Daniel Hiernaux

Margarita Zárate
(editores)

Especros
Y TRANSNACIONALISMO

nuróruom"yg5gng,LJmg
JU[*rr,urnsrono
E
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad lztapalapa
Casa Juan Pablos

México,2008
 Tlansnacionalismo, cultura y espacio: a Ínaneta
de introducción
Daniel Hiernaux-Nicolns A Margaita Zárate Vidal

Culturas y transnacionalismo : relaciones complejas

Margarita Zirate Vüal 23
Espacio s y transnacionalismo
9..f"ni"1 Hiernaux y Margarita Zárate Lo local y 1o global: la antropolog¡a dela globaTización
(editores)
y el transnacionalismo
Primeraedición, Z00B Michael Kearneg 51

D.R.@2008 Universidad Autónoma Metropolitana Tiempo, espacio y transnacionalismo:

Unidad Iztapalapa algunas reflexiones
División de Ciencias Socialesy Humanidades
Deparbamentode Antropología
D ani el Hiernaux-Nic olas 89
San RafaelAtlixco núm. 186, Col. Vicentina
IztapaTapa,09340,México, D.E De espacialidades y transnacionalismo
tel. 5804-4763, 5804-4764yfax: 58O4-4767 Alicia Lindón 119
< antro@xanum. uam. Ítx >

D.R @20OBCasaJuan pablos,Centro Cultural, S.A. El espacio fronterizo en la articulación

de C.V
Malintzin 199, Col. del Carmen, Coyoacán, de espacios sociales transnacionales:
04100,México, D.F. una reflexión teórica y unos apuntes empíricos
< casajuanpablos@prodigy.net.Írx>
Cnstóbal Mendaza Pérez t57
ISBN 97_0-37-0823-7
y 97 8-970-31-0823-7u{\tr-Izr.apalapa
ISBN 978-607-z Ss4-03-5CasaJuan pablos Thanslocali dad y est¿blecimiento : lugares y espacios
en la vida migrante
Impresoen México
Liliana Riuera &inchez 19s

17l
 Al.\llt ¡ ,\lllIA Z¿\l{ Alll VIDAL

I llr r l( ) Nr \l{ l( ) .S ( iONSUüIAD O S

I t t t t t t t i l \ f t t t | | tt: t,..\ L EN? IIA Esp e ñ o l,¿ .

l', l | , Í l . \ t ,,\t ,\tttiM !A ESPAñ OL A
. lonl M ;rrl r.i dE
, s p a s aC a l p e . LO LOCAL Y LO GLOBAJ,:
( r,I,','N,\ ( ;O M I'ACT SPAN/SI1 DIC?ION¿RY
LA ANTROPOLOGÍA DE LA GLOBALIZACIÓN
lt,f ,,t Glasgow, UK, Harper Collins publishers.
,sr';y M()rJR-SMITH,Charlotte Y EL TRANSNACIONAIISMO
I 986 Macmill"an Dicüonary of Anthropology,Londresy Basing_
stoke, Macmillan press Ltd. Michael Kearney*
THE AMERICANHERITAGEDICTI2NARYoF THE ENGLISHLANGUAGE
1969 Nueva York, Deli publishing Co. Inc.
THE CINCISE OxFonn DT,HINARY II.{TRoDUCCIÓN
1990 Oxford, Clarendon press.
El "Informe por Deparlamentost' dela American Anthropologt-
cal Associatton(AAA) reporta en 1994 las siguientes prediccio-
nes de los jefes de dichos departamentos en relación con la
dirección quetomartala antropología en los siguientes 25 años:
l)habrá"mayor énfasis en el mundo contemporáneo ylos pro-
cesos de cambio global'; 2) la antropología se tornará "más
interdisciplínaia", y 3) "la antropología sociocultural encon-
trará cada vez más ventajoso el que sus profesores se involu-
cren [en programas] [...], tales como el desarrollo sustentable,
ecología mundial, estudios del medio ambiente, perspectivas
globales comparadas, interdependencia global e internaciona-
Iización" (Givins y Tucke¡, 1994:I ). Esta tendencia está ya muy
avanzaday es evidente en las publicaciones recientes, las con-
ferencias, las presentaciones en conferencias y las propias
sesiones de la conferencia anual de la ¡¡e celebrada en 1994,
así como enlos textos introductorios ala antropología cultural.
El presente trabajo examina trabajos recientes relacionados con
las comunidades, Ia migración, la identidad y \a teona anüo-
pológica en el contexto global y transnacional.

t Departamento de Antropología, Universidad de California en Ri-

verside. Correo electrónico : < kearney@ucr. edu > .

[s1]
I M I( JI IAEL KEARNEY LOLOC A IY LOGLOB A I 53

t,.rr,r¡r.rlir:ir:territorialdel mundo estádivididafundamen- poraciones tr4psnacionales operan en el nivel mundiai pero

l.¡| rrrr:rrrr: rrrr territorios nacionales.El concepto,,grobalaagión,, están centradas en una nación de origen.
(r()lltosc usará en este trabajo, se refi.erebásicamente '
a los pro_ L,a'iaiiOni enlaliteraturatransnacionalserefiereusualmen-
1)cs9-s_-!9.giqle,9. ecolQygicos, culturales y demográfi coÉ que te a aspectosculturales, socialesy territoriales de las naciones
tienéñ-Iugái déntió dé'nacione, péro tuáuiá" concernientes. Está implícito enlos estudios antropológicos de
que las trascienden de tal forma que, ".p""ifióás,
si la atención se liniitara 1osprocesos transnacionales el trabajo del "Est¿do"como guar-
a procesos' identidades ¡r unidades de análisis estrictamente dián de las fronteras transnacionales,como árbitro de la ciudada-
locales, rcdandaríaen el entendimiento incompleto de 1olocal nía, y por tener toda la responsabilidad de la política exterior.
(Basch et al.,lgg4:7l-12). En otras palabras, ante il Los fenómenos transnacionales y globales conflictúan con la
"ri"-o, jurisdicción y poder de los Estadosy son 1oque podría llamarse
[...]intensificaciónde reracionessocialesde escalaglobarque "transestatalesl Este término no se usa comúnmente, pero las
une a localidadesdistantesde tarmanera que_rosacontÉci- condiciones que le sugieren se reflejan en los trabajos de quie-
mientos locales_sonmoldeadospor sucesoi qué ócurr'ena nes escriben sobre la gTobalizacióny el transnacionalismo.
-inuchas
millas de dist¿ncia y viieversa ¡ciaaáns,1-sso,o+j. provectos culturales
--El transnacionalismo remite a los
políticos d.elqs _Est4doS-nación confo-rme éstos compiten
Más aún, está implícita, en esta idea, la presuposición de ta_hSre¡gglrfA_gg! .gtros.Esta4os-ñación,con sus ciudadanos
que la globalización se acentúa. Dado er compromiso de la an- con to¡-"ex-iiáp.pioi;lB.t" dimensión político:culiLral ileljra¡
tropología cultural con el estudio de las comunidades locales, nacionalismo se hace patente porque en el concepto se pe
la globalaación tiene implicaciones importantes para rateoria una resonancia del nacionalismo como un proyecto cultura
y el método antropológicos. Thmbién, dado ercarlcternacional y político, mientras oue e1concepto "globalización" se re.fierel\
de la antrop ología,que se concentra en las asíllamad.as,,nacio- a procesosmás abstractos,menos institucionalizados y con me-f I
nes occidentales,,, la globaTización implica cierto desplaza_ nos intencionalidad que ocurren sin hacer referenciaalagpa-l I
miento de la producción del conocimiento antropolOgico,del ciones;Tal es él caso del desarrollo tecnológico de los mediosl '
contexto institucional y cultural nacional, hacia otros sitios. Es de comunicación masiva en el ámbito internacional y las di-
tentador el decir que dicho desprazamiento se da der centro a námicas impersonales de la cultura global popular y de masas,
lapefifeia, pero como.sediscute más adelante, laglobalaación 7as frnanzas globales y e1 medio ambiente mundial. Se hace
conlleva el deterioro de esta distinción. referencia a la distinción entre e7 carácter universalEñp?E"
El tran snacionalismo sg .lrasl
?p¿^*IF globalización,pero sonáfile'la ;;gl.oialuación" frente ala dimensión política e idqb-
usuáImente tiélr-eun
ilmente tiéire un ca-püd"
campo de u ñás limitado.
visión más limifedo Mientras
t\7f{cnrrqc lógi¿á AA "transnacionalismo", en la manera concreta en que
* -qlgl0rp?ociiióreió¡"iáíé¡iáii aasüéiiiiá'ilos
a¿m-r".ri."- usárenios dichos términos en este ftabajo, es deci¡, en relación
_ y tienenlugar
fiiS."+eq_ipnales en el e_stffiliobáilIos
fiocesos a los sufijos "-izacióTt"e "-ismo", respectivamente.
* transnaciona'les estánanclados-y-trasciendenuno o nsta- El conocimiento y 1asprácticas antropológicas han respon-
.*¡!gs-nación(Baschet al., I 994: S-1 -as
0; Hannerz, 1989)..ñlf¡¿nr_ dido a estosprocesos,pero sólo recient,
--ll?_clorylles_eltérmino que se elige cuando,"-¿"r"it á"", -,,s,oJrío]oggÉl*44e1=ggqo &rejemplo,Brenneis(7994)|
tgPry¡1g", por ejemplo, alamigraciónde acio.ás-iffi.nacio_ reporla sobre prácticas retóricas en la National Science Foun-
- náfttffi través d.elaq fro-nleras dation (Fundación Nacional parala Ciencia, NSFpor sus sigias
*Tiñitlei deJ¡a o más n""iorr"6'@ti"t
et al., t9'92;Káarney,1986i.De modo similar,las-cor_ en inglés), conforme éstabusca conceptuar problemas de in-
 j¡
3c
t,t MICHAEL KEARNEY LoLocALYLoGLoBAL 55 I 1

