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TRAIAN ROMANESCU

LA TÉCNICA DE LOS SEUDÓNIMOS

“El judío conspirador busca siempre esconder su propio nombre o


apellido hebreos, como el ladrón esconde la cara, pues sabe que los
diversos pueblos en medio de los cuales ha vivido, aprendieron por
experiencia que el judío es un individuo peligroso y por eso evitan
tener relaciones con él. Para vencer esta dificultad, la judería
internacional ha adoptado desde hace siglos la costumbre de
recomendar a sus miembros que utilicen seudónimos.
Entre las diversas categorías de seudónimos utilizados por los judíos,
se pueden mencionar:
A).—Nombres hebreos, con terminaciones específicas locales. Por
ejemplo, un judío llamado Lázaro, se transforma en Rusia en Lazarov
(Lazar-ov), en Polonia en Lazarski (Lazar-ski), en Rumania en La-
zarescu (Lazar-cescu), en Bulgaria en Lazaroff (Lazar-off), en Grecia
en Lazaridis (La/ar-idis) y llegado a Norteamérica toma el apellido de
Lazarson (Lazar-son).
Utilizando esos diversos apellidos, el judío que se encuentra en Rusia
nunca dice que es judío, sino "ruso"; en Rumania se presenta como
"rumano"; en Grecia como "griego" y cuando en su vagabundaje
internacional llega a Estados Unidos, se recomienda como
"americano de pura sangre", aunque en realidad el judío conspirador
en nada ha cambiado sus sentimientos y planes, trabajando para los
mismos fines en cualquier parte del mundo donde se halle. Si un
ciudadano americano dice a un judío de los Estados Unidos que no es
"americano", sino judío, el mosaico se pondrá furioso y calificará
seguramente al verdadero americano como "fascista", "racista",
"antisemita", "reaccionario", etc. ¿Por cuál motivo teme Lázaro a su
origen judaico? ¿Por qué intenta esconderse bajo un falso origen? Yo
soy rumano y no tengo ningún inconveniente en presentarme como
tal en cualquier parte del mundo, incluso en Israel si fuera allá.
Tampoco me enfadaría si llegado a Estados Unidos y habiendo
obtenido la ciudadanía americana, la gente continuara llamándome
rumano, puesto que eso soy en realidad. Nunca pensaría cambiar mi
apellido Romancescu por "Ro- manson". ¿Para qué todo eso sí no
tengo miedo de mi origen rumano, ni de mi nombre rumano y no
tengo interés alguno en aparecer como lo que no soy en realidad?
Entre tanto, los judíos que siempre han trabajado para destrozar la
felicidad de los demás pueblos, han intentado siempre esconder su
origen ante sus víctimas-y si hubieran podido cambiarse la nariz y las
orejas, seguramente que lo hubieran hecho ya desde tiempo. Ahora,
cuando la conspiración judaica ha llegado a su apogeo, debemos
nosotros aprender bien todos los trucos utilizados por sus miembros.
B).—Seudónimos de origen alemán. La mayoría de los judíos utilizan
apellidos de origen alemán como Rosenberg, Eisenberg, Rots-child,
Reitzigcr, Warburg, Einstcin, Weinberg, Kalman, Berlín, Mor-genthau,
Roseman, etc., especialmente apellidos terminados en berg, man,
stein, er y an, creando —según ellos—, la impresión de que son
alemanes de origen. Las personas que hablan alemán pueden
identificar fácilmente al judío escondido bajo seudónimo alemán
puesto que la mayoría de esos mosaicos no hablan dicha lengua sino
el "Yiddish", o sea la lengua más utilizada por los judíos, que deriva
del alemán
(o es su corrupción), pero que tiene buena cantidad de términos
eslavos y mi acento especial. Las personas que no hablan alemán
pueden identificar fácilmente a los judíos escondidos bajo
seudónimos alemanes, por el modo como escriben sus apellidos en
algunos casos. De costumbre, los judíos no utilizan consonantes
dobles, como ss, nn, etc., cuando escriben sus nombres de origen
alemán. Así, por ejemplo, mientras que el apellido alemán es
Grossmann, el correspondiente judío es Grosman; el alemán es
Wasscrmann y el judío es generalmente Waser-man; el alemán es
Lehrnann y el judío es sólo Lehman, etc.
Cuando a pesar de eso el judío usa un seudónimo escrito como en
alemán, su primer nombre es en la mayoría de los .casos puramente
hebreo, como Moisés, Lázaro, Nathán, Caín, Salomón, Elías, Sara,
Jacobo, José, David, Saúl, Tobías, Abraham, etc. Hay casos en los que
ni el nombre ni el apellido pueden mostrar el origen judío de un
individuo. Entonces queda el nombre del padre que lo denota
inmediatamente como por ejemplo Harry SALOMÓN Truman. Si el
judío piensa que es mejor no utilizar nombre hebreo cuando tiene ya
un apellido alemán, entonces, los encontramos en un 90 por ciento
de los casos con nombres de origen francés, inglés o latín, al lado de
su apellido de origen alemán, por ejemplo Louis Bcck, León Blum,
Jules Moch, William Norman, Sidney Steinberg, Arnold Beichman,
