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ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
4. ALTERACIONES EN EL DESARROLLO
4.9 Otros
5. CONCLUSIÓN
6. BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La etapa de Educación Primaria coincide con el comienzo de la escolarización obligatoria en nuestro país. El
centro educativo debe ser capaz de educar a los alumnos/as que a él asisten y adaptarse a la características
diferenciadoras de cada uno. Así mismo, nosotros/as, como maestros/as de esta etapa educativa, tenemos la
obligación de conocerla a fondo. Por este motivo, nos encontramos ante un tema fundamental, que debemos
estudiar en profundidad.
Comenzaremos dando una base legal sobre la normativa vigente en relación a la Educación Primaria.
Realizaremos, a continuación un estudio sobre el desarrollo evolutivo del niño de 6 a 12 años, periodo de
edad que dentro del actual sistema educativo queda incluido en le etapa de Educación Primaria. En dicho
estudio trataremos los distintos procesos que intervienen en su desarrollo y crecimiento, así como también
las experiencias vitales más significativas de este periodo, el cual se caracteriza por notables progresos y
conquistas en los distintos niveles: cognitivo, lingüístico, afectivo, social y motor.
Tendremos además la ocasión de comprobar, como el estudio de la personalidad, aunque admite un análisis
de sus distintos componentes, no debe hacernos caer en el error de perder una visión de conjunto. Es
necesario tener presente que los distintos aspectos de la personalidad se interrelacionan mutuamente.
Dentro del desarrollo distintos factores individuales o sociales pueden generar alteraciones en el trascurso
del mismo, por este motivo concluiremos la exposición del tema viendo las posibles alteraciones que se
pueden producir en el desarrollo normal del niño en la etapa de Educación Primaria.
Comenzaremos el desarrollo de este tema presentando la normativa legal vigente básica en relación a la
Educación Primaria, de la cual dimana toda la ordenación que ha de regular nuestra actuación profesional
como profesorado de apoyo a las NEAE en dicha etapa.
En la actualidad tenemos que hacer referencia a la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la
mejora de la calidad educativa; la Ley 6/2014, de 25 de julio, Canaria de Educación no Universitaria y
el Decreto 89/2014, de 1 de agosto, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación
Primaria en la Comunidad Autónoma de Canarias.
La evaluación en esta etapa, según el artículo 12 de la LOMCE, será continua y global y tendrá en cuenta
su progreso en el conjunto de las áreas; se establecerán las medidas más adecuadas para que las condiciones
de realización de las evaluaciones se adapten a las necesidades del alumnado con necesidades educativas
especiales; el alumno o alumna accederá al curso o etapa siguiente siempre que se considere que ha logrado
los objetivos y ha alcanzado el grado de adquisición de las competencias correspondientes ( de no ser así,
podrá repetir una sola vez durante la etapa, con un plan específico de refuerzo o recuperación); se atenderá
especialmente a los resultados de la evaluación individualizada al finalizar el tercer curso de Educación
Primaria y de final de Educación Primaria.
También se indica en dicho artículo que los centros docentes realizarán una evaluación individualizada a
todos los alumnos y alumnas al finalizar el tercer curso de Educación Primaria, según dispongan las
Administraciones educativas, en la que se comprobará el grado de dominio de las destrezas, capacidades y
habilidades en expresión y comprensión oral y escrita, cálculo y resolución de problemas en relación con el
grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística y de la competencia matemática. De
resultar desfavorable esta evaluación, el equipo docente deberá adoptar las medidas ordinarias o
extraordinarias más adecuadas.
Se prestará especial atención durante la etapa a la atención personalizada de los alumnos y alumnas, la
realización de diagnósticos precoces y el establecimiento de mecanismos de refuerzo para lograr el éxito
escolar.
En esta etapa, al iniciar la escolaridad y convertirse así en un miembro de un grupo fuera del ámbito
familiar, el/la niño/a se enfrenta con tareas físicas, intelectuales, psicológicas y sociales cada vez más
complejas.
