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CAPITULO V
LITISCONSORCIO
1. CONCEPTO DE LITISCONSORCIO
Para Andrés de la Oliva y Miguel Ángel Fernández, “... existe litisconsorcio cuando en las
posiciones fundamentales de actor y/o demandado aparecen una pluralidad de personas (físicas o
jurídicas)...” (DE LA OLIVA; y FERNANDEZ, 1990, Volumen I: 451-452).
Lino Palacio afirma que “... existe litisconsorcio cuando, por mediar cotitularidad activa o
pasiva con respecto a una pretensión única, o un vínculo de conexión entre distintas pretensiones,
el proceso se desarrolla con la participación (efectiva o posible) de más de una persona en la
misma posición de parte” (PALACIO, 1983, Tomo III: 202-203).
(...) El litisconsorcio entraña pluralidad de partes (propias e impropias) que se reúnen por
conexidad de pretensiones o por la necesidad de una sentencia única que no podrá
dictarse útilmente sin la presencia de todas las partes que indica la ley o que resulten de
la naturaleza de la relación jurídica material...” (VALLEJO, 1970: 45).
- “... El litisconsorcio es un instituto procesal que permite una acumulación subjetiva; es decir,
la presencia en el proceso de dos o más personas. Al respecto, el artículo noventidós del
Código Procesal Civil señala que: ‘Hay litisconsorcio cuando dos o más personas litigan en
forma conjunta como demandantes o demandados, porque tiene una misma pretensión, sus
pretensiones son conexas o porque la sentencia a expedirse respecto de una pudiera afectar a
la otra’. Permite, entonces, la presencia de varias personas como partes que, por obligaciones
directas o intereses comunes, están unidas en una determinada posición y piden al órgano
jurisdiccional el pronunciamiento de una decisión lógica y jurídicamente unitaria. Este
conjunto de personas integradas en una misma posición constituye una parte procesal única,
aunque compleja. [...] Por ello, [...] [se] considera que dicha figura se presenta cuando en una
relación procesal, ya sea en la parte demandante o en la parte demandada, o en ambas,
aparecen varios sujetos que, independientes jurídicamente unos de otros, son unificados
procesalmente por tener un interés común. En un proceso litisconsorcial aparecen tantas
pretensiones u oposiciones como sujetos litisconsortes existan enfrentados...” (Casación Nro.
2906-2006 / Arequipa, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 02-10-2007, págs. 20814-
20815).
- “... Los litisconsortes son partes, en sentido estricto, de la relación jurídica procesal, a
diferencia del tercero...” (Casación Nro. 2906-2006 / Arequipa, publicada en el Diario Oficial
El Peruano el 02-10-2007, págs. 20814-20815).
- “... De acuerdo con [la] posición de las partes, el litisconsorcio se clasifica en activo -cuando
existen varios demandantes-, pasivo -cuando existen varios demandados-, y mixto -cuando
existen varios demandantes y demandados-. Al momento de su formación se clasifica en
originario, cuando existe pluralidad de sujetos desde el inicio del proceso, y sucesivo,
cuando se produce durante el desenvolvimiento del proceso -sucesión procesal, integración
de la litis [,] acumulación de procesos e intervención adhesiva litisconsorcial-. Por último, el
litisconsorcio, atendiendo a su fuente de origen, es facultativo cuando la pluralidad de
sujetos obedece a criterios de ocasionalidad o economía; y, por ende, surge por voluntad de
las partes, y en modo alguno por una exigencia legal; y será necesario cuando la presencia
de una pluralidad de partes en el proceso se imponga por la naturaleza de la propia pretensión
discutida o por las implicancias de la resolución judicial que ha de recaer en el proceso...”
(Casación Nro. 2906-2006 / Arequipa, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 02-10-
2007, págs. 20814-20815).