Julius Rosenberg, Jcannette Rubinstein, etc. Es posible que un judío
haya adoptado nombre y apellido puramente alemanes, por ejemplo
Walter Lippmann o Hjalmar Schacht. Entonces, basta estudiar sus
relaciones, su familia, su actitud política, su actividad anterior., para
comprobar que todo es judaico, especialmente el cementerio donde
fueron enterrados sus antepasados. Generalmente los judíos con
nombre alemán se descubren también por su tipo físico, distinto del
alemán. Basta ver en cualquier país del mundo "alemán" con. pelo
rojo, orejas excesivamente grandes, nariz en forma de gancho, o de
baja estatura y gordo como un tonel, para darse cuenta de que se
trata con uno de los del pueblo "elegido". Los rasgos físicos, sin
hablar de los espirituales del judío, son muy especiales. Mientras que
los alemanes son generalmente rubios, –los judíos son morenos. Hay
también algunos judíos rubios, especialmente los originarios de
Polonia; pero son de un rubio sucio y tienen la cara llena de pecas,
como Walter Reuter, el jefe del sindicato automovilístico americano y
eso ayuda mucho para conocer a los israelitas entre los que se
encuentra el mencionado "defensor" de los trabajadores cristianos
de América.
C).—Seudónimos de origen eslavo. Un gran número de judíos,
especialmente los que viven en los países hoy sojuzgados por el
comunismo o son originarios de esos países y viven ahora en
Occidente, utilizan seudónimos prestados del léxico onomástico
eslavo, especialmente terminados en ik o in, como Dallin, Margolin,
Malik, Zorin, Panuskin,
Lenin, Bulganin, Zizin, etc., con los cuales utilizan generalmente un
nombre de origen griego o latino como Nicolás, Valeriano, Andrés,
Jorge, Lorenzo, etc., si no tienen nombre original hebreo, como en el
caso de Jacobo Malik. Hay también judíos que utilizan apellidos
alemanes con terminación eslava, por ejemplo Kazuki (Katz-uki);
apellidos eslavos terminados en ev, ov o vích, como Zdanov
(Yadanov), Zinovicv, Kamenev, Fadeev, Moscovich, Moisievich,
Davidovích, etc. Esos individuos pasan en Occidente como eslavos,
cuando son tan judíos como lo fueron David o Salomón.
D).—Seudónimos de otro origen. Además de seudónimos de origen
alemán o eslavo, los judíos utilizan nombres de origen español, inglés
y húngaro y generalmente nombres tomados de diversas lenguas. Los
nombres de origen español son utilizados por los judíos "sefardíes",
descendientes de aquellos que fueron expulsados de España por los
Reyes Católicos; judíos que pretenden ser descendientes directos de
la tribu de Judá. Entre los seudónimos-de origen español que
acostumbran utilizar los judíos, hay que mencionar algunos como
Negrín, Pijade, Méndez, Cordazo, Sánchez, Gómez, etc., aunque en el
caso no se trata de una regla- Nombres húngaros utilizados por
judíos, frecuentemente son: Vadja, Kaplán, Kolontay, Revay, Marghit,
Rosa, Horvitz, lonas, Laszlo, Lajos, etc. Los nombres judíos con
resonancia inglesa, son generalmente compuestos de un nombre
hebreo clásico, al cual se une el sufijo inglés: Levinson, Levenson,
Josephson, Rabínson, Ro-binson, Mosesson, Davison, etc.
Al mismo tiempo los judíos utilizan nombres de origen alemán,
transformados para dar la impresión de que son ingleses: Sal o Sol
Blobm, en lugar de Salomón Blum: Sam Brown, en lugar de Samuel
Braun; Nat Hall, en lugar de Nathan Halberg; Jack Green, en lugar de
Jacobo Brunberg; Roosevelt, en lugar de Rosewelt, etc.
Generalmente todos aquellos "angloamericanos" cuyo nombre es
Nat, Sol, Sam, Ben, Jack, Ros, Lev, etc., son judíos. Muchos judíos
cambian definitivamente su nombre originario, adoptando un
seudónimo tomado del lexicón de una lengua europea, seudónimo
cuyas iníciales, sean las mismas que las de su nombre verdadero. V.
gr.: El judío Kisely Morde-kay, cambió su nombre originario por el
alemán de Karl Marx, guardando las iniciales K. y M. Matthew
Rosenkranz, el judío dictador de Hungría, adoptó el seudónimo
húngaro de Matías Rakosi, guardando las iniciales M. R. de su antiguo
nombre de origen alemán. Si-Brucker, redactor jefe del diario
comunista Scanteia, se ha transformado en Silviu Brucan en Rumania,
con las viejas iniciales guardadas, Mehr Kohn, uno de los ministros
judíos del gobierno comunista de Bucarest, se llama actualmente
Mirón Constantinescu, guardando las iniciales M. y K. (C). A esto se
debe hacer la aclaración de en rumano no hay un solo nombre propio
que empiece con K y por eso utiliza el judío la "C", en su lugar, ya que
Kohn en la lengua del país se escribe Colín. Cuando el judío puede
traducir su nombre antiguo en uno corriente en su nueva "patria", lo
