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los peces
sa lva d or g á lv ez mor a les
los pa nes y
los peces
l a ll av e de un mund o de
infinita s posibilida des
1.ª edición Azarbe junio del 2009
www.nausicaa.es
isbn: 978-84-96946-¿?-5
depósito legal: mu-¿ ???-2009
Prólogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Generar atracción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
1. Plena aceptación de las situaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
2. Gratitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
3. Contribución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
4. Significación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Beneficios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
a) Enfoque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
b) Resiliencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
c) Persistencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
d) Recogida. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
e) Aplicación de principios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Prólog o
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Agr a decim ien tos
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A mis compañeros de trabajo, Clara, Salomé, Lola, Soraya,
Raquel, Sandra, Patricio, Miguel Ángel y María Ángeles. Gra-
cias por vuestra actitud siempre positiva.
A mis representantes y equipos de trabajo en adopción in-
ternacional, en especial a la Hermana María, la Dra. Anselma
Linares, Teddy y Wendy.
A los alumnos de mis cursos y conferencias. Alumnos de
Ecorem, de la Universidad de Murcia, de la Universidad Poli-
técnica de Cartagena, de la Universidad de Santiago de Com-
postela, de la Universidad de Granada y de las Escuelas de Ne-
gocios. Mi misión era daros formación y además he aprendido
mucho de todos vosotros. Y como no, a todos mis clientes de
coaching por vuestro esfuerzo y el que me habéis hecho hacer
a mí que tanto me ha servido para mejorar diversos aspectos
de este libro.
A José Luis Martínez Palomo, Director del Instituto de En-
señanza Secundaria de Alquerías, con el que he colaborado
en diversas tareas y actividades. Nunca me ha fallado en todo
aquello que le he pedido.
A todos mis maestros en el área de la comunicación huma-
na y el coaching; en especial a John Grinder y Carmen Bostic
por todo lo que me han enseñado sobre la Programación Neu-
rolingüística y el comportamiento humano; a Richard Bander
por su genialidad; también a Edmundo Velasco, ese mexicano
con tanta gracia y recursos; a Salvador Carrión y María Alcazar
por vuestra sabiduría y afecto; a Allard de Jöng, por haberme
introducido en el mundo del coaching de manera tan magis-
tral; y a Anthony Robbins, del que aunque no ha sido maestro
directo, me declaro gran admirador y de quien he recibido mu-
chísima inspiración.
A todos los miembros de la Asociación Profesional de
Coaches de la Región de Murcia, por todo lo que están hacien-
do por la difusión del coaching y porque son unas personas
extraordinarias. A todos los coaches españoles por su trabajo
fomentando el desarrollo de personas, empresas e institucio-
nes. Sois también mi estímulo e inspiración.
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A José Antonio Cobacho Gómez, Rector de la Universidad
de Murcia, que siempre ha creído en mi trabajo y del que he
recibido una respuesta cada vez que le he llamado. Fuiste mi
maestro durante el tiempo que pasé en la facultad de Derecho
y no has renunciado a serlo después. Gracias.
Y finalmente, a Paco Flores, que me puso en contacto con el
editor de este libro, y a todos los que entre bambalinas han co-
laborado, para que el mismo vea la luz, con su trabajo y apoyo
continuos. Todas las personas que he mencionado constituyen
mis panes y mis peces.
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los pa nes y
los peces
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de infinita s
posibilida des
In troducción
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Hace unas semanas buscaba donde había colocado la car-
peta con los estudios que había realizado sobre el milagro de
la multiplicación. Tuve que juntar Roma con Santiago para en-
contrar aquellos viejos folios ya un poco amarillentos. Y por fin
estoy decidido a escribir un libro decisivo para comprender de
manera sencilla cómo funcionan los grandes cambios. Com-
prender bien los principios y aplicar las enseñanzas de este li-
bro puede dar lugar en no mucho tiempo a resultados para los
que se necesitarían años de aprendizaje.
Ahora puedo ofrecer a los lectores de mi primer libro, para
cuya realización estoy sintiendo una emoción muy especial, las
claves para hacer un cambio profundo en sus vidas a través de
la distinción entre dos formas básicas de ser y estar en la vida:
el mundo de las carencias y el mundo de las posibilidades. Este
último, es el que nos permite mantener el estado de plenitud de
recursos necesario para conseguir en nuestra vida todo aquello
que nos propongamos. Y para conseguir esto, este libro ofrece
toda una lluvia fina de ideas y técnicas al servicio de personas
inteligentes.
Cuando salimos a la calle nunca olvidamos vestir nuestro
cuerpo. Resulta difícil observar a una persona que vaya desnu-
da al trabajo. El vestido nos protege del frío y de otros agentes
externos. Así pues, si vestimos nuestro cuerpo, ¿por qué sali-
mos al exterior sin vestir nuestra mente? ¿Y acaso no es ésta
aún más sensible que nuestro cuerpo? La vida actual está llena
de tensiones y exigencias por lo que no está de más salir cada
día de casa preparados para esa batalla. Y éste es precisamente
uno de los objetivos fundamentales de esta obra, que tomemos
conciencia de que atender nuestra mente resulta tan fácil como
el hecho de llevar a cabo las actividades rutinarias y trascen-
dentes de todos los días: vestirse, desayunar, comer…
A lo largo del libro toman cuerpo los principios de un mé-
todo propio de desarrollo personal que he denominado méto-
do placebo, cuyo hilo conductor es el mantenimiento del es-
tado de plenitud de recursos o mundo de las posibilidades y
se ofrecerán sencillas técnicas capaces de cambiar la vida de
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una persona u organización por completo estableciendo una
diferencia muy importante respecto a lo que hace el 99 de las
personas. La mayor parte de la gente vive sin plantearse si tiene
verdaderamente control sobre sus vidas. ¿Y cómo te sentirías
al volante de tu coche si de pronto tuvieras la sensación de que
no eres tú quien lo conduce? Estoy seguro que con la mayor
rapidez te concentrarías y sujetarías muy bien el volante para
tomar de nuevo el control y evitar un desastre. A continuación
la conducción sería muy placentera. Como ya hemos dicho, lo
primero siempre es tomar conciencia y después ponerse manos
a la obra. Si estás dispuesto a ello lee con atención cada uno de
los capítulos de este libro y practica “hasta la náusea”, como
diría John Grinder, uno de mis mejores maestros, los ejercicios
que contiene. No te arrepentirás.
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I
¿C uá n tos pa nes tenéis?
22
Al desembarcar vio a una gran muchedumbre, y se com-
padeció de ellos, porque eran como ovejas sin pastor, y se
puso a enseñarles largamente. Siendo ya hora avanza-
da, se le acercaron los discípulos y le dijeron: El sitio es
desierto y avanzada la hora; despídelos para que vayan
a las alquerías y aldeas del contorno y se compren algo
para comer. Él respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de
comer. Y le dijeron: ¿Vamos nosotros a comprar doscien-
tos denarios de pan para darles de comer? Él les contestó:
¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Habiéndose informado,
le dijeron: Cinco y dos peces. Les mandó que les hicie-
ran recostarse por grupos sobre la hierba verde. Se recos-
taron por grupos de ciento y de cincuenta. Él, tomando
los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo,
bendijo y partió los panes y se los entregó a los discípulos
para que se los sirvieran, y los dos peces los repartió entre
todos. Comieron todos y se hartaron, y recogieron doce
canastos llenos de las sobras de los panes y de los peces.
Eran los que comieron de los panes cinco mil hombres.
1. Plenitud
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En definitiva se trata de apartar la mirada de las carencias y
enfocar hacia las opciones. Esta actitud es propia del estado de
plenitud, que hay que conservar en todo momento, en compa-
ñía y en soledad, (al final del milagro Jesús queda en soledad),
frente al estado de carencia de los discípulos: “Siendo ya hora
avanzada, se le acercaron los discípulos y le dijeron: El sitio es
desierto y avanzada la hora; despídelos para que vayan a las
alquerías y aldeas del contorno y se compren algo para comer”
(Mc. 6, 35). La plenitud es la clave de la Ley de la Atracción.
2. L ater alidad
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3. Atr acción
4. Confianza
La mayor parte de las personas creen que para tener cosas, para
que les ocurran cosas, hay que esperar a que sean otros quienes
se las proporcionen. Sin embargo, el secreto para estar siempre
en plenitud espiritual y material es la actitud auténtica, que pro-
cede del interior de cada persona, que realiza en cada momento
lo que le concierne y no lo que la gente cree que debe hacer. Je-
sús, lo primero que hace desde su plena confianza en sí mismo
es amar, ejercitar la compasión: “Al desembarcar vio a una gran
muchedumbre, y se compadeció de ellos, porque eran como ovejas
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sin pastor, y se puso a enseñarles largamente” (Mc. 6, 34). No se
deja llevar por la actitud de los discípulos reacios a dicha ayuda:
“… despídelos para que vayan a las alquerías y aldeas del contor-
no y se compren algo para comer” (Mc. 6, 35). Jesús demuestra ser
un hombre libre y valiente. La plena confianza en uno mismo
parte del abandono de las actitudes basadas de manera reiterada
en un miedo infundado. Cuando abandonamos el miedo y de-
cidimos ser valientes es cuando probamos nuestras auténticas
posibilidades, ya que nadie sabe lo que realmente puede llegar a
conseguir hasta que lo prueba. Jesús nos enseña que lo más sa-
grado que existe es la integridad de nuestra alma que es la fuente
de nuestra confianza y de nuestras posibilidades.
5. Emoción
6. Beneficios
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como consecuencia de la aplicación de los principios
esenciales.
7. Orden
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es nuestra identidad esencial y las creencias que componen esa
identidad para ordenarlas hacia la acción congruente. Jesús es
consciente de la necesidad de descansar y reflexionar para po-
ner orden en nuestras agitadas vidas: “Venid, retirémonos a un
lugar desierto que descanséis un poco…”
Si os fijáis en la letra inicial de cada principio y las juntáis
por el orden que se ha fijado obtenéis la palabra placebo. Sólo
confiad y poned en práctica los principios que vamos a descri-
bir y veréis cómo los cambios aparecen por sí solos.
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Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
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II
Esta do de plenit ud v er sus
esta do de c a r enci a
Puedo elegir vivir en el mundo de las carencias o en el de las
posibilidades.
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Antes de comentar la maestría de la pregunta de Jesús, ex-
pongamos las dificultades, dudas y miedos que aparecen en las
mentes de los discípulos:
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• Marco de carencia: “Doscientos denarios de pan no
bastan…”
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ni con sus vidas, ni con sus estudios, ni con sus experiencias.
Teddy, decidió huir del país y se dirigió hacia la frontera de
Sudán. No llevaba encima ningún tipo de documentación y
fue detenido y encarcelado antes de entrar en el país limítrofe.
En la cárcel coincidió con una persona que le conocía. Era
un guardián que como él había estado en Cuba. “¿Pero qué
haces aquí Teddy?” —le dijo. Gracias a esta amistad pronto
consiguió salir de prisión para plantearse una nueva forma
de vida. Por su parte, Wendy, se encontró con una dramática
situación familiar. Ninguno de sus hermanos tenía trabajo y
uno de ellos falleció dejando viuda e hijos. Decidió que haría
todo lo posible por sacar adelante a toda su familia. De esta
manera Teddy y Wendy volvieron a coincidir para hacer de
sus vidas algo que mereciera la pena. Así que comenzaron
a pensar cómo sobrevivir en un mundo que se derrumbaba
bajo sus pies. Al igual que hizo Jesús se preguntaron por los
panes y los peces de que disponían. Se dieron cuenta que te-
nían algo en común, habían estado en Cuba y conocían el es-
pañol. ¿De qué manera podrían aprovechar esto? Teddy, una
persona imaginativa e inquieta pensó en el turismo. ¿Y si con-
seguían atraer a turistas españoles y servirles de guía a través
de recorridos interesantes y exóticos por el país? Un buen día,
en un locutorio de la calle, se introdujo en el mundo de In-
ternet y apuntó direcciones de agencias de viajes españolas.
Les escribió a todas ellas, ofreciéndose como guía y algunas
de ellas respondieron positivamente. Llegaron los primeros
turistas. Teddy y Wendy volvían a encontrarse, ahora para
trabajar juntos, como guías turísticos. Teddy me decía que al
principio resultaba complicado complacer a los turistas espa-
ñoles, ya que en muchas ocasiones venían con más informa-
ción sobre Etiopía que la que él mismo podía ofrecer. Pero su
voluntad y sus ganas le convirtieron en un formidable guía
para conocer un país con tantos contrastes, etnias y culturas
como Etiopía. Actualmente Teddy y Wendy conforman el nú-
cleo del magnífico equipo del que dispongo en Etiopía para
realizar adopciones internacionales en aquel país.
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Recuerdo cuando constituí Salva Galvez Solutions slu. Mi
primera web fue un auténtico desastre, esperaba tener cientos de
visitas, realizar cursos y seminarios repletos de gente y que todo
funcionara a la perfección desde el principio. El problema era
que yo sólo veía “el desierto”. Cuando por fin me hice la pregun-
ta ¿cuántos “panes” tengo?, todo cambió por completo. Así que
me decidí a centrarme y cuidar lo poquito que tenía en aquella
época: un curso básico de coaching que me llevó a conocer al
gerente de una Escuela de Negocios para la que luego impartí un
módulo de habilidades directivas y coaching. Esta experiencia
fue conocida por Universidades que me contrataron para que les
diseñara ponencias y cursos de coaching. De los cursos y semi-
narios surgieron clientes particulares para procesos de coaching.
A su vez comenzaron a llamarme de diversos medios de comuni-
cación, radio, prensa, televisión, para entrevistarme, lo que con-
tribuyó a que tuviese aún más visibilidad a nivel social. Comencé
a ser conocido por empresarios que a su vez me contrataron para
mejorar sus negocios. Y toda esa experiencia ha sido útil para
escribir este libro e ilustrarlo con estas historias.
Por este motivo, es muy importante si deseamos avanzar,
hacer un detallado inventario de nuestros bienes, de nuestros
dones, de nuestras fortalezas. He de preguntarme ¿qué tengo
para ofrecer? Da igual que sea poco o muy poco. Todos tene-
mos algo que ofrecer. Y a continuación enfocarnos en ello como
una lupa concentra todos los rayos del sol sobre un papel que
finalmente consigue arder. En realidad la pregunta es ¿quién
soy? ¿Cuál es mi esencia? Cuando actúo como realmente soy no
hay carencias, parto de la plenitud.
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español llamado Amancio Ortega propietario de Inditex, co-
menzó en un pequeño taller en su Galicia natal. Pero hay cien-
tos de casos. Todo lo que hicieron fue creer en sí mismos e in-
vertir en lo que conocían.