- “... El pedido de intervención litisconsorcial no obtuvo respuesta alguna -ya sea positiva o
negativa- pese a que el artículo 98 del Código Procesal Civil dispone que dicho tipo de
intervención puede ocurrir, incluso, durante el trámite en segunda instancia. Este proceder,
como es evidente, colisiona con el derecho al debido proceso reconocido en el inciso 3° del
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artículo 139 de la Constitución Política del Estado...” (Casación Nro. 3191-2007 / Lima,
publicada en el Diario Oficial El Peruano el 02-012008, págs. 21281-21282).
- “... De acuerdo con el artículo noventiocho del Código Procesal Civil, el litisconsorte de una
parte goza de las mismas facultades de esta, lo que implica que puede interponer medio
impugnatorio...” (Casación Nro. 3774-2002 / Cusco, publicada en el Diario Oficial El
Peruano el 30-102003, págs. 11007-11008).
- “... No es viable fundar la defensa en actos procesales efectuados o dejados de realizar por el
litis consorte [sic], su codemandado, los que no generan perjuicio a la recurrente...” (Casación
Nro. 1799-2008 / Ica, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 04-09-2008, págs. 22981-
22982).
- “... Según este principio procesal [principio de unicidad del proceso] el proceso es único y
por ende, se desarrolla mediante un conjunto de actos procesales orientados a la solución de
un determinado conflicto de intereses o la eliminación de una incertidumbre, ambas de
connotación jurídica. Siendo ello así, resulta antiprocesal que en un sólo procesó [sic -léase
que en un solo proceso-] existan dos pronunciamientos dictados por cada instancia, pues aun
cuando la parte emplazada sea un litisconsorcio pasivo, ésta circunstancia fáctica [sic -léase
esta circunstancia fáctica-] no obsta para que se emita una sola decisión que resuelva en
definitiva la controversia surgida en autos que comprenda a todos los demandados
unitariamente...” (Casación Nro. 2766-2005 / Cusco, publicada en el Diario Oficial El
Peruano el 01-12-2006, págs. 18075-18076).
2.1 Noción
Para Andrés de la Oliva y Miguel Ángel Fernández, “... el litisconsorcio es necesario cuando
el Derecho exige al actor que dirija la demanda simultáneamente frente a dos o más personas...”
(DE LA OLIVA; y FERNANDEZ, 1990, Volumen I: 456-457).
Véscovi estima que el litisconsorcio necesario “... se da no cuando las partes pueden (o no)
comparecer conjuntamente, sino cuándo deben hacerlo. Porque la relación jurídica debatida
(relación sustancial, pretensión deducida) es de tal naturaleza, que no puede decidirse válidamente
si no están presentes todos los litisconsortes” (VESCOVI, 1999: 171).
Podetti sostiene que “habrá litisconsorcio necesario, activo, pasivo o mixto; propio o
anómalo, cuando por estar los sujetos, activos, o pasivos, legitimados substancialmente en forma
inescindible, la sentencia debe ser pronunciada necesariamente frente a todos los legitimados.
Esta necesidad, es solamente substancial, en cuanto nada impide que el progreso (sic -léase
proceso-) se sustancie y falle, con prescindencia de alguno de los legitimados. Pero la sentencia
así pronunciada, será inútil (‘inutiliter datur’), por cuanto no podría cumplirse, ya que sus efectos,
que indispensablemente deberán llegar a todos los legitimados, no podrían alcanzar a quienes no
fueron sujetos del proceso...” (PODETTI, 1949: 324).
“... El litisconsorcio necesario presupone pluralidad de partes en torno a una sola pretensión
de naturaleza tal, que todas deben estar presentes en un solo proceso que se resuelve en
sentencia única. Surge el litisconsorcio necesario de la ley y de la naturaleza de la
relación jurídica material.
lo que importa que los litisconsortes no tengan autonomía e independencia (…). Hay
indivisibilidad de objeto y los actos de la partes no perjudican a las otras pero sí las
benefician...” (VALLEJO, 1970: 47).