r¡',,rr:r,rr
¡"il,balque demandan repensarlas fronterasinte- La globaTnación implica el cambio d€ un eslla Q,incrrnli'li ^r1o I I
'r'ril
l.r lr,rl.s v ¡r'líti<;as.Demanerasimila4 Bourdieu (1g91;19ga) bidimensional con sus centros y periferias, y sus fronteras pre- .'. ri
:¡r'rr:fl.rir;¡ una sociologl,adelcambianfe conocimióntoglobai -
clsas, a
<":--
t";ltidi ñ global con subespaci&-1 '.
¡r,rr;rt;r t¡rrt:amplía su noción delJqampg.9i_qltÍflco,para ser "" "rp""to
no circunscritos y, frecuentemente, compenetrados y discon;)
--
rrs,¡rf, o' un contexto mundial caralenzÁdó por uniistem" tinuos. Este cambio ha ido de la mano con una teoria e investi- :-
¡.r'lrl11ui00 entre las cienciassocialesnacionales,en e1que 1as gación que reenfocan su atención pasando de las comunidades -'i. ."
r;i.,<;ias dominantes imponen sus categoríasde análisis y de ')
circunscritas dentro de 1asnacionás, y de 1asmismas naciones, i
r:v¿rluación distorsionandola producción de conocimiento á".r- a espaciosde los cualeslas naciones son componentes. Un hi- lt "
tro y acerca de las naciones dominadas. Más adelante exami- to mayor en este cambio es el primer volumen de The Modnrn { J
naré el impacto de la globalización, no sólo sobre las teorías v World Sgstem,de Wallersteín (1974), que ofrece una visión de ;
hallazgos antropológicos, sino tambiénsobre algunas de ras ci- las relaciones globales a7fina7del siglo xv e inicio del xvt, den- -1..
tegorías epistemológicas. tro de 1o que éllarna una economía mundial europea' No es
una entidad política, sino más bien una integración económica
sin precedentes que difiere de los imperios, ciudades-Estadoy
los Estados-nación emergentesque son formas que quedan com-
TBonÍa cLoBAr
prehendidas dentro de ella (Wallerstein, 1974:L5). 4ungr¡i-el./
1
.\ sistema mundial es fundamentalmente un sistema económico, /
Una propuesta que se explora en este trabajo es que hay un mo_
't \ 1adescripción que Wallerstein hace del mismo establecelabasei
vimiento que tiene lugar en la antropología sociocu'liülñfl¿lñde
\.t
paralaatención que se prestó subsecuentementea los aspecJ
1o que podría llamarse una constelación moderna de probremas
ios globalesde laiulturá y la identidad (véasemas adelante;f
y teoría géneral, hacia probiemas y teoría ant{gJ;lógicos a
los que se puede rlamar apropiadamente iiglobarés.rsl dictro ¿Cuáleseran sus fronteras? Anticipando un tema que trataret
\ mos más adeTante,Wallerstein anotó premonitoriamente "e$
cambio se
se ástá dando,entonce-s
está dando, entonces la
la nueva;":-;#;';#"#lt
nueva peispectiva,ilÉA-
\Í- . "r-bio comouna(Zc_cjfifrqnra"tai dificil hablar de las fronteras" (7974:75;véase también ^iúvarez,
{
presarse Ablasimigene3)r'sop.r"r-f 1995y King, 1991).
t""d"vr"". ;ffi,i Lateoria del sistema mundial se apoyó fuertemente en 1a
\ ""i" Onrr t
,ttJ
teoría de la dependencia (Cardosoy Faletto, 1969;Dos Santos,
l-- r? glg¡alizacionme¿ia4@cio, la 1970) pero, mientras que 1a teoría de 1a dependencia veial'a
tecnologiacomunicativa,las finanzas,e1turismól etbllmpli_
historia como el desarrollo de relaciones entre naciones y sus
_qn1gg_r_eglgg!-izgción de las reoresentacion es btpgffi s deI colonias,y entre naciones desarrolladasy "des-desarro11adas",
*-*pñ9itrsgpo á'eracosmo"@", ffii"b-*pr"- 7a teoría del sistema mundial desplazó Ia zona de análisis a
sa tambren en lateoria antropológica moderna..!.{osreferimos
un espacio globa1dentro del cual eran relativizados los Esta-
dos-nación con otras unidades. Más aún, mienqAqgpe la teo-