hace sin pensar mucho. Por ejemplo: El nombre Green, utilizado por
los judíos americanos, es traducción del antiguo nombre alemán
Grün. El nombre Field, también corrientemente usado por los judíos
de América, ha sido originalmente el alemán Feld. Él nombre
americano Black ha sido originalmente el alemán Schwartz. El
nombre americano White, viene de Weiss. Eso pasa en todo el
mundo, no sólo en América con respecto a los judíos de origen
alemán.
E).—Seudónimos sonoros. Los judíos adoptan muchas veces como
seudónimos nombres sonoros, como lo hacen los artistas, para
"impresionar" a los no-judíos con los que deben tratar. La mayoría de
quienes usan hoy nombres como Nelson, Aníbal, Edison, Napoleón,
Reading, Marshall, Columbus, etc., son judíos. También judíos son los
individuos que tienen nombres de metales y piedras preciosas: Gold,
Silver, Diamond, Brilliant, Safir, Rubín, etc. Otros adoptan nombres
hermosos de origen alemán como: Roscnfeld (Campo de Rosas), Ro-
senkraritz (Cruz Rosa), Blumenfeld (Campo de Flores), Blumental
(Valle de Flores), etc. Algunos más gustan de los colores: Rot (Rcd-
Rojo), Rose (Ros-Rosado), Weiss (White-BIanco), etc. No son pocos
los que toman como seudónimo hasta nombres de grandes ciudades
y pueblos, como Berlín (Irving Berlin), London, Argel, Deutsch
(Alemania), Frank, de Frankreich (Francia) y 'en el caso de los
sefarditas, Madrid, Toledo, Valencia, Aragón, etc. Hay multitud de
judíos, especialmente aquellos que actúan directamente en los
cuadros de los partidos comunistas de occidente, que utilizan varios
seudónimos al mismo tiempo, tal como lo hacen los criminales que
huyen a la justicia. Ejemplo típico son los judío-comunistas
condenados- en Nueva York el año de 1951 por el juez Harold
Medina. Entre ellos mencionaré' a: Cus Hall, que usaba también los
"nombres" de Gust Halbcrg, John Holberg, Arvin Gust Halberg, John
Hawell, Gaspar Hall, Alvo Hal-berg, Arvis Halberg, Alva Kusta Holberg
y Gus Hallberg, diez nombres distintos a la vez. Jacob Stachel, otro
judío de la misma banda, se llamaba también Moses Brown, Jacob
Zunzer, lankel Stachel y lakob Abraham Stachel. Paul Walsch, jefe de
los comunistas americanos, se llamaba también Eugen Dennís
(nombre oficial), Frank Waldron, Paul Eugcn Milton y Gene Denis.
Queda entendido que si un comunista americano tiene cinco o diez
nombres, con la documentación respectiva, es muy difícil que sea
capturado por el F. B. I., teniendo en cuenta también que en este
"Servicio de Seguridad" pueden existir muchos judíos que se ocupan
en realidad de la "seguridad" de sus .hermanos conspiradores.
Debo mencionar que los judíos usan también biografías o
autobiografías falsas, ayudados por sus hermanos "americanos" que
infestan los servicios de inmigración de los Estados Unidos. Al pedir el
visado de entrada deben presentar esas autobiografías y prestar
juramento, como cualquier otro inmigrante, lo mismo cuando
obtienen la ciudadanía. La autobiografía y el juramento son siempre
falsos, ya que el judío nunca dice la verdad sobre su pasado, además
de que entra en Estados Unidos no como judío, sino como "ruso",
"polaco", "húngaro", etc., mientras los verdaderos rusos, polacos,
húngaros o rumanos se mueren de tuberculosis en los campos de
refugiados de Europa.
Tampoco su juramento tiene valor, ya que se trata de un juramento
en sentido cristiano que para los judíos no tiene significación. Todos
los judíos que prestan juramento para ocupar cualquier cargo en el
mundo cristiano son desde el principio perjuros y nadie debe hacer
caso de sus aparatosas protestas ya que si las formulan es sólo para
llegar mejor a sus objetivos. En situación similar se encuentran
también los masones de origen cristiano, porque una de las
condiciones principales para que un cristiano obtenga algún grado
importante en la masonería es la de renunciar a su religión y
transformarse en adorador del "Ser Supremo", el "Constructor del
Universo", que aunque no tiene nombre definido no es otro que el
Jehová de los judíos. Naturalmente que los masones cristianos son lo
suficientemente idiotas para no comprender esto, pues si no lo
fuesen, no traicionarían a su propio Dios ni entrarían en una secta
que en realidad no saben lo que es, ni por quién está dirigida, ni para
qué intereses trabajan. Si el mundo cristiano no estuviese lleno de
esos idiotas con pretensiones de hombres "grandes" y de políticos
pervertidos por la masonería, nunca hubiéramos llegado al desastre
actual de la Cristiandad”

TRAIAN ROMANESCU*
“La Gran Conspiración Judía”
México, 1961
*Profesor de la Universidad de Bucarest, Rumania, exiliado en
Occidente.––

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