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SALVADOR SENDRA

IMPACTO DE KRISHNAMURTI

RESPUESTAS DE ESPAÑA, PORTUGAL


E
IBEROAMÉRICA

EDITORIAL ORIÓN
MEXICO
1987
© by the Author

Primera edición 1986

Distribuidora Orión
Apartado 20342
Río Piedras, Puerto Rico 00928

Editorial Orión
Sierra Mojada 325
Lomas de Chapultepec
11000 México. D.F.

Printed in Mexico
Impreso en México
ORIGEN DE ESTA OBRA

A fines del año 1984 aproximadamente, sostuve una larga conversación con un buen amigo mío -que me ha
pedido omitir su nombre- en relación con las muchas personas interesadas en las enseñanzas de Krishnamurti de
España, Portugal a Iberoamérica con quienes establecí contacto personal a través de más de medio siglo.
Este amigo me sugirió que cuando estuviese completamente retirado, podía escribir un libro para dar a
conocer los nombres de aquellas personas que, casi de manera anónima, dedicaron muchos años de su vida
trabajando por la difusión de las enseñanzas de K. Este amigo, me dijo también, que probablemente yo era una de
las pocas personas latinas que viven aún y que podrían hacer este relato.
Así es como surgió la presente obra, “Impacto de Krishnamurti”.
Agradezco al buen amigo Armando Riesco Puyol la colaboración que me ha prestado para poder preparar este
libro para su publicación.
Por una cuestión de tiempo, él no ha podido responsabilizarse con la revisión de todo el material del libro, de
modo que también le quedo muy agradecido a mi hija Vidya por haber terminado la parte que faltaba.

PREFACIO

La intención al escribir este libro está claramente manifiesta, al reunir en él las muchas respuestas que hubo y
la participación valiosa de las gentes de habla española y portuguesa, en torno al mensaje de Krishnamurti.
Más de sesenta años divulgando las enseñanzas de Krishnamurti por la península Ibérica y América Latina, a
la vez que encargado durante muchos años de la publicación en lengua española de sus libros, nos ha
proporcionado una oportunidad de acción en la que le pusimos una pasión gustosa, casi toda una vida.
Se han escrito valiosos libros sobre el mensaje, especialmente en Inglés y Francés; algunos pocos en Español.
Los Años del Despertar, y Los Años de Plenitud, son un extraordinario documento biográfico que la autora
anuncia ampliarlo. Faltaba, sin embargo, historial el amplio trabajo y la aportación que hicieron en esta tarea los
amigos de Krishnamurti de España, Portugal e Iberoamérica.
Este trabajo, de más de medio siglo, tuvo para nosotros compensaciones de gran estima. También hubo
contrariedades dolorosas e incomprensiones, celos y malos entendidos; mas las motivaciones en la tarea contaban
con un empuje y una energía que arrollaron las murallas de todo impedimento. De paso quisiéramos decir que
nuestro amor por la Naturaleza y la Belleza se vieron más que compensados en nuestro peregrinaje por esta tierra
hermosa. Viajar por la superficie de los mares, por entre las nubes, y el amplio espacio exterior, más de una vez,
fue regocijo recreador. También lo fue la oportunidad de contemplar el vasto Cosmos desde varios Observatorios.
He buscado e interrogado de cara al infinito y el dolor humano. He conocido desde niño el dolor y la
incertidumbre. Sin sentirme actualmente, ni indiferente, ni ajeno, no acierto a aceptar las explicaciones de ambos
lados sobre el espectáculo actual del mundo lleno de violencia e interrogantes por el futuro de la humanidad.
Ninguno de los bandos está exento de responsabilidad.
Dos interrogantes de importancia capital encontraron en mí inesperadas pero ricas respuestas. Conocerse a sí
mismo, reiteradamente enfatizado por Krishnamurti, y el vasto espacio interno que abre la comunicación con lo
Sagrado, que es el valor por excelencia que puede hallar el hombre. Esta gran incógnita, la descubren los que
inquieren con profundidad y no dejan de ser niños.
En mis andanzas por este mundo, encontré gentes por monasterios de Occidente y de Oriente, y por doquiera,
que interrogaban a su manera, con habitual respeto de nuestra parte. Di por suerte con respuestas internas y
externas valiosísimas. El haber escuchado a Krishnamurti, en muchas ocasiones y Continentes, fue por supuesto de
valor incalculable. Pero la investigación y el inquirir, no se paró ahí.
Encontrar a un verdadero Educador o Maestro, no es cosa de poca monta. Sin embargo, puede ser también
algo satisfactorio para el yoísmo y la autoimportancia. Eso sería todo lo contrario de la lucidez y la verdadera
libertad.
Estudié con seriedad y sin dogmatismo las enseñanzas de Jesús, después las del Buda, Krishna, Lao-Tse,
Hermes, Plotino, Platón, Pitágoras, Sankaracharya y Krishnamurti.
No cabe duda que fueron todos ellos antorchas luminosas que no se apagan y de las cuales puede aprenderse
mucho. Sin que dejemos de aceptar la obra maravillosa creada por el Arte Religioso de Oriente y Occidente, y así
también, los óptimos servicios humanitarios de las religiones. Vistos los resultados negativos de las organizaciones
religiosas, que se inspiraron en esos hombres lúcidos, por excelencia, quisiéramos evitar y advertir sobre el peligro
de nuevos dogmatismos emocionales en torno a Krishnamurti. Ese peligro pudiera desvirtuar y retardar el despertar
de la conciencia humana y la liberación del hombre. Siento que ese objetivo fue el propósito primordial que
heroicamente se propuso Krishnamurti, en sus sesenta años de prédica constante, por un mundo en convulsión.
Felizmente, tras esta tormenta mundial, pasajera, que se nos viene encima, resplandecerá la Luz, porque siento que
hay un poder del Bien que no permitirá que triunfen las tinieblas y la maldad. Más allá del materialismo, y su
secuela consumista, triunfará el Sol y la Verdad que es el poder que gobierna al mundo, y la base de toda Felicidad
Verdadera. Todo lo anterior fue dicho antes por los hombres señalados. Krishnamurti, también lo ha reiterado.
Considero que vale la pena de estudiar y hacer conciencia de lo que el mensaje de Krishnamurti nos ha legado, sin
espíritu dogmático ni exclusivo. Esta es la motivación fundamental al dar a luz y escribir este libro. Más no hay
que olvidar, que un Maestro o Educador debe de ser, para cada uno de nosotros, los que le escuchan y estudian,
algo transitorio y no hay que permanecer atados ni dependientes de ellos. Pues esto impediría descubrir y
desarrollar dentro de nosotros mismos un potencial amplísimo y un horizonte de extraordinario valor.
Krishnamurti lo señaló muy certeramente poco antes de dejar esta existencia. Enfáticamente dijo antes de irse a sus
oyentes en Madrás, India, en enero de 1986, lo siguiente: “¿Quieren ustedes participar en lo que estamos
diciendo?, no solamente seguirlo, sino que juntos participemos en ello, no un mero pensar o prestar atención
casual. Una o dos cosas hay que hacer muy claras. Esto no es un culto a la personalidad. El que habla abomina
todo eso; todo lo que él dice, se contradice si ustedes personalmente adoran a un individuo y lo convierten en un
Dios. Lo importante es escuchar lo que él tiene que decir; no solamente escuchar, sino realmente participar en lo
que él dice” (Boletín Especial. Londres. Enero 4, 1986).
F.K.H. Septiembre 1986

INTRODUCCIÓN

Tengo que hacer público reconocimiento y expresar mi gratitud a todos los amigos llamados delegados, primero de
la Editorial Krishnamurti y más tarde de la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana, pues ellos desempeñaron
un papel muy importante en el impacto que hizo la difusión del mensaje de Krishnamurti en los países de
Iberoamérica y España. No menciono a Portugal, y sí al Brasil, porque en el primer país apenas si prendió dicho
mensaje, debido quizás, a los muchos años que gobernó allí una dictadura que silenció la voz del pueblo. Aun
cuando España y muchos otros países de Latinoamérica pasaron por idéntica experiencia, sin embargo, la difusión
del mensaje, en esos países, se hizo posible porque prendió en pequeños grupos que habitaban la parte de la
península de habla hispana e Iberoamérica.
Mis amigos y colaboradores merecen una explicación del por qué se ha dado cabida en esta obra a los
nombres de muchas personas radicadas en Puerto Rico y en otros países; y es que al escribir este interesante relato
de la magnífica labor realizada en la difusión del mensaje de Krishnamurti, uno ve inmediatamente la necesidad de
mencionar los nombres de las personas que pusieron todo su empeño en esta labor, aunque ello implique
mencionar también al que escribe. La verdad es que esta labor de difusión resultó posible gracias al abnegado
esfuerzo no de una o dos personas, sino de decenas de personas.
Las instituciones locales y los organismos internacionales que el que escribe ayudó a crear, nunca lograron
financiar el costo del trabajo que consistía en la traducción y publicación en español de las obras de K previamente
editadas en inglés y en la producción de folletos adquisición de películas y en los gastos de viajes.
Afortunadamente, mi profesión de editor, durante más de medio siglo, permitió en gran medida hacerle frente a los
gastos necesarios para toda esta labor. Además, esa profesión me concedió la libertad de movimiento que se
precisaba, y también me dio sin duda la satisfacción de hacer muy buenas amistades y de alcanzar una meta limpia
y libre de todo interés personal.
El impacto que hizo la difusión del mensaje de K en Iberoamérica y España, resultó sencillamente
extraordinario, como podrá comprobarse por la lectura de las páginas que siguen. Fue un esfuerzo lleno de
dedicación y de amor por nuestros pueblos, una tarea auténtica de vocación religiosa en su más amplio sentido.
Esta siembra, se tradujo en una cosecha muy fructífera y abundante, pues se trata de un campo de acción y de un
conglomerado humano formado por veintiuna naciones de habla hispana y portuguesa.
Hay sin duda bastante que decir respecto a los múltiples y variados aspectos de la tarea efectuada por los
amigos de Krishnamurti de habla inglesa. Después haremos referencia a dicha labor, así como a la obra educativa
en la que Krishnamurti estuvo empeñado durante casi toda su vida creando escuelas para niños y jóvenes en la
India, Europa y Norteamérica.
Haremos especial mención de la biografía escrita por Mary Lutyens que hasta ahora consta de dos tomos, pero
con la posibilidad de que pronto sean tres. Para escribir esta biografía Mary Lutyens tuvo a su disposición todo el
material que anteriormente y con el mismo propósito había recopilado el Sr. Shiva Rao, conocido educador hindú.
Además, ella tuvo acceso a los archivos de la Sociedad Teosófica en Adyar India, así como a los que había en
Londres y California. La autora de esta biografía hizo una contribución inestimable, pues transcribió muchas de las
pláticas de K en distintas partes del mundo, resumiéndolas para dar origen a valiosas obras. Estas obras son un
testimonio de la manera en que Krishnamurti enfoca todos los problemas y desdichas que afligen a la humanidad.
Las obras Los Años del Despertar y Los Años de Plenitud, que son los dos primeros tomos de la bibliografía de
Krishnamurti por Mary Lutyens, pasarán a la posteridad como algo imperecedero. Ellos ofrecen a las presentes y
futuras generaciones una importante documentación sobre la niñez, la juventud y el mensaje de Krishnamurti.
El que escribe considera que la presente obra debe recoger también los múltiples aspectos de la labor realizada
por los amigos de Krishnamurti de habla hispana y portuguesa. Entre ellos se destaca el impacto de la presencia de
K durante su viaje del año 1935 por Latinoamérica y años más tarde su visita a Puerto Rico en 1968, lugar que ha
sido por muchos años el centro desde donde ha irradiado el mensaje de Krishnamurti a Iberoamérica y España.
A mis 87 años he intentado recopilar estas memorias de una vida dedicada a la labor de difundir el mensaje de
K; mensaje cuyo impacto apenas comienza a sentirse y que esperamos que llegue a toda su plenitud en las
generaciones venideras. Por fortuna, esas generaciones futuras tendrán un récord fidedigno del mensaje de K, ya
que todas sus pláticas han sido publicadas y hasta será posible verlo en películas y videos.
Habrá quizás quienes intenten deificarlo o establecer una nueva religión, pero el que lea sus palabras y las
entienda verdaderamente, podrá estar libre de esos peligros. Su legado es un legado de libertad plena.
MI AMISTAD CON FERNANDO VALERA
Punto de partida y aproximación a Krishnamurti

A principios de la década de los 20, muchos jóvenes de la península española, desvinculados de la religión
católica predominante, andábamos en busca de alguna nueva orientación que diese sentido y valor a nuestras vidas.
Como hacía poco tiempo que había terminado la primera Guerra Mundial, ésta proporcionó a algunos de nosotros
el impacto dramático que precisábamos para empezar a inquirir y a la vez salir de la mediocridad en que nos
encontrábamos. Estábamos involucrados en el camino del machismo y de la aventura, un signo de hombría que era
muy común en la juventud de aquella época.
En tal encrucijada, y descontento de todo lo que me rodeaba, providencialmente, una noche en mi ciudad natal
de Valencia, ocurrió algo que llegó a ser como un empujón iniciador de una nueva ruta, algo que advino
inesperadamente. De paso sea dicho, en aquel entonces Valencia, como Barcelona, marchaban a la vanguardia de
la península española tanto en materia política como en arte y otras corrientes culturales. Por ejemplo, sobre
naturismo en ambas ciudades se publicaban muy buenas revistas que circulaban con profusión en el resto de
Espada.
Una tarde leí un anuncio en la prensa que me llamó la atención. Se anunciaba una conferencia del joven
Fernando Valera en uno de los Ateneos Culturales. El título de su conferencia era “¿Qué es la Teosofía?” Después
de escuchar dicha conferencia empezó a operarse un cambio rotundo en mi vida. Por fortuna salí del Ateneo junto
con el orador, camino de nuestros hogares, pues Fernando vivía muy próximo a mi casa. La afinidad brotó de
inmediato, y desde entonces, mi vida cambió de rumbo. Sellamos una amistad fraterna que duró muchos años.
Nuestra amistad se consolidó firmemente y la coincidencia de vivir cerca uno del otro, permitió que tal amistad se
extendiese también a sus hermanos. En la familia Valera todos eran profesionales, maestros, médicos y una
hermana que era una pianista notable. Los Valera estaban todos consagrados a una vida virtuosa de trabajo y tenían
importantes relaciones dentro de la sociedad valenciana. Todos ellos formaban parte de la Logia Teosófica de
Valencia, y poco tiempo después, el que escribe, ingresó en dicha Sociedad. Seguramente se le llamaba Rama y no
logia para que no se confundiera en toda España con la Masonería que, si bien entonces no era perseguida, como
ocurrió más tarde, era una institución que desde hacía años actuaba muy discretamente en el país.
La rama teosófica de Valencia se convirtió para el que escribe en una universidad, en un hogar feliz, a donde
iba a diario para asistir a múltiples actividades culturales que enriquecieron mi vida. Por muchos años organizamos
cursillos y lecturas de las obras de Teosofía, de Krishnamurti y de distintos autores, tanto nacionales como
internacionales. Con los Valera y otros jóvenes asistíamos temprano en las mañanas a la Rama para estudiar en
grupo varias obras, entre ellas, algunas de Krishnamurti. Entre los primeros libros de Krishnamurti que llegaron a
mis manos figuraban A los Pies del Maestro, La Búsqueda y El Sendero. Fernando con frecuencia nos leía a
Ortega y Gasset y a Unamuno, y sobre todo, a Juan de la Cruz que era su poeta favorito. Durante nuestras
excursiones por las playas valencianas y por los montes cercanos a la capital, nos deteníamos a leer también alguna
obra de don Juan Valera, que era tío de los Valera. Además, Fernando nos daba a conocer sus poemas, que más
tarde llegó a publicar en varios tomos. De modo que los años que conviví con él y sus hermanos constituyeron un
estímulo constante de enriquecimiento cultural.
Durante aquella época de intensa búsqueda y de estímulos culturales que se vivía en la rama Valenciana, en la
vida del país ocurrieron profundas sacudidas, y con ese motivo se originó una bifurcación en nuestras vidas.
Fernando pronto tomó vuelos en la política española. Militó en un partido de medio izquierda que había
encabezado un profesor catalán, y no tardó en escalar puestos de importancia hasta convertirse en un gran líder; las
masas valencianas lo consideraban como el segundo San Vicente Ferrer, fogoso patrón religioso de la región
valenciana. Tomaba parte en las conferencias masivas en compañía de Azaña, Ortega y otros dirigentes. O sea, que
aquel joven, de palabra brillante, no sólo impresionaba a las masas, sino que también se ganó el respeto de los más
destacados dirigentes de la república española. Luego Valera fue nombrado diputado de las Cortes Constituyentes
de la Segunda República. Finalmente, durante los turbulentos días de la guerra civil española resultó electo jefe del
Gobierno de la república en el exilio. Debido a lo relatado anteriormente nuestras vidas se bifurcaron, pues la
política partidista no era mi vocación. A pesar de esto nuestra amistad perduró hasta su reciente fallecimiento.
Aunque mi dedicación no coincidía con la de él, nuestro afecto siempre perduró. Durante varios años nos
vimos en París, cuando desde España yo asistía al Campamento de Ommen. Inclusive, el que escribe contribuyó a
que Fernando viniese a Puerto Rico a dictar unas conferencias sobre literatura española, asignatura en que era un
notable erudito, como lo era también en cuanto a la poesía árabe, y sobre ambos temas habló él en la Universidad
de Río Piedras.
Debo añadir que por su gran preparación, él llegó a enseñar en la Sorbona de París, y por todas partes dejó una
gran reputación, paralela a la de su pariente don Juan Valera.

MÁS SOBRE MI AMISTAD CON VALERA


Relación con Roso de Luna
Estando revisando las primeras pruebas de imprenta de este libro en mi habitación, oficina de la Editorial de
México, una mañana, inesperadamente vi sobre la mesa en que trabajaba el libro de Mario Roso de Luna titulado
“HELENA PETROVNA BLAVATSKY, UNA MARTIR DEL SIGLO XIX”. Alguien de la Editorial lo había
sacado de los estantes para mostrarlo a un estudioso de estos temas que deseaba información al efecto. Tomé dicho
libro, que en mi anterior viaje a México, había intentado leerlo porque sin duda me despertó interés. La realidad es
que hasta este momento no tomé la decisión firme de leerlo en su totalidad. En la lectura del libro en cuestión de
Roso de Luna, me di cuenta de su vastísima erudición, su preparación científica y el conocimiento amplísimo de
los temas esotéricos. Sin duda alguna, que don Mario, tuvo que ampliar tales conocimientos durante el tiempo que
vivió en París, sus viajes por Europa y América investigando siempre la fuente de las Culturas arcaicas y su amplia
investigación del Simbolismo de las Religiones etc., etc.
Su profundo interés por la vida y la obra de Blavatsky, se evidencia, en las numerosas citas que tiene en su
mencionada obra. Yendo a la fuente de los primeros exponentes de la Teosofía que conocieron personalmente a
Blavatsky, tales como: Sinnett, el Coronel Olcott y el Dr. Hartmann. Dándonos a conocer además el testimonio del
noble español, don José Xifre, quien fuera su discípulo y que vivió en Inglaterra por algún tiempo con la propia
Blavatsky. Nos da a conocer además, Roso de Luna, la opinión que tuvo una hermana de Blavatsky que la
admiraba asombrada por las facultades que ella tenía.
Al leer todo el caudal de información que vierte Roso de Luna en su obra, uno no puede menos que admirar
profundamente, tanto a Blavatsky como a don Mario. Ella fue, en efecto, una mártir y una heroína que hizo uno de
los más arduos intentos de acercar a la humanidad y de sintetizar la sabiduría de todos los siglos. Leyendo los
libros de Roso de Luna, especialmente el que ahora comentamos, puede conjeturarse el esfuerzo, el magno
esfuerzo de Blavatsky, viajando por todo el mundo, intentando infructuosamente por vez tercera visitar el Tíbet,
donde ella pudo al fin ponerse en contacto con los Lamas y Maestros, que le facilitaron la información valiosísima
que completaría su preparación iniciática, para llevar el mensaje de sus guías y Maestros que ella plasmó en sus
geniales obras.
Dudo que se haya escrito en español y quizás, en otros idiomas, un libro tan abundante en información sobre
la vida y obra de Blavatsky. Así que los estudiosos de habla hispana de este tema, tenemos todos una deuda con
don Mario Roso de Luna, deuda que saldamos en parte nosotros, al dar testimonio, como lo hacemos, en estos
comentarios informativos, sobre Roso de Luna y su obra.
En cuanto a mi muy estimado amigo Fernando Valera, fue él quien me dio la oportunidad de conocer
personalmente a don Mario Roso de Luna, que él admiraba mucho. Recuerdo que una tarde, no memorizo en qué
año fue, nos dimos cita con Valera y don Mario en un café clásico madrileño. Durante algunas horas estuvieron
dialogando ambos. Confieso que por mi pobre formación en Ciencias y otros temas, de que ellos hablaban, lo
mejor que podía hacer, era escucharlos. Después de algunas horas de conversación, tuvimos que acompañar a don
Mario, bien entrada la noche, hasta su casa caminando un buen trecho, desde la célebre Puerta del Sol, hasta cerca
donde hoy está situado el Ministerio del Aire.
En verdad, en aquel entonces, leer en su totalidad un libro de Roso de Luna era para mí tan difícil, como
entrar en un bosque desconocido tropical superabundante. Mas ahora, con genuino interés, estoy leyendo con
fruición el libro de don Mario que comentamos. Esto se debe sin duda al haber estudiado previamente, durante
cinco años, los libros de H.P.B., Isis sin Velo y la Doctrina Secreta.
Es notable pues que un escritor español, como don Mario, haya dejado escrito en nuestro idioma, un
documento tan interesante como el que apologizamos. Decimos esto porque el futuro tendrá en la obra de Roso de
Luna una fuente extraordinaria para el acercamiento entre una ciencia abierta a estas realidades espirituales y la
Verdadera Religión, que no será dogmática, sino enraizada en la Verdad y la Naturaleza. Esta nueva síntesis, se
perfila muy atinadamente en el valioso libro del Dr. Capra; “El Tao de la Física”.
Todo lo que hemos afirmado anteriormente, justifica que el Ateneo de Madrid, hace más o menos dos años,
haya reinstalado el cuadro de Roso de Luna en una sala de hombres ilustres. Como nos informase el culto doctor
Eduardo Alfonso, él fue uno de los discípulos de España de Roso de Luna que asistió al Ateneo de Madrid, junto
con los Reyes de España, al homenaje que allí se le ofrecía a don Mario.

PRIMEROS ENCUENTROS CON KRISHNAMURTI

Cuando mi vida y la de Fernando Valera tomaron distintos rumbos, seguí leyendo con gran dedicación las
obras de Helena Petrocna Blavatsky, de la Dra. Annie Besant y de otros eminentes teósofos. Sin embargo, pronto
las obras de Krishnamurti llenaron mi vocación profunda y religiosa. En aquella etapa poética y mística de K
establecí con él una gran sintonía.

Primer Viaje a Ommen


Entregado de lleno a estas lecturas y llevado de mi vocación y sentido de búsqueda, quise conocer y escuchar
personalmente a Krishnamurti. Por vez primera fui a escucharle a Ommen, Holanda, en donde se habían iniciado
en el año 1926 los célebres campamentos.
Mi primer encuentro con K fue en el año 1927. Desde entonces asistí anualmente con amigos de España al
Campamento de Ommen. Allí me reunía con mucha juventud europea y con un buen grupo de amigos de España y
Latinoamérica.
Krishnamurti llegó a convertirse en un amigo muy admirado que me daba la pauta de mi vida interior y de mi
libertad.

Segundo Viaje a Ommen


Recuerdo con fruición que en mi segundo viaje a Ommen en 1928, tuve ocasión de conocer y escuchar
personalmente a la Dra. Besant y también al obispo Leadbeater. Recuerdo que ambos seguían muy atentos lo que
decía Krishnamurti. El anuncio que ambos hicieron allí acerca de Krishnamurti despertó en muchas partes del
mundo una expectación y una devoción que dio lugar a mucha idolatría, cosa que acabó por rebelar al joven
Krishnamurti. Ellos expresaron que K sería el nuevo avatar y que una gran entidad espiritual habría de inspirar su
mensaje para abrir una época nueva en la historia de la humanidad. A pesar de la calidad moral y espiritual de todo
el grupo de líderes teosóficos que rodeaban a K, pronto se pudo apreciar por la actitud que adoptó K, que él no
seguía al pie de la letra el camino que le habían trazado sus viejos amigos.
En 1929 pronunció su célebre discurso en el que no aceptaba muchas de las afirmaciones que habían hecho
sus amigos. Rechazó de plano el nombramiento de los Apóstoles que había proclamado la Dra. Besant, y se negó a
apoyar las organizaciones que se habían creado para prepararle su misión. Rechazó igualmente todas las
ceremonias como innecesarias para la verdadera vida religiosa y también se negó a respaldar movimientos
religiosos tales como el de la Iglesia Católica Liberal y la Comasonería.
Hago referencia en particular al discurso de K “¿Quién Trae la Verdad?” que pronunció en Eerde, Holanda en
el año 1927, y al discurso sobre la Disolución de la Orden de la Estrella, que pronunció en Ommen el 3 de agosto
de 1929. Si nos atenemos a sus declaraciones en dichos discursos y a sus decisiones terminantes, lo que culminó,
entre otras cosas, con su rompimiento con la Sociedad Teosófica fue la proclamación sobre el nombramiento de los
Apóstoles que había hecho la Dra. Besant. Según la Biografía de Krishnamurti, dicha proclamación había sido
inducida por el Dr. George Arundale y el Obispo James Ingall Wedgwood. Como se informa en la propia
Biografía, el Obispo Wedgwood sufrió una crisis mental a causa de sus esfuerzos clarividentes. El que escribe tuvo
oportunidad de comprobar tal estado de desajuste mental cuando el Obispo Wedgwood visitó Madrid en 1932
acompañado de una secretaria inglesa. Cuando el citado obispo llegó a Madrid fui con mi amigo el ingeniero Luis
García Lorenzana -que a la sazón era el Presidente de la Sociedad Teosófica Española- a darle la bienvenida en el
Hotel Palace donde se hospedaban. En la capital española se le recomendó dar un paseo por el sur de España donde
habían nacido algunos de sus antepasados.
Lo notable de toda esta situación embarazosa que se creó en torno a los Apóstoles autonombrados, es que el
Obispo Leadbeater -la máxima autoridad en los asuntos ocultos o esotéricos de la S.T.- no aceptó tal proclamación
y puso el grito en el cielo presintiendo que ese nombramiento podía originar un cataclismo dentro de la Sociedad
Teosófica. Este presentimiento del Obispo Leadbeater se convirtió en realidad, pues dentro de la Sociedad, en casi
todo el mundo se originó una división entre los que aceptaban la proclamación de la Dra. Besant y los que
deseaban mantener los principios puros de la Sociedad Teosófica fundada por Mme. Blavatsky sobre las bases de
libertad de pensamiento y no dogmatismo. En Valencia y en España en general, la Sociedad Teosófica se
desmembró. En Valencia los Valera con la mayor parte de los jóvenes y con algunos viejos se apartaron desde
entonces de dicha Sociedad.
Yo continué mis relaciones con los amigos teósofos, aunque no fuera miembro activo de la S.T. por varios
años, pues era mucho lo que mi vida se había enriquecido estudiando la vasta producción de obras y la sabiduría
puesta al alcance del mundo, por conducto de La Doctrina Secreta de Blavatsky y muchas otras obras de Besant,
Jinarajadasa, Leadbeater y otros autores. Siempre he considerado que, para encontrar un grupo de seres humanos a
la altura espiritual y moral del grupo de dirigentes, conocidos por mí personalmente dentro de la S.T., habría que
remontarse a los tiempos de Jerusalén y de la Grecia clásica.
No obstante lo expresado anteriormente, que refleja mi modesto sentir, por muchos años experimenté
profunda inquietud, dudas y decepciones, aun dentro de la S T. ¿De dónde partió en realidad la inesperada
proclamación de los Apóstoles? No lo sé. Es probable que el pensamiento no pueda llenar esta laguna. Es algo que
preocupó mucho a numerosos buenos teósofos y al que escribe, pero actualmente he descartado toda preocupación
en torno a este escabroso asunto, y me atengo al valor del mensaje de K en sí mismo. Lo que sí guardo es una
profunda gratitud para Besant y Leadbeater, pues ellos acertaron a ver en el niño K al gran ser que había en él. Al
verlo, presintieron que sería el portador de una nueva luz y de una nueva inspiración para los seres humanos; que el
mensaje que traía K abriría una nueva etapa en la historia del mundo.
Algunas de las personas que asistían a estos campamentos escribían reportajes sobre las pláticas para los
periódicos de sus respectivos países. A continuación se transcribe una de mis crónicas y otra de Clara.

Krishnamurti, en Ommen
Concentrábame escuchando a Krishnamurti aquí en los campos de Holanda y veía en sus palabras y en su
gesto una expresión viril y honrada no exenta de afectuosidad. Sus palabras sacudían todo nuestro ser, haciéndonos
llegar a una riqueza de tensión que nos hacía percibir ese mundo interior que él trataba de comunicarnos.
Es sumamente difícil situarse en ese estado de honradez consigo mismo que nos capacite para aprehender todo
el valor de un mundo nuevo y veraz que alguien nos presenta. Nos lo impide nuestro ligamen con las caras
ilusiones que hemos creado alrededor nuestro. Por eso las palabras de uno de estos genios creadores nos hieren y
suenan a dureza, aun cuando en ellos no exista ni aun siquiera el deseo de forzarnos a su mundo. Hablan con el
corazón lleno de la más pura intención para señalarnos cuál es el camino que ellos ven y han experimentado con el
fin de que podamos encontrarnos a nosotros mismos. Es muy distinta esta actitud de la del feligrés que quiere
encerrarnos en su jaula acuciado por un sutil sentido de poderío.
Estas son algunas de las palabras de Krishnamurti: “Si deseáis seguridad o poder, sea ello económico,
emocional o mental, no tengo nada que ofreceros. No lo puedo dar porque no creo en ello. Lo que queréis es para
mí una ilusión. No estoy hablando a un grupo de personas sino a individuos. No soy un reformador. No puedo
reformar o crear nuevos sistemas para que los sigáis. Vosotros deseáis reformaros; para mí esto es una gran
equivocación. No tengo una pauta y por lo tanto no os puedo reformar. Lo que puedo hacer es enseñaros las
barreras que se alzan entre vosotros y la Vida. Debéis libertaros vosotros mismos. Cuando os libertéis de esas
barreras la Vida fluirá naturalmente. Hay tantas barreras de las que estáis inconscientes, pero si os hacéis
conscientes de ellas os libertaréis automáticamente”.
Sigue Krishnamurti hablándonos en otra plática siempre con la misma clara visión y riqueza de experiencia
que sabe llegar al punto de partida de nuestro tortuoso caminar. Así dice:
“Vuestra mente está tan cargada de conocimientos que oís mis palabras y perdéis el significado de lo que os
quiero transmitir. Olvidad lo que habéis recogido de mis palabras en el pasado y escuchadme ahora con la mente
libre. Yo digo que en cada uno de vosotros existe un doloroso vacío y con el fin de llenar ese vacío elegimos y
diferenciamos. Así sólo cubrimos el dolor temporalmente, pero la sensación de soledad continúa. Esto ocurre
porque nuestra selección se basa en el deseo. Para expresarlo de otro modo: por cuanto toda selección es hija del
deseo y el deseo implica dualidad por tanto la selección crea el conflicto de los opuestos y el juicio o
discernimiento quedan pervertidos. Vuestro concepto de la espiritualidad es desde mi punto de vista la verdadera
antítesis de lo que para mí es la verdadera espiritualidad, el modo de vivir en que se está libre de todo esfuerzo,
dolor o conflicto”.
Para estar conscientes de los obstáculos que hay en nosotros los cuales constituyen una limitación en nuestra
vida, Krishnamurti nos ilustra con las siguientes palabras:
“Debéis ser francos con vosotros mismos. Digo franco, no sincero. Opongo la franqueza a la sinceridad
porque la franqueza tiene una profundidad y un contenido que faltan a la sinceridad. Ser franco es ser libre, abierto
como un árbol o una flor, mientras que la sinceridad implica dualidad. Uno establece un propósito y se mantiene
sincero a él. Uno puede permanecer en una ilusión con perfecta sinceridad. Estableciendo un propósito, un ideal en
la vida hacia el cual se es siempre sincero, hacemos la vida infinitamente complicada. No hay nunca la renovación
eterna de la vida, porque tratamos siempre de ser constantes con algo, con algún propósito establecido por uno
mismo. De esa idea de consistencia nace la propia disciplina que para mí es absolutamente estéril. No hay en ella
necesariamente comprensión de la experiencia, mientras que para mí la comprensión nace de una vida llena,
espontánea, alegre, natural, libre del conflicto de la mente y el corazón”.
No es fácil asunto éste que propone Krishnamurti. Su repudia de normas y disciplinas nos quieren llevar a esa
libre espontaneidad de nuestras vidas que nos haga innecesarias incluso aquellas normas que nos hubiéramos
autoimpuesto. Siendo esto así, se enfrenta esta actitud con todo lo que hemos cargado de innecesario en nuestras
mentes al establecer un ideario al cual ajustamos y que equivale, como hemos visto, a la muerte de nuestra
espontaneidad. Mal paradas quedan también cuantas sectas y escuelas pugnan por establecer un patrón de ideas al
ajustar a las gentes.
¿Para qué hablarán estos hombres como Krishnamurti? En verdad que nos perturban y sin embargo, cuán
infinito debiera ser nuestro reconocimiento para quien nos quiere colocar en esa actitud de inteligente rebeldía que
ha de permitirnos un día encontramos a nosotros mismos con toda la riqueza que la Vida nos brinda.
Al preguntársele si las religiones y ciertas normas de moral y disciplina no son necesarias para personas de
mentalidad inferior o sin sentido de responsabilidad, contesta Krishnamurti.
“Si sois niños necesitaréis tener nodrizas, pero recordad que las nodrizas os mantendrán siempre como niños.
En vuestra actitud de superioridad hacia los demás establecéis una distinción de clases. El hombre de
conocimientos trata a los demás como inferiores y los mantiene en un plano de inferioridad. Si una secta o religión
es una limitación para unos lo es para todos”.
De acuerdo con las ideas de Krishnamurti se presenta la necesidad de un cambio completo de actitud tanto en
nuestra autocultura como en la educación de la juventud. Véase si no, su respuesta de cómo educar a los niños y
cuál debe ser la actitud de los educadores: “Para mí, dice Krishnamurti, el niño no es lo importante, sino el padre,
la madre o el maestro. No consideréis al niño por el momento, mas averiguad para vosotros mismos si como
individuos en vuestra calidad de padre, madre o maestro estáis libres de la idea de autoridad. Mientras seáis
esclavos de la autoridad estaréis transmitiendo al niño todos los falsos valores y temores que habéis acumulado.
Sin embargo, si estáis realmente tratando de liberaros de todo esto, entonces hallaréis la manera de ayudar al niño”.
Como puede verse en las preguntas que se le hacen a Krishnamurti, se ven reflejadas todas las inquietudes que
tiene el hombre actual planteadas. Se le hicieron algunas preguntas sobre la pesadilla que se cierne alrededor del
problema social en todo el mundo y después de haber afirmado en repetidas ocasiones que él personalmente no
pertenece a filiación política o social alguna, entresacaremos aquellos puntos de mayor relieve sobre el asunto:
“Pretendéis, dijo, resolver vuestras dificultades económicas por medio de un milagro. No existe la panacea
universal. Pero podéis individualmente y por lo tanto colectivamente ver la causa fundamental e individualmente y
por lo tanto en colectividad salir de este cruel sistema social. Durante siglos los hombres han ido construyendo esta
civilización, en la cual el hombre se ha vuelto como un animal salvaje, luchando por su propio bienestar,
seguridad, posesiones mientras que espiritualmente, es decir, en el mundo del pensamiento y el sentimiento, el
hombre se ha entregado por completo a la autoridad, a la obediencia e imitación; habéis creado un sinnúmero de
autoridades, instructores religiosos, dioses para adorarles. Individualmente para pensar sois unos corderitos, pero
obráis como si fueseis unos lobos en cuanto se trata de ganaros la vida. Es de la máxima importancia llegar a la
raíz del problema. O sea: en lo que respecta al pensamiento y al sentimiento, no debéis tomar a otro como guía,
sino ser íntegramente independientes; mientras que en el trabajo, debéis uniros para organizar colectivamente
vuestra existencia. Cooperar, trabajar y organizar juntos desechando esta idea de nacionalidades, banderas y
fronteras”.

Salvador Sendra
Publicado en el periódico “El Pueblo” de Valencia, España

Jiddu Krishnamurti y la presente situación mundial

Una sola mirada en derredor basta para percatarnos de la honda crisis que conmueve al mundo. Por el choque
constante de locos egoísmos toda la humanidad se hunde en un doloroso caos de odio y miseria
Desorientando, sin fe en sus propias esperanzas, desquiciados los mal llamados valores fundamentales,
corrompidas en sus principios las instituciones religiosas, políticas y sociales que ayer fueron su refugio, el hombre
se ha convertido en su propia víctima. Y en medio del desorden, cuando todo amenaza derrumbarse dentro y fuera
de nuestro espíritu; mientras las primeras mentalidades de la humanidad fracasan en la Liga de Naciones, o desde
los más prestigiosos sitiales de un parlamento, o en el laboratorio científico; cuando todos parecen vencidos en su
intento de alcanzar para el mundo un poco de orden y felicidad..., un hombre joven y sencillo, con la sabiduría sin
pretensiones de un sabio y la bondad y energía de un verdadero maestro, ofrece al mundo atribulado su remedio.
Jiddu Krishnamurti, sereno ante la hecatombe, con esa serenidad que sólo puede alcanzarse mediante la
realización de una interna armonía y con esa seguridad de quien vive en lo fundamental, no habla de nuevos
sistemas de gobierno o de milagrosos inventos científicos, ni de viejas o nuevas religiones o filosofías. Habla de la
realización del individuo de la Verdad, que según él es la realización de la Vida misma, de la única posible
felicidad. El mundo necesita volver de nuevo a lo fundamental y él quiere guiarle.
Como no pertenece a ningún grupo de opinión, ni organización religiosa, ni escuela filosófica, como está libre
de toda traba, habla para todos, y para entenderlo en su honda sencillez es preciso, según él mismo aconseja,
limpiar la mente y el corazón de toda esa maraña de teorías, prejuicios y dogmas que ha hecho de la vida una cosa
compleja y dolorosa.
Tuvimos la buena suerte de oírle este verano pasado en Holanda durante su visita al Campamento de Ommen,
donde se congregaron para escucharle más de ochocientas personas de treinta y tres nacionalidades distintas.
Nunca nos preocupó la tan debatida cuestión de si es o no el nuevo Instructor del mundo. En ese particular
seguimos por íntimo convencimiento su propia insistente recomendación. “Quien yo sea”, dice, más o menos, “no
debe importaros. Si en realidad buscáis establecer la Verdad en vuestros corazones y resolver así el doloroso caos
que habéis creado, lo único que debe interesaros es si lo que yo digo es esa Verdad. Pero para saberlo habréis de
juzgarlo imparcial e impersonalmente, libre vuestra mente de todo prejuicio o fanatismo... Mi único propósito es
estimularos a ser libres y si aceptáis mis ideas sin comprenderlas, o porque son mías, sólo habréis logrado hacer de
mí una nueva jaula, postraros ante una nueva autoridad que os esclavice como tantas otras pero nada habréis
adelantado en la realización de vuestra libertad. Yo seré para vosotros un nuevo obstáculo.
Si buscáis en mí, como lo habéis hecho en libros, religiones, escuelas de filosofías o sistemas sociales, un
refugio para vuestra debilidad, sólo alcanzaréis acentuar esa debilidad.
Y PORQUE quiero que seáis libres no habréis de convertirme en vuestra prisión, porque os deseo fuertes me
opongo a que busquéis en mí un nuevo refugio que intensifique vuestra debilidad.
Quiero indicaros el camino de la felicidad que yo he realizado, pero no os llevaré de la mano porque sé que
sólo vosotros mismos podéis romper vuestras cadenas; sólo en vosotros hallaréis la fuerza, el poder de hacer de
vuestras vidas, como el artista, una obra de arte. Y sé que sólo cuando hayáis realizado ese propósito de perfección
y armonía en vuestro propio corazón, será posible la creación de un nuevo orden de felicidad en el mundo”. En una
palabra, busca el remedio del problema humano donde sólo puede hallarse, en su causa, en el individuo.
Toda la civilización moderna, según él, se basa en un principio ideológico fundamentalmente erróneo. Cada
hombre se cree una unidad de vida y de conciencia separada del resto, cuando en realidad es uno con el todo, con
la Vida, con la Verdad. Por esa idea equivocada de su propia naturaleza el mayor empeño del hombre consiste en
fortalecer y glorificar eso que él llama su “yo”, su “personalidad”, y se convierte en un centro de acaparamiento
constante, de insaciable egoísmo. Aún en la práctica de los ideales más nobles sigue siendo un gran egoísta. Y
mientras la Vida que es él, una y armónica, pugna por manifestarse en toda su hermosa plenitud, él la encarcela y
siente el dolor de su propio encadenamiento porque encadenando la Vida se encadena a sí mismo. Y viene el ansia
de libertad, y viene el dolor de las íntimas limitaciones.
El hombre es, pues, prisionero de sí mismo, y pudiendo ser fuente inagotable de Vida, es dolorido centro de
egoísmo; pudiendo sentirse uno con los demás y gozar de la felicidad de darse a ellos con amor, se envenena de
odio; pudiendo ser fuerza viva de eterna plenitud se debilita y achica en su cárcel de miedo; pudiendo ser feliz es
desgraciado y miserable; pudiendo crear orden en derredor, su obra culmina en este horrible caos porque atraviesa
la humanidad. Todo por su idea ilusoria de separatividad, por un desconocimiento absoluto de la verdadera
finalidad de la vida individual, cual es, la realización de la Vida una”.
En ese concepto equivocado de la vida que Krishnamurti trata constantemente de destruir, estimulando al
hombre a ahondar en si mismo, a vivir intensa y conscientemente cada minuto que pasa, manteniendo vivo en el
espíritu un fuerte anhelo de libertad y perfección. Su palabra, sencilla y fácil no se desparrama en el ambiente,
antes busca penetrar en nuestro espíritu y despertarlo a la necesidad de una noble realización de la Vida, de la Vida
en su sentido eterno de plenitud.
Y mientras los políticos más eminentes del mundo civilizado buscan el remedio de nuestra crisis en nuevos
sistemas de gobierno, él dice: “Realizad la armonía en vosotros mismos y sólo entonces podréis crearla en el
mundo”.
Mientras se decretan miles de leyes inútiles contra el crimen, el vicio y la degradación, él recomienda
sencillamente, “Ahondad en vuestro corazón, buscad lo que hay de esencial en la Vida y cuando prenda en vuestro
espíritu un verdadero anhelo de libertad y plenitud, ese anhelo será vuestra propia ley porque la propia disciplina es
la única disciplina verdadera”.
Mientras los hombres se postran de rodillas e imploran su salvación de distintas entidades desconocidas y
lejanas, él repite una y otra vez con la seguridad de quien habla por experiencia, “nadie podrá salvaros sino
vosotros mismos. Los demás por grande que sea su poder sólo podrán estimularos. La realización de la felicidad y
la Vida sólo vendrá por vuestro propio esfuerzo de perfección”.
Mientras en su afán de cultura el intelectual moderno almacena más y más información en la mente, él nos
habla de la necesidad de un poco más de sabiduría (wisdom) que consiste en una comprensión del sentido eterno de
la Vida y de la misión del individuo.
Mientras el nacionalismo en el mundo pretende libertar pueblos, él se preocupa de libertar hombres.
Y mientras las religiones posponen la realización de nuestra felicidad para la otra vida, él dice: “Vivid ese
esfuerzo de plena liberación en cada instante de vuestras vidas. Sólo haciéndoos plenamente conscientes en vuestra
diaria acción llegaréis a trascender las limitaciones de vuestra conciencia individual. La Verdad está en vosotros
mismos porque sois, sin saberlo, una con ella. Realizada en cada minuto de lucha, de dolor o de placer. No
pospongáis su realización que perdéis la única eterna realidad, el presente. Si sois capaces de comprender el
presente en toda su significación, en toda su riqueza, en toda su plenitud, habréis trascendido el tiempo y ganado el
conocimiento de lo eterno”.
Jiddu Krishnamurti, pues, ofrece al mundo un mensaje de vida, de noble realización en el presente, un nuevo
concepto de individualismo; y lo ofrece con sencillez con amor, y con esa honda sabiduría que tuvieron siempre
los grandes maestros. Quienes puedan entenderlo y vivir sus ideas, sin duda hallarán en él un hermoso caudal de
nuevo estímulo para la realización de su propia felicidad y el establecimiento de un nuevo orden en el mundo.

Clara Lugo
“El Mundo”. San Juan, Puerto Rico, 1931

PRIMERAS VISITAS A LATINOAMÉRICA

En el año 1929 una casa editora de España me confió la misión de visitar toda Latinoamérica y el territorio de
E.U.A. colindante con México. Puse como condición a esta oferta, que se me permitiese hacer al mismo tiempo la
promoción de las obras de Krishnamurti y las de Teosofía. Esa condición me fue aceptada y la difusión de las
obras de K y de la Teosofía tomaron gran impulso en dicha gira. En aquella época la única empresa que editaba
dichas obras era la Biblioteca Orientalista de mi amigo don Ramón Maynadé de Barcelona.
Esta gira tuvo la feliz coincidencia de que un año antes el Sr. C.J. Jinarajadasa había recorrido casi toda la
América Latina en difusión teosófica, y había hablado también del joven Krishnamurti que empezaba a ser
conocido mundialmente. Las conferencias del Sr. Jinarajadasa recibieron favorable acogida por parte de la prensa,
Jinarajadasa, doctorado en Cambridge, poseía una amplia cultura y dominaba varios idiomas. Las conferencias las
leía en español y eran muy bien recibidas, pues era el primer misionero de la Teosofía procedente de la India que
visitaba los pueblos de Latinoamérica. De América él pasó a España, y como allí nos encontramos, tuve
oportunidad de presentarlo a mi ciudad natal de Valencia.
Este primer viaje que hice por toda Latinoamérica en 1929 fue algo sorprendente, novedoso y agradable; algo
como le ocurre al explorador curioso lleno de alegría y vitalidad, que va descubriendo de día en día la belleza del
interior de los mares, de los bosques y de la tierra.
La llegada al Brasil con su esplendorosa vegetación en verde permanente, impactaba mi sensibilidad y
admiración por la naturaleza. Las gentes me parecían como notablemente bondadosas. Aún cuando el idioma me
sonaba muy diferente al castellano, no me era tan extraño por el conocimiento nativo del valenciano/catalán que se
hablaba en mi hogar.
Río de Janeiro ganó toda mi admiración con sus parques, playas y montañas que rodeaban la ciudad. El Pan
de Azúcar, vigilante de su amplia y hermosa bahía, despertaba una inusitada admiración. Cada vez que podía y me
lo permitían mis quehaceres aprovechaba para escalar el Corcovado y el Pan de Azúcar con su teleférico.
Me valió mucho haber tenido en Ommen contacto y relación con el amigo Aleixo de Souza, quien me
introdujo con algunas amistades y simpatizantes de la teosofía y de K. Aleixo, quien ocupaba el cargo de
taquígrafo y traductor en el Congreso de Brasil, me invitó a distintas reuniones en las Logias Teosóficas.
Por vez primera probé las ricas frutas tropicales, papaya, cocos, ananá, caquis... que agradaban a los sentidos
llenos de expectación.
De Brasil, pasé a Montevideo, Uruguay, en donde por suerte encontré a un atento amigo que había conocido
en Ommen. Tuve ocasión de confraternizar con los uruguayos a través de dicho joven amigo. Comprobé en tal
relación la exquisitez y la atención espontánea y emotiva de las gentes que iba conociendo, especialmente entre los
teósofos y amigos de K. También estuve en varias reuniones de las Logias Teosóficas de Montevideo, invitado por
la educadora Sra. La Gamma, quien era la presidente de la S.T. uruguaya.
En Montevideo tuve estrecha relación con el culto escritor, teósofo y amigo de K quien fue representante de la
Krishnamurti Writing Inc., el Sr. Alvaro Araujo. Nuestra relación con don Alvaro se estrechó cuando estuvo K en
Montevideo y más tarde en 1952 estuvimos juntos en las pláticas que K diese en Nueva York. Una de las mejores
revistas teosóficas la publicaba el Sr. Araujo. Hizo también una notable traducción del extenso libro “Cartas de los
Maestros de Sabiduría”.
Desde Montevideo, en 1929, pasé a Buenos Aires atravesando durante la noche el ampuloso Río de la Plata en
un pequeño buque.
Buenos Aires resultaba ser para el visitante anónimo algo aterrador. En 1929 era una de las ciudades mayores
del mundo con sus 8 a 10 millones de habitantes. Por suerte en España, dentro de la Sociedad Teosófica, había
conocido en una Logia de Madrid a la familia Miranda, procedente de Buenos Aires. Más tarde estuve con la
familia Miranda en Málaga y Valencia en donde me reuní con ellos en distintas ocasiones en las Logias y también
mostrándoles las ciudades españolas. Durante mi visita a Argentina tuve la oportunidad de visitar a la familia
Miranda con frecuencia y de establecer una íntima amistad con la Srta. Aurora Miranda.
Tan pronto llegué a Buenos Aires fui a visitar a la Srta. Aurora Miranda en su oficina. Ella era la secretaria del
Dr. Federico Gándara, quien con su esposa había creado la Colonia Escuela de la cual se habla posteriormente.
Aurora Miranda fue providencial para mí, en la gran urbe pues fue mi anfitriona en Argentina, dándome a
conocer a numerosas personas destacadas en Buenos Aires. Mi primera visita a la gran urbe duró como tres meses
y tuve ocasión de conocer a varios periodistas de la capital y varios escritores. Tuve especial amistad con el doctor
Catalano y su esposa y con el escritor Arturo Montesano Delchi. Este último escribió varios libros, entre ellos su
visita al Campamento de K en Ommen, Holanda. Además, la empresa por la cual yo viajaba, le publicó un libro
sobre plantas medicinales.
La estadía en Buenos Aires en 1929 fue por demás repleta de actividades, excursiones, etc., casi siempre
organizada por Aurora Miranda. Antes de salir de Buenos Aires formalizamos nuestra relación amorosa y nos
comprometimos para llevar a cabo nuestro matrimonio al término de mi gira por Latinoamérica. Cuando finalicé el
viaje en la Habana, a fines del 1929, tomé un buque que recorrió toda la costa del Pacífico hasta llegar a
Valparaíso, y por tren viajé de nuevo a Buenos Aires desde Chile.
Una vez en Argentina nuestros propósitos matrimoniales quedaron frustrados. Las dificultades y la negativa
de su padre aceptar nuestra unión llegaron a amenazar su salud y la mía. De mi parte enfermé estando en mi hotel
en Buenos Aires y de allí acepté la invitación de los Gándara, trasladándome a la Colonia Escuela cerca de
Chascomús.
Debo decir que Buenos Aires me impresionó por sus muchas buenas librerías. Sin duda era la capital de
mayor desarrollo intelectual y mayor consumo de libros de Latinoamérica.