Otras veces, la necesidad del litisconsorcio se halla determinada por la misma naturaleza de
la relación o situación jurídica controvertidas. Como principio de carácter general, sin
embargo, puede decirse que el litisconsorcio necesario procede siempre que, por hallarse
en tela de juicio una relación o estado jurídico que es común e indivisible con respecto
a una pluralidad de sujetos, su modificación, constitución o extinción no tolera un
tratamiento procesal por separado y sólo puede lograrse a través de un pronunciamiento
judicial único para todos los litisconsortes. A lo que cabe añadir que resulta indiferente,
para el caso, el tipo de decisión que se persiga (objeto mediato de la pretensión)”
(PALACIO, 1983, Tomo III: 207-208).
3. ° En los casos en que las regulaciones materiales imponen que las prestaciones solamente
puedan exigirse por varios o contra varios en común. Este grupo de casos recoge
muchos supuestos que pasan casi a fundirse con los anteriores” (FAIREN GUILLEN,
1954, “Sobre el litisconsorcio en el proceso civil”: 865).
Esa integración es el origen hacia el punto de destino de la sentencia para que la misma no
produzca indefensión a quien debiendo actuar como litisconsorte no actuó de ese
modo” (LORCA NAVARRETE, 2000: 145).
“... La falta de integración de la litis, cuando ella ha sido procedente, no faculta al juez, desde
luego, para abstenerse de decidir, sino para omitir un pronunciamiento de mérito en
virtud de carecer la pretensión de un requisito intrínseco de admisibilidad, como es la
legitimación (...).
En el supuesto de que, por error o inadvertencia, se dicte una sentencia de mérito, ésta será
inoponible con relación a los legitimados a quienes no se acordó la oportunidad de
intervenir en el proceso” (PALACIO, 1983, Tomo III: 214).
Si el Juez advierte que está ante un caso de litisconsorcio necesario y carece de la información
necesaria para proceder al emplazamiento del respectivo litisconsorte (información que deberá
estar referida a la identificación precisa del litisconsorte y al domicilio de éste), entonces,
dispondrá la devolución de la demanda y ordenará al actor que complete esta última, en el sentido
de indicar con exactitud el nombre y/o dirección domiciliaria del litisconsorte necesario a efecto
de que sea debidamente emplazado. Ello se colige del penúltimo párrafo del artículo 95 del
Código Procesal Civil.
A decir de Beatriz Quintero y Eugenio Prieto, “... para los litisconsortes necesarios se reclama
una unidad, o comunidad, o integración, de tal manera que cualquier gestión de uno aprovecha a
todos: recursos, actuaciones, etc., al paso que por pasiva se exige la expresión unánime de las
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voluntades para los actos que impliquen disposición del derecho en litigio, los cuales sólo
alcanzan eficacia mediante esa unanimidad” (QUINTERO; y PRIETO, 1995, Tomo II: 96).
“Los litisconsortes tienen todo el estatus de parte principal. (…) Pueden, pues, litigar unidos
o por separado, en cuyo caso todos ellos conformarán, mediante sus escritos de
contestación a la demanda, el objeto procesal.
A criterio de Lino Palacio, son efectos del litisconsorcio necesario los que describe a
continuación:
“1°) Los actos de disposición del objeto procesal realizados por uno o algunos de los
litisconsortes (allanamiento, desistimiento, transacción, conciliación) sólo producen sus
efectos normales en la medida en que los restantes litisconsortes adopten la misma
actitud. Por lo tanto, y en razón de la indivisibilidad que caracteriza a dicho objeto,
aquellos actos sólo pueden traer aparejada la consecuencia de liberar a su autor o a sus
autores de las cargas inherentes al ulterior desarrollo del proceso, y de eximirlos de la
responsabilidad por el pago de las costas relativas a los trámites realizados sin su
intervención, pero no los excluyen de los efectos de la sentencia, cuyo contenido no
puede diferir con relación a los distinto litisconsortes.
2°) Las defensas opuestas por uno o algunos de los litisconsortes, sea que se funden en hechos
comunes o individuales, favorecen a los demás (...).