Al final de la etapa, algunos/as alumnos/as comenzarán los procesos característicos de la adolescencia
(cambios morfológicos, consecuencia de la actividad hormonal. El crecimiento, aumento de la musculatura,
el redondeamiento de la figura en caso de las chicas, los primeros signos de vello....).
a) De los 6 a 7 años los/as alumnos/as están en un periodo de transición del estadio global sincrético al de la
diferenciación y análisis.
b) De los 8 a 9 años, se dan importantes progresos en el control motor grueso y fino. El desarrollo
cardiovascular se encuentra en plena evolución, ello debe ser tenido muy en cuenta para el cuidado de los
ejercicios físicos de intensidad que pueden provocar taquicardias. En este periodo se alcanza la madurez
nerviosa. Los movimientos se hacen más armónicos, precisos seguros. Se dan progresos significativos en
la motricidad gruesa y fina. Alcanza un grado de equilibrio que le permite estructurar más adecuadamente
el espacio y el tiempo.
c) De los 10 a 11 años algunos/as alumnos/as manifestarán la consolidación del equilibrio motor alcanzado
y otros comenzarán los procesos característicos de la adolescencia (cambios morfológicos, consecuencia
de la actividad hormonal. El crecimiento, aumento de la musculatura, el redondeamiento de la figura en
caso de las chicas, los primeros signos de vello. Todo esto empieza a provocar un cierto desequilibrio que
va a requerir la formación de una nueva imagen corporal, en momentos que interesa enormemente esa
imagen por los intereses sexuales que comienzan a abrirse (el papel de la educación física planteada
desde unas bases de conceptualización, adquisición de procedimientos y actitudes será trascendental).
Según las edades señaladas, la etapa de Educación Primaria abarca el periodo de las operaciones concretas.
En esta etapa el/la alumno/a progresivamente se va haciendo más consciente de sus capacidades y
limitaciones cognitivas, adquiriendo un mayor control en la planificación de su actividad. La escolarización
es clave para el desarrollo cognitivo.
Entre los 6 y los 12 años se producen cambios muy significativos en funcionamiento cognitivo del niño.
Siguiendo a Paiget, el comienzo de este periodo está caracterizado por la aparición de las operaciones
concretas, mientras que lo que caracteriza su final es la aparición del pensamiento formal.
El estadio de las operaciones concretas es la fase de consolidación y organización de la evolución de la
inteligencia representativa. Es el paso del pensamiento intuitivo al pensamiento lógico. Es una fase tranquila
que coincide con la escolaridad obligatoria.
La inteligencia se encamina hacia una mayor adaptación gracias a los procesos de asimilación y
acomodación.
En la práctica docente tener en cuenta esta característica es fundamental, puesto que no podemos exigir al
alumno/a la comprensión de algo para lo cual su evolución intelectual no está preparada aun.
El lenguaje y su uso dentro de la comunicación significativa constituye un factor decisivo para el desarrollo
cognitivo y, a su vez, todos los procesos intelectuales se apoyan en el lenguaje porque este es a la vez
instrumento de pensamiento e instrumento de intercambio social.
Se reduce el uso de formas pronominales propias del periodo anterior, comienza a interesarse por hablar
de temas externos a su propia persona y empieza a utilizar el lenguaje para designar cosas más abstractas.
Por otro lado se observa un enriquecimiento de la estructura sintáctica e irá incorporando a su expresión
oraciones compuestas con subordinación.
Hay dos aspectos importantes que caracterizan el desarrollo verbal en esta etapa:
1. Se produce un progreso en el lenguaje a nivel léxico y de comprensión. Entre los 6 y los 12 años
el léxico llega a duplicarse y se incrementan los verbos, adjetivos, adverbios y nexos.
3. Durante el periodo preoperatorio dominaban los vocablos sensoriales y en el operatorio son los
abstractos los que más se incrementan
4. El paso más importante en esta época lingüística es, por tanto, el de la gramaticalización. Con el
aprendizaje de la construcción de la frase, primero, (que cada vez son más complejas
estructuralmente, k) y con la iniciación a la composición después, la lengua escrita se convierte
en un producto organizado, que nos da el índice de maduración mental y lingüística del niño.
