Muy Interesante Historia - Enero 2019

La edad de oro de los faraones
Grandes Do
De cum
avances An l Imp ent
t
la i e o
médicos Pto din guo ario
lem astí
aic a
a
Redescubrir el
majestuoso pasado
El camino terrenal
con los dioses
Los secretos
de las pirámides
La vida en un
harén real
Mujeres en la
sociedad egipcia
Al interior de la
Ciudad de los Muertos
EL ESPLENDOR DE
EGIPTO
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sumario
12 Un enlace 28 Egipcias
terrenal con la poderosas
divinidad Separadas por casi mile-
Los antiguos reyes de nio y medio, Hatshepsut
Egipto tenían gran auto- y Cleopatra son los ejem-
ridad política y religiosa plos mejor conocidos del
y eran reverenciados por destacado papel ejercido
sus súbditos como au- por la mujer en la civili-
ténticas deidades. zación egipcia.
04 Egipto eterno 20 Los secretos de
Nuestro conocimiento de las pirámides
esta cultura se remonta a Desde el siglo XIX, las teo-
apenas hace poco más de dos rías sobre el porqué de estos
siglos. Fue entonces cuando mausoleos egipcios y el
comenzó el descubrimiento cómo de su construcción
–y apropiación– en Occidente han sido de lo más variadas.
de las joyas artísticas de su Quedan muchos enigmas
esplendoroso pasado. por desentrañar.
42
La
Edad de
oro del país
del Nilo
La etapa de máximo esplendor de Egipto duró más de tres milenios y en ella se
sucedieron varios imperios y 33 dinastías reales. De ello damos cuenta, junto con una
cronología de sus grandes hitos históricos, en las páginas que siguen.
I / Desde los orígenes II / Del Imperio nuevo al final
al Imperio medio de los ptolomeos
pág. 44 pág. 54
muyinteresante.com.mx 1
sumario
36 Curiosidades
En la sociedad de los antiguos faraones
ocurrió uno de los primeros tratados de Editorial Ventas
José Alberto Sánchez Montiel Marielos Rodríguez
paz de la historia, fueron también los Chief Content Officer Directora General de Ventas
Jorge Morett Karla Piña
primeros animalistas, inventores creati- Chief Editor Office Directora de Eventos
vos y hasta creadores del teatro. Gerardo Sifuentes Marín
Director Editorial
Diana Bonardel
Directora General de Agencias
Sarai J. Rangel
Licencia
Coordinadora Editorial
Zinetmedia Global, S. L. S. EN C.
Luis A. Torres Liho
Corrector de Estilo
Arte
Manuel Arrubarrena Luna
Coordinador de Arte
80 La vida Carlos E. Balan Lara
en un harém real Diseñador

Portada
En los harenes egipcios las mujeres José Antonio Díaz de León
Fotoarte
no eran cautivas ni estaban desti- Colaboradores a
o par
Adriana Palma Salinas le fónic ciones:
nadas sólo a satisfacer los deseos ero te rip
Diseño
Núm s de susc2-2000
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sexuales del faraón. Luis Felipe Brice Mondragón en
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de los muertos
Los egipcios pusieron enorme interés y
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faraón la vida eterna. Porfirio Sánchez Galindo
Director General
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17-01-2019. Revista bimestral, editada y publicada por EDITORIAL ZINET TELEVISA, S.A. DE
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los faraones que se precisaba de un Col. Las Peritas, Tepepan Xochimilco, México, D.F. CP 16010. Tel 5334-1750
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96 Días clave
El antiguo Imperio egipcio cautivó
a líderes desde el Imperio romano muyinteresantemx
hasta Napoleón. Este último quizo
inmortalizarse conquistándolo.
MUY INTERESANTE
HISTORIA EL ESPLENDOR DE EGIPTO
Egipto
eterno
Bonaparte, el impulsor. Fue en el marco

de la campaña napoleónica en Egipto –aquí,
la Batalla de las Pirámides del 21 de julio de
1798, según un óleo de Lejeune– cuando se
despertó en la vieja Europa la fascinación por
la milenaria civilización del Nilo.
4 muyinteresante.com.mx
Nuestro conocimiento actual de esta cultura
exquisita de la Antigüedad se remonta en
realidad a apenas hace poco más de dos
siglos. Fue entonces cuando comenzó el
descubrimiento –y apropiación– en Occidente
de las joyas artísticas de su esplendoroso
pasado, que hoy siguen aflorando... y
asombrándonos como ayer. Por Alberto Porlan
FOTO: GETTY IMAGES
MUY INTERESANTE
E
s muy posible que actualmente
sepamos más sobre la civiliza-
ción egipcia que sobre ninguna
otra de las antiguas, y existe un
par de buenos motivos para ello.
Por una parte, estamos hablando
de la más duradera y refinada de
las culturas que ha conocido el mundo, con unos
cuatro milenios de historia (el doble de lo que lle-
va vigente el cristianismo). Por otra, nos referimos
al sector más activo y dinámico de nuestro interés
por el pasado: la egiptología.
Napoleón, “padrino” de la egiptología

Podría decirse que la arqueología actual nació
en Egipto, y que su impulsor original fue Napo-
león Bonaparte. Las pirámides de Guiza siempre
estuvieron allí, sirviendo al mundo como objeto
de admiración, pero hasta el siglo XIX Occidente
contemplaba de lejos el viejo universo faraóni-
co. En 1798, la expedición militar de Napoleón al
Nilo para interrumpir la comunicación del Im-
perio británico con sus posesiones orientales in-
tegró a un comité de 170 naturalistas, filólogos,
historiadores y dibujantes que llevaron a cabo
durante casi tres años la primera gran misión
arqueológica interdisciplinaria realizada en el
mundo. Sus resultados quedaron recogidos en
los 21 tomos de la monumental Description de
l’Égypte (Descripción de Egipto), una de las edicio-
nes más importantes de la historia de la impren-
ta. La obra, cuidadosísima y exuberante, tenía un
peso total próximo a la media tonelada y puso en
marcha las apasionadas búsquedas de misiones
francesas, inglesas, alemanas e italianas en el
Valle de los Reyes que tendrían lugar durante los
dos siglos siguientes.
Pero lo más sobresaliente de todo aquel esfuer-
zo extraordinario resultó ser fruto del azar. A un
Champollion y “su pie- teniente francés llamado Bouchard le pareció ver
dra”. Sobre estas líneas, re-
trato del lingüista e historiador
inscripciones en la piedra que estaban removien-
Jean-François Champollion do sus soldados durante unas operaciones de for-
(1790-1832), considerado el
padre de la egiptología por
tificación en la ciudad de Rosetta, 50 km al este de
ser quien logró descifrar las Alejandría. La miró más detenidamente y advirtió
inscripciones jeroglíficas de la
Piedra de Rosetta, que vemos
que los signos estaban agrupados en tres bloques
en la imagen de arriba. diferentes, como si fueran tres alfabetos distin-
Una recopilación esencial
A
la izquierda, portada de la edición original francesa de la Des-
cripción de Egipto, un colosal compendio en 21 volúmenes de
todo lo descubierto por la primera gran misión arqueológica
interdisciplinaria –integrada por naturalistas, filólogos, dibu-
jantes, historiadores, arqueólogos...– en el país del Nilo. Esta obra fue el
FOTOS: GETTY IMAGES
punto de partida del boom de lo egipcio en la sociedad europea dentro de

la primera mitad del siglo XIX.
tos. Lo eran: se trataba de un edicto faraónico re- La moda del país del Nilo
dactado en jeroglífico, demótico y griego durante El siglo XIX fue la época de los grandes egiptólo-
la época ptolemaica. Aquel monolito iba a ser la gos depredadores, los que trabajaron al calor del
puerta por la que entraríamos en el conocimiento entusiasmo que sus descubrimientos provocaban
de la escritura jeroglífica 23 años más tarde, cuan- en las sociedades ilustradas de Londres, París o
do el lingüista Jean-François Champollion consi- Berlín. Lo egipcio estaba plenamente de moda,
guió rematar el descifrado de la Piedra de Rosetta, y el interés por los relatos y descubrimientos en
lo que significaba resolver en gran medida el el Nilo era general. En ese medio triunfaron per-
problema. De pronto, aquellos enormes paneles sonajes tales como Giovanni Battista Belzoni,
abarrotados de signos jeroglíficos que cubrían las un jovial italiano pelirrojo de dos metros de alto
paredes de los templos y de las sepulturas faraó- que empezó trabajando en el teatro londinense y
nicas iban a “soltar la lengua” para revelarnos los luego acompañó a las tropas de Wellington en la
misterios de la civilización del Nilo. península ibérica para amenizar sus descansos
Explorar y expo-
liar. El prusiano Karl
Richard Lepsius (1810-
1884) fue un notable
arqueólogo, pero
destrozó materiales y
se llevó “de regalo” al
Museo de Berlín unos
15,000 objetos. En esta
litografía coloreada
que ilustra uno de sus
libros vemos el interior
del Templo de Philae,
llamado “la Perla del
Nilo” y consagrado a la
diosa Isis.
FOTOS: GETTY IMAGES
MUY INTERESANTE
(algo así como las giras de las estrellas norteame-

ricanas durante las guerras del siglo XX). Belzoni
visitó Egipto y le cayó en gracia al bajá Mehmet
Alí. Fue el primer europeo que realizó excavacio-
nes en el Valle de los Reyes, el gran cementerio
de los farones. El descubrimiento de la magnífi-
ca tumba del faraón Seti I lo hizo mundialmente
famoso y, con sus exposiciones y publicaciones,
consiguió que lo egipcio llegase a enraizarse en
la cultura popular británica. De paso, se hizo con
una fabulosa colección de piezas que fueron la
base de las salas egipcias del Museo Británico.
A Belzoni, que llegó a pensar que no había más
tumbas en el Valle de los Reyes que las que él
había descubierto, le siguieron otros investi-
gadores europeos que lo desmintieron. Así, el
británico John Gardner Wilkinson catalogó las
tumbas del Valle y recopiló importantes infor-
mes acerca del estado de los monumentos y
sepulturas que hoy, siglo y medio más tarde, se
han deteriorado o han desaparecido.
Los expolios de Mehmet

Es un cálculo imposible de realizar, pero se ha
estimado que la cantidad de piezas sacadas de
Egipto a lo largo de estos dos últimos siglos pue-
de ser incluso superior a la que ha quedado allí.
Y no sólo por la rapiña y el contrabando, sino
también por voluntad de los antiguos gobernan-
tes otomanos de Egipto. Sobre todo, Mehmet Alí,
que gobernó durante la primera mitad del siglo
El exótico Belzoni. XIX, cuando mayores fueron la rapiña y el van-
Giovanni Battista Belzoni
(1778-1823) fue un singular
dalismo en Egipto.
personaje de la era de los Mehmet sabía que su país estaba de moda en
egiptólogos depredadores
de principios del XIX. El
Europa y que las potencias codiciaban los mo-
coleccionista italiano solía numentos que la civilización faraónica había de-
vestir “a la turca” (grabado).
jado en su territorio, de manera que los utilizó a
Otros laberintos
E
l Gran Laberinto egipcio noción de laberinto estuviera aso-
que describe Heródoto ciada antiguamente a la de puerta,
sólo es el mayor de los y que esa puerta tuviese un sentido
cinco que existieron en la espiritual. Por tal motivo, los labe-
Antigüedad, de acuerdo con los rintos habrían llegado a las iglesias
textos clásicos. Había otro en la isla y catedrales del Medievo; por ejem-
griega de Lemnos, dos en Creta plo, a la catedral de Chartres, cuyo
–Cnosos (en el cual se inspira el laberinto trazado en el suelo llegó a
mito de Dédalo y el Minotauro; a la considerarse simbólicamente como
derecha, recreación) y Kortyna– y una referencia de la peregrinación
un cuarto en la etrusca Clusium. a Tierra Santa. Por otro lado, en el
Las representaciones de laberin- concepto de laberinto hay un com-
tos grabadas en piedras, o bien ponente defensivo: es una barrera
trazadas sobre el suelo con piedras frente a toda clase de invasiones
FOTOS: GETTY IMAGES
hincadas en espiral, abundan en la o penetraciones: algo que está ahí

Europa neolítica. Es posible que la para confundir al enemigo.
su conveniencia. Cuando en 1829 hubo de negar un conjunto de 15,000 objetos y piezas de todas Egipto en
a Francia su apoyo en la ocupación de Argelia, clases –aunque ninguna de ellas mediocre– que Inglaterra.
Entre las muchas joyas
ofreció como compensación los dos maravillosos constituyeron la base del Departamento de An- de antiguas civiliza-
ciones expoliadas por
obeliscos de 23 metros de alto que flanqueaban tigüedades Egipcias del Museo de Berlín. Occidente, las momias
la entrada al templo de Luxor. Uno de ellos llegó a Francia, Gran Bretaña, Italia y Estados Unidos y otras fabulosas piezas
egipcias que pueden
París y fue instalado en la plaza de la Concordia, fueron otros tantos destinos para las antigüe- verse en el Museo
donde aún se puede admirar hoy en día. El otro no dades egipcias durante el siglo XIX, y no sólo Británico de Londres
forman una de las más
se movió de Egipto debido, según se dijo, a dificul- sus museos, sino también los salones de clases extensas colecciones
tades de transporte. altas. Al final se implantó el sentido común (de (arriba).
los franceses) ante la sangría histórica y artísti-
De Lepsius al templo de Debod ca que estaba padeciendo Egipto. Aprovechando
Mehmet Alí era muy generoso cuando le intere- la subida al poder del cuarto hijo de Mehmet Alí,
saba. Lo fue con el rey de Prusia, Federico Gui- Said Pachá, que había estudiado en París, el pres-
llermo IV, que alentado por el gran Alexander tigioso conservador del Louvre, Auguste Mariet-
von Humboldt patrocinó una misión arqueoló- te, le propuso crear una institución (el Service des
gica a Egipto de tres años de duración, mandada Antiquités) para velar por el patrimonio egipcio y
por el lingüista Karl Richard Lepsius. Los pru- albergarla en un edificio que sirviera de museo
sianos eran gente de enorme amor propio y sus donde exhibir las piezas más perfectas y delica-
actividades en el exterior no podían ser califi- das. A tal fin se le libraron unos dineros y se le
cadas de ruines, así que la excelente dotación ofreció utilizar un edificio en Bulaq, antecedente
económica que se le asignó permitió a Lepsius del Museo Egipcio actual. Hoy en día es impensa-
explorar y recoger materiales por todo Egipto ble sacar de Egipto una pieza arqueológica que no
utilizando, a veces, explosivos. Al concluir la sea un regalo oficial, como el precioso templo de
misión, Mehmet puso a disposición de Lepsius Debod que le correspondió a España en tanto que
lo mejor que tenía en cuanto a hombres y trans- era una nación colaboradora para el salvamento
portes para facilitar aquel expolio: el regalo del de los templos nubios que iban a ser anegados
gobernador de Egipto al rey de Prusia resultó ser por las aguas de la gran presa de Asuán.
Se estima que la cantidad de piezas sacadas de Egipto

FOTOS: GROSBY GROUP
en los dos últimos siglos puede ser aún mayor que la

que ha quedado allí.
MUY INTERESANTE
Entre los monumentos egipcios aún por modo y el visitante se preguntaba por qué no se
aparecer, el Gran Laberinto descrito por valoraban más aquellas maravillas. Ahora, des-
pués de años de retrasos y sobrecostos, podremos
Heródoto es quizás el más fascinante. verlas en toda su belleza en el inmueble de Guiza
Infinitos tesoros que, sin duda, seguirá llenándose de obras “nue-
Que el turismo es fundamental para su econo- vas” en los próximos decenios porque Egipto nun-
mía es algo que conocen muy bien los enemigos ca entregará su último tesoro.
de Egipto, y por esa misma razón han provocado
situaciones de alarma destinadas a ahuyentar Una maravilla laberíntica
a sus visitantes. Tampoco han ayudado los pro- Quedan objetos alucinantes por aparecer, cosas y
blemas políticos consecuentes a la revolución lugares que lucen fabulosos pero cuya existencia
de 2011 que acabó con la caída de Hosni Muba- nos consta. Por ejemplo, sabemos que en Egipto
rak. El 28 de enero de ese año, durante los su- existió un monumento aún más sorprendente
cesos de la plaza Tahrir –que es justo donde se que las pirámides: el Gran Laberinto. Lo afirma
encuentra enclavado el Museo Egipcio actual–, así Heródoto de Halicarnaso, llamado “padre de
tuvo lugar un robo en el recinto, de donde desa- la historia” y uno de los autores más fiables de la
parecieron 54 objetos. Antigüedad. En el libro II de su Historia, narra:
El planeta entero aguarda con expectación la “Construyeron un laberinto cerca del lago Moe-
apertura del nuevo Gran Museo Egipcio [ver re- ris y no muy lejos de la ciudad de los Cocodrilos.
cuadro abajo], cuyo proyecto se dio por cerrado He visto este monumento y lo encuentro superior
hace 16 años y cuya apertura se ha fijado sucesi- a toda descripción. Ninguna obra o edificio grie-
vamente para 2011, 2015, 2018 y 2019, por último. gos pueden compararse: todos son inferiores. Los
Cuando al fin llegue el momento de su inaugura- templos de Éfeso y de Samos son admirables, pero
ción, será un aliciente extra para visitar Egipto, las pirámides los superan con mucho. Pues bien:
porque el venerable museo de la plaza Tahrir era el laberinto es todavía superior a las pirámides.
un desastre: oscuro, confuso, desordenado, incó- Lo componen doce patios rodeados por muros cu-
El proyecto del Gran Museo Egipcio se aprobó en

2002 y su inauguración, tras varios retrasos, está prevista
para 2019. Desde él se verán las pirámides de Guiza.
El megamuseo de Guiza
E
l Gran Museo Egipcio que pronto se inaugurará en en sus salas se exhibirán unas 50,000 de gran calidad, desde
Guiza –la última fecha que se ha dado es marzo de estatuas faraónicas de 12 metros de altura hasta joyas mi-
2019– será imponente: un edificio singular de 500 niaturizadas. La mitad de lo que se expondrá nunca ha sido
metros de largo con la forma de una flecha que mostrado antes. El recorrido que propone el museo sobre la
apuntará a las pirámides, a un par de kilómetros de allí y historia de la civilización del Nilo llevará desde la Prehistoria
visibles desde el interior del museo, lo que sin duda será un hasta la dominación romana, pasando revista a cada una de
acierto. El conjunto dispondrá de una superficie exterior de las dinastías faraónicas. Se podrá ver el contenido com-
50 hectáreas y una interior de 170,000 m 2 , que incluyen pleto de uno de los descubrimientos más fascinantes de la
auditorios, bibliotecas, almacenes y laboratorios de conser- egiptología moderna, la tumba de Tutankamón, de la que se
FOTO: ASC
vación y restauración. Aunque se habló de 130,000 piezas, expondrán cerca de 5,000 objetos.
Ruinas de El Fayum. En esta ilustración de Monumentos de
Egipto y Etiopía, de Karl Richard Lepsius, se recrean los supuestos
restos del Gran Laberinto con la pirámide de Hawara al fondo, pero
hoy se descarta que las ruinas de El Fayum sean las de dicha obra.
yas puertas se encuentran enfrente unas de otras, fecha, no vuelve a saberse nada de él: la que de-
seis al norte y otras seis al sur. Las estancias están bió de ser la obra arquitectónica más grande y
duplicadas: hay 1,500 bajo tierra y otras 1,500 en compleja de la Edad Antigua se disolvió en el aire
la superficie. Tres mil en total. Visité personal- como si estuviera hecha de humo. Y lo más curio-
mente las estancias superiores, de manera que so es que, a pesar de los beneficios que el hallazgo
hablo con conocimiento de causa, como testigo de esta inconcebible construcción podría aportar
ocular. En cuanto a las estancias subterráneas no a Egipto y a todo el mundo moderno, se han reali-
sé otra cosa que lo que se me ha dicho, pues sirven zado muy pocos intentos para localizarla. A me-
como sepulturas de los reyes que han construi- diados del siglo XIX, la expedición arqueológica Presente y pasado.
do el monumento y su visita está vedada. Pero las prusiana de Lepsius afirmó haber encontrado sus Arriba, los seguidores
de Mohamed Morsi
que recorrí en la superficie son a mis ojos lo más ruinas en El Fayum (la antigua Cocodrilópolis), celebran en la plaza
grande que los seres humanos hicieron jamás. Es pero una rápida visita a dicho punto es suficiente Tahrir (de El Cairo) su
victoria electoral en
imposible no quedar admirado ante la variedad para comprobar que las escasas e insignificantes 2012, tras la revolución
de corredores tortuosos que conducen desde los ruinas de ese enclave no corresponden ni de lejos del año anterior, y
hacen ondear la ban-
patios hasta las estancias y de éstas, a su vez, a con la grandeza de las descripciones antiguas. Ha- dera nacional frente al
otros patios. Cada sección del monumento está brá que esperar un tanto más. Museo Egipcio, abajo.
compuesta por una multitud de estancias que
terminan en pasadizos, los cuales conducen a
otras construcciones cuyas habitaciones hay que
atravesar para desembocar en nuevos patios. Los
techos son todos de piedra, así como los muros,
decorados con figuras en bajorrelieve. En torno a
los patios hay columnatas de piedra blanca muy
bien dispuestas. En el ángulo en que termina el la-
berinto se alza una pirámide de doscientos codos
de altura con figuras de animales esculpidos, a la
que se entra por un corredor subterráneo”.
A la espera de nuevos hallazgos

El Gran Laberinto existió, sin duda. Heródoto
cuenta lo que vio personalmente, pero tras él
otros cronistas e historiadores como Estrabón,
FOTOS: GETTY IMAGES
Diodoro Sículo y Cayo Plinio dan noticia de esta

incomparable construcción que podía visitarse
aún en el siglo II de nuestra era. A partir de esa
MUY INTERESANTE
Faraones y dioses
Un enlace terrenal
con la
divinidad
El gobierno de los antiguos reyes de Egipto, personajes
carismáticos de enorme autoridad política y religiosa y
reverenciados por sus súbditos como auténticas deidades,
se remonta más allá del año 3000 a. C. Por José Ángel Martos
Conexión con el más allá.
Los faraones fueron mitad reyes,
FOTO: GETTY IMAGES
mitad deidades. En esta pintura

mural de la tumba de un hijo de
Ramsés III, el padre lo guía hasta
Anubis, el dios con cabeza de
can y guardián del inframundo.
MUY INTERESANTE
Z
oser no fue el primer faraón, pero enorme autoridad política y religiosa, se remonta
sin su decisión de construirse una hasta el Neolítico, más allá de 3000 a. C. La arqueo-
morada póstuma de pisos super- logía ha encontrado tantos rastros de los pioneros
puestos y escalonados nuestra que incluso los ha agrupado en una protodinas-
percepción del Antiguo Egipto y tía, la 0, de la que formaron parte monarcas de
de sus gloriosos soberanos se- los que sólo se conoce una tumba y alguna ins-
ría hoy muy distinta. Zoser reinó cripción con un nombre simbólico: por lo general,
durante la Dinastía III y su decisivo impulso a la un doble signo jeroglífico que siempre se inicia
construcción de las pirámides, gran símbolo de la con el halcón mitológico Horus, que denotaba la
monarquía del Nilo, marcaría una línea a conti- condición de rey, seguido de un nombre propio.
nuar por sus sucesores, que fueron superándose y El significado de algunos de estos últimos no ha
dejando así una huella indeleble en la historia. sido descifrado, por lo que a estos personajes se
La memoria de los faraones se vuelve muy cono- los conoce nada más por la pronunciación del sig-
cida a partir de entonces. Las pirámides de Keops, no, y así tenemos a Iry y Ka como primeros reyes.
Kefren y Micerino han cumplido con el tiempo su Enseguida les sucede otro llamado Rey Escorpión,
función de engrandecer a sus respectivos promo- cuyo símbolo animal es evidente. La importancia
tores, proyectando una idea de magnificencia so- de su mandato es objeto de consenso por haber
bre los jerarcas del mundo egipcio, que más que aparecido su jeroglífico tallado en lugares lejanos
Las joyas de Guiza. reyes eran prácticamente dioses. como Nubia o el desierto al oeste de Tebas.
Abajo, en una acuarela
del siglo XIX, las míticas
Sin embargo, los faraones ya gobernaban 400
FOTO: PHOTOSTOCK
pirámides de Keops, años antes de que las pirámides empezaran a Narmer, primer faraón histórico
Kefren y Micerino,
símbolos de la esencia
construirse. El reinado de estos personajes ca- Esos primeros faraones gobernaron muy lejos de
divina de los faraones. rismáticos reverenciados por sus súbditos, de las pirámides que construirían sus descendien-
tes. En la etapa inicial se establecieron en el Alto
Egipto, el curso inicial del Nilo dentro del territo-
rio histórico del país, en el sur, más cerca de la pri-
mera catarata del río que de la desembocadura.
Sería la acción conquistadora de los faraones la
que los llevaría hasta el delta del Nilo, del que se
apropiaron. Esta acción, que unificaría sus domi-
nios en torno a la totalidad del recorrido del gran
río (desde la isla de Elefantina hasta las costas
mediterráneas), la completó Narmer, el primer
gran faraón histórico, fundador de la Dinastía I.
En varias paletas rituales sobre las que se graba-
ron imágenes de guerra –que constituyen autén-
ticos cómics neolíticos– han quedado narrados
hechos esenciales de las guerras de unificación
protagonizadas por el portentoso Narmer: el fa-
raón inspeccionando un campo de batalla con
víctimas decapitadas; el faraón transfigurado en
un toro que aplasta a un enemigo de inequívocos
rasgos asiáticos; el faraón haciendo caer a otros
rivales con aspecto de pertenecer a tribus libias... dominios. Luego, con las dinastías que dieron El rey Escorpión.
Representado en esta
En las imágenes se ve a Narmer con dos coronas, origen al Imperio Antiguo, se trasladarían a Men- maza ceremonial
como luego será habitual, demostrando que llegó fis, en el delta, que se convirtió en capital. Y, jun- de 3000 a.C., fue
el más prominente
a mandar en el Alto y en el Bajo Egipto, este último to a su nueva residencia en vida, iban a instalar de la Dinastía 0, o
recién conquistado. La tendencia a divinizar a los también las que serían sus moradas después de protodinastía.
faraones −hijos de los dioses− ya empieza a darse la muerte: así surgieron los enclaves funerarios
en este momento. de las pirámides.
Entre los nombres más destacados de esta épo-
Reyes del Imperio antiguo ca de grandiosidad, además del citado Zoser, bri-
Buscando consolidar su poder, estos primeros llan los de Esnofru y Keops. El primero derrotó a
reyes se convirtieron en monarcas itinerantes nubios y libios (pueblos fronterizos en el sur y el
que recorrían con frecuencia el Nilo para estar oeste), mantuvo intensas relaciones comerciales
presentes en todos los rincones de sus grandes con los fenicios –se sabe que desde Biblos se en-
El impulso de Zoser a la construcción de las pirámides, símbolo

de la monarquía del Nilo, marcó la línea a sus sucesores.
Los monarcas extranjeros
N
o siempre los faraones na- que había sido, y la protagonizaron los
cieron en Egipto: este pueblo reyes persas. Apenas un siglo más tarde
orgullosamente dominador sería el turno de los griegos, imparables
también fue dominado. La con el liderazgo del macedonio Alejan-
primera invasión llegó en el siglo XVIII dro Magno. Con la muerte prematura
a. C., cuando los hicsos pusieron punto fi- de éste, se dividió su imperio entre sus
nal al Imperio Medio. Esta denominación hombres de confianza, y Egipto le tocó
corresponde a grupos de etnia semita a su general Ptolomeo, quien inauguró
que cruzaron el Sinaí primero como una un imperio familiar –la Dinastía Ptole-
migración pacífica, aunque acabaron por maica– que no resultaría precisamente
llevar a cabo una amplia conquista militar brillante. Plagado de enfrentamientos
gracias al uso de elementos que a los intestinos e intrigas cortesanas, sus
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egipcios les resultaban desconocidos: ca- reyes no estuvieron a la altura de sus

ballos, carros de guerra y armas de hierro. predecesores faraónicos, excepto la
La segunda dominación foránea surgió última de todos, Cleopatra VII, sin duda
Alejandro Magno (mosaico milenio y medio después, cuando el po- la más hábil y con un proyecto político
de Issos, Pompeya) dio origen a la der faraónico era ya una sombra de lo más ambicioso e interesante.
dinastía ptolemaica en Egipto.
MUY INTERESANTE
La parte más gloriosa de la

historia egipcia y aquella de
faraones más conocidos es
el Imperio Nuevo.
del Alto Egipto que, de ser un enclave de escasa
importancia, pasó a convertirse en la nueva pla-
za fuerte del país, llegando a exhibir una gran-
diosidad que encandilaría al mundo antiguo
(Homero se hizo eco de esta admiración llamán-
dola “la ciudad de las cien puertas”).
Hacia un nuevo esplendor

