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EXP. N.

° 01901-2010-PA/TC
CUSCO
FLORENTINO CUSITITO
NINANTAY

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima (Arequipa), a los 18 días del mes de octubre de 2010, la Sala Segunda del
Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Álvarez Miranda
y Urviola Hani, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por


Florentino Cusitito Ninantay contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Cusco, de fecha 29 de marzo de 2010, que declaró
improcedente la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha con fecha 14 de setiembre de 2009 don


Florentino Cusitito Ninantay interpone demanda de amparo contra la resolución de vista
Nº 2, de fecha 23 de julio de 2009, expedida por la Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cusco, en el cuaderno de apelación derivado del proceso
sumarísimo N.º 207-2008, sobre desalojo por ocupación precaria, que promovió contra
don Luis CusititoNinantay y otro. Alega que el auto cuestionado vulnera sus derechos a
la tutela jurisdiccional y al debido proceso porque recorta su acceso a la instancia plural
y el ejercicio de su derecho de defensa, al declarar nulo el concesorio de apelación e
improcedente su recurso impugnatorio interpuesto contra la resolución judicial N.º 16
mediante la cual el Primer Juzgado Civil del Cuzco le impone, al igual que a su abogado
patrocinante, la sanción de multa equivalente a 2 URP -a cada uno- argumentando que
ambos incurrieron en inconducta procesal. Aduce que la resolución cuestionada sustenta
la desestimación de su recurso y la nulidad del concesorio de apelación decretado
argumentando que no se cumplen los presupuestos legales establecidos, en el extremo de
sustentación del agravio producido, afirmación carente de verdad que lesiona sus
derechos tanto más cuando a simple vista la resolución judicial N.º 16 es arbitraria y
carente de razones para imponer sanción alguna, no obstante la cual el abuso fue
confirmado por el auto de vista cuestionado.

El Tercer Juzgado Civil del Cuzco, con fecha 18 de setiembre de 2009, declara
improcedente la demanda por considerar que no se acredita afectación constitucional
alguna, ya que la afectación a la pluralidad de instancia se materializa no permitiendo
apelar al justiciable, lo que no ha ocurrido en el caso de autos.

La Sala Superior competente confirma la apelada por considerar que de la


resolución cuestionada no se evidencia indicio alguno respecto a la vulneración de los
derechos alegados por el recurrente.

FUNDAMENTOS
1. La demanda tiene por objeto que en sede constitucional se deje sin efecto la
resolución Nº 02, que declarar nulo el concesorio de apelación e improcedente su
recurso impugnatorio interpuesto contra la resolución que le impone al recurrente la
sanción de multa por inconducta procesal. A su juicio, la resolución cuestionada
restringe su acceso a la instancia plural y el ejercicio de su derecho de defensa.

La pluralidad de instancia y el derecho de defensa, garantías del debido proceso

2. El derecho al debido proceso se encuentra expresamente reconocido en el artículo


139.3 de la Constitución, y está integrado por un conjunto de garantías mínimas e
indispensables que deben estar presentes en todo proceso sea cual fuere su naturaleza,
para que éste sea considerado como debido o regular. Entre otros
atributos garantistas se reconoce a la pluralidad de instancia y el derecho a la defensa.

3. Sobre el derecho a la pluralidad de la instancia el Tribunal ha sostenido que éste


tiene por objeto garantizar que todo justiciable “tenga la oportunidad de que lo
resuelto por un órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma
naturaleza, siempre que se haya hecho uso de los
medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal” [Expediente
N.° 03261-2005-AA/TC].

En efecto, la exigencia constitucional de establecerse funcional y orgánicamente una


doble instancia de resolución de conflictos jurisdiccionales está directamente
conectada con los alcances que el pronunciamiento emitido por la última instancia
legalmente establecida es capaz de adquirir la inmutabilidad de la cosa juzgada.