. enrrereJloospor llneas de comun

H"ffi lcas que. se
na de ladependencia vislumbra@Gofia
del sistemamundial proponiauna lmagenmascompleJa, me-
'a-o o-leñZáddTú.tíbriipo-espacio,conunase-mipe*rfenain-
I¡.
replican
iépli¿án en
éñ sistemas
sisi-mas jeráiqüícóé
jeráiqüícos fá-mifrcádós
f de clasificaeion Éétaionstrucción
-frlpiiEsta€@iteiíái.'
I y administración. ff ntariaofr eóíáünaimagér{niásdescentradaque
t.- - ."-
-r¡-*Afa¿f
 56 MICHAEL KXARNEY
laimagen de distintos centros y periferias, y empujó el pensa-
miento hacia una imagen de lo local en 1o global. Pero, como
señalan Grewal y Kaplan (1994:11):
[...] 1o que se pierde en una aceplaciín acritica de esta divi-
siónbinaria es precisamente el hecho de que los parámetros
de 1olocal y1o global son frecuentemente indefinibles o indis-
tintos -son construcciones permeables. Es dificil decidir
I
l\
t\
cómo separar lo 1ocal de lo global cuando uno se infiltra com-
pletamente en e1 otro.
/\\
Por 1o que respecta a1tlq¡qpq* es @n bqgqrn¡iUle.ala idea
¡lsl{_e-garuoilo"r,l""-Giiññ7ñtrul"ffirogr"*lnciustaaa
en el pensamiento antropológico, que no hay unbuen coricepto
'-
paradéfinir su antítesis,es decir, un sentido no teleológico áel
aunque cadavezmás se expresauna-tendenciaen esa
-li"fupo,
. direccióñ (Escoba41991;Esteva,7992;FerSñon, 1990).La teo-
ria dela dependenciapropuso el concepto "des-desarrollo,,, un
término marcado (para usar la terminologla de 1aiingüística)
que presupone una condición natural, no marcada, que ante-
cede a1 "desarroll o'l al que in-
-Bjgaeg-rldq1.!|q43!g-EÍr_1]ine
;lo_rmal_as
teqríasdel.desarr_ollo,
es deci4 el tiempo que corre
de menor a f-n-eypr
d-esarrqllo, consistente1ógico-estrúctu-
es
ralmente (Kegrney, 1984)con e1espaciobinario dé los cefltr.Os
y las periferias. Un tema que se examinarámás adelante es,ia
implosión de las periferias en los centros, como efecto de la mi-
gración transnacionaT,7a mercadotecnia global, los medios
electrónicos y el turismo. Esta implosión tiene también sus im-
plicaciones paralavisión escatológicadel pensamiento desarro-
llista y crea las condiciones socialesen las cuales otros cursos
de ia historia g1obal pueden ser imaginados. El-pensallienrlo
teleo1ógicoha dominado desdehace tiempo en labiología,
-lo
una ciencia que recono ce e7carácter aleatorio del proceso evo-
lutivo y1o común de la extinción de las especies.Una concien-
cia cornparable del posible destino global de 1a humanidac
empieza a entrar en las ciencias sociales por la via de la demo-
grafr,a,enla que uno encuentra visiones menos optimistas res-
LO LOCAL Y LO GLOBAL t/
pecto al desarrollopotencial de muchas regionesglobalcs( l)rrs-
gupta,1995).
El movimiento hacia Tateoriaglobal también corresponde
a algunos desplazamientosposcoloniales de lugar, autor y te-
mas de 1ahistoriografra, de 1aselites centrales haciaTaperiferia,
aun cuando las distinciones espacialesy categóricasentre e1
centro y la periferi a se reduzcan. En la era moderna este despla-
zamiento empieza con la teoúa de 1adependencia,Tamayoria
de cuyos autores son latinoamericanos que escriben desde
la periferia.*$o obstante, la historia de7mundo moderno co-
gg}_qi4p retratada por la teoría de la dependencia y la del
r1*g-u_gtp¿ia1, es una historia relativamente carente de su-
i eto. IYo,lf
* [19B2) apuntaló este desplazamiento al escribir sobre
tgj€girtg qiqhistoria" dentro de una perspectiva global. Estaten-
dencia continúa profundizándose. Así, mientras que los precur-
soresde la teoría g1oba1 se enfocaron enlos aspectoseconómicos
de la producción, intercambio, colonialismo e imperialismo,
ica contemnoránea está innovando
Egn4lqis-ffi persuasivsy'conaprehensivode las imáge-
nes cambialtes del.üempo y el espacio asociadocon la globa-
lizaci6iG el dgHarvey (1989).1{unqueno tratala gTohffización
por sí misma, Jg¡gg$-i!5|l!rdgJ esgg-e le .rnarcada aceTera-
ción en el sentitló" Séculáí?Ej la compre sión espacio-ternpUfál
-.ñ-IáEconomía políüca capitalista es central paraeTcambio cu1-
----1*,'..¡s
tural¿ctu¿1-1,"_g9gplg.W" {91lggpo "sel result¿dodellm-
pulso_c-?pitalis{a"de
."dáiélorno 91tiemp_o
acortar.continu"a-1+gnJe promedio
entre la inv_erqióny e1acceso aLá g'a,naicia Durañid
loS iirorñentos de reestructuración capitalista se realizan cam-
bios que reducen marcadamente e1 tiempo de retorno al re-
ducir las barreras a la producción, el mercadeo y el accesoa
la gananci4 mientras que a la vez se reubica 1aproducción de
tal forma que pueda entorpecerse1a solidaridad entre 1ostra-
bajadores. De acuerdo con Harvey, "es exactamente en esqs
momentos cuando ocurren dichos cambios en los sistemasd'e
representaciones, formas culturales y sentimientos fi1osóficos"
 58 MICHANL KEARNEY
(1989:239).El cambiomás reciente empezócon la recesiónde
1973,ocasionadaen parte por el aumento en los precios del pe-
tróieo de la ornry el embargo árabe alas exporlacionesde petró-
leo hacia el Occidente. Las industrias occidentales se adaptaron
a estasituación cambiandode formas fordistas a formas flexibles
de producción y acumulación (Hawey, 1989:145). Liberadasde
Iarig¡dez de las industrias de chimeneas, las estrategiasde acu-
mulación flexible se aprovecharon de 1asoportunidades gioba-
les en los mercados de trabajo, en la investigación y desarro-
11o,los materiales, el ensamblado y el rnercadeo,desagregando
así, espacialmente,7a operaciónde 1osnegocios,mientras que
al mismo tiempo decrecia el tiempo de retorno aI carr.'úriardeTa
industria pesada aTaligera y a los servicios. La reducción del
tiempo de retorno también fue facilitada por medio deTarápí-
da transmisión de información, servicios,bienes y capital. Sobre
todo, este cambio implicó "otro ferozasalto en el proceso de ani-