Encabezó esta nueva élite Mentuhotep II, que eli-
minó a otros reyezuelos rivales y restableció la
autoridad del faraón. Sus sucesores, que llevarían
su mismo nombre, Mentuhotep III y IV, mantu-
vieron la voluntad de grandeza con ambiciosas
expediciones para controlar el sur y las rutas del
este que cruzaban el desierto hasta el mar Rojo.
Sin embargo, tras la Dinastía XII (la de los Sesos-
tris) y la XIII, Egipto volvería a caer en las mismas
tendencias centrífugas ya vividas y pasaría por
un largo paréntesis conocido como el de los “reyes
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extranjeros” o hicsos, venidos de Medio Oriente.
Los egipcios vivieron esta etapa como una hu-
millación y sus élites más aguerridas acabaron
Cómic neolítico. viaron 40 barcos con madera de cedro del Líbano– por expulsar a los invasores tras varios intentos
En la paleta de Narmer
(arriba, detalle) y otras
y perfeccionó la fabricación de las pirámides, no fallidos. El mérito de lograrlo le correspondió a
parecidas se grabaron sin esfuerzo. Hasta tres de ellas ordenó edificar, Amosis, quien conquistó su capital, Avaris. Co-
imágenes que narran
hechos esenciales de
alguna mal acabada, una dedicación constructiva
las guerras de unifica- que sólo podía sostenerse con un grandioso poder Cleopatra probando
ción en Egipto empren- venenos en unos condenados
didas por ese primer
personal y el control de las riquezas del país. a muerte, según un cuadro
faraón histórico. del siglo XIX.
De Keops a los tebanos
Keops, por su parte, llevó a cabo una gran cen-
tralización del poder a costa de los sacerdotes.
Completó el cambio del culto divino hacia la fi-
gura del Sol (Ra), lo que le acarreó choques con
el aparato eclesiástico de la época. A los sacer-
dotes se les atribuye haber extendido la leyenda
de Keops como un tirano cruel que empobreció
Egipto para pagar la construcción de la Gran Pi-
rámide (las únicas maravillas del mundo antiguo
todavía en pie), propagando incluso el rumor de
que había hecho prostituirse a su hija a fin de ob-
tener dinero para la megalómana obra, leyenda
negra que todavía hoy se recuerda.
Tras acabar la Dinastía VI, Egipto entró en un
periodo de separación en donde los caciques lo-
cales asumieron el poder sobre dominios más
pequeños y la autoridad central dejó de ser efec-
tiva. No volverían a aparecer faraones destaca-
bles hasta que se produjo un nuevo movimiento
de recentralización, para el cual fue necesario
esperar hasta la Dinastía XI. Fue la primera con
mandatarios procedentes de Tebas, una ciudad
menzaba así el Imperio Nuevo, la parte más glo-
riosa de la historia egipcia, con sus faraones más
conocidos.
La Dinastía XVIII es la gran protagonista. Es el
momento de los Amenofis y los Tutmosis, y tam-
bién de Hatshepsut, la más destacada de las po-
cas reinas-faraonas que accedieron a la doble
corona egipcia.
La extraordinaria “hija de Amón”

Amenofis I y Tutmosis I ampliaron los dominios
egipcios por el sur, hasta la cuarta catarata nubia.
El segundo también irrumpió en Siria y Palestina,
algo que se convertiría en una tradición, ya que
los egipcios no querían que se repitiera otra inva-
sión a través de la península del Sinaí.
Dos de los hijos de Tutmosis I se casaron entre
sí, algo que no era extraño para una familia real
en la que imperaba la endogamia. La particula-
ridad de este matrimonio entre el que sería Tut- controlaba con mucha seguridad las riendas del Mentuhotep II. En
Deir el-Bahari, junto
mosis II y su esposa-hermanastra Hatshepsut fue poder, tanto como para atreverse a dar ese paso al gran templo de
que el detentador del trono viviría poco, de forma sin temer oposición interna. También nos habla Hatshepsut, vemos los
restos del faraón pri-
que el hijo que le sucedió, Tutmosis III, era me- de su aplastante seguridad en sí misma. mordial de la Dinastía
nor de edad y la regencia recayó en su madre. Pero Hay que tener en cuenta que la condición de XI, Mentuhotep II, que
hizo de Tebas la nueva
Hatshepsut no se conformó con este rol temporal faraón sólo podía ser asumida por el hombre. capital egipcia.
y, en el séptimo año de su regencia, se hizo coro- La solución encontrada por Hatshepsut fue pre-
nar faraona con el nombre de Maatkara y legitimó sentarse con atributos masculinos, tal y como
este paso presentándose como hija carnal del dios muestran los relieves de su gran templo funerario
FOTO: ISTOCK
Amón, la principal divinidad para los tebanos. Tan en Deir el-Bahari, uno de los monumentos más
inhabitual decisión nos indica que Hatshepsut espectaculares de la historia egipcia. Por ello, no
Mujeres en el trono
L
os faraones ocupan tres milenios Nitocris, quien habría sido la última reina
de historia, pero en sus larguísi- de la Dinastía VI. Manetón (el autor de
mas listas dinásticas apenas hay las listas faraónicas) la describe como
sitio para cinco mujeres “más valiente que todos los hombres de
–confirmadas– que detentaron ese títu- su época y la más bella de todas las mu-
lo, por tradición asociado a la condición jeres, de piel hermosa y rojas mejillas”.
masculina. A pesar de esta barrera, la Algunos, sin embargo, la consideran un
costumbre les ayudaba en otro aspecto: personaje de leyenda. Neferusobek sería
cuando el faraón que accedía al trono otra reina que finalizaría una dinastía (la
era menor de edad, lo habitual era que XII). Las otras dos faraonas son las más
se otorgara a su madre la condición de destacadas y conocidas: Hatshepsut, con
regente hasta que alcanzara la edad. la diferencia de ser la que más tiempo
Eso otorgó la oportunidad a las más reinó (22 años) y quien dejó un impre-
notables de ellas de dejar una honda sionante legado; y Tausert, durante cuyo
huella en la historia. La primera accedió reinado sucedió la Guerra de Troya.
al poder casi con los inicios de la época Caso aparte es la famosa Cleopatra
faraónica: Merytneit, madre del rey VII, que fue una reina ptolemaica y no
Den, considerado el quinto faraón de la faraónica. Cleopatra se alió con dos
Dinastía I. Cabe destacar como anécdota líderes romanos (Julio César y Marco
que, cuando el mítico egiptólogo Flin- Antonio) para mantenerse al frente de
ders Petrie descubrió su tumba, pensó Egipto en la época en que su país ya no
por la importancia de la misma que podía competir contra los poderes del
pertenecía a un hombre. La siguiente es otro lado del Mediterráneo.
MUY INTERESANTE
Exaltación de pudo volverse a casar, aunque se le atribuye una simbólico sobre ellos pero que, al mismo tiempo,
Ramsés II. Este
gran faraón guerrero y
relación secreta con uno de sus hombres de con- les hiciera sentir una vinculación con el gran fa-
longevo de la Dinastía fianza, Senenmut. Su reinado tuvo como hito la raón (al que se refieren en la correspondencia con
XIX se hizo retratar
en relieves y murales
expedición comercial al país de Punt, de donde términos familiares como “padre” o “hermano”).
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protagonizando accio- procedían algunos de los artículos de lujo más
nes militares, como la
batalla de Qadesh o su
codiciados por los egipcios, como el incienso y la El herético Akenatón
lucha contra los nubios mirra. También incrementó el contacto con los Tras la cumbre que supuso Amenofis III llegó el
(arriba, en el templo de
Beit el-Wali).
pueblos griegos del Egeo, con los que empezó a mayor cisma de la milenaria trayectoria del mun-
tratar comercialmente de forma directa (hasta en- do egipcio. Lo protagonizó su hijo Amenofis
tonces se había hecho mediante intermediarios). IV, quien impuso la adoración a
un nuevo dios único, Atón (el
Egipto como superpotencia disco solar), prescindiendo
Hatshepsut reinó 22 años, durante los que Tutmo- de la larga lista de dioses
sis III esperó pacientemente. El hecho de que no de mayor o menor im-
intentase un golpe de Estado denota el alcance del
poder de la reina. Si ésta se había mostrado pací- Divina
fica, Tutmosis III priorizó la guerra y la conquista. Hatshepsut.
La reina-faraona se
Atacó al reino de Mitanni (situado al norte de Siria) decía hija del dios
y ganó en esta campaña la famosa batalla de Me- Amón (aquí su es-
finge, que ahora se
gido. Se le atribuye haber llegado hasta el Éufrates, exhibe en el MET de
el límite máximo de la influencia egipcia. Nueva York).
Sus sucesores heredaron el mayor
poder territorial de Egipto, conver-
tido en un verdadero imperio.
Amenofis III lo asentó como su-
perpotencia de la época me-
diante pactos, anteponiendo
los acuerdos y tratados a las
armas. Para ello, una de sus
estrategias favoritas sería la de
la diplomacia matrimonial.
Se desposó con princesas
provenientes de los prin-
cipales reinos con los que
mantenía relaciones, de
cara a lograr un dominio
A Tutmosis III se le atribuye haber llegado hasta el Éufrates, el
límite máximo de la influencia egipcia, convirtiendo al país del
Nilo en un verdadero imperio.
portancia que componían el rico panteón tradicio-
nal. Se trató de un giro religioso de tal calibre –se le
ha calificado como creador de la primera religión
monoteísta de la historia– que incluso el mismo
faraón optó por modificar su nombre y pasar a lla-
marse Akenatón, vinculándose así al dios Atón.
El experimento resultó un desastre. Se cree bas-
tante probable que Akenatón y su esposa, la bella
e influyente Nefertiti, fueran depuestos. En cual-
quier caso, tras la “herejía” volvió a reinstaurarse
a Amón como deidad primordial.
La Dinastía XVIII ya no aguantaría muchos más
vaivenes. Tras Akenatón ascendió al poder Tu-
tankamón, un joven que viviría pocos años (de ahí
el nombre de “faraón niño” con el que se lo cono-
ce). Hoy se sabe que su muerte se debió con proba-
bilidad a un accidente de su carro. Fue un faraón
intrascendente políticamente, pero las inmensas
riquezas de su tumba, la única descubierta intac-
ta (en 1922), hace que sin duda sea más famoso
que cualquier otro de los citados.
Ramsés II, el más grande

Las siguientes dinastías se esforzaron por man-
tener el enorme imperio legado por los grandes
reyes de la XVIII. El más exitoso fue Ramsés II, el
principal de los miembros de la Dinastía XIX (de
origen militar). El segundo de los Ramsés es –jun-
to a Tutankamón– el más conocido de todos los
faraones. ¿Por qué? Seguro porque fue quien más El faraón niño
S
utilizó la propaganda. Relató con todo lujo de de- u fama se debe a la riqueza de su tumba (arriba, su icónica
talles hechos históricos de su reinado, el principal máscara funeraria), descubierta intacta por el egiptólogo
de ellos la batalla de Qadesh, que lo enfrentó a los británico Howard Carter. Antes de morir en plena adoles-
hititas en tierras palestinas. En ella, según la na- cencia, Tutankamón restauró el poder de los sacerdotes de
rración visual esculpida en varios templos y mo- Amón y el culto a esa deidad.
numentos, participó el faraón de manera activa,
montado en su propio carro de guerra, y estuvo
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a punto de perecer, rodeado por una muy hábil sés II nada más fue bueno en el arte de la propa-
emboscada enemiga. ganda. El estudio de fuentes de origen no egipcio
En la fama de Ramsés II influye también la larga ha corroborado la importancia de algunos he-
duración de su reinado: sesenta y seis años –en chos de su reinado, en particular del tratado de
total vivió 87– en los que celebró decenas de fies- paz que firmó tras los hechos de Qadesh con el
tas sed (jubilares), que sólo tenían lugar a partir rey hitita Hattusili III, el primer acuerdo inter-
de los 30 años en el trono. Durante dichas celebra- nacional que se conserva por escrito en toda la
ciones se renovaba el espíritu del faraón para que historia. Demuestra que además de ser capaz de
pudiese seguir realizando su noble tarea. guerrear con furia, también lo era de saber con
Pero sería injusto pensar que Ram- exactitud cuándo había que hacer la paz.
Con Ramsés II el Grande, Egipto y sus faraones
tocaron techo. Ninguno posterior lo igualaría,
aunque la gloria para esta irrepetible forma de
monarquía conectada a la divinidad, en cualquier
caso, estaba asegurada.
MUY INTERESANTE
Qué esconden las grandes tumbas faraónicas
Los secretos de las
pirámide
es
Desde el siglo XIX, las teorías sobre el porqué
de estos mausoleos egipcios y el cómo de
su construcción han sido de lo más variadas.
Quedan muchos enigmas por desentrañar,
pero perdura el reconocimiento unánime de la
grandiosidad arquitectónica de estos colosos
de la Antigüedad. Por Roberto Piorno
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Rastreando la antigüedad. En la ilustración se

representa al egiptólogo italiano Giovanni Battista
Caviglia y a un guía egipcio portando antorchas dentro
de la pirámide de Keops, que exploró entre 1816 y
1817 y en la cual realizó descubrimientos importantes.
MUY INTERESANTE
E
l cielo está mucho más cerca, al al- yan proporcionado esquemas perfectamente
cance de los dedos, desde los impo- plausibles acerca de su origen, su proceso de cons-
nentes 139 metros de altura de la trucción y su significado. Teorías a cuál más diver-
pirámide de Keops que se elevan sas que implican ingenieros extraterrestres o
sobre la meseta de Guiza como superhombres y especulan sobre dimensiones pa-
eterno recordatorio de la majes- ralelas, siguen llenando horas y páginas de histo-
tuosidad del segundo faraón de la ria-ficción estériles y delirantes, recogidas en
Dinastía IV: 2.3 millones de bloques de piedra, re- documentales y libros que, por principio, cuestio-
vestidos por cuatro paredes de caliza blanca –hoy nan el genio arquitectónico de los antiguos egip-
perdidas a causa de un terremoto y de su explota- cios alimentando mitos esotéricos sin ningún
En otras culturas. ción como cantera en el periodo otomano–, proyec- fundamento. Desde los zigurats mesopotámicos
Abajo, una vista del
templo o pirámide de
tan más de 3,500 años después un enigma hasta las pirámides-templo precolombinas, pa-
Kukulkán, en el yaci- insondable que ha encendido la imaginación de sando por mausoleos proyectados hacia el cielo
miento arqueológico
maya de Chichén Itzá
sus atónitos visitantes durante siglos. Poco impor- como el del primer emperador de China, Qin Shi
(Yucatán, México). ta que científicos, historiadores y arqueólogos ha- Huang, todas estas edificaciones sintetizan la es-
pontánea predilección de múltiples civilizaciones
por los gigantes de piedra piramidales, así como su
excepcional audacia constructora, que suplía la
falta de medios con la prodigiosa habilidad de sus
creadores por demás geniales.
Una moda arquitectónica no pasajera

Pero fue sobre todo en Egipto donde estas singula-
res estructuras cristalizaron como un ícono de la
civilización que las hizo posibles. Y su evolución
como el modelo de sepultura regia por antono-
masia –cabe recordar que en muchas otras civili-
zaciones las pirámides tenían fines culturales,
pero no eran lugares de enterramiento– tiene
FOTO: ASC; ISTOCK
contornos históricos muy definidos y muy poco

de misterio. La pirámide como estructura sepul-
cral tiene sus orígenes en el siglo XXVII a.C., en el
Las más icónicas. En la foto, las
tres grandes pirámides erigidas por los
faraones Keops, Kefren y Micerino (de
izquierda a derecha) en la meseta de
Guiza, a 20 km de El Cairo.
transcurso de la Dinastía III, pero a pesar de que

tradicionalmente se asocian, por la monumenta-
lidad de sus más destacados ejemplos, al Imperio
Antiguo, en realidad continuaron construyéndo-
se (en una escala mucho más modesta y sin de-
masiada continuidad) hasta bien entrado el
primer milenio a.C., muchos siglos después. El
periodo de esplendor de las tumbas piramidales
se extendió entre las Dinastías III y VI, esto es,
hasta el último cuarto del siglo XIV a.C. No se tra-
tó, en absoluto, de una moda arquitectónica es-
pontánea. En especial durante las Dinastías III y
IV, Egipto atravesó un periodo de prosperidad ex-
cepcional, de estabilidad política y territorial, que en vida (y aún era parcialmente todavía, a través Arte en cada tum-
tendió a fortalecer progresivamente la figura del de su cuerpo inerte), después de fallecer. Los res- ba. En la necrópolis de
Tebas, en Deir el-Medi-
faraón como cabeza del Estado. tos mortales momificados del faraón encontraron na, se conservan mu-
chas pinturas murales
Mediador entre lo humano y lo divino, el monar- el mejor acomodo posible en estos colosales mau-
fascinantes, como ésta
ca era el “delegado” de los dioses en la tierra. La soleos, donde la eternidad sería testigo por los si- de Osiris en la tumba
de Sennedjem.
suya era una majestad sagrada, y esa autoridad glos de los siglos de su grandeza con una
que trascendía con amplitud la frontera del go- expresión arquitectónica que ilustra, mejor que
bierno de las cosas mundanas tenía que poseer ningún otro elemento, el excepcional poder y el
forzosamente un eco en el más allá. grado de prosperidad de los reinados de Zoser,
Keops, Kefrén o Micerino. Pero el proceso de adop-
Cuidados del cuerpo del faraón ción de las pirámides como tumbas reales por an-
Los antiguos egipcios creían firmemente que, al tonomasia durante el Imperio Antiguo fue, nunca
morir, el faraón de turno se transformaba en Osi- mejor dicho, escalonado. Desde los albores de la
ris, dios de los muertos, y que una parte de su es-
píritu (el ka) permanecía en el cuerpo del monarca Durante las Dinastías III y IV, Egipto
difunto. Por ese motivo era en extremo importan- atravesó un periodo de prosperidad
FOTO: LATINSTOCK
te para los antiguos egipcios el preservar el cadá-

ver del faraón en las mejores condiciones posibles
excepcional y estabilidad tanto política
y en una “morada” a la altura de lo que había sido como territorial.
MUY INTERESANTE
El Imperio Nuevo es la parte

más gloriosa de la historia
egipcia y la de faraones más
conocidos.
de de la que tenemos constancia, la del faraón Zo-
ser, fue un proyecto experimental que terminó
rediseñándose sobre la marcha.
El inicio de la era de las pirámides

Un experimento, con todo, que estaba a punto de
revolucionar la historia de la arquitectura. La de
Zoser no es sólo la primera pirámide del Antiguo
Egipto, sino también el monumento pétreo a
gran escala más antiguo que se conserva. Su di-
seño fue obra de un polímata excepcional, Imho-
tep, el primer arquitecto con nombre propio del
que tenemos constancia documental. Su proyec-
to se concibió a una escala inédita y su ambiciosa
Colosal arquitectu- era dinástica, a comienzos del tercer milenio a.C., ejecución es, sin lugar a dudas, uno de los gran-
ra. Arriba, el patio de
Heb Sed en el complejo
los egipcios pensaron que sus reyes debían aco- des logros arquitectónicos de la historia de la hu-
de Zoser, en Saqqa- modarse, al morir, en sepulturas que estuvieran a manidad. Se trataba, en realidad, de una
ra (Menfis), con los
templos y la pirámide
la altura de su majestad. Así, los primeros farao- reinterpretación, en tamaño colosal, de la tradi-
escalonada al fondo. nes fueron enterrados en mastabas, en un princi- cional mastaba. De hecho, la pirámide de Zoser
pio construidas en adobe y después en piedra. no es otra cosa que seis mastabas superpuestas
Estas estructuras rectangulares con forma tron- de tamaño decreciente que se elevan hasta los 62
copiramidal son las verdaderas precursoras de las metros por encima del suelo. La era de las pirá-
pirámides. Pero lo cierto es que la primera pirámi- mides acababa de iniciarse.
La cámara misteriosa
E
l uso de técnicas de prospección del hallazgo de una cámara oculta y que se trataba de una cámara vacía. Con
no invasivas en las pirámides desconocida en el interior de la pirámide todo, el hallazgo pone en evidencia que
ha generado una gran expec- de Keops, descubierta tras un exhaustivo las nuevas tecnologías permitirán en los
tativa en los últimos años. La escaneo del interior del edificio. Pese próximos años develar nuevos secretos
puesta en marcha en 2015 del proyecto a que proliferaron hipótesis a cuál más todavía ocultos en el interior de estos
ScanPyramids arrancó con el anuncio imaginativas, finalmente se confirmó colosos de piedra.
UNA COMPLEJA ESTRUCTURA LLENA DE MISTERIOS

1. Acceso original, situado raria, también conocida co- 11. Pasaje horizontal.
en la cara norte. mo Cámara del Rey. Contie- 12. Cámara inferior, también
2. Túnel de los Ladrones, ne los restos de un conocida como Cámara de
abierto por orden del califa sarcófago de piedra. la Reina (aunque no existen
Al-Mamún. 7. Cámaras de descarga pa- indicios de enterramientos
3. Canal ascendente. ra sostener la estructura de hechos en esta sala).
4. Gran Galería. la Cámara del Rey. 13. Pasaje perforado que se
5. Antecámara real, 8. Dovelas inclinadas para ubica entre la Gran Galería y
8 también conocida co- desviar el peso y evitar la cámara subterránea.
9 16
mo Cámara de los derrumbes en la Cámara 14. Canal descendente.
FOTOS: GETTY IMAGES. ILUSTRACIÓN JOSÉ ANTONIO PEÑAS
7 Rastrillos. del Rey. 15. Cámara subterránea,

