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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE DERECHO
MAGISTER EN DERECHO DEL TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL

EL TRABAJO INFANTIL

LEGISLACIÓN Y PROGRAMAS INTERNACIONALES DE PROTECCIÓN DE


DERECHOS FUNDAMENTALES DEL NIÑO

Christian Martínez Frías

Santiago, 2016
INTRODUCCIÓN:

El trabajo infantil se considera desde hace mucho tiempo como una grave violación de los
derechos del niño, los derechos fundamentales en el trabajo y los derechos humanos, así
como un obstáculo sustancial para el desarrollo nacional.

El trabajo infantil obstaculiza el desarrollo de los niños y a veces provoca daños físicos o
psicológicos que persisten durante toda su vida; a su vez perjudica a sus familias, a las
comunidades y a la sociedad en su conjunto, perpetúa situaciones de desfavorecimiento y
exclusión social, dificulta la escolarización de los niños, la obtención de conocimientos y
las aptitudes necesarias para que como adultos puedan contribuir al crecimiento económico
y a la prosperidad.

Hace una década el problema del trabajo infantil era considerándolo como un fenómeno
cultural inevitable. En la década de los noventa se tendía sobre todo a negar la existencia
del trabajo infantil, de forma muy semejante a lo que se hiciera con respecto al trabajo
forzoso, pero esta situación ha cambiado de forma definitiva ante la existencia de un
movimiento mundial en el que han intervenido todos los mandantes de la OIT — gobiernos
y organizaciones de empleadores y de trabajadores — así como otros muchos asociados
activos en los niveles internacional, nacional y local.

En los últimos años se han concertado como nunca ideas y actividades en relación con este
problema, reconociéndose así el hecho de que la abolición del trabajo infantil no es una
cuestión periférica sino que se encuentra en el centro del desarrollo social y económico.

Es así como la abolición efectiva del trabajo infantil es uno de los cuatro principios
subyacentes a los derechos fundamentales especificados por la Declaración de la OIT
relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, lo que reafirma el marco en
el que los Estados Miembros deben respetar el principio de la abolición efectiva del trabajo
Infantil

El fenómeno del trabajo infantil es complejo y requiere la intervención de una pluralidad de


organismos tanto internacionales como nacionales, pilares fundamentales son los

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programas de educación, salud, protección social, entre otras, en este trabajo centraremos
la mirada en el trabajo desarrollado por la OIT para limitar y erradicar las peores formas de
trabajo infantil.

En una primera parte revisaremos las disposiciones que han buscado la regulación del
trabajo infantil y analizaremos las disposiciones que hoy en día regulan y protegen a los
menores de edad.

La segunda parte veremos de que forma se han incorporados los Convenios en los Estados
Miembros, para concluir con una tercera parte que revisa algunas de las formas de control
de aplicación de los Convenios ratificados por los Estados Miembros.

1° PARTE: Adopción y Vigencia de las Normas Internacionales del Trabajo de la OIT

Antecedentes de la regulación internacional del trabajo infantil:

La preocupación por el trabajo infantil se remonta a las primeras regulaciones que podemos
encontrar dentro del contexto de la llamada cuestión social, es en esta periodo inicial del
derecho laboral en el cual el industrial ingles Robert Owen, basándose en su la experiencia
de sus fabricas de New Lanark promueve la ley de 1819 sobre limitación del tiempo de
trabajo de los niños.

Posteriormente, dentro del periodo de los movimientos organizados y las primeras


iniciativas oficiales, se desarrolla el Congreso Internacional de Beneficencia (Bruselas
1856), primera organización que adhiere a la proposición de una ley internacional del
trabajo. El congreso adoptó una moción encaminada a favorecer la adopción de medidas
para regular el trabajo industrial en las que se establecerían reglas uniformes con respecto al
trabajo de las mujeres y de los niños entre otras regulaciones del trabajo industrial.

Dentro del contexto de las primeras conferencias internacionales y primeros Convenios se


desarrolla la Conferencia de Berna, la cual en la tercera conferencia de septiembre de 1913,
se preparó dos proyectos de Convenios, uno sobre la prohibición del trabajo nocturno de los
jóvenes en la industria y otro sobre la jornada máxima de diez horas para mujeres y

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jóvenes, dichos Convenios no fueron adoptados debido al inicio de la Primera Guerra
Mundial.