quilación del espaciopor el tiempo que siempre ha estado en
centro de la dinámica de1 capitalismo [...],,(Harvey, 19Bg:
¡el
1293).Para Harvey, un posmodernismo como éste no es una
lruptura histórica definitiva, sino más bien un reflejo tecnoló-
i gico, social y cultural del capitalismo contemporáneo en tan-
to que proceso global.
y LA NUEVAl¡rc¡.ecróN
LA ANTRopoLocÍAURBANA
Enla décadade 1980la ciudad también emergió como un sitio
parala reconstrucción de1imaginario del centro y la periferia;
esto1ohicieronlos soció1ogos urbanos qaerechazaban1ainter-
pretación de 1osespaciosurbanos como centtos circunscritos
por una frontera que contrastan con e1resto del país (hinter-
land), abogandomásbien en favor de aproximacionespolicén-
/tncas.ETaborandosoble 1oque Lefebvre (7g74)concebíacomo
i "produtóidñ dij una perspectiva espacia-l,,,Cóttdiener (19g5)
jgstigne que e] espacio_urbanoestadounidense del capitalismo
y "polinucleado", y
-lAldí4"-es-ldescentredsildesconcentradol'
LOLOC A TY LOGLOB A L 59
tidimensional, al contrario del espacio de los planos bidimen-
'sffiAfdE-quienes elaboran mapas. La integración funcional
de este espacio
[...] dependemenos de las relacioneshorizontalesde la inte-
graciónespacial erfattzadopor las imágenesde zonasconcép-
i'ri"ur y dápeudemás bien de 1osvínóulos con los procesÑ]
del sistemaglobal estructuradosjerárquicamente, como esla i
acumulación de capital yla nueva división internacionaldelr)
trabajo[...] (Gottdiener,1985:76).
La tesis de Gottdiener sobre el espacio social en Estados
Unidos es consistente con 1asrepresentacionesdel espacioen
1aobra de otros sociólogosy antropólogos urbanos que están
repensando las relaciones entre centros y periferias, entre es-
pacios urbanos y rurales, y el colapso de la distinción entre ellos
(Davis, 1990; Gupta, 7992;Gupta y Ferguson,1992; King, I 990;
Soja,1989,1991).
como Hawey (1989), observa el cambio de la
%,s-gep.(1991),
@Í srlinleS¡asiést€,xtical hacia la crecien=
te informalización de 1aeconomía v ia descentralización. Pero
Sasdé?r tanibiéáséánoáá üilii'"t"gi;;á
de los inmigrantes dél Téicer 'uffiññcu
"" Mundo en las ciudades coriro
Nuévá York y Los Ángeles, que son adaptacionesa estas ma-
"-.r' g4gn1@S(fernández-Kelly y García,1989;Portes et al.,
1989;Sassen,1991).La distintiva sociologíay 1asdinámicas cu1-
turales de la inmigración hacia Estados Unidos en esta nueva
co5runturaestructural es también e1tema de estudio de Newco-
mers in the Workplace:immigrants and the Restntcturíng of the
U.S.Economg (Reciénllegadosen el trabajo: inmigrantes g larees-
tructuractón de la economíaestadauni-dense,I,ampbe¡p-4.¿L*1994).*
que debería leerse a7apar de StructunngDiuersitg: Ethnographic
Perrytecüueson the New Immigratton (Estructurando la diuersi-
dad: perspecnuasetnográfinasrln la nueua inmigra"ión,Elggpbgtg-
_1992) Fstos dos vo1úmenespresentan un abanico de casosde
estudio con sustento etnográfi co que docum entan 7adimensión
humana lógicáála que
se refieren Harvey y Sassen.Los trahajos en estoslibros reve-
 ( i0 MICHAEL KEARNEY
lan la maneraenla que la diferenciación cultural y económica
no asimilatoria seperpetua (yfrecuentemente profundiza) como
resultado delamigración transnacional dentro de1contexto de
la reestructuración g1obalposfordista. Los trabajos realizados
enla década de 1980 desde la antropología urbana dentro
de 1ospatrones de inmigración posteriores al asimilacionismo
(melüngpot) (Guarnizo, 1994; Lamph ere, 7987; Sutton y Chaney,
1987) se han profundaado y tienen más interés en los proce-
sosglobaleshistórico-estructurales. Esta aproximación también
influye en el trabajo de Palerm sobre sistemas agrícolasbinacio-
nales ylos patrones de asentamiento de 1osmigrantes (Palerm,
1989,1991;Palerm y Urquiola, 1993).
DESTERRITORIALIZACIÓN
Hay en la literatura de la globalaación una preocupación en
torno a cómo es que la producción, el consumo, las comunida-
des, la política y las identidades se separan de los lugares "1o-
.serefieren a dichos procesos.Como he señaladoantes, Harvey
díscute cómo es que las empresas capitalistas controlan el tiem-
po y el espacio relocalizando sus operaciones. Como é1mismo
10expresa,"cualquier contienda por reconstituir las relaciones
¡-
oe pooer
--r
es una lucna por reorganEarsus¡ases espaclales",que
es el motivo por el cual el capitalismo constantemente
r^toiaTiza y rete rrito r i aliza (H arvey, 1989:23B).
' nomia polltlca (Appadural,
Los migrantes transnacionalesse trasladan dentro de (y cier-
tamente crean) espaciostransnacionalesque pueden tener el
potencial de liberar a sujetos nacionales entre quienes están
quienes logran escapar (al menos en parte) de la hegemonía
totalizadora que un Estado fuerte puede tener dentro de sus
fronteras nacionales (Chávez, 1991; Kearney, 1991; Rouse,1991,
7992). Pero como Basch et al. (7994) sostienen, un Estado-na-
ción desterritoriaTizado puede extender su hegemonía sobre
sus ciudadanos, quienes como migrantes o refugiados, residen
LO LOCAL Y LO GLOBAL
füera de sus fronteras nacionales.Por ejemplo, el prcsidt:tttrr
Aristide de Haití se refirió a 1oshaitianos en EstadosUnidos txr-
mo miembros de una "décimaprovincia" que se sumaba a las
nueve existentes dentro del territorio nacional deHatti (Basch
et al., \994:14;Richman, 1992:190)."El procesode construcción
de un Estado-nación desterritorialízado [como éste] es algo
nuevo y significativo, una forrna de nacionalismo poscolonial
que refleja y refuerzala división del globo entero en Estadós-
nación" (Basch et al.,1994:269). La desterritorialización (en este
sentido) contrasta con el concepto de diáspora a través del cual
a
do-na-
ción desterritorializado, los sujetos del Estado pueden estar
"en cualquier lugar en el mundo y aun así no vivir fuera del Es-