10 6. Cámara fune- 9. Canal astronómico. Se también conocida como Cá-
6 5 4
abre desde la Cámara Real y mara del Caos. No forma par-
1 apunta a las Indestructibles, te de la estructura de la pirá-
11 2
las estrellas circumpolares; mide, ya que está excavada
12 3
el lugar del firmamento directamente en la roca.
13 14 donde los egipcios creían 16. Cámara recién descu-
que no existía la muerte. bierta, aún sin explorar.
15 10. Conductos de
ventilación.
Compleja red de infraestructuras construyó, al menos, tres pirámides: la de Mei- Una ardua tarea.
Egipto: construcción
La construcción de un monumento funerario de dum, edificada en un inicio en ocho niveles y de de las pirámides es el
estas características pone en evidencia la madu- la cual apenas se conservan restos de la estruc- título de este grabado
coloreado en madera,
rez del Estado egipcio, su capacidad para movili- tura central, y –más decisivas para la historia de basado en un dibujo
zar los recursos humanos y materiales necesarios la arquitectura– las conocidas como Pirámide de Heinrich Leutemann
(1824-1905).
para la ejecución de un proyecto así, lo que deno- Acodada y Pirámide Roja.
ta una exitosa burocratización y unos niveles de Seneferu fue el primer faraón que renunció al
especialización profesional enormemente sofis- paradigma de sepultura escalonada ideado por
ticados. La excavación en los últimos años del Imhotep y se afanó en el desarrollo de un nuevo
puerto de Guiza, que habría sido el desembarco modelo de pirámides de caras lisas, cubiertas por
de recursos materiales, suministros y obreros im- un revestimiento de piedra caliza. Las dificulta-
plicados en la erección de las pirámides de la Di- des de abordar un proyecto de esta envergadura
nastía IV, así como del asentamiento ubicado en quedan patentes en la Pirámide Acodada de
las cercanías de la pirámide de Micerino, que alo- Dahshur, cuyo ángulo cambia drásticamente a
jaba a oficiales, soldados y albañiles en un espa- mitad de la estructura. Es más que probable que,
cio jerarquizado a la perfección, conformando en mitad de su construcción, los arquitectos se
una auténtica ciudad en la que residían la mano dieran cuenta de que el edificio no aguantaría en
de obra y los responsables de las obras, pone de pie y que estaba condenado a derrumbarse por su
manifiesto la extraordinaria capacidad del Anti- propio peso, razón por la que decidieron corregir
guo Egipto para utilizar recursos y levantar la la inclinación de las caras construyendo así una
compleja red de infraestructuras imprescindible pirámide más baja de lo previsto en un inicio. Se-
para abordar una empresa de tal magnitud. neferu y sus arquitectos aprendieron la lección y
El experimento de Zoser creó tendencia: sus no cometieron el mismo error al construir la ter-
dos sucesores, Sejemjet y Jaba, se embarcaron –el cera estructura, la Pirámide Roja, llamada así por el
primero con la supervisión del propio Imhotep– característico color rojizo de sus piedras, la primera
en la construcción de sendas pirámides que que-
daron inacabadas. Pero si un monarca merece el Los egipcios pensaron que sus reyes
FOTO: LATINSTOCK
apelativo de “constructor de pirámides” en el An-

tiguo Egipto es Seneferu, primer faraón de la Di-
debían acomodarse, al morir, en
nastía IV, que reinó entre 2613 y 2589 a.C. y que sepulturas a la altura de su majestad.
MUY INTERESANTE
Sistema de ram- gran pirámide de caras lisas de la Dinastía IV, que una dieta rica en carne; un privilegio, de hecho, al
pas. En la imagen, una serviría de modelo para las tres grandes construc- alcance de muy pocos en el Antiguo Egipto. Esos
recreación digital de
cómo pudieron haber ciones de Guiza, ordenadas por su hijo Keops y obreros habrían tenido acceso, por otro lado, a los
sido los trabajos de
arrastre para la cons-
por Kefrén y Micerino. Keops sucedió en el trono a mejores cuidados médicos, por lo que de ningún
trucción de las pirámi- su padre Seneferu y se propuso superar la gran- modo se trataba de individuos explotados. Pero
des egipcias.
diosidad de la espectacular Pirámide Roja con- una de las grandes preguntas que emergen al ob-
templada por su padre. Con una base de 230 servar la magnitud de la obra es: ¿cómo eran ca-
metros y 146 metros de altura, la suya es la mayor paces de transportar los gigantescos bloques de
pirámide jamás construida. piedra, que llegaban a pesar decenas de tonela-
En contra de lo asumido al calor de las distorsio- das? Con toda seguridad, los egipcios se valían de
nes de las películas de Hollywood, las pirámides de trineos de madera para el transporte de las pie-
Guiza no fueron construidas por esclavos. Según dras, pero estudios recientes apuntan a que el tru-
Heródoto, 20 años fueron necesarios para comple- co consistía en humedecer la arena antes, lo que
tar su construcción, en la que –siempre siguiendo facilitaba sustancialmente el deslizamiento re-
el relato del historiador griego– participaron hasta duciendo la fricción a tal punto que los especialis-
cien mil hombres (si bien la arqueología ha corregi- tas defienden que con este sencillo pero eficaz
do y rebajado esa cifra hasta los 10 o 20 mil). Los método haría falta nada más la mitad de hombres
restos óseos excavados en el asentamiento de para arrastrar las piedras desde el puerto al lugar
obreros anexo a la pirámide desacreditan la teoría final de las obras.
de los esclavos. Se trataba más bien de agricultores Hay consenso total también entre los especialis-
nativos que, entre cosecha y cosecha, participaban tas en que, una vez in situ, las piedras serían eleva-
en la construcción de estos monumentos recibien- das a través de un sistema de rampas. La única
do un salario a cambio de su trabajo. discrepancia es cómo estaban elaboradas y cómo
funcionaba tal sistema con precisión. Existen nu-
¿Cómo podían mover las piedras? merosas hipótesis, todas ellas bastante plausi-
El hallazgo de numerosos vestigios de cabras, ove- bles; nada más no sabemos exactamente cuál de
jas y otros animales en los alrededores del pobla- ellas se aproxima más a la realidad. Tampoco hay
do demuestra que los trabajadores disfrutaban de que buscar explicaciones marcianas para justifi-
car el perfecto alineamiento de la pirámide de
Las pirámides son una de las cumbres Keops con los puntos cardinales con un insignifi-
del genio de construcción humano: cante margen de error que, con curiosidad, se re-
FOTO: LATINSTOCK
pite en las pirámides Roja y de Kefrén (que, por

los egipcios fueron unos formidables fuerza debieron ser alineadas con el mismo méto-
arquitectos e ingenieros. do). Un reciente estudio llevado a cabo por el ar-
Las últimas pirámides
L
a edad dorada de las pirámides declinó con
el fin de la Dinastía IV, pero, aunque en una
escala más reducida, siguieron siendo el
modelo de sepultura elegido por algunos de
los monarcas de las Dinastías V y VI (la más célebre
de todas ellas es la del faraón Unis, en Saqqara). Ya
no eran tiempos de prosperidad y abundancia, por lo
que se trata de edificaciones mucho más modestas.
La última gran pirámide fue construida por Pepi II,
quinto faraón de la Dinastía VI, y apenas alcanza los
16 metros de altura.
Con el fin del Imperio Antiguo, la “moda” de las
pirámides desapareció, aunque algunos faraones
del Imperio Medio, concretamente de la Dinastía XII,
volvieron a recuperar esta antigua tradición, si bien ya
lejos de las pretensiones monumentales de antaño.
A partir del siglo VIII a.C. floreció en Sudán una nue-
va civilización, la de los kushitas, que imitó muchos
de los usos y costumbres de sus vecinos egipcios.
Construyeron en su tierra más de 200 pirámides,
con alturas que oscilan entre los seis y los 30 metros
de altura. Como sus “parientes egipcias”, ahora son En la foto, pequeñas pirámides
Patrimonio de la Humanidad. de Meroe, capital del reino de Kush
desde el año 300 a.C. (hoy Sudán).
queólogo e ingeniero Glen Dash demuestra que,

con toda probabilidad, el sistema utilizado fue
una rudimentaria estaca de madera y la observa-
ción de las posiciones de la sombra que ésta pro-
yectaba a lo largo de la jornada durante el
equinoccio de otoño. Es un método muy preciso
que, como dato curioso, ofrece los mismos exi-
guos márgenes de error que se miden en la orien-
tación de las pirámides. Al parecer, tampoco en
esto fue necesaria la intervención de una inteli-
gencia de otro planeta.
Colosos como muestra de poder

Y es que la ciencia ha ido desacreditando una a
una las teorías más fantasiosas surgidas alrede-
dor de estos emblemáticos edificios: desde la su-
gerencia del congresista estadounidense Ben
Carson de que las pirámides eran en verdad el
granero de José, uno de los hijos de Jacobo, a la
explicación de que son un tipo de contenedor ci-
Joyas de la egiptología. Sobre
frado de profecías bíblicas, pasando por la de que estas líneas, mapa topográfico de las
son la primera colonia fundada por los atlantes o pirámides de Guiza trazado por Émile
Prisse d’Avennes (1807-1879).
una hipótesis más sensata pero también supera-
da, que señala la existencia de una correlación
entre la ubicación de las tres pirámides de Guiza y magnitud. Eso, sumado a la veneración por la fi-
las tres estrellas de la constelación de Orión. gura divina del faraón y la necesidad de regalarle
FOTO: ISTOCK; GETTY IMAGES
La realidad es mucho más simple: las pirámides una morada final a la altura de su grandeza (ade-
son una de las cumbres del genio arquitectónico más del potente mensaje político y de autoridad
humano, y los egipcios eran formidables arqui- que deslizaba la construcción de estos colosos),
tectos e ingenieros y tenían un Estado sofisticado explica la eclosión en el Imperio Antiguo de estas
y capacitado para acometer empresas de esta asombrosas estructuras.
MUY INTERESANTE
Faraonas y mujeres reinantes
Egipcias
poderosas Separadas por casi milenio y medio, Hatshepsut
y Cleopatra son los ejemplos mejor conocidos
del destacado papel ejercido por la mujer en la
civilización egipcia, pero no fueron casos únicos...
aunque sobre la vida y los hechos de otras
“faraonas” es más lo que ignoramos que lo que
sabemos en realidad. Por Nacho Otero
2 u re n
Icónica y misteriosa.
Nefertiti, Gran Esposa Real
de Akenatón y su corregente
oficial –y según una teoría, su
FOTO: GETTY IMAGES
sucesora como faraón con el

nombre de Semenejkara–, es un
ícono de belleza por este busto
policromado (Museo de Berlín).
MUY INTERESANTE
C
Mítica Cleopatra. onviene recordar que, pese a ser diosa Isis a la cabeza. Así, aunque la relevancia de
La más famosa monar-
la más famosa soberana de las mujeres en la corte resulta indiscutible –la
ca del Antiguo Egipto
–y la última antes de Egipto –por su vinculación con Gran Esposa Real (hemet nesu weret) tuvo en mu-
la anexión del país del
Julio César y por su apasionante chas ocasiones un enorme poder en la sombra o
Nilo a Roma– no reinó
en solitario, sino como biografía, pasto de la literatura incluso como corregente y se le consideraba
consorte de sus her-
y el cine–, Cleopatra VII Filopá- guardiana y protectora de la nación– y, además,
manos, aunque fue ella
quien llevó el mando. tor Nea Thea (o sólo Cleopatra, casarse con una fémina de sangre real era un
Arriba, en un relieve.
en el imaginario colectivo) no fue una reina-fa- plus de legitimidad casi inevitable –con excep-
raón –ése es su nombre correcto; lo de “faraonas” ciones: Amenemhat I, Amenhotep III– para que
es sólo una licencia–. También que de ellas hubo un varón accediese al trono (de ahí los frecuen-
contados casos en los más de tres milenios de his- tes enlaces entre hermanos), éste estaba reser-
toria (3100-30 a. C.) del Antiguo Egipto. Y eso que el vado, en principio y por tradición, al hombre. Sin
estatus social y el acceso a espacios de mando de embargo, amparándose en vacíos sucesorios –
las egipcias fue muy superior al de las griegas o por no haber un aspirante claro o adecuado– y en
romanas, algo debido a su igualdad legal con los crisis de Estado, se cuentan a varias reinas-fa-
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hombres –podían denunciarlos por maltrato, ma- raones que ocuparon, a lo largo de los siglos de
nejar herencias, comprar y vender bienes o divor- existencia del Imperio egipcio, el más alto pues-
ciarse– y a las peculiaridades de su religión, con la to del país del Nilo.
De rey a reina. Flinders Petrie (arriba, excavando en 1922)
catalogó a Merytneith como varón, pero una serie de hallazgos en
su tumba en el templo de Abidos (derecha) demostraron que se
trató de una mujer en realidad.
Tres, cinco, ocho... o más

¿Quiénes y cuántas fueron estas mujeres ex-
traordinarias? Según el historiador grecolatino
Diodoro Sículo, que en la Sicilia romana del siglo
I a. C. compiló lo que entonces se sabía sobre los
faraones, sólo hubo cinco: por orden cronológico,
Nitocris, Neferusobek, Hatshepsut, Nefertiti y La Gran Esposa Real tuvo muchas
Tausert. Tanto él como otras fuentes clásicas se veces un gran poder en la sombra
hicieron eco para dar esta cifra de la obra previa
de Manetón, un sacerdote egipcio quien, durante
o incluso fungió como corregente.
la época ptolemaica (siglo III a. C.), se encargó de otras dos de la lista de Manetón-Diodoro (la os-
redactar la historia de su nación y censar la muy cura Nitocris y la fascinante Nefertiti) se tienen
larga lista de sus reyes. por muy probables. Y aún hay tres más, hasta un
No obstante, el verdadero número de reinas-fa- total de ocho, que han surgido de las sombras del
raones no está nada claro. Los hallazgos arqueo- pasado, si bien envueltas en prudentes dudas
lógicos han arrojado luz sobre otras posibles por ser muy anteriores en el tiempo.
candidatas, por lo que no puede descartarse que
sigan apareciendo en el futuro pistas rescatadas Merytneith y las dos Jentkaus
del olvido; un olvido, en muchos casos, ni casual Así, no se ha podido demostrar todavía que llega-
ni inocente, pues la memoria de varias de estas ra a gobernar con poder absoluto la más antigua
monarcas fue perseguida y destruida con saña de todas, Merytneith, que vivió en torno al año
por sus –masculinos– sucesores. 3000 a. C., a principios de la Dinastía I (Periodo
Al día de hoy se da por históricamente docu- Arcaico). El egiptólogo británico William Flinders
mentado el reinado en solitario de tres de ellas: Petrie la catalogó en su día como un faraón mas-
Neferusobek, Hatshepsut y Tausert. Los de las culino de nombre Merneith, pero varios
“Primeras damas” muy influyentes
A
lgunas Grandes Esposas Reales Akenatón y, por tanto, suegra de Nefertiti,
–las mujeres principales del otra consorte legendaria, no sólo por su
FOTOS: PHOTSTOCK; PETRIE MUSEUM OF EGYPTIAN ARCHAEOLOGY, LONDON; ISTOCK
harén– sobrepasaron las fun- increíble físico sino por el mando del que
ciones de su título. Ése fue el disfrutó. Lo mismo que Nefertari (¿?-1255
caso de Tiyi, la “primera dama” de Amen- a. C.), Gran Esposa Real de Ramsés II,
hotep III, que gobernó Egipto de 1390 cuyo poder se refleja en los monumentos
a 1353 a. C. Pese a su origen plebeyo, en que posa junto a su marido, en Abu
diversos manuscritos –por ejemplo, una Simbel (derecha, Templo del Sol). Asimis-
carta de Tushratta, rey de Mitanni– mues- mo, hubo reinas secundarias que jugaron
tran una capacidad de decisión política un papel activo en la vida pública, como
pareja a la de su esposo. Estuvieron muy varias del final de la Dinastía XVII
unidos, desde su boda con apenas 10 –Tetisheri, Ahhotep– que se destacaron
años, y aparecen como iguales en las imá- en la guerra contra los hicsos al mismo
genes que los honran. Tiyi fue madre de nivel que sus compañeros masculinos.
MUY INTERESANTE
su tumba en Guiza y una pequeña pirámide dedi-

cada a ella en Abusir, y se estima que vivió a caba-
llo entre las Dinastías IV y V (2510-2470 a. C.). Pero
lo que sembró el desconcierto entre los egiptólo-
gos fueron las representaciones en que aparece
tocada con el uraeus (corona con la cobra) y con la
barba postiza faraónica, y en las que se le llama –
aunque hay quien dice que es una traducción
errónea o inexacta– “Rey del Alto y Bajo Egipto y
Madre del Rey del Alto y Bajo Egipto”. Por todo ello,
se le ha querido asimilar con la esquiva figura de
Dyedefptah, el supuesto último faraón de la Di-
nastía IV, pero sin ninguna certeza. Igual de in-
ciertos son los datos sobre Jentkaus II, ya
perteneciente a la Dinastía V: ¿fue un faraón de
pleno derecho o sólo madre de uno? Sea como
fuere, persisten varias representaciones de ella
también con el uraeus y la barba, lo que convierte
a ambas Jentkaus en las únicas mujeres en lucir
dichos atributos hasta la llegada de Hatshepsut,
acontecida mil años después.
De Nitocris a Tausert
La vaguedad también desdibuja, aunque menos,
a la pionera de las reinas-faraones según los his-
toriadores clásicos: Nitocris; que se menciona en
algunas listas reales y podría haber gobernado
en solitario por espacio de dos años, de 2183 a
2181 a. C., cerrando la Dinastía VI. Heródoto hace
de ella una heroína legendaria que, para vengar
la muerte de su marido, Merenra II, ahoga en el
Nilo a sus asesinos –entre ellos, su propio her-
mano– y luego se suicida lanzándose al fuego.
Manetón la alaba por su belleza y valentía, y le
atribuye falsamente la tercera pirámide de Guiza
(obra de Micerino). “Faraona” o no, sí parece pro-
Fin de una era agi- hallazgos –entre otros, la ausencia del nombre de bado que se trató de un personaje destacado en
tada. La reina Tausert
(arriba, pintura mural Horus (símbolo del rey formado por un halcón la crisis que puso fin al Imperio Antiguo.
en la tumba de Irinufer, sobre un serej o estructura decorada)– demostra- El Imperio Medio acabó con otra soberana, Ne-
Luxor) cerró la Dinastía
XIX. Gobernó de 1188 ron que había sido en realidad una mujer ente- ferusobek, que reinó al menos cuatro años, de
a 1186 a. C. luego de rrada con insólitos honores reales; porque lo que 1777 a 1773 a. C., siendo así la última gobernante
enviudar de Seti II y
morir su hijo Siptah. apunta a su posible reinado es su grandiosa tum- de la Dinastía XII. De nuevo, poco sabemos de
ba en Abidos. Se sabe que fue regente de su hijo ella: hija de Amenemhat III, se habría hecho con
Den durante la minoría de edad de éste, pero la el poder tras enfrentarse a su hermano Ame-
incógnita que persiste es si alcanzó a poseer los nemhat IV, con quien en principio lo compartía.
títulos propios de un faraón o se limitó a asesorar Su nombre de coronación consta en la lista real
al joven heredero únicamente. de Saqqara y en su época se erigió el complejo
Aún más enigmático es el caso de las dos si- funerario de Amenemhat III en Hawara. Pese a
guientes e hipotéticas reinas-faraones, que com- los convulsos tiempos que le tocaron, parece que
parten nombre y etapa histórica, el Imperio su sucesión fue pacífica.
Antiguo. De la primera, Jentkaus I, dan testimonio De la siguiente en la lista, la trascendental
Hatshepsut, hay que ocuparse en capítulo aparte
Dos reinas-faraones de las que poco porque así lo merece, lo mismo que Nefertiti,
sabemos son Nitocris, una heroína tanto en su faceta de consorte de Akenatón como
FOTO: GETTY IMAGES
en la más discutida de reina-faraón. Lo cual nos

legendaria según la pinta Heródoto, y lleva hasta la quinta y última, la reina Tausert,
Neferusobek, última de la Dinastía XII. también inmersa en un periodo caótico y
conflictivo: el final de la Dinastía XIX, la de Seti I
y Ramsés II. Al morir su marido, Seti II, Tausert se
hizo cargo de la regencia de su hijo Siptah y, tras
fallecer éste, subió al trono y gobernó durante
dos años, de 1188 a 1186 a.C. No la tuvo fácil: aco-
sada por el clero de Amón, el estamento militar y
los reyes nubios, y cuestionada por el pueblo, fue
derrocada por Sethnajt, fundador ramésida de la
Dinastía XX, quien mancilló su memoria con no-
ticias falsas y leyendas.
El empoderamiento de Hatshepsut
Pero si hubo una auténtica “faraona” en la histo-
ria de Egipto, fue sin duda la formidable Hatshep-
sut, cuyo reinado, que transcurrió entre 1479 y
1457 a.C. y fue por tanto el más largo de los regi-
dos por mujeres (22 años), es un paradigma de
empoderamiento femenino en el mundo anti-
guo. Hija predilecta del faraón Tutmosis I –según
algunas fuentes, él redactó un papiro señalándo-
la como heredera–, ambiciosa, inteligente y dota-
da para el mando, supo usar la potestad que le
daba su sangre real para esquivar las trampas
sucesorias. Casada con su hermano Tutmosis II,
al enviudar y en un gesto sin precedentes, apartó
de la línea dinástica al hijo de éste con una con-
cubina, Tutmosis III, arguyendo su corta edad y
su dudoso linaje, y se calzó ella misma el atuendo Comenzó así una de las etapas más prósperas y Con toda la barba.
Hatshepsut fue pro-
y la barba de faraón. Para ello contó con el apoyo pacíficas de la Dinastía XVIII y de todo el devenir fusamente represen-
de dos poderosos cortesanos: el alto funcionario del Antiguo Egipto; la carismática reina sólo llevó tada con los atributos
faraónicos, como la
Hapuseneb y el arquitecto real Senenmut (su- a cabo campañas defensivas de frontera y se dedi- barba postiza (arriba,
puestamente, amante suyo). Fue también funda- có a asuntos como la célebre expedición a Punt, el talla en Deir el-Bahari) y
la doble corona.
mental que se autoproclamara hija de Amón, mítico y exótico país de la mirra. Asimismo, puso
una jugada maestra para la cual tuvo que “com- gran empeño en restaurar templos y edificios
prar” a los sacerdotes del culto a dicho dios, lo destruidos durante las guerras con los hicsos y
que terminaría contribuyendo al excesivo poder añadió notables construcciones a Tebas, incluidos
posterior de este clero. obeliscos memorables. Senenmut erigió su
¿Nefertiti = Semenejkara?
E
s sabido que la compañera del “hereje monoteísta de
Amarna” –ícono moderno de belleza por el busto poli-
cromado que se expone en el Museo de Berlín– fue la
única Gran Esposa Real convertida en corregente ofi-
cial por su marido (con el nombre de Anjetjeperura Neferne-
feruatón). Sin embargo, tras 14 años de reinado se pierde por
completo su rastro. Una teoría era que el dolor por su muerte
hizo a Akenatón borrar su memoria, pero cada vez son más los
expertos que defienden la posibilidad de que en realidad no
muriese, sino que sobrevivió al faraón –fallecido hacia 1336
a. C.– y lo sustituyera con el nombre de Semenejkara.
Este nombre aparece como brevísimo corregente al final de la
vida de Akenatón y como rey en solitario durante unos meses
más, hasta la subida al trono del faraón niño Tutankamón. Se- raón para asegurar el trono frente a los enemigos de su difunto
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gún esta interesante teoría, el fantasmal Semenejkara no habría amado. Restos arqueológicos en los que aparece con atributos
sido un varón, sino la mismísima Nefertiti convertida en reina-fa- faraónicos (arriba, en Karnak) avalan la controvertida tesis.
MUY INTERESANTE
¿Padre e hija? La estatua representa

a Neferura en el regazo de Senenmut,
favorito de Hatshepsut y, según algunos,
su amante... y progenitor de la princesa.
Grandes obras. proyecto más conocido, el templo de Dyeser Dye- niña, sin embargo, frustró ese sueño y Hatshep-
La reina-faraón más
importante, Hatshep-
seru (en Deir el-Bahari), joya del Egipto monu- sut moriría en su palacio de Tebas antes de cum-
sut, embelleció Tebas mental. Por si faltaran pruebas de su relevancia, plir los 50 años. Su momia, descubierta en el
con maravillas como
estos obeliscos del
Hatshepsut fue, que se sepa, la única mujer faraón Valle de los Reyes junto a la de su amado padre,
Templo de Amón, en que se hizo representar como esfinge. reveló al ser analizada en 2007 que la soberana
Karnak, y otras notables
construcciones.
Su estrella empezó a apagarse con las muertes habría padecido diabetes, obesidad y alopecia en
de Senenmut y Hapuseneb, quizás urdidas por sus últimos años de vida.
Tutmosis III, su futuro sucesor, que la odiaba por
habérsele adelantado en el poder y que, en con- Cleopatra: un final por todo lo alto
secuencia, se dedicó a borrar luego cuanto pudo Y así, andando los siglos, llegaron las últimas rei-
de su legado. Pero antes, la reina-faraón tuvo nas a Egipto en tiempo de los ptolomeos, la di-
fuerzas aún para tratar de establecer una dinas- nastía que rigió el país entre 305 y 30 a. C. tras ser
tía femenina nombrando corregente a su hija instaurada por Ptolomeo I Sóter, general de Ale-
Neferura (según algunos, nacida de su relación jandro Magno. Las reinas ptolemaicas, que nun-
con el arquitecto real). El inesperado deceso de la ca renunciaron a su esencia helénica, lo fueron al
casarse con sus hermanos para legitimarlos en
Cleopatra era una mujer muy el trono. Las hubo destacables –Cleopatra II (185-
preparada: hablaba varias lenguas 116 a. C.), Berenice III (116-80 a. C.)...–, pero nin-
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guna como la última de todas ellas y postrer