5. Utiliza el lenguaje como instrumento cognitivo para describir, razonar, predecir, imaginar...
b.-Progresiva objetivación del lenguaje, que puede observarse de forma preferencial en sus formas de
expresión oral y escrita:
Piaget distingue un habla egocéntrica en la que no hay intención comunicativa, y un habla socializada, en la
que sí la hay. Ambas ya se dan paralelamente hacia los 6 años, disminuyendo el uso de la primera en favor
de la segunda, a medida que transcurre el periodo y va cediendo el egocentrismo.
3.4. Desarrollo afectivo y social.
Nos encontramos, como ya hemos señalado anteriormente, en un periodo eminentemente social, en el que
el/la niño/a va a conocer el mundo a través de las interacciones e influencias recíprocas que establece con las
demás personas.
La familia sigue ejerciendo una influencia enorme sobre el/la niño/a. El éxito del niño/a en la escuela
dependerá también en parte de las características familiares que tenga su hogar en relación al estilo de
enseñanza, las prácticas educativas generales, las expectativas y atribuciones y las características materiales
del entorno familiar.
Junto a la familia, la escuela y las experiencias que el/la niño/a tenga dentro de ella son las vivencias que
mayores repercusiones van a tener en el desarrollo social del niño.
Adquiridos ya los primeros hábitos de su vida social (control de esfínteres, control de reacciones agresivas,
interiorización de normas fundamentales de convivencia) el niño llegará a:
- Aceptar las normas.
- Adoptar comportamientos cooperativos.
- Desarrollar actitudes y comportamientos de participación, respeto recíproco y tolerancia.
Se pueden distinguir dos fases bien diferenciadas en cuanto a las características más relevantes de este
periodo, es decir, desde los 6 a los 12 años:
a. Fase de transición: correspondientes a los primeros años de escolaridad. Aun pueden encontrarse
algunos rasgos del periodo anterior: egocentrismo, heteronomía moral, inestabilidad emocional.
Con relación a los compañeros, existe un interés afectivo hacia los compañeros, pero el egocentrismo
infantil es también el catalizador de las relaciones interpersonales. A pesar de que el lenguaje sea en este
periodo prioritariamente socializado, capaz de intercomunicación, en contra del lenguaje egocéntrico (sin
intención comunicativa), el egocentrismo aún se interpone en las relaciones entre los/as niños/as impidiendo
que éstas sean profundas y duraderas. Entre los/as alumnos/as no hay un sentimiento de solidaridad y es el
profesorado quien mantiene la cohesión del grupo.
Tiene una preocupación por integrarse en el grupo. Son sensibles a las críticas y al ridículo y pueden tener
dificultades para adaptarse al fracaso. Necesita el elogio y el reconocimiento frecuente.
En relación a los adultos, el niño siente respeto por los mayores, es decir, los padres y profesores. En la
escuela, el punto central lo ocupa el profesorado, mientras que deja en segundo plano a los compañeros. Su
respeto aún no va dirigido a sus compañeros/as, porque aún le quedan restos de su egocentrismo. Si el/la
niño/a respeta a sus compañeros/as será por obediencia al profesorado, más que porque lo considere positivo
en sí mismo. Este respeto dirigido a los adultos que algunos explican que es mezcla de temor y afecto, es el
origen de la primera moral, la moral heterónoma según Piaget. Puesto que el papel del profesorado en estos
primeros años adquiere una importancia y consideración similar a la de los padres/madres, ambos deben
trabajar en conjunto.
b. Fase de configuración durante la segunda mitad de la edad escolar (9-10 años aproximadamente) ya
hemos visto que hay mayor tranquilidad emotiva y se dan múltiples adquisiciones psicológicas que van a ir
favoreciendo su desarrollo social.