tado" (Basch et a\.,7994:269).
Otro sentido de la desterritorialización tiene que ver con
1aconstrucción de "hiperespacios", esto es, con ambientes tales
como aeropuertos, franquicias de restaurantes y sitios de pro-
ducción que, separadosde cuaiquier referencia local, tienen
cualidades universales monótonas. Los lugares hiperreales
son similares a estos espaciosdesterritoriaTizados,tal es el caso
de los parques de diversiones y los museos de ceta en los cua-
les las simulacra son vistas como más reales que la realidad (Eco,
rai de los les en los
1986).La noción de A
actuales
et
distanciada teóricamente de la eco-
rvvu:l-t, y 1991).
Appadurai, 1990:11, Cadavez masr
rvvrj. uasavaz más, se
hace iEoiía e investigación sobre las comunidades virtuales,
las identidades y la información ahora accesible a través de la
WorldWi"deWebyla internet (Negroponte, 1995).Finalmente,
el uso provoca4oJ.deP.eleuzey Gu?ttai (1987) de los concep-
to s ?ffii¡ori alización" v "reterrito r iaTización" es una gtan
para las oposiciones entre
de los Estadosen
oposición a las formas nómadas correspondientes (véasemás
adelante).
 62 MICHAEL KEARNEY
IMPLOSIoN GLoBAL
La expansión temprana del sistema mundial capitalista fue ali-
mentada por las diferencias espaciales preexistentes entre
formaciones capitalistas y no capitalistas en las que la acumu-
lación primitiva era un mecanismo paralaextracción de valor
,de 1asprimeras, conforme las comunidades perifericas eran
/ _subsumidasinexorablemente en las áreas centrales y en e1pro-
i-!éso eran transformadas en comunidades des-rlqs-a¡rolladas.
\ puede ser apropiada la repres entaciónde las prirñ?ülb"éé ¿"
" esta hegemonía del centro, con la imagen de una gota de tinta
que se esparce.Pero un proceso como éste es limitado por 1a
esfericidad de la tierra. $1 abrazara las regiones no capitalistas
del mundo, los brazos del centro ahora se han vuelto sob¿ é1
-mismo,
, y al hacerlo, 1adistinción entre el centro desarrollado
, y 1a periferia des-desarrollada se dilWe.
El movimiento explosivo del poder capitalista para diferen-
ciar ha dado un giro completo y ahora recae sobre sí mismo,
implosionando en sus centros y reduciendo sus diferencias con
sus periferias. Lg zuerra dg Vielnam fug u4a-dc estasigrplosio-
*gg-q.{ela periferia hacia el centro (véase más adelante y Mac-
tannell,19B9:XVI). Aunque la mayor parte del combate se
libró en el sureste asiático, la gterra tarnbién implosionó en
1assalas de estar de los hogares a todo 1olargo de EstadosUni-
dos, a1 ser ésta la pnrrrera gluerra transmitida por televisión,
marcando así una nueva relación entre las comunicaciones
tglobales y las conciencias. La gterra también impiosionó en
EstadosUnidos con el regteso de los veteranos y el arribo de
los refugiados (Smith y Tarallo, 1993). Es iródico que fueron
estos últimos los que menor dificult¿d tuvieron para adaptar-
se a la sociedad de 1a posguerra estadounidense,aunque 1o
hicieron como parte de la migración asimilacionista.
Esta "perife r alización del centro " (Sassen-Koob,1982; Ross
y Trachte, 1983) se transformó y se hizo patente en los estudios
sobre la "nueva inmigración" publicados después de 1950 (Bry-
ce-LaPorte, 1980),que incluyó mayores porcentajes de personas
indocumentadas, refugiados y mujeres que llegaban de nacio-
LOLOC A LY LOGLOB A L tr I
nes no occidentales.Estanueva migración, que ha rr:r:orrlr¡',u
rado a la antropolog¡alurbana,hace razonabTee1que se h¿rblc,
pol ejemplo, de 1a "caribeización dela ciudad de Nueva York"
(Suttony Cháney, 19BA o que se pueda hacer referencia _ala
manerade los eruditos- a Los Ángeles como la "capital de Lati-"
noarnérica", aunque Miami es también una fuerte candidatapara
esadistinción (Hartman, 1984).La preocup ación anterior con
el tema de la asimilación en 1osestudiossobrela migración ha
dejado paso en los trabajos contemporáneos a 1ainvestigación
sobre la persistencia y creación de la diferencia entre, por ejem-
plo, senegalesesen Italia (Carter, 1995), argelinos en Francia
(Neveu, 1992), marroquíes y otras nacionalidades en España
(Girnéne2,1993),turcos en Alemani.a(Mande1,1991),asiáticos
en México y California (Ñvarez,1990; Leonard, 1995;Smith y
Tarallo 1993),perconasde la India en EstadosUnidos (Lessinge4
1992),y antillanos y sikhs en Inglaterra (Goulbourne, 1991).
llg¡áli,siq -{gJ¿qlglaciones económicas globales por las teo-
rías de la dependencia y las teoias de1sistema mundial estable-
cieron las b-asespara el estudio global de los capitales cultural
y simb.gligq,qus-eomo los minerales, los productos dé las plan--
taciones y otras materias primas son extraídos de áreas pe- ,
réfinados para e7 colsumo en las metrópolis. e\
-É@y-
ejemplo, Savigliano (1995) examina las tra4sfurmaciones t¡.s- |
{racio n?l es del tango como un b ail e de failóTaEtTá6-a}d6ra ár- |
- -dñtÍñ?fque fue exportado a Europa, donde fue refinado -se 1
$
podría decir que,reclasiflcado- y entonces importado en est¿ i
forma gentil por Japón, mientras que a la vezfue reciclado de ,
regreso a Argentina como un símbolo nacional, apropiado por i
proletarios y elites del mismo modo, en un contexto neoco/
.rr'
lonlal.
l,pq_flrflgqglobales de arte étnico, danzay cocina son coln- |
paffi orlallztclón dé io,-s.
mEiáffiffi as i
id"f rid"{"r*TrañBT6-rmanenlo-sespácIósTranSnaeionalesen
-.t"'q""rgi*¿-ryn a¿mrya -. ' --i. _-' -
-
Ynercancíaspueden ser consqmidas como capital simbólico,
_=__
r___._+ f._fl+..F
. IOS cugrpos de
los cuerpos 09 Ia o.e
mayona cte
la_ryayona los transl
los transmrgtantesclelas mlsmas
--s---
- =_ _ _ _ _ r _ T_ ._
-^ --. ^ --. . ; * -. . -,
comunffi áé¡=e.otJ¿.gan..;utuél;aúifabajo'inalpagada;.1a.*ral
64 MICHAEL KXARNEY LO LOCAL Y LO GLOBAL