A continuación un extracto de El magazine del diario El
Mundo en que se cuenta la extraordinaria historia de Amancio
Ortega Gaona:
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1963, cuando cruzó el umbral de una sucursal bancaria
del barrio coruñés de Los Mallos para pedir un modesto
préstamo con el que crear Goa Confecciones, la primera
empresa del grupo Inditex. Ni en aquella ocasión, en la
que le acompañaba su hermano Antonio, se le pasó por
la cabeza atarse al cuello una corbata, ni en adelante ha
sucumbido a las presiones del entorno de cargar con el
disfraz de executive man. ¿Para qué?
Podría pensarse que Amancio Ortega Gaona, el
hombre que probablemente menos entrevistas haya
concedido en la historia del periodismo empresarial,
ninguna hasta el momento, es un ser huraño, con graves
defectos de dicción, una especie de Quasimodo acom-
plejado, obsesionado por su seguridad personal y ata-
cado por paranoias varias. A falta de explicación por
parte del personaje, el imaginario nacional le ha atri-
buido las más variopintas razones a su afán por zafarse
de los medios de comunicación. Manías no le faltan al
propietario de Zara pero el anterior retrato casa muy
poco con su personalidad. Hombre discreto a más no
poder, de pocos amigos y muchos conocidos acostumbra
a empezar su jornada matinal con un desayuno en el
Club Financiero de A Coruña, en compañía de sus ami-
gos habituales.
El desayuno dura 20 minutos aproximadamente e in-
cluye zumo y café con leche. La charla versa de todo un
poco, como en cualquier tertulia de cafetería: fútbol, ru-
morología, asuntos personales... Los integrantes del gru-
po son empresarios y profesionales locales, ninguno del
textil, y sí de la pequeña empresa la mayoría. Entre la
nómina de amigos de Amancio apenas figuran políticos,
aunque su sobrina María José, hija de su hermana Pepi-
ta, está casada con un hijo de Romay Beccaría, ministro
de Sanidad del primer Gobierno de Aznar.
En su entorno más cercano: el textil, tampoco goza de
grandes amistades, salvo los dueños del grupo Caramelo.
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Sabido es que el resto de la profesión carece de grandes
simpatías hacia el grupo gallego, hasta el punto de que
en el master de moda organizado por la Universidad de
A Coruña, que se celebra cada viernes hasta después del
verano, un relevante empresario del sector se negó a im-
partir su clase el mismo día en que estaba prevista una
ponencia sobre el modelo Inditex.
Antes de departir con los habituales y dar cuenta del
desayuno, Amancio le ha dado unas pataditas al ba-
lón en las instalaciones deportivas del Club Financiero.
Siempre que puede ve los partidos del Depor, en la tele o
en Riazor, donde pasa totalmente desapercibido puesto
que el 99 de los coruñeses no tiene la menor idea de
cómo es físicamente.
La identificación de Amancio con A Coruña ha dado
pie a múltiples confusiones respecto a su origen. Nacido
en un pueblo de León, de padre y madre vallisoletanos,
Ortega se trasladó con su familia a A Coruña cuando a
su padre, ferroviario de profesión, le destinaron al Norte.
Junto a sus hermanos mayores Antonio y Pepita, aunque
en tiempos distintos, Amancio encontraría su trabajo
definitivo en la mercería La Maja, en donde converge-
rían todas las personas indispensables para la creación
de Zara. La Maja era un próspero comercio de la ciudad
que llegó a tener tres locales abiertos al público y un al-
macén. Vendía mucho género procedente de Cataluña y
estaba regentado por la familia Castro Quintás. Antonio,
el hermano mayor de Amancio, gozaba por parte de los
dueños de La Maja de una predilección especial entre
todos los empleados. Su carácter extrovertido y apaci-
ble convenció al matrimonio Castro para convertirlo en
uno de sus viajantes. También el benjamín de los Ortega
prosperó en el negocio y de recadero ascendió a depen-
diente, coincidiendo su cambio de estatus con la entrada
en La Maja de una joven aprendiza de 16 años llamada
Rosalía Mera Goyenechea, la cual se convertiría en espo-
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sa de Amancio en pocos años.
El buen ambiente de La Maja propició que pusieran
en marcha un experimento sugerido por Amancio. Pri-
mitiva, la joven mujer de Antonio, trabajaba de modista.
Por su oficio a Amancio se le ocurrió que Primitiva podía
coser para ellos el género elegido por el primogénito de los
Castro y él mismo, a fin de que su modesta producción
fuera absorbida por el propio comercio. Pronto Amancio
comprendió que el valor añadido se quedaba en el cami-
no. Esa reflexión le llevó a decidir que si querían abrirse
camino tendrían que ser ellos solos, la familia. Así nació
Zara. Junto a Rosalía Mera, Primitiva, Antonio, Pepita
y Amancio se marchó de La Maja con ellos el viajante
José Caramelo (futuro creador de la firma Caramelo).
En un lóbrego bajo de la calle Noya, frecuentado por los
ratones y las humedades, comenzó la producción de las
batas de guatiné rosas con los vivos azules, tan de moda
en la década de los 60.
Treinta y ocho años después, los expertos financieros
vaticinan que con la próxima salida a bolsa del grupo,
éste alcanzaría muy sobrado la cifra del billón de pese-
tas. En la actualidad Inditex proporciona trabajo direc-
to a más de 13.000 personas y otros tantos de forma indi-
recta. Durante 1999 el holding español ganó diez de cada
100 pesetas vendidas en sus 420.000 m² de superficie de
venta y facturó 337.171 millones de pesetas. El imperio
de Ortega abarca cinco importantes cadenas de moda:
tres de creación propia, Zara, Pull & Bear y Bershska,
y dos adquiridas a empresas españolas, Massimo Dutti
(1985), y Stradivarius, (1999). En total, el grupo cuenta
con 924 puntos de venta repartidos en 31 países y cobija
a otras empresas ajenas a la confección como: financie-
ras, distribuidoras, aseguradoras, inmobiliarias e inclu-
so promotoras inmobiliarias. De hecho, la casa que ocu-
pa actualmente Ortega junto a su segunda mujer, Flora
Pérez Marcote, a quien conoció en las instalaciones de
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Sabón cuando ésta trabajaba en una de sus fábricas, for-
ma parte de un complejo inmobiliario edificado por la
empresa Álvarez Conchado, de la cual Inditex posee un
30. Antes de ocupar este dúplex en un barrio de cla-
se media, conocido por Zalaeta (aunque en A Coruña
jocosamente se le denomina Zaraeta por el extenso nú-
mero de ejecutivos y mandos intermedios que viven en
él), Amancio vivía solo en un piso de la céntrica Plaza de
Orense coruñesa donde se instaló tras su separación de
Rosalía Mera en 1986.
Lejos de poder calificar su vida personal y profesional
como un camino de rosas, Amancio Ortega ha sufrido
duros reveses. En la década de los 70 trabajó de sol a sol y
recogió muy poco de este esfuerzo. Metió la pata querien-
do emular la fórmula de los almacenes donde se vendía
de todo y tuvo que volver a empezar desde el principio,
casi diez años después.
No obstante, el golpe más duro lo recibió en plena
cara. Su único hijo varón, Marcos, nació con una grave
discapacitación congénita. En la actualidad, la Funda-
ción Paideia, creada por Rosalía Mera y financiada en
parte por Inditex, convoca cada año un certamen con el
nombre de Marcos Ortega Mera para premiar trabajos
que traten la integración social de las personas discapa-
citadas. Asimismo, las muertes de su hermano Antonio
primero, con 54 años, y la de su padre, le han restado a
Amancio dos de sus más importantes apoyos: el de quien
le puso en el mundo y quien fuera su mejor amigo y su
más fiel socio.
Hasta la gran expansión de los años 90, Amancio co-
nocía a la mayoría de los empleados de las fábricas y el
almacén por sus nombres. Sorprende el alto porcentaje
de hombres y mujeres hechos a sí mismos que han hecho
carrera en la empresa. (Por ejemplo, un antiguo camio-
nero es en la actualidad la máxima autoridad en cami-
sería masculina). Esa familiaridad ha dejado de existir
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en una empresa con rostro de multinacional y costum-
bres paternalistas. Así, Amancio también ha abandona-
do su costumbre de visitar los sábados Torreiro, la Zara
más cercana a su domicilio de Zalaeta y la tienda más
emblemática de todas las de A Coruña. En la actuali-
dad los empleados que más le conocen y tratan son los
del departamento de señora. De él destacan su increíble
intuición, su creatividad, su capacidad de delegar y res-
ponsabilizar a cada uno de su trabajo, su entrega total a
la empresa, sus ideas democráticas así como su afición
a escuchar.
Pero si hay algún rasgo que destaca en el carácter del
ciudadano Ortega neutralizando al resto, éste sería su
aversión por el término exclusividad... Jamás permite a
sus diseñadores y comerciales que antepongan sus inte-
reses personales a los de la empresa. De modo que los
hallazgos realizados en los viajes a Londres, Tokyo, Nue-
va York o India se comparten y se multiplican como el
milagro bíblico del pan y los peces. El egoísmo comercial
tan característico de las marcas de lujo está desterrado
de las instalaciones de Sabón.
Quienes le conocen íntimamente afirman que Amancio
Ortega gusta de salirse siempre con la suya. Si los expertos
desaconsejan la apertura de Zara en Venezuela y él está
convencido de que hay que estar allí, no solamente hará oí-
dos sordos a sus asesores sino que incluso comprará el edi-
ficio más caro de la historia de la empresa (8.000 millones
de pesetas). El zar de la moda española se ha rodeado de
grandes talentos de la gestión empresarial pero él sigue te-
niendo la última palabra. Para los hombres del business
Amancio Ortega representa al prototipo clásico del empre-
sario judío (como un Rotschild o un Rockefeller), un hombre
hecho a sí mismo, que edifica de la nada a golpe de talento
y esfuerzo la tercera potencia textil del mundo por detrás
de la cadena californiana gap y de la sueca h&m (Hennes
and Mauritz). Este hombre, de aspecto físico anodino, con
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algo de papada, mediana estatura y grandes entradas en el
pelo, este hombre corriente que no se habitúa a pasarse la
vida adelgazando en Incosol y viaja en un Falcon 900 de su
propiedad, ha aportado a la cultura empresarial española
una visión democrática desconocida hasta el momento. A
una lucha sin cuartel contra las apariencias, el ciudadano
Ortega, ha dedicado su vida.
a) Actitudes mentales
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1. La atención
a) La observación
Continuamente están sucediendo cosas a nuestro alrededor. La
observación detenida nos ayuda a conocer elementos externos
e internos a nosotros que nos ayudan a saber perfectamente
lo que está sucediendo. En el milagro de la multiplicación, es
Jesús quien realiza la observación más amplia y atenta de todo
cuanto estaba sucediendo. Son los discípulos los que filtran
toda la información a través de sus creencias limitadoras. Sólo
se fijan en las dificultades: el desierto, la multitud, la escasez
de alimentos, etc. Es Jesús quien hace una observación amplia
desde la perspectiva de la plenitud. Donde los discípulos ven
multitud, Jesús observa personas, donde los discípulos obser-
van el desierto, Jesús advierte un lugar para compartir, donde
los discípulos se fijan en la limitación de los alimentos, Jesús
prefiere centrarse en el reparto. Y ahora la pregunta es ¿cómo
es tu mirada del mundo? ¿es distraída o atenta? ¿es amplia o
limitada? ¿es valiente o timorata?
b) La información
De la observación atenta y plena surge la información necesaria
para cumplir nuestros objetivos. Reunir toda la información es
básico si queremos multiplicar nuestros recursos. Siempre se
ha dicho que “la información es poder”. ¿Suele sucederte que
eres el último en enterarte de todo? Si es así, entonces plantéate
observar de manera más atenta y reunir toda la información
aneja a dicha información. Y eso se hace preguntando acerca
de aquello que se observa hasta tener toda, toda la información
relacionada con el hecho observado.
c) La escucha
Se presta atención cuando se observa, se pregunta sobre lo ob-
servado y, por supuesto, cuando se aprende a escuchar. ¿Cómo
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crees que calificarían del 1 al 10 tus hábitos de escucha tu pare-
ja, tu mejor amigo y tu familia? Si no apruebas, entonces ¿qué
tal si haces un esfuerzo por escuchar a quienes te hablan? No
estés pensando mientras te hablan, no estés esperando a que
terminen para hablar tú, no mires para otro lado mientras te
cuentan algo. Muérdete la lengua hasta que terminen de hablar
y escucha. Lo que vas a decir ya lo conoces, pero no así necesa-
riamente lo que te están contando.
2. La armonía
b) Ritmo
Otro componente de la armonía es el ritmo. ¿Actuamos a im-
pulsos? ¿Nos dejamos llevar y abatir por las circunstancias o
somos nosotros quienes marcamos nuestro propio ritmo? El
ritmo es básico para triunfar. Un equipo de fútbol que marca
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el ritmo de juego es un equipo ganador. Ese equipo de fútbol
continúa marcando el ritmo aunque le marquen un gol. Sabe
cambiar el ritmo cuando es procedente en atención de las cir-
cunstancias, pero siempre marca el ritmo, no deja que se lo
marquen. Jesús, en el milagro de la multiplicación, marca el
ritmo en todo momento. El ritmo forma parte de una actitud
armónica. Jesús se mantiene todo el tiempo consciente de la
situación producida y marca un ritmo ganador. Pide a sus discí-
pulos que repartan los alimentos, cuida de que nadie quede sin
alimentar y finalmente que no se pierda nada de lo que sobró.
Mantiene la atención, el equilibrio y el ritmo de todo el tiempo.
c) Sintonía
Sintonizar con los demás es básico y Jesús demuestra, una vez
más, ser un Maestro. Sintoniza con el lugar viéndolo como un
contexto para compartir, sintoniza con los discípulos ayudán-
doles a eliminar sus dudas, sintoniza con la multitud, compren-
diendo sus necesidades. ¿Te suelen molestar a menudo perso-
nas, lugares y situaciones?
Si es así, es posible que necesites entrenamiento para es-
tablecer rapport o sintonía. Jesús hace una demostración de
cómo sin oponerse a una situación pintada por los discípulos
como complicada, se puede sintonizar con ella. Jesús no se opo-
ne a la visión de sus discípulos, tan sólo pregunta: “¿cuántos
panes y peces tenemos?”. Esto es lo que se conoce como reflejar
para conducir. Cuando nos oponemos a los demás lo que obte-
nemos es que los otros refuercen sus posiciones adoptando una
actitud defensiva. Jesús, no rompe la armonía con sus discípu-
los, a pesar de los temores y dudas de éstos, por el contrario,
les escucha pacientemente, sintoniza con ellos, con sus dudas,
con sus miedos, con sus inquietudes, hasta el límite, y entonces,
con una sola pregunta les conduce a la situación de plenitud.
Sencillamente genial.