Al finalizar 2º curso de E. Primaria, los adultos comienzan a perder una posición de absoluto privilegio en
cuanto la atención del niño/a. Son desplazados, en cierto sentido, por los/las compañeros/as con los que
comienza a vivir en grupo. Surge una mayor necesidad de camaradería y amistad.
La vida en pandilla, los juegos y las aventuras con los iguales son del máximo interés. Estas pandillas
tienden a crearse en razón del sexo: niños con niños y niñas con niñas; y de edad. Los chicos sienten
necesidad de unión en vistas a actividades y juegos comunes, mientras que las niñas tienen un deseo de
amistad, de unirse a alguien por inclinación o simpatía. E incluso cada grupo persigue intereses separados
hasta el punto de que la comunicación se reduce notablemente. Suelen ser asociaciones más duraderas que
en el ciclo anterior y más numerosas, ya que así lo exige el juego reglado típico de esta edad. Estas pandillas
de juego no tienen nada que ver con las pandillas adolescentes. Al chico le gusta estar con sus amigos para
jugar a algo, aún no tiene ese vínculo afectivo tan fuerte de la adolescencia que permite que el grupo esté
unido aún sin hacer nada, solo por acompañarse.
Se da una mayor conciencia de las relaciones entre condiscípulos. El niño suele valorar a sus compañeros
por el aspecto físico, su conducta y su trabajo.
Según vamos avanzando en los ciclos de primaria, el egocentrismo va cediendo.
A medida que el egocentrismo desaparece se van replanteando las relaciones interpersonales. Ahora puede
adivinar sus intenciones, las necesidades ajenas (ya puede ponerse en el lugar del otro), comprender lo que
quiere o siente el otro. Las relaciones se van haciendo más duraderas y más estables que en el ciclo anterior.
Se da una mayor actitud crítica y objetiva sobre sí mismo y los que le rodean.
Los compañeros constituyen en esta etapa social y escolar por excelencia los grandes protagonistas. La vida
y el trabajo en grupo manifiestan un gran progreso, las actividades cooperativas y competitivas cobran gran
importancia
En cuanto a los adultos (padres/madres y profesorado), pierden una importancia relativa, ya no son las
fuentes de moral, la autoridad intelectual, la opinión y el juicio, el protagonismo adquirido por el grupo de
iguales tiene mucho que ver con ello. Le gusta estar más con los amigos que en casa con los padres.
Ya en 5º y 6º de E. Primaria se hacen patentes los logros de los cursos anteriores. Algunos/as alumnos/as
empiezan a entrar en la adolescencia, ya que pueden aparecer determinadas manifestaciones de la pubertad.
Los compañeros siguen manteniendo gran protagonismo. Los grupos comienzan a hacerse mixtos y van
apareciendo los intereses sexuales.
Padres, madres y profesorado pueden ser juzgados críticamente, en parte debido también a las nuevas
adquisiciones cognitivas que van apareciendo (cierta apertura del pensamiento abstractas).
Desde el punto de vista de la psicología dinámica, el periodo de los 6 a los 12 años va unido a una época de
tranquilidad y consolidación afectivas, llamado periodo de latencia.
En este periodo se desarrolla el autoconcepto y la autoestima.
El autoconcepto va a dejar de estar en la opinión que los adultos tienen, para elaborarse en base a los juicios
propios, fruto de la comparación social. Una vez que el autoconcepto se ha definido adquiere una cierta
resistencia al cambio.
La autoestima disfruta de una cierta estabilidad durante la infancia, como señala Harter (1983), hasta que
llega el momento de la adolescencia. En la autoestima influyen factores como la relación con el grupo de
iguales, con los adultos y también el éxito académico.
4. ALTERACIONES EN EL DESARROLLO
Una vez que conocemos el desarrollo evolutivo de los distintos ámbitos que constituyen a la globalidad de
la persona en la etapa de la Educación Primaria, y para finalizar el tema, nos centraremos en repasar cuáles
son las alteraciones del desarrollo más habituales en dicha etapa.
La disciplina que estudia las alteraciones del desarrollo es la psicopatología evolutiva.
