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B:.O:.A:.Z:.

Boaz es, en el R.·. E.·. A.·. A.·., la palabra sagrada que se comunica al
Aprendiz masón en la tenida de iniciación. Dicha palabra se refiere a la
naturaleza interior del Aprendiz y por esta razón encierra un secreto que es
irrevelable por más que se la pronuncie o escriba. Boaz, o Booz, es una
trascripción latina de una palabra hebrea de tres letras, Beth, Ayin y Zayin.

Sus valores numéricos respectivos son 2, 70 y 7 y su suma da 79, número que


equivale a la unidad aritmética que simboliza la Unidad del Ser (el Gran
Arquitecto) expresada en la Logia (79 = 7+9 = 16 = 1+6 = 7 = 7+6+5+4+3+2+1
= 28 = 2+8 = 10 = 1+0 = 1).

El Aprendiz recibe la palabra sagrada deletreada y no puede darla de otro


modo puesto que no sabe leer ni escribir en el Libro de la Vida al inicio de su
andadura por los Pequeños Misterios. El estudio del significado de cada una de
las tres primeras letras que el masón recibe debe formar parte de su
aprendizaje.

Boaz es el nombre de la columna levantada a la izquierda de la puerta del


Templo de Salomón, con la cual se corresponde la columna B de la Logia
Masónica. Boaz es junto a la columna B.·. donde reciben su salario los obreros
que han recibido esa palabra.

También el estrado del 1er Vig.·., a quien corresponde el pilar de la Fuerza, se


sitúa junto a la columna B. Ello es así ya se encuentre la columna situada a la
izquierda de la puerta del Templo como en el Rito Escocés o a la derecha como
en el Rito Francés.

Boaz, o Booz, al igual que Jakin, son nombres de realeza y también como tales
figuran esculpidos en las columnas del Templo de Salomón y están
representados en las columnas de la Logia. Ello se corresponde perfectamente
con la naturaleza Real del Arte que los masones practican en su Templo a
cubierto del mundo profano.

El Libro de Rut narra la historia de Boaz, labrador justo de la tribu de Judá de


cuyo linaje desciende el Rey Salomón. Boaz desposa a Rut la moabita, viuda
de Majlón, tras haberla favorecido permitiéndole espigar en sus campos y
entregándole seis medidas de cebada. La recepción de los dones de Boaz por
parte de Rut se corresponde con el aspecto pasivo o receptivo del Tronco de la
Viuda, mientras que el relato de la viuda limosnera del evangelio de S. Marcos
(Mc. 12, 41-44) evoca su faceta activa.

Boaz toma para sí a Rut junto con el campo de su marido muerto "a fin de
mantener el nombre del difunto sobre su herencia y para que el nombre
del muerto no desaparezca de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar"
(Rut 3, 10). A los Hijos de la Viuda les corresponde el mantenimiento y la
vivificación del nombre de Boaz a la puerta del Templo masónico.
LOS SIGNOS

El rito masónico se desarrolla a través de determinados signos,


palabras y toques. Gracias a ellos el masón es reconocido como tal: "¿Cómo
reconoceré que sois masón? - Por mis signos, palabras y toques". En ellos
también se guardan los "secretos del grado".

Refiriéndonos concretamente a los signos, recordaremos que en la entrada


Rito mencionamos que en la Masonería los gestos rituales llevan el nombre de
"signos".

De nuevo encontramos aquí la estrecha relación que existe entre el rito y el


símbolo, que en su aspecto de símbolo gráfico y geométrico, podría ser
considerado como un signo, es decir como algo que tiene un significado,
que traduce una idea en definitiva. De hecho los toques también son signos
anuales, y las palabras sagradas y de paso (pertenecientes a los símbolos
sonoros) no dejan de ser en el fondo signos vocales.

Pero específicamente considerados como escenificación ritual de los


símbolos visuales y geométricos, los signos, en los tres primeros grados,
se realizan en "escuadra, nivel y perpendicular", y por tanto han de estar
necesariamente vinculados al simbolismo de esas tres herramientas, a lo
que ellas significan en tanto que representación de ideas fundamentales
relacionadas con la construcción de la mansión interna. Apuntaremos que la
escuadra, el nivel y la perpendicular son también las "tres joyas móviles"
de la Logia, y esa movilidad está sin duda relacionada con la idea del
rito como "símbolo en acción".