Una vez terminada la Primera Guerra Mundial, El Tratado de Paz incorpora en la Parte XIII
(Trabajo) la siguiente disposición:

“6° La supresión del trabajo de los niños y la obligación de procurar al trabajo de los
menores de ambos sexos las limitaciones necesarias para permitirles continuar su
instrucción y su desarrollo físico.”

Normativa de la OIT que regula el trabajo infantil:

Las normas de la OIT se encuentran principalmente contenidas en su Constitución, en las


Declaraciones adoptadas por Conferencia Internacional del Trabajo o por el Consejo de
Administración de la OIT, en los Convenios y Recomendaciones adoptados con la
Conferencia Internacional del Trabajo (CIT).

A continuación revisaremos aquellos principios y normativas que recogen la protección de


los menores y regulan el trabajo infantil.

A) Constitución de la OIT:

El preámbulo de la Constitución contiene el marco conceptual de las actividades


normativas, respecto de las condiciones de trabajo, señala que “existen condiciones de
trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para un gran número de
seres humanos”, dentro de las condiciones urgente por mejorar señala entre otras, la
protección de los niños, de los adolecentes y de las mujeres.

B) Declaración Tripartita de Principios sobre las Empresas Multinacionales y la


Política Social (Ginebra 1977, modificada en noviembre de 2000):

Esta declaración y su modificación emanan del Consejo de Administración de la OIT, en


ella se formulan principios referidos entre otros a las condiciones de trabajo y vida.
Respecto a la edad mínima señala:

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“36: Las empresas multinacionales, así como las empresas nacionales, deberían respetar la
edad mínima de admisión al empleo o al trabajo con el fin de garantizar la efectiva
abolición del trabajo infantil y deberían adoptar medidas inmediatas y eficaces dentro de su
ámbito de competencia para garantizar la prohibición y eliminación de las peores formas de
trabajo infantil con carácter urgente”

C) Convenios de la OIT que regulan el trabajo de menores de edad:

En los últimos decenios, la comunidad internacional ha establecido importantes normas


sobre cómo se debería definir el trabajo infantil y dar prioridad a su eliminación. Existen
tres Convenios internacionales principales – el Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad
mínima de admisión al empleo, 1973, el Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores
formas de trabajo infantil, 1999, y la Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño (CDN) – que establecen conjuntamente los límites jurídicos al trabajo
infantil, y definen la base jurídica para la acción nacional e internacional contra el mismo

El trabajo infantil se encuentra regulado por las siguientes disposiciones:

1.- La convención sobre Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1999:

Establece en su artículo 32 lo siguiente:

“1.- Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la
explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso
o entorpece su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social.

2.- Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas sociales y


educacionales, para garantizar la aplicación del presente artículo. Con ese propósito y
teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos internacionales, los
Estados Partes, en particular:

a) Fijaran una edad mínima o edades mínimas para trabajar;

b) Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo;

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c) Estipularan las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación
efectiva del presente artículo.”

2.- Convenio N°138 sobre la edad mínima de admisión al empleo, 1973

El Convenio busca adoptar un instrumento de carácter general que reemplace una


diversidad de Convenios aplicables a sectores específicos y limitados, con mira a lograr la
total abolición del trabajo de los niños.

Los Estados Miembros se comprometen a seguir una política nacional que asegure la
abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente la edad mínima de
admisión al empleo a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental
de los menores.

El Convenio como regla general establece la edad mínima en los 15 años, por excepción en
los Estados Miembros cuya economía y medios de educación no esté suficientemente
desarrollados podrá, previa consulta con las organizaciones de empleadores y trabajadores,
establecer la edad mínima a 14 años.

Respecto de las actividades peligrosas para la salud, la seguridad o moralidad de menores


se establece la edad mínima de 18 años. Será la legislación interna la que deberá determinar
de los tipos de trabajos considerados peligrosos.

Sin embargo, se podrá autorizar el empleo a partir de los 16 años siempre que se garantice
la salud, seguridad y moralidad de los menores y que estos hayan recibido instrucción
adecuada en la actividad correspondiente.

Los Estados Miembros podrán permitir el empleo de menores de 13 a 15 años en trabajos


ligeros en la medida que no perjudique se salud o desarrollo y que no afecte su asistencia a
la escuela o programas de formación.