Vamos a establecer una clasificación de las alteraciones del desarrollo en la etapa escolar. En primer lugar
vamos a analizar los trastornos más graves, conocidos como síndromes evolutivos y continuación los
relativos a los trastornos de la conducta, las alteraciones psicomotoras y las del lenguaje.
a) Neurosis Fóbica:
Los diversos síndromes neuróticos que podemos distinguir no están delimitados unos de otros y en cada uno
de ellos podemos encontrar síntomas de los otros.
Se trata de una enfermedad nerviosa que se caracteriza por una gran angustia. Hay distintos tipos:
Fobia: Un miedo muy violento que no guarda proporción con el grado de amenaza. Se caracteriza por:
- Un miedo excesivo. En eso se diferencia del miedo ( que es normal).
- La fobia puede ir dirigida a objetos, a lugares, a personas o animales o a situaciones (salir a la calle,
entrar en lugares cerrados, etc.).
Hasta pasados los 6 o 7 años no podemos hablar de verdaderas fobias infantiles. Estas suelen ser hacia los
animales.
b) Neurosis obsesiva
Puede encontrarse a partir de los 7 años.
El /la niño/a tiende mucho a realizar conductas ritualizadas, pero sólo deben considerarse obsesivas si se
imponen al sujeto de forma forzada y él trata de defenderse de ella porque la considera inoportuna. El
porcentaje es muy pequeño.
c) Neurosis histérica
Se caracteriza por un tipo de personalidad teatral y seductora. Si se elimina del diagnóstico de histeria a
los niños que presentan vómitos, cefaleas, mareos, dolores de vientre y otras manifestaciones neuróticas
cuando no van unidas a los rasgos de personalidad sugestionable y teatral, son casi excepcionales estos
trastornos.
d) Depresión y manía:
Depresión: Es el conjunto de síntomas de una enfermedad psíquica caracterizada por una tristeza profunda y
abatimiento del ánimo que altera las funciones psíquicas.
La tristeza, la inhibición psicomotriz y los sentimientos de culpabilidad se consideran síntomas depresivos.
Además, una consecuencia suele ser el fracaso escolar.
La manía es un trastorno mental producido por una obsesión que puede manifestarse de forma violenta.
4.1.2 Síndromes Psicóticos
Las alteraciones de pensamiento suelen ser ideas delirantes variables y de contenido hipocondríaco
(referidas a la salud y al dolor, enfermedades imaginarias), persecutorio o de grandeza o de tipo fóbico.
Muestran un tipo de contacto interpersonal distante y extraño.
Y el trastorno disocial de conducta en el que viola los derechos básicos de los otros o importantes normas
sociales. Alguna de sus características son:
Según la orden de 13 de diciembre de 2010, un alumno tendrá DEA cuando muestra alguna perturbación
en uno o más de los procesos psicológicos básicos implicados en el empleo del lenguaje hablado o escrito.
Estas alteraciones pueden aparecer como anomalías al escuchar, hablar, pensar, leer, escribir o al realizar
cálculo aritmético.
Suele mostrar en pruebas estandarizadas, un bajo rendimiento en los procesos léxicos que intervienen en la
lectura. Este alumnado se caracteriza por tener dificultades en la descodificación de palabras aisladas que,
generalmente, reflejan habilidades insuficientes de procesamiento fonológico. Asimismo, esta limitación es
específica en las áreas o materias curriculares que demandan de manera prioritaria el uso de los procesos
lectores, y no en aquellas otras donde la actividad lectora no es tan relevante.
Alumno/a que manifiesta un desfase curricular en el área o materia de Lengua Castellana y Literatura y,
específicamente en los contenidos relacionados con la escritura. Suele mostrar en pruebas estandarizadas, un
bajo rendimiento en los procesos léxicos que intervienen en la escritura. Este alumnado se caracteriza por
dificultades en la representación grafémica de palabras aisladas que, generalmente, reflejan habilidades
insuficientes de procesamiento fonológico u ortográfico.