LA FAMILIA FIELD POVEDANO


Durante mis viajes por Latinoamérica en 1929 tuve muchas oportunidades de establecer muy buenas
relaciones de amistad. Muchos amigos me facilitaron contactos de sumo interés para la misión que yo me había
impuesto de difundir el mensaje de la Teosofía y las enseñanzas de K. La mayor parte de esos contactos se
originaron en las logias teosóficas.
Entre esos buenos amigos está la familia Field Povedano, cuyos miembros eran todos teósofos y a la vez
estaban interesados en las enseñanzas de K. A los integrantes de esta familia los conocí personalmente en países
distantes unos de otros; en España, Holanda, Costa Rica y Norteamérica. El primer Povedano con quien establecí
relación fue el Prof. Tomás Povedano hijo, oriundo de Córdoba, España. Esto sucedió cuando yo aun vivía en
Valencia en la década del 20 y viajé a Córdoba más de una vez. La casa del Prof. Povedano era el punto de reunión
de un grupo de personas interesadas en la Teosofía y también en las enseñanzas de K.
En el año 1927 y durante las pláticas de Ommen, Holanda, conocí fortuitamente al primer Field Povedano, al
amigo Sidney Field Povedano, cuyos padres y demás familiares se habían establecido en Costa Rica desde hacía
muchos años, y que mantenían una relación muy estrecha con K. Sidney era sobrino del Prof. Tomás Povedano
hijo. El padre de Sidney se llamaba Walter Field y era ciudadano norteamericano, y su mamá se llamaba Sinta
Povedano, natural de Andalucía, España, y hermana del Prof. Tomás Povedano hijo. El padre de Sidney era
director de un banco en San José, Costa Rica.
En el año 1929 conocí en San José, a don Tomás Povedano, padre, que era un notable pintor español, oriundo
de Andalucía. Don Tomás Povedano, padre, pintó varios de los murales del teatro principal de San José. Más tarde
el gobierno de Costa Rica lo nombró Director de Bellas Artes. Don Tomás Povedano padre era el abuelo de
Sidney.
Es historia que en Costa Rica el mensaje de la Teosofía y las enseñanzas de K ejercieron bastante influencia
en las altas esferas sociales de la sociedad costarricense. Esto se debió en gran medida a la posición prominente
que ocupaban los familiares de Sidney Field en su país nativo.
Con el tiempo, la familia Field Povedano se trasladó a Los Ángeles cuando Sidney era ya un joven. Sidney se
hizo amigo personal de K y solía jugar tenis con él. Le presentó a K a muchos de sus amigos y a algunos artistas
de Hollywood que él conocía, y entre los cuales figuraban John Barrymore. Más tarde, el Sr. Sidney Field fue
Cónsul de Costa Rica en Los Ángeles durante la época de la Segunda Guerra Mundial, y en su calidad de
diplomático contribuyó a que a K se le concediese el status de residente de los E.U.A. Posteriormente, cuando la
Krishnamurti Foundation of America estableció pleito contra Rajagopal, él participó también declarando a favor
de K.
Deseo añadir que el amigo Sidney Field ha escrito en inglés un libro de mucho interés sobre su relación
personal con K tanto durante sus años juveniles, como después en sus años de madurez. Se titula The Singer and
the Song y en este momento está en proceso de publicación. Se trata de una obra escrita por una persona que desde
joven se aproximó a K de manera muy natural pero con la curiosidad despierta, pues desde niño había estado
oyendo a sus padres hablar acerca de la misión que K estaba llamado a desempeñar en el futuro.
También me parece oportuno mencionar aquí al culto costarricense Dr. Mariano Coronado, que era a su vez
amigo íntimo de los. Field Povedano y que conocía a K. El Dr. Coronado llegó a tener una relación tan estrecha
con K que sostenía diálogos privados con este último durante la época en que el primero se encontraba en Los
Ángeles cursando sus estudios universitarios.
El Dr. Mariano Coronado ocupó la presidencia de la Sociedad Teosófica de Costa Rica e igualmente la de la
Sección Centro Americana. Desempeñó el cargo de delegado de la Editorial Krishnamurti durante varios años.
Escribió varias obras sobre educación y psicología que se publicaron en la Editorial Orión de México. En dos
ocasiones tuvimos la feliz oportunidad de que él nos diera cursillos sobre Psicología en el auditórium de La
Asociación Conocimiento Propio en Marcelo, Puerto Rico, y con mucho afecto lo hospedamos en el hogar
familiar.

UNA EXPERIENCIA PSICOLÓGICA

En 1930, terminada la misión que me había llevado de nuevo a Latinoamérica, y encontrándome en Buenos
Aires, acepté gustoso la invitación que me hicieron el entrañable amigo Dr. Federico Gándara y su esposa Zulema
Gándara para quedarme con ellos unas semanas en su finca de las Pampas. Después del arduo trabajo que había
tenido durante todo el viaje, estas vacaciones eran un descanso que mi salud y mi fuerza corporal necesitaban
mucho.
Los esposos Gándara estaban dedicados a una misión llena de humanismo y amor, pues mantenían una
Colonia/Escuela donde alojaban a los niños argentinos que recogía la Municipalidad Bonaerense y donde les
proporcionaban educación a nivel primario. Además del aspecto educativo, a los niños se les enseñaban distintos
oficios que permitían a éstos obtener medios económicos para ellos y sus familiares. El ambiente de aquella
Colonia era verdaderamente extraordinario, pues los Gándara hacían las veces de padres para estos niños.
En la Colonia/Escuela me quedé varios meses que físicamente me vinieron muy bien. Durante los atardeceres
me recuerdo de los paseos tan felices que daba por el bosque de eucaliptos y por las veredas de los anchos campos
de la pampa argentina. Las puestas de sol con sus fogonazos de color grana reclamaban toda mi atención y me
proporcionaban gozosas vivencias. Allí pasé varios meses inolvidables. El ambiente de la institución y la belleza
de tales atardeceres eran una invitación constante a la meditación y al silencio.
Durante el atardecer del 6 de mayo de 1930, cuando me encontraba recluido en mi habitación, ocurrió algo
completamente inesperado que puso en peligro mi estabilidad y mi salud. Yo me sentía inquieto por los días de
incertidumbre que prolongaban mi estadía en la Argentina. Una crisis personal me había causado momentos de
gran desesperación y angustia. Al despertar de una siesta y quedarme sólo en mi pieza, me entregué al silencio y la
meditación. En ese viaje interno y de contemplación total, mi desesperación se transformó en un estado glorioso de
lucidez que nunca había conocido. Inesperadamente, sobre mi cabeza se precipitó una catarata de energía y de luz.
La energía que adivino era tan poderosa que mi cerebro daba señales de no poder resistirla. (Por las lecturas y por
haber escuchado otras experiencias similares de amigos míos, deduje que se trataba del llamado kundalini.)
Ante tal situación, y no sabiendo a qué atribuir tan extraordinaria presencia, invoqué con gran fervor y
humildad a alguien que me ayudara a salir del peligro en que me encontraba. No vi ninguna figura humana, pero
un aura luminosa vino de frente hacia mi cabeza y se posó sobre ella hasta descargarme de tan peligrosa energía.
Entonces se despertó en mí una nueva visión llena de luz que parecía proceder de muy adentro de mí ser. Sentí un
gran alivio y esto ejerció una terapia milagrosa, dejándome en un estado de felicidad y de paz que nunca antes
había experimentado. Tan grata e inesperada vivencia pasó, pero por semanas y meses me dejó una huella de
gozosa riqueza. El dolor físico y la incertidumbre cedieron el paso a una felicidad que perduró y me dio evidencia
indestructible respecto a los mundos invisibles que nos rodean y de los cuales apenas nos damos cuenta. Tal
experiencia me aproximó más a Krishnamurti cuando él habla de algo similar que él relata en sus obras El Amigo
Inmortal y El Canto a la Vida. Aseguro, sin embargo, que ni en mi mente ni en mi conciencia, ni siquiera en mi
imaginación estaba presente Krishnamurti cuando ocurrieron los hechos que acabo de describir.
Todavía hoy día no acierto a descifrar la fuente real de tal maravilloso despertar, ni la procedencia auténtica de
aquella extraña y feliz presencia. ¿Era el Cristo el que había venido ante mi demanda de auxilio? ¿Era una luz y
una presencia que había venido de mi propio ser interno? No vale la pena seguir especulando. Sea como sea, me
dio la certidumbre de un mundo interior lleno de color, de belleza, y de unas realidades de carácter espiritual que
no surgieron de mis lecturas ni de mi imaginación. Era algo auténtico vivido por mí inesperadamente y que disipó
tanto el dolor físico como el psicológico.
He escuchado opiniones de famosos psicólogos que catalogan tales experiencias como hijas de una mente
perturbada o poco menos que neuropatológica. Considero de escaso valor tales opiniones intelectuales y no vale la
pena tomarlas en cuenta. Es posible que algún día la psicología científica acierte a dar con la verdad y el valor de
estas realidades de tipo interno. Ello puede ocurrir si se estudian estos hechos con seriedad y buscando la verdad
implícita en los mismos. La ciencia moderna está descubriendo algo y de ello me ha convencido el Dr. Fritjof
Capra en su obra El Tao de la Física. Su conclusión es bien sabida, o sea que la mística oriental descubrió hace
siglos los actuales postulados de la ciencia. Y yo añado que no sólo la oriental, sino también la llamada mística
occidental. Testimonio de ello se encuentra en la obra de San Juan de la Cruz y en la Guía Espiritual de Miguel de
Molinos.
Todavía en ese estado de felicidad, inicié las gestiones para regresar a Europa y asistir a las pláticas que K
daría en Ommen en el verano de 1931. Al embarcar para Holanda, tuve la grata sorpresa de encontrarme en el
buque con el Dr. Gándara, que era portador de una simpática carta firmada por los niños de la Colonia/Escuela. En
ella se despedían del amigo de España que había convivido con ellos durante una temporada rica en experiencias y
en afecto.

SIGUE UNA EXPERIENCIA PSICOLÓGICA

Hubo otros acontecimientos que hasta ahora rehusé relatarlos durante mi estadía con los Gándara en la
Colonia/Escuela en las cercanías de Chascomus, Prov. de Buenos Aires. Mi hija Vidya, más de una vez me empujó
para que hiciera público lo que en aquellos días sucediese. Sin afán de comparaciones, la realidad es que fueron
días y estados de conciencia que, en el lenguaje del Cristianismo, podrían calificarse de “una noche oscura” quizás
anunciadores de un nuevo despertar. Lleno de incertidumbre, pero con ansias de luz y de encontrar una respuesta
que iluminara mi camino; primero que nada, durante las conversaciones con los Gándara sucedieron varias veces
fuertes golpes cerca de la mesa donde conversábamos; no le dimos una importancia extraordinaria a tales ruidosos
golpes, pero la verdad fue que nos llamaba la atención, siendo cosa de curiosidad.
La cosa tomó un giro de mayor valor y hasta de real expectativa. Después de la vivencia extraordinaria, que
dio origen a una mutación inesperada que, borró en mi conciencia la noche obscura en que estaba envuelto, vino a
verme el doctor Gándara, y con un sobre me entregó unas letras de él acompañadas de un mensaje. Con su habitual
modestia, me decía que tal mensaje no era suyo, sino de alguien que inmerecidamente se valió de él para
hacérmelo llegar. Firmaba sus cortas palabras diciéndome que se trataba de “un hermano de la Fraternidad R.C”.
En cuanto al contenido del mensaje me dio la evidencia de una afectiva compasión y de alguien que con gran
amor quería ayudarme en mi noche obscura y en mi inquirir angustioso de años.
Alguien muy cercano a los Gándara me confirmó que ambos esposos eran miembros de una Fraternidad
Oculta Rosacruz, que no tiene nada que ver con varias organizaciones que se adjudican ese nombre.

MI MATRIMONIO CON CLARA LUGO

En junio de 1931, viajando desde Buenos Aires a Hamburgo y Holanda, abordé un buque alemán para llegar a
Ommen antes de que dieran comienzo las pláticas de K que empezaban en julio. De modo que durante 26 días iba
a tener ocasión de disfrutar del paisaje de la costa brasileña; Desde el puerto Bonaerense íbamos a seguir la
ondulada costa verde brasileña que se extendía desde Porto Alegre hasta Recife. La Segunda Guerra Mundial que
estaba en ciernes aun no impedía la confraternización con los compañeros de viaje latinoamericanos, franceses,
alemanes y de otras nacionalidades europeas. Navegando rumbo al Viejo Continente, ignoraba totalmente lo que el
destino me iba a deparar a mí llegada a Europa.
A los pocos días de llegar a Ommen, me encontré con una amiga teosófica de Valencia. Al acercarme a dicha
amiga me presentó a una joven puertorriqueña llamada Clara Lugo, que había llegado al Campamento atraída por
el mensaje de K.
Durante el Campamento, que duró unas dos semanas, con frecuencia disfrutaba con ella de largos paseos por
el bosque y el lago cercanos a las tiendas de campaña. El Campamento con su Castillo medieval, era un oasis
pleno de espiritualidad y enriquecido por la grata compañía de personas de múltiples países. A través de nuestras
conversaciones no tardó en establecerse entre Clara y yo una profunda simpatía y afinidad que acabarían por unir
nuestras vidas para siempre. Nuestras vocaciones coincidían y nuestra visión de una vida consagrada al servicio de
los demás y a la educación, pronto nos convenció de que íbamos a unirnos en matrimonio. Allí mismo
formalizamos el compromiso, que vino a realizarse dos años después de nuestro feliz encuentro.
Nos volvimos a encontrar en Barcelona, donde tuve ocasión de presentar a Clara a muchas de las amistades
que tenía en dicha capital.
De Barcelona salimos para Valencia, donde ella tuvo oportunidad de conocer a mis padres y hermanos, así
como a varias amistades residentes en dicha ciudad. En Valencia afianzamos más aun el compromiso de
matrimonio y toda la familia recibió con mucho cariño a Clara, al mismo tiempo que aprobaban nuestra intención
de casarnos. De regreso a Madrid presenté a Clara a varias de mis amistades, y todas confirmaban que Clara daba
la impresión de ser una mujer culta, sencilla y de agradable conversación.
Al separarme de Clara en Madrid, ella prosiguió su viaje de regreso a Puerto Rico y yo me quedé en Madrid
invitado por mi entrañable amigo Francisco Rovira. Rovira era entonces el representante de la Orden de la Estrella
en España y estaba encargado de la publicación de los libros de Krishnamurti en español y de la Revista de
Krishnamurti. Juntos nos dedicamos durante dos años a editar varios libros y la Revista de la Estrella. En aquella
época salieron a la luz: El Amigo Inmortal, El Canto a la Vida y Mensaje de K. 1927-30. Esta temporada de
descanso de tantos viajes continuos, la aproveché para ayudar a mi amigo Rovira en su función de editor de las
publicaciones de Krishnamurti. Esta resultó ser la única vez en que se me ayudó a cubrir mis gastos de
manutención, pues yo dedicaba todo el tiempo a atender la correspondencia y a visitar la imprenta. Teníamos una
oficina situada en la Rama Madrid de la Sociedad Teosófica.
Un día Rovira me informó de algo que yo desconocía, y es que antes de Clara regresar a su labor de maestra
en la Escuela Superior Central de Santuce, Puerto Rico, ella le había ofrecido voluntariamente a mi buen amigo,
que ella le enviaría una contribución mensual para ayudar a los gastos de la oficina. En resumen, su donativo venía
a cubrir la mensualidad que Rovira me había ofrecido como sueldo durante el tiempo que estuviese a cargo del
trabajo de la oficina. Sin yo saberlo, mi prometida era en realidad quien sufragaba mi estadía en Madrid junto a la
familia Rovira.
En 1933 tuvimos la dicha de recibir a Clara y a la Srta. Isabel Vega, que habían llegado por barco a
Barcelona. Desde allí nos dirigimos a Valencia con objeto de llevar a efecto nuestro matrimonio. Isabelita Vega,
entonces futura esposa de Enrique Biascoechea, junto con otros amigos, sirvió de testigo de nuestra boda civil. No
hubo ningún otro tipo de ceremonia, pues ni Clara ni yo podíamos aceptar un ceremonial religioso. La inscripción
civil la efectuó un juez amigo íntimo de mi amigo Fernando Valera. De allí, con cinco o seis personas nos
trasladamos a un chalet de mi hermano mayor a celebrar la boda con un suculento melón valenciano.
Por la noche emprendimos con Isabelita el viaje por tren hacia Holanda en donde vimos y escuchamos a K.
Yo aproveché la oportunidad para presentarle a Clara y para ofrecernos para realizar nuestra colaboración en la
difusión del mensaje en el ámbito de nuestros países. Terminado el campamento de Ommen en 1933, Clara y yo
nos separamos de la Srta. Vega, que seguía hasta los países escandinavos para escuchar las pláticas que allí ofrecía
K.
En 1933 acompañado de Clara realizamos un recorrido por España en nuestra misión editorial; esta vez por
cuenta de una casa editora de Madrid cuyo director era un teósofo buen amigo mío. Clara disfrutó mucho el viaje
por toda la península. Además, visitamos antiguas amistades y logias teosóficas de muchas partes de España.
Posteriormente, y próximo al nacimiento de nuestra hija, Clara se radicó definitivamente en Madrid donde tuvo
ocasión de asistir a las clases que dictara el filósofo Ortega y Gasset, y también el Dr. Fernando de los Ríos.
A los pocos meses de nacida nuestra hija Vidya, nos trasladamos a Valencia donde Clara y la niña se
radicaron por algún tiempo. Por mi parte, seguí haciendo varios recorridos por España visitando las librerías del
país y en contacto siempre con los amigos de K y las logias teosóficas.
Logramos seguir publicando algunos libros de K y distribuirlos por España. Además, con frecuencia me
reunía con grupos de nuevos y viejos amigos manteniéndolos informados de las publicaciones de K y de sus
actividades.

VISITA DE KRISHNAMURTI A LATINOAMÉRICA

En 1934 tuvimos noticias de que K iba a realizar una visita a Latinoamérica. Por esta razón y con muchos
meses de anticipación, regresamos a dichos países y de acuerdo con el amigo Rovira, muchas de las obras de K
que habíamos publicado en Madrid. Estas se distribuyeron por toda Sur América a fin de sincronizar la visita de K
con la mía. En el mes de marzo de 1935, acompañado de Clara y la niña salimos del puerto de Valencia rumbo al
Brasil. Llegamos allí en el momento oportuno para efectuar una exposición de las obras de K en las principales
librerías de Río Janeiro. Esta era la primera oportunidad que iba a tener Clara de cooperar con mi trabajo y de
satisfacer su interés por conocer los pueblos de Latinoamérica.
En Río Janeiro, la primera conferencia de K se efectuó en un amplio stadium con la presencia de más de
10.000 espectadores. Las siguientes pláticas se celebraron en el teatro principal de la capital. En ellas actuó de
traductor nuestro amigo Aleixo Souza, funcionario del Congreso Brasilero, quien también tuvo a su cargo la
organización de todo el trabajo que se realizó en el Brasil.
Desde Río, con Clara y Vidya viajamos hacia Montevideo, Uruguay. Allí también llegamos a tiempo para en
unión de algunos amigos, recibir a K a su llegada por barco en compañía de Rajagopal y Casselberry.
El Sr. Alvaro Araujo, intelectual muy conocido en Uruguay y representante de la Krishnamurti Writings Inc.
en dicho país, hizo una magnífica presentación de K mediante la prensa y folletos. La verdad es que Montevideo
figura entre las ciudades donde K tuvo la más efusiva recepción y donde sus pláticas tuvieron gran resonancia en
toda la prensa. K celebró allí varias reuniones con notables escritores del país.
En aquel entonces K fustigaba a las organizaciones religiosas por su incapacidad para satisfacer la inquietud
de la juventud y la búsqueda de la libertad. En una de sus pláticas, fue tal el entusiasmo que se despertó entre los
jóvenes que quisieron levantar el automóvil en que viajaba K.
Terminada la primera plática K continuó hacia el chalet de la mamá de Alvaro Araujo, que era donde vivía
este último.
La aceptación de K y su mensaje y el interés que despertó, me obligó a pedir a Buenos Aires que con urgencia
nos enviasen mayor número de las obras de K para satisfacer la demanda del culto pueblo uruguayo.
Después de terminadas las pláticas de Montevideo, seguimos viaje para la Argentina. Tanto en la capital como
en las provincias, K tuvo una calurosa acogida. La prensa de la capital publicó numerosos reportajes de sus
conferencias. El diario Crítica que tenía una gran circulación, publicaba con frecuencia fotografías que llenaban
casi toda una página. La directora de Crítica, la señora Botana -a quien habíamos conocido en Madrid- se desbordó
en el recibimiento a K publicando diariamente una información completa de todos los actos. Ella también organizó
una fiesta folklórica que resultó muy del agrado de los visitantes.
K, pronunció varias pláticas en el teatro Coliseum con llenos desbordantes, no obstante la gran capacidad del
teatro. Recuerdo que una tarde la policía montada tuvo que despejar los alrededores del teatro por órdenes
superiores para evitar tumultos desagradables. En una ocasión salí a buscar a mis amigos, el Dr. Gándara y su
esposa, y por poco no logramos entrar al teatro. Tuvimos que llamar a amigos del Comité para que se nos
permitiera llegar hasta el lugar que se nos había destinado. En la Argentina tuvimos ocasión de efectuar varias
exposiciones de las obras de K en las principales librerías del país. En cuanto a Buenos Aires, es una de las
capitales latinoamericanas que siempre ha consumido una gran cantidad de las obras de K.
Terminadas las pláticas de Buenos Aires, a K se le recibió con gran entusiasmo en la Universidad de La Plata
y después en Córdoba y en Rosario. Posteriormente K continuó viaje con sus acompañantes hacia Chile.
Antes de terminar con la permanencia de K en la Argentina, deseo destacar la gran contribución del financiero
Sr. José Carbone, que se hizo cargo de pagar todos los gastos que ocasionó la visita de K y sus acompañantes a la
Argentina. Aparte de esto, el señor Carbone y un grupo de sus amigos realizó muy buen trabajo en la presentación
de K.
Terminada la gira de K y sus acompañantes a la capital de Chile y sus provincias, ellos continuaron rumbo a
México. Durante la travesía, el buque hizo escala en el puerto de Callao en Lima.
El clero del Perú ejerció toda su influencia en la capital para impedir que Krishnamurti hablara en público. No
obstante esto, mi amigo don Jorge Torres Ugarriza -que ocupaba altos cargos en la Masonería y en la Sociedad
Teosófica- logró que K pudiese desembarcar, y después de darle un paseo por Lima, lo llevó al Templo Masónico
donde K pronunció una charla. Consideramos de interés publicar una fotografía del Sr. Torres Ugarriza en
compañía de K la que se tomó en el buque durante su escala en Callao, Lima, en el año 1935.
Yo regresé desde Buenos Aires a España por varias razones. Primero, porque las obras que se habían enviado
a los tres países antes citados se habían agotado, y después, porque mi presencia no era tan necesaria en Chile. Otra
razón de importancia era que K había prometido visitar a España en 1936 y deseaba cooperar en la organización de
su visita.
Durante la visita de K a México, el Sr. Rajagopal sostuvo una agria discusión con el Sr. Adolfo Peña Gil, que
a la sazón era el Presidente de la Sociedad Teosófica de México y al mismo tiempo representante de la Orden de la
Estrella en ese país. Rajagopal hizo renunciar al Sr. Peña Gil y nombró como representante de la Krishnamurti
Writings Inc. en México al licenciado Garza Galindo.

AÑOS DE INCERTIDUMBRE MUNDIAL


Suspensión de la Visita de Krishnamurti a España y Período de la Guerra Civil Española.

Al final del capítulo anterior se hace mención a que una de las razones que tuve para regresar desde Buenos
Aires a Madrid, era mi deseo de participar y cooperar en todo lo relacionado con el proyectado viaje de K a
España, que estaba señalado para 1936.
La visita de K a España no llegó a efectuarse, pues encontrándome en Madrid, se recibió una carta de
Rajagopal en la que informaba que en vista de la situación política que había en España, K había decidido no ir a
dicho país. A pesar de esta carta, se insistió nuevamente para que K visitara a España, pero Rajagopal contestó
diciendo que esto era imposible. Indudablemente que esta decisión resultó muy inteligente, pues en julio de 1936
estalló la sangrienta guerra civil en España.
Al suspenderse la visita de K a España, yo regresé a América en mi misión editorial, visitando de nuevo a
Cuba, México y Santo Domingo para difundir las obras de K en dichos países. Cuando me encontraba en Santo
Domingo, el 18 de julio de 1936, tomé un buque español con rumbo a Caracas. Durante el viaje, en la radio del
buque empezaron a recibirse noticias dando cuenta de la guerra civil que había estallado en España.
Mi permanencia en Caracas se redujo a unos pocos días, pues me vi obligado a regresar a Puerto Rico
atendiendo a los ruegos de Clara y también por el malestar que me causaba la guerra civil española. Este viaje lo
estaba realizando por cuenta de una empresa de Barcelona y en una situación de guerra no podía recibir los
recursos necesarios.
Desde 1936 hasta 1940 permanecí en Puerto Rico, la isla que me había cautivado por su belleza natural. Con
algunos ahorros pudimos adquirir una finca de unos 20 acres situada a una distancia relativamente cerca de la
Universidad de Río Piedras. Durante esos años trabajé en la agricultura, pues lógicamente los viajes por
Latinoamérica quedaron en suspenso.

Comienza la Segunda Guerra Mundial


Zulema, la segunda de mis hijas, nació en 1939, y al año siguiente, Clara con Vidya y Zulema, en unión de
Isabel Vega, iniciaron viaje hacia Los Ángeles donde Clara habría de estudiar una licenciatura en Economía. Como
Clara e Isabel Vega eran amigas de K y de Rajagopal, ellas confiaban que estando en Ojai podrían prestar alguna
clase de colaboración en el trabajo de K.
A instancias del amigo Arnaldo Maynadé, hijo de don Ramón Maynadé y hermano de Pepita Maynadé -la
culta escritora española- todos viejos amigos de Barcelona, en 1940 acepté realizar un viaje por Latinoamérica por
cuenta de una empresa de libros chilena de la cual mi amigo Arnaldo era gerente.
Poco tiempo después todo el grupo familiar estaba reunido en Los Ángeles y durante esa permanencia estalló
la Segunda Guerra Mundial y los Estados Unidos tuvo que participar en tan sangrienta contienda. No obstante esta
situación yo pude realizar el trabajo por Latinoamérica dejando a la familia en Los Ángeles. Después de terminar
sus estudios en Los Ángeles, Clara, las nenas y una señora de compañía de Puerto Rico regresaron a la isla y Clara
se integró a la facultad de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
Krishnamurti permaneció en Ojai, California durante los años de la guerra. Durante este período se mantuvo
alejado de su usual actividad de viajes y conferencias, ayudando en las faenas agrícolas. Además recibía con
frecuencia visitas, inclusive de militares que simpatizaban con él. Vivió esos años con Rajapogal y su esposa
Rosalind y su hija Rada. Rada se convirtió durante su infancia en la compañera de juego de K. Alguna vez pude
darme cuenta de la estrecha simpatía que existía entre la niña y K.

LA EDITORIAL ORIÓN Y SU LABOR

En una de las visitas que hice a México en el año 1944, me reuní con un grupo de amigos teósofos que
también estaban interesados en el mensaje de K. Después de celebrarse varias reuniones, se habló de la
conveniencia de establecer una Editorial Cooperativa, pero este proyecto no llegó a realizarse. Sin embargo, un día
el Ingeniero mexicano Sr. Abel Cárdenas Chavero, que estaba afiliado a la Sociedad Teosófica, me invitó a formar
con él la anhelada editorial. Conversamos ampliamente sobre este asunto y finalmente acordamos y nos
comprometimos a publicar los libros de Teosofía y los de Krishnamurti, y al año siguiente, o sea en 1945,
firmamos el documento mediante el cual quedó establecida la Editorial Orión.
Ambos llenos de entusiasmo alquilamos en la Ciudad de México un hermoso local para la Editorial en un
barrio residencial denominado Las Lomas, y las dos familias, Cárdenas y Sendra, juntos iniciamos el trabajo de
organización. El establecimiento de la Editorial Orión la festejamos con una comida fraterna a la que asistieron los
directivos de la S.T. y varios amigos muy connotados de Krishnamurti. Recuerdo que en esa comida se
encontraban el Dr. Joaquín Servín, don Adolfo de la Peña Gil, Juan Camargo, Salvador Morales, Quintina
González, los Velasco, la Profesora Aldag, y otros destacados miembros de la Sección Mexicana de la Sociedad
Teosófica. Muchos de ellos eran fervorosos estudiantes del mensaje de Krishnamurti, y recuerdo que en aquella
época me reunía con frecuencia con ellos en la oficina de la Editorial Orión para dialogar sobre temas teosóficos y
el mensaje de Krishnamurti.
Con motivo de la creación de la Editorial Orión, en 1945 viajé a Ojai, California, para escuchar las pláticas de
Krishnamurti y al mismo tiempo hablar con Rajagopal e informarle sobre la recién creada empresa editora. El Sr.
Rajagopal no ofreció ninguna objeción, pero nos recomendó que en los anuncios y listas de libros que
publicásemos, aparecieran las obras de K en una sección aparte. Así se hizo, y ciertamente la Editorial Orión
cumplió en aquella etapa una valiosa labor en la difusión de la Teosofía y del mensaje de Krishnamurti.
No obstante el dinero y el empeño que los dos socios pusimos en la creación de la Editorial Orión y su
programa de publicaciones, lo cierto es que, sin el apoyo económico que recibimos con la publicación de los libros
de texto que se utilizaban en las Escuelas Secundarias de Puerto Rico, nuestra modesta empresa de seguro que no
habría tenido una duración de más de 5 años. En aquella época, tanto las obras de Teosofía como las de K, tenían
una venta muy limitada. A pesar del interés de los dos fundadores, la verdad es que con la venta de esas dos
colecciones únicamente, habría sido muy difícil para la Editorial Orión sobrevivir más allá del tiempo antes
indicado.
Las ediciones de las obras teosóficas, y de las de K, tenían que ser forzosamente pequeñas, de unos 2.000
ejemplares por tirada.
En cambio, las ediciones de los libros de texto para las Escuelas Secundarias de Puerto Rico -cuyas tiradas a
veces excedían de 50.000 ejemplares- resultaron ser durante muchos años, el sostén económico de nuestra
empresa. De modo que las ediciones de carácter educativo suministraron la inyección económica que necesitaba el
conjunto de todo el programa editorial. Repetimos, sin esa aportación, nuestro empeño se habría visto frustrado.
Sin embargo, a partir del año 1960, la venta de los libros teosóficos y de Krishnamurti creció más allá de los
límites que nuestro entusiasmo había anticipado. En toda Latinoamérica y en España, la demanda de estas obras ha
sido más que extraordinaria.
Años más tarde surgieron muchas editoriales que jamás tuvieron interés en la publicación de estas obras. Yo
mismo he aconsejado la conveniencia de conceder permiso a otras editoriales para publicar las obras teosóficas y
las de K en España y Latinoamérica. Esa posición se debe a mi deseo de anteponer los intereses generales a los
privados. Por lo tanto, nuestra tarea de pioneros se ha visto superada, y hoy día se puede afirmar que tanto las
obras teosóficas como las de Krishnamurti se conocen mundialmente. Esta es la nueva Era anunciada por los
fundadores de la Sociedad Teosófica, que ya estamos viviendo actualmente.

Reunión de Grupos Interesados en las Enseñanzas


Encontrándome en México, escribí a K en marzo de 1945 invitándole a que visitara dicha ciudad y al mismo
tiempo le preguntaba si había algún inconveniente en que las personas interesadas se reunieran para estudiar sus
enseñanzas. K contestó con fecha 11 de mayo de 1945, cuya carta se reproduce a continuación junto con la
traducción al español.
Dos años después volví a escribir a K sobre el mismo asunto y él contestó con fecha 16 de agosto de 1947
según la carta que a continuación se reproduce junto con la traducción al español.

Ojai, California
May 11, 1945

Dear Friends:

Thank you very much for your letter of March and I am sorry that I have not been able to answer it sooner as I
have been rather busy these last few months, so I hope you will excuse this unavoidable delay.

I am very glad indeed that there are many in Mexico who are interested in these ideas and that there are some who
are trying to meet regularly, without any rules and regulations, to discuss these ideas.

It is very good of you to wish to invite me to Mexico but for the present it will not be possible as before leaving
these parts we want definitely to create an understanding which will continue by itself. So, for the immediate
present, it will not be possible as there will be talks at Ojai for the next couple of months; but I appreciate your
kind invitation.

With regard to the group activities I do not see any harm if they can come together naturally to discuss these ideas,
without any formalism, without the competition of President and Secretary which generally goes with group
activities Surely it is possible for several groups to meet without all these unnecessary formalities for what is
important is not who is the President or the Secretary or the Treasurer but being in relationship with the different
minds, each one, discover his own responses and attitudes, prejudices and thoughts, After all, discussions should
reveal, without the imposition of any authority, the state of one’s own conditioning so that during discussions
these conditionings are broken down. In other words, discussions, if they are to be worth while at all, should act as
a mirror in which each one is discovering, through the tribulation of thought, what he is, how he is thinking-
feeling. If such groups can naturally come into being I feel it will be an excellent thing and they can become the
means of spreading these ideas. After all one cannot merely spread these ideas through literature but really through
one’s own life.

We also agree with you that these ideas must be spread in printed form, which we are also considering.

We all send you our affectionate regards,

Yours,

Ojai, California
May 11, 1945.

Queridos amigos:

Muchas gracias por vuestra carta de Marzo, lamento no haber podido contestarla antes a causa de haber estado
demasiado ocupado en estos dos últimos meses, por lo cual espero me excusen esta inevitable dilación.
Me alegra de veras el que haya en México muchos interesados en estas ideas así como de que existan algunas
personas que estén tratando de reunirse periódicamente, sin normas ni regulaciones, para discutir estas ideas.
Ustedes me han invitado a visitar México, muy bien de su parte; pero por el presente esto no es posible ya que
antes de dejar este lugar, queremos, de una manera definida, que se cree una comprensión, que deberá continuar
por sí misma. Así pues, por el presente ello no será posible, ya que habrá charlas en Ojai durante el par de meses
próximos; no obstante aprecio la bondadosa invitación de Ustedes.
En cuanto a las actividades de grupo, no veo nada perjudicial en ello, si las personas se reunen de una manera
natural con el fin de discutir estas ideas, sin formalismo, sin la competencia de Presidente y Secretario, como
generalmente ocurre en las actividades grupales. Seguramente es posible que algunos grupos puedan reunirse sin
estas formalidades innecesarias, ya que lo importante no es el Presidente, el Secretario o el Tesorero, sino que las
diferentes mentes puedan ponerse en relación y cada una pueda descubrir su propia manera de reaccionar y su
propia postura (actitud), sus prejuicios y pensamientos. Después de todo, las discusiones deberán revelar, sin la
imposición de ninguna autoridad, nuestro propio estado de condicionamiento de manera que durante las
discusiones, estos condicionamientos se destruyan. En otras palabras: las discusiones, si es que van a tener algún
valor, deberán actuar como un espejo en el cual cada quien vaya descubriendo, a través de las tribulaciones del
pensamiento, lo que él es y cómo es su pensar/sentir. Si grupos tales se forman de una manera natural, creo que
será algo excelente y que podrán convertirse en un medio para difundir estas ideas. Al fin y al cabo uno no puede
difundir estas ideas sólo por medios literarios, sino realmente a través de nuestra propia vida.
Estamos también de acuerdo con Ustedes en que estas ideas deberían difundirse en forma impresa, y lo
estamos pensando.
Todos aquí enviamos a ustedes nuestros afectuosos saludos.

Suyo
J. Krishnamurti

Ojai, California
August 16, 1947

My dear Sendra:

Thank you very much for your letter and I am sorry I have not been able to answer it sooner as I have been away in
the mountains recuperating. It was nice to have heard from you again.
I hope you to not mind if I am brief as I shall be leaving soon for India. Rajagopal and I are going to England and
from there I shall fly to India while Rajagopal returns to California.

As I said at a meeting at Ojai, a group of those who are really interested, who are seeking self-knowledge and not
the imposition of knowledge on others, self-knowledge or otherwise, would be beneficial. Such a meeting should
be voluntary and not induced with any promises whether economic or spiritual. They meet out of an intention to
understand end therefore may bring about a cooperative action which will naturally take different forms, depending
on the individual. It seems to me, to make such a group really worthwhile, there should be an inner revolution
which demands a complete dedication and not a mere verbal assertion of belief or non-belief. If there are such
people then they will naturally come together to form a group or to do different kinds of work, but it seems to me
that to have a set pattern of action or a plan for a community is a hindrance for such people.

With regard to the books etc., would you please write to Mr. Rajagopal, Krishnamurti Writings, Inc., Ojai?

I hope you and your family are well. Rajagopal and I send Señora Sendra and yourself our affectionate regards.

Yours,

Ojai, California
August 16, 1947

Mí querido Sendra:

Muchas gracias por su carta; lamento no haber podido contestarla antes a causa de que he estado
recuperándome en las montañas. Fue algo agradable tener noticias de Ud. de nuevo.
Espero que no me tomará en cuenta si soy breve pues pronto salgo hacia la India. Rajagopal y yo saldremos
para Inglaterra, y de allí, yo volaré a la India mientras que Rajagopal retorna a California.
Como dije en una reunión en Ojai, sería beneficioso un grupo de aquellos que están realmente interesados,
que buscan el conocimiento de sí mismos pero no para imponerlo a los demás. Estas reuniones deberán ser
voluntarias y no provocadas por ninguna promesa ya sea económica o espiritual. Se reunirán sin idea preconcebida,
para comprender, y así, podrán producir una acción cooperativa, que será, naturalmente, diversa en la forma, de
acuerdo con cada individuo.
Me parece que para que dicho grupo sea realmente valioso, deberá operarse una revolución interna, lo cual
exige una completa dedicación y no tan sólo la mera afirmación verbal de creer o no creer.
Si en verdad hay gente de tal clase, ellos se reunirán naturalmente para formar un grupo o para realizar
diferentes clases de labor; pero me parece que para gente de esta clase, sería un obstáculo fijarse un modelo de
acción o un plan de comunidad.
En relación con los libros, etc., se serviría Ud. escribir al Sr. Rajagopal, a “Krishnamurti Writting, Inc.”, Ojai?
Espero que Ud. y su familia estén bien. Rajagopal y yo enviamos a Ud. y a la Sra. Sendra nuestros afectuosos
recuerdos.

Suyo
J. Krishnamurti

ESTADIA DE CUATRO MESES EN OJAI

Después de las pláticas tan intensas que Krishnamurti ofreció en Ojai durante los meses de julio y agosto de
1945, a consecuencia de un envenenamiento, el que escribe se vio obligado a permanecer en Ojai durante tres o
cuatro meses. Esto le facilitó la feliz oportunidad de entrevistarse con Krishnamurti y hablarle de nuestros temas
predilectos.
En varias ocasiones, los esposos Enrique Biascoechea e Isabel Vega -en cuya residencia me encontraba
alojado- invitaban a K a merendar. Recuerdo también que en una de esas tardes hablamos con K sobre el anhelo de
libertad y de realización espiritual. El nos advirtió del peligro de esa búsqueda mediante el esfuerzo de la voluntad.
En síntesis, nos señaló una actitud pasiva, y pudimos ver que el deseo y el esfuerzo no son sino un obstáculo.
Sobre ése y otros temas de trascendencia se hablaba en aquellas tardes; también se hablaba sobre meditación y
acerca de la brutalidad de la guerra.
De verdad que esa temporada en Ojai resultó ser de un valor inestimable para quien escribe. Además de esto,
los esposos Biascoechea resultaron ser -en esa época turbulenta de la Guerra Mundial- una ayuda providencial para
mí, debido al ambiente que en el grupo se respiraba. Tuve el propósito de recluirme en una clínica, pero el mismo
Krishnamurti me dijo que esto no era necesario. Los tres amigos volvimos juntos a reanudar nuestras tareas en
Puerto Rico, pero con el ánimo bien despierto y con el aroma que nos habían dejado esas charlas de Ojai.
No hay duda de que durante mi crisis de salud aquí aludida, me ayudó mucho la cercana convivencia con
Krishnamurti.
En cierta ocasión en una de mis visitas a Arya Vihara donde él vivía, me encontré con una dama que vestía el
uniforme de la Marina Norteamericana. Dicha dama se volvió ciega y la acompañaba una amiga en una serie de
visitas a Krishnamurti. Para sorpresa mía, encontré a dicha señora cerca del Correo una tarde y caminaba sin la
ayuda de su amiga. Ella me dijo que había recuperado su vista gracias a K. Aunque K no quería darle publicidad a
estos casos de sanación, si se sabe que ayudó a muchas personas.

LA EDITORIAL KRISHNAMURTI Y SU LABOR

Las primeras obras de Krishnamurti que se publicaron en español las editó la Editorial Maynadé en España,
entre los años 1925 y 1929. Se trata de A los Pies del Maestro, El Reino de la Felicidad y La Vida Liberada. La
Revista de la Estrella, entre los años 1928 y 1931, publicó también en España las siguientes obras: El Sendero, La
Búsqueda, El Amigo Inmortal, El Canto de la Vida, Mensaje de Krishnamurti 1927-1930 y Anales de
Krishnamurti 1931. La Fundación Hispanoamericana Sapiencia, que nació en Madrid, España, y que a partir de la
guerra civil española se trasladó a Buenos Aires, a cargo del Sr. José Carbone y del Sr. Modesto Escobar, publicó
obras en español desde 1933 hasta 1949.
El Sr. Enrique Biascoechea y el que suscribe habían hablado en varias ocasiones con K y con Rajagopal, de la
necesidad de infundir mayor actividad a la publicación y difusión de las traducciones en español de las pláticas de
K. Invariablemente, K nos decía que tratáramos ese asunto con Rajagopal, y así lo hicimos en cada caso.
Finalmente, Rajagopal accedió a nuestra solicitud, y en 1953 se estableció en Puerto Rico la primera Editorial
Krishnamurti.
La Junta Directiva de Editorial Krishnamurti la componían los esposos Enrique e Isabel Biascoechea, la Dra.
Engracia Cerezo de Ponce y los esposos Salvador y Clara Sendra. La responsabilidad de las traducciones al
español estaba en manos de la Junta, pero dicho trabajo lo hacían Clara y la Dra. Ponce. Ambas eran profesoras de
la Universidad de Río Piedras, Puerto Rico.
De las obras de K en español se hacían dos ediciones. La primera se hacía en Buenos Aires y estaba a cargo de
los amigos José Carbone y Modesto Escobar. José Carbone era un italiano-argentino que hacía años estaba
radicado en Buenos Aires, se interesó mucho en las enseñanzas de K y dedicó tiempo y dinero a la difusión de las
mismas. Modesto Escobar era hijo de padres y familiares que habían sido siempre Recaudadores de la
Contribución en Málaga, España, donde él había nacido. Eran personas de muy buena posición económica, pero
como Escobar estaba interesado en la Masonería, las enseñanzas de K etc., se vio obligado a emigrar a la
Argentina. Durante los años en que hubo mayor represión en España, Carbone y Escobar organizaron desde el
mismo Buenos Aires y crearon por toda España las llamadas bibliotecas ambulantes para dar a conocer las obras de
K en español. Este trabajo también lo hicieron en la propia Argentina, una labor tan extraordinaria que se ganó la
admiración y la gratitud de todos los que la conocieron.
Tan pronto como se hacía la primera edición de las obras de K en Buenos Aires, se enviaba un ejemplar a
Editorial Orión en México para reproducirlo por el proceso “Offset”, y así se completaba la segunda edición. La
distribución de esos libros en Latinoamérica y España de aquel entonces era responsabilidad nuestra.
Los esposos Biascoechea habían tenido conocimiento de que el Dr. Arturo Orzábal Quintana se había visto
obligado a salir de la Argentina debido a la situación política de su país. Por esa razón, hicimos las gestiones
pertinentes a fin de que el Dr. Orzábal Quintana viniese a Puerto Rico a hacerse cargo de la traducción al español
de las obras de Krishnamurti. Debo señalar que el Dr. Orzábal Quintana había sido el mejor traductor que había
tenido Krishnamurti durante su gira por Sur América en 1935. Todos los que vimos la labor que él estaba
realizando, estuvimos de acuerdo que sus traducciones directas de las pláticas en inglés al español eran excelentes.
La labor del Dr. Orzábal Quintana en Puerto Rico era digna de admiración, pues trabajaba incansablemente de
día y de noche para cumplir con la responsabilidad que los directivos de la Editorial Krishnamurti le habían
confiado.
El que escribe sentía tanta admiración por la obra que el Dr. Orzábal Quintana estaba realizando, y sus
servicios eran tan útiles, que sugirió a la Secretaría de Instrucción de Puerto Rico que se le nombrara traductor
oficial. Además de este trabajo, el Dr. Orzábal Quintana desempeñó el cargo de Profesor de Derecho Internacional
en la Universidad Interamericana de San Juan. Posteriormente él se estableció definitivamente en la isla y trajo
para Puerto Rico a toda su familia. El buen amigo don Arturo murió en el año 1969, pero sus familiares se
quedaron viviendo en Puerto Rico ocupando cargos de relieve en la Universidad de Río Piedras. Su hijo Oscar, que
en Buenos Aires era director artístico, pronto pudo ocupar un cargo en su profesión, y en ella se ha distinguido por
su pericia en la televisión y en la industria del cine.
El Dr. Orzábal Quintana figura entre los primeros latinoamericanos que estableció una estrecha amistad con
Krishnamurti. Don Arturo me contaba que en la década de los 10 y los 20 mientras él cursaba sus estudios de
Derecho Internacional en París, con frecuencia él se unía a las excursiones que hacía Krishnamurti por Francia.
También me decía que en varias ocasiones había jugado tenis con Krishnamurti, un deporte que éste último cultivó
bastante en los años de su juventud en Francia. He destacado la obra que realizó don Arturo como traductor de J.
Krishnamurti, porque ésta resultó ser una etapa de gran intensidad en su vida y a ella le dedicó lo mejor de su
talento intelectual.
Además del Dr. Orzábal Quintana, la tarea de traducir del inglés al español las obras de Krishnamurti la
compartieron posteriormente algunos amigos periodistas, como el Sr. Pedro A. Sánchez, del periódico Ya de
Madrid, así como el Sr. Noé Llorens, culto periodista de Puerto Rico. También participó en esta labor el Sr. Rafael
de la Paz Hernández, poeta puertorriqueño que hizo una admirable traducción de la obra El Amigo Inmortal. Estos
amigos de España y de Puerto Rico contribuyeron con gran eficiencia a la difusión del mensaje de Krishnamurti en
los países de habla hispana. Es justo dejar constancia de ello, pues hicieron este valioso aporte con mucho empeño
e interés.
Después de esa primera etapa, como las ediciones de las obras de K en español iban en aumento, se consideró
que era mejor y más eficiente que la distribución de las publicaciones estuviesen a cargo de la Editorial Orión de
México, que en aquel momento estaba ampliando su radio de acción por toda Latinoamérica y España. Así es que
poco a poco el aspecto comercial y la distribución de las publicaciones -que requerían tanta atención de mi parte-
pasó totalmente a la Editorial Orión. Esto me permitió proseguir con mayor libertad y tiempo para viajar por
Latinoamérica en el trabajo de difusión.
En 1965 viajé a Ojai, California, en compañía de Clara, a fin de visitar a Rajagopal y solicitar que permitiera a
la Editorial Krishnamurti seguir editando las obras de K en español. Rajagopal estaba profundamente afectado,
pues la autoridad que él había estado ejerciendo en materia de publicaciones y en la organización de todo el trabajo
de K estaba tocando a su fin, y además se sentía muy resentido con los amigos europeos de K que integraban el
Comité de Saanen. No obstante esta situación, nuestra entrevista con Rajagopal resultó cordial y él estuvo
conforme en que la Editorial Krishnamurti siguiese siendo responsable de la publicación en español de todas las
obras que él tenía a su cargo.
El Sr. León de Vidas, dirigente del Comité de Saanen, me escribió una carta en contestación a otra mía en la
que le comunicaba del resultado de nuestra entrevista con Rajagopal. De Vidas me decía que había informado a K
de la entrevista con Rajagopal y que el primero se había sentido satisfecho del acuerdo logrado. En nombre de K el
Sr. de Vidas me autorizaba también a seguir dándole el frente a la Editorial Krishnamurti.
Durante la década de los 60, la publicación de las obras de K en español alcanzó gran auge y Puerto Rico pasó
a ser el centro internacional a cargo de la traducción y publicación de las obras de K en español. La
responsabilidad que al inicio había asumido España en cuanto a publicaciones, había pasado ahora a Puerto Rico
que -con la colaboración de México y Argentina- desempeñaba plenamente esta labor.
La situación política de España empezó a liberarse a partir de la década de los 70. Sin embargo, en la década
anterior los libros de K que se publicaban en Barcelona por encargo de la Editorial Krishnamurti siempre había que
someterlos previamente a la censura gubernamental que era bastante estricta.
Para amortiguar en lo posible los efectos de la censura en las obras de K que se publicaban en Barcelona,
contábamos con la cooperación decidida de algunos buenos amigos residentes en Madrid que estaban muy bien
relacionados con las esferas culturales de la capital española donde radicaba la oficina principal de la censura. En
este delicado trabajo participaron con mucha efectividad -y a ambos les estaremos siempre muy agradecidos- los
amigos J. Vidal Zapater y don Roberto Plá.
En esta época casi todas las obras de K se editaban en España, a excepción de unos pocos títulos que los
editaba otra editorial en Buenos Aires que mantenía relaciones directas con Rajagopal.
Tanto la Editorial Krishnamurti primero, como Ediciones Krishnamurti después, se sostenían con las
donaciones anónimas que hacían los amigos de España principalmente, y por las aportaciones de los amigos de K
en Puerto Rico.
Como no tenía ningún sentido que la Editorial Krishnamurti continuara como entidad exportadora,
terminamos por disolverla. Por supuesto, el grupo que la componía seguía teniendo la responsabilidad de velar por
la pureza y la exactitud de las traducciones en español.