además del griego y fue el primer rey monarca del país del Nilo antes de que fuera
ptolemaico que aprendió el egipcio. anexionado al Imperio romano: Cleopatra VII.
Tanto ha dado que hablar, como decíamos al
principio, que su historia está llena de mitos: so-
bre su belleza o fealdad, sobre la prominencia de
su nariz... Plutarco, en el siglo I, atribuyó su mag-
netismo más a la inteligencia, los exquisitos mo-
dales y la conversación que a la apariencia física.
Era una mujer muy preparada y hablaba varias
lenguas además del griego (fue el primer manda-
tario ptolemaico que aprendió el egipcio).
Fue coronada en 51 a.C., a los 17 años y junto a su
hermano Ptolomeo XIII, de apenas 12, con quien
se había casado según la tradición. Él se dejó lle-
var por las maquinaciones de Arsínoe, hermana
de ambos, y amparados por el eunuco Potino con-
siguieron apartar a la joven del trono y expulsarla
de Alejandría; pero Cleopatra era mucha Cleopa-
tra y, con el apoyo –y el amor, mitificado entre
Desenlaces dispares. Momia de Hats-
otros por Shakespeare y Bernard Shaw– de Julio hepsut (arriba izquierda). Se especula que ella
César, recuperó su puesto, no sin pasar por una murió en torno a los 50 años en su palacio
tebano, aquejada de obesidad y diabetes.
guerra civil en la que ardió la Biblioteca de Alejan- Cleopatra (arriba, en la batalla de Accio, tapiz),
dría por culpa de las tácticas del militar romano. vencida por Octavio y desesperada, se suicidó
antes de cumplir los 40.
Mientras pugnaba por afianzarse como reina ca-
sándose con otro de sus hermanos, Ptolomeo XIV,
nacía de su relación con César un hijo, Ptolomeo Su affaire con Antonio iba a tener fatales conse-
XV, más conocido como Cesarión, y ella se dedica- cuencias, para ella y para su país: enfrentados al
ba a embellecer la capital helenística egipcia con nuevo poder romano personificado en Octavio,
distintas obras públicas. César sería asesinado (44 y con el pueblo egipcio sumido en la hambruna y
a. C.) y Cleopatra reeditaría su historia de amor harto de sus derroches, Cleopatra y su amado
FOTO: GETTY IMAGES; GROSBY GROUP
con uno de los aspirantes a sucederlo, Marco An- fueron derrotados en la batalla de Accio (31 a. C.)
tonio, con quien tuvo tres hijos. Entretanto, si- y después se suicidaron (ella, según la leyenda,
guiendo cierta truculenta costumbre ptolemaica, haciéndose morder por un venenoso áspid). Un
había envenenado a su segundo esposo, Ptolomeo final por todo lo alto, cierto, pero con el muy la-
XIV, para no tener que compartir el poder más que mentable efecto colateral de la definitiva subor-
con su hijo Cesarión. dinación de Egipto a Roma.
MUY INTERESANTE
HISTORIA EL ESPLENDOR DE EGIPTO CURIOSIDADES
La sociedad de los antiguos faraones,

cerca de la igualdad
L
as mujeres egipcias go- Independencia asegurada de contrato legal; incluso negociaban
zaban de casi los mis- Eso sí, aunque las mujeres del Antiguo contratos prenupciales, en los que se
mos derechos que los Egipto disfrutaban de una amplia gama incluían todos los bienes y riquezas que
hombres. Tenían reco- de derechos y libertades, es cierto que la mujer aportaba al matrimonio, y eran
nocido el derecho a di- en el ámbito público y social eran vis- compensadas por ello en caso de divor-
vorciarse, así como el de tas como inferiores a los hombres. No cio. Esto suponía una notable diferencia
trabajar. En general, la obstante, contaban con una gran inde- con el estatus de las mujeres griegas, por
mayoría de las mujeres no solía traba- pendencia jurídica y financiera. Podían ejemplo, que eran propiedad de sus ma-
jar fuera de casa, pero las que lo hacían comprar y vender propiedades, ejercer ridos, sin derecho al divorcio ni a otras
tenían garantizada la igualdad salarial. como jurados y firmar cualquier tipo muchas libertades.
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Pintura mural de la tumba de Menna (escriba del faraón

Tutmosis IV) en la que se representa a un agrimensor que mide
un maizal en presencia del propietario y de su esposa.
POR MARÍA FERNÁNDEZ REI
Uno de los Siempre a la

primeros
tratados izquierda
de paz
M
uchas de las estatuas egipcias que han sobrevivido y llegado hasta
nuestros días tienen un curioso rasgo común: el pie izquierdo
de la adelantado. El motivo es que el lado izquierdo representaba en el
Antiguo Egipto el corazón y la vida. Por eso era importante desta-
historia carlo, como hacían en las esculturas de los pilonos principales de sus templos
y asimismo en muchas otras representaciones iconográficas y simbólicas.
Fragmentos de escritura
cuneiforme que recogen el tratado
de paz, datado en 1259 a.C.
L
os egipcios forjaron
uno de los acuerdos de
paz más antiguos del
mundo. Durante más
de dos siglos, Egipto
luchó contra el Impe-
rio hitita por el control de las tierras
de la actual Siria. El conflicto dio lu-
gar a enfrentamientos sangrientos
como la batalla de Qadesh, en 1274
a. C. Pero tanto egipcios como hi-
titas debían hacer frente también
a las amenazas de otros pueblos y,
por ello, en 1259 a. C. Ramsés II y el
rey hitita Hattusili III negociaron un
famoso tratado que puso fin al con-
flicto y decretó que ambos reinos se
ayudarían mutuamente en caso de
invasión por parte de un tercero. El
tratado egipcio-hitita es considera-
do uno de los primeros de los cuales
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se tiene noticia, y se puede observar

una copia en la entrada del Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas
en Nueva York.
MUY INTERESANTE
LA PREGUNTA
¿Cuántos países
atraviesa el río Nilo?
E
l mayor río de África fluye hacia el norte a tra-
vés de 10 países: Burundi, Ruanda, Tanzania,
Uganda, Kenia, República Democrática del
Congo, Sudán del Sur, Sudán, Egipto y Etiopía.
Desemboca en el extremo sureste del mar
Mediterráneo, donde se forma el gran delta
del Nilo, sobre el que se fundaron las ciudades egipcias de
El Cairo y Alejandría.
La disputa sobre este río de mitos, leyendas, faraones y
vida cultural, social y vial para varios países africanos es
tan vieja como el propio río.
Con una longitud total de 6,853 kilómetros, es el segundo
río más largo del mundo, tras el Amazonas.
Busto de alabastro pintado que

forma parte del tesoro de Tutankamón.
Presumidos
por muchos motivos
E
ra habitual que hombres y mujeres egipcios se
maquillaran, ya que hacerlo les proporcionaba
la inestimable protección de dos de sus deidades
predilectas: Horus y Ra.
Además, en el Antiguo Egipto creían que el maquillaje
que se aplicaban sobre la cara tenía poderes curativos, y
no iban del todo desencaminados: se ha demostrado que
los cosméticos a base de plomo usados a lo largo del valle
del Nilo ayudaban a evitar infecciones en los ojos.
El cosmético más común lo fabricaban moliendo mine-
rales como la malaquita y la galena; con esta mezcla obte-
nían la sustancia llamada kohl, que se aplicaban alrededor
de los ojos con instrumentos hechos de madera, hueso y
marfil. Las mujeres también se colocaban pintura roja en
las mejillas y se teñían las manos y uñas con hermosos
dibujos hechos de henna.
Asimismo, tenían la costumbre, tanto los hombres como
FOTOS: GETTY IMAGES
Con 161 km de largo, el del

Nilo es uno de los deltas de río más
las mujeres, de utilizar diversos y ricos perfumes que ela-
grandes a nivel mundial, con al boraban a base de aceite, mirra y canela.
menos 40 millones de habitantes.
Ellos fueron los primeros
animalistas
L
os egipcios eran Entre canes y felinos eran utilizados para trabajar, como los
grandes amantes de En contra de lo que se cree, eran los pe- perros y los monos, a los que se adies-
los animales: fue una rros y no los gatos las mascotas más ha- traba para patrullar junto a los hombres
de las primeras cul- bituales en Egipto. Se consideraba que que velaban por la seguridad.
turas en tener mas- los felinos eran demasiado especiales La muerte de una mascota causaba
cotas. Gatos, perros como para ser mascotas de la gente una gran desolación entre los habitan-
y monos eran sus normal; además se asociaban a la diosa tes de la casa. Según el historiador grie-
animales de compa- Bastet. Pero también sentían una espe- go Heródoto de Halicarnaso, que visitó
ñía y domésticos favoritos, y formaban cial predilección por los halcones, los Egipto a mediados del siglo V a. C., los
parte de la familia. Los egipcios veían ibis y los leones. Muchos de estos ani- egipcios se depilaban las cejas en signo
a los animales como encarnaciones males ocupaban un lugar especial en la de aflicción cuando moría su gato y se
de los mismísimos dioses y por eso su casa egipcia y a menudo eran momifi- afeitaban todo el cuerpo, incluida la ca-
civilización los reverenciaba. cados y enterrados con sus amos. Otros beza, si el que moría era un perro.
FOTO: TOMB OF IPOUY AT DER-EL-MEDINEH
Perro pintado en la tumba de

Ipuy en Deir el-Medina (1275 a. C.).
MUY INTERESANTE
En esta pintura
Las bajas
de la tumba de
Nefertari, la Gran
Esposa Real de
laborales
Ramsés II, se
representa a la reina
jugando al Senet.
más típicas en el
Antiguo Egipto
L
os escribas llevaban un registro diario de los obre-
ros que faltaban a su trabajo y de las excusas, en
algunos de los casos, de su ausencia. Un papiro
datado en el año 40 del reinado del gran Ramsés
Tableros de juego para el ocio II recoge las razones de distintos trabajadores.
A
los egipcios les en- jugador tenía un conjunto Apuntamos aquí algunas: “Neferabu faltó porque tenía que
cantaban los juegos de piezas que se movían se- embalsamar a su hermano”; “Hehnektu tenía que cuidarse
de mesa. Después gún las tiradas de los dados o del cadáver de su madre”; “Uadymose se estaba construyendo
de un largo día de trabajo, de palos de lanzamiento. Los la casa”; “Pendua se fue a beber con su amigo Jonsu para ce-
muchos de ellos se relaja- historiadores aún debaten lebrar la crecida del Nilo”; “Varios obreros estaban ocupados
ban jugando. Tenían para las reglas exactas del Senet, en la fabricación de cerveza o en fiestas familiares”. Otros
ello varios juegos diferentes, pero de lo que no cabe duda faltaban al trabajo debido a diferentes enfermedades; eran
como el Mehen o Perros y es de la popularidad y larga muy habituales las bajas por picaduras de escorpiones.
Chacales, pero tal vez el más vigencia del juego. Tanto es Hay un caso curioso que sobresale entre cuantos aparecen
popular de todos fuera el Se- así, que en la tumba de Tu- en el papiro. Se trata de la baja de un artesano del que se
net, un precedente del Back- tankamón se encontraron apiadan los encargados al conocer sus motivos. El trabajador
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gammon que se remonta al hasta cuatro tableros de reconoce que no ha podido acudir al trabajo porque su mujer
año 3500 a. C. Se jugaba en este pasatiempo, para que le ha propinado una paliza durante una discusión familiar y
un tablero en el que había el faraón nunca se aburriera tiene el cuerpo magullado.
pintadas 30 casillas. Cada estando en la eternidad.
En la foto, el
busto del faraón
Tutmosis III
(1490-1436
a. C.), realizada
en basalto negro.
Cuestión de barbas
A
l contemplar las estatuas de los faraones ve-
mos que unas tienen la barba recta y otras cur-
vada. Si está recta, significa que se realizó la
escultura en vida del faraón al que se represen-
ta, pero si la barba es curvada, quiere decir que el faraón
ya ha sido divinizado (es decir, había muerto). Detalle de los frescos en la tumba de Rekhmire
(Luxor) que representa a obreros trabajando.
S
abías que muchos de
Inventores
los utensilios domés-
ticos que usamos fue-
ron inventados por los
egipcios? Entre ellos,
muy creativos objetos tan cotidianos como la

cerradura. Las primeras datan del
año 4000 a. C. y estaban formadas
por un sistema de ejes y pernos en
las puertas que permitía abrirlas
y cerrarlas con la ayuda de una
llave. En cosmética, fueron los
primeros en elaborar maquilla-
je, además de artículos como el
desodorante y el dentífrico (que
hacían con una mezcla de menta,
canela y miel). El peine, las tijeras,
la peluca y el cepillo de dientes
también fueron inventados en la
Mezclador de alimentos y peine de nación de los faraones.
madera hallados en el oasis de El Fayum.
LA PREGUNTA
¿Existía
el teatro
en el país de los
faraones?
P
arece ser que sí. Aunque la idea general es que el
origen del teatro se sitúa en Grecia, en el Antiguo
Egipto se celebraba algo similar a las típicas escenas
dramáticas creadas en el territorio heleno.
Algunos de los testimonios más antiguos sobre la existen-
cia del teatro –o si se prefiere, de un tipo de dramatización–
en Egipto están bien evidenciados. Por ejemplo, una de las
estelas de la ciudad de Edfu revela el texto de un cómico pro-
fesional egipcio, quien dice haber acompañado a su amo en
giras y haber realizado diálogos e interpretado papeles. Hace
alusión, en concreto, a la representación del mito de Osiris.
Se sabe que, en las festividades celebradas en honor de
Osiris, los adornos, la coreografía y el canto tenían un lugar En este relieve de la Capilla Roja
importante. De hecho, los trajes, el decorado y los accesorios de Hatshepsut se escenifica una
celebración con arpa y acróbatas.
eran preparados con minucioso cuidado por artesanos. Al
evento se le añadían cantos especiales y danzas, además de Aunque existen discrepancias sobre el alcance real de este
sacrificios. Se ponía especial cuidado en iluminar bien las primitivo teatro egipcio, lo cierto es que no parece descabe-
ciudades por la noche, al igual que el templo del dios donde llado que, para avivar el interés del pueblo, los organizadores
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se llevaban a cabo las dramatizaciones de los mitos osíri- de aquellas fiestas hiciesen interpretaciones dramatizadas
cos, organizadas por sacerdotes y nobles (en Grecia, para la de los acontecimientos más destacados de la vida de los
preparación de las dionisíacas, se confiaba también en los dioses, como un acto con música, baile y un triunfante
ciudadanos más notables para esta labor). desenlace: la deificación del faraón.
Testigo milenario. En la
imagen, la Gran Esfinge de Guiza,
majestuosa entre las pirámides.
Se estima que esta colosal
estatua fue esculpida hacia el
siglo XXVI a.C., en la Dinastía IV.
La
Edad de
oro del país
del Nilo
La etapa de máximo esplendor de Egipto duró más
de tres milenios y en ella se sucedieron varios
imperios y 33 dinastías reales. De ello damos
cuenta, junto con una cronología de sus grandes
hitos históricos, en las páginas que siguen.
Por Fernando Cohnen
I / Desde los orígenes

al Imperio medio
pág. 44
II / Del Imperio
nuevo al final
de los ptolomeos
pág. 54
FOTO: GETTY IMAGES
MUY INTERESANTE
Desde
los orígenes al
Imperio
Medio En 3500 a.C., la desertización del interior del
Alto Egipto llevó a los reyes a instalarse junto al
Nilo. Cinco siglos después se unificó el país, que
se convirtió así en el primer Estado nación del
mundo y en un imperio cada vez más poderoso.
Creciente fértil. Dentro de esta

región está el valle del Nilo (en la foto,
FOTO: ISTOCK
isla en su cauce), río a cuyas orillas

nació y se desarrolló la fascinante,
compleja y rica civilización egipcia.
MUY INTERESANTE
E
l Nilo y su inundación anual cum- del norte y del sur codiciaban las riquezas que
plieron un papel clave en el desa- atesoraba el valle del Nilo, lo que obligó a los fa-
rrollo estatal y religioso del raones a reforzar sus ejércitos para defender la
Egipto faraónico. Según las integridad territorial de la nación. La frontera no-
creencias de los egipcios, sus roriental a lo largo de las márgenes del delta del
aguas retrocedieron para revelar Nilo siempre fue un coladero a través del cual se
la presencia de un montículo de infiltraban inmigrantes de las empobrecidas tie-
tierra primigenio en donde se sentaba el dios rras situadas más allá de Palestina.
Atum, el creador del universo. Los templos solían En tiempos de la Dinastía IV, los egipcios tuvie-
contener una réplica de aquel montículo, que re- ron que defenderse de las incursiones realizadas
creaba la formación del mundo. periódicamente por los pueblos sureños de Uauat
Si el Nilo fue uno de los primeros mitos de la (la Baja Nubia), lo que suponía un gran desafío a la
creación para los egipcios, el faraón era el repre- seguridad de Egipto. En realidad, el problema nu-
sentante de dios en la tierra y a su vez delegaba bio siempre representó un desafío directo a la he-
sus funciones en los sacerdotes, que pasaron a ser gemonía de los faraones.
una casta poderosa y privilegiada. Ellos marcaban Sus vecinos admiraban la forma de vida de los
Grandeza sin igual. los rituales que debían seguir los egipcios para egipcios y sus suntuosas construcciones, como
En la imagen, la Gran
Pirámide de Guiza o de
adorar a las deidades y también quienes permi- la pirámide escalonada del faraón Zoser, la más
Keops, con la impre- tían que el alma del faraón llegara al más allá. impresionante de la necrópolis de Saqqara, cuya
sionante esfinge en
primer término. Pese a
Las relaciones comerciales con otros pueblos de construcción corrió a cargo del arquitecto Imho-
su enorme tamaño, la Oriente Medio enriquecieron al país, pero no des- tep. Esta enorme tumba funeraria inspiró la pos-
FOTO: ISTOCK
pirámide se alineó con
total precisión hacia el
pejaron el peligro que suponían las incursiones terior construcción de las grandiosas pirámides
norte geográfico. extranjeras desde Palestina y Nubia. Sus vecinos que salpican los alrededores del actual El Cairo.
La unificación del país
E
n torno a 2950 a.C., el rey Narmer asumió el gobierno
de un Egipto unificado. Aquel hecho decisivo, que
suponía la creación del primer Estado nación del
mundo, fue celebrado con un dibujo que aparece en
una paleta ceremonial, recuperada por los arqueólogos 4,850
años después en los restos de un templo de la ciudad de
Nejen (Hieracómpolis, en griego), que fue la capital del Alto
Egipto durante el periodo predinástico y el centro del culto a
Horus, dios tutelar de los faraones y símbolo del valle del Nilo.
En una cara de la paleta se puede apreciar al monarca con
una maza dispuesto a golpear a su enemigo. En la otra, Nar-
mer inspecciona varias filas de cuerpos decapitados. Defender
Egipto suponía la destrucción de los adversarios del rey, que
gobernó con mano de hierro para inculcar el sentimiento
nacional a un pueblo disperso en un vasto territorio, cuyas
fronteras iban desde las tierras cercanas a Nubia hasta las del
FOTO: EGYPT CAIRO EGYPTIAN MUSEUM
delta del Nilo, en el mar Mediterráneo. Arriba, las dos caras de la paleta de Narmer,
placa de pizarra tallada con bajorrelieves.
Tras la muerte del faraón Pepi II en 2150 a.C., Egipto se sumió en

una grave crisis dinástica que desembocó en una guerra civil.
El faraón Jufu (Keops, en griego) fue quien patro-

cinó el monumento más grande y elegante de to-
dos: la Gran Pirámide de Guiza, que abarca una
superficie de más de cinco hectáreas. Pese a su
enorme tamaño, se alineó y orientó con absoluta
precisión hacia el norte geográfico. La obsesión
de los faraones de ser inhumados en mastabas,
primero, y pirámides, después, provocó que se
creara una potente economía alrededor de los
enterramientos faraónicos.
Del apogeo a la primera crisis

Legiones de embalsamadores, artistas y artesanos
trabajaron a destajo para dotar a los reyes falleci-
dos de un rico ajuar funerario en el que sobresalían
elegantes sarcófagos decorados con pinturas, todo
tipo de joyas, el lino con el cual embalsamaban los
cadáveres y otros suntuosos objetos. Toda una ten-
tación para los ladrones de tumbas.
La magnificencia de las tres pirámides de Guiza
–Jufu (Keops), Jafra (Kefrén) y Menkaura (Miceri-
no)– marcó el apogeo del Egipto faraónico, un im-
perio regido por una monarquía absolutista. Los
faraones se mostraban ante sus súbditos como
reyes poderosos al mismo tiempo que como dio-
ses infalibles, perfectos y temibles. En pleno auge
económico el Estado creó nuevas ciudades, como
Lunet (la actual Dendera) o Tebas, misma que des-
plazó a la antigua Nubt.
Tras la muerte del faraón Pepi II en 2150 a.C.,
Egipto se sumió en una grave crisis dinástica. Los
grandes proyectos de construcción se abandona-
ron, así como las expediciones al exterior en bus-
MUY INTERESANTE
Enterramientos reales frentamientos, los tebanos dirigidos por Mentu-
H
acia el año 2890 a.C. falleció Qaa, el último rey de la Dinastía hotep II atacaron Heracleópolis y la destruyeron,
I. Su cuerpo momificado fue colocado en la cámara mortuo- imponiendo a uno de sus jefes militares como
ria acompañado de provisiones que debían sustentar a su gobernador de la ciudad.
espíritu en el tránsito a la otra vida. Junto a sus restos fueron
colocados los de sus infortunados sirvientes, que fueron sacrificados para Tebas, nueva capital de Egipto
tal fin. La tumba de Qaa y sus sirvientes fue sellada en el cementerio real Los vencedores trataron con especial dureza a
de Abidos. El primer monarca de la Dinastía II, Hetepsejemuy, decidió los rebeldes, arrasando sus últimos reductos e
abandonar aquel cementerio y fundó uno nuevo en Saqqara, a cientos incendiando sus campos. Una vez lograda la vic-
de kilómetros al norte, en un lugar desde lo que se dominaba Menfis, la toria, Mentuhotep lanzó a sus hombres a la Baja
capital de Egipto. A partir de entonces, las tumbas se orientaron hacia el Nubia para frenar las incursiones de estos an-
norte geográfico y se excavaron en la roca en vez de construirse de adobe. cestrales enemigos de Egipto. Con las fronteras
También tuvieron todas las comodidades para los difuntos: dormitorio, un exteriores aseguradas, el monarca se centró en el
cuarto de baño y los consabidos alimentos para el viaje al más allá. Los gobierno de Tebas, una ciudad situada en la orilla
sucesores de Hetepsejemuy fueron enterrados sin acompañantes, lo que oriental del Nilo y dotada de unas excelentes
debió ser un alivio para los sirvientes de la corte. vías de comunicación.
Tebas ya tenía entonces una próspera comuni-
dad de familias acomodadas y una naciente cla-
se media de comerciantes y funcionarios. La
victoria tebana convirtió a la ciudad en la nueva
capital nacional. Haciendo gala de una gran me-
galomanía, Mentuhotep II se autoproclamó
como el elegido de los dioses, ordenó construir
FOTOS: ISTOCK
varios templos en su honor y adoptó un nuevo
título: Sema-tauy, “el que unifica las Dos Tierras”.
Ilustración en color que recrea

el aspecto original de la necró-
polis de Saqqara, con la pirámide
de Zoser en un lugar central.
ca de recursos. Aquella época de turbulencias

sociales y políticas desembocó en una guerra civil
que marcó la vida a cuatro generaciones de egip-
cios (2080-1970 a.C.). La contienda fratricida que-
dó reflejada en los monumentos de la época,
adornados con abundantes escenas de soldados.
Años de guerra cruenta

“Nunca antes la sociedad egipcia había estado tan
militarizada”, escribe el egiptólogo británico Toby
Wilkinson en su libro Auge y caída del Antiguo Egip-
to. Los tebanos se consideraban a sí mismos como
los legítimos sucesores del Imperio Antiguo y
veían a los gobernantes de Heracleópolis como re-
beldes contra un Estado centralizado.
Las diversas provincias egipcias se unieron a
uno u otro bando, cambiando de bandera cuando
las cosas pintaban mal. Tras años de cruentos en-
El Imperio Medio fue la edad de oro de la

literatura egipcia antigua, con clásicos
como Historia de Sinuhé, El marinero
náufrago o Profecía de Neferti.
Las provincias abandonaron las tentaciones in-
dependentistas y el país volvió a ser un territorio
unido, gobernado por un poderoso faraón-dios.
Nace el Imperio Medio