3.- Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999

Los Miembros deberán adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la


prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil.

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Las peores formas de trabajo infantil se encuentran establecidas en el artículo 3 del
Convenio y son las siguientes:

“a) todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y
el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso
u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en
conflictos armados;

b) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de


pornografía o actuaciones pornográficas;

c) la utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades


Ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en
los tratados internacionales pertinentes, y

d) el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es
probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.”

Los tipos de trabajos señalados en la letra d) deberán determinarse por la legislación


nacional.

Los Miembros deben adoptar medidas apropiados para la aplicación de las disposiciones
del Convenio, elaborar programas de acción para eliminar las peores formas de trabajo
infantil.”

4.- Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el


trabajo.

En dicha declaración el OIT establece:


“Considerando que la OIT es la organización internacional con mandato constitucional y el
órgano competente para establecer Normas Internacionales del Trabajo y ocuparse de ellas,
y que goza de apoyo y reconocimiento universales en la promoción de los derechos
fundamentales en el trabajo como expresión de sus principios constitucionales;

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Considerando que en una situación de creciente interdependencia económica urge reafirmar
la permanencia de los principios y derechos fundamentales inscritos en la Constitución de
la Organización, así como promover su aplicación universal;

Dentro de las declaraciones de la Conferencia Internacional del Trabajo, establece:


2. Declara que todos los Miembros, aun cuando no hayan ratificado los Convenios
aludidos, tienen un compromiso que se deriva de su mera pertenencia a la Organización de
respetar, promover y hacer realidad, de buena fe y de conformidad con la Constitución, los
principios relativos a los derechos fundamentales que son objeto de esos Convenios, es
decir:
a) la libertad de asociación y la libertad sindical y el reconocimiento efectivo del derecho
de negociación colectiva;
b) la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio;
c) la abolición efectiva del trabajo infantil; y
d) la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación.”

2° PARTE: Incorporación de las NIT en el derecho interno de los Estado Miembros:

El Convenio N° 138 sobre edad mínima se encuentra ratificado por 168 Estados Miembros,
quedando solamente pendiente de ratificación por 19 Estados Miembros, entre ellos
Australia, Estados Unidos, India y Nueva Zelanda.

El Convenio N°182, sobre las peores formas del trabajo ha sido ratificado por 180 Estados
Miembros, quedando pendiente la ratificación de 7 Miembros, entre ellos India.

a) Iniciativas y programas para la incorporación y aplicación de los Convenios de


protección de menores:

En 2006, seis años después de la entrada en vigor del Convenio de la OIT núm. 182, los
mandantes de la OIT establecieron la meta de eliminar todas las peores formas de trabajo
infantil para 2016. Seguidamente, se elaboró el Plan de Acción Mundial para dotar de un
marco estratégico y un plan de acción a la OIT para el período que resta hasta 2016. Al

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refrendar el Plan y la meta de 2016, el Consejo de Administración de la OIT reafirmó su
compromiso con la eliminación del trabajo infantil como una de las más altas prioridades
de la Organización.

La Hoja de ruta para lograr la eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016
fue adoptada en la Conferencia mundial sobre trabajo infantil de La Haya de 2010 y
posteriormente ratificada por el Consejo de Administración de la OIT. En la Hoja de ruta,
los participantes en la Conferencia destacaron la urgente necesidad de reproducir a mayor
escala y acelerar las acciones a nivel de país contra el trabajo infantil en los años que restan
hasta la meta de 2016.

Entre las prioridades políticas identificadas en la Hoja de ruta figuran: la legislación


nacional y la observancia; la educación y la formación; la atención al mercado laboral y la
protección social. Se establecen entre otras las siguientes acciones:

“Acción por parte de los gobiernos

8. Las acciones de los gobiernos deberían guiarse por las siguientes prioridades políticas:

8.1. Legislación nacional y observancia:

8.1.1. Obrar en pro de la aplicación de la Declaración de la OIT relativa a los Principios y


derechos fundamentales en el trabajo (1998), y, para los Estados Parte en los Convenios de
la OIT que abordan el trabajo infantil, la plena aplicación de dichos Convenios, y para los
Estados que no son Parte en tales Convenios, la consideración de su ratificación así como
de los protocolos opcionales de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones
Unidas.

