Estados Unidos se caracteriza por ser un país, industrializado, y en algunos casos

como la economía más grande del mundo, también se reconoce su sistema

educativo por que este ofrece las mejores universidades del mundo, por sus altos
estándares de calidad educativa y por preparar a los mejores profesionales,
Estados Unidos cuida especialmente la educación y la formación a lo largo de la
vida útil de los trabajadores. Posiblemente gracias a eso es la primera potencia
mundial y porque no ha olvidado aquella frase de Eurípides: «Quienes descuidan
la educación de sus jóvenes, condenan a muerte su futuro». Y la educación ha
sido siempre en este país una cuestión de orgullo nacional. Es por eso que
tenemos el mayor número de premios Nobel y sigue siendo, de lejos, el mayor
productor de nuevas invenciones, investigaciones científicas, y líder en registro de
patentes

Cabe resaltar que el gobierno federal no administra las escuelas y cada uno de los
estados cuenta con su propio Departamento de Educación, el cual establece las
reglas que deben cumplirse. Las escuelas del sistema público y las universidades
reciben fondos del estado al que pertenezcan, en su mayoría, el control de las
escuelas recae en cada uno de los distritos escolares y el Consejo Directivo
Escolar establece las políticas generales, diseñan las políticas de enseñanza,
contratan a directores, profesores, administradores y supervisan el funcionamiento
general de la escuela. El gobierno federal se limita a prestar asistencia a los
estados y las escuelas. Entonces se puede decir que un centro educativo público y
un privado nunca obtendrán los mismos recursos para su financiamiento mientras
que el primero en muchas ocasiones no logra costear los libros, transportes,
alimentación de sus estudiantes, el segundo si, y lo hace ofreciendo una mejor
adecuación de sus instalaciones, mas elementos de enseñanza, mejores aulas,
transporte y una alimentación de calidad para la buena preparación académica de
sus estudiantes.

Con base a lo anterior se puede decir que ese sistema educativo está muy lejos
de ser catalogado como el más igualitario del mundo, puesto que existe una
brecha social muy alta, para comenzar en Estados Unidos, las posibilidades de
que un ciudadano ingrese a una educación de calidad, varían dependiendo del
status social de su familia, entonces, los ciudadanos que acceden a las
universidades o centros de educación de calidad son aquellos que tienen más
dinero. Por otra parte, aquellos que no tienen la posibilidad económica para pagar
sus estudios, se ven obligados a realizar préstamos y estar siempre bajo presión
ya que el éxito de sus proyectos y carrera estudiantil estarán subordinados al pago
de sus deudas, continuando con esta brecha de desigualdad social vemos que no
solo se segrega la educación según la riqueza o del nivel socioeconómico, sino
que también se hace dependiendo la raza.

Entonces, como es de esperarse, lo estudiantes afroamericanos y otros que no

sean americanos, se ven afectados por este sistema educativo tan desigual, ya
que no reciben el mismo trato o quizás enseñanza que los estudiantes “blancos”,
esto se debe a que no son bien aceptados en los centros educativos, además la
poca presencia de consejeros escolares para el apoyo en su vida escolar afecta
considerablemente el desarrollo de sus vidas, futuras, puesto que, aquellos
estudiantes que van a un centro de enseñanza, finalizan en su totalidad la
estructura educativa y logran acceder a una universidad, escalará al siguiente
nivel para mejorar su situación económica, pero aquellos que no logran acceder se
verán siempre en el círculo vicioso de la pobreza.

Si bien, Estados Unidos es conocido por ser un país que siempre está innovando y
preparando profesionales de calidad lo ideal, sería que reevalúe la estructura de
su sistema educativo, dejando de segregar el interior del mismo, ofreciendo de
alguna manera las misma oportunidades a cada uno de los habitantes, para así
mejorar a un más su desarrollo económico, con más personas capacitadas para
innovar, emprender y dispuestas aportar al desarrollo del país.