Fragmento del libro
“La Gran Conspiración Judía” (México, 1961)
TRAIAN ROMANESCU
Profesor de la Universidad de Bucarest, Rumania, exiliado en Occidente.
Original Title
Traian Romanescu - Los judios y la técnica de los seudonimos
Fragmento del libro
“La Gran Conspiración Judía” (México, 1961)
TRAIAN ROMANESCU
Profesor de la Universidad de Bucarest, Rumania, exiliado en Occidente.
Fragmento del libro
“La Gran Conspiración Judía” (México, 1961)
TRAIAN ROMANESCU
Profesor de la Universidad de Bucarest, Rumania, exiliado en Occidente.
“El judío conspirador busca siempre esconder su propio nombre o
apellido hebreos, como el ladrón esconde la cara, pues sabe que los diversos pueblos en medio de los cuales ha vivido, aprendieron por experiencia que el judío es un individuo peligroso y por eso evitan tener relaciones con él. Para vencer esta dificultad, la judería internacional ha adoptado desde hace siglos la costumbre de recomendar a sus miembros que utilicen seudónimos. Entre las diversas categorías de seudónimos utilizados por los judíos, se pueden mencionar: A).—Nombres hebreos, con terminaciones específicas locales. Por ejemplo, un judío llamado Lázaro, se transforma en Rusia en Lazarov (Lazar-ov), en Polonia en Lazarski (Lazar-ski), en Rumania en La- zarescu (Lazar-cescu), en Bulgaria en Lazaroff (Lazar-off), en Grecia en Lazaridis (La/ar-idis) y llegado a Norteamérica toma el apellido de Lazarson (Lazar-son). Utilizando esos diversos apellidos, el judío que se encuentra en Rusia nunca dice que es judío, sino "ruso"; en Rumania se presenta como "rumano"; en Grecia como "griego" y cuando en su vagabundaje internacional llega a Estados Unidos, se recomienda como "americano de pura sangre", aunque en realidad el judío conspirador en nada ha cambiado sus sentimientos y planes, trabajando para los mismos fines en cualquier parte del mundo donde se halle. Si un ciudadano americano dice a un judío de los Estados Unidos que no es "americano", sino judío, el mosaico se pondrá furioso y calificará seguramente al verdadero americano como "fascista", "racista", "antisemita", "reaccionario", etc. ¿Por cuál motivo teme Lázaro a su origen judaico? ¿Por qué intenta esconderse bajo un falso origen? Yo soy rumano y no tengo ningún inconveniente en presentarme como tal en cualquier parte del mundo, incluso en Israel si fuera allá. Tampoco me enfadaría si llegado a Estados Unidos y habiendo obtenido la ciudadanía americana, la gente continuara llamándome rumano, puesto que eso soy en realidad. Nunca pensaría cambiar mi apellido Romancescu por "Ro- manson". ¿Para qué todo eso sí no tengo miedo de mi origen rumano, ni de mi nombre rumano y no tengo interés alguno en aparecer como lo que no soy en realidad? Entre tanto, los judíos que siempre han trabajado para destrozar la felicidad de los demás pueblos, han intentado siempre esconder su origen ante sus víctimas-y si hubieran podido cambiarse la nariz y las orejas, seguramente que lo hubieran hecho ya desde tiempo. Ahora, cuando la conspiración judaica ha llegado a su apogeo, debemos nosotros aprender bien todos los trucos utilizados por sus miembros. B).