Professional Documents
Culture Documents
Hace ya muchos años Karl Barth afirmó que el nombre de Rudolf Bultmann y el
concepto de "comprensión" formaban -y seguirían fo rmando- un tandem inseparable en
el ámbito de la teología. En efecto, Bultmann dedicó toda su obra a la justa comprensión
teológica del mensaje del NT. Y aunque su figura es también relevante en el campo de
la filología, de la historia de las religiones y de la exégesis (Historia de las Formas), en
lo que sigue prestaremos atención al Bultmann teólogo.
Desmitologización
La preocupación de Bultmann era que el hablar de Dios podía carecer de sentido para
muchos contemporáneos. Y esto no sólo porque el hombre moderno se considera dueño
de su propio destino, sino, sobre todo, porque el mensaje bíblico viene dado en una
imagen del mundo que ya no es la nuestra. El hombre actual sólo puede ser colocado
ante una decisión de fe responsable, según Bultmann, cuando el hablar bíblico acerca de
Dios haya sido despojado de esta imagen del mundo anticuada y mitológica. Esta
pretensión bultmaniana pasa a la historia con el excitante título de desmitologización y
constituye la dimensión negativa (desmitificar) de su hermené utica. En los años 50, este
programa proporcionó a su autor numerosos problemas y enemistades. Lo cierto es que
Bultmann creía firmemente que su programa no trataba de destruir nada, sino que más
bien era una ayuda a la comprensión de la fe: pretendía mantener el escándalo cristiano
en su lugar preciso, a fin de que no fuese sustituido por el escándalo pseudointelectual
de obligar al cristiano a "tener por verdaderas" una serie de cosas que no eran más que
elementos de una imagen del mundo ya pasada.
Interpretación existencial
El auténtico escándalo
así: ¿quieres seguir viviendo de lo visible y disponible (la cuenta bancaria, la técnica, el
seguro de vida, el impuesto eclesial) y gloriarte en tus obras y con ello recorrer el
camino de todo lo pasado, o abandonando esto estás dispuesto a caminar con el Dios
invisible hacia un futuro del que no dispones, un futuro sin fronteras porque Dios es el
que siempre está viniendo y te agarrará incluso en la muerte? El kerigma llama a optar
entre Dios y el "mundo". Optar por Dios es encontrar la propia identidad, es decir, una
alegría a conquistar en medio de tristezas y una libertad que le permite tratar lo
mundano "como si no" (cfr 1 Co 7, 29-31).
Filosofía y Teología
Bultmann, hoy
En semejante situación puede ser útil retener alguna de las intuiciones de Bultmann y, al
mismo tiempo, indicar alguno de los problemas que él tocó pero que siguen siendo hoy
un problema. Nos limitaremos a aquellas cuestiones que son de interés para todas las
confesiones cristianas.
JOHANNES BRANTSCHEN
Intuiciones válidas
1) "La situación del teólogo lleva consigo, tal es nuestra opinión, la tarea imposible de
hablar de Dios" (Bultmann 1926). Esta palabra de Bultmann es hoy más actual que
nunca. Muchos teólogos creen que su principal tarea es dar consejos ecologistas,
económicos, políticos, psicológicos, comportándose como parásitos de un terreno que
otros tienen ya cubierto para sí.
2) Sigue siendo tarea de la teología (al menos desde perspectiva católica) el esfuerzo de
pensar simultáneamente en Dios y en la experiencia humana, y para ello debe echarse
mano de la filosofía. La "pre-comprensión" bultmaniana retomó uno de los principios
de la "teología natural" tradicional. No andaba tan desencaminado K. Barth cuando unía
el nombre de Bultmann al de Tomás de Aquino y Fr. Schleiermacher -aunque él lo hacía
en forma peyorativa. Hasta que no nos convenzamos de que Dios tiene que ver con
nuestra vida concreta (mesa y cama, familia y trabajo), todo hablar de Dios no será más
que una ocupación de lujo para los ratos de ocio de la gente piadosa. El intento de
Bultmann de meter en el lenguaje cotidiano la palabra Dios con ayuda de la
precomprensión, porque sólo así, pensaba él, podía entenderse el mensaje de Dios, debe
seguir repitiéndose.
4)Bultmann entendió su teología no como un abalorio académico, sino como una ayuda
pastoral. Su discurso sobre la desmitologización lo tuvo en 1941 ante párrocos de la
"Iglesia Confesante". Cuando 10 años más tarde el debate llega a su punto álgido y se le
reprocha que su teología destruye la predicación eclesial, Bultmann publica a impulsos
de su mujer el volumen Predicaciones en Marburgo.
Cuestiones abiertas
1) Es sabido que, para Bultmann, el Jesús histórico (es decir, el que puede ser conocido
por los métodos de la ciencia histórica) no tiene ningún significado constitutivo para la
fe cristiana. De Jesús, piensa Bultmann, no podemos saber nada referente a su vida y a
su personalidad. Pero Bultmann sospecha además que tras la cuestión del Jesús histórico
hay un intento de legitimación del kerigma, y esto, para Bultmann, sería echarlo a
JOHANNES BRANTSCHEN
perder. A Bultmann le basta saber que (dass) Jesús vivió y murió para que el kerigma
resulte protegido frente a la tentación de reducirlo a una idea. Para él, la decisión tiene
lugar cuando el hombre se encuentra ante la interpretación creyente de la muerte y de la
resurrección de Jesús que le presenta la iglesia neotestamentaria.
Este ataque es seductor, pero es dudoso que pueda aplicarse a Bultmann. Pues Bultmann
sabe, como H. Marcuse, que la unidimensionalidad es la muerte del ho mbre. Su
esfuerzo iba dedicado no a la supresión de los mitos, sino a su interpretación: a través de
las imágenes míticas, más allá de ellas, manifestar al hombre moderno el verdadero
misterio de Dios. Este afán hay que reconocérselo, aunque su comprensión del mito sea
bastante problemática.
"Nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en ti". Haber reflexionado esta frase
de Agustín en forma nueva para nosotros es la obra de Bultmann.