8.1.2. Adoptar y asegurar la observancia de la legislación nacional contra el trabajo infantil


y sus peores formas, y en particular asegurar el respeto de esos derechos para todos los
niños sin excepción y asegurar que la información sobre la legislación pertinente sea
ampliamente difundida.

8.1.3. Elaborar y poner en práctica planes de acción nacionales transversales para eliminar
las peores formas de trabajo infantil con carácter prioritario, en consulta con los

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interlocutores sociales y teniendo en cuenta las opiniones de otros actores según el caso.
Suministrar los recursos adecuados para alcanzar las metas así establecidas.

8.1.4. Proceder a la revisión y actualización periódicas de los listados nacionales de


trabajos peligrosos prohibidos para los niños en consulta con los interlocutores sociales.

8.1.5. Asegurar el acceso de los niños y sus familias a la justicia, incluyendo el garantizar
sistemas y procesos judiciales adaptados a los niños.

8.1.6. Aplicar sanciones penales adecuadas contra los autores de delitos relacionados con
las peores formas de trabajo infantil, fortalecer la inspección y los mecanismos de
seguimiento que los den a conocer, y documentar los casos judiciales; se debería prestarse
especial atención al fortalecimiento de la inspección del trabajo, incluyendo la seguridad y
salud en el trabajo.”

Establece acciones de promoción de la Hoja de ruta y seguimiento de los progresos, entre


otras señala:

“12.1. El establecimiento, a cargo de los gobiernos, de i) mecanismos de seguimiento


nacionales eficaces, adicionales a sus obligaciones en virtud del Convenio núm. 182 de la
OIT con el fin de examinar los progresos hacia la eliminación de las peores formas de
trabajo infantil a nivel nacional – tales como reuniones tripartitas anuales, y de ii)
iniciativas nacionales para controlar los progresos de la eliminación de las peores formas de
trabajo infantil, teniendo en cuenta los planes de acción nacionales y otras medidas de
duración determinada, y capitalizando sobre la información disponible a través de la
presentación de memorias en virtud de las obligaciones existentes tales como los
mecanismos de control de los Convenios internacionales y los sistemas nacionales de
seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.”

Los informes mundiales constituyen un nuevo instrumento para promover la acción eficaz
contra el trabajo infantil, que complementa las estimaciones globales y otras publicaciones
internacionales de la OIT.

Además, los informes mundiales forman parte integrante del Plan de Acción Mundial sobre
la Eliminación del Trabajo Infantil de 2010, aprobado por el Consejo de Administración de

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la OIT en noviembre de 2010, y del Plan de Acción para Promover los Principios y
Derechos Fundamentales en el Trabajo, aprobado en noviembre de 2012.

La serie de informes se utilizará para fundamentar mediante hechos comprobados las


políticas necesarias para acelerar los progresos hacia la eliminación del trabajo infantil.

1.- Primer Informe mundial sobre trabajo infantil, 2013.

Dicho informe señala que entre 2000 y 2008, el número de niños en situación de trabajo
infantil a nivel mundial disminuyó en unos 30 millones. Pese a este progreso, al final de ese
período, más de 215 millones de niños y niñas se encontraban aún en situación de trabajo
infantil, y más de la mitad de ellos en trabajos peligrosos.

Establece que la protección social a los menores de edad es como la herramienta más eficaz
para la erradicación y protección de los menores principalmente respecto de las peores
forma de trabajo.

Dicho informe señala: “La intersección entre la protección social que tiene en cuenta las
necesidades de los niños y el trabajo infantil es clara. En situaciones en las que los
elementos de un sistema de seguridad social no logran responder adecuadamente a las
vulnerabilidades especiales de los niños, el trabajo infantil puede ser una de las
consecuencias negativas. De ello se desprende que el establecimiento de sistemas de
seguridad social adaptados a los niños constituye un importante componente de una
respuesta política más amplia del trabajo infantil”

2.- Declaración conjunta centrada en impulsar la protección social que tiene en cuenta
las necesidades de los niños, firmada por la OIT, el UNICEF, el PNUD, el Banco
Mundial y diversos otros organismos de desarrollo, en junio de 2009

Los principios establecidos en dicha declaración son los siguientes:

“Durante el diseño, la implementación y la evaluación de los programas de protección


social que tiene en cuenta las necesidades de los niños se deberían observar los siguientes
principios:

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· Evitar las consecuencias negativas en los niños y reducir o mitigar los riesgos sociales y
económicos que afecten directamente las vidas de los menores.