alimenta a las economí?s posfordistas(Lamphere, Igg2; Lam- y formas musicales populares contemporáneos, como ésos,rxrn
phere et al. , 7994;Lutz, 19@O---ñ$1991; Rothstein y Blim, 1992; su eclecticismo parecido a un collage,"un sentido más fuerte
Sassen-Koob,1982; Zabin et al., 7gg3). de 'el otro' es reemplazado[...]por un sentido más débilde 'los
otros"' (citado en Harvey, 1989:301).

Los unoros y LA coMpREslóNrnupo-EspAcrAl

TURISMov ot o¡ar,tzecIóN
Ttes paradigmas sucesivos han dominado el estudio de las co- \
municaciones internacionales. Un primer acercamiento desde La presión por reducir el tiempo de retorno entre la inversiónJ
L.ií.¿--+.'f
la perspectiva de las comunicaciones y el desarrollo de los años y \a ganancia,Ia compresión
r____-9!--
-*"-*
espacio,el cambio de la pro- I
del__j_
deladécada de 1960 asumió quehabriaun impacto getteralde 4g lradi- \
4" ccil¡n algg.gervicios, 91s-urgirig+lg¿ h,ily^gn_ciQp
homogenenación cultural de los medios transnacionales. A esta Eigges,elt-99lgglaluadrc.enieJ--cp4sum-o- as J
-Qrggi*e-qlgdgJ
aproximación se opuso un modelo de imperialismo cultural simulacra, todo se junta en la lndustua m á.sgrande-del ,n\n- /
inspirado por la teoría de la dependencia. Esta última orienta- do: el tuns-r¡rp.Como el paso por los canales de televisión, el
r---"*
ción fue modificada después por el modelo revisionista del plu- turismo comercial promueve el consumo de imágenes fugaces,
ralismo cultural, que aún está explorando 1a dinárnica de los experiencias y sensacionespegadasen los efectos pastiche tipo
medios en un mundo en el que la distinción entre centros y collage que han sido notados por analistas de la cultura pos-
periferias se ha disuelto desde hace mucho en 1o que compete rnoderna.
a la producción mediática y su consumo (Sreberny-Moham-
madi, 1991:119-121; véase también Meyeq,1988). Las naciones
del Sur ahoraproducen y exportan cantidades masivas de pe-
lículas y programas de televisión a los países del Norte. Entre contraste con esta postura, MacCa
muchos ejemplos de este "imperialismo cultural inverso', están (1989) construyúsu teoría del turismo con las ideas de Marx
los flujos masivos de medios brasileños y latinoamericanos a sobre la producción, ampliadas, de tal mar.eÍa que puedan in-
Portugal y a Estados Unidos respectivamente (Sreberny-Mo- cluir la producción de experiencias que llegan a ser transfor-
hammadi, 1991:121; véase también Gurevitch, 1991). madas en mercancías. Así se aproxima ala elaboración de un
Otra forma de compresión tiene efecto por 1o que podría pensamiento teórico antropológico comprehensivo del turismo,
llamarse los medios globales.Algunos ejemplos de los medios inserto en las condiciones económicas y culturales del capita-
globales son las cadenas televisivas cNN y MTV (Gurevitch, lismo global contemporáneo.
1991), cuya programación está dirigida y es consumida por 1o t4oga€sa:recesariq"gAra
-Mucho del.mateJijrJ,LglA*diqis ^e"
que podría llamarse audiencias hoizontales, en vez de las ver-
ticales. Así, cr.rNes consumida por un público de edad media
y mayo4 gente de negocios,personal del gobierno, forjadores
de políticas públicas y servicios de noticias locales alrededor del
mundo. De manera similar, urv disemina una identidad no
local, dirigida ala jtventud global y mediada mayormente por
videos musicales. Chambers nos hace notar que en los estilos
 Ii l i MICHAEL KEARNEY
LO LOCAL Y LO GLOBAL 67
-siil t . n ¿il t os¿l n í¿rs,fbstivales, arquitectura y cocina, y está orien_ De la mismama!7era, A. Gupta y J. Ferguson (manuscrito
i ;r11;
r ¡r' r P. I ít icas ¿et ¡stadq
ic_gggrci-f, e_¡f_expr;"á^ ;i;; inédito) proponen que una visión del "mundo como un mosai-
r:;irrr¡rosdr: la econoTi^y la política.giób"t"r-drp,¡.q
pñi"ron co de culturas separadas fue 1o que permitió circunscribir el
st: r ;tt'tt i <;ip ad_4gAorlas_teorías del desarrollo
¡, tu gr_é¿"r"ir"_ objeto etnográfico, así como hacer generaTizacionesa partir
ciri' (véanse los números recientes de ros Annals
ófñurism de multiplicidad de 'casos' separados'1Los autores citantraba-
llt:scarch).
.josque usan dicha circunscripción y coherencia viéndolos "más
como una técnicanarraliva que como una verdad empírica ob-
jetivamente existente" (A. Gupta y J. Ferguson, manuscrito
GLOBALIZACIóN, y EL coNcEpro DE cul:ruRA
TDnNTIDAD
inédito; véasetambién Kaplan, 1995).Es e_n_cierta.fortna iróUf-
un hito en el estudio de los procesosculturares desarronados co qqg_ltlgntla! que las condigiones del transnacionllism.g .
a escala globai es la fundación de la revista p4bric provocan que los antropólogos reconsideren la validez del con-
curture en
1988,-quese dedic4 ián de-l-o-s
,- ffiñiffiat"s "éIl@4;tlcidbimiento-dá[á!Lróiáünidadestransnacici-
rylgg-qg!4-plsl¡-o-carrdoqueelsisternalegal,pongamásatelción
qr9D19s. .blscentral para este proyecto sacar a la invéstigáción
- de-uh éspacio en ésta,trrgr ejemplo, cuando consideraciones de tifó culiüiáf
intelectual forjado por ,,la distinción
mer', 'segundo,,,tercer, y ,cuarto,mundo,, y de las ""ai" fri- se inmiscuyen en los procesoslegales fDeBenedictis, 7992;"Ltt,z,
nes de la modernidady la historia que implicar, "orr""piio_ 1994).
lo s efectos homo geneizadorssdel cosrnopolitanismo "., ".r"ito " La,
ridge y Appadarai,lgg8:1).
rru5.,
¡Brecken_ e int
r9óó:t.). Más
Mái aún,
aún, la in
investigación sobre la
^ppa(¡(]tar, des g-lo-ffiadas y transnaai--onalesse refleja en la c,reciente
culturapntt19|mp!"a ,épe's".
rvl/v¡¡u4r u
r@ iñ¡a
Lqurrcl áJñññ;;l
ut' Ia UUlfUfa
'-.,_j______.-::::r-'-4
. ml'ruIñ c..fFmi'oláneo
en
dela an la identidad. Es por esto
oue es en que una
[...]dondela cultura popular esf]ecuentementeel prod.ucto llarne ldenüdades (
de los interesesurbanoi, comercialesy del nst¿¿o,?orrJe Schiller, 1994). De hecho se puede argumentar qué pto
U
cultura p,opular es frecuentemente una respuestaa las de cultura, en tanto que es la piedra angular de la antropología
oo_
líticas culturales
-competitivasdel Estado-nátó" u h;;'""
día,y dondeia culturairadicional
estadounidense, está cediendo lugar al interés por la identidad
fi;;;;;;"i" i"J."l (Gupta, 1992;King, 1991).Este movimiento es más claro en los
tadode deliberacionesconscientes ""o elabora"ió"
1es2). f...f¡añ;, trabajos sobre las identidades de género en relación con la g1o-
b alización (Grewal y Kapl an, I 994; KapIan, I 994; Georges,1992;
an-otaggeahoraes üficil cir- Stephen, 1993; Sutton, 1992).
-DSge19fasr:lerlt*".rofsky
1{-una comunidad como un,,giipóñffi
**glr-4$.c"tih El_c,o4ceptode-gqilU14.gyJgg,q1r-S*9nF.hg4!.g"delas
i[is fi rié n_ germanas en
dose a la isla pukapuka,dice: ideas
ideras
as románticas
ro mánticas 9""-'
sermanas q4*lrelación con las característi-
ge_T-+g!A-s-
.
cas olstrnrrvas oe rasóéisonas "enraízadasi'en térritéiídñadiG
Más de la mitad de quienes pueden ser considerados pukapu_
@p-ers-oqaq.i:e"-n:?v49-,t:9:_19_4il#T¿f'.r
1r, ij-.y:ero dü;üé'¿o' n
nilAWAllffi , ó iiñTáp'óffinte