Podrían presentarse problemas asociados a la lectura. Asimismo, la falta de automatización de los procesos
léxicos interfiere en actividades que requieren la escritura de frases gramaticalmente correctas, de párrafos
organizados y de textos escritos estructurados. Se considera que un alumno tiene dificultades específicas de
aprendizaje en escritura o disgrafía cuando, después de someterse a programas de intervención, muestra
resistencia a la mejora de los procesos de escritura y además presenta las condiciones anteriores.
Un alumno o alumna se identifica con las «Dificultades específicas de aprendizaje en escritura o disgrafía»
cuando muestra los siguientes indicadores: un bajo rendimiento en test estandarizados de escritura respecto
al curso que le correspondería por edad, con un percentil inferior a 25 en tareas de dictado de palabras que
contienen sílabas cuyos sonidos corresponden a más de una letra, o un percentil inferior a 25 en la tareas de
dictado de pseudopalabras , o presenta un percentil inferior a 25 en tareas de dictado de palabras de
ortografía arbitraria reglada o no reglada correspondientes a su nivel escolar; una competencia curricular en
escritura, al menos dos cursos escolares por debajo de su edad cronológica, y podría presentar también
problemas asociados a la lectura, así como un rendimiento normal mediante pruebas estandarizadas de
lectura y cálculo, salvo que el bajo rendimiento se deba a una dislexia o a una discalculia; presenta un
cociente intelectual superior a 80 en tests de inteligencia general. Después de constatados los criterios
anteriores, el escolar podría presentar, en ocasiones, un percentil inferior a 50 en pruebas estandarizadas en
expresión escrita, esto es, la escritura de frases gramaticalmente correctas, de párrafos organizados y de
textos escritos estructurados.
El alumnado manifiesta de manera precoz, una alteración de las pautas normales del desarrollo del lenguaje
oral. Estas dificultades comprenden los trastornos del lenguaje expresivo, del lenguaje receptivo-expresivo,
y de procesamiento de orden superior (léxico-sintáctico y semántico-pragmático). Además, ha de presentar
un desfase en el desarrollo normal del lenguaje oral con pruebas estandarizadas. Aunque el escolar pueda ser
capaz de comprender y comunicarse en ciertas situaciones muy familiares más que en otras, la capacidad de
lenguaje es deficitaria en todas las circunstancias.
Consideramos que un alumno presenta dificultades específicas de aprendizaje del lenguaje oral cuando,
además de darse las condiciones anteriores y después de haber sido sometido a programas de intervención,
muestra resistencia a la mejora de las habilidades lingüísticas.
Si bien los problemas con el lenguaje oral se pueden empezar a manifestar a lo largo de la etapa infantil y
primer curso de Educación Primaria, el inicio del proceso de detección debe llevarse a cabo una vez se haya
constatado el desfase de, al menos, dos años en el lenguaje oral respecto a los alumnos y alumnas de su
misma edad. El proceso de identificación debe iniciarse con el alumnado detectado a partir de los seis años
después de haber sido sometido a programas de mejora del lenguaje oral sin alcanzar la competencia
curricular propia de su edad.
Asimismo, esta dificultad es específica en las áreas y materias curriculares que demandan de manera
prioritaria el uso de los procesos de cálculo y razonamiento aritmético, y no en aquellas otras donde la
actividad aritmética no es tan relevante.
Se considera que un/a alumno/a tiene dificultades específicas de aprendizaje del cálculo o discalculia
cuando, después de someterse a programas de intervención, muestra resistencia a la mejora de los procesos
de cálculo y además presenta las condiciones anteriores.
Un/a alumno/a se identifica con las «Dificultades específicas de aprendizaje en aritmética o discalculia»
cuando muestra los siguientes indicadores: un bajo rendimiento en tests estandarizados de cálculo respecto
al curso que le correspondería por edad, con un percentil inferior a 25 en tareas de resolución de algoritmos,
una competencia curricular en aritmética de, al menos, dos cursos escolares por debajo de su edad
cronológica, así como un rendimiento normal mediante pruebas estandarizadas de lectura y escritura, salvo
que el bajo rendimiento se deba a una dislexia o a una disgrafía; además de un cociente intelectual superior a
80 en test de inteligencia general. Después de constatados los criterios anteriores, el escolar podría presentar,
en ocasiones, un percentil inferior a 50 en pruebas estandarizadas de tareas de resolución de problemas
verbales aritméticos.