45
3. la adecuación
a) Equidad
La equidad supone actuar con justicia, dando a cada cual lo
suyo, y la mejor frase jamás inventada para disponer de un
acertado criterio para actuar con justicia es la que dice “no ha-
gas a otro lo que no quieras que te hagan a ti”. Jesús no va a
dejar sin alimentar a la multitud que ha querido seguirle con
tanta devoción y cariño. Y no está dispuesto a despedirlos sin
más. Eso es lo fácil, pero lo adecuado es responder con amor y
justicia al cariño de toda esa gente. Y eso es lo que hizo Jesús.
¿Somos justos en nuestras decisiones y éticos en conducta?
b) Oportunidad
Algo que muchas veces olvidamos es la oportunidad de nues-
tras acciones. Saber cuando es el momento adecuado para ha-
cer o no hacer algo. Conozco el caso de un político que tenía
posibilidades de ocupar un importante cargo. Su impaciencia
le llevó a significarse demasiado y confrontarse antes de tiem-
po con compañeros de partido. Él era uno de los candidatos en
los que todo el mundo pensaba para dicho cargo. Sin embargo,
no supo esperar la oportunidad debido a su impaciencia y se
“quemó” en el intento. ¿Cuántas veces actuamos antes o des-
pués de tiempo?
Sólo desde la serenidad, desde el estado de plenitud de re-
cursos se observa con claridad cuando son oportunas nuestras
acciones.
c) Congruencia
Mi maestro, John Grinder, dice que para cualquier persona que
trabaje con o para otras, la congruencia es fundamental. En
46
definitiva, trabajar con el ejemplo. No puedo pretender ense-
ñar nada que no haya interiorizado y aprendido previamente.
Si existe división entre lo que digo y lo que hago, entre lo que
pienso y lo que digo o hago, entre lo que realmente he aprendi-
do y lo que transmito, no existe congruencia, no existe plenitud,
mis acciones no son congruentes, no son adecuadas, en defini-
tiva, no dispongo de un estado de plenitud de recursos.
47
caminar con gracia, entonar la voz. ¿De qué sirve vestirse de
gala si el cuerpo no está acorde con tal vestimenta? ¿Acaso no
sería más congruente vestir como un mendigo?
1. Espejo
Antes de salir de casa, ante el espejo, observad atentamente el
rostro, y sonreír. Si no salta la sonrisa probad lo siguiente: ce-
rráis los ojos, recordad un momento en el que sonreísteis, sen-
tid las emociones de ese momento, las voces que escuchabais, y
lo que podíais observar a vuestro alrededor, en el momento de
mayor intensidad emocional dad una palmada fuerte delante
de vuestra cara y abrid los ojos. Cuando observéis vuestra son-
risa reflejada en el espejo os proporcionará la certeza que nece-
sitáis para mantenerla ahí. A continuación prestad atención a
vuestra cabeza, tratad de mantenerla hacia arriba, erguida (aún
no he conocido a una persona deprimida que no tenga su cabe-
za hacia abajo). La posición básica de los ojos ha de mantenerse
hacia arriba, si la tendencia es hacia abajo podemos mantener
emociones indeseadas. A continuación procurad que los hom-
bros también permanezcan erguidos, el pecho hacia afuera y la
barriga hacia dentro. Haced una caminata para aseguraros que
vuestro andar es firme y vuestras piernas y brazos se mueven
con gracia. Ahora ya podéis salir a la calle.
2. Respiración
Pero antes de salir a la calle comprobad que vuestra respiración
no es superficial. Haced el siguiente ejercicio: respirad por la
nariz, mantener el aire, expulsar por la boca, aguantad un poco,
volver a repetir el ciclo hasta que estéis seguros de que vues-
tra respiración es firme. Esto proporciona oxígeno a la sangre y
vuestro cerebro podrá tener un funcionamiento óptimo.
48
3. Voz
Y, por último, aseguraros de que el tono de vuestra voz es firme,
que tiene el volumen y timbre adecuados. Proporciona mucha
seguridad tanto a nivel interno como con las personas con las
que se establece relación.
c) Emocionalidad
49
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
50
III
L A IM PORTA NCI A DEL
m A RCO O CON T E X TO
Quien domina el marco domina la interacción.
51
mos habitualmente en nuestras vidas. Quien domina el marco
o contexto domina la interacción. El contexto también alude
a la importancia de contar con un equipo de personas capaces
de conseguir los objetivos y a la maestría en la comunicación
con las personas. Fueron los discípulos los que se encargaron
de hacer la partición y reparto de los panes y peces. “Les man-
dó que les hicieran recostarse por grupos sobre la hierba verde”
(Mc. 6, 39).
a) M arco circunstancial
52
plo anterior, es muy importante con quién voy a montar
el negocio. Así, he de tener información acerca de esta
persona, de su honradez, de su conocimiento del negocio,
etc.
53
cosas yo iba a ejercer como abogado. Así que me pasé por el
colegio de abogados y atendí a un anuncio en el que solicitaban
pasantes para un despacho de un abogado de cierto prestigio.
Pensé que si permanecía allí el suficiente tiempo podría apren-
der las cuestiones básicas para desenvolverme en un juicio y
después podría continuar por mi cuenta. Y así lo hice, después
de un par de meses conseguí la confianza del titular del despa-
cho y que me proporcionara trabajos más interesantes que a los
otros pasantes. Me enviaba a juicios de faltas, poca cosa, pero
suficiente para perder el miedo a los juzgados. Al menos no te-
nía que estar pasando informes o yendo a las oficinas judiciales
a recabar información sobre procedimientos judiciales.
En segundo lugar, decidí que una vez aprendidas las cues-
tiones básicas y superados los miedos, ejercería por mi cuenta,
tuviera o no tuviera despacho. Al principio utilizaba los despa-
chos de que disponía el propio Colegio de Abogados para aten-
der a los clientes. Luego, pensé en habilitar como despacho una
pequeña habitación en casa de mis padres. Y así resistí hasta
que apareció mi gran oportunidad. Conocí a una letrada que
estaba sola en un bufete en el mismo centro de Murcia y que
me ofreció uno de sus despachos a cambio de que atendiera el
teléfono cuando ella no estuviera. Así que evité pagar alquiler y
por fin disponía de un despacho en unas condiciones inmejora-
bles. Podía recibir a mis clientes sin pasar vergüenza. Era el mo-
mento de mi despegue. El desierto comenzaba a transformarse
en un lugar habitable.
Y en tercer lugar, decidí aprovechar todas las oportunida-
des y crearme el mejor contexto posible para mi ejercicio pro-
fesional. En aquella época conocí a una abogada, me gustó y
comenzamos a salir. Ella estaba en un despacho de alquiler en
el centro pero que disponía de poca luz natural y escasa venti-
lación. Le propuse que, puesto que ella era natural de un pue-
blo de unos cinco mil habitantes en el que no había despachos
de abogados, podíamos comprar una vivienda en su pueblo y
destinarla a bufete profesional. Yo disponía ya de unos ahorros
para la entrada y para convencer a mi chica le dije que podía
54
destinar el dinero que pagaba actualmente por el alquiler de su
deficiente despacho a pagar el préstamo hipotecario. Así lo hi-
cimos y nos convertimos en los únicos abogados de Alquerías.
Luego nos casamos y la vivienda tuvo que servir durante varios
años para vivir y trabajar hasta conseguimos hacer indepen-
diente el trabajo de nuestra vida íntima cuando adquirimos un
magnífico despacho en un lugar muy céntrico.
Ésta fue para mí una demostración práctica de cómo te-
niendo una actitud, una fe y unos comportamientos muy espe-
cíficos en la dirección al objetivo marcado, podemos cambiar
nuestro entorno. Ahora bien, para eso hay que hacer lo que
hizo el Maestro en aquel lugar desierto, debemos preguntarnos
por nuestros panes y nuestros peces, o de lo contrario sólo ve-
remos el desierto y no conseguiremos avanzar.
55
Conozco a una persona que jamás ha tenido en cuenta el
marco temporal. Hace casi veinte años que comenzó a trabajar
siendo muy joven. Después de todo este tiempo ha sido incapaz
de ahorrar ni un céntimo, no juntó el suficiente dinero para
comprar una vivienda, derrochó en juergas y bebida todo lo que
ganaba como empleado y perdió el empleo. Volvió a su pueblo y
pidió un préstamo, garantizado con una hipoteca sobre la casa
de su padre, para montar su propio negocio. Ni que decir tie-
ne que actualmente también ha perdido su negocio y le debe
dinero a Hacienda, a la propietaria del local, a las empleadas, a
la financiera del vehículo que estrelló una noche de juerga, y al
banco que le prestó el dinero para montar el negocio y que por
supuesto ha embargado la vivienda paterna. Prácticamente se
ha convertido en un mendigo funcional. ¿Ha merecido la pena?
¿Tuvo en cuenta esta persona el marco temporal?
En toda situación existe un marco temporal que hemos de
definir para que se adapte a nuestras necesidades e intereses y
resulte ecológico. Para la definición de objetivos este marco ha
de estar perfectamente delimitado de modo que ha de contener
una fecha concreta para su obtención.
56
ración. Puedo pensar que soy pobre, pero ¿y comparado con
quienes viven en chabolas en el tercer mundo?
También hay que tener en cuenta una medición temporal.
¿Desde cuándo? Es importante tomar perspectiva de las cosas.
Si monto un negocio y nada más empezar cierro por falta de
resultados es posible que no esté valorando las cosas en pers-
pectiva, ya que no ha transcurrido suficiente tiempo para va-
lorar los resultados o la potencialidad de dicho negocio o los
cambios a realizar para mejorar.
Hemos de cuantificar, de medir, de hacer inventario de lo
que tenemos en cada interacción. Si tengo doscientos invita-
dos en una celebración y una sola tarta he de hacer doscientos
pedazos pequeños de tarta para satisfacer a todos los comen-
sales. Si no mido corro el riesgo de quedarme sin tarta en poco
tiempo. Siempre hay que medir. Y por otra parte he de tener
en cuenta mi situación económica real para hacer una celebra-
ción adecuada a la misma. Si es la primera vez que realizo ese
tipo de celebración he de ver las cosas en perspectiva y no ser
excesivamente exigente en cuanto a los resultados ya que en
próximos eventos podré mejorarlos.
57
¿De qué personas estamos rodeados?
Es importante saber si lo que buscamos es evitar la soledad y
aceptamos la compañía de cualquier persona que llene el vacío
que aquella produce o bien si nuestro objetivo es encontrar a
aquellas personas que puedan ayudarnos a crecer humana y
profesionalmente.
Es cierto que una familia no se puede elegir, ya que nos viene
dada, pero si tomamos conciencia de la importancia de las per-
sonas que ocupan nuestra vida procuraremos que éstas tengan
mentes flexibles, abiertas y dispuestas siempre al crecimiento.
De qué sirve no estar sólo si estamos acompañados de personas
que no se corresponden con nuestra identidad y objetivos.
La pnl nos ofrece una técnica para descifrar el tipo de per-
sonas con las que nos relacionamos. Se trata de los metapro-
gramas. Los metaprogramas son las claves para saber cómo las
personas procesan la información que les llega. Es decir, son los
programas internos que usamos para decidir a qué prestamos
atención. Existen varios tipos de metaprogramas:
1. Metaprograma de dirección
2. Metaprograma de marco
3. Metaprograma de contribución
4. Metaprograma de consenso
5. Metaprograma de persuasión
6. Metaprograma de posibilidades
7. Metaprograma de estilo de trabajo
1. Metaprograma de dirección
Se trata de captar el patrón de dirección de la persona. Hacia
dónde se dirige, ¿huye o se enfrenta? En los discípulos de Je-
sús observamos un metaprograma de huída: “Siendo ya hora
avanzada, se le acercaron los discípulos y le dijeron: El sitio es
desierto y avanzada la hora; despídelos para que vayan a las
alquerías y aldeas del contorno y se compren algo para comer”.
¿Cómo son en este sentido las personas que te rodean, con
las que trabajas o realizas proyectos? Y, en tal sentido, ¿cómo
eres tú mismo?
58
2. Metaprograma de marco
Algunas personas tienen un marco de referencia externo y otras,
interno a la hora de tomar decisiones y emprender acciones. Si
le preguntamos a varias personas cómo sabrán si ha realizado
un buen trabajo, unas dirán que porque se lo ha dicho el jefe,
porque han recibido un aumento de sueldo o recompensa; y
otras dirán que porque así lo sienten. Las primeras necesitan
de la aprobación de otros (marco externo) y las segundas sólo
dependen de sí mismas (marco interno). Los discípulos situa-
dos en posición de aprendizaje respecto a Jesús se sitúan en un
marco externo, ya que además se ven con facilidad zarandea-
dos por las circunstancias a la hora de tomar decisiones, aun-
que finalmente siguen las indicaciones de su Maestro.
¿Las personas más cercanas a nosotros qué marco tienen,
externo o interno?
3. Metaprograma de contribución
Existen personas muy egoístas que sólo piensan en sí mismas
y otras que tienen una tendencia a la contribución. Entre los
principios básicos del método placebo que estamos describien-
do encontramos el de la contribución.
En el milagro de la multiplicación, es Jesús quien de manera
muy clara posee este metaprograma. Su interés es el de ayudar
a la multitud, se compadece y quiere contribuir dándoles de co-
mer. Los discípulos prefieren evitarse problemas y de entrada
desean que la multitud sea despedida.
¿Nos rodeamos de personas egoístas o de personas que con-
tribuyen? ¿Cómo somos nosotros en este sentido?
4. Metaprograma de consenso
También podemos distinguir entre personas buscadoras de
acuerdos y personas que se centran en las diferencias. Una per-
sona que realice un trabajo en el que tenga que negociar de
manera permanente sería bueno que tenga un metaprograma
de consenso basado en el yo gano, tú ganas. Lo cierto es que
también es necesario un buen entrenamiento en la realización
59
de distinciones, ya que si la tendencia es verlo todo igual pode-
mos perder muchos detalles que son importantes.
¿Cuál es tu tendencia? ¿Ves primero las excepciones o prime-
ro te centras en lo común?
5. Metaprograma de persuasión
Se refiere al mayor o menor esfuerzo requerido para conven-
cer de algo a alguien. Para ello hay que averiguar qué bloques
sensoriales precisa ese alguien para dejarse convencer y luego
hay que descubrir la repetición de estímulos que precisa para
quedar convencido.
Un ejemplo extraído del libro Poder sin Límites de Anthony
Robbins es el siguiente:
60
facilidad para ser persuadidos por la voz de su Maestro y de
manera inmediata. Todo depende también del contexto, ya que
es muy posible que en otro ámbito y con otra persona que no
fuera Jesús el metaprograma cambiase en la forma de ejecutar-
se. Así que hay que examinar muy bien cada contexto.
6. Metaprograma de posibilidades
Otro metaprograma a descubrir en las personas es si éstas se
mueven por sus necesidades o por sus deseos. Hay personas
que hacen exclusivamente lo que se ven obligados a hacer por
necesidad sin plantearse nada más. Otros en cambio quieren
descubrir el infinito campo de posibilidades para ponerse en
marcha. Los primeros toman lo que viene: “más vale pájaro en
mano que ciento volando”. Los segundos, buscan nuevos cami-
nos, se plantean opciones, quieren nuevas experiencias.
