You are on page 1of 133

Hernán Vidal

FRENTE PATRIOTICO MANUEL RODRÍ- FRENTE PATRIOTICO MANUEL RODRIGUEZ


GUEZ El tabú del conflicto armado en Chile
© Hernán Vidal
EL TABÚ DEL CONFLICTO ARMADO EN © MOSQUITO Editores para la presente edición
CHILE Miguel León Prado 182 / Casilla Postal 52.801 Correo Central
Santiago de Chile
Primera edición: Marzo de 1995

Inscripción Nº: 92.741

Diseño y responsable de la colección: Cristian Cottet


Dirección técnica: Victor Cornejo
Diseño portada: Alejandro Albornoz
Digitación, corrección de pruebas e imprenta:
MOSQUITO EDITORES: 556.55.08

Derechos exclusivos reservados para todos los países. Ninguna parte de este libro
puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos mecáni-
cos, ópticos o químicos, incluida la portada, sin autorización del editor.

MOSQUITO EDITORES
I.S.B.N.: 956 - 265 - 064 - 2
biblioteca setenta & 3
INDICE

* Introducción
7
* Elementos para una antropología política
27
* Configuración del tabú del conflicto armado en Chile
49
* Trayectoria del Frente Patriotico Manuel Rodríguez
95
* Experiencia vivida: Los juramentados y su mística
145

5 6
INTRODUCCION Yo no soy terrorista. Somos luchadores revoluciona-
rios, reformadores sociales. Lo digo con todo orgullo.
El ser revolucionario es el escalón más alto de la espe-
cie humana. Somos personas de sensibilidad social
muy grande, dispuestos a toda clase de sacrificios.
Luchamos por la vida y no por la muerte. A veces el
precio que se paga es la muerte y lo vamos a pagar,
pero no vamos al suicidio. Nos cuidamos de que la
gente ajena al proceso político, a la acción política,
no sea víctima. El terrorista no mira esas conse-
cuencias. Tira una bomba en un jardín infantil y que
muera medio mundo, los niños, los que pasan por
ahí. Que alguna vez no alcancemos a avisar a tiem-
po y ocurra una excepción no es la norma que nos
guía. Es imposible comparar nuestra acción con el
terror sistemático de los militares. Estamos luchando
contra un orden social al que no le reconocemos su
legitimidad. Rehusamos el término terroristas. Así es
como el enemigo trata de difamarnos. Nos llamamos
Frente Patriótico, palabra que mutilan sin derecho ni
respeto cuando hablan de nosotros.

Con esta afirmación de Isidro, oficial de infantería,


comencé un diálogo con oficiales y combatientes del Frente
Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que tomó tres semanas,

7 9
desde los días finales de agosto hasta mediados de septiembre marxismo-leninismo profundamente desprestigiado?
de 1993. Por mi parte, la perspectiva personal y explícita
Durante este período debimos conjugar moti- que traje a este diálogo con oficiales y combatientes rodri-
vaciones divergentes. A través de los años mi preocupación guistas también está sujeta a una crisis. Las organizaciones
como investigador ha sido el estudio de la situación de los de defensa de los derechos humanos se encuentran en franca
derechos humanos en Chile(1), movimiento caracterizado por dispersión en la actualidad. Considerando que la misión de la
el uso de estrategias y tácticas de la no-violencia activa contra Vicaría de la Solidaridad había sido cumplida, la Iglesia Católica
la dictadura militar iniciada el 11 de septiembre de 1973. Por el la clausuró en 1992. En enero de 1993 un grupo de diecisiete
contrario, desde las aproximaciones primeras, estos oficiales y familias pertenecientes a la Agrupación de Familiares de Dete-
combatientes del FPMR me hablaron de su deseo de preser- nidos Desaparecidos -una de las organizaciones fundadoras y
var en la memoria histórica chilena algo que repetidamente de mayor influencia en los orígenes del movimiento de dere-
llamaban “la experiencia y la mística rodriguista”; en otras chos humanos en Chile- se separó para formar la Agrupación
palabras, las implicaciones del uso que hicieron de la violen- de Familiares de Detenidos Desaparecidos-Línea Fundacional,
cia militar revolucionaria. Inicialmente la trascendencia de al parecer siguiendo incitaciones de uno de los muchos gru-
esta intención de registro histórico me pareció cuestionable: pos conflictivos entre sí en que se ha dividido el Movimiento
me parecía del todo evidente que la derrota de la Izquierda de la Izquierda Revolucionaria (MIR). La Comisión Chilena de
rupturista a fines de la década de 1980 y el éxito de la vía Derechos Humanos no sólo ha desbandado buena parte de su
política a la redemocratización de Chile habían hecho que personal sino que, además, ha perdido del todo el carácter de
la experiencia de la lucha armada se convirtiera en historia conciencia crítica de la acción estatal con que se la inaugurara
súbitamente agotada y quizás irrelevante. De hecho son es- durante la dictadura militar. Diversos observadores llegan a
casísimas las personas que, aún con conocimiento de primera considerarla como organización ya no independiente, sino de
mano, quieren discutirla. Los mismos oficiales entrevistados apoyo técnico a la gestión del gobierno de la Concertación de
están conscientes de que su derrota ha condenado su expe- Partidos por la Democracia. Casos pendientes de apoyo legal
riencia histórica “al tarro de la basura”, según palabras de uno a víctimas de la represión militar o personas todavía en prisión
de ellos. No es de extrañar, entonces, que quienes todavía por motivaciones políticas fueron trasladados a la Fundación
practican la lucha armada contra el capitalismo neoliberal en de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC). Por acuerdo
Chile hayan quedado inevitablemente encerrados dentro de la con el gobierno de la Concertación de Partidos por la Demo-
categoría de “terroristas irresponsables”. Su intención política cracia, tanto esta institución como el Comité de Defensa de los
ha quedado deslegitimada y se la ha reducido a la nada. Se Derechos del Pueblo (CODEPU) han restringido su apoyo legal
los enjuicia duramente por sus asaltos a bancos, por destruir a todo preso político sólo hasta el momento en que reciba
bienes materiales innecesariamente y por causar víctimas una condena de los tribunales. De allí en adelante quedan
inocentes en el período de transición a la democracia. Por otra abandonados. Luego del Informe Rettig (1991) el gobierno
parte, es imposible no asociar el proyecto de lucha armada de la Concertación definió políticas sectoriales de asistencia
que el FPMR encarnara en Chile con el desmoronamiento de social para enfrentar problemas específicos. Por ello se abrió
la utopía social representada por el bloque socialista soviético. la Oficina Nacional de Retorno en beneficio de los exiliados; la
A juicio de tantos, ¿qué posible validez actual podría tener un Corporación de Reparación y Reconciliación, que ha recogido

10 11
todas las denuncias posteriores al Informe Rettig; los progra- Jefe, antiguo presidente de la Junta Militar y Presidente de la
mas PRAIS (Programa de Reparación y Atención Integral de República durante el período dictatorial. En su edición del 12
Salud) para el tratamiento de las consecuencias médicas y psí- de septiembre, La Nación, el diario del gobierno, describía la
quicas de las violaciones de derechos humanos de individuos. polarización de estas ceremonias hablando de la existencia de
En general, todas estas iniciativas proyectan la opinión oficial “mundos paralelos”, mutuamente excluyentes.
del gobierno en cuanto a que la transición a la democracia A pesar de las prevenciones del gobierno, en las
ya se ha cumplido. Según esta lógica, la problemática actual cercanías de la Moneda, en diversos lugares de la Avenida
de las violaciones de los derechos humanos en Chile tiene un Libertador Bernardo O’Higgins y en el Cementerio General
sentido de operación de limpieza de retaguardia, de casos ocurrieron violentos enfrentamientos entre manifestantes
todavía pendientes en una etapa histórica considerada en vías del Movimiento de Izquierda Democrática Allendista (MIDA)
de superación. y personal de la policía. Quizás los protagonistas más visibles
Sin embargo, el contexto mismo en que se dio fueron masas de jóvenes que atacaban a la policía con piedras
la conversación con los oficiales y combatientes demostró y hondas y lanzando “cócteles molotov”. Causaron “millona-
la virulencia con que reemergen los efectos de un trauma rios destrozos a bienes públicos y privados”, según afirmó la
social realmente no resuelto. Nuestro diálogo se dio en el prensa. Como en ocasiones anteriores, en los enfrentamien-
ambiente de las demostraciones políticas con que el mes de tos estos jóvenes demostraron sofisticadas tácticas de lucha
septiembre ha quedado asociado en Chile a partir del derro- callejera y de barricadas. Un hombre murió atropellado por
camiento del gobierno del Presidente Salvador Allende el 11 un vehículo policial y un joven falleció por una bala que lo
de septiembre de 1973. En ese momento del año 1993 se impactó en el cuello. Veinte civiles quedaron heridos a bala y
conmemoraban veinte años del golpe militar. Tanto vencedo- balines. Un policía perdió un ojo. Enrique Krauss, Ministro del
res como derrotados estaban empeñados en realizar alguna Interior, anunció que pediría a la Corte Suprema un Ministro
ceremonia recordatoria ese 11 de septiembre: los adictos a en Visita para la investigación de los hechos. Representantes
la dictadura, en el Edificio Diego Portales, la primera sede del MIDA acusaron a la policía de agredir a manifestantes
del régimen militar; la Izquierda intransigente en torno a la pacíficos, responsabilizando al Ministro del Interior. Testigos
Moneda, palacio designado como sede del Poder Ejecutivo declararon a las autoridades y a la prensa que el atropello
en la tradición republicana chilena. Invocando el imperativo del hombre había sido claramente deliberado por parte de
de mantener la paz pública, el gobierno de la Concertación la policía. El Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo
prohibió esas manifestaciones excepto una -la romería al Ce- (CODEPU) luego presentó un recurso de amparo en favor de
menterio General para el recuerdo de los detenidos desapare- estos testigos por presuntas intimidaciones y un intento de
cidos.Las autoridades llamaron a la ciudadanía a una “jornada secuestro por parte de personal de policía.
de meditación y reflexión” privada. Sin embargo, el gobierno “Mes ‘acorralado por símbolos de invierno’, sep-
realizó una misa conmemorativa en la capilla de la Moneda, a tiembre se inicia política y militarmente en agosto”. Con
la que asistieron Hortencia Bussi, viuda de Salvador Allende, estas palabras un periodista se refería a sucesos del mes de
y personalidades públicas y de gobierno. Simultáneamente, agosto que llevaron a ese punto álgido de septiembre(2). El
en el patio de honor de la Escuela Militar, el Ejército rendía 4 de agosto el Presidente Patricio Aylwin había enviado con
homenaje al general Augusto Pinochet, su Comandante en “máxima urgencia” un proyecto de ley que pretendía hacer
más expedita la investigación del destino de los detenidos

12 13
desaparecidos. En la introducción al proyecto de ley se argu- breseimiento definitivo de los procesos pendientes por des-
mentaba que “Consideramos que es conveniente dar el máxi- aparición forzada de prisioneros. El 11 de agosto, miembros
mo de facilidades para obtener la información necesaria que de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos
permita establecer los hechos ocurridos, para saber qué pasó iniciaron una huelga de hambre en contra del proyecto de
y dónde están las posibles víctimas, en aquellos procesos en ley.
que pudieran llegar a aplicarse las disposiciones de una ley de Los comentaristas políticos atribuyeron la inicia-
amnistía [...] En efecto, si es posible llegar a aplicar una ley de tiva de la “ley Aylwin” a la necesidad de apaciguar al Ejército,
amnistía, las personas que conocen los hechos punibles y sus que el 28 de mayo había hecho “una demostración de fuerza
circunstancias no tienen un interés o incentivo directo para y descontento con el gobierno” para llamar la atención sobre
colaborar con la justicia, ya que no necesitan acogerse a dis- “algunos problemas no resueltos que molestan a esta institu-
posiciones legales que les confieran beneficios menores que ción”, en especial la posible vulnerabilidad del personal mili-
los propios de una ley de amnistía. Si se les asegura la debida tar ante la justicia por las violaciones de derechos humanos.
reserva, movidos por un deber moral de conciencia, podrían “Boinazo” fue el apodo que recibió esta acción del Ejército. La
sentirse inclinados a revelar estos hechos”. presión del Ejército habría sido reiterada por su Comandante
Los abogados involucrados en la defensa de los en Jefe, Augusto Pinochet, en una larga entrevista con el Pre-
derechos humanos plantearon serios reparos al proyecto de sidente Aylwin(3). A juicio de muchos, ello había acentuado el
ley. Llamaron la atención sobre el hecho insólito de que se reconocimiento tácito de que no puede haber justicia en un
pudiera designar Ministros en Visita a miembros de las Fiscalías contexto político en que el poder y la voluntad de interven-
Militares, que sirven precisamente a las instituciones investi- ción de las Fuerzas Armadas no han sido desmantelados. El
gadas por las violaciones de derechos humanos; señalaron gobierno prefería el bien mayor de estabilizar la democracia
el hecho de que los únicos casos que se investigarían serían y, por lo menos, rescatar la verdad de lo ocurrido en esas vio-
aquellos ya cubiertos por la Ley de Amnistía dictada por la laciones. Repetidamente el Presidente Aywlin se ha referido a
dictadura en 1978 para proteger al personal que había violado esta estrategia como “justicia en la medida de lo posible”. Sin
derechos humanos. Esto, además del secreto absoluto que se embargo, existe la conciencia de que muchas de las violacio-
garantizaba a los hechores que decidieran confesar, asegura- nes de derechos humanos son calificadas como crímenes de
ba el conocimiento de la verdad, pero se renunciaba a hacer lesa humanidad por el Derecho Internacional. Por tanto, son
justicia. En el hecho, entonces, bajo la simulación de acelerar inadmistiables e impresciptibles en cuanto no hay estatutos
el trámite de las causas pendientes, este proyecto de ley daba de limitación para llevar ante la justicia a los culpables: ¿no
reconocimiento definitivo a la Ley de Amnistía de 1978 que está el gobierno chileno infringiendo el Derecho Internacio-
el gobierno mismo se había comprometido a derogar. Incluso nal de los Derechos Humanos al limitar conscientemente su
abría la posibilidad de que se dictaran otras leyes de amnis- voluntad de hacer justicia? En el extranjero se había abierto
tía. Las organizaciones de derechos humanos atribuyeron al un debate al respecto.
proyecto de ley un solapado interés de crear indirectamente Aun considerando el imperativo de supervivencia
una “ley de punto final”, como había ocurrido en Argentina, de gobiernos que deben conducir procesos de transición a la
abandonando consciente y deliberadamente la voluntad de democracia ante la hostilidad de un poder militar incólume,
hacer justicia. Se supuso que, en realidad, se buscaba el so- juristas internacionales llaman la atención sobre su obligación

14 15
de investigar las violaciones más graves de derechos humanos supuesto el derecho internacional no obliga a los Estados a to-
y de procesar a los hechores y responsables de acuerdo con mar decisiones que signifiquen una seria amenaza a intereses
las normas consuetudinarias del derecho internacional. Naomi nacionales vitales. No obstante un Estado no puede evadir su
Roht-Arriaza, de la University of California (Berkeley) comenta: deber de castigar crímenes atroces meramente para aquietar
“Ciertas acciones, como la tortura, están prohibidas por un a fuerzas armadas conflictivas o para promover la reconcilia-
derecho no derogable porque son tan repugnantes para la ción nacional. Por muy deseables que sean estos objetivos, el
comunidad internacional que ninguna circuntancia, por muy gobierno debe encontrar otros medios para lograrlos. La rati-
exigente que sea, puede justificarlas. Un corolario necesario ficación de una ley de amnistía [para los hechores] mediante
de la no derogabilidad de tales derechos es que las accio- algún procedimiento democrático no altera esta conclusión:
nes están siempre sujetas a sanción y reparación. Por tanto, las naciones no pueden extinguir sus obligaciones internacio-
cuando estos derechos fundamentales entran en cuestión, el nales promulgando un derecho nacional inconsistente”(5).
derecho a sanciones y reparaciones impuestas por el Estado Pero estas voces extranjeras eran lejanas, estaban
también debe ser considerado no derogable. La naturaleza no en el trasfondo, en sordina. En Chile otros sucesos exacerba-
derogable del derecho fundamental no tendría sentido si se ron el debate público en torno a los sucesos que llevarían
pidiera que el Estado no actuara contra quienes lo violan”(4). a las manifestaciones del 11 de septiembre. Para nadie fue
Por su parte Diane F. Orentlicher, Consejera General de la Liga simple coincidencia que entre el 16 y el 22 de agosto Televi-
Internacional de Derechos Humanos, ha planteado esta inte- sión Nacional, canal del Estado, transmitiera una entrevista a
rrogante: “Si el derecho internacional en lo general exige que Michael Townley, ciudadano norteamericano, ex-agente de la
los Estados castiguen las violaciones serias de la integridad DINA, sindicado como posible doble agente de la CIA. En ella
física, ¿un gobierno sucesor está obligado a procesar cada Townley había reiterado un hecho ya ampliamente conocido:
una de las violaciones cometidas con impunidad durante la la responsabilidad de los generales Manuel Contreras y Pedro
dictadura anterior? ¿O es que el derecho internacional entrega Espinoza en los asesinatos de figuras de importancia en el
las bases para ‘mitigar’ esta obligación a la luz de dificultades gobierno de la Unidad Popular como el ministro y embajador
peculiares que prevalezcan en sociedades en transición a la Orlando Letelier y el general Carlos Prats. En su respuesta el
democracia? [...] Al responder estas preguntas es importante general Contreras, ex-Director de la DINA, había hecho una
comenzar aclarando lo que no puede abrirse a la discusión. amenaza de desprestigio contra personalidades de la Con-
Primero, el hecho de que un gobierno democráticamente ele- certación, indicando que muchos integrantes del actual go-
gido suceda a un régimen represivo no tiene la menor relación bierno habían sido informantes de la DINA. Indudablemente
con las obligaciones internacionales del Estado. Ya ha queda- la trasmisión del programa había sido un intento de boicot de
do bien establecido que un cambio de gobierno no descarga la llamada “ley Aylwin”.
las responsabilidades del Estado ante el derecho internacional. Más tarde se informó que el Poder Ejecutivo había
De acuerdo con esto, si un gobierno saliente no ha cumplido ordenado el retiro del programa y también el despedido de los
con su obligación de castigar crímenes atroces, su sucesor periodistas responsables, militantes socialistas de la coalición
asume en general la obligación de hacerlo [...] Segundo, no de gobierno.Se dijo que todo ello había creado tensiones
es excusa que los procesos sean políticamente inconvenientes agudas e innecesarias entre demócratacristianos y socialistas,
para que el gobierno no cumpla sus obligaciones legales. Por en un período en que la Concertación debía atender a las elec-

16 17
ciones presidenciales y parlamentarias que se aproximaban en el “país ha aceptado que, en lo fundamental, las conclusiones
diciembre de 1993. La imagen del Partido Socialista aparecía de la Comisión ‘Verdad y Reconciliación’ revelan una dolorosa
seriamente menoscabada y aun servil ante un socio político realidad y, consecuentemente, se han dado pasos para ir en
hegemónico. Amigos socialistas que entrevisté, muy compro- ayuda de los familiares de la víctimas. Para ser ecuánimes y
metidos en la lucha contra la dictadura, actualmente funcio- entender, en parte, lo que pasó es necesario recordar que
narios de gobierno de nivel medio, exhibían claras muestras hubo tiempos en que grupos defendían la violencia como
de las tensiones psicosomáticas que sufrían por todo esto. Se único método eficaz para alcanzar la justicia y se presentaba
hizo referencia a la insensibilidad del Presidente Aylwin quien, la vía armada como vía política. El diálogo parecía entonces no
al parecer, no había informado ni consultado debidamente a sólo ambiguo sino peligroso y hasta inútil [...] Reiteramos que
los socialistas antes de enviar el proyecto de ley al Congreso. nunca se puede aceptar la violencia terrorista, el secuestro, el
Se explicó esa insensibilidad con el hecho de que, después asesinato, la tortura ni el ensañamiento con los detenidos. Es
de todo, los socialistas habían sido quienes sufrieron mayor moralmente inaceptable y desarticula el alma de una socie-
represión de los militares y no los demócratacristianos. Hernán dad. El mal no se combate con el mal sino que se vence con el
Montealegre, distinguido abogado defensor de los derechos bien”. Luego la Carta Pastoral hacía un llamado: “Es necesario
humanos -y militante demócratacristiano- hizo una dura crí- que quienes han tenido responsabilidades personales o insti-
tica al Presidente Aylwin por su abandono del compromiso tucionales en los hechos dolorosos del pasado cumplan con el
de “solucionar de raíz la temática de los derechos humanos”, deber moral de clarificar lo sucedido y pidan perdón por sus
mandato reconocido por el triunfo del NO en el plebiscito de faltas. En primer lugar, ellos deben pedir perdón a Dios, hacer
1988 que había terminado con el poder directo del general penitencia por sus pecados, reparar -en lo que se pueda- el
Pinochet: “Siento que ese mandato se traicionó por parte del daño causado y facilitar el ejercicio de la justicia”. Sintiéndose
gobierno de Patricio Aylwin. Ocurre que Patricio Aylwin nunca interpelado, más adelante el Almirante Jorge Martínez Busch,
ha conocido bien el problema de los derechos humanos. Y no Comandante en Jefe de la Armada, declaraba: “Nosotros no
lo ha conocido porque jamás defendió los derechos humanos tenemos de qué pedir perdón. Lo que hicimos fue cumplir con
en este país. Patricio Aylwin nunca se acercó a los tribunales nuestro deber”(7).
a presentar recursos de amparo. Nunca se acercó a los fami- El 9 de septiembre Televisión Nacional transmitió
liares de detenidos desaparecidos. Nunca fue a un Consejo un largo y revelador programa sobre las incidencias del gol-
de Guerra a defender a alguien. Nunca visitó los campos de pe militar del 11 de septiembre de 1973. En él se dio amplio
detención. No hizo nada en lo que se refería al exilio”(6). Por espacio a testimonios de personas que ese día habían estado
último, el día 2 de septiembre el Presidente Aywlin optó por dentro de la Moneda. El programa tuvo impacto especial so-
retirar la urgencia a su proyecto de ley. bre los jóvenes. Obviamente ellos no habían vivido el trauma
Para pacificar los ánimos, el 8 de septiembre el Co- y cualquiera imagen que tenían estaba filtrada a través de
mité Permanente del Episcopado de la Iglesia Católica publicó años de propaganda militar y de memorias familiares. Así es
una Carta Pastoral titulada “El Reencuentro que Anhelamos”. como se llegó a las confrontaciones del 11 de septiembre.
En su penúltimo acápite casi llegaba a reconocer algo que en Como anuncio de ellas, el día anterior habían estallado vio-
años anteriores había negado consistentemente: que en Chile lentas manifestaciones de estudiantes universitarios en todo
hubiera habido un conflicto armado. La Carta reconocía que Chile, especialmente en Santiago. Ese día el FPMR se atribuyó

18 19
atentados con bombas contra dos restaurantes de la cadena variedad de opiniones existentes sobre el sentido del FPMR
internacional McDonald’s. desde los inicios de la organización, a través de los años, hasta
Parece indudable que los sucesos de agosto y el presente. Ese oficial me asegura que cumplió cabalmente
septiembre en Chile niegan la afirmación de que el país real- con este requisito. Sin embargo, es preciso considerar que,
mente esté en camino a la reconciliación y a la pacificación. en términos numéricos, predominó la voz de los oficiales por
Un sector de la cultura chilena se niega a olvidar y demanda sobre la de los combatientes. Aunque los une un criterio más
justicia. Como en el pasado, todavía se usan métodos violen- o menos homogéneo sobre la necesidad de discutir la “expe-
tos en la aspiración a la justicia. Ante la promoción del olvido riencia rodriguista”, entre ellos hay ineludibles matices diferen-
por parte del gobierno, ese sector genera una violencia que ciales. Estos se originan en que la mitad de los oficiales entre-
ha hecho prematura la dispersión o restricciones actuales del vistados fueron capturados en algún momento de la dictadura
movimiento de defensa de los derechos humanos. En este y sufrieron tortura y prisión. A pesar de todo, los servicios de
contexto, las intenciones explícitas en mi diálogo con los seguridad militar no lograron determinar la alta relevancia
oficiales y combatientes rodriguistas se hicieron complemen- del cargo que tuvieran en la Dirección Nacional del FPMR. Los
tarias. Me parece imperativo prestar atención a la memoria restantes nunca fueron detectados. Por tanto, su visión de la
histórica como problemática cultural urgente en la actualidad. trayectoria del FPMR a partir de 1987 difiere objetivamente.
Por ello es que la información y los argumentos políticos que En cuanto a los combatientes, uno de ellos fue activo durante
estos combatientes y oficiales me entregaron en su deseo de la dictadura y también sufrió tortura y prisión; los otros son
preservar una experiencia histórica del rodriguismo reafirma- personas mucho más jóvenes, estudiantes universitarios, que
ron en mí una doble convicción. A través de los años ellas se ingresaron al FPMR hacia fines de la dictadura y han estado
han venido reforzando: primera, la necesidad de contribuir a activos en el período de transición a la democracia.
la iniciación de una reflexión crítica de las bases sobre las que Todos los oficiales dialogantes recibieron instruc-
se constituyó el movimiento de derechos humanos en Chile; ción en Escuelas Militares y Academias de Guerra en el ex-
segunda, y apoyándome en esa reflexión crítica, proponer la tranjero. Son, por tanto, el equivalente de oficiales de carrera
fundación de una Quinta Generación de organismos no-gu- y, algunos, de Estado Mayor. Como ocurre con todo militar
bernamentales de defensa de los derechos humanos, específi- profesional, estos oficiales tienen conciencia de pertenecer
camente dedicada al conocimiento y estudio de la experiencia a un estamento social diferenciado, marcado y unido por las
del conflicto armado en Chile. Esta doble convicción motiva actitudes existenciales, los hábitos de mando vertical, la fuerte
los argumentos que ofrezco a continuación y la perspectiva camaradería y el código de honor de los hombres de armas.
especial desde la que los presento. Esto los diferencia del personal militar que ellos contribuyeron
Previamente, sin embargo, para facilitar las inter- a formar en la clandestinidad durante la dictadura. Para éstos
pretaciones posibles que puedan tener los argumentos que los cortos días de concentración y entrenamiento más bien su-
siguen, es preciso calibrar el origen de la opinión e informa- plementaban y complementaban la identidad de militantes de
ción que recibiera de estos oficiales y combatientes. un partido político, sin constituirlos en militares profesionales.
Desde mis primeras aproximaciones al oficial que Para mí, observador externo, la personalidad militar de los ofi-
me puso en contacto con estos rodriguistas, le solicité que ciales entrevistados fue del todo evidente. Sin embargo, debo
la selección de los participantes en el diálogo representara la registrar una discrepancia en cuanto a esta apreciación. Por

20 21
ejemplo, ante la derrota del proyecto insurrecccional en que bian de acuerdo con la forma en que son integradas las nuevas
participaran, actualmente uno de los oficiales entrevistados generaciones de funcionarios y adherentes y la reacción que
se considera, en sus palabras, personal militar “desmovilizado”, éstos tengan ante las incidencias de la política y de la historia.
que podría entrar en “servicio activo” si las condiciones políti- Desde el momento de constituirse el FPMR el 14 de diciembre
cas en Chile lo requirieran. Se trata de una persona que desde de 1983, numéricamente los oficiales nunca fueron más de un
el comienzo de nuestras conversaciones declaró haber tenido diez por ciento del personal. A través de los años de combate
siempre una fuerte vocación militar. Aunque los otros oficiales contra la dictadura, gradualmente la muerte en acción y la
no se manifiestan de ese modo, consideran que actualmente captura mermaron considerablemente este número. En la
los une el haber tenido una formación militar en las Escuelas actualidad estos oficiales aseguran que quedan muy pocos ofi-
y Academias de Guerra cubanas y los valores adquiridos en ciales profesionales dentro del FPMR. Predomina un personal
ellas. Sin embargo, uno de ellos tiene serios problemas en político-militar formado en Chile que no ha logrado enfrentar
que se haga algún énfasis en esa formación puesto que, a su con éxito estratégico la transición a la democracia. Por su acti-
juicio, sólo contribuye a reforzar los términos negativos con tud crítica ante las inflexibilidades percibidas en ese personal,
que el Partido Comunista de Chile ha tratado de descalificar su la oficialidad entrevistada bien se marginó o fue marginada
aporte histórico: se ha dicho que eran nada más que “cabezas del FPMR. Sin embargo, dicen mantener nexos informales y
de pistola” que no lograron integrar el factor político en la de respeto mutuo con las dos instancias de organización en
experiencia militar del partido. que la experiencia rodriguista se ha bifurcado recientemente
Parece evidente que su identidad especial es -el FPMR y el Destacamento Raúl Pellegrin, que tuviera origen
lo que motiva la gran preocupación de estos oficiales por entre el personal del Area Metroplitana del FPMR original. Uno
la anonimia y las distorsiones a que ha sido condenada su de los oficiales entrevistados -Curiñámcú- rehusa crasamente
experiencia histórica como consecuencia de la derrota. Al dar un juicio crítico del actual FPMR.
contrario de la tendencia a la dispersión que han mostrado Dentro de este marco de salvedades y prevencio-
los combatientes formados en Chile, estos oficiales mantienen nes pronto llegamos al acuerdo de que el texto analítico e
contacto y discuten su situación social y política, tratando de interpretativo que pudiera resultar de este diálogo no podría
dar continuidad a su experiencia. Se consideran maestros de elaborarse como “historia” del FPMR, a pesar del interés de
la juventud. El hecho de que exista un contingente nunca de- los oficiales y combatientes por preservar su experiencia en
tectado por los servicios de seguridad les impide organizarse la memoria colectiva chilena. Indiscutiblemente la “historia”
públicamente para una actividad cultural en Asociaciones del FPMR sólo podrán escribirla quienes sirvieron en la orga-
de Ex-Combatientes, como las que con frecuencia surgen en nización. Por otra parte, tengo la fuerte impresión de que la
sociedades que han sufrido conflictos armados. relevancia cultural del FPMR -por lo menos para la subcultura
Por otra parte, su formación de militares profesio- de la Izquierda chilena- merece una mejor discusión que la
nales condiciona la compleja relación de estos oficiales con el recibida en las obras actualmente existentes. Dos de ellas no
FPMR actual. Como ocurre con toda organización de carácter fueron más que conductos propagandísticos del FPMR(8). Otra
burocrático-político, aunque la continuidad de su nombre y fue nada más que una condenación demonizadora por parte
estructura pueda mantenerse a través de los años, indudable- de personeros del régimen militar(9). Otras dos no superaron
mente su sentido, acción y significación social varían y cam- el formato de novela de aventuras; por otra parte, entre estas
últimas, la que fuera dedicada al atentado de 1986 contra el

22 23
general Augusto Pinochet, contiene graves errores históri- que la verdad era paso previo a un término inseparable -el de
cos(10). la justicia. Sin embargo, en la actualidad hay serias dudas de
Dados mis intereses intelectuales y mi entre- que el conocimiento de la verdad pueda alguna vez conver-
namiento profesional, propuse que mi elaboración de los tirse en justicia efectiva. En estas circunstancias propongo que
testimonios y del material escrito que me entregaron estos el término verdad no puede quedar únicamente confinado a
oficiales y combatientes más bien debería ser dedicado al conocer el dato empírico de lo ocurrido con las víctimas de
entendimiento de las lógicas que jugaron en el lanzamiento y violaciones de derechos humanos en Chile durante la dicta-
condicionamiento de la lucha armada que practicara el FPMR. dura. Quizás de mayor importancia en la actualidad sea deter-
Para ello adoptaría una perspectiva antropológica que hiciera minar la manera como aspectos importantes del concepto de
énfasis en la forma como la experiencia humana inmediata verdad fue armado como constructo ideológico y discursivo.
finalmente influye en la conducción de la actividad política Personalmente estimo que esta construcción se vio afectada
en un contexto global, tanto nacional como internacional. por profundas distorsiones, tanto por el gobierno militar como
Finalmente conjugamos nuestros intereses divergentes con por las organizaciones de derechos humanos, la Iglesia Católi-
este acuerdo: este texto sería un dispositivo utilizado para ca y los partidos políticos, particularmente los de Izquierda. El
plantear cuestiones de importancia en cuanto a la forma en hecho es que, por razones de Estado y conveniencia política,
que la cultura nacional chilena y su subcultura de Izquierda todos ellos -a pesar de ser partes oponentes y enemigas- con-
han tomado conciencia de haber experimentado un conflicto vergieron unánimemente en negar que en Chile se hubiera
armado que ya ha marcado a varias generaciones. Este cues- desarrollado un conflicto armado, en la forma como lo definen
tionamiento marcará cada una de las etapas de la relación que los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adiciona-
sigue. Por tanto, los testimonios y documentos que se me en- les de 1977. Mis argumentos tratarán de demostrar que este
tregaran no constituyen en sí mi preocupación investigativa. acuerdo tácito entre partes conflictivas constituyó un tabú:
Más bien los utilicé como síntomas y pistas que arrojaron luz en términos muy concisos, antropológicamente éste puede
o confirmaron una serie de suposiciones sacadas de otras en- ser definido como una situación terriblemente paradójica, en
trevistas y otros materiales reunidos a través de los años, en mi que las autoridades que regulan una civilización deciden cons-
ya larga preocupación sobre el conflicto armado en Chile(11). cientemente oscurecer la verdad en algún área de importancia
En última instancia esta intención redunda en la necesidad de crucial para la supervivencia de sí mismas y de la sociedad
reflexionar sobre los logros del movimiento de defensa de los porque la consideran atentatoria precisamente para esa su-
derechos humanos en Chile. pervivencia. En última instancia, todo tabú es una distorsión
Como problemática cultural y de derechos huma- de la verdad cuyo mantenimiento sólo puede resultar en un
nos, la perduración de los efectos traumáticos de la dictadura deterioro de la salud mental colectiva, en cuanto oscurece la
militar en la memoria colectiva chilena implica una valoración capacidad de interpretación histórica.
de la verdad como criterio histórico. De esto ya ha habido sufi- Superar un tabú, como superar una neurosis,
ciente discusión, en la medida en que el Informe Rettig reveló requiere un intento por develar la impertinencia de progra-
amplia y públicamente un conocimiento antes restringido a mas de conducta emocional e intelectual que han llevado a
los estrechos circuitos asociados con las organizaciones de solucionar de manera errada la verdad contenida en dilemas
derechos humanos. En estas discusiones siempre se estimó vitales, de alta significación individual y colectiva. Los intentos

24 25
de instauración del socialismo en Chile en algún momento No hay mejor norma de objetividad para ello que el Derecho
habrían llevado a un conflicto armado. Ante reorientaciones Internacional Humanitario del Conflicto Armado. Este ha
sociales tan drásticas como éstas no cabe sino reconocer la sido definido como “el cuerpo de normas internacionales, de
legitimidad del conflicto armado como forma de transacción origen convencional o consuetudinario, específicamente des-
política muchas veces necesaria, imprescindible e inevitable. tinada su aplicación a los conflictos armados, internacionales
En la actualidad nacional sugiero que, desde la perspectiva de o no internacionales, y que limita, por razones humanitarias,
los derechos humanos, el reconocimiento de esta verdad lleva el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los
a preguntas de mayor valor para la cultura chilena que sim- métodos y los medios utilizados en la guerra, o que protege
plemente debatir la legitimidad o ilegitimidad del gobierno a las personas y a los bienes afectados, o que pueden estar
militar. Por ejemplo, en proporción directa a su mayor o menor afectados, por el conflicto”(12).
representatividad masiva, ¿qué puede legitimar efectivamen-
te el llamado de la autoridad política de diversos sectores de
las diferentes subculturas nacionales, bien desde la Derecha
o de la Izquierda, a la totalidad de la ciudadanía a una “guerra
justa”? Desde la Izquierda, ¿estaba el llamado a la guerra de li-
beración nacional realmente avalado por los preparativos más
elementales para ella?; ¿tenían estos preparativos siquiera una
eficiencia elemental? Ante esta pregunta resulta improceden-
te culpar a Fuerzas Armadas profesionales como las chilenas o
a las organizaciones armadas de la Izquierda por matar a sus
oponentes en un conflicto que no sólo parecía inevitable hacia
1973, sino también desde fines de esa década. Al respecto
la cuestión más bien debe ser reformulada: ¿respetaron las
fuerzas armadas en conflicto los usos civilizados de la guerra,
según los define el Derecho Internacional Humanitario del
Conflicto Armado?
Dicho de otro modo, la superación de la neurosis
del tabú sobre el conflicto armado en Chile por la civilidad
requiere un diálogo franco con los hombres de armas que
participaron en él, cualquiera haya sido su bando, ejercitando
elementos de juicio más apropiados y objetivos, como los que
entregan los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adiciona-
les. Se podría argüir que actualmente en Chile la verdad irre-
ductible está en examinar el sentido humano de las acciones
concretas de los hombres de armas, restando importancia a
las justificaciones ideológicas en que fundaron sus acciones.

26 27
Los argumentos que siguen tienen un asidero
ELEMENTOS PARA UNA antropológico. Parto de la noción de que la problemática de
ANTROPOLOGIA POLITICA los derechos humanos contiene una utopía refrendada por
el Derecho Internacional: por el sólo hecho de ser humano,
en primera instancia (prima facie) a todo ser humano debe
reconocérsele el acceso irrestringido a todos los instrumentos
materiales y espirituales, a todos los comportamientos e insti-
tuciones de la cultura acumulados en su sociedad. Esta utopía
es el producto de una evolución milenaria, de la que finalmen-
te ha surgido el concepto de persona. Este concepto asigna
a todo ser humano la categoría de ente que incuestionable-
mente tiene algo que contribuir al bienestar de su comunidad.
Por lo tanto, se reconoce que posee una conciencia dotada de
memoria, de valores y de capacidad de discernimiento que le
permiten planificar un futuro al que marcha en virtud de una
voluntad incentivada y apoyada por su comunidad. Es decir,
ésta se compromete a hacer expedito para la persona el uso
potencial de todos los espacios, de todas las formas de com-
portamiento y de todas las herramientas, códigos, protocolos
y rituales existentes en esa comunidad. Constituida en inter-
locutor válido, la comunidad espera que la persona los recree
y los modifique para el enriquecimiento personal y colectivo.
En esta travesía el ser desarrolla la conciencia, los hábitos y
las conductas que lo definen como persona, exigiendo para
sí y otorgando a otros la condición de tal. De acuerdo con las
leyes internacionales de los derechos humanos toda persona
es, por tanto, portadora de protecciones, habilitaciones y obli-
gaciones.