3°) Las alegaciones y las pruebas aportadas por los litisconsortes deben ser valoradas en su
conjunto, aun cuando resulten contradictorias. Corresponde tener en cuenta, sin
embargo, que la confesión o la admisión de hechos formulada por uno o por alguno de
los litisconsortes no pueden ser invocadas contra los restantes, en tanto el hecho que ha
sido objeto de tales actos no se encuentre probado con relación a estos últimos. No
obstante, la admisión o la confesión pueden eventualmente valer como prueba indiciaria.
4°) Los recursos interpuestos por cualquiera de los litisconsortes favorecen eventualmente a
los demás...” (PALACIO, 1983, Tomo III: 215-216).
Aldo Bacre, en lo que atañe a los efectos del litisconsorcio necesario sobre las sentencias
definitivas, apunta lo siguiente:
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a) De condena
La eficacia ejecutiva de la sentencia de condena solamente relaciona a las partes del pleito y
no es oponible a terceros, ya que no es imprescindible, salvo mandato legal, la presencia
de todos los legitimados.
b) Constitutivas
Son aquellas sentencias que establecen un nuevo estado jurídico entre las personas, v.gr.
filiación, divorcio, etcétera. En éstas la eficacia tiene efectos erga omnes. Esto es así por
la naturaleza especialísima de las cuestiones de estado, por lo que se requiere la presencia
de todos los sujetos en el proceso.
c) Declarativas
- “... El origen del litisconsorcio (necesario) se encuentra en una relación jurídica sustancial
‘concreta’, que es materia u objeto del proceso, que pertenece de modo indivisible a más de
un titular, por lo que, no es jurídicamente posible decidirla sino de un modo uniforme
respecto de cada uno de esos titulares y con la presencia o, al menos, la posibilidad de que
estén presentes en el proceso (para que los alcance la cosa juzgada) todos esos titulares”
(Casación Nro. 179-98 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 29-08-1999, págs.
3370-3371).
- “... El litis consorcio [sic] necesario permite la integración de varias personas en la posición
de una sola parte, requiriéndose que todos los sujetos de la relación jurídico material
subyacente al proceso estén presentes en el proceso, bajo pena de que no pueda proferirse
una sentencia de fondo realmente útil. Su participación implica que los sujetos integren una
sola parte, que actúen unidos, por lo que las peticiones procesales que realice un litisconsorte
con independencia de los otros, incluyendo los recursos interpuestos, favorecerá a toda la
parte y no de forma exclusiva a la persona que realice la actuación correspondiente...”
(Casación Nro. 719-2006 / Puno, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 31-08-2007,
págs. 20103-20104).
- “... La existencia del litisconsorcio necesario [se da] cuando existe conexión de manera
directa e indisoluble de aquellas partes procesales con el derecho material, de ahí la necesidad
de que todas las partes interesadas a raíz del litisconsorcio necesario intervengan en el
proceso asegurando la eficacia de la sentencia que declare la existencia o no del derecho
material...” (Casación Nro. 2690-2006 / Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el
01-04-2008, pág. 21938).
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- “... Se trata [el litisconsorcio necesario] del [...] litis consorcio [sic] por antonomasia, ya que
la idea es, no de una posible reunión de sujetos, sino de la exigencia de convocar a todos los
interesados en el mismo fallo, por la eficacia que para ellos tiene lo resuelto en un solo
proceso. La ausencia de un litisconsorte necesario origina la invalidez de la relación
procesal...” (Casación Nro. 719-2006 / Puno, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 31-
08-2007, págs. 20103-20104).