kas{...lviven fuera de la isia, especialmeni;;;ñ"';;"_ de la Organización Internacional del Trabajo (San FYancisco
lano.a. La dlnámica cultural pukapuka se extiende
más allá Chronicle, 79I 4),,en 1I 9_2Jl;úta l0O müp &eS.f,,e*person as qu e
de sus arrecifes -a Rarotonga^,auckiand y Syán"V
I994:l-2; véase también Olwig, 19g3). i¡á."f.f.V, *y1yí49 !¡er¿ dp sug paíSes.natalps (un número sin precedente),
que en su mayoría fueron diseminadas por la guerra, el desem-
 MICHAEL KXARNEY
pleo y Iapobreza. Como 1o señala King (1991:6),,,no es sola-
. mente que cada vezrnásgente no tiene ltíces; también sucede
' qo" no tienen tierra. La cultura se está haciendo cadaveztnás
desterritori alizada".l,a destérrit oriáfiiación;" ;i;;;iá
-1iávienecualquier nociOidp i!iltura circunsórita, sino que tam- "orr-
b!É+!o hace el creciente volumen y váliicidáZlde 1átiandniisión
_ ql"b-ul de informaciln, imágenes, sjmulacra y otras cg_sgb que
,implican la difusión de rasgos cultural_es que se han ialido
,de control, más allá de 1o imaginado por 1os:66asiáñoé,y han
creado una pesadilla para los estudios comparativos contemporá-
neos.DJghos.fl-uj_o¡¡ggg-ig19_g-4e.UsareconsideraeióndeLoque
ti_W¡lreaseulturalescircu4Bp4itas.
esi, póiÉ.¡ed-
- _, -Eg!9"9.9r1
pto, Alvarez (1995) muestra cómo el absolutismo binario d'e
I
I
las áreas culturales y las identidades está siendo sustituido pop
I modelos de áreas fronterizas -en tanto que lugares donde sf
\ compenetran diversos espacios- y- por formas más compleja$
i---* ")
\* {"-i4e-qtidad-no-unipria.
Tbmbién en la reunión anual de la aaa de lgg4 titulad.a ,,Re-
pensando 1o cultural: más a7ládel imperialismo intelectual y
-
. !l parroquialismo del pásado", organaádapor Borofsky, los par-
ticipantes hicieron referencia a la complejidad de la identidad
. y sus implicaciones para el concepto de-cUltura. En esta se-
sión, Geertz subrayó que la gente contempor ánea qu.evive en
gran proximidad entre sí, frecuentemente no comparte una
cultura común, y en cambio interactúan con personas que es-
tán dispersas,resultando esto en un mundo cadavezmás inter-
conectado:
[...] estamostratando de encontrar nuestro campo de trabajo
en un mundo muy revuelto, que no se divide claramente en
1ospuntos de confluencia de sociedadeso tradiciones[...] esto
hace el análisis de la cultura :unatareacadavezmás éxfraña
(citado en Winkle¡, 1994:418).
En la misma sesión, Rosaldopreguntó: "¿qtuélepasa a la
noción de singularidad cultural cuando los individuos adquie-
ren repertorios culturales que son binacionales?,, (citado en
Winkle4 1994:A18).
LO LOCAL Y LO GLOBAL 69
El análisis antropológipo de las perconas e identidades
<;olectivps{"pqnds de 4-lgunaclasificación teórica. Si es cier-
t,, que áfmu"¿o ttá cambiado hacia un periodo de gtodáltaciOn
que eSdistintivamente diferente del mundo moder&Q"¿gntoncqg
<;uálesson las implicaciones para la clasificación, considerada
no d6lo óorño un tema ctá!ic6-áé 1áántropológía, sino toínán-
do1á"ñáSÉ'i'éncomo una qategoq[4histó¡ca contingente de la
-*.*¡...i),
cosrruivjsión\ capaz de sumir diferentes formas en difer-qnt:L-
-l -
periodos en la historia dela antropología? En otro lugar sosten-
go (Kearney, 1995) que la clasificación antropológica moderna i
de los tipos,socialgr6üt"'titi"rrt" de los prinóiplos "o!gia- i
teS'álcüiínó""ión que son predicados sobrJel principio de ias I
identidáiles univocas, es deci4 de los individuos como miem-'l
br-gg¡le-gnl.poscircunscritos, de los cuales sobre los que más se
ha reflexionado son los Estados-nación rnodernos. Estas iden-
ti¿áiiñffiálviduales oficiales son categorías del tipo "o 1o unp
o 1o otrort,fle las cuales son variantes e1concepto de "ciudada-
no" y.otras categorías que son oficialmente credencializadas, ,
censadasy documentadas. Est¿ clasificación de los individuos
obedecea la lógicabinaria en la que "uno es o no es" un miem-
bro de una categoría tal como lanaci6n, una unidad militar o
una firma. l-a antropología modernaha estado enamorada del
este tipo de clasificaciones,como por ejemplo enla etnociencia,
que asume una lógica blnarta del "o 1ouno o 10 otro", la lógica
de1árbol que se ramifr,caen el que la diacrítica de la identidad.
se vuelve más y más difepnciada y distintiva hasta que laforrg¡'- *
singular es identificadtfun contráste, podemos considerar q"é'T
forma de clasificaciód usaría una antropología sensible a las i
identidades globaTizadasy transnacionalizadas que se resis- ,'
ten a7aclasificación oficial al constituirse en espacios sociales
no oficiales,tales como las comunidades transnacionales*.pco4o-,r
g,úa$infonmalesylas zorrasfronterizas habitadas por personas 7
"indo cumentadas" (Kearney, 1991). Por ej emp1o,Y é7ez-Tb áñey'
(1995) examina 1avida y obra de Arvaldúa (1987), quien usa su
lesbianismo para trascender las duaiidades múltiples del gé-
nero, 1araza,la etnicidad, la clasey la nacionalidad que le dan
forma a 1aidentidad en la zona fronteriza entre México y Esta-
 70 MICHAEL KEARNEY
dos Unidos (véasetambién Grewal, 1994).De manera similar,
Ong."examinael caso de los chinos de ultrama4 quienes
i [...] como sujetostransnacionalesposcolonialescuestionan
' no solamente la estabilidad de 1aidentidad cultural, sino tam-
j bien 1asataduras a un solo Estado-nación,o inclus o a Ltrra
i sola comunidad imaginad.a(7993:747).
Estas identidades escapan en parte a las clasificaciones "o
lo uno o 1o otro" y son definidas más por lalóg¡ca de "ambos,
yy"", ۖ la que el sujeto comparte identidades parcialmente su-
perpuestascon otros sujetosque también se constituyen descen-
.-s-rtradamente v oue habitan las formas sociales reticulares. La
,re¡ÍC,¡¡la(farmalatinagararef erírsqAlas*rpdes)esuna-mefAF
ff¡3pi91Og1cg.que parece aprop:adAp 4g9.!4s¡a de 7a flob alaaciín.
Sf @'célula reticular es.'1unade las..c.Éh{asramifi cantes ánas-
z["-tomó.P.ices-¡e-ticuloendoteliales que forman una intric¿élá red
r*intersticial que se ramifica por otros tejidos_5¡grgan.o;! (Webs-
ier's Ñinth New Collegiate Dictionary , 1984). Ést¿ es la forma de
las retículas globalizantes que se ramificanhacia dentro de las
naciones, comunidades y muchos otros cuerpos y espacios so-
ciales. Deletze y Guattari (1987) proponen una imagen simi-
lar con su "rizoma", que al contrario de los árboles o sus raíces
"conecta cualquier punto con cualquier otro punto, y sus cuali-
dades no están necesariamente unidas aonTídades de la mis-
ma natural eza f. ..1".El taoma difiere "de luna estructura, que
es definida por un grupo de puntos y posiciones, con relacio-
nes binarias entre los puntos y relaciones biunívocas entre las
posiciones [...]" (Deleuze y Guattan, 7987
n tienen vínculos direc-
LO LOCA]- Y LO GLOBAL
CoMUNIDADES GLoBALES, TRANSNACIoNALES Y DIAS l'( ) lt | ( :As
S1 Aonceptn "nntn"lni ales" cpr4úI¡J-4gfltc.sr:
refiere a las comunid?deS$lgratrtgs qup-.se $qbredo's
-eép.44dQn
^:' .'
bp (Charles, 7992; Georges,1990; Gmelch, 7992;IGarney
-.-4'*'2i
ñá