Visitas a España durante la Dictadura


Exiliado voluntariamente durante varios años, volví a España por unos meses en el año 1954. Durante esa
visita tuve oportunidad de reunirme con varios amigos en Madrid, Barcelona y Valencia. En las dos primeras
ciudades esas reuniones llegaron a congregar a veces a más de cien personas. Dichas reuniones eran un tanto
peligrosas pues estaban prohibidas por el gobierno y se tenían que celebrar por lo general en chalets y en los
bosques, en las afueras de la capital. A pesar de las precauciones que necesariamente había que tomar, más de una
vez recibí la visita de la policía estatal. En Madrid, la directiva del hotel en que me hospedaba me prohibió efectuar
cualquier clase de reunión en sus salones.
No obstante la situación que allí prevalecía, regresé a España durante varios años consecutivamente, y de paso
seguía hacia Saanen en Suiza, para asistir a las pláticas de K en aquel lugar. Lo que me resultaba una cosa insólita
es que el primer y segundo año en que K habló en Saanen, lo hizo en un terreno en donde el ejército de Suiza tenía
un campo de aviación y de entrenamiento. Que semejante cosa pudiese ocurrir en los países de habla hispana era
algo inconcebible.

VIAJE A LA INDIA

En octubre de 1959, los matrimonios Biascoechea: y Sendra, junto con la Sra. Amparo Arana -todos
residentes de Puerto Rico y viejos amigos y admiradores de Krishnamurti- nos dispusimos a visitar el Oriente para
reunirnos con K en su gira por la India. El matrimonio Biascoechea salió para la India vía Europa, y el resto lo
hizo vía California. Después de darle casi la vuelta al mundo, todos nos reunimos en Madrás, India, para escuchar
las pláticas de K durante todo su recorrido. La gira incluyó las ciudades de Madrás, Bombay, Nueva Delhi y
Benarés, y duró casi cuatro meses que resultaron de gran emoción, viajando en avión con K y hospedándonos en
algunas de las escuelas, como en Rishi Valley y Rajghat School. En Madrás, el Presidente de la Sociedad
Teosófica, Sr. Shri Ram, nos hospedó en Leadbeater Chambers, que es parte de la sede de dicha Sociedad en
Adyar.
Una noche en que salimos de Bombay, y encontrándose toda la comitiva en el aeropuerto, una señora que al
parecer era europea, de súbito corrió hacia Krishnamurti para abrazarle. Este permaneció inmóvil, y un amigo
hindú, el Sr. Biascoechea y el que escribe, acudimos de inmediato a separarla de K. El acompañante hindú y la
dama cayeron al suelo, pero con el amigo Biascoechea ayudamos a levantar a la señora. Según se nos informó
después, la señora daba señales de ser una persona anormal.
Nuestra gira por la India fue una ocasión feliz para todo el grupo de amigos de K en Puerto Rico; era una
oportunidad que quizás no podríamos repetir.
La gira por la India terminó a fines de febrero de 1960 e iniciamos el regreso a Puerto Rico, pero primero
hicimos una parada en España. A pesar de la situación restrictiva que imperaba en España, me reuní con varios
grupos de Madrid, Barcelona y Valencia. También aproveché la oportunidad para hablar con mis amigos del
mensaje de K e igualmente pude pasar unas películas que habíamos tomado en la India, en las que aparecía K
hablando ante grandes auditorios.

Los españoles y Latinoamericanos en las Reuniones de Saanen


Las pláticas de K en Saanen, Suiza, se iniciaron en el año 1961 y Clara y yo asistimos por primera vez el
siguiente año.
El ingeniero León de Vidas -que durante muchos años estuvo a cargo de todo lo relacionado con este evento
anual- me escribió en nombre de K rogándome que me hiciese cargo de encontrar alojamiento a los muchos
españoles y latinoamericanos de recursos limitados que llegaban a Saanen y no tenían dónde albergarse. Después
de unas cuantas gestiones pudo obtenerse finalmente que la municipalidad de Saanen nos cediese en arrendamiento
el uso del edificio-escuela que ellos no utilizaban en esa parte del año. A partir de aquel momento, el edificio-
escuela se llenaba a capacidad durante todo el tiempo que duraban las pláticas.
Este arreglo hizo posible resolver satisfactoriamente y por un precio bien razonable, el alojamiento de los
españoles y latinoamericanos de recursos limitados que iban a Saanen a escuchar las pláticas de K.
El edificio-escuela no era únicamente el lugar de alojamiento, sino también el centro de reunión y de
conversación de todos los españoles y latinoamericanos que se encontraban de visita en Saanen.
En la mencionada casa-escuela nos reuníamos más de cien amigos para escuchar en horas de la tarde, la
traducción en español de la plática que K había pronunciado ese mismo día en horas de la mañana. Este trabajo de
la traducción y subsiguiente lectura lo inició don Enrique Biascoechea con la cooperación de algunos de nosotros,
pues eran muchas las personas que había que no entendían inglés. Posteriormente, la traducción y lectura de dichas
pláticas estuvo durante varios años a cargo del fervoroso amigo Martiniano Mirabet. La Srta. Marta Riusech
substituyó luego al amigo Mirabet y estuvo realizando este trabajo hasta el año 1985, el último año en que K habló
en Saanen, cuyas pláticas fueron las últimas que tuve la satisfacción de escuchar.

VISITA DE KRISHNAMURTI A PUERTO RICO

El que escribe fue el único directivo de Ediciones Krishnamurti que asistió a las pláticas de K en Saanen en el
año 1967 y por ese motivo me correspondió exponer a K nuestro deseo y el de los sudamericanos de que él hiciese
una visita por lo menos a Uruguay y Brasil, además de Puerto Rico. K me contestó que después hablaríamos de
esto. Sin embargo, cuando se terminó la serie de pláticas de Saanen, me informó que decididamente él no visitaría
más que a Puerto Rico.
A partir de ese momento comenzó la tarea de informar a los amigos Latino Americanos del proyectado viaje
de K a Puerto Rico, señalado para el mes de septiembre de 1968. Seguidamente empezaron a hacerse en Puerto
Rico los preparativos necesarios para alojar a K y a su secretario, Sr. Alaín Naudé en la pequeña finca de la
Asociación Conocimiento Propio (ACOPRO), que se había adquirido para las reuniones de dicha asociación y para
establecer la oficina de Ediciones Krishnamurti. El Sr. Enrique Biascoechea, que con su esposa había comenzado
la construcción de una casa de concreto armado en la pequeña finca de ACOPRO, aceleraron los trabajos de
construcción y ofrecieron su casa para hospedar a K y a su acompañante...
En Puerto Rico se inició una colecta entre los amigos y admiradores de K a fin de sufragar los gastos que
implicaba dicha visita. La respuesta resultó magnífica, pues en Puerto Rico solamente se reunió más del dinero que
se necesitaba para cubrir el costo del pasaje por avión de K y su acompañante desde Londres a Puerto Rico. Demás
está decir con cuánto gozo pensábamos que durante tres semanas íbamos a tener al propio K como huésped de
ACOPRO, donde podía asegurársele el ambiente que él necesitaba, o sea, un lugar de silencio situado entre árboles
y montañas.
Con motivo de tan agradable visita, procedente de Estados Unidos y de Latinoamérica llegaron a Puerto Rico
más de cien personas, entre ellas, delegados de Ediciones Krishnamurti de Centro y Sur América, así como de
México y del Brasil. Muchos amigos de la localidad nos facilitaron hospedaje gratis para los latino americanos.
Para albergar con suficiente espacio al público que asistió a las pláticas que K pronunció en la pequeña finca
de ACOPRO, hubo necesidad de tomar en arrendamiento una tienda de campaña y sillas, ya que el auditorio de
ACOPRO resultaba insuficiente. Se estima que a estas pláticas asistieron más de mil personas.
La prensa de Puerto Rico acogió la visita de K con bastante interés y algunos periodistas escribieron amplias
reseñas de las pláticas, según puede apreciarse por la transcripción parcial que se ofrece a continuación:

Krishnamurti visitará Puerto Rico


por Clara Cuevas

Jiddu Krishnamurti, el pensador y místico hindú llegará a Puerto Rico, antes del 8 de septiembre, para dictar
una serie de conferencias.
El líder religioso quien tiene 71 años nació en 1895 en el distrito de Madrás, en la India. Se le consideró en
una época el nuevo Mesías, y esta creencia motivó la fundación de la Orden de la Estrella de Oriente, en 1911,
agrupación compuesta por un grupo de sus seguidores.
Krishnamurti, quien predica el individualismo objetó el nombre del “Nuevo Mesías” y enseña que la verdad
no puede ser dogmatizada, y que cada hombre debe encontrar su propia verdad, sin idolatrar a otras personas.
El encontrar la verdad, opina, es un largo proceso interno de retrospección, análisis y visión.
Es autor de “El Sendero”, “La Fuente de la Sabiduría”, “La Vida Liberada”, “Experiencia y Dirección de
Vida”, “El Conocimiento de Sí mismo” y otros libros que han sido traducidos a los principales idiomas europeos y
asiáticos.
Está considerado uno de los pensadores de mayor influencia en el siglo 20, por su filosofía metafísica.
En el presente reside en Saanen, en los Alpes Suizos, a este centro acuden multitudes de todas partes del
mundo para escuchar sus prédicas y buscar esclarecimiento y orientación especialmente durante julio y agosto,
meses en los cuales se celebran campamentos especiales.
En los últimos 20 años ha dictado conferencias en Inglaterra, Francia, Holanda, Suiza, India y Estados
Unidos, y el año pasado en la Universidad de Harvard y en la New School of Social Research de Nueva York.
El programa informado para las conferencias de Krishnamurti es el siguiente:
Días 7 y 8 de septiembre dictará conferencias para los estudiantes en el Anfiteatro de la Universidad de Puerto
Rico, Recinto de Río Piedras. Otras tres conferencias se efectuarán el martes 10, jueves 12 y miércoles 18 de
septiembre a las 8:00 de la noche, probablemente en el Anfiteatro de la Universidad en Río Piedras. Todas éstas
serán gratis. Krishnamurti ofrecerá dos charlas los días sábado 14 y sábado 21 de septiembre en la sede de la
Editorial Krishnamurti en el barrio Caimito de Río Piedras. Estas dos últimas charlas serán por invitación ya que el
local donde se llevarán a cabo es limitado.

El Mundo. San Juan, Puerto Rico


Agosto 31/1968

Por Primera Vez Visita la Isla

El Filósofo Krishnamurti dará una serie de conferencias en la Universidad de Puerto Rico

Por Estela Ruano


El célebre filósofo Krishnamurti vendrá por primera vez a la Isla durante los primeros días de septiembre para
dar unas conferencias públicas en la Universidad de Puerto Rico y otras en la sede de la Editorial Krishnamurti en
Río Piedras.
Las primeras dos conferencias serán para estudiantes universitarios y se efectuarán los días 7 y 8 de
septiembre a las 10:30 de la mañana en el Anfiteatro de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico.
Otras conferencias, serán el martas 10, jueves 12, y miércoles 18 de septiembre a las 8:00 de la noche en la
Universidad de Puerto Rico probablemente se llevarán a cabo en el Anfiteatro. Todas estas conferencias serán
gratis.
Los días 14 y 21 a las 10:30 de la mañana ofrecerá otras charlas en la sede de la Editorial en el barrio Caimito
pero por razones de espacio éstas se limitarán a invitación.
Krishnamurti, quien nació en 1895 en el sur de la India, expone a través de sus libros y conferencias la
necesidad urgente de que el hombre sea totalmente libre, tanto física como psicológicamente. Para él la libertad
implica estar desprovisto de todo lo que signifique ataduras de cualquier índole, sean religiosas, gubernamentales o
interpersonales. Según el filósofo la fase esencial para lograr esta liberación total radica en el conocimiento propio.
En Occidente el centro principal de Krishnamurti está en Saanen en los Alpes suizos. Durante los últimos
ocho años él ha efectuado allí reuniones anuales con sus simpatizadores en las que ofrece charlas, orientaciones y
se proyecta el trabajo de los distintos movimientos que alrededor de su mensaje existen en diversas partes del
mundo.
La Editorial Krishnamurti, de Puerto Rico, es representativa de estos movimientos. Informó el señor Salvador
Sendra, Secretario Ejecutivo de la Editorial, que ésta se fundó hace alrededor de tres años. En uno de estos
campamentos efectuados en 1965 en Suiza el propio Krishnamurti exhortó al grupo a que organizaran la
publicación de sus libros para que estos llegaran al público de habla hispana de la forma más económica con la
traducción más fidedigna posible.
La Editorial Krishnamurti, integrada por un grupo de cinco colaboradores, es la responsable de decidir que
libros del filósofo se publicarán cada año para sus admiradores de habla hispana. Explicó el señor Sendra que
aunque los libros se imprimen casi siempre en España, la decisión de lo que se publicará se toma en Puerto Rico.
El grupo que dirige la Editorial, está compuesto por la señora Clara Lugo de Sendra; señora Isabel Vega de
Biascoechea; doctor Miguel A. Quiñones y la señorita Quintina González. Los integrantes son de diversas
nacionalidades -español, puertorriqueños y la última es mexicana.

El Mundo. San Juan


Septiembre 1968

Transmitirán Conferencias de Krishnamurti

La National Educational Televisión de Estados Unidos, empresa al servicio de la Educación Audiovisual de la


Nación, logró permiso de Krishnamurti para ser televisadas, con fines educativos, las conferencias que éste
pronunciara en Ojai, California, en el otoño de 1966,
Aparece también en un diálogo con los organizadores de la NET en torno a los problemas que hoy preocupan
a las juventudes y al mundo entero.
Dichos diálogos y conferencias forman una serie de 8 películas de media hora de duración y se les titula “La
Revolución Real”.
También se pasarán ocho pláticas de Krishnamurti por la WIPR, durante los ocho sábados siguientes bajo los
subtítulos:
“Hacia dónde vamos”, sábado, 16 de noviembre 7:30 P.M.; “Conocimiento de uno mismo”, 23 de noviembre
7:30 P.M.; “La libertad del temor”, 30 noviembre 7:30 P.M.; “Meditación”, 7 de diciembre 7:30 P.M.
Otras conferencias a televisarse son:
“Qué es el amor”, 14 diciembre 7:30 P.M.; “Inquiriendo”, 21 diciembre 7:30 P.M.; “Vida y Muerte”, 28
diciembre, 7:30 P.M.; y “El fin del conflicto”, 4 enero 7:30 P.M.

El Mundo. San Juan, Puerto Rico


Noviembre 1968

El Camino de la Paz por Krishnamurti

N. de R.- Con motivo de la presente visita a Puerto Rico del conocido filósofo místico hindú, Krishnamurti,
insertamos a continuación uno de sus últimos mensajes a la humanidad, relacionados con la paz del mundo y el
ideal del amor como camino hacia la suprema dicha de lo real.
Sólo el amor puede transformar el mundo. Ningún sistema, ya sea de la derecha o de la izquierda, por astuta y
convincentemente que se haya planeado, puede traer paz y felicidad al mundo. El amor no es un ideal, sino que
nace con el respeto y la piedad que todos podemos sentir y en efecto sentimos. Debemos demostrar ese respeto y
esa piedad por todos.
Tal es la naturaleza de nuestro ser, la cual adviene con la riqueza de la comprensión. Donde existe la codicia y
la envidia, la creencia y el dogma, no puede haber amor. Donde existe el nacionalismo o el apego a los valores
sensorios, no puede haber amor. Y sin embargo, solamente el amor puede resolver todas nuestras dificultades
humanas. Sin amor la vida es cruda, cruel y vacía.
Pero para ver la verdad del amor, cada uno debe liberarse de estos procesos que le aprisionan y que están
destruyendo al individuo, y desintegrando al mundo. La paz y la felicidad se alcanzan cuando la mente y el
corazón no llevan el peso de esos modos de vida que constantemente nos separan.
El Amor y la Verdad no han de encontrarse en libro alguno, Iglesia o Templo. Ambos surgen con el propio
conocimiento. El conocimiento de uno mismo es un proceso arduo, pero no difícil; se hace difícil sólo cuando
tratamos de alcázar un resultado.
Pero con sólo darnos cuenta constantemente de las formas de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones,
sin censura o justificación alguna, se logra una libertad, una liberación, donde únicamente puede darse la suprema
dicha de la Verdad.
Es esta Verdad la que traerá paz al mundo. Es esta Verdad la que hará de cada uno de nosotros una bendición
en nuestras relaciones, una fuente de felicidad.
El camino de la Paz es sencillo. Es el camino de la Verdad y del Amor. Empieza con el individuo mismo.
Donde el individuo acepta su responsabilidad en la guerra y en la violencia, ahí la paz encuentra un asidero. Para ir
lejos hemos de empezar cerca, y las primeras acciones son internas.
Las fuentes de la paz no están fuera de nosotros, y el corazón del hombre está bajo su propia custodia. Para
que haya paz, debemos ser pacíficos. Para terminar con la violencia, cada uno tiene que liberarse voluntariamente
de las causas de la violencia. Cada uno debe dedicarse diligentemente a la tarea de su propia transformación.
Nuestras mentes y corazones deben ser sencillos y estar creadoramente vacías y vigilantes. Sólo entonces
puede nacer el amor. Solamente el amor puede traer la paz al mundo y sólo entonces podrá el mundo conocer la
suprema dicha de lo Real.

El Mundo. San Juan, Puerto Rico


Septiembre 7/1968

Diálogo a Fondo
Discutirán Temas que expuso Krishnamurti

Los señores Enrique Biascoechea y Salvador Sendra en nombre de la Asociación “Conocimiento Propio” y de
la Editorial Krishnamurti anunciaron una serie de reuniones de discusión relacionadas con las conferencias
pronunciadas por Krishnamurti en Puerto Rico.
El comunicado de los señores Biascoechea y Sendra es el siguiente:
“Después del intenso impacto que produjo la presencia de Krishnamurti en Puerto Rico, muchas personas han
solicitado copias de sus conferencias. Por tal motivo hemos creído conveniente organizar cuatro reuniones de
discusión en torno a dichas conferencias, las cuales no serán publicadas sino después de algunos meses”.
“Por la presente, pues, tenemos el gusto de invitarle a usted y sus amistades a dichas reuniones, cuyo único
aviso que usted recibirá será el presente. La idea es que alguien lea pausadamente la plática en español dando lugar
a que los asistentes intervengan para hacer preguntas y para el diálogo espontáneo en relación con los interesantes
temas que Krishnamurti expuso. Es el propósito que estas reuniones estimulen a la propia experimentación de
modo que todos podamos ahondar en nosotros mismos mientras se dialoga a fondo en un ambiente de amistosa
comunicación y libertad”.
“De acuerdo con lo anterior las reuniones tendrán lugar en la forma siguiente: Domingo 27 de octubre, en
torno a la 2ª plática Universidad; Domingo 10 noviembre, 3ª plática, Morcelo; Domingo 24 noviembre, 4ª plática
Morcelo; Domingo 8 diciembre 5ª plática, Universidad.
“Como de costumbre el acto empezara a las 4:30 P.M. en nuestro domicilio de Caimito Alto, Sección
Morcelo, Río Piedras. Rogamos a las personas que no tengan transportación acudir bajo la Torre de la Universidad
a las 3:00 P.M. donde habrá algunos coches esperándoles. También rogamos a los amigos que tengan espacio en
sus propios coches que cooperen con nosotros acudiendo a esa hora a la Universidad
Además de las tres pláticas efectuadas en el auditórium de ACOPRO en Morcelo, K pronunció tres pláticas
más en la Universidad de Río Piedras con bastante asistencia de público. El Dr. Arturo Orzábal Quintana tuvo a su
cargo la traducción del inglés al español de todas las pláticas que K pronunció en Puerto Rico. Las tres pláticas
públicas que K pronunció en la Universidad de Río Piedras aparecen publicadas en la obra Talks to American
Students. Por su parte, Ediciones Krishnamurti publicó una de las pláticas que K pronunció en el auditórium de
ACOPRO bajo el título de Respuesta al Reto Actual. Otra de las pláticas que K pronunció en ACOPRO -la misma
que apareció en el Boletín Krishnamurti- se reproduce a continuación.

El mundo. San Juan, Puerto Rico


Octubre 1968.

Extracto de una de las conferencias que J. Krishnamurti pronunció en Puerto Rico en 1968

La mayoría de nosotros en este mundo confuso y cruel tratamos de dar forma a una vida particular, nuestra
propia vida, en que podamos conseguir dicha y paz junto a las cosas terrenas. Según parece creemos que nuestra
vida diaria, vida de lucha, conflicto, tormento y dolor, es una cosa separada del mundo exterior, que está lleno de
desdicha y confusión. Pensamos quizás que el individuo, el “yo”, es distinto del resto del mundo con todas sus
atrocidades, guerras y desórdenes, desigualdad e injusticia, y que éste es por completo diferente de nuestra vida
individual privada. Cuando mira usted un poco más de cerca, no sólo su propia vida, sino también el mundo, verá
que usted -su propia vida diaria, lo que piensa, lo que siente- es el mismo mundo exterior que le rodea. Usted es el
mundo, usted es el ser humano que ha hecho este mundo totalmente desordenado, que llora desvalido en gran
pesadumbre. Es usted el que lo ha construido. Por lo tanto ese mundo exterior no es distinto de aquel en que vive
usted su vida privada.
Esta distinción entre el individuo y la sociedad no existe realmente en absoluto. Cuando se trata de dar forma
a la vida propia el individuo no es distinto de la comunidad en que vive. Porque él es el ser humano que ha
construido la comunidad, la sociedad. Creo que debe quedar muy claro desde el principio que esta división es
artificial, por completo irreal.
Al producir un cambio radical en el ser humano, en usted, esto produce naturalmente un cambio en la
estructura y en la naturaleza de la sociedad. Creo que debe comprenderse muy claro que la mente humana, con toda
su complejidad, con su complicado funcionamiento, es parte de este mundo exterior. El “yo” es el mundo, y al
producir una revolución fundamental -ni comunista, ni socialista, sino un tipo de revolución totalmente distinto
dentro de la misma estructura y naturaleza de la psiquis, de usted mismo- entonces usted producirá una revolución
social. Ha de empezar, no en lo externo,- sino en lo interno, porque lo externo es el resultado de nuestra vida
privada interna.
Cuando hay una revolución radical en la naturaleza misma del pensamiento, del sentimiento y de la acción,
entonces es obvio que habrá un cambio en la estructura de la sociedad. Inevitablemente se producirá un cambio
completo en la estructura de la sociedad. La moralidad social no es moral. Para ser completamente moral uno tiene
que negar esa moralidad social. Esto significa que el individuo, el “yo”, tiene que examinar la estructura completa
de sí mismo. Ha de comprenderse a sí mismo, no de acuerdo con algún filósofo, sacerdote, analista, o quienquiera
que sea. Ha de conocerse tal como es, no según la opinión de otro. Cuando nos comprendemos a nosotros mismos,
termina la autoridad de cualquier especialista, ya sea psicológica o de otra índole. Creo que esto debe ser
comprendido por cada uno de nosotros antes de que sigamos adelante. Porque desgraciadamente muchos somos
esclavos de las ideas de otros. La mayoría nos dejamos persuadir o influir muy fácilmente por el especialista, por
la autoridad. Sobre todo cuando examinamos esta cuestión del conocimiento de sí mismo, que es de importancia
primordial, no puede haber autoridad de clase alguna, porque usted tiene que conocerse a usted mismo, y no algún
otro, o lo que él diga de usted. Creo que esta es en verdad una cosa muy importante que debemos captar, pues
como dije hace un momento, muy fácilmente aceptamos, obedecemos, nos ajustamos o nos sometemos a la
autoridad, ya sea la de la iglesia o la de algún líder espiritual o especialista analítico. Creo que tiene uno que
descartar todo esto totalmente, porque la autoridad que se ha ejercido sobre nosotros, y nuestra obediencia a un
ideal conceptual, han traído al mundo muchas desdichas.
No sé si ha observado usted cómo está dividido el mundo en nacionalidades, grupos religiosos, varias
categorías de razas diversas, prejuicios, unas religiones contra otras, un Dios opuesto a otro Dios. Usted tiene que
haberlo observado. Y no obstante, sabiendo como todo esto crea desdicha, conflicto y división por todo el mundo,
usted sigue apegado a su nacionalidad particular, a sus conceptos religiosos particulares, a sus creencias, todo lo
cual provoca división entre hombre y hombre. Por desgracia, aceptamos la autoridad establecida por la tradición de
la sociedad o de la iglesia, los dictados de la jerarquía autoritaria de la religión organizada. Pero sí nos negamos a
aceptar la tiranía política. No permitimos que nadie nos niegue el derecho a hablar con libertad o pensar lo que
deseamos pensar. Desafortunadamente no ejercemos esa misma libertad con respecto a las cuestiones espirituales.
Esto ha producido en todo el mundo, indecible desdicha y división entre las personas.
Si queremos comprendernos a nosotros mismos, lo cual es absolutamente esencial -porque sin comprendernos
carecemos de base para pensar o para percibir con claridad- si queremos pensar de modo racional, con cordura,
tenemos que conocernos, investigar las causas que nos hacen pensar y hacer ciertas cosas, descubrir por qué somos
agresivos, brutales, adquisitivos, dominantes, posesivos pues estas características son todas ellas causa de
conflictos entre los seres humanos. Y cuando deseamos producir un cambio social -lo cual ciertamente es
necesario- indudablemente ese cambio debe comenzar en la mente humana, no en la estructura exterior de la
sociedad. Hay que comprender esto con claridad: que para provocar un cambio radical en la estructura social -de
modo que los seres humanos puedan ser libres, que no haya más guerras, ni más divisiones de la gente en
cristianos, hindúes, musulmanes, etc.- tenemos que conocernos a nosotros mismos de verdad, cómo nos hemos
formado, tanto en el aspecto psicológico como biológico. Entonces en el proceso mismo de comprendernos a
nosotros mismos, produciremos un cambio social que será natural, no una revolución sangrienta. Todas las
revoluciones políticas, religiosas y económicas han producido gran desdicha y confusión en el mundo, ya ve usted
lo que está pasando en el mundo comunista: la represión y la vuelta al estado burgués.
El ver todo esto: las guerras, la tiranía, la opresión, la injusticia social, el hambre en Oriente, en contraste con
las extremadas riquezas; al ver todo esto, no sólo de manera intelectual sino realmente, al observarlo en usted
mismo, en su vida diaria, verá inevitablemente que tiene que haber una revolución radical en la actividad misma de
su existencia diaria. Y para producir tal cambio tiene que haber conocimiento de uno mismo, tiene que conocerse
usted mismo tal como es, las causas de sus acciones, por qué es agresivo, brutal, envidioso, y está lleno de odio,
todo lo cual se expresa en el mundo exterior. Espero que todo esto esté claro, no sólo de manera lógica, verbal,
racional, si no también porque usted lo siente. Si lo siente en forma aguda e intensa el estado actual del mundo, el
estado de su propia vida, entonces no habrá que escapar hacia ideologías y teorías.
En realidad las ideologías carecen de todo sentido, sea comunista, socialista, capitalista o religiosa. Las
ideologías, el pensar conceptual especulativo, han separado con sus palabras al hombre de sus semejantes. Todos
ustedes tienen diferentes ideologías, y no ven claramente por sí mismos lo estúpido que es tenerlas. Estas le
impiden ver lo que sucede en realidad, lo que realmente “es”. ¿Por qué tener ideologías de cualquier clase, si
sabemos cómo han dividido a los hombres unos contra otros, tanto si son cristianos como hindúes, musulmanes o
de cualquier otra religión, aferrándose desesperadamente cada uno a su creencia? ¿Por qué? Nunca ponemos en
dudas las ideologías, las aceptamos. Si usted inquiere y sondea profundamente en este problema de las ideologías,
verá que existen para escapar de lo real.
Tome, por ejemplo, toda la cuestión de la violencia, que se extiende por el mundo con una rapidez asombrosa.
Somos violentos: los seres humanos en todo el mundo son violentos, agresivos, brutales. Este es un hecho
heredado del mundo animal. Somos personas violentas. No bregamos con esa violencia, ni investigamos por qué
somos violentos, ni trascendemos el hecho. Pero tenemos ideas sobre lo que es la violencia tenemos ideologías.
Decimos que no debemos ser violentos, pero sí bondadosos, amables, compasivos, etc. Esto es simplemente un
pensar conceptual, que nos impide entrar en contacto con nosotros mismos en el momento en que somos violentos.
Está esto bastante claro, ¿no es así?
Preguntamos por qué se complacen los seres humanos en los ideales. Creemos que vivir sin principios -por
favor escuche esto atentamente- vivir sin principios, sin creencias, sin ideales es algo muy mundano, muy
materialista. Sin embargo, aquellos que tienen ideales, creencias, principios, son las personas más materialistas del
mundo, porque no bregan con lo real, no bregan con la violencia, con los hechos reales tal como son. Estoy seguro
de que muchos de ustedes creen en Dios, aunque puede ser que algunos no crean. Puede usted decir que es ateo, lo
cual es otra forma de creencia. Pero nunca se preguntan por qué cree en Dios; lo acepta porque esto es parte de la
tradición, de la autoridad, de la propaganda. Usted tiene este ideal: “Su Dios y el mío, su forma particular de rito y
la mía”. Estas creencias y estos ritos han dividido a los hombres. Uno tiene que desechar por completo toda clase
de creencia para descubrir la realidad, para poder ver si existe eso que se llama Dios, para poder sentir, vivenciar
ese estado extraordinario. De lo contrario, uno no está libre para inquirir, y sólo cuando la mente está libre para
inquirir y observar, puede sentir esa realidad que no es producto de la mente atemorizada. En realidad el no tener
creencias, ni ideales, es una cosa sumamente extraordinaria.
¿Por qué tiene uno tantos ideales y principios con arreglo a los cuales trata de vivir? En los tiempos modernos
la gente no se preocupa mucho de principios y creencias; le interesa pasarlo bien, tener éxito, etc. etc. Pero cuando
se profundiza más en el asunto se ve que el miedo está en el fondo de todo esto. Es el temor lo que nos hace
agresivos; lo que nos incita a escapar por medio de ideales. Y es el temor el que nos hace aferrarnos a nuestra
forma particular de creencia, que nos da seguridad. Si un hombre no tiene miedo, si vive completamente,
totalmente sin ninguna contradicción dentro de sí mismo, y observa el mundo con todas sus contradicciones, con
toda su brutalidad; y si de este modo se libera en su interior de todo temor, entonces le será posible vivir sin una
sola creencia, sin un pensamiento conceptual. Creo que el rasgo distintivo de nuestra vida es el temor, no sólo el
temor de perder cosas tales como un empleo, si no el de estar psicológicamente, internamente inseguros.
Ahora quiero decir algo que considero importante: conviene mucho saber cómo escucha usted. ¿Escucha las
palabras intelectualmente, asintiendo o disintiendo, o bien escucha con una mente que interpreta, traduciendo lo
que oye de acuerdo con sus propios prejuicios particulares? Generalmente usted escucha comparativamente, es
decir, confronta lo que oye con lo que ya sabe. Estas formas de escuchar le impiden evidentemente escuchar de
verdad, ¿no es cierto? Si afirma: “Bien, lo que usted dice es un sin sentido”, no está escuchando. Después de todo,
usted y yo hemos venido aquí para hablar juntos de las cosas, para escuchar. Y si usted tiene sus propios prejuicios
particulares, conclusiones, opiniones definidas, que le impiden escuchar al que habla, entonces se marchará con
muchas palabras sin sentido alguno. Por el contrario, si escucha sin condenar ni aceptar, con cierta calidad de
atención, como cuando oye el viento entre los árboles, si escucha con todo su ser, su corazón y su mente, entonces
tal vez establezcamos comunicación entre nosotros. En ese caso nos entenderemos muy sencilla y directamente,
aunque estemos abordando un problema humano muy complejo.
Nos interesa toda la estructura de nuestra vida diaria, estamos envueltos en el dolor, en la lucha y en la
desdicha. Y si sabemos escuchar, no sólo al que habla ahora, sino también cuando vayamos a casa, entonces
estaremos oyendo en realidad a la esposa, al marido, a los hijos, o a cualquiera, y entonces empezaremos a
descubrir por nosotros mismos la verdad del problema. De este modo la mente se vuelve simple y lúcida para
observar y comprender; está libre de confusión y de temor. Nosotros tenemos problemas muy complejos: Nuestra
vida es así, y para comprender esta complejísima estructura de nosotros mismos tenemos que observarnos muy de
cerca, ver por qué creemos, por qué odiamos, por qué somos agresivos y por qué estamos separados en
nacionalidades.
De modo que, tal como dije, si usted escucha con cuidado, con esa cualidad de afecto que es la atención,
entonces verá que eso de que estamos hablando es el descubrimiento de usted mismo. El que habla se limita a
pintar un cuadro de usted. Para observar ese retrato, usted tiene que prestar toda su atención y cuidado sin
condenar, sin justificar, y sin avergonzarse de lo que ve. Sólo viendo lo que en realidad ocurre en su vida y
observándolo muy de cerca, sin condenar o valorar nada, es cuando lo podrá ver tal como es. Ver es el mayor
milagro. Por favor escuche esto. No vemos porque nos miramos con ojos que siempre condenan, comparan o
valoran. Por eso nunca nos vemos como somos. El vernos tal como somos implica producir un cambio radical en
nosotros mismos, y por lo tanto en el orden y en la estructura social. Interiormente estamos llenos de confusión y
de desorden. No hay orden dentro de nosotros. No me refiero al orden aparente que puede lograrse imitando a
aceptando. Esto es desorden, y ustedes pueden ver por sí mismos cómo la vida está rota y fragmentada. Usted es
hombre de negocios, es marido, es esposa, es esto o aquello: su vida está dividida en fragmentos. Cada uno de
estos fragmentos tiene sus propios deseos, propósitos y motivos, unos en contra de otros, y así hay oposición y
contradicción. Nuestra vida es una contradicción: un deseo se opone a otro, un placer tira de nosotros en una
dirección y otro en otra, haciendo que nuestra vida sea contradictoria, confusa y desordenada. Este es un hecho
evidente. Tenemos que producir orden, no de acuerdo con algún plan, ni con alguna teoría, sino conforme a ese
orden que se manifiesta espontáneamente cuando observamos en nosotros mismos las causas del desorden. Espero
que esto está quedando claro. No se trata de retórica ni de teoría. Lo que nos interesa en realidad es lo que está
ocurriendo en nosotros mismos. Porque en nosotros está el mundo; no podemos separarnos de él. Somos el mundo.
Y para cambiarlo -y ciertamente tiene que haber un cambio- es necesario que cambiemos nosotros primero. Para
que se produzca un cambio ordenado tenemos que comprender las causas del desorden que existen en nosotros; y
eso es todo. No tenemos que hacer otra cosa más que observar las causas del desorden en nosotros.
Para poder observar tiene que haber libertad. Mire, la mayoría de nosotros estamos muy fuertemente
condicionados por la sociedad en que vivimos, por la cultura en que hemos crecido. Esa sociedad es el producto de
nuestra vida, de nuestra manera de pensar. Esa cultura es la que hemos hecho. La sociedad nos ha condicionado,
nos ha dicho qué y cómo debemos pensar, cuáles han de ser nuestras creencias y cómo tenemos que comportarnos.
Estamos fuertemente condicionados y por eso no somos libres. Este es un hecho real, muy obvio. Teniendo la
mente condicionada, es evidente que no estamos libres para observar. Y como estamos condicionados, cuando
observamos nuestro verdadero estado nos sentimos llenos de miedo. No sabemos qué hacer. El problema,
entonces, es ver si es posible de algún modo que la mente humana se descondicione, -por favor, escuche esto- que
deje de estar condicionada para poder ser libre. Si dice usted que eso no es posible, que ninguna mente humana
puede liberarse nunca de su condicionamiento, entonces usted mismo se cierra e impide toda investigación ulterior
sobre el problema. Y si dice que es posible, eso también le cierra y le impide examinar la cuestión.
Así pues, debemos comprender primero nuestro condicionamiento. Está claro lo que entendemos por
“condicionamiento”: Usted puede estar condicionado como cristiano, haber sido educado en una cultura particular
que acepta la guerra; que sigue un patrón determinado de existencia, etc. Tal es su condicionamiento, al igual que
las personas de la India están condicionadas por su cultura, su religión y superstición, su manera de vivir. Esa
palabra “condicionamiento”, es muy clara y sencilla, pero de un profundo significado. Ahora bien ¿es posible
descondicionar la mente, descondicionar su propia mente, de modo que llegue a ser libre? Mire, la libertad es una
de las cosas más peligrosas, porque implica, para la mayoría de las personas, que pueden hacer lo que quieran. La
libertad para ellos es un ideal, algo que está lejos, que no se puede lograr. Están también aquellos que afirman que
para ser libre uno tiene que ser muy disciplinado. Pero la libertad no se halla al final de ninguna disciplina, la
libertad está en el mismo primer paso. Si usted no es libre no puede ver el árbol, las nubes, las resplandecientes
aguas, no puede observar su relación con su esposa, su marido o su vecino. La mayoría de nosotros no queremos
ver porque nos asusta lo que pasaría si observamos muy de cerca.
No sé si ha observado usted sus relaciones, por ejemplo, con su esposa o su marido. Es éste un asunto muy
peligroso. Porque si observáramos muy atentamente, comprenderíamos que tiene que haber una clase de vida
totalmente distinta de la que llevamos. Lo que observamos es la imagen que nos hemos creado uno del otro, y esa
imagen establece cierta relación entre el hombre y la mujer. Esta relación entre las imágenes la consideramos como
si fuera un verdadero contacto, una relación real con la otra persona. Así pues, al investigar este problema del
descondicionamiento, de cómo liberar la mente de todo aquello que la condiciona, queremos saber ante todo si esto
es posible. Si no es posible, entonces somos esclavos para siempre. Y si no es posible, inventamos un cielo, un
Dios. Sólo en el cielo, decimos, podremos ser libres, pero no aquí. Para liberar la mente de su condicionamiento -y
yo digo que esto es posible, que puede hacerse- tenemos que estar alertas y ser muy conscientes de cómo
pensamos, y por qué pensamos, y cuáles son nuestros pensamientos. Estar alertas, sin condenar ni juzgar, sino
simplemente observar cómo se observa una flor. La flor está ahí, ante usted, y no sirve de nada que la condene ni
que diga “me gusta” o “no me gusta”; está ahí, a la vista de usted; y si tiene ojos para ver, verá la belleza de esa
flor. Del mismo modo si está sensiblemente alerta a usted mismo, sin condenar ni juzgar, entonces verá toda la
estructura y la causa verdadera de su condicionamiento; y si persiste intensamente en ello, entonces descubrirá que
la mente puede ser libre.
Esto nos presenta otro problema: estamos acostumbrados a pensar en términos de tiempo, es decir, a
considerar el cambio como un proceso gradual lo mismo que el perfeccionamiento, y en este cambio de esto en
aquello siempre va envuelto el tiempo. Esto es el tiempo. Existe pues no sólo, el tiempo del reloj el cronológico,
sino también el psicológico, el tiempo interno, que dice: “Estoy irritado, celoso, y poco a poco me libraré de esto”.
Esto implica gradación y un lento proceso de cambio; pero psicológicamente, internamente, no hay tal gradación.
O cambia usted de modo inmediato, o no cambia en absoluto. Cambiar gradualmente de la violencia a la no
violencia implica que todo el tiempo está usted sembrando la semilla de la violencia, ¿no es así? Si yo me digo que
siendo violento, llegaré un día poco a poco a no serlo, evidentemente ahí está envuelto el tiempo psicológico. En
este intervalo de tiempo estoy sembrando continuamente las semillas de la violencia. Esto es obvio.
El problema, si lo enfrentamos con toda seriedad en medio de un mundo que está desgarrado, dividido en
pedazos, y aturdido con mil entretenimientos, el problema no es solamente de tiempo, sino de todo el conflicto que
supone el esfuerzo, el querer llegar a ser algo. Espero que no se vaya volviendo este asunto demasiado difícil. Tal
vez lo sea si no estamos acostumbrados a esta manera de pensar y sentir intensamente. Pero ahí está el problema y
tenemos que enfrentarlo. Mire usted, cuando está ardiendo la casa -cuando está ardiendo nuestra casa, nuestro
mundo- uno no discute sobre teorías, ni pregunta quién la ha incendiado, si han sido los comunistas, los
capitalistas, los socialistas, los católicos o los protestantes o quienquiera que sea. Lo que nos importa es apagar el
fuego y cuidarse de construir una casa que nunca pueda volver a ser incendiada. Y esto requiere gran seriedad e
intensidad, no simplemente actuar por actuar, o hacer algún bien, o cambiar de una religión o creencia a otra.
Tiene usted, pues que ser serio, y esto significa que estará libre para observar la vida, su manera de vivir, su
relación con los demás, y para ver con mucha claridad todo lo que está sucediendo. Uno no puede observar si hay
espacio entre usted y la cosa observada. ¿Tiene esto sentido para usted? Le explicaré lo que quiero decir. Para
observar, para ver con toda claridad, usted tiene que estar en estrecho contacto con la cosa que observa. Tiene que
ser capaz de tocarla, de sentirla, de estar en pleno contacto con ella. Y si hay espacio entre usted, el observador, y
la cosa observada, entonces no hay contacto. De modo que para verse usted a sí mismo, tal como es -por favor,
escuche esto, limítese a escuchar- no debe haber división alguna entre el que observa y lo observado. ¿Tiene esto
sentido para usted? Si me miro a mí mismo y existe separación entre yo y la cosa que observo, y veo que soy
celoso, colérico, violento; el observador y la cosa observada son dos cosas distintas, ¿no es así? He ahí la violencia
y el observador que dice: “soy violento”. Son dos cosas diferentes. Esta separación entre el observador y lo
observado es la causa del conflicto. Véalo en usted mismo y lo comprenderá muy fácilmente. Si se separa usted del
miedo, entonces tiene que vencerlo, combatirlo, luchar contra él, eludirlo. Más cuando ve que usted es el miedo,
que el observador es lo observado, entonces termina el conflicto entre los dos. Y cuando el observador es lo
observado cesa el tiempo psicológico.
Lo que estamos diciendo es que el hombre ha estado viviendo durante mucho tiempo, pero su vida ha sido
continuamente un campo de batalla, no sólo en su interior, sino tal bien externamente: todas sus relaciones están en
conflicto, en la fábrica, en la oficina, en la casa: todo es una batalla y en lucha constante. Y decimos que tal vida
no es vida en absoluto. Usted puede tener sus Dioses, sus riquezas, una extraordinaria capacidad, pero usted no
está viviendo, no es feliz. No hay felicidad, no hay dicha en ese modo de vivir. Y para que surja esta felicidad, esta
dicha, uno tiene que comprenderse a sí mismo. Y para poder comprenderse tiene que haber libertad para mirar,
para sentir. Para mirar adecuadamente, no debe haber división entre el observador y lo observado. Cuando esto
ocurre desaparece todo sentido de lucha por llegar a ser algo, por ser algo. Usted es lo que es. Cuando comprende
esto, cuando lo siente, surge un cambio radical inmediato. Con ello termina la idea del tiempo psicológico y del
proceso gradual de perfeccionamiento.
***
Otras universidades de Puerto Rico se interesaron para que K les ofreciera algunas pláticas, pero debido al
calor tan intenso que había en el mes de septiembre, K no quiso aceptar más compromisos que los que había hecho
previamente.
La pequeña finca donde radica ACOPRO se encuentra en la cima de una loma, a unos 300 metros de altura, en
el lugar conocido por Morcelo, en el área de Río Piedras, y tiene acceso a la carretera de Río Piedras a Caguas
mediante la carretera 842.
La residencia de los esposos Isabel y Enrique Biascoechea consta de dos dormitorios, sala, cocina, baño y
balcón, con una amplia puerta de cristal entre la sala y el balcón, así como una ventana de cristal en cada uno de
los dormitorios. El primer dormitorio y el balcón miran hacia el sur, donde se despliega la vista panorámica del
valle y a continuación la Cordillera Central de Puerto Rico que se extiende este a oeste. Al este se divisan en la
lejanía las montañas de “El Yunque”; el fondo de la residencia queda al norte, por donde pasa el camino interior de
la propiedad. El edificio lo diseñó el arquitecto Pedro Luis Amador, amigo de muchos años de los Biascoechea y
de los Sendra, y persona interesada en las enseñanzas de K que nos acompañó en varias ocasiones a Saanen, Suiza.
K ocupó el primer dormitorio y Naudé el segundo, y los Biascoechea se mudaron a una casita de madera,
situada a unos pasos de la residencia ocupada por K y Naudé. Allí, Isabel, con la ayuda de Quintina González de
México que había venido a Puerto Rico, eran las que preparaban la comida de K y Naudé. Isabel era vegetariana
desde hacía muchos años y además estaba familiarizada con el tipo de comida que le cocinaban a K. A la hora de
las comidas se sentaban a la mesa K, Naudé y los esposos Biascoechea, y ocasionalmente Quintina González, así
como el joven Eduardo Cuevas que entonces tenía unos 18 años, y a quien K había tomado afecto.
Durante su permanencia en Morcelo, K salía por la noche a caminar solo, y a veces acompañado por Naudé,
por el camino interior de la propiedad. Cuando uno pasea por el camino interior de la propiedad, puede disfrutar de
la espléndida vista panorámica que ofrece toda el área metropolitana de San Juan, que queda al norte. También
caminaba por las mañanas o por las tardes, pero en ocasiones traspasaba el portón de la propiedad y caminaba solo
por el camino público. Durante el día, si disponía de tiempo, se sentaba bajo el árbol frondoso de higuera sagrada
de la India que en ese país la llaman banyán. Allí mismo tuvimos varias reuniones con K.
Los días que K convivió en Morcelo estuvieron impregnados de intensas emociones y de un trabajo que todos
los residentes del lugar realizamos con mucho gusto.
Eran frecuentes y emotivas las visitas imprevistas de personas residentes en Puerto Rico. También se dio el
caso de varios puertorriqueños residentes en Norteamérica que viajaron a Puerto Rico exclusivamente con el fin de
conocer personalmente a K.
Para satisfacer el deseo de muchos antiguos amigos, en Morcelo se organizó una reunión merienda a la que
asistieron norteamericanos y latinoamericanos. Entre los buenos amigos que asistieron a la reunión-merienda
estaba la Sra. Esperanza Hopwood, entonces Presidente de la logia teosófica de San Juan y varios miembros de
dicha institución, así como el popular locutor de radio señor Rafael Quiñones Vidal. El Profesor Collar, buen
amigo procedente de Buenos Aires, improvisó un bello recital de piano que resultó muy del agrado de K y de los
demás asistentes.
Por mis conversaciones con K en Saanen y con don Pablo Casals aquí en Puerto Rico, sabia que ambos tenían
interés en conocerse personalmente. Don Pablo había estado casado con una dama italiana, que según las noticias
que tengo, estaba emparentada con la marquesa Vanda Scaravelli. Los Scaravelli eran a su vez amigos intimas de
K y con frecuencia le hospedaban en su residencia de Florencia, así que la visita de K a la isla facilitó esta
entrevista que resultó muy efusiva y amena, pues se prolongó hasta bien entrada la tarde. Por supuesto, en la
entrevista estuvo presente la Sra. Marta Montañéz de Casals. A esa entrevista acompañaron a K su secretario
Naudé, don Enrique Biascoechea la señora Rosita Cueto y el que suscribe.
Un viejo y animoso amigo que siempre adquiría lo último que se publicaba de K se nos presentó de improviso
una mañana para saludarle. Al estrechar la mano de K su emoción terminó en llanto y tuve que sostenerle pues
estaba conmovido y nervioso.
Como un detalle curioso, recuerdo que había una perrita fea pero cariñosa que diariamente se situaba al lado
de la puerta de la casa donde K estaba hospedado, esperando que él la acariciara y le prestara atención.