Cada grado tiene sus signos correspondientes, entre los que podemos
distinguir los "signos de al orden" y los "signos de reconocimiento".
Signo de al orden. En el grado de aprendiz este signo se realiza
teniendo el brazo derecho horizontal (es decir a nivel) a la altura de la
garganta, mientras que el brazo izquierdo cae en perpendicular a lo largo
del cuerpo. Con los pies se forma una escuadra.

En el grado de compañero el brazo derecho horizontal se sitúa a la


altura del corazón, en tanto que el izquierdo realiza la forma de la
escuadra. Los pies también en escuadra.

En el grado de maestro el brazo derecho, horizontal, está a la altura


de las dos caderas, y el izquierdo cae en perpendicular. Los pies en
escuadra al igual que en los grados anteriores.

Señalaremos que en algunos rituales se dice que es estando en posesión


del signo de al orden como los "secretos masónicos son comunicados". Sin
duda esto encierra una profunda enseñanza, pues está claro que ese "estar
al orden" no se refiere tan sólo a un orden externo, sino sobre todo a un
estar al orden "interiormente", para que sea posible la "recepción" de la
luz masónica.
Signo de reconocimiento. En cada uno de los tres grados, estando "al
orden", con el brazo derecho se traza el nivel y la perpendicular,
describiéndose la escuadra. Esto gesto ritual vendría a decir que el masón
se reconoce como tal gracias a la perpendicular, al nivel y a la escuadra.

En el primer grado ese gesto comienza a la altura de la garganta (signo


gutural), en el segundo a la altura del corazón (signo cordial), y en el
tercero a la altura de las dos caderas (signo umbilical). Pueden verse
aquí tres etapas o niveles en el proceso de realización masónica, que va
del más exterior al más interior, pues la región umbilical, donde traza su
signo el maestro, está simbolizando aquí la idea de centro, sin duda
alguna ligada al significado de la "Cámara del Medio".

Resulta también esclarecedor la misma palabra "reconocimiento", pues


no se trata tan sólo de que mediante ese signo un masón sea reconocido por
otro en su condición de tal. Desde luego que esto es así, pero ha de
existir una lectura más profunda. Aquí, reconocimiento quiere decir
"conocerse a sí mismo", o "re-conocer" lo que se es. A ello contribuye sin
duda la enseñanza simbólica transmitida mientras el masón está "al orden",
la cual, más allá de un momento determinado del ritual, ha de ser una
actitud permanente durante el desarrollo de los trabajos en Logia.

Por otro lado, el "signo de reconocimiento" también es llamado "signo


penal", aquel que corresponde a la "pena" que es sobrevenida al masón si
incumple el juramento solemne prestado ante las Tres Grandes Luces de la
Masonería en el momento de su recepción en cualquiera de los grados. Esa
punición forma parte desde luego del proceso iniciático, si no no estaría
contemplada en la Masonería, y se refiere al estado de "errancia" o de
"pérdida" que en ocasiones puede darse durante ese mismo proceso, debido
fundamentalmente a la identificación con los "metales" del hombre viejo,
del profano que se resiste a la transmutación.

EL MANDIL
"Recibid este mandil, distintivo del Masón, y más honroso que todas las
condecoraciones humanas, porque simboliza el trabajo. Única fuente de salud,
del saber, de la virtud y de la riqueza. Os da derecho a sentaros entre nosotros,
y sin el nunca deberéis de estar en logia".

Con estas solemnes palabras, el Venerable ciñe al neófito el mandil de


Aprendiz Masón. Blanco, limpio como los sueños, y alto como sus ideales.
Distintivo de quienes deseosos del conocimiento, sanos y virtuosos, alcanzarán
la mayor de las riquezas : la elevación espiritual.
El Mandil, Símbolo del trabajo, es el único distintivo que da derecho al Masón,
para entrar en los Templos y tomar parte en las Tenidas, siendo por
consiguiente indispensable para todos los Hermanos, incluso, altos Dignatarios.

Las Joyas de los Grados y de los Cargos son tan sólo las condecoraciones,
mientra que el Mandil es el verdadero vestido Masónico. En las Tenidas de
algunes Grados de la Masonería Filosófica, están dispensados los Hermanos
de ceñir el Mandil, porque simbólicamente, el trabajo ha acabado para ellos,
pero en los trabajos Simbólicos donde se figura que éstos empiezan, el MandiI
es obligatorio.
Los, esenios, aquellos antiguos judíos que practicaban su propia Doctrina,
tenían la firme opinión de que la pureza íntima y la rectitud de conducta, se
evidenciaban vívidamente por la apariencia externa de la persona.