29 30
Además de su naturaleza legal, la noción de perso- relaciones sociales y la ritualidad con que magnánimamente
na pertenece al campo de la antropología, puesto que define distribuye parte del producto social acumulado para ganarse
una “esencia” histórica universal de la humanidad. Es esencia el apoyo de los seres subordinados.
histórica porque ha sido constituida por entes constructores Como dispositivo para la crítica cultural, el discur-
de cultura mediante su trabajo milenario por satisfacer nece- so en defensa de los derechos humanos se instala dialéctica-
sidades materiales y espirituales. En este trabajo por satisfa- mente entre los conceptos utópicos e históricos de cultura y
cerlas se han dignificado a sí mismos desarrollando razones civilización. Los tensiona entre sí, tratando así de avizorar un
éticas, estéticas y religiosas para su conducta. En última instan- destino para la humanidad como especie. De allí que pueda
cia, toda cultura debe ser entendida como una ecología que afirmarse que las leyes internacionales de derechos huma-
promueve la vida mediante un trabajo humano que intenta la nos son un conjunto de normas definidas para la crítica de
jerarquización, el equilibrio y las relaciones complementarias la gestión pública y privada, de alta prioridad, mandatorias
entre los recursos naturales, humanos y culturales. En este para las partes contratantes, transhistóricas, transculturales,
sentido, decir cultura es decir vida, puesto que no se conocen inalienables e indeclinables, que han llegado a constituir el
culturas que conscientemente promuevan la extinción de los Derecho de Gentes. En momentos de enormes crisis sociales,
seres humanos. Cultura es la aspiración humana a liberarse de el contraste real entre el potencial humano como productor
la necesidad bruta. de cultura y el sistema de alienaciones de la civilización pue-
Sin embargo, sabemos que esta utopía antropo- de hacerse tan patente en su claridad, como para motivar el
ecológica es una imagen ideal que la humanidad ha cons- recurso a la rebeldía, recurso reconocido por el Derecho Inter-
truido para desafiarse a sí misma a manifestar el máximo de nacional cuando se ha agotado toda otra opción para atenuar
sus potenciales latentes. Lo que realmente conocemos en la un estado de carencias culturales absolutamente agudizado.
historia concreta son civilizaciones. Estas son sistemas insti- Por ello es que el Preámbulo de la Declaración Universal de
tucionales de alienación humana diseñados para domesticar los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, al advertir de
una fuerza de trabajo e introyectar en su mente sistemas de la importancia fundamental de la promoción de los derechos
autocontrol que, sin embargo, mantengan algún grado de li- humanos para la paz social, considera “esencial que los dere-
bre iniciativa. La civilización es una institucionalidad diseñada chos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a
para disciplinar a grandes colectivos humanos de acuerdo con fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso
criterios de raza, etnia, género sexual, religión y convicciones de la rebelión contra la tiranía y la opresión”. De hecho, los prin-
políticas. Esto sienta las bases de planificación que permiten cipales logros en la creación de derechos humanos en cuanto
la acción cultural como una interferencia en la naturaleza para a lo civil, político, económico, social y cultural han quedado
confinar y orientar sus ciclos y procesos hacia la productividad decantados en documentos legales surgidos de movimientos
material. De todos modos, el resultado irónico de esta insti- revolucionarios -la Magna Carta (1215); la Declaración de
tucionalidad es restringir el acceso humano a la acumulación Independencia de los Estados Unidos (1776); la Constitución
de cultura. Esa institucionalidad permite una apropiación de de los Estados Unidos (1787); la Declaración de los Derechos
plusvalía por quienes la controlan, provocando un mundo de del Hombre y del Ciudadano (1789), proclamada por la Revo-
escasez en todo orden, cultural, material y espiritual. La esca- lución Francesa; la Constitución de 1917, proclamada por la
sez refuerza la autoridad del poder, ya que le permite crear las Revolución Mexicana; la Constitución de 1918, proclamada

31 32
por la Revolución Soviética. indispensable.
Ahora bien, en la historia moderna la institucio- En este sentido, entonces, proponemos el siguien-
nalidad encargada de administrar la civilización es el Estado, te conjunto de hipótesis: la subcultura de Izquierda es un
ente responsable ante el Derecho Internacional de garantizar campo simbólico de identidades e identificaciones que cons-
la implementación de una institucionalidad y de una política tituyen y legitiman agentes para la transformación social. Es
de derechos humanos. Por ello es que, en el estudio de esta un campo orgánico porque en estas agencias predomina una
problemática han predominado aproximaciones jurídicas y tendencia a experimentar las relaciones humanas desde una
de sociología política. Un somero examen de la bibliografía perspectiva fundamentalmente ética, con tal preocupación
acumulada en Chile durante el período de la dictadura militar por la emancipación de los seres humanos más desposeídos,
lo comprueba: en ella se privilegia el estudio de las diferentes como para entrar a una evaluación y a una posible acción rup-
agencias sociales organizadas en conflicto, particularmente turistas frente al orden económico, social y político capitalista
los partidos políticos, como si fueran burocracias que plani- en sus diferentes variedades. A través de la historia moderna
fican su actividad para lograr sus objetivos de acuerdo con de Chile esa perspectiva ética se ha sedimentado como una
una adecuación de recursos, de estrategias y de tácticas ra- sensibilidad social que se reproduce constantemente a través
cionalmente apropiadas para sus intereses. En la medida en de los ciclos generacionales, superando identidades de clase
que el movimiento de los derechos humanos es una crítica social específicas. Como tal sensibilidad social, se ve interpre-
de la civilización, estrategias de estudio jurídico y sociológico tada, se adhiere y contribuye a la reproducción de un universo
son indispensables. Sin embargo, también en la medida en simbólico que condiciona modos anímicos de entablar rela-
que ese movimiento sitúa su capacidad crítica en la utopía ciones de amistad, de amor, de respeto o cuestionamiento
de la construcción histórica de la noción de persona, estas de la autoridad en sus diversas funciones (familiar, laboral,
aproximaciones son insuficientes: excluyen los factores más política), de elegir profesiones, de pasar el tiempo libre, de
fundamentales de la experiencia humana vivida a nivel de divertirse, de gastar tiempo en organizaciones de promoción
cultura cotidiana, alcanzando sólo en última instancia y cir- social. En Chile esta subcultura ha estado profundamente
cunstancialmente una expresión burocrática a través de orga- marcada por un espíritu redentorista de raigambre cristiana,
nizaciones políticas. De allí que en estos argumentos estaré que ve en el control de las instituciones del Estado si no el
haciendo énfasis en la necesidad de captar la problemática único, el principal instrumento para el cambio social. Algunos
de los derechos humanos en sus aspectos antropológicos y de sus referentes simbólicos actuales más importantes han
ecológicos, es decir, como experiencia vivida. En la medida en sido la música del Canto Nuevo, Violeta Parra, Pablo Neruda,
que intento contribuir a una reflexión sobre el movimiento de Gabriela Mistral, la Teología de la Liberación. Filosóficamente
derechos humanos en Chile, este trabajo hará énfasis en estos esta subcultura ha privilegiado uso del marxismo como he-
aspectos antropológicos descuidados. rramienta de crítica política y cultural, no siendo la única. La
Sentar estas bases de inmediato señala una tarea adhesión al leninismo ha sido siempre materia controvertida.
todavía pendiente: a nivel retórico, es frecuente el reconoci- A través de estos utensilios, estos seres humanos establecen
miento de que en Chile la Izquierda constituye una subcultura una comunidad emocional que los lleva a la discusión de
política, aunque los términos que la definen no sean elabo- ciertos temas con los que buscan demostrar una conciencia
rados. No obstante, para efectos de la crítica cultural que políticamente solidaria y comprometida. Mirando al pasado
intentamos, una definición operacional del término se hace

33 34
quizás reconozcan referentes en Francisco Bilbao y Santiago difundidas y demostradas ante la comunidad nacional con
Arcos, revolucionarios liberales del siglo XIX. En el siglo XX un fuerte sentido ritual y protocolar, en nombre del totem
todos señalan como antecesor a Luis Emilio Recabarren y a llamado “pueblo”. A través de personeros designados como
Salvador Allende como el procer más reciente y genuino. voceros oficiales, el aparato burocrático de comunicaciones y
Como subcultura que se reproduce en la infor- de elaboración de propuestas técnicas para la conducción de
malidad de la vida cotidiana, la Izquierda chilena no necesa- la sociedad con que cuentan las organizaciones sociales y los
riamente busca una militancia partidista efectiva, aunque los partidos políticos monta complicadas ceremonias que apelan
individuos sí mantienen como referente de pensamiento y de al “veredicto” favorable de la “opinión pública nacional”, de la
acción las premisas doctrinarias y las proposiciones contin- “conciencia nacional”. Esos voceros quedan así convertidos
gentes de alguna organización política. En cuanto al efecto de en actores que desarrollan un libreto político ante una colec-
las proposiciones de estos referentes políticos, la elección de tividad nacional, la que asume el rol de espectadores más o
una militancia efectiva se resuelve en un espectro de opciones menos pasivos. Esas ceremonias son llamadas conferencias de
que ha ido desde un compromiso revolucionario intransigen- prensa, “visitas de estilo” a las diversas autoridades estatales
te, como lo representó el MIR por un período a partir de 1965, de las que se recaba una reacción favorable, a los grupos de
hasta tendencias de reformismo socialdemócrata como las presión de los que se busca un apoyo, además de cualquiera
que siempre han estado presentes y hoy predominan en el otra ceremonia llevada a cabo en un lugar de importancia o
Partido Socialista. Ocupando posiciones intermedias en este significación histórica. Los medios de comunicación masiva
espectro, la raigambre cristiana de la subcultura de izquierda que estos sectores controlen o a los que tengan acceso di-
finalmente Pudiera
se manifestó
parecer en extraño
partidos observar
de creación reciente
la actividad funden estas propuestas alinéandolas con una concepción de
como el Movimiento de Acción Popular Unitaria
política como actividad teatral. Sin embargo, diversas carac- (MAPU) y la lo que se estima “bien público”. Para ello buscan configurar
Izquierda
terísticas de Cristiana. Hasta avalan
esta práctica el desmoronamiento
tal aproximación. delTéngase
bloque lógicas y “sentidos comunes” discursivos que crean la imagen
socialista soviético, con el que siempre se alineó,
en cuenta que el número de personas involucradas profesio- dentro de de que los fenómenos sociales coinciden totalmente con las
ese espectro político la fuerza centrista más infl uyente
nalmente en la actividad política institucionalizada -el “activo y de interpretaciones que difunden en sus campañas por el bien
continuidad
político”- es organizativa
numéricamente más estable fue el Partido
muy reducido Comunista
en relación a la público. Con este objetivo emplean una retórica que asimila
(PCCH).
población nacional. Ello genera una relación dialéctica entre sus propuestas políticas con una “identidad nacional y popu-
esa minoríaEste y lasespectro
mayoríasdeenopciones para laseorganización
cuanto ambas necesitan y lar” -otra versión del totem llamado “pueblo”- resultante de la
y la militancia
modifi política conformamediante
can su comportamiento la institucionalidad
incitaciones de mu-
una verbalización y de la simbolización icónica de una experiencia
ecología política, en la medida en que propone
tuas. Mientras el radio de actividad de la población nacional estilos de histórica compartida por una población a través de los siglos.
vida,
se localiza preferentemente en las actividades propias de de
concepciones de la “buena sociedad”, de “una calidad lo La utilización de esa simbolización icónica es lo que otorga
vida”
íntimoy de
y deunlo“ser humano
privado, ideal”
ella que cohabitan
no tiene otra opciónen sino
un mismo
la de a las ceremonias de exhibición de la intencionalidad política
espacio
delegar territorial
a políticosconprofesionales
subculturas políticas de otra naturaleza.
la transacción de la cosa un carácter teatral y ritual, puesto que no hay actores políti-
Así es como encontramos tanto el estilo de
pública. A su vez, los profesionales de la política, vida de cuadros
para llegarco- cos que puedan legitimar su voluntad y sus intereses sino en
munistas que se allanan a una pobreza permanente,
al poder o mantenerse en él, necesitan del apoyo, activa- orgullosa referencia a los valores más “sagrados” y “permanentes” de
y llenao de
ción peligros expectante
pasividad en aras de sus deideales, comoDe
la mayoría. el deallíprofesio-
que las una comunidad nacional. En coyunturas históricas cruciales,
nales pequeñoburgueses de tendencia social-demócrata
propuestas programáticas para la conducción de la socie- que en que se hace imprescindible algún tipo de presión sobre el
buscan el equilibrio entre los benefi cios que otorga
dad elaboradas por las castas políticas deben ser ilustradas, el orden Estado, puede que haya una masiva coincidencia de propósi-
burgués establecido y su conciencia progresista. Finalmente
todos ellos se ven forzados a convivir con representantes de
las subculturas aun más adversas, en la medida en que deben
compartir un territorio y los sistemas35 simbólicos de una cultura 36
nacional más amplia. En este sentido las diferentes subculturas
tos de manifestación simbólica entre las castas políticas, los torno a las castas políticas burocráticas para activar y movilizar
activistas de nivel medio, los sectores sociales que se asocian al resto de una población nacional “independiente”, del todo
con una subcultura política y la población general. Es lo que indiferente o reacia al compromiso político.
ocurrió en Chile con las veintidós Protestas Nacionales que se De hecho, es imposible que los diversos sectores
desencadenaron a partir de mayo de 1983. de la colectividad nacional convertida en espectadora de la
La Iglesia Católica -institución esencialmente ri- teatralidad política, demarcadas o no en subculturas políticas,
tualista- es la que ha demostrado una mayor intuición de la tenga a su alcance todos los elementos de juicio indispen-
teatralidad política como exhibición de los conflictos sociales sables para formarse un cuadro totalizador y coherente del
de las dos últimas décadas. El 12 de agosto de 1987, etapa verdadero sentido de las propuestas difundidas por las dife-
álgida en la movilización nacional por el retorno a la demo- rentes castas políticas. Es preciso reconocer que, más allá de
cracia, un editorial de la revista Mensaje, propiedad y vocera los conflictos políticos que oficialmente los puedan diferenciar
de la Iglesia, comentaba en un pasaje que entre “la dirigencia entre sí, los miembros de las castas políticas pueden estar
militar-socio-económica y la masa de los silenciosos, existe un unidos por simpatías y amistades personales; o por lo menos
sector político-social que persiste en agitar las cosas y generar por relaciones profesionales amistosas, “pragmáticas”. Estas
hechos que crean una cierta opinión. ¡Y gracias a Dios que lo relaciones de amistad se convierten en un importante capital
han hecho! Es una franja tenue, pero ruidosa, y pareciera que profesional para estas castas. Les permite allanar dificultades
ellos son ‘el país’. Mas no lo son. Son los políticos que se afanan para negociaciones que, planteadas solamente a nivel doc-
en una nación donde no funciona la política; los dirigentes trinario, serían insuperables. Por ello es que gran parte de las
sindicales de un mundo de trabajadores desindicalizados; los negociaciones hechas por las castas políticas entre sí tienen
jóvenes idealistas que aún no caen en la cuenta de la margi- un carácter reservado, que se transa en comunicaciones pri-
nalidad en que quedó la juventud en nuestra sociedad; las vadas, conversaciones de grupo íntimo, reuniones, comidas,
revistas vocingleras; las dirigencias gremiales; los ‘no al ‘89’ o cócteles protocolares de naturaleza confidencial. Ellos son
(?)... Y claro, esta ‘franja activista’, desgañitándose, amenaza al realizados en pasillos, clubes, restaurantes, cafés, sedes parti-
régimen con un poder que no tiene. Habla de un virtual levan- darias, oficinas y domicilios particulares, sin que haya registro
tamiento de masas, de la extremada debilidad del gobierno, de las materias tratadas (14). Por otra parte, los funcionarios de
del cerco internacional que lo hará caer en sus boicots. Esgri- las organizaciones políticas elaboran los libretos de acción
me paros nacionales que no se notan y promete cambios que oficial con un doble auditorio en mente: en primer lugar, el pe-
no se pueden realizar. Todo es irreal, pero se sigue ‘avivando queño círculo de “expertos” encargados de las negociaciones
la cueca’”(13). Así se pone en circulación interesada un capital y transacciones, ante los cuales se hacen presentaciones más
simbólico constituido por las imágenes de los próceres nacio- rigurosas en cuanto al “dato técnico real” y a las consideracio-
nales, de las figuras artísticas que han alcanzado mayor relieve nes y necesidades “pragmáticas” de conducción de las con-
como supuestos intérpretes de un ethos nacional, junto con versaciones; en segundo, la “opinión pública”, ante la que se
el cúmulo de narraciones, leyendas y mitos transmitidos infor- presenta el dato técnico de manera más desdibujada, para su
malmente en la cotidianidad, en los medios de comunicación “más fácil entendimiento” y ante la que se hace énfasis en una
masiva o a través del aparato educativo estatal. Todo esto retórica persuasiva. Se trata, por tanto, de un doble juego de
indica que son las subculturas políticas las que gravitan en proyección de imágenes. Ante la propia subcultura política el

37 38
discurso de los expertos asume reglas normativas en “estricto promoción de la vida, ¿tienen las castas políticas el derecho
acuerdo” con la doctrina partidaria, demostrando lo genuino irrestricto de introducir elementos estratégicos y tácticos en
de su representatividad; pero entre sí estas burocracias juegan su lucha por el poder que “contaminen” y “emponzoñen” radi-
de acuerdo con reglas pragmáticas. Señalar este doble juego calmente los tejidos más básicos de las relaciones humanas
no hace sino indicar con otro lenguaje la naturaleza maquia- en una nación, sin que los afectados tengan participación en
vélica de la negociación y de la ciencia política moderna, las decisiones? Apelando a la noción de “pueblo”, ¿tienen las
inaugurada como competencia por el poder que fácilmente castas políticas el derecho absoluto de presumir que sus reglas
puede traducirse en estrategias y tácticas de tipo militar. de juego pragmáticas y reales en efecto son avaladas por ese
Por estas circunstancias, la participación de la totem? ¿Es que el “pueblo”, la “opinión pública” y las diferen-
colectividad nacional en la teatralidad política está marcada tes subculturas políticas no deberían ellas mismas asumir la
por la confianza y el prestigio que hayan podido desarrollar a responsabilidad de criticar, con severidad si es necesario, las
través de los años tanto los partidos políticos como sus líderes. reglas con que se lleva a cabo la negociación y el conflicto
Si a esto se agrega el contenido redentorista que pueda tener político? Desde una concepción de la transacción política
el discurso ideológico administrado por las organizaciones y como uno de los elementos de una ecología, es imperativo
burocracias partidarias, queda así configurado el cuadro carac- reiterar lo obvio: en la medida en que las organizaciones
terístico de las “grandes catedrales” políticas. Ya se ha reiterado políticas convoquen a acciones masivas que puedan arrastrar
suficientemente la exacerbación y la rigidez de los conflictos a violentas confrontaciones sociales, también deben asumir
sociales, la demonización del oponente a través de los tres pe- conscientemente la responsabilidad de que quizás se creen
ríodos redentoristas por los que ha pasado Chile en su historia condiciones que causen serios e innecesarios daños a las per-
reciente: el gobierno demócratacristiano, la Unidad Popular y sonas y a bienes materiales de utilidad pública, malográndose
el neoliberalismo militarizado. Las catedrales políticas apelan a la ecología humana.
los sectores que las apoyan en términos similares a lo religioso Esto es especialmente relevante para organizacio-
-emanando una gracia que permite creer en ellos a través de nes políticas revolucionarias. Por su cometido, es indudable
una convicción llamada fe, por la que muchas veces se sacrifica que la conducción de una política de ruptura con la legalidad
la vida. hegemónica y dominante tiene que resultar en algún grado
Dadas esta gracia y esta fe -y nunca olvidando de uso de fuerza militar, tanto para la ofensa como para la
que el “activo político” es siempre reducido en relación al defensa. La experiencia reciente, tanto nacional como interna-
resto de la población nacional- desde una perspectiva de cional, demuestra que la tarea específica de las organizaciones
derechos humanos es fundamental el cuestionamiento de la de defensa de los derechos humanos es la de intervenir en
responsabilidad que puedan tener las organizaciones políticas nombre de las comunidades nacionales e internacionales para
en la divulgación de estos credos, en su capacidad real para responsabilizar a los Estados nacionales y a las organizaciones
implementarlos y en los medios materiales y humanos utili- políticas y militares de sus acciones en cuanto a un respeto
zados para ello. Si es que las diferentes subculturas políticas y fundamental de la vida y de la dignidad humana como eco-
la población nacional políticamente “independiente” forman logías.
una ecología de alta diversificación que, a pesar de ella, debe En los regímenes políticos democráticos de ge-
compartir un espacio de convivencia común a todas para la nealogía liberal, esta teatralidad política es la que condiciona

39 40
el grado de transparencia que pueda tener el conocimiento alternativas tales como los espacios deportivos, religiosos y
de la voluntad y de las intenciones manifestadas por los artísticos, o a la creación de espacios públicos muy estrechos,
diversos actores políticos. Esa teatralidad revela directa o aunque más orgánicos, como fueron las organizaciones de
indirectamente su concepción de las relaciones que debieran defensa de los derechos humanos y las corporaciones privadas
existir entre la sociedad civil, la sociedad política y el Estado, de investigación social y económica en el caso chileno. Por
generando debates públicos que, al demandar una verbaliza- otra parte, esa subterraneidad también es compartida con un
ción más precisa de la voluntad política, decantan un grado aparato de inteligencia militar que intenta ejercer la represión
de conocimiento más o menos certero de las motivaciones, y con un mínimo de detección y percepción pública. En la sub-
de las fuerzas y tendencias políticas en juego. Por el contrario, terraneidad también se ocultan los centros de interrogación,
regímenes autoritarios como el que imperara en Chile en el de tortura y los cementerios secretos usados por el aparato de
período 1973-1990 alteran profundamente la naturaleza de seguridad militar.
la teatralidad política nacional y la transparencia del conoci- Para la colectividad nacional desinformada, el
miento que ella genera. La supresión, intervención, reforma o conocimiento de la actividad política que se desarrolla en la
clausura de las instituciones mediadoras entre la sociedad civil subterraneidad llega a través de rumores o de la irrupción
y el Estado, especialmente los partidos políticos, los gremios, traumática de actos violentos que quedan desvirtuados en
los sindicatos y los medios de comunicación masiva, dividen cuanto a su origen real. En estas circunstancias la colectividad
la percepción del espacio público entre una superficie y una reacciona adoptando una actitud escéptica o cínica ante el co-
subterraneidad que funcionan con lógicas mutuamente ex- nocimiento, hecho demostrado en dos características funda-
cluyentes o diferentes de la experiencia vivida por la gran mentales: la sobreinterpretación de toda información, puesto
mayoría de la colectividad nacional. En la superficie, la con- que los sucesos nunca pueden ser evaluados de acuerdo con
ducta del Estado militarizado se manifiesta de acuerdo con su aspecto empírico, suponiéndose siempre una intención
ceremonias de sentido épico y verticalista que refuerzan una mañosa y oculta; y también suspendiéndose la credibilidad:
voluntad indeclinable y abrumadora para la desmovilización todo suceso puede ser atribuido a cualesquiera de los actores
de toda actividad política independiente y la destrucción físi- políticos en conflicto, en especial los sucesos oficialmente
ca de la disidencia organizada. Así el poder militar se exhibe atribuidos a “terroristas”. Para la “opinión pública” un asesinato
como fuerza narcisista que refleja sus deseos sin dialogar ni político podía ser atribuido indistintamente al MIR, al Frente
reconocer interlocutores que representen legítimamente los Patriótico Manuel Rodríguez, a la DINA, a la CNI u, hoy en día,
variados intereses de la sociedad civil. A la vez se preocupa a la DINE o al Movimiento Juvenil Lautaro.
por irradiar una complaciente imagen de absoluta normalidad Así las cosas, la reconstrucción de la verdad
y paz social durante el proceso de imposición de su política como producción social queda sujeta al acceso a espacios
social y económica. severamente restringidos -representantes de los servicios de
Las castas políticas de oposición antimilitar seguridad militar, organizaciones de defensa de los derechos
compensan la imposibilidad de manifestarse públicamente humanos, corporaciones privadas de investigación social- para
desplazándose hacia una subterraneidad en la que buscan la lo cual el ciudadano común generalmente no tiene tiempo,
supervivencia, el reagrupamiento, la reflexión sobre las causas deseos ni capacidades. Aunque sí tuviera estas capacidades,
de la derrota, la reorganización y el reciclamiento ideológico- este viaje espacial, intelectual y emocional a los espacios de la
doctrinario. Su manifestación pública queda reducida a zonas subterraneidad sumergerían al ciudadano común en lógicas

41 42
políticas que sin duda pondrían en crisis toda orientación en Rodríguez constituye un caso paradigmático.
cuanto a la identidad humanística de la comunidad nacional Desde una perspectiva antropológica, la opacidad
a la que pertenece, cuestionándose, por ende, el significado de estas subterraneidades, prohibiciones, desconocimientos y
tanto de su propia identidad cultural como de la colectiva. silencios es un índice que puede revelar y configurar situacio-
De allí que los procesos de redemocratización después de nes de tabú. El tabú constituye una de las formas más horribles
las dictaduras militares neoliberales estén marcadas por la de teatralidad social y política, condicionadora de los actos
tentación de alcanzar la reconciliación mediante el olvido y más denigrantes contra la persona humana y oscurecedores,
el ocultamiento consciente de la verdad por todos los secto- a largo plazo, de la verdad histórica. Se podría afirmar que, a
res en conflicto, sin excepción. Por el contrario, todo criterio partir de 1973, en especial desde 1978 y sin duda hasta el
terapéutico, en los sentidos más amplios que pueda tener presente, las principales autoridades culturales chilenas -la
este término, indican que esas lógicas subterráneas deben Iglesia Católica, las Fuerzas Armadas, los partidos políticos-
ser finalmente captadas y exhibidas a la luz pública para una han contribuido a la generación de un tabú sobre la naturaleza
catarsis, si es que se aspira a la sanidad comunitaria. real de la violencia política vivida. Ello limita fuertemente la
En estas circunstancias, la crisis de capacidad de capacidad comunitaria de conocer aspectos fundamentales y
conocimiento comunitario y, por tanto, de identidad cultural, extremadamente dolorosos de su historia contemporánea.
es mucho más intensa en lo que respecta a las organizaciones Persigamos la noción de tabú.
políticas marxista-leninistas. Por la existencia obligatoria de El tabú es un mecanismo mental y simbólico de
elementos conspirativos en sus estructuras y en su actividad, defensa mental que en primera instancia emana de autori-
aspectos históricos de relevancia para la misma organización, dades culturales colectivas, en situaciones que señalan un
para la subcultura que representan y para la colectividad peligro radical para la supervivencia del orden social existente
nacional, a la que indudablemente impactan, deben quedar (16). El reconocimiento colectivo del poder de esas autoridades
para siempre desconocidos. Con ello se da la insólita y para- les permite establecer límites simbólicos ante esa amenaza,
dojal situación de que partidos que basan su acción social en signándola como elemento de impureza repugnante, que
el marxismo, discurso cultural fundador de la historia como menoscaba los valores más fundamentales que mantienen el
ciencia, en nombre del cual frecuentemente se han hecho los orden social. La invocación de la repugnancia ante lo impuro
sacrificios más heroicos, están condenados a poseer una his- permite que la autoridad establezca una economía de medios
toria de sí mismos profundamente oscurecida, esquemática, y fines en la administración del temor y el terror con que se
mutilada y aun inexistente. En el caso chileno, es indudable apelará a la colectividad para que rechace a los agentes de la
que los trabajos más reveladores sobre el Partido Comunista impureza amenazante. Así es como se llega a imputar a estos
provienen de personas ajenas a él, y aun de los servicios de agentes la categoría de ser encarnación y portadores de un
seguridad que lo combaten. Las peripecias del MIR bajo la maleficio tan potente, como para que su mera cercanía sea
dictadura son prácticamente desconocidas(15). Esto introduce suficiente para contagiar y traer anuncios de males aun peores
una ironía aún más intensa, en la medida en que los voceros en el futuro. Por lo tanto, las autoridades culturales transmiten
marxista-leninistas niegan o permanecen mudos ante infor- a todos los puntos cardinales prohibiciones de contacto con
mación que ellos consideran “delicada”, pero que, en realidad, los seres maléficos. Para nombrarlos se utiliza un lenguaje que
ya constituye un “secreto a grandes voces”. En este sentido, la los cubre de una aureola de misterio ponzoñoso -”terroristas”,
relación del Partido Comunista con el Frente Patriótico Manuel “subversivos”, “antisociales”,”agentes de la represión”- que

43 44
simultáneamente exacerba la repugnancia ante los agentes convivencia colectiva. Los tabús se alimentan de una energía
del mal y su anormalidad perversa y los condena a la nada, mental que surge de los temores más atávicos de la especie
a la inexistencia como entidades sociales realmente funcio- humana. Se podría decir, por tanto, que los períodos en que
nales y necesarias para las dinámicas de ciertos momentos imperan los tabús son momentos de regresión cultural, en que
históricos. Con ello se condiciona mental y simbólicamente a las autoridades promueven activamente la incapacidad de la
la población para que las autoridades culturales procedan a conciencia colectiva para el examen realista de los procesos
aislar a los seres de maleficio y los destruyan sacrificialmente que perturban una convivencia a la que están forzadas por el
para desinfectar “el cuerpo de la sociedad”: “Separar a estas hecho ineludible de conformar un Estado-nación. De allí que
personas del resto del mundo para que el peligro espiritual la literatura psicoanalítica asocie situaciones de tabú con la
que atemoriza no lo alcance, ni lo contamine, es el propósito neurosis obsesiva en cuanto promueven personalidades que,
de los tabús que se deben respetar. Estos tabús funcionan, por su excesiva sumisión y adherencia a la autoridad, viven
por así decirlo, como aisladores eléctricos para contener la estados de paranoia constante. Esta paranoia, sin embargo,
energía espiritual de estas personas e impedir que inflijan no genera un conocimiento más lúcido sobre la objetividad
sufrimiento o daño por contacto con el mundo exterior” (Stei- de las relaciones humanas circundantes. Más bien predomina
ner, p. 99). De allí la tendencia pública -en el caso chileno- a un oscurecimiento de ellas por la tendencia a un ensimis-
negarse a contemplar rectamente el daño a largo plazo que mamiento que privilegia por sobre todo las culpas propias y
procede del internamiento de miles de personas en campos ajenas en nombre de los valores tradicionales más arcaicos(17).
de concentración y centros de tortura, junto con los daños Desde otra perspectiva conceptual, un equipo del Instituto
psíquicos sufridos por quienes los administraron. En la medi- Latinoamericano de Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS,
da en que exhiban su poder en estos rituales de destrucción Santiago de Chile), dedicado al trabajo con los damnificados
purificadora, las autoridades culturales que han propiciado el de la violencia política, converge a una propuesta similar: “Los
tabú crecen en importancia, grandeza, rango y jerarquía ante quince años de violación sistemática de los derechos humanos
sí mismas y ante la colectividad que les reserva un temor cada han determinado un sentimiento de amenaza permanente y la
vez más reverencial. Se trata de un crecimiento de prestigio en estructuración de defensas psicológicas frente a ello. En tanto
la medida que el tabú se difunde a partir de una situación de la alteración social se transforma en un hecho normal, la nega-
poder indiscutido por parte de las autoridades culturales. Por ción, el intento de olvido o la postergación del problema ad-
lo tanto, ellas tienen una iniciativa muy difícil de neutralizar quieren el carácter de mecanismos adaptativos a la situación.
por parte de los seres demonizados, convertidos en demonios. Esto permite que el significado real de la vulneración de los
Puesto que todo hecho social responde a relaciones humanas derechos humanos permanezca oculto y produce una visión
mutuamente condicionadoras para los participantes, las vícti- de futuro donde la necesidad de elaboración del daño se sus-
mas del tabú generalmente terminan por adoptar modos de tituye por el deseo de encontrar la armonía. Se conforma así
conducta que, “a los ojos de todo el mundo”, parecen reforzar una nueva negación paradojal al intentar superar las rupturas
la validez de las prohibiciones e interdicciones impuestas. y el sufrimiento de manera no conflictiva, no contradictoria.
Como queda dicho, la condición fundamental Funcionar como si la ‘reconciliación’ fuera posible, sin hablar
para que surja la posibilidad de difusión de un tabú son pro- durante largo tiempo de lo que nos divide, sin hacer referen-
fundos disturbios sociales que fragmentan radicalmente la cia al daño a que hemos estado y estamos expuestos, pasa a
ser sólo una máscara de rostro armónico, lo que en lugar de

45 46
facilitar la convivencia nacional pacífica se encaminaría a lo las víctimas interdictas son tanto o más importantes que las
contrario”(18). autoridades culturales que representan a los vencedores.
Por ello es que, considerada la hipótesis que rige
los argumentos que siguen -la existencia de una situación de
tabú en cuanto a la naturaleza real de la violencia política en la
cultura política chilena actual- el sentido de una posible con-
tribución de este trabajo a reflexionar sobre el movimiento de
derechos humanos debe ser entendida como un esfuerzo por
penetrar la maraña de distorsiones generada por el tabú social,
ofreciendo, por tanto, una visión más realista. Dada la visión
demonizadora de las relaciones humanas generada por una
situación de tabú, ese mayor realismo debe obligatoriamente
pasar por la recuperación de la categoría de personas para los
seres a quienes la autoridad cultural imputa la encarnación
del maleficio más perverso, los “terroristas”, cualquiera sea su
bando político.
Digámoslo más claramente. Puede que gran
número de personas se horrorice ante las violaciones de los
derechos humanos perpetradas por los servicios de seguridad
militar. Sin embargo, es también imperativo considerar que
su metodología les aseguró un éxito rápido y a bajo costo en
un conflicto social inevitable, que pudo haber traído consigo
daños masivos incalculables. Del mismo modo, es posible dis-
crepar absolutamente del proyecto político que representara
el FPMR en un momento de la historia chilena. Sin embargo,
es imposible desconocer que la solución del estancamiento
catastrófico a que llegó la negociación política en Chile hasta
1986 demandaba la aplicación de alguna forma de agresividad
política dirigida a oponentes o a uno mismo, llámesela “no-vio-
lencia activa”,”desobediencia civil”, “creación de las condiciones
de ingobernabilidad del país”, “Política de Rebelión Popular de
Masas”, “insurrección nacional” o “represión de la subversión y CONFIGURACION DEL TABU DEL
el terrorismo”. Sin embargo, ante la evidencia patente de una
violencia política sistemática, organizada y constante a través CONFLICTO
de diecisiete años, tanto por parte de la Izquierda como por
el régimen militar, las autoridades culturales mencionadas
ARMADO EN CHILE
negaron que en Chile se desarrollaba un conflicto armado.
Espero demostrar que, en la configuración de este tabú, la
participación de las autoridades culturales que representan a

47 49
esta fecha se constituyen en Junta de Gobierno y asumen el
Mando Supremo de la Nación, con el patriótico compromiso
de restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad
quebrantadas, conscientes de que ésta es la única forma de
ser fieles a las tradiciones nacionales, al legado de los Padres
de la Patria y a la Historia de Chile, y de permitir que la evo-
lución y el progreso del país se encaucen vigorosamente por
los caminos que la dinámica de los tiempos actuales exigen
a Chile en el concierto de la comunidad internacional de que
forma parte”.
Tal legitimación del nuevo poder apela directa-
mente a la sacralidad mediante el Derecho Natural, doctrina
legal que atribuye el origen y sentido primero de toda ins-
titucionalidad social a los designios de Dios manifestados a
través de la historia particular de las colectividades nacionales
y encarnada en sus autoridades. Por su origen en la divinidad,
el Derecho Natural es, por tanto, superior al derecho positivo,
basado como está “solamente” en los poderes prácticos de la
voluntad humana para implementarlo. De allí que quienes
adhieren a esta doctrina legal le atribuyan preeminencia sobre
las normas constitucionales: es la voluntad divina la que con-
figura el perfeccionamiento de los seres humanos. El Derecho
Natural fue invocado poco tiempo después del golpe militar
del 11 de septiembre de 1973. En un escrito titulado “La Legiti-
midad de la Junta de Gobierno”, Héctor Riesle Contreras, cate-
drático de Derecho en la Universidad de Chile y en la Pontificia
Universidad Católica de Chile, ponía su prestigio al servicio del
Por virtud de la fuerza arrolladora que utilizaron nuevo régimen afirmando: “Se ha depuesto a una tiranía en
para imponer su proyecto social, las Fuerzas Armadas se medio de la más profunda crisis moral, jurídica, económica
constituyeron en Chile como autoridad cultural capacitada y política de la historia de la Patria, en estado de guerra civil
para infundir el estímulo inicial y más importante para la latente, y apenas se logró evitar un autogolpe acompañado
configuración del tabú esbozado. Un acápite en el Acta de de un monstruoso genocidio. En tales circunstancias el bien
Constitución de la Junta de Gobierno del 11 de septiembre de común exige imperiosamente, y el Derecho Natural manda,
1973 señala el sentido redentor de su toma del poder ante el asumir la totalidad del poder para superar la crisis, consolidar
peligro de que la sacralidad de la colectividad nacional siguie- la unidad nacional, restablecer la moral y el orden y poner a la
ra debilitándose y, finalmente, quizás quedara disuelta: “Con Nación en la senda. Esto es una exigencia objetiva de la razón
para realizar el bien común y Santo Tomás de Aquino nos ense-

51 52
ña que todo lo que la razón practica nos exija en orden al bien respetarse las características que históricamente configuren
común tiene carácter de ley. Los romanos habían expresado la sana identidad y el ser propio normal del cuerpo social que
la misma verdad en el célebre aforismo para tiempos de crisis se regule, en cuanto ellas no sean contrarias al Derecho Na-
‘salus populi suprema lex esto’. De aquí que la Junta no sólo tural, ya que de éste y de la costumbre habrán adquirido una
tuviera el derecho, sino el deber de asumir todos los poderes vigencia que conviene respetar en pro de la mantención de los
necesarios para salvar la República, para asegurar la existencia elementos que hayan probado servir a la causa de la perfec-
y el destino de la Nación. Por ello todas sus resoluciones han ción del cuerpo social. Por el contrario, aquellos que se hayan
sido legítimas y válidas, incluso la dictación de decretos-leyes demostrado perjudiciales a dicha finalidad deberán extirparse,
para establecer el Estado de Sitio y para disolver el Congre- constituyendo tal imperativo, en cuanto debe cumplirse en el
so”(19). ejercicio del poder constituyente originario, una limitación del
El Derecho Natural fue invocado nuevamente mismo, justificada por el deber de apartarse de todo aquello
en 1980, cuando un grupo de jurisconsultos de la Pontificia que desvíe al hombre de su camino de perfección y de los
Universidad Católica de Chile emitió una opinión de apoyo medios que le sirven para recorrerlo”(p. 53).
al plebiscito constitucional de septiembre de ese año, con el De este modo una doctrina legal antiquísi-
que el régimen militar afianzó su institucionalidad política: ma como el Derecho Natural fue alineada con la Doctrina de la
“En consecuencia, cada vez que se produzca el rompimiento Seguridad Nacional para hacer de la lucha contra el gobierno
de una institucionalidad jurídica anterior, como ocurrió el 11 de la Unidad Popular, y de las prácticas políticas que habían
de septiembre de 1973, se hará menester, por imperativo de permitido su surgimiento, una manifestación más de la Tercera
la convivencia social, estructurar y crear una nueva institucio- Guerra Mundial entre la Civilización Occidental y Cristiana y
nalidad que permita al respectivo conglomerado humano la el Comunismo Internacional. No obstante lo evidente de tal
obtención de su bien común, es decir, el orden de la sociedad alineamiento, para los argumentos que siguen es de mucho
que haga posible lograr la perfección de sus miembros. Al es- mayor importancia establecer que se ha atribuido demasiada
tablecer la institucionalidad y todo el ordenamiento jurídico, importancia a la introducción de la Doctrina de la Seguridad
primero en el ejercicio del poder constituyente originario y Nacional en las Fuerzas Armadas chilenas como factor ideo-
luego a través de los poderes constituidos, se da concreción lógico esencial de su práctica represiva. En realidad, aunque
al Derecho Natural, en el que el Estado tiene su propio fun- esa introducción fue consecuencia funcional de la Guerra Fría,
damento. La ley se busca en la naturaleza humana y en la no fue un injerto mecánico de un elemento extranjero, sino
historia, a partir de verdades trascendentales que limitan la una continuidad orgánica de la tradición de pensamiento ma-
arbitrariedad y van forjando el derecho en continuo anhelo quiavélico sobre la política y la guerra, tradición preexistente
de mejoramiento, siempre con ayuda de los datos que pro- de larga data en el Ejército(21). En este sentido, generalmente
porciona la razón y la historia”(20). se indica la genealogía de una concepción de la guerra con
El llamado de los jurisconsultos contenía, además, una máxima originada en Von Clausewitz: “la guerra es la
una apología de la violencia militar que sin duda se refería a los continuidad de la política por otros medios”. Sin embargo, la
métodos de represión utilizados por los servicios de seguridad tradición maquiavélica que se alza detrás de esta afirmación
militar para extirpar a los seres maléficos de la Izquierda que tiene mayor afinidad y capacidad explicativa de la conducta
oponían resistencia: “Del mismo modo, no podían dejar de militar durante la dictadura que la Doctrina de la Seguridad
Nacional. Aun la más somera revisión de conceptos centrales