EDICIONES KRISHNAMURTI Y SU LABOR

Ediciones Krishnamurti se fundó en 1965, y se inscribió en la Secretaria de Estado del Gobierno de Puerto
Rico el 22 de diciembre de 1965, pues ésta iba a ser la única Editorial que tendría la responsabilidad de la
traducción y publicación de todas las obras de K en español.
La organización gozaba de la confianza de K y la Junta Directiva la componían los esposos Isabel y Enrique
Biascoechea, el Sr. Félix Márquez, el Dr. Miguel A. Quiñones y los esposos Clara y Salvador Sendra. En esa
oportunidad también estaba viviendo en Puerto Rico la Srta. Quintina González de México, que ocupaba el cargo
de Secretaria de la institución. Quintina realizó una labor muy efectiva, pues tenía bajo su responsabilidad todo el
trabajo de oficina. Los miembros de la Junta no recibían remuneración alguna.
En aquel entonces, Ediciones Krishnamurti había adquirido los derechos exclusivos de las publicaciones de K
en español, y tenía el respaldo no solamente del Comité de Saanen, sino también la autorización de Rajagopal para
editar todas las obras que estaban a cargo de este último.
Durante la etapa de Ediciones Krishnamurti se reeditaron por Gráficas Ampurias de Barcelona muchos de los
libros publicados con anterioridad y a su vez se editaron varios títulos nuevos, entre ellos La Mutación Psicológica
y Conflicto entre el Hecho y la Imagen. Además, Ediciones Krishnamurti adquirió de la Editorial Orión de México
la totalidad de las obras de K en español que dicha editorial tenía en existencia en aquel momento.
En el mes de febrero de 1970, el Sr. Félix Márquez y el que suscribe -ambos directivos de Ediciones
Krishnamurti- salimos para Sur América para llevar y exhibir las primeras películas que se habían filmado donde
aparecía K hablando sobre sus enseñanzas. Esta era la primera vez que K había accedido a que la National
Educational Television de Estados Unidos de América, filmase una serie de películas para dar a conocer sus
enseñanzas y también su gran interés por la educación. El texto en inglés se había traducido al español y se había
grabado aparte en cintas por la WIPR, la estación de televisión del gobierno de Puerto Rico, donde la tele-
audiencia de este país ya había tenido oportunidad de verlas.
Dichas películas se exhibieron en más de 20 universidades de Sur América y en la televisión de Caracas,
Lima, Uruguay y México y posteriormente en España y Portugal. Se exhibieron también en varios teatros y centros
culturales de los países ya mencionados. En Caracas las películas estuvieron exhibiéndose durante varios meses,
por la radiotelevisión de la Secretaría de Educación. El delegado de Ediciones Krishnamurti en Caracas, el Dr.
Gregorio Carrillo Trillos, nos prestó una gran colaboración en todo este trabajo. En Montevideo, nuestro activo y
capaz delegado, el Sr. Jaime Monestier, obtuvo autorización de una de las estaciones de televisión para que el
pueblo pudiese ver dichas películas. Estimo que en el curso de esta gira, las películas de la N.E.T. tuvieron un
auditorio de unos dos millones de personas y quizás más.
La difusión y distribución de las obras de K en español durante esta gira excedió todos nuestros mejores
cálculos.
Reproducimos un comentario periodístico de esta gira.

El Conocimiento de uno Mismo y Krishnamurti


Nos visita una delegación de la Krishnamurti Foundation, entidad británica que tiene por finalidad difundir
por el mundo el mensaje del conocido filósofo hindú, que nos visitara en 1935 y nos trajera su mensaje de
renovación espiritual. Todos recordamos aquel acontecimiento tan importante, que desencadenó polémicas y
controversias.
El pensamiento de Krishnamurti ha escapado ya de los límites de la India, y cuenta con innumerables adictos
en Europa y América. El año pasado se inauguró en Brockwood, cerca de Londres, un centro educativo para
adolescentes, similar a los que, en la India, imparten educación a miles de jóvenes de uno y otro sexo, bajo la
orientación personal de Krishnamurti. Este filósofo sostiene que es el conocimiento propio del hombre donde se
encuentra la llave para la revolución y cambio de las conflictivas circunstancias por las que atraviesa el mundo.
Conociéndose a sí mismo, el hombre matará su actitud ante su prójimo y ante su vida, y su acción será libre y
espontánea, y no condicionada por los sistemas de pensamiento y las religiones organizadas.
La delegación que nos visita ha organizado numerosos actos sobre la base de la exhibición de películas. Ayer
miércoles, en Cine Universitario, calle Soriano 1226, a la hora 20, se proyectaron las conferencias pronunciadas
por Krishnamurti en la Universidad de California sobre los temas “Inquiriendo” y “Libertad del Temor”. Mañana
de tarde, en la Facultad de Ingeniería, los temas “Observándonos a nosotros mismos” y “Meditación”. El mismo
viernes, de mañana, se proyectarán otros filmes en la Facultad de Humanidades.
Las personas que deseen obtener más información al respecto pueden hacerlo a través de los teléfonos
791767, 792056 y 223349, o dirigirse a los delegados Salvador Sendra y Márquez, en el Hotel Ermitage.

“El Día”, Montevideo 14/5/70

LAS FUNDACIONES KRISHNAMURTI

No obstante la renuencia de Krishnamurti en cuanto a crear organizaciones, llegó el momento en que hubo
necesidad de establecer una institución sin fines de lucro y con carácter funcional para sustituir a Krishnamurti
Writings, Inc. -originalmente creada por Krishnamurti y Rajagopal, pero que ahora estaba bajo el dominio
enteramente del segundo- cuya disolución se había hecho imprescindible. Esta institución con sede en Londres,
Inglaterra, es la Krishnamurti Foundation Trust Ltd., que inmediatamente se hizo cargo de todo el trabajo que
generan las enseñanzas de K con la publicación de las pláticas y diálogos que él, ha venido pronunciando durante
más de sesenta años en América, Europa y la India. Otra parte del trabajo que tenía que afrontar la nueva
institución era la administración de las propiedades y la de los derechos de autor correspondientes a las obras de K
ya que él no estuvo nunca dispuesto a figurar como dueño de las propiedades ni de los derechos de autor,
prefiriendo que esto lo hiciese una organización dirigida por sus amigos.
Al principio se pensó, que esta institución sería la única Fundación en el mundo entero, y que ella a su vez
establecería comités en cualquier continente. Sin embargo, pronto se comprendió que era necesario crear otras
fundaciones con jurisdicción sobre determinados territorios. Esto dio origen a 1a creación primero de la
Krishnamurti Foundation India y de la Krishnamurti Foundation of America después. Posteriormente se reunieron
con K en Suiza sus amigos Enrique Biascoechea, Juan A. Parías y Salvador Sendra, que sugirieron a K la
necesidad de establecer la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana, señalándole que hay 19 países de habla
hispana en América más España en Europa, cuya población en su mayoría desconocen el inglés, y que por ello la
Fundación Hispanoamericana podía atender con mayor eficiencia y prontitud todos los asuntos relacionados con
esa zona que comprende aproximadamente a unos 300 millones de habitantes.
Deseamos dejar constancia aquí de que Brasil había creado desde el año 1935 la Institución Cultural
Krishnamurti, que tenía a su cargo la traducción al portugués y la subsiguiente publicación en ese idioma de las
pláticas y diálogos de K. Dicha institución se desenvolvía muy bien bajo la dirección del entrañable amigo Sr.
Milcíades Pereira da Silva y de un grupo de sus amigos brasileros.
K escuchó atentamente a la representación de Hispano América y España y finalmente ofreció su apoyo y
respaldo para la creación de la F.K.H. Después de varias reuniones en Saanen, los tres amigos, Biascoechea, Farras
y Sendra, se trasladaron a Londres. Allí, en presencia de los amigos que integraban la Krishnamurti Foundation
Trust Ltd. de Londres, se trató ampliamente el asunto, y gracias a la magnifica acogida que nuestra petición tuvo
de parte de K, allí se aprobó la creación de la cuarta fundación: la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana.
Quien conozca la obra que han desempeñado la Krishnamurti Foundation Trust Ltd., de Londres, la
Krishnamurti Foundation India y la Krishnamurti Foundation of America con sede en Ojai, California, convendrá
que las tres instituciones han realizado eficientemente su labor difundiendo las enseñanzas de K en inglés, no
solamente con la publicación de las obras de K sino también mediante la producción de videos, películas, etc.
También ha sido muy notable su contribución al mantenimiento de las escuelas que ellas patrocinan en Inglaterra,
la India y Estados Unidos de América. Por su parte, la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana hasta ahora ha
concentrado su mayor esfuerzo y energía a la traducción al español y a la publicación en ese idioma de todas las
obras de K publicadas en inglés durante los últimos 10 ó 12 años. Ultimamente ha iniciado también la labor de
ponerle rótulos en español a distintos videos que contienen pláticas de K También ha patrocinado la creación de
centros de información en distintos países de habla hispana.
Desgraciadamente, y debido a la ausencia de los recursos humanos y económicos que ello requiere, no ha
cristalizado el propósito de establecer una escuela Krishnamurti en un país de habla hispana. Sin embargo, tenemos
conocimiento de varios esfuerzos e intentos que en ese sentido se han realizado por amigos de K en Puerto Rico,
Argentina y México. La posteridad dirá finalmente si en Latinoamérica o España surge alguna escuela
Krishnamurti donde los niños puedan florecer dentro del ambiente y la educación que patrocina K que les permite
desarrollarse como seres humanos íntegros.

FUNDACION KRISHNAMURTI HISPANOAMERICANA

Desde la década de los 40, en Puerto Rico se inició una serie de pláticas por radio en relación con las
enseñanzas de K porque contábamos con la entusiasta colaboración que nos ofreció el locutor Sr. Rafael Quiñones
Vidal, un buen amigo que durante muchos años se ha dedicado con seriedad y profundidad al estudio de las
enseñanzas de K.
Como el amigo Quiñones Vidal era una persona muy conocida en el campo de la radio y su programa
disponía de una gran cantidad de radioescuchas, desde esa época ya las enseñanzas de K tenían una amplia difusión
en Puerto Rico. Después del programa de Quiñones Vidal, el director de otra estación de radio con quien nos unía
una buena amistad, nos cedió un espacio de 15 minutos a la semana para divulgar las enseñanzas de K En este
programa participaron varios profesores de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras que eran compañeros de
Clara.
Debido a que en Puerto Rico vivían varias personas muy allegadas en el orden personal a K, y que estaban
verdaderamente interesadas en sus enseñanzas, -como lo demuestran los programas radiales a que se hace mención
anteriormente- puede decirse que Costa Rica y Puerto Rico son los dos países de habla hispana donde más pronto
se difundieron dichas enseñanzas, tanto a nivel universitario como a nivel popular. También estaba la labor
realizada en Puerto Rico por varios de los amigos de K que asumieron voluntariamente la tarea de traducir y
publicar en Puerto Rico el Boletín de La Estrella y luego publicar en España la obra El Amigo Inmortal. Esto dio
origen a la creación de organizaciones como la Editorial Krishnamurti y posteriormente de Ediciones
Krishnamurti.
La Fundación Krishnamurti Hispanoamericana quedó constituida en el año 1970 y figuran como
constituyentes los esposos Isabel y Enrique Biascoechea, los esposos Clara y Salvador Sendra, Miguel Angel
Quiñones y Félix Márquez.
Cuando se estableció la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana quedó disuelta Ediciones Krishnamurti y
ésta última pasó todo su capital a dicha Fundación. De un comienzo de unos $ 8.000 dólares que se habían reunido
al principio por concepto de donativos, se le pasaron a la F.K.H. cerca de $ 50.000 dólares entre efectivo, libros en
existencia y cuentas por cobrar.
Los integrantes de Ediciones Krishnamurti pasaron a formar parte de la Junta de Síndicos de la Fundación
Krishnamurti Hispanoamericana.
Los nombramientos para los cargos de Presidente y Secretario los hizo el propio K.
Por lo tanto, la primer Junta de Síndicos de la F.K.H. quedó constituida como sigue:
Juan A. Farías- Presidente
Salvador Sendra- Secretario
Félix Márquez- Tesorero
Enrique Biascoechea y Miguel A. Quiñones...
Esta Junta de Síndicos estuvo en funciones poco más de un año, pero transcurrido ese tiempo se produjeron
las renuncias tanto de Farías como de Sendra. Al renunciar Farías a la presidencia, la Junta de Síndicos nombró
interinamente como Presidente a don Enrique Biascoechea, persona que gozaba de toda la confianza de K.
Al producirse mi renuncia (en noviembre 4 de 1971), don Enrique, en representación de todos los miembros
de la Junta de Síndicos de la Fundación, me escribió una carta cuyo texto dice así:

Sr. Salvador Sendra


Apartado 20342
Río Piedras, P.R.

Muy estimado amigo:

Recibimos su carta del 4 de noviembre pasado, dirigida a los Síndicos de la Fundación, en la cual nos
presentaba su dimisión como Secretario y Síndico de la misma.
En la reunión del día 26 de Noviembre pasado la Junta consideró su renuncia y acordó por unanimidad la
siguiente resolución:
“Los Síndicos de la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana sienten profundamente verse obligados a
aceptar la renuncia del Sr. Salvador Sendra. Al mismo tiempo desean hacer constar su sincero reconocimiento por
la labor que él ha realizado en pro del mensaje de Krishnamurti por más de 40 años. Éste sentimiento provocado
por la renuncia del Sr. Salvador Sendra queda en parte mitigado por la oferta que él ha hecho de seguir prestando
su colaboración, cuando así se le solicite, en todo aquello que le sea posible”.
Al mismo tiempo que le transmito los sentimientos de simpatía de toda la Junta, aprovecho la ocasión para
reiterarle mi sincero aprecio y afecto personal.
Muy cordialmente
FUNDACION KRISHNAMURTI
HISPANOAMERICANA

ENRIQUE BIASCOECHEA
Presidente Interino

Días después don Enrique -que también vivía en Morcelo, a unos pasos de mi casa- vino a verme e insistió
que éste su amigo, aceptase ocupar el cargo de Presidente de la F K H para salir de la crisis que se había suscitado
con la renuncia de dos de sus Síndicos.
Me resultó imposible aceptar la proposición de don Enrique, entre otras razones, porque mi función de editor
me exigía viajar frecuentemente por América y España. No obstante, le prometí continuar prestándole toda mi
colaboración a la F.K.H. Me parece oportuno expresar que mi trabajo de muchos años divulgando las enseñanzas
de K y las obras de Teosofía, nunca estuvo motivado por cargo alguno. Ambos mensajes eran algo que había
calado hondamente en mi conciencia y no necesitaba sostenerse a base de cargos.
Para el cargo de Secretario se designó al amigo Rafael Quiñones Vidal, que lo desempeñó hasta mediados del
año 1973. El 1º de enero de 1974, la Junta de Síndicos de la F.K.H. nombró a mi buen amigo Armando Riesco
Puyol como Secretario de la misma. El amigo Riesco se dedicó completamente a su trabajo y durante más de once
años hizo una valiosa contribución en todo lo relacionado con la secretaría de la F.K.H. El renunció a su cargo en
el mes de mayo de 1985.
Don Enrique Biascoechea que hacía meses se sentía bastante enfermo, recomendó a la Junta y ésta así lo
aprobó, nombrar al Dr. Isidoro Alfonso Colón como Presidente de la F.K.H. Don Enrique murió en el mes de
noviembre de 1974. El Dr. Colón continúa desempeñando la presidencia de la F.K.H. con la colaboración directa
de la Dra. Engracia Cerezo viuda de Ponce y varios amigos más.
La F.K.H. ha dedicado todas sus energías a la traducción al español y a la publicación en este idioma de las
obras de K publicadas en inglés en los últimos 12 años y además ha ampliado considerablemente la difusión de las
enseñanzas, pues en la actualidad está editando en España, México y la Argentina. La traducción de las obras de
Krishnamurti del inglés al español, desde el año 1974 ha estado a cargo de mi amigo Armando Clavier, residente
de Buenos Aires y que durante años trabajó como artista en el teatro y en la Televisión. Desde entonces él se ha
dedicado totalmente a este trabajo y lo ha estado desempeñando muy eficientemente.
Recientemente la F.K.H. ha comenzado a añadirle rótulos en español a algunos videos que contienen pláticas
de K en inglés. Este método es muy ventajoso, pues permite retener la voz del propio K con el énfasis y la
profundidad que transmiten sus palabras.
Con respecto al problema de los recursos económicos, me parece bien llamar la atención respecto a hechos
que generalmente se pasan por alto cuando uno compara la labor realizada por la F K H., con las de otras
Fundaciones. Por ejemplo, a la Krishnamurti Foundation India le ha sido posible establecer primero y mantener
después varias escuelas en la India, debido principalmente al bajo costo de la vida que allí impera, cuando se le
compara con el de los países de Occidente. En cuanto a la Krishnamurti Foundation Trust Ltd. de Londres se
refiere, podemos señalar como un hecho que durante muchos años, unas cuantas personas que han estado
asistiendo a las pláticas de Saanen y a las de Inglaterra, han contribuido a la difusión de las enseñanzas de K con
donativos de consideración, y entre esas personas figuran latinoamericanos y españoles. Además, la misma
presencia de K ha generado ingresos durante las pláticas que con frecuencia han excedido los gastos incurridos
para celebrarlas. Sin embargo, ese dinero donado para la difusión de las enseñanzas de K lo ha recibido en su
totalidad la Krishnamurti Foundation Trust Ltd. de Londres y lo ha utilizado para cubrir sus propias necesidades.
Lo mismo ha sucedido con los donativos que con motivo de las pláticas anuales, se entregaban en Ojai para la
difusión de las enseñanzas de K y que igualmente lo ha recibido en su totalidad la Krishnamurti Foundation of
America.
Puede decirse con propiedad, que la F.K.H. se ha sostenido única y exclusivamente con los ingresos que ha
recibido por los derechos de autor que pagan las casas editoras que publican las ediciones de las obras en español.
Los donativos recibidos de los simpatizadores de la F.K.H., han sido, con pocas y honrosas excepciones, muy
limitados.
En lo referente a los donativos a la F.K.H., hay una persona que ha contribuido de manera continuada y sólida
al sostenimiento de la Fundación. Esta persona, desde que se reinició la publicación del Boletín de la F.K.H. ha
estado sufragando en calidad de donativo, todo el costo de impresión de dicho Boletín y se ha responsabilizado con
su distribución desde México. Esto no es todo, ella ha hecho posible la edición de determinadas obras de K en
español, aumentando su propio pago por derechos de autor, para que la F.K.H. pudiese cubrir sus gastos y tener un
pequeño ingreso. Esta persona, a quien me une una larga amistad y un verdadero afecto, es la Sra. Silvia
Hernández viuda de Cárdenas, presidenta de la actual Editorial Orión de México, y que sigue estando asociada
conmigo en algunos aspectos.
En contraste con sus ingresos, la F.K.H. ha sido muy generosa en todo lo relacionado con la difusión de las
enseñanzas, sin importarle quién o donde se ha hecho el trabajo. Por ejemplo, en el año 1983 la Krishnamurti
Foundation Trust Ltd. de Londres, hizo un llamado urgente para recaudar fondos con destino a la adquisición de
un equipo moderno para poder tomar en vídeo a colores las pláticas de K tanto en Saanen como en Inglaterra. La
F.K.H. consideró que ese empeño de la Fundación de Londres era una cosa vital y urgente; que era necesario
contribuir con mayor aporte posible para comprar el referido equipo, pues había que aprovechar los pocos años de
vida que le quedaban a K para tomar en vídeo y conservar para las futuras generaciones, la oportunidad de no sólo
escuchar, sino también de poder ver a K. Y es así que la Junta de Síndicos de la F.K.H. aprobó unánimemente
contribuir a ese empeño de la Fundación de Londres, con todo el capital que tenía en efectivo en aquel momento.
También deseo señalar que aunque la F.K.H. se ha visto imposibilitada de establecer una Escuela
Krishnamurti, sin embargo, ha estado muy consciente de su responsabilidad en este aspecto y en varias ocasiones
ha contribuido mediante donativos anuales al sostenimiento de las escuelas Krishnamurti de la India, de
Brockwood Park y de Ojai. Es decir, la F.K.H. siempre ha considerado que la obra de K es una sola en todo el
mundo, y que cualquiera que sea el lugar en que esté situada una Escuela Krishnamurti, son los seres humanos los
que se benefician.
Para finalizar, algunos de nuestros amigos latinoamericanos se han mostrado sorprendidos de que Puerto Rico
-una pequeña isla equidistante de Norte, Centro y Sur América- haya sido el centro donde se ha realizado todo el
trabajo en español de la obra de Krishnamurti. Esto se explica con varias razones de peso:
a) Por ser esta isla un Estado Asociado a los Estados Unidos de América, donde todo el grupo de sus amigos
(excepto quien escribe) conocen muy bien tanto el español como el inglés.
b) Una circunstancia especial que ha favorecido a esta isla, es el hecho de que aquí siempre ha existido una
amplia libertad religiosa.
c) Los esposos Enrique e Isabel Biascoechea que residían en la isla, eran amigos personales de K desde hacía
muchos años, pues desde la década de los 20 el amigo Biascoechea había sido el Representante de la Orden de la
Estrella y también editor de la revista.
d) En Puerto Rico existía un interés generalizado por las enseñanzas de K.
e) En Puerto Rico se dio la feliz coincidencia de que un puñado de personas que convivíamos en la línea de la
Asociación Conocimiento Propio y trabajábamos muy bien juntos nos dedicamos de lleno a esta labor. Eramos
verdaderos amigos y cada cual traía algo especial, pero entre todos nos complementábamos en un buen equipo de
trabajo. Este trabajo se hizo de manera desinteresada y gozosa; las enseñanzas de K habían cambiado nuestras
vidas y compartíamos un íntimo convencimiento de que este mensaje de transformación era lo que la humanidad
necesitaba. Los Biascoechea y los Sendra, aunque no siempre de acuerdo, nos queríamos como hermanos. Enrique
tenía vasta experiencia administrativa, era un hombre de una gran percepción y de buen humor y carácter afable.
Isabel había sido secretaria ejecutiva en la Universidad de Puerto Rico y como tal tenía muchas habilidades
organizativas, secretariales y una atención por los detalles importantes. Yo era la persona de acción y el que viajó
innumerables veces por las Américas desarrollando una red de difusión de las ideas y libros de K. Clara y Engracia
Cerezo ofrecían unas mentes excepcionales, una preparación académica superior y un conocimiento extenso del
inglés y el español. En fin nuestro equipo de trabajo fue algo muy especial.
Al principio de la década de los 70, se unió al grupo el amigo Armando Riesco, refugiado cubano que se había
jubilado y deseaba pasar sus últimos años dedicado a la labor de dar a conocer las enseñanzas de K. Difícilmente
se encontrará otra persona que haya trabajado con tanta dedicación a esta labor. Por doce años dio todo su tiempo,
sin cobrar un centavo a su labor de Secretario de la Fundación. Hombre discreto, bondadoso, más bien callado, de
una integridad sin par. Siempre ha preferido trabajar anónimamente, pero hay que dar honor a quien honor merece.
Otras personas han trabajado arduamente en esta labor. Las que he nombrado en esta sección, fueron las que
más compartimos juntos por muchos años, pero de ninguna manera quiero olvidarme de otros muchos que han
laborado y laboran todavía desinteresadamente.
Debido a esta serie de circunstancias, Puerto Rico reunía un ambiente muy favorable que difícilmente podía
encontrarse en el resto de Latinoamérica o España. Finalmente es necesario tener que decirlo, pero es un hecho
incuestionable, y es que los medios económicos que se precisaban para esta obra, no habría sido fácil reunirlos
fuera de Puerto Rico.

ENRIQUE BIASCOECHEA

Dedico este capitulo a rendir un pequeño homenaje de recordación, de afecto y de admiración a mi entrañable
amigo Enrique Biascoechea, con quien tuve la suerte de convivir muy cerca durante una buena parte de su vida. El
y el que escribe estuvieron estrechamente unidos en todo lo que se refiere a la difusión de las enseñanzas de K.
Difícilmente pasaba un día en que estando ambos en el mismo lugar no nos reuniéramos a conversar, pues o bien
él iba a mi casa o yo iba a la suya.
Enrique, a quien con el transcurso de los años llamaríamos cariñosamente Biasco, me decía que él había
comenzado a interesarse en las cuestiones esotéricas cuando vivía en Nueva York en su época de joven. La Luz de
Asia de Adwin Arnold figuraba entre los primeros libros que leyó. Debe haberle causado gran impresión, pues
después siguió con la lectura de varias obras sobre budismo y muchos años más tarde diría que se sentía más
budista que cristiano.
De regreso a Puerto Rico se hizo miembro de la Sociedad Teosófica dentro de la cual era uno de los
trabajadores más activos. Estableció nuevas logias y le dedicó mucho tiempo y entusiasmo a esta labor. Cuando la
S.T. le dio énfasis a la próxima venida del Instructor Mundial, él se hizo también miembro de La Orden de la
Estrella, y se mantuvo al día en todo lo que sobre este particular decía la Dra. Besant. Poco después lo nombraron
representante en Puerto Rico de La Orden de la Estrella.
Nuestra amistad con Enrique Biascoechea y su esposa Isabel Vega se había establecido muy firme y
cordialmente desde el año 1931. Los dos matrimonios vivimos muchos años primero en Cupey y después en
Morcelo, Caimito. Todos los sábados nos reuníamos con un buen grupo de amigos en Cupey para estudiar las
enseñanzas de K.
Cuando Clara sufrió una crisis física y emocional en el año 1926 debido a la muerte de su papá, Enrique le
sugirió que fuese a escuchar a K en Ommen. En esa época ya Clara tenía amistad con Enrique, pues ella era
profesora de la Escuela Superior en Ponce e iba con frecuencia a la logia teosófica de Ponce a escuchar las charlas
que daba Enrique tanto de Teosofía como de las enseñanzas de K.
Enrique era una persona de carácter jovial, se ganaba fácilmente el afecto de los demás, era un gran amigo, y
sobre todo, le entregaba su corazón y su vida a lo que él consideraba lo más importante, y es por eso que le entregó
su corazón y su vida a las enseñanzas de K.
Como se ha expresado en otras partes de esta obra, él tenía una amistad personal muy estrecha con K que
había comenzado en la época en que K era muy joven. Cuando él salía con K el joven, si éste se detenía frente a
una vidriera y con una mirada o un gesto demostraba su interés en alguna prenda de vestir, él la adquiría y se la
entregaba. En una oportunidad en que ambos se encontraban en la India, K se sintió muy agotado y débil al
terminar la gira. Enrique entendió que K necesitaba atención médica e inmediatamente se lo llevó a Suiza, donde
lo ingreso en la conocida clínica del Dr. Bircher Benner. Allí se le hicieron toda clase de exámenes y pruebas, le
pusieron un tratamiento y K abandonó la clínica cuando se sintió mejor. Posteriormente Rajagopal quiso devolver
a Enrique el dinero que había gastado, pero éste no quiso aceptarlo, diciendo que ése era un donativo personal.
Aunque Enrique provenía de una familia de amplios recursos, vivía con gran sencillez y modestia. Era una
persona que antes de comprarse un traje u otras cosas imprescindibles lo pensaba bastante y tenía muy presente no
excederse en sus compras. No obstante esas características, entre los latinos, no he conocido otra persona que haya
estado más al tanto que él en cuanto a las necesidades de K en las oportunidades que estuvimos juntos en Europa,
América y la India. Más de una vez tuve ocasión de ser testigo de su gran generosidad para atender personalmente
a K y para contribuir a la difusión de las enseñanzas. Me consta también y he conocido a varios anglosajones que
han contribuido muy ampliamente para la difusión de las enseñanzas, pero que yo sepa, pocos latinos amigos de K
demostraron la generosidad que era propia de Enrique Biascoechea.
En el año 1935 Clara regresó a Puerto Rico procedente de España vía Sur América, sin más compañía que
nuestra primera hija Vidya, que entonces tenía unos nueve meses de edad. Cuando ella llegó al puerto de San Juan,
allí estaban Enrique e Isabel esperándoles. Tan pronto como Clara bajó del buque cargando a Vidya y ésta vio a
Enrique, se sonrió y le extendió los brazos para que él la cargara. Esto sentó las bases de una gran simpatía entre
Vidya y Enrique, la que se mantuvo a través de los años. Para él la reencarnación no era una teoría sino un hecho,
así que él entendía que Vidya muy bien pudo haber sido su hija en una encarnación de ambos en la India, y de aquí
la simpatía que se había establecido entre los dos.

UNA PAUSA EN EL CAMINO

Mi dedicación durante medio siglo o más a la difusión de las enseñanzas de K pasó por un eclipse desde 1977
a 1983. Durante esos años y por varias razones, dejé de leer las obras de K. Entre esas razones hay un mal
entendido cuyos detalles también prefiero omitir, pues son cosas que ocurren generalmente en todos los grupos e
instituciones. También es un hecho que durante más de seis años dejé de asistir a las pláticas de K en Saanen y
Ojai. En ese tiempo quise dedicarme a la lectura de La Doctrina Secreta, la ingente obra de Madame Blavatsky, y
ahora me alegro de haberlo hecho. Por cierto que en el curso de esos años leí un artículo publicado en el New York
Times donde se afirmaba que tanto Einstein como el Dr. Millikan -ambos ganadores del Premio Nobel de Física-
tenían La Doctrina Secreta siempre en su mesa de trabajo. Ahora recuerdo igualmente que cuando leí parte de esta
obra -en mi época de miembro de la logia teosófica de Valencia- me quedé asombrado por la valiosa aportación
que ha hecho Blavatsky a la humanidad.
Después de haber estado leyendo La Doctrina Secreta, he leído las obras más recientes de K como Usted es el
Mundo; también he leído Más Allá del Pensamiento, La Madeja del Pensamiento, La Llama de la Atención y
finalmente La Mente que no Mide. La pausa que hice en la lectura de las obras de K ya terminó y he vuelto a ellas.
Esta decisión la he tomado a conciencia y por mi propia voluntad, pues nadie ha participado en ella. De modo que
he vuelto a evaluar las enseñanzas de K, pero esta vez con mayor objetividad que antes.
Para cualquier estudioso interesado objetivamente en la búsqueda de la verdad, la lectura de las obras de K
mencionadas anteriormente, podrían darle una visión de mucho más valor que el que tendrían las palabras del que
escribe. Y lo mismo puede decirse a los exigentes en cuanto a la lógica y a la razón. Y esto lo digo sin intención de
endiosar a K. Sin embargo, el K que habla desde una plataforma no es el K común y corriente que come con los
demás y que se ríe ante un chiste ingenioso, como le he visto hacer en varias ocasiones. No acierto a darle un
nombre al K de la plataforma, pero el nombre no importa mucho, y a esa misma conclusión llega la autora de la
obra Los Años de Plenitud.
Después de haber leído y escuchado a K durante más de medio siglo, me siento feliz de haberme salido de la
etapa emocional y estar ahora en condiciones de aquilatar a K y sus enseñanzas a base de su propio valor.

KRISHNAMURTI VISITA A ADYAR

A pesar de su distanciamiento de la Sociedad Teosófica -si es que se le puede llamar así- y a instancias de la
Sra. Radha Burnier, entonces Presidenta de dicha Sociedad, Krishnamurti visitó la sede central de Adyar en 1983
con motivo de celebrarse el centenario de la fundación de la S.T., y en esa oportunidad plantó allí un árbol que yo
considero simbólico. Krishnamurti prometió establecer dentro de la propiedad de Adyar, una nueva escuela para
niños, semejante a las que existen en otros lugares de la India, Europa y América.
La revista The Theosophist publicó una fotografía de este acto y dio la noticia de este acontecimiento que la
propia Radha me confirmó posteriormente durante la celebración del Congreso Teosófico que se efectuó en la
Argentina en el mes de abril de 1983. Estos hechos me llenaron de júbilo y así lo hice notar a los amigos de los
distintos países que visité en la gira de 1985 tanto en Latinoamérica como en España. Por consiguiente, esta visita
de Krishnamurti a Adyar puso fin a una etapa de distanciamiento entre K y la S.T., y ahora no importa que cada
cual siga su rumbo y proclame su propia vía de realización.

EL DOCUMENTAL EL RETO DEL CAMBIO

En 1984 al visitar a Ojai para escuchar las pláticas de K me encontré con la agradable sorpresa de que acababa
de producirse la película The Challenge of Change (El Reto del Cambio), un documental fílmico que recoge la
historia de la vida de K. Es también una síntesis de sus enseñanzas y de los diálogos que él sostenía con los
estudiantes y con los profesores de las escuelas fundadas por él en la India, Inglaterra y Ojai en Norteamérica. El
documental pone de manifiesto la asociación de K con la Sociedad Teosófica durante la primera etapa de su vida.
A mí me llenó de gran alegría que dicho documental se estuviese exhibiendo en el momento en que se había
restablecido la amistad entre K y los directivos de la Sociedad Teosófica. De modo que se olvidó un pasado y se
volvió a establecer la vieja amistad entre los amigos de K y los viejos teósofos que se habían sentido muy
confundidos por la separación entre K y la Sociedad Teosófica.
Este documental me impresionó tanto que de inmediato -y con la colaboración del Dr. Colón, Presidente de la
Fundación Krishnamurti Hispanoamericana- se hicieron las gestiones pertinentes con la fundación americana para
adquirir una copia. La Sra. Erna Lilliefelt, presidenta de la fundación americana -donde se originó y se hizo
realidad esta iniciativa- nos facilitó en venta una copia de tan valioso documental.
Hacía varios años que me había retirado de esta labor de estar viajando constantemente, pero la impresión tan
profunda que me causó el mencionado documental, me hizo pensar en la alegría que tendrían los piases
latinoamericanos al conocer por medio de una película la vida de K y sus enseñanzas. Y es por eso que con la
ayuda de mi hija Vidya y de otros amigos, logramos doblarla al español. El texto fue traducido por Armando
Clavier. Entonces inicié en 1985 un viaje que duró cinco meses visitando los países de Sur América, España y
México para mostrar dicha película. La película se exhibió primero en Puerto Rico y en la República Dominicana
y después en Caracas, Lima, Buenos Aires, Montevideo, Puerto Alegre y Río de Janeiro. Desde Río continué viaje
a Madrid, Barcelona y Valencia, y más tarde regresé a América donde el documental se exhibió en la Ciudad de
México, Cuernavaca, Puebla y Acapulco, siempre con gran asistencia de público. Una vez más pude constatar la
gran cantidad de amigos que tiene K en nuestros pueblos latinos.
Ciertamente que me llenó de gran satisfacción la acogida tan entusiasta que se le dispenso a este documental,
particularmente en la Ciudad de México, Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro, Madrid y Barcelona, donde la
cantidad de público que asistió era muy superior a la capacidad de que disponían los teatros, hoteles y salones de
exhibición.
Esta gira operó el milagro de reunir a viejos miembros de la S.T. con los simpatizantes de las enseñanzas de
K.
A continuación se transcribe la carta enviada a K al finalizar dicha gira, el 23 de agosto de 1985:

Querido Krishnaji:

Después de cinco meses de una gira por Sudamérica, España y México, llegué a Puerto Rico en agosto 20;
precisamente el día que nuestro amigo Alfonso Colón salí para Londres. Por esta razón no tuve suficiente tiempo
para darle un completo informe, como hubiera querido hacerlo, y él a su vez, pudiese llevarle a usted una
impresión del éxito que tuvo en los países de habla española y portuguesa la película historial de su vida; me estoy
refiriendo al documental “El Reto del Cambio” adquirido por mí de la Fundación Krishnamurti de América.
Verdaderamente la recepción fue extraordinaria, con asistencia de mucho público en Puerto Rico, Santo
Domingo, Caracas, Lima, Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro, Porto Alegre, Barcelona, Valencia, Madrid y
México.
Los directivos de la Sociedad Teosófica, tanto como los amigos de Krishnamurti, se reunieron en el esfuerzo
para preparar la presentación de la película en todas las ciudades mencionadas Me place manifestarle que tal
cooperación fue uno de los objetivos que teníamos. Sentí que no era nada constructivo continuar con la barrera que
existía por muchos años entre los teósofos y los amigos de Krishnamurti.
Los directivos de la S.T., en América Latina y España, con la excepción de uno de ellos en Argentina, estaban
todos ansiosos por cooperar y adquirir los Videos Cassettes para usarlos en sus Logias. Por esta razón el trabajo de
proveer Videos doblados en español es muy urgente. Esto fue informado en un memorándum que desde México
traje para el Sr. Colón.
En México tuvimos en tres importantes auditóriums, sin ningún costo, actos para pasar los Videos.
Especialmente deseaba llamarle la atención sobre la oferta que nos hizo un grupo de amigos en México de trabajar
en la difusión de su mensaje. Si ello es posible, estos amigos desean tomar la responsabilidad de producir esos
videos doblados en español. La naturaleza de esta oferta es tan importante, que a pesar de mis años, estoy
dispuesto a regresar a México para hacer los arreglos pertinentes para este trabajo que habría de beneficiar a un
público de habla española y portuguesa que está próximo a los 500 millones de habitantes.
Siento no haber tenido la oportunidad de haberle hablado en Saanen este año, para recomendarle algunos
cambios que considero necesarios y urgentes Por ejemplo, el cambio de algunos directores de los Centros de
Información. Pienso que es necesario que sean nombrados nuevos amigos a fin de que pueda inculcarse nuevas
energías para dichos Centros.
En lo que a Puerto Rico se refiere, después de la desgraciada renuncia de nuestro amigo Armando Riesco,
quien trabajó con admirable dedicación. Está claro para mí que la F.K.H., necesitará de alguna otra persona que
ayude en tan vasta tarea, pues es obvio que el trabajo que hay es excesivo para una sola persona.
Le envío estas impresiones generales, así que ahora que está ahí con usted el Sr. Colón, puedan juntos
considerar estos asuntos y tomar las pertinentes decisiones.

Con renovado afecto


Salvador Sendra

A los amigos teósofos y a las logias que visité en esta gira me permití sugerirles que en las logias teosóficas
debe haber un tiempo para estudiar las enseñanzas de K. El objetivo de la S.T. sigue siendo el estudio comparado
de las religiones y ese objetivo debe mantenerse, pero dándole cabida a las enseñanzas de K. Al margen de lo que
otros puedan decir y de lo que algunos sostengan, me parece que lo indicado es considerar las enseñanzas de K
como la aportación a la humanidad de uno de los psicólogos contemporáneos de mayor sabiduría. Sus enseñanzas
tienen un gran paralelo con lo que decían los sabios de la antigüedad -que pudieron haber utilizado un lenguaje
distinto al de K- pero que coinciden en cuanto a su profundidad con el cristianismo y el budismo en particular.
Basta con citar algunos pensamientos de Gautama el Buda para comprobar mi afirmación anterior.

El título de este notable documental resume el objetivo del mensaje de Krishnamurti.


Para la revolución espiritual que florece en muchos individuos, no se trata de reclutar gentes que se unan para
dar paso a una nueva Organización jerárquica que se extienda por todo el mundo.
El reto del cambio es sobre todo un reto al individuo. Un reto que si cunde, ha de calar hondo en cada
conciencia y transformarnos. En verdad, avivar en cada ser humano el factor por excelencia revolucionario y
unitario, que puede originar una transformación, por añadidura, de la sociedad humana.
Así que si esta película logró despertar el interés e iniciar una transformación en la conciencia de algunas
gentes, entonces, vale la pena haber perdido casi la voz en el extenso recorrido que se hizo con ella en 1985,
visitando los países Ibéricos de Europa y América. Vale la pena, porque si el mundo en que vivimos, necesita un
cambio urgente, es inevitable que empiecen los seres humanos por erradicar de su mente-conciencia toda violencia,
sentido de poder individual negativo y destructor. Lo que proponemos es pues la Revolución del Amor; la
revolución que comparte creativamente. Tal es el Reto que vemos en el mensaje de Krishnamurti.

Documental de la vida de Krishnamurti en México

La Fundación Krishnamurti Hispanoamericana, con sede en Puerto Rico, ha logrado una película copia de la
que se está pasando actualmente en Europa y Estados Unidos, en la cual se narra la vida del notable psicólogo
Krishnamurti.
El Sr. Salvador Sendra, miembro fundador de dicha Institución y amigo personal de Krishnamurti por más de
50 años, acaba de llegar a México procedente de Europa y de Iberoamérica, con el propósito de dar a conocer en
nuestro país tan valioso documental.
Se trata de un documental extraordinario narrado por Richard Chamberlain y Richard Basehart producido por
Eveline Blau y dirigido por Michael Mendizza. Durante 5 años consecutivos se trabajó en la realización de esta
película que abarca la vida desde niño de este eminente filósofo hindú. Para lograr tal documental, se han reunido
fotografías y películas históricas de archivos, y colecciones privadas de distintas partes del mundo.
Más que una biografía, esta nueva película, presenta una síntesis clara y concisa de las enseñanzas de
Krishnamurti. A través de entrevistas íntimas, pláticas y diálogos con estudiantes de varios colegios y del público
en general, somos testigos de la profundidad de su mensaje, tal como lo ha estado presentando desde hace más de
50 años en Inglaterra, Suiza, Estados Unidos y América Ibérica.
El pasado año, Krishnamurti, fue invitado para hablar en las Naciones Unidas y en el célebre Centro de
Investigaciones Atómicas de los Alamos U.S.A. En estos dos notables foros científicos e internacionales, denunció
con énfasis el armamentismo peligroso causante en buen grado de la crisis internacional que vivimos. Invitó a
dichas Instituciones para que pongan su empeño en crear nuevas condiciones en el mundo en que la paz Y la
fraternidad humana puedan gobernar las relaciones Internacionales. Dijo también, y lo reitera en esta película, que
la crisis actual se origina más que nada en la falta de una orientación interna del hombre actual ávido de
consumismo y poder.
“Si queréis cambiar el mundo -enfatizó- tiene que haber primero una revolución psicológica que cambie la
conciencia y la mente humana”.
Patrocinado por la Sociedad Teosófica de México se han programado varias actividades para que el público
mexicano pueda conocer este valioso documental. Por el momento los actos serán los siguientes:
- Agosto 2 Viernes: “Casa de la Cultura” en Puebla a las 7:14 P.M.
- Agosto 3 Sábado: “Logia Teosófica” Ignacio Mariscal 126, 7:30 P.M.
- Agosto 9 Viernes: “Centro Universitario” Cuernavaca.
- Agosto 10 Sábado: “Hotel Acapulco Plaza” 7:30 P.M.
- Agosto 14 Miércoles: “Sala Chopin” México, D.F. 7:30 P.M.
- Agosto 17 Sábado: “Logia Maitreya” Shakespeare 157 Col. Nueva Anzures, México, D.F. 6:00 P.M.
Las narraciones han sido traducidas al español y todos los actos serán dados gratis.

Artículo publicado por el periódico Exélsior


de México, D.F., 2 de agosto de 1985.

EDICION DE LIBROS, PELICULAS, DISCOS, AUDIO CASSETTES Y VIDEO CASSETTES DE


KRISHNAMURTI
La publicación de libros en distintos idiomas ha sido durante las últimas décadas una labor de gran
fecundidad, tanto cuando existía la Krishnamurti Writings Inc., que dirigía el Sr. Rajagopal, como al pasar a ser la
responsabilidad de las Fundaciones y la Institución Cultural Krishnamurti de Brasil fundada en 1935.
En su gran mayoría, los libros publicados, han sido relaciones de las innumerables conferencias que
Krishnamurti dio en distintas partes del mundo. Que sepamos, sólo escribió él mismo el libro “Educación y
Significado de la Vida”, los tres tomos “Comentarios Sobre el Vivir”, Cartas a las escuelas Nº. 1 y 2 y Diario 1º
y 2º; todos los demás libros, como dijimos anteriormente, fueron selecciones de sus pláticas.
Con respecto a la edición de libros en inglés, que es el idioma que corrientemente usaba Krishnamurti, un
amigo suyo hindú, el Sr. Susunaga Weeraperusa, en 1974, publicó un informe valioso en su libro titulado “A
Bibliography of The Life and Teachings of Jiddu Krishnamurti”. Dicha obra la publicó en 1974 E.J. Brill, Salden,
Holanda.
Según se hace constar en el libro en cuestión, hasta 1974, se habían editado en inglés, en varios países,
alrededor de 500 títulos, en forma de folletos y libros. Los trabajos acerca de Krishnamurti y sus enseñanzas,
escritos por varios autores, suman como 32 títulos.
El primer libro en inglés de Krishnamurti se publicó en los talleres de imprenta de la Sociedad Teosófica de
Adyar, Madrás, India, en 1913. Se trata de la primera edición del libro “A los Pies del Maestro”. En resumen, el
número de publicaciones del propio Krishnamurti en forma de artículos periodísticos, poemas y discursos, mas los
trabajos acerca de Krishnamurti, ascienden a un total de 1552 publicaciones.
Según relata el Sr. Weeraperusa en su obra, en forma de películas, se filmaron como 13 hasta 1974. Luego en
1983 se filmó “El Reto del Cambio”. Después de 1974 empezaron a grabarse en vídeo a color. También en Audio
Cassettes, hay numerosas conferencias de Krishnamurti grabadas en audio cassette, en inglés y que cualquier
persona puede adquirir todo ese material en las Fundaciones K, de Londres y la F.K. de Ojai Cal.
Con respecto al idioma español, daremos más adelante una lista de los numerosos libros publicados en
España, Argentina y México. Según podemos colegir, en el idioma español, ocupa el segundo lugar la edición de
libros y folletos de Krishnamurti.
Entendemos que el número de libros publicados en portugués ocuparía el tercer lugar, más adelante
publicaremos la lista de sus libros en portugués editados la mayoría en Brasil y muy poco en Portugal.
Después del portugués, en cuarto lugar, entendemos que le seguían el número de publicaciones en francés.
Tendremos que hacer notar que hay publicados varios libros en francés sobre Krishnamurti por autores
reconocidos, como son: Robert Linsen, Suarez, Fauré y Achard. En quinto lugar en holandés y le seguiría el
italiano, el ruso y algo en japonés. También pienso que en los distintos idiomas que hablan en India hay algunos
libros que desconocemos.
En cuanto a la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana tenemos conocimiento de que ha grabado en Vídeo
Cassettes, con títulos en español, tres videos. La F.K.H., ha adquirido su propio equipo para producir estos videos
cassettes. Esperamos que en adelante este trabajo se ampliará. Así que quienes deseen estar al corriente, sugerimos
que se dirijan a la F.K.H. Apartado 1782 Hato Rey, San Juan, Puerto Rico 00919.
Permítannos informar que los derechos de autor de este libro han sido donados por el que escribe para
cooperar en este valioso proyecto que ha emprendido la F.K.H.

Libros y folletos de Krishnamurti en Español


Editorial Maynadé. España.
A los Pies del Maestro. 1925.
El Reino de la Felicidad. 1928.
La Vida Liberada. 1929.
Revista de la Estrella. España. 1928-29.
El Sendero.
La Búsqueda.
El Amigo Inmortal.
El Canto de la Vida.
Mensaje de Krishnamurti. 1930.
Anales de Krishnamurti 1931.
Sapiencia Madrid. España: Buenos Aires, Argentina.
Krishnamurti en Italia. 1933.
Pláticas en India. Adyar. 1933.
Humanidad Eterna. India. 1933-34.
Krishnamurti en Auckland. 1934.
Krishnamurti en Ojai. 1934.
Krishnamurti en New York. 1935. Sapiencia Buenos Aires.
Krishnamurti en New York y Madrás. 1936. Buenos Aires.
Sólo el Recto Pensar. 1946. Buenos Aires.
Krishnamurti en Argentina. 1935. Buenos Aires.
Krishnamurti en Brasil. 1935. Buenos Aires.
Krishnamurti en Uruguay. 1935. Buenos Aires.
Krishnamurti en Chile. 1935. Buenos Aires.
Conferencias en México. 1936. Primera Serie. Buenos Aires.
Conferencias en México. 1936. Segunda Serie. Buenos Aires.
La Paz Fundamental. 1950. Buenos Aires.
La Paz Individual es la paz del Mundo. 1949. Buenos Aires.
EDITORIAL SER/BUENOS AIRES (1963)
La Crisis del hombre.
EDITORIAL KRISHNAMURTI/PUERTO RICO
Urge transformarnos Radicalmente. Londres; Ojai.
Vivir de Instante en Instante. Londres Ojai 1952.
Comprensión Creadora. 1954.
Silencio Creador. 1951. Ed. en Buenos Aires.
Conocimiento Uno Mismo. 1952. Buenos Aires.
Acción Espontánea. 1952. Buenos Aires.
Nueva Educación. 1952. Buenos Aires.
Sólo la Verdad Trae Libertad. 1950. Buenos Aires.
Libérese del pasado. España. Ed. Krishnamurti. Puerto Rico.
Urge un cambio psicológico. Ed. Krishnamurti. Puerto Rico.
La verdadera Revolución. Ed. Krishnamurti. Puerto Rico.
La Verdadera Revolución. Editada en España por Ed. Krishnamurti P.R.
La Libertad Total.
Temor, Placer y Dolor.
Diálogos por Krishnamurti.
Conflicto entre el hecho y la imagen.
El Arte de Ver.
La Mutación Psicológica.
Un Mundo Nuevo.
Educando al educador.
El Ser humano está en peligro.
Religión, Cooperación y Libertad.
Entrevista con K.
Urgencia Nueva Educación.
Meditaciones.
EDITORIAL ORIÓN/MÉXICO
Libérese del pasado.
Libertad Total.
Temor, Placer y Dolor.
Arte de Ver.
Educación y Significado de la Vida.
A los Pies del Maestro.
Urgencia Nueva Educación.
Respuesta al reto actual.
Una Nueva manera de vivir.
Krishnamurti ante un mundo en crisis.
Conocimiento de uno mismo.
Educando al educador.
El Ser humano está en peligro.
Religión, cooperación y libertad.
Sólo el recto pensar conduce a la paz.
Entrevista con Krishnamurti.
Vivir de instante en instante.
Más allá de la Violencia.
Los años dad despertar.
La verdadera revolución.
Principios del aprender.
Conferencias Ojai y Sarobia. 1940.
La Mutación psicológica.
Lenguaje de K por Achard.
EDITORIAL KIER S.A. BUENOS AIRES/ARGENTINA.
Comentarios sobre el vivir, Tomo I. 1962. Buenos Aires.
Comentarios sobre el vivir, Tomo II. 1962. Buenos Aires.
Comentarios sobre el vivir, Tomo III. 1966. Buenos Aires.
La crisis del hombre.
El Estadio Creativo de la mente.
La tragedia del hombre y del mundo.
Revolución de lo real.
EDITADOS POR EDITORIAL PAIDOS/BUENOS AIRES/Argentina.
El Vuelo del Aguila.
La Raíz del conflicto.
La Persecución del placer.
La Conciencia fragmentada.
Editados por Sudamericana. Buenos Aires.
La libertad primera y última.
Tradición y Revolución.
Editados por EDHASA. Barcelona, España
Más Allá de la Violencia.
Krishnamurti y la Educación.
Principios del Aprender.
Diario 1.
Diario 2.
Tradición y Revolución.
La Verdad y la Realidad.
La Libertad Primera y Última.
La Totalidad de la Vida.
Más Allá del Pensamiento.
Usted es el Mundo.
Cartas a las Escuelas. 1-2
La Madeja del Pensamiento.
Los Años de Plenitud.
La Llama de la Atención. 1985.
La mente que no Mide. 1985.
Más Allá del Tiempo (en preparación).
Folletos varios editados por Revista de la Estrella y Editorial Orión
El Pozo de Sabiduría. 1926. Mensaje de Año Nuevo. 1928.
Quién Trae la Verdad. 1927. Comprensión de la Ley. 1928.
Con qué Autoridad. 1927.
La Vida como Objetivo. 1928.
Ahora. Pláticas en Ommen. 1929.
Experiencia y Conducta. 1930.
Una Nueva Manera de Vivir. 1947-48.
Krishnamurti y el Problema Social. Sendra. Valencia.
Krishnamurti. El Hombre y sus Enseñanzas. México. 1972. R. Powell.