El Mandil es pues para los masones, el emblema del mismo cuerpo físico con
el cual venimos para trabajar sobre la tierra, y con el objeto de adquirir aquellas
experiencias que nos transformarán en artistas verdaderos, logrando el
magisterio o dominio completo sobre nuestro mundo.

La percepción de este Mandil, como simple envoltorio o vestido exterior, así


como la esencia misma del ser, es consecuencia de la visión espiritual que se
consigue en la búsqueda de la Luz

El Mandil como Símbolo Masónico tiene diferentes significados según el Grado


que se ocupe, así observaremos en el Grado de Aprendiz la Faldeta, Baveta, o
Solapa, levantada, lo cual quiere indicar que se desconoce la potencia
espiritual, pero que, con tesón, con voluntad y verdadero interés, se podrá
conquistar el equilibrio moral y la fuerza espiritual necesaria a todo Masón para
lograr alcanzar el recto sentido del bien.

Está confeccionado de piel de cordero, como emblema de la humildad y la


tolerancia, pureza de intenciones, simbolizando la perfección del cuerpo y
pureza del alma, que son dos de las cualidades más importantes y esenciales
para un buen Masón.
El Mandil es el emblema del trabajo que redime y fecunda, que regenera y
perfecciona las almas, fortaleciendo el cuerpo; indica así mismo, que todos sus
actos deben ser de completa actividad, armonía y laboriosidad. EL Mandil
además de ser el Símbolo de la inocencia del Masón, lo es de su conducta
caballeresca, de su determinación de no causar mal moralmente a nadie;
también lo es de su indulgencia con la apatía e ignorancia de los hombres, de
su perdón benévolo para sus Hermanos cuando, consciente o
inconscientemente le hacen mal, y de su consagración espiritual a los valores y
virtudes para un mejoramiento de la Humanidad, par lo cual el hombre se eleva
sobre la bestia y el mundo va hacia adelante por el camino ascendente, hacia
su mejor progreso.

En el lenguaje académico, la palabra Mandil proviene del latín "mandile" y es


un delantal que se coloca atado con un cordón a la cintura y que llega hasta los
muslos; sirve para preservar los vestidos de los trabajos de los artesanos. El
Mandil de todo Masón cualquiera que sea su Grado, debe ser de piel de
cordero por su pureza y blancura, porque así no se destruye el carácter
emblemático y simbólico de la prenda.

Sabemos que el cordero, simbólicamente está considerado como una alegoría


de la inocencia y su piel blanca lo es de la pureza, cualidades que la Masonería
distingue en todos los Iniciados. Por eso el verdadero Mandil Masónico debe
ser confeccionado con esa piel pura y sin mancha, de forma cuadrada, con
solapa triangular y sin ningún adorno.
La forma de usar el Mandil y su enseñanza simbólica varía según la Cámara en
que se trabaje. El Aprendiz Masón debe llevar el Mandil durante sus trabajos
regulares, con baveta levantada, con lo que forma la figura de un polígono de
cinco lados, por lo que se convierte en una figura geométrica más avanzada
que el cuadrado.
Otra configuración que se nota en el Mandil, consiste en que resulta una
combinación entre el Cuadrado y el Triángulo; este último representa a la
primera de las figuras geométricas, y el cuadrado es la suma de dos triangulos;
esta explicación da a conocer que la geometría desempeña un papel
importantísimo en las enseñanzas Masónicas.

Ya conocemos la explicación geométrica del Mandil del Aprendiz; ahora


veamos, el significado moral.