53 54
en Maquiavelo sobre la relación entre política y guerra de- Es decir, la aplicación de fuerza cumple una función social
muestra iluminadoras afinidades. revitalizadora de valores sociales originarios. El buen estadis-
Para Maquiavelo la buena administración social ta debe comprender, entonces, que la política y la aplicación
para la paz y la prosperidad se fundamenta en una fuerza mili- de fuerza militar no son actividades diferentes aunque com-
tar garantizadora del orden interno del Estado y de su defensa plementarias, sino un grado mayor o menor de énfasis en
ante la agresión externa(22). De allí su aforismo de que la buena el mismo espectro de opciones para el mantenimiento del
ley descansa sobre las buenas armas. Se trata de un pensa- orden social. Los argumentos de los profesores de derecho de
miento que aspira a un realismo radical y escéptico sobre la Universidad Católica citados con anterioridad ilustran este
la esencia ética de la naturaleza humana. Este pensamiento punto óptimamente.
surge de una expectativa mínima en cuanto a la humanidad Por ello es que, en Maquiavelo, el devenir social es
-aunque nunca pierde conciencia de la existencia del bien, comparable a una batalla entre el “ejército” del líder político y
todo ser humano es, en realidad, profundamente egoísta y las fuerzas del “enemigo” potencial, es decir, toda la sociedad
ambicioso, preparado, por tanto, a cometer las vilezas más civil. Ya que el objetivo es asegurar la estabilidad social, la
extremas. La ambición de poder genera ciclos perennes de única razón de ser de la fuerza armada en esta empresa es ase-
faccionalismo, violencia, conspiración, caos y autoritarismo, gurar la victoria con cualquier medio a su alcance, sin importar
corrompiendo inevitablemente a toda sociedad. Por lo tanto, su naturaleza, con total exclusión de consideraciones morales
neutralizar la corrupción social debe ser una de las preocu- que pudieran debilitar la resolución de alcanzar la victoria. En
paciones principales del estadista. En esta tarea éste sufre las esto el buen estadista debe demostrar virtudes de audacia,
mismas tensiones de todo ser humano: el estadista debe traer valentía, resolución a toda prueba y, por sobre todo, flexibi-
el bien a la comunidad siendo él mismo un ser de tendencias lidad para adaptarse a circunstancias en cambio constante.
a la corrupción. En la lucha entre el bien y el mal el estadista Indudablemente esta lógica explica las hábiles “movidas de
debe contemplar rectamente el lado maligno de su propia cadera” del general Augusto Pinochet en los años críticos para
personalidad, ya que ella le indicará el grado de maldad de su gobierno, a partir de 1983: mientras por una parte parecía
que son capaces los otros seres humanos. Esta contempla- buscar la relajación de los conflictos mediante una supuesta
ción permite una vigilancia permanente de la población, a la “apertura” política con el Ministro Onofre Jarpa, también podía
búsqueda de signos de rebeldía y de la oportunidad para la desplegar dieciocho mil tropas en una ocasión para la reprimir
aplicación periódica de una fuerza correctiva contundente. las Protestas Nacionales. En términos maquiavélicos, se trata
Si la violencia es necesaria, se la debe aplicar de una vez por de la buena dosificación de estímulos de amor y terror en la so-
todas, de manera inmisericorde, evitando los daños colectivos ciedad civil para la conducción de la política. El buen estadista
que podrían causar los tapujos morales en una guerra prolon- debe comprender, sin embargo, que la posibilidad más cierta
gada, de desgaste. A través de generaciones de oficiales, esta de triunfo está en la correcta diseminación del terror, pues éste
premisa ha sido de particular importancia en el Ejército de está bajo su control, mientras que la reacción de amor hacia
Chile. el gobernante surge sólo de los seres dominados y es, por
En lo político, la aplicación de fuerza es constante, tanto, impredecible. A pesar de todo, los estímulos de amor y
con sentido ejemplar, correctivo y didáctico, puesto que debe terror deben mostrarse con equilibrio, puesto que el balance
recordar y retraer a la sociedad civil a los principios origina- apropiado corresponde con la misión del estadista en cuanto
rios sobre las que se fundara, de los que tiende a desviarse. a lograr el equilibrio social. Aunque el estadista debe ser si-

55 56
multáneamente temido y amado, debe evitar que se lo odie; plo, se considera irracional la destrucción no estrictamente
debe mantener una intachable reputación como protector del indispensable de personal o recursos bélicos del enemigo, ya
bien colectivo. Para lograrlo, si la razón de Estado requiere que que ello demanda gastos, desgaste de equipo y bajas innece-
extirpe el mal social de manera cruel y despiadada, a la vez sarias en la tropa. Además, ordenar la destrucción innecesaria
debe distanciarse de sus agentes de violencia, mostrándose de vidas puede afectar la conciencia ética de la fuerza armada,
con una máscara de bondad a toda prueba. No podría haber desmoralizándola; en última instancia esto minaría su efecti-
mejor explicación de la lógica del llamado “Conflicto de Baja vidad combativa. Por otra parte, la destrucción desmedida,
Intensidad”(23) -también llamada “guerra sucia”- aplicada por descontrolada, podría provocar la pérdida de disciplina militar
el régimen militar en Chile. La acción subterránea, constante al sugerir tácita o explícitamente alguna forma de pacto ilícito
y coordinada de cuerpos especializados para la represión entre oficialidad y subordinados. Tampoco puede descontarse
como la DINA, el Comando Conjunto y la CNI permitieron al que, más adelante, el enemigo recupere su capacidad ofen-
gobierno aniquilar a cuadros claves en la reconstrucción de la siva y se sufran represalias de daño incalculable. De allí que
red clandestina de la Izquierda, mientras la autoridad podía convenga a todas las partes en conflicto bélico ahorrar vidas
negar todo conocimiento del destino de los desaparecidos. e implementos.
En el contraste entre la acción real del aparato Es de importancia considerar que bajo este mis-
de seguridad de las Fuerzas Armadas -el Conflicto de Baja mo principio humanitario se podría argumentar en favor del
Intensidad- y su afirmación de la existencia de una guerra empleo de la tortura en las operaciones del Conflicto de Baja
constante contra la subversión comunista yace el núcleo de Identidad. Utilizarla para extraer información de un enemigo
significaciones que constituye el tabú del conflicto armado podría ser un procedimiento válido a corto plazo, en la me-
desde la perspectiva del régimen militar. Se trata de un con- dida en que favoreciera un ahorro general de bajas en en un
traste altamente paradójico: por una parte se afirma el estado combate próximo o en una guerra civil potencial. En este caso
de guerra, pero simultáneamente se niega el ejercicio de sus se justificarían los métodos empleados por la DINA inmedia-
métodos prácticos -la “guerra sucia”. tamente después del golpe militar.
La vigencia de una concepción maquiavélica en el Esta variante del concepto de “necesidad mili-
nexo política-guerra no sólo se refiere a una tradición militar tar” se hace problemática si se introducen las obligaciones
chilena. También responde al debate mundial contemporáneo internacionales contraídas por los Estados ratificantes de los
sobre la ética militar en tiempo de guerra que se iniciara con Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos Adicionales
los juicios de Nüremberg, a fines de la Segunda Guerra Mun- de 1977. Al momento del golpe militar de 1973, Chile había
dial. El meollo de este debate está en el concepto de “necesi- ratificado solamente los Convenios de 1949, aunque había
dad militar”. Este corresponde a la noción maquiavélica de que firmado los Protocolos Adicionales. En este caso responden
la razón de ser de toda fuerza armada es asegurar la victoria a la necesidad militar únicamente los recursos no prohibidos
rápidamente, utilizando cualquier medio. Una de las variantes por las Normas Fundamentales del Derecho Internacional
del concepto de necesidad militar reafirma esta obligación Humanitario Aplicables en los Conflictos Armados. Por tanto,
absoluta de usar todo recurso para alcanzar fines estratégicos durante su gobierno las Fuerzas Armadas chilenas tenían la
y tácticos. Sin embargo, en la época contemporánea se le han obligación de respetar la cuarta norma fundamental y las
introducido racionalidades tanto humanitarias como de lo que organizaciones de derechos humanos podían demandar ese
podría llamarse “costo efectivo” o prudenciales(24). Por ejem- respeto: “Los combatientes capturados y las personas civiles

57 58
que estén en poder de la parte adversa tienen derecho a que mente para aceptar e, incluso, incentivar la comisión de todo
se respeten su vida, su dignidad, sus derechos personales y sus tipo de atrocidades. Sin embargo, los mandos se cuidan de
convicciones. Serán protegidas contra todo acto de violencia que no quede evidencia material de que ellos mismos acepten
y de represalia. Tendrán derecho a intercambiar noticias con e incentiven esas atrocidades. Por tanto, así se cumple uno de
los respectivos familiares y a recibir socorros”(25). los requisitos fundamentales del Conflicto de Baja Intensidad:
Ahora bien, la redacción ambigua del Código de llevar a cabo una política general de destrucción de redes de
Justicia Militar chileno permitió la latitud suficiente para que insurgencia clandestina creando, a la vez, las oportunidades
los Altos Mandos operaran siempre con la variante maquiavéli- para que los Altos Mandos puedan negar haber dirigido la
ca más ortodoxa del concepto de necesidad militar, creándose comisión de crímenes específicos contra la humanidad. Si
la ambigüedad necesaria como para que el cumplimiento de es que finalmente se quisiera encontrar un chivo expiatorio,
las normas humanitarias de los Convenios de Ginebra de 1949 quizas los Altos Mandos entreguen a algún subordinado
no constituyera una preocupación central en las relaciones menor. Sin embargo, este puede alegar la obligatoriedad del
entre oficialidad y tropa. Esto fue así por dos razones: primera, cumplimiento de órdenes ilícitas según el Reglamento. La
porque en el Código de Justicia Militar la diferenciación entre responsabilidad queda así diluida en un circuito infinito. En
el enemigo externo y el interno aparece con características las citas que siguen haré notar estas ambigüedades con letras
extremadamente vagas y porque la designación de quién es cursivas y negritas.
enemigo queda al arbitrio formal exclusivo de la autoridad En el artículo 418, se establece que para “los efec-
que así lo designa. Segunda, porque en el momento de asu- tos de este Código, se entiende que hay ‘estado de guerra’, o
mir la responsabilidad por violaciones de derechos humanos que es ‘tiempo de guerra’, no sólo cuando ha sido declarada
que presume el Derecho Internacional Humanitario, según oficialmente la guerra o el estado de sitio, en conformidad a
el Código de Justicia Militar el subordinado se ve forzado a las leyes respectivas, sino también cuando de hecho existiere
cumplir toda orden, aunque sea ilícita y contra su conciencia. la guerra o se hubiere decretado la movilización para la misma,
Veamos. aunque no se haya hecho su declaración oficial”(26). Luego, en
Supuestamente es el oficial superior el que asu- el artículo 419 se establece que “Se considera que una fuerza
me la responsabilidad legal por las órdenes impartidas. No está ‘frente al enemigo’ no sólo cuando notoriamente lo tenga
obstante, a la vez éste queda también sujeto al imperativo a su frente, sino desde el momento que haya emprendido
de cumplir órdenes ilegales, en una cadena que difumina res- los servicios de seguridad en contra de él. Y se entiende por
ponsabilidades últimas por toda la institución militar, sin que ‘enemigo’, para estos efectos, no solamente el extranjero, sino
haya, finalmente, individuos responsables. Puede entenderse cualquiera clase de fuerzas rebeldes o sediciosas organizadas
este juego de difuminación de responsabilidades si se sitúa el militarmente” (Astrosa, p. 580). En el artículo 420 se agrega
Reglamento de Disciplina para las Fuerzas Armadas en el con- que “Se considera que una fuerza está ‘en campaña’ cuando
texto del Conflicto de Baja Intensidad y de la lógica particular opera en plazas, territorios enemigos, o en plazas o territorios
con que en él se manifiesta la necesidad militar. Este tipo de nacionales declarados en estado de asamblea o de sitio, aun-
guerra hace imperativa la formación de grupos especiales para que ostensiblemente no aparezcan enemigos en él” (Astrosa,
lograr los objetivos trazados por los Altos Mandos según direc- p. 581). Es evidente, entonces, que, para esta concepción de la
tivas muy generales. Para lograr estos objetivos con máxima necesidad militar, en la constitución de un poder de facto las
rapidez, los grupos especiales son condicionados psicológica- Fuerzas Armadas no tenían sino que apelar a la formalidad de

59 60
ordenar arbitrariamente la movilización y tomar providencias nado debe cumplir una orden sin examen ni discusión. Este
de seguridad para que existiera un estado de guerra. Esto absolutismo es negado en la “Teoría de la obediencia relativa”,
podría explicar la facilidad del recurso a los Estados de Sitio que predomina en países democráticos y que predominó en
y de Emergencia, estados de excepción con que gobernara el los juicios de Nürenberg contra los nazis. Según ésta, el infe-
régimen militar. Según la Corte Suprema, éstos le permitían rior es considerado ser humano de inteligencia y conciencia
derogar derechos humanos fundamentales en la aplicación moral, que puede y debe negarse a cumplir una orden ilegal.
de las tácticas represivas que caracterizaran al régimen: hasta El Código de Justicia Militar chileno se adhiere a la “Teoría de
1977, la ejecución de prisioneros de guerra sin juicio regular, el la obediencia reflexiva”, de origen alemán, ubicada en un es-
secuestro de personas y su desaparición forzada; desde 1983 pacio intermedio entre las anteriores. El comentarista señala la
en adelante, la tortura aplicada masivamente, el homicidio antinomia oculta en esta última teoría haciendo énfasis en el
directo o justificado con falsos enfrentamientos entre “terro- sentido cosmético que tiene la manifestación de discrepancia
ristas” y los servicios de seguridad, las violencias innecesarias ante la orden por parte del subordinado -punto legal llama-
resultantes en lesiones graves o muerte, las relegaciones. do remostratio. Para ello agrega la opinión de un experto en
En cuanto a la obligación de la oficialidad y de cuanto a que la “mera remostratio es inadmisible: de un lado,
la tropa subordinada en el cumplimiento de órdenes consi- porque conduce a la suspensión de la orden —lo que en la
deradas ilícitas por los Convenios de Ginebra, nótese que el subordinación militar es intolerable-, y, de otro, porque lleva
Reglamento de Disciplina para las Fuerzas Armadas dice: “Toda a la obediencia ciega, ya que con arreglo de la teoría de la
orden del servicio impartida por un superior debe cumplirse remostratio, si el superior reitera la orden suspendida por el
sin réplica, salvo si el inferior que ha recibido la orden sabe inferior, la orden ha de cumplirse” (Astrosa, ver su comentario
que el superior, al dictarla, no ha podido apreciar suficiente- al art. 214, pp. 343-351). En el hecho se podría postular que
mente la situación, o cuando los acontecimientos se hayan el sentido último de esta antinomia es proteger a las Fuerzas
anticipado a la orden, o parezca que ésta se ha obtenido por Armadas como corporación ante todo cargo posible de ile-
engaño, o se tema, con razón, que de su ejecución resulten galidad. Es fácil así transferir la responsabilidad a individuos
graves males que el superior no pudo prever, o la orden tienda que en situaciones específicas pueden ser sacrificados como
notoriamente a la perpetración de un delito. En tales casos chivos expiatorios, salvaguardándose la reputación institucio-
podrá el inferior suspender momentáneamente el cumpli- nal. Más adelante tendremos ocasión de volver a este punto,
miento de tal orden, y en casos urgentes modificarla, dando una vez que examinemos las estrategias de la Izquierda ante
inmediatamente cuenta al superior [...] Si éste insiste en su el poder militar ya definitivamente establecido.
orden, deberá cumplirse en los términos en que fue dada [...] En el camino hacia la demostración de la exis-
Las responsabilidades que puedan resultar del cumplimiento tencia de un tabú sobre el conflicto armado en la sociedad
de las órdenes corresponden al superior que las dicta. Los chilena, no debemos olvidar que el marxismo-leninismo
subalternos no pueden reclamar de ellas ni comentarlas” predominante en el período de la Unidad Popular coincidía
(Astrosa, p. 844). En su comentario, el principal experto chi- con la lógica maquiavélica de los militares, por lo menos a
leno en la materia, Renato Astrosa Herrera, llama la atención partir de su vertiente clausewitziana —es decir, el nexo de
sobre la ambigüedad de este procedimiento situándolo entre continuidad entre guerra y política en la marcha al socialis-
otras teorías de la obediencia militar. Menciona la “Teoría de mo. Indice de esto fue un aspecto del programa de apoyo
la obediencia absoluta”, de origen francés, en que el subordi- ideológico al gobierno de la Unidad Popular emprendido por

61 62
la Empresa Editora Nacional Quimantú, de propiedad estatal. un tipo de socialismo sin dictadura del proletariado. Nosotros
Se trata de la serie Cuadernos de Educación Popular, cartillas sabemos que cuando se afirma esto se está tratando de tran-
de divulgación teórica escritas por Marta Harnecker -conocida quilizar a sectores de la pequeña burguesía que se horrorizan
como la introductora del marxismo-leninismo de Althusser a ante la palabra dictadura, pero al hacer esto se está negando
Latinoamérica- y publicadas masivamente para responder un principio teórico fundamental del marxismo. Y esto va
“a la necesidad que tiene cada país de producir sus propios contra lo que Lenin decía: la necesidad de no rebajar el nivel
textos de educación política para elevar la conciencia de las de conciencia de las masas” (p. 26).
grandes masas y permitir que sean ellas quienes construyan Todos estas configuraciones ideológicas indi-
en forma efectiva y creadora su propio futuro”. La publicación caban, por tanto, que la transición al socialismo debía con-
de la serie se inició en fechas cercanas al golpe militar de templar, en última instancia, una confrontación violenta. De
septiembre de 1973, sin duda respondiendo a su inminencia. hecho, todo el mundo la esperaba. La Junta Militar demolió
En la cartilla 11, del mes de marzo de 1973, titulada Estra- esa transición aplicando las normas de “de estado o tiempo
tegia y táctica, se situaba el programa político de la Unidad de guerra” contempladas en el Código de Justicia Militar.
Popular explícitamente en un contexto bélico: “Para Lenin, Dadas estas circunstancias, en la defensa y protección de las
la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía debía víctimas reales o potenciales de la represión se pudo haber
ser concebida como una guerra. En ella el proletariado sólo apelado consistentemente a las Leyes Humanitarias del Con-
podía triunfar si sus sectores más avanzados lograban darse flicto Armado de los Convenios de Ginebra y sus Protocolos
una organización parecida a la de un ejército, capaz de movi- Adicionales, particularmente al artículo 3 de los Convenios,
lizar en forma inteligente y disciplinada a las grandes masas común a todos ellos y aplicable tanto a los conflictos arma-
proletarias contra sus explotadores. Esa organización es el dos internacionales como a los internos. Como ya se indicara,
partido del proletariado [...] El partido proletario es, entonces, éste establece protecciones fundamentales para los no com-
la organización que debe dirigir el proceso revolucionario, que batientes y los combatientes que hayan depuesto las armas.
conduce al proletariado y al pueblo como si se tratara de una La base para ello estaba en que la Junta militar inicialmente
guerra contra el ejército enemigo” (p. 11). La estrategia de ani- daba a los oponentes el trato de “prisioneros de guerra”. Sin
quilamiento requiere que el enemigo principal —los sectores embargo, según abogados entrevistados, este recurso no fue
burgueses asociados con el capital imperial, los latifundistas, el utilizado de manera homogénea ante los Consejos de Guerra
capital monopólico— sea aislado y debilitado introduciendo en la defensa de “prisioneros de guerra” durante el período
divisiones entre sus propios aliados de clase, creando así una inmediatamente posterior al golpe militar. Diversas razones
situación favorable al partido de vanguardia —una correlación intervinieron en ello: en esa época era escasísimo el número
de fuerzas— que permita al partido darle un golpe de gracia de abogados conocedores del Derecho Internacional Huma-
con la aplicación de una fuerza militar. Por ello es que, en la nitario. Nótese que el primer texto pedagógico y de acopio
cartilla 12, titulada Alianzas y frente político, de abril de 1973, jurídico al respecto (La seguridad del Estado y los derechos hu-
se explicaba la creación de esa correlación de fuerzas como manos; Santiago de Chile; Academia de Humanismo Cristiano;
complicadas maniobras de alianzas tácticas temporales sobre de Hernán Montealegre) sólo apareció en 1979. Por otra parte,
objetivos puntuales, aunque sin hacer concesiones de prin- según abogados entrevistados, la introducción de normas
cipios: “En este sentido, por ejemplo, los partidos proletarios del Derecho Internacional que podrían estar en conflicto con
de la Unidad Popular no pueden afirmar que en Chile existirá el derecho doméstico habría significado un desafío enorme

63 64
contra el autoritarismo verticalista de la tradición jurídica último quiere decir que el criterio de identificación de las le-
chilena. Esta exige que la argumentación legal se base estric- yes, y en general del derecho, es antes formal que sustantivo,
ta y restrictivamente sobre criterios formales y normativos y que, en consecuencia, para acordar validez a una ley, esto
establecidos por la jurisprudencia nacional. En cuanto a esto es, existencia y consiguiente pretensión de obligatoriedad,
vale la pena detenerse en algunos comentarios descriptivos los actores jurídicos constriñen su análisis, de preferencia, a la
de Agustín Squella sobre la cultura jurídica chilena(27), puesto cuestión de si la ley de que se trate ha sido o no instituida por
que refuerzan aún más aspectos jurídicos de la configuración el órgano o autoridad competente y dentro del procedimiento
del tabú del conflicto armado ya revisados. establecido por la Constitución, omitiendo así la consideración
-o bien posponiéndola o estimándola como algo de segundo
Refiriéndose a la relación entre esta tradición y orden- acerca de si, en cuanto a su contenido, la ley se ajusta
el poder del Estado como productor de normas jurídicas, el o no a las normas y principios que limitan su contenido. Este
autor comenta que “en la cultura jurídica nacional interna modo de pensar se traduce en una cierta convicción de que
prevalece la idea, o a lo menos un cierto modo de pensar y de es derecho todo lo que bajo ese nombre produce la autoridad,
sentir, favorable a lo que podría denominarse la omnipotencia sin importar mayormente su contenido” (p. 36).
del legislador” (p. 35). De allí que la principal metodología de Squella insiste sobre este último punto señalando
interpretación de la ley por parte de los jueces “no pueda ser que “prevalece igualmente la idea de que está plenamente jus-
otra que la de reconstruir la voluntad histórico-psicológica tificado, y de que posee pleno sentido, que los juristas circuns-
que el legislador, o sea, el autor de la ley, depositó en ésta, criban su tarea cognoscitiva a las normas jurídicas vigentes
privilegiándose entonces el método o elemento gramatical que se articulan en un ordenamiento jurídico dado, dejando
de interpretación de las leyes, así como el elemento o mé- de lado -o al menos sin confundirlas con la anterior- las tareas
todo histórico en sentido estricto, que busca reconstruir la que se refieren a indagaciones históricas sobre el origen de
historia documental de la ley interpretada. Esto último en las normas, a indagaciones sociológicas que busquen verificar
atención a que si la ley es sólo expresión de la voluntad de los efectos de las normas en la vida social, y por último, a las
quien la crea, el análisis de las palabras de que el autor de la pesquisas de tipo evaluativo y crítico en torno a esas mismas
ley se hubiere valido para expresar su pensamiento, lo mismo normas. Independencias, en suma, y tal vez en aislamiento, de
que el de los documentos anexos o complementarios en que la ciencia jurídica en sentido estricto, o dogmática jurídica, de
pudiera igualmente constar cuál fue su intención, tienen que la Historia del Derecho, la Sociología del Derecho y la Política
resultar, entonces, los medios más confiables para obtener Jurídica” (p. 45). Por tanto, en lo que respecta a la iniciativa
la reconstrucción de la posible voluntad del autor de la ley” posible de llamar la atención sobre la responsabilidad estatal
(p. 42). Para Squella las consecuencias de esta actitud son de proteger los derechos humanos, universalidad basada en
múltiples y acumulativas: en primer lugar, esto redunda en el Derecho Internacional, abogados y jueces tienden a consi-
una concepción estática del derecho que no contextualiza derarlos sólo en la medida que el poder legislador nacional los
su significación de acuerdo con las condiciones materiales haya considerado en su voluntad políticamente programada
originadoras de la legislación productora de derecho; esto en las normas y a someterse a los marcos restrictivos que
impediría una adecuación más flexible para su aplicación ante imponga ese poder: “Entendidos de ese modo, a saber, como
nuevas condiciones históricas en un presente específico: “Esto principios de orden programático destinados exclusivamente

65 66
a motivar la actividad legislativa y a ceñir el contenido de que se aplica en tal caso-; en cambio, distinto es lo que acon-
la ley, se sigue de ello una evidente dificultad para invocar tece, por ejemplo, en materias vinculadas con la defensa y
estos principios (los llamados ‘derechos fundamentales de la protección jurídicas de la propiedad, en las que, por vía de la
persona’, o bien ‘derechos humanos’) como fundamento de apelación a principios jurídicos, tales criterios parecen desde
una pretensión jurídica mientras no se produzca el correspon- luego más amplios” (p. 35).
diente desarrollo legislativo, como también un margen de no Estas características de la cultura jurídica chilena
menos inhibición de parte de los órganos jurisdiccionales en explicarían la renuencia de los abogados de organismos de
cuanto a hacer directa aplicación de las normas juíricas que defensa de los derechos humanos a evaluar la situación polí-
consagran los derechos humanos, restando así la judicatura tica del país aplicando el Derecho Internacional Humanitario,
un apoyo y colaboración importantes a la garantía, promoción a pesar de la afirmación militar sobre la existencia de un es-
y realización efectivas de esta clase de derechos” (p. 44). Esto tado de guerra. Abogados entrevistados me informaron de la
explicaría, entonces, la negativa, tanto de los Consejos de existencia de sólo dos presentaciones ante la Corte Suprema
Guerra como de las Cortes a acoger recursos de protección invocando el respeto del artículo 3 común a las Convenciones
de individuos en estados de excepción como los que rigieron de Ginebra de 1949, una hecha por Andrés Aylwin en 1986
a Chile después del 11 de septiembre de 1973. Al respecto y otra por Alfonso Inzunza en 1990. Sin embargo, a la vez se
Squella indica que la comunidad de profesionales del apara- me informó de que tales presentaciones habían tenido por
to jurídico tiene una delicada capacidad para tomar el pulso objeto solamente cuestionar la legalidad de la Ley de Amnis-
de poder político vigente y adaptarse a él, convirtiéndolo en tía de 1978, con la cual el régimen militar había buscado la
principal criterio de juicio legal. Esto explicaría la tendencia de protección de su personal operativo en los primeros seis años
las Cortes a refrendar una libertad neoliberal en lo económico del Conflicto de Baja Intensidad. No había existido ánimo de
a la vez que jugaban a la mano militar en la restricción de los calificar el uso de fuerza armada en la política chilena durante
derechos civiles y políticos. Según palabras de Squella: “Habría el período dictatorial como conflicto armado interno genera-
que señalar también que parece un rasgo de la cultura jurídica lizado. Ambas presentaciones fueron rechazadas de acuerdo
nacional que sus protagonistas o actores principales restrinjan con criterios estrictamente formales como los descritos por
el ámbito de las fuentes de derecho -del modo como ha sido Squella.
señalado anteriormente- o bien lo amplíen, más allá de ese La renuencia a aplicar el Derecho Internacional
marco, según el tipo de materias jurídicas que se encaren, lo Humanitario en Chile también respondió a una lógica política
cual repercute igualmente en el concepto mismo de derecho por parte de la oposición antimilitar. Predominó la voluntad
que, según vimos antes, predomina en nuestro medio: éste de impugnar ante la opinión pública nacional e internacional
también se comprime o amplía siguiendo los movimientos de la legitimidad de un régimen que había llegado al poder por
sístole y de diástole -dicho analógicamente- que experimenta la fuerza de las armas, con graves violaciones de los derechos
el cuadro de las fuentes de derecho. Así, por ejemplo, en mate- civiles y políticos, deponiendo a un gobierno de legitimidad
rias como vigencia del estatuto de libertades individuales du- constitucional . Para ello se debía descalificar la afirmación
rante los regímenes de excepción, suelen prevalecer criterios militar de que en Chile se estaba dando una guerra. Los
más formales y restrictivos en la identificación e interpretación abogados de defensa de los derechos humanos basaron esta
de las fuentes -y, por tanto, en la idea o concepto de derecho descalificación en una definición especial de la guerra. Según
ésta, una guerra queda tipificada sólo cuando los bandos en

67 68
conflicto tienen una proporción simétrica de fuerzas e imple- desintegración catastrófica del consenso político. El llamado
mentos bélicos. Una vez que la gran mayoría de los defenso- ius ad bellum ha sido considerado como recurso propio de
res de los derechos humanos y de la oposición antimilitar se la lucha ideológica en el terreno filosófico y jurídico de las le-
adhirieron a estos criterios, ciertamente podía argüirse que yes de la guerra, puesto que las partes contendientes buscan
ninguno de los principales partidos políticos de la Izquierda, arrogarse la verdad y la razón para su causa. Debe agregarse,
el Comunista y el Socialista, había establecido un programa además, el hecho de que todo bloque de poder político en
militar de magnitud e importancia efectiva para la captura y ejercicio como administrador del Estado inevitablemente se
conservación del poder. Aunque el MIR sí había elaborado una arrogará la verdad y la razón calificando a los rebeldes insur-
política clara al respecto, e indudablemente había formado y gentes como criminales políticos, como criminales comunes
anunciado públicamente un dispositivo militar, la escasez de y como terroristas, de acuerdo con el derecho doméstico. Las
sus recursos permitía alegar que su importancia y relevancia partes contendientes en el conflicto político chileno conscien-
eran mínimas, que no avalaban la declaración de un estado temente utilizaron el concepto ideológico de guerra, creando
de guerra. Lo mismo podía argüirse en cuanto a las estruc- y manteniendo una ofuscación que el Derecho Internacional
turas militares del Partido Comunista y del Partido Socialista. Humanitario trata de evitar. El Derecho Internacional Huma-
Por lo tanto, era posible argumentar con toda decisión que nitario rechaza el ius ad bellum ; practica el ius in bellum , “el
el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 había sido “un derecho en la guerra”. Es decir, las organizaciones interesadas
asalto a mano armada de una rama del Estado contra una so- en la defensa de los derechos humanos en situaciones de
ciedad civil inerme”, según expresión de uno de los abogados violencia armada generalizada echan mano de las normas
entrevistados. Si es que algunos abogados llegaron a invocar de los Convenios de Ginebra y de sus Protocolos Adicionales
el artículo 3 común a los Covenios de Ginebra no fue porque como criterios de objetividad descriptiva. El uso de sus pautas
se aceptara la versión militar en cuanto a la existencia de un y tipificaciones sirve para comprobar empíricamente la exis-
estado de guerra en Chile. Se lo hizo más bien con el intento tencia real de un estado de cosas que el ius ad bellum busca
de derrotar al oponente jurídico en los propios términos de su ofuscar. Por ello es que un comentarista ha declarado que, en
lógica bélica. Por supuesto, la lógica bélica misma era inacep- las Convenciones de Ginebra y sus Protocolos Adicionales, “la
table para estos abogados. palabra guerra ha sido premeditadamente suplantada por el
Con algunas disidencias expresadas sólo en término conflicto armado, sin que esto indique malicia alguna,
privado, la mayoría de los abogados involucrados en la de- pues de esta forma se calificaría una situación en que hay de
fensa y protección de víctimas de la represión fundamentó facto hostilidades armadas y se tendría una mayor flexibilidad
su actuación negando la existencia de un estado de guerra al calificar situaciones disímiles. La palabra guerra tiene conno-
en Chile. Desde un punto de vista ideológico y jurídico, así taciones jurídicas, mientras que el término conflicto armado es
se mezclaron y confundieron tres elementos, confusión que una noción de hecho, por ello es preferible utilizar, en materia
agregó parte importante a la configuración del tabú del con- de Derecho Internacional Humanitario, la expresión genérica
flicto armado en el país. Por una parte está el problema del de conflicto armado”(28). Las pautas y normas para el recono-
ius ad bellum, es decir, “el derecho a la guerra”, la definición cimiento del conflicto armado según el Derecho Internacional
de las causas, motivaciones y condiciones legales que animan Humanitario actualmente han adquirido rango de derecho
y legitiman a las partes contendientes en el uso generalizado consuetudinario, Derecho de Gentes de validez universal, aún
de la fuerza militar para resolver conflictos en situaciones de cuando los Estados involucrados no sean partes ratificadoras

69 70
de la totalidad de las convenciones, como era el caso de Chile chilena, a la Iglesia le interesaba alejar el conflicto de las po-
bajo la dictadura. siciones ideológicas partidistas que habían llevado al colapso
En el mantenimiento de las ofuscaciones ideoló- institucional y, más bien, encontrar un factor de entendi-
gicas conectadas con el uso del ius ad bellum tuvieron parti- miento en narraciones e íconos de la experiencia religiosa e
cular influencia los efectos de las estrategias de información histórica compartida como comunidad nacional. De allí que
seguidas por las dos organizaciones religiosas que se encar- sus voceros recalcaran declaraciones como la que sigue, en
garon sucesivamente de la defensa de los derechos humanos que se propone que el “deber moral de superar una crisis
a partir del 11 de septiembre de 1973 (el Comité para la Paz que ha estallado en violencia impone a todos el esfuerzo por
en Chile y la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia Católica). ‘desarmar los espíritus y las manos’ para que un nuevo clima
Por ejemplo, en la información pública entregada por ellas de tolerancia y respeto mutuo llegue a ser la atmósfera de un
se seguía el procedimiento de silenciar conscientemente la ‘pueblo de hermanos’. Que en las reservas morales de las tradi-
filiación y actividad política de las víctimas, para concentrar la ciones patrias se extraiga el renovado gusto de convivir como
atención sobre la violación de sus derechos civiles y políticos una gran familia, en la que los hombres nos conocemos, nos
y el daño cometido contra su integridad física y psíquica. Des- comprendemos, dialogamos y no desdeñamos tomar en serio
de la perspectiva que preside este trabajo, la defensa de los al que piensa distinto a nosotros”. Esta declaración proviene
derechos humanos, indudablemente este procedimiento fue de “Humanismo Cristiano y Nueva Institucionalidad”, del 4 de
acertado, puesto que salvaguardaba la vida de personas que octubre de 1978, uno de los documentos críticos de la dicta-
legítimamente habían estado ejerciendo sus derechos civiles dura más importantes publicado por el Comité Permanente
y políticos. Sin embargo, interesa destacar que, indirectamen- del Episcopado en el período(29).
te, esta práctica informativa creó un género narrativo de las Así el movimiento de derechos humanos quedó
violaciones de derechos humanos repetitivo en extremo, tre- marcado por una matriz emocional religiosa que exhibió a
mendista, de marcado melodramatismo y truculencia. Contra la Izquierda como un cuerpo doliente, martirizado, sufriente
la clara evidencia de la racionalidad política y la sistematicidad y sacrificado que había sido excluido del seno de la nacio-
técnica que demostraba la represión militar contra cuadros nalidad. Se recababa la solidaridad pública para restituirlo a
políticos de Izquierda, muchos de ellos en función claramente la nacionalidad, aunque sólo dentro de parámetros políticos
militar, en esas narraciones los servicios de seguridad militar pacifistas. Esta imagen fue efectivamente teatralizada por
aparecían como un poder satánico, oculto e inexorable, que la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos
no exhibía sus reglas de juego, atacando a hombres y mujeres mediante demostraciones en lugares y monumentos de alta
totalmente indefensos, en un espacio grotesco, puesto que la significación histórica y simbólica para la nacionalidad chile-
lógica normal de la convivencia social se había suspendido. na(30). A partir de 1984 se sumaría a ello el Movimiento Con-
Para una Izquierda terriblemente derrotada, que tra la Tortura “Sebastián Acevedo”, con “acciones relámpago”
por muy largo tiempo no tuvo respuestas efectivas ante el caracterizadas por el canto, la recitación de letanías alusivas
poder militar, ese melodramatismo se convirtió en un valioso y el despliegue de consignas mediante grandes lienzos(31).
capital simbólico. Por ello la Izquierda debió allanarse al mar- Más adelante veremos que la Izquierda pagaría un alto precio
cado tono religioso que le imprimía la cobertura de la Iglesia político por asumir esta identidad doliente. Ella interferiría
Católica en la defensa de sus militantes. Según la intención seriamente en los preparativos bélicos que realizaba en el
humanitaria de su campaña de pacificación de la sociedad exilio.