y Ñágengast,1989;Rouse,1992;Sutton,7987;también véase
Glick Schiller et a\.,1995;Glick Schiller y Fouron, 1990;Guarni-
zo,1994). Uno de los análisis más detallados de una comunidad
transnacional es el que hace Smith (1994) de una que se expan-
de entre el sur de México y la ciudad de Nueva York. El interés
acadgmico por lar corxunidade s diaspórica s m ás disiEi¡ff íe
manifiesta, por ejemplo, en la fundación de la revista Düispo- t1 t
,o.dlÁiatez(1992:31) qtrosnatlgnps
dislinzuelasdiáspomqde If
mid:iatorios Dorque éiltas incluven a un sector de los miem- f í
"
b;#áffiffi#idad que están dispeisos'en muchas regiones | |
aeñffidb]üüb aún retiqnen el mito de su singularidad y un l'
iiitees:fn¡-ifrc,rra iÉ ong""' Definidas de esta manéra, las I
-oóinfiria:iaes diaspóricas contrastan con las comunidades glo-
bales (véase Ong [1993] y Ong y Nonini [1997] sobre chinos
globales;Ghosh [1989]sobre indios; GonzáTezGttiénez [1993]
sobre mexicanos; Leonard [1995]sobre cómo los emigrantes de
Hyderabad construyen su cultura en ia diáspora). Los refugia-
dos y desplazadosson frecuentemente las primeras genera-
ciones de comunidades diaspóricas(Richmond, 1986; Malkki,
1995). Ciertamente, los refugiados, las personas desplazadas
y las personas sin Estado (Phillips, 1994) se están transforman-
do en un porcentaje creciente de la población mundial, con
identidades que hacen conceptos tales como "ciudadania" y
"reubicación" problemáticos.
En el centro del interés antropológico contemporáneo por
el transnacionalismo, la po1íticade las identidades, la migtación
y los derechos humanos, está la persistencia, resurgimiento o
emergencia de la etnicidad en un momento en e1que, de acuer-
do con la te ona de la moderniz ación, ésta debería ser atenuada
por los Estados-naciónrobustos (Feldman-Bianco, 7992;Gonzá-
7ez,\988 ; Gonzálezy McCommon, 1989; Hall, 1991,1991; Nagen-
gasty Kearney, 1990;Smith y Feagin,1995;Stack,1981; Sutton
72 MICHAEL KEARNEY
y Makiesky-Barrow, 1987).Algunos investigadoresbuscan los
nexos entre la migración, los conflictos étnicos (Gonzálezy Mc-
Common, 1989;Mandel, 1989, 1991)y el nacionalismo [Wi1t-
shire,1992).
Los espacios,identidades y comunidades transnacionales
constituyen dificiles problemas para \a representación etno-
gráfi.ca(Marcus, 1995). En cierto sentido, el cine tiene ventajas
sobre los textos. Un ejemplo especialmente exitoso es 1apelícu-
TaTTansnational Fiesta:1992(Gellesy Martinez,1993), que pre-
senta a una comunidad quechua en Perú y Washington, D.C.
Un espacio transnacional y la vida en ese espacio es el tema
de Oaxacalifornia (Ziff, 7994). Est¿ idea de "Oaxacalifornia"
(Oaxacamás California) también se explora en elfi1me de Grie-
shop y Varese (1993), que representa a los mixtecos transna-
cionales cuyas vidas se expanden rnás alláde la frontera entre
México v EstadosUnidos.
PolÍrrca cLoBALy TRANSNAcToNAL
Larnetáfotausada en inglés parateferirse a las "basessociales"
(grassroots o "raíces del pasto"), es un po co inapr opiada para los
retos organizativos que enfrentan los grupos populares deste-
rrltorializados que intentan defenderse en un mundo globali-
zado. Como 1o han hecho notar Basch et al.: "rJna perspectiva
global de la historia, así como las contingencias de la coyrn-
tura histórica actlJa7,nos retan a ir más a77áde las interpreta-
ciones circunscritas de la cultura y la sociedad"(1994:33).Las
respuestasa estosretos por parte de las organizacionespopu-
lares en los años recientes han sido novedosasy frecuentemen-
te empoderadoras. Un casonotable es el de la política global de
los pueblos indígenas. Hasta hace poco, la mayoria de los antro-
pólogos veían a los grupos indígenas locales como destinados
a 1a desaparición, pero muchos de los trabajos recientes está
reconceptualizando su resurgimiento dentro del contexto glo-
bal y transnacional, que frecuentemente sostieney fortalece sus
organizaciones(Bessere419BB;Brysk, 1993,1994,1996;Field,
LO LOCA], Y LO GLOBAL /.1
1994),algunasvecesproveyendodel contextoen el que la t:tttirri
dad indígen a ptede emerger (Grieshop y Varese,1993; Kearnt:y,
1995;KearneyyVarese, 1995;NagengastyKearney, 1990;Va-
rese,19BB).Nash explora cómo los movimientos de resistencia
basadosen la economía de subsistencia,al incorporarse a la eco-
nomía capitalista mundial se ven afectados en sus estrategias
po1íticas.
{glnerosos grupos indígenas han sido capacesde redefi-
nir¡gglaCiones desventajosascon 1os Estados-nación que 1os
có-4tieggn,red€finiendo sus proyectos eq el espacio global del
ambje¡f¿l¡snry.Jos derechos humano.s. La primeta estrategia
permi'hacer alianza-stransnacionales basadas en el reco-
;""imi¿itto- dél mundo como un ecosistema global, del cual
los-gueUl_g.s_!1{iggnas son una parte imporbante. Y al definir sus
problemas en términos de la violación de los derechos huma-
nos, muchos grupos indígenas han sido capacesde recibir e1
apoyo del movimiento internacional por los derechos humanos
que puede poner presión sobre Estadosrenegadosque abusan
de los pueblos indígenas(Brysk, 1993;Nagengast,1994;Nagen-
gastet al.,7992). Elmb*i-e-4talisma€lobaly el movimiento inter- | i
nacional por ios derechos humanos son dos ejemplos de cómol f
1ainternacioñalaaciónde los nuevos movimientos sociales estq I
cadaveimás adoptando 1aforma de organizacionesno alien{l
daslno glibernamentales (Brysk, 1993; Gupta,7992). I
Tálvez el análisis más creativo de 1apolítica localy 1asiden-
tidades en el contexto transnacional está siendo hecho por las
feministas no occidentales, quienes intent¿n teorizar y forjar
alianzas feministas transnacionales. Para tales proyectos, uno
encuentra poco sobre 1o cual pueda construirse en el marco
teórico de1sistema mundial u otras teorías globales, que son
notablemente silenciosascuando se trata de temas de género.
Inversamente, "las teorías feministas posestructuralistas o psi-
coanalistas no utilizan un marco transnacional ni consideran
los discursos coloniales o los discursos sobre raza" (GrewaTy
Kaplan, 1994:3).De la mismamarrerat Grewal y Kaplan (1994)
critican esasvariedades de feminismo global que se expresan
como modelos centrados en el Occidente, que no son capaces
74 MICHAEL KEARNEY
de apreciar 1as especificidades de las identidades feministas
locales, y que según éstas son afectadas por las fuerzas globa-
ies y que requieren de formas globales de organización de la
resistencia sin sumergir las condiciones e identidades locales
en proyectos ajenos.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se ha beneficiado de mi participación en el sim-
posio apoyado porla fundaciónWenner-Gren sobre "Transna-
cionalismo, construcción del Estado-nación y cultura", que tuvo
lugar en Mijas, España, en 1994. Mi agradecimiento a las orga-
nizadoras Cristina Szanton-Blanc, Linda Basch y Nina Glick
Schille4 así como a los participantes. Gracias también a Be-
thany A. Morrison por su asistencia técnica.
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