- “... El origen del litisconsorcio necesario se encuentra en una relación jurídica sustancial
concreta que es materia u objeto del proceso, que pertenece de modo indivisible a más de un
titular, por lo que no es jurídicamente posible decidirla sino de un modo uniforme respecto
de cada uno de estos titulares y con la presencia o al menos la posibilidad de que estén
presentes en el proceso para que los alcances de la cosa juzgada recaiga en la totalidad de
éstos, pues lo contrario significaría crear una incertidumbre jurídica al expedirse de alguna
manera un juzgamiento anticipado que incluso podría resultar contradictorio respecto a un
proceso que persigue una finalidad común...” (Casación Nro. 1096-02 / San Martín,
publicada en el Diario Oficial El Peruano el 30-03-2005, págs. 13781-13782).
- “... El artículo noventitrés del Código acotado [C.P.C.], establece que la decisión a recaer en
el proceso, sólo será expedida válidamente sí todos [sic -léase si todos-] los litisconsortes
activos o pasivos comparecen o son emplazados; [...] el artículo noventicinco del mencionado
Código, faculta al Juez a integrar la relación procesal emplazando a una persona, sí de la
demanda [sic -léase si de la demanda-] o de la contestación aparece evidente que la decisión
a recaer en el proceso le va a afectar; [...] al no haberse integrado al Estado [litisconsorte
necesario], en la relación procesal, se ha infringido lo dispuesto en los artículos noventidós,
noventitrés y noventicinco del Código Adjetivo [C.P.C.] y se ha incurrido en la causal de
nulidad contemplada en el artículo ciento setentiuno del mismo Código...” (Casación Nro.
1958-2001 / Ica, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 02-02-2002, págs. 8295-8296).
- “... El artículo 93 del Código Procesal Civil, referido al litisconsorcio necesario, señala que
cuando la decisión a recaer en el proceso afecta de manera uniforme a todos los litisconsortes,
sólo será expedida válidamente si todos comparecen o son emplazados, figura que supone la
existencia de una relación jurídica sustancial concreta, que es materia u objeto del proceso,
y que pertenece de modo indivisible a más de un titular, por lo que no es jurídicamente
posible decidirla de un modo uniforme respecto de cada uno de esos titulares y con la
presencia o, al menos[,] la posibilidad de que estén presentes en el proceso. [...]
Consecuentemente, al no haberse cumplido con integrar a doña [...], en la condición de
Litisconsorte necesario a efecto de que ejerza su derecho a la defensa, es evidente que lo
actuado en el presente proceso resulta ser nulo, en atención a la inobservancia que las
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instancias de mérito han mostrado respecto al artículo 93 del Código Procesal Civil, cuya
imperatividad se sustenta, no sólo en el artículo IX del Título Preliminar de este mismo
cuerpo de leyes, sino también en la garantía del debido proceso...” (Casación Nro. 1026-
2005 / Huánuco, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 03-10-2006, pág. 17212).
- “... El artículo 95 del Código Procesal Civil [...] establece como facultad del Juez respecto
del litisconsorcio necesario, el poder ‘integrar la relación procesal emplazando a una persona,
si de la demanda o contestación aparece evidente que la decisión a recaer en el proceso le va
a afectar’; además de establecer que ‘si el defecto se denuncia o el Juez lo advierte después
de notificada la demanda, suspenderá la tramitación del proceso hasta que se establezca
correctamente la relación procesal’. [...] La norma citada establece una potestad del Juez, no
pudiéndose pretender que su no aplicación conlleve a una contravención del debido proceso,
toda vez que no se trata de una norma imperativa sino de índole facultativa, respecto de la
cual el Juez está en condición de aplicarla o no conforme a su recto criterio...” (Casación
Nro. 677-2002 / Huánuco, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 30-07-2003, pág.
10797).
- “... Fuera del supuesto de la integración [del litisconsorte al proceso], el acceso [como
litisconsorte] a un proceso iniciado debe atender a finalidades razonables y estar íntimamente
vinculado al derecho de la tutela jurisdiccional efectiva; por ello, cuando el juez niega ese
acceso, necesariamente debe hacerlo fundado en una causa legal aplicada razonablemente,
de tal forma que no lesione ese derecho fundamental...” (Casación Nro. 5599-2007 /
Cajamarca, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 03-09-2008, págs. 22911-22913).