El nitrógeno es un elemento de importancia crítica para todas las formas de vida,
donde actúa de diversas maneras: El nitrógeno como nutriente es un elemento móvil muy importante que interactúa directamente en el desarrollo de las plantas durante todas sus fases de vida, es el principal responsable del crecimiento del tallo, hojas y ramas. Por otro lado el nitrógeno está ligado con los seres vivos como fuente de proteína y ácidos nucleicos. La función del nitrógeno en el cuerpo humano juega un rol importante en la digestión de alimentos y en el crecimiento. Casi el 80% del aire que se respira está compuesto por nitrógeno, pero el ser humano no asimila el nitrógeno que respira, sino que lo obtiene a través de los alimentos que ingiere. Las cantidades de nitrógeno no apropiadas comprometerían el buen funcionamiento del cuerpo humano. Una etapa en la cual el nitrógeno es fundamental es durante el embarazo. En la mujer embarazada el nitrógeno asimilado de los alimentos durante la digestión es necesario para el desarrollo del feto. Cuando se ingiere alimentos con nitrógeno, el organismo los digiere y se convierte en energía, el primer paso es remover los átomos de nitrógeno de las moléculas del alimento, mientras el cuerpo está ocupado dirigiendo el resto del alimento y convirtiéndolo en energía. Esos átomos ya están siendo usados para ayudar al crecimiento. Algunos de los alimentos donde se encuentra nitrógeno son: Fideos, ensaladas, cereales, pollo, leche, pescado, claras huevo, etc. Finalmente, podemos decir que sin un suministro continuo de nitrógeno (ciclo del nitrógeno), la vida en la tierra dejaría de existir puesto que es muy evidente como el nitrógeno permite que las plantas no sufran de un déficit proteico, y aunque no nos alimentemos directamente de plantas, los animales sufrirían de esta insuficiencia de proteínas afectando finalmente al buen funcionamiento del organismo en los seres humanos.