El final de la contienda civil abrió las puertas al
Imperio Medio, un periodo cargado de aconteci-
mientos sociales y políticos que tendrían un efec-
to profundo en el curso de la historia del Antiguo
Egipto. Fue asimismo la edad de oro de la literatu-
ra, con clásicos como Historia de Sinuhé, El marinero
náufrago, Profecía de Neferti y otros textos, que han
aportado un caudal de datos sobre la vida cotidia-
na en el país del Nilo. A través de ellos podemos
ver su mundo tal y como ellos lo contemplaron.
Las obras escritas, que estaban al servicio de la
casa real, abordaban temas complejos y también cuando su vida llega al final, anhela regresar a su Sinuhé el egipcio.
La célebre novela de
eran un instrumento de propaganda que cantaba patria y reconciliarse con su rey. El éxito que tuvo
Mika Waltari, llevada
las grandezas del monarca y el amparo de los dio- Historia de Sinuhé en Egipto se debe a la elegancia al cine, se inspira en
un texto original de la
ses al país del Nilo. Los escribas del faraón de su escritura y a la excelente descripción de las
Dinastía XII que está
Senusert I lograron una gran obra con la Historia emociones de su protagonista. La obra también recogido en escritura
hierática en el ostra-
de Sinuhé, que cuenta la atribulada odisea de un fue un brillante ejercicio propagandístico al mos-
FOTO: GETTY IMAGES
con, cuyos fragmentos

cortesano que huye de Egipto al enterarse del ase- trar el arrepentimiento y la lealtad de Sinuhé ha- vemos arriba.
sinato de Amenemhat I y encuentra refugio en cia el faraón, “el que vigila y ve lo que hay en los
Palestina, donde adquiere fama y riqueza. Pero corazones de los mortales”.
La próspera y vital
Tebas. Situada en la
orilla oriental del Nilo y
nudo de comunicacio-
nes, sustituyó a Menfis
como capital de Egipto
durante el Imperio
Medio. A la izquierda,
el complejo del templo
de Luxor.
MUY INTERESANTE
El poder del templo de Karnak
T
ebas era una ciudad gigantesca, pues ocupaba las
dos orillas del Nilo y contaba con cuatro grandes
santuarios: Karnak, Luxor, Deir el-Bahari y Medinet
Habu. Se hallaban unidos entre sí mediante
amplias avenidas flanqueadas por esfinges con cabeza
de carnero. El más importante de todos ellos fue Karnak,
cuyo clero se encargaba no sólo del culto a Amón, sino
también de administrar las riquezas del templo. Ramsés
III añadió unas 240,000 hectáreas de terreno al patrimo-
nio del templo y sumó a más de 80,000 empleados a los
que ya prestaban allí sus servicios. La reforma de Ake-
natón, que hizo temblar los cimientos de este santuario
religioso, pretendía librarse del clero de Amón y de su
gran sacerdote, quien tenía a la realeza bajo su absoluto
control. Su reforma religiosa, más que una ofensiva contra
el dios Amón, fue un intento de resolver las tensiones con
la clase sacerdotal. Tras ser abolida la “herejía” del dios
solar Atón, los sacerdotes de Karnak borraron el nombre Yacimiento del
templo de Karnak, el
de Akenatón de todas las estelas, como si nunca hubiera complejo religioso más
existido su reinado. vasto e importante del
Antiguo Egipto.
En el mapa, capitales
de los sucesivos perio-
dos, monumentos y
templos más destacados.
FOTO: ISTOCK
CRONOLOGÍA DE
UNA CIVILIZACIÓN / I
3800 a.C.
En Mesopotamia se consolida la ciudad sumeria
de Uruk. Sus habitantes inventarán la burocracia, la
contabilidad y el comercio exterior.
3500 a.C.
La desertización de las tierras interiores del Alto
Egipto obliga a sus reyes a trasladarse a las orillas del
río Nilo para cultivar campos y establecer ahí las
primeras ciudades.
2950 a.C.
El rey Narmer unifica Egipto, un hecho decisivo que
supone la creación del primer Estado nación del que
se tiene noticia en el mundo.
2500 a.C.
Los egipcios inician la construcción de las
grandes pirámides de Guiza: la de Keops, la de
Kefren y la de Micerino.
2080 a.C.
En aquellos años se producen grandes
turbulencias sociales y políticas que desembocaron
en una cruenta guerra civil que dividió a Egipto.
Durante el Imperio Medio,
el poder de Egipto llegó 2000 a.C.
El faraón Mentuhotep II vuelve a unificar a las Dos
a nuevas áreas: el Egeo, Tierras y funda el Imperio Medio.
Chipre, Anatolia, el mar
Rojo y Nubia.
Durante el Imperio Medio, el poder de Egipto se
hizo sentir en nuevas áreas geográficas llegando
hasta el Egeo, Chipre, Anatolia, la costa del mar
Rojo y Nubia. Aquella influencia política y territo-
rial fue posible gracias a los reyes de la Dinastía
XII (1991-1783 a.C.), cuya brutalidad fue superlati-
va, tanto con sus enemigos como con su pueblo.
Durante 190 años, los destinos de las Dos Tierras
estuvieron regidos por ocho monarcas de una
misma familia.
El despotismo de Amenemhat I
Bajo su mandato, la ciudad de Tebas cobró una vi-
tal importancia y gran parte de Nubia fue con- Corona faraónica
que representa la unión
quistada y anexionada. Para preservar su poder de las Dos Tierras (relieve
absoluto, los faraones desplegaron una gran ma- del templo de Horus).
quinaria propagandística y aplicaron tácticas de
1800 a.C.
FOTOS: GETTY IMAGES. GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO PEÑAS
terror con el objeto de reprimir cualquier atisbo

Los hicsos, procedentes de Líbano y Siria,
de resistencia que pudiera amenazar su reinado. conquistan Menfis. Introducirán el caballo y el carro
El fundador de la dinastía, el faraón Amenemhat de guerra y fundarán las Dinastías XV y XVI.
I, era consciente de sus orígenes plebeyos y deci-
dió apuntalar su reinado con un movimiento has- 1792 a.C.
ta entonces inaudito en el país: resolvió coronar a El rey Hammurabi da inicio al Imperio babilónico
su hijo y heredero cuando él todavía regentaba el en Mesopotamia. Al final de su reinado, ordena
poder. De esa forma, el príncipe Senusert se con-
redactar el famoso código legal que lleva su nombre.
virtió en corregente hacia el año 1918 a.C. Padre e
MUY INTERESANTE
hijo gobernaron juntos durante una década más, artística que sin embargo concluyó con un nuevo
hasta que Amenemhat fue asesinado en un com- repunte de desórdenes políticos y sociales.
plot urdido por enemigos de su régimen. El hijo La etapa más turbulenta para el país comenzó
asumió el poder completo y continuó con el tirá- durante el Segundo Periodo Intermedio (1800-
nico gobierno de su padre. 1550 a.C.), cuando tomaron el poder los hicsos, un
pueblo de lengua semítica procedente de la costa
La etapa de los hicsos libanesa que asentó su capital en Avaris (en el del-
Al final de su largo reinado, que duró casi medio ta del Nilo, actual Tell el-Daba) y conquistó Men-
siglo, los territorios de Egipto y de la Baja Nubia fis, obligando a la corte a retirarse hacia el sur
estaban férreamente controlados por el gobierno para establecerse por completo en Tebas.
central. Desde el otro lado de la frontera sur llega- La llegada al trono del rey Jyan marcó el apogeo
ban grandes cantidades de oro y piedras preciosas del poder hicso, cuyos militares introdujeron el
que permitieron a los joyeros diseñar joyas y obje- caballo y el carro de guerra. Sus gobernantes fun-
tos lujosos que embellecieron la corte del faraón. daron las Dinastías XV y XVI, pero no ocuparon
Los estrechos vínculos entre los egipcios y sus ve- todo el territorio egipcio. Tebas y otras ciudades
Aportación de los cinos asiáticos se mantuvieron en la península del sur nunca llegaron a estar totalmente bajo su
hicsos. Procedente del Sinaí, donde los palestinos ofrecían apoyo a control. Pese a todo, el influjo del poder hicso gra-
de Líbano, este pueblo
semítico conquistó
las expediciones mineras egipcias. vitó durante muchos años sobre el valle del Nilo.
Egipto; a cambio Esta situación favoreció la inmigración pacífica El coronamiento de Sobekemsaf supuso un res-
introdujo en el país del
Nilo el caballo y el carro
de asiáticos a Egipto, un proceso que a la larga piro para los tebanos, que comenzaron a preparar
de combate (abajo, provocó nuevas tensiones en el país. La Dinastía un poderoso ejército para enfrentarse a los odia-
Ramsés II lucha subido
en un carro en la batalla
XII reinó con brutalidad, pero también facilitó un dos invasores. Pero cuando Tebas inició la ofensi-
de Qadesh; relieve). innegable periodo de prosperidad económica y va contra los hicsos, un ejército nubio al mando
del soberano de Kush cruzó la frontera y arrasó 1600 a.C.
numerosos pueblos del Alto Egipto. Amenazado Se produce el apogeo del mundo minoico en Creta
por potencias extranjeras en el norte y en el sur, y la aparición de la cultura micénica antigua en el
Mediterráneo occidental.
Egipto se enfrentaba a perder su independencia.
El comienzo de la liberación vino de la mano del Palacio minoico de
faraón Kamose, que condujo a sus tropas hacia el Cnosos (Creta).
sur para acabar con los nubios. Una vez que resta-
bleció la administración egipcia en la región, Ka-
mose inició la batalla contra los hicsos, pero
murió en 1539 a.C. sin haber visto la victoria. Diez
años después, el rey Ahmose tomó el mando y di-
rigió a su ejército hacia el delta del Nilo para con-
quistar Menfis y arrasar la ciudad enemiga de
Hutuaret. Su capacidad militar y determinación
devolvieron la grandeza a Egipto.
Hacia un nuevo esplendor

Tras expulsar a los hicsos y frenar la invasión nu-
bia, Ahmose y sus descendientes potenciaron el
poder de la monarquía, consolidando definitiva-
mente a la ciudad de Tebas como el centro neurál-
gico de la Corte en el Alto Egipto y como capital 1539 a.C.
religiosa del Imperio Nuevo. Los faraones reanu- El faraón tebano Amosis libera a Egipto de los
daron la extracción de alabastro, arenisca y tur- hicsos y frena una invasión de los ejércitos nubios.
quesa y la exportación de metales preciosos,
1490 a.C.
renovando así la actividad creadora de artesanos,
Hatshepsut, reina-faraón, gobierna las Dos Tierras
joyeros y arquitectos. más de 20 años. La sucederá en el trono su hijastro,
En el transcurso de un solo reinado, Egipto ex- Tutmosis III.
pulsó a los hicsos y nubios de sus tierras, se con-
solidó como potencia en Oriente Próximo y
recuperó las vitales minas de oro de Nubia, lo que
cimentó las bases del poderoso Imperio Nuevo. La
liberación del yugo hicso fue recordada por las ge-
neraciones posteriores como un momento clave
de restauración nacional y renacimiento cultural.
A los reyes que encabezaron la reconquista del
país se les consideró como liberadores y unifica-
dores equiparables a Mentuhotep.
En aquellos momentos de crecimiento y euforia,
la Corte egipcia cometió un error que pagarían
sus sucesores. Las familias reales de finales de la
Dinastía XVII comenzaron a practicar el incesto
Akenatón rindiendo
para reforzar el linaje real y defender el trono de culto al disco solar (re-
posibles intrusos, lo que a la larga causó enferme- lieve policromado).
dades degenerativas y casos de esterilidad en sus

1353 a.C.
descendientes. Esa reducción de riqueza genética
Amenofis IV revoluciona Egipto al imponer un
afectó al faraón Amenhotep I (Amenofis), quien nuevo culto a Atón, el disco solar. Con el nombre de
no logró engendrar hijos, razón por la cual adoptó Akenatón, el faraón “hereje” restará poder e influencia
a los sacerdotes de Amón-Ra.
como heredero a Tutmosis, cuyos orígenes per-
manecen oscuros incluso hoy. 1278 a.C.
Se supone que fue hijo de la princesa Senseneb, Ramsés II conquista Libia, llega a un acuerdo de
pero se desconoce el nombre de su padre. Al no paz con los hititas y refuerza el papel de Egipto como
ser hijo del anterior faraón, requisito imprescin- gran potencia imperial. En su largo reinado, ordenará
construir grandes templos.
dible para reinar, tuvo que casarse con la princesa
FOTOS: GETTY IMAGES
Ahmose, probablemente hija o hermana de 1250 a.C.

Amenhotep I, lo que legitimó su posición. Con Moisés y los hebreos abandonan Egipto y se
dirigen a Palestina, la Tierra Prometida.
Tutmosis I comenzó el Imperio Nuevo.
MUY INTERESANTE
Del Imperio Nuevo

al final de los
ptolome Con la Dinastía XVIII se inauguró el momento de máximo

auge y expansión territorial de Egipto. Mil quinientos años
después, la Dinastía ptolemaica puso un deslucido punto
final a la civilización del Nilo, aunque dejó para la Historia
la figura de la gran Cleopatra.
Una reina para un imperio nuevo. En la

imagen, el halcón que representa a Horus ante
la fachada del impresionante templo funerario
de Hatshepsut, la mujer más poderosa y
destacada en la historia del Antiguo Egipto.
eos
FOTO: GETTY IMAGES
MUY INTERESANTE
U
na vez que se instaló en el Tutankamón habría sido
trono, Tutmosis I (que reinó ignorado por la historia de
de 1504 a.C. a 1492 a.C.) en-
sanchó las fronteras de Egip-
no ser por el descubrimiento
to para reforzar el poder de su tumba por Carter y
imperial, una meta que cum- Lord Carnarvon.
plió con creces. Bajo su rei-
nado y el de su dinastía, el país pasó a ser el yos los cinco títulos completos de los monarcas del
imperio más poderoso del mundo antiguo. En un valle del Nilo. Aquella poderosa mujer fue repre-
año, el nuevo faraón sometió a los pueblos del sentada en esculturas y estelas con ropas masculi-
sur y dividió Nubia en cinco distritos, cada uno nas y exhibiendo en su mentón una barba postiza.
de ellos gobernado por un funcionario local que
juraba lealtad y sumisión al faraón. De Akenatón y Tutankamón
Pero el país se iba a enfrentar a otra potencia que a los ramésidas
se estaba haciendo fuerte en la lejana Mesopota- A su muerte, su hijastro Tutmosis III la sucedió.
mia. Alertado por sus espías, Tutmosis I decidió Una de sus primeras medidas fue organizar un
atacarla antes de que aumentara su poder. Se tra- ejército para derrotar a una coalición de prínci-
taba del reino de Mitanni, cuyos ejércitos estaban pes de Siria y Palestina, encabezada por la ciu-
dotados de modernos carros militares tirados por dad de Qadesh, en la batalla de Meggido, lo que
caballos, una herramienta bélica que les había proporcionó a los egipcios un fabuloso botín que
permitido someter al poderoso reino hitita. Cua- incluía 900 carros de batalla y unos dos mil caba-
tro años después de ser proclamado faraón, Tut- llos. El papel preponderante del país en el com-
mosis I envió a su ejército a orillas del Éufrates, plejo tablero estratégico de Medio Oriente se
donde derrotó al de Mitanni. A partir de entonces, mantuvo durante tres generaciones, alcanzando
el gran río marcó la frontera del Imperio egipcio. su apogeo con Tutmosis IV.
Tras su muerte en 1492 a.C., su sucesor Tutmosis Su nieto, Amenofis IV (1353-1336 a.C.), impuso
II sofocó una nueva rebelión en Nubia con gran el nuevo culto a Atón (el disco solar), cambió su
crueldad, ordenando el degollamiento de todos los nombre por el de Akenatón y ordenó trasladar la
varones de la región. Durante su reinado, el faraón capital del Imperio a la nueva Aketatón, en la re-
contó con la ayuda de su hermanastra y consorte, gión de Tell el-Amarna, situada en la ribera
Hatshepsut. Cuando falleció su marido sólo tres oriental del Nilo. Tras su muerte, su hijo Tu-
Pintura de la tum- años después de acceder al poder, la reina medró tankamón devolvió la capitalidad a Tebas y reti-
ba de Nefertari en en la Corte para mantenerse en el trono, apartando ró el culto monoteísta de Atón a favor del de
donde la reina egipcia
es llevada por Horus
del mismo al pequeño Tutmosis III, que era su hi- Amón-Ra, cuyos sacerdotes volvieron a cobrar el
ante el dios Ra. jastro. En su nombre gobernó el Imperio e hizo su- protagonismo perdido.
La belleza de la
tumba de Nefertari
R
amsés II ordenó construir el templo de Abu Simbel
como homenaje a su esposa Nefertari, una mujer que
disfrutó de un enorme poder en la Corte y cuya tumba,
decorada por los mejores artistas de la época, es la
más espectacular del Valle de las Reinas, la conocida necrópolis
ubicada en las cercanías de Luxor. Cuando la descubrió el italiano
Ernesto Schiaparelli en 1904, la cámara funeraria ya había sido
saqueada. Lo único que quedaba era el sarcófago de la reina sin
momia y los magníficos frescos que la representan junto a los
dioses del panteón egipcio: Horus, Anubis, Isis, Osiris y Serket.
Por ser la transmisora del linaje real, Nefertari realizaba rituales
en los templos y actuaba como garante del monarca: la Gran Es-
posa Real era la que otorgaba la legitimidad al aspirante al trono.
De ahí que algunos príncipes que no estaban en el primer puesto
en la línea de sucesión intentaran legitimarse como faraones ca-
FOTOS: GETTY IMAGES
sándose con las hijas de su antecesor, que en muchas ocasiones

eran sus hermanas o hermanastras.
A los pies de la Esfinge
de Guiza. Ésa es la ubica-
ción de esta magnífica estela
de Tutmosis IV, octavo faraón
de la Dinastía XVIII, padre de
Amenofis III y abuelo de Ame-
nofis IV, el faraón herético que
se hizo llamar Akenatón.
MUY INTERESANTE
El poderío ramésida. Ramsés

II gobernó más de 60 años y llenó
Egipto de muestras de su poder, En realidad, el nuevo faraón, Tutankamón, no
como el magnífico templo de Abu era más que un niño a merced de dos personajes
Simbel (en la imagen).
que movieron los hilos del poder en la sombra: Ay,
el hombre fuerte de la Corte, y Horemheb, coman-
dante en jefe del ejército. Ambos ocuparían el tro-
no a la muerte del joven Tutankamón, cuyo corto
reinado habría sido ignorado por la historia de no
ser por el descubrimiento de su tumba, llevado a
cabo por Howard Carter y Lord Carnarvon en los
años veinte del siglo pasado.
La fantástica máscara mortuoria de Tutanka-
món, una joya que se exhibe en el Museo de El
Cairo, el maravilloso busto de Nefertiti (mujer de
Akenatón), que se alberga en un museo berlinés, y
las gigantescas pirámides de Guiza son los íconos
más importantes del Egipto faraónico de los cua-
les disfrutamos hoy en día.
El primer faraón de las dinastías ramésidas (la
XIX y la XX) fue Ramsés I, que se mantuvo en el
trono apenas 18 meses. Su sucesor fue Seti, un
hombre vigoroso que encargó construir muchos
monumentos, entre ellos el fabuloso templo de
FOTOS: GETTY IMAGES

Abidos (antiguo emplazamiento de la realeza
egipcia) y un inmenso mausoleo en el Valle de los
Reyes, el primero en ser decorado por completo.
Espléndido Luxor. En tiempos

de Ramsés II se le añadió la colosal
puerta flanqueada por estatuas del
faraón y obeliscos y precedida por
la avenida de las esfinges.
Akenatón, el faraón hereje
A
menofis IV (1353-1336 a.C.) remodeló
el poder sacerdotal al imponer el nuevo
culto a Atón, el disco solar, como “único
y verdadero dios”. En su afán reformista,
el faraón cambió su nombre por el de Akenatón y
ordenó trasladar la capital del Imperio a la nueva
Aketatón, en la región de Tell el-Amarna, situada
en la ribera oriental del Nilo. Su radical política
interna provocó un terremoto social y religioso en
Egipto, pero el faraón hereje descuidó la política
exterior, lo que hizo más vulnerable al valle del
Nilo. Los egiptólogos ignoran qué ocurrió en los
años finales de su gobierno y el papel que pudo
desempeñar la reina Nefertiti en la revolución
religiosa que emprendió su marido. Sin embargo,
sí saben que Akenatón no fue tan fiel a la bella Ne-
fertiti como se creía hasta hace poco, ya que man-
tuvo relaciones con su propia hermana, fruto de
las cuales nacería un niño que, 10 años después,
llegaría al trono bajo el nombre de Tutankamón.
Este dato ha sido develado gracias a los análisis de
Relieve del periodo de
ADN de los restos mortales de Tutankamón y de Amarna que muestra a Ake-
otra decena de momias. natón como esfinge haciendo
una ofrenda a Atón, dios solar.
En el verano de 1278 a.C., Seti falleció y le sucedió

su hijo Ramsés II, quien llegó al trono con tan
sólo 20 años de edad y se mantuvo en él durante
más de seis décadas.
El todopoderoso Ramsés II
En cinco años únicamente, sus ejércitos conquis-
taron el territorio que ahora ocupa Libia, donde es-
tablecieron varias colonias y un contingente
militar. El faraón abandonó la ciudad de Tebas y se
afincó en Menfis para luego trasladarse hasta
Pi-Ramsés, ubicada en la actual ciudad de Qantir,
en el delta oriental del Nilo. El todopoderoso Ram-
sés II mandó ampliar el templo de Luxor (en la an-
tigua Tebas), al que añadió una colosal puerta cuya
entrada principal estaba flanqueada por dos esta-
tuas suyas acompañadas de sendos obeliscos.
Cerca del mausoleo de Ramsés II en el Valle de
los Reyes se encuentra una gigantesca necrópolis,
la KV5, descubierta por el arqueólogo estadouni-
dense Kent R. Weeks en 1995, cuyo interior alber-
ga los restos momificados de los muchos hijos del
gran faraón. Su prole fue tan impresionante que
los investigadores no se ponen de acuerdo a la
hora de establecer cuál fue el número exacto de
vástagos que engendró.
Ramsés III venció a los Pueblos del Mar

en una batalla naval que se entabló
cerca de la desembocadura del Nilo.
MUY INTERESANTE
La etapa de los gobernantes

libios. La debilidad económica
y militar de Egipto propició la in-
vasión del país por la vecina Libia,
que instauró en el poder a Shes-
honq I (en el grabado, subido a un
carro conducido por un esclavo).
Los Pueblos del Mar Al final de su vida, Ramsés III sufrió la conspira-
A escasa distancia está ubicada la tumba de ción de una de sus esposas secundarias, llamada
Nefertari en el Valle de las Reinas, cuya es- Tiyi, que intentó dejar a un lado al príncipe here-
pléndida decoración mural representa diver- dero para instalar en el trono a su propio hijo, Pen-
sos capítulos del Libro de los Muertos, un texto taur. Pero el complot fracasó y la mayoría de sus
funerario que describe las distintas etapas del cabecillas fueron ejecutados. Aquellos más afor-
viaje de los difuntos hacia el más allá. Esta joya tunados salvaron sus vidas, pero les amputaron
milenaria permaneció cerrada durante años algunas extremidades.
hasta que, en 2016, el gobierno egipcio la rea-
brió al público para tratar de impulsar el tu- Egipto se divide
rismo internacional. En 1069 a.C., cuando Ramsés XI falleció, sus suce-
Tras el fallecimiento del anciano sores dividieron el país en dos regiones: el Delta y
Ramsés II, Egipto vivió más de una el Alto Egipto. El otrora poderoso Imperio egipcio
década de luchas internas entre entró en barrena. La dinastía ramésida y su sede de
sus descendientes. Al fin, un gobierno, la ciudad de Pi-Ramsés, se desvanecie-
militar llamado Sethnajt as- ron por completo. Desde el siglo XI al IV a.C., la de-
cendió al trono, reinando con bilidad económica y militar propició la invasión de
gran acierto hasta su falleci- los libios, cuyos gobernantes desmantelaron
miento. Le sucedió su hijo Pi-Ramsés para construir la nueva ciudad de Dya-
Ramsés III, cuyo reinado se en- net, que quedó bajo su control. Su primer monarca
frentó a hordas de piratas (los Pue- fue Sheshonq I (945-925 a.C.), que restituyó Egipto
blos del Mar) que destruyeron parte a su forma de gobierno tradicional, sometiendo a
del litoral mediterráneo de Egipto. los tebanos y a las ciudades del delta.
Ramsés III los venció en una batalla na-
val que se entabló cerca de la desemboca- Dominio libio, nubio y asirio
dura del Nilo, pero su victoria no evitó una El faraón de origen libio subyugó al reino de Judá e
profunda crisis económica que dio paso al hizo avanzar a sus ejércitos para controlar buena
FOTO: LATINSTOCK; GROSBY BROUP
paulatino declive del Imperio Nuevo. parte de Medio Oriente, pero Sheshonq I murió de
repente y entonces la orgullosa ciudad de Tebas
Tutmosis III, muy guerrero. El hi- declaró su independencia. Con ello, aunque no fre-
jastro de la gran reina-faraón Hatshepsut
fue a la vez su corregente y su sucesor. Se nó su decadencia, dio una excusa mucho más tar-
enfrentó a una coalición de príncipes de de a los nubios para cruzar la frontera y hacerse
Siria y Palestina, a la que venció.
con el control del Alto Egipto.
Tras la proclamación de
Asarhaddón como rey asirio CRONOLOGÍA DE
en 680 a.C., sus ejércitos UNA CIVILIZACIÓN / II
invadieron Menfis. 1100 a.C.
En su expansión por el Mediterráneo, los fenicios
Los tebanos capitularon casi sin luchar y el cau- fundan Gades (Cádiz) y Útica (cerca de Cartago).
dillo nubio Pianjy subió al trono a continuación.
Ruinas romanas y fenicias de Carteia (Cádiz).
Sus ejércitos derrotaron a los disidentes e impu-
sieron la hegemonía nubia en todo Egipto. Una
vez que logró la unificación del territorio, Pianjy
regresó al sur, a sus tierras en Kush.
El imparable ascenso de la poderosa Asiria en
Mesopotamia marcó el principio del fin del domi-
nio nubio en el valle del Nilo. Tras la proclamación
de Asarhaddón como rey asirio en 680 a.C., sus
ejércitos invadieron Menfis. Las ciudades egip-
cias fueron rebautizadas con nombres asirios y
gobernadas por sus hombres. Dos años más tarde
llegó al trono Asurbanipal, cuyo reinado marcó el
momento de mayor gloria de Asiria. Él fue quien
creó la biblioteca de Nínive y el que volvió a pene-
trar con sus ejércitos en Egipto obligando así al
faraón a refugiarse en la ciudad de Tebas. 945 a.C.
Un militar egipcio llamado Psamético logró po- Los libios llegan al poder en Egipto con el rey
ner en pie un ejército y, tras ocho años de lucha, se Sheshonq I, que somete a los tebanos.
alzó como soberano del Bajo Egipto. Años después 814 a.C.
logró la reunificación de todo el país. Su sucesor, Se erige Cartago, cuyos habitantes se expandirán
Psamético II (595-589 a.C.), sofocó un nuevo inten- poco a poco por el Mediterráneo occidental.
to nubio de invadir el Alto Egipto. Mientras tanto,
en Mesopotamia el reino babilonio cobró tanta Ruinas de Cartago (Túnez).
fuerza que decidió recuperar los territorios que
habían conquistado y perdido los asirios.
La conflictiva era ptolemaica