—Seudónimos de origen alemán. La mayoría de los judíos utilizan apellidos de origen alemán como Rosenberg, Eisenberg, Rots-child, Reitzigcr, Warburg, Einstcin, Weinberg, Kalman, Berlín, Mor-genthau, Roseman, etc., especialmente apellidos terminados en berg, man, stein, er y an, creando —según ellos—, la impresión de que son alemanes de origen. Las personas que hablan alemán pueden identificar fácilmente al judío escondido bajo seudónimo alemán puesto que la mayoría de esos mosaicos no hablan dicha lengua sino el "Yiddish", o sea la lengua más utilizada por los judíos, que deriva del alemán (o es su corrupción), pero que tiene buena cantidad de términos eslavos y mi acento especial. Las personas que no hablan alemán pueden identificar fácilmente a los judíos escondidos bajo seudónimos alemanes, por el modo como escriben sus apellidos en algunos casos. De costumbre, los judíos no utilizan consonantes dobles, como ss, nn, etc., cuando escriben sus nombres de origen alemán. Así, por ejemplo, mientras que el apellido alemán es Grossmann, el correspondiente judío es Grosman; el alemán es Wasscrmann y el judío es generalmente Waser-man; el alemán es Lehrnann y el judío es sólo Lehman, etc. Cuando a pesar de eso el judío usa un seudónimo escrito como en alemán, su primer nombre es en la mayoría de los .casos puramente hebreo, como Moisés, Lázaro, Nathán, Caín, Salomón, Elías, Sara, Jacobo, José, David, Saúl, Tobías, Abraham, etc. Hay casos en los que ni el nombre ni el apellido pueden mostrar el origen judío de un individuo. Entonces queda el nombre del padre que lo denota inmediatamente como por ejemplo Harry SALOMÓN Truman. Si el judío piensa que es mejor no utilizar nombre hebreo cuando tiene ya un apellido alemán, entonces, los encontramos en un 90 por ciento de los casos con nombres de origen francés, inglés o latín, al lado de su apellido de origen alemán, por ejemplo Louis Bcck, León Blum, Jules Moch, William Norman, Sidney Steinberg, Arnold Beichman, Julius Rosenberg, Jcannette Rubinstein, etc. Es posible que un judío haya adoptado nombre y apellido puramente alemanes, por ejemplo Walter Lippmann o Hjalmar Schacht. Entonces, basta estudiar sus relaciones, su familia, su actitud política, su actividad anterior., para comprobar que todo es judaico, especialmente el cementerio donde fueron enterrados sus antepasados. Generalmente los judíos con nombre alemán se descubren también por su tipo físico, distinto del alemán. Basta ver en cualquier país del mundo "alemán" con. pelo rojo, orejas excesivamente grandes, nariz en forma de gancho, o de baja estatura y gordo como un tonel, para darse cuenta de que se trata con uno de los del pueblo "elegido". Los rasgos físicos, sin hablar de los espirituales del judío, son muy especiales. Mientras que los alemanes son generalmente rubios, –los judíos son morenos. Hay también algunos judíos rubios, especialmente los originarios de Polonia; pero son de un rubio sucio y tienen la cara llena de pecas, como Walter Reuter, el jefe del sindicato automovilístico americano y eso ayuda mucho para conocer a los israelitas entre los que se encuentra el mencionado "defensor" de los trabajadores cristianos de América. C).—Seudónimos de origen eslavo. Un gran número de judíos, especialmente los que viven en los países hoy sojuzgados por el comunismo o son originarios de esos países y viven ahora en Occidente, utilizan seudónimos prestados del léxico onomástico eslavo, especialmente terminados en ik o in, como Dallin, Margolin, Malik, Zorin, Panuskin, Lenin, Bulganin, Zizin, etc., con los cuales utilizan generalmente un nombre de origen griego o latino como Nicolás, Valeriano, Andrés, Jorge, Lorenzo, etc., si no tienen nombre original hebreo, como en el caso de Jacobo Malik. Hay también judíos que utilizan apellidos alemanes con terminación eslava, por ejemplo Kazuki (Katz-uki); apellidos eslavos terminados en ev, ov o vích, como Zdanov (Yadanov), Zinovicv, Kamenev, Fadeev, Moscovich, Moisievich, Davidovích, etc. Esos individuos pasan en Occidente como eslavos, cuando son tan judíos como lo fueron David o Salomón. D).