El marco de Jesús es el de las posibilidades, sin duda no de-
sea que los discípulos se conformen con la situación, y les insta
a actuar, a buscar soluciones. Este tipo de personas no ven ca-
rencias o necesidad, están en el mundo de las posibilidades.
7. Metaprograma de autonomía
Este metaprograma viene a medir el grado de autonomía con
el que las personas desean actuar. Existen personas muy de-
pendientes que prefieren siempre trabajar en colaboración
o cooperación con otros. Hay otras muy independientes que
siempre trabajarían o actuarían a solas. Y en medio están las
que prefieren colaborar con otras personas pero asumiendo la
responsabilidad exclusiva de lo que hacen.
Hemos visto que Jesús no actúa a solas, actúa junto a sus
discípulos, aunque asumiendo la responsabilidad en lo que
hace, ya que actúa como cabeza responsable del grupo. Ven-
dría a estar en el metaprograma intermedio, mientras que los
discípulos se situarían en el metaprograma de dependencia. No
obstante, el trato que ofrece Jesús a sus discípulos no es el de
“un jefe tradicional” sino que les plantea continuas preguntas
para hacerles reflexionar, además de, en otros pasajes diferen-
61
tes al de la multiplicación, contar metáforas educativas para
hacerles crecer de modo que ellos puedan un día ser cabeza
para otras personas.
Para multiplicar los panes y los peces Jesús tuvo a sus que-
ridos discípulos. Fueron ellos quienes se encargaron de distri-
buir los panes y los peces. ¿A quién tienes tú para conseguir tus
metas?
Esto nos conecta con la idea del tipo de relaciones que enta-
blamos, esto es, con la forma en que nos comunicamos.
62
Representación de la experiencia
63
La clave es procurar auténticamente el bienestar del
individuo, escuchar con empatía, permitir que la perso-
na llegue al problema y a la solución con su propio ritmo
y en el momento conveniente a su paso.
Cuando se aprende a escuchar profundamente a
otras personas, se descubren diferencias enormes en la
percepción. También se empieza a apreciar el efecto que
estas diferencias pueden determinar cuando las perso-
nas tratan de trabajar conjuntamente en situaciones de
interdependencia. (Texto anterior adaptado del libro Los
7 hábitos de la gente altamente efectiva de S. Covey.)
Estilos de comunicación
a) Estilo pasivo
• Consideran que es mejor callar y así evitan molestar u
ofender a los demás. Son personas “sacrificadas”.
• “Lo que yo sienta, piense o desee, no importa. Importa lo
que tu sientas, pienses o desees”.
• “Es necesario ser querido y apreciado por todas las
personas”.
• Sensación frecuente de ser incomprendido, manipulado,
no tenido en cuenta.
Comportamiento verbal
• Vacilante: Ej: “Quizás…”, “Supongo que...”
• Gran número de parásitos verbales: Ej: “Yo...”
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Comportamiento no verbal
• Postura cerrada y hundida del cuerpo. Postura corporal
tensa.
• Se retuerce las manos. “Nervios, muchos nervios.”
• Posición de cabeza a menudo hacia abajo.
• Ausencia de contacto visual. Miradas bajas.
• Voz baja. Tono de voz vacilante. Apenas se le oye cuando
habla.
• Movimiento del cuerpo tendente a alejarse.
• Puede evitar totalmente la situación.
Consecuencias
• Pérdida de autoestima
• Falta de respeto por parte de los demás
• Te sientes incomprendido.
• Te sientes mal contigo mismo.
• Algunos dolores de cabeza, nervios, etc.
b) Estilo agresivo
Defienden en exceso los derechos e intereses personales, sin te-
ner en cuenta los de los demás.
65
Utilizan un habla tajante, mirada retadora, tendencia al
contraataque, habla rápida y fluida, interrupciones.
• Sólo yo importo. Lo que tú pienses o sientas no me
interesa.
• Piensan que si se comportaran de otra forma serían
vulnerables.
• Si gano tú pierdes.
• Hay gente mala que merece ser castigada.
• Es horrible que las cosas no salgan como a mi me
gustaría.
c) Estilo asertivo
Ser capaz de expresar los sentimientos y demandas con clari-
dad, teniendo en cuenta los derechos personales propios y de
los demás, actuar sin ofender.
Hay quien considera que asertividad y habilidades sociales
son términos sinónimos. Sin embargo, vamos a considerar que
la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aqué-
lla que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten
defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.
Para Renny Yagosesky, Escritor y Orientador de la Conducta,
la asertividad es una categoría compleja, vinculada con la alta
autoestima, que puede aprenderse como parte de un proceso
amplio de desarrollo emocional. La define como una forma de
66
expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada,
cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o
defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir,
actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar
de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o
la rabia. Plantea además, que la asertividad es necesaria y con-
veniente por los beneficios que genera, entre los que destaca:
Comportamiento verbal
Firme y directo: “Deseo”, “Opino que”, “Me estoy sintiendo”…
Comportamiento no verbal
• Expresión facial franca y abierta del cuerpo
• Postura relajada
• Ausencia de tensión muscular
• Cabeza alta y contacto visual
• Movimiento del cuerpo y cabeza orientados hacia el otro
• Tono de voz firme
Otras características
• Protege sus derechos y respeta los de los demás.
• Logra sus objetivos sin ofender a los demás.
• Se siente satisfecho consigo mismo. Tiene confianza.
• Elige por sí mismo.
• Permite al otro saber que se le comprende y cómo se
siente.
• Establece su posición o lo que quiere con claridad.
• Ofrece una explicación cuando es posible.
67
Tú puedes expresar molestias legítimas, críticas justificadas,
expresar tus sentimientos.
¿Para qué?
• Para comunicarte mejor.
• Para conseguir respeto.
• Para mejorar la autoestima.
68
Imaginemos a un niño que está jugando con su perro en
el salón, y su madre que acaba de llegar del trabajo de-
sea echar una siesta en el sofá le pregunta: “¿Por qué es-
tás jugando siempre con Boby?” ¿Cuántos de los elemen-
tos de buena formulación contiene este mensaje? El niño
debe entonces dar una respuesta que explique por qué
está siempre jugando con Boby en el salón. Como no sabe
por qué lo hace, salvo porque es divertido y le gusta, se
siente ignorante, puesto que si su madre le pide la razón
de su comportamiento, debe existir sin duda alguna esa
razón. Mamá no pediría algo que no existiera, ¿verdad?
Si el niño, de manera honrada pero mansa, contesta: “No
lo sé”, su madre remacha: “¿Por qué no vas a jugar con tu
hermana en su cuarto?” Como el niño no conoce ninguna
“buena” razón para preferir jugar con el perro antes que
con su hermana, de nuevo se ve inducido a sentirse igno-
rante al no saber “por qué”. Mientras el niño, tartajean-
do, busca una razón, su madre le ataja: “Nunca quieres
jugar con tu hermana. ¡Con lo que le gustaría a ella ju-
gar contigo!” Sintiéndose ya profundamente culpable, el
chiquillo guarda silencio mientras su madre le asesta el
golpe de gracia: “Si no quieres jugar con tu hermana, tu
hermana no te querrá, ni querrá jugar contigo”. Sintién-
dose ya no tan sólo ignorante y culpable, sino también
ansioso acerca de lo que su hermana pueda pensar de su
actitud, el chaval emprende la marcha, con Boby a sus
talones, para ir a ocupar el lugar donde el deber le llama,
al lado de su hermana y donde no pueda oírle su madre.
69
probad que esta frase contiene los elementos básicos del mensaje).
Estas palabras pueden resultar duras, pero lo único que hacen es
exponer al hijo a la dura realidad de la convivencia. Más de una
vez, las personas que nos aman y a las que amamos nos tratarán
con dureza, porque son seres humanos. Pueden amarnos y pre-
ocuparse por nosotros y, sin embargo, irritarse contra nosotros.
La convivencia con los demás no siempre es fácil, y mediante
episodios ocasionales de furor, atemperados por el amor cotidia-
no, las madres pueden preparar emocionalmente a sus hijos para
enfrentarse a esa paradoja humana.
En el ejemplo del niño que es manipulado por su madre
para que juegue con su hermana, en realidad está siendo ense-
ñado a ser un manipulador y a no manejar adecuadamente sus
emociones. Esta es la importancia de formular nuestros men-
sajes conteniendo sus tres elementos básicos:
• La emoción o el sentimiento: “Mamá está cansada...”
• La explicación del sentimiento: “… Porque he tenido un
día duro de trabajo…”
• La petición: “… Vete con el perro a tu habitación”.
70
2. Empatizar. Comprender, entender muy bien la petición
y sobre todo el sentimiento de la otra persona al realizar
esa petición.
3. Expresar objetivos. Después de lo anterior hemos de
decir cuál es nuestro objetivo aunque sea opuesto al de la
otra persona.
4. Ofrecer alternativas. Si cabe esa posibilidad, de
modo que exista una opción para complacer a dicha per-
sona en otras circunstancias o con otras condiciones.
71
los derechos del otro, puesto que no hay ningún tipo de orden,
menosprecio o agresividad hacia la otra persona. Ser asertivo es
expresar nuestros puntos de vista respetando el de los demás.
Ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino
expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos co-
rrectos o no. Todos tenemos también derecho a equivocarnos.
Un sistema general para expresar deseos u opiniones, que
puede ser ensayado a solas, por ejemplo ante un espejo, o con
dos sillas (una frente a la otra, donde va cambiando los papeles
con la otra persona de su problema, sentándose primero en una
y después en la otra), es el que llamamos “sepa”:
El sepa se refiere a:
S Sentir y expresar la emoción en primera persona, evi-
tando acusar al otro (Ej: “Yo me siento humillada y
descalificada…”).
E Explicar de manera descriptiva y clara la situación que
nos desagrada o que deseamos cambiar (Ej: “… Cuando
estamos ante tu madre y tú dices que yo no sé educar a
los niños…”).
P Pedir un cambio concreto de conducta (Ej: “Me gustaría
que dejaras de hacer esos comentarios a tu madre”).
A Agradecer la atención del otro a nuestra petición (Ej:
“Me alegro de que me hayas escuchado”).
c) M arco emocional
72
d) M arco capacitador
73
amigo regaló un hermoso reloj a su mujer ésta le dio un enorme
beso y le saltaron incluso algunas lagrimitas de alegría. Amar
también es observar.
f) M arco esencial
74
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
75
IV
GENER A R ATR ACCIÓN
76
titud de los discípulos basada en el miedo y la inseguridad, rea-
liza la pregunta ¿cuántos panes y peces tenemos? A Jesús sólo le
interesa la mano de cartas en su poder y no las cartas que podría
haber obtenido. No le interesa lo que no tiene. Jesús es conscien-
te de que está en el desierto, de que existe una gran multitud
a la que alimentar, de que es tarde, de que las alquerías están
lejos… Pero decide jugar la mano de cartas que tiene en su poder.
Esta capacidad de Jesús de inmediatamente disponerse a hacer
lo posible supone una plena aceptación de las situaciones que se
le presentan y genera una gran atracción sobre las masas que ven
en él a una persona realmente excepcional.
2. Gr atitud
77
sas”. Una persona agradecida es una persona que ha aprendido
a amar. Suceda lo que suceda está alineada con la paz, con la
serenidad, es una persona equilibrada. Este equilibrio permite
a la persona dotarse de una poderosa fuerza para abrir corazo-
nes, para conseguir triunfar. Continúa diciendo Mandino “¿Y
cómo lo haré? De aquí en adelante contemplaré todas las cosas
con amor y naceré de nuevo. Amaré al sol porque me calienta
los huesos; pero también amaré la lluvia porque purifica mi es-
píritu. Amaré la luz porque me señala el camino; pero también
amaré la oscuridad porque me enseña las estrellas. Acogeré la
felicidad porque engrandece mi corazón; pero también sopor-
taré la tristeza porque descubre mi alma. Reconoceré la recom-
pensa porque constituye mi pago; pero también daré acogida a
los obstáculos porque constituyen para mí un desafío”.
En el milagro que nos sirve de punto de partida la situación
era muy complicada, se trataba de alimentar a una gran multi-
tud y tan sólo había unos pocos panes y peces. Lo más corriente
sería decir “maldita sea, no tenemos con qué alimentar a toda
esta gente”. Sin embargo, Jesús se dispone a repartir esos pocos
alimentos dando previamente gracias por tenerlos. Ésa es una
actitud muy poderosa.
78
camos en las dificultades y no en las soluciones. Sin embargo,
una eficaz manera de detener nuestro diálogo interior limita-
dor es dar gracias por los recursos de los que disponemos, lo
que nos saca del estado de carencia inmediatamente.
Ejercicio
Haz ahora mismo un listado de cosas, o recursos por los que te
sientas profundamente agradecido:
1. _____________________________________________
2. _____________________________________________
3. _____________________________________________
4. _____________________________________________
5. _____________________________________________
6. _____________________________________________
7. _____________________________________________
8. _____________________________________________
9. _____________________________________________
10. ____________________________________________
¿Te das cuenta cómo ahora que te has enfocado sobre tus recur-
sos puedes sentirte capaz de crecer sobre ellos?
Jack Canfield en su libro Los Principios del Éxito incluye en-
tre dichos principios el siguiente: “Sé especialmente agradeci-
do”. En dicha obra se nos indica que no sólo se trata de ser agra-
decidos con lo que naturalmente tenemos o hemos conseguido,
sino que también hay que ser agradecidos con las personas que
nos acompañan en el camino. Canfield distingue tres tipos de
agradecimiento:
79
ren el kinestésico quieren sentirlo. Si das una respuesta
visual a una persona que prefiera el medio auditivo, no
tiene el mismo efecto. Esa persona puede decir: “Me en-
vía cartas, tarjetas y correos electrónicos, pero nunca se
toma la molestia de venir y decírmelo a la cara.
Los partidarios del medio visual, en cambio, prefie-
ren percibir algo que puedan ver, aunque se lo cuelguen
en la puerta de la nevera. Les encantan las cartas, las
tarjetas, las flores, las placas, los certificados, las foto-
grafías: cualquier tipo de objeto que puedan ver para
mantener vivo el recuerdo. Estas personas se distinguen
por sus neveras, paredes y tablones: están cubiertos de
recordatorios de cariño o agradecimiento.
Las personas kinestésicas recitan sentirlo: un abrazo,
un apretón de manos, una palmada en la espalda, o hacer
algo juntos, como regalarles un masaje, llevarlos a comer o
cenar, a un partido, ir a dar un paseo o salir a bailar.
80
aprecias y valoras su trabajo. Luego le puedes dar una
tarjeta o un regalo para que sirvan de recordatorio. O
puedes pasarle el brazo por encima de los hombros a tu
hijo o tu hija mientras paseáis por la playa y decirle lo
importante que es para ti, y luego darles una tarjeta. Se-
guro que aciertas.