El Imperio asirio fue derrotado por el babilonio en
609 a.C., y Egipto perdió las posiciones que le que-
daban en Oriente Próximo. Más tarde, en el año 525
a.C., los ejércitos del rey persa Cambises invadie-
ron el delta, asaltaron la ciudad de Menfis y ejecu-
taron al rey Psamético III, tomando por la fuerza
los territorios del valle del Nilo. En la primavera del
334 a.C., el nuevo jefe macedonio, Alejandro Mag-
no, cruzó el Helesponto, invadió Persia y derrotó a 750 a.C.
las tropas de Darío III en la batalla de Gránico, lo En la península itálica se funda la ciudad de Roma.
que supuso el principio del fin del Imperio persa.
Dos años después de su victoria en Gránico, 747 a.C.
Alejandro llegó al valle del Nilo, se hizo con el Los nubios se hacen con el poder en Egipto bajo el
mando de Pianjy, caudillo de Kush. Es la época de los
poder sin entablar una sola batalla con los egip- faraones negros.
cios y quedó rendido a los encantos del país. A
comienzos de 331 a.C., se dirigió al oasis de 680 a.C.
Siwa, donde se entrevistó con el oráculo de El rey asirio Asarhaddón invade el país del Nilo y
FOTOS: GETTY IMAGES; ISTOCK
Amón, saliendo del encuentro como un hombre arrasa la ciudad de Menfis.

nuevo. Alejandro abandonó el país ese mismo
año para no volver nunca. Sin embargo su muer- 587 a.C.
te, ocurrida ocho años después, marcó el desti- Los ejércitos babilonios capturan Jerusalén, lo que
provoca el exilio de los hebreos.
no de Egipto.
MUY INTERESANTE
Los volcanes
y el final de Egipto
U
na reciente investigación ha
revelado que muchos de
los vaivenes sociopolíticos
ocurridos durante la dinastía
de los ptolomeos (332-30 a.C.) fueron
precedidos por erupciones volcánicas
lejanas –en Islandia, en el Cinturón de
Fuego del Pacífico– que alteraron el
régimen de lluvias en África y provo-
caron una importante disminución del
caudal del Nilo. Egipto dependía de la
crecida anual de éste, que anegaba los
campos en verano; en otoño, amplias
llanuras desérticas reverdecían con los
brotes de cereal. Y si no llovía en las
Sobre estas líneas,
erupción volcánica en el fuentes del Nilo, no había crecida del
campo de lava de Holu- río en verano.
hraun (Islandia) en 2014.
Un general del joven macedonio llamado Ptolo- La debilidad de Egipto llegó a su punto culminan-
meo fue coronado rey de Egipto en la nueva ciu- te en el año 88 a.C., cuando turbas de alejandrinos
dad de Alejandría. Los 80 años siguientes hastiados con la corona asesinaron a Ptolomeo X.
correspondieron a los reinados de los tres prime- En aquellos tiempos convulsos, una nueva poten-
ros Ptolomeos, que estuvieron marcados por cia, Roma, movió los hilos de la política egipcia
La cabeza de Pom- constantes rivalidades y problemas sucesorios. apoyando a uno u otro de los candidatos que se
peyo. Ptolomeo XIII
decapitó al enemigo de
La decadencia de la dinastía comenzó con la lle- postulaban como reyes del valle del Nilo. Cleopatra
César y ofreció la testa gada al poder de Ptolomeo IV, que impuso una era hija de Ptolomeo XII Dionisio, un monarca im-
al romano, algo que
le horrorizó (abajo, la
carga de tributos tan fuerte que desangró la eco- popular que, al morir en el año 52 a.C., dejó a sus
escena en un grabado). nomía del país entero. hijos bajo la custodia de su amigo Pompeyo.
FOTOS: ISTOCK; THE CLARK MUSEUM
525 a.C.
La debilidad de Egipto llegó Los ejércitos persas conquistan Egipto y revitalizan
a su punto máximo en el el comercio y la economía del valle del Nilo.
año 88 a.C., cuando turbas 462-429 a.C.
de alejandrinos mataron a El gobierno de Pericles en Atenas es la etapa de
mayor esplendor cultural de la Grecia clásica.
Ptolomeo X.
Cleopatra VII fue la última reina del Antiguo
Egipto de la dinastía ptolemaica. Nació hacia 69
a.C. y murió 39 años después. En su testamento,
su padre ordenó que contrajera matrimonio con
su hermano Ptolomeo XIII, un manejable niño
de 10 años que debía tomar el poder cuando al-
canzara la madurez. Sin embargo, Cleopatra
conservó el trono y se enfrentó a las presiones
de Roma, cuyas autoridades exigieron la devo-
lución de las deudas que había contraído la cor-
te eg ipc ia. Ju l io Césa r aprovechó esa
circunstancia para intervenir en el país, aunque
La era de Pericles
la razón principal de su desembarco en Egipto (cuadro, 1853).
fue atrapar a su gran enemigo durante la guerra
civil, Pompeyo, mismo que había elegido refu-
336 a.C.
giarse a orillas del Nilo.
Alejandro el Grande conquista grandes
territorios, llegando al Indo y fundando la ciudad
Cleopatra: el último eslabón de Alejandría en Egipto.
Cuando César llegó a Alejandría, los hombres de
Ptolomeo XIII le ofrecieron la cabeza ensangrenta- 305 a.C.
da de Pompeyo, pensando que así se reconciliaban Tras la muerte de Alejandro Magno, los generales
macedonios se reparten su imperio. Uno de ellos,
con el romano, pero su reacción no fue la esperada: llamado Ptolomeo, se queda con Egipto.
César se enfureció por la osadía de los egipcios de
decapitar a un romano, aunque fuese su enemigo, 58-44 a.C.
y ordenó a sus falanges tomar Alejandría. La pre-
Julio César conquista las Galias, afianza el poder de
Roma e invade Egipto, donde mantendrá una relación
sencia de las tropas romanas provocó el levanta- sentimental con la reina Cleopatra.
miento de parte del ejército alejandrino, que
27 a.C.
defendía las aspiraciones del joven Ptolomeo XIII.
Tras morir Marco Antonio y Cleopatra, Octavio se
Tras sofocar la revuelta, el romano instigó el hace con el poder en Egipto y Roma. Pasará a la
asesinato de Ptolomeo e impuso en el trono a la historia como Augusto, el primer emperador romano.
inteligente Cleopatra, cuyo poder de seducción
atrapó a César, con quien tuvo un hijo: Ptolomeo
Cesarión. Tras el asesinato de César, fue Marco
Antonio el que cayó rendido a los pies de Cleopa-
tra, con la que tuvo tres vástagos. Pero las ambi-
ciones del romano de encabezar un gran imperio
oriental junto a su bella esposa egipcia fueron
frenadas en seco por el joven Octavio.
El que años después sería proclamado empera-
dor Augusto comenzó una guerra civil que cul-
minó con la derrota del ejército de Marco Antonio
en la batalla naval de Accio, en el año 31 a.C. Los
suicidios de Marco Antonio y Cleopatra, así como
el asesinato del hijo de ésta y César, Cesarión,
convirtieron a Octavio Augusto en el líder indis-
cutible del Imperio romano, a cuyo territorio se
FOTOS: GETTY IMAGES
sumó Egipto como una provincia más. Del es-

plendor de los antiguos faraones sólo quedó des- Estatua de Augusto
(Prima Porta, Roma).
de entonces un vago recuerdo.
MUY INTERESANTE
Los dioses de la salud en el Antiguo Egipto
Grandes
avances
64
médic
muyinteresante.com.mx
De púber a adulto. En la tumba del médico Ankhmahor
(hacia 2200 a.C.) se halló esta pintura que representa una
circuncisión. Es uno de los pocos testimonios gráficos que nos
han llegado de intervenciones quirúrgicas en el Antiguo Egipto.
FOTO: GETTY IMAGES
os
A orillas del Nilo, la civilización egipcia
adquirió unos niveles de desarrollo que
no dejan de fascinarnos. Durante 3,000
años se consolidó una sociedad muy
evolucionada que nos sorprende por los
logros que se alcanzaron en diversos
campos, como es el caso de la medicina.
Por José Luis Hernández Garvi
MUY INTERESANTE
Un rey entre dos dioses. Horus y Anubis (arriba,

en un fresco de la tumba de Ramsés I, al que vemos
en medio de ambos) eran deidades que poseían
vastos conocimientos sobre plantas medicinales:
FOTO:
una suerte de “farmacéuticos” del panteón egipcio.
Entre los dioses protectores de la
medicina destaca Imhotep, sumo
sacerdote de Heliópolis, que aunaba una
naturaleza terrenal y otra divina.
do del faraón Zoser, periodo en el que este médico,
astrónomo y arquitecto –responsable del proyec-
to de construcción de la pirámide escalonada de
Saqqara– adquirió renombre por sus amplios co-
nocimientos científicos.
Como médico, se le atribuye la autoría del que
es conocido como Papiro Edwin Smith, conservado
en la Academia de Medicina de Nueva York, un
tratado muy completo sobre observaciones ana-
tómicas, enfermedades, heridas producidas en
el campo de batalla, diagnósticos y tratamientos,
que en la mayoría de los casos descartaba para la
cura de las dolencias el uso de la magia. Todo
apunta a que en realidad este interesante docu-
mento médico de la Antigüedad fue redactado
por al menos tres autores diferentes, aunque la
tradición insistió en reconocer sólo a un único
redactor en la figura de dicho fascinante y miste-
Guerrera y sanadora. En este relieve del siglo
II a.C. se representa a Sejmet, diosa de la guerra
rioso personaje histórico.
pero también de la curación, con cabeza de león y El legado científico de Imhotep alcanzó la sufi-
coronada por el disco solar y la cobra.
ciente trascendencia religiosa como para ser dei-
E
ficado en el Periodo Tardío de Egipto como la
n el extenso catálogo de los dioses divinidad identificada con la medicina, la sabidu-
egipcios, cada uno cumplía una ría y los escribas. Habitualmente era representa-
función como protector de deter- do sedente, con un papiro desplegado sobre las
Dios de la sabidu-
minadas actividades, que coinci- rodillas y la cabeza coronada con un tocado. Su ría. Bajo estas líneas,
dían con los supuestos poderes culto principal estaba en Menfis, aunque también un relieve de la Capilla
Roja de Hatshepsut
sobrenaturales que se le presupo- fue venerado en Tebas, File y en el poblado de arque representa a Thot,
nían. En lo que se refiere a la cien- tesanos de Deir el-Medina. deidad de la ciencia.
cia médica, su mitología presentaba a Isis, la Gran
Diosa Madre, hermana y esposa de Osiris, como
cultivadora de plantas medicinales, sabiduría que
transmitió a Horus y Anubis, que gracias a los co-
nocimientos adquiridos se convirtieron en una es-
pecie de “farmacéuticos” del panteón egipcio. En
esta tarea eran supervisados por Thot, el dios de la
sabiduría y la ciencia; mientras que Sejmet, invo-
cada como “La más poderosa” y “La terrible”, era
adorada como la diosa de la guerra y de la vengan-
za, pero también de la curación, en especial de las
enfermedades ginecológicas y protectora de aque-
llos que ejercían la sanación.
Entre los dioses benefactores de la medicina
destaca la figura de Imhotep, que aunaba una na-
turaleza terrenal y otra divina. Sumo sacerdote en
la ciudad de Heliópolis, un importante centro de
observación astronómica en el Bajo Egipto, Imho-
tep vivió aproximadamente entre los años 2690 y
2610 a.C. y fue el primer gran erudito en varios sa-
FOTOS: GETTY IMAGES
beres del que se tiene constancia histórica. Ocupó

el cargo de chaty, el más alto funcionario de la ad-
ministración del Antiguo Egipto, durante el reina-
MUY INTERESANTE
Polvo de momia
E
ntre los siglos XVI y XIX denominaban mummia, pro-
se extendió el uso de piedades curativas. Cuando se
polvo de momia como descubrió que en el proceso de
remedio medicinal. momificación los egipcios habían
Considerado como una panacea empleado resinas parecidas a la
que podía curar todos los males, brea para preservar los cuerpos,
su prescripción aparecía incluso alguien debió pensar que, si
en algunos tratados de principios habían servido para conservar
del siglo XX. A este macabro a los muertos, también podrían
medicamento se le atribuyeron mejorar la salud de los vivos.
todo tipo de virtudes analgésicas A la hora de administrarlo a los
y curativas, desde mitigar el dolor pacientes, el polvo de momia se
de muelas a su uso tópico para la diluía en vino o en agua, que se
cicatrización de heridas y unión mezclaba con miel para suavizar
de huesos rotos, sin olvidar su su horrible sabor. Al ser muy
empleo para aplacar los ata- demandado por enfermos acau-
ques de epilepsia. No se puede dalados, el tráfico de momias se
establecer con precisión cuándo convirtió en un lucrativo nego-
empezó a recetarse, pero todo cio que dio lugar a la aparición
apunta a que su empleo se deriva de una farsa que vendía a sus
de una asociación de ideas. En la clientes falsificaciones elaboradas
Antigüedad, los médicos persas con una mezcla de insalubres un-
atribuían a la brea, a la que ellos güentos y muertos desenterrados.
Lugares del saber. Las Casas de la

Vida albergaban los papiros que trans-
mitían los conocimientos científicos. En
la imagen, las paredes de la tumba de
Pashedu, sirviente enterrado en el Valle
de los Artesanos, donde se representa
uno de esos lugares de aprendizaje.
La enseñanza de una ciencia

La enseñanza de los conocimientos necesarios
para la práctica de la medicina se realizaba en las
llamadas Casas de la Vida, que se encontraban en
el interior de los complejos de los templos o próxi-
mas a los palacios de los faraones. Estas institu-
c i o n e s f u n c i o n ab a n c o m o a u t é n t i c a s
universidades y centros de saber donde se impar-
tían clases a los altos funcionarios, los sacerdotes
y los hijos de las élites dominantes.
Las Casas de la Vida también funcionaban como
bibliotecas que atesoraban todo el conocimiento
científico y religioso del Antiguo Egipto, archivos
de documentos oficiales y talleres donde trabaja-
FOTOS: BOSTON MUSEUM OF ART; GROSBY GROUP
ban los escribas, que se dedicaban a la copia de

En este cuadro se escenifica cómo papiros de temática diversa, aunque predomina-
examinan a una momia en el siglo XIX.
ban los de carácter funerario.
A pesar de la rivalidad entre los médicos egipcios y los galenos

mesopotámicos, hubo un intercambio productivo de conocimientos
clínicos entre ambas culturas.
Como ocurre hoy en día, la medicina y la farma-
céutica estaban ligadas y los sacerdotes también
sabían preparar fórmulas magistrales. Los medi-
camentos se elaboraban con mucho cuidado en
una especie de “laboratorios” que había en las Ca-
sas de la Vida. En realidad se trataba de salas es-
peciales donde también se almacenaban en
condiciones específicas de conservación hasta el
momento en que eran “recetados”.
Los conocimientos y equipos quirúrgicos de la
medicina egipcia eran lógicamente limitados y
primitivos si los comparamos con los que existen
hoy en día, pero alcanzaron un alto grado de refi-
namiento y sofisticación para su época. La prue-
ba más tangible la encontramos en algunas
piezas de instrumental quirúrgico con la s que se
llevaban a cabo complejas intervenciones, como
podían ser trepanaciones craneales, herra-
mientas de trabajo que con ligeras variaciones
FOTO: PHOTOSTOCK
han llegado hasta nuestros días. Una botica muy sofisticada. Esta ilustración del
El prestigio y fama de algunos médicos egipcios americano Robert Thom representa la sala donde se ela-
boraban los medicamentos dentro de un templo egipcio.
traspasó las fronteras del país de las pirámides y
MUY INTERESANTE
Parto paso a paso. se extendió por otros imperios vecinos, hasta des- crita en documentos tales como el Papiro de Ebers,
En el papiro mostrado
arriba se representa
bancar con el ejercicio de su profesionalidad cier- que se conserva ahora en la Universidad de
en sus distintas fases tas prácticas que nada tenían que ver con la Leipzig, o el ya citado Papiro Edwin Smith.
la escena de un alum-
bramiento, en el cual la
ciencia y sí con la magia y la superstición.
madre es ayudada por Remedios y medicamentos
sus doncellas y también
por la partera.
Un prestigio internacional Según los últimos estudios, la farmacopea egipcia
En este sentido, la competencia con los doctores y tenía a su disposición más de 700 drogas y fórmu-
cirujanos originarios de Mesopotamia fue bastan- las magistrales. Entre ellas había sustancias ani-
te reñida. Mientras los egipcios hacían hincapié males, minerales y vegetales; aunque
en el estudio de los síntomas y el reconocimiento predominaban las que procedían de las plantas.
del paciente antes de dar un diagnóstico, los res- Muchos de sus principios activos coinciden con
petados mesopotámicos seguían concediendo los que se emplean en la farmacología de nues-
demasiada importancia a la intercesión divina, tros días. La mayoría de estos medicamentos reci-
los conocimientos herméticos o la administra- bían nombres atractivos con sentido místico, que
ción de placebos, que en muchos casos eran con- los ponían en relación directa con la divinidad.
traproducentes para la salud al no tener ninguna Entre el amplio catálogo de sustancias a disposi-
base científica. A pesar de esta rivalidad, hubo un ción de los médicos y farmacéuticos egipcios re-
intercambio productivo de conocimientos clíni- sultaba común encontrar aloe, cannabis, incienso,
cos entre ambas culturas que contribuyó a mejo- regaliz, semillas de adormidera, mirra, arsénico,
rar la salud de sus respectivos pueblos. sales de calcio, sodio o piedras semipreciosas que
Los médicos del Antiguo Egipto destacaron en habían sido pulverizadas. El aloe se empleaba
algunos campos de la medicina, especialmente para el tratamiento de quemaduras, el regaliz
en traumatología y en el tratamiento de heridas para calmar la tos y la adormidera como analgési-
graves, debido sobre todo a su alto grado de espe- co para aplacar dolores fuertes. Al margen de sus
cialización. En oftalmología lograron grandes efectos alucinógenos, que permitían a los sacer-
avances en el uso de colirios, muy necesarios para dotes e iniciados ponerse en contacto directo con
los abundantes problemas oculares que trataban los dioses, el cannabis era empleado en medicina
en sus consultas derivados de las infecciones pro- como sedante. Como vemos, la mayoría de estos
vocadas por el sol, la arena del desierto y las pica- productos se siguen utilizando en la actualidad
duras de insectos. A su favor contaban con una para conseguir los mismos efectos.
amplia bibliografía sobre patología clínica, trans- D e los animales se usaban cuernos, gónadas y
aceites. Sin demostrar una utilidad más que du-
Al margen de la ciencia, el uso dosa, en las pócimas también se mezclaban ori-
de amuletos protectores para nas, sang re de per ro, bilis de tor t uga,
FOTO: GETTY IMAGES
secreciones de invertebrados o grasas de gran-

mantener alejada la enfermedad des felinos. Aunque el producto más demanda-
estaba muy extendido. do era la leche de mujer que hubiera dado a luz a
Belleza y salud
L
os antiguos egipcios concedían una gran
importancia a la higiene y los cuidados
estéticos como parte de una buena salud.
La aplicación de cosméticos estaba bas-
tante extendida y su elaboración compartía prin-
cipios activos con los medicamentos. En algunos
casos, el maquillaje cumplía una doble función
profiláctica y estética. Así, se usaban el antimonio
y la galena (sulfuro de plomo) como sombra de
ojos que, a su vez, servía para protegerlos de las
radiaciones solares. Las características melenas
egipcias que podemos admirar en sus maravi-
llosas obras artísticas se cuidaban con fórmulas
magistrales elaboradas a base de aceite de ricino.
oral o tópico, y eran comunes las pastillas, que se Amuleto contra el

veneno. Esta estela
fabricaban con masa de pan endulzada con miel, con el relieve del dios
Elizabeth Taylor en Cleo- como excipiente al que se añadía la mezcla. Tam- Horus tenía la función
de prevenir los ataques
patra (1963), donde lucía los bién había supositorios, polvos, infusiones, inha- de alimañas dañinas y
característicos afeites egipcios.
ladores, ungüentos y pomadas, con diferentes curar a las víctimas de
mordeduras de ser-
sabores y texturas... no siempre agradables. piente y picaduras de
un varón sano, remedio que se guardaba en re- Al margen de la racionalidad de la ciencia, el escorpión.
cipientes especiales con forma de silueta feme- uso de amuletos protectores para mantener ale-
nina y que se empleaba como colirio. Para su jada la enfermedad o favorecer la curación de al-
consumo oral, muchos de estos brebajes se gún mal estaba bastante extendido. Como
mezclaban con vino, cerveza, aceites o miel, en ejemplo de la superstición aplicada a la medici-
un coctel que imaginamos que debía ser difícil na, existía la creencia de que las llamadas “este-
de ingerir. Como curiosidad, el veneno de víbora las de Horus” evitaban las picaduras de
se empleaba para contrarrestar los efectos de la serpientes o escorpiones, o al menos paliaban
alopecia, sin que nadie en nuestros días, por lo sus efectos. En la mitología egipcia, Horus fue pi-
menos que sepamos, haya dedicado un estudio cado por una de estas alimañas cuando era niño
a probar su efectividad. y curado por la magia de su madre, Isis. En las
Para extraer las cualidades sanadoras de estas estelas, el joven dios aparece representado aga-
sustancias, los egipcios utilizaban métodos como rrando en cada mano a uno de estos animales.
la fermentación, la filtración y la decantación. Peculiaridades como esta última no deben servir
Para calcular las proporciones de los compuestos para menospreciar la eficacia de los diagnósticos
FOTOS: GETTY IMAGES
y medir las dosis empleaban pequeñas balanzas y los tratamientos de la medicina practicada en el
con juegos de pesas de gran precisión. La presen- Antiguo Egipto, una de las más avanzadas de su
tación de los medicamentos variaba según su uso tiempo... y de tiempos venideros.
MUY INTERESANTE
La creación y evolución del ejército egipcio
Reyes y
guerre
Aunque al principio Egipto no
tuvo la necesidad de contar con
un aparato militar importante,
la partición del Imperio en dos
–durante el Primer Periodo
ros
Intermedio– hizo ver a los
faraones que, para sofocar las
pretensiones separatistas, se
precisaba un ejército instruido
y numeroso. Con él se lanzarían
luego a la conquista de tierras
más allá de sus fronteras.
Por Juan Carlos Losada
FOTO: GETTY IMAGES
Tutankamón al ataque.
Detalle de un sarcófago hallado
en la tumba del faraón niño.
MUY INTERESANTE
A
Muros de protec- pesar de que la civilización la región. Sin embargo, los datos sobre su perso-
ción. Los gobernantes
egipcios optaron por
egipcia ya existía en el IV na son muy escasos y hasta confusos, dada su
levantar fortalezas en milenio a.C., su desarrollo lejanía en el tiempo y los muy pocos rastros ar-
las costas e interior de
la península del Sinaí
militar era escaso. El desier- queológicos remanentes.
para defenderse. Arriba, to que la rodeaba por el este Durante los mil años aproximados que duró el
una edificación defen-
siva en el monte Sinaí
y el oeste era una excelente Periodo Arcaico, la civilización egipcia se desarro-
(hoy, monasterio de protección y le permitía es- lló de modo aislado, casi sin contactos con el ex-
Santa Catalina).
tar a salvo de grandes invasiones, a diferencia de terior. Los únicos enemigos que de vez en cuando
los pueblos mesopotámicos, abiertos a las corre- los molestaban eran nómadas libios y nubios del
rías de los pueblos vecinos. Ello le llevó a descui- sur, que eran rechazados con facilidad. Por ello su
dar el desarrollo del ejército, en comparación con ejército estaba centrado, sobre todo, en asegurar
las civilizaciones que entre el Tigris y el Éufrates la unidad del imperio evitando las tentaciones se-
se estaban creando simultáneamente. paratistas de los gobernadores alejados de la ca-
pital. La gran longitud del reino del Nilo permitía
Un ejército pequeño que algún dirigente se alzase de vez en cuando
El Alto y Bajo Egipto se unificaron hacia 3100 a.C. si percibía debilidad en el poder central. Su aisla-
bajo la autoridad del mítico primer gran faraón miento y el río, que les servía como fuente de vida
Narmer, fundador de la Dinastía I. Él fue el pri- y medio de transporte, les facultó despreciar in-
mer monarca guerrero, pues no sólo se impuso cluso el uso de la rueda y de los carros. Su ejército
al Bajo Egipto sometiendo a los habitantes del era, por tanto, únicamente de infantería, siendo
delta, sino que posiblemente también expulsó a su fuerza principal la guardia del faraón, reducida
nómadas extranjeros que se habían instalado en pero bien entrenada y profesionalizada, auxilia-
da por pequeños y esporádicos contingentes de
El ejército era de infantería, siendo mercenarios libios y nubios, utilizados preferen-
FOTO: GETTY IMAGES
temente como arqueros. Sus acciones lejos del