· Cuando se trate de niños en peligro, intervenir lo antes posible para prevenir la


discapacidad y los perjuicios irreversibles.

· Tener en cuenta las vulnerabilidades y los riesgos específicos de los niños según su edad y
género durante todo su ciclo vital.

· Mitigar los efectos de los traumas, la exclusión y la pobreza en los núcleos familiares
teniendo en cuenta que las familias que crían niños necesitan apoyo para poder disfrutar de
oportunidades en un plano de igualdad.

· Tomar medidas extraordinarias para prestar asistencia a los niños especialmente


vulnerables o excluidos, incluso los que no reciben atención de sus progenitores y los que
son marginados en sus propias familias o comunidades debido a su género, su grado de
discapacidad o su origen étnico, o a que viven con el VIH o el SIDA, o debido a otros
factores.

· Prestar atención a los mecanismos y las dinámicas intrafamiliares que puedan afectar la
manera en que se atienden las necesidades de los niños, y en especial a la distribución del
poder entre los hombres y las mujeres en el marco de sus familias y comunidades.

· Tener en cuenta las voces y opiniones de los niños, niñas y jóvenes, así como de sus
cuidadores, en lo que concierne a la comprensión y el diseño de los sistemas y programas
de protección social.”

Concluye este informe que: “La vulnerabilidad económica no es la única causa del trabajo
infantil, y la protección social no es por sí sola una respuesta integral. Sin embargo, como
se deja en claro en el presente informe, la protección social es un pilar esencial de una
respuesta política más amplia al trabajo infantil. Los esfuerzos de lucha contra el trabajo
infantil tienen pocas posibilidades de éxito si no se cuenta con un piso de protección social
que pueda preservar a los hogares vulnerables, y les permita aprovechar las oportunidades y
romper el ciclo de la transmisión intergeneracional de la pobreza”

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3.- Segundo Informe Mundial sobre Trabajo Infantil, 2015.

El Segundo informe examina la interacción entre el trabajo infantil y el empleo juvenil, se


centra en el doble desafío de eliminar el trabajo infantil y garantizar el trabajo decente para
los jóvenes.

Respecto de los trabajos peligrosos realiza el siguiente diagnostico:


“Las últimas estimaciones de la OIT sobre el trabajo infantil a nivel mundial para el año
2012 revelan que, tanto en porcentaje como en cifras absolutas, el trabajo peligroso en los
adolescentes de 15 a 17 años alcanza niveles considerables:
- los adolescentes de 15 a 17 años en trabajo peligroso totalizan 47,5 millones;
- los adolescentes de 15 a 17 años en trabajo peligroso representan el 40 por ciento de este
grupo de edad, un claro indicador del déficit de trabajo decente en este grupo de edad; y
- los adolescentes de 15 a 17 años en trabajo peligroso representan más de una cuarta parte
(28 por ciento) del total de niños en trabajo infantil.”

Dentro de las conclusiones del informe se establece que “las políticas nacionales deben
centrarse en retirar a los jóvenes del trabajo peligroso, o eliminar las condiciones peligrosas
a las que están expuestos en el lugar de trabajo. Si bien el objetivo primordial en materia de
políticas debe ser el trabajo decente, estas cifras revelan claramente la necesidad de
centrarse en retirar a los jóvenes de las formas peligrosas de trabajo como prioridad
esencial para lograr tal objetivo.”

Lograr progresos sostenibles en la eliminación del trabajo infantil y en la promoción del


trabajo decente para los jóvenes requiere un marco legislativo favorable que esté en
consonancia con las normas internacionales y haya sido integrado eficazmente en los
planes y programas nacionales de desarrollo.