No se puede dar una lista completa de los folletos publicados en Latinoamérica y España por falta de más
datos, pero en su totalidad podemos calcular que son más de cincuenta los folletos publicados en español. Este
dato es aparte de los libros que se anotaron.
Además de folletos se publicaron en España, Madrid. El Boletín Internacional de la Estrella desde los años
1928 al 1933.
En Madrid se publicó además la Revista de la Estrella desde los años 1928 y 1929, 1932 y 1933.
En Buenos Aires se publicó la Revista Noticias bajo el patrocinio de la Editorial Krishnamurti de Puerto Rico
los años 1963 al 1967.
Fundación Krishnamurti Hispanoamericana. Boletín que se viene publicando desde 1970 hasta la fecha (1986)

INFORMES DE LOS DELEGADOS DE LA EDITORIAL KRISHNAMURTI Y LA FUNDACIÓN K


HISPANOAMERICANA

ARGENTINA

DR. MISCHIA COTLLAR DELEGADO DE LA E.K. EN BUENOS AIRES.


Profesor de matemáticas de la Universidad de Buenos Aires durante muchos años. Más tarde en la década de
los setenta y ochenta, ejerció en la Universidad Central de Venezuela. En la década de los sesenta visitó Saanen,
Suiza, para escuchar a Krishnamurti y en 1968 fue a Puerto Rico para escuchar las pláticas que Krishnamurti dio
en la Universidad del Estado de Río Piedras.
Personas de profunda simpatía y cultura que lo expresa en su conducta.
ING. LEO E. LOGEGARAY.
Con la amplia colaboración de su esposa dirigió la Revista “Noticias” en cuyo trabajo estuvo ocupado hasta
1965, al poco tiempo de fallecer la señora.
Fue consejero de Editorial Krishnamurti, de Puerto Rico.
Representante de la Krishnamurti Writings Inc., que dirigía el señor Rajagopal.
Bajo el cuidado del Sr. Logegaray en Buenos Aires, se publicaron los libros “La Crisis del Hombre”, “La
Revolución Fundamental”, “El Estado Creativo de la Mente”, “La Tragedia del Hombre” y los tres tomos de
“Comentarios sobre el Vivir”.
En 1967 dejó de representar en Argentina a la K.W. Inc. El Sr. Logegaray quien sin duda el mensaje de
Krishnamurti ejerció profunda influencia en su vida, es una persona muy apreciada por los amigos de K en
Argentina.

Informe del Delegado, Sr. Logegaray


El 13 de Noviembre de 1959 fue disuelta la E.K. de Bs. Así por disposición de la Krish. Writings, Inc. de
Ojai, Calif., que en su reemplazo me designó su representante en Bs. As. el 3 de Diciembre de 1959, quedando así
a mí cargo todas las tareas y funciones que atendía la E.K. En estas condiciones, durante los años 1960 y 61 se dio
a publicidad el libro de pláticas de J.K. “Sólo la verdad trae libertad”, y la 1ª serie de “Comentarios sobre el vivir”,
escrito por el propio Krishnamurti.
A esta altura de la labor, y, como recordará, por iniciativa suya y de Escobar, se pone en marcha la
publicación de la revista trimestral “Noticias”, destinada a informar a los lectores de J.K. sobre sus programas de
actividades, haciendo conocer al mismo tiempo por adelantado algunos capítulos de los libros en cuya traducción
se estaba trabajando, y también con el propósito de extender progresivamente el conocimiento de las
trascendentales enseñanzas de J.K.
Todo esto requirió una nueva e intensa labor, que quedo a mi cargo, y que atendí con la activa colaboración de
mi esposa Fedora. Al escribir sus editoriales, perseguía también el propósito didáctico de mostrar el sentido
profundo de los capítulos de J.K. publicados en la revista, o de alguna de sus frases. Como ejemplo de esto, creo
que sería conveniente transcribir en el futuro libro que Ud. proyecta, el editorial de la revista No. 8, de octubre-
noviembre-diciembre de 1963, que analiza el sentido de una simple frase de J.K. publicada en la página 9 de la
Revista Nº. 2.
Se procedió entonces progresivamente a designar representantes de la Revista en Puerto Rico, Venezuela,
México, Chile, Honduras, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Bolivia, Perú, Uruguay, Ecuador y EE.UU., así
como en distintas ciudades del interior del país.
A pesar de que en Diciembre de 1964 falleció mi esposa y gran colaboradora, la Revista sigue publicándose
hasta su Nº 25, trimestre Enero-Febrero-Marzo de 1965, fecha en que decido suspenderla, agobiado por el dolor y
por la enorme tarea.
Hasta el cese de la Revista, se realizó la traducción, publicación y difusión de los siguientes libros de J.K.:
“La crisis del hombre”, “La revolución fundamental”-, “El estado creativo de la mente” y “Comentarios sobre el
vivir, 3ª serie”, que agregados a los dos ya mencionados suman seis importantes volúmenes.
Mi labor prosiguió todavía un tiempo como Representante en Bs. Aires de la Krish. Writings, Inc. de EE.UU.,
y atendí también en ese período la traducción y publicación del libro de pláticas de J.K. que titulé: “Tragedia del
hombre y del mundo: la mente mecánica”, hasta que en 1966 se crea en Pto. Rico la Editorial Krishnamurti para
proseguir con la publicación en castellano de las pláticas de J.K., y yo a mi vez, en 1967, dejo de representar en
Bs. Aires a la K.W. Inc. de Ojai.
Queda así resumida la intensa tarea cumplida en Bs. Aires desde Enero de 1958 hasta mediados del año 1971,
en beneficio de la difusión de las maravillosas pláticas de este emisario Celestial que es Jiddu Krishnamurti.

JUAN CARLOS ASIS, DELEGADO DE LA EDITORIAL K EN ARGENTINA.


Abogado de profesión dejó ese cargo para dedicarse a la educación de los niños, junto con su esposa abrió una
Escuela primaria en La Cumbre, Córdoba, Argentina. El enfoque educativo de K, lo ha estado siguiendo con gran
admiración y tratando de llevarlo a la práctica en su ejercicio educativo.
Invitado por la Editorial Krishnamurti fue a Puerto Rico por una corta temporada.
Por varios años fue a escuchar las pláticas de K, a Saanen, Suiza y Estados Unidos.

PABLO STRATIOTIS.
Ingeniero de profesión representante de la Editorial Krishnamurti en Buenos Aires, activo difusor del mensaje
ha prestado siempre una amplia colaboración en las actividades que la E.K., realizó en Buenos Aires. El éxito que
tuvimos pasando películas y videos en la capital se debió mucho al empeño que el Sr. Stratiotis puso con otros
amigos para lograr las mejores salas, teatros de la capital. Ha colaborado ampliamente junto con su amigo el juez
don Elías Kaminetsky y otros en todos los eventos que la F.K. realizó en Buenos Aires en 1985 pasando “El Reto
del Cambio” también contribuyeron ambos en anuncios en la prensa de la capital.
El ingeniero Stratiotis visitó con nosotros al Sr. Krishnamurti, en Saanen Suiza y New York.

Informe del Delegado, Ing. Pablo Stratiotis

A continuación te envío una nueva reseña de las actividades en Buenos Aires en relación al mensaje de J.K.:
Año 1943, comencé a frecuentar el Ateneo de Buenos Aires, sito en la calle Hipólito Yrigoyen 724, donde me
relacioné con algunos amigos.
Pronto subalquilamos una habitación y en la sala de conferencias del Ateneo comenzamos a dar pláticas
relacionadas con la enseñanza de J.K.
Más adelante fundamos la Biblioteca del Conocimiento Propio. Yo fui nombrado presidente y Antonio Barrot
vicepresidente. Formaban parte de la Biblioteca Omar Casa, León Suzzel, Oscar Orayen, Modesto Escobar, los
hermanos Tassitano.
Dieron conferencias Mischia Cotllar, Armando Clavier, León Logegaray, Oscar Orayen y el suscrito, entre
otros.
En el año 1970, se dieron las películas de Krishnamurti de la National American Television, que tú trajiste. Se
pasaron en el Auditorio Kraft, microcine situado en la calle Florida. Hubo tres funciones. Se dieron también en la
Facultad de Derecho, de Filosofía y Letras y en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Tuvieron muy
buena acogida por parte del público.
Más tarde, en el mismo año, por gentileza del señor J.O. Halbrich dimos desde 1972 hasta dos años más tarde
conferencias en la Academia de Inglés “Toil y Chat” situada en la calle Suipacha al quinientos en pleno centro.
A fines de 1974 como le rescindieron el contrato de alquiler al Ateneo de Bs. Aires, tuvimos que dejar ese
lugar y seguimos dando conferencias en la Asociación Naturista de Bs. Aires ubicada en la calle Juan D. Perón (ex
Cangallo) Nº 2541. Estuvimos allí por alrededor de dos años.
En 1966, recuerdas fui nombrado delegado en la Argentina de las publicaciones Krishnamurti. Luego me
sucedió Logegaray y por último Hugo Baldi.
La delegación funcionó en Cerrito 822, 6º piso, donde se pasan varios días por semana videotapes con
conferencias y diálogos de J.K.
A partir de 1983, subalquilamos en la Asociación Naturista de Bs. Aires y todos los Sábados a las 20 horas
damos debates sobre el mensaje de J.K. y conferencias.
Por último, en abril de 1985 se dio la película “El Reto del Cambio” en tres funciones en las salas del Teatro
Municipal San Martín y en el microcine del Hogar Obrero, en otras tres funciones.
Por último, desde hace un mes el amigo Elías Kaminetsky organizó un grupo de estudio del mensaje en la
ciudad de La Plata.
Esperando noticias tuyas respecto a las conferencias de New York, 1966, con relativa urgencia te saluda con
un abrazo, tu amigo.

Pablo Stratiotis

Dr. HUGO BALDI.


Conocido financiero ítalo argentino representante actual de la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana
desde que ésta fuese fundada en 1974.
En uno de los lugares más céntricos de Buenos Aires, ha cedido parte de sus oficinas, donde se reúne buen
grupo de amigos, para ver los videos cassette de Krishnamurti todas las semanas.
Durante años ha asistido a las pláticas de K., en Ojai India, Londres y Suiza prestando generosa colaboración
para el trabajo de difusión en Buenos Aires.

SR. HECTOR TUROLLA.


Consejero representante de la Editorial Krishnamurti, desde los años 1955 fundó un grupo de amigos de
Krishnamurti y colaboró en la visita que K, hizo a Argentina. Le unió gran amistad con el Sr. José Carbone quien
hiciera posible financieramente la visita de K, a Latinoamérica.
Las actividades dentro del campo del movimiento Cooperativo de Argentina le sitúan como uno de los
pioneros de esta importante labor social.

ING. PEDRO TAVACCA.


Representante en Rosario, Argentina de la Fundación Hispanoamericana.
Ha sido durante años un animador fervoroso de la difusión del mensaje en su ciudad y viajando por varias
provincias para dar a conocer las películas de K.
Por su admiración al mensaje le ha dedicado mucho tiempo y energía en forma total afrontando sacrificios sin
número para visitar personalmente a K en Ojai y Saanen Suiza.

SR. RAFAEL BLANCA.


Córdoba Argentina.
Delegado de la F.K.H., en Córdoba, ha realizado labor de difusión.

BOLIVIA

DR. FEDERICO ALIAGA


Delegado de la Editorial Krishnamurti en la Paz, Bolivia. Doctor en Medicina graduado en Santiago de Chile,
Director de una interesante Revista Médica de la Paz.
Viajó con su esposa a Puerto Rico para escuchar las pláticas de Krishnamurti en 1968. Persona de alta moral y
muy querido en la práctica de su profesión.

SR. MARIO CARIAGA


Representante de la Editorial Krishnamurti en Bolivia, alto directivo del movimiento teosófico en su país. Ha
representado a Bolivia en varios Congresos Internacionales Teosóficos en su país.

Trabajo del Sr. Mario Cariaga

Fue en los dos primeros años en que comenzaba a leer libros espirituales, teosóficos y rosacruces, cuando
conocí los del Sr. KRISHNAMURTI, conteniendo sus conferencias, de los años 1929 al 1940, y una colección de
la revista de la Estrella, publicada en España.
Me era muy difícil comprenderlo, pero esforzándome al máximo y meditando mucho y pensando acerca de
sus frases durante dos años, logré agarrar el hilo y captar el espíritu de sus enseñanzas.
Desde luego me daba cuenta de que estaba demasiado intelectualizado, y que el avance en lo espiritual
consistía en ir de lo complicado a lo simple, a lo sutil... Entendiendo que toda su enseñanza era “Práctica” y que
había que practicarla a fondo, entregándose totalmente a su influencia, dejando de lado todo lo que la mente había
acumulado anteriormente, y aun a sí mismo, haciéndose a un lado, dejando aparte la personalidad.
Despreocupándose de toda otra cosa, y restándole importancia y desapegándose psicológicamente, aún del
trabajo de oficina, y de todo lo que motivaba y ocupaba la mente aferrándola a cosas concretas, materiales.
Leyendo diariamente en todo momento libre, con atención y mente concentrada intensamente, párrafos o
conceptos y frases de sus libros. Y luego tratando de realizarlos y de vivirlos, de adaptar la conducta y el pensar a
sus enseñanzas en todo. Acomodando toda actitud y visión del mundo, al través de sus enseñanzas iluminadoras.
Esta empeñosa dedicación de semanas y meses fueron abriendo mi entendimiento e iluminando mi espíritu
gradualmente. El esfuerzo empeñoso fue creciendo en intensidad y mi actitud se fue haciendo cada vez más
radical. Hasta envolver mi vida consistiendo en una verdadera CONVERSIÓN a la vida espiritual. Aclarándose la
“visión” del mundo y de las cosas y sobre todo de los seres, alcanzando una verdadera REALIZACIÓN y una
gradual percepción, hasta sentir la Vida Universal. Aún levemente, pero perceptiblemente tanto como para advertir
un cambio radical, en la manera de ver la vida.
En forma diferente de lo normal, de lo corriente, de lo que hasta entonces había conocido. Cambiando todo mi
ser y manera de obrar, trayendo una nueva perspectiva de la vida y ampliando mi horizonte espiritual y aún mental,
hasta para los acontecimientos cotidianos.
Siempre que pensara, considerara, una cosa, un problema ya fuera material o espiritual, lo veía en todos sus
aspectos a un tiempo, sintetizaba claramente y me adentraba en el fondo, en la misma esencia del asunto. Si era
una persona, el motivo de mi atención sentía su conciencia primero y me identificaba notoriamente con ella. Era un
verdadero despertar para mí, una iluminación, espontánea, real aunque gradual y naturalmente limitada a mis
alcances y comprensión de ese entonces. Comencé a interesarme y percibir la Vida que anima las diversas
expresiones de ella o sus formas, fueran humanas o plantas o paisajes en los que resaltaba o parecía más brillante
su belleza; el mundo aparecía lleno de Luz, de riqueza natural inspiradora, belleza y mayor encanto, como en los
momentos más felices y todo a mi alrededor se iluminaba y cubría de interés.
Por mi parte me sentía vivir más intensamente, estaba eufórico y lleno de una nueva vitalidad.
Sintiéndome, a pesar de mis 30 años de edad, mucho más maduro aparentemente.
Hubo gradaciones, alternativas, cambios variados, ascensos y bajadas a través de los meses, pero en el
trasfondo se mantenía un campo iluminado que daba un nuevo sabor a mi vida. Que por otra parte se hacía más
llevadera, más fácil, más rica e intensa, aún en lo material. Sintiéndome al mismo tiempo más alejado y
desapegado de todas las cosas, las personas y los asuntos de común interés y opinión generalmente aceptada.
Viviendo una vida más abstracta, amplia, sobrepasando los detalles y miras personales, antipatías y simpatías etc.
en que se enreda la mayoría de la gente, impacientándome generalmente su poca visión y miopía.
Sentía que me apartaba de los detalles, de las formas cristalizadas y demasiado densas que absorben el
entendimiento y la sensibilidad.
Era elevarse en lo abstracto y ver el mundo desde un avión. Por otra parte la práctica de la moral se hizo más
fácil, simple y clara, perdiendo simplemente todo valor los vicios corrientes, pasiones, emociones y rivalidades,
como algo vacío e innecesario y tonto. Así como la vida placentera, comodidad, sensualismo y apego a todo lo que
halaga los sentidos. Era un alejamiento más bien mental, frío, que lo sumía a uno en la indiferencia por todo lo
común y vulgar.
Al hacerlo sentía el cambio de una persona que se refina, se cultiva y se culturaliza, que se siente más ágil
mental y emocionalmente, que va desechando la suciedad, se limpia con el baño y luego repele toda suciedad y
todo lo grosero, y denso.
Creo que cuando uno se pule y se afina sinceramente en lo interno, en lo profundo y se hace más espiritual la
vida moral surge espontáneamente, y que lo difícil para el asceta consiste en la lucha, artificial en el contraste e
importancia que da al mal, a los defectos al mundo sensual y a los vicios, lucha y repulsión que les da mayor
importancia, existencia, consistencia y fuerza y que al contrario desaparecerían si se les quitara todo valor e
importancia, e interés. Es algo que insinúa Krishnamurti, en la lucha de los opuestos.
El juego del tenis, el rebote de la pelota, etc. Lo mismo para en la lucha con el medio ambiente y con los
demás, en la rivalidad, la competencia etc.
Tal vez basta en ir considerando todo eso con mayor indiferencia creciente, deliberadamente, en forma
intelectual o mental.
Seguramente el camino más directo para salir del fango es “elevarse de nivel”. Elevándose fácilmente así, de
toda la maraña corriente, y de los opuestos del bien y del mal, de las virtudes y los vicios, de lo atractivo y lo
repulsivo etc.
¡La Libertad Espiritual! Ser libre, sentirse libre dentro de sí mismo, y de sí mismo. Ser auténtico, espontáneo
sincero consigo mismo, libre de pasiones, que aten, emociones violentas que lo sacudan y confundan. Comprendía
que es indispensable al mismo tiempo llevar la Moralidad más elevada, sutil y desprendida, tal como la sugiere su
enseñanza en sus conferencias, límpida, sin hipocresías y autoengaños y disculpas consigo mismo, afrontándose
con valor, sinceridad, claridad como se juzga o entiende a otra persona; impersonalmente.
La enseñanza de Krishnamurti debe ser creo, como una lámpara, un Sol, que ilumina y aclara llenando de luz,
todo el mundo, la visión, el vivir, los conocimientos y lo que nos rodea. Inspirándonos, iluminándonos,
manteniéndonos alerta, despiertos, abiertos a toda iniciativa e inteligencia y sentir, sin dejarnos atrapar por el
mundo o por nosotros mismos.
Es verdad que hay organizaciones, que han aprisionado, cristalizado en tal forma la mente del individuo, que
despiertan un rechazo fuerte; pero a mi entender son sus componentes, que las han tomado en esa forma, que la
rigidez, cristalización, miopía, estaba principalmente en ellos mismos, en su conformación, sea mental o
sentimental. Que han revertido las limitaciones de lo externo y físico a su interior, reflejando principalmente los
aspectos o actitudes materiales, antes que lo espiritual de ellas. Como dijo el evangelio “La letra (muerta) mata, el
Espíritu vivifica”.
En todo caso sus enseñanzas me llevaron realmente a la REALIZACIÓN, a percibir la Vida Universal y su
expresión nítida a través de todas las cosas y los seres, a trascender el Velo pasando de lo material de la ilusión al
otro lado. Es difícil describir todo esto, mejor lo han hecho los místicos y los poetas, y seguro que lo percibieron
con mayor profundidad. Pero creo que lo importante para uno, es alcanzarlo totalmente, en alguna medida. Lo que
Él enseña y espera de nosotros. Que Él conoce y en toda su profundidad en una altura elevada, inconcebible para
nosotros de comprender, en toda su Universalidad. Si uno no se zambulle en lo profundo del mar, al menos puede
nadar en sus orillas; y ya han experimentado el mar.
Escribo imperfectamente, pero en el deseo de que sea útil a algunos, que siguen sus enseñanzas, o al menos de
estimularos. Y qué decir de haberlo conocido y escuchado en la India. Fue un privilegio en mi vida, su Presencia,
su influencia, es algo inolvidable y deja un cambio radical, en uno, un nuevo sabor a la vida. Es difícil expresarlo
en pocas frases.
II.- Es indudable que Krishnamurti es el INSTRUCTOR MUNDIAL de esta época. Para ella y la futura.
Creo que su Mensaje, su Enseñanza, pone el toque final al desarrollo intelectual y cultural de este tiempo, y
época. Constituye la Cresta de la Ola.
La cúspide de la Inteligencia, sutil del pensar actual de la opinión pública; comprendiendo la filosofía,
literatura, cultural y aún las religiones en su forma actual, necesitaban un nuevo impulso, una ventana abierta al
futuro, para progresar y no estancarse. Y eso nos trae Krishnamurti, abriendo paso hacia un Nuevo Horizonte.
Atacando las excesivas organizaciones, o mejor dicho el excesivo AFAN de organizarlo y sistematizarlo todo,
afán que encierra en una frondosa maraña la Mente y aún la vida actual del ser humano, ahogando la libertad,
espiritual o la inteligencia.
El espíritu de organización útil en el plano material, físico, en la civilización material, el hombre lo ha llevado
a su interior, lo vive, lo siente; llena su mente de organizaciones y se atrapa en ellas, se confunde y se pierde. Se
hace ARTIFICIAL, artificioso, estructurado, cristalizado y pierde la espontaneidad con la naturalidad y comunión
con la Naturaleza aún con la familia, semejantes y hasta con la cultura. Quiere vivir organizado aún internamente,
psicológica y también en sus creencias, religión, medio ambiente y se enjaula artificialmente.
De todo esto trata de liberarlo Krishnamurti, proclamando la inteligencia LIBRE, pura, incontaminada; libre
de patrones, limitaciones, prejuicios, ataduras mentales o de pasiones, v aún religiosas. Han dicho, que esto no es
nuevo, está en el Hinduismo, en los Yogas, etc. Patanjali sintetiza en algunos aforismos primeros, la modificación
de la mente. Dice: “Yoga es impedir que la mente adopte diversas formas”. O sea que se disperse, que divague,
que la arrastre la fantasía, sin control etc. Y sólo refleje la Verdad, la Realidad. Para expresarlo en alguna forma.
Pero... Krishnamurti habla a nivel UNIVERSAL, colectivo, masivo, a la Humanidad Actual globalmente. Y
en un lenguaje claro y común, que todos lo pueden entender y dando enseñanzas prácticas, que no requieren, el
método, técnica y aislamiento de los yoguis.
En un esfuerzo universal de elevar la mente colectiva a un nuevo NIVEL, más alto y amplio, constituyendo en
una etapa del mundo, en transición, el puente que llevará a un nuevo vivir, a encarar una nueva Civilización. Una
vida inteligente, de cooperación, amor fraternal. Repetimos que su enseñanza es Global, universal, considerando a
la humanidad toda, sin separarla, sin crear una nueva institución, creencia, tendencia, o lo que sea. Sin que esta
concepción excluya a otros instructores grandes, religiosos, o pequeños que abarquen campos menores. Iluminando
con su Luz elevada a todos.
En el fondo la Humanidad es UNA. Es creo adecuado al cambio actual, de la era atómica, y precursor del
nuevo milenio. Del futuro.
Según Oswald Spengler, en su libro “La Decadencia de Occidente”, que analiza varias civilizaciones, cada
una nace, madura, baja y cae; y ésta estaría a su final, cual Roma, al tiempo de comenzar la era Cristiana.
Coinciden con él, los sociólogos, y Ortega y Gaset, el médico Gregorio Marañon y otros y... también los
Astrólogos, al hablar del cambio actual de la era Zodiacal de Piscis, y el cambio, al entrar a la Era de ACUARIO.
Estamos pues en un momento de crisis de Transición.
Es ahí, donde tiene su lugar la enseñanza de Krishna, dando los más elevados toques, a un mundo ya
unificado en lo material, por la aviación, televisión, radio, tecnología, etc. que también debe unificarse, en lo
interno, en lo espiritual y en la comprensión y cooperación al menos, si no alcanza o se acerca a la Fraternidad.
Viene a desbrozar, la mente, la opinión pública, la confusión y estancamiento de las religiones en su presentación
actual, y limpiar la mente para que esté libre a recibir una nueva Vida.
Se dijo que sería el Mensajero del Cristo para la época actual. Pero a mí me parece que más bien o
principalmente sigue la línea del Sr. Buda. La VERDAD es el tema Primero que se repite y trasluce a través de
toda su enseñanza a lo largo de los años. O digamos mejor, la Búsqueda de la Verdad, la realización de la Verdad.
Y la Verdad predomina, en el mensaje de Buda; la Confianza en Sí Mismo el huir de las imitaciones, y autoridades
extrañas e imposición ajena. El Buda dijo: “Sed una lámpara para vosotros mismos. Buscad la Libertad en la
Verdad y no pidáis auxilio a nadie sino a vosotros mismos”.
Y muchas otras frases semejantes en sus pláticas. Además hay un capítulo entero sobre la “Ilusión del yo” en
lo que también incide reiteradamente Krishnamurti. El Buda enseñó “El Sendero del Medio” fundamentalmente y
Krishnamurti habla reiteradamente de librarse de “Los Opuestos” no ir de uno al otro, de un polo al otro. Al Buda
se le llama el “Buda de la Verdad”. En cambio al Cristo, del Amor y perdón. Si bien también el Buda reitera el
Amor, pero más caracteriza ese matiz indicado. Krishnamurti raras veces habla del amor; en cambio repite la
Verdad, o en todo caso predomina más en sus libros.
Los que esperaban al Cristo, buscaban que Krishnamurti usará sus frases, sus modos concretos, como se los
dio en Galilea. Pero no se dijo, “Que el Espíritu vivifica y la letra mata” ¿Podría estar influenciado también por el
Cristo, en sentido abstracto, indirecto o directo más intensamente que los que se llaman cristianos?
No hay en esos niveles, en esas alturas sutiles que trascienden nuestras abstracciones, diferencias tan
concretas, como en este plano material, de formas fijas.
Y al acercarse a la Unidad, la conciencia de esos Elevados Seres, coincide mucho, sino se confunde en su
manera de ver al mundo. ¿Quién sabe?
Ignoramos la clase de relación que puede haber en los planos elevados espirituales, entre los ¡Grandes Seres!
De su enseñanza en general, de su “Diario” parece entenderse que son las oleadas que como corrientes de viento,
ráfagas de espiritualidad, le vienen y lo envuelven trayéndole inspiración, o más bien iluminando o dando brillo a
su inteligencia y su expresión.
Por mi parte estoy convencido de que la enseñanza es de Krishnamurti, propia de Él, que no es un mensajero
o transmisor permanente de otro ser más elevado sea quien fuere; así parece ser, continuamente se adapta a su
auditorio y su enseñanza a través de los años sigue un curso y evolución propio.
A lo sumo se podría tal vez, si se quiere pensar, que al comienzo se le dio la pauta o el impulso de lo que
debía transmitir al mundo en su labor, pero todo lo hizo sólo él luego.

La Paz, Bolivia, Diciembre 26 de 1985.

BRASIL
En 1929 al llegar al Brasil establecí contacto con el amigo Aleixo de Sousa Alves. Como le conocí en 1927 en
el Campamento de Ommen, don Aleixo, se constituyó en nuestro cicerone para establecer relación con los amigos
de Krishnamurti en Río de Janeiro.
El múltiple trabajo realizado en Brasil, desde la creación de la Orden de la Estrella, el mensaje de
Krishnamurti, entró al país, a través de los miembros de la Sociedad Teosófica.
Poco podemos agregar al extenso historial de la obra que se realizó en Brasil. El Secretario actual de la
Institución Cultural Krishnamurti, el culto escritor Carlos de Souza Neves, nos ha enviado, a nuestra solicitud, una
numerosa y admirable relación que abarca todas las épocas de la amplia labor realizada.
Daremos paso pues a la publicación de dicho historial de inmediato. Pero queremos dejar constancia que a
pesar de la diferencia de nuestros idiomas (el portugués y el castellano), podemos asegurar que la comunicación
afectiva que establecimos con los amigos del Brasil, y en especial, con el Ingeniero Milcíades Pereira da Silva, y
su esposa, fue extraordinaria. El matrimonio Pereira nos fue grato tenerlo de huésped en Puerto Rico en 1968
cuando nos visitó Krishnamurti; también participó extensamente en los diálogos y reuniones que teníamos los
hispanos en Saanen, Suiza.
Dicho lo anterior, pasaremos a publicar el historial del Brasil escrito por nuestro estimado amigo Sr. Carlos de
Souza Neves.

HISTORIA DEL MENSAJE DE KRISHNAMURTI EN BRASIL

El mensaje de Krishnamurti en el mundo se inició con la fundación de la Orden de la Estrella de Oriente en


Benares, India. Ocurrió el acontecimiento el 11 de enero de 1911, por lo que cumplió en esa fecha de 1986 su
jubileo de diamantes (75 años).
Brasil, con la significación que tiene en la América del Sur, un gran territorio y una población de más de 130
millones de habitantes, cerca de 4.200 municipios, eclecticismo religioso, fraternidad racial, progreso cultural,
social y tecnológico (8va. economía del mundo), no obstante sus dificultades, procuró responder en su dimensión a
las ideas renovadoras de Krishnamurti.
Como en los demás países, las actividades relacionadas al Gran Instructor comprendieron dos fases distintas:
una la Orden de la Estrella de Oriente que fue terminada en 1929. Aunque se prolongó por algún tiempo en el
Brasil hasta 1935. La Institución Cultural Krishnamurti que fue creada en ese último año y que se extiende hasta el
presente tiempo.
Se puede afirmar que antes de que existieran las organizaciones mencionadas, la venida de un Instructor fue
anunciada por los líderes teosóficos en numerosas fuentes anteriores a 1911, como en “El Mundo de Mañana” y
“Conferencias Teosóficas” de Annie Besant y en “La Vida Interna” de C.W. Leadbeater.
Sobre el epígrafe “Madama Blavatsky y el Regreso de un gran Instructor”, “El Teósofo” de febrero de 1917
reproduce la conferencia realizada en París, por el entonces Cap. de Fragata, E. Duboo, Secretario-Tesorero de la
“Orden de la Estrellas” de Francia, con fecha 18 de abril de 1916. (pág. 9)

Primera fase de 1911 a 1935

La revista “El Teósofo” del Brasil, en su número de julio de 1911, bajo el título: “La Orden de la Estrella de
Oriente”, transcribe la comunicación de Annie Besant sobre la creación de la referida Orden. En dicha
comunicación, queda esclarecido que la Orden, creada en el lugar y en fecha aludida, tenía por finalidad congregar
personas que creyesen en la próxima venida de un Gran Instructor espiritual que venía a ayudar a la humanidad.
Incluía el texto una declaración de seis temas con los cuales deberían estar de acuerdo para ingresar en la
Orden. Estos se referían a la preparación individual, dedicación del tiempo disponible para tal misión, esfuerzos
para despertar la devoción, la perseverancia y la dulzura.
Formaron la dirección de dicha Orden, las siguientes personas: Annie Besant, Protectora; J. Krishnamurti
(Alcione), Jefe; G.S. Arundale, Secretario Particular; E.A. Wodehouse, Secretario General. Representantes
Nacionales: India, P.K. Telang; Inglaterra, Emily Lutyens; Francia, Lucye Bayer; Italia, W.H. Krilis; Suiza, M.Y.
Brandt. Con el tiempo, las representaciones se extendieron a otros numerosos países.
Desde la creación de la Orden, comenzaron las membresías de las personas. No había entonces en el Brasil,
Sección Nacional de la Sociedad Teosófica. La Logia Perseverancia, pionero en Río de Janeiro, tomó la iniciativa
de fundar y editar “El Teósofo”, por fuerza de las circunstancias, fue llevada a asumir actividades de carácter
nacional.
Se volvió figura destacada en estos menesteres el entonces Mayor Raymundo Pinto Seidl (posteriormente
General). Los trabajos de la Teosofía y de la Orden fueron centralizados en su residencia en la calle General Bruce
112 del Barrio de San Cristóbal.
Tal vez por eso, “El Teósofo” del 7 de abril de 1914, bajo el título “Orden de la Estrella de Oriente”, informa
que el entonces Mayor Raymundo Pinto Seidl, fue invitado el 13 de septiembre de 1913 para representar a Brasil.
Esto partió de la iniciativa del propio Jefe, J. Krishnamurti, en carta firmada por el Secretario General, y fue
confirmado por carta el 6 de marzo de 1914.
Las Logias Teosóficas existentes y los miembros de la S.T. regados en muchos puntos del territorio nacional
constituyeron así el ambiente en que se inició y progresó el trabajo de la Orden en Brasil. En Río de Janeiro, las
reuniones se realizaban el día 11 de cada mes, en un local de la Calle de Oviedo No. 14, se iniciaron en septiembre
de 1914 con la convocatoria de los hermanos, O. Kpotke y el Capitán Perminio Carreiro Leao.
En la revista “El Teósofo” de enero de 1919, se transcribieron los Estatutos de la Sección Brasileña.
Funcionaban los grupos con un mínimo de seis (6) y un máximo de nueve (9) personas pudiendo haber varios
de ellos en una localidad. Los miembros debían cultivar perfecta unidad y armonía. Las reuniones eran semanales
con una duración de veinte (20) minutos. Comenzaban elevando el pensamiento a los grandes Maestros o con la
lectura de una sección del libro de meditaciones o de su propia Declaración de Principios, o bien por una
invocación del señor Maytreya.
Seguidamente se procedía a una concentración sobre la Venida del Gran Instructor. Las personas, silenciosas
y tranquilas, procuraban transformarse en un canal de las fuerzas espirituales. Debían emitir pensamientos y
sentimientos de amor y devoción al Supremo Instructor, y después de lealtad, amor y apoyo a los dirigentes de la
Orden. Terminaban por concentrar el pensamiento sobre virtudes como la devoción, perseverancia, dulzura y otras.
El periódico Brasileño “Boa Nova”, editado en Santos, San Paulo, de noviembre de 1916, reprodujo una
traducción Brasileña de las instrucciones sobre el método de trabajo en los Centros de la Orden que constaban en
“El Heraldo de la Estrella”. La preparación individual consistía también en seguir las enseñanzas del librito “A los
Pies del Maestro” de J. Krishnamurti. Se referirían al Secretario Organizador (Estatal) y Secretario local.
Los grupos deberían mantener reuniones íntimas de los miembros; de estudio y discusión pública; de
conferencias con la entrada libre. Las primeras deberían concentrarse en libros como “A los Pies del Maestro”,
citado, “El Recinto Externo” o “El Camino del Discipulado”, de Annie Besant. Las demás reuniones sobre los
temas relacionados o apropiados se continuaban.
Una relación de los representantes nacionales del Brasil, fue presentada en ocasión del aniversario de la Orden
bajo el epígrafe “Una Gran Fecha Universal”, en “El Teósofo” de enero de 1918, después de hablar del 11 de
enero, presentaba otros datos.
Entre ellos la noticia de que la Orden en aquella época tenía Representantes Nacionales en treinta y seis (36)
países. El número de miembros antes de la guerra de 1914-18, en todo el mundo era ya de 20.000. La Sección
Brasileña contaba con novecientos sesenta y tres (963) miembros, incluyendo veintiún (21) residentes en Portugal
y las Colonias.
En Brasil, la mayor concentración de miembros de la Orden se encontraba en los Estados de Amazonas de
Bahía, San Paulo y Río Grande del Sur, en virtud de los grandes esfuerzos de los respectivos Secretarios: Claudio
de Rego Monteiro, Benedito Ribeiro y Paulino Diamico.
En 1919 los miembros de la Sección Brasileña ascendieron a 1.054, incluyendo (22) residentes en Portugal y
las Colonias. Este dato fue publicado en “El Teósofo” de enero de 1919, según los estatutos de la Orden,
publicados en el Diario Oficial del 20 de diciembre de 1918.
Según los informes de otras fuentes, la obra “A los Pies del Maestro” constituía uno de los dos “vademécum”
de todo miembro de la Orden. El otro era el pequeño libro “Despertad Hijos de la Luz”.
“El Teósofo” de septiembre de 1921 informa acerca del Congreso de la Orden de la Estrella de Oriente
realizado en junio del mismo año en París, publicando un discurso de J. Krishnamurti dado en tal oportunidad y
transcrito del órgano oficial “El Heraldo de la Estrella” (The Herald Of the Star). Es digno de transcribir sus
palabras aquí, “Somos como niños que se divierten con juguetes que toman como cosas reales, y cuando nos
damos cuenta de su ilusión, sufrimos por tenerlos que abandonar, nos rebelamos y lloramos por nuestros juguetes
irreales y al mismo tiempo nos resentimos contra aquello que vienen a perturbarnos en nuestra ilusión para disipar
nuestra ignorancia”.
Bajo el título, “Impresiones de un día del Congreso de Ommen”, por Aleixo Alves de Souza, “El Teósofo” de
noviembre de 1926 publicó un amplio reportaje acerca de las actividades realizadas en este campamento, con fotos
y otros datos.
El último informe de la Orden fue presentado por el General Raymundo Pinto Seidl, Representante, en enero
de 1927, según “El Teósofo” de esa misma fecha. El mismo hace referencia a 2.345 miembros en el Brasil. Dice
que por iniciativa de los hermanos Lourenco de Mattos Borges y Alberto Muller Barbosa, auxiliados por los
hermanos Rodríguez Quintana, surgió en Río de Janeiro la revista “El Mensajero de la Estrella”, anteriormente
fundada por Josebento Angelo de Belo Horizonte.
En marzo de 1927 fue publicado en “El Teósofo” un artículo de Annie Besant que trata de Jesús de Nazaret y
J. Krishnamurti, relacionándolos a ambos. El mismo fue extraído del nuevo órgano de la Orden de la Estrella de
Oriente, “The Ojai”.
La nueva revista “El Mensajero de la Estrella” publicó su primer número en marzo de 1926 y el último en
diciembre de 1927. Algunos números reproducen informes internacionales de la Orden. En el de junio de 1926
encontramos las instrucciones recibidas para el funcionamiento del Grupo Internacional de Autopreparación, con
aclaraciones del Representante Nacional, General Raymundo Pinto Seidl.
Como continuidad de “El Mensajero de la Estrella”, se imprimió “La Estrella”, se publicaban no sólo
conferencias de Krishnamurti, sino de otros autores de la Orden o de la Sociedad Teosófica, también de
movimientos paralelos y el noticiero de la Orden. Luego de la disolución de la institución, se limitaron a las
conferencias de Krishnamurti y sus actividades. Muchas pláticas (Charlas) y otros escritos en prosa o verso fueron
también publicados en libros o panfletos desde 1924. A partir de 1933 las conferencias pasaron a integrar libros,
salvo algunos folletos de conferencias aisladas.
Bajo el título “Disolución de la Orden de la Estrella” se publicó en el “Boletín Internacional de la Estrella” de
septiembre de 1929, artículos por D. Rajagopal resumiendo las razones, medidas y resultados de la disolución. El
asunto se continuó en los números de Octubre y Noviembre. El número de “La Estrella” de Agosto-Septiembre de
1929, contenía los textos de J. Krishnamurti y D. Rajagopal.
Los motivos alegados para la disolución fueron: remover barreras y privilegios: evitar la cristalización,
fosilización e impedir que con el tiempo fuera a surgir un nuevo culto; también acabar con las creencias y
autoridades. Eliminados estos excesos formalísticos, solamente el espíritu y la convicción persistirían.
La sede de Eerde, Ommen, Holanda, continuó como centro internacional de reuniones. La de Ojai, California
(The Ojai Camp Corporation) se fijó como el centro para las actividades de América. El Centro de Madrás, India,
continuó como el centro de los campamentos de ese país. Las actividades en Australia estaban centralizadas en
Sidney (The Amphitheatre Trust).
Quedó la responsabilidad de los libros, panfletos y artículos en manos de “The Star Publishing Trust”, con
sede en Eerde, Ommen, Holanda, manteniéndose allí el “International Star Bulletin”. El “Ojai Camp Corporation”
(EEUU), el “Rishi Valley Trust” (Madras, India) y el “Amphitheatre Trust” (Australia) quedaron como oficinas y
agencias de “The Star Publishing Trust”. Varias revistas cesaron de existir en todo el mundo, a partir de enero de
1930.
Posteriormente fue creado el Campamento de Saanen en Suiza, como lugar de reuniones y conferencias (hoy
desactivado), Brockwood Park School en un suburbio de Londres, destinado para la enseñanza, conferencias y
otras actividades.
En otros países existen instituciones o comisiones dedicadas a los trabajos de J. Krishnamurti que en algunos
casos tienen locales para sus actividades.
Actualmente, desde la extinción de la “Krishnamurti Writings Inc.”, y a partir del final de la década de los 60,
la responsabilidad se quedó dividida de la siguiente manera: Krishnamurti Foundation Trust Ltd., Inglaterra;
Krishnamurti Foundation Of America (California, EE.UU.); Krishnamurti Foundation of India, “Vasanta Vihar”
(Madrás), y la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana (Puerto Rico), esto es en relación a lo ya escrito y la
publicación de libros principalmente
Durante el periodo denominado primera tase el Representante en el Brasil de “La Orden de la Estrella de
Oriente” era responsable de la agencia de “The Star Publishing Trust”.

Segunda fase - de 1935 hasta el presente

En ocasión de la visita de J. Krishnamurti al Brasil en 1935, fue creada la Institución Cultural Krishnamurti.
Estuvieron presentes en la reunión preparatoria llevada a cabo el 10 de junio de 1935: Alcyone, D. Rajagopal y los
Srs. Ing. Milcíades Pereira da Silva, Sra. Nada Glover, Mayor Calo Lustosa Lemos, Sr. Arthur Riedel, Mayor
Hermes de Mello Portella, Dr. Lourenco de Mattos Borges y Rev. Aleixo Alves de Souza.
En esa reunión fueron establecidas las normas generales de la Institución y de sus Estatutos. La misma, fue
acreditada como agencia de “The Star Publishing Trust” para la edición de los libros, panfletos y articulas en
Portugués función que había sido ejercida por el Representante de la Orden de la Estrella de Oriente, en esa época
el Sr. Aleixo Alves de Souza.
Este último permaneció como traductor principal del inglés al Portugués, como revisadores el Sr. Lourenco de
Mattos Borges, y las Sras. Nada Glover y Sylvia Darlot Braga; y como revisor del vernáculo (Portugués) el Tte.
Cel. Caio Lustosa Lemos y el Sr. Arthur Riedel. Más tarde ocurrieron sustituciones; funcionaron como traductores
los Sres. Alcides Conde Galvao y Hugo Velloso -quien es el que más traducciones ha realizado durante cerca de 35
años.
La Institución recibió poderes para crear agencias en los Estados y localidades donde fuese aconsejable, por
medio de contrato -como ya antes ocurría con la Representación de la Orden de la Estrella de Oriente. El Rev.
Aleixo Alves de Souza continuó como encargado de la correspondencia con “The Star Publishing Trust”. Con el
propósito de que se publicaran se enviaron a los periódicos los libros, revistas y panfletos.
La Institución Cultural Krishnamurti fue fundada oficialmente en la asamblea General del 12 de junio de
1935. Las personas antes referidas comparecieron allí, además el Dr. Deocleciano dos Santos. La directiva fue
establecida de la siguiente manera:

Presidente (Permanente) D. Rajagopal


1er. Vice-Presidente Tnte. Cel. Caio Lustosa Lemos
2do. Vice-Presidente Ing. Milcíades Pereira da Silva
Secretario Sr. Aleixo Alves de Souza
Tesorero Mayor Hermes de Mello Portella

Como principio fue establecido que cada director gozara de independencia en sus propias funciones. El trabajo
debería ser hecho en armonía. No habrá Jefes; todos serían iguales en sus funciones. Al final de la reunión, el Sr.
Krishnamurti hizo la siguiente declaración que consta en el acta respectiva:
“Vamos a hacer una experiencia determinada. No queremos autoridades de ningún tipo dentro de la
Institución. Si cada uno realmente da su opinión será oído, no en su calidad de Presidente, Vicepresidente o
Tesorero sino que será oído y considerado por los simples méritos de sus ideas.
De ese modo, tendremos algo vital, de lo contrario, si un hombre domina a los otros no habrá más esa
vitalidad. Otra cosa, por amor de Dios, como se les considera personas importantes en el Brasil, habréis de ser
observados y si entre vosotros hay discusiones y querellas y vais en busca de tener autoridad, entonces todo se irá
por tierra. Eso es todo”.
La Institución Cultural Krishnamurti quedó constituida de socios efectivos, su número fijo en once (11), y
socios contribuyentes, un número indeterminado. Los socios efectivos, hasta hoy en día, forman el Consejo
Directivo, y de ellos son escogidos los oficiales a cargo de la dirección. Además de eso, la Institución tenía los
colaboradores necesarios.
Con el tiempo, varios directores y socios efectivos por motivos de impedimento o fuerzas mayores, solicitaron
ser relevados, siendo sustituidos por los siguientes, que turnaron en diferentes cargos:
Manuel Coutinho, Fileta Presgrave do Amal, Ophelia Guimaraes, Antonio A. Montenegro, Joao Ferreira
Braga, Alcides Conde Galvao, Henrique Koenow, Carlos de Souza Duarte, José Maria Goncalves, Gabriel Hermes
Filho, Mery Freire Junior, Antonio Torres, Olga de Castro Neves, Nelson Vivian, Myres Lurenco Lagiotto, Carlos
de Souza Neves.
Las actas de 1936 se refieren a agentes de la Institución Cultural Krishnamurti en San Paulo, Minas Gerais,
Mato Grosso, Golas, Parana, Santa Catarina, Río Grande do Sul. La “Carta de Noticias” enviada a los socios y
asignados, surgió en 1936, a partir de entonces se publica sin interrupción, hasta el presente con tirada de unos
1200 ejemplares quincenales.
Desde su comienzo, la “Carta de Noticias” ha sido enviada también a cierto número de entidades culturales en
todo el país. Esta contiene información sobre las actividades del Sr. Krishnamurti, sus ideas y obras; reproducción
de textos de obras, que no han sido publicadas, artículos y noticias de otros asuntos pertinentes.
En 1970 fueron reorganizados los Estatutos del Instituto -por un abogado. El Sr. Rajagopal dejó de ser
Presidente permanente, asumiendo el cargo el General Hermes de Mello Portella, como vicepresidente el Sr.
Manuel Coutinho, como Secretario el Sr. Mery Freire Junior y como tesorero el Sr. Nelson Vivían.
La Institución Cultural Krishnamurti mantuvo estos objetivos:
a) Preservar, perpetuar y mantener sin alteración las obras e ideas y preceptos de Jiddu Krishnamurti;
b) Despertar el interés inteligente para las enseñanzas, con los medios a su alcance y con sus posibilidades.
Gran número de libros de psicoanálisis, de filosofía, educación, teología, sociología, etc., hasta periódicos
especializados en otras arcas se refieren a los conceptos de Krishnamurti o incluyen una bibliografía del pensador.
Han surgido centros de estudios de Krishnamurti en varios locales e instituciones del país y un número grande
de brasileños han acudido a los centros Krishnamurtianos internacionales, solos o en grupos a escuchar sus
pláticas.
Los beneficios del mensaje de Krishnamurti son incalculables.
Hay tanta sabiduría e iluminación espiritual, proporcionados a millones de personas, no solo en Brasil, sino en
el mundo entero.
Con relación al hombre y la urgente necesidad de cambiar, de un rompimiento con la actual estructura
psicológica de la sociedad que está contaminada. Las características del hombre nuevo, civilizado del futuro que
todos deben desde ya poner en práctica.
Como diría Annie Besant, “nos estamos preparando para la venida del Instructor del Mundo. Mantened
abierta vuestra mente, él puede contradecir todo lo que pensáis y decirlo en una forma diferente”. Krishnamurti se
constituyó en un Instructor de nuevo estilo, sin ser guía de nadie ni querer seguidores.
Cada uno de nosotros debe observar, discernir, despertar la intuición inmensurable de Dios que existe en su
interior, ser la Luz de sí mismo, caminar con sus propios pies. Ser responsable liberándose de las niñerías hasta
hoy practicadas.