81
A continuación no te permitas acostarte sin haber marcado
en las diez filas que has realizado el oportuno agradecimiento.
Ahora hazlo todos los días durante seis meses hasta que se con-
vierta en un hábito consistente.
Recuerda siempre las palabras que aparecen en el libro de
Rhonda Byrne, El Secreto, sobre la gratitud: “La gratitud es un
poderoso proceso para cambiar tu energía y aportar más de
lo que realmente quieres en la vida. Da las gracias por lo que
ya tienes y atraerás más cosas buenas” y “dar las gracias por
adelantado carga de energía tus deseos y envía una señal más
fuerte al Universo”.
Y por último recuerda ser agradecido contigo mismo. Os
cuento una historia del mencionado libro Principios del Éxito
de Canfield:
82
Esta historia nos enseña que podemos plantearnos permanecer
“bajo juramento” toda la vida. Se trata de reconocer que somos
maravillosos en cuanto que seres humanos y que disponemos
de cualidades positivas para conseguir nuestros propósitos y
que también disponemos ya de recursos y logros.
3. Contribución
83
rás en tierras extrañas, sino en tu propio corazón. Así que lo
primero es ver cuál es nuestra actitud ya que todos podemos
ser grandes y si creemos que no podemos hacer grandes cosas
siempre podremos hacer cosas pequeñas con grandeza.
El milagro de la multiplicación nos enseña que dar es una
de las claves fundamentales de la multiplicación. Y también
del marketing. Un producto sólo se compra si es conocido. Así
pues, qué esperamos para darnos, qué esperamos para que la
gente conozca nuestro valor, qué esperamos para lanzarnos a
contribuir. Dice Napoleón Hill en su libro Las Leyes del Éxito
(Volumen I) que “afortunada es la persona que ha aprendido
que la forma más segura de recibir es dar primero, ofreciendo
algún tipo de servicio útil.
Así pues, en vez de estar pensando desde el estado de caren-
cia qué podemos recibir de los demás, porqué no dedicamos
nuestro tiempo a averiguar qué hay en nosotros que pueda ser
realmente útil a los demás. Y todos tenemos algo para ofrecer,
en realidad, todos tenemos algo único y especial que no tienen
los otros.
Ejercicio
Haced un listado de personas y grupos a los que repartir nues-
tros bienes y dones.
84
de los propios intereses, convicciones o en contra de la pro-
pia ética, no estamos haciendo una contribución. En el fondo
sólo buscamos con esto complacer a otro para obtener reco-
nocimiento, atención, ventajas. La persona que hace esto está
reflejando un escaso valor social, denota insuficiencia en habi-
lidades sociales.
4. Significación
85
El vehículo para dicha conexión es la meditación. En el libro
de Esther y Jerry Hicks La Ley de la Atracción se describe un
proceso sencillo para meditar: “Siéntate cada día 15 minutos, en
un lugar tranquilo, lleva ropa cómoda y enfócate en la respira-
ción. Cuando tu mente se disperse, libera ese pensamiento y
vuelve a enfocarte en la respiración”. La meditación es una vía
rápida para llegar a la Energía Fuente. Existe un momento du-
rante la meditación en la que te das cuenta de que “estás siendo
respirado”.
La ley de la atracción viene a decir que todos trabajamos
con poder absolutamente ilimitado y que justo lo que está pa-
sando por nuestras mentes es lo que estamos atrayendo. Jesús,
en el milagro de la multiplicación muestra serenidad, se centra
en las posibilidades y no en las carencias. Ya sabemos cuál fue
el resultado. Lo que Jesús nos quiere mostrar es cómo funcio-
na esta Ley, según la cuál somos como auténticos imanes que
atraemos aquello en lo que pensamos.
En el libro “El experimento de la intención” de Lynne Mc-
Taggart se dice: “Incluso algunos de los experimentos más rudi-
mentarios del dominio de la mente sobre la materia han tenido
resultados sorprendentes. Uno de los primeros experimentos
consistía en influenciar los resultados de una tirada de dados.
Hasta la fecha, 73 estudios han examinado los esfuerzos de
2.500 personas por influir sobre más de dos millones y medio de
tiradas de dados, con un éxito extraordinario. Cuando todos
los estudios fueron analizados juntos, tomando en cuenta su
calidad y los informes selectivos, las probabilidades de que los
resultados fuesen producidos exclusivamente por el azar eran
de 1 entre 10 elevado a la potencia 76”.
Sin embargo, si Jesús se hubiese dejado llevar por los discí-
pulos, centrados más en lo que no deseaban que en lo realmen-
te importante, el resultado hubiese sido no conseguir nada. Es
decir, conseguir lo que ya estaba en sus mentes. En efecto, se
habría despedido a la multitud y se hubiera demostrado una
alta incapacidad para resolver una situación de dificultad de
manera eficaz y utilizando el poder de la mente.
86
Sin embargo, cuando nos centramos justo en lo que queremos
es como si nuestros pensamientos tuviesen una frecuencia, una
energía magnética, capaz de atraer lo que está en esa misma fre-
cuencia. Esta Ley Universal viene a decir que lo semejante atrae a
lo semejante, que nos convertimos en lo que pensamos. Así pues,
el pensamiento tiene un poder creativo o destructivo según el
tipo de pensamiento que pongamos de manera sólida en nuestra
mente y al que le añadamos la emoción correspondiente forman-
do un cóctel explosivo, para bien o para mal.
Al final lo que sucede es que atraemos a nuestros pensa-
mientos dominantes y de esta manera quienes no paran de
hablar y recrearse en las enfermedades tienden a enfermar, y
quienes piensan, hablan y se comportan de manera próspera
alcanzan prosperidad. Por este motivo, es preciso seleccionar
con cuidado nuestros pensamientos, en definitiva nuestras
creencias.
Ahora bien, como sucedió en el milagro de la multiplica-
ción, las cosas no suceden de inmediato por el hecho de que se
piense “en positivo”, es decir, lo que se piensa no se manifiesta
de inmediato. En el milagro de la multiplicación es la actitud
positiva basada en una actitud de no carencia junto con los
otros elementos que estudiaremos a lo largo del libro lo que
hace operar el resultado.
En definitiva, la Ley de la atracción viene a decirnos que
todo lo que nos sucede lo hemos atraído nosotros con nues-
tros pensamientos y las emociones que de ellos se desprenden.
Y precisamente podemos conocer cuando estamos en el buen
camino por el tipo de emoción aneja al pensamiento. En el pa-
saje evangélico la actitud de los discípulos es de preocupación,
miedo, inseguridad. Frente a esto Jesús actúa con confianza:
¿cuántos panes y peces tenemos? Se centra en lo importante y
no en las carencias. La emoción define si los pensamientos son
los correctos ya que son los pensamientos los que causan los sen-
timientos. Y en este sentido obtenemos exactamente aquello
que sentimos. Y por esto las emociones que más nos satisfacen
atraen circunstancias o situaciones felices.
87
Y para atraer esas circunstancias felices lo que ha de cam-
biar es nuestra percepción, debemos convertirnos en un ob-
servador diferente de la realidad, aprender a salir de nuestras
creencias de siempre, para adquirir pensamientos y emociones
nuevas que nos sitúen en el estado de plenitud:
88
mente sin dar respuestas, tan sólo le seguirá la conversación.
Cuando hayan transcurrido 4 o 5 minutos van a interrum-
pir la charla e intercambiarán sus posiciones. a se sentará don-
de estaba b y adoptará la fisiología de éste con su gestualidad,
su tono, su posición y sus ritmos. Allí sentado debe recordar
todo lo que dijo anteriormente y debe repetirlo mentalmente.
Una vez hecho esto, volverán a intercambiarse las posiciones.
Lo hecho anteriormente se ha de realizar hasta tres veces,
una cada 4 o 5 minutos de conversación.
La cuarta vez, a no se levantará de su sitio, sino que allí rea-
lizará el proceso mental de levantarse, desplazarse hasta el sitio
de b, escucharse y repetir mentalmente todo lo dicho. Cuando
lo haya hecho, proseguirá hablando como si fuera b y dando
finalmente la solución al problema planteado.
En este ejercicio, habrá de llevarse cuidado cada vez que se
salga de alguna de las posiciones no arrastrar anclas posiciona-
les y posturales.
89
nutos pararán y se detendrá el tiempo. a se levanta y se dirije a
una posición de observador “c” desde la que observará la inte-
racción tal como se está produciendo entre a que es él mismo y
b que es la segunda posición.
Después se repetirá esa operación hasta tres veces, si-
guiéndose la conversación cada vez que a vuelve a su posición
original.
Por último, a desde su posición imagina que se levanta y se
traslada a 3ª posición haciendo la valoración de conjunto de la
interacción.
90
de los ojos de un observador imparcial. Ahora conoces
las intenciones positivas de la primera, de la segunda y
la previa hecha desde tercera posición, así que ahora se
puede ser aún más distante, más comprensivo.
5. El último paso es volver a primera posición y desde allí
repetir todo el proceso sin moverse del asiento y reali-
zando las paradas de conversación correspondientes para
realizar el recorrido mentalmente. Una vez terminado
este trabajo es preciso compartir todo lo aprendido y
comprendido con el compañero de ejercicio.
91
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
92
V
EL PR INCIPIO SAGR A DO:
L A CONFI A NZ A
Lo más sagrado que existe es la integridad de nuestra alma.
93
el propio precisamente porque es suyo. En este sentido, cuando
el ser humano llega a la convicción de que la envidia es igno-
rancia y la imitación un suicidio, aprende a utilizar su libertad
con valentía porque “nadie más que él sabe lo que puede hacer,
ni lo sabe hasta que lo ha probado”.
Emerson, en su obra Confía en Ti mismo dice:
94
La verdad es más hermosa que el fingimiento del amor.
95
6. La significación. Es el hecho de mostrar lo que uno es.
Pero nadie sabe lo que eres, ni puede saberlo, hasta que
lo hayas mostrado.
96
Por ello, es esencial confiar en uno mismo y poner su
voluntad en acción conforme a la naturaleza propia y
esencial.
Nadie cree que con cinco panes de cebada y dos peces se pueda
alimentar una multitud y aún pueda sobrar mucho más de lo
que se ha entregado. Éste es el secreto de creer, tener esperanza
y confianza en que tu estado pleno de recursos basado en la
gratitud por lo que se tiene y la entrega generosa va a dar ex-
traordinarios frutos. Esto es algo tan sencillo que muy pocas
personas lo entienden y aplican. Y muchos de los que lo aplican
no ven las cosas con perspectiva, enseguida se desaniman y co-
mienzan a pensar y a decir que ser generoso es “una basura”.
Que no merece la pena, que tanto esfuerzo no sirve de nada,
que la gente no es buena porque no sabe agradecer la contribu-
ción realizada.
Es muy importante verificar que los pasos establecidos en
los anteriores capítulos se han producido en la forma en que
se describe en los mismos. Asegurarse un estado de plenitud
de recursos conforme a las técnicas y principios descritos, ve-
rificar que estamos en el mejor de los contextos posibles y que
contamos con la compañía más adecuada, agradecer anticipa-
damente lo que vamos a recibir y contribuir exactamente de la
manera en que se describe en el anterior capítulo.
En el caso de que reunamos todos los requisitos anteriores
entonces hemos de tener una plena confianza en la recogida de
97
frutos derivada de nuestra actitud y comportamiento. Hemos
de recordar que sin fe no opera el milagro y que en muchas
ocasiones las personas han fracasado porque justo antes de que
se produjera el éxito han desistido de su empeño.
A continuación reproduzco un fragmento del libro de Og
Mandino La Universidad del Éxito sobre la importancia de la
esperanza y la fe:
98
durante algún tiempo, uno desea revisar todo su concepto
del poder del pensamiento positivo, ya que se muestran
tan negativos acerca del éxito como una zorra desearía
hacernos creer que es negativa acerca de las gallinas.
De acuerdo con la acostumbrada queja de los ranche-
ros, la primavera llega demasiado pronto o demasiado
tarde. La tierra, en la época de la siembra, está dema-
siado húmeda o excesivamente seca. El maíz crece muy
lentamente o con demasiada rapidez. El mercado es de-
masiado inestable o demasiado estable. La época de la
cosecha llega demasiado pronto o no llega con la suficien-
te prontitud. Y sin embargo, muy rara vez, si es que eso
llega a suceder, el ranchero de Iowa deja de tener una ex-
celente cosecha y jamás, durante mi prolongada estancia
en el rancho Hawkeye, hubo un mal año. Por el contrario,
el cielo abre sus ventanas sobre él como si poseyera una
combinación mágica. En la actualidad produce casi el do-
ble de maíz por hectárea de lo que producía antiguamente.
Jamás lo revelará, pero se recrea en un juego, un juego de
grandes esperanzas ocultas detrás de un disimulado des-
contento a través del cuál, si lo observa uno de cerca, verá
su sonrisa. Ni siquiera permite que la naturaleza o la tie-
rra se enteren de lo grande que es su fe en sus capacidades.
No lo diga, le advertirá, sólo piense en ello. No hable de
ello, experiméntelo.
Se trata de un juego sutil y en ocasiones difícil. Por
ejemplo, tomemos el viejo adagio de que “la esperanza es
más grande que la realidad”. En general, esto es verdad y
con todo derecho deberíamos afirmarlo como una verdad
básica a un nivel profundo de los sentimientos. Al no ha-
cerlo, debemos seguir estudiando la misma lección una y
otra vez. Espere lo grande, pero espere también que por lo
común la esperanza sea más grande que la realidad.
99
Siempre he creído en la magia. Cuando no tenía trabajo
aquí, subía cada noche a Mulholland Drive y echaba un
vistazo a la ciudad, extendía los brazos y decía: “Todo el
mundo quiere trabajar conmigo. Soy un actor realmente
bueno. Tengo todo tipo de ofertas para hacer películas”. Me
repetía esas cosas una y otra vez, convenciéndome literal-
mente de que había un par de películas esperándome. Vol-
vía a bajar la colina preparado para enfrentarme al mundo,
diciéndome: “Los papeles están ahí, esperándome, sólo que
aún no oigo las ofertas”. Eran afirmaciones totales, antído-
tos contra todo eso que me viene por predisposición familiar.
(Jim Carrey, actor)
100
des portazos” se oye como “Da portazos”. El subconscien-
te piensa en imágenes, y las palabras “No des portazos”
evocan una imagen de un portazo. La frase “Ya no tengo
miedo a volar” evoca la imagen de tener miedo a volar,
mientras que la frase “Me gusta la emoción de volar” evo-
ca una imagen de disfrute.
Mal: Ya no tengo miedo a volar.
Bien: Me gusta la emoción de volar.
101
8. Haz afirmaciones para ti, no para los demás. Cuando
construyas tus afirmaciones, haz que describan tu com-
portamiento, no el de los demás.
Mal: Estoy viendo como Johnny ordena su cuarto.