Todo ello tiene el importante efecto de expresar claramente la voluntad nacional y


establecer un marco de acción. En lo que respecta al contexto del trabajo infantil, la
mayoría de los países del mundo ya han ratificado el Convenio núm. 182 de la OIT sobre

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las peores formas de trabajo infantil y el Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de
admisión al empleo. El siguiente paso decisivo en el frente legislativo consiste en la
incorporación eficaz de estos Convenios en la legislación nacional y su aplicación efectiva.
Este proceso deberá incluir la elaboración de las listas nacionales de trabajo peligroso que
está prohibido para todas las personas menores de 18 años.

b) Incorporación en la legislación chilena de los Convenios de protección del menor

Chile ratificó los Convenios fundamentales N°138 sobre edad mínima de 1973, en 1999, y
el Convenio N°182 sobre las peores formas de trabajo infantil de 1999, en el año 2000.

Las normativas Chilenas que protegen el trabajo de menores son las siguientes:

1.- Decreto con Fuerza de Ley N°1 de 30 de mayo de 2000 que establece el texto refundido
de la ley N°16.618, Ley de Menores.

Este cuerpo legal regula las siguientes materias:

a) Crea el departamento de Policía de Menores, que velará por la protección de


cualquier tipo de veneración a los menores,
b) Establece la judicatura de menores, su organización y atributos
c) Regula las casas de menores e instituciones de asistencias
d) Establece las penas y sanciones a quien vulnere los derechos de los menores de
edad.

2.- Decreto con Fuerza de Ley N°1 de 16 de enero de 2003, Código del Trabajo.

En los artículos 13 a 18 regula la Contratación de menores en la cual se establece los


siguientes parámetros:

a) Menores de 18 años y mayores de 15 años: Se autoriza para realizar trabajos ligeros


con autorización de representantes legales.
Si se encuentran cursando Enseñanza Media o Básica, no debe dificultar su
asistencia a clases. Si están estudiando los menores no pueden trabajar más de 30
horas semanales ni 8 más de 8 horas diarias.

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b) Menores de 18 años no pueden ejercer actividades que requieren fuerza excesiva, ni
actividades peligrosas para la salud, seguridad o moralidad.
El ministerio del Trabajo determinará las actividades consideradas peligrosas para la
salud.
c) Los menores de 21 años no podrán ser contratados para actividad minera
subterránea son exámenes de aptitud. Mayores de 15 años y menores de 18 años
pueden actuar en espectáculos vivos que no se desarrollen en cabaret o lugares que
expendan bebidas alcohólicas para consumo en el lugar.
d) Los menores de 15 años pueden ser autorizados por los representantes legales y por
el Tribunal de Familia a participar en espectáculos de teatro, televisión, radio y
similares.
e) Se prohíbe a menores de 18 de años el trabajo nocturno en establecimientos
industriales y comerciales.

3.- Decreto N°326 de 27 de mayo de 1989, Promulga Pacto Internacional de Derechos


Económicos y Sociales y Culturales.

4.- Decreto N°830 de fecha 27 de septiembre de 1990, Promulga Convención Internacional


de los Derechos del Niño.

5.- Decreto N°131 de fecha 14 de agosto de 1996, Crea el Comité Asesor Nacional Para la
Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Menor Trabajador.

6.- Decreto N°227 de fecha 12 de mayo de 1999, Promulga los Convenios N°87, 98, 105 y
138 adoptados por la Conferencia Internacional del Trabajo. El Convenio N°138 trata sobre
la edad mínima de admisión al empleo.

7.- Decreto N°1447 de fecha 17 de noviembre de año 2000, Promulga Convenio N°182 de
la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo.

8.- Decreto N°180, de fecha 23 de 2002, Establece Acuerdo con la OIT para la ejecución
de un diagnostico nacional sobre el trabajo infantil y adolecente e identificación de los
casos de las peores formas.

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9.- Ley N°19.684, de fecha 3 de julio de año 2000, en la cual se modifica el Código del
Trabajo para abolir el trabajo de los menores de 15 años.

10.- Ley 20.001, de fecha 5 de febrero de 2005, en la cual se modifica el Código del
Trabajo en lo relativo al peso máximo que puede cargar un menor 18 de años, establece:

“Artículo 211-J.- Los menores de 18 años y mujeres no podrán llevar, transportar, cargar,
arrastrar o empujar manualmente, y sin ayuda mecánica, cargas superiores a los 20
kilogramos”

11.- Ley N°20189 de fecha 12 de junio de 2007, modifica el Código del Trabajo en lo
relativo a la admisión al empleo de los menores de edad y al cumplimiento de la obligación
escolar.