71 72
Gradualmente la Iglesia influyó en que el movi- de la Justicia”; “No Callaremos ni Tomaremos Descanso”; “Sin
miento por los derechos humanos decantara en Chile un uni- Miedo y Llenos de Esperanza”; “Justicia o Violencia”.
verso simbólico en que, como estratos tectónicos, quedaron Este temple de ánimo, inspirado en una valora-
contrapuestas la Cultura de la Muerte y la Cultura de la Vida. ción de la vida, de la esperanza y del respeto de la dignidad
La primera hacía alusión a una superficie en que imperaban humana, finalmente cayó en el voluntarismo de negar reite-
los valores mercantiles y consumistas que erosionaban el sen- radamente la evidencia inexorable de un conflicto armado
timiento de comunidad nacional y promovían el espíritu de -”con su terrible secuela de destrucción y odio, dejando tras sí
egoísmo competitivo e individualista de la economía neolibe- la muerte y regiones en ruina”(32)- como lo maligno, como lo
ral impuesta violentamente por el régimen militar, junto con indeseable, como la “expresión más brutal del egoísmo y del
su secuela de pauperismo, drogadicción, prostitución y des- pecado que anida en el corazón del hombre y que empuja al
esperanza entre las grandes masas marginalizadas. Aplastada hermano contra el hermano”. Ese voluntarismo está en que se
por ella estaba la cultura de la defensa de la vida, de la persona confundió la aspiración subjetiva a la paz con el imperativo
humana, de la aspiración a una sociedad solidaria, en que se inevitable de enfrentarse a la sistematicidad de la guerra como
comparten proyectos comunitarios así como los cristianos se una de las formas más racionalizadas de administración de los
sientan a la cena familiar y litúrgica. Esta Cultura de la Vida recursos de la civilización. Contra la evidencia inescapable de
periódicamente irrumpía en los espacios de la muerte con el que las Fuerzas Armadas aplicaban exitósamente una fuerza
uso de la no-violencia activa, con cortas manifestaciones de sistemática para establecer una nueva institucionalidad eco-
cantos, de sonidos de alegría, con mujeres jugando en la calle nómica y política, es decir, practicaban la guerra, se continuó
rondas infantiles, para recordar a la colectividad un pasado con argumentaciones puramente emocionales en cuanto a
democrático y la esperanza de que retornara en el futuro. En que la guerra es “el fracaso de lo humano en el hombre, retra-
este sentido son significativos los títulos dados a algunas de yéndolo a su animalidad”.
las grandes movilizaciones nacionales: Jornada por la Paz, De hecho, a través de los años, en la argumenta-
Jornadas por la Vida, Mujeres por la Vida. “Gracias a la Vida”, ción eclesiástica es difícil discernir si las frecuentes denuncias
la canción de Violeta Parra, se convirtió en verdadero himno de la guerra se hacen para repudiar o reconocer la existencia
de esta movilización. A través de la dictadura, el Comité Per- real de un conflicto armado de baja intensidad en Chile.
manente del Episcopado continuó publicando documentos Observemos una declaración característica al respecto: “La
cuyos títulos, de gran tono poético, periódicamente introdu- verdadera violencia que estamos sufriendo responde a un
cían pautas para reforzar la noción de Cultura de la Vida. Vea- montado escenario de guerra, donde el Gobierno y las fuerzas
mos: “La Reconciliación en Chile”; “Evangelio y Paz”; “Nuestra comunistas y del MIR aparecen enfrentadas a muerte. Con una
Convivencia Nacional”; “La Esperanza que nos une”; “Yo Soy enorme diferencia: el poder aplastante del Estado, con sus
Jesús a Quien Tú Persigues”; “No Teman, ¡Abramos las Puertas Fuerzas Armadas y de Orden y su total control de la población,
a Cristo!”; “Vamos Hacia la Civilización del Amor”; “Construya- convierte a esta ‘guerra’ en una operación de exterminio, en
mos con Cristo la Civilización del Amor”; “El Renacer de Chile”; que el Partido Comunista y otros grupos violentistas, escasa-
“Más Allá de la Protesta y la Violencia”; “Nunca Perderemos la mente armados y sistemáticamente castigados durante más
Esperanza”; “Por Amor a la Vida”; “¡Vence el Mal con el Bien!”; de una década, empiezan a adquirir el aura de ‘mártires’, con
“Abrir Surcos para Sembrar Esperanzas”; “Reconciliación en la el fervor y el arrastre popular, sobre todo en el mundo juvenil,
Verdad”; “Misión por la Vida y la Reconciliación”; “En la Senda que esto puede implicar”(33). Con este trasfondo se explica la

73 74
reacción de un funcionario de la Fundación de Ayuda Social La comprobación de la seriedad real de las viola-
de las Iglesias Cristianas (FASIC), Patricio Orellana, certero ana- ciones de los derechos humanos perpetradas por los servicios
lista del movimiento de derechos humanos en Chile, experto de seguridad, la atmósfera retórica generada inicialmente por
en las estrategias represivas del régimen militar: en el curso la Iglesia y por las organizaciones de defensa de los derechos
de un minucioso examen de las técnicas y ciclos represivos humanos, mantenida luego por el universo simbólico de
súbitamente suspende el rigor de su juicio para exclamar: “Las las movilizaciones nacionales, trajo importantes éxitos a la
respuestas a estas interrogantes son difíciles, pues se escon- oposición antimilitar en sus esfuerzos por aislar al régimen
den detrás de una lógica de guerra, opaca e incomprensible internacionalmente(36). La información reunida por los Grupos
para el hombre civilizado”(34). Ad hoc y los Relatores Especiales de la Comisión de Derechos
Entre muchas evidencias, el amplio predominio Humanos, con efectiva contribución de organizaciones en
del melodramatismo de la sensibilidad social doliente crea- Chile y de organizaciones no gubernamentales de derechos
da por el movimiento de defensa de los derechos humanos humanos como Amnistía Internacional y la Comisión Interna-
puede captarse aun en declaraciones públicas de políticos cional de Juristas, llevó a las Naciones Unidas a aprobar dieci-
a quienes interesaba derrotar a los partidos de la Izquierda séis resoluciones condenatorias del gobierno militar chileno
revolucionaria. El 6 de agosto de 1983, al proclamar el “Ma- entre 1974 y 1989. Por su parte, la Organización de Estados
nifiesto Nacional” con que la Alianza Democrática inauguró Americanos, por acción de la Comisión Interamericana de
su actividad pública, Gabriel Valdés, entonces presidente del Derechos Humanos, aprobó cuatro Informes Especiales sobre
Partido Demócrata Cristiano, declaró: “Nuestra propuesta la situación en Chile entre 1974, 1976, 1977, 1985, haciéndose
viene germinando desde hace varios años. Se inició con la mención del caso chileno en los Informes Generales en los
aproximación humana de hombres políticos que se habían años posteriores. Contextos internacionales como éste contri-
combatido por años sin dar ni pedir cuartel. Se cultivó en la buyeron al aislamiento del régimen militar chileno, a pesar del
solidaridad con los detenidos, los perseguidos y los exiliados. apoyo que recibiera de la Administración Reagan en Estados
Se conquistó en la vida sindical amenazada constantemente Unidos. Además, la iniciativa nacional de grupos de derechos
por la represión y la cesantía. Se perfeccionó comparando humanos, a partir de la Agrupación de Familiares de Deteni-
experiencias de países que transitaban hacia la democracia o dos Desaparecidos, con apoyo de la Iglesia Católica, creó las
ya la habían conquistado. Nos alentó la rebeldíia de los univer- condiciones para la pérdida del miedo a la represión y para la
sitarios y los jóvenes. El coraje de las mujeres de los desapa- paulatina recomposición de organizaciones de reivindicación
recidos. Nos cambió el orden de nuestra vida los testimonios vecinal, sindical y, finalmente, a partir de la crisis económica de
frente al abuso, el engaño y la crueldad. Obispos, sacerdotes, 1982-1983, la reaparición pública de los partidos políticos.
artistas, dirigentes de sindicatos de las poblaciones y del Las luchas y triunfos del movimiento de defensa
campo, profesionales, hombres políticos, rostros conocidos o de los derechos humanos ofuscaron ante la comunidad nacio-
anónimos, fueron los afluentes de este río cuyo cauce se ‘ha nal los efectos del cataclismo real que sufrieron los partidos
hecho camino al andar’(35). Para la evaluación del significado políticos revolucionarios tanto en la clandestinidad como en el
de esta declaración debe recordarse que la Democracia Cris- exilio. Las dimensiones de ese cataclismo se hicieron patentes
tiana practicó una política de alianzas de estricta exclusión de cuando estos partidos hicieron un diagnóstico de la derrota
los partidos políticos revolucionarios, de donde provenía la de la Unidad Popular y de su situación en ese momento.
gran mayoría de las víctimas de la represión militar. Inevitablemente debían reflexionar en cuanto a si habían te-

75 76
nido una voluntad real de ruptura con el orden institucional sables de la “guerra sucia”. Ante estos requisitos bélicos, ¿no es
burgués que les correspondía, o les habría correspondido, lógico que las Fuerzas Armadas declararan la existencia de una
como partidos revolucionarios. Ese rupturismo debió haber- guerra permanente pero negaran las acciones planificadas
los obligado a preparativos para el uso de fuerza militar con del Conflicto de Baja Intensidad que la caracterizan?. Por su
gran antelación al triunfo eleccionario de la Unidad Popular parte, la Iglesia, que luchaba por mantener una imagen de la
en 1970. Los sectores democráticos independientes que se comunidad nacional como entidad unida moral y emocional-
plegaron a la lucha contra la dictadura sin estar directamente mente -en la que ciertamente incluía a las Fuerzas Armadas,
afectados por la represión no tuvieron acceso a esos debates. violadoras de los derechos humanos- en sus declaraciones
Es claro que, en su decisión de movilizarse políticamente, lo públicas no podía señalar con total claridad que hubiera toda
hicieron mayormente sobre la base de la sensibilidad social una logística estatal orientada al aniquilamiento de las organi-
melodramática creada por el movimiento de derechos huma- zaciones de la subcultura de Izquierda, aunque sí lo hacía en
nos. Podemos suponer que es por ello que las implicaciones sus presentaciones técnicas ante las Cortes. Mientras tanto,
culturales de negar la existencia de un “estado de guerra” en la Izquierda derrotada, confusa en cuanto a su obligación de
Chile nunca fueron cuestionadas. haber tomado medidas para enfrentar el conflicto inevitable
En circunstancias como estas queda definiti- que había depuesto al gobierno del Presidente Salvador Allen-
vamente configurado un tabú social en Chile. Como ya se de, buscaba la conmiseración y la solidaridad exhibiendo sus
expusiera, por una parte el régimen militar paradojalmente dolencias y sufrimientos. Pero, a la vez, en secreto se preparaba
afirmaba la existencia de un estado de guerra pero ocultaba militarmente para la resistencia y la insurrección nacional.
y negaba el uso de los instrumentos para implementarlo. Para El núcleo fundamental de significación de este
preservar la imagen de las Fuerzas Armadas como salvadoras tabú fue la negación de la existencia de un conflicto armado
y redentoras de la nacionalidad, ocultaba y negaba nacional e en Chile y de sus vastas implicaciones culturales. Por ello es
internacionalmente la práctica sostenida del Conflicto de Baja que, en el momento de contribuir a la neutralización de este
Intensidad, la “guerra sucia”, más allá del momento del golpe tabú como impedimento para una mejor reflexión sobre la
militar. El aspecto de contrainsurgencia del Conflicto de Baja realidad histórica, reitero la tesis de que el movimiento de
Intensidad busca desarticular rápida y constantemente las derechos humanos en Chile habría sido más consecuente
redes clandestinas de resistencia e impedir que más adelante con la naturaleza crítica y del todo realista que se espera de
puedan conformar el aparato necesario para una insurrección él, y más certero en señalar la verdad, si hubiera reconocido
de vastas proporciones. Para ello necesitan un rápido acceso la existencia de un conflicto armado, según se lo configura en
a información que permita reconstruir los organigramas de la los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales.
oposición, conocer sus métodos de operación, detectar sus El índice más claro de la existencia de este tabú es
recursos materiales y evaluar constantemente el estado de la confusión pública que se crea cuando las autoridades cul-
ánimo de las redes clandestinas. Además de la rapidez para turales de una sociedad -en este caso las Fuerzas Armadas, la
obtener información, los servicios de seguridad necesitan Iglesia Católica y los partidos políticos- prohiben e interfieren
operar sin alterar las rutinas de la cotidianeidad que dan un en la circulación de conceptos y elementos de juicio indis-
aspecto de normalidad a la vida ciudadana. Por todo esto es pensables para percibir aquel aspecto de la realidad que se
que los hostigamientos, la tortura y las desapariciones forza- exorciza por su maleficio para la supervivencia de la colectivi-
das fueron entendidas como instrumentos básicos e indispen- dad. Ello genera un discurso de evaluación cultural altamente

77 78
contradictorio en cuanto a que, por una parte, realmente se criticar los fundamentos mismos del Código de Justicia Militar,
señala la verdad de los hechos, pero a la vez se los difumina, es decir, de la legalidad militar en cuanto a la formalidad de
deflectándolos hacia consideraciones no del todo pertinentes, la declaración de guerra? En este caso la Iglesia rehusó llegar
de conclusiones conceptuales inútiles o de vicios de lógica. a las últimas consecuencias de su propio razonamiento.
En este cuadro, señalemos que, en sus declaracio- También en este sentido, consideremos declara-
nes públicas, a pesar de sus constantes referencias a la guerra ciones que recapitulan la reacción de la Iglesia a sucesos de
en Chile, los voceros de la Iglesia hicieron sólo una referencia importancia en 1979. Ese año fue de intensa actividad para
documentada a las Convenios de Ginebra a través de los años la Iglesia en su campaña para presionar al régimen militar a
de la dictadura. No obstante, se hace esa referencia para lue- un retorno al Estado de Derecho. Una de sus iniciativas fue
go desvirtuar el contexto bélico en que se la hizo. Veamos el organizar y publicitar ampliamente un importante Congreso
siguiente pasaje de un editorial de la revista Mensaje (18 de Internacional de Derechos Humanos en Santiago. Aún de
abril de 1979). El pasaje es parte de un alegato que pone en mayor importancia fue el hecho de que la Iglesia finalmente
duda la legitimidad de apelar a la noción de “guerra justa”, ya revelara información que había estado reservando durante
sea desde la Izquierda o del régimen militar: “además ‘de este tiempo indefinido -y por razones nunca explicadas- sobre los
derecho a la guerra’, existe también el ‘derecho en la guerra’, cadáveres de campesinos enterrados vivos por la policía en
importante tanto en el caso de guerra externa como de la que Lonquén. También ese año se anunció la negativa de la Corte
se suele llamar guerra interna. Porque en toda circunstancia el Suprema a la solicitud de extradicción por parte de Estados
hombre debe actuar moralmente. De ningún modo, por ejem- Unidos de los coroneles Manuel Contreras y Pedro Espinoza.
plo, está permitido matar directamente al inocente, o usar la Sobre éstos ese país tenía evidencia que los conectaba con los
tortura, o asesinar a los prisioneros, o usar sistemas genocidas asesinatos de Orlando Letelier y Ronny Moffit en Washington.
de exterminación. Incluso cuando se dan órdenes criminales, En estas circunstancias, otro editorial de la revista Mensaje
‘una obediencia ciega no puede excusar a quienes la obede- (edición 248 de noviembre de 1979) hacía un diagnóstico
cen’. La Convención Internacional de Ginebra asumió también de “La conciencia Nacional” diciendo: “Aparte de su grave
estos principios ya clásicos de la moral. ¿Cómo explicarse que significación política, este hecho nos está enfrentando a un
el Sr. Ministro del Interior —por cadena nacional de radio y problema de conciencia nacional. Porque la conciencia de no
televisión invoque el uso de los ‘métodos propios’, aptos para pocos chilenos, a pesar de la casi certeza moral de culpabilidad
el ‘combate’ en tiempos anormales, cuando se refiere a los que produce a tantos el conocimiento de los antecedentes,
cientos de chilenos que desaparecieron después de ser dete- se las arregla aún para activar los más sutiles mecanismos de
nidos”(37). El argumento de los voceros de la Iglesia queda des- defensa psicológica y evitar así enfrentarse a lo que podría
virtuado en su efectividad, en la medida en que no profundiza significar el derrumbe de su confianza en quienes creyeron
ni expone a la mirada crítica hechos de mayor relevancia para de corazón. Por el miedo traumático a no ‘volver al pasado’
su propio argumento, desde el momento en que se invoca el -como se califica peyorativamente incluso el deseo de que
Derecho Internacional Humanitario. Por ejemplo, una vez que haya ‘estado de derecho’ en Chile- muchas personas de buena
éste fuera invocado, era inevitable cuestionar la “Teoría de la fe y buena voluntad no ven (¿o no quieren comprender?) lo
obediencia reflexiva”, en la que se basa el Código Militar de grave que sería que al país no le importara la moral, llegándose
Justicia. Una vez en ese contexto, ¿cómo podría demandarse implícitamente a admitir que el fin justifica los medios. Si en la
el respeto de la noción de “Teoría de la obediencia relativa” sin conciencia pública, culpablemente distorsionada por quienes

79 80
persiguen intereses políticos a cualquier precio, los atropellos el sufrimiento asumido robustece el temple y contribuye a la
graves a la dignidad de las personas empezaran a ser discul- madurez de las personas, pero cuando se nos aparece como
pados por razones de ‘seguridad nacional’ o atenuados por fatal e insubsanable, corre el riesgo de frustrar energías vitales,
‘circunstancias de guerra’, querría decir que nuestro pecado particularmente en los jóvenes, o de desviarlas hacia objetivos
personal contra Dios y contra el hombre -con toda su secuela y goces estériles. Podrían surgir racionalizaciones equivocadas,
de destrucción y muerte- se habría apoderado públicamente abdicaciones de responsabilidad y proyecciones de culpabili-
de nuestra nación”. La contradicción de este argumento queda dad que complicarían las posibilidades efectivas de superar la
explícita en la larga frase final, leída en el contexto de la sen- crisis” (Hevia, p. 376). En otras palabras, se describen los efectos
sibilidad social conmiserativa ya definitivamente estabilizada psicológicos de una situación de tabú.
en esa época por la Iglesia y las organizaciones de derechos La frase final de este psicoanálisis es directamente
humanos. En esta sensibilidad la evidencia real de que existía aplicable a la confusión diseminada por políticos. Conside-
un poder que practicaba la guerra- los cadáveres ocultados remos, como paradigmáticas, declaraciones de Luis Maira,
conspirativamente y la patencia de que esas personas per- antiguo representante de la Izquierda Cristiana. Durante una
dieron la vida por una agresión planeada por la autoridad entrevista(38) Maira podía simultáneamente negar que hubie-
militar y ejecutada por personal militar- es deflectada hacia ra habido una “guerra interna” en Chile, sugeriendo a la vez
un problema moral y emocional: la incapacidad de conmo- que la guerra realmente existía, para finalmente indicar que,
verse que demostraba la mayoría de la comunidad nacional. aunque existía, no la desarrollaban las Fuerzas Armadas sino
En términos prácticos y ante la evidencia de los actos de un individuos indisciplinados dentro de los servicios de seguridad
gobierno preparado a cometer toda clase de atrocidades para militar que se habían extralimitado en sus funciones. Primero
inmovilizar políticamente a la población, ¿sensibilizarse para afirma: “En Chile no ha habido ‘guerra sucia’. Han habido ac-
qué? ¿Qué canales de acción se abrirían para la población re- tos individuales cometidos por cuerpos de seguridad, o por
sensibilizada cuando la negociación política con el gobierno particulares según los casos, que no involucran la responsabi-
estaba del todo bloqueada, tanto por el régimen como por lidad de ninguna de las ramas de las Fuerzas Armadas y que
una oposición incapaz de llegar a un consenso? Se trata de en los casos en que haya personas que sean uniformados, lo
una irresolución que expone un circuito cerrado de frustra- han hecho fuera de la norma del cumplimiento de obligacio-
ciones dolorosas, confusas, sin dirección definida. Por ello al- nes profesionales y fuera de la estructura de mando de sus
canzan dimensiones neuróticas. La misma Iglesia parecía estar instituciones”(p. 124). Más adelante declara: “Lo que en Chile
consciente de esta neurosis colectiva. El año anterior había hay es un cuadro de ásperos enfrentamientos, producto de un
publicado “Humanismo Cristiano y Nueva Institucionalidad”, contexto de guerra interna que viene del Golpe de septiem-
documento ya mencionado. Usando un lenguaje cercano a bre del 73, donde el General Pinochet consideró, aplicando
la terapéutica psicoanalítica, los Obispos comentaban: “Una la doctrina de la seguridad nacional, que el enemigo interno
crisis política y económico-social excesivamente prolonga- que amenazaba la seguridad del país provenía de los partidos
da corre el riesgo de bloquear en el inconsciente colectivo de Izquierda, entre otros el Partido Comunista y que debía ser
cierto trauma inhibidor que puede afectar el tono vital de las enfrentado, aniquilado y exterminado” (p. 129). Termina dicien-
personas, a su capacidad de entusiasmo, de abnegación, a do que “lo que queremos es terminar la guerra perpetua. Y la
su esfuerzo por superarse, a su creatividad cultural, a la ele- guerra perpetua hay que terminarla liquidando, por un lado a
vación y pureza de sus motivaciones morales. Es verdad que la CNI, las bandas privadas de la derecha y poner término tam-

81 82
bién a la guerra y la organización militar en el Frente Patriótico enfrentan fuerzas armadas contrarias. Por otra parte, de acuer-
Manuel Rodríguez, en el MIR, en cualquier grupo armado que do a la Convención de Ginebra, para catalogar a una fuerza
tenga la Izquierda” (p. 130). Una paráfrasis de esta lógica expo- beligerante como ‘ejército’, debe estar compuesta de hombres
ne sus radicales contradicciones: se afirmaba que en Chile no armados, vistiendo uniforme, y obedeciendo conceptos de Es-
había habido guerra sino “ásperos enfrentamientos” los cuales, tado. La definición de ‘Guerra Interna’ es un convencionalismo
como tal guerra, deben evitarse. Más aún, Maira abdicaba de de la Doctrina de la Seguridad Nacional y yo pongo en duda
la responsabilidad de denunciar el hecho ineludible de que que cualquier miembro del Ejército de Chile haya entrado a
el Conflicto de Baja Intensidad no habría podido llevarse a la Escuela Militar y se haya graduado de oficial para tener que
cabo sin la planificación consciente de los Altos Mandos de luchar contra su propio pueblo”. Los argumentos de estos
todas las Fuerzas Armadas. Sin embargo, a pesar de todo, las militares dejaban de mencionar dos hechos cruciales: que el
palabras de Luis Maira enviaban un mensaje subliminal a las Protocolo Adicional II de 1977 se refiere precisamente a con-
Fuerzas Armadas: ¿no podríamos pensar que quizás Luis Maira flictos armados internos y que éste es una elaboración com-
hubiera estado invitándolas tácitamente a sacrificar a algunos plementaria del artículo 3 común a las Convenciones de Gine-
de sus miembros como chivos expiatorios, de acuerdo con bra de 1949 que, en realidad, reconoce los conflictos armados
las implicaciones de la “Teoría de la obediencia reflexiva” del sin carácter internacional, estableciendo un trato humanitario
Reglamento de Disciplina Para las Fuerzas Armadas? mínimo para las personas no directamente involucradas y para
Expresiones como la de Luis Maira, cuya agenda los miembros de los grupos armados en conflicto que hayan
tácita verificaremos más adelante, son la contribución de la depuesto las armas.
Izquierda a la conformación del tabú de la violencia armada Si avanzamos aún más con estos criterios de
en Chile. Ello permitió que se soslayara un enfoque crítico aún discernimiento habría que señalar, por ejemplo, que las pro-
más realista de la actuación política de la Izquierda durante puestas políticas y los proyectos para la organización de un
la Unidad Popular y durante la dictadura. Por el contrario, un aparato político-militar por parte del Movimiento de Izquier-
conocimiento mínimo de los usos de la guerra revolucionaria da Revolucionaria (MIR) en algún momento habrían llegado
y una aplicación de los Convenios de Ginebra y de sus Proto- a configurar lo que el Protocolo Adicional II califica como
colos Adicionales habría permitido tal juicio. Confirmación de conflicto armado interno, en la medida en que ese partido,
esto podemos encontrar evaluando la confusión causada por desde su inauguración en 1965 y, especialmente desde 1969,
declaraciones como las de cuatro militares que fueran adictos había hecho declaración pública de estar organizándose para
al gobierno de la Unidad Popular -el capitán Raúl Vergara y la guerrilla urbana y rural contra las Fuerzas Armadas. En la
los coroneles Ernesto Galaz, Efraín Jaña y Walter Rosenfeld- jerga marxista-leninista, con ello se iniciaba una “guerra popu-
publicadas(39) días antes del 11 de septiembre de 1993, día de lar prolongada”. Según el ámbito de aplicación del Protocolo
la violenta conmemoración del golpe militar a que me refería Adicional II, el “conflicto armado no internacional”, concierne
en la introducción a este trabajo. a “a) toda situación en la que, dentro de los límites del terri-
Por su origen profesional, a primera vista estas torio de un Estado, se registren hostilidades caracterizadas
declaraciones asumen aspecto de opinión de expertos; en en las que se enfrenten fuerzas armadas con grupos armados
ellas se afirmaba que la “guerra es un fenómeno social en que organizados; b) toda situación en que haya fuerzas disiden-
participan, normalmente, países adversarios; en la guerra se tes organizadas bajo la dirección de un mando responsable

83 84
y que ejerzan, sobre una parte del territorio, un control tal enérgicamente por la forma práctica en que lo hicieron, violan-
que les permita realizar operaciones militares sostenidas y do el Derecho Internacional Humanitario. En esto dejaron de
concertadas (conflicto de gran intensidad)”(40). Es de máxima respetar normas del todo explícitas. Nuevamente señalémos-
importancia señalar que los dos puntos legales señalados no las: “Los combatientes capturados y las personas civiles que
están obligatoriamente conectados para el reconocimiento de estén en poder de la parte adversa tienen derecho a que se
un conflicto armado y que el decisivo es el primero. respeten su vida, su dignidad, sus derechos personales y sus
Contra el criterio adoptado por la oposición anti- convicciones. Serán protegidas contra todo acto de violencia
militar, la estrategia y tácticas del conflicto armado interno no y de represalia. Tendrán derecho a intercambiar noticias con
se refieren a un enfrentamiento entre fuerzas armadas regu- los respectivos familiares y a recibir socorros”.
lares, simétricas en cuanto a número de personal y cantidad Sin embargo, a pesar de la responsabilidad que
y calidad de armamento. Más bien se trata de la capacidad les incumbía por su voluntad libremente ejercida de iniciar
de supervivencia que pueda tener un personal técnico revo- y participar en un conflicto armado, la literatura testimonial
lucionario de muy escaso número en los inicios del conflicto, aparecida durante y después de la dictadura militar ha insisti-
y que más tarde pueda convertirse en núcleo de un ejército do en presentar a los desaparecidos y muertos del MIR nada
revolucionario regular, si es que las incidencias de las luchas más que con la imagen doliente de víctimas de una represión
sociales lo permiten. Indicativo de esto es el hecho de que injusta e ilegítima, negándoles su vocación y dignidad de com-
la Revolución Cubana se inició con los pocos sobrevivientes batientes. Con ello se han simplificado los hechos de una ma-
del desembarco del Granma; en Argentina la guerrilla urbana nera caricaturesca, impidiéndose una discusión con mejores
Montoneros, y su muy decisivo impacto en la política de ese criterios de juicio. Por ejemplo, un mínimo de conocimiento de
país, se inició con sólo cinco personas; el foco guerrillero que problemas de estrategia y tácticas militares permite discernir
el MIR intentó establecer durante la dictadura en la región que esos mismos testimonios señalan fatales ineficiencias en
de Neltume, en el sur de Chile, contaba con alrededor de diez la organización clandestina del MIR: en cuanto a medidas de
personas. De allí las provisiones tomadas por todo ejército seguridad que impidieran la infiltración por el adversario; en
estatal para eliminar rápidamente a esos cuadros iniciales con cuanto a las medidas tomadas para la compartimentación
el menor costo y efectividad posibles, impidiendo el proceso del conocimiento de la red subterránea entre militantes que
posterior de acumulación de fuerzas militares. Como se obser- pudieran ser detectados y capturados por los servicios de se-
vara con anterioridad, esto es uno de los sentidos, quizás el guridad; en el respeto de las reglas de seguridad en el contacto
central, de lo que se ha llamado Conflicto de Baja Intensidad, y comunicación clandestina; en cuanto al conocimiento de
practicado con gran eficiencia por los servicios de seguridad técnicas para resistir la tortura; en cuanto al condicionamiento
militar. mental de cuadros claves para tomar la suprema decisión de
Dentro de esta lógica, si es que un partido político suicidarse antes de revelar secretos vitales (recuérdese que
juega su acción según una línea político-militar, debe asumir cuadros claves habían recibido cápsulas de cianuro para este
responsabilidad por el destino de sus militantes en el enfren- efecto); en cuanto a la voluntad de eliminar a otros militan-
tamiento con los ejércitos regulares. No es válido culpar a los tes delatores cuando la ocasión lo permitiera. Un testimonio
servicios de seguridad chilenos por la intención de eliminar archivado en la Comisión Chilena de Derechos Humanos
físicamente a los revolucionarios; sí deben ser censurados permite discernir que la deficiencia militar del MIR continuó
en los intentos de formación, en 1981, de un foco guerrillero

85 86
en Neltume. Además, personas conocedoras de la Operación dia”, en la medida en que sus proyectos puedan resultar en
Retorno, infiltración de comandos con fines bélicos proyecta- muertes y daños innecesarios, directamente para ellos e in-
da por el MIR desde 1978, dan testimonio de la catastrófica directamente para toda la colectividad nacional. En particular
falta de recursos con que se la efectuó: escasez de casas de me refiero a los criterios que deben cumplir quienes convocan
seguridad; falta de financiamiento para la supervivencia diaria; a una “guerra justa”(42). En la guerra contemporánea, este an-
ineficiencia en las comunicaciones y en los contactos; falta de tiguo concepto elaborado por San Agustín y Santo Tomás de
medios de transporte. Todo esto resultó en la captura y eli- Aquino ha sido revivido por sectores marxista-leninistas y está
minación de gran número de los cuadros infiltrados en Chile. implícito en la guerra popular prolongada, puesto que se la
Estas imprevisiones causaron un catastrófico aniquilamiento proclama para alcanzar la liberación nacional de la dictadura
de cuadros entre 1981-1984, el cual generó fuertes disidencias de las minorías burguesas aliadas con intereses económicos
internas en ese partido. Ellas se tradujeron en un proceso de y políticos foráneos, con el imperialismo. Los criterios tradi-
total fragmentación del MIR, del que no se ha recuperado(41). El cionales para avalar un llamado a la guerra justa han sido los
decimoséptimo aniversario de la muerte del Secretario Gene- siguientes: la legitimidad real, ética y política, dentro de una
ral del MIR, Miguel Enríquez, resultó ser hecho sintomático de comunidad nacional, de quienes la proclaman y convocan a
la evaluación de las estrategias militares del partido por parte realizarla (por ejemplo, con una militancia efectiva calculada
de la propia militancia mirista. El 5 de octubre de 1991 muy en alrededor de cinco mil personas en la época de la Uni-
escaso número de militantes acompañó a los ancianos padres dad Popular, ¿tenía el MIR realmente una representatividad
del líder -Edgardo Enríquez y Raquel Espinosa- y a sus dos hijos social tan amplia como para justificar moralmente tanto sus
-Marco y Javiera- a un acto conmemorativo en la casa azul de preparativos bélicos como sus consecuencias nacionales?);
la comuna de San Miguel en que se diera el combate final de cuestionar si se ha agotado toda otra vía de solución de los
Enríquez con efectivos de la DINA, del Ejército y de la policía conflictos sociales antes de echar mano del recurso supremo
en 1974. En su edición del 21 de octubre-3 de noviembre de de la aplicación de fuerza armada (por el contrario, el MIR ha-
1991, Punto Final, revista de Izquierda siempre asociada con bía iniciado la lucha armada ya en la década de 1960, durante
el MIR, comentaba: “Este año el aniversario de la muerte de un gobierno democrático legítimamente elegido y de Estado
Miguel Enríquez, cuyo nombre lleva uno de los más grandes de Derecho); demandar un discernimiento realista en cuanto
hospitales de La Habana, no tuvo el homenaje masivo que a que los daños causados por la guerra quizás puedan ser más
merece. La dramática crisis que ha fragmentado al MIR tiene serios que las mismas reivindicaciones que se buscan; requerir
mucho que ver. En la práctica ninguno de los grupos que que los medios y métodos bélicos empleados se justifiquen
utilizan el nombre de la antigua organización -la primera que moralmente en relación al bien social buscado; exigir que haya
planteó en Chile una estrategia político-militar para conquis- una razonable posibilidad de éxito. En este último requisito
tar el poder-, tiene capacidad para convocar actos públicos o ciertamente se debe incluir la eficiencia de los preparativos
movilizaciones de significación” (p. 27). y dispositivos bélicos. Ante todo esto no queda sino pensar
Un panorama como este inevitablemente trae a la que el liderato del MIR hizo uso de una teatralidad política
discusión el sentido de usos tradicionales de la guerra ya con- que proyectó una imagen de poderío nunca avalado por los
vertidos en ley consuetudinaria, en Derecho de Gentes. Ellos hechos concretos. En la medida en que vidas no involucradas
permiten cuestionar a líderes y militantes de organizaciónes directamente en los proyectos del MIR sufrirían daños inme-
políticas que se arrogan la categoría de “partido de vanguar- recidos, ¿esa teatralidad fue moralmente justificable?

87 88
Desde la perspectiva de una política revoluciona- de una “voluntad popular”; además, pone a la organización
ria, lo que realmente está en juego tras la discusión de la inefi- clandestina en serio peligro de infiltración.
ciencia político-militar del MIR es la permanente tensión entre Pero si se exagera la protección del aparato clan-
dos componentes de la organización de un partido revolucio- destino, el partido corre el riesgo de quedar reducido a la
nario marxista-leninista: la relación entre cuadros y masas. Los calidad de mero aparato militarista, distanciado de las necesi-
cuadros son revolucionarios profesionales, preparados para dades políticas reales de todo sector social (desviación “apara-
un trabajo de propaganda, agitación y organización en todo tista”). En el aislamiento surgen marcadas tendencias a incurrir
tipo de circunstancias, tanto legales como ilegales, públicas y en serios errores en el análisis del devenir político y del lugar
conspirativas, de ferrea disciplina jerárquica y unificadora de de la organización en él y, por tanto, en las respuestas estra-
la conciencia, de la voluntad y de la acción, cuadros incluso tégicas y tácticas que deben darse (desviación “voluntarista”).
entrenados para la aplicación de algún grado de fuerza militar. Por supuesto, todo esto lleva al aniquilamiento o pérdida de
Obviamente los partidos marxista-leninistas deben mantener relevancia política de la organización.
estricto sigilo en cuanto al entrenamiento, conducción y Así como se debe cuestionar la ineficiencia del
apoyo logístico de sus cuadros. A largo plazo, son los cua- MIR, desde una perspectiva de derechos humanos, apoyada
dros quienes proveen a las organizaciones revolucionarias de en el Derecho Internacional Humanitario y en los usos consue-
una memoria histórica que asegura su supervivencia, dando tudinarios del conflicto armado, también debe cuestionarse la
continuidad, estabilidad y decisión al manejo estratégico y aparente eficacia de los servicios de seguridad militar, la DINA
táctico. y la CNI. Casos como el de Osvaldo Romo Mena, agente secreto
El problema surge en la medida en que, para in- de la Fuerza Aérea infiltrado en organizaciones populares de
fluir ampliamente en los hechos de la política nacional, la es- base, indican la eficacia en la infiltración por la inteligencia
tructura partidaria de cuadros debe abrirse y atraer a masas de militar. Recientemente, en 1991, a propósito del Informe
militantes de los orígenes más diversos y de menor concien- Rettig, un estudio del Comité de Defensa de los Derechos del
cia, entrenamiento y disciplina, para guiarlas en el proyecto Pueblo (CODEPU), señala que la “CNI mostró un alto grado
emancipatorio. El contacto con las organizaciones sociales, la de eficiencia en su capacidad de reunir información sobre los
acción dentro de ellas y la captación de apoyo y de militantes partidos. Es muy posible que algunos de los partidos hayan
requiere la intervención de cuadros capaces de exponerse al sido infiltrados, incluso a muy alto nivel”(43). Si esto fue así,
escrutinio público de manera transparente. Deben estar libres puede que en casos específicos pudiera llegarse a una cues-
de toda sospecha de introducir en las organizaciones sociales tionable justificación del uso de la tortura como necesidad
una agenda militar no solicitada y quizás rechazada por la militar -como el de llegar rápidamente a la directiva máxima
mayoría. La alternativa de crear organizaciones sociales como del MIR, eliminarla e impedir el reagrupamiento del partido.
prolongación directa de la política partidista tiene el riesgo No obstante, ninguna ética militar justifica que, a través de
de no captar el sentido del ánimo popular en coyunturas his- toda la dictadura, los servicios de seguridad dejaran de respe-
tóricas cruciales. En última instancia, como lo ilustra el caso tar la premisa humanitaria de que la destrucción del enemigo
del MIR, no solucionar la contradicción entre la estructura no implica aniquilarlo o quebrarlo física o psíquicamente, sino
de cuadros conspirativos y la transparencia necesaria en el disolverlo como masa orgánicamente estructurada y capaz
trabajo de masas no sólo impide o limita una legitimación de oponer resistencia. Además de neutralizar militarmente a
de las organizaciones revolucionarias como representantes

89 90
la oposición, las Fuerzas Armadas más bien demostraron una Consideremos ahora la política del Partido So-
voluntad de pulverizar cuerpos, lacerarlos, mutilarlos, desqui- cialista actualmente en el gobierno. En su XXII Congreso de
ciar mentes, quebrantar dignidades, humillar la sexualidad de Chillán de 1967 este partido afirmó la necesidad de la lucha
personas practicando sobre ellas las más bajas perversiones, armada para alcanzar el poder: “La violencia revolucionaria
vilipendiar el buen nombre de personas. Es imperativo poner es inevitable y legítima. Resulta necesariamente del carácter
de relieve la incompetencia que tales prácticas implican en represivo y armado del Estado de clase. Constituye la única vía
la formación profesional dada a la oficialidad de los servicios que conduce a la toma del poder político y económico y a su
de inteligencia en las instituciones armadas chilenas. Tales ulterior defensa y fortalecimiento. Sólo destruyendo el aparato
prácticas indican una preparación política defectuosa, una burocrático y militar del Estado burgués, puede consolidarse
incapacidad de concebir objetivos de pacificación nacional a la revolución socialista. Las formas pacíficas o legales de lucha
corto y largo plazo después de períodos en que se ha hecho (reivindicativas, ideológicas, electorales, etc.) no conducen por
imprescindible iniciar un conflicto armado. A corto plazo las sí mismas al poder. El Partido Socialista las considera como
Fuerzas Armadas fueron eficientes en desmantelar el aparato instrumentos limitados de acción, incorporados al proceso
burocrático de los partidos de Izquierda. Sin embargo, este in- político que nos lleva a la lucha armada”(44). Ya en medio de
mediatismo les impidió percibir que los aparatos partidistas de la crisis de la “vía pacífica al socialismo” de la Unidad Popular,
la Izquierda son manifestación de algo mucho más profundo, manifiesta la incapacidad estratégica de habilitarla ante la
de subculturas cuya destrucción total es imposible, a menos oposición que controlaba los poderes legislativo y judicial, en
que se intente el genocidio. Toda subcultura está formada por marzo de 1972 el Pleno Nacional del Partido Socialista reiteró
padres, madres, hijos, parientes, viejos, jóvenes que se narran la necesidad de prepararse para una confrontación armada:
tradiciones familiares, de amistad, de aspiraciones satisfechas “No podemos caer en la ingenuidad de creer que podemos
e insatisfechas, de sufrimientos redimidos e irredimidos, de construir el socialismo a través de las actuales instituciones
actos heroicos, del mismo modo como comentan hechos y de las veinte mil leyes que existen. Sostener que la actual
vergonzosos, propios y del prójimo. En fin, toda subcultura se correlación de fuerzas puede dar lugar a un largo desarrollo,
caracteriza por su capacidad de reproducirse, por conservar estable y tranquilo, no sólo es una ingenuidad sino que es una
una memoria colectiva. Los daños innecesarios perpetrados posición reformista y aventurera. Hay aventurerismo cuando
por los servicios de seguridad militar sobre la subcultura de se cree que la plenitud del poder político y el socialismo se
Izquierda reemergerán constantemente en demanda de jus- conquistarán sin la necesidad de preparar ideológica, orgánica
ticia, impedirán la reconciliación con la Izquierda, con seres y materialmente a las masas... Las desviaciones reformistas en
que de otro modo podrían haber reconocido honestamen- el seno del movimiento obrero muchas veces han caído en
te su derrota. En este sentido, entonces, ante esa memoria estas irresponsabilidades aventureras, por más que se lancen
cultural, es posible prever que el error de haber cometido los más feroces epítetos en contra del aventurerismo. Para
terribles violaciones de derechos humanos redundará en que los revolucionarios la solución no está en negar o esconder
las Fuerzas Armadas deberán prolongar indefinidamente una el objetivo de la toma del poder y del socialismo, sino en
ya evidente mentalidad de entes asediados, que pertenecen educar y preparar a las masas para lograrlo; si la revolución
a un “Estado-guarnición” y no a un Estado-nación, de castas implica un tránsito violento en cualquier etapa, lo correcto
aisladas de parte importante de la nacionalidad. no es negar la revolución a nombre del ‘menor costo’, sino