Bien: Estoy comunicando mis necesidades y deseos a
Johnny de manera efectiva.
2. Proceso de creación
1. Visualiza lo que quieres crear. Observa las cosas como
querrías que fueran. Sitúate en el interior de la imagen
y mira las cosas a través de tus ojos. Si quieres un coche,
observa el mundo desde el interior del coche mientras lo
conduces.
2. Escucha los sonidos. Presta atención auditiva a lo que oi-
rías si ya hubieras alcanzado tu meta, a las voces que es-
cucharías, lo que estarían diciendo, la música que se oiría
en ese momento, etc.
3. Siente la emoción. Céntrate ahora en las sensaciones, lo
que sentirías en el momento de conseguir lo que quieres.
4. Describe lo que experimentas. Se trata de construir una
breve afirmación que reúna todo lo que sientes y que se
adapte a lo expresado anteriormente.
102
3. Uso de las afirmaciones
1. Revisa tus afirmaciones de una a tres veces al día. Los
mejores momentos para hacerlo son a primera hora de la
mañana, a mediodía para resituarte de nuevo, y a la hora
de irte a dormir.
2. Si puedes, lee cada afirmación en voz alta.
3. Cierra los ojos y visualízate tal como te describe la afir-
mación, como si estuvieras viendo la escena desde tu
interior. En otras palabras, no te contemples fuera de la
escena; contémplala como si estuvieras instalado en ella.
4. Escucha todos los sonidos que podrías oír cuando consi-
gas lo que describe tu afirmación: el sonido de las olas, el
tumulto de la gente o el sonido del himno nacional. In-
cluye una felicitación de personas importantes en tu vida
diciéndote lo contentos que están con tu éxito.
5. Siente las sensaciones que sentirás cuando consigas el
éxito. Cuanto más intensas sean las sensaciones, más
fuerza tendrá el proceso. (Si tienes dificultades para re-
crear las sensaciones, puedes afirmar: “Estoy disfrutando
creando intensas sensaciones con facilidad y creando mis
afirmaciones de forma efectiva”.)
6. Repite tu afirmación de nuevo y luego repite el proceso
con otra nueva afirmación.
103
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
104
VI
Equilibr io emocion a l
105
• Orden emocional
• Trabajo con emociones esenciales
1. Léxico emocional
106
nuestro destino: “Las palabras son una herramienta básica
para representarnos las cosas y si no hay una palabra a menu-
do tampoco hay una forma de pensar en la experiencia”.
Por este motivo si evito palabras tales como “depresión”
para representarme una experiencia, esa experiencia no exis-
tirá bajo dicha etiqueta. Por este motivo Anthony Robbins ha-
bla de una técnica llamada Vocabulario transformacional que
consiste en cambiar la etiqueta o palabra, que habitualmente
utilizamos para referirnos a una experiencia, por otra que nos
capacite y nos haga sentirnos bien.
En el libro de Robbins aparecen como ejemplo algunas de
las siguientes transformaciones. He dejado espacios en blanco
a propósito para que sirva de ejercicio:
Emoción
Se tranforma en...
o expresión negativa
Me siento...
Me siento...
enojado desencantado
temeroso incómodo
ansioso expectante
deprimido en vía de solucionarlo
agotado cansado
fracaso aprendizaje
frustrado desafiado
herido molesto
irritado estimulado
abrumado ocupado
107
Lo importante es que nos demos cuenta que cambiando nuestro
vocabulario podemos cambiar nuestras emociones.
108
10. Marco de la oportunidad: “En toda adversidad se esconde
la semilla de un beneficio equivalente o aún mayor.” El
símbolo chino de la crisis se compone de dos elementos,
uno es el peligro, y el otro, la oportunidad.
11. Marco de las preferencias: “Cuando decides cambiar
las expectativas por preferencias, si no sucede lo espe-
rado, no sufres una decepción, porque siempre te que-
da otra opción.”
12. Marco de la elección: “Siempre puedo elegir qué pensar,
sentir o hacer.”
13. Marco de la calidad: “Si algo merece la pena hacer, en-
tonces hay que hacerlo exageradamente bien.”
14. Marco de la paciencia: “Las cosas nunca son tan malas
como parecen al principio.”
15. Marco de la seguridad: “Siempre se pueden reducir los
riesgos en salud, finanzas y relaciones.”
16. Marco del entusiasmo: “La vida y el trabajo que conlleva
son para la alegría.”
17. Marco de la tolerancia: “Las personas están haciendo
siempre lo mejor que pueden según sus posibilidades,
conocimientos y recursos, siempre, incluso cuando no
es aparente.”
18. Marco de estilo: “Siempre se puede actuar educadamente
en las situaciones más ineducadas.”
19. Marco ético: “No haré a otro lo que no deseo que me
hagan”, “Seré generoso y agradecido con otros como me
gustaría lo fueran conmigo.”
20. Marco de la excelencia y de la inteligencia universal:
“Existe un nivel más elevado de conciencia donde sólo
cabe lo excelente. Es ese nivel que nos conecta con la in-
teligencia universal. Es ahí donde conseguimos fluir.”
21. Marco de cierre, el pensamiento tenaz: “A pesar de lo mal
que estén las cosas, hay una fuerza incontenible, es esa
convicción absoluta, es ese pensamiento inconmovible
de que siempre se pueden cambiar las cosas para mejor.”
109
A continuación se recoge una tabla donde se relaciona la eti-
queta o marco neurolingüístico con su finalidad y el concepto
que representa:
110
marco finalidad conceptos
111
marco finalidad conceptos
112
2. Ca mbio de emociones adver sas
113
las posibilidades a pesar de la emoción adversa. Seguir
sintiendo que nada nos falta y que disponemos de todos
los recursos para cumplir nuestros objetivos.
• Emociones. Se trata de aceptar la emoción actual que
viene con el seat y además abrirse a nuevas experiencias
que puedan aportar emociones que sustituyan a la emo-
ción adversa.
• Laterales. Quiere decir, seguir abierto a nuevos con-
textos o a una nueva redefinición del actual marco para
conseguir el cambio emocional.
114
Ejercicio
No siempre expreso
Lo que digo …
que me gusta salir.
115
cambio ya que exigiría tomar riesgos que una parte de nosotros
no está dispuesta a correr. Este conflicto interior provoca un
diálogo interno entre dichas partes en conflicto que puede ser
devastador y puede provocar mucha angustia.
La persona enfocada a soluciones se muestra como Jesús en
el milagro de la multiplicación. Sin embargo, cuando estás en el
mundo de las carencias, el diálogo interno se hace insufrible. Es
lo que pasaba con los discípulos, todo el tiempo, dándole vuel-
tas a la cabeza, pensando sólo en las dificultades: el desierto, la
hora avanzada, la multitud, el alimento…
Existe una técnica para afrontar este conflicto interno, tra-
bajarlo y disolverlo, que se llama negociar con el diálogo interno.
116
que aprovechar para negociar con la parte más discrepante, la
que está haciendo más ruido, a la que llamamos diálogo in-
terno, para llegar a una solución al conflicto, y se convierta en
nuestro aliado presentando la información en momentos ade-
cuados, por ejemplo, a la noche, como un resumen o memoria.
6. Alta fisiología
117
fisiología para cambiar nuestro estado emocional.
Ejercicios
7. Salud emocional
118
Ejercicio de evocación de recuerdos
119
8. Tr abajo con s.h.
(sentido del Humor)
120
Ejercicio
9. Orden emocional
121
Plenitud
Later alidad
122
dad, sentir curiosidad, querer conocer en detalle. ¿Qué impide
desarrollar esta emoción? Un exceso de comodidad que lleva a
la simplificación, a la discriminación anticipada que nos impi-
de conocer el marco. Es preciso realizar entrenamientos para
fomentar la curiosidad y el detalle. Un ejemplo es el juego de
los errores. Otros entrenamientos interesantes son los que de
cualquier forma fomentan la agudeza sensorial.
Alineación
Contribución
123
trabajo con el “niño natural”, o prescripciones para fomentar la
generosidad cercana y lejana.
Emoción
Beneficios
124
Orden
125
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
126
V II
Beneficios
a) Enfoque
127
Esta capacidad de mirar a lo importante es seguida luego
por los discípulos. Para mantenerse enfocado primero hay que
desear hacer algo, pedirlo y tomar decisiones sobre los objetivos
a seguir.
La pnl establece un modelo para que un objetivo re-
úna las condiciones de buena formulación. He realizado un
nuevo diseño de este modelo siguiendo la regla nemotécnica
“diferente”.
1. Diferente
128
2. Intencional
3. Formulado en positivo
4. Especifico
129
5. Realizable
6. Ecológico
7. Natur al
8. Tempor alizado
130
9. Evidente
b) R esiliencia
Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna total-
mente helada. Era una tarde nublada y muy fría pero los niños
jugaban sin preocupación, cuando de pronto, el hielo se agrietó
y uno de los niños cayó al agua a través de la grieta.
El otro niño, viendo que el más pequeño se ahogaba bajo el
hielo, sin pensarlo, tomó una piedra y comenzó a golpear con
todas sus fuerzas sobre la superficie hasta que logró quebrar el
hielo lo suficiente para lograr encontrar la mano de su amigo
y salvarlo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedi-
do se preguntaron: “¿Cómo pudo hacerlo?” Parecía que dado el
grosor del hielo sería imposible quebrarlo por un niño, con esa
diminuta piedra y con sus manitas. En ese instante, apareció
un anciano y ante la perplejidad de los bomberos, dijo: “Yo sé
cómo lo consiguió”.
131
“Ah, pues, dígame” —replicó uno de los bomberos. Y el an-
ciano contestó: “Pues es muy fácil, no había nadie a su alrede-
dor para decirle que no podía hacerlo”.
132
fermedad terminal. Como dice él mismo, no sabe cuál será
el camino que le va a deparar la vida, pero emprende este
viaje con la seguridad de saber que cada día es precioso y
que cada paso es importante. Su biografía nos muestra que
cada persona, a pesar de las múltiples adversidades que se
han de afrontar, puede avanzar en el transcurso de la vida
siguiendo su propio camino, que es único, con la esperanza
que nuevas encrucijadas se abrirán a cada momento.
c) Per sistencia
Pero no basta con ser resiliente una vez, esta capacidad para hacer
frente a las adversidades ha de ser duradera en el tiempo. Les voy
a contar otro pasaje contenido en el libro Piense y hágase rico de
Napoleón Hill, que es muy ilustrativo de lo que les estoy diciendo:
133
Extrajeron el primer carro de mineral y lo enviaron
a un fundidor. ¡Las utilidades demostraron que poseían
una de las minas más ricas de Colorado! Con unos pocos
carros más de mineral saldarían todas las deudas. En-
tonces empezarían a ganar dinero en grande.
¡Hacia abajo fueron los taladros! ¡Muy alto llegaron
las esperanzas de Darby y de su tío! Entonces sucedió
algo. ¡El filón de mineral brillante desapareció! Habían
llegado al final del arco iris, y la olla de oro no estaba
allí. Perforaron en un desesperado intento para volver a
encontrar la veta, pero fue en vano.
Finalmente, decidieron abandonar.
Vendieron la maquinaria a un chatarrero por unos
pocos centenares de dólares, y tomaron el tren de vuelta
a casa. El chatarrero llamó a un ingeniero de minas para
que mirara la mina e hiciera una prospección. El inge-
niero le informó de que el proyecto había fracasado por-
que los dueños no estaban familiarizados con las vetas
falsas. Sus cálculos indicaban que la veta reaparecería
¡a un metro de donde los Darby habían dejado de perfo-
rar! ¡Allí fue precisamente donde fue encontrada!
El chatarrero extrajo millones de dólares en mineral
de aquella mina porque supo buscar el asesoramiento de
un experto antes de darse por vencido.
134
que todo se viene hacia abajo y desconfiamos de aquello que
hemos hecho con anterioridad. Esas son las llamadas “vetas fal-
sas”. No son más que una prueba a nuestra fortaleza mental y se
encuentran justo a “un metro del oro”.
La riqueza, la verdadera riqueza, tal como nos demuestra
Jesús en el milagro de la multiplicación comienza a partir de
un estado mental, “el estado de plenitud de recursos”. Este es el
estado en el que siempre se mira hacia lo que se tiene, por este
motivo se llama estado de plenitud de recursos. En este estado,
“las vetas falsas” no constituyen más que una prueba a la forta-
leza mental del ser humano.
Cualquiera que haya leído el milagro de la multiplicación
de los panes y los peces puede pensar en que la obtención de
cestas repletas de panes y peces al final del milagro es algo to-
talmente imposible. Y sin embargo, sólo quien ha creído en lo
imposible ha logrado éxitos sin precedentes.
Del mismo libro antes citado de Napoleón Hill voy a expo-
ner algo relacionado con “lo imposible”.
135
sultados. Pasaron otros seis meses, y todavía no habían
conseguido nada. Los ingenieros probaron todos los pla-
nes concebibles para llevar a cabo el proyecto, pero aque-
llo parecía incuestionable: ¡imposible!
Al cabo de un año, Ford se reunió con los ingenieros,
que volvieron a informarle de que no habían hallado
manera de cumplir sus órdenes.
—Sigan con el trabajo —dijo Ford—, quiero ese motor,
y lo tendré.
Continuaron haciendo pruebas, y entonces, como por
arte de magia, el secreto quedó desvelado.
¡La determinación de Ford había ganado una vez más!
Quizás esta historia no esté descrita con precisión de
detalles, pero las circunstancias y el resultado son los
correctos…
136
tándote de tus objetivos, ¿es posible que esté relacionado con
el miedo?
El miedo es una emoción necesaria, gracias a ella evitamos
peligros reales. Cuando somos niños tenemos dos miedos bási-
cos: miedo a caernos y miedo a los ruidos. El problema es que
hemos extendido la emoción a áreas en las que no existe un
peligro real sino tan sólo una buena oportunidad y, entonces,
la perdemos. Hemos aprendido a tener miedo a nuestra propia
luz, quizás porque otros (padres, amigos, jefes, pareja…) nos
han dicho que no podemos conseguir esto o aquello y les he-
mos creído. Sin embargo empequeñecerte no le sirve al mundo.
¿Por qué usamos el miedo? ¿Por qué usa el miedo la gente?
¿Por qué usan el miedo los políticos, los profesores, la gente de
negocios, los gerentes, los padres? Verónica De Andrés dice que
usamos el miedo porque funciona. Crees tener el control de la
situación. Crees controlar los resultados. Crees que tienes el
control pero por muy poco tiempo. A largo plazo no funciona
ya que provoca dos respuestas fundamentales:
• Rebeldía
• O Sumisión.