El triángulo es emblema del espíritu del hombre; el cuadrado, segunda figura


geométrica perfecta, representa a la materia o sea al cuerpo, y el polígono, que
afecta la forma en que lo usan los Aprendices, simboliza el trabajo material del
Iniciado al pretender modelar la piedra tosca, por lo que en atención a la forma
en que están colocadas estas figuras geométricas, significan que el Aprendiz
debe educar su espíritu para dominar la materia, y moralmente, debe entablar
la lucha para dominar las pasiones que se consideran como defectos propios
de la materia, lo que toca al Iniciado modelar para vivir en armonía con todos
sus semejantes.
Existe otra explicación oculta del Mandil con relación a los tres ángulos, los que
representan a las tres fuerzas vivas del hombre: el espiritu, el cuerpo y el alma;
el primero se manifiesta por medio de la inteligencia, el segundo por la materia
y el tercero por el fenómeno de la actividad locomotora, es decir la vida.
Un pensamiento dice que, la lucha que debe primeramente entablar un Iniciado
al recibir su Mandil, para recibir las primeras enseñanzas Masónicas, son
precisarnente, combatir el error, las preocupaciones y la ignorancia, todas
perjudiciales al progreso de la humanidad.
El Mandil en el sentido material, representa el trabajo peculiar del hombre. El
debe protegerse para que no se manche, ensucie o lastime con las aristas de
su piedra bruta, y en sentido figurado, recuerda constantemente que nuestras
acciones deben tener como base el dictado de nuestra conciencia para que no
nos corrompamos con falsas apreciaciones ni torcidas enseñanzas, lo que en
realidad significa el trabajo material de "Labrar la Piedra Bruta".

Todo Aprendiz que ostenta el blanco Mandil de su Grado, debe dirigir sus
miradas hacia la Columna. del Norte y a su Palabra Sagrada y aglutinando lo
mejor de sus ideales, hacer uso de la Fuerza que lo respalda para dominar "su"
materia y luchar para modelar su espíritu y lograr su perfección.
Esto le dará una mejor voluntad para cumplir sus deberes para con el
G:.A:.D:.U:., para con sus semejantes y para consigo mismo.

EL ALTAR

El Ritual Masónico establece y practica sus procedimientos litúrgicos de


acuerdo con los Dogmas que la Ortodoxia Masónica propaga a sus adeptos por
medio de enseñanzas Morales, Filosóficas y Científicas.

Para llevar a la práctica todas esas teorías en el orden netamente instructivo,


es necesario desarrollarlas por medio de Ceremoniales Litúrgicos y es el
motivo por el que se han levantado Templos Simbólicos a la Sabiduría, a la
Verdad y a la Virtud, dentro de cuyo ambiente se llevan a cabo toda clase de
Trabajos Intelectuales que tienen por objeto Educar, Instruir y Preparar al
Iniciado haciendo uso de Aparatos, Utiles, Herramientas, Enseres y demás
Figuras Propias de la Decoración especial de las Logias Masónicas.

De todos estos apoyos que maquillan la Metodología Educacional Masónica, el


Ara o Altar de los juramentos es uno de los más importantes.

La palabra "Ara", proviene del latín Ara o Araus, vocablos que en términos
castizos se traduce como Altar o Piedra de los Sacrificios.
Dentro del Sistema Masónico, la palabra Ara se refiere al Altar o Altar-Ara de
Altus o Altura que viene siendo el Sitio Sagrado que se destina al ejercicio de
algunas Ceremonias como la de prestar Juramentos, depositar Ofrendas,
ofrecer Libaciones, ejecutar Sacrificios, quemar Inciensos, etc.
En las Logias existen cuatro tipos de Ara, la primera o Altar de los Juramentos,
consta de una Mesa elevada sobre Triangulos Gradines y se encuentra en el
centro del Templo, frente a las Dos Columnas de la entrada del Templo y
delante del sitial del Venerable Maestro.

En cada una de sus caras lleva grabadas las palabras. "Amana", "Hur" y
"Eubulus", que significan Verdad, Libertad y Prudencia. En todas las Cámaras,
al Altar de los Juramentos se le destina como su nombre indica, para tomar la
protesta a los Iniciados, a los Afiliados y a los Regularizados, después de haber
sido admitidos como miembros activos de las Logias.

La Segunda Ara es también de Forma Triangular y se le denomina Altar del


Fuego, se coloca al extremo Sur de la Logia a la derecha del Primer Experto,
pues es de ahí, de donde emanan las llamas del Fuego, durante el Acto de
Purificación Simbólica de los Recipiendarios. En sus Tres Caras aparece la
figura del Sol brillando en todo su esplendor.

