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NOVENA EN HONOR A LA VIRGEN DE LA REVELACIÓN

ORACION PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS

Dios y Señor nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres
los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquella de quien
hemos recibido la PALABRA hecha carne, tu Hijo Jesucristo, el autor de la vida. Que
vive y reina por los siglos de los siglos. AMEN.

ORACION DEL DIA

(Rezar la oración que corresponde)

Pidamos la gracia que deseamos alcanzar en este novenario (unos minutos de silencio)
luego:

ORACION: ​Madre amable de mi vida, Virgen de la Revelación, la gracia que necesito,


pongo en tus benditas manos.

Rezar: ​Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

ORACIÓN FINAL:

Virgen Santísima de la Revelación, que estas en la Trinidad Divina, dígnate, te


rogamos, dirigirnos tu mirada misericordiosa y benigna.
Oh María!, Tu que eres nuestra gran abogada junto a Dios, que con esta tierra de pecado
obtienes gracias y milagros para la conversión de los incrédulos y pecadores; haz que
obtengamos de tu Hijo Jesús la salvación del alma, la salud del cuerpo, y las gracias de
que estamos necesitados.
Concede a la Iglesia y a su jefe, el Romano Pontífice, la alegría de ver la conversión de
sus enemigos, la propagación del Reino de Dios en la tierra, la unidad de los creyentes
en Cristo, la paz de las naciones; para que podamos amarte y servirte en esta vida y
merezcamos verte algún día y darte gracias eternamente en el cielo. AMEN.

Rezar la Salve: ​Dios te salve Reina y Madre…

ORACION DEL DIA

DIA PRIMERO:
Heme aquí a tus pies. Oh Madre Inmaculada de Jesús que goza en ser llamada Virgen
de la Revelación. Con alegría en el corazón, mi dulce Señora, te he mostrado
verdaderamente a mis hermanos. Yo estaba dolorido y tú me escuchaste, yo estaba
afligido y tu me consolaste, yo estaba en grandes angustias y tú me devolviste la paz.
Oh Madre, desde tu trono, con una piadosa mirada me tranquilizaste. ¿Quién jamás se
dirigió a ti con confianza y no fue escuchado? ¡Oh si todo el mundo conociera cuan
buena eres, cuan compasiva con quien sufre, ¡Oh! Como acudirían a ti, todas las
criaturas, oh Virgen y Soberana de la Revelación, por mi, y por todos, por la tierra y por
el cielo! AMEN.
DIA SEGUNDO:
Doy gracias a Dios y también a Ti, Virgen Madre, por los muchos beneficios, que por tu
piedad y misericordia he alcanzado. ¿Qué hubiera sido de mí, si tú hubieras rechazado
mis suspiros y lágrimas?. Quisiera que junto conmigo te amaran todas las criaturas y
que todo el mundo repitiese el eco de agradecimiento. Te consagro la vida que me resta
y propagaré tu culto por todas partes, oh Virgen de la Revelación por cuya invocación
me ha visitado la gracia del Señor. Narraré a todos la misericordia que me alcanzaste;
predicaré siempre cuan buena eres conmigo, para que también los indignos como yo y
los pecadores acudan a Ti con confianza. Tú eres mi Madre y yo soy tu hijo. AMEN.

DIA TERCERO:
Oh Madre Inmaculada y Virgen de la Revelación, en estos tiempos de fe deteriorada y
de impiedad triunfante. Tú has querido plantar tu Trono de Reina y Madre en nuestro
pueblo. Tú hoy, como Madre del VERBO DIVINO, derramas los tesoros de la celestial
misericordia sobre cada uno de nosotros. Oh Maria; tanto necesito tu ayuda, vuelve
hacia mi tus ojos verdadera Madre de Misericordia. De todo corazón hoy te saludo y te
invoco como Soberana y Reina de mi vida. AMEN.

DIA CUARTO:
¡Oh Virgen de la Revelación!, ​en medio de mis angustias y aflicciones, levanto
confiado mis ojos hacia Ti. Apiádate de mi, miserable pecador. Oh Señor y Madre mía,
tú que eres auxilio de los cristianos, líbrame de estas tribulaciones. Tú que eres mi
Madre, intercede ante tu Divino Hijo, para que me libre del pecado y de la muerte
eterna. Concédeme la gracia, oh Madre amorosa y admirable, de una sincera
reconciliación con Dios mi Padre y con mis hermanos. AMEN.