91 92
enfrentar la violencia organizadamente, que es la única forma respecto. Es innegable que la influencia europeo-occidental
de que el pueblo sufra menos y el costo social sea menor” ha sido decisiva en el privilegio de la vía pacífica al socialismo
(p. 68). Como diagnóstico posterior de estas intenciones, en como también de la conversión a ella de muchos que la repu-
1977 el Secretario General, Carlos Altamirano, comentaba: “Sin diaron con energía. La influencia del pensamiento de Gramsci,
embargo es preciso reconocer que el Partido Socialista no es- del eurocomunismo y de los partidos socialdemócratas se
tuvo en condiciones de desarrollar una política consecuente ha dejado sentir en los militantes exiliados. El conocimiento
con aquellas previsiones. Su tradicional debilidad orgánica y cercano de los socialismos reales produjo también un impacto
la falta de formación de sus cuadros, no superadas al calor de no desdeñable. El Partido Socialista que reconoce hoy la di-
la experiencia revolucionaria, le impedía implementar por sí rección de Carlos Briones es el que más fuertemente recibió
solo una estrategia armada. No era, por cierto, el partido de estos impactos. Los fenómenos de la Convergencia Socialista,
Lenin. Estaba muy lejos de constituir una organización acera- el Bloque Socialista y la integración del MAPU-Obrero Cam-
da, monolítica y disciplinada. No tenía experiencia alguna en pesino (MOC) y otros grupos ha significado una profunda y
la lucha clandestina ni dominio práctico de las formas de lucha fructífera reflexión política en la que el tema de la violencia
armada” (pp. 68-69). Ese mismo año 1977 Altamirano también ha sido muy central”(45).
hablaba de la reconstrucción del partido, afirmando que el De esta manera, el cálculo de que era imposible
“carácter de partido enraizado en las masas no se contrapone derrotar a las Fuerzas Armadas en el terreno militar llevó a los
con la exigencia perentoria de elevar el nivel ideológico de “socialistas renovados” a la búsqueda de un acercamiento a la
sus militantes y la formación de cuadros político militares” (p. Democracia Cristiana para fundar un bloque de poder político
291). de gran estabilidad, que permitiera la conducción de una po-
Esto llevó al Partido Socialista a formar cuadros lítica de redemocratización de Chile a corto, mediano y largo
militares en la República Democrática Alemana, primer lu- plazo. Así es como el 17 de diciembre de 1986, en su “Carta
gar de exilio de su liderato. No obstante, la constante frag- Abierta a los Dirigentes y Militantes de la Izquierda Chilena”
mentación del partido en grupos conflictivos entre sí hacía Ricardo Núñez, sucesor en la secretaría general del Partido
imposible la construcción de un aparato partidista con la Socialista-Briones, afirmaba que “la objetiva militarización de
articulación necesaria para el uso racionalizado de la fuerza la política constituida por las acciones del MIR y por el vasto
militar. Por otra parte, la experiencia directa del “socialismo proyecto militar que está a la base de la creación del FPMR y
real” en ese país finalmente puso en tela de juicio la validez de sus acciones sucesivas, que van desde el secuestro de niños
del modelo socialista soviético como utopía política deseable y la detonación indiscriminada de bombas -que en ocasiones
para Chile. El desahucio de la utopía soviética quizás haya no dejan de causar víctimas inocentes-al asalto a cuarteles
sido el condicionamiento principal que condujo al socialismo y la internación masiva de armas, no puede soslayarse en
de Altamirano a forzar la división del Partido Socialista, el fin nombre de la búsqueda de acuerdos que dejen de lado las
de la Unidad Popular y la revisión doctrinaria del concepto de diferencias. El intento de hacer madurar una supuesta situa-
socialismo a través de diversas instancias de discusión, como ción revolucionaria para imponer una ‘democracia avanzada’,
la Convergencia Socialista en 1979-1983, el Bloque Socialista no es sólo un proyecto minoritario de la izquierda, es también
en 1983. Al respecto, en 1986 Eduardo Ortiz comentaba: “El un factor de debilitamiento, de sectarización, de minorización
exilio socialista ha tenido consecuencias importantes a este de la movilización social. El ‘uso de todas las formas de lucha ‘
expone a las mayorías dispuestas a movilizarse para terminar

93 95
con la dictadura a las más sangrientas represiones, a costos
inútiles y al fortalecimiento de la cohesión al interior de las
FF.AA. Al desgaste que ha sufrido la movilización por la au-
sencia de objetivos concretos y su carácter repetitivo, se ha
sumado el temor a la radicalización militarista. Y ello debilita
al movimiento popular y su capacidad de incidir en la salida
política a la crisis chilena”(46)

TRAYECTORIA DEL FRENTE


PATRIOTICO MANUEL RODRIGUEZ

97 98
Es evidente la influencia de tres modelos en la
época para un proyecto de conducción político-militar pos-
terior a 1973: 1) la tradición leninista misma en cuanto a la
creación y sujeción estricta del aparato militar interno del
partido a la dirección política; 2) la “vía italiana al socialismo”,
Sin embargo, la intención específica de este traba- por cuanto las características de la estructura social italiana y
jo es el estudio de la significación cultural del FPMR. Por tanto, la política del Partido Comunista Italiano después de la Segun-
mayor atención deben recibir las relaciones entre el Partido da Guerra Mundial eran semejantes, en rasgos generales, a la
Demócrata Cristiano y el Partido Comunista de Chile (PCCH). estructura social chilena y a la “vía chilena al socialismo” de la
Ante la dispersión, fragmentación o menor influencia de otros Unidad Popular; 3) la experiencia militar cubana en cuanto a
partidos de Centro y de Izquierda, estos dos partidos ocuparon la promoción de Frentes de Liberación Nacional, según que-
el sitio principal en la arena política posterior al golpe militar dara demostrada en Nicaragua y El Salvador. La gravitación
de 1973. Así como las luchas políticas en décadas anteriores de estos modelos de acción posible se hizo relevante con las
y durante la Unidad Popular fueron expresión indirecta en severas críticas de autoridades del movimiento comunista in-
Chile de la Guerra Fría a escala mundial, la internacionaliza- ternacional al liderato del PCCH en el exilio por su conducción
ción del conflicto político fue más intensa en el período de la malograda de una oportunidad revolucionaria perdida.
dictadura. Todos los oponentes recibieron apoyo financiero Debe tenerse presente que, para preparar las con-
aún mayor desde el extranjero para, por lo menos, financiar diciones para el advenimiento del socialismo, en la tradición
a sus funcionarios y establecer centros de estudios políticos bolchevique el partido debe estar capacitado para hacer uso
que congregaran a su intelectualidad. En este contexto la del más amplio registro posible de opciones, tanto legales
Democracia Cristiana y el PCCH lucharon tanto por la derrota como ilegales, tanto pacíficas como violentas. El partido debe
del régimen militar como por la derrota mutua. Costará re- actuar en la legalidad de un sistema político burgués, partici-
solver en el futuro la cuestión de si esta intransigencia quizás par en elecciones parlamentarias y presidenciales, promover
haya sido responsable de la prolongación de la dictadura y, y participar en alianzas y compromisos políticos aun con las
por tanto, de la muerte y tormentos innecesarios de miles de organizaciones más incompatibles ideológicamente, actuar
chilenos. dentro de sindicatos, centrales sindicales, gremios o confe-
Aunque el reconocimiento público de un “vacío deraciones gremiales meramente reformistas, crear todo tipo
histórico” en cuanto a una política militar se dio con el Informe de organizaciones sociales que actúen como prolongación
al Pleno del Comité Central de 1977, el PCCH ya había tomado directa de su línea política, promover insurrecciones y prepa-
medidas para remediarlo desde 1970 y especialmente a partir rar a las masas para ellas, etc., etc., etc. La habilidad política
de 1974, año en que comenzó un decidido reclutamiento de de la dirección del partido se demuestra en su capacidad de
personal para la carrera militar entre las Juventudes Comunis- combinarlas, acentuando unas momentáneamente en favor
tas. Dado que las conexiones con el movimiento comunista de otras, o cambiando de curso gradual o abruptamente,
internacional a la vez implicaban fuertes obligaciones de co- según las condiciones y la correlación de fuerzas nacionales
rregir su estrategia y el acceso a grandes recursos materiales, e internacionales lo demanden. El imperativo político funda-
es de importancia explorar los modelos posibles seguidos por mental de todo partido comunista es mantener su influencia,
el PCCH para la integración de la nueva política militar. aumentar su capacidad de movilización de masas e impedir

99 100
que se lo aísle. en peligro esas redes. A la vez los cuadros militares ponen
Es obvio: el mantenimiento de un aparato militar en movimiento una teatralidad altamente simbólica, con
interno es materia extraordinariamente sensitiva por cuanto acciones de propaganda armada que implican algún lugar,
su presencia, aunque vital en una organización revoluciona- contenido o referente de importancia para la identidad na-
ria cuya razón de ser es avizorar permanentemente la toma cional. El objetivo psicológico de la propaganda armada es
del poder, siempre obstaculiza y aun deshaucia la capacidad llamar la atención, tanto a los militantes dispersos como a la
de maniobra política en cuanto a alianzas y compromisos. colectividad nacional, de que el partido no ha sido destruido
Inevitablemente, para las organizaciones políticas burguesas y que todavía es capaz de actuar aun en las condiciones más
o reformistas todo partido comunista debe ser considerado adversas.
como socio que actúa de mala fe y con mala conciencia, Superada la etapa defensiva, de reagrupamiento,
impresión que, a su propio modo, el común de los militantes los cuadros militares pueden entrar a una acción ofensiva
comunistas acepta, puesto que la democracia burguesa es para debilitar al gobierno y forzarlo a reconocer límites en su
considerada nada más que como campo de maniobra tácti- capacidad de represión. Estas acciones pueden ser agresio-
ca. Por ello el acercamiento de las organizaciones políticas nes físicas, hostigamiento e intimidación de personalidades
burguesas a los partidos comunistas se restringe a lo es- civiles que apoyan al gobierno, el secuestro, enjuiciamiento
trictamente necesario y coyuntural, y se lo evita del todo si y ajusticiamiento de torturadores reconocidos, encarga-
es que los partidos burgueses pueden contar con mayorías dos de la represión o figuras políticas de importancia en el
electorales abrumadoras, quedando, en última instancia, la régimen. Junto con esto se emprende el trabajo de agitación
opción de usar directamente el aparato policial y las Fuerzas entre las masas para inyectarles una confianza en la posibi-
Armadas estatales para destruirlos, o tomar la actitud de lidad de acciones de rebelión multitudinaria. Esto se logra
meros espectadoras para permitir que lo hagan. Esto carac- mediante un entrenamiento paramilitar de masas, orientado
terizó las relaciones del Partido Demócrata Cristiano con el a atentados menores, tales como el uso de explosivos en
PCCH durante la dictadura. postes telefónicos o de alumbrado, en dependencias públi-
Para limitar en lo posible esta vulnerabilidad cas menores, propaganda armada, la promoción de boicots,
estratégica, en condiciones de legalidad los partidos co- técnicas de sabotaje, accionar táctico en disturbios calleje-
munistas designan con estricta reserva un pequeño núcleo ros. Este fue el llamado Trabajo Militar de Masas (TMM) del
de cuadros de absoluta confianza para un entrenamiento PCCH. En un nivel más alto del conflicto social, cuando la red
militar cuyas funciones pueden ser expandidas de acuerdo clandestina ya está en condiciones de organizar o apoyar
con las necesidades dictadas por los conflictos sociales. La huelgas generales que puedan paralizar al país y causar la
función básica de este núcleo es la de proveer un aparato caída del régimen, los cuadros militares proveen grupos de
de seguridad para la protección de los líderes, de los im- choque para ser destacados en lugares claves, que permitan
plementos y de los locales de importancia para la actividad el máximo de presión masiva sobre un gobierno asediado
partidista. En condiciones de represión, en que se requiere el y quizás a punto de desplomarse. En la posibilidad de una
paso a la clandestinidad, la actividad de estos grupos se ex- guerra civil, los cuadros militares proveen la oficialidad para
pande para proteger el reagrupamiento de las redes subte- un ejército popular revolucionario de mayor grado de orga-
rráneas, el restablecimiento de contactos y comunicaciones nización técnica. Es obvio indicar que este tipo de actividad
y el rápido ajusticiamiento de traidores que puedan poner demanda que los cuadros seleccionados observen perma-

101 102
nentemente una disciplina militar que equilibre la iniciativa tercera opción, la de convertir una parte del aparato armado
creadora en el cumplimiento de las tareas señaladas junto en un Frente de Liberación Nacional, según las experiencias
con un sometimiento incuestionable a la línea política esta- nicaragüense y salvadoreña. La decisión de relacionar estos
blecida por la dirección del partido. dos últimos elementos quedó reflejada en la llamada Polí-
Como planteara anteriormente en la somera tica de Rebelión Popular de Masas (PRPM) y no provino del
discusión del MIR, es la existencia de los cuadros militares interior del PCCH, provocando serias disensiones dentro de
clandestinos en la estructura del partido marxista-leninista la la Comisión Política, encargada de dirigir la política militar.
que acarrea un potencial de contradicciones extremadamen- Estas disensiones fueron mantenidas en tal estricto secreto
te difíciles de solucionar. A pesar de la total conciencia de que aun miembros del Comité Central las desconocieron por
que el aparato militar jamás puede reemplazar la acción de largos años. En cuanto a la situación de tabú discutida, ella
las masas dispuestas a la insurrección nacional por voluntad se trasluce en las grandes dudas, ambigüedades y contra-
propia y espontánea, tras la existencia de los cuadros milita- dicciones internas y públicas con que la Dirección del PCCH
res está la sugerencia de que la conquista del poder político asumió el factor conflicto armado en la correlación de los
finalmente está en la suplantación de las masas por un apa- tres modelos.
rato técnico. En coyunturas altamente negativas, la dirección El mantenimiento de las tres opciones, de los
del partido puede llegar a confiar más en la disciplina de un tres modelos, implicaba un balance dificilísimo, que, en la
aparato de choque que en la tarea más difícil y problemática práctica, resultó imposible. Mientras el régimen militar man-
de conducir y movilizar a las masas. Si así ocurre el partido tuviera su intransigencia totalitaria, la concertación política,
ha entrado en una desviación militarista. Hay evidencia de formal o informal, con la Democracia Cristiana para la crea-
que esto ocurrió con el PCCH hacia mediados de la década ción de condiciones de ingobernabilidad en Chile era viable;
de 1980. hasta los comienzos de la década de 1980 todos los partidos
Parece evidente que, dentro del abanico de democráticos y la Iglesia Católica más o menos concordaron
opciones señalado, las funciones que el PCCH había estado en que era imposible negociar con las Fuerzas Armadas para
delegando a sus cuadros militares hasta 1973 nunca exce- la redemocratización del país. La posibilidad de mantener
dieron las más básicas, de seguridad del liderato y de los las bases de esa concertación obligaba a que el PCCH de-
bienes inmuebles de la organización. mostrara una credibilidad total y permanente, restringiendo
Luego de la derrota de 1973, todo indica que el sus objetivos políticos únicamente al derrocamiento del
PCCH tomó la decisión de jugar una política a tres bandas régimen militar. Esto habría requerido posponer o redefinir
simultáneas: primero, intentar la continuación de una activa radicalmente la aspiración a crear o utilizar las incidencias de
estrategia de alianzas para la formación de un Frente Nacio- la lucha antifascista para una ruptura revolucionaria hacia el
nal Antifascista con todo sector democrático, especialmente socialismo. En este sentido es evidente la gravitación de la
con la Democracia Cristiana. Esta estrategia buscaría una “vía italiana al socialismo”.
concertación de fuerzas para derrocar al gobierno militar Debe recordarse que, durante la Segunda Guerra
a través de la desobediencia civil generalizada, creando así Mundial, la dirección del Partido Comunista de Italia (PCI) se-
una situación de ingobernabilidad del país que produjera el ñaló como objetivo único la lucha contra la ocupación nazi
colapso del régimen. Segundo, reforzar y expandir su apa- y luego la destrucción de las condiciones estructurales que
rato militar interno abriendo, a la vez, la posibilidad de una

103 104
habían permitido el surgimiento del fascismo local, enten- ner en duda el daño sufrido por la dirigencia y la militancia
diendo el proyecto como movilización patriótica nacional. del PCCH a manos de los servicios de seguridad militar. Sin
Por tanto, se aspiró a convertir al PCI en una organización embargo, en el debate interno del PCCH ese refuerzo recibió
de masas abierta a todos los sectores sociales, organización rango de verdadera refundación de la cultura comunista, lo
no sectaria, dispuesta a un compromiso con los otros dos cual introdujo un ímpetu insospechado. Ello influyó sobre la
partidos de masas, la Democracia Cristiana y el Socialista(47). escala del proyecto y la debilitación de las medidas de segu-
En esto se mostró la influencia del pensamiento de Anto- ridad que debieron haberse mantenido en las declaraciones
nio Gramsci. La expectativa fue la de transformar al PCI en públicas. Parafraseando su sentido en los términos que pre-
una fuerza política de tal influencia en la cultura nacional, siden este trabajo, esta refundación podría enunciarse como
como para convertirse en fuerza hegemónica, directriz: su el intento de abandonar una concepción sociologista del
ascendencia cultural permearía todo ámbito de actividad, PCCH para reemplazarla por una concepción antropológica.
estableciendo lógicas y sentidos comunes democráticos tan Se me ha señalado que tres condicionamientos
profundamente encarnados en la colectividad como para habían estado neutralizando la voluntad revolucionaria del
aislar definitivamente a las oligarquías terratenientes, finan- PCCH, transformándolo de hecho en una organización buro-
cieras y a los grandes monopolios fascistas, abriendo camino crática simplemente reformista: el largo período de relativa
a transformaciones democráticas en todo orden. Se trató aunque interrumpida legalidad vivido desde el abandono de
de una decisión política que conscientemente postergó e, la línea insurreccional en 1933; su posterior participación en
incluso, llegó a abandonar el entendimiento leninista de la el llamado Estado de Compromiso, de orientación populista;
revolución como conquista armada del poder político, paso su adherencia a la “vía pacífica” al socialismo, propuesta en el
iniciatorio de la dictadura del proletariado, de la estatización XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética.
de la propiedad de los medios productivos y de su admi- En el contexto del populismo predominante en
nistración centralizada. Se ha indicado que tal decisión del Chile desde la década de 1940 en adelante, no era difícil que
PCI fue tomada con clara conciencia de que la correlación el liderato comunista cayera en el error de concebir y repre-
internacional de fuerzas no permitiría el tipo bolchevique de sentar al PCCH más bien como una institución administra-
ruptura revolucionaria, como lo había ilustrado en Grecia la dora de un capital electoral. Este le había permitido incidir
sangrienta intervención anglo-norteamericana para aniquilar en la política nacional mediante maniobras, negociaciones
al movimiento comunista hacia fines de la Segunda Guerra y transacciones con sectores sociales con los que se podía
Mundial. actuar con el “muñequeo” y el “arreglín medio mafioso entre
La lógica de la “vía italiana al socialismo” guarda amigachos”, según palabras de un observador muy cercano.
gran afinidad con el prestigio político y cultural que el PCCH Sin embargo, al hacerlo había pagado el precio de repro-
había acumulado en las décadas anteriores al gobierno ducir un estilo corporativista, populista y aun clientelista,
de la Unidad Popular, bloque en que, sin duda, el partido como una especie de correa transmisora y negociadora de
era la fuerza hegemónica. Dentro de esa lógica, reforzar el las aspiraciones de reivindicación económica de los sectores
aparato militar interno no habría necesariamente entrado de trabajadores de importancia por su organización sindi-
en conflicto con la línea de amplias alianzas antifascistas, en cal, a la que el partido había contribuido notablemente. Tal
la medida en que el refuerzo hubiera sido implementado desviación, que reforzaba la hegemonía burguesa, habría
específicamente con propósitos defensivos. Nadie podía po- sido reforzada a su vez por la rígida tradición estalinista

105 106
imperante en el partido, en que las bases demostraban su social burgués establecido, como una organización “adminis-
confianza en la Dirección con un acatamiento incuestionado tradora de cosas” y no como participante en un flujo de re-
de sus resoluciones. Así es como las dirigencias eran reelegi- laciones sociales en permanente cambio, en que los actores
das mecánicamente, por largos períodos, creándose lo que sociales están en constante proceso de autorecreación, en
se llegó a llamar “dinastías” del partido. En el período de la la que sí se pueden efectuar rupturas revolucionarias. Consi-
Unidad Popular, prueba de la caída en esta inercia había sido derada desde una perspectiva antropológica, esa burocracia
la confianza indebida e infundada en sectores militares cons- habría sido incapaz de instalarse ella misma y, por tanto,
titucionalistas. La preparación de los cuadros técnico-milita- arrastrar a todo el partido, hacia un espacio imaginario en
res del PCCH entre 1970 y 1973 se dio con la hipótesis de un que la acción y la teoría revolucionaria desarrollaran y en-
apoyo a estos sectores, que finalmente no intervinieron para carnaran integralmente lo político y lo militar en cuadros y
proteger al gobierno de Salvador Allende. Al respecto se militantes, como si realmente se creyera que la más profun-
abrigaron esperanzas hasta muy avanzado el golpe militar da y única razón existencial de ser del partido fuera prever y
de septiembre de 1973. Este irrealismo implicaba un respeto actuar sin temor, audaz y enérgicamente sobre la posibilidad
y una confianza impropia de revolucionarios en una corpo- de la captura del poder, cuando las circunstancias reales así
ración fundamental para la preservación del orden burgués. lo señalaran. En este sentido, el partido aparecía como “un
Esto habría contribuido a la falta de una política sostenida cheque sin fondos”, en que la dirigencia demostraba una
de captación de las Fuerzas Armadas, de aislamiento de sus total incongruencia entre hechos y palabras. En los hechos
sectores reaccionarios y de negligencia en el desarrollo a mismos, medida fundamental de evaluación de los seres
largo plazo de una capacidad de defensa y ofensiva armada, humanos como constructores de cultura, el partido no tenía
en particular una vez que la confrontación violenta con la una real concepción revolucionaria. De allí que quienes
Derecha y con las Fuerzas Armadas ya aparecía como in- impulsaron la integración más decidida de lo militar en el
evitable. Luis Corvalán, en su informe al Pleno del Comité abanico de opciones políticas luego de 1973 hablan de que
Central del PCCH, en agosto de 1977, así lo reconoce: “To- el intento fue equivalente a la tercera refundación del PCCH,
dos nosotros, cual más, cual menos, sin excepción alguna, luego de su fundación con el Partido Obrero Socialista de
fuimos prisioneros del ambiente que nos rodeaba, de las Luis Emilio Recabarren en 1912.
concepciones democrático-burguesas que dominaban en la Ahora bien, refundar una cultura es un proceso
vida política y cultural del país. Esta ha sido, ante todo, una reeducativo de largo plazo, que involucra la transformación
debilidad ideológica. Su reconocimiento abierto es, más que gradual del imaginario simbólico de muchas generaciones.
necesario, indispensable para que todo el partido le preste No es un proceso de resultados inmediatos, como sería la
atención al estudio, le dé más importancia a la teoría y tome reestructuración “sociológica” de una institución burocrática.
clara y firme conciencia del deber de prepararse y de estar Originalmente quienes impulsaron esa refundación esta-
preparados para las más diversas contingencias, esto es, de ban del todo conscientes de ese largo plazo. En realidad un
dominar las más variadas formas de lucha, comprendidas las sector de ellos no la propusieron de cara a la contingencia
que exijan el empleo de la violencia aguda”. inmediata de la lucha contra la dictadura, sino con vistas
En el hecho, entonces, la dirigencia se habría a un futuro mucho más lejano. Más bien querían crear los
concebido a sí misma como burocracia “economista” y, por elementos necesarios para proteger una situación como la
tanto, “determinista”, que implícitamente acepta el horizonte

107 108
de la Unidad Popular, en el caso en que las condiciones se tración de cosas”. Líderes políticos que jamás habían tenido
repitieran. El PCCH debía prepararse intelectual y emocio- experiencia ni imaginación para lo militar ahora debían
nalmente, desde las bases hasta su dirigencia, para estar a integrarlo; ¿llegarían a capacitarse para ello?
las alturas de situaciones históricas de emergencia súbita, Por otra parte, ¿era posible esa reeducación de la
ejemplos dados por la revolución portuguesa en 1974, en militancia comunista en difíciles condiciones de clandestina-
que el fracaso de las guerras coloniales en Africa generó la je, en que la estructura orgánica del PCCH sufría de enormes
insurrección democrática de las fuerzas armadas, la activa- deficiencias? La membrecía en las organizaciones políticas
ción decisiva de una Izquierda en su apoyo, resultando en el no es un dato fijo. Estas organizaciones crecen y se contraen
desplome súbito del régimen fascista; o como la revolución con el flujo de las luchas sociales. Como consecuencia de la
fundamentalista de Irán en 1979, en que la sublevación de brutal represión posterior al 11 de septiembre de 1973, la
millones de seres humanos que ocuparon las calles neutrali- militancia del PCCH había descendido a aproximadamente
zó totalmente a uno de los aparatos militares más modernos catorce mil miembros activos, “de hierro”, de convicción pro-
del mundo; o las sublevaciones masivas en Nicaragua, que bada en la más terrible adversidad. Hacia fines de la década
eventualmente exigieron la consolidación de un aparato de 1970 y durante la década de 1980 la militancia comenzó
militar que las condujo a la toma del poder. A largo plazo a ascender nuevamente, alcanzando una cifra aproximada
esa refundación implicaba plasmar una nueva sensibilidad de ochenta mil militantes, captados en especial entre la
social, a todo nivel, en que tanto la dirigencia como los juventud de las clases medias arruinadas y marginalizadas
militantes vivieran lo político y lo militar simultáneamente, por el modelo económico neoliberal. Los atrajo al PCCH su
como una síntesis intelectual y emocional, expresada “es- prestigio, seguros de encontrar en él un canal de reconoci-
pontáneamente”, como “sentido común” del entorno huma- da seriedad para la expresión de su ira por las condiciones
no más amplio posible, ya sea íntimo, privado o público. de pauperización y represión sufridas personalmente y por
El convencimiento de la oposición hacia fines de su clase. En términos generales, su conciencia del ideario
la década de 1970 de que estaban agotadas las vías políticas marxista y su práctica política leninista eran escasas o inexis-
hacia la redemocratización del país y la creciente comba- tentes. Aunque se declaraban militantes comunistas, gran
tividad manifestada por las masas a partir de 1980 dieron cantidad no participaba en ninguna célula ni pagaba coti-
un sesgo más inmediato a la necesidad de esa refundación. zaciones. En las difíciles condiciones de comunicación y de
El ejemplo latinoamericano demandaba la emergencia de reunión en el clandestinaje el PCCH no podía educar a este
líderes como Fidel Castro, como Tomás Borge, como Carlos nuevo contingente en las viejas tradiciones de la disciplina
Fonseca, como Humberto y Daniel Ortega, líderes tanto po- bolchevique(48). ¿Cómo se podía imbuir en este contingente
líticos como militares, cuya experiencia directa e inmediata revanchista la idea de que el aparato y la acción militar eran
los hacía capaces de un fino balance en el uso de la fuerza sólo un complemento paralelo de otras opciones poten-
militar para objetivos políticos. El desafío para el PCCH esta- ciales dentro de la política global del partido, que no se los
ba en que el aparato intelectual y emocional de la Dirección debía privilegiar de manera voluntarista?
era más bien burocrático, “sociologista”, habituada al “ordeno Los hechos demuestran que la respuesta fue,
y obedézcase” de la tradición estalinista, a la “componenda” obviamente, negativa. Sin embargo, antes de continuar es
populista entre las diversas tendencias dentro del partido indispensable aportar antecedentes sobre el tercer elemen-
y fuera de él, Dirección orientada, más bien, a la “adminis- to ya señalado en la política antifascista del PCCH: junto al

109 110
refuerzo y expansión del aparato militar interno, a fines de vanguardia no estaba en homogenizarla, sino en el trabajo
1983 se dispuso que elementos de esta Fuerza Militar Pro- para lograr una convergencia de objetivos reivindicativos
pia se desplegaran como una unidad político-militar con que partiera de consensos mínimos. La práctica continua de
apariencias de acción independiente, el Frente Patriótico la acción conjunta finalmente resultaría en una conciencia y
Manuel Rodríguez (FPMR). En su trasfondo histórico, esta en una convicción clara y certera de que las reivindicaciones
extensión implicaba equilibrar la lógica político-militar de la sociales más amplias y profundas sólo se lograrían con una
Revolución Cubana con los “modelos” anteriormente esboza- defensa de la identidad nacional y regional en contra del
dos -el italiano y el leninista. imperialismo -como el golpe sorpresivo de una guerrilla en
En su crítica más reciente del movimiento co- Chiapas, México, a comienzos de 1994 parece demostrarlo.
munista internacional, los teóricos de la Revolución Cuba- Esa conciencia abriría paso naturalmente a una dirección co-
na -particularmente Marta Harnecker(49)- habían estado lectiva de la organización revolucionaria, en que la discusión
aportando elementos para corregir lo que percibían como de los objetivos, estrategias, tácticas y el empleo de fuerza
distorsiones estalinistas en la concepción de la vanguardia militar para lograrlos sería amplia, abierta, horizontal, iguali-
leninista. Según esta evaluación, la noción leninista original taria y democrática. La administración de este consenso im-
del partido de vanguardia había sido la de una agencia revo- plicaría, en última instancia, la generación de tal influencia
lucionaria que adopta y adapta su línea política en estrecho y prestigio social, político y militar, como para construir un
contacto con la realidad social más cercana y concreta. Esta sentido común y una lógica de la acción colectiva ineludible
noción había sido reemplazada por esquemas de acción e inevitable, es decir, la afirmación de una hegemonía.
verticalmente impuestos por la Internacional Comunista, de Señalemos ahora las contradicciones implícitas
acuerdo con la experiencia rusa. En este esquema, el reco- en la política a tres bandas que, en el hecho, marcó la acción
nocimiento de un potencial de fuerza revolucionaria había del PCCH. En primer lugar parece evidente que -aunque
sido reducido exclusivamente a una clase obrera muchas quizás se hubiera podido compaginar una estrategia de
veces escasa o inexistente en Latinoamérica. La clase obrera alianzas con el refuerzo sigiloso del aparato militar interno-
debía ser comandada por un partido que instrumentalizaba era dudoso que el origen verdadero del FPMR pudiera ser
y homogenizaba burocráticamente los múltiples y dispares ocultado ante una inteligencia militar respaldada por los
intereses de organizaciones sociales creadas en un espacio vastos recursos de los aparatos de inteligencia de Estados
de características sociales con necesidades específicas. Las Unidos y de sus potencias aliadas. A pesar de las reiteradas
consecuencias de esta estrategia podían comprobarse con negativas oficiales, la identidad y formas de organización
un hecho indiscutible: ninguno de los éxitos revolucionarios del FPMR como parte de la Fuerza Militar Propia del PCCH
logrados en Latinoamérica en las últimas décadas había sido fueron transparentes para los servicios de seguridad militar
liderado por los partidos comunistas. Esos éxitos indicaban y, en el terreno de las relaciones políticas, se convirtieron
que precisamente en la multiplicidad de intereses sociales en secreto a voces. Tal simulación exacerbaba las ya gran-
estaba el vigor y la riqueza revolucionaria. En especial se se- des animosidades anticomunistas y la desconfianza de la
ñalaba el ímpetu de rebelión generado por los movimientos Democracia Cristiana, remanentes de las confrontaciones de
estudiantiles, las barriadas marginales, los cristianos radica- la época de la Unidad Popular. En segundo lugar, la difícil
lizados, las mujeres, los pueblos indígenas. Ante la riqueza situación de la organización clandestina y la ambigüedad de
de esa multiplicidad, la creatividad política de una verdadera

111 112
la relación del partido con el FPMR impidieron que las bases con el que condujo operaciones menores a lo largo de todo
comunistas recibieran clarificaciones en cuanto al significado el país. Su preparación fue del todo funcional con respecto
político del aparato militar como complemento de la lucha a las necesidades políticas del momento, en que ni la opo-
de masas. Esto creó enorme confusión y llevó a algunas or- sición en general ni el partido en particular habían logrado
ganizaciones regionales a simplemente no cooperar con las reagruparse y reconstruirse orgánicamente. Es decir, en
directivas al respecto por considerarlas militaristas, a pesar esta etapa el aparato paramilitar recibió un entrenamiento
de que tal renuencia no era comunicada a las directivas su- mínimo, lo necesario para emprender operaciones de auto-
periores. En tercer lugar, la Dirección del PCCH desvirtuó la defensa, ajusticiamiento de traidores, propaganda armada,
naturaleza del proyecto de un Frente de Liberación Nacional, sabotaje menor y asalto a bancos, instituciones financieras
implícito en el FPMR: de hecho esta unidad era nada más y empresas diversas para financiar en parte las actividades
que una prolongación del aparato militar interno, a él tenían del partido. A partir de 1980, sin embargo, fueron infiltra-
acceso solamente los cuadros designados entre las Juventu- dos en Chile, en olas sucesivas, decenas de oficiales con
des Comunistas; no surgió de la acción de grupos revolucio- preparación desproporcionada para las necesidades más
narios necesitados de coordinar colectivamente un proyecto, rudimentarias de la situación chilena. Tenían rango en todas
una estrategia y tácticas de liberación surgidos espontánea- las ramas características de fuerzas armadas regulares, con
mente de las masas; el FPMR fue rígidamente restringido intensa experiencia de combate adquirida especialmente en
a complementar la línea política exclusivamente fijada por Nicaragua, muchos de ellos con formación y experiencia de
el PCCH; la dirección del FPMR fue reducida a la calidad de oficiales de Estado Mayor. Un número de oficiales fue desta-
meros técnicos militares, a pesar de que la preparación pro- cado en el FPMR, en el que no pasaron más allá del diez por
fesional de la oficialidad más selecta en las academias mi- ciento del contingente. La existencia misma del FPMR no fue
litares cubanas estaba orientada a la formación integral de oficialmente declarada hasta el 14 de diciembre de 1983. Sin
cuadros político-militares. En esta segunda contradicción se embargo, no debe perderse de vista que la preparación lo-
puede observar que la dirección del PCCH no logró superar gística para la recepción de ese contingente infiltrado -com-
la mentalidad burocratizante de “administradores de cosas” pra y arriendo de casas de seguridad, formación de un par-
que se le imputara (delegaron la acción militar a un aparato que de vehículos para el transporte, formación de un parque
de expertos sin integrarla ellos mismos a su concepción de de armas y municiones, establecer un sistema de medicina
la política). militar, de comunicaciones, financiamiento y avituallamiento
La siguiente contradicción requiere párrafos de un contingente que operaría estrictamente aislado- tomó
aparte. un largo período anterior y el gasto de enormes recursos. La
Irónicamente, aunque el intento de refundar la envergadura de las inversiones necesarias para la construc-
cultura comunista no llevó a la dirección del partido a una ción de una infraestructura militar y para la congregación
síntesis radical de lo político-militar, el ímpetu de tal refun- del personal entrenado comprometieron al PCCH con una
dación introdujo desproporciones en la escala y en la verba- política insurreccional de tan largo aliento que indudable-
lización pública del proyecto de llenar el “vacío histórico”. En mente debía inflexibilizar su capacidad de reacción y cambio
cuanto a esto debe considerarse que, en los años inmedia- ante incidencias políticas inesperadas -según la experiencia
tamente posteriores a 1973, el PCCH había formado y ex- partidaria leninista- como las que comenzaron a desarrollar-
pandido dentro de Chile un amplio contingente paramilitar,

113 114
se a partir de 1986. una espita de expresión tan masiva en la sociedad civil que
Por otra parte, quizás haya sido el orgullo de creó las condiciones para la reaparición pública de los parti-
llenar finalmente el “vacío histórico” militar del partido el dos políticos. Desde entonces el Partido Demócrata Cristiano
que llevó a algunos portavoces a una reiterada e impruden- gradualmente abandonó su política de desobediencia civil
te asociación del FPMR con el PCCH, aunque oficialmente para crear la ingobernabilidad del país y obligar así a los
esto era negado. La Democracia Cristiana no dejó de llamar militares a abandonar el poder. En su reemplazo activó la
la atención sobre declaraciones comunistas como esta en propuesta de transición a la democracia por vía electoral
cuanto al FPMR: “...que es una cosa muy importante, donde pactada con las Fuerzas Armadas, opción favorecida por los
tenemos militantes nuestros y donde tenemos una presen- sectores demócratacristianos más conservadores, con fuerte
cia y una participación y orientamos a nuestros camaradas apoyo de la Iglesia Católica y de la administración Reagan
con la línea política del Partido. Ese es un trabajo muy en Estados Unidos. Esta vía se basaba en que la Constitución
delicado , muy fino. Es un trabajo muy serio que se hace impuesta en 1980 para institucionalizar al régimen militar
como corresponde hacerlo. Y como se hace en el terreno consideraba el llamado a un plebiscito nacional en 1988. El
militar, obviamente tiene todas las características propias referendum decidiría la continuidad del general Augusto Pi-
de la profesionalidad militar, entre las cuales está el secreto nochet como Presidente de la República hasta 1997. De ser
militar”(50). Aún más, documentos oficiales del mismo PCCH derrotado, en 1989 se llamaría a elecciones presidenciales.
desvirtuaron ese “secreto militar”. La Democracia Cristiana Por el contrario, la Política de Rebelión Popular
también llamó la atención sobre pasajes claves del Infor- de Masas (PRPM) del PCCH, que inicialmente propiciaba
me de Luis Corvalán al Pleno del Comité Central de 1985, “toda forma de lucha”, asumida por todo sector social para
como este: “Un terreno en el que hemos entrado a trabajar terminar con el régimen militar, comenzó a inflexibilizarse. Ya
en serio en los últimos 10 años es el militar y el paramilitar. disponiendo de una Fuerza Militar Propia y habiendo sufrido
Como Partido, desde el Comité Central hacia abajo, el tra- fuertes dislocaciones en su estructura orgánica regular en el
bajo que se realiza en ese campo es asunto de permanente clandestinaje, el partido transformó la PRPM en la búsqueda
preocupación y aprendizaje [...] Se ha formado el Frente de una ruptura intransigente con la institucionalidad im-
Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) cuya valiosa acción ha puesta por los militares mediante una insurrección nacional
conquistado la admiración y el cariño del pueblo. Pública- con perspectivas para el establecimiento revolucionario del
mente hemos declarado que, aún sin ser el brazo armado de socialismo en Chile. Se comenzó a usar con más frecuencia
nuestro Partido, cuenta con toda nuestra simpatía y aprecio, el término “Sublevación Nacional”. La masividad de las Pro-
conceptos que reiteramos hoy” (pp. 304-305). testas Nacionales iniciadas en mayo de 1983 y continuadas
La contradicción de los tres modelos de acción mensualmente parecían favorecer las expectativas del PCCH.
política esbozados probaron su radical incompatibilidad ha- De allí que el FPMR apareciera oficialmente inaugurado el 14
cia 1983, con la grave crisis económica que parecía augurar de diciembre de ese año.
el fracaso definitivo del modelo económico neoliberal. Apro- También ese año, el 6 de agosto de 1983, fue
vechando la debilidad política del régimen militar, la Con- formada la Alianza Democrática, grupo en que la Democra-
federación de Trabajadores del Cobre llamó a una Protesta cia Cristiana tendría el papel preponderante. En la Alianza
Nacional a realizarse el 11 de mayo de ese año. Ella abrió Democrática participó una variedad de sectores políticos:
derechistas de tendencia democrática, deseosos de afirmar