12.- Ley 20539 de fecha 6 de octubre de 2011, Prohíbe a las menores de 18 años todo
trabajo nocturno en establecimientos industriales y comerciales.

3° PARTE: Control de aplicación de los Convenios ratificados:

Es intrínsecamente difícil obtener una visión completa de todas las acciones y medidas que
los países han adoptado para luchar contra el trabajo infantil. Sin embargo, una manera
fiable de medir las acciones adoptadas por los Estados en relación con la ratificación de los
Convenios consiste en examinar las memorias que han presentado a la Comisión de
Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la OIT.

Desde 1999 la OIT ha recibido más de 200 primeras memorias de los Estados Miembros
sobre la aplicación de estos dos Convenios, y la mayoría de ellas han sido examinadas por
la Comisión de Expertos. Los casos de acciones que han comunicado los gobiernos
brindan una visión razonablemente precisa de hasta qué punto los compromisos de los
países en virtud de los Convenios han dado lugar a medidas positivas.

La ratificación de estos instrumentos ha tenido efectos directos y positivos sobre las


acciones de los gobiernos para erradicar el trabajo infantil, incluidas sus peores formas.

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Evidentemente, la ratificación no es el final, sino el principio de un proceso que debería
conducir a la abolición total del trabajo infantil.

Si bien la alta tasa de actividad en la formulación de políticas y la adopción de planes de


acción es alentadora, en esas políticas y planes de acción sólo se presta una atención
limitada a los niños más vulnerables, y una atención aún más limitada a la situación
especial de las niñas. Concentrarse de manera adecuada en la posición especial de estos
grupos constituye un factor crítico para el éxito de la lucha contra el trabajo infantil,
particularmente contra sus peores formas.

Del mismo modo, se han notificado muy pocas acciones destinadas a mejorar la legislación
de lucha contra la utilización, reclutamiento u ofrecimiento de niños para actividades
ilícitas, en especial para la producción y tráfico de drogas. Esta cuestión suscita una
preocupación particular porque la práctica ha demostrado que, para empezar, muy pocos
países cuentan con una legislación apropiada en esta esfera y que las lagunas en las
legislaciones nacionales obstaculizan los esfuerzos globales para erradicar urgentemente las
peores formas de trabajo infantil.

En conjunto, si bien hay muchos indicios alentadores de que la ratificación de los


Convenios ha tenido repercusiones positivas sobre los marcos nacionales para luchar contra
el trabajo infantil, también es necesario hacer mayor hincapié en otros campos. Ello debería
servir de orientación no sólo para los países, sino también para las actividades de
cooperación técnica de la OIT y las actividades de otros organismos, organizaciones de
trabajadores y de empleadores y organizaciones no gubernamentales.

Vigilancia y Seguimiento del Trabajo Infantil:

La vigilancia y seguimiento del trabajo infantil, está estrechamente relacionada con el


control de la aplicación de la legislación nacional sobre el tema. Se han elaborado, aplicado
y puesto a prueba toda una serie de iniciativas en materia de vigilancia y seguimiento del

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trabajo infantil como parte de las actividades de la OIT para luchar contra ese tipo de
trabajo.

La vigilancia del trabajo infantil abarca las labores de identificación, remisión, protección y
prevención relacionadas con los niños que trabajan, mediante la aplicación de un proceso
multisectorial coordinado de vigilancia y remisión con el objetivo de abarcar a todos los
niños que viven en una determinada zona geográfica.

En la economía formal, lo más frecuente es abordar el trabajo infantil mediante el


mecanismo oficial de inspección del trabajo, en la economía infomal se recurre a
organizaciones de la sociedad civil y ONG, haciendo especial hincapié en la prevención y
la concienciación acerca de los efectos negativos del trabajo infantil.