su fuerza principal la guardia del reino se limitaban a expediciones ocasionales de
faraón: reducida pero bien entrenada. castigo y saqueo, pero con nulas ambiciones ex-
Corona azul
Vestidos para
(jephesh)
empleada por
luchar. A la izquierda,
los faraones del el faraón, protegido
Reino Nuevo Escudo de por una larga loriga de
en las madera placas, se dispone a
campañas reforzado disparar un arco com-
militares con cuero puesto. El soldado que
Peto de aparece a su derecha se
bandas protege con un escudo
de lino de madera y lleva un
Arco jephesh, pero su arma
compuesto principal era la lanza.
(se usaba
desde un
carro de batalla)
Loriga de
cuero
reforzada Lanza
Espada
con placas corta
falciforme de
de bronce
bronce
(jephesh)
Coquilla
oval
pansionistas. A mediados del III milenio ya existía Hacia 2050 a.C., Egipto se desmembró en lo que
cierto comercio con puntos de la actual Palestina, se conoce como Primer Periodo Intermedio, no
Israel y la península de Sinaí, por lo que también volviéndose a unir hasta 1900 a.C. con el inicio
en ocasiones se lanzaban algunas operaciones del llamado Imperio Medio. Los nuevos faraones
militares hacia esos puntos, pero nada más para vieron que era conveniente contar con un ejér-
asegurar las rutas comerciales. En caso de peligro cito más poderoso que conjurase las tensiones
extremo se llamaba a filas a todos los hombres separatistas y las incursiones esporádicas de in-
capaces de empuñar una rudimentaria arma de vasores. Ahora, junto a la guardia del faraón, se
piedra o madera, y cuando se había conjurado el estableció el reclutamiento obligatorio de uno en-
riesgo cada uno volvía a su quehacer habitual. tre 100 hombres, que pasaron a formar parte de
La marina egipcia
L
os barcos fueron imprescindi- fecto para transportar los suministros
bles en un reino que estaba in- a los ejércitos que avanzaban sobre la
trínsecamente unido al Nilo. Era costa sirio-palestina. Sin esa marina de
el medio de transporte rápido varios cientos de buques no hubiesen
y seguro de todo tipo de mercancías, sido posibles las expediciones militares
viajeros y, por supuesto, ejércitos, ne- hacia el este. Con los años ganaron
FOTO: GETTY IMAGES. GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO PEÑAS
cesarios para sofocar revueltas internas experiencia navegante: a finales del

o frenar alguna incursión desde Nubia. segundo milenio a.C. alcanzaron Creta
Pero con el Imperio Nuevo la flota y Chipre, y a mediados del primer
también salió al mar, botando navíos milenio, con el faraón Necao II, se
más grandes y con mejores cualidades aventuraron a tratar de circundar el
Embarcación funeraria
náuticas. Siempre navegando a escasa continente africano en busca de nuevas expuesta en el interior
distancia de la costa, fue el medio per- rutas comerciales. del Museo de la Barca de
Keops, en Guiza.
MUY INTERESANTE
Retrato de la vic- un nuevo ejército profesional y encuadrado por piedra, hueso o bronce. Los oficiales usaban daga
toria. En esta pintura oficiales formados, al tiempo que se aumentaba o espada de bronce y, para la lucha a distancia, se
mural hallada en el
templo de Ramsés II, el número de mercenarios extranjeros. En este usaban el arco y la flecha con puntas de esos mis-
en Abu Simbel, el rey
aparece en la batalla
periodo se construyeron fortalezas al sur (Buhen mos materiales, y una especie de bumeranes. Las
de Qadesh (1274 a.C.) y Semna), en la inestable frontera con Nubia, y al corazas de bronce y los cascos se reservaban a los
luchando contra los
hititas.
este del delta del Nilo el llamado Muro del Prín- altos mandos debido a su elevado costo, siendo la
cipe, así como varios fuertes en la costa del Sinaí defensa más común el simple escudo de mimbre
para prevenir invasiones asiáticas que iniciaban cubierto con cuero. Todas estas armas se elabora-
a apuntar desde el este y vigilar la seguridad de ban en los talleres de los palacios o de los templos
las rutas comerciales que se habían comenzado bajo una estricta supervisión, y allí también eran
a abrir. Sin embargo, siguieron sin tener ambi- almacenadas y contabilizadas por los escribas.
ciones conquistadoras, apenas se modernizaron Durante el Imperio Medio también se creó el cuer-
armamentísticamente y continuaron confiando po de cazadores: unidades especiales encargadas
en el desierto como principal defensa. Sus armas de patrullar los desiertos y las fronteras con Nu-
eran simples, aunque mortíferas. En el cuerpo a bia para detectar cualquier movimiento hostil y
cuerpo empleaban el bastón, la porra, el cuchillo avisar con suficiente antelación sobre cualquier
de sílex, el hacha de piedra y la lanza con punta de posible ataque que se observara.
Un faraón belicis-
ta. Este mural muestra
al último rey de la
Dinastía XVIII y gran
reformador del ejército,
Horemheb, junto al
dios Horus con cabeza
de halcón, que porta la
doble corona del Alto y
el Bajo Egipto.
FOTOS: GETTY IMAGES
Durante el Imperio Medio se
creó el cuerpo de cazadores:
unidades especiales
encargadas de patrullar
los desiertos.
El Imperio Nuevo
Hacia 1650 a.C. Egipto fue invadido por los hic-
sos –también llamados “príncipes del desierto”–
llegados del este, que arrollaron sus defensas
gracias a dos armas revolucionarias: los carros
tirados por caballos y el arco compuesto, que era
capaz de duplicar el alcance del arco convencio-
nal. Se abrió con ello el llamado Segundo Periodo
Intermedio y los invasores no fueron expulsados
del Bajo Egipto sino hasta 1539 a.C., cuando se
inició el llamado Imperio Nuevo.
Los nuevos faraones decidieron que había que
extender las fronteras más allá del Nilo como col-
chón protector y, de paso, someter al vasallaje a
los pequeños reinos de la franja sirio-palestina.
Su ejército aumentó en número, lo dotaron de
miles de carros y caballos, copiaron el arco com-
puesto y fueron reemplazando las viejas armas
con puntas de piedra por otras de bronce. Con
ello crearon un poderoso ejército móvil capaz de
enfrentarse al enemigo antes de que llegase al
Nilo. Ahora eran 50,000 soldados profesionales
distribuidos en cinco divisiones, aparte de los
mercenarios, y masas de carros que se movían
en grupos de 50 hombres. También se contrató
a miles de artesanos cananeos, hititas y de otros
pueblos mesopotámicos y de Anatolia para que
enseñasen a fabricar los complejos carros de gue-
rra, arcos y también las primeras máquinas de
asedio (arietes, torres móviles, etc.), que serían
imprescindibles para derribar las puertas y mura-
llas de las ciudades que se iban a asaltar. Habían
roto con la política aislacionista e inaugurado la
fase de los grandes faraones guerreros. pañas exitosas de su padre, consolidando y am- Batalla recordada
pliando las conquistas. Pero aún se dio un mayor en Karnak. Sobre
estas líneas, el séptimo
Los grandes conquistadores giro militarista cuando el general Horemheb pilar del templo de
Amón, en cuyo relieve
El mejor ejemplo de todo este cambio de polí- accedió al poder mediante un golpe de Estado, se representa a Tutmo-
tica fueron las 15 campañas victoriosas del fa- convirtiéndose en el último faraón de la Dinastía sis III con prisioneros
hititas durante la batalla
raón Tutmosis III para someter a todos los reinos XVIII. Con él se acabaron en definitiva las políti- de Megido.
existentes entre Egipto y los babilonios e hititas, cas pacificadoras y comenzó una activa campa-
que culminaron con la batalla de Megido en 1479 ña de conquistas en toda la costa sirio-palestina
a.C. En este choque sometió a una gran coalición y las actuales Jordania y Siria, agenda que llegó
de ciudades cananeas que se rebeló y, según las hasta las mismas fronteras del reino hitita en
crónicas, obtuvo un botín de 924 carros, 200 ar- Anatolia. Tras su reinado, el ejército quedo con-
maduras de bronce, grandes cantidades de oro y figurado como un poder autónomo, necesitado
plata y 2,238 caballos. También venció a los hiti- de un importante presupuesto y que presionaría
tas, provocando el fin de su antiguo reino, y a Mi- a los faraones y a la casta sacerdotal para influir
FOTO: GETTY IMAGES
tanni. En su última expedición acabó con el reino en mantener una política exterior agresiva. No
de Qadesh, uno de los últimos vestigios de los podía ser de otro modo, pues las conquistas su-
hicsos. Su hijo Amenhotep II prosiguió las cam- ponían botines de guerra y los mandos militares
MUY INTERESANTE
El rey de las conquistas. En la foto, uno de

los bajorrelieves que representan al faraón Seti I,
labrado en las paredes del templo levantado en
su honor en la ciudad de Abidos, en el Alto Egipto.
estaban interesados en mantener y aumentar

sus riquezas, así como en asegurar sus sueldos y
Ramsés II emprendió
recompensas en tierras. Por ello, no es de extra- campañas contra tribus
ñar que desde ese periodo se diesen presiones, e libias y contra el reino de
incluso golpes de Estado, en las altas esferas de
poder para boicotear las políticas pacifistas. En
Kush, en Nubia.
tiempos de paz el ejército servía para tareas de se precisaban y se legitimaban mutuamente ante
vigilancia interna, ya fuese ante posibles suble- las masas campesinas que labraban las márgenes
vaciones de descontentos sociales como –y sobre del Nilo para subsistir.
todo– ante los posibles gobernadores egoístas A la muerte de Horemheb se inició la Dinastía
que regentaban las provincias más alejadas y XIX, que sería la más imperialista de todas y en la
que podían albergar las consabidas tentaciones que Seti I fue el primer faraón destacado. Éste em-
separatistas. Con ello el ejército pasó a formar prendió una ambiciosa campaña de conquistas
parte de la élite gobernante junto con la familia sobre las ciudades-Estado de la costa fenicia, pero
real, los altos funcionarios y los sacerdotes. Todos sería su hijo quien adquiriera más fama como
guerrero invencible: Ramsés II. Fue famoso, sobre
Reliquia guerrera. todo, por la batalla de Qadesh, el enclave ubicado
A la derecha, un casco
(flabellum) con forma en la frontera de las actuales Turquía y Siria, en el
de abanico, en oro, año 1274 a.C. Allí tuvo lugar ese gran choque en el
donde aparece Tu-
tankamón en un carro que los egipcios se enfrentaron a los poderosos
apuntando su flecha hititas, que habían logrado reunir a 40,000 hom-
contra un avestruz.
bres y 3,800 carros tras resurgir en su nuevo reino.
Aunque la propaganda egipcia lo celebró como
FOTOS: GETTY IMAGES; EGYPTIAN MUSEUM, CAIRO
una victoria, el resultado fue de empate, pero de-

mostró la gran preparación y disciplina que había
adquirido el ejército egipcio, ya capaz de combatir
con éxito lejos de sus fronteras naturales.
Armas de hierro para todos

Este mismo faraón emprendió campañas contra
tribus libias y contra el reino de Kush, en Nubia,
Datado en torno a 1470
a.C., en este relieve del templo
mortuorio de la reina Hatshepsut
se representa a soldados egipcios.
Un ejército disciplinado
L
a milicia egipcia estaba basada en una disciplina bru- llas y cuidadosamente elaboradas, o con medallas en forma
tal. El cuerpo de oficiales era sometido a un entrena- de león o de mosca; mientras que la primera representaba la
miento durísimo en el que era normal que más de un valentía, la segunda significaba la insistencia y perseverancia
aspirante perdiese la vida por el adiestramiento. Una en el ataque. Más adelante, las recompensas se ampliaron a
vez formados, los oficiales debían entrenar a su vez a los sol- esclavos y lotes de tierra. La disciplina era de hierro y el cas-
dados empleando sobre todo la lucha cuerpo a cuerpo, la es- tigo por cobardía o incumplimiento del deber era la muerte,
grima y el tiro con arco, y endureciéndolos con largas marchas tras ser torturado. El cadáver era luego abandonado a merced
por el desierto. A los soldados distinguidos se les imponía el de las alimañas, lo que suponía el mayor castigo posible en el
“Oro al valor”. También podían ser premiados con armas be- mundo egipcio (no poder asegurarse un sitio en el más allá).
ampliando sus dominios en todas las direcciones. sional capaz de combatir en cualquier terreno y
Entre sus mayores éxitos está, sin duda, el haber en cualquier época del año. Los soldados ahora
vencido a los llamados “Pueblos del Mar”: Egipto tenían espíritu de casta y muy arraigados los con-
fue el único gran reino de todo Oriente Próximo ceptos de honor y valentía, lo que les hacía creer
que resistió la invasión que, por ejemplo, provo- en su superioridad frente el resto de la población
có el colapso del Imperio hitita. Este hundimien- y reforzaba su cohesión interna.
to permitió, curiosamente, que se extendiese el Los posteriores faraones, Merenptah y Ramsés III,
secreto de la fundición del hierro, que hasta ese mantuvieron la tensión bélica enfrentándose con
momento sólo ellos conocían; a partir de enton- éxito a incursiones de tribus libias y a los coletazos
ces todos dispusieron de armas más resistentes que aún daban los Pueblos del Mar. Sin embargo,
y baratas que las de bronce. Ramsés II, luego de tuvieron que adoptar una política más destinada
derrotar a los Pueblos del Mar, los supo incorpo- a mantener las posiciones y, por tanto, de corte de-
rar como mercenarios a su ejército, procediendo a fensivo, lo que incrementaría el número de fortale-
reorganizarlo y situando al frente de las mejores zas en las fronteras. Lo cierto es que, al final de la
unidades a sus hijos y parientes cercanos para ga- Dinastía (1188 a.C.), Egipto comenzó un lento pero
rantizar la fidelidad de todas las unidades. imparable proceso de decadencia y debilitamiento
FOTO: GETTY IMAGES
El resultado fue que el ejército del faraón se con- que, a la larga, lo llevaría a ser invadido por otras
virtió más que nunca en la columna vertebral del potencias pujantes en Oriente Próximo que avan-
Estado, así como en un cuerpo eficiente y profe- zarían, de nuevo, desde el este.
MUY INTERESANTE
Costumbres e intrigas palaciegas
Laen unvida
80
harén real
muyinteresante.com.mx
Las Casas Jeneret podrían
fácilmente equipararse a los
harenes que aparecen en
novelas y películas pero, a
diferencia de los presentes en
el imaginario colectivo –los
ILUSTRACIÓN: FUENCISLA DEL AMO Y FRANCISCO SOLÉ
del Imperio otomano–, en los

egipcios las mujeres no eran
cautivas ni estaban destinadas
sólo a satisfacer los deseos
sexuales del faraón.
Por Laura Manzanera
MUY INTERESANTE
A
Al estilo oriental. El ntes de hablar de harenes turco. Haber traducido jeneret como “lugar cerra-
pintor Eugène Delacroix
viajó a Argel en 1832
orientales debe aclararse do” y el hecho de que allí vivieran comunidades
dentro de una misión que la visión que se tiene de femeninas les llevó a pensar que era un sitio de
diplomática francesa,
durante la cual no dejó
ellos en Occidente no sólo reclusión de mujeres destinadas a satisfacer los
de pintar acuarelas de es limitada, sino que se ale- deseos sexuales del faraón.
aquel mundo que le
resultaba tan exótico;
ja bastante de la realidad. El vocablo harén deriva del árabe harîm, o lo que
sobre todo, de los Solemos relacionarlos con es lo mismo, “aquello que es ilícito según el is-
harenes. Arriba, su obra
Mujeres de Argel.
las historias de Las mil y una noches, con el palacio lam”, “lo prohibido”. Y el harén otomano era el
Topkapi de Estambul, con los califas omeyas, con lugar de residencia –y encierro– de las mujeres e
esclavas y concubinas... Sin embargo, los hare- hijos del gobernante, en donde los eunucos ejer-
nes verdaderos tuvieron poco que ver con lo que cían de intermediarios con el exterior, pues las
Matisse, Delacroix o Ingres plasmaron en sus mujeres estaban aisladas de la vida pública. En
cuadros, con las imaginativas películas de Ho- una Casa Jeneret todo era muy distinto. Allí las
llywood o con óperas como Aida, de Verdi. Ade- mujeres solían acompañar al rey en sus apari-
más, no todos los harenes fueron iguales, ciones en público y, además, jener puede tradu-
empezando por los egipcios, si es que podemos cirse como “tocar música y seguir el ritmo”, una
denominarlos harenes. de las funciones primordiales del harén egipcio.
En el siglo XIX, los egiptólogos, por culpa de una Una prueba más de su peculiaridad era la au-
mala traducción, creyeron que la institución co- sencia de los eunucos.
nocida como Casa Jeneret era un harén similar al Así pues, se cree que no existieron harenes en
Egipto en el sentido turco del término. El harén
El harén del país de los faraones del país de los faraones funcionaba como insti-
FOTO: GETTY IMAGES
tución independiente y casi todas las mujeres

funcionaba como una institución eran reclutadas entre las capas inferiores de la
independiente del gobierno. sociedad, por lo que, de repente, veían en el hori-
zonte una inesperada posibilidad de promoción. tiempo que llevaban residiendo allí (cuanto más Faraón busca
Eso le ocurrió, para especificar, a Nerfertiti, Gran era, más relevancia adquirían) y los títulos que les extranjera.
En esta ilustración de
Esposa Real de Akenatón: se cree que fue criada había otorgado el faraón. De ese modo, se sabía Allan Stewart se repre-
senta a Ramsés II en el
en un harén de Malkata. con exactitud qué rango tenía cada una y, en con-
ceremonial de curación
La cantidad de mujeres que acogía una Casa Je- secuencia, su mayor o menor proximidad al rey, de su cuñada, la prince-
sa hitita Bentresh, que
neret variaba considerablemente de una época a los favores que recibía de éste y su nivel de partici-
se creía había sido po-
otra. Parece ser que con Amenhotep III (1411- pación en los rituales religiosos. seída por un demonio.
Las bodas de faraones
1352 a.C), el posible abuelo de Tutankamón, se
con extranjeras perse-
alcanzó un récord: más de mil. Esposa, madre y deidad guían sellar alianzas
con pueblos vecinos.
No había una sola Casa Jeneret, sino varias re- En la cúspide de esa pirámide femenina de poder
partidas por todo el país (Menfis, Tebas, Mer-Ur, estaba la propia reina. Era la esposa principal del
Malkata, Amarna...), como distribuidas estaban faraón y la madre del príncipe heredero y, en tan-
las mujeres que residían en ellas, tanto las empa- to que compañera del rey, se le consideraba una
rentadas directamente con el faraón por lazos de diosa. Ambos, el faraón y ella, encarnaban el prin-
sangre como las damas pertenecientes a la noble- cipio masculino y el principio femenino que ga-
za egipcia, o también aquellas procedentes de rantizaba la existencia del orden o Maat, un
países vecinos. Porque en el Imperio Nuevo (hacia concepto esencial de la cosmovisión egipcia que
1539-1070 a.C.) empezaron a formar parte de los representaba la armonía, el equilibrio cósmico
harenes princesas extranjeras empleadas como que imperaba en el mundo desde su origen y que
instrumentos de la política exterior. Enviadas al era preciso conservar. Y para mantener la duali-
país del Nilo para casarse con el rey con el único dad masculino-femenina, la esposa principal de-
objetivo de crear una alianza con Egipto, se insta- bía acompañar al monarca durante las
laban en una Casa Jeneret con sus seguidoras y ceremonias. Eso sí, siempre ocupaba un plano se-
aportaban sus costumbres y cultura propias a cundario con respecto a él. Y en ocasiones, el car-
aquella especie de gineceo. go de Gran Esposa Real lo ostentaba más de una
FOTO: PHOTOSTOCK
Entre todas las mujeres de cualquier Casa Jene- mujer al mismo tiempo.
ret se establecía una jerarquía muy bien definida, La siguiente mujer en importancia era la madre
ordenada sobre todo según dos conceptos: el del rey, que poseía el título de met neswt y no tenía
MUY INTERESANTE
Divinidades pro- obligatoriamente que haber sido Gran Esposa

tectoras. En esta
imagen del interior de
Real del faraón anterior. Le seguían las esposas
la tumba de Nefertari secundarias, cuyo título era hemet neswt. Estaban
se representa a las
diosas Maat y Serket; la
obligadas a entregar a sus hijos al rey y, si se trata-
primera es el símbolo ba de extranjeras, sellaban alianzas con pueblos
de la verdad, el orden,
la moralidad, la ley y la
vecinos, como en el caso de las princesas hititas
justicia; y a la segunda que se casaron con Ramsés II. Dada la mucha
se le considera una dei-
dad protectora contra
competencia, no era extraño que se crearan gran-
los venenos. des rivalidades entre las esposas del faraón en su
lucha por sentar a sus respectivos hijos en el tro- Familia real. Sobre estas líneas, un relieve que muestra al
padre de Tutankamón, Akenatón (el “faraón hereje”), junto a su
no, lo que dio origen con frecuencia a conspiracio- Gran Esposa Real, Nefertiti, con varias de sus hijas en brazos.
nes urdidas en los harenes.
Algo más abajo, compartían espacio las herma-
Una clara jerarquía nas del faraón (senet neswt) y sus tías y, a conti-
Puesto que la familia real estaba repartida por dis- nuación, las conocidas como Ornamentos Reales
tintas Casas Jeneret en distintos puntos de Egipto, (jekeret neswt), sobre las que existen ciertas discre-
es muy posible que en el harén del palacio donde pancias. Algunos expertos creen que se trataba de
residía el rey sólo vivieran su madre, la reina y sus las concubinas del rey que, una vez hubieran dado
FOTOS: TOMB OF QUEEN NEFERTARI, VALLEY OF THE QUEENS, EGYPT; GETTY IMAGES
hijos. Ésa sería la razón de que tantas esposas se- a éste algún hijo, eran libres para casarse con un
cundarias apenas vieran al faraón en contadas alto funcionario, mientras otros opinan que se
ocasiones y de que incluso algunas no llegaran a trataba de mujeres de la Corte y miembros desta-
encontrarse con él jamás. cados de la Casa Jeneret que se encargaban de la
Un escalón más abajo que las esposas secun- música durante el culto. En última instancia, las
darias se situaban las hijas del rey (sat neswt), que ocupaban la base de la pirámide eran las Be-
que podían seguir viviendo en el harén tanto si llezas del Palacio (nefrwet), chicas jóvenes entre
permanecían solteras como si se casaban con las que podían estar perfectamente incluidas las
alguien de su familia o con un alto funcionario. hijas del monarca y las Amadas del Rey (nerwet
Disfrutaban de bastantes privilegios, entre ellos neswt). En ambos casos, estas mujeres se encarga-
contar con un séquito personal, disponer de una ban del canto y las actuaciones musicales, inter-
tumba propia y heredar de sus madres algunos pretadas tanto para entretener al faraón como
de sus cargos y títulos. para las ceremonias religiosas.
Funcionarios
de todo tipo
P
uesto que la reina no podía
encargarse en persona de controlar
todos los harenes de Egipto, se
veía obligada a delegar la
dirección de los mismos. Entre
los principales funcionarios
estaban la gran supervisora,
de origen noble y al frente del
harén en nombre de la sobe-
rana; el intendente, un hom-
bre de confianza del faraón;
los escribas, algunos de los
cuales ayudaban al intenden-
te a administrar los bienes;
los inspectores, encargados
de vigilar a los trabajadores;
y los guardianes, que
velaban por la
seguridad de
los demás.
Esta escultura
de un escriba de
Saqqara ha sido
datada durante
la Dinastía V (en
torno a 2494-
2345 a.C.)
Cada harén contaba con una

divinidad protectora y las mujeres
La religión era un punto fundamental de la podían ser sacerdotisas de su culto.
institución. Cada Casa Jeneret contaba con una
divinidad protectora (Bastet, Hathor, Isis, con todo lo necesario para cubrir las necesidades
Amón...) y las mujeres podían ser sacerdotisas, primarias de la familia real, empezando por la ali-
principal motivo por el cual recibían una educa- mentación, y para que no les faltase nada y pudie-
ción musical que incluía la interpretación de ran llevar una vida lujosa.
instrumentos como el laúd, la flauta, la lira o el Por eso, las Casas Jeneret no nada más eran ins-
arpa. Y puesto que la reina lo era también de to- tituciones independientes, sino también econó-
das las sacerdotisas del país, ella se encargaba micamente autosuficientes (estaban exentas de
personalmente de controlar que los ritos se rea- pagar impuestos). Disponían de tierras de labran-
lizaran con total normalidad. za, ganaderías, granjas, molinos y talleres de
Aparte de la música, la Casa Jeneret nació con muebles, de cosméticos, de perfumes... y sobre
otras funciones muy bien delimitadas. Como ya todo, de textiles. Acogían una auténtica industria
hemos dicho, en primer lugar era la residencia de textil en la cual las servidoras y las esposas de ori-
las mujeres del rey, entre las que estaban sus es- gen humilde hilaban, cosían y tejían. Una de sus
posas, pero también sus hermanas, su madre y principales tareas era la elaboración del llamado
sus tías (solteras o viudas). “lino real” (el de mejor calidad), con el que se con-
feccionaban los vestidos de las damas.
FOTO: GETTY IMAGES
Autosuficiencia económica No hay que olvidar una última función primor-