115 116
una identidad política más distanciada del régimen militar verbal, insultando a la policía, o procedieron a acciones que
o dispuestos a un diálogo con la oposición ante la eventua- violentan a terceros, como interrumpir el tránsito. Otros no
lidad de una descomposición del régimen; también partici- se controlaron y emplearon directamente la violencia físi-
paron sectores del llamado “socialismo renovado”, hacia el ca, tirando piedras o ‘miguelitos’, encendiendo barricadas o
que también convergían el MAPU, el MAPU-OC y la Izquierda dedicándose sin más al vandalismo. Esto no sólo empaña la
Cristiana. La firma el 25 agosto de 1985, según gestión de nobleza de la no violencia activa, sino que la desnaturaliza,
Monseñor Francisco Fresno, del documento titulado “Acuer- diluyéndole su fuerza moral” (editorial de Mensaje, 19 de
do Nacional para la Transición a la Plena Democracia” hizo mayo de 1983)(51). Un mes más tarde, el 20 de junio(52), otro
patente que los socialistas renovados ya estaban dispuestos editorial de la revista aceptaba la legitimidad de la Constitu-
a la formación de un nuevo bloque político de redemocra- ción de 1980, no mucho antes severamente cuestionada por
tización que terminara con la hegemonía del PCCH en la la Iglesia, y agregaba veladas sugerencias de excluir al PCCH
Izquierda. de todo acuerdo político en la medida en que no se allanara
La posibilidad de formación y luego la formación a negociaciones con los militares y no abandonara su posi-
efectiva de la Alianza Democrática es el momento en que ción rupturista: “Esta participación tendrá que implicar la no
la sensibilidad social melodrámatica creada por la Iglesia y exclusión de grupo alguno del sistema político, mientras sus
el movimiento de derechos humanos fue, en efecto, instru- acciones no transgredan la ley democráticamente aprobada.
mentalizada en contra de los designios rupturistas del PCCH. Otra cosa será discutir la conveniencia de la participación
De este modo el tabú sobre el conflicto armado en Chile, de algún grupo en un gobierno de transición o del futuro
desde la perspectiva de una de las autoridades culturales cercano. Excluir a priori del sistema político a algún sector
que lo difundiera -la Iglesia-, tomó una modulación diferen- significativo de la población haría muy pronto ingobernable
te, pero con una capacidad de sembrar la confusión a largo la naciente democracia, con un muy probable nuevo quie-
plazo y con mayor intensidad. Esa instrumentalización se bre a corto plazo”. El 21 de septiembre de 1983 Mensaje aun
hizo perceptible a partir de la primera Protesta Nacional del llegaba al extremo de sindicar como indiferenciables tanto
11 de mayo de 1983. Como preparación de un temple de la violencia del gobieno militar como de la Izquierda ruptu-
ánimo para la Protesta Nacional que se acercaba, la Iglesia rista: “Hay, sin duda, interesados en fomentar las tensiones
había estado desarrollando una campaña de apología de la para beneficiarse con mezquinos dividendos. Por un lado
no-violencia activa como el método más apropiado para las están los que apuestan a la violencia como único camino
demostraciones. Directa o indirectamente, con esto la Iglesia para cambiar el estado actual de cosas y llevar el agua a su
coincidía plenamente con las propuestas de la Democracia molino. Más que acciones pacíficas, promueven desmanes
Cristina para crear la ingobernabilidad del país. Sin embargo, contra la misma población civil . Por otro lado están los
a raíz de la violencia de las demostraciones, la Iglesia tomó que quieren exacerbar el temor colectivo para reimponer la
una clara posición en contra del programa del PCCH y en mano dura que les permita seguir disfrutando de privilegios
apoyo de la vía política hacia la redemocratización de secto- sin la amenaza de la democracia. Por temor al desorden
res conservadores de la Democracia Cristiana. Esto comenzó y saqueos, que ellos mismos promueven, estos ‘civiles no
con lamentaciones de que, en la Protesta Nacional, “algunos identificados’ apuestan a que muchos preferirán cerrar filas
trapasaron el tenue límite y echaron mano de la violencia en torno al autoritarismo” (p. 190). Hacia el 24 de octubre
de 1984 este proceso demostraba ya haber quedado cimen-

117 118
tado como decidida postura anticomunista, a pesar de un La adopción final de una postura anticomunis-
lenguaje conciliador: “Es verdad que el Partido Comunista, ta es quizás el aspecto más superficial de la forma en que
con su inoportuno planteamiento -¿vehemencia de algunos la Iglesia instrumentalizara la sensibilidad melodramática
líderes jóvenes?- de no renunciar al uso de la violencia para creada en torno a las violaciones de los derechos humanos
reconquistar la democracia, no ayuda precisamente a ese en Chile. De mayor repercusión sería el hecho de que el as-
‘consenso mínimo’ que se trata afanosamente de alcanzar. pecto militar de la política del PCCH fuera velada, paulatina
Teóricamente, tienen razón: no se puede descartar a prio- y repetidamente asociado con el mismo terrorismo militar
ri el uso de la fuerza para lograr zafarse de la dictadura. responsable de esas violaciones, observación que ya hicie-
Pero en Chile, hoy por hoy, hay indicios de que es posible ra en la exposición anterior del tránsito de la Iglesia a una
la concertación de la civilidad para plantearle al país -y a postura decididamente anticomunista. Es preciso prestar
los militares- un camino pacífico de salida a la democracia. especial atención a este procedimiento por las repercusiones
Importantes sectores de derecha están convencidos de ello. que tendría en los principales sucesos que protagonizaría el
Para qué hablar del centro político. También sectores am- PCCH en 1986, año de su derrota decisiva.
plios de la Izquierda están dispuestos a no pretender todas Aunque, en justicia, la Iglesia en diversas ocasio-
las reivindicaciones a la primera de cambios, para obtener el nes reconoce que la violencia rupturista del PCCH tuvo su
marco democrático que permita avanzar hacia la democracia origen en el terrorismo de Estado del régimen militar, el 21
plena. Los esfuerzos por lograr un Pacto Constitucional son de septiembre de 1983 Mensaje hace una primera afirma-
también importantes. Pero si todo se estanca hasta que los ción que acentuaría cada vez más de allí en adelante: “Repu-
comunistas rechacen explícitamente el recurso a la violencia diamos el terrorismo y el vandalismo promovido por grupos
‘como última instancia’, ¿no es pedir demasiado? También extremistas o antisociales. Pero estamos muy conscientes
sería demasiado pedirle a la derecha que considere ilegítima de que no son ellos los principales actores en la enorme
la Constitución del 80 y la permanencia de Pinochet hasta violencia desencadenada últimamente en nuestro país”(p.
1989. ¿Por qué no llegar a la concertación en aquello mí- 189). En esta primera afirmación el sentido del término
nimo positivo en que todos están de acuerdo, dejando las “terrorismo” está aún desdibujado. El 11 de enero de 1984,
discrepancias para discutirlas más adelante, en democracia? con ocasión de una crítica a la Ley Antiterrorista aprobada
¿Por qué seguir paralizados en la situación actual, que nos por el régimen militar, el término “terrorista” queda perfila-
está destruyendo, por el temor obsesivo al comunismo? Por do con mayor claridad: aunque desde una perspectiva que
lo demás, el Partido Comunista chileno, en la práctica, ha reconoce la existencia de un conflicto armado podría decirse
sido tanto o más democrático que la mayoría de las otras que los ataques contra personal militar por parte del aparato
tiendas políticas nacionales. Mucho más antidemocrática fue armado del PCCH eran blancos legítimos, avalados por una
la actitud de los que promovieron o aplaudieron el golpe jerarquía militar responsable, Mensaje califica esos ataques
de 1973 y la subsecuente demolición de la democracia” (pp. simplemente como desmanes terroristas: “La mentalidad
215-216). Nótese que ya a fines de 1984 la Iglesia estaba guerrera con que actúa la autoridad ha ido llevando al país
postulando la aceptación de la institucionalidad militar para al enfrentamiento. Esto es doblemente fatal, no sólo por el
un paso negociado a la democracia, postura que la Demo- dolor y muerte que ello implica, sino porque así tampoco se
cracia Cristiana sólo definiría con toda claridad hacia fines de camina a la democracia. Así como no aceptamos la tortura,
1986. tampoco aceptamos el terrorismo. Estos atentados, que ya

119 120
han cobrado varias víctimas entre los carabineros, nos pare- política insurreccional del PCCH: en julio de 1986 los ser-
cen tan repudiables como el terrorismo tenebroso con que vicios de seguridad militar detectaron e interceptaron el seg-
la CNI pretende resguardar el orden”(p. 199). El 9 de marzo mento final de una masiva infiltración de armas por el PCCH;
de 1984 el repudio del “terrorismo” de la Izquierda por parte poco después, el 7 de septiembre de ese mismo año fracasó
de la Iglesia se hacía militante. Se lo calificaba de “enferme- la emboscada del FPMR contra el general Augusto Pinochet,
dad” social, de “irracional” y se pedía severos castigos de la operación ya muchos años en la agenda del PCCH. El fracaso
autoridad militar en su contra, con el único reparo de que la de esta audaz jugada, que de triunfar quizás habría dado la
represión por parte de los servicios de seguridad militar no supremacía a la política insurreccional, provocó el aislamien-
se extendiera indiscriminadamente: “El terrorismo es una en- to final del PCCH. Con brevedad tersa e irónica, un historia-
fermedad grave que hay que combatir, ¡pero no matando al dor demócratacristiano se refiere así a este súbito cambio
enfermo!”; “Su irracionalidad no respeta límites, ni éticos ni de fortuna: “A partir de ese momento algo cambió en el país
humanos, y constituye un serio desafío para cualquier socie- y en el análisis que hicieron los partidos sobre la estrategia a
dad”; “Como toda enfermedad, el extremismo y el terrorismo seguir”(53). El 17 de octubre de 1986 la revista Mensaje comentó: “El descubri-
se combaten neutralizando sus causas y fortaleciendo al miento de los arsenales, el atentado contra el general Pinochet, el estado de sitio
y los asesinatos de opositores, cometidos bajo su vigencia, produjeron sorpresi-
organismo social. La ley debe ser dura, pero justa. Y es la de- vamente un nuevo cuadro político. Numerosos partidos y personalidades, desde
mocracia lo que fortalece a una sociedad con su justicia”(pp. los socialistas hasta tres miembros de la Junta de Gobierno, se han pronunciado
en favor del diálogo político entre la oposición y las F.F.A.A. Las voces discordantes
203-206). El llamado a la represión de los insurgentes en han sido las del P.C. en su carta a la Democracia Cristiana, y la del general Pinochet
el conflicto armado en Chile se hace mucho más patente y sus seguidores más cercanos, que descalifican el diálogo por razones distintas,
en una afirmación del 2 de enero de 1985: “La Constitución haciendo verosímil lo que muchos piensan: que ambos extremos se fortalecen”(p.
299). De hecho fue un revés y jaque mate del cual el PCCH ya no se repondría.
de 1980 autoriza al Gobierno a declarar el Estado de Sitio La conmoción nacional causada por el atentado, la represión y los
‘en caso de guerra interna o conmoción interior’. Es dudoso asesinatos perpetrados por los servicios de seguridad militar como venganza y las
que estemos en este caso, por cuanto el mismo Gobierno ha expectativas de un largo e intenso conflicto armado -indicado por la magnitud de
la infiltración de armas- inclinaron a una ciudadanía democrática agotada por los
reiterado que en el país reina la más absoluta tranquilidad. esfuerzos de las Protestas Nacionales hacia una salida eleccionaria de la dictadura.
Por lo demás, para neutralizar los actos de terrorismo que Ya con decidido control de la iniciativa, el Partido Demócrata Cristiano llamó a la
inscripción de la ciudadanía en los registros electorales y a participar con un NO
se están produciendo, la autoridad cuenta con suficientes en el plebiscito nacional sobre la continuidad del general Pinochet. La limpieza
medios y con las sanciones previstas en el Código Penal, el del proceso eleccionario quedaría garantizada por observadores extranjeros de
Código de Justicia Militar, la Ley de Seguridad Interior del organismos no-gubernamentales de defensa de los derechos humanos, y particu-
larmente por la administración del Presidente Ronald Reagan, que había estado
Estado, la Ley de Control de Armas y la Ley Antiterrorista, gradualmente aumentando su presión al régimen militar para una apertura política.
además del Artículo 24 transitorio [de la Constitución] que le Mientras tanto, el impacto del fracaso del atentado contra el
permite arrestar a personas involucradas en actos terroristas general Pinochet provocó intensos debates en el Comité Central del PCCH sobre
el imperativo inmediato de un abrupto cambio de línea política para entrar a la
hasta por 20 días”(p. 238). vía eleccionaria. En esta coyuntura crucial, el PCCH cayó en un período de larga
En el contexto de un tabú que desconoce la indecisión, exacerbada por las serias dislocaciones de organización producidas
por la represión consiguiente al atentado. La indecisión también paralizó a sus
existencia de un conflicto armado en Chile y con un condi- aliados de la Izquierda Democrática. Finalmente, la aceptación nacional de esta vía
cionamiento de la opinión pública que exorciza la acción mi- eleccionaria fue de tal magnitud que terminó arrastrando a la gran mayoría de los
litar revolucionaria como “terrorismo” maléfico, es compren- partidos políticos, tanto los de oposición como los adictos al régimen militar. Desde
entonces se hicieron públicas voces disidentes dentro del PCCH que más adelante
sible que dos hechos fortuitos súbitamente desarticularan lo fracturarían. Tardíamente el PCCH llamó a las inscripciones electorales, pero lo
y desacreditaran ante la opinión pública la ya muy errática

121 122
hizo alentándolas como iniciativas individuales que no contaban con su apoyo En este aspecto, las acciones y responsabilidades de coordinación muchas veces
oficial decidido. En octubre de 1988 triunfó el NO y fue reconocido por las Fuerzas indiferenciadas del personal militar interno del PCCH y del FPMR crearon la fuerte
Armadas. Así quedó preparado el escenario para las elecciones presidenciales de impresión de que este último tenía una alta capacidad de operación efectiva a
1989, en que triunfó el candidato de la Concertación de Partidos por la Democra- través de todo el territorio nacional. Ciertamente esto resultaba en programas de
cia, el demócratacristiano Patricio Aylwin. Con ello se inauguraba un nuevo bloque acciones militares organizadas anualmente, de manera consistente y sostenida a
de poder político. largo plazo. Con el propósito de fijar sus objetivos en la imaginación de las masas,
El PCCH se vio totalmente aislado, en medio de una derrota cuya esas campañas anuales eran identificadas con una consigna que se dirigía a la
magnitud superó aquella de la caída del gobierno de la Unidad Popular en 1973. contingencia política del momento. Por ejemplo, las campañas emprendidas entre
A pesar de todo, a través de este proceso el partido continuó afirmando su Política 1983-1985 se titularon “Fuera Pinochet”; “Por la Patria, Basta de Pinochet”; “Contra la
de Rebelión Popular de Masas. En sus llamados de alerta a la ciudadanía contra Tiranía el Pueblo Pasa a la Ofensiva”.
maniobras aviesas de la dictadura el PCCH se basó en la suposición de que el Sin embargo, hacia 1986, cuando las Protestas Nacionales alcanza-
régimen militar viciaría el proceso de inscripción electoral; que, como realmente ban un climax, las confrontaciones del oficial del PCCH encargado de la coordina-
ocurrió, practicaría un cohecho descarado y amañaría a su favor los estatutos para ción paramilitar en el Area Metropolitana con el Encargado Militar de la Comisión
las elecciones presidenciales y parlamentarias de 1989; que, en última instancia, Política hicieron de paralelo con las que tenía la Dirección Nacional del FPMR. Se
se negaría a abandonar el poder; que, en el mejor de los casos, la sumisión a los convirtieron en recriminaciones de falta de compromiso real del PCCH con la línea
procesos de la institucionalización militar coartaría a la futura democracia en la insurreccional, de indecisión y debilidad en la explotación y uso de los resultados
satisfacción de las demandas de justicia por la violación de derechos humanos y de concretos alcanzados, de retener el ímpetu tomado por la rebelión, particularmen-
reformas económicas y políticas. La militancia comunista vio acentuada a extremos te en las poblaciones. Estas recriminaciones eran contestadas con acusaciones de
aún mayores su sensación de derrota con el desmoronamiento final del bloque mal uso del financiamiento y de estarse inflando la importancia de la perspectiva
socialista soviético, que ya se avizoraba claramente en esos años. militar en circunstancias políticas globales que no lo permitían.
En lo que respecta al FPMR, las recriminaciones de la Dirección del Este tono de la crítica hacia la Comisión Política del PCCH era
PCCH en su contra por el fracaso del tiranicidio exacerbaron al máximo disputas posible por el prestigio de oficiales que, en la guerra civil de Nicaragua, habían
con la oficialidad. Las disputas se venían arrastrando y aumentando desde 1980, alcanzado gran experiencia de combate. Algunos de ellos incluso habían sido
año de la infiltración en Chile de los primeros contingentes de oficiales. Entender el reconocidos con el rango de héroes de la Revolución. Entre los oficiales destacados
sentido de estas disputas obliga a recordar que esa infiltración había sido imple- a la Dirección Nacional del FPMR, la autovaloración de este prestigio condicionó es-
mentada sobre una compromiso impuesto por la Dirección del PCCH: la oficialidad pecialmente el juicio desmerecedor con que evaluaban a una Dirección del PCCH
jugaría un papel exclusivamente técnico, sometido del todo a la dirección política que no tenía experiencia militar, que conducía erráticamente este componente de
del partido. Esto creó fricciones en dos áreas simultáneas. Los oficiales destacados la línea política y que aun la refrenaba. Los oficiales más enérgicos en este juicio
dentro de las estructuras del PCCH comenzaron a detectar serias discrepancias y habían sido entrenados en una Escuela Militar en que la estrategia cubana de pro-
duplicidades entre la palabra oficial, que afirmaba la voluntad de integrar lo militar moción de los Frentes de Liberación Nacional hacía especial énfasis en una síntesis
desde las bases mismas de la organización, y lo que ocurría en el terreno mismo. En de lo político-militar. Sin embargo, toda libre iniciativa que habrían podido ejercer
cuanto a cumplir la tarea de preparación paramilitar de la militancia, funcionarios para la formación de un verdadero Frente había quedado coartada por las condi-
del partido afirmaban contar con determinado número de células y de miembros ciones de su ingreso a Chile, la reducción de la oficialidad únicamente a funciones
de células en determinadas zonas y regiones. Este dato fue repetidamente desmen- de apoyo técnico a la política dirigida por el PCCH. Ello dificultaba en extremo todo
tido por el personal militar enviado para el entrenamiento. Mientras los funcio- accionar independente del FPMR como unidad político-militar y lo reducía a la
narios del PCCH afirmaban que se cumplía con la tarea de designar encargados calidad de mera ficción que, finalmente, no engañaba a los otros sectores políticos.
militares a nivel de célula, zonal y regional, al llamarse a reuniones de trabajo para ¿Podía mantenerse la suposición de que oficiales expertos, fogueados en la guerra,
el entrenamiento y el diseño de las tácticas necesarias para las Protestas Naciona- que se jugaban la vida a cada minuto, pudieran ser condenados a la calidad de
les, los delegados militares que las convocaban constataban que bien nadie llegaba entes ficticios por una dirección política que consideraban del todo inepta, débil,
o que el número era escaso. Una y otra vez los delegados militares fueron recibidos indecisa e hipócrita?
con mala voluntad e, incluso, hostilidad por viejos dirigentes comunistas de nivel La duplicidad y el erratismo percibido en la Dirección del PCCH
intermedio. Una y otra vez los delegados militares comprobaban la gran disparidad hizo crisis hacia octubre de 1986, período en que culminaban los debates internos
con que las direcciones locales y regionales pedían armas para la autodefensa de de la Dirección y se paralizaba la voluntad de acción ante sus aliados políticos y
las poblaciones durante las Protestas Nacionales. Gradualmente los delegados ante la opinión pública. Aunque de allí en adelante el partido mantuvo pública-
militares se vieron corrigiendo las carencias en tareas organizativas de masas que mente su Política de Rebelión Popular de Masas, tomó medidas inmediatas para
supuestamente dependían del PCCH. A pesar de estos obstáculos, tanto la oficiali- desmantelar al FPMR en un plazo de pocas semanas. Un informe, preparado por un
dad que trabajaba desde el interior del PCCH como aquella destacada en el FPMR portavoz del FPMR hacia fines de 1987 y circulado entre la militancia comunista
lograron un alto grado de coordinación de los elementos humanos, materiales y para atraer su simpatía, narra así los sucesos, luego de hacer un análisis del contex-
expresivo-simbólicos acumulados, especialmente en las poblaciones marginales to en que las iniciativas de la Democracia Cristiana habían tomado primacía:
del Area Metroplitana, y de su uso logístico, estratégico y táctico en esos espacios.

123 124
“En esas condiciones se llega a octubre del 86, cuando el Partido comenzado a operar en el FPMR con sus unidades estudiantiles y mapuches. Estos
toma una serie de resoluciones en torno al Frente, las cuales estaban encaminadas hechos demuestran que el Frente es uno solo y está cohesionado. La implementa-
a disminuir enormemente su accionar y su capacidad organizativa, ya que se plan- ción real, combativa y ascendente de las políticas del FPMR es lo que va a llevar a la
teaba la desarticulación de unidades en los sectores poblacionales, estudiantes y al Sublevación Nacional, único camino para terminar con la dictadura.
interior del pueblo mapuche. Unido también a la decisión de disminuir los recursos “Estos son los hechos y las razones que nos llevaron a separarnos
económicos y materiales. del Partido. Ha sido una decisión dolorosa, ya que nosotros hoy más que nunca nos
“Todo esto se hace bajo la fundamentación del momento político, sentimos comunistas, pero este paso no pudo evitarse. Nosotros mantendremos
lo cual contradecía totalmente los planteamientos públicos del Partido, en donde nuestro accionar y nuestra política. Hoy el Frente es una realidad, nuestro pueblo
se reafirmaba su política. nos sigue. También haremos todos los esfuerzos unitarios, principalmente con el
“Las razones que daba eran, como decía anteriormente, que el mo- P.C., pero no cederemos ni un ápice en nuestra política.
mento político hacía que se tomaran esas medidas. Pero el otro elemento grave fue “También hay que tener bien claro que el Partido no ha pasado a
el hecho que, al tomar esas resoluciones, no se discutieron ni se analizaron a través ser un enemigo, muy por el contrario, y nosotros tampoco lo somos del Partido; así
de una discusión democrática, en donde ni siquiera participaron los principales Je- Sin embargo, toda posibilidad de reconciliación
es que creemos que se superará a corto o largo plazo, pero será el accionar y los
fes del Frente. En ese momento, a pesar del retroceso que significaban las medidas quedó desahuciada con las consecuencias de laqueOperación
hechos lo que harán esto suceda.
tomadas, así como la puesta en práctica de muchas de ellas y nosotros no estar de Albania. La CNI dirigió esta operación contra el FPMR entresenda
“Por ahora el Frente con o sin el Partido marcha por la misma las
acuerdo con ellas, asumimos por disciplina de comunistas estas resoluciones. Sin y hacia la Sublevación Nacional”
embargo, producto de las discusiones se lograron parar algunas de ellas. 12:10 del lunes 15 y las 17:20 del martes 16 de junio de 1987.
“Esta situación vuelve a resurgir en junio de este año [1987], en A pesar de que la CNI desde meses antes había tenido bajo
donde se reitera la decisión del Partido en torno a llevar a cabo las resoluciones
fundamentalmente dirigidas a parar el trabajo del Frente en los sectores poblacio-
observación al personal del FPMR afectado, aparentemente
nales, estudiantiles y el pueblo mapuche. Esto iba unido, además, a acusaciones eligió asestar el golpe a mediados del mes de junio para ace-
descalificadoras, tales como que en el Frente no había trabajo político, había una lerar la ruptura del FPMR con el PCCH. La Operación Albania
acción fraccionalista, ante lo cual nosotros y nuestra Dirección Nacional, bajo la
dirección de José Miguel, planteaba que el problema central era cómo aplicar
también fue una represalia por el atentado contra el general
realmente en la práctica la Rebelión Popular, y que estas resoluciones no ayudaban Augusto Pinochet.
en nada a esto. Además, que debía darse una discusión político-ideológica en el Se trató de una operación masiva(54). En diferentes
interior del Partido. La respuesta del Partido fue entonces el relevo y cambio de la
Dirección Nacional del Frente, ante lo cual decidimos romper todo tipo de vínculos lugares de Santiago, la CNI desplegó a quinientos agentes,
con el Partido y continuar por separado nuestro accionar político-militar en diecisiete operativos, sin contar el personal logístico y de
“Nosotros sabemos que esta decisión no ha sido sencilla, pero
nosotros, la Dirección Nacional, José Miguel, no podemos ser irresponsables ante
comunicaciones. Las acciones más sobresalientes fueron los
nuestro pueblo y asumir el cumplimiento de resoluciones que conllevan el término asesinatos en la vía pública de dos Jefes del FPMR, Recaredo
del Frente. Ya habíamos adoptado algunas medidas en octubre de 1986 para redu- Ignacio Valenzuela Pohoresky a las 12:10 y Patricio Acosta
cir nuestro accionar, con resultados fatales que se observaron en el transcurso de
este año [1987].
Castro a las 18:30 del día lunes 15. Al parecer, documentos
“Después de esta separación, el Partido ha planteado que un ‘grupi- encontrados en su poder llevaron a la CNI a otros tres opera-
to’ del Frente se separó de sus filas y que éramos una fracción. Como que no es así, tivos simultáneos: pocos minutos después de la medianoche,
el Frente en su conjunto y cohesionado tomó la decisión, excepto un miembro de
la Dirección Nacional y algunos compañeros que habían pasado al Frente justa- el asedio y muerte de otro dirigente, Julio Guerra Olivares,
mente como incondicionales de las posiciones del Partido. en su refugio, un departamento ubicado en el bloque 33 de
“Todo esto queda demostrado en el hecho que, durante estos dos
la Villa Olímpica; el allanamiento de una casa de seguridad
meses, nuestros hermanos han cumplido su campaña político-militar llamada ‘No
a la Perpetuación del Régimen’, en las cuales se destaca la captura de un Coronel en La Quena 7793, Las Condes; y el asalto a una escuela de
del Ejército el 1 de septiembre y que todavía está en manos del Frente. El 7 de guerrillas en la calle Varas Mena 417, San Miguel. En este lugar
septiembre se asaltaron y atacaron una serie de cuarteles y patrullas de carabine-
ros. Entre el 4 y 11 de septiembre se realizaron dos apagones a lo largo del país,
murieron Juan Waldemar Henríquez Araya y Wilson Daniel
con voladuras de torres de alta tensión, sumándole a esto una serie de acciones de Henríquez Gallegos, combatientes que cayeron protegiendo
sabotaje y propaganda en las V,VI,VIII y IX regiones, además de Santiago. Así como la exitosa retirada de diez de sus compañeros. A las 17:20 del
voladuras de líneas férreas en Valparaíso y Santiago, tomas de radio, voladura de
línea férrea del Metro, etc. También nuestras Milicias Rodriguistas han crecido y han martes 16, agentes de la CNI concentraron en Pedro Donoso

125 126
582 a siete combatientes del FPMR capturados en diferentes en la conducción de una política de objetivos revolucionarios:
lugares de la ciudad y los masacraron, en una flagrante vio- el protagonismo histórico de las masas movilizadas para una
lación del Artículo 3, común a los Convenios de Ginebra, que insurrección tiende a ser reemplazado por los héroes épicos
protege a combatientes que hayan depuesto las armas. Por lo de una tecnología militar. Esta sobrevaloración de la heroi-
menos tres combatientes muertos en la Operación Albania - cidad técnica ocurre indefectiblemente en situaciones de
Valenzuela Pohoresky, Acosta Castro y Valenzuela Levy- habían censura dictatorial de los medios de comunicación. Desde
participado en el atentado contra el general Augusto Pinochet su aislamiento, el aparato armado se ve forzado a perforar
el 7 de septiembre de 1986. Algunos de ellos habían detectado la censura atrayendo la atención pública sobre sí mismo me-
un seguimiento por parte de la CNI ya desde meses antes. A diante operativos de tal audacia como para que los medios de
juicio de los oficiales del FPMR entrevistados, varios habrían comunicación se vean obligados a diseminar la información
salvado sus vidas si es que el PCCH -como consecuencia del deseada. Con ello se crea una teatralidad política con la que
proceso de desmantelamiento de la organización guerrillera- se espera atraer la simpatía de las masas. Sin embargo, en
no les hubiera negado, intencionalmente, casas de seguridad realidad, se las convierte en espectadoras pasivas del espec-
para refugiarse. Los oficiales entrevistados condenaron este táculo que el aparato armado dice llevar a cabo en su nombre.
hecho como traición y cobardía supremas. En la época de los Legitimar este tipo de acción ante las masas puede resultar
hechos este resentimiento quedó aún más agravado por el en una espiral ascendente de espectacularidad que genera, a
prurito del PCCH por presentar en sus declaraciones públicas su vez, una espiral ascendente de violencia por las represalias
a Juan Waldemar Henríquez Araya y a Wilson Daniel Henríquez militares. Dos riesgos principales resultan de esto. En primer
Gallegos como simples ciudadanos arbitrariamente asesina- lugar, las organizaciones legales de masas sufren una mayor
dos por la CNI, negándoles su calidad de combatientes caídos represión, lo cual puede acarrear un distanciamiento y una
en el cumplimiento del deber en la defensa de la escuela de animadversión entre ellas y el aparato armado, aislándoselo. Al
guerrilleros (“Se trataba de crear héroes y no mártires, ¿no?”) respecto debe notarse que el FPMR nunca tuvo ni buscó aco-
La Operación Albania señala la definitiva “separa- gida en organizaciones sindicales. En segundo lugar, puede
ción de aguas” entre el FPMR y el PCCH, hecho consumado que la búsqueda de esa espectacularidad lleve a la guerrilla a
durante agosto de 1987. La mayoría de quienes mantuvieron violaciones conscientes o accidentales de derechos humanos
una lealtad al PCCH no fueron efectivos combatientes sino al dañarse la integridad de personas no involucradas directa-
encargados de la custodia de los arsenales. En el momento mente en el conflicto. En este último caso, el aparato armado
de iniciar su actuación independiente, el FPMR estaba afec- se desprestigia ante cargos fundados de terrorismo.
tado por el desgaste por muerte o por arresto de algunos Como consecuencia de la separación del PCCH,
de sus oficiales de mayor formación y experiencia política. A y ante la ya inevitable definición política de la transición a
pesar de esta desventaja, y a pesar de ser en ese momento la democracia en los términos de la Democracia Cristiana,
exclusivamente un aparato militar, el FPMR estaba dispuesto a la Dirección Nacional del FPMR debió enfrentar y resolver
llevar adelante la Política de Rebelión Popular de Masas sin las dos cuestiones inmediatas: la primera, de orden psicológico,
conexiones de base más extensas con la población que antes superar la desorientación inicial, la ira y las depresiones emo-
proveía el PCCH. cionales provocadas por el trauma de la ruptura de relaciones
En la experiencia marxista-leninista esta configu- con un partido que, en las circunstancias chilenas, absorbía
ración “aparatista” implica el peligro de profundas distorsiones las fibras más íntimas de la personalidad de los cuadros del

127 128
FPMR, muchos de ellos de larga tradición familiar comunista. dos millones de dólares y la liberación de cuatro prisioneros
La segunda, de orden estructural: readecuar la organización políticos. El gobierno rehusó negociar. El FPMR debió reducir
verticalista de un aparato armado para reorientarlo al trabajo sus demandas a setenta y cinco mil dólares en alimentos,
político de captación de masas. En otras palabras, y aunque en ropa, juguetes y materiales de construcción para ser distri-
el momento no se expresó así, el FPMR debía convertirse en buidos entre personas cesantes de las poblaciones marginales
un partido político. Este profundo viraje sólo podría resolverse de Santigo; también se exigió la publicación de manifiestos
a muy largo plazo. Mientras tanto, el único recurso a la mano del FPMR en los periódicos principales. La familia del coro-
para ganar tiempo, para acentuar un perfil independiente nel debió financiar esas demandas con fondos personales
del FPMR y para proyectar la imagen de una efectividad no y donaciones. En esto la familia Carreño recibió gran apoyo
disminuida eran las acciones espectaculares de propaganda público espontáneo. En la búsqueda del coronel y de sus se-
armada de un aparato exclusivamente militar. En esto el FPMR cuestradores participaron más de diez mil soldados y efectivos
demostró la profunda paradoja de comenzar a exhibirse como policiales y de seguridad, que realizaron aparatosas maniobras
elemento de consideración e impacto en la política chilena a de acordonamiento y búsqueda casa por casa en diferentes
partir del momento de su mayor debilidad. Ahondando aún barrios de las comunas de Las Condes, Providencia, La Reina,
más la sensación de crisis para la Dirección Nacional del FPMR, Ñuñoa, Macul y Peñalolén, apoyados por helicópteros. Luego
ya se hacía patente el desmoronamiento de la utopía socialista de noventa y tres días como rehén, el coronel Carreño fue
soviética que, en esencia, la organización representaba en liberado en la ciudad de São Paulo, en Brasil.
Chile como proyecto político. La represalia de los servicios de seguridad no se
El trabajo de captación de masas del FPMR privile- hizo esperar. Entre los días 7 y 16 de septiembre, la CNI arres-
gió los sectores donde había estado encontrando mayor aco- tó en la vía pública a cinco combatientes del FPMR y los hizo
gida —las juventudes estudiantiles secundarias, universitarias desaparecer.
y poblacionales, además del pueblo mapuche en la VIII Región. Durante el período del secuestro el FPMR tuvo
No sólo se revela en esto una actitud del todo pragmática al éxito en atraer la atención nacional e internacional sobre sus
respecto, sino también la influencia estratégica cubana. Mien- planteamientos y en confirmar nuevamente su alta capacidad
tras tanto, la visibilidad pública del FPMR se mantuvo median- para operativos de complejidad logística. No obstante, se ex-
te el secuestro del coronel de Ejército Carlos Carreño Barrera, puso a severas críticas de representantes de las organizaciones
director de Fábricas y Maestranzas del Ejército (FAMAE), el 1 de sociales, póliticas, de derechos humanos y de la Iglesia. Ya en
septiembre de 1987, y también con la transformación de las ese momento se había afianzado una opinión pública mayo-
prisiones en que se concentraba a los combatientes arrestados ritaria favorable a una transición hacia la democracia pactada
“en una trinchera de combate”; es decir, en magnetos para con los militares. La abogada Pamela Pereira(55), miembro de
atraer el interés público hacia los planteamientos políticos de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y
la organización. presidente de la Federación Latinoamericana de Familiares
El FPMR designó al coronel Carreño como objetivo de Detenidos Desaparecidos declaró su adhesión a la familia
de una operación de propaganda armada por las conexiones del coronel Carreño “porque sé y entiendo lo que significa
de FAMAE, fábrica de armamentos del Ejército, con traficantes vivir cada minuto del día con la incertidumbre y la angustia
de armas que vendían a Irán e Iraq durante la guerra entre de no saber si el ser querido va a retornar vivo o muerto al
ambos países. Por el coronel Carreño se exigió un rescate de hogar [...] durante catorce años centenares de familias hemos

129 130
vivido días, meses y años de angustiosa y dolorosa espera, por personas, lo que importa un grave daño a la ordenada, pacífica
conocer siquiera si nuestros familiares se encuentran vivos o y justa convivencia a la que aspira la comunidad nacional. Sólo
muertos, después que fueron detenidos o secuestrados por la instauración de un Estado de Derecho permitirá dispensar
agentes de seguridad, militares o policiales”. Pamela Pereira la seguridad jurídica que el país tan vehementemente recla-
condenó la acción del FPMR “porque no reconoce el derecho a ma”. Los partidos de la Alianza Democrática indicaron que el
la vida como un valor absoluto y lo coloca como un medio para secuestro indudablemente causaría problemas innecesarios
lograr fines”. El Comité Permanente del Episcopado(56) calificó en el planeamiento de un paro nacional programado para el
de inmoral el secuestro y todo lo que se derivara de él, aun la 7 de octubre y de una concentración masiva de la oposición
entrega de ayuda a los necesitados. Dirigentes de organizacio- en el Parque O’Higgins.
nes sociales de las poblaciones marginales expresaron serias Se debe agregar que antes del secuestro del coro-
dudas sobre la aceptación de vituallas obtenidas de un modo nel Carlos Carreño, el FPMR había estado practicando una serie
moralmente cuestionable(57). El Vicario General de la Pastoral, de operaciones al parecer similares, sobre las que es necesario
Monseñor Cristián Precht, de larga trayectoria en defensa de discernir diferencias. En diciembre de 1984 fue secuestrado
los derechos humanos, declaró que “el secuestro nunca es un Sebastián Bertolone, editor del diario de gobierno La Nación ;
medio legítimo, todos los chilenos tenemos que tener una en mayo de 1985 el niño Gonzalo Cruzat Valdés, perteneciente
actitud muy clara y militante de no tolerar ni tampoco dar a una destacada familia chilena del sistema financiero transna-
algún respaldo a ningún secuestro, de ningún lado que éste cional, fue secuestrado para obtener rescate en dinero; el 8 de
sea [...] se deben revisar los métodos de los servicios de segu- abril de 1986 fue secuestrado el Cabo de Carabineros Germán
ridad, porque no son los grupos de guerrilleros los únicos que Obando Rodríguez (“La finalidad de esta operación es poder
recurren a este tipo de acciones sino que también en la historia tener un contacto directo con los miembros de las fuerzas de
hemos visto que recurren los servicios de seguridad. En esto Carabineros y poder hacerles llegar nuestro mensaje que se ha
tenemos que tener todos una posición muy clara, todos, por- tergiversado por el régimen”(60)); el 18 de agosto de 1986 fue
que, como bien dice la declaración del Arzobispado de Santia- secuestrado el coronel de Ejército Mario Haeberle Rivadeneira.
go, el pueblo chileno quiere vivir en paz y tiene derecho a ello”. Como criterio de discernimiento se debe considerar que el
El Cardenal Raúl Silva Henríquez(58), quien organizara la Vicaría artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra prohibe
de la Solidaridad, indicó que “Hay una injusticia palpable, se ha terminantemente la toma de rehenes y “los atentados contra
llevado a un inocente, se lo amenaza y a fuerza de extorsión se la dignidad personal , especialmente los tratos humillantes”
quiere conseguir lo que ellos creen que es justicia. La justicia de las personas “que no participen directamente en las hos-
no es eso. Con la violencia no vamos a llegar a ninguna parte. tilidades, incluso los miembros de las fuerzas armadas”. Indu-
Hacemos sufrir a nuestra Patria, nosotros sufrimos con ella. dablemente la captura del coronel de Ejército Mario Haeberle
Exhortamos a los chilenos a que volvamos a los caminos de la podría justificarse como objetivo militar legítimo, en la medida
democracia, a los caminos de la hermandad, la justicia y sobre en que se lo había detectado como miembro de un equipo
todo, de la fraternidad”. El Colegio de Abogados(59) consideró de inteligencia encargado de la represión en las Protestas Na-
que “esta grave afrenta a la libertad personal es otra de las cionales. Al respecto, el FPMR hizo públicos los documentos
expresiones del clima de violencia que sufre el país entero, que se encontraron en su poder. Del mismo modo, un ataque
caracterizado por el terrorismo político de diversos signos; contra el policía Germán Obando podría considerarse blanco
la violencia institucionalizada; la ausencia del respeto por las militar legítimo. No obstante, su secuestro con fines de pro-