Carlos de Souza Neves


Río de Janeiro, 27 de enero 1985

Libros de Krishnamurti en portugués


A Rede do Pensamento
Perguntas e Respostas
Diário de Krishnamurti
a Busca (versos)
A Cancao da Vida (versos)
O Começo do Aprendizado
Ensinar e Aprender
A Esencia da Maturidade
A Libertaçao dos Condicionamentos
A Mente sem Medo
Novos Roteiros em Educacao
Palestras como Estudantes Americanos
Os Anos do Despertar
O Homem Livre
Onde Está a Bem-Aventurança
A Mutaçao Interior
O Vôo da Aguja
Como Viver Neste Mundo
O Descobrimento do Amor
Fora da Violencia
O Novo Ente Humano
A Questao do Impossível
O Passo Decisivo
A Luz que Nao se Apaga
A Suprema Realizaçao
Viagem por um Mar Desconhecido
A Outra Margem do Carninho
A importancia da Transformaçao
Liberten do Passado
Encontro com o Eterno
O Misterio da Compreensao
Uma Nova Maneira de Viver
A Primeira e última Libertade
Comentários Sobre o Viver
Reflexoes Sobre a Vida
Diálogos Sobre a Vida
O Despertar da Sensibilidade
A Cultura e o Problema Humano
Que Estamos Buscando?
Novo Acesso a Vida
A Educaçao e o Significado da Vida
O Homen e Seas Deseios em Conflito

COLOMBIA

SR. ANTONIO GALLEGO GONZÁLEZ


Representante de la E.K. en Barranquilla, Colombia. Financiero español radicado desde hace muchos años en
Barranquilla. Consecuente estudioso de Krishnamurti que viajó con su esposa a Saanen para escuchar a
Krishnamurti en la década de los sesenta.

SRA. BLANCA AYALA


Delegado de Colombia de la E.K., y después de la Fundación K Hispanoamericana con su esposo Sr.
Clodomiro Ayala, colaboraron muy eficazmente en Bogotá siendo en distintas ocasiones directivos de la E.K.,
pasaron películas en varias universidades y en la Casa de la Cultura de Bogotá.

SR. ANTONIO MENDIBLE


Activo financiero que representó en Barranquilla a la E.K., más tarde se radicó en Miami, Florida, en donde
con gran interés difundió el mensaje entre la numerosa colonia hispánica de Miami, llevando videos y películas a
varias instituciones de Florida, y al grupo de amigos en Miami.
Con gran pesar, tanto él como su colaboradora esposa fallecieron hace poco. Para tan valiosa pérdida la
F.K.H., nombró al activo y estimado amigo Sr. Rafael Arias que prosigue con éxito la labor que hiciera el Sr.
Antonio Mendible en Florida, U.S.A.
Bosquejo de Krishnamurti para iniciados

Dukardo Hinestrosa
El Tiempo. Bogotá Abril 13/1975

No basta creer en los iluminados, hay que percibir sus destellos para testificar que hay seres que como imanes
tienen un poder de atracción, tienen su aureola de gracia y pueden iluminar cualquier recinto.
J. Krishnamurti, es el maestro de la figura magra, tez de aceituna, cabellos blancos, cuerpo endeble, ojos de
mirada penetrante, caminar mesurado y voz profética; es el personaje a quien se le ve una vez y no se le puede
olvidar jamás, a pesar de que no hay nada extraordinario en su contextura física. En el siglo de las luces, en la
época en que miles de falsos profetas recorren los continentes predicando nuevas religiones, reviviendo viejos
fanatismos, creando nuevas iglesias y códigos morales; Krishnamurti: el maestro está solo, hablando sin hábito y
sin acólitos. Su voz es un privilegio escucharla, como lo fue también para aquellos pescadores, que centurias atrás
se extasiaban con las palabras del dulce Rabí de Nazaret.
Krishnamurti está entre nosotros el manso maestro por quien Gautama vuelve a hacer vigente su enseñanza
milenaria:
“Procede como el sándalo que perfuma el hacha que lo hiere”.
El maestro se despoja de sus gastadas sandalias, cruza sus delgadas extremidades como si se estuviera
santiguando y queda meditativo en posición de loto.

P. ¿En qué consiste la felicidad...?

K. La felicidad es algo que no se puede buscar, es el resultado de un producto, si usted persigue la felicidad por lo
que ella representa, no tiene sentido, la felicidad es algo que viene sin ser invitada; y en el momento cuando se es
consciente de ella, dejamos de ser felices. Es como si alguien nos lo hiciera saber. Cuando se tiene el placer de reír
libremente y todo es confortable para nosotros, pero basta solo que seamos conscientes de ella y la habremos
perdido.

P. ¿Por qué casi todo el mundo tiene miedo a morir...?

K. La preocupación por la muerte es porque tenemos miedo a perder lo que ya conocemos, lo que arduamente
hemos conseguido. Tenemos miedo a perder nuestra esposa o esposo, amante, hijo o amigo; tenemos miedo a
perder lo que hemos acumulado. Pero si pudiésemos llevarnos los seres queridos y nuestras cosas más preciadas, el
miedo a la muerte no sería tan serio para algunos; ¿usted piensa que una hoja de un árbol que cae al suelo tiene
miedo de la muerte...? usted piensa que los pájaros viven con el miedo a morir, ellos reciben la muerte como
venga, pero nunca les preocupa, porque siempre están ocupados con su vida, construyendo sus nidos, buscando el
sustento, cantando o volando por el solo placer de volar. Ha observado usted cómo muchas veces ellos dejan de
batir las alas y se dejan llevar por el viento, abandonan todos sus movimientos a las corrientes del aire, sin
preocuparse que se pudieran estrellar y morir, ellos no piensan que súbitamente podrían morir, simplemente viven
el momento; son solamente los humanos los que viven siempre preocupados por el más allá y no vivimos como
debiera ser, el problema es que nosotros estamos muriendo y no estamos viviendo. Los viejos que están cerca de su
tumba y los jóvenes que les siguen no muy lejos.

P. ¿Cómo ve usted maestro el problema de soledad en nuestros tiempos...?

K. Particularmente ustedes los que viven en Norteamérica tienen muchas diversiones y entretenimientos, casi todo
el mundo es un espectador pero muy pocos son los actores, también hay mucho que leer en libros y magazines,
programas de radio que escuchar y series de televisión que ver; todo esto nos ha hecho cada vez más dependientes
de ese mundo del entretenimiento, por eso ahora tenemos miedo a estar solos y a vivir sin compañía, por eso
tenemos miedo a enfrentarnos a nuestra propia soledad. Muy pocos son los que encuentran placer en caminar por
los bosques y campos sin más compañía que el latir de su corazón, contemplar el vuelo sosegado de las mariposas
y escuchar el breve concierto de los pájaros. Ya casi nadie tiene tiempo para esto. El que usted admita que va a
caer la lluvia y caminar por el bosque solo, lo hace sospechoso ante los demás, hasta es posible que le recomienden
un psiquiatra. La enorme monstruosidad de entretenimientos mecánicos y de otros tipos complejos y sofisticados,
nos revelan nuestra pobreza mental, nuestra mediocridad, nuestra permanente lucha por escapar de sí mismos. No
es lo mismo soledad a estar solos; usted se siente solo cuando en su dormitorio percibe el silencio y nadie está a su
lado también puede sentirse solo caminando por la Quinta Avenida de Nueva York, cuando ríos humanos le cruzan
sin percibir una mano amiga.
Es parte de la educación encarar el problema de la soledad, el sentido de vacío que todos conocemos y no
sentir miedo cuando ella venga y sacar ventaja de esta ansiedad, una buena terapéutica de meditación nos ayudaría
enormemente.
P. ¿Considera usted maestro que el descontento que hay en el mundo puede ser la causa de tantos problemas o por
el contrario convertirse en un arma creadora que nos ayude a mejorar métodos nuevos de vida...?

K. En este caos también organizado que es el mundo moderno es muy difícil saber y entender las causas del
descontento, porque la mayoría de nosotros canalizamos el descontento en ciertas direcciones y lo apaciguamos.
No hay que tenerle miedo al descontento porque de allí arrancan el sentido creador y las iniciativas. El sentir
descontento con algo es querer mejorarlo. La llama de la inconformidad es la misma creadora casi siempre; los
grandes cambios del mundo los han hecho los grandes inconformes, nunca la pasividad y el conformismo han sido
creadores. Los que no están descontentos con algo están muertos. Manteniendo la llama de la inconformidad se
desarrolla nuestro potencial creador, traemos nuevas cosas a la vida, vivificamos el ambiente con la dinámica de la
renovación.

P. ¿Maestro entonces sus consideraciones me hacen ver que para vivir en paz es necesario mantenerse en
permanente lucha...?

K. Obvio que no puede existir esa buscada paz sin la dinámica de lucha, si usted no está en revuelta constante con
su ambiente que le rodea y acepta las cosas tal como están, tendrá una paz muerta y más importante y trascendental
es la lucha. La vida no es más que una lucha repetida de nuestras activas células, cuando estas dejan de luchar, el
cuerpo muere. Los pueblos que se mantienen sin un sentido de renovación entran en crisis y desaparecen. Mientras
se mantengan los espíritus de la revolución habrá cambios vivificantes y un hálito de vida permanecerá en ellos.

P. ¿Ante esta crisis y caos imperante en el mundo de hoy, cuál debe ser nuestra responsabilidad individual?

K. Cada quien tiene que jugar su papel de responsabilidades, no importa su origen y posición, esto es un hecho.
Si usted es colombiano o persa y yo hindú o palestino, si usted es socialista y yo capitalista, nosotros no
antagonizamos el uno con el otro. Usted quiere las cosas como son y que nada le moleste y lo que contraríe esto,
usted lo estará odiando. ¿Se consideraría responsable cuando usted insiste que no debe ser molestado? usted dirá:
mi religión, mi Buda, mi Cristo o lo que sea, él es mi Dios, y en él ha confiado todo, su seguridad y su miseria y
usted no quiere ser molestado. Una persona que piense diferente usted la odiará.
Vivir en paz todos los días significa que usted realmente no tiene nacionalidad, religión, autoridad o dogma.
Paz es amor, es ser bondadoso y si usted no tiene estos atributos entonces usted es responsable por ese caos y esa
crisis.

P. ¿Qué papel juega la libertad individual frente a la estructura de la sociedad a que se pertenece?

K Para comprender los problemas de la estructura social a que nosotros individualmente pertenecemos y sentirnos
libres de éstos, es preciso que tengamos mucha energía y vitalidad y cuanto más ahondemos nuestro conocimiento
frente a esta sociedad tan compleja, más obviamente veremos cómo es de compleja nuestra propia individualidad.
El individuo como eje de la sociedad que compone debe comprender lo que él ha creado y sus relaciones
frente a ella. Entenderla y considerarse libre de los problemas inherentes a la sociedad necesitan de nuestra energía
no solamente física sino también intelectual; pero una energía que no esté motivada o dependiente de algún
estimulante psicológico o alguna droga. Aunque encontremos temporalmente la energía necesaria en los
estimulantes, estos no hacen más que hacernos sus dependientes. Toda forma de estimulante llámese iglesia, droga,
bebida o conferencista, inevitablemente nos traerá más dependencia y esa dependencia restará nuestra energía vital
tan necesaria para poder gozar de nuestra propia libertad individual en la sociedad a que pertenecemos.

P. ¿Existe un estado de madurez que nos permita conocer enteramente las complejidades de la problemática que
nos agobia y es posible alcanzarla?

K. Yo creo que esta pregunta es muy importante y que debemos formulárnosla individualmente; porque es un
hecho que maduramos biológicamente más temprano y morimos fisiológicamente mucho antes de haber tenido el
tiempo necesario para entender el sentido de la vida. La madurez no es un problema de edad, ni tampoco la
acumulación de experiencias vividas o adquirir mucho conocimiento; madurez nada tiene que ver con edad ni
tiempo, pero si se identifica más con nuestra seriedad y es posible que exista sólo cuando tenemos un
conocimiento profundo de nuestra propia individualidad. Conociéndonos a nosotros mismos entenderemos mejor
la problemática que nos rodea y alcanzaremos la madurez cuando hayamos descifrado las complejidades de nuestro
propio yo.
El maestro sigue meditando sobre los problemas del mundo, mientras alguien cierra las persianas y enciende
los diminutos pebeteros de sándalo. No hay despedidas sino el lenguaje conmovedor de los silencios.
COSTA RICA

DR. MARIANO CORONADO


Durante años hasta su fallecimiento, representó a la Editorial Krishnamurti en Costa Rica conviviendo con la
familia Field Povedano según hablamos anteriormente; el entrañable amigo, lo conocimos en San José de Costa
Rica, junto con don Tomás Povedano en 1929.

En distintas oportunidades tuvimos la suerte de convivir con este culto Psicólogo, tanto en Europa como en
América. En dos ocasiones nos dio cursos de Psicología contemporánea en Puerto Rico; viviendo en Los Ángeles,
tuvo la oportunidad de tener una serie de entrevistas con Krishnamurti.

SRA. EDITH FIELD DE POVEDANO


Representó varios años en Costa Rica a la F.K., y trabajó con mucho interés para que el mensaje fuera bien
conocido en San José, logró con otros amigos que la prensa publicase el libro de K, “Educación y el Significado de
la Vida”, por etapas. En varias ocasiones organizó algunas reuniones cuando visitábamos San José con diálogos en
torno al mensaje de K.

SR. TOMAS A. ORTUÑO


Representante de la E.K., que con genuino interés por el mensaje hizo labor de difusión durante años. Visitó
Puerto Rico en 1968 para escuchar a K. A pesar de sus muchas ocupaciones siempre ofreció su colaboración con
gran interés y le dedicó tiempo para la difusión en Costa Rica, tuvo a su lado la ayuda de una sobrina que le
secundó por años con valioso apoyo.

Carta del Delegado Sr. Tomás A. Ortuño

Querido amigo:

Tengo a la vista su carta del 30 de Agosto, y a continuación tengo el gusto de referirme a ella.
Siento que por ahora no pueda traernos la película de Krishnamurti, El Reto del Cambio, que ha sido expuesta
en otros países latinoamericanos.
No podría ajustarme a lo pedido en su circular, ya que como usted bien sabe, en el año 1935 Krishnamurti
pronunció muchas conferencias, sobre las cuales se editaron en su tiempo los libros, en Sur América. Por nuestro
Puerto de Puntarenas únicamente pasó en el barco que lo llevaba hacia el Sur pero no desembarcó en nuestro.
En cuanto a nuestro trabajo en la diseminación del mensaje, quiero citar primordialmente a doña Edith de
Povedano a quien se le debe una enorme dedicación colocando libros en las librerías, personalmente teniéndolos en
su casa a la disposición de los lectores de Krishnamurti y además tenía en su casa un grupo de cerca de 25 personas
en el cual estaba el que suscribe. Esto era por los años antes y después del 40. Después doña Iris me encargó a mí
ese trabajo y mediante reunión de interesados en estos estudios, y con la aceptación de la Fundación Krishnamurti
Hispanoamericana, fui nombrado Delegado Representante de esa Institución en Costa Rica. Con gran cariño me
dediqué a la continuación del trabajo de doña Edith, colocando libros de K en las librerías de San José y
Provincias, regalando boletines a quien pudiera tener interés en leerlos y también después de haber tenido cuatro
citas privadas en Abril de 1946 durante cuatro domingos con K en las cuales tuve la suerte de compenetrarme
profundamente en la esencia del mensaje, formamos otro grupo de estudios con la constante presencia del buen
amigo y Dr. en Psicología, don Mariano Coronado Castro. Durante 6 años hasta el día de su muerte, sostuvimos
reuniones en un grupo de estudios en el cual estaba también doña Edith, y muchas otras personas, algunas antiguos
componentes del grupo de doña Edith, y muchas nuevas interesadas en el estudio del mensaje. Cuando murió don
Mariano formamos otro grupo en casa de don Basileo Acuña Zeledón, (Don Pepe) hasta hace poco tiempo, en que
el suscrito se retiró debido a que consideró más conveniente hacer el trabajo además de individualmente como
siempre, conjuntamente con pequeños grupos de tres o dos personas. Así es como he continuado este trabajo con
mi hija Jenny quien ha dedicado gran parte de su vida a la vivencia del mensaje, y otros amigos muy jóvenes y con
vivo interés de compenetrarse con las enseñanzas de K.
A propósito olvidaba que por segunda vez fui especialmente a Puerto Rico a tener dos citas privadas con K en
una de las cuales estuvo mi hija Jenny y que como las de Ojai de 1946 fueron muy importantes en nuestras vidas.
¿Recuerda Ud. que ahí tuvimos Ud. y yo el gusto de saludarnos? En cuanto al trabajo de difusión del mensaje
siempre se hizo con gran dedicación colocando libros en nuestras librerías en consignación y regalando boletines
para sembrar constantemente la semilla. Ahora entiendo que la Sra. Jessie Montejo ha sido nombrada para la
diseminación de las enseñanzas al frente de Información Krishnamurti, y como he expresado antes, nosotros
seguimos trabajando como siempre en el mismo sentido con los pequeños grupos etc.
Sucintamente, le he hecho a Ud. una relación de nuestro trabajo en Costa Rica en pro de la inmensa labor de
K en bien de la presente humanidad. Reciba el afecto de su amigo.
Tomás A. Ortuño

ESPAÑA - BARCELONA

SR. RAMON CASAL


Junto con su mamá representó a la Editorial Krishnamurti. Fue una familia, que afrontó muchos riesgos en
Barcelona importando los libros de Krishnamurti en cantidades de importancia. Durante la guerra civil española
siguieron tesoneramente distribuyendo los libros de K, y manteniendo contacto con muchas personas de su ciudad.
Estuvo al frente de una de las Bibliotecas ambulantes, que tan eficiente labor hicieran durante los difíciles días de
la guerra. El amigo Casal Pascual ha sido un asiduo asistente por muchos años a las pláticas de K, en Saanen y es
justo reconocer que fue una de las personas que trabajó con dedicación y gran peligro en la difusión del mensaje de
K.

ROSA MENASANCH
Hija de un antiguo y entusiasta teosófica se incorporo desde hace muchos años a la difusión del mensaje de
Krishnamurti y formó parte de la Delegación de la E.K., en Barcelona.
De temperamento activo y organizador ampliamente contribuyó a crear varias Instituciones culturales en
Barcelona, afrontando muchos riesgos durante la guerra civil española.
En varias ocasiones asistió a las pláticas de Krishnamurti en Saanen. Con su hija Diana nos prestó valiosa
cooperación durante nuestras visitas a Barcelona con películas y vídeo cassette de K.

JUAN COLELL
Desde muy joven, con su entusiasta mamá, asiste a las pláticas de Krishnamurti en Saanen, Suiza. En uno de
sus viajes a Saanen sufre un lamentable accidente guiando su coche causando la muerte a su progenitura. Este
acontecimiento le impacto al joven Colell y le despierta fervoroso interés en el mensaje de Krishnamurti. Deja su
labor deportista para consagrarse a la tarea de difundir el mensaje en la región Catalana.
Crea con su hermano el Centro de Información Krishnamurti de Barcelona que resulta ser el primer grupo
oficial de España, creado por la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana.
Desde hace unos diez años, estuvo a cargo de atender la librería que durante el Campamento de Saanen se
levantara.
Con gran eficacia dirige el Centro de Información de Barcelona en donde semanalmente se pasan vídeo
cassette.

MADRID

Desde la década de los veinte tanto en Madrid como en Barcelona hubo varias personas que trabajaron
anónimamente por la difusión de las enseñanzas de Krishnamurti.
El primer representante de la Orden de la Estrella fue don Manuel Treviño. Se publicó la Revista y el Boletín
de la Estrella en Madrid, por varios años prestando valiosa colaboración la Sra. Guyard, el Comandante don Julio
Garrido. Sr. José Talavera. Francisco Rovira y otros.
Desde 1984 se estableció un Centro de información Krishnamurti en la capital de España. En este centro se
reúne con frecuencia un grupo de jóvenes. Está a cargo de las actividades el joven impresor Antonio Montilla y
Angel Herrais empleado de la Banca. Montilla ha asistido varios años a las pláticas de Krishnamurti en Saanen.
Ambos jóvenes han tomado en sus manos con mucha seriedad el trabajo y de día en día ha crecido en interés por el
mensaje en el grupo juvenil de Madrid.
En 1985, organizaron con gran éxito y asistencia de público una exhibición de la película documental “El
Reto del Cambio”.
Actualmente han iniciado una suscripción para adquirir un aparato de Vídeo Cassette a fin de reunirse
periódicamente para escuchar a Krishnamurti, como se hace en Barcelona. A juzgar por las noticias que hemos
recibido el grupo de amigos de K en Madrid sigue trabajando y creciendo.

ENRIQUE NORIEGA
Notable arquitecto andaluz que fue Representante en Madrid de la E.K., durante varios años.
Con su esposa y un grupo de amigos crea en Madrid un interesante movimiento cultural bajo el título de
Viveka. Periódicamente edita una Revista con tal nombre en donde se destaca el mensaje de Krishnamurti.
En varias ocasiones nos prestó una valiosa cooperación en los actos que celebramos en Madrid para pasar
películas y videos con su propio equipo.
Asiste durante más de diez años consecutivamente a las pláticas de Krishnamurti en Saanen hasta finalizar
éstas en 1985.
En uno de los actos celebrados en Madrid logra interesar al embajador de la India en España para que
patrocine la exhibición de las películas filmadas por la N.E.T. de Estados Unidos.
Consideramos de interés publicar una breve historia del movimiento de Krishnamurti en Madrid y Barcelona
realizado por nuestros estimados amigos José Talavera y Saturnino Torra de Barcelona.

Informe de José Talavera


La Orden de la Estrella de Oriente en España

D. José Xifré, que fue con D. Francisco Montoliú, el iniciador del movimiento teosófico en España, tenía gran
amistad con la Dra. Besant pues ambos ingresaron en la S.T. el mismo año.
Al surgir la fundación de la Orden de la Estrella de Oriente cuyo objetivo era la preparación para la venida de
un Gran Instructor Religioso, la Dra. Besant por indicación del Sr. Xifré recomendó al Jefe de dicha Orden, J.
Krishnamurti, nombrase como Representante Nacional a D. Manuel Treviño.
El Sr. Treviño debió empezar su gestión hacia el año 1915/16 y poco después ingresó en la Orden Mme.
Guyard a quien nombró su Secretaria. Toda esta actividad se desarrolló en el seno de la Rama de Madrid de la S.T.
y gracias al apoyo de los M.S.T. de España. La Orden de la Estrella de Oriente creció rápidamente. En el año 1921
acudieron a París, al Congreso Mundial de la S.T. tanto D. Manuel Treviño como Mme. Guyard y allá
establecieron contacto por primera vez con el Jefe de la Orden, Sr. Krishnamurti. Desde este año hasta la
disolución de la Orden en el año 1929, se vivió en España un ambiente de gran entusiasmo por los fines de la
Orden de la E. de O. y se nombraron Secretarios Regionales en Barcelona, Levante, Andalucía, país Vasco, etc.
Se publicaba una revista con el titulo de LA ESTRELLA y su auge mayor fue entre 600 y 700 miembros,
siendo gran mayoría los M.S.T. aunque también estaban inscritas personas ajenas al movimiento teosófico.
Al disolverse la Orden de la Estrella de Oriente en 1929, se deshizo, naturalmente, el movimiento en España,
y su archivo fue depositado en el seno de la Rama de Madrid de la S.T. cuidadosamente guardado por si en el
futuro se escribiera la historia de la misma. Pero al finalizar la guerra civil española y triunfar el llamado
Movimiento Nacional que acaudillaba el general Franco, la sede de la citada Rama de Madrid de la S.T. fue
asaltada, destruido su mobiliario y archivo. Varios de sus miembros fueron detenidos y sometidos a prisión. D.
Manuel Treviño fue fusilado en vísperas de la Navidad de 1939 con acusaciones falsas. Los demás fueron retenidas
en prisión por casi un año más, acusados de un complot masónico pero como no pudo probarse nada, ya que todo
era falso, fueron paulatinamente puestos en libertad.

Informe de Saturnino Torra

El Movimiento de Krishnamurti en Barcelona particularmente y en Cataluña en general, ha tenido siempre


muy buena acogida, tanto por los teósofos como por los simpatizantes del movimiento espiritualista, tan en boga
desde los comienzos de nuestro siglo.
Desde el año mil novecientos diez, poco más o menos, hasta 1929, en que Krishnamurti disolvió la Orden de
la Estrella de Oriente, hubo siempre en esta Región una franca adhesión a los ideales sustentados por dicha Orden.
A partir de 1929, cuando él, como Instructor, se dirige al mundo entero, entonces una pléyade de jóvenes y
simpatizantes lo siguen fervorosamente culminando en los años de 1960 con la Fundación Krishnamurti Hispano
Americana, dedicada a la difusión en español de sus enseñanzas, afiliada a la Krishnamurti Foundation Trust Ltd.
en Londres. Semejante Fundación tiene Delegaciones en diversas partes del mundo que, al parecer, es lo que queda
de su Movimiento para la difusión de sus ideales en los siglos a venir.
En lo tocante a la respuesta al Mensaje de Krishnamurti en Cataluña no debemos olvidar a nuestro entrañable
amigo Sr. Ramón Clariana de Tarrasa fue un fervoroso estudiante que durante muchos años dedicó su tiempo y
energía a difundir el mensaje en su ciudad natal de Tarrasa y también en Sabadell cercana. Asistió hasta cerca de
los ochenta, repetidos años al campamento de Saanen y contribuyó en gran manera a que numerosos amigos de la
Región Catalana asistieran a Saanen. Además hizo valiosas contribuciones económicas para la publicación de
libros y folletos.
Con motivo de su traspaso, vienen apareciendo en la prensa local artículos de anónimos estudiantes que
secretamente han seguido el curso de sus enseñanzas, como si éste hubiese sido el ideal de Krishnamurti, en el
sentido de que cada uno se pusiera directamente en contacto con su enseñanza sin intermediario de ninguna clase.
Por lo tanto, en nuestra región, como en todas partes, él es más conocido de lo que a primera vista parece.

CHILE

Francisco Rovira que durante años estuvo al frente de la Krishnamurti Writings en España, tuvo que dejar su
país y trasladase a Chile durante la Guerra Civil española.
Por su dedicación a la difusión del mensaje resulta ser uno de los representantes de gran eficacia de la E.K., y
luego de la F.K.H.; desde la década de los cuarenta hasta su fallecimiento dirige con perseverante eficacia el grupo
de amigos de K, en Santiago de Chile, omitimos extendernos porque en otro lugar destacamos la fiel dedicación
que puso nuestro entrañable amigo tanto en España como después en Chile.

HONDURAS

Existe actualmente un grupo pequeño interesados en el mensaje de Krishnamurti Desconocemos las personas
que constituyen tal Centro de Información. Su dirección es:

3ª. Calle Nº 2854


Col. La Campaña
Tegucigalpa, Honduras

MÉXICO

El movimiento teosófico compuesto de un buen grupo de viejos y cultos teósofos de México tomó a su cargo
la difusión del mensaje dentro de la Orden de la Estrella en la década de los veinte y treinta.
El conocido y perseverante amigo don Adolfo de la Peña Gil, quien fuera Presidente de la Sociedad Teosófica
de México, al regresar de la India, en donde conoció personalmente a Krishnamurti en la década de los veinte, fue
el Representante de la Orden de la Estrella hasta 1929 la cual como es sabido, fue disuelta por su jefe en esa fecha.
En ese trabajo pionero encabezado por el Sr. Peña Gil, participaron muy buenos y conocidos amigos como el
Dr. Joaquín Servin, Dr. Cervera, la profesora Aldag, el Arquitecto Manuel Amabilis, el profesor Salvador Morales
y el Ing. Tayabas entre otros. Al Ing. Tayabas lo conocí en Ommen escuchando a Krishnamurti.
Cuando Krishnamurti visitó México en 1935 ocurrieron algunos encuentros entre el Sr. Peña Gil y el Sr.
Rajagopal. Al romperse las relaciones entre ambos, se nombró como representante de la K.W. Inc. al Licenciado
Garza Galindo. Este cargo lo ocupó el Lic. Garza hasta su fallecimiento.
En la segunda etapa de la difusión del mensaje de K en México, cuando se fundó la Editorial Krishnamurti,
por los años cincuenta, se sucedieron varios amigos con la Representación de la E.K., en México. Primero fue el
Ing. Abel Cárdenas Chavero cofundador con nosotros de la Editorial Orión. Sobre este asunto nos referimos a la
participación amplia que los que componíamos la Editorial le dimos a la difusión en lengua española al mensaje de
Krishnamurti. Buen número de las ediciones de los libros fueron hechas en los talleres de Editorial Orión. Así que
prescindimos de insistir en la importancia y el empuje que se le dio desde México a la difusión del mensaje en
lengua española.
Doña Sofía Zertuche, cantante notable de ópera, sucedió al Ing. Cárdenas en la representación en México de la
E.K. y de la F.K.H. Más tarde el recordado amigo Juan Camargo fue también representante de ambas instituciones.
Durante años en la casa del Sr. Camargo se reunió un buen grupo de amigos para estudiar y dialogar en torno a las
enseñanzas.
Juan Camargo, asistió muchos años a Saanen, y Ojai, en compañía de un numeroso grupo de amigos de
México, también vino a escuchar a K a Puerto Rico con las profesoras hermanas Franco, Judith Forgrave, la viuda
del reputado pintor Orozco, Rosa Olmedo, doña Sofía Velázco y varios amigos más de México. Fue el grupo de
México el de mayor número que llegó a Puerto Rico que eran admiradores del mensaje de Krishnamurti por
muchos años.

U.S.A.
MIAMI, FLORIDA

Durante unos diez años el Sr. Antonio Mendible representó a la E.K. y a la Fundación Krishnamurti en
Miami, Florida U.S.A.
El Sr. Mendible al trasladarse a Miami se dedicó con gran fervor a dar a conocer el mensaje de Krishnamurti
entre las numerosas Colonias Hispanas. Con gran perseverancia introdujo el mensaje en varias instituciones de
Miami, entre ellas, la Logia masónica Hispánica y cooperó con el amigo Felipe García cuando llevamos las
películas. Ambos sirvieron de introductores con gran eficacia para que buena parte de la Colonia Cubana e
Hispánica en general tomaran conciencia del mensaje de Krishnamurti.
Al faltar los esposos Mendible hace pocos años, tomó a su cargo la Representación de la Fundación
Krishnamurti el consecuente y activo amigo Rafael Arias, quien sigue importando los libros de Krishnamurti a
Miami.
NICARAGUA

Al Sr. Benvenuto Martínez quien se dedicaba al comercio, lo nombramos Delegado de la E.K. en Nicaragua,
junto con otros simpatizantes de K, sostuvimos una reunión en Managua en 1940. En varias ocasiones, importaron
libros de Krishnamurti de Puerto Rico, el trabajo en Nicaragua no fue de amplias proporciones.

REPUBLICA DOMINICANA

Durante la década de los treinta conocimos un pequeño grupo de amigos de Krishnamurti entre los cuales se
encontraba una amiga teósofa empleada de las oficinas del Gobierno llamada doña Floripez. Poco después, en
repetidas visitas a Santo Domingo, hicimos contacto y gran amistad con el conocido profesor don Juan Francisco
Sánchez. El amigo Tongo, como le llamaban cariñosamente sus amigos, era hermano del Secretario de Educación
Pública. El amigo Tongo ocupaba el puesto de decano de Filosofía de la Universidad de Santo Domingo. Escribió
un folleto muy interesante sintetizando las enseñadas de Krishnamurti, así que el amigo Tongo fue un valioso y
culto pionero en la República Dominicana dando a conocer el mensaje ampliamente, entre estudiantes y profesores
universitarios.
La profesora María S. Ricart, tomó en sus manos la antorcha al fallecer el amigo Tongo y dedicó mucho
tiempo a la difusión del mensaje; ayudó a organizar varios actos junto con el profesor Leo Beato y el Dr. José
Arneman, y durante los últimos años, pudimos pasar en el Centro de la Cultura y el Ateneo Dominicano varias
películas entre ellas, “El Reto del Cambio”. Doña María asistió a Saanen varios años y vino a Puerto Rico para
escuchar a Krishnamurti.
Debemos hacer constancia finalmente, que en Santo Domingo, nos prestó una valiosa cooperación el
Licenciado Jesús María Troncoso quien en unión de su esposa y un buen grupo de dominicanos vino a escuchar a
Krishnamurti a Puerto Rico, cuando éste nos visitó en 1968; también el Lic. Troncoso por corto tiempo antes de
fallecer, nos ayudó económicamente y representó a la E.K., en su país.

PERÚ

En la década de los veinte, el doctor Alejandro Benavent Alcázar de Arequipa, conocido personalmente por
mí en 1929 presidía una Logia Teosófica que llevaba el nombre de Krishnamurti. En esa época publicaba el Dr.
Benavent una Revista con varios artículos de Krishnamurti.
En 1949 se creó en el Departamento de la provincia de Huaraz de Ancash, Perú, otra Logia Krishnamurti
presidida por el Sr. A. Méndez Cáceres.
En 1935 se tenían informes del viaje de Krishnamurti a Latinoamérica. El presidente de la Sociedad Teosófica
en Perú Sr. Jorge Torres Ugarriza junto con su culta y activa esposa Sra. Pompeya Torres, venían
consecuentemente trabajando para dar a conocer el mensaje de K, y de la teosofía. Tenían en la Logia una máquina
multicopiadora en donde se imprimía mucho material dando a conocer en Perú ambos mensajes.
La viuda de don Jorge Torres Ugarriza, durante nuestra visita a Lima en 1985, nos proporcionó una histórica e
interesante foto que reproducimos en este libro. Dice así en la leyenda detrás de la foto:
“Foto tomada a su paso por Lima del Sr. J. Krishnamurti, siendo presidente del Perú el Mariscal Oscar R.
Benavides el año 1935”.
Habiendo influido el clero para que K no se presentara en ningún recinto público, el Sr. Jorge Torres Ugarriza,
miembro de la Sociedad Teosófica y hermano Masón, logró sacarlo del barco en que viajaba y llevarlo a la Gran
Logia del Perú donde departió con los HH. MM.
En esos años la Gran Logia ocupaba un local en el jirón Huancavelina (Calle Lescano) donde hoy se levanta el
edificio del Banco Internacional.
Su estadía en Perú fue muy breve; esa misma noche volvió al barco anclado en el puerto de Callao.
Siguiendo consecuentemente la labor realizada en Perú debemos hacer memoria que en los años setenta
durante nuestra visita nombramos como representante de la E.K., al Sr. Masferrati; a dicho amigo con su esposa, lo
conocimos en esa época en uno de los Campamentos de Saanen. El Sr. Masferrati era suizo de nacimiento radicado
muchos años en Perú y muy estimado por los amigos limeños.
Al fallecer el Sr. Masferrati nombramos como delegado de la E.K., al estimado amigo Jorge Torres Ugarriza,
Presidente en dicha época de la S T., en Lima. Parte de la labor amplia que realizó el amigo Torres Ugarriza con su
esposa doña Pompeya se dio a conocer anteriormente.
Siguió en la representación de la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana en Perú el Dr. Enrique
Drassenower que había asistido al campamento de Saanen con su culta esposa doña Raquel Drassenower.
La verdad es que por la intensa labor médica que realiza el doctor, tanto en sus oficinas personales, como en el
Hospital de Lima, su trabajo en cuanto a la difusión pública en Lima no ha sido muy amplia. Sin embargo, prestó
valiosa colaboración tanto él como su esposa cuando llevamos las películas de la E.K., en 1970 y “El Reto del
Cambio” en 1985.
En 1985, cuando llevamos a Lima “El Reto del Cambio” la viuda del Sr. Torres Ugarriza, a pesar de su
avanzada edad, logró reunir un buen grupo de personas y constituir un nuevo núcleo titulado “Amigos de
Krishnamurti” que está empezando a funcionar en Lima.
Junto con el profesor Ricardo Rojas y la Sra. Elena Mery, Walter Meza y los esposos Villa Stein y otros
amigos interesados están en proceso de constituir un valioso y nuevo grupo de amigos de K, en Perú que
esperamos puedan dar muy buen fruto en la capital.

Informes de la Sra. Pompeya Torres Ugarriza

14 de noviembre de 1985 10 de enero de 1986


Una búsqueda en los archivos de la Sociedad Teosófica del Perú ha resultado infructuosa porque con la
pérdida del local y la inexperiencia de los jóvenes elementos se han perdido valiosos documentos y aun
herramientas de valor que la anterior administración reunió para emplear en la reparación y mantenimiento del
local. Sin embargo, el antecedente más remoto que tenemos es la existencia de la Rama “Krishnamurti” en
Arequipa. Ella figura ya en la recepción al Sr. Jinarajadasa el año 1929. Esta Logia estaba presidida por el Dr.
Alejandro Benavent Alcázar a quien Ud. conoció durante su primera visita al Perú.
Este mismo Dr. Benavent Alcázar editaba una revistita, de la cual tengo tres ejemplares que están a su
disposición, en la que publicaba artículos de Krishnamurti, sus poemas y también encuentro en una edición del
tercer trimestre del año 1930 una nota editorial sobre el 25 de mayo, fecha natal de J. Krishnamurti.
Entre los papeles que obran en mi poder, encuentro una comunicación de J. Torres Ugarriza, a la sazón
Agente Presidencial en el Perú de la S.T. otorgando reconocimiento a una nueva Rama “Krishnamurti” en el
distrito de Muquiyauyo, provincia de Jauja, departamento de Junín en el centro de la república. Esta carta tiene
fecha 30 de agosto de 1939, y curiosamente figura como presidente el Dr. Benavent Alcázar. Igualmente figura en
el año 1949 otra Rama “Krishnamurti” en el departamento de Ancash, provincia de Huaraz, cuyo presidente fue A.
Méndez Cáceres.
El año 1935 se conoció el viaje de J. Krishnamurti a la América Latina. Gobernaba el Perú un General: Oscar
R. Benavides. Al conocerse que Krishnamurti tocaría el puerto del Callao se movilizaron las autoridades
eclesiásticas para impedir que desembarcara. Sin embargo Ud. sabe, y testimonio es la foto que oportunamente le
entregué, que J. Torres U. logró sacarlo del barco y llevarlo a la Gran Logia del Perú donde conversó ante un
reducido grupo de HH. Masones. He tratado de encontrar por intermedio de un amigo y hermano que es también
masón algún indicio, acta o nota de esa época, pero parece que entre nosotros es una “cualidad” ancestral no tener
archivos, ni tener amor a la historia, por consiguiente no hay documentos de esa época por haberse perdido... Esa
misma noche el Sr. Krishnamurti se trasladó al barco en compañía de JTU.
El año 1961 Ud. visitaría el Perú a su regreso de un periplo por la India y Europa; entonces lo conocimos y
establecimos la amistad que nos une. Ud. disertó en nuestra Logia sobre K y nos pidió que representara J.T. a la
Editorial Krishnamurti en el Perú. Así comenzó nuestra labor. Colocamos libros en casi todas las más importantes
librerías de Lima: la Universidad, Miranda, Ayza, etc. Se pasaron circulares a todas las entidades culturales, a los
amigos personales y a los miembros de la S.T. Como es previsible en estos casos, algunos respondieron, sobre
todo los miembros de la S.T. y así nuestra labor de difusión fue cumpliéndose.
En nuestras reuniones de Logia dedicábamos una reunión semanal a leer el libro “Comentarios sobre el Vivir”
y nuestro inolvidable hermano Masferrati siempre traía para las reuniones de los viernes un artículo de su valiosa
colección de obras del ilustre filósofo. Podría decir que la difusión fue, dentro de nuestro limitado espacio, masiva.
No dejamos un solo lugar donde no hiciéramos llegar los folletos de propaganda: poder judicial, centros de
educación, figuras relevantes de la política, etc. desgraciadamente la devaluación de la moneda nos sorprendió de
la noche a la mañana, no obstante que el gobierno de esa época había asegurado que “sería una traición a la patria
devaluar el sol...” y es así como nos encontramos que no podíamos cubrir el costo de los libros porque tendríamos
que devolver el triple o cuádruple. Ya Ud. conoce el problema, esta devaluación, la misma que hoy día ha
alcanzado el más alto índice inflacionario de nuestra vida republicana.
No sé si podría reconstruir las listas de personas a quienes enviamos folletos y las que compraron libros.
También hubo personalidades a quienes se les donó. Si Ud. me permite y desea seguiré buscando las notas entre
las que tengo en mi poder, aunque desgraciadamente hasta el momento no encuentro nada rescatable.
Lo demás es historia reciente; Ud. trajo una película que gracias a la gestión del Hno. José Torres de Vidaurre,
periodista y pacta, se exhibió en la Asociación de Periodistas del Perú. También Ud. conversó y Jaime Monestier
una noche en La Alianza Francesa de Lima.
El entusiasmo es muy grande. Los esposos Villa Stein tienen recursos, incluso la señora conversando conmigo
me dijo que ella tiene una casa alquilada a una Academia, pero que estaba resuelta a darla para formar allí la
Escuela, Ud. sabe querido don Salvador que lo que más falta a estos países es una buena educación.
Para la importación de libros Rojas tiene liberación de impuestos, dado a que su Nueva Ciencia está registrada
como entidad educativa, “inédita en cuanto a sus métodos...” (Así dice la Resolución que la reconoce de parte del
Ministerio de Educación). Creo que hasta ahora esta organización no funciona como tal debido quizás a lo original
de su filosofía, también puede ser por falta de medios económicos.
No sé si me olvido de algo, pero si es así ya se lo comunicaré más adelante, sin embargo quiero hacerle
presente que aquí termina mi intervención; he logrado reunir a las personas afines, están identificadas con el
pensamiento de K y desean trabajar. Creo que más no podemos pedir por ahora.
Si fuera posible recibir de su parte literatura sobre las escuelas y su factibilidad entre nosotros, se la
agradeceríamos.
Bueno querido amigo, pongo punto final a esta carta, pidiéndole disculpas por las faltas, pero !hace tanto
tiempo que no toco la máquina...! Ud. me perdonará.
Un saludo de mis hijos y un cordial abrazo con mis mejores deseos en este año que se inicia.

Pompeya Torres Ugarriza

PORTUGAL

Como se informó al principio de este libro poco sabemos de la primera etapa del mensaje de Krishnamurti en
Portugal. La circunstancia de haber estado gobernado el país durante muchos años por un Gobierno férreamente
dictatorial, impedía que entrasen en el país hermano, las corrientes renovadoras. Así que el mensaje no pudo
extenderse en casi medio siglo y corrió la misma suerte que otras corrientes culturales.
En el ambiente de Portugal, con todo y haber sido muy castigado por el pasado, se abrieron las compuertas y
la renovación sigue su curso prometedor.
Sentimos no haber podido aceptar la invitación de un grupo de Krishnamurti que existe actualmente en Peora,
Portugal, los cuales deseaban que fuésemos con “El Reto del Cambio”. Publicamos unas cartas muy gratas
recibidas por el grupo que dirige en Evora doña María Beatriz Franco. Estas cartas, muestran sin lugar a dudas, que
el mensaje de Krishnamurti cuenta ya en Portugal con una antorcha que empieza a dar luz.

Caro señor Salvador Sendra:

Hemos recibido de amigos brasileños -Nilda y Francisco Laissue- la noticia de una posibilidad de mostrar el
filme sobre Krishnamurti en Portugal, porque nos han dicho que usted está ahora en España y ha llevado el filme
para ese país.
Tendríamos mucho gusto si usted pudiera venir hasta Portugal, para conocernos y también mostrar el filme a
las personas interesadas.
Si usted no pudiera venir, sería posible mandar el filme durante algún tiempo. ¿Y en qué condiciones?
Agradecimos mucho su contestación y esperamos tener el gusto de su presencia en el Núcleo de Portugal (en
Evora). Tendríamos mucho placer en que se quedase en nuestra casa.
Saludos amigos a D. Eugenio Olivares, a los amigos de Madrid e Barcelona (Juan y Ramón Colell) y para
usted también saludos muy fraternales de todos los miembros de nuestro Núcleo.

Núcleo Cultural Krishnamurti de Portugal

Estimado amigo:

Agradecimos su carta de 1 de Set. 85, y en respuesta venimos con placer colaborar con usted, enviando
informes y algún material sobre nuestro labor aquí en Portugal.
Nuestro trabajo ha empezado al final de los años setenta con algunos artículos para revistas de naturaleza
cultural, difundiendo también una pequeña Antología con textos de Krishnamurti.
Al mismo tiempo aquí en esta ciudad teníamos encuentros informales de estudio de la enseñanza de K.
Desde 1973 algunos miembros de nuestro Comité se han trasladado regularmente para escuchar las charlas en
Brockwood y Saanen, Suiza.
Después de que nuestro Núcleo ha sido reconocido por la Krishnamurti Foundation en 1980, hemos editado,
para un público más amplio, una que otra Antología y ha salido ahora mismo una traducción de YOU ARE THE
WORLD, publicada por una conocida Editora, estando también en preparación una traducción de LETTERS TO
THE SCHOOLS.
Como algunas personas se están interesando en la enseñanza de K, se ha tornado posible la publicación de un
Boletín periódico (4 veces al año) desde 1984, para información y difusión de pequeños textos de K.
Tenemos ahora en Evora, un Centro de Documentación con cassettes, libros y textos, para libre consulta.
Como nos ha pedido, le enviamos una foto de nuestro grupo iniciador del Núcleo, y que lo está manteniendo
activo.
Con nuestros saludos amigos y deseos afectuosos de la labor, somos muy cordialmente.
Por el núcleo.
Maria Beatriz Branco Joaquín Palma. María Adelina Contente. Nelson Quelhas e Leonor Serpa Branco
Nota: Estas dos cartas se reproducen tal como se escribieron.

VENEZUELA

La difusión del mensaje en Caracas alcanzó proporciones de gran eficacia y valor. En la primera época de la
Orden de la Estrella pudimos dar a conocer el mensaje dentro de la Logia Teosófica.
Pero a partir de los años sesenta, uno de los teósofos más destacados en Caracas, el doctor Gregorio Carrillo,
se dedicó de lleno a dar a conocer el mensaje de Krishnamurti; primero en el ambiente de la S.T. y después en el
ambiente universitario y en varios grupos de amigos de Krishnamurti en el país.
El estimado amigo Carrillo se constituyó en las reuniones de su casa y en la Universidad Central de Caracas
en un profundo trabajador que atrajo a valiosos intelectuales y profesionales de Venezuela.
Cuando llevamos las películas de la N.E.T. logró que la Secretaría de Educación durante varios meses pasara
dichas películas por televisión.
Finalmente en 1985 el documental de la vida de Krishnamurti titulado “El Reto del Cambio”, se dio a conocer
en Caracas en la Universidad Central de Venezuela.
El Profesor Carrillo repetidas veces fue con su esposa a escuchar a Krishnamurti tanto al campamento de Ojai
como a Saanen y cuando Krishnamurti vino a Puerto Rico tuvimos también de huéspedes a los esposos Carrillo.