La Vigilancia del Trabajo Infantil comprende tres subcategorías principales:


a) Vigilancia en el lugar de trabajo para determinar si hay niños, y si su trabajo es
peligroso o no (y qué edades mínimas deben respetarse), cuáles son sus condiciones de
trabajo y qué se podría hacer para mejorar su situación (por ejemplo, retirar a los niños del
lugar de trabajo, eliminar los riesgos, reducir los horarios, distribuir equipos protectores o
suprimir otras prácticas inadecuadas). Este tipo de vigilancia suele quedar a cargo de
inspectores del trabajo, empleadores que recurren a la autovigilancia, sindicatos, vigilantes
independientes u ONG.
b) Vigilancia de la protección social para determinar qué servicios de apoyo reciben los
niños que han trabajado o están trabajando (a saber, educación oficial u oficiosa, formación
profesional, atención de salud, asesoramiento u otros servicios de rehabilitación, y
asistencia para la generación de ingresos o servicios de microfinanciación para sus familias)
y qué efecto tiene este apoyo. La vigilancia de la protección social puede estar a cargo de la
comunidad, ONG, niños, padres y familias, profesores o diversos organismos
gubernamentales locales de beneficencia u otros organismos.
c) Vigilancia a cargo de las comunidades para determinar si los niños que trabajan en casa,
en la agricultura tradicional de subsistencia, en la pesca o en otras ocupaciones de base

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familiar, así como en la economía informal, reciben un trato decente y realizan actividades
adecuadas para su edad que no interfieran en su educación y desarrollo.

Organismos de control de aplicación de Convenios y recomendaciones:

1.- La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones


CEACR:
El procedimiento regular de control de carácter periódico está a cargo de la Comisión de
Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones (CEACR), la cual debe
examinar las memorias sobre los Convenios y recomendaciones que los Estados miembros
deben presentar

2.- Comisión de aplicación de normas de la conferencia internacional del trabajo


Dentro de sus atribuciones se encuentra examinar las medidas adoptadas por los Estados
así como las informaciones adoptadas por los miembros sobre el resultado de las
inspecciones.
Examina las informaciones y memorias relativas a los Convenios y a las recomendaciones.
La comisión presenta un informe a la Conferencia, la cual examina los casos individuales
presentados.

CONCLUSIÓN

El trabajo infantil niega a las niñas y niños sus derechos a estar libres de peligro, a una
educación y formación profesional de calidad, y a jugar y descansar. El derecho a estar
libre de trabajo infantil es un derecho fundamental y, junto con los demás principios y
derechos fundamentales en el trabajo y, en particular, la libertad sindical y de asociación y
el derecho de negociación colectiva, es indispensable para la consecución del trabajo
decente para todos.

La OIT ha establecido tanto en Convenios como informes que es necesario que se adopten
medidas encaminadas a erradicar el trabajo forzoso con carácter de urgencia, a acabar con

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las formas modernas de esclavitud y con la trata de personas, y a asegurar la prohibición y
eliminación de las peores formas de trabajo infantil.

Con el fin de alcanzar este objetivo, la acción colectiva debe acelerar los progresos y mejor
la información respecto del trabajo infantil sobretodo en el sector informal. Las empresas
deberían seguir unas prácticas comerciales responsables que respeten los derechos humanos
y otros derechos laborales en los países y comunidades en los que despliegan su actividad.

Los programas de educación, salud y protección social de los menores de edad son
fundamentales para erradicar el trabajo infantil, para lo cual se requiere de la acción
conjunta de todos los organismos nacionales como internacionales que generen conciencia
social, que desincentiven el uso de menores de edad por parte de las empresas y que por
parte del Estado establezcan el marco jurídico que pueda garantizar el respeto de los
derechos fundamentales de los menores.

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BIBLIOGRAFÍA:

1.- Convenios, Convenciones y Declaraciones Internacionales, e imágenes de trabajo


infantil, Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Ginebra 2002.

2.-Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los


principios y derechos fundamentales en el trabajo, Conferencia Internacional Del Trabajo,
90° Reunión, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 2002.

3.- Informe mundial sobre trabajo infantil. Vulnerabilidad económica, protección social
y lucha contra el trabajo infantil. Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 2013.

4.- Informe mundial de 2015 sobre el trabajo infantil: Allanar el camino hacia el trabajo
decente para los jóvenes. Oficina Internacional del Trabajo. Ginebra, OIT, 2015.

5.- La eliminación del trabajo infantil: un objetivo a nuestro alcance. Informe global con
arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos
fundamentales en el trabajo, Conferencia Internacional Del Trabajo 95° reunión, 2006,
Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 2006

6.- Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil - Estimaciones y tendencias
mundiales entre 2000 y 2012. Oficina Internacional del Trabajo, Programa Internacional
para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), Ginebra, OIT, 2013.

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