131 132
paganda armada y la intensa atemorización que sufriera en el claramente como combatientes en un conflicto armado real.
cautiverio son cuestionables según el Derecho Internacional No obstante, los términos de esta problemática no se hicieron
Humanitario, del mismo modo que lo fueron las maniobras conscientes para la población nacional. En ello gravitó la falta
psicológicas con que se minó la seguridad del coronel Carreño de circulación pública de argumentos para que se tomara
en sí mismo y se fomentó su dependencia emocional en sus conciencia de esto, junto con la falta de conocimiento de ese
captores(61). Según las Leyes Humanitarias del Conflicto Arma- Derecho Internacional por la Dirección del FPMR como para
do, los secuestros del niño Cruzat y del periodista Bertolone agitar esta problemática. Se continuó ocultando la identidad
son crasamente repudiables. real de los combatientes tras el rótulo más vago de “presos
Paralelamente a los sucesos señalados, desde di- políticos”.
ciembre de 1986 los combatientes del FPMR detenidos por el Sin embargo, puede afirmarse que, en general, el
atentado contra el general Augusto Pinochet el 7 de septiem- FPMR logró un triunfo propagandístico: la decompresión po-
bre, se declararon en rebeldía, negándose a declarar ante el lítica que acompañó los preparativos para el plebiscito del NO
Fiscal Militar ad-hoc, funcionario designado por los Tribunales en 1988 permitió que los problemas de los “presos políticos”
Militares. Esta rebeldía se extendió más adelante a la totalidad trascendieran a la población general a través de periódicos y
de los trescientos cuarentaiséis prisioneros políticos existentes revistas de la oposición antimilitar. En este sentido, el FPMR
en Chile hacia 1988. Por arbitrio del Fiscal Militar muchos de logró el propósito de convertir las prisiones en “una trichera
ellos, además de las torturas que padecieran en el momento de combate”, en un nuevo recurso de agitación política.
de su arresto, sufrieron extensos períodos de aislamiento Quizás el efecto más importante de esta agitación
total en prisión, reducción a espacios de condiciones higiéni- haya sido la apertura de un espacio de polémica en que fueron
cas degradantes, restricción de visitas familiares y amenazas posibles las declaraciones como las del Obispo de Linares,
contra su seguridad personal con la promesa de dispersar su Monseñor Carlos Camus Larenas(62). En la edición dominical
encarcelamiento entre criminales comunes que podían ser de un periódico de marzo de 1987, Monseñor Camus había
persuadidos de atentar contra ellos. Se conoce por lo menos afirmado que el régimen militar “se define por su inmoralidad,
un caso de un combatiente masculino del FPMR sodomizado aunque a lo mejor tengan buenas intenciones”. Agregaba, ade-
por sus interrogadores durante una sesión de tortura. Las más, que “Hay que reconocer que hubo heroísmo en los au-
violaciones de combatientes femeninas son innumerables. tores del atentado a Pinochet. Desde el punto de vista moral,
Por otra parte, las organizaciones de derechos humanos de- no tienen tanta culpa”. En una carta pastoral titulada “Camino
bieron movilizarse ante traslados imprevistos de prisioneros al Suicidio”, Monseñor Camus afirmaba que ante la situación
políticos, puesto que existía la presunción de que podrían ser social creada por la dictadura, los más desposeídos sólo po-
desaparecidos o liquidados bajo pretexto de intento de fuga. dían tener dos alternativas, el suicidio y la violencia armada.
El 16 de enero de 1989 catorce prisioneros políticos iniciaron Declaró a la prensa: “Es una opinión no sólo mía, sino de toda
una huelga de hambre en protesta por la dispersión de die- la moral cristiana. Permite la defensa ante la injusta agresión,
cinueve de sus compañeros entre criminales comunes, en lo hasta la muerte del tirano, claro que en ciertas condiciones,
que vieron un atentado directo contra su seguridad personal. cuando no trae peores consecuencias y ya se han agotado
Considerándose estas acciones desde la perspectiva del Dere- todos los medios. Entonces es lícito. Los que se escandalizan
cho Internacional Humanitario, implícitamente estas acciones por esto, en ningún caso podrían justificar el [golpe militar del]
tendían a que los militantes del FPMR fueran considerados 11 de septiembre, porque derribaron un gobierno, mataron un

133 134
presidente, o lo obligaron a suicidarse...”. pueblos para los gastos de ella; y si con esto no consiguiese
Esta referencia al recurso legítimo a la resistencia el objeto y no hubiere otro remedio más oportuno de defen-
armada contra la tiranía llama la atención sobre discusiones derse, entonces, por el mismo derecho de defensa propia, se
de sectores extraoficiales de la Iglesia Católica, asociados con podrá quitar la vida al príncipe, declarado enemigo público”
la Teología de la Liberación, en cuanto a la necesidad en Chile (pp.23-24). En este contexto, las manifestaciones públicas de
de apelar en algún momento al concepto de “guerra justa” no-violencia activa del MCTSA deben entenderse como una
para terminar con la dictadura militar. Además de declaracio- vía para agotar los esfuerzos pacíficos antes de contemplar
nes como las de Monseñor Camus, hay otros índices de esta un llamado a la guerra justa, disquisición efectivamente he-
gestión —la publicación de un importante folleto titulado cha por uno de sus representantes más importantes, el padre
El desafío de la violencia (1983), por el sacerdote Percival José Aldunate,SJ(64). Esta lógica queda complementada con
Cowley, SSCC(63), persona de importante trabajo en las comu- declaraciones del padre Rafael Maroto, hechas aproximada-
nidades cristianas de base en las poblaciones marginales; el mente en la misma época en que Monseñor Camus hiciera
surgimiento del Movimiento Contra la Tortura “Sebastián Ace- las suyas. Ellas coinciden con la línea política del MIR y del
vedo” (MCTSA) en 1983; y el papel que jugara años más tarde FPMR: “La vía parlamentaria y electoralista no nos va a liberar
el sacerdote Rafael Maroto como portavoz público del MIR. A de la dictadura, por grande que sea el empeño que en ella
través de años de trabajo de campo sobre la situación de los pongamos y la enorme inversión económica que signifique.
derechos humanos en Chile recogí diversas indicaciones de Eso es lo viejo que hay que rechazar porque ya no rinde fruto.
que tanto sacerdotes como monjas militaban efectivamente Lo nuevo que hay que relevantar es una movilización social
en partidos de la Izquierda revolucionaria. fuerte y francamente rupturista. Y no se diga que ya se ensa-
En cuanto al folleto del padre Cowley, es irónico yó y fracasó. Nunca hubo consenso para levantarla. Por eso
que en sus argumentos hace uso de la tradición del Derecho aunque nos duela, estamos convencidos que alianzas como
Natural para justificar el tiranicidio cuatro años antes de que la Izquierda Unida nos conducirán a un nuevo fracaso y éste
el FPMR efectuara su atentado contra el general Augusto no nos importaría si los que fracasáramos fuéramos nosotros,
Pinochet. Años antes el Derecho Natural había sido usado pero el costo lo va a sufrir nuestro pueblo, el proletariado, los
para legitimar a la Junta Militar y a su Constitución de 1980. pobladores, los campesinos, los más pobres del campo y la
Como apoyo central de sus tesis Cowley cita los muy antiguos ciudad, nuestra luchadora juventud”(65).
argumentos del padre Juan de Mariana: “En primer lugar se Estos primeros pasos de clérigos hacia la legiti-
amonestará al príncipe para que corrija sus demasías, y si mación de una posible guerra justa tenía el potencial de abrir
consintiese en ello y satisface a la república, enmendándole un nuevo ciclo de lucha ideológica, en la medida en que las
los errores de la vida anterior, juzgo que no se debe ir más acciones mismas de la Izquierda armada habrían quedado
adelante ni emplear otros medios más graves. Mas si des- moralmente justificadas por otra autoridad cultural. No obs-
preciase los consejos de tal modo que no haya esperanza de tante, el FPMR no supo explotar esta potencial legitimación
corrección en su vida, entonces le es permitido a la república, de combatientes en un conflicto armado que le entregaba un
pronunciada la sentencia, recusar primero su imperio, y, por sector de la Iglesia Católica. Si así hubiera ocurrido, ello habría
cuanto necesariamente se suscitará una guerra, la república obligado a la Agrupación de Abogados de Presos Políticos y a
explicará al pueblo los motivos justos y razones sólidas de la Agrupación de Familiares de Presos Políticos a echar mano
su defensa, facilitará armas e impondrá tributos a los mismos y agitar públicamente en torno al Derecho Internacional Hu-

135 136
manitario para llamar la atención sobre el hecho de que los la categoría más tradicional en la cultura política chilena de
procedimientos de castigo contra los combatientes encarce- “preso político”.
lados por la autoridad estatal eran inaceptables de acuerdo Observemos que tal elección no deja de introducir
con los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales. un grado de confusión en el momento de evaluar los hechos.
En cuanto a las personas privadas de libertad, el Protocolo II, Declaraciones representativas de la estrategia señalada afir-
que, como se ha indicado, rige conflictos internos, establece man que: “Aunque históricamente fue la organización de los
que “Además de las garantías fundamentales y de las que se presos políticos quien determinaba a las personas que tenían
reconocen a los heridos y enfermos, las personas detenidas o la calidad de tales, hoy Gendarmería [servicio estatal chileno
internadas por motivos relacionados con el conflicto armado de administración de prisiones] aplica el criterio de que sólo
se beneficiarán de todas las garantías, de conformidad con el son presos políticos los que están siendo procesados por
Protocolo, por lo que respecta a la alimentación, a la higiene, juzgados militares y no los que tienen causas en la justicia
a la seguridad, a los socorrros, al ejercicio de su religión y a las ordinaria. Por lo tanto a estos últimos se los separa físicamente
condiciones de trabajo”. En cuanto a las diligencias penales del resto. ‘Esto es injusto si se considera que una gran can-
que el Estado pueda iniciar en contra de estas personas, las tidad de presos comunes también son juzgados en fiscalías
Normas Fundamentales del Conflicto Armado estipulan que militares’”; “...Gendarmería viola normas internacionales al
“Sólo puede pronunciar condenas un tribunal que ofrezca determinar la dispersión [de presos políticos entre criminales
las garantías esenciales de independencia e imparcialidad”, comunes]. Estas normas adoptadas por las Naciones Unidas y
elemento que, en cuanto a la constitución y atribuciones de a las que Chile está obligado, establecen reglas mínimas para
las Fiscalías Militares, los abogados defensores de prisioneros el tratamiento de los reos y determinan que cuando estos
políticos en Chile han cuestionado incansablemente. pertenecen a categorías diversas, deben ser alojados en di-
Echar mano del Derecho Internacional Humanita- ferentes establecimientos o secciones. También el artículo 10
rio, hoy considerado ley consuetudinaria, Derecho de Gentes del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, establece que deben
válida para toda la humanidad, habría aclarado la beligerancia ser separados los presos comunes de los presos políticos. Y,
real existente entre el poder estatal y un sector importante de por último, el Código de Procedimiento Penal señala que hay
la oposición que optó por la lucha armada. Además, tal recurso que agrupar a los reos de acuerdo a la naturaleza del delito y
habría hecho extensiva a ella todas las protecciones contem- al grado de educación, y que no se puede agravar innecesa-
pladas en esta rama del Derecho Internacional constituyendo, riamente la privación de libertad”(66). Las citas indican que, a
a la vez, un triunfo político para el FPMR, en la medida que se pesar de que Gendarmería y la autoridad superior reconocían
hubiera reconocido indirectamente la calidad de combatien- implícitamente a los detenidos la calidad de participantes en
tes para sus militantes. Sin embargo, ya asentadas del todo las un conflicto armado (“Gendarmería aplica el criterio de que
premisas del tabú cultural sobre la existencia de un conflicto sólo son presos políticos los que están siendo procesados por
armado en Chile, los abogados defensores de combatientes juzgados militares...”), los abogados defensores no utilizaron la
limitaron su perspectiva estratégica, deflectando la atención, oportunidad así ofrecida. Haberla utilizado habría permitido
en su reemplazo, simultáneamente hacia la denuncia de los presentar un perfil claro de la situación de los detenidos como
procedimientos legales arbitrarios por parte de un gobierno combatientes. Esto habría impedido que, más adelante, en la
militar ilegítimo que violaba el Estado de Derecho y hacia transición a la democracia, la oposición antimilitar que pro-
piciaba la negociación con las Fuerzas Armadas discriminara

137 138
contra la oposición armada diferenciando entre “presos de los militantes de las organizaciones más consecuentes, lo que
conciencia” y “presos de violencia”, movilizando contra éstos, se tradujo en no responder a los interrogatorios [...] Yo estoy
además, la categoría de “terroristas”. convencido de que la acción represiva de la fiscalía contra los
El mismo FPMR declinó legitimar a largo plazo presos políticos, como los allanamientos, las amenazas y los
su situación de combatientes, llevado por la inercia de la hostigamientos, no se van a terminar pidiendo o rogando, sino
necesidad militar inmediata. Para la Dirección Nacional del que cuando los presos políticos seamos capaces de resolver
FPMR, hacer de las prisiones “una trinchera de combate” sólo nuestros problemas de unidad y prioricemos nuestros objeti-
demostró tener la aspiración a corto plazo de utilizar los vos comunes y luchemos por ellos, con la ayuda de las orga-
resquicios abiertos por los medios de comunicación masiva nizaciones sociales y de masas. Porque a todos nos preocupa
para la agitación política. Por lo tanto, sus portavoces más la actitud conciliadora y, hasta cierto punto, negociadora de
bien orientaron sus declaraciones hacia el cuestionamiento y ciertas cúpulas políticas en relación a los derechos humanos.
enjuiciamiento de la actitud negociadora de la oposición que Creo que a todos ellos debe quedarles bien claro que serán
más tarde se congregaría en la Concertación de Partidos por responsables de lo que pase en esta materia, especialmente
el NO. En desacuerdo con ellos, el FPMR hacía énfasis en la si la represión queda impune”(67).
corrección de su propia hipótesis sobre la marcha futura de La lucha por obtener un reconocimiento indirecto
los sucesos políticos en Chile: para el FPMR, al igual que para como combatientes legítimos en un conflicto armado interno
el PCCH, quienes pensaban que la dictadura abandonaría el habría tenido una relación más orgánica con los preparativos
poder meramente por un ejercicio eleccionario caían en una que el PCCH habría estado haciendo en años anteriores, con
ilusión peligrosa, que redundaría en el decrecimiento de la el objeto de instalar un observador oficial del FPMR en las
combatividad de las masas. Por otra parte, ante la probabilidad Naciones Unidas. Para ello ya parecía contar con el apoyo de
cierta de un fraude electoral por parte del gobierno militar o varios gobiernos.
de un nuevo golpe de Estado, proponían como única vía a la Mientras el secuestro del coronel Carreño como
redemocratización real del país el aumento cualitativo de la propaganda armada y los reportajes desde prisión asegura-
voluntad rupturista e insurreccional de las masas. Esta línea se ban al FPMR una visibilidad y una presencia públicas, su línea
reflejaba en las declaraciones hechas desde prisión, en el mo- política más sustancial se dirigió a la preparación de la Guerra
mento de explicar la razón de la rebeldía de los combatientes Patriótica Nacional. La hipótesis sobre la que se apoyaba era la
al negarse a declarar ante el Fiscal Militar: “...desde un primer certidumbre de que la dictadura jamás abandonaría el poder
momento [yo y el Fiscal Militar] tuvimos ‘encontrones’, cuando por medios eleccionarios. Por tanto, el FPMR debía prepararse
yo le planteé mi orgullo de ser un combatiente rodriguista para la eventualidad de que en un plebiscito fraudulento, qui-
y jamás negué mi pertenencia al FPMR. Nunca le demostré zás en la misma noche del escrutinio de los votos, explotara
temor. En el primer interrogatorio me preguntó por qué yo una sublevación nacional y que, de aplastársela, debía lanzar-
había estado detenido en 1973 y yo le respondí que por ser se de inmediato una guerra popular prolongada ya del todo
hijo de un militante comunista. ‘Claro, pu’s, por qué otra razón justificada. El dispositivo militar para hacer frente a esas po-
iba a estar preso a los catorce años’, le repuse. A esto hay que sibilidades se orientó a “basificar” apresuradamente zonas de
sumarle la actitud que tomamos todos de no reconocer la jus- acción en el norte, centro y sur de Chile, como para la iniciación
ticia militar en particular y la civil en general, por su parcialidad de focos guerrilleros rurales. Allí se haría un reconocimiento
al reconocer todo el Régimen para reprimir especialmente a del terreno apropiado que la premura del tiempo permitiera,

139 140
se sentarían las bases iniciales para obtener el apoyo de la con tres acciones guerrilleras simultáneas en el norte, centro y
población y se iniciaría la acumulación de pertrechos bélicos y sur del país, programadas para el 26 de octubre. En el hecho,
vituallas para sostener una acción militar prolongada. A la vez, dentro del cuadro de una gran estrategia bélica a largo plazo,
a la espera de los resultados del plebiscito, en la noche del 8 el valor militar de tales acciones era escasísimo, aunque sí qui-
de octubre de 1988, se concentró a más de cientocincuenta zás podrían alcanzar un valor simbólico futuro como intento
combatientes -dotados de un poder de fuego mayor al que se de monumentalizar un momento histórico para la posteridad.
utilizara en el atentado contra el general Pinochet- en tres de El violento desacuerdo expresado por oficiales de la Dirección
las poblaciones más estratégicas para converger hacia las se- Nacional aumentó aún más con la decisión del comandante
des de gobierno. La inteligencia del Ejército ya tenía informes Rodrigo de participar personalmente en el operativo planeado
de este dispositivo. En el centro de Santiago los combatientes para el centro de Chile. El desacuerdo ya intenso se exacerbó
del FPMR se habrían enfrentado con una “unidad de acción todavía más cuando, quince días antes, el lugar originalmente
rápida” descrita como la “más poderosa de su tipo jamás planeado para la operación fue reemplazado por la localidad
creada en Chile: dos batallones blindados, uno de la Escuela de Los Queñes, en una región escasamente explorada, en que
de Paracaidistas, toda la aviación del Ejército”(68). el FPMR no había hecho ningún preparativo de basificación.
Aunque en realidad el Ejército intentó un fraude, Efectivamente, el 26 de octubre se dieron las acciones progra-
esa noche los restantes miembros de la Junta de Gobierno madas en Los Moros, en el norte; en Los Queñes, en el centro;
militar y políticos de importancia afectos al régimen recono- y en Pichipellahuén, en el sur. El único operativo que alcanzó
cieron el triunfo de la oposición, forzando la mano de sectores trascendencia nacional fue el de Los Queñes, aunque por
intransigentes. El FPMR no había hecho preparativos para esta razones ajenas a la intención inicial: días después, en las cer-
alternativa. El oficial encargado de dirigir las acciones de la canías aparecieron los cadáveres de los comandantes Rodrigo
sublevación ya frustrada debió tomar la responsabilidad per- y Tamara. Luego de la acción se habían separado del resto de
sonal de enfrentar los hechos. Como alternativa, visualizada los participantes y se dispersaron hacia una zona desconoci-
sobre la marcha, los combatientes concentrados recibieron da. Existe evidencia de que fueron capturados, bárbaramente
órdenes de salir a las poblaciones con la tarea de dialogar con torturados y luego ejecutados. Al momento de su muerte el
el público y alertarlo del peligro de una transición a la demo- comandante Rodrigo tenía 30 años.
cracia en que sería imposible desmantelar el poder militar. Esta sucesión de hechos no deja de reforzar en el
En este momento crucial, toda lógica estratégica observador externo la impresión de que la Dirección Nacional
recomendaba que la Dirección Nacional del FPMR replanteara del FPMR cayó en un estilo de acción en que el destino y las
radicalmente las hipótesis de su acción futura. Sin embargo, consecuencias de operativos de importancia crucial en la
no fue así. Convencido de que, a largo plazo, un gobierno de corta carrera de la organización se jugaban con audacia exce-
redemocratización sería nada más que un enmascaramien- siva, a una sola carta. Así lo demuestra el atentado contra el
to con escasos visos de legitimidad para la continuidad del general Augusto Pinochet, en que la emboscada no contem-
gobierno efectivo de las Fuerzas Armadas, el comandante pló la opción acostumbrada en este tipo de operaciones, la de
Rodrigo, “José Miguel” -jefe máximo del FPMR-, a pesar de disponer un segundo golpe inmediato ante la posibilidad de
muy ásperas disensiones entre la oficialidad, insistió terminan- escapatoria del blanco designado. Esta tendencia se prolonga
temente en la inauguración de la Guerra Patriótica Nacional en el error de elaborar la hipótesis única de que era imposible
que la dictadura abandonara el poder directo por una vía po-

141 142
lítica, como también se prolonga en la innecesaria presencia y tóricos no contemplados en la estrategia del FPMR y ante la
muerte de dos de los comandantes más avezados del FPMR en muerte del comandante Rodrigo, comenzara a predominar el
un operativo militarmente insignificante. Por otra parte, pare- temple de ánimo audaz y aventurero de oficiales que habían
ce cuestionable el intento de organizar en pocos meses focos recibido instrucción de comandos, instrucción en la que se
guerrilleros en zonas escasamente pobladas, especialmente hace fuerte énfasis en la iniciativa individual del combatiente.
por una organización de experiencia exclusivamente urbana. Este fue un temple de ánimo que buscaba una compensación
En esto debe considerarse, además, que el movimiento revo- psicológica ante una realidad inhóspita y marca el comienzo
lucionario latinoamericano había descartado por inefectiva ya de una erosión de la disciplina vertical del FPMR. Los coman-
en 1967 -año de la captura y ejecución en Bolivia de Ernesto dos subvirtieron esa disciplina estableciendo una red de con-
Che Guevara- la estrategia del foco guerrillero rural. A pesar de tactos secretos y fraccionarios en las diferentes jefaturas, en
ello, en contra de la experiencia fallida del MIR en formar un ocasiones desautorizando a los oficiales superiores. A través
foco guerrillero en Neltume y contra lo que se podría esperar de esos contactos incentivaban desafíos para realizar hazañas
de su riguroso entrenamiento político-militar, un sector de los sin relación con una estrategia político-militar orgánica, que
oficiales de la Dirección Nacional del FPMR quería reincidir en respondiera a incidencias objetivas en la política nacional.
una estrategia ya desahuciada por inefectiva. Esto explicaría la extraña e innecesaria muerte de Roberto
Las explicaciones que se me proporcionaron, Nordenflycht, el segundo comandante del FPMR, el domingo
además de las que se pueden deducir del material documen- 20 de agosto de 1989, al volver por segunda vez al aeródromo
tal acumulado, revelan un complejo haz de contradicciones militar de Tobalaba, en Santiago, para corregir el mecanismo
dentro del FPMR a partir de su autonomización en 1987. Ellas de un cohete defectuoso, en un atentado sin valor militar
se suman a las ya esbozadas en su origen dentro del PCCH. contra una instalación del Ejército. Con un espíritu de objeti-
Todo parece indicar que las bajas entre los oficiales de ma- vidad implacable, uno de los altos oficiales entrevistados llegó
yor preparación y experiencia político-militar por los duros a describir este estado de cosas como un acentuado proceso
golpes sufridos durante 1987 a manos de la CNI y el impacto de “descomposición político-ideológico” de la superioridad del
emocional, intelectual y estructural de la separación del PCCH FPMR.
desorientaron a los encargados de la conducción de la línea Con grados de diferencia en su apreciación, todos
política, efecto que fue exacerbado por la presión de necesi- los oficiales entrevistados coinciden en que la muerte del co-
dades imposibles de solucionar inmediatamente: la transfor- mandante Rodrigo sumió al FPMR en una crisis de la que no se
mación del aparato armado en una organización de masas; ha podido reponer hasta el presente. También reconocen los
la preparación de la Guerra Patriótica Nacional. Después del reparos que se podrían hacer en cuanto a que la supervivencia
triunfo de la vía política a la redemocratización del país es im- de una organización revolucionaria no puede depender de
posible descartar su efecto profundamente depresivo en una una sola persona ni del culto de su personalidad. No obstante,
oficialidad joven que se había jugado la vida por un destino es un hecho indisputable que la personalidad carismática del
épico similar al que observaran y experimentaran personal- Comandante Rodrigo y su permanente preocupación e interés
mente en Nicaragua y El Salvador. El triunfo de la oposición por el bienestar y el cultivo de un espíritu de cuerpo entre sus
antimilitar en el plebiscito debe ser entendido como el súbito subordinados había sido el principal factor en la creación de
congelamiento de un proyecto heroico en el que se habían lo que todos llaman “la mística rodriguista”.
invertido grandes expectativas. De allí que, ante sucesos his-

143 144
Esa mística presagiaba un conflicto con el PCCH
EXPERIENCIA VIVIDA: desde el momento mismo en que comenzó la infiltración a
LOS JURAMENTADOS Chile de los primeros grupos de oficiales del FPMR durante
1980. Se los llamó “grupos cerrados”, “grupos cero” por la abso-
Y SU MISTICA luta prohibición que tenían de conectarse con personas ajenas
al proyecto militar. Dada la monopolización de las decisiones y
la acción política por el PCCH, la comunicación con el partido
se dio sólamente al nivel más superior. Este dispositivo y las
expectativas del PCCH contrastaban y contradecían radical-
mente la experiencia épica acumulada por los oficiales en

145 147
el extranjero. En algún momento las contradicciones debían También el bloqueo era brutal. Desde el punto de
explotar. Ellas podrían caracterizarse como un enfrentamiento vista de la vestimenta, de los gustos musicales, nos
entre la naturaleza maquiavélica de la práctica política leni- retrotraíamos a los comienzos de los ’60. Entre noso-
nista y el fuerte tono moral y ético que inyectó la orientación tros había dos grandes visiones. Una, de quienes sen-
cubana en la preparación profesional de los oficiales, la que tían todo este impacto; y otra, la de los provenientes
transmitieron a los combatientes que formaron o comandaron de poblaciones donde se enseñoreaba la miseria y
en Chile. que, por lo tanto, no sentían el rigor de las carencias.
En lo que respecta a la trayectoria del FPMR, la Hicimos primero y segundo año de la carrera en un
formación de los cuadros militares del PCCH comenzó en el bello edificio antiguo que antes fue un colegio de
extranjero, en 1974. Jóvenes adolescentes de las Juventudes monjas y no sentimos que nos faltara nada esencial.
Comunistas (JJCC), de edades fluctuantes entre los quince y Compartíamos la realidad cubana, una bella historia
los veinte años, habían sido enviados a los países del bloque de lucha y contradicciones. A unos les importaba
soviético para alguna forma de instrucción técnica durante más la ropa y la música; a otros, la educación gra-
el gobierno de la Unidad Popular. Finalmente se congregó tuita que se nos daba, el proceso, la infraestructura.
en Cuba a los seleccionados para instrucción militar. Otros No nos faltaba lo que allí no había y había en Chile,
llegaron allí desde los campos de concentración en Chile, pero que aquí era inaccesible para una buena parte
una vez que fueron expulsados del país. En aras de la causa de nosotros. La educación era de un nivel tal que al
comunista se les pidió que dejaran en suspenso indefinido sus momento de efectuarse la “proposición” de salirnos
aspiraciones personales. En un momento se les prohibió que de los estudios universitarios para incorporarnos a
contrajeran matrimonio(69). una tarea de gran magnitud, la militar, no éramos ni
Eramos estudiantes. Todos compartíamos una treinta por ciento del total que sorteó airoso la prue-
idea y nos parecía que todas nuestras decisiones ba académica. Es interesante percibir con el paso
correspondían a ese gran ideal, al compromiso. Yo de los años que quienes llevaban con éxito la tarea
integraba uno de los mayores contingentes de estu- universitaria, también se destacarían en otras activi-
diantes chilenos, de todos los partidos políticos de la dades asumidas. Eramos consecuentes, con raíces
izquierda e independientes, becados a Cuba en 1971. muy profundas. Y se produjo una incompatibilidad.
Ese contingente con el tiempo se fue desdibujando Podíamos haber seguido Medicina, pero había cam-
y perdiendo homogeneidad. Yo formaba parte del biado la decisión de vida. La nuestra fue la respuesta
grupo de estudiantes de Medicina. Debido a las lógica de comunistas, aunque no sabíamos a ciencia
grandes dificultades provenientes de una deficiente cierta hasta qué punto íbamos a tomar una decisión
preparación académica en Chile, muchos se reza- trascendental. El golpe militar en Chile rompió el
garon.Unos pocos ya estábamos en cuarto año de objetivo para el que habíamos venido. Estábamos
Medicina, otros en Estomatología. Hasta el ’75 duró en una situación confusa. Estudiábamos, pero no sa-
ese contingente que sufrió el impacto de la crisis bíamos para qué, si íbamos a ser médicos en Chile o
de la zafra de los diez millones de arrobas. En 1970 no. Durante los años posteriores al golpe se produjo
todavía se vivían las consecuencias de esos errores. una suerte de ausencia para el proyecto profesional,
vital. Con el tiempo cada uno buscaría una respuesta

148 149
individual para su vida. Los que estábamos metidos cia. Abandonamos carreras, familia, el medio en que
en las bases de la Jota sabíamos de rumores relacio- nos desenvolvíamos y empezamos a recibir nuestra
nados con el fenómeno militar. La Jota nos hacía ser preparación militar en 1974. No sabíamos dónde nos
promotores de esa idea, sin tener ninguna informa- conduciría esto. El primer tiempo todos estábamos
ción oficial, pero de la que algo se traslucía, como entusiasmados por lo novedoso. Después del primer
ocurre en todas las grandes ocasiones... Recuerdo año comenzó la crisis. Era un compromiso asumido
que estábamos estudiando las “rotaciones menores”, de por vida, con miles de limitaciones en lo personal
ojos, oídos, piel, pequeñas especialidades de las que y sin tener una idea remotamente cercana desde el
todo médico debe tener nociones generales. Ya se punto de vista de la preparación nuestra.
producía el cuestionamiento: sigo estudiando o no,
doy exámenes o no. Me tocaba “ojos”. Estaba como Nuestra preocupación era la maletita con las mo-
sin ganas de estudiar, pero, al fin, me amanecí una destas pertenencias. Cada uno cuidaba la suya con
noche estudiando. Tomé “dexatedrón” para no dor- amor. Un asunto sentimental, el pequeño territorio
mir. Di el examen. era nuestra maletita...

Los chilenos llegamos por las más diversas vías. El Así empezó esta historia. De ahí a pasar en vehículo
grueso del contingente eran estudiantes, muchos ante la casa donde viví, en la que amé y de la que no
de Medicina, que estaban en diversas partes del me despedí, cruzar un océano que borraba mi pasa-
mundo, producto del exilio de sus padres. El núcleo do, mi proyecto anterior de vida, estar en territorio
central era en su mayor parte de situación económi- extraño con uniforme y el pelo cortado a lo milico
ca precaria, pues no podía seguir estudios universita- y llevar una vida diametralmente diferente a la vida
rios en nuestro país. Casi todos militantes de las JJCC, hasta entonces, faltaba poco menos que un paso.
habían vivido el gobierno de la Unidad Popular y los Recuerdo que fueron dos los que dijeron “no”. Uno
más habían estado insertos en la lucha contingente. que se negó, sigue siendo médico, se insertó en el
La mayoría fue seleccionada en la periferia de la modo de vida que tenía adelante, donde los seres no
propia Jota para proseguir los estudios afuera. Otros tienen miedo al patrón, a la enfermedad y sienten
eran muy jóvenes, con sus padres en el exilio, y su la tranquilidad de vivir; y además llega el amor que
formación comunista provenía del medio familiar. siempre se encuentra. El otro, que amaba su carrera,
En mi caso, yo era estudiante universitario, dirigente profundo enamorado de la cirugía, dijo que no, pero
estudiantil. Para el golpe fui tomado preso y más de en la vida diría que sí . Al verle sus manos pequeñas
un año después se me planteó la posibilidad de salir y regordetas me decía que jamás él iba a ser un buen
de la cárcel al exilio. Me negué -esto fue decisión de cirujano, pero ya en esos años era capaz de hacer
todos los que tuvimos esa oportunidad- entonces pequeñas intervenciones menores y nosotros no. Y
fui expulsado del país. El hecho es que todos, to- cuando supimos que había dicho “no”, le hicimos la
dos, en una especie de plan de reclutamiento del vida imposible. Soportaba estoicamente nuestras crí-
Partido, fuimos seleccionados. Lo prioritario es que ticas y puyas. Terminaría por darnos una gran lección
predominaba gente con un alto grado de concien-

150 151
contra la rigidez y el esquematismo. Cuando terminó yo no alcancé a articular ni dos. Solamente dije “sí”.
la carrera, la unió con sus ideales y en la guerra hizo Me estrecharon la mano. Eso no duró más de un par
operaciones increíbles. Participó en todas las luchas. de minutos. Bajé...
Entró en la zona costera más atrasada de Nicaragua.
Realizó operaciones históricas, salvó muchas vidas. Los testimonios muestran que el juramento fue
¡Imposible olvidar al Comandante Cinco! Su nombre asumido como un ritual de pasaje(70): se experimentó la
es otra historia... separación de un grupo de adolescentes y jóvenes de su
cotidianidad rutinaria para que fueran ungidos en una nueva
Una tarde nos dicen que tenemos que estar a las identidad que asegura la continuidad de una cultura, según
ocho de la mañana del día siguiente en una casa la define su autoridad tradicional, desde su posición de pres-
que era un antiguo palacete. De más está decir que tigio (“Ellos representaban la Dirección todopoderosa que
no fallamos. Entre nosotros, jóvenes comunistas de tenía respuesta para todo. Esa Dirección que respetábamos y
veinte a veinticinco años de edad, la expectación era que no habíamos osado poner en tela de juicio”). La intensa
inmensa. Había uno solo que no era del contingente emotividad ceremonial de todo ritual de pasaje despliega
de estudiantes, el más jovencito, acaso dieciocho algún grado de teatralidad consciente, que busca cimentar la
años, acabado de llegar del exilio, lo considerábamos relación entre las generaciones, adoctrinándose a los novicios
como mascota. Todos reunidos en un salón amplio, con la inyección de visos trascendentales en la ceremonia (“...
en la primera planta, cuchicheábamos. No sabíamos recuerdo la escalera larga de madera que crujía. Si se subía
quién estaba arriba. Como si fuera una fotografía, por ella, se encontraba la respuesta al enigma”; “esa escalera
recuerdo la escalera larga de madera que crujía. Si iniciaba al que subía”). La referencia a lo trascendental busca
se subía por ella, se encontraba la respuesta al enig- reafirmar y perpetuar comportamientos privilegiados por la
ma. Una voz decía, “el otro” y esa escalera iniciaba al autoridad cultural. En este caso, lo que se espera de un mili-
que subía. Lo más interesante era que quien bajaba tante comunista: el total sacrificio y abnegación del individuo
mostraba una sonrisa de satisfacción enorme, no de- en su entrega a la causa del pueblo, particularmente en una
cía nada y se iba... Hasta que me tocó a mí. Escuché situación excepcional, como la que vivían tanto esos jóvenes
mi nombre y subí. Esa escalera conducía a lo que como su patria lejana. Así el individuo queda ubicado en una
me llevó hasta hoy... Cuando me nombran y llego situación de umbral en su existencia, en que debe enfrentarse
arriba veo ante una mesa con papeles a un miem- simbólicamente a su mortalidad. Debe saborear su mortalidad
bro de la Comisión Política del Partido Comunista como límites de una sucesión de etapas que debe dejar atrás
de Chile... Me latía el corazón aceleradamente. Ellos para concretar sus potenciales para la vida (“Nuestra preocu-
representaban la Dirección todopoderosa que tenía pación era la maletita con las modestas pertenencias”). El
respuesta para todo. Esa Dirección que respetába- juramento sería la primera de una serie de experiencias que
mos y que no habríamos osado poner en tela de gradualmente irían conformando en algunos de estos cuadros
juicio. Lo importante es que cuando subí la escalera, militares la sensación y convicción de pertenecer a una clase
para mí representaban eso. Me hizo la pregunta: especial de seres humanos. Tal convicción les serviría para
“¿Estás dispuesto a incorporarte a las filas...?”. Se me enfrentar manifestaciones tempranas de la débil decisión po-
grabó para siempre cada una de sus palabras, pero lítica de la Dirección del PCCH en cuanto a una política militar,

152 153
así como también deficiencias de criterio burocrático para su
implementación. De aquí surgirían líderes para una disensión En el primer tiempo todos estábamos entusiasmados
futura. por lo novedoso del entrenamiento militar. Después
del primer año, comenzó la crisis. Era un compromiso
La selección no fue rigurosa, sin estudio de persona- asumido de por vida, con miles de limitaciones en lo
lidades, conductas, vocaciones. En algunos el arraigo personal y sin tener claridad en dónde desembocaría.
a una idea que impulsara a semejante acción no era En aquellos años no se visualizaba en nuestro país
tan sólido. Esto explica la posterior deserción. En el una salida ni remotamente cercana desde el punto
transcurso de unos meses, al rigor de la nueva vida, de vista de la preparación nuestra. Se produjo una
se demostró cuán azarosa había sido la selección. Ese deserción considerable. Tampoco había respuesta
rigor iba a ser cada día más intenso e iba a quedar de desde el punto de vista partidario y era natural,
manifiesto en muchos la ausencia absoluta de con- porque no existía perspectiva en lo concerniente a
vicción militar. Se había partido de una idea global nuestro país. En este contexto, la mayor parte pen-
justa: “esto en algún momento será necesario en Chi- saba reincorporarse a la vida normal, a los estudios.
le”. La idea general era acertada pero no suficiente El propio Partido trataba de canalizar lo que llamó
para muchos. Prevaleció la mística del momento, la “prepararnos para la vida civil”. Por otra parte, esta
disciplina partidaria, la juventud. En mi grupo, unos determinación nuestra a seguir adelante agudizaba
treinta, eran raros los que habían hecho el servicio la crisis. Se valoraba que el Partido empezara a pensar
militar. En la selección de especialidades militares en serio en los problemas militares, pero la situación
prevalecieron la curiosidad, la simpatía, el interés no había sido producto de un análisis político sino
circunstancial. De esos treinta quedarían cinco. En de una eventualidad: dar un paso sin saber qué iba
Europa, en otros continentes, el planteamiento a pasar el día de mañana. Se hicieron grandes esfuer-
de la misión que se les hizo fue similar al que nos zos desde el punto de vista interno para mantener la
hicieron a nosotros. Y una juventud pelada al rape, preparación y lograr que la deserción fuera la menor
en uniforme, que comía alimentos y frutos a los que posible a fin de mantener un núcleo permanente.
no estaba acostumbrada, regida por horarios y por
una disciplina repudiable por condicionamiento de Hubo un hombre que encabezó la discusión y tuvo la
rebeldía política -pero que con el tiempo llegaría a visión suficiente para valorar el papel de la actividad
entender como indispensable- sufrió un impacto militar más allá de lo inmediato y con un sentido
brutal. El impacto no fue el mismo entre los que más político. Esto aglutinó a un grupo fuerte. Es en
habían estado presos. El Partido no se preocupó del ese momento cuando surge la posibilidad de ir a
seguimiento de estos jóvenes, sólo les dio el impulso. Nicaragua y la crisis interna y con el PCCH se supera.
Pero la decisión de asumir esta tarea, aunque induci- De lo contrario, no se hubiera podido mantener por
da, fue acertada. Una gran crítica corresponde por no muchos años tal actividad ni llevar a la práctica lo
haber sido capaces de mantener a la gran cantidad que se estaba aprendiendo.
inicial de hombres y mujeres en este proyecto. Gente
valiosa desertó. Durante un largo período el objetivo final y el em-