4. Asimismo se ha señalado que “uno de los derechos constitucionales procesales más


relevantes es el derecho de defensa, reconocido en el inciso 14) del artículo 139º de la
Constitución. “Por virtud de él se garantiza que las personas, en la determinación de
sus derechos y obligaciones, cualquiera sea su naturaleza (civil, mercantil, penal,
laboral, etc.), no queden en estado de indefensión” (Caso TineoCabrera, Exp. N.°
1230-2002-AA/TC).

Sin embargo, como expresa el mismo inciso 14) del artículo 139º de la Constitución,
no solo se trata de un derecho subjetivo sino también de un principio constitucional
que informa la actividad jurisdiccional del Estado, a la vez que constituye uno de los
elementos básicos del modelo constitucional de proceso previsto por nuestra Norma
Fundamental.

Análisis de la reclamación constitucional

5. El recurrente considera que la Sala Civil emplazada ha vulnerado su derecho a la


pluralidad de instancia, toda vez que el auto de vista cuestionado declaró nula la
resolución N.º 27 que le concede apelación sin efecto suspensivo y reformándola
declaró improcedente su recurso se apelación interpuesto contra la resolución N.º 16
que le impone, al igual que a su abogado patrocinante, la sanción de multa equivalente
a 2 URP, a cada uno.

Sobre el particular de autos se advierte que la respuesta del órgano jurisdiccional que
se discute no lesiona el derecho de acceder a la doble instancia que le asiste
al amparista, toda vez que declaró nulo el concesorio y desestimó el recurso
interpuesto en aplicación del artículo 367° del Código Procesal Civil, el cual señala
expresamente “El superior también puede declarar inadmisible o improcedente la
apelación, si advierte que no se han cumplido los requisitos para su concesión. En
este caso, además, declarará nulo el concesorio.”

En consecuencia no existe la violación del derecho que invoca al recurrente, en la


medida que la instancia judicial emplazada al rechazar los escritos presentados por el
recurrente ha basado su decisión en la legislación procesal vigente aplicable al caso,
lo que no puede ser revisado en esta vía.

6. Más aún son constantes y reiteradas las afirmaciones de este Tribunal en el sentido
de que la motivación resolutoria salvaguarda al justiciable frente a la arbitrariedad
judicial, toda vez que “garantiza que las resoluciones judiciales no se encuentren
justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que
proporciona el ordenamiento jurídico o los que se deriven del caso. (Cfr. STC Nº
3943-2006-PA/TC, fundamento 4), a la par, que obliga a la judicatura a “ resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que vengan
planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o
alteración del debate procesal (incongruencia activa). (…)El incumplimiento total
de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la
decisión del marco del debate judicial generando indefensión, constituye
vulneración del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motivación
de la sentencia (incongruencia omisiva) (STC Nº 04295-2007-PHC/TC, fundamento
5 e).

En este contexto se aprecia que la resolución cuestionada se encuentra debidamente


motivada, pues para declarar la nulidad del concesorio decretado y la consecuente
improcedencia del recurso interpuesto, debido a la omisión del amparista de cumplir
con el presupuesto de fundamentación del agravio, señala: “el apelante incide en
temas absolutamente ajenos a los argumentos de la resolución apelada
específicamente en adjetivaciones groseras y ajenas al hecho en cuestión, que en
absoluto inciden en los argumentos de la apelada.” (sic. f. 3 y 4) .

Razonamiento que justifica de manera suficiente la decisión adoptada y


denota congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y expresa conformidad entre los
pronunciamientos del fallo y las pretensiones formuladas por el amparista.

7. Finalmente y respecto a la alegada restricción del ejercicio del derecho a la defensa


de autos se advierte que ésta no es tal, pues si bien la Constitución proscribe la
indefensión, también lo es que no hay derechos ilimitados ni irrestrictos y que los
atributos y garantías procesales deben ser ejercidos en la oportunidad y forma
prescrita, y en el caso específico que nos ocupa, conforme a los presupuestos
establecidos por el Código Procesal Civil.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la


Constitución Política del Perú

HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de amparo.

Publíquese y notifíquese.

SS.

VERGARA GOTELLI
ÁLVAREZ MIRANDA
URVIOLA HANI

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