137
Es decir, que nuestros resultados serán mayores en la me-
dida que reduzcamos nuestras interferencias, que no son otra
cosa que nuestros miedos, dudas, etc. Esto es, todo aquello que
se opone a nuestras metas.
d) R ecogida
138
para que no sobrara nada. Lo más sorprendente fue que gracias
a esa actitud consiguió finalmente ser profesor universitario. En
aquel tiempo, se acababa de crear la Escuela de Relaciones Labo-
rales de la Universidad de Murcia y estaban buscando a un espe-
cialista en Seguridad Social para impartir una asignatura llamada
con ese mismo nombre. Era su oportunidad y no la desaprovechó,
se presentó en la Escuela, dejó su currículum y a los pocos días le
llamaron. Actualmente sigue ahí y es un magnífico profesor. Ésta
es la paradoja de los beneficios, que no siempre hay un camino
recto hacia la meta, sino que existen estaciones de tránsito y que
no siempre tienen que ver con lo que nos agrada especialmente.
Ahora recuerdo una frase del libro de Clement Stone y Napoleón
Hill, La Actitud mental positiva: “En toda adversidad existe la
semilla de un éxito equivalente o aún mayor”.
Existen personas que no tienen en cuenta este aspecto de
la recogida de beneficios. Hay que recoger todos los canastos,
todo lo que ha sobrado y guardarlo. Cuando llegan tiempos de
crisis quienes mejor saben aguantar son las personas que guar-
daron en los tiempos de bonanza. Otros pensaron tontamente
que los buenos tiempos durarían siempre y en vez de guardar,
gastaron y gastaron y se hipotecaron. Con la crisis la falta de
liquidez puede llevar a muchos a la bancarrota.
e) Aplicación de principios
139
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
140
V III
Or den ación esenci a l
141
1. Del caos al orden
142
¿Cuáles son nuestras reglas? ¿Las tenemos claras? ¿Nos las
imponen los demás?
Ejercicio
143
3. Nivel de los recursos y capacidades
4. Nivel de las creencias
5. Nivel de identidad
6. Nivel espiritual.
144
2.2. Estructur a conductual
Mi conducta habitual
17. ¿Cómo me comporto en esos lugares en los que me siento
incómodo?
18. ¿Cuál es mi comportamiento en situaciones conflictivas?
19. ¿Cómo actúo en las discusiones?
20.¿Cómo actúo cuando me llevan la contraria o me niegan lo
que por derecho quiero?
21. ¿Qué hago cuando me siento bloqueado?
22.¿Qué hago en mis momentos de inactividad u ocio?
23.¿Qué hago cuando no sé qué hacer?
24. ¿Cómo me comporto cuando estoy descontento, insa-
tisfecho, decepcionado?
25.¿Qué conductas realizo para evitar a quien quiero evitar?
26.¿Cuál es mi comportamiento cuando me encuentro en
los lugares en los que no quiero estar?
27. ¿Qué enfermedades o dolencias desarrollo con más
frecuencia?
145
34.¿Qué emociones me impiden un recto hacer?
35. ¿Qué recursos o capacidades echo de menos en mí?
36.¿Qué estados de ánimo me provocan esos sentimientos
de rechazo hacia lugares o/y personas?
37. ¿Qué siento en los momentos en los que discuto o discu-
ten en mi presencia?
38.¿Qué siento, cuáles son mis estados emocionales, en mis
situaciones de enfermedad?
39.¿Qué emociones no experimento nunca, tanto positivas
como negativas? ¿Qué emociones desearía no experimen-
tar jamás?
40. ¿Qué capacidades son las más difíciles de adquirir o ma-
nejar de las que necesito día a día?
41. ¿Qué recursos echo en falta en mi vida cotidiana?
42. ¿Qué es lo que me imagino que me podría suceder en los
lugares que me resultan insoportables, y que generan
esas emociones y rechazos?
Mis creencias
43. ¿Por qué creo que podría suceder eso?
44.¿Qué es lo que pienso o espero obtener en una conversación
o encuentro para empujarme emocionalmente a discutir?
45. ¿Por qué hago eso?
46.¿Qué es lo que me falta para soportar a quien no soporto?
47. ¿Para qué lo necesito?
48. ¿Por qué?
49. ¿Cómo creo que son esas personas a las que no soporto?
50.¿Cómo deberían de ser?
51. ¿Por qué?
52.¿Para qué?
53.¿Qué es lo que creo que me falta para que no existan en
mi momentos de insatisfacción, vacío, etc.?
54.¿Por qué?
55. ¿Y eso para qué?
146
56.¿Qué es lo que creo que produce en mi los bloqueos, las
inseguridades, o las dependencias y cabreos?
57. ¿Y eso a que se debe?
58.¿Y para que lo necesito?
59.¿Por qué?
60.¿Y esos recursos que has escrito antes que necesitabas, para
qué creo que los necesito realmente?
61. ¿Y por qué?
62.¿Y qué creo que conseguiré con eso?
63.¿Por qué lo creo?
64.¿Por qué creo que saltan en mí esos estados emocionales que
me impulsan a actuar comome comporto a veces? (Discu-
tir, distanciarme, cabrearme, envidiar, temer, acaparar, dis-
traerme de lo que tengo que estar atento/a, abusar del placer,
depender, etc.).
65.¿Por qué me siento emocionalmente como me siento
cuando caigo enfermo?
66. ¿Y por qué enfermo cuando enfermo?
67. ¿Por qué enfermo de lo que frecuentemente enfermo?
147
h) Yo nunca . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
i) Ellos siempre . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
j) Es falso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
k) Es malo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
148
71. Creencias sobre la vivienda, las propiedades
a) Si . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . entonces . . . . . . . . . . . . . . . .
b) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . significa . . . . . . . . . . . . . . . .
c) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . causa (o es la causa) . . . . . .
d) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . produce. . . . . . . . . . . . . . . . .
e) Yo puedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
f) Yo debo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
g) La gente debería (o no debería) porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
h) Yo nunca . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
i) Ellos siempre . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
j) Es falso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
k) Es malo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
150
i) Ellos siempre . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
j) Es falso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
k) Es malo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
151
78. Creencias sobre la política, ser político, dedicarse a
la política
a) Si . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . entonces . . . . . . . . . . . . . . . .
b) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . significa . . . . . . . . . . . . . . . .
c) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . causa (o es la causa) . . . . . .
d) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . produce. . . . . . . . . . . . . . . . .
e) Yo puedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
f) Yo debo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
g) La gente debería (o no debería) porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
h) Yo nunca . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
i) Ellos siempre . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
j) Es falso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
k) Es malo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Estructur a noética:
Lo espiritual
91. ¿Qué es ser eso para ti?
92.¿Qué es lo que hay más allá de ti, más allá de ese tú?
93.¿Qué es eso que crees que te mantiene vivo/a?
94.¿De dónde o de quién recibes ese impulso de vida?
95.¿De dónde procedes antes de nacer?
154
96.¿Hacia dónde te diriges al morir?
97. ¿Qué hace que ahora vivas?
98.¿Qué relación hay entre tú y el resto del Universo?
99.¿Qué relación existe entre tú y el resto de la Humanidad
y Planeta?
100. ¿Qué es para ti eso? ¿Qué conexión existe entre tú y
eso?
Rediseño de vida
155
ciones que debo realizar, los roles que cumplir, la moti-
vación que tengo para ello, ¿qué dirección voy a seguir
en la vida? ¿Cuál es el camino que voy a seguir?
116. ¿Qué supone esta nueva dirección?
117. ¿A qué me obliga esa dirección?
118. ¿Me merece la pena el esfuerzo de mantenerme en esa
dirección?
119. ¿Es suficiente la recompensa?
120. ¿Cuáles serán los frutos?
121. Para mantenerme en la dirección que permita cum-
plir con mi misión, ¿qué cosas son las que voy a realizar?
122. ¿Qué actitudes debo adoptar?
123. ¿Cuáles van a ser las acciones específicas que voy a
emprender?
124. ¿Qué comportamientos tengo que cuidar?
125. ¿Cómo responderá mi entorno a todos mis nuevos
cambios?
126. ¿Cómo reaccionará mi familia, mis amigos, mis compa-
ñeros o colaboradores a mis cambios?
127. ¿Dónde repercutirán con mayor influencia las accio-
nes consecuencia de cumplir mi misión?
128. ¿En qué personas repercutirá con mayor impacto el de-
sarrollo de mi misión?
129. ¿Con quiénes podría contar para desarrollar mi misión?
130. ¿Dónde puedo actuar más eficazmente en el desarro-
llo de mi misión?
131. ¿Cuándo empiezo a desarrollar mi nuevo proyecto de
vida?
156
ellos, así que les invita a reflexionar: “¿Cuántos panes y peces
tenéis? Id a ver”. La reflexión sobre nuestra conducta es bási-
ca, saber qué hacer requiere observar qué tenemos en nuestro
interior. Para ello tenemos que “ir a ver”. Hemos de reflexionar
sobre nuestras creencias y sobre nuestra identidad.
Hay quien ha dicho que somos lo que hacemos repetida-
mente de manera consistente. Recuerdo que en un episodio de
mi infancia discutí con otro niño y terminé llamándole “besu-
go”. Lo que conseguí es que ese niño para vengarse se lo dijera
a otros dos niños mayores que me buscaron, me amenazaron
y aterrorizaron. Cuando estaban empujándome y pegándome
apareció el empleado de una farmacia cercana al lugar en el que
estaban ocurriendo los hechos y me liberó. Desde ese momen-
to, no soportaba las injusticias cometidas sobre otras personas
y deseaba hacer algo para remediarlas. Cuando crecí un poco
más, mantuve discusiones con quienes pretendían abusar de
otros. Recuerdo una situación en la que un compañero del co-
legio colgó sobre un árbol la camiseta de un chico al finalizar
un partido de fútbol y cuando la broma pasó a ser algo injusto
pedí que terminara esa acción. Finalmente rescate la camiseta,
la devolví a su dueño y tuve que pegarme con quien la había
colgado. Me gustaban los comics de héroes, que vencían a vi-
llanos y salvaban del mal a otras personas, como El Capitán
Trueno. Quizá esa deuda con la justicia que adquirí siendo un
crío me llevó a ejercer la Abogacía durante más de quince años.
Mi estilo como abogado ha sido congruente con mi manera de
ser durante todo ese tiempo. No he sido el típico abogado plei-
tista sino que he tratado de hacer comprender a mis clientes
que por encima de sus criterios podía estar en ocasiones un
bien mayor que nacía de un buen acuerdo. Y si las cosas no
podían resolverse extrajudicialmente entonces se interponía la
correspondiente demanda.
También observé desde niño que las injusticias que sufría
en mis carnes siempre procedían de fuera del ámbito de mi
familia. Descubrí que mis padres jugaban un importante papel
en mi vida pues me estaban enseñando a ser una persona justa
157
y honrada. Me dí cuenta de la importancia que tiene el núcleo
familiar en la educación de las personas. Como resultado de
esta inquietud a finales del año 1993, a las puertas del que sería
“año internacional de la familia” fundé amofrem (Asociación
Motivación, Familia y Recursos Matrimoniales) una Entidad
volcada en la generación de programas de ayuda a la infancia y
la familia: Programa Hermano Mayor, Programa Tutor Fami-
liar, Programa Escuela de Familia, Convenio para la Mediación
con Familias Multiproblemáticas, Adopción Internacional, etc.
En mi adolescencia, en el instituto, descubrí algo mágico
llamado educación y me sorprendió que no todos los profesores
consiguieran los mismos resultados con la misma clase. Me in-
trigaba por qué algunos eran tan buenos motivando a los alum-
nos y haciendo que éstos se interesaran por los contenidos de
sus materias. Me preguntaba ¿cuál era su magia? Desde hace
más de quince años sigo investigando y formándome sobre el
comportamiento humano y su influencia en los demás, sobre
la importancia de la comunicación y las habilidades sociales.
Como Coach profesional, mis habilidades me permiten entrar
en sintonía con las personas de manera casi inmediata y ob-
tener conclusiones rápidas por la comunicación no verbal de
mis interlocutores. Diversas universidades han contratado mis
cursos, seminarios y conferencias para sus alumnos, y trabajo
para particulares y empresas que solicitan mis servicios.
Tengo claro que todo lo que hago se define por el término
ayuda a los demás. Da igual que me haya dedicado a cosas apa-
rentemente diversas como la Abogacía, la Adopción Interna-
cional, la Cooperación al Desarrollo o el Coaching Profesional,
al fin y al cabo todo es una extensión de mi forma y esencia de
ser que tiene que ver con mi íntimo deseo y satisfacción en la
ayuda a otras personas.
Saber “quién soy” es muy poderoso porque te ofrece un cri-
terio muy claro de lo que debes o no hacer en la vida. Recuerdo
que no hace mucho a un cliente mío que trabaja en una ong le
propusieron realizar un negocio en un país africano subdesa-
rrollado que consistía en adquirir en Europa maquinaria para
158
la construcción de edificios para llevarla a aquel país y una vez
allí ponerla en alquiler. Me consultó sobre qué debía hacer y le
dije que estudiara un poco sobre qué hacía de manera repetida,
esto es, sobre quién es y que relación tenía eso con el negocio
que le habían propuesto. Finalmente decidió no participar en
dicho negocio porque su vida era dedicarse a los más necesita-
dos. Eso era lo que hacía de manera consistente y sabía que par-
ticipar en algo que estuviera fuera de su esencia le haría sen-
tirse incómodo. Me dio las gracias por lo mucho que le había
ayudado al hacerle reflexionar y me dijo que por fin disponía de
un gran criterio para ordenar su vida para siempre. De hecho
no dejó de ayudar a quienes le propusieron dicho negocio y les
puso en contacto con otras personas a las que conocía que es-
taban dedicadas al mundo de la construcción.
Y una vez que sabemos quienes somos, estamos en condi-
ciones de saber qué queremos y pedirlo. Éste es el siguiente as-
pecto del orden que vamos a analizar.
3. De l a identidad a l a petición:
L a m aner a de configur ar
nuestros deseos
159
otra cosa que la fe. La fe es la certeza de lo que se espera. Y para
conseguir lo que se espera es preciso pedirlo.
Una forma de pedir es visualizar. La visualización es una
manera de pedir a nuestra parte inconsciente para que dispon-
ga todos los recursos internos para favorecer la consecución de
nuestros objetivos. En el deporte de alta competición es un pro-
ceso muy frecuente. El golfista más legendario, Jack Nicklaus,
decía: “Jamás he dado un golpe, ni siquiera para practicar, sin
tener una imagen muy clara y definida del resultado en la ca-
beza. Es como una película en color. Primero “veo” dónde quiero
que acabe la bola, blanca y perfectamente definida sobre el in-
tenso verde de la hierba. Luego la escena cambia rápidamente y
“veo” la bola yendo hacia allí: su desplazamiento, la trayectoria
y la forma, incluso su comportamiento al tocar el suelo. Luego
la imagen se funde y en la siguiente escena aparezco yo hacien-
do el swing necesario para convertir en realidad las imágenes
que acabo de “ver”.”