Trastorno del lenguaje expresivo: deficiencia en el desarrollo del lenguaje expresivo, evolutivo o
adquirido, con puntuaciones sustancialmente inferiores a las obtenidas en evaluaciones normales de
capacidad intelectual; y de desarrollo del lenguaje receptivo, se caracteriza por un habla limitada, un
vocabulario reducido, dificultad para adquirir palabras nuevas, estructuras gramaticales incorrectas y frases
excesivamente cortas.
Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo: Es una alteración tanto del lenguaje receptivo como
del expresivo, verbal o gestual. Al igual que el anterior puede ser evolutivo o adquirido.
a) Trastorno de ansiedad por separación. Consistente en una ansiedad excesiva ante el alejamiento del
hogar o de las personas significativas. Son niños incapaces de permanecer en una habitación solos. Sufren
alteraciones orgánicas como palpitaciones y sensación de ahogo.
5. CONCLUSIÓN
Para concluir, recordar que hemos iniciado el desarrollo del presente tema señalando las bases legales en
que se fundamenta la Educación Primaria, LOMCE y Decreto 89/2014, de 1 de agosto , a modo de
ubicación en la etapa en la que nos encontramos.
A continuación hemos presentado una síntesis de las características principales del desarrollo del
alumnado de E. Primaria en los diferentes ámbitos: motor, cognitivo, lingüístico, afectivo y social, a
partir de las teorías y estudios en que se basa la legislación vigente, como la Teoría Constructivista de Jean
Paiget y los estudios de Jesús Palacios.
Nuestra labor profesional como Profesorado de Apoyo a las NEAE en Educación Primaria nos obliga a
poseer un profundo conocimiento del desarrollo natural del niño. Ahora bien, dentro del desarrollo
diferentes factores individuales y sociales pueden generar alteraciones en el trascurso del mismo, siendo
estas alteraciones el objeto principal de nuestra actuación en la escuela. Por este motivo, hemos analizado en
profundidad las principales alteraciones en el desarrollo de los alumnos y las alumnas de Educación
Primaria.
Como dice la LEY 6/2014, de 25 de julio, la identificación y valoración de las necesidades educativas de
este alumnado y su respuesta educativa se realizarán, lo más tempranamente posible, por personal con la
debida cualificación y en los términos que determine la consejería competente en materia educativa.
6. BIBLIOGRAFÍA
Para la elaboración del presente tema hemos consultado las siguientes referencias:
- MARCHESI, A.; COLL, C.; PALACIOS, J.: “Desarrollo psicológico y educación. Necesidades
educativas especiales y aprendizaje escolar”. ALIANZA PSICOLOGÍA, MADRID, 1992.
- SALVADOR MATA, F.(2001): Enciclopedia psicopedagógica de necesidades educativas especiales. vol
I y II. EDICIONES ALJIBE, MALAGA, 2001.
- BRUNER, J.: “Desarrollo cognitivo y educación”. ED. MORATA, MADRID, 1992.
- Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. DSM-IV en www.elmedico.net/DSM-
IV.html
- CIE-10 en www.psicoactiva.com/cie10
- Ley 6/2014, de 25 de julio, Canaria de Educación no Universitaria.
- Decreto 89/2014, de 1 de agosto, por el que se establece la ordenación y el currículo de la Educación Primaria en
la Comunidad Autónoma de Canarias.
- Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa.
- ORDEN de 13 de diciembre de 2010, por la que se regula la atención al alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo en la Comunidad Autónoma de Canarias.
- DECRETO 25/2018, de 26 de febrero, por el que se regula la atención a la diversidad en el ámbito de las
enseñanzas no universitarias de la Comunidad Autónoma de Canarias.