La Tercera, es el Mar de Bronce. Se encuentra colocado a la Izquierda del


Segundo Experto, es un Recipiente Circular sostenido por Doce Bueyes y
representa a la Inmensidad de los Océanos, como fuente de donde se
producen las tempestades, las tormentas, los huracanes y en general todos
aquellos trastornos que en la atmósfera se manifiestan con intensidad y que
Simbólicamente azotan a los postulantes durante su recepción.
Por ultimo el Altar de los Perfumes, también de Forma Triangular y en el que se
deposita el Pebetero que se usa en la Logia para quemar el incienso que cubre
el ambiente dentro del Templo al final de la Iniciaciones.

En cada una de sus caras aparece la Luna en sus tres fases, llena, creciente y
menguante, se coloca al extremo Sur de la Columna "B" en Occidente.

Sobre el Ara aparecen también: un cojín de forma triangular hecho de


terciopelo o seda color púrpura ribeteado con un cordón de oro que remata
en tres borlas una en cada esquina; encima del Cojín se ve la Biblia, el
Compás y la Escuadra Algunas Logias colocan también su Carta Patente.
Sobre el Ara y durante los trabajos, estará abierto el Libro de la Ley o la
Sagrada Escritura de la Religión predominante del País en que se trabaje.

Los Actos más solemnes como Juramentos, Consagraciones, Afiliaciones,


Regularizaciones, etc. se efectúan frente al Ara y los Hermanos al pasar ante
ella siguen por el lado de la Columna. del Norte para ir a Oriente y para venir a
Occidente bajan por el lado de la Columna del Sur a fin de que siempre quede
a la derecha del que pasa a su frente.

El Ara es uno de los principales Símbolos de la Masonería y es imprescindible


en las Logias Simbólicas.

Representa al Sol y como la Logia representa al Universo, se coloca


precisamente en el centro para significar mejor el Sol que se le supone en el
centro del Universo o cuando menos en el centro del Sistema Planetario.
Algunas Logias la utilizan de forma Rectangular en forma de una Pirámide
Cuadrangular Truncada. En otras, la utilizan de forma de uin cilindro, en forma
de Pirámide truncada.

LOS GUANTES

La costumbre de entregar dos pares de guantes al recién iniciado, uno para sí


mismo y el otro para la mujer que más respeta, tiene una larga tradición
histórica.

Posiblemente, su origen se remo


nta al siglo X. Una crónica relata que en el año 960, los monjes del Monasterio
de San Albán en Maguncia le ofrecían un par de guantes al obispo en su
investidura.
En la oración que se pronunciaba en la ceremonia de la investidura, se
imploraba a Dios que vistiera con pureza las manos de su sirviente.
Durandus de Mende (1237 - 1206) interpretaba los guantes como símbolo de
modestia, ya que las buenas obras ejecutadas con humildad deben ser
mantenidas en secreto.
En la investidura de los reyes de Francia, éstos recibían un par de guantes, tal
como los obispos. Las manos ungidas y consagradas del rey, así como las de
un obispo, no debían tener contacto con cosas impuras. Después de la
ceremonia, el Hospitalario quemaba los guantes, para impedir que pudieran ser
utilizados para usos profanos.
En el año 1322 en Ely (Inglaterra), el Sacristán de la catedral compró guantes
para los masones ocupados en la "nueva obra", y en 1456, en el Colegio Eton,
se señala que cinco pares de guantes fueron entregados a los albañiles que
edificaban los muros, "como es obligación por costumbre" .

También hay un documento que precisa que en el Colegio Canterbury en


Oxford, el Mayordomo anotó en sus cuentas que "se dieron veinte peniques
como glove money (dinero de guante) a todos los masones ocupados en la
reconstrucción del Colegio".

En 1423 en York (Inglaterra) diez pares de guantes fueron suministrados a los


albañiles ("setters") con un costo total de dieciocho peniques.
En Inglaterra, en las épocas isabelina y jocobina (1558-1625), los guantes
tenían un prestigio que es difícil comprender en la actualidad. Se trataba de un
artículo de lujo, poseedor de muchos simbolismos, y constituían un regalo
apreciado. El guante significaba entonces un profundo y recíproco vínculo entre
quien lo daba y quien lo recibía.