Ejercicio de visualización
160
pidió nacer y lo normal es que nadie desee morir. Ese algo que
algunos llaman Dios, otros Energía universal, y algunos de otra
forma, es la realidad trascendente que nos hace vivir, respirar,
y determina todos nuestros procesos biológicos no conscientes.
Se trata de una realidad de la que podemos tomar energía y a la
que podemos realizar peticiones. Podemos desear en armonía
con todo el mundo que se cumpla nuestro deseo, dar las gracias
y esperar.
También podemos no hacer nada y seguir trabajando para
conseguir nuestros sueños. Sucede que cuando además de eso,
pedimos y pedimos de la manera que antes hemos descrito,
nos disponemos con mayor energía a continuar trabajando con
más fuerza en nuestros proyectos a pesar de las dificultades
que se van presentando en el camino.
Y ante todo cuando se desea algo, se quiere algo, se pide algo,
resulta sustancial que nuestros deseos respondan a nuestro ser
esencial. ¿Y cuál es nuestro ser esencial? ¿Hemos descubierto
nuestra verdadera esencia, nuestra identidad?
Cuando no sabemos quiénes somos, desconocemos qué es
lo que realmente nos importa, no tenemos ni idea de lo que
valoramos o despreciamos. Existe una falta de conciencia que
lleva con facilidad a una vida desorganizada en la que nada nos
satisface.
Así que antes que orar es, como hemos dicho anteriormen-
te, ordenar, organizar nuestra vida, saber cuáles son nuestras
creencias, nuestras reglas, nuestros valores, en suma, nues-
tra identidad en relación con el todo que no somos nosotros.
Aprender a diferenciarnos nos ayuda a identificar lo que es
esencial para nosotros. No basta desear o pedir, hay que traba-
jar, luchar, esto es, “ora et labora”.
Si ponemos en claro todos los aspectos mencionados an-
teriormente estaremos en condiciones de planificar, establecer
un plan de acción, para conseguir nuestros objetivos vitales. Es
el aspecto del orden que veremos a continuación.
161
4. De l a petición a l a pl anificación
Ejercicio de planificación
Fases
1. Búsqueda de recursos: panes y peces disponibles
2. Organización del reparto: por grupos de cien y cincuenta
3. Recogida de beneficios: cestos sobrantes
Calendarización
A lo largo de la tarde.
Personas
Los discípulos que van a ser los que realicen el reparto.
Recursos materiales
Los panes y peces disponibles; la hierba verde (lugar para
recostarse).
162
Recursos personales y espirituales
Análisis del contexto, Dar gracias, Contribuir con las personas,
Pedir, Visualizar y Atraer el resultado. Mantenerse en el estado
de plenitud de recursos.
Tareas
• Ver los recursos disponibles
• Partir los panes y los peces
• Buscar un lugar cómodo para el reparto
• Ordenar a las personas por grupos
• Repartir el alimento
• Recoger el sobrante.
5. De l a pl anificación a
la responsabilidad
163
siguen realmente resultados y cambiar sus vidas gracias a estas
obras. La razón es tan sencilla como la falta de compromiso.
Un libro por sí mismo no obra milagros. Los resultados pro-
vienen del compromiso y responsabilidad de las personas para
poner en marcha procesos eficaces de cambio como los que se
describen en el presente texto.
La mayor parte de las personas siempre encuentran excu-
sas para no cambiar o para señalar a otros como culpables de
lo que les ocurre. Sólo si se asume el 100 de responsabilidad
sobre nuestras vidas estaremos en condiciones de hacer verda-
deros cambios.
La responsabilidad es como hemos dicho la capacidad y ha-
bilidad de respuesta ante lo que nos acontece. Los resultados
dependen no de lo inamovible que es el suceso o acontecimien-
to sino de la respuesta que ofrezcamos ante ese suceso.
Ejercicio
Sobre el primer ejemplo estudia sucesos de tu vida a los que
hayas aplicado una respuesta que te dé un resultado indeseado.
A continuación busca una nueva respuesta, generando opciones
y comprueba qué nuevos resultados consigues.
164
sirvieran”; es muy importante, esta actitud, de compromiso y
servicio con la misión y objetivos vitales. Los discípulos eran
miedosos, tenían defectos y carecían de ciertas capacidades,
pero tenían una gran virtud para operar grandes cambios, su
actitud de servicio y su compromiso con la misión que el Maes-
tro les había encomendado y ellos habían aceptado.
En nuestra vida diaria sucede exactamente igual, los que lle-
gan a lo más alto, los que consiguen marcar diferencias, y hacer
los cambios más sorprendentes no son siempre los que tienen
más habilidades o conocimientos sino los más comprometidos,
los más responsables y congruentes con su misión. Así que de-
bemos tener muy en cuenta este aspecto del principio del orden
ya que sin esa responsabilidad nada va a funcionar.
Como ya he dicho la responsabilidad implica congruencia.
Una persona congruente es la que actúa con unidad de acción
y sin fisuras entre lo que hace, lo que dice o comunica, lo que
siente y lo que piensa. Hace años inventé un verbo para definir
esto, es el verbo senpencohar, que es una síntesis de sentir, pen-
sar, comunicarse y hacer de manera congruente. Una persona
que senpencoha es una persona congruente.
En la educación senpencohar es muy importante. Hay per-
sonas que a diferencia de otras no han renunciado a educar a
sus hijos y tienen muy buena voluntad. Reconocen este princi-
pio de orden y tratan de que en su familia no exista el caos, así
que deciden que haya normas y criterios claros dentro de su
familia. Esto no es suficiente. No es suficiente si dichos padres
no están dispuestos a mantener congruencia. No es suficien-
te si estos padres no deciden trabajar en su propia educación.
Educar a otros no es sino un proceso constante de educación
de uno mismo. No es suficiente con que hayan decidido no re-
nunciar a la educación de sus hijos, además han de decidir no
renunciar a su propia educación, entendida como un proceso
de aprendizaje y desarrollo personal continuado.
Existe un principio de metafísica que dice que lo que es
adentro es afuera. Lo vemos constantemente en personas que
no tienen suficiente equilibrio y necesitan apoyo en tranquili-
165
zantes, ansiolíticos, antidepresivos. Muchas de estas personas
no están dispuestas a hacer el cambio interior. La conducta que
reflejan hacia afuera no es otra cosa que el resultado de cómo
se tratan a si mismas. Es una actitud de queja permanente, de
críticas, juicios y reproches, que tienen la ganancia secundaria
de ser el centro de atención. Es un caso extremo, sí, pero nos
está enseñando que el verdadero cambio es el cambio interno.
Antes de pretender cambiar a otros, o educar a otros, hemos
de cambiarnos a nosotros mismos. La forma más elocuente de
convencer, de persuadir, es nuestra congruencia. No le puedo
estar diciendo a mi hijo que fumar es malo y a continuación
encenderme un cigarrillo.
Nuestra responsabilidad principal la tenemos con nosotros
mismos. ¿Queremos hacer un verdadero cambio en nuestras
vidas? Entonces cambiemos nosotros primero. Miremos hacia
dentro y siempre daremos la mejor respuesta posible a cada si-
tuación. Estaremos situados dentro del marco de las posibilida-
des. Si nos sentimos mal por dentro, si creemos que algo falla
en nuestra manera de relacionarnos, si estamos descontentos
por la manera en que educamos, olvidémonos de cambiar las
situaciones o querer cambiar a los demás y centrémonos en
hacer el verdadero cambio interior. Cuando hayas hecho este
cambio será fácilmente perceptible a los demás sin que digas
nada. La congruencia se manifiesta desde el principio hasta en
lo fisiológico y lo no verbal.
6. De l a responsabilidad
a los resultados
166
Ejercicio
Recuerda cuando fue la última vez que tuviste un buen resulta-
do en tu vida que te trajera alegría y cuál fue tu grado de com-
promiso y tu responsabilidad previa en la tarea.
7. De los resultados al
equilibrio y vuelta a empezar
167
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
168
IX
Pr egun ta s esenci a les
169
• Qué es lo que tengo (“¿Cuántos panes y peces tenemos?”)
• Qué tengo de especial
• Cuáles son mis recursos
• Cuáles son mis fortalezas
• Cuáles son mis valores
• Qué más puedo hacer
• ¿Algo más?
170
Cualquier cosa que la mente del hombre pueda concebir,
puede lograrse.
W. Clement Stone.
2. Preguntas sobre el
principio de l ater alidad
171
a) Equilibrio gener al del contexto
172
c) Interpretación del contexto
173
mos como Jesús genera esa atracción irresistible que lleva a
las masas a seguirles por donde va. En Jesús hay tres elemen-
tos esenciales de atracción que responden a su actitud interna
auténtica. Por eso nos hemos detenido en ellos y no en cómo
pintarse las uñas o depilarse el entrecejo. Se trata de la actitud
serena de quien acepta los acontecimientos, de la gratitud y
de la actitud de contribución.
174
capaces de poner en nuestra mente todos los recursos de que
disponemos y que serán necesarios para poderlos activar en
momentos decisivos de nuestra vida.
• ¿Doy las gracias, cuando me levanto por estar vivo un día
más y por disponer de una nueva oportunidad para hacer
de la vida algo que merezca la pena? ¿Lo hago así para
que mi mente perciba esta gran sensación?
• ¿Doy las gracias por los alimentos cada vez que me dis-
pongo a saborearlos? ¿Doy las gracias porque la vida
me permite alimentarme un día más, por disfrutar de
deliciosos manjares? ¿Lo hago así para que mi mente
aprecie, valore y tenga la sensación de la importancia de
tener siempre el pan de cada día?
• ¿Doy las gracias a mis padres por existir, por la educa-
ción recibida, por lo que aprendí de ellos, por lo que no
aprendí de ellos, por haberme dado la vida, por haber-
me alimentado día tras día…? ¿Lo hago así para valorar
la importancia de ser padres? ¿Lo hago así para que se
sientan valorados y reconocidos?
• ¿Doy gracias a mi pareja por todo lo que me aporta, por
sus detalles, por sus atenciones, por su amor, por sus bon-
dades…? ¿Lo hago así para regar la planta de tu relación?
¿Lo hago así para valorar a mi pareja en sus virtudes? ¿Lo
hago así para que se sienta valorada, respetada, reconoci-
da? ¿Lo hago así para potenciar lo mejor que hay en ella?
• ¿Doy las gracias a mis jefes, a mis profesores, a mis maes-
tros, a quien me ha educado, a quien me ha enseñado?
¿Lo hago así para valorar lo bueno de las grandes ense-
ñanzas? ¿Lo hago así para reconocerles? ¿Lo hago así para
sentir y valorar todo lo aprendido de ellos sea lo que debo
o no debo hacer?
• ¿A quién no he dado aún las gracias…? ¿a mis amigos? ¿a mi
comunidad? ¿a mi médico?… Busca y da las gracias de cora-
zón a todo aquél que te haya hecho bien y te haya enseñado
cosas. Y después comprueba el estado de inmensa plenitud
que sientes. Yo lo llamo la terapia del agradecimiento.
175
c) Preguntas sobre la contribución
Contribución familiar
¿Qué aporto a mi familia? ¿Cómo puedo hacer que mi vida en
familia suponga una verdadera diferencia?
Contribución en la pareja
¿Qué sumo a mi pareja? ¿Qué es diferente para ella cuando yo
estoy? ¿Cómo logro hacerla reír? ¿Qué más puedo hacer para
hacer una verdadera aportación a mi pareja? ¿Qué proyectos
aún no he iniciado en relación a mi pareja?
Contribución profesional
¿Qué aporto de diferente a mi empresa, a mi profesión? ¿Qué
más puedo aportar?
Contribución social
¿Cómo nota mi comunidad la contribución que hago con ella?
¿Qué no he hecho todavía que pueda suponer una verdadera
aportación a mis vecinos? ¿Qué colaboraciones realizo a nivel
social? ¿Qué acciones puedo emprender a nivel social para que
mi comunidad sea más valiosa?
176
Contribución con el medio ambiente
¿Qué no hago aún que pueda suponer una diferencia en el cui-
dado del medio ambiente? ¿Qué acciones puedo emprender
para mi cuidad y mejorar mi medio ambiente?
177
6. Preguntas sobre los beneficios
178
X
Le y es esenci a les
179
tros sentidos estén siempre desplegados al máximo. Saber per-
fectamente lo que ocurre a nuestro alrededor nos proporciona
una información muy relevante para saber en cada momento
cuál es la decisión más adecuada. Por ejemplo, si soy incapaz
de ver la comunicación no verbal de una persona deprimida y
a continuación le cuento un chiste está claro que va a ser una
comunicación errada por falta de dominio del contexto.
4. Ley de l a confianza
5. Ley de emociones
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Las emociones son nuestras maestras, ellas nos enseñan cuan-
do nos encontramos en el mundo de las carencias o en el de las
posibilidades. Si no te encuentras bien a nivel emocional revela
que tienes que hacer ajustes. Si no se hacen dichos ajustes no se
alcanzará el equilibrio emocional que constituye la intención
última de toda intención humana: sentirse bien.
181
También puse como condición que habían de fijar el día, mes y
año en que lo lograrían y el lugar en el que estarían en ese mo-
mento. Después les rogué que imaginaran que ese día ya había
llegado, y que habían conseguido el objetivo, debían centrarse
en lo que estaban viendo, las personas que allí había, los colo-
res, los sonidos, las palabras, lo que sentían. Después de unos
momentos les pedí que retuvieran lo que tenían en su mente y
que volviesen al presente.
Después de terminar la conferencia hubo una persona que
se me acercó y me dijo: “No creo que sirva de nada ese viaje
mental al futuro; hacer ese ejercicio no asegura conseguir el
objetivo”. Así que le contesté: “Dígame algo que aún no haya
conseguido”. A lo que respondió: “No he conseguido que mi
empresa pase al siguiente nivel”. “¿Cuál es para usted el siguien-
te nivel?” —le contesté. Y me dijo: “Pasar a una facturación su-
perior al millón de euros”. “Bien —le dije—, ¿cuántas veces se
ha dicho a si mismo que esa es una misión imposible o que no
podrá conseguirlo?”. “En varias ocasiones —me respondió”. “Y
lo cierto —repliqué—, es que hasta ahora usted ha tenido ra-
zón”. “Pues sí, —me contestó—, hasta ahora no he conseguido
llegar a esa cifra”. “Entonces, amigo —le expresé—, usted es un
verdadero especialista en viajar al futuro y conseguir sus obje-
tivos, ¿por qué no hace el viaje hacia sus objetivos en positivo?”
Deseo de todo corazón que tras la lectura de este libro rea-
licen un viaje en positivo hacia el centro de sus almas, encuen-
tren el estado de plenitud de recursos y multipliquen sus panes
y sus peces. Muchas gracias y mucha suerte.
182
Pir ámide del método placebo
Niveles del crecimiento personal
Plenitud
Lateralidad
Atracción
Confianza
Emociones
Beneficios
Orden
183
184
BIBLIOGR A FÍ A
185
El vendedor más grande del mundo. Og Mandino. Grijalbo.
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