Todas ellas tenían prohibido llevar una vida pú- dial; de hecho, prácticamente la única que las Ca-
blica, por lo que cada Casa debía contar asimismo sas Jeneret compartían con los harenes
MUY INTERESANTE
Las Casas Jeneret, además de centro educativo de los niños y

residencia de las ambiciosas esposas del faraón, eran también
un nido de intrigas políticas.
Función primordial. musulmanes: eran el punto de crianza y educa-
Tras los muros de las Casas
Jeneret, las mujeres de ción de los hijos varones del faraón. De eso se en-
los faraones criaban a sus cargaban nodrizas y preceptores, pero era la
hijos varones y se ocupaban
de escoger a los mejores propia reina, al mando de las instituciones y de la
maestros para su educación economía, quien escogía a los maestros y decidía
(abajo, ilustración).
qué educación se impartiría en la Casa.
La educación de los descendientes reales tenía
lugar en una parte concreta del recinto, llamada
Casa de los Hijos. Y es que en el harén la arquitec-
tura y el reparto de las zonas y estancias según
sus utilidades estaban estudiados a la perfección.
Lo formaban varios edificios en el interior del
complejo palacial, o bien independientes y sepa-
rados del mismo. Se construían con gruesos mu-
ros y murallas de adobe y las estancias se
decoraban con pinturas de vivos colores, tanto en
las paredes como en el suelo y techo. Las habita-
ciones contaban con vestidor y baño propios, y
siempre se reservaba una estancia principal con
un estrado para colocar ahí el trono del faraón.
Sentado en él cuando venía de visita, las damas se
reunían a su alrededor para deleitarle con sus in-
terpretaciones musicales. Nunca faltaba un tem-
FOTOS: GETTY IMAGES; DREAMWORKS ANIMATION

plo y también había almacenes, zonas agrícolas y
ganaderas y talleres, todo rodeado de jardines con
estanques cuidados al máximo.
Rivalidad entre mujeres

Si se piensa en la Casa Jeneret como espacio para
la educación de los niños y como residencia de las
ambiciosas esposas del faraón, no resulta extraño
La conspiración del harén
La conspiración más famosa en un ha- a la muerte. Además, hallaron en el que no correspondía a un rey y que
rén tuvo lugar en el reinado de Ram- interior de la herida un amuleto con el podría interpretarse como prueba de
sés III (1186-1155 a.C.). Tenía como ojo de Horus, seguramente introduci- que recibió un castigo.
objetivo matar al faraón y sus prota- do por los embalsamadores durante En cualquier caso, la conjura fue
gonistas fueron varios funcionarios y la momificación, que no se hizo de descubierta y todos los conspiradores
sirvientes, un general, un sacerdote la forma habitual, pues se usó un serían ejecutados... algunos de ellos,
y algunas mujeres, entre ellas Tiyi, elemento “impuro”: piel de cabra, algo obligados a suicidarse.
segunda esposa de Ramsés y principal
instigadora, que pretendía sentar a su
hijo Pentaur en el trono. No está del
todo claro si el complot tuvo éxito o
no, y durante mucho tiempo el final
de Ramsés III fue motivo de debate.
Pero en 2012, una investigación pu-
blicada en el British Medical Journal
concluyó que al faraón le cortaron
el cuello, causándole la muerte. Los
investigadores, encabezados por el
doctor Albert Zink, realizaron análisis
antropológicos y forenses a las mo-
mias de Ramsés III (en la foto) y de un
hombre desconocido. El ADN reveló
que ambas compartían el mismo li-
naje parental, sugiriendo que podrían
haber sido padre e hijo.
Las tomografías computarizadas del
rey revelaron una herida profunda en
el cuello que podría haberle llevado
que fuera también centro habitual de intrigas po- conspiraciones fue la que atentó contra la vida de
líticas que podían terminar en asesinato. De este Ramsés III [ver recuadro] y la conocemos gracias
modo, los harenes se convertían con frecuencia al Papiro de Turín, pero debió haber muchas otras.
en nidos de complots y conspiraciones. Algunas están documentadas.
La rivalidad entre esposas estaba a la orden del
día; a sus ojos, todo parecía valer con tal de que su Dos intrigas políticas conocidas
FOTO: GETTY IMAGES
vástago se sentase en el trono y, de paso, ella esca- Uno de los complots de los que tenemos noticia se
lara posiciones, pasando de simple esposa secun- produjo durante el reinado de Pepi I, que gobernó
daria a madre del rey. La más famosa de estas aproximadamente entre los años 2332 y 2282 a.C.
En la “autobiografía” grabada en piedra en una de
Sobrevivir para llegar las paredes de la mastaba (tumba) de un funcio-
al trono. En la carrera por
“colocar” como faraón a su nario real llamado Weni se explica que éste fue
hijo, la rivalidad entre las llamado a declarar por el faraón en un grave caso
esposas del rey desataba
complots y asesinatos, de intriga que había tenido lugar en el harén. No
algo que queda reflejado hay datos que revelen quiénes fueron los traido-
indirectamente en la cinta
animada El príncipe de res, pero se sabe que el rey regaló a Weni una bue-
Egipto (1998). na cantidad de oro para que embelleciera su
última morada (tal vez una recompensa de Pepi
por el servicio prestado).
Otra conocida conspiración, mucho más grave,
terminó con un magnicidio, el de Amenemhat I,
que reinó de 1991 a 1971 a.C. Un relato breve pero
detallado explica la historia en la que el espíritu
del rey asesinado avisa a su hijo Senusert I que los
traidores pululan por el palacio. Según el escrito,
el faraón se encontraba en su dormitorio, solo y
desprevenido. “De haber podido empuñar el
arma, habría devuelto los golpes a los cobardes
con una sola mano”, explica el espíritu de Ame-
nemhat I a su apenado hijo.
MUY INTERESANTE
Deir el-Medina y el Valle de los Reyes
La ciudad de los
muertos
FOTO: GETTY IMAGES
Los antiguos egipcios pusieron enorme interés y
esfuerzo en la construcción de grandes templos Almas sopesadas.
En este papiro del Libro
mortuorios que garantizaran al faraón –y con él a de los Muertos se esce-
nifica el Juicio de Osiris,
los demás– el estar preparado para alcanzar la vida en el que se pone en
un platillo de la balanza
eterna después de la muerte. el corazón del difunto y
en el otro se situaba la
Por Javier Martínez-Pinna Pluma de la Verdad.
MUY INTERESANTE
E
n el Antiguo Egipto, la configura- física: para alcanzar la salvación, el faraón –y,
ción del espacio físico hizo que como él, el resto de los egipcios– debía enfren-
la vida sólo pudiera desarrollar- tarse a toda una serie de pruebas que tenía que
se a orillas del Nilo, en donde se superar a partir del conocimiento de unas fór-
situaban las tierras fértiles y los mulas mágicas representadas, muchas veces, en
recursos hídricos fundamentales el interior de las pirámides (o en las galerías de
para el surgimiento de la que po- los hipogeos, en épocas más recientes). Según las
demos considerar la civilización más apasionan- creencias egipcias, la muerte implicaba la desin-
te de la historia. La transición entre los fértiles tegración de los modos de existencia del indivi-
campos de cultivo y el desierto era muy acusada, duo y, por lo tanto, el complejo ritual funerario
lo que favoreció la creencia de los egipcios en dos tenía la intención de reintegrar los distintos as-
mundos contrarios pero estrechamente relacio- pectos del ser humano como paso previo a su fu-
nados: el del bien y el del mal, el del equilibrio y tura y asegurada resurrección.
el del caos... el de la vida y el de la muerte.
El periplo del dios Desde tiempos predinásticos, la observación de Viaje en varias etapas
Ra. Este relieve del
templo mortuorio de
la momificación natural en las secas arenas del Así, junto al cuerpo físico y como condición pre-
Ramsés II representa desierto los llevó a la convicción de que el desti- via para iniciar el viaje al más allá, se debían pre-
a un grupo de sacer-
dotes que llevan sobre
no del alma quedaba vinculado a la superviven- servar dos principios esenciales: el ba, el aspecto
los hombros la Barca cia del cuerpo, y por eso emplearon una enorme inmaterial o alma del individuo, y el ka, una fuer-
Solar sagrada de Ra. El
cantidad de recursos en el desarrollo de las téc- za vital vinculada al cuerpo que requería susten-
FOTO: GETTY IMAGES

ritual funerario incluía
atravesar el río con el nicas de embalsamamiento. Pero éste no era el to (de ahí las ofrendas de comida, agua e incienso
difunto sobre una barca
muy semejante a la del
máximo peligro al que se veía sometida el alma que los sacerdotes dejaban en el interior de los
propio dios solar. del difunto después de la irremediable muerte templos mortuorios).
Los egipcios creían que el difunto era llevado
ante el dios de la muerte, Osiris, confinado en el
inframundo, o Duat.
En cuanto al más allá, los egipcios creían que Así, en la necrópolis per-
el difunto era llevado ante el dios de la muerte, teneciente al faraón Zoser
Osiris, confinado en el inframundo o Duat. Allí observamos las tumbas de
era sometido a un riguroso juicio –el Juicio de los miembros de la Corte
Osiris– que nada más podía superarse gracias al claramente diferenciadas
conocimiento de diversos sortilegios presentes y separadas con respecto
en el Libro de los Muertos. Posteriormente, el fa- a la pirámide escalonada
llecido debía unirse al dios Ra en su viaje por el del rey, mientras que en la
cielo a bordo de la barca solar, recorrido tras el meseta de Guiza tenemos
cual le esperaba el enigmático Campo de Juncos, auténticos complejos fu-
una especie de lugar paradisiaco donde no fal- nerarios y “ciudades de la
taban campos repletos de trigo, ríos, animales, muerte” con todo tipo de se-
cosechas y gente de todo tipo y condición. Allí, pulturas erigidas a partir de
el muerto se encontraba con los dioses y con los un plan predeterminado y
parientes y amigos más cercanos pero, a pesar de separadas por calles en ángu-
ser un lugar propicio y generoso, en el Campo de lo recto, ofreciendo unas pautas
Juncos era necesario trabajar, razón por la cual igualitarias de las que no disfru-
los egipcios se hacían enterrar junto a unas pe- taban los simples mortales.
queñas estatuas llamadas ushebti, grabadas con
sortilegios mágicos y cuya función era realizar Asegurar la vida eterna
trabajos físicos en el mundo de ultratumba. Durante el Primer Periodo Inter-
medio surgen nuevas fórmulas
Un más allá democrático mágicas y litúrgicas que después
El registro arqueológico confirma la creencia en conformarán el corpus de los Tex-
esa vida posterior a la muerte ya en el Periodo tos de los sarcófagos, cuya naturaleza
Predinástico, mientras que en el Arcaico halla- pone de manifiesto una visión di-
mos una mayor sofisticación en la construc- ferente del mundo de ultratumba,
ción de las tumbas reales: un claro ejemplo es en donde la familia inmediata y
la del faraón Djer, encontrada en la necrópolis los amigos y servidores del difunto
de Abidos. Él se hizo enterrar junto a un gran tienen un papel protagonista. No
ajuar funerario y un enorme cortejo de más de en vano, la arquitectura nos mues-
300 individuos, algunos víctimas de sacrificios tra ejemplos de esta visión
humanos que, al paso del tiempo, irían desa- del reino de los muertos, ya
pareciendo en favor de prácticas tendentes a que empiezan a proliferar
sustituir al ser físico por una serie de amuletos las mastabas con múltiples
con propiedades mágicas. La configuración de habitaciones para acoger
la tumba nos permite suponer la creencia en la los cuerpos de toda una fa-
supervivencia del espíritu del faraón, que em- milia, cuya relación debía
prendería el viaje a partir de una apertura en el continuar en la otra vida.
lado occidental de la estructura orientada hacia Tendremos que esperar Sirvientes hasta
un uadi (rambla o cauce seco) situado al oeste de hasta el Imperio Nuevo para en el mundo
la necrópolis. La evolución de este tipo de tum- observar cómo la esperanza
bas llevaría a soluciones arquitectónicas más de la resurrección se abre a
de ultratumba
E
complejas con la creación de las primeras mas- todos los egipcios, fenóme- n la imagen, una ushebti,
tabas y grandes pirámides a partir de la Dinastía no que se contempla en un estatuilla cuyo cometido –
IV; en un principio, únicamente para asegurar el pequeño poblado situado según la mitología egipcia–
FOTO: EGYPT, CAIRO, EGYPTIAN MUSEUM
triunfo sobre la muerte del faraón fallecido, pero en una de las zonas más in- era servir al difunto en el
luego se extenderían poco a poco al resto de toda hóspitas de Egipto, en la que Aaru (el paraíso): es decir, los espí-
la sociedad egipcia, en un proceso de democrati- cientos de familias egip- ritus de estas estatuillas hacían las
zación del más allá que se empieza a vislumbrar cias dedicaron su vida a la veces de criados para los señores y
–para el círculo más cercano al faraón– durante construcción de las grandes faraones en la otra vida.
el reinado de Pepi II. tumbas del Valle de los Re-
MUY INTERESANTE
Tutmosis I creó un recinto con na oriental del uadi para los habitantes de Deir
el-Medina. En la parte baja encontramos sencillas
36 viviendas para los obreros que sepulturas de niños, depositados en canastillas
construirían el Valle de los Reyes. domésticas hechas de fibra de palma trenzada.
Junto a ellas hay otras tumbas donde los muer-
yes para asegurar, de esta forma, la vida eterna tos son introducidos en simples cajas de madera,
de su máximo soberano. sin decoración ni ningún tipo de ajuar funerario.
Tutmosis I, uno de los grandes faraones de la Ascendiendo por la ladera del uadi sorprende la
Dinastía XVIII, creó un recinto con 36 viviendas existencia de unas nuevas sepulturas que pu-
ocupadas por gente de muy diversa procedencia. dieron pertenecer a un grupo de músicos (por la
En este primer poblado de constructores había presencia de diversos instrumentos musicales),
nubios, hebreos y egipcios, aunque en su mayoría mientras que más arriba se enterraron las mo-
eran cautivos hicsos capturados en años anterio- mias de las personas de mayor edad en pequeños
res, durante las guerras de liberación emprendi- ataúdes con decoración pictórica.
das por las dinastías tebanas para conseguir la Progresivamente, el poblado de Deir el-Medina
reunificación de las Dos Tierras. La estructura de fue ampliando su capacidad: durante el reinado
este asentamiento era muy sencilla, con casas de Seti I se añadieron unas 70 viviendas más,
estrechas y de una sola planta que se adosaron lo que trajo consigo el aumento del número de
a ambos lados de una pequeña calle central. El tumbas, que se situaron en una nueva necrópolis
conjunto estaba protegido por un muro de ado- ubicada en la montaña próxima al enclave. En
be, ideado para reforzar el aislamiento de esta esta ocasión, el significado simbólico del cemen-
comunidad y así lograr mantenerla apartada terio es manifiesto, al orientarse hacia el este,
del resto del mundo. Su ubicación en el antiguo por donde nace la luz del Sol cuando inicia su
lecho del río, que quedaba oculto a la vista del itinerario vital hasta ocultarse tras las montañas
valle, no hizo sino incrementar su soledad, más tebanas y entrar en el mundo gobernado por Osi-
Tumbas proleta- aún cuando se estableció un sistema de control ris. El momento de máximo apogeo en la historia
rias. En la imagen,
las ruinas de una de
policial para mantener la seguridad y evitar los de esta ciudad de los muertos se produjo durante
las necrópolis de Deir contactos con el exterior. el reinado de Ramsés II, quien ordenó ampliar el
el-Medina donde se
hallan enterrados los
poblado de nuevo y levantar otras 40 viviendas
constructores de las Las necrópolis de Deir el-Medina afuera del mismo, mientras que aquellas situa-
tumbas del Valle de los
Reyes, que vivían en un
Desde los primeros años, tenemos evidencias de das en el interior se subdividieron para aumentar
poblado cercano. enterramientos muy poco elaborados en la coli- así su capacidad un poco.
FOTOS: ISTOCK
Papiro del Libro de los Muertos
en el cual aparece el dios
guardián de las tumbas, Anubis.
La necesaria resurrección del monarca
A
l ser considerado el gran que pudiese acompañar a los dioses y los elementos de la naturaleza y, sobre
representante de los dioses así permitir que continuase el orden en todo, la existencia de la inundación anual
FOTOS: BRITISH MUSEUM
ante los mortales, los egip- el mundo: el cambio regular y tranquilo del Nilo, de la que dependían todas las
cios centraron su atención en de las estaciones, el movimiento de los familias egipcias. La función protectora del
garantizar la resurrección del faraón para cuerpos celestes, la protección contra faraón, pues, no terminaba con su muerte.
MUY INTERESANTE
Duras condiciones laborales y comprobar que todos los utensilios estuviesen

Las condiciones de vida de los trabajadores de perfectamente preparados, en especial los cince-
Deir el-Medina tuvieron que resultar especial- les de bronce (propiedad del Estado) y las lámpa-
mente duras, teniendo en cuenta que el Valle de ras con sus tiras de lino y grasa para alumbrar en
los Reyes es uno de los lugares más calurosos y el interior de las tumbas. Una vez allí, el contacto
áridos de Egipto por estar encerrado entre unas con el resto del mundo era prácticamente inexis-
montañas que no dejan pasar la refrescante brisa tente: sólo recibían la visita esporádica de los en-
procedente del norte. Sus semanas laborales so- cargados de transportar los asnos cargados con
lían durar unos 10 días y durante todo ese tiem- comida y el resto de provisiones que llegaban a
po se veían obligados a pernoctar en la parte alta diario hasta el corazón del valle. A pesar de estas
de las colinas que rodeaban el Valle de los Reyes, duras condiciones, sorprende el excelente humor
no pudiendo regresar a sus hogares hasta que y las ganas de vivir que reflejan los ostracones
un nuevo grupo llegase a la necrópolis para con- (fragmentos de caliza o cerámica) encontrados
tinuar con su trabajo. Antes de salir del poblado, por los arqueólogos, en los cuales vemos unos di-
los escribas del visir se encargaban de pasar lista bujos satíricos que ofrecen una perspectiva de la
La última morada de los faraones
L
as tumbas del Valle de los Reyes aumentaron en tamaño y gran-
diosidad con el tiempo, pero su estructura y distribución sigue
en todos los casos un esquema muy parecido, que se reproduce
en la infografía que aquí vemos. La sala funeraria contenía los
tesoros del faraón, que incluían su carro de guerra (A), la Barca Solar
(B), el tabernáculo o naos, que guardaba su alma (C), sus lechos (D),
sus tronos (E) y otros objetos reflejo de su poder.
En un principio, el Valle de los Reyes no se utilizó sólamente como
morada final de los faraones egipcios, ya que hasta la fundación del
cercano Valle de las Reinas, se enterró por igual junto a los soberanos
a un gran número de esposas reales, príncipes e incluso mascotas (pe-
GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO PEÑAS

rros, monos o aves). Las medidas tomadas para mantener en secreto la
ubicación de estas tumbas fueron tan efectivas que serían las últimas
en ser descubiertas.
C
A D
D
E
Las tumbas se estructuraban en

torno a un patio abierto desde el que
se abrían unos pozos funerarios para
los enterramientos.
Vista aérea del Valle de los
Reyes, la necrópolis cercana a
Luxor que alberga la mayoría
de las tumbas de los faraones
del Imperio Nuevo.
Evolución teológica
L
as tumbas presentes en el Valle cuenta las ideas teológicas relacionadas grandes murales repletos de escenas de
de los Reyes están formadas por con el mundo de la muerte durante el gran belleza. Las tumbas del Valle de los
una serie de galerías abiertas en la Imperio Nuevo. Los textos religiosos, Reyes incrementaron progresivamente su
roca, conectadas entre sí por puer- mucho más complejos que los anteriores, tamaño, aunque se seguirían respetando
tas que conducen a la cámara funeraria se empezaron a grabar en las paredes las características básicas establecidas
donde reposa el sarcófago real. Este lugar de las tumbas reales, lo que provocó un durante los primeros momentos de la
sólo puede comprenderse si tenemos en aumento de los elementos decorativos en Dinastía XVIII.
vida que tenían estos obreros de las tumbas rea- Los trabajadores de Deir el-Medina vivieron
les. Su visión optimista de su existencia terrenal para la muerte, porque una gran parte del poco
tal vez se deba al hecho de vivir en una comuni- tiempo libre que tenían lo emplearon en prepa-
dad cerrada, con excelentes lazos de solidaridad rar sus propias tumbas. La mayor parte de ellas
entre sus miembros, y a la convicción de poder se situaron en la necrópolis cercana al poblado.
disfrutar de la mejor recompensa como fruto de Estas moradas para la eternidad solían ser de
su trabajo: la inmortalidad. pequeño tamaño y casi siempre se orientaban
Entre las imágenes destacan la de un hombre hacia el templo funerario del faraón para el que
amaestrando un babuino para que trepe a una habían servido, lo que nos demuestra su conven-
palmera y le consiga dátiles o la de unas madres cimiento de que podrían compartir el destino de
amamantado a sus hijos y mirándose a un espe- un rey que, tras su muerte, se había convertido en
jo con actitud despreocupada. Otra escena nos dios. Las tumbas se estructuraban en torno a un
muestra de forma jocosa a un gato guiando a seis patio abierto desde el que se abrían unos pozos
gansos. Tampoco faltan los motivos religiosos, funerarios en donde se enterraba a los miembros
como la representación de la serpiente Meret- de una misma familia. Desde el pozo se accedía
seger (diosa de la medicina), invocada para evi- a diversas habitaciones y a la cámara funeraria,
tar picaduras y otro tipo de peligros a los que se con paredes decoradas que mostraban al falle-
FOTOS: ISTOCK
tuvieron que enfrentar en su día a día, antes de cido disfrutando de aquella nueva vida que con
emprender el camino hacia el más allá. tanto esfuerzo se había ganado.
MUY INTERESANTE
Días clave Episodios.

Arriba: “Napoleón
Desde Bonaparte aren-

gando a sus tropas
lo alto
antes de la batalla
de las pirámides,
21 de julio de
1798”, de Antoine
Jean Gros (1810).
Abajo: “Bonaparte
con los sabios de
Egipto” (1896), de
Por Gerardo Sifuentes Maurice Orange.
N
apoleón Bonaparte llegó a las cercanías de la
ciudad de El Cairo el 19 de julio de 1798 con
una fuerza expedicionaria de 21,000 solda- Fascinado por la magnitud y simbolismo de la gran pirámi-
dos. La visión de las pirámides debió resultar de, antes de iniciar el combate, Napoleón arengó a sus tropas
embriagadora para el joven general. En un con unas palabras que se han inmortalizado, y que hoy resul-
par de días se enfrentaría a un ejército de 60,000 hombres, tan controvertidas por su significado y la cadena de sucesos
entre los que destacaban 6,000 jinetes mamelucos, la unidad que ocurrieron siglos más tarde:
de caballería más temida de Medio Oriente. “Soldados. Han venido a este país para salvar a sus habitan-
La empresa en la que se había embarcado a bordo del buque tes de la barbarie, para traer la civilización a Oriente y sustraer
insignia de la armada francesa L’Orient era uno de los secre- esta bella parte del mundo a la dominación de Inglaterra. Des-
tos mejor guardados. Ya desde entonces se reconocía la im- de lo alto de estas pirámides, cuarenta siglos los contemplan”.
portancia estratégica de aquel territorio: Napoleón buscaba La victoria se añadiría al currículum napoleónico, demos-
el control de Egipto para interrumpir el comercio inglés con trando su ingenio y capacidad estratégica. Este evento ter-
India. Tras una larga y angustiante avanzada, el 21 de julio se minaría con siglos de dominio oriental en la tierra de los
encontraron con el grueso del ejército mameluco, encabezado faraones, y el inicio de una prolongada batalla por conseguir
por el bey (general, líder) Murad. la libertad de la influencia internacional en la región. El país
Fue en la ciudad de Embabeh donde se dio el gran enfren- que vio nacer una de las culturas primigenias más avanza-
FOTOS: GETTY IMAGES
tamiento, tan sólo a unos cuantos kilómetros de la pirámide das y sofisticadas de la humanidad se vería envuelto desde
de Guiza, para entonces una de las edificaciones más altas entonces en un largo proceso por encontrar su identidad y
conocidas en el mundo. reivindicar su lugar en el mundo.
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