—Seudónimos de otro origen. Además de seudónimos de origen alemán o eslavo, los judíos utilizan nombres de origen español, inglés y húngaro y generalmente nombres tomados de diversas lenguas. Los nombres de origen español son utilizados por los judíos "sefardíes", descendientes de aquellos que fueron expulsados de España por los Reyes Católicos; judíos que pretenden ser descendientes directos de la tribu de Judá. Entre los seudónimos-de origen español que acostumbran utilizar los judíos, hay que mencionar algunos como Negrín, Pijade, Méndez, Cordazo, Sánchez, Gómez, etc., aunque en el caso no se trata de una regla- Nombres húngaros utilizados por judíos, frecuentemente son: Vadja, Kaplán, Kolontay, Revay, Marghit, Rosa, Horvitz, lonas, Laszlo, Lajos, etc. Los nombres judíos con resonancia inglesa, son generalmente compuestos de un nombre hebreo clásico, al cual se une el sufijo inglés: Levinson, Levenson, Josephson, Rabínson, Ro-binson, Mosesson, Davison, etc. Al mismo tiempo los judíos utilizan nombres de origen alemán, transformados para dar la impresión de que son ingleses: Sal o Sol Blobm, en lugar de Salomón Blum: Sam Brown, en lugar de Samuel Braun; Nat Hall, en lugar de Nathan Halberg; Jack Green, en lugar de Jacobo Brunberg; Roosevelt, en lugar de Rosewelt, etc. Generalmente todos aquellos "angloamericanos" cuyo nombre es Nat, Sol, Sam, Ben, Jack, Ros, Lev, etc., son judíos. Muchos judíos cambian definitivamente su nombre originario, adoptando un seudónimo tomado del lexicón de una lengua europea, seudónimo cuyas iníciales, sean las mismas que las de su nombre verdadero. V. gr.: El judío Kisely Morde-kay, cambió su nombre originario por el alemán de Karl Marx, guardando las iniciales K. y M. Matthew Rosenkranz, el judío dictador de Hungría, adoptó el seudónimo húngaro de Matías Rakosi, guardando las iniciales M. R. de su antiguo nombre de origen alemán. Si-Brucker, redactor jefe del diario comunista Scanteia, se ha transformado en Silviu Brucan en Rumania, con las viejas iniciales guardadas, Mehr Kohn, uno de los ministros judíos del gobierno comunista de Bucarest, se llama actualmente Mirón Constantinescu, guardando las iniciales M. y K. (C). A esto se debe hacer la aclaración de en rumano no hay un solo nombre propio que empiece con K y por eso utiliza el judío la "C", en su lugar, ya que Kohn en la lengua del país se escribe Colín. Cuando el judío puede traducir su nombre antiguo en uno corriente en su nueva "patria", lo hace sin pensar mucho. Por ejemplo: El nombre Green, utilizado por los judíos americanos, es traducción del antiguo nombre alemán Grün. El nombre Field, también corrientemente usado por los judíos de América, ha sido originalmente el alemán Feld. Él nombre americano Black ha sido originalmente el alemán Schwartz. El nombre americano White, viene de Weiss. Eso pasa en todo el mundo, no sólo en América con respecto a los judíos de origen alemán. E).—Seudónimos sonoros. Los judíos adoptan muchas veces como seudónimos nombres sonoros, como lo hacen los artistas, para "impresionar" a los no-judíos con los que deben tratar. La mayoría de quienes usan hoy nombres como Nelson, Aníbal, Edison, Napoleón, Reading, Marshall, Columbus, etc., son judíos. También judíos son los individuos que tienen nombres de metales y piedras preciosas: Gold, Silver, Diamond, Brilliant, Safir, Rubín, etc. Otros adoptan nombres hermosos de origen alemán como: Roscnfeld (Campo de Rosas), Ro- senkraritz (Cruz Rosa), Blumenfeld (Campo de Flores), Blumental (Valle de Flores), etc. Algunos más gustan de los colores: Rot (Rcd- Rojo), Rose (Ros-Rosado), Weiss (White-BIanco), etc. No son pocos los que toman como seudónimo hasta nombres de grandes ciudades y pueblos, como Berlín (Irving Berlin), London, Argel, Deutsch (Alemania), Frank, de Frankreich (Francia) y 'en el caso de los sefarditas, Madrid, Toledo, Valencia, Aragón, etc. Hay multitud de judíos, especialmente aquellos que actúan directamente en los cuadros de los partidos comunistas de occidente, que utilizan varios seudónimos al mismo tiempo, tal como lo hacen los criminales que huyen a la justicia. Ejemplo típico son los judío-comunistas condenados- en Nueva York el año de 1951 por el juez Harold Medina. Entre ellos mencionaré' a: Cus Hall, que usaba también los "nombres" de Gust Halbcrg, John Holberg, Arvin Gust Halberg, John Hawell, Gaspar Hall, Alvo Hal-berg, Arvis Halberg, Alva Kusta Holberg y Gus Hallberg, diez nombres distintos a la vez. Jacob Stachel, otro judío de la misma banda, se llamaba también Moses Brown, Jacob Zunzer, lankel Stachel y lakob Abraham Stachel. Paul Walsch, jefe de los comunistas americanos, se llamaba también Eugen Dennís (nombre oficial), Frank Waldron, Paul Eugcn Milton y Gene Denis. Queda entendido que si un comunista americano tiene cinco o diez nombres, con la documentación respectiva, es muy difícil que sea capturado por el F. B. I., teniendo en cuenta también que en este "Servicio de Seguridad" pueden existir muchos judíos que se ocupan en realidad de la "seguridad" de sus .hermanos conspiradores. Debo mencionar que los judíos usan también biografías o autobiografías falsas, ayudados por sus hermanos "americanos" que infestan los servicios de inmigración de los Estados Unidos. Al pedir el visado de entrada deben presentar esas autobiografías y prestar juramento, como cualquier otro inmigrante, lo mismo cuando obtienen la ciudadanía. La autobiografía y el juramento son siempre falsos, ya que el judío nunca dice la verdad sobre su pasado, además de que entra en Estados Unidos no como judío, sino como "ruso", "polaco", "húngaro", etc., mientras los verdaderos rusos, polacos, húngaros o rumanos se mueren de tuberculosis en los campos de refugiados de Europa. Tampoco su juramento tiene valor, ya que se trata de un juramento en sentido cristiano que para los judíos no tiene significación. Todos los judíos que prestan juramento para ocupar cualquier cargo en el mundo cristiano son desde el principio perjuros y nadie debe hacer caso de sus aparatosas protestas ya que si las formulan es sólo para llegar mejor a sus objetivos. En situación similar se encuentran también los masones de origen cristiano, porque una de las condiciones principales para que un cristiano obtenga algún grado importante en la masonería es la de renunciar a su religión y transformarse en adorador del "Ser Supremo", el "Constructor del Universo", que aunque no tiene nombre definido no es otro que el Jehová de los judíos. Naturalmente que los masones cristianos son lo suficientemente idiotas para no comprender esto, pues si no lo fuesen, no traicionarían a su propio Dios ni entrarían en una secta que en realidad no saben lo que es, ni por quién está dirigida, ni para qué intereses trabajan. Si el mundo cristiano no estuviese lleno de esos idiotas con pretensiones de hombres "grandes" y de políticos pervertidos por la masonería, nunca hubiéramos llegado al desastre actual de la Cristiandad”
TRAIAN ROMANESCU* “La Gran Conspiración Judía” México, 1961 *Profesor de la Universidad de Bucarest, Rumania, exiliado en Occidente.––