Professional Documents
Culture Documents
Introducción
Cuando Pablo entró a Corinto en su segundo viaje misionero, tuvo temor, pero Dios pudo
calmar sus temores y darle éxito (Hechos 18: 9-10).
9 Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles;
10 porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo
tengo mucho pueblo en esta ciudad.
Exposición
1 Tesalonicenses 3:5
1 Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas, (A)
2 y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el
evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe,
3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que
para esto estamos puestos. 4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos que
íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis. 5 Por lo cual también yo, no
pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado
el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano.) Y del bienestar de sus compañeros
Hechos 20:32 – 34
32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder
para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
33 Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado.
34 Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están
conmigo, estas manos me han servido.
35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar
las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir).
II. Dios puede calmar nuestros temores como nadie más lo puede hacer.
B. Jesús todavía puede calmar los temores que pueden paralizarnos (Mateo 8:23 - 26.
23 Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron.
24 Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la
barca; pero él dormía.
25 Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
26 Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a
los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el
mar le obedecen?;
Lucas 12:5-4
4Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más
pueden hacer.
5 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la
vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.;
Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo.).
Conclusión
I. Dios puede calmar los temores que de otra manera nos incapacitarían y evitarían que
realicemos las cosas valerosas que Él demanda que hagamos.
II. Pero para que nos ayude a superar nuestros temores, debemos estar dispuestos a temerle
y confiar en Él.