DIA QUINTO:
Virgen de la Revelación​, el oír que tantos han sido favorecidos por Ti, porque
recurrieron con fe, me infunde nuevo aliento y valor para llamarte en mi auxilio. Tú que
nos presentas a tu Divino Hijo, la Palabra hecha carne, sobre tu pecho, hoy de tu mano
te ruego me lleves a El, pues mi fe peligra. Muchas angustias llenan mi vida, la falta de
confianza en la misericordia de Dios me ha alejado de los Sacramentos. Quiero volver a
Dios mi Padre, quiero confesar mis pecados, quiero vivir en gracia de Dios,
recibiéndolo en la Santa Comunión. Quiero vivir eternamente en compañía de mi Dios,
de Ti Madre y de mis seres queridos. AMEN.

DIA SEXTO:
Aquí me tienes hoy nuevamente, ​santísima Virgen de la Revelación: ​¿a quien podría
recurrir, sino a Ti, Madre de bondad, que eres el alivio de los miserables como yo, y el
consuelo de los afligidos? Pero, confiado en tu amor, te ruego intercedas ante el Verbo
hecho Carne, Jesús tu Hijo, mi Salvador. Basta que Tú digas una sola palabra a mi
favor, que El te escuchará. Oh Madre, esta gracia que tanto necesito, sólo Tú puedes
obtenerla. Pídele oh Madre, esta gracia que tanto necesito. AMEN.

DÍA SEPTIMO:
Virgen de la Revelación: ¿con que nombre te llamaré, oh cándida paloma de la paz?
¿Con que titulo te invocaré, cuando los santos doctores te llamaron, “Señora de lo
creado”. “Puerta de la vida”, “Templo del Dios Vivo”? Tú eres la “Tesorera de todas las
gracias”. Tú eres la “Corredentora” de todos tus hijos. Tú eres nuestra “Abogada” ante
tu Hijo Jesús. Tú eres la “Madre” suplicante ante el Eterno Padre. Sé que es dulce para
tú Corazón Inmaculado el ser llamada ​VIRGEN DE LA REVELACIÓN​. Virgen
Sagrada María fortalece nuestro corazón para que nunca nos apartemos de la verdadera
fe bajo tu amparo me acojo, oh Santa Madre de Dios. AMEN.

DÍA OCTAVO:
Virgen de la Revelación: ​Madre mía desde lo más íntimo de mi abatido corazón, te
dirijo mis humildes súplicas. ¡Salve, yo exclamaré siempre, Salve oh Madre de
Misericordia, mar inmenso de gracias, fuente inagotable de bondad y de ternura! Tú
eres la Madre que el Verbo Encarnado nos dejó. He sentido tu presencia de Madre,
siento que estás a mi lado en todos los peligros y sobre todo en las tentaciones. Es
verdad que fui débil cayendo en pecado repetidas veces, teniéndote a mi lado siempre,
no he recurrido a Ti, perdóname Madre, Tú siempre buscas mi salvación, quiero la
salvación. Quiero vivir en gracia de Dios. Ayúdame. AMÉN.

DIA NOVENO:
Oh Virgen de la Revelación. ​Tú que eres la Hija del Eterno Padre Celestial, la Madre
del verbo Encarnado y la Esposa del Espíritu Santo. Tú que todo lo puedes ante la
santísima Trinidad, alcánzame la gracia que te he pedido en este novenario, si es para
mayor honra y gloria de Dios y bien de mi alma. Tú que me conoces, háblame al
corazón, para que sepa pedir y anhelar todo aquello que es causa de mi alegría y
salvación, fortaléceme para cumplir la voluntad del Señor, que todo lo permite para mi
verdadera felicidad. Enséñame a ser humilde y obediente como Tú. Te pido por tú
Inmaculada Concepción, por tú Divina Maternidad, por tus Gozos y Dolores, por tus
triunfos. Te lo pido por el Corazón de tú Amado Jesús, por su Divina Misericordia. En
Ti confío y todo lo espero de Ti. AMÉN.

QUE EL DÍA DEL JUICIO OIGAS DECIR A JESÚS:


“HE OIDO A MI MADRE HABLAR DE TI”

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