En 1571, Robert Higford envió un par de guantes a la mujer de Larence


Banister. En 1609 J. Beaulieu le comunicó a William Trumbull que " Mi señor le
ha regalado 50 chelines en un par de guantes a Monseñor Marchant como
retribución por haberle enviado el diseño de la escala. "

En el Año Nuevo de 1606 los músicos reales le obsequiaron cada uno un par
de guantes perfumados al rey Jacobo I. En 1563 el Conde de Hertford, con
quien la reina estaba disgustada, queriendo congraciarse con ella le escribió al
Lord Robert Dudly que deseaba una reconciliación y ruega que le presente a la
Reina, en su nombre, un pobre par de guantes como prenda.
Los guantes eran un regalo acostumbrado en el Año Nuevo, que a veces era
sustituido por el "dinero de guante". Asimismo, los guantes constituían un
obsequio tradicional de los enamorados a sus prometidas. En la obra de
Shakespeare (quien era hijo de un guantero) "Much Ado about Nothing" (Mucho
trajín por nada), el personaje femenino Hero declara "estos guantes, que el
conde me envía, son un excelente perfume" (Acto lll, escena 4).

El payaso en The Winter´s Tale ( Historia de Invierno) declara: "si no estuviera


enamorado de Mopsa, no debieras tomar mi dinero, pero estando encantado
como estoy, estaré también esclavizado con ciertas cintas y guantes (Acto IV,
escena 4). En Enrique V el rey intercambia guantes con el soldado raso
Williams (Acto IV, escena 1).

Entre 1598 y 1688 en muchos documentos escoceses se menciona la entrega


de guantes a los picapedreros y albañiles.
Estos documentos se refieren a masones operativos, pero también respecto a
los especulativos existen documentos antiquísimos. Desde 1599 existen
pruebas que a cada masón en su iniciación debía entregársele un par de
guantes - que pagaba de su bolsillo. El documento más antiguo en esta materia
es el llamado Estatuto Shaw, dirigido a la Logia Kilwinning en diciembre de
1599, donde se estipula que los derechos de iniciación en la logia sumaban 10
libras esterlinas escocesas, con 10 chelines para los guantes.

Documentos de la Logia de Melrose de los años 1674-1675 demuestran que


tanto los aprendices como los compañeros tenían que pagar derechos de
ingreso " con guantes suficientes para toda la compañía..."
En un documento de Aberdeen en 1670 se expresa que el aprendiz debe pagar
"cuatro dólares reales con un mandil de un par de buenos guantes para cada
uno de los hermanos". El uso de lino en vez de cuero es interesante, pero se
explica por tratarse de una zona donde existían numerosas tejedurías de lino.

En 1686, Robert Plot, en "The Natural History of Stafford-shire" (Historia Natural


del Condado de Stafford), relata que era costumbre entre los Francmasones
"que cuando cualesquiera son admitidos en la Sociedad, se convoca una
reunión (o Logia como la llaman en algunas partes), que debe consistir de por
lo menos 5 o 6 de los Antiguos de la Orden, a quienes los candidatos
obsequian con guantes, y asimismo a sus esposas...". Esta es aparentemente
la primera mención del obsequio de un par de guantes a la mujer como parte
de la ceremonia de iniciación.

En 1723 se publicó el documento llamado Examen de un Masón en el periódico


londinense El Correo Volante, que comienza así: "Cuando es recibido un nuevo
Francmasón, después de haber entregado a todos los presentes un par de
guantes para hombre y un par para mujeres y un mandil de cuero..."

Posteriormente, esto se transformó en una tradición en todas las iniciaciones, y


aparece en todos los rituales de iniciación franceses del siglo XVIII, aunque
cabe señalar que en Inglaterra y Escocia se perdió paulatinamente la
costumbre y desde comienzos del siglo XIX ya ni se menciona en las actas y
reglamentos de las logias.

En 1724 se menciona que una logia en Dunblane entregaba un par de guantes


y un mandil a sus iniciados.

En 1754, en Haughfoot (Inglaterra), la logia estableció "que nadie puede entrar


a la logia sin un par de guantes para cada miembro de la susodicha logia".
En la primera "revelación" francesa conocida, que data de 1737, llamada Carta
de Herault, se señala que el aprendiz recibe en la ceremonia de iniciación un
mandil de cuero blanco, un par de guantes para sí mismo y un par de guantes
para la mujer que más estima.

La tradición se mantiene viva especialmente en las logias que trabajan en el


Rito Escocés Antiguo y Aceptado, si bien otras logias también practican la
misma costumbre.

Es interesante mencionar que en los grados superiores del Rito Escocés se


usan guantes de diversos colores, especialmente negro y verde, además del
blanco, apropiados al simbolismo del grado.
LA LETRA "G" - (Artículo del Q:.H:. Ricardo E. Polo - Or:. Argentina)

Naturalmente que hemos visto, tanto en las iglesias católicas romanas como en
muchas protestantes, la cruz labrada o esculpida en alguna posición
prominente. Tal circunstancia será tomada como símbolo expresivo de la
cristiandad. Cosa similar ocurre, cuando observamos en toda Logia Masónica
una letra G, que puede verse en el Est:., ya sea pintada en la pared o esculpida
en madera, o metal, y suspendida sobre la silla del Maestro.

Este es en realidad, sino el más prominente, ciertamente el más familiar de


todos los símbolos de la Francmasonería. Es aquél al que el poeta Burns alude
en sus líneas con frecuencia, mencionadas y reconocidas, que se expresan
así:
"- ...ese brillante jeroglífico, que solamente los Artífices vieron una vez ;"

Claro está que ... única vez en que lo comprendieron, pues una vez visto
supieron al mismo tiempo lo que significaba. Existe cierta incertidumbre sobre
la fecha exacta en que este símbolo fue introducido por vez primera en la
Masonería Especulativa. No fue derivado, en su presente forma, de los
Masones activos de la Edad Media, que conferían sobre la Francmasonería
tanto de su simbolismo, que no se encuentra entre los adornos arquitectónicos
de las antiguas catedrales.

El Dr. Olíver dice que era "en las lecturas antiguas;" aunque esa es una
expresión incierta. De la Masonería Criticaea de Prichard, que fue publicada en
1730, parece que el símbolo no estaba en uso en esa fecha; pero puede haber
sido omitido. Si Tubal Caín, que fue publicado en 1738, es, como se pretende,
idéntico a la obra de Prichard, la cuestión está definida, pues contiene la lectura
en la letra G, a cuya referencia se aplica directamente.

Sin embargo, el símbolo fue bien conocido y reconocido en 1766, y algunos


años antes, el libro titulado Salomón en Toda su Gloria, cuya primera edición
apareció en ese año, dice, en la página del título, ser la traducción original del
Francés. Contiene la referencia a la vez que la explicación del símbolo.

Esta obra contiene abundantes evidencias internas de que es una traducción y


de aquí que el sitábolo puede, lo mismo que otros del sistema posterior a 1717,
haber sido primeramente introducido en el continente, y después regresada su
tradición, todo lo cual indicará una fecha algunos años anteriores a 1776 para
el tiempo de su adaptación.
En el ritual contenido en Tubal Caíin ( p. 18 ) o, si es únicamente una
reproducción de la Masonería Criticada, es decir, en 1768 o 1730, existe una
prueba que se titula "La repetición de la Letra G" y que el Dr. Oliver da en sus
señales ( p. 454 ) como una parte de las "antiguas lecturas." Verso prosaico en
la forma de catecismo entre examinador y respondedor tiene forma afectada
grandemente, en esas antiguas lecturas y dice "Resp. --En medio del Templo
de Salomón se encuentra una G".

Y ahora, en cuanto a la significación del símbolo, podemos decir en primer


lugar, que la explicación de ningún modo es o ha sido esotérica. Como el
símbolo mismo ha estado siempre expuesto al público, formando, como en
efecto lo hace, una parte prominente del mobiliario de la Logia, para ser visto
por todos, del mismo modo nuestros autores masónicos, de los tiempos
primitivos, no han vacilado en escribir, abiertamente y en el lenguaje más llano
sobre su significación.

El hecho es que la instrucción secreta referente a este símbolo no relata el


conocimiento del mismo, ni el modo en el cual y para el cual ha sido obtenido
ese conocimiento.

Hutchinson, quien escribiera mucho antes de 1776, dice en su Espíritu de la


Masonería, (lectura VIII, ) " .... ahora me incumbe demostrar a ustedes la
grandiosa significación de la letra G con la cual las Logias y las medallas de
Mmasones se adornan."

" El aplicarla al nombre de Dios únicamente significa privarla de una parte de


su sentido Masónico; aunque ya he demostrado que los símbolos usados en
las Logias son expresivos de la esencia de la Div:., el gran objeto de la
Masonería como Arquitecto del Mundo."

" Esta letra significativa designa la geom:., la que, para los artífices, es la
ciencia por la cual se calculan y forman todos sus trabajos y para los Masones
contiene la determinación, definición, prueba del orden, belleza y sabiduría
maravillosa del poder de Dios en su creación."

Además, el Dr. Federico Dalcho, distinguido Masón de South Carolina, en una


de sus creaciones pronunció y publicó en 1801 el siguiente texto :

"La letra G, que adorna la Logia del Maestro, no es solamente expresiva del
nombre del Gran Arquitecto del Universo, sino también designa la ciencia de la
Geo:. tan necesaria a los artistas. Pero la adaptación de ella por los Masones
no implica más que el respeto a las invenciones, las cuales demuestran al
mundo el poder, la sabiduría, y beneficencia del sublime Arquitecto de las obras
de la creación."

Finalmente, el Dr. Oliver ha dicho, en su obra Restos Brillantes de los


Escritores Masónicos Primitivos, que "... el término G.A.D.U. se usa entre los
Masones en significación de éste ser glorioso y sublime, designado por la letra
G, que puede aplicarse por todos los hermanos al objeto de su adoración."

Más citas son innecesarias para demostrar que desde los tiempos primitivos,
desde la adaptación de la letra como símbolo, su explicación no ha sido
considerada parte esotérica o secreta del ritual. Ningún escritor Masónico ha
vacilado en dar una explicación demasiado precisa de su significado. Pues el
modo en que se obtuvo, así como el objeto de esa explicación, son las únicas
cosas ocultas acerca del símbolo.

La letra G, como símbolo nunca fue admitida en el sistema Masónico. El uso de


ella, como inicial, se debe necesariamente al idioma Ingles y a los tiempos
modernos. Pues requiere, por lo tanto, para su representación como símbolo
las dos necesarias características de la universalidad y antigüedad.

La letra griega gamma, ha sido venerada por los pitagóricos porque era la
inicial de la Geometría. Pero esta veneración no podía participarse por otras
naciones cuyo alfabeto no tenía gamma, y en donde la palabra significativa de
la Geometría era enteramente diferente.

No hay duda que la letra G es un símbolo muy moderno, pues no pertenece a


ningún sistema antiguo, anterior al origen del lenguaje Inglés. Por deducciones
y antecedentes de eruditos Masónicos, parece ser que en realidad se trata de
una alteración del símbolo cabalístico del hebreo antiguo, pues la letra yod, que
representa el nombre sagrado de Dios, es en realidad el nombre más sagrado.
Y tendría en el Tetragrama su significación en ese idioma.
Esta letra yod, es la letra inicial de la palabra Jehovah, y se encuentra
constantemente entre los escritores hebreos como la abreviatura o símbolo de
ese nombre sacratísimo, que en realidad nunca ha sido escrito. Ahora, como la
G es en igual manera la inicial de Dios, el equivalente inglés del hebreo
Jehovah, letra que ha sido adoptada como el símbolo destinado a suplir en las
Logias modernas el lugar del símbolo hebreo.

El primero que se adoptó por los fabricantes de rituales ingleses ha sido, sin
observación alguna, transportado a la Masonería del continente y se encuentra
como símbolo en todos los sistemas de Alemania, Francia, España, Italia,
Portugal y todos los otros países donde ha sido introducida la Masonería;
también en Alemania sirve, del mismo modo que en Inglaterra, únicamente
como un símbolo inteligente.
La letra G en tal caso, tiene en la Masonería la misma fuerza y significación
que la letra yod tenía entre los cabalistas. Es únicamente el símbolo de la letra
hebrea, y como esa es el símbolo de Dios, la letra G es solamente el símbolo
del símbolo. En cuanto a su referencia de la Geometría, Kloss el historiador
Masónico alemán, dice que los Masones activos antiguos aplicaban la ciencia
entera de la Geometría al arte de la construcción, cuya aplicación dio a los
Masones ingleses modernos ocasión de abarcar todo el sistema de la
Francmasonería bajo el título de Geometría, por lo que tanto el símbolo de esa
ciencia, así como el de Dios, fue adoptado con el fin de dar elevación al Grado
de Comp:. Masón.
En efecto, el símbolo, al considerarse sagrado por su referencia al Gran
Geómetra del Universo fue digno de aplicarse a esa ciencia, la que ha sido
desde los tiempos más remotos considerada como sinónimo de la Masonería.

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