Difusión del mensaje de Krishnamurti en Venezuela por el delegado, Profesor Dr. Gregorio Carrillo

Para 1940, un poco menos o más comienzan a llegar a Venezuela, que sepamos, las primeras obras escritas de
este hombre que al correr de los tiempos llegaría a ser el máximo educador de la época moderna. Para esos
momentos, el autor de este informe era miembro de la Logia Teosófica “Nuevo Ciclo” de Caracas y junto con
algunos amigos, de los cuales recordamos los nombres del artista Angel Fuenmayor, el erudito en filosofía de la
India Eugenio Medina hijo, el periodista José Oliveira y el químico Francisco Salazar, nos reuníamos para estudiar
literatura humanística, en varios lugares, en nuestros hogares e incluso en plazas públicas. En esta situación nos
encontramos con las obras de J. Krishnamurti. A todos nosotros nos atrajo el carácter liberal, si se quiere,
revolucionario, y al mismo tiempo, profundamente humano de estas primeras obras y nos sentimos atraídos por la
fuerza que comunicaba su lectura. Así me lo manifestó el entrañable amigo Angel Fuenmayor y así le aconteció a
quien está hilvanando estas notas. Sobre el particular recordamos vívidamente cómo nos impacto la lectura del
librito “La vida como objetivo”. La fuerza que dimana de la lectura de este libro, para quien tenga cierta afinidad
con el autor, es característica de Krishnamurti y así se mantiene en todos sus libros hasta el presente, bien sea que
uno los lea o escuche a su autor personalmente o a través de sus películas o de un vídeo cassette. Esta energía lo
impulsa a uno a afrontar los problemas que le corresponden “ahora”, sin aplazamientos, sin doblegamientos. En el
caso que se narra, había pesadumbre en el ánimo de esta persona debido a problemas surgidos en un nuevo trabajo
que iniciaba.
Al salir del nuevo trabajo en la tarde, extrajo del bolsillo el pequeño libro “La vida como objetivo” y comenzó
a leerlo mientras caminaba de Carmelitas a Altagracia, pues en esa época, todavía se podía caminar con
tranquilidad por las calles céntricas de Caracas e incluso se podía leer algo interesante mientras se caminaba. He
aquí algunos de los párrafos impactantes que se leyeron en esa ocasión.
“Yo quiero manifestaros que para vivir la vida en plenitud... habréis de recibir gozosos toda experiencia... para
que hagáis vuestra existencia tan llena como la gota de lluvia”, “El que ha percibido... la visión de la verdad, aún
en medio de sus luchas, ha fijado para sí mismo esta eterna meta”. “Aunque vague todavía entre las cosas
transitorias y pueda aun perderse entre las sombras, ello no obstante, su vida estará guiada continuamente por esta
meta”. “Todo ser humano tiene que pasar por el proceso de abrir un túnel... que es el sendero directo para el logro
de la vida y ese túnel, que es el único sendero para la realización plena de la vida, está en vosotros mismos. En él
no podéis retroceder porque está obstruido por detrás por los escombros de lo que habéis excavado. No os queda
otro recurso que avanzar con la determinación... de descubrir lo eterno... tal es el objeto de la vida”.
Otros libros que llegaron de J. Krishnamurti para la época fueron “A los pies del maestro”, “La vida liberada”,
“El reino de la felicidad” y un poemario.
Luego hay un intervalo... un tiempo en que no tenemos noticias de Krishnamurti hasta que en los alrededores
de 1945 nos encontramos en Caracas con el amigo Don Salvador Sendra, editor, quien pasó por esta capital en
asuntos de su especialidad pero sobre todo como difusor de la obra de este educador y quien nos informó
ampliamente de la labor de Krishnamurti para esos momentos. Y ahora vinieron a nuestras manos sus Conferencias
en Ojai y Sarobia y “La paz individual es la paz del mundo” y “Sólo el recto pensar conduce a la paz”.
En lo que puede llamarse la primera etapa de la vida pública de Krishnamurti, sus obras eran más accesibles
para nosotros en esos momentos, no así con estas últimas. Indudablemente era su nuevo estilo lo que nos hacía
difícil su lectura. Esto marca nuestro primer encuentro con Salvador Sendra. Fue en la casa de Angel Fuenmayor
donde oímos las explicaciones que Salvador nos impartió.
Había ahora un estilo, digamos, más psicológico en la expresión de sus obras pero no en lo fundamental. Así
por ejemplo, su insistencia en la libertad de la criatura humana era ahora igual que cuando nos decía que debíamos
de recibir gozosos cada experiencia para que “hagamos nuestra existencia tan plena como una gota de lluvia”.
Estos contactos y amistad con Salvador siguieron y han continuado a través de los años hasta el presente
cualquiera sea la experiencia que nos haya tocado vivir.
Contactos por correspondencia y personal, cada vez que nos visita o nosotros lo visitamos en la finca Marcelo
donde vive, en su bella isla del Caribe. Y contactos fraternos cuando por iniciativa suya fuimos a conocer a
Krishnamurti y a escucharlo en Saanen, Suiza, en compañía de Hilda Carrillo, mi compañera de experiencias y
donde tuvimos también el gusto de tratar a su compañera inseparable, Clara Sendra.
De tal manera que con la ayuda aportada por Sendra como también con la de otros amigos, se ha ido
extendiendo el conocimiento del mensaje de Krishnamurti en Venezuela. Es de justicia recordar ahora la ayuda
aportada por otras personas, amigos como el Dr. Isidoro A. Colón, Presidente de FKHA y de su secretario,
Armando Riesco y hago un paréntesis ahora para recordar a nuestros amigos Don Enrique Biascoechea y a su
dilecta esposa Isabel. De los dos recibí mucho aliento para continuar en esta labor vital de transformación y
ennoblecimiento de nuestra vida.
Otro factor de ayuda para difundir el mensaje han sido nuestras reuniones de estudio y de información que se
han mantenido desde hace más de treinta años, con pocas alternativas, siempre en nuestro hogar, con el beneplácito
de Hilda, Beatriz y las queridas nietas Hilda y María Elena.
En estas reuniones se ha mantenido vivo el espíritu del mensaje, y con el aporte de un grupo de amigos como
son los señores, Dr. Jesús Barros, Prof. Mischia Cotllar y señora, Celsa Dager. Dra. María Díaz, Rafael Lazada,
Rafael Lossada, Maruja y Eira Laclé, Manuel Martínez, Dr. Armando Molina, Guido Ristra, Alicia Pavón, Prof.
María Martínez, Matilde Azpúrua, Prof. Guillent Pérez, José Salleros, José Francisco Salazar, Dr. David
Domínguez, Rafael A. Camargo, Manuel Peña, Dimas Aparicio, Dr. Agustín Albornoz, Dr. Rubén Rojas, Luis
Barbero y señora, Dr. Andrés Contreras y señora, Evelia Lader, Isabel Soto, Alida Calvo, Daniel Pollner, Yadira
de Fontiveros, Dr. Orlando Camargo, Dr. Alberto Baute, Mireya Seijas, Prof. Adelfo Lobo, Dr. Tobías Lassere,
Cecilia Lares.
Se han efectuado viajes al interior del país, con el mismo propósito de difundir el mensaje, donde hemos sido
atendidos por amigos, como es el caso de Héctor Campagna y Rubén Rojas en Porlamar; Dr. Manuel Miró Díaz,
en Valencia; Centro Cultural en Barquisimeto. En la finca donde vive nuestro amigo, Dr. Andrés Contreras con su
esposa Pilar, en Bejuma, Estado Carabobo, se han efectuado reuniones a las cuales han asistido personas de
Caracas, Valencia y Maracay. Así mismo con idéntico propósito, nos reunimos en la finca de los esposos Armando
Suárez y Sra. Madgali, en la Azulita, Estado de Mérida, donde asistieron varios invitados del lugar y de Mérida.
En el viaje efectuado últimamente a San Cristóbal, por iniciativa de la Dra. Reina de Schweiser, tuvimos seis
reuniones donde pasamos dos vídeo cassettes, con el beneplácito y entusiasmo de varios invitados.
A partir de 1965, fecha de la creación de la Editorial Krishnamurti, Inc... con sede en Puerto Rico y con
representantes en la mayoría de los países sudamericanos, incluyendo a Venezuela, se incrementó el movimiento
en la difusión del mensaje a través de libros. Hablar de los libros publicados por esta editorial y difundidos por esta
representación en Venezuela sería largo enumerar y es preferible extenderse aunque sea un poco en la difusión a
través de las películas.
Para principios de 1970 hubo una amplia difusión del mensaje con motivo de la visita al país del amigo S.
Sendra, quien esta vez vino acompañado del Sr. Félix Márquez. En esta ocasión, Salvador trajo varias películas
que contienen etapas destacadas del educador Krishnamurti. La serie de películas dobladas al español, llevaba por
título general “La Real Revolución”, dividida en varios temas, “Hacia dónde vamos”, “La liberación del temor”,
“Observándonos a nos otros mismos”, “Meditación”, “Qué es el amor”.
El grupo de personas fuera de Venezuela que patrocinó este programa de películas, ante la imposibilidad de
una visita personal de Krishnamurti a América Latina, por su avanzada edad, consideró que nada podría substituir
mejor su presencia en estos países que dar a conocer esta serie de películas, que contiene una síntesis de su
mensaje, en toda la zona extensa de habla española.
La proyección de estas películas en Caracas tuvo lugar en el Instituto Pedagógico Nacional, en el Colegio
Médico y en la Sala de Conferencias del Depto. Sanitario (Ingeniería) en la Universidad Central de Venezuela.
Un poco después, nuevamente hubo un programa especial, proyectándose por el Canal Cinco de la Televisora
Nacional, el film “En el jardín” que recoge las conversaciones de Krishnamurti con estudiantes de la Universidad
de Clermont, California. El texto inglés del film fue traducido por Jeannine Lugo y Rafael Cadenas. Al concluir la
proyección intervinieron J.R Guillent Pérez y Bayardo Ramírez Monagas. Luego por una temporada fueron
pasadas por esta misma televisora, las películas “Inquiriendo”, “Qué es el amor”, “Meditación”.
Otro amigo que nos visitó por esa época, desde Puerto Rico, fue el Dr. Jesús A. Parías, Presidente en esos
momentos de la FKHA, quien vino a Caracas en plan de contribuir a la difusión del mensaje. Se presentó en el
Centro Cultural “Gustavo Meyrink”, que dirigía por esa época el amigo periodista Adolfo Blanco Adrianza, de
grata memoria. Nuevamente se presentó el Dr. Farras en la Gran Logia Masónica.
Es de justicia incluir como ayuda para ampliar el radio de influencia del mensaje de Krishnamurti en
Venezuela, los aportes suministrados por el amigo Dr. Rubén Feldman González, autor del libro “El Nuevo
Paradigma en Psicología”, quien nos ha visitado en varias oportunidades, desde su residencia en California donde
ejerce la psiquiatría infantil. Feldman González, a través de disertaciones en Universidades y otros centros públicos
nos ha dado a conocer su pensamiento que se ha nutrido, en primer término, del mensaje y de fuentes científicas
concordantes.
El mes de febrero de 1975 arriba a Venezuela, procedente de Puerto Rico, en gira por América Latina, una
Delegación de la Fundación, formada por Salvador Sendra y el Dr. Alfredo Elías Calles, quienes trajeron una
nueva película tomada en la Escuela de Brockwood Park. En esta película se pueden ver a alumnos de este centro
en conversación con Krishnamurti. Los amigos citados ofrecieron un ciclo de disertaciones ilustradas con la
película y vídeo cassette, en la Biblioteca Paul Harris, en el Centro Gustavo Meyrink y en la Sala de Conferencias
de la Universidad Central de Venezuela.
Las visitas periódicas de Salvador Sendra continuaron sucediéndose con el mismo fin y entusiasmo desde su
Última estadía en Caracas en 1975 hasta 1985, fecha esta última en que nos trajo la película “El Reto del Cambio”,
donde pueden verse a vuelo de pájaro, escenas destacadas de la vida pública de Krishnamurti, desde su temprana
edad hasta nuestros días. Esta película fue pasada dos veces en la Casa del Profesor Universitario, con afluencia de
amigos y visitantes, entre los cuales había profesores y estudiantes de la U.C.V.
Estos son los rasgos destacados de esta labor desarrollada en Caracas y para Venezuela, primero como
Delegado de la Editorial Krishnamurti Inc. y luego como Coordinador para Venezuela de la FKHA. Esta labor ha
sido de todos, de nuestros amigos visitantes que nos han ilustrado y de nuestros amigos de Venezuela, quienes con
su ayuda y asistencia a nuestras reuniones, han sabido mantener la llama prendida por Krishnamurti, en Venezuela.

Conferencias de Krishnamurti que serán proyectadas en Caracas

Diario El Nacional. Caracas, Venezuela


1º de marzo de 1970.
Los señores, Félix Márquez, Sendra y profesor Gregorio Carrillo informan al periodista sobre las películas del
famoso pensador hindú que se proyectarán en Caracas.

Durante la semana comprendida entre los días 2 y 7 del presente mes de marzo, se proyectará una serie de
películas en las cuales, por primera vez, el famoso pensador hindú J. Krishnamurti, aparece en los filmes dictando
conferencias sobre psicología y filosofía educativa.
La proyección de estas películas, tendrán lugar: la primera el día lunes 2 de los corrientes en el Instituto
Pedagógico Nacional, a las 6 h. de la tarde y en el Colegio Médico, el miércoles 4, a las 8 h. de la noche.
Estas películas fueron filmadas en instituciones educativas y en un campamento en California y han sido
dobladas al español para ser proyectadas en toda América Latina.
J. Krishnamurti, es autor de numerosas obras de psicología y filosofía educativa. Durante su visita a Puerto
Rico, la Televisora de la Secretaría de Educación del Gobierno, estuvo pasando ocho películas en las que el
famoso pensador hindú aparece hablando a jóvenes y público en general en el campamento de Ojai y otros lugares
de California, películas éstas que se pasarán igualmente por la televisión venezolana. Dichas películas fueron
filmadas por la National Education Television de los Estados Unidos de América y pasadas durante varios meses
en toda la nación.

Cambio psicológico del hombre para el cambio social

Suplemento Cultural
Caracas, Venezuela, 24 mayo 1970
A raíz de la proyección en salas y en pantallas televisivas de unos documentales que presentan a Jiddu
Krishnamurti pensador hindú, celebrando diálogos y conferencias, sobre los problemas del hombre
contemporáneo, hemos entrevistado a Salvador Sendra, presidente de “Ediciones Krishnamurti Inc.” en Puerto
Rico, quien estuvo de paso en Caracas para divulgar las obras de este filósofo oriental que anda ya en los 72 años.
- Conocí a Krishnamurti -nos dice- hace más de 20 años. Si bien ha nacido en la India, su educación la hizo en
Inglaterra. Ha viajado por numerosos países llevando una corriente del pensamiento basada en la educación y en la
libertad interior del hombre. En la India funcionan dos escuelas, bajo su dirección; otras dos en California. En
Londres está la sede de la Fundación Krishnamurti.
- ¿Cuál es la respuesta del filósofo al reto actual, qué propone para el mejoramiento de nuestra sociedad en
crisis?
- Krishnamurti insiste en el conocimiento interior como base esencial para la liberación total del hombre.
Sería éste el paso previo e indispensable para la creación de una nueva sociedad. Esta no podrá subsistir si no
cambiamos nosotros que somos integrantes de esa sociedad. Es necesario, por lo tanto, una revolución de “Dentro
para Fuera”. Es una frase del mismo Krishnamurti, quien es, bajo este punto de vista, original, pues, él propone
una nueva manera de educar al hombre.
- ¿Podría Ud. darnos una mejor explicación de lo que entiende Krishnamurti con su frase revolución de
“dentro para fuera”?
- Krishnamurti nos comprueba lo que por otra parte es evidente: estamos en pleno desorden y confusión.
Esta época es explosiva. El hombre anda en busca de una seguridad espiritual y material, quiere que
desaparezca el hambre de Asia, las tiranías, la crueldad, la codicia, los conflictos del mundo. Pero este cambio, no
es posible, dice Krishnamurti, si el hombre no “descondiciona” a su conciencia. Cada individuo debe desprenderse
de todos los condicionamientos para dar paso a la Salutación psicológica” o transformación radical de la mente
misma. Podríamos vivir de modo que no surja conflicto, en nuestra relación con el prójimo.
- Comprendemos entonces, que Krishnamurti propone el cambio radical en la mentalidad del hombre.
- Exacto. Ahí encuentra forma la tesis de Krishnamurti: es necesario el cambio en el fuero interno, para
después, dar cabida al cambio exterior. No se logrará, sino se produce antes la “mutación psicológica”.
- Ud. señaló antes la urgencia de una nueva educación ¿cuáles son sus planteamientos?
- En las pláticas, en su visita a campamentos especialmente organizados en Europa, Krishnamurti destacó
cuáles deben ser las bases de la nueva educación: comprensión en su integridad del ser complejo que es el hombre;
lograr que el hombre aprenda mediante la claridad de su propia mente sin necesidad de presiones ni de coerciones.
Esto es lo más importante, para el desarrollo total del ser humano sea un jardinero o un hombre de ciencia.
Krishnamurti insiste además sobre un aspecto muy interesante de la nueva educación: ésta debe evitar estos
factores que crean en la mente y corazón del hombre la envidia y las comparaciones que puedan crear situaciones
conflictivas entre los hombres. Sólo así, gracias a esta reeducación y esta libertad interior, es que podremos llegar a
la creación de una sociedad de iguales.
- Alguien dijo que las ideas de Krishnamurti pertenecen a la etapa de la postguerra, es decir la primera
postguerra mundial. Resultarían por lo tanto “arcaicas”. ¿Qué opina usted al respecto? Y además quisiéramos saber
si Ud. aceptaría que se llame a Krishnamurti otro Gandhi.
- Krishnamurti está considerado como uno de los más destacados líderes espirituales de nuestra época, no sólo
por la profundidad de su mensaje, acorde con las necesidades de nuestro tiempo, sino por su tenaz insistencia en
preconizar la libertad interior -por el conocimiento propio del hombre, libertad que logrará el renacimiento
espiritual indispensable para la renovación de la sociedad. En cuanto a la comparación de Krishnamurti con
Gandhi, yo encontraría más bien diferencias entre uno y otro. La personalidad del extraordinario líder hindú
muerto estaba inclinada a los avatares políticos para obtener la independencia de su pueblo. Fue una posición -la de
la política- que Krishnamurti siempre ha evitado.

Viruta Silva

El Mensaje de Krishnamurti: Es la Libertad Irrestricta de Vivir

Diario El Nacional. Caracas, Venezuela


26 de Febrero 1975
Afirman dos investigadores de su pensamiento que visitan Caracas; el doctor Alfredo Ellas Calles y el editor
Salvador Sendra, quienes ofrecen hay lana charla y un film sobre “El Despertar de la Inteligencia” en el
Auditorio de Los Bomberos del D.F. y mañana en la Biblioteca Paúl Harris sobre “La Liberación del Temor”.

Como parte de una gira con el objeto de difundir en Latinoamérica el pensamiento del Maestro Krishnamurti,
conversamos sobre el tema y sobre los fundamentos que los mueven a realizar esta tarea, con el editor Salvador
Sendra y el doctor Alfredo Elías Calles, español el primero radicado en Puerto Rico y el segundo mexicano.
Estas dos personas vinculadas a la Fundación Internacional Krishnamurti que tiene cuatro centros de
información y difusión del pensamiento del Maestro los cuales han dado lugar a escuelas donde se imparte
enseñanza como en cualquier otra, pero con el enfoque de Krishnamurti, dándole énfasis a los valores humanos y
espirituales. En esta gira visitarán, además de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y
posiblemente Paraguay, Bolivia, y al volver se detendrán en Panamá. Esta gira la costeamos nosotros mismos,
informan los entrevistador...
- ¿Qué hacen al llegar a un país?
- Tenemos delegados en cada parte y ellos se encargan de elaborar un programa. Por ejemplo aquí ya
visitamos la Universidad Central, donde pasamos una película y el doctor Calles dio una charla con participación
de los estudiantes.
- ¿Qué le plantea Ud. a la gente joven con los que se encuentra, por ejemplo ayer a nuestros estudiantes de la
UCV?
- Les hablo del horror de la sociedad humana que hemos construido, señora. De la contaminación de las ideas
que he mas adquirido. De la posibilidad de convertirnos en seres inteligentes y libres, libres de todo partidarismo,
dogma y religión”.
- Acerca del horror de la sociedad en que vivimos, mucha gente ya lo está padeciendo ¿qué utilidad tiene
decirlo?
- La única diferencia entre mi planteamiento y su objeción es que les digo también que los responsables de tal
situación no son ni los políticos, ni la derecha, ni la izquierda, sino nosotros, cada uno de los que me escuchan y
yo. Una vez que uno se da cuenta de eso, se llega a la conclusión de que la única posibilidad de transformación de
la sociedad es mediante la mutación psicológica de los seres humanos y no mediante sistemas o doctrinas, por
exóticas que parezcan.
- Considero que sería o es absolutamente indispensable establecer una gran pausa, para considerar la
posibilidad de crear una nueva forma de vivir -agrega el doctor Calles y cuando le pregunto cuál sería esa nueva
forma de vivir, responde: -La libertad incondicional del pasado en términos psicológicos, de tal suerte que
hagamos frente a la realidad de la existencia presente con una mentalidad nueva, fresca.
- ¿Cómo es posible concretamente liberarse del pasado, si lo que somos es en mucho pasado?
El señor Sendra dice: - Mediante el conocimiento de sí mismo y la observación continua de lo que somos,
cómo actuamos, lo que pensamos, cómo nos relacionamos con la gente, en la observación de nuestra manera de
funcionar y de ser, puede florecer esa mutación psicológica y el hombre nuevo integral que todos tenemos en
potencia.
- Cuando los escucho, me carece estar hablando con dos psiquiatras o psicólogos.
- Está usted en cierta manera en lo correcto, porque estamos hablando de la salud de la mente. La diferencia
consiste, diría yo, en que nuestro acercamiento masivo y nuestros planteamientos y búsquedas no tienen que ver
sólo con la mente, sino con la totalidad de la existencia. Nos atañe no la curación de los males de la mente, sino el
despertar de la inteligencia, como un todo, como un patrón general de la conducta humana.
- ¿En tanto que miembros de la Fundación Krishnamurti y seguidores de su pensamiento, podrían decir a
grandes rasgos los postulados de ese pensamiento?
- El seguidor es alguien que por fe adopta una doctrina; contrariamente al seguidor está el que investiga, el
estudioso, que con mente científica observa los hechos y llega a su propia valoración y para nosotros el mensaje de
Krishnamurti contiene un fermento renovador y saludable.
Krishnamurti es un despertador de la vida y eso equivale a la libertad irrestricta de vivir -afirma Calles-
incluyendo a Krishnamurti. No se debe seguir a nadie, porque ello equivaldría a la adopción de una secta igual a
las muchas que existen y han deformado a la conciencia del hombre.
- ¿Libertad para usted es no someterse o aceptar voluntariamente nada, es sinónimo de hacer lo que venga en
gana?
- No, la libertad de la que estamos hablando no tiene nada que ver con la libertad física, resulta obvio que
tenemos que conducirnos en una forma adecuada entre los seres humanos para poder subsistir. Me refiero a la
libertad psicológica que nos permite vivir la totalidad de la existencia a través de nuestra propia experiencia y
observación, en lugar de hacerlo a través de las diversas ideologías políticas, religiosas, tradiciones, etc.

URUGUAY

Los Delegados de la Editorial Krishnamurti el Notario Sr. Jaime Monestier y el Contador Público Sr. Héctor
Vignoli, realizaron una magnífica labor en Uruguay a partir de los años setenta. Después de don Alvaro Araujo,
cuya valiosa contribución la destacamos en otro lugar, no cabe duda que la labor realizada en Montevideo fue
notable en las dos épocas que hemos analizado.
El culto escritor Araujo realizó una tarea de gran valor traduciendo obras teosóficas como “Cartas de los
Maestros de Sabiduría”, además tradujo trabajos de Krishnamurti en la época de la Orden de la Estrella, pues tenía
amplios conocimientos del idioma inglés.
Uno no alcanza a distinguir cuál de las dos épocas respondieron con más hondura en el culto Montevideo.
Ambos grupos dieron mucha parte de su vida para llevar el Mensaje de la Teosofía primero y después el de
Krishnamurti.
Monestier y Vignoli fueron repetidas veces a escuchar a Krishnamurti en Saanen y Brockwood Park en
Londres. Los dos buenos amigos nos prestaron una eficaz contribución logrando que las películas de la N.E.T. de
Estados Unidos, y El Reto del Cambio en 1985 se pasaran en Montevideo, en varias Universidades, cines y teatros
de la Capital Uruguaya. Tuvimos además la satisfacción de tenerlos en Puerto Rico una temporada a ambos
estimados amigos.

El Mensaje de Krishnamurti

Diario El País. Montevideo


24 de Mayo 1970
La leyenda del hombre Dios se hizo realidad entre los uruguayos, una lluviosa mañana del mes de junio de
mil novecientos treinta y cinco: a bordo del “Estcarn Prince”, procedente de Río de Janeiro, llegaba Krishnamurti
al puerto de Montevideo, siendo declarado huésped oficial del gobierno uruguayo.
Este joven filósofo hindú, venía precedido de la fama -bien merecida por cierto- de ser único entre los
maestros espirituales contemporáneos, cuyo mensaje había sido escuchado por millares de personas de los cuatro
puntos cardinales, quienes reconocieron en este apóstol de la verdad, a uno de los seres más grandes de la época.
A los 73 años, la vida de Krishnamurti es tan apasionante como conmovedora. Pero, toda divagación sobre su
persona se estrella contra dos interrogantes: ¿Cuál es el mensaje? ¿En qué consiste la esencia de su pensar y sentir?
Es la suya una nítida exposición contemporánea del problema humano, que invita a resolverlo juntos, de la única
manera que evidentemente puede ser resuelto: por el propio individuo, libre de las jaulas que él mismo ha creado y
sin saber cómo salir de ellas.
El hombre es el problema del mundo, forjado por cada uno de nosotros en la vida de relación con las
personas, con las cosas, con las ideas. Por tanto, la paz verdadera vendrá cuando el hombre se enfrente, primero, a
sí mismo, cuando se comprenda profunda y plenamente.
Es la realización de la verdad y del amor lo que traerá la ansiada paz al mundo. Y esa realización es
individual, para reflejarse luego en lo colectivo: “La paz individual es la paz del mundo”. Pero para que ello sea
posible, el hombre, dice Krishnamurti, debe de verse como frente a un espejo, observarse tal cual es; y
conociéndose a el mismo dentro de un proceso de atención total, sin distracciones de ninguna naturaleza, sin
apegos, sin esfuerzos, en un estado de “pasiva alerta percepción”, de “captación pasiva sin opción”, liberado de la
tradición, de las creencias, de los sistemas, de las religiones organizadas de las escuelas -todas esas trabas que
condicionan la mente- operar una revolución fundamental en el hombre, al mismo tiempo que lo haga capaz de
crear un mundo nuevo.
Según esos postulados, hay que despojarse de la envidia, de la avaricia, de las ansias de poder, de la increíble
explotación del hombre por el hombre, del pernicioso deseo de adquisividad, pensando que una vez satisfechas las
necesidades fundamentales, el “más” es una necesidad psicológica, no real.
La mutación psicológica del hombre, no en el incierto mañana, sino ahora, creará inevitablemente una nueva
manera de vivir, que ha de dar contestación definitiva a esa súplica de una humanidad doliente, que es expectante
diaria del continuo caos, sufrimiento y miseria que existe dentro y fuera del mundo. El hombre necesita
comprensión, una comprensión total y no fragmentaria de la dinámica de la vida.
Esa comprensión creadora dará al hombre un estado de ser, el amor, llave maestra que le permitirá la solución
de todos sus problemas sin exclusión alguna. Es lo que hará posible el hombre al lado del hombre y no el hombre
contra el hombre.
El amor, dice Krishnamurti, no es de la mente; está en nuestro mundo interior, y se manifiesta en la comunión
diaria con nuestros semejantes.
Pero ese estado de ser que permitirá al hombre su liberación auténtica, “no es una dádiva; ha de ser
descubierta y vivenciada a través del recto pensar y la meditación. La mente que ha llegado a la quietud de la
sabiduría, comprenderá el ser, comprenderá lo que es amor, ese amor que no es personal ni impersonal. El amor es
amor, y la mente no puede definirlo ni describirlo como algo exclusivo ni inclusivo. El amor es su propia
eternidad; es lo real, lo supremo, lo inconmensurable”.
El mensaje de Krishnamurti no es un dogma, ni una doctrina, ni un sistema de creencias. Tampoco puede
verse en él un jefe religioso, ni un mediador entre el hombre y la divinidad, ni un estimulante que ayude a
sobrellevar la agobiante y agitada existencia. No, nada de eso.
Es el caso de un hombre genial en este siglo, liberado de todas las humanas debilidades, prejuicios y
condicionamientos, que, lejos de señalar el camino de las ilusiones, analiza los hechos que a diario presenta la
vida; ve su realidad, y sugiere, sin pedir aceptación o estorbarle el rechazo, cuál es su posición frente al reto o
desafío.
Ante una crisis en el valor humano, de extraordinaria significación como la que toca vivir. Krishnamurti invita
a la serenidad y a la meditación, porque solamente una mente en calma es capaz de descubrir lo que es verdadero.
“Sólo la verdad trae libertad”, pero en el descubrimiento de lo que es la verdad, cada cual debe ser la luz de sí
mismo.

Dr. Milton Malugani

PENSAMIENTOS

Sólo el recto pensar conduce a la paz.


El conocimiento directo es la puerta de la verdad.
Sólo hay amor -que es su propia eternidad- cuando no hay busca de Dios, porque el amor es Dios.
La libertad no es una cosa que deba ganarse al fin de la vida; no es la meta de la vida, porque una mente que
es incapaz de ser libre ahora, no puede descubrir nunca lo que es verdadero.
Dios o la verdad está dentro de uno mismo, no en las ilusiones.
Es la verdad lo que libera, no vuestro esfuerzo por ser libres.
Sólo hay revolución o transformación interior cuando hay comprensión del deseo; y esa revolución interior es
lo esencial, porque ella es lo único que puede hacer surgir un mundo diferente.

J. Krishnamurti

- Epílogo -

FALLECE KRISHNAMURTI

Hemos considerado de interés histórico extraordinario que este libro que se inició en 1985, y esperamos salga
a la luz en 1986, termine dando a conocer el fallecimiento de Krishnamurti acaecida el 17 de febrero de 1986.
Muchos han sido los reportajes interesantes escritos a su muerte en todas partes del mundo. Nosotros hemos
reunidos trabajos de Puerto Rico, España, Latinoamérica, India y Estadas Unidos a ese efecto.
Un editor de Barcelona, España nos solicitó le escribiéramos un breve reportaje sobre Krishnamurti. Otro
amigo editor de Madrid que ocupa la dirección de Programación de la Radio Nacional de España, también nos
rogó una síntesis biográfica. Parte de estos trabajos escritos en marzo, abril y mayo de 1986 pensamos que
pudieran interesar a los muchos amigos nuestros de Latinoamérica y España. Además, para informar a muchos
amigos que han solicitado datos sobre los últimos momentos en la vida de K, nada mejor que publicar como final
de este libro una síntesis de un artículo publicado en una revista de Bombay escrito por un íntimo amigo de K
hindú que lo acompañó hasta el final de su vida en India y Ojai
Queremos destacar el hecho de que K, en los días finales de su permanencia en India, casi a diario iba a visitar
Adyar para ver y hablar con su intima y querida amiga la Sra. Radha Burnier, Presidenta de la Sociedad Teosófica
Internacional. K conoció a Radha desde niña pues tenía una entrañable amistad con el Sr. Sri Ram, padre de
Radha, un hombre de gran sabiduría y delicada naturaleza que fue también Presidente de la S.T. hasta la década de
los setenta. Al mes de fallecer K Radha Burnier escribió un artículo editorial en la revista The Theosophist que
consideramos de gran importancia.
Es muy oportuno terminar este libro citando las propias palabras de K que admiro y sostengo con todo mi
corazón. Las palabras siguientes reiteradamente dichas por K merecen figurar en el frontispicio de las cuatro
Fundaciones. A saber:
“Si seguimos a otro, negamos la inteligencia; el seguir a otro, por más noble que sea, niega nuestra propia
percepción, nuestra propia observación - estamos meramente siguiendo a alguien que nos dice lo que debemos
hacer, lo que debemos pensar. Si hacemos eso, entonces la inteligencia no existe porque en eso no hay observación
y, por tanto, no hay inteligencia. La inteligencia exige dudar, cuestionar, no ser impresionados por otros, por el
entusiasmo, por la energía de otros. La inteligencia requiere que haya una observación impersonal. La inteligencia
no es sólo la capacidad de comprender lo que se explica de modo racional, verbal, sino que implica también que
reunamos la mayor información posible sabiendo, no obstante, que esa información jamás puede ser completa
acerca de nada ni de nadie.
Cuando hay inteligencia, hay duda, hay observación y existe claridad de un pensar racional e impersonal. La
comprensión de la totalidad del hombre, de todas sus complejidades, de todas sus respuestas físicas, de sus
reacciones emocionales, de sus capacidades intelectuales, de su afecto y sus afanes; la percepción de todo eso en
una sola mirada, en un sólo acto, es suprema inteligencia”.
El Boletín de la Fundación Krishnamurti de Londres y el de USA han publicado un número especial con fotos
muy interesantes de K y un resumen de las últimas dos conferencias que dictase en Madrás, India en este año 1986.
Nos permitiremos solamente publicar unas breves declaraciones de tremendo interés y significación del propio K
Consideramos de gran valor publicar un breve párrafo de sus últimas palabras. Son palabras con las cuales
sentimos una honda empatía y que resultan ser, testamento final, especialmente para quienes le estudian y ocupan
cargos de responsabilidad dentro de las Fundaciones que él creara. El párrafo dice así:
“¿Quieren ustedes participar en lo que les estamos diciendo? ¿Pueden no solamente seguirlo, sino que juntos
participemos en ello, no un mero pensar o prestar una atención casual a ello? Una o dos cosas hay que hacer muy
claras. Esto no es un culto a la personalidad. El que habla abomina todo eso, todo lo que él dice se contradice si
ustedes personalmente adoran a un individuo o lo convierten en un dios. Lo importante es escuchar lo que él tiene
que decir; no sólo escuchar, sino realmente participar en lo que él dice”.

A los amigos de España, Portugal e Iberoamérica


Febrero de 1986

Queridos todos:
En mi carácter de uno de los fundadores de la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana quiero transmitiros
la noticia de la partida de nuestro admirado amigo Krishnaji. Su tránsito debería de ocurrir algún día, pero queda
ahí su gran mensaje. Para aquellos que hemos tenido la suerte de escucharle y de estudiarle a fondo, su ausencia
debe de ponernos a prueba y ver si podemos quedarnos solos y ha dejado huella real en nuestras vidas sus palabras.
Estamos seguros que en muchos de nosotros quedará una genuina gratitud por lo mucho que nos trasmitió y por su
incansable esfuerzo para despertar al hombre esparciendo su mensaje. Ahora más que nunca, la tarea de difundir su
palabra en forma de libro y Cassette urge que continúe para bien de un mundo víctima de su agresividad y
violencia.
Estoy adjuntando un reportaje que la prensa de Estados Unidos y Puerto Rico acaban de publicar. También un
resumen de una de sus últimas pláticas dada en las Naciones Unidas.
Con todo afecto queda como siempre vuestro.

Salvador Sendra

Trabajo leído en el programa Panorama Mundial por el Dr. Wilfredo Braschi profesor de la Escuela do Periodismo do la
Universidad de Puerto Rico. Este programa se transite todos los días por la Televisión de la Secretaria de Instrucción Publica WIPR de
San Juan Puerto Rico.

J. KRISHNAMURTI

Hace unos días murió un hombre que evoca, en no pocos grupos de pensadores, profunda reverencia. Se llamó
Krishnamurti, Jiddu Krishnamurti. Cultivó la palabra serena.
Cuando se apaga su vida bajo el cielo de California deja una gran obra. Aunque no tuvo nunca afán de
literato, porque solía limitarse a sus conferencias, musitándolas, en una voz casi de silencio, quedan más de
cuarenta libros bajo su nombre. En esas páginas y en cintas magnetofónicas y video magnetofónicas están vivos y
dinámicos, sus diálogos.
Como Sócrates, como Jesucristo, como Confucio, como Gautama Buda, su enseñanza está en el diálogo. Un
diálogo de búsqueda incesante.
Hace algunos años estuvo en Puerto Rico, Don Salvador Sendra y otros amigos, como el señor Biascoechea,
don Enrique, lo albergaron en un lugar sencillo y hermoso. Al pie de unas montañas imponentes, ahí cerca de
Caguas, en Morcelo. De esos paisajes, como de otros que contempló de paso por la vida, un sendero de noventa
años, se lleva una impresión de luz y color. ¿Cómo ceñir en pocas palabras el mensaje creador de Krishnamurti?
Muchos han divulgado, o se han esmerado por difundir sus pensamientos. Quiñones Vidal lo citaba con frecuencia.
Hubo reuniones en diversos puntos de la tierra para oír a Jiddu Krishnamurti, nacido en la India y educado en
Inglaterra. Fue, sin duda, un ciudadano del mundo. Aquí habló en la Universidad de Puerto Rico.
Tres cosas importantes deja impresas en la inteligencia colectiva del puñado de personas que le oyeron y leen
el testimonio escrito de sus palabras. Dijo que el egoísmo, la violencia y la envidia eran los peores enemigos del
ser humano. Y tenía razón.

21 de febrero de 1986.
Wilfredo Braschi

Jiddu Krishnamurti: ¿Cuál fue la esencia de su estilo?

Reproducido por El Mundo. San Juan, Puerto Rico


Por Bart Barnes. The Washington Post

Jiddu Krishnamurti, de 90 años, Filósofo y educador indio cuya búsqueda de la verdad y la libertad espiritual
tuvo una profunda influencia sobre la vida de millones de personas quienes lo conocieron o lo oyeron, murió ayer a
causa de cáncer del hígado en Ojai. California donde había vivido durante parte del año, todos los años desde
1922.
La Fundación Krishnamurti Hispanoamericana anunció aquí inmediatamente su muerte “con profundo pesar”.
Precisamente el filósofo dictó tres conferencias en la Universidad de Puerto Rico en 1968.
Durante más de medio siglo Krishnamurti viajó por todo el mundo, reuniéndose con el público en Estados
Unidos, India, Inglaterra y Europa, en lo que una vez describió como un esfuerzo “por liberar a las personas,
absoluta e incondicionalmente”.
La esencia de su estilo era una disertación franca en la que estimulaba a sus oyentes a explorar sus problemas
íntimos, afectando así tanto a la persona corriente como a las famosas.
Aldous Huxley fue su amigo y una vez dijo que oír a Krishnamurti era como oír “un discurso de Buda”.
George Bernard Shaw lo describió como la persona más hermosa que jamás viera. Anne Murrow Lindbergh y
Bertrand Russell estudiaron su filosofía y Lindberg observó en una ocasión que una sola frase de una de las charlas
de Krishnamurti era a menudo suficiente para mantener al oyente “explorando, preguntando, pensando durante
días”.
Aunque escribió más de 40 libros, casi todos en forma de diálogo y conferencias, Krishnamurti insistía en que
no era ni un gurú ni una persona en nivel de autoridad y a menudo declaró que los seres humanos no necesitan ni
autoridades espirituales ni organizaciones. “Lo importante es liberar la mente de la envidia, del odio y de la
violencia y para eso no hace falta una organización”, afirmaba.
El tema en el fondo de casi todos sus libros y diálogos era que con el fin de alcanzar la libertad el hombre
primeramente debe tener conciencia del acondicionamiento psicológico que evita que vea lo que es real.
Su última presentación pública importante fue en el Centro Kennedy en abril pasado en Washington, para
hablar sobre “¿En verdad queremos la paz?”
Milton Friedman, redactor de discursos para la Casa Blanca y ayudante especial del presidente Ford y anterior
redactor de discursos para Reagan, hizo los arreglos para aquella charla, que estuvo precedida de un té para
congresistas, ofrecido en honor de Krishnamurti por el senador Claiborne Pell, demócrata por Rhode Island.
Anteriormente en el mes habló ante la Sociedad Pacem in Terris en las Naciones Unidas.
Nacido en el sur de la India en mayo de 1895, Krishnamurti fue el octavo hijo de una empobrecida familia de
brahmanes. Cuando era adolescente provocó el interés de Annie Besant, presidenta de la Sociedad Teosófica, una
organización creyente en que la humanidad estaba al borde de llegar a una nueva era espiritual al encontrar un
“maestro mundial”, un espíritu divino que asumiría forma humana.
Besant conoció a Krishnamurti mientras visitaba la India y se convenció de que él era el vehículo en que
aparecería “el maestro del mundo”.
Le costeó la educación en Inglaterra y Francia y en 1911 fundó la Orden Mundial de la Estrella de Oriente,
una agrupación cuyo propósito es promover el reconocimiento de Krishnamurti como el “maestro del mundo”.
Pero en 1929, durante una reunión en Holanda ante 3.000 miembros de la Orden, Krishnamurti disolvió la
organización y repudió la idea de que él fuera el vehículo para llevar a la humanidad a una nueva era.
Sus amigos establecieron fundaciones en su nombre en California, Inglaterra y la India, pero Krishnamurti se
empeñaba en alejarse de cualquiera de sus operaciones.
A fines de su vida muchas de sus enseñanzas parecieron tener significado especial para la comunidad
científica
En 1984 habló ante una reunión de científicos nucleares en el Centro Nacional del Laboratorio de
Investigaciones en Los Alamos, Nuevo México, y en 1985 publicó el libro “The End of Time”, una serie de
disertaciones con David Bohm el físico teórico británico.
Lo que propone Krishnamurti, dijo Bohm, es que la raíz de mucha de la miseria, del desorden y la tristeza
humana es que “de hecho somos ignorantes sobre nuestros propios procesos de pensamiento”.

Jiddu Krishnamurti, 1895-1986


El Reportero. San Juan, Puerto Rico
Supe de Krishnamurti por un compañero de colegio llamado Rafael Vincenti en 1926.
Más tarde conocí una pléyade de jóvenes cuyos familiares eran teósofos y quienes se sentían movidos a ser
parte de la nueva era que se iniciaría con la obra del Instructor del Mundo. Yo también me uní a ese entusiasmo y
sentí que la vida cobraba sentido y que pronto el mundo se transformaría.
En 1930 sufría yo una crisis de salud, cuando me enteré de la disolución de la Orden de la Estrella y del
mentís que Krishnamurti había dado al propósito de esa organización. Mi crisis se agudizó, sufrí una fiebre muy
alta por tres días durante los cuales deliraba. De esa experiencia salí profundamente resentido contra Krishnamurti.
Pasaron casi cuarenta años. Yo había encontrado consuelo en otras visiones del mundo. Por varios años fui
budista. Después me relacioné con varios movimientos espirituales. Pero el resentimiento contra Krishnamurti
estaba latente. En 1966, estando en Suiza, ingresé a un hospital en Montreaux, a las orillas del lago Leman.
Sabiendo que unos amigos puertorriqueños estaban en Saanen, como a dos horas por barco del lago, me uní a ellos
tan pronto salí del hospital. Habían venido a asistir a uno de los campamentos anuales de Krishnamurti. Asistí a
varias conferencias bajo la carpa, pero más me interesaba explorar los alrededores de la ciudad y subir en teleférico
a los montes nevados.
Un día me invitaron a una sesión privada a la que asistirían varios delegados de Centro y Sud América.
Estando el intérprete ausente tuve que asumir su posición. Krishnamurti contestó a preguntas y expuso varias
cuestiones interesantes. Tuve suerte en hacer bien mi labor. Al terminarse, Krishnamurti me pidió que
permaneciera mientras los otros se retiraban. Ya solos me dio las gracias, y mirándome a los ojos fijamente, como
si leyera bien dentro de mí el resentimiento de tantos apios, me abrazó fuertemente en un prolongado abrazo. Y
sentí derretirse dentro de mí todo lo que había llevado dentro en su contra...
Dos años más tarde, en el otoño de 1968, vino a Puerto Rico y permaneció tres semanas en el hogar de sus
amigos los esposos Enrique e Isabel Biascoechea. Dictó varias conferencias y vinieron estudiantes de sus
enseñanzas de diversos países de Centro y Sud América. Tuve la oportunidad de llevarle a conocer algunos lugares
de nuestra isla en compañía de sus anfitriones, los esposos Biascoechea.
Una mañana fría de octubre fui a buscarle para llevarlo al aeropuerto, pues ese día se marchaba. Le encontré
sentado sobre una gran piedra, la mirada perdida en un horizonte de montañas. No me atreví interrumpirle. Al cabo
de varios minutos se incorporó y musitó unas palabras. Al preguntarle qué decía repitió “Good bye Hills” (Adiós
colinas).
Se estaba despidiendo de nuestra naturaleza...
El señor Krishnamurti falleció el domingo 16 de febrero de 1986, al filo de la media noche, en su hogar de
Ojai, California. Tenía 91 años de edad.

1º de marzo de 1986
Arq. Pedro Luis Amador

KRISHNAMURTI HABLA SOBRE LA PAZ

Un informe publicado en el Secretarial News de las Naciones Unidas el 16 de mayo de 1984.


J. Krishnamurti, maestro y filósofo, fue el orador invitado de la “Pacen in Terris Society” (Sociedad de la Paz
en la Tierra) el 17 de abril en el Auditorio de la Biblioteca Dag Harmrskjold. Los siguientes son extractos de su
charla:
Han existido muchas organizaciones, incluyendo ésta creadas para traer la paz al mundo, pero no ha habido
paz por diversas y obvias razones; el nacionalismo, el espíritu tribal, las religiones opuestas entre sí, divisiones de
clases, de razas, etcétera... Uno ve a los israelíes y los árabes, los hindúes y los musulmanes, los norteamericanos y
los rusos, ideas contra ideas... ¿Por qué, después de todos estos millones de años, los seres humanos no viven en
paz?
¿Nos damos cuenta de que somos responsables por este horror que impera en el mundo? Somos responsables
de todas las formas de violencia: terrorismo, guerras... La guerra no está en Beirut; está en nuestros corazones y en
nuestras mentes. Nosotros hemos creado esta sociedad en que vivimos. Somos esta sociedad, y hasta que cada uno
de nosotros no se transforme radicalmente, tendremos guerras perpetuas.
El hombre está condicionado... los cerebros han sido moldeados de acuerdo con una tradición o una religión
particular... ¿Es posible para los seres humanos, estar libres de su condicionamiento como americanos, como
europeos, como hindúes?... ¿Por qué se hallan tan condicionados los seres humanos? ¿Es porque todos deseamos
seguridad? ¿Tanto externa como interna? Internamente, ¿existe alguna clase de seguridad? Si no estamos seguros
en lo interno, tratamos de encontrar la seguridad afuera, externamente por medio de naciones, de organizaciones
religiosas... Parece que ahora debemos considerar juntos y descubrir por nosotros mismos si hay seguridad en
nuestras relaciones mutuas, por íntimas que puedan ser. Si tal seguridad existe, ¿por qué hay una contienda, un
conflicto semejante en las relaciones entre hombre y mujer, cada cual persiguiendo sus propias ambiciones, su
propia realización personal, sus propios deseos, etc.? Para ir muy lejos tenemos que empezar muy cerca, y lo más
cercano son el hombre y la mujer, la esposa y el marido. Si en esa relación hay conflicto, como lo hay en la
actualidad, entonces ese conflicto se expande y, finalmente hay guerra. Jamás hemos reflexionado sobre esto, sobre
el hecho de que nuestra casa está ardiendo o sea, que la sociedad está ardiendo, degenerando... ¿Estamos también
nosotros degenerando? Si no cambiamos nuestras vidas, ¿cómo podremos traer paz sobre la tierra? Esto parece
algo tan lógico, tan racional, tan cuerdo, pero nosotros no lo hacemos, a menos que el mundo psicológico se serene
y haya en él cordura y paz, nuestro estado psicológico se impondrá siempre a cualquier tipo de organización. La
Psiquis es mucho más importante que la legislación externa, los gobiernos etcétera.
Desde el principio mismo hemos sido condicionados por las religiones, por la sociedad, por la cultura, para
creer que cada uno es un individuo separado y que, por lo tanto, debe buscar su propia salvación su propia
expresión, su propia realización. Y ésta que llamamos individualidad separada, está creando estragos en el mundo
lo cual no significa que todos debemos volvernos iguales, encajar en el mismo molde. Al contrario. La libertad es
la forma más elevada de existencia. Vivir libre es la más grande de las artes. Pero no somos libres. Uno piensa que
es libre para hacer lo que le plazca. Especial mente en este país, cada individuo piensa que es algo supremo, y que
puede hacer lo que quiera. Pero cuando uno viaja por el mundo y observa muy atentamente, ve que todo ser
humano, ya sea que ocupe una alta posición, que tenga muchísimo dinero, status, poder, etc. es psicológicamente,
igual al resto de la humanidad. Pasa por muy grandes sufrimientos se siente desesperadamente solo... y todas las
cosas que implica el mundo psicológico de incertidumbre y confusión; cada uno de nosotros es el resto de la
humanidad. No somos africanos y europeos y todo ese desatino; somos la humanidad. A menos que
comprendamos ese factor fundamental en nuestra vida -que psicológicamente somos todos uno- vamos a estar
eternamente en conflicto. Y ninguna organización en el mundo va a cambiar ese hecho.
¿Qué ha de hacer, entonces, un ser humano si es serio, si se interesa en el mundo, en su propia vida? ¿Ha de
formar otro grupo, otra religión, otra institución? ¿O, como ser humano, tiene que darse cuenta de su condición y
liberar el cerebro de esa condición...? Cambiar radicalmente, producir una mutación profunda. De lo contrario, no
habrá paz en la tierra a pesar de todas las religiones, de todas las instituciones. Ello debe comenzar en cada uno de
nosotros, no en alguna otra persona ajena a uno mismo.
En lo externo, en lo tecnológico, hemos hecho las cosas más increíbles, pero internamente somos especímenes
bastante pobres. Siempre estamos peleándonos unos con otros, incluso en nuestras relaciones más íntimas. ¿Cómo
puede haber paz externa en el mundo si uno no está en paz consigo mismo? Jamás respondemos a esa pregunta.
Siempre estamos tratando de producir cambios en lo externo. Al parecer nunca nos damos cuenta de que, a menos
de que cada uno de nosotros cambie radicalmente no habrá paz en la tierra... Nos incumbe, pues, a cada uno de
nosotros averiguar por qué vivimos de este modo y si es posible transformar radicalmente nuestra psiquis. Si no
hay una revolución ahí, las meras revoluciones externas tienen muy poco significado. Hemos tenido la revolución
francesa, la revolución comunista y otras revoluciones en todo el mundo, pero seguimos siendo lo que somos,
egoístas, crueles y todo lo demás.

Encuentro con Krishnamurti


Trabajo publicado en la Revista “Vida” de Barcelona

Cuando conocí las primeras publicaciones de Krishnamurti, allá por los años 1924, siendo ambos muy
jóvenes. En seguida establecí una relación intima espiritual que motivó mi vida y la llenó hasta el presente. A los
Pies del Maestro, La Búsqueda, El Reino de la Felicidad, etc. fueron los libros que establecieron esa admiración
por su mensaje, me dieron la medida de su intrínseco valor.
En aquel entonces, mi anhelo por la luz y la libertad, encontró eco en sus libros y un caudal de interna
satisfacción, de lo cual brotó una dedicación total a la difusión de su palabra escrita, recorriendo todos nuestros
pueblos de habla hispana y portuguesa. De tal forma fue así, que consecutivamente, a partir de nuestra relación
personal, en 1927, en Ommen, Holanda, apenas hubo año que no tuviese con él algún encuentro en cualquier
continente. Primero fue en los célebres campamentos de Ommen, en donde nos congregáramos cada año, de dos a
cuatro mil personas de todas partes del mundo. Aquel joven hindú nos ponía en tensión gozosa a millares de
personas que escuchaban su palabra. Después de Holanda, nuestro encuentro fue en varios países de Europa,
Inglaterra, Alemania, Italia y Saanen, en Suiza. En India, nos saturamos de su mensaje, escuchándole recorriendo
con él, y varios amigos, el continente Índico.
En el 1935, coordinamos nuestra gira can el recorrido que él iba a hacer por Latinoamérica. En tal ocasión, los
libros que hablamos publicado en español tuvieron la oportunidad de recibir una amplia difusión y casi se agotaron
las ediciones que hicimos en Madrid y Barcelona.
Después vino su producción poética de los años veinte, treinta y cuarenta, que por cierto llenaba toda mi
vocación en aquel entonces. Krishnamurti abre una nueva etapa de una profunda psicología. A partir de ahí, más o
menos en la década de los cuarenta, pasa a ser para nosotros el psicólogo por excelencia. El psicólogo, podríamos
decir, de la era contemporánea. El conocimiento de las intrincadas veredas de la mente humana y la vida de
relación, lo desarrolla con exhaustiva, profunda y novedosa manera... para nuestra vocación poética, menos
familiar... Más, sin embargo, ayuda a despertar nuestra sensibilidad a la vez que una mente crítica y objetiva, para
conocernos a nosotros mismos y al ser humano en general. No es el velo de la imaginación creadora y poética,
como antes, pero no deja de ser de tremendo valor el cultivo de una conciencia alerta de sí misma y del mundo que
nos rodea. De esta etapa, tenemos la producción de sus libros: El conocimiento de Si Mismo, Vivir de Instante en
Instante. etc. etc.
En Puerto Rico donde su valioso libro “La Educación y el significado de la vida”, síntesis de su enfoque
educativo, se usa en varias universidades, tuvimos la dicha de tenerle de huésped por tres intensas semanas en
1968. Aquí nos congregamos con muchos de sus admiradores del Norte y Sur América.
Antes de partir Krishnamurti de esta existencia (el 17 de febrero de 1986) como etapa final de madurez
inusitada, nos deja el tesoro de sus libros: Usted es el Mundo, La Madeja del Pensamiento, La Llama de la
Atención y La Mente que no Mide. Para nosotros, esta etapa final lo sitúa al nivel lúcido de los grandes iluminados
de la historia: Buda, Plotino, Jesús, Hermes, Sankaracharia, etc., etc.
Se puede diferir de Krishnamurti en cosas tales como su rechazo total de los valores tradicionales, lo mismo
que hizo el Buda en Asia. Coincidimos con él, sin embargo, que para el encuentro con la Luz y la Libertad, por sí
mismo, hay que dejar todo lo conocido que está en nuestra mente conciencia, vale decir, dejar todo el pasado y la
tradición. A partir de ahí, el hombre se sitúa en un nivel extraordinario que nadie nos puede regalar. Ello implica,
el nacimiento del nuevo hombre, implica también, que nuestra vida no debe depender en el futuro de Krishnamurti,
ni de ningún hombre. Entonces, y no antes, adviene, el factor vital y renovador como resultado del contacto directo
con Dios y la Verdad. Pero no cabe duda, que al irse Krishnamurti, nos ha dejado una antorcha que se aleja, pero
que no se ha apagado, si es que nosotros hemos encendido nuestra propia antorcha.