154 155
pleo de estos cuadros militares quedó en suspenso, en la me- de vegetación selvática, hacían inefectivas las estrategias y
dida que el PCCH no lograba clarificar una línea política para tácticas de guerrilla características del FSLN. El terreno era más
su fuerza armada. Es de importancia notar que los esfuerzos bien apto para una guerra regular que favorecía a la Guardia
por visualizar a largo plazo el significado de una carrera militar Nacional. Allí el FSLN concentró la mayor parte del volumen
revolucionaria, en una época de confusión, en que el PCCH no de armamento automático de que disponía. El uso adecuado
entregaba directivas concretas, provino exclusivamente del in- de este armamento demandaba combatientes especializados
terior de este núcleo de jóvenes ya del todo claros en su com- y con preparación de Estado Mayor. A partir del 29 de mayo
promiso. Las consecuencias políticas de esta libre iniciativa se de 1979 se inició la ofensiva final desde el Frente Sur. El 17 de
harían patentes luego de su experiencia como combatientes julio Somoza renunció a la presidencia de Nicaragua y buscó
en Nicaragua. La intervención de los chilenos en este país fue refugio en Miami. El 19 de julio la Guardia Nacional se rindió.
promovida por el liderato revolucionario cubano, no por la El contigente internacionalista en que combatían los chilenos
Dirección del PCCH. A juicio de los oficiales entrevistados, el marchó hacia la ocupación de Managua.
episodio en Nicaragua fue bien recibido por la Dirección del
PCCH por cuanto podía desviar y postergar momentáneamen- De la noche a la mañana se produce el hecho. Está-
te una decisión definitiva sobre un elemento que le resultaba bamos en nuestros lugares de trabajo y nos citaron a
del todo molesto. una reunión a todos los chilenos. Seríamos un ciento.
Los combatientes fueron enviados a Nicaragua a Quedamos concentrados. Especulábamos con ardor
fines de 1978, en apoyo a las fuerzas “Terceristas” o “Tendencia variantes diversas, incluso el retorno a Chile. Todo se
insurreccional” del Frente Sandinista de Liberación Nacional esclareció cuando se planteó la situación en Nicara-
(FSLN), el sector más cercano a la línea política cubana(71). gua, el desarrollo de la guerra en una gama más o
Los Terceristas estaban a cargo del Frente Sur, en un estrecho menos amplia de variantes, de las cuales tenía impor-
corredor ubicado entre el océano Pacífico y el Lago Nicaragua. tancia la contribución internacionalista a un pueblo
Este Frente limitaba al sur con la frontera de Costa Rica, país hermano, el ganar experiencia de combatividad.
que abrió santuario a las fuerzas sandinistas. En esta región Lo interesante del planteamiento es que dejaba la
Anastasio Somoza había concentrado los mejores efectivos de puerta abierta. Independiente de la decisión que se
la Guardia Nacional, en particular la Escuela de Entrenamiento tomara, era respetable el sólo plantearse la posibili-
Básico de Infantería (EEBI). Su propósito era la destrucción de dad de asumir la oportunidad. Se presentó un cuadro
las fuerzas infiltradas y acumuladas allí por el FSLN, para lue- muy realista de lo que estaba aconteciendo: la po-
go girar hacia la neutralización de las fuerzas guerrilleras en sibilidad real de alcanzar la liberación de Nicaragua,
el resto de Nicaragua. Tanto para el somocismo como para el la situación favorable a la revolución desde el punto
sandinismo el Frente Sur se convirtió en territorio de aniquila- de vista de la situación internacional, la debilidad cre-
miento. La carretera Panamericana se desplaza allí en una cin- ciente del régimen de Somoza, de ahí la premura de
ta de territorio plano bordeado por colinas, en que la Guardia que las fuerzas sandinistas aprovecharan ese minuto.
Nacional instaló fortificaciones. Desde ellas podía controlar e Al término de este primer encuentro se produjo un
interferir con artillería y aviación en amplias franjas de terri- hecho espontáneo y entusiasta que reflejó nuestra
torio. Las características topográficas de la zona, desprovistas moral: empezamos a cantar la Internacional con una

156 157
fuerza grandiosa, como si con esto quedara sellado éramos casados y con hijos —los que nos habíamos
nuestro compromiso y la decisión de participar en la casado antes de la prohibición de hacerlo que emanó
lucha del pueblo nicaragüense. Una vez terminado del Partido. No tuvimos la oportunidad de verlos,
el encuentro, quedamos a la espera de la decisión pues no teníamos ningún contacto con el exterior.
superior y, también, a la de las posibilidades concre-
tas del envío. No podía eludirse el factor de que las Escribí una carta de amor a mi compañera, en que
presiones imperialistas coartaran a los pueblos que me despedía, con la certidumbre de que no volvería a
ayudaban a Nicaragua o a que la decisión del Partido verla de nuevo. No debían entregársela de inmediato.
fuera otra. Pero jamás pusimos en duda de que íba- Iba a cruzar otra vez un océano. Estaba decidido a
mos a ir. Comenzaron dificultades de índole positiva: entregar mi vida y me sentía feliz. Estuve en el primer
era imposible que viajaran todos. Fue tomando cuer- grupo. Volamos sin saber con certeza el derrotero.
po la idea de un gran contingente internacionalista, Desembarcaríamos después de unas horas y, de
aprovechando la preparación de otras organizacio- noche, nos introduciríamos en un vehículo sin saber
nes revolucionarias que también consultaban a sus qué territorio cruzábamos. Al fin llegamos al lugar de
organizaciones madres. Fue así como argentinos, las acciones combativas. En el frente de batalla rei-
colombianos, guatemaltecos, salvadoreños, urugua- naba un desorden absoluto. Había unas casas aban-
yos fueron dando forma a una unidad. En el caso de donadas, algunos combatientes vestidos de cual-
los chilenos, hubo uno solo, uno, que no pudo ir. Se quiera manera. Esos combatientes se subordinaron
lo planteó en términos honestos, no tenía ninguna a nosotros. La primera misión que cumplo es acudir
duda acerca de la validez de la decisión, pero sus a un galpón donde está el armamento. Empezamos
limitaciones de salud, sus problemas psíquicos, le a armar pieza por pieza hasta conformar un número
impedían asumir el compromiso. Fue el único caso. importante de elementos de artillería. Tengo a mi
cargo una batería con seis piezas y treinta hombres,
A alguno se le ocurrió, “¿y si los viejos del Partido incluso diez o quince mujeres, una muy bella, alta,
dicen que no?”. Nuestra decisión era inquebrantable, elegante, Lucía. La califican de gran capacidad, con
por el carácter internacionalista de la tarea y porque experiencia combativa y la nombro jefe de escuadra.
ya teníamos un destino. En el desempeño de la guerra fue la mujer. Aprendí
con ella que no hay ninguna actividad que la mujer
Todo el mundo quería agarrar asiento en el primer no pueda asumir, salvo cargar pesos extraordinarios.
vuelo, ser de los primeros en partir. Nos sentíamos Ella demostró firmeza, valentía, decisión, energía,
latinoamericanos para asumir América Latina. Serían don de mando. Supo sobreponerse al machismo
grupos de veinte o treinta por viaje. Del grupo chile- nuestro. Hoy es una gran dirigente. Contar esto es de-
no, unos tres. Después la cuota fue subiendo. A los cir que tuve, como otros, la experiencia de “un amor
chilenos se les hizo asumir la dirección de la estructu- de trinchera”. Al fin de la guerra todo se acabó; ya no
ra. Es así como en el primer grupo salimos siete. En el tenía sentido...Luego que estuvimos preparados, con
segundo grupo fue Rodrigo, Raúl Pellegrin. Muchos la técnica en óptimas condiciones para el combate,

158 159
usamos los medios más increíbles y se hizo gala de “Pieza lista”. “Fuego”. Las cargas se humedecen. Por
enorme iniciativa para sustituir aquellos de los que teoría sabemos que la espoleta choca y no explota.
carecíamos. A los tres días, ya con mi unidad entre- Optamos por rescatar esos proyectiles y volverlos a
nada, se me designa la primera misión. Recuerdo usar. A veces el proyectil no sale y se descarga de
que uno de los jefes me lleva al borde delantero a la nuevo. En un caso el proyectil se asoma y no sale. El
medianoche. Lo exploramos. Me indican en un mapa hombre se queda mirándolo, mientras otros se tiran
donde está el enemigo y donde estamos nosotros. al suelo y lo miran. El hombre se acerca poco a poco,
Determino donde ubicar las piezas. Esa misma noche lo agarra, lo saca y lo muestra a todos. Le quita las
instalo mi unidad. Al amanecer rompemos el borde cargas y lo pone otra vez. Una vez me calificaron de
delantero para que después avancen las tropas. Ha- gran irresponsable: “pieza interrumpida”; el cañon en
bía que asestarle al enemigo, las tropas selectas de el interior está cubierto de lodo, pólvora y humedad;
Somoza, un intenso fuego de artillería en un radio agarro un palo largo, calculo no tocar la punta, lo
de siete kilómetros de ancho y cinco o seis de pro- ajusto, saco el palo, me echo para atrás y sale el pro-
fundidad. El conjunto de la artillería vino a cambiar yectil. En accidente semejante un compañero pierde
la correlación de fuerzas en el frente. El comandante la mano en el combate. Ha llegado un momento en
Humberto Ortega en su libro Estrategia de la victoria que baqueta y todo está cubierto de fango. En el
tiene un párrafo destinado al Frente Sur. La Guardia fragor del combate muchas veces no se sabe si el
Nacional había destinado sus mejores tropas a este proyectil sale o no. “Pieza interrumpida”. El hombre
frente. Allí estaba también la mejor técnica. Dice Or- se asoma, pasa la mano sobre el tubo, el proyectil
tega que, al incorporarse el Frente Sur -ya la guerra agarra la mano y se la lleva. El proyectil no explota;
estaba en marcha y el país insurrecto-, se acortaron si no habrían muerto muchos. El hombre, con san-
los días de la guerra y se obligó a la Guardia Nacional gre fría terrible se hace un torniquete y pide que
a lanzar al combate sus principales fuerzas, que de le corten el colgajo con una bayoneta. Fue llevado
otro modo habría podido emplear en otros lugares. al hospital, pocos días después se reincorporó a su
Se ahorraron miles de vidas. Fue así como participa- puesto de combate. Trabajó valientemente. Murió en
mos en innumerables combates por romper el borde un incendio no hace mucho, mientras asistía a la re-
delantero y por impedir que el enemigo aniquilara construcción de Bluefield. Era un chileno alegre, loco,
nuestro frente. Allí se destaca la participación de bueno para tomar. Era ingeniero y siguió trabajando.
algunos, como Rodrigo. El era asesor y jefe de una No sé su nombre, pero quien lo conoció no olvidará
columna. Nuestro enemigo más violento era la nunca al “Manco”.
aviación y no teníamos cómo defendernos de ella. El primero de los nuestros que murió fue Days
También nos preocupaba nuestra propia artillería. Huerta Lillo. Este compañero era bien especial, muy
Mis recuerdos son intensos. Mucha lluvia en pleno introvertido y a la vez muy alegre. Se incorporaba
mes de junio. Terreno arcilloso, muy blando. Cuando al colectivo, pero nadie podía saber qué pensaba.
empezábamos a tirar, con el retroceso las piezas se Tenía gran decisión, gran disposición. Era pequeño,
iban enterrando. Los hombres totalmente cubiertos rosado, usaba unos tremendos lentes. Su muerte
de lodo. Veo a uno que limpia la mira con su lengua. fue el primer gran golpe. En la última etapa de la

160 161
ofensiva, cuando los combates eran más intensos y cabeza. Se recuperó y siguió estudiando, pese a que
arreciaba el fuego de la artillería, con un promedio la vista le quedó afectada. Tuvo una actitud heroica.
diario de tres o cuatro muertos y gran cantidad de En los momentos en que fue herido no tenía posi-
heridos. Ya se había configurado el Estado Mayor, a bilidad de salir. Andaba con hombres que se habían
cargo de todas las decisiones de la guerra y de las incorporado ese mismo día al frente y él era el único
fuerzas que allí operaban. Dentro del Estado Mayor que podía sacarlos. Herido, cegado, sangrante como
teníamos la responsabilidad de la artillería. Ahí es- estaba, se agarró al pantalón de uno de sus hombres:
taba yo cuando llega una médica y me dice que lo “Yo te voy a decir por dónde hay que caminar para
mataron. Mi reacción fue violenta. Lo que antes era que logremos salir”. Y le fue indicando el camino has-
una probabilidad ahora era una evidencia. “¿Dónde ta que llegaron al Estado Mayor. Venía en las últimas,
está?”, pregunto. Con todo su nerviosismo, la com- desangrado. Supo escoger la única alternativa de sa-
pañera, que era gran amiga de Days, me dice: “Está lir con vida y sacar a su gente. Toda ayuda habría sido
aquí. Yo lo ando trayendo. ¿Quieres verlo?”. El “¡no!” tardía...Hubo otros heridos que se negaron a salir del
me salió de adentro... Había explotado una munición lugar donde estaban en busca de atención médica y
de artillería en su posición y lo destrozó. Murió de siguieron combatiendo. Estaba Vasili Carrillo herido
inmediato. Ella estaba demasiado angustiada. De en la espalda. Después del triunfo los mandamos a
inmediato tomamos las medidas para sepultarlo. Era buscar a todos para restituir el grupo y hacer el ba-
el primer hombre del contingente internacionalista lance. Después se empezó a producir la evacuación
que moría. Acondicionamos un lugar. Se preparó y muchos retornaron a sus países.
una caja de municiones como ataúd. No sé de dón-
de salió una bandera chilena. Alguien trajo otra del No lejos, en el flanco izquierdo, Benjamín —Raúl
Frente Sandinista. Con las dos banderas envolvimos Pellegrin— se hizo cargo de la columna guerrillera
el improvisado ataúd. Se montó guardia de honor. que había sido abandonada por su conductor, un
Citamos a algunos jefes -los que pudieran venir- de chileno cobarde. Solo, con su ametralladora, avan-
distintas unidades y se le rindieron honores. También zando en descubierto, disparando desde la cadera,
participó el Estado Mayor Sandinista. Toda su familia Benjamín impidió que el frente se desintegrara ante
estaba en el exilio, repartida. Después el Payo Lagos un fuerte ataque de la élite de la Guardia Nacional. A
cayó herido junto a otro compañero, también por gritos llamaba a los otros para que se repusieran y se
el fuego de la artillería. Le entró una esquirla por la salvó la situación. Después Benjamín dio la orden de
cadera e hizo un recorrido hasta perforarle los pul- cautelar al desertor, quien se libró del fusilamiento
mones. Murió en el hospital en Costa Rica, mientras por intervención de los sandinistas. Se reorganizó
era atendido...Después del triunfo murió Cachencho la columna y todos continuaron combatiendo con
en un lamentable accidente: chocó el vehículo en denuedo. Cayó gravemente herido el comandante
que iba y quedó destrozado. Dejó una hija... Heri- chileno Payo Lagos, quien moriría poco después en
dos hubo varios. Todos se recuperaron plenamente. un hospital de Costa Rica. La participación de Raúl
El que más grave estuvo recibió una esquirla en la Pellegrin fue decisiva, pues impidió más muertes e
hizo abortar los planes de la Guardia Nacional: rodear

162 163
a los combatientes del Frente Sur. bas caseras, prensa clandestina, panfletos. Un salón
grande, lleno de máquinas proyectoras y cualquier
Al producirse el triunfo avanzamos a Managua. Todos cantidad de microfilms: toda la historia del Frente
iban a Managua en migración masiva y loca. Nos Sandinista, de los interrogatorios, de los trabajos
encargamos de recoger todo el armamento, cargar de seguridad. En el bunker algunos descubrieron la
camiones, asumir toda la responsabilidad, dejar cocina y allí se instalaron a vivir. Alguien encontró un
gente y armamento en la retaguardia para cualquier plato de cobre con un escudo de Chile. Se lo llevaría
eventualidad. Esto era lo más difícil porque nadie de regalo a un noble amigo, de esos que siempre nos
quería quedarse. La marcha a Managua era muy lin- tuvieron fe y respeto. Había armamento en cantidad.
da. Miles de personas en el camino. En los poblados Trajinábamos sin preocuparnos de que hubieran de-
controlados por las fuerzas milicianas la población jado explosivos cazabobos: fue por la desbandada de
se acercaba a la caravana nuestra. Nos invitaban a ellos, nada quemaron, nada destruyeron. Lo que más
sus casas. Aparecía café, aparecían tortillas. Era un nos llamó la atención, más que el plato con nuestro
ambiente hermoso y conmovedor. Allí se producía escudo, fue la gran cantidad de vino chileno. Encon-
un poco la insatisfacción de uno; a pesar de todo no tramos una serie de documentos internos de la Guar-
se podía vibrar con la misma intensidad porque ese dia Nacional, preparados en Chile por Carabineros,
triunfo no era el de nuestro pueblo. Todos los sandi- por ayudas bilaterales; cartas firmadas por el agrega-
nistas se iban a su casa, a ver si quedaban casas, en do militar chileno, cartas de personajes importantes,
procura de su familia. Nosotros nos quedamos solos. muchos testimonios de colaboración con las fuerzas
Nos ubicamos donde pudimos, decididos a mante- especiales de Chile. Todo lo investigábamos mientras
ner nuestras unidades. Llegamos al famoso bunker la gente estaba celebrando. Teníamos todo el tiem-
de Somoza y cada uno empezó a buscar cosas. Al po del mundo y buscábamos cosas, constatábamos
lado estaba la casa de Somoza, una casa lindísima, el pasado inmediato. Aparentemente éramos los
con sauna, con todas las comodidades y lujo inima- únicos interesados en esto. Tal vez un poco nuestro
ginable. Había una cantidad de comida inimaginable instinto de cachureros nos movía a guardar papeles,
y vino, ¡vino chileno!. Esto nos impresionó mucho. planillas, todo el material del que con posterioridad
Nadie se preocupó de que hubieran dejado algo haríamos entrega. Entonces no nos dimos cuenta,
envenenado. Todos comiendo con ganas. En una de pero nosotros contribuimos a preservar ese material
esas correrías llegamos a la oficina de seguridad, una que más tarde sería absolutamente apreciado por los
especie de CNI, una oficina inmensa. Estaba llena de sandinistas. Del bunker nos trasladamos a la inmensa
fotos de todos los chequeos, de los interrogatorios, casa antigua de Somoza, en El Retiro, donde se con-
del seguimiento de la gente. Yo leía las cosas más centraban todas las fuerzas que venían del sur.
siniestras. Al lado estaban los calabozos de castigo,
llenos de rayados de los detenidos y torturados. Fe- Soy el comandante Javier Pichardo, jefe de la Fuerza
chas y consignas. “Aquí estuvo...”. A cierta altura del Aérea de Nicaragua. Fue en el contexto del Frente
muro una argolla para encadenarlos con las esposas. Sur, la Colina 55, donde conocimos a los internacio-
Encontramos lo recogido en los allanamientos: bom- nalistas chilenos, salvadoreños, peruanos, argentinos

164 165
y de otras nacionalidades latinoamericanas. Entre to- aquí un tiempo. Se casó con una combatiente, Pan-
dos los compañeros internacionalistas sobresalieron chita, actual capitán de ejército. Cuando se casaron
los chilenos con cuya ayuda contaríamos más tarde hicimos una tremenda fiesta. El ayudó mucho en la
para la organización de las unidades. Los chilenos formación combativa de nuestras tropas. También
actuaron a la par con los jefes nuestros en el empleo hubo compañeros con gran experiencia. Eran oficia-
óptimo de la artillería, de las tropas, de la defensa de les. Nosotros, en cambio, no habíamos pisado ni la
posiciones, como también en apoyar la dirección y la acera de una academia. Ellos tenían conocimientos
conducción de las acciones combativas. En ese pro- suficientes para poder iniciar un ejército. Yo sentía
ceso, Pedro llegó a ser jefe de la artillería del Frente que Benjamín era un hombre que se distinguía del
Sur. Nosotros teníamos serias limitaciones: éramos resto de sus compañeros. Era un hombre sencillo y
guerrilleros, en cambio ellos tenían una importante muy respetuoso.
formación profesional. En el caso particular del fren-
te que yo mandaba, no olvido a Andrés, a Augusto, En 1989, al día siguiente de la grandiosa celebración
que andaba a la par conmigo, a Walter, Benjamín, del décimo aniversario de la Revolución Sandinista
Laureano y otros muchos cuyos nombres podré viajamos desde Managua a las Peñas Blancas, cerca
olvidar, mas no sus rostros ni sus acciones. En Chile de la frontera con Costa Rica, en lo que fue el Frente
ustedes conocieron a Benjamín como Rodrigo, el Sur. Los volcanes Monotombo y Monotombito se
comandante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. yerguen junto al siniestro Lago Nicaragua, único lu-
En ese tiempo Benjamín era un muchacho, aunque gar del mundo donde hay tiburones de agua dulce.
todos eran jóvenes; un promedio de veinticuatro, Próxima al lago se extiende la carretera Panamerica-
veinticinco años. Muy arrojados, muy determinados na. Nos desviamos de ésta y subimos por una huella
a combatir. Eladio, René... No sé qué se hicieron. orillada de piedras pintadas de blanco. Ramas de
Fueron compañeros que con su sangre abonaron la árboles sostienen, alternándolas, las banderas de
victoria. En el transcurso de la guerra fue muy buena Nicaragua y del Frente Sandinista. Este sendero de
su participación. Logramos establecer una tremenda banderas nos conduce a la Loma 55 o Loma de los
comunicación... Cuando se organiza la brigada se da Palos Quemados. Allí se alza un túmulo cuya placa de
un salto superior. Los chilenos pasan como asesores bronce está grabada: “El combate del pueblo chileno
de los Estados Mayores de las regiones militares y se hermana con el de los pueblos de América Latina
del Estado Mayor General. A Benjamín lo nombra- que enfrentan al opresor común: el imperialismo
ron en la Segunda Región, con Salvatierra. Los vi norteamericano. HOMENAJE A LOS INTERNACIONA-
trabajando hombro a hombro. A Benjamín lo conocí LISTAS CHILENOS caídos en la guerra de liberación
en tiempos de guerra y de paz. Era un hombre de del pueblo nicaragüense. 1982. FSLN”. Al pie del tú-
tremenda nobleza . Muy noble, puro e inteligente. mulo se seca un ramo de flores. Atrás hay un tronco
Muy creativo, con una tremenda disposición para el quemado. En los alrededores aún se advierten las
trabajo, lo que caracterizó a todos los chilenos. Se huellas de los pozos de tiradores donde ahora crece
perfilaba como un cuadro de gran calidad. Estuvo tupida hierba. Aquí donde se alza el túmulo cayó el

166 167
oficial Days Huerta Lillo, luego de haber liquidado por su heroísmo en el combate. Por su entrenamiento en Cuba
varios puestos de observación de la Guardia Nacio- como Comisario Político, por la influencia directa del FSLN y
nal. En este terreno fueron empantanadas las tropas la experiencia en Nicaragua, es indudable que en el trasfondo
selectas de la Escuela de Entrenamiento Básico de de sus reflexiones también estaban disputas anteriores, ya
Infantería (EEBI), unos dos mil hombres, conducidos famosas durante la década de 1960, entre el liderato de la
por el Chigüín Somoza. Revolución Cubana y el PCCH sobre la línea revolucionaria
correcta.
Ya en esta etapa de su carrera, estos oficiales no
solamente eran los juramentados que habían asumido un Soy la comandante Leticia Herrera. Tuve la oportuni-
compromiso revolucionario por el resto de sus vidas. Además dad de conocer a otros chilenos y tenía el concepto
de haber sido testigos participantes del desmoronamiento de de que eran muy prepotentes y muy soberbios.
un régimen oligárquico al parecer invencible, ahora se veían Atribuíamos esto a la influencia europea que ha
instalados en la calidad de héroes de una empresa épica pa- tenido el país. Me había relacionado mucho con la
namericanista. En ella habían demostrado, además, una alta colonia chilena en la Unión Soviética, tanto gente
competencia profesional, así como habían posteriormente de extracción burguesa como muchachos de origen
aportado a la construcción del Ejército Popular Sandinista. muy modesto que iban becados. Yo hurgué a fin
Muchos siguieron combatiendo a los Contra, en la frontera con de pegar con gente del MIR, por su perspectiva o
Honduras. Por un tiempo la inquietud con respecto a un futuro estrategia de la lucha armada... Viví con una chilena.
posible en Chile podía apaciguarse. Pero, a la vez, esta calma Después conocí a otros en Suecia, en Cuba. Les pre-
momentánea era puesta en tensión por el hecho de participar guntaba: ¿qué están haciendo aquí si la revolución se
en una revolución cuyo liderato era profundamente crítico de va a hacer en Chile? Ustedes viven a la sombra de la
los Partidos Comunistas latinoamericanos y de su verdadero simpatía que Chile despierta, pero no están haciendo
potencial e identidad revolucionarios. En este contexto Raúl nada... Cuando conocí a Rodrigo noté el contraste.
Pellegrin, conocido como Benjamín en Nicaragua y como Ro- Lo que más me impresionó de él fue su humildad.
drigo en Chile se convierte en figura índice de los problemas Irradiaba algo que se podría llamar misticismo. Era
que surgirían entre el FPMR y el PCCH. sumamente respetuoso. En definitiva, concluí que
Es imposible reducir el significado de una organi- él era un militante. Para mí esa categoría humana
zación militar como el FPMR y la dinámica de sus contradiccio- es algo extraordinario...Meterse a combatiente revo-
nes a una sola persona y, en lo que sigue, no es mi intención lucionario no es esperar ver el fruto, sino participar
hacerlo. No obstante, Rodrigo parece haber mostrado una nada más que en los inicios. A Rodrigo le decíamos
preocupación especial por reflexionar sistemáticamente en “el soldadito”. Así era su porte, aunque no muy alto.
cuanto a las implicaciones de la experiencia nicaragüense para Algo emanaba de él que obligaba a pensar “este
la futura política chilena. En Nicaragua comenzó un proceso hombre está lleno de amor”.
de nuevo aprendizaje que luego arrojaría luz por sobre todo
el FPMR. A su preocupación intelectual Rodrigo sumaba la Soy el comandante Manuel Salvatierra. Siempre le
nombradía que había alcanzado como asesor del Estado Ma- he dicho a mis amigos chilenos: el que quiere a su
yor sandinista, un fuerte carisma personal y el respeto ganado patria busca cómo estar en ella y desde ella trabajar.

168 169
En Nicaragua ellos discutían permanentemente so- Los sandinistas optaban por morir o combatir, nunca
bre Chile y sobre lo que iban a hacer. Me parece que por rendirse y tú veías cómo se sacrificaban. Esto
ellos, por su juventud, tenían la ventaja de no estar tuvo un arraigo muy fuerte en la población y creó la
obligatoriamente fijados a determinados esquemas conciencia de que una organización así valía la pena,
de la lucha política. A veces, tal vez desde afuera, pues estaba formada por gente dispuesta a morir por
les parecían distintas las condiciones de su propio derrotar a la dictadura. A veces los muertos impulsan
país. Muchos de esos jóvenes hicieron esfuerzos por la vida y la lucha. Ya solo morir por la patria, justa o
aglutinar al máximo a sus partidos de Izquierda. Me injustamente, es algo que levanta, crea conciencia...
parece que eso los motivó a buscar su vía en medio Nuestra experiencia en Nicaragua nos permite enun-
de las condiciones complejas de la situación chilena. ciar algunos principios: una dictadura sólo con balas
En las condiciones nuestras, si podemos hablar de los se va. Para bajar a una dictadura hay que bajarla con
comunistas de Nicaragua, siempre nos calificaron a balas y con todo el pueblo. Aquí se dio la capacidad
nosotros los del Frente Sandinista de aventureros y de la población de enfrentarse a la dictadura con un
promotores de la represión contra el pueblo. Ustedes Frente cuyo prestigio fue ganado a punta de historia,
pueden ver dónde están ahora nuestros comunistas de ejemplo, de muertos. A mí me tocó conocer lati-
y socialistas. Tal vez sea una injusticia que tengan noamericanos cuyo nivel político estaba en la cabeza
esos nombres. Aquellos jóvenes chilenos nos pedían y tenían, supuestamente, mayor conciencia política.
nuestra opinión y nosotros manteníamos la convic- No estoy tan convencido de esa mayor conciencia.
ción muy personal de que en vez de andar discur- Diría: más que nada, ilustración política, aunque a
seando tanto había que actuar... Aquí en Nicaragua, veces esto también es dudoso, pues no conocen su
en la juventud, disponerse a hacer algo contra So- propia historia. La unidad es lo básico para poder
moza era aceptar que se podía morir en el empeño. sobrevivir. En cuanto a la unidad, ésta sólo puede
Uno tenía que optar. Esto, en el Frente Sandinista te ser lograda por la acción. Platicando jamás se logra
lo recalcaron mucho. Cuando entramos no teníamos ponerse de acuerdo. La unidad se consigue más fá-
documentos que nos certificaran que dentro de tres cilmente en las acciones que en las discusiones. En
años íbamos a triunfar. Había que mantener una acti- nuestro caso esto es evidente: la opción de nuestro
tud digna. Tampoco había determinadas condiciones pueblo no fue por las tendencias sino por el Frente
sociales de folleto o de manual que se dieran contra Sandinista. Y tuvimos que aprender, a partir de los
la dictadura. Estábamos seguros de que entrando al golpes y de los muertos. También aprendimos que
Frente íbamos a morir. Siempre nos educaron en esa hay condiciones difíciles, pero no se puede aspirar
voluntad. El ejemplo de los muertos del Frente Sandi- a tener las buenas condiciones para trabajar: en las
nista siempre fue una cuestión que caló hondo en la condiciones hay que influir.
población. Los compañeros de la dirección clandesti- Soy la capitana Francisca Herrera, Panchita, esposa
na que cayeron provocaron una conmoción social y de Benjamín, madre de su hija Carla. Para mí la con-
se valoró el honor y la firmeza de caer. Por otra parte, memoración de la caída de Salvador Allende Gossens
el Frente Sandinista nunca se vinculó a los partidos me pareció un lamento colectivo de los chilenos, un
tradicionales, traidores a las aspiraciones del pueblo. recordatorio triste. Yo pensaba que debía haber un

170 171
cambio y no estar llorando. Este hombre era más arañar la tierra y ver sus restos!
que unas efemérides, que un 11 de septiembre de
1973. Cuando hablábamos de esto con Benjamín yo Soy el comandante Oscar Carter, teniente coronel
criticaba fuertemente las lamentaciones. También de aviación. Benjamín llegó, si querés, de asesor en
criticaba el acomodamiento, el sectarismo, la falta de la vida del nuevo Ejército Popular Sandinista . Nos
fraternidad entre la Izquierda. Y me parecía que esta- provocó un verdadero impacto lo empaquetado
ba bien que Benjamín no se quedara aquí. No podía que venía, con las botas brillantísimas, tipo cadete.
quedarse por quedarse si había todo un compromiso De entrada, la pinta de éste que nos habían presen-
con su pueblo. Cuando tenía sus reuniones, yo no tado como asesor del batallón nos causó impresión;
participaba ni jamás intervine en sus discusiones un chelito, un rubio, bien rasurado, ojitos celestes...
por el principio que mucho respeto de no criticar Y uno no sabía para qué necesitaba un asesor. Lo
o cuestionar otros movimientos. Pero cuando él recibimos con cierto recelo... una cierta curiosidad al
volvía a casa le preguntaba: ¿arreglaron la situación calibrarlo: para qué sirve, qué tiene en la cabeza, en
del mundo? El solía darme a conocer algunas de sus los huevos... Pero él entró a cumplir su papel desde
reflexiones: su malestar por las actitudes conserva- el primer día. Nos dice que nos va a dar una clase
doras, por el aferramiento a lo tradicional, por la inca- sobre la guerra moderna. Yo pienso para mí: “este
pacidad de debatir en profundidad y apegarse a for- tipo está loco”. Nos sentaron a oírlo a toda la plana
malismos, por el rechazo a recorrer caminos nuevos. mayor y él habló sobre “el combate contemporáneo”.
En fin, por la cerrazón a buscar alternativas. El exigía Fueron momentos incómodos para nosotros, pero
tenacidad, audacia, abnegación madurez...¿Sabes?, bastante difíciles para él, pues éramos mordaces y
muchas veces he tenido que ir a entregar el ataúd teníamos un cierto método un tanto salvaje. El tipo,
sellado de un combatiente víctima de la Contra. Es como que chocaba un poco con los procedimientos.
un deber muy doloroso y hay que enfrentarse con el Pero poco a poco fue logrando que comenzáramos a
dolor y el desespero de los familiares, de las madres, comprender lo que nos quería decir. Le pusimos “el
de las esposas, de las novias... Una de las cosas que soldadito de plomo” por su facha de cadete. Luego
yo no comprendía era el afán de esos deudos de abrir nosotros le hablaríamos de las condiciones en Chile.
el ataúd. De hacerlo, eso les significaría una visión Nosotros admirábamos mucho al MIR, que era el
horrorosa, imposible de compaginar con el recuerdo símbolo de la resistencia y que ocupaba una pos-
del ser amado vivo... Yo y Benjamín nos separamos tura de las más dignas. No conocíamos comunistas
con la esperanza de volvernos a encontrar. Con el chilenos. Habíamos conocido a chilenos en México:
tiempo nos dimos cuenta que eso era imposible... El todos muy de Violeta Parra, de la cantada, de la
siempre pensó que no debía mantenerme en una si- peña y de las amplias alamedas. No abandonaban
tuación indefinida y que ésa era su responsabilidad... el café, el cigarro y hablaban y hablaban...Benjamín
No me volví a casar, no tuve más hijos...Dicen que soy encarnaba en ese momento la postura del Comité
joven... Pero desde que me anunciaron la muerte de Central del PCCH de la A a la Z. Chocábamos, pero
Benjamín yo entiendo a esas madres, a esas esposas: de una manera fraternal. Nos estremecían estos
¡yo también quisiera poder llegar hasta su tumba, compañeros combatientes que habían demostrado

172 173
esa vocación de lucha, esa vocación internaciona- armadas modernas, pero ejercida, instruida y diseminada bajo
lista. No nos explicábamos por qué si venían aquí las condiciones específicas del clandestinaje en Chile y de las
y combatían no visualizaban esta vía y se aferraban relaciones con el PCCH.
a unos esquemas que, bueno, se tendrían que des- Todo código militar moderno exige que el soldado
enredar en un momento determinado... Una de las cumpla con su deber subordinando sus intereses personales
cosas que más llegamos a admirarle al soldadito era a las demandas de su función profesional(72). Para ello se lo
su actitud: Benjamín era muy exigente consigo mis- socializa con la expectativa de que se comporte como persona
mo. Estaba pegado al poste todo el tiempo. No era de honor, de integridad moral, lealtad y valentía ejemplares,
muy expresivo ni muy jodedor, más bien recatado. particularmente en el campo de batalla. Esta ejemplaridad es
Te hablaba permanentemente de los problemas. la base fundamental del respeto y la obediencia espontáneas
Era una cosa rara para nosotros. “Obsesiones, más que los oficiales puedan inspirar en los subordinados. En la
bien”, decía yo. Era muy persistente y eso, en alguna preparación profesional esto se complementa con la perma-
medida, traslucía y te hacía educar el espíritu y el nente búsqueda de los más altos niveles de desarrollo del
cuerpo en esa disciplina, una cualidad muy difícil conocimiento y de las habilidades técnicas. A la vez, ello debe
de adquirir. Para mí estos chilenos eran gente joven, llevar a la emulación técnica y disciplinaria de los subordina-
gente buena que comenzaba a foguearse. A los dos dos. Este conjunto de actitudes asegura la responsabilidad y
años Benjamín tenía un enfoque distinto. Y te habla- la eficiencia máximas en la manera como se ejecutan las ór-
ba de los viejos, no del viejo hermano mayor, sino de denes, el cumplimiento de los reglamentos del servicio, junto
los viejos caducos del Partido. Vos ibas notando no con el cuidado en establecer las salvaguardas que permiten el
un sentimiento nuevo, sino una forma organizada bienestar de los subordinados como personas, no como me-
de un enfoque político distinto: una lucha distinta, ros soldados. Por último, se reconoce la subordinación de las
una estrategia distinta. A mí me llegó muy honda su fuerzas armadas a la autoridad política como aspecto esencial
emoción cuando Benjamín me comunicó que, para del buen cumplimiento del deber militar.
una conferencia del PCCH, entre los planteamientos Como le correspondía al jefe máximo del FPMR, el
que había llegado a aceptar el Comité Central estaba comandante Rodrigo demostró especiales capacidades para
una alternativa para la toma de poder por la vía ar- el cultivo de esa ética en el personal bajo su mando. Quizás el
mada. El sentía un júbilo ingenuo, pero un júbilo. Vos testimonio más revelador sea el siguiente:
sentías esa alegría. Y él hablaba del nacimiento de
la verdadera vanguardia. Lo que da caña que moler. La primera vez que lo vi fue el 8 de septiembre de
Era la primera batalla política en el seno del Partido 1984, en una casa por Independencia. Me impresio-
y una batalla victoriosa. Grande en el sentido del nó por lo jovencito que era. Un niño bonito. Rubio,
compromiso, mayor de lo que esta gente del Partido ojitos azules, vestido impecable, buena dicción, pei-
estuviera pensando hacer en consecuencia... nado al lado. Un joven ejecutivo, camisa blanca,
Este fue el impulso y la energía de lo que en Chile corbata azul. Lo primero que él hizo fue saludarnos
se llamaría “mística rodriguista”. En realidad se trataba de la y nos dijo que era vendedor de seguros. De ahí sacó
ética militar corporativa, característica de todas las fuerzas una TIFA (Tarjeta de Identificación de las Fuerzas

174 175
Armadas) de un oficial de inteligencia que habían hablaban mis antecedentes, mis calificaciones en
“recuperado” en un asalto a una armería donde ha- cursos recientes, mi trayectoria. La segunda vez que
bían matado a tres compañeros. El estaba muy afec- lo vi ