suerte de papel de intermediario entre la
administración empleadora y el personal funcionario, en el pago de la prestación por maternidad que
retribuye el permiso por parto y, por tanto, entendido de esta forma, la prestación por maternidad se
encuentra, en el caso del personal funcionario, exenta de tributación en el IRPF.
• No existen consultas vinculantes de la Dirección General de Tributos ni Resolución de la TEAC que
establezca una aclaración para el régimen de las retribuciones de los funcionarios públicos en
situación de disfrute del permiso por parto regulado en el Estatuto Básico del Empleado Público. En
consecuencia no existe sustento, ni siquiera doctrinal, para no poderle aplicar el tenor literal del
artículo 7 h) LIRPF, en cuanto a su exención de la tributación.
En consecuencia, y a modo de corolario, realizado el presente análisis cabe entender que las
percepciones percibidas por el personal funcionario, cuando disfruta del permiso por parto, están
exentas de tributar por el IRPF dado que, como se ha podido comprobar, tienen un perfecto encaje en
el art. 7.h) del IRPF. A ello cabe añadir que sobre el régimen fiscal aplicable en estos casos al
personal funcionario no existe manifestación de la AEAT o de los Tribunales económico-
administrativos, ni mucho menos de los tribunales ordinarios de justicia. Habrá, pues, que esperar a
que sea la doctrina jurisprudencial del Tribunal Supremo la que ponga entendimiento a la cuestión.
9/9