Salvador Sendra 1986

NOTA

Reproducimos el editorial de The Theosophist de la Presidenta de la Sociedad Teosófica Internacional que


escribiese la Sra. Radha Burnier, en marzo de 1985. Consideramos que ella ha sintetizado admirablemente el por
qué el mensaje de Krishnamurti no fue el principio acogido por los teósofos como se esperaba. Hay que hacer
notar que los viejos dirigentes, como la doctora Besant, al Sr. Leadbeater y el doctor Jinarajadasa, más de una vez
hablaron a los teósofos y les advirtieron sobre la posibilidad de que Krishnamurti, el Instructor, podría hacer
declaraciones que contradijesen lo que ellos esperaban que dijese.
En el reportaje escrito por un viejo amigo de Krishnamurti, el Sr. Asit Chandmal, titulado “El Ultimo Paseo”
que este libro reproduce, se pone de manifiesto, la relación afectiva que hubo entre Krishnamurti y la Sra. Radha
Burnier. En los últimos días de su existencia, estando Krishnamurti en Madrás, con frecuencia iba caminando hasta
la casa de la Sra. Burnier. El mismo Sr. Asit Chandmal, aparece sorprendido por tan frecuente encuentro.
Sea lo que fuere. De nuestra parte, nos permitimos conjeturar que entre esos dos seres humanos, por encima
de las diferencias de enfoques o mensajes, hondamente espirituales, su amistad afectuosa, de muchos años, era una
realidad vital que les obligaba a actuar como lo hicieron.

J. KRISHNAMURTI
RADHA BURNIER

(The Theosophist, marzo 1985)

La conexión entre J. Krishnamurti -Krishnaji, tal como cariñosamente se le conocía- y la Sociedad Teosófica,
se rompió, no porque él abandonara -tal como muchos miembros creen- sino porque la gente no estaba preparada
para escuchar un profundo mensaje dado en términos que no estaban acostumbrados a oír. No es la primera vez
que esto ha sucedido. Los judíos no quisieron escuchar a Jesús cuando vino para enseñar... La mayoría de los
hindúes no respondió durante mucho tiempo a lo que Buda tenía que decir. La mayoría de las personas gustan de
volver sobre sus pensamientos de costumbre, sus hábitos, sus teorías de conveniencia y sus ideas aun cuando se les
sacuda, porque el cambio radical es tan difícil como “inconveniente”. Pero todo lo que es profundo es radical. La
Verdad no puede contemporizar ni acomodarse, y a nosotros nos gusta contemporizar y tener lo mejor de ambos
mundos. En “LAS CARTAS DE LOS MAESTROS” queda muy claro que el que está realmente interesado en el
Sendero debe abandonar toda su manera de pensar rutinaria y todo su modo de actuar. Así pues, los miembros de
la Sociedad Teosófica deberían haber estado preparados para escuchar un nuevo mensaje. Pero cuando Krishnaji
empezó a hablar de una manera radical, hubo muchos que no pudieron escucharle.
El mismo hecho de que él se negara a sí mismo toda autoridad, era radical. Aquellos que esperaban que el
“Instructor del Mundo” se manifestara a través de Krishnamurti tenían tal como él mismo declaró en 1927, un
retrato en sus mentes de lo que debería decirse y de lo que debería ser la función de Krishnamurti. Un retrato es
una forma material, estática, proyectada por la mente, y Krishnaji manifestaba que en tanto que el retrato era
estático, la gente era feliz y se sentía satisfecha. Cuando el retrato tomaba vida se sentían perturbados.
Evidentemente, es mucho más conveniente tratar con algo que no se mueve ni habla, a menos que la persona lo
desee. Una imagen puede ser creada para desempeñar un papel que satisfaga. Se había esperado del “Instructor del
Mundo” que dijera a la gente lo que tenía que creer, que definiera la “verdad” y el papel que tenían que
desempeñar sus seguidores. A muchos puede que les hubiera gustado un papel importante para ellos mismos como
seguidores e intérpretes. Pero cuando llegó la enseñanza y Krishnaji negó su propia autoridad, repudió todo
seguimiento, rechazó cualquier interpretación, esto hirió el sentimiento del yo de algunos que se decían seguidores
y consternó a otros.
Krishnaji puso claro desde 1927 que él no iba a decir lo que había descubierto. En aquellos días la gente
preguntaba: “¿Qué es el Amado del cual usted habla?” Y él contestaba: “Voy a ser deliberadamente impreciso
porque aunque yo podría hacer que ello fuera realmente claro, no es mi intención hacerlo así. Una vez que se ha
definido una cosa, ésta muere”. La gente quería tener reveladas descripciones maravillosas del Amado, o de lo que
fuere que él descubriera. En su AGENDA y en su DIARIO, hay vislumbres de un inmenso, innombrable algo que
algunas veces llama el “otro” porque no tenía nada que ver con la actualidad de nuestro mundo. Los Upanishads,
también, hablan de “Aquello” que ni la mente, ni las palabras, ni el pensamiento pueden tocar. Lo que se oye con
los oídos -palabras recordadas y repetidas- son todo parte del cerebro material. La memoria pertenece a la región
de lo limitado. Pero a la gente le encantan las descripciones y se sienten atraídos por definiciones y etiquetas. Les
hubiera gustado que él se etiquetara. Si hubiera estado etiquetado, automáticamente se hubieran convertido en
“discípulos”, en “apóstoles”, o en cualquier otra cosa que ellos mismos hubieran imaginado. Pero él decía:
“Cuando empecé a pensar quise descubrir lo que significaba la expresión el Instructor del Mundo... y lo que se
quería indicar por su manifestación en el mundo”. Tal vez la manifestación no era de lo que la gente hablaba, sino
algo que no puede expresarse en palabras. Cualquiera que quiera encontrar la verdad tiene que aprender a pensar y
a descubrir por sí mismo y no aceptar descripciones, definiciones, palabras de otras personas.
Krishnaji dio una pequeña indicación de lo que su Amado era. “Mi Amado es los espacios abiertos, la flor,
todo ser humano”. En su vida ésta fue la verdad. No era como una gran afirmación exactamente; la suya fue una
vida que en ningún momento mostró ningún pensamiento de que alguna cosa fuera más importante que oír; ningún
sentimiento de que unos están arriba y otros abajo. El decía que su costumbre era escuchar siempre a todo el
mundo. “Yo deseaba aprender del jardinero, del paria (intocable), del vecino, de mi amigo, de todo cuanto podía
contactar, para llegar a ser uno con el Amado”. Finalmente, escuchaba cuidadosamente con atención y con cariño,
a todo el mundo, sin distinción de alto o bajo. Respondía con lo que a los ojos de los demás podría parecer una
generosidad nada práctica. Observando y escuchando al científico, al intelectual, al político, a todo el mundo, él
penetraba en el corazón de las cosas, tal como nos demuestra la lectura de sus COMENTARIOS SOBRE LA
VIDA, y otros escritos. Poseía una enorme, tal vez ilimitada capacidad de afecto. La gente utiliza la palabra
“amor” con un significado reducido. El amor vulgar permite celos, apego, mezquindad, etcétera. Pero su amor era
profundo, derramándose, atento, compasivo, completamente distinto del de los demás.
Muchos de aquellos que le escucharon durante años sintieron el extraordinario poder y elevación que llegaba a
través de él en sus charlas, exposiciones y conversaciones personales. A la mayoría de las personas les gusta tener
influencia y utilizarla, pero él frecuentemente advertía: “No os dejéis influir por mí”. Bajo su influencia la gente
pensaba que comprendía, pero a menudo era una cosa pasajera. Cuando alguien comprende realmente a través de
su propia atención, aprendizaje y observación, entonces hay una luz firme y ésa es la que cada uno tiene que
encontrar.
Así pues, desde el principio, cuando empezó su trabajo, dejó claro que él no estaba tratando de convencer ni
de persuadir a nadie. Todo lo que hacía era tratar de despertar la percepción y el deseo de descubrir la verdad sin
apoyarse en la autoridad, sin repetir declaraciones o citas de libros, ni siquiera de los suyos propios. Cuando hay
un verdadero deseo de descubrir la verdad, entonces cada persona se hace libre. Cuando hay autoridad, existe el
límite del miedo. La autoridad es discutible; crea inseguridad, fanatismo, dogmatismo.
El era como una flor que esparce su fragancia alrededor, no importándole quién pase ni lo que piensen de él
los que pasan. Esta es la quintaesencia de la acción sin esperar resultados a la que se refiere el BHAGAVAD
GITA. Innumerables personas han hablado sobre ello, han memorizado las palabras y las ideas en importantes
libros, pero la verdad está muy alejada de sus vidas. Cuando alguien conoce la verdad, puede o no puede hablar;
pero su vida está llena de belleza y de fragancia.
Krishnaji decía que cuando no hay apego, el límite entre la muerte y la vida es muy fino. El mostró la vida y
la muerte bajo una luz diferente. Generalmente se piensa que la muerte del cuerpo es una tragedia, algo de lo que
se habla durante mucho tiempo. La distancia física también se considera una “separación”. Krishnaji decía que
cuando él desapareciera no se olvidaría de nadie. El puede haber estado cerca de todo el mundo siempre, porque
era uno con la inmensidad y la infinitud de toda vida.
Algunos preguntan: “¿No era su enseñanza abstrusa, desarraigada de la vida del hombre corriente?”
Precisamente era todo lo contrario. Su enseñanza era profunda, pero no abstrusa; estaba relacionada con la vida de
las personas ordinarias porque arrojaba luz sobre la problemática del ego, que es el único problema que existe, y el
cual origina el temor, el amor al poder, el descontento, la esperanza, el apego, el deseo de continuidad. Así pues, el
suyo fue un mensaje para la vida diaria de cada hombre, mujer y niño, pero también fue un mensaje que podía
llevar a cada uno más allá de la vida de cada día, hacia el mismo corazón de la existencia, hacia su verdad, su
belleza y su paz.

THE OJAI VALLEY NEWS

Ojai, California, febrero 19 de 1986


por Thia Bell
Krishnamurti dejó un rico legado al Valle que tanto amó.

En el día dedicado a honrar a dos grandes hombres que pelearon por la libertad, ha muerto otro gran luchador
por la libertad.
A las 12:20, conforme las manecillas del reloj se aproximaban a la alborada del día de los Presidentes, lunes
17 de febrero, Jiddu Krishnamurti, el mundialmente reconocido filósofo, autor y educador, murió mientras dormía,
en su casa al Este de Ojai, después de un corto y penoso ataque de cáncer pancreático. El tenía 90 años.
De acuerdo con su creencia en la libertad de rituales y dogmas religiosos, no hubo servicios de esta clase en su
funeral.
Su último recorrido a través de Ojai fue en un cortejo funerario acompañado por un grupo de miembros del
Comité de la Krishnamurti Foundation of América. Ellos llevaron los restos a Ventura para su incineración en la
mañana del lunes. Las cenizas fueron divididas en tres partes para ser esparcidas por las Fundaciones de América,
de Inglaterra y de la India. Le sobreviven 8 sobrinos, hijos de un hermano mayor; dos de ellos en los Estados
Unidos y los demás en la India.
El día de fiesta nacional resultó apropiado para que se difundiera la noticia de su muerte a través del Valle de
Ojai y alrededor del mundo y regresara. A temprana hora, al abrirse los servicios de comunicación, gente del Este
llamaba a sus amigos de Ojai despertándolos para obtener noticias.
El Primer Ministro de la India, Rajiv Gandhi, pidió a su embajador en Washinton Shanker Bagpai, telefonear
sus condolencias a la Fundación de Ojai. La llamada llegó después del mediodía y las flores después. El martes el
Consul General de la India en San Francisco, R.S. Garg, entregó un mensaje del Primer Ministro Gandhi:
“El pueblo de la India siente profundamente la partida de Sri. J. Krishnamurti. El era uno de los más
prominentes y estimulantes filósofos de nuestra tierra y de nuestro tiempo, una persona de inmenso valor moral e
intelectual que se rehusó a jugar el papel de instructor insistiendo en que cada uno debe buscar la luz dentro de sí
mismo. Pero en número incalculable la gente derivó fortaleza de las contestaciones a las preguntas que hacían y del
proceso de captación de la realidad que él indicaba. Nuestro país y el mundo son más pobres con su muerte”.
El contacto de Krishnamurti con el Valle de Ojai se remonta al año de 1920 cuando vino con su hermano
Nityananda que sufría de tuberculosis y murió en 1925.
Desde los años 20 Krishnamurti nos visitó regularmente dando pláticas y sosteniendo discusiones en su estilo
socrático, cada primavera. Aunque él viajó por todo el mundo, consideró a Ojai como su hogar y fue aquí a donde
él se volvió cuando se sintió por primera vez enfermo hace algunas semanas.
Después de terminar sus pláticas en Madrás, India a principios de febrero, el hombre activo comenzó a notar
que se cansaba fácilmente. Canceló las pláticas en Bombay y a principios de febrero voló a su casa en Ojai para
consultar con su doctor que lo atendía desde hacía tres años en la clínica de Santa Paula.
Una corta estancia en el hospital para pruebas médicas, indicaron éstas cáncer en el páncreas que ya se había
extendido al hígado. Se le dijo que le quedaba muy poco tiempo más. Rehusó la quimioterapia que probablemente
de nada hubiera servido de todos modos. Volvió a su hogar para sobrellevar el proceso doloroso con ocasionales
dosis de morfina bajo el cuidado del Dr. Deutsch.
El día de su muerte, procesiones de nubes grises y blancas todavía se anidaban en las colinas nativas del valle
indio que él había explorado en su juventud. Pero pedazos de cielo azul dejaban pasar destellos de claridad no
obstruida; una esperanza de alivio y libertad que reflejaban el reto del filósofo a decenas de millones de personas a
través de sus 60 años de enseñanza acerca de la mente humana.
La disolución de las nubes de la mente, del pensamiento, las creencias y la autoridad externa, fueron temas
centrales de su enseñanza, expresados en sus pláticas personales, en “tapetes”, videos y millones de ejemplares de
unos 40 libros que él publicó a través de los años.
Gente inspirada en sus reflexivos mensajes. Levantó 7 escuelas en América, en Inglaterra e India, así como
otros centros de información en el mundo. Krishnamurti puso a Ojai en el mapa.
Krishnamurti expresó su deseo final de que continuaran vigorosamente las Fundaciones que llevan su nombre
y que sostienen las escuelas. Estipuló también que no habrá un sucesor y que ningún representante continúe estas
enseñanzas en su nombre, ni ahora ni en ningún tiempo en el futuro. Afirmó que “no se necesitan intérpretes...
cada persona debería observar directamente sus propias actividades, no de acuerdo con alguna teoría o autoridad”.
Krishnamurti pidió que las Fundaciones aseguren que sus enseñanzas se preserven y distribuyan en forma no
distorsionada. También hizo saber su deseo de que se tomen todas las medidas para que las escuelas que él fundó,
florezcan.
Central en sus enseñanzas es que los seres humanos, si han de ser por completo libres, deben primero estar
alerta a su condicionamiento psicológico que les impide ver las cosas como ellas son. Estar alerta a “lo que es”
más bien que a lo que a uno le guste o disguste o a lo que alguna autoridad diga que es así, sino a la cosa actual en
sí misma la realidad detrás de la causa y el efecto -éste es el corazón de su trabajo.
En la plática de mayo 4 en Ojai, se le preguntó a K: “En la tierra ha habido grandes pensadores como Buddha
y Jesús, ¿cree usted que habrá menos conflicto y más comprensión cuando usted nos deje, o va el mundo en una
dirección inalterable?
Su respuesta fue: ¿Se han dado ustedes cuenta de que los seguidores destruyen al líder y éste destruye a sus
seguidores? El Buddha habló hace 2.500 años y dijo que no había que adorar cosa alguna, y los seguidores
hicieron imágenes de él y lo destruyeron.
Los discípulos siempre exageran, distorsionan o ensalzan y pierden la profundidad de la enseñanza. El mundo
cristiano estoy seguro que también convirtió a la persona central en algo increíble. Y probablemente cuando el que
habla “entregue el equipo”, habrá el mismo fenómeno. Todo esto indica una cosa extraordinaria: ¿por qué los seres
humanos en todo el mundo crean símbolos y los adoran? Los símbolos se han vuelto más importantes que la
Verdad. En 1980 Krishnamurti fue entrevistado por el escritor Lamar Hower para el Ojai Velley News. Se le
preguntó: Después de 50 años usted ha estado diciendo que no quiere seguidores. A pesar de eso, parece que
especialmente aquí en el valle de Ojai, mucha gente lo considera a usted como un gurú. ¿Qué se podría hacer al
respecto?
K respondió: Como usted sabe, la palabra “gurú” se ha vuelto extraordinariamente popular en América. En la
India ella se aplica y aún esto va perdiendo su fuerza, a Dios gracias: Pienso, señor, -continuó Krishnamurti, que
en asuntos de la mente y el espíritu, seguir a alguien es enteramente sin valor. Ello no cambia radicalmente al
hombre, no cambia la calidad de su mente o de su corazón... Yo no soy un gurú; serlo no es saludable, no es sano
ni racional -declaró.
En 1984 se le preguntó en Brockwood: “Cuando usted ya no esté más entre nosotros físicamente, ¿qué vamos
a hacer nosotros que hemos comprendido su mensaje aunque sea intelectualmente? ¿Continuaremos trabajando en
nosotros mismo o trataremos de esparcir sus enseñanzas conforme los veamos?”
K.- Señor, éste es “su” mensaje, no el mío. Es su libro, no el mío. La forma como usted vive es el mensaje, si
usted vive en la forma en que hemos conversado: sin tiempo, entonces su mero vivir es la luz. Esto no depende de
ningún otro. Es un hecho de la vida que todos vamos a morir. Este es un hecho irrevocable y absoluto. Y el futuro
es ahora. La muerte es ahora. ¿Comprende usted? No dentro de 10 años o de 50 años en el tiempo. Y si uno vive,
el mero vivir es el mensaje.
No es el mensaje de Krishnamurti, es vuestro mensaje. Usted esparcirá lo que está viviendo, no aquello que
algún otro ha dicho. ¿Comprende? -preguntó. Esto es muy, muy sencillo.

KRISHNAMURTI CONSIDERABA SAGRADO EL VALLE DE OJAI

En 1972, Fred Volz editor del OJAI VALLEY NEWS, hizo una entrevista a Krishnamurti. Este recalcó:
“fueron las montañas las que me atrajeron. Prácticamente he estado en todas ellas, en todas sus veredas desde
Topa-Topa hasta el Chief. Este es uno de los valles más extraordinarios que yo haya visto, tiene un encanto que
otros no tienen, pero veo que gradualmente va siendo estropeado. Aquí en el Valle, viven todos ustedes. ¡Por el
Amor de Dios, preserven este sitio, un sitio que no ha sido destruido!”
Usted sabe, señor, -dijo a Volz-. En la India y en Grecia y en otras civilizaciones, cuando encontraban un sitio
bello como éste, construían un templo -y se tenía el sentimiento de que aquél era un lugar sagrado-, sean ustedes
serenos, amables gentiles. No maten no hieren; esto hace una atmósfera que propicia la belleza. ¿Podría el pueblo
tratar esto como un sitio sagrado y no como un centro comercial? -preguntó.
Continuó: a menos que ustedes tengan un sitio donde la gente pueda ser realmente atenta y seria, ustedes van
a destruir este mundo en 70 años... Los americanos -observó- tienen ante ellos un tiempo difícil para ser ellos
mismos, para ser serenos...
Hace algunos años -dijo- yo iba subiendo aquí en vuestras montañas... Me detuve viendo la belleza de la
tierra... hasta podía ver el mar... Un hombre bajaba a caballo... Yo estaba muy quieto. El dijo: “¿Qué diablos hace
usted aquí parado tan quieto? ... Yo contesté: “¿no es éste un hermoso día?” -“Oh, usted es el Hijo de Dios”.
El periodista dijo después que rieron del incidente que había sucedido años atrás: “éste es uno de los mitos
que K siempre trató de negar”.

EL ÚLTIMO PASEO

por Asit Chandmal


Me parece verlo ahora, saliendo del portal de Vasant Vihar, en Madrás, caminando con su sobrino Narayan,
dos brahmines dignos, uno de 90 y el otro de 60 años, pero que aparentan ser décadas más jóvenes, dirigiéndose a
la plataforma bajo el árbol iluminado, donde miles de personas lo esperan.
El sube lentamente a la plataforma cubierta con tela y se sienta en meditación, solo, como si estuviera en esa
montaña solitaria donde perpetuamente nace un arroyo que es el Ganga.
Entonces habla.
Más tarde esa noche, me dice: “Algo entró dentro de mí. Algo me ha ocurrido”.
El habla del nacimiento y comienzo de toda energía, la percepción del sendero que conduce a la fuente de toda
creación. Luego de una hora, se sienta en silencio. Un niño se le acerca con una flor. El se vuelve, sonríe y toma la
blanca flor de champak. El niño sonríe. El sermón termina con el silencio y la sonrisa.
El ha dicho que ésta es su última plática.
Entre las imágenes imperecederas está la de mis tías y primos llorando silenciosamente en la segunda fila de
sillas, mientras mis sobrinas e hijas están sentadas en el suelo, con la triste historia de la muerte de reyes retratada
en sus rostros.
Es la noche del 4º día de enero, 1986. El cuerpo tiene seis semanas más antes de morir.
En esa noche antes de la última plática, dejándose llevar por un impulso, mi hija de 18 años, Clea, voló desde
Singapore a verlo. No lo había visto desde que tenía 13 años y era estudiante en Rishi Valley. Vamos a verlo en la
mañana. Cuando entramos a su cuarto se sienta en la cama para hablar con ella. Hablamos acerca de biología
molecular, genética, y de qué pasaría si las computadoras y estas otras tecnologías se encuentran, se combinan y
crecen. ¿Qué pasaría entonces con el cerebro humano?
Entonces se dirige a ella y dice: “Tú vas a Cambridge. Los profesores allí son muy listos, ganadores de
premios Nobel, todos tienen muchos conocimientos. Saben mucho más que tú, son las autoridades.
Ellos dirán: “Nosotros enseñamos, nosotros hablamos y tú haz de escuchar”. Entonces, ¿qué harás tú? ¿Cómo
estudiarás con hombres que te dictan sus conocimientos y te dicen que aprendas lo que ellos te enseñan? ¿Con qué
calidad de mente te encontrarás con mentes así?”
Una energía extraordinaria emana de él.
En ese momento, Parameshwar, el cocinero, entra con el desayuno. Pone una bandeja con idli y ghee en la
cama. Krishnaji nos ofrece compartir la comida y pregunta si queremos té o café.
En los días siguientes se reúne con sus amigos y asociados de la Fundación Krishnamurti de la India, a veces
individualmente y a veces en grupo.
Nos habla de muchas cosas, de escuelas, de centros de estudio, del silencio. Al finalizar la última reunión nos
dice: “Estén absolutamente alerta y no hagan ningún esfuerzo”.
Le pregunto si éstas son sus últimas palabras para nosotros y se sonríe.
Aunque está débil y perdiendo peso y tiene sus comidas en la cama, sale a dar un paseo a pie cada noche.
Cada noche el mismo paseo.
Va en auto desde Vasant Vihar hasta Adyar, atravesando los terrenos de la Sociedad Teosófica, hasta que
llega a la casa de Rhada Burnier, en la playa. Ella es la presidenta de la Sociedad, cargo que ganó en unas
elecciones, a su oponente, su tía Rukmini Devi Arundale.
El camina por la playa donde fue “descubierto”, encontrado y adoptado y también iniciado, en la playa de
Adyar, hace 75 años, la última vez que el cometa Halley entró en la órbita que lo llevaría cerca del sol.
Cuando tenía 34 años salió de la Sociedad Teosófica, rechazando todo lo que se había construido para él,
renunciando a todo lo que se le había otorgado, con las palabras: “La verdad es una tierra sin caminos, si siguen a
alguien, dejan de seguir a la verdad”. Había renunciado a más de lo que cualquier otro hombre desde Buda
“Renunciación es intoxicación” y sin embargo, Rhada era una amiga y quizás algo al final lo hizo ir a sus
comienzos.
El ha estado hablando de su muerte abierta y libremente. Me dice una noche -“El Dr. Deutsch me examinará
una semana después de llegar a California. Si él dice no más viajes, no más pláticas, entonces se acabó todo. El
cuerpo morirá en cuatro semanas”.
Entonces pregunta -“¿Qué hará usted con su vida, señor? Si usted no ha tocado eso otro y si no está anclado
en ello, usted se desmoronará”.
A las 5:30 de la tarde en el décimo día de enero, va a tomar su último paseo. Ha de partir para California a la
media noche.
Como de costumbre, atraviesa el jardín de la casa de Rhada, por el portón, que abre y cierra cuidadosamente,
y torna a la derecha por la playa. Hay embarcaciones y niños en la playa que está oscurecida por el mar y el cielo.
Camina en silencio.
Toma la mano de Rhada mientras camina, levanta su mano y toca a Nandini Mehta en el hombro,
descansando su mano así mientras camina; entonces da la vuelta, pasa por delante de la casa de Rhada hacia el otro
lado de la playa donde al final hay un puente roto y el río de Adyar se convierte en la Bahía de Bengala (en menos
de dos meses sus cenizas habían de ser esparcidas aquí). Se detiene en silencio, mirando al mar y al cielo.
Da la vuelta y empieza a caminar en dirección de la casa de Rhada, permitiendo que los demás se adelanten.
Su cabellera vuela detrás de él como la cola de un cometa.
Llegamos a la casa y deja que todos pasen por el portón. Se para a un lado. Cuando está solo, otra vez mira en
cada dirección por unos momentos. Mira la arena, el mar y el cielo, y ésa es su despedida.
Esa noche, a media noche, desciende la escalera circular que baja de su cuarto en el primer piso, sus asociados
lo esperan de pie en un semicírculo para decirle adiós. Saluda a cada uno de ellos, y a la última, Pupul Jayakar, le
pregunta de buen humor: - “¿Cómo me veo, Pupul?” y ella responde, -“Muy joven”.

Me encuentro con él en el avión. Tiene puesta una chaqueta cazadora gris, pantalones gris oscuro y una
bufanda color vino. El avión sale pasada la media noche y Krishnaji deja a la India por última vez, no muy lejos
del sitio en que nació pasada la media noche, hace 90 años.
A las 4:00 A.M. del 24 de enero, telefoneé al Dr. Parchure desde Singapore. Acababa de regresar del hospital
y me dijo que Krishnaji se encontraba en cuidado intensivo. Aunque Krishnaji siempre había dicho que no quería
ir al hospital cuando estuviera muriendo, no tuvieron otra alternativa. Krishnaji tenía un dolor intenso. El doctor
dijo que no podía tratarlo sin saber la causa y las pruebas sólo podían hacerse en el hospital. Fue ingresado al Santa
Paula Memorial Hospital el 22 de enero. Más tarde leí en el informe médico que una prueba de ultrasonido había
revelado una masa de 3 cm en el lóbulo derecho del hígado y que en una semana había crecido a 9 cm. Se intentó
hacerle una biopsia, sin éxito, y luego serologías (que envuelven la aplicación de anticuerpos monoclonales) que
revelaron que el cáncer del páncreas se había extendido al hígado. Luego de consultar a eminentes oncólogos, se
concluyó que no era necesario hacer más pruebas. Se le informó a Krishnaji que no había posibilidad de
recuperación. El pidió que se le dieran todos los datos y así se hizo. Le dieron de alta el 30 de enero, ya que él
quería salir del hospital y regresar a Pine Cottage en Ojai.
Mi tía, Pupul Jayakar, su hija Radhika Herzberger, el director de Rishi Valley School, y yo viajamos juntos
desde Delhi vía Amsterdam a Los Ángeles, llegando a Ojai la noche de enero 31. El profesor Krishna, director de
las instituciones educativas de Rajghat, había partido el día anterior, y Mahesh Saxena, secretaria de la Fundación
de la India habría de llegar tan pronto recibiera su pasaporte y visa.
Pupul viaja en primera clase, mientras que nosotros tenemos boletos de excursión. Radhi y yo llevamos una
urna de plata con nosotros. Hay un asiento vacío a nuestro lado y la urna reposa allí. Compramos los boletos
Amsterdam-Los Ángeles-Amsterdam en el aeropuerto de Schipol. Como es una tarifa de excursión, tenemos que
especificar la fecha de regreso. Radhi y yo nos miramos, sabiendo plenamente las implicaciones envueltas en dar
una fecha. Finalmente decidimos febrero 16.
En este vuelo a Los Ángeles también hay un asiento vacío al lado nuestro y Radhi vigila la urna vacía
mientras yo duermo.
En la mañana siguiente, el 1º de febrero, Pupul, Radhi y yo vamos a ver a Krishnaji a Pine Cottage. Está
acostado, y aunque nos saluda individualmente a cada uno, apenas nos reconoce. Su capacidad de atención es de
varios segundos. Cierra los ojos después de cada saludo. Me retiro en un estado de shock profundo. ¿Era éste el
hombre con el cual yo había caminado en Adyar tres semanas antes?
Al día siguiente está mucho mejor y puede hablar por varios minutos con muchos de sus amigos cercanos.
Mary Lutyens, la hija del arquitecto de Nueva Delhi, y otros miembros del Fideicomiso Inglés (English Trust) han
llegado y todos juntos almorzamos cada día en Arya Vihara, a varios cientos de yardas de Pine Cottage.
Y así pasan los días. Algunos lo ven, algunos no. Algunos se marchan, otros se quedan. El habla con algunos
y está en silencio con otros.
El me pregunta: “¿En qué está usted anclado, señor?”
Luego de una pausa de varios momentos, le contesto: “En usted, señor”.
“Yo ya no estoy”, me contesta.
Los doctores no pueden decir cuánto tiempo vivirá el cuerpo. Es impredecible, puede ser varias semanas o
varios días. No varios meses.
Una tarde pide que lo lleven afuera de la cabaña. Lo cargan afuera y se sienta silenciosamente bajo el
pimentero donde tuvo su primera experiencia de iluminación en 1922. Pide que lo dejen solo.
Luego dice: “Llévenme un poco más allá para que pueda ver las lomas”. Hacen esto. Otra vez pide que lo
dejen solo. Hay huertos de naranjas alrededor, con muchas naranjas y la fragancia de sus flores blancas.
Inclina su cabeza lentamente al cielo y a las lomas.
El miércoles 12 de febrero, el cometa Halley ha pasado en su órbita por detrás del sol y continúa su viaje
alejándose del sol. Pupul telefonea que Krishnaji está teniendo hemorragias. Una violenta tempestad viene del
Océano Pacífico. El Valle de Ojai y las carreteras que llevan a él son azotadas por una lluvia sin precedentes por
espacio de dos días. Derrumbamientos de lodo bloquean las carreteras que llevan al valle, hay el peligro de un
aislamiento total en el extremo del valle donde está situada Pine Cottage, algunos hogares son evacuados y las
cámaras de televisión se ven en Ojai filmando el diluvio.
La tormenta pasa el viernes, 14 de febrero.
Le hablo a Krishnamurti ese día y le digo: “Toda su vida usted ha ayudado a otras personas, se ha preocupado
por los demás, me ha ayudado a mí toda mi vida. ¿Puedo preguntarle si en algo es posible que yo le ayude a usted?
No me refiero al cuerpo, ya a éste se le cuida, lo que pregunto es ¿cómo yo, cómo nosotros, podemos ayudarlo a
usted?
Me escucha con sus ojos cerrados. Los abre, sonríe y dice muy seriamente. “No permitas que nadie eche a
perder las enseñanzas”.
Entonces vuelve a cerrar los ojos.
Más tarde me llama y me pregunta acerca de mi visita a Silicon Valley. ¿Que es lo último en las
computadoras? ¿Están los rusos espiando? ¿Están los japoneses poniéndose a la par? Él escucha con mucha
atención y por un momento me siento (y quizás él también) estar otra vez en Rishi Valley, y él es el Krishnaji que
conozco, envolviéndose en diálogo y discusión.
El 16 de febrero tiene dolores intensos. Escucho su dolor cuando voy a Pine Cottage a las 11 de la mañana.
Cuando ocurre una pausa en el dolor, entro a su cuarto y me paro al pie de su cama. Me reconoce y levanta su
mano derecha indicándome que me acerque. Toma mi mano y su agarre es fuerte. Me pregunta, “¿Estás bien?
¿Estás cómodo? ¿Estás bien?” Yo digo, “Sí” y cierra sus ojos.
Salgo de la habitación.
Esa noche no puedo dormir a pesar de que estoy exhausto. A las 11:00 la atmósfera en mi habitación se
vuelve amedrentante. El miedo persiste. Quiero estar con alguien.
Me esfuerzo por dormir. Una hora más tarde me despierta mi anfitriona. “Krishnaji acaba de morir”. Me
encuentro desorientado y por un momento no sé dónde me encuentro ni lo que ella dice. Ella repite “Krishnaji ha
muerto”.
Salto de la cama, me visto rápidamente y en ese mismo momento viene Mark Lee a buscarme. Mark, un
amigo muy cercano, a quien Krishnaji ha confiado específicamente que bañe su cuerpo después de la muerte -“Yo
siempre he sido un hombre muy limpio, envuélvanlo en tela, yo no tengo nacionalidad”-, y cremar su cuerpo sin
ningún ritual, rito o ceremonia alguna.
Mark me pide una corbata oscura. Le doy una corbata negra plateada Charvet que Krishnaji me había regalado
años atrás. Agarro un par de medias y veo las iniciales JK en ellas. El siempre ha regalado sus posesiones
materiales (mayormente ropa) a otros. En las semanas antes de su muerte prácticamente había regalado toda su
ropa, hindú u occidental a algunos miembros de las fundaciones.
Cuando llegamos 15 minutos más tarde a Pine Cottage Krishnaji ya ha sido bañado y envuelto en un lienzo
blanco simple, una frisa que cubre hasta el pecho, gris y rosada. Su faz sin arrugas, en paz, bella, con una leve
sonrisa.
El Dr. Deutsch estaba con él cuando murió, 10 minutos después de la media noche del 16 de febrero (o a las
0:10 A M. del 17 de febrero). No había tenido ningún dolor desde las 8:30 P.M. cuando se había dormido
profundamente.
No puedo evitar arrodillarme a sus pies cuando veo su cuerpo (nunca en mi vida me había podido postrar ante
nada ni nadie, pero esta vez es un movimiento inevitable y natural). Hay dos o tres otras personas que se alternan
en mantener una vigilia en la habitación. En su mesita de noche al lado de la cama se encuentran “El cuarteto de
Alejandría” (The Alexandria Quartet) por Lawrence Durrell, “Palgrave’s Golden Treasury”, el “Oxford Book of
English Verse”, “Los Cuentos de Italo Calvino”, “El Diccionario berlitz de Italiano”, cuentos de Alfonso Daudet y
de Gustavo Dore, libros en inglés italiano y francés, su reloj Patek Phillipe con una moneda griega antigua en una
cadena.
Hago varias llamadas a la India para dar la noticia.
Los encargados de la funeraria vienen a llevarse el cuerpo a las ocho de la mañana. Minutos antes, yo arranco
una camelia blanca de un arbusto desde el balcón al lado de donde yace el cuerpo de Krishnaji. También recojo
una camelia que había caído al piso, porque él me había preguntado cuando caminábamos hace 30 años “¿Haz
recogido alguna vez una flor caída en una vereda oscura?” y me enseñó entonces la flor que acaba de recoger.
Pongo la flor fresca a sus pies. No pienso que esto es un rito o ritual. La flor es de parte de todos nosotros.
Luego salgo a poner la flor en un vaso con agua y la coloco en la mesa del cuarto.
Cuando vuelvo encuentro que han cubierto la cara. Esa cara que había tomado siglos en refinarse, y quién
sabe qué otra cosa para hacerla divina, esa cara no se volvería a ver.
Los encargados fúnebres vienen. El cuerpo se coloca en una caja de cartón morena que después se cierra. Son
las 8:10 A.M. Sacan el cuerpo por el balcón en un trole hasta la camioneta que espera debajo del árbol pimentero.
Es un cielo sin sol.
Observamos en silencio. Una gran bandada de cientos de gansos grises vuelan hacia el este en una formación
perfecta de y por encima del cuerpo que está en la camioneta bajo el árbol pimentero. Tres autos siguen a la
camioneta por casi una hora hasta el Cementerio de Lvy Lawn en Ventura. El crematorio está al lado del Océano
Pacífico.
La puerta de acero azul del horno crematorio se levanta. Lo examinamos para ver si está limpio, que no hay
otras cenizas en él. Entonces la caja con el cuerpo se desliza dentro del horno, se cierra la puerta y se encienden las
llamas. Son las 9:10 A.M.
A las 11:10 A.M. el encargado llena la urna de plata que habíamos traído de la India con las cenizas.
Cargando la urna, salimos afuera. En ese mismo instante, el sol sale y se derrama sobre la urna y sobre el césped
del cementerio.
Mark nos lleva en auto a Mahesh y a mí hasta Ojai. Yo llevo la urna en mi falda. Está tibia, casi viva, como
un animal. Se mantiene así por una hora, antes de que el calor se disipe lentamente, hasta que llegamos a Ojai.
Las cenizas se dividen en tres urnas, una para América, otra para Inglaterra y otra para la India. “Esparzan las
cenizas. No dejen que nadie las pise. Planten árboles sobre ellas. Dejen que sea anónimo”.
El valle de Ojai se despertó a la noticia esa mañana, y la noticia se esparció suavemente. No hay multitudes,
ni siquiera cuerpos de personas, solamente el luto silencioso y por separado de seres humanos profundamente
afectados.
Mahesh y yo volamos desde Los Ángeles a Delhi en la noche del 19. Cambiamos de avión en Amsterdam,
llegando a Delhi en la mañana del 21. En ambos vuelos hay un asiento vacío al lado de Mahesh, donde él pone la
urna.
Pupul recibe las cenizas al pie del avión. Pone una rosa en la urna, la toma de nosotros suavemente y va
directamente a su casa en Saldarjung Road 11, donde Krishnaji se hospedaba cuando estaba en Nueva Delhi.
Cuando sale del carro cae un aguacero inesperado y súbito, una granizada que empapa a mis tías y primas cuando
llevan la urna al pie de un gran árbol en el césped, donde Krishnaji dio una vez una plática. La urna es rodeada de
flores. Por un momento el césped está blanco de granizo. Entonces sale el sol. Parado allí siento lo sagrado. “Si
hay solamente cinco personas que escuchen, que vivan, que vuelvan sus caras de frente a la eternidad, eso será
suficiente”.
No puedo escribir más. He estado escribiendo desde las cinco de la mañana, por seis horas, escribiendo en la
mesa de comedor en Sterling Apartments, donde él usualmente se sentaba a comer -había tanta risa. Estoy sentado
en la silla opuesta a la de él. Una vez me dijo, cuando un gran amigo de él había muerto. “Cuando alguien muere,
hay una o dos personas que él o ella quieran ver. Solamente regresarán a una casa donde no hay violencia, donde
hay amor”.
El tiempo no pasa, solamente usted y yo pasamos.

Publicado por el “Bombay - The City Magazine”, edición de marzo 7-21, 1986. Traducido del inglés por
Vidya Sendra.

INDICE
Origen de esta obra 7
Prefacio 9
Introducción 13
Mi Amistad con Fernando Valera (1920) 17
Más sobre mi Amistad con Valera 21
Encuentros con Krishnamurti (1927-1929) 24
Primeras Visitas a Latinoamérica (1929-1930) 37
La Familia Field Povedano (1929-1986) 41
Una Experiencia Psicológica (1930) 44
Sigue una Experiencia Psicológica 47
Mi Matrimonio con Clara Lugo (1931) 49
Visita de Krishnamurti a Latinoamérica (1935) 53
Años de Incertidumbre Mundial. (1936-1940) 57
La Editorial Orión y su Labor (1944-1945) 60
Estadía de Cuatro Meses en Ojai (1945) 68
La Editorial Krishnamurti y su Labor (1953-1965) 70
Viaje a la India (1959-1960) 76
Los Españoles y Latinoamericanos en las Reuniones de Saanen (1961-1985) 77
Visita de Krishnamurti a Puerto Rico (1968) 79
Ediciones Krishnamurti y su Labor (1965-1970) 101
Las Fundaciones Krishnamurti (1970) 104
Fundación Krishnamurti Hispanoamericana (1970) 107
Enrique Biascoechea (1884-1974) 115
Una Pausa en el Camino (1977-1983) 118
Krishnamurti Visita a Adyar (1983) 120
Documental “El Reto del Cambio” (1984-1985) 121
Documental “El Reto del Cambio” en México (1985) 125
Ediciones de Libros, Películas, Discos, Audio Cassettes y Vídeo Cassettes de Krishnamurti (1986) 127
Informes de los Delegados de la Editorial Krishnamurti y la Fundación Krishnamurti Hispanoamericana (1986)
133
Epílogo. Fallece Krishnamurti (1986) 201

Solapas
PRESENTACIÓN

La tarea de reunir todo el material de este libro ha sido, sin duda, una labor ardua que ha durado como dos
años y varios viajes. Sólo una persona dispuesta a viajar e insistir con nuestros hermanos latinos, incansablemente,
habría podido realizar el milagro de aglutinar todo lo que este libro contiene.
Salvador Sendra con sus 87 años realizó la aventura de viajar durante cinco meses consecutivos por casi todo
Iberoamérica mostrando el valioso documental “El Reto del Cambio”, lo cual fue la culminación de su peregrinaje
que hizo posible, la empresa que se propuso, para dejar constancia histórica de las respuestas que el mensaje de
Krishnamurti produjo en los países de habla ibérica.
Para no prolongar en exceso esta presentación de la obra y el autor, nada mejor que dejar paso a las palabras
del mismo vertidas a lo largo de este libro que él, dicho sea de paso, proclama que no le pertenece, en absoluto,
sino que es una obra colectiva en la cual participaron, con valiosos trabajos, diferentes protagonistas que
escucharon o estudiaron a este extraordinario psicólogo. Dice así el Sr. Sendra:
“La intención al escribir este libro está claramente manifiesta, al reunir en él las muchas respuestas que hubo y
la participación valiosa de las gentes de habla española y portuguesa, en torno al mensaje de Krishnamurti.
Se han escrito valiosos libros sobre el mensaje, especialmente en inglés y francés; algunos pocos en español.
Los Años del Despertar y los Años de Plenitud, son un extraordinario documento biográfico que la autora anuncia
ampliarlo. Faltaba, sin embargo historiar el amplio trabajo y la aportación que hicieron en esta tarea los amigos de
Krishnamurti de España, Portugal e Iberoamérica.
Este trabajo, de más de medio siglo, tuvo para nosotros compensaciones de gran estima. También hubo
contrariedades dolorosas e incomprensiones, celos y malos entendidos; más las motivaciones en la tarea contaban
con un empuje y una energía que arrollaron las murallas de todo impedimento. De paso quisiéramos decir: que
nuestro amor por la Naturaleza y la Belleza se vieron más que compensados en nuestro peregrinaje por esta tierra
hermosa. Viajar por la superficie de los mares, por entre las nubes y el amplio espacio exterior, más de una vez,
fue regocijo recreador. También lo fue la oportunidad de contemplar el vasto Cosmos desde varios observatorios.
Dos interrogantes de importancia capital encontraron en mis inesperadas pero ricas respuestas. Conocerse a sí
mismo, reiteradamente enfatizado por Krishnamurti, y el vasto espacio interno, que abre la comunicación con lo
Sagrado, que es el valor por excelencia que puede hallar el hombre. Esta gran incógnita, la descubren los que
inquieren con profundidad y no dejan do ser niños.
En mis andanzas por este mundo, encontré gentes por monasterios de Occidente y de Oriente, y por doquiera,
que interrogaban a su manera, con habitual respeto de nuestra parte. Di por suerte con respuestas internas y
externas valiosísimas. El haber escuchado a Krishnamurti, en muchas ocasiones y Continentes fue por supuesto de
valor incalculable. Pero la investigación y el inquirir, no se paró ahí.
Encontrar a un verdadero Educador o Maestro, no es cosa de poca monta. Sin embargo, puede ser también
algo satisfactorio para el yoísmo y la autoimportancia. Eso sería todo lo contrario de la lucidez y la verdadera
libertad.
Estudié con seriedad y sin dogmatismo las enseñanzas de Jesús, después las del Buda, Krishna, Lao Tse,
Hermes, Platino, Platón, Pitágoras, Sankaracharya y Krishnamurti. No cabe duda que fueron todos ellos antorchas
luminosas que no se apagan y de las cuales puede aprenderse mucho”.

ENCUENTROS CON KRISHNAMURTI

“Cuando conocí las primeras publicaciones de Krishnamurti, allá por los años 1924, siendo ambos muy
jóvenes, de seguida establecí una relación íntima espiritual que motivó mi vida y la llenó hasta el presente. A los
Pies del Maestro, La Búsqueda, El Reino de la Felicidad, etc., fueron los primeros libros que establecieron esa
admiración por su mensaje; me dieron la medida de su intrínseco valor.
En aquel entonces, mi anhelo por la luz y la libertad, encontró eco en sus libros y un caudal de interna
satisfacción, de lo cual brotó una dedicación total a la difusión de su palabra escrita, recorriendo todos nuestros
pueblos de habla hispana y portuguesa. De tal forma fue así, que consecutivamente, a partir de nuestra relación
personal, en 1927, en Ommen Holanda apenas hubo año que no tuviese con él algún encuentro en cualquier
continente. Primero fue en los célebres campamentos de Ommen, en donde nos congregáramos cada año, de dos a
cuatro mil personas de todas partes del mundo. Aquel joven hindú nos ponía en tensión gozosa a millares de
personas que escuchaban su palabra. Después de Holanda, nuestro encuentro fue en varios países de Europa,
Inglaterra, Alemania, Italia y Saanen, en Suiza. En India, nos saturamos de su mensaje, escuchándole y recorriendo
con él y varios amigos, el continente indio.
En el 1935, coordinamos nuestra gira con el recorrido que él iba a hacer por Latinoamérica. En tal ocasión, los
libros que habíamos publicado en español tuvieron la oportunidad de recibir una amplia difusión y casi se agotaron
las ediciones que hicimos en Madrid y Barcelona”.

FOTOS

PORTADA: Vista de Saanen, Suiza, en donde durante 25 años convergieron numerosos amigos de Krishnamurti
de España, Portugal e Iberoamérica.
A la izquierda de la torre la escuela que hospedó a los iberos hasta 1986 en que Krishnamurti anunció que no
habrían más reuniones en Saanen.
20 Versalles. París, 1956. Plácida y su papá, Fernando Valera. S. Sendra, Alberto Soto.
43 Costa Rica, 1941. Amigos de Krishnamurti. D. Tomás Povedano y familia S. Sendra.
54 Buenos Aires. Argentina, 1935. Comité Viaje de K a Latinoamérica. Sr. D. José Carbone, Clara y Vidya X, S.
Sendra, D. Alvaro Araujo, Ing. Félix.
54 Bosque de Leones. México, 1935. S. Sendra, Profesora Aldag, A. de la Peña Gil.
63 Carta 2ª
64 Carta 1ª
82 Grupo de amigos de K en Puerto Rico, 1950, Residencia Sendra. Clara l. Sendra, Dr. A. Orzabal, Quintina
González, Prof. Rentas Oppenheimer, Pedro Gotay, Arq. Pedro Amador, Alberto Oto, Prof. Vandiwala, S. Sendra,
Ing. Arana, Luis Cueto, Dr. Eduardo Alfonso, E. Biascoechea, Sra. Borgos, Dra. E. Cerezo de Ponce, Isabel
Biascoechea, Sra. Cárdenas, Sra. Vandiwala, Ing. Cárdenas Chavero, Sra. Cora, Sra. Carmen Miranda, Sra.
Alfonso.
102 Observatorio Kitt Peak USA, S. Sendra, 1971
102 Morcelo, Puerto Rico, 1968, amigos de K durante su visita, árbol Banyan
116 Santiago, Chile, 1970. Grupo de amigos de K. Felix Marqués, X, X, Ing. Villarroel, F. Rovira, S. Sendra,
Graciela, X, X.
116 Sres. Biascoechea
120 Krishnamurti visita Adyar Krishnamurti, Radha Burnier, Asit Chandmal.
127 Anuncio del Ciclo homenaje
178 Krishnamurti, 1935. Latinoamérica a bordo a su paso por Callao. Lima Perú. Sr. Jorge Torres Ugarriza.
Presidente Sociedad Teosófica.
180 Sarobia, Filadelfia, USA, 1946. Finca de S. Logan. Amigos de K latinoamericanos, norteamericanos y
europeos
226 Vista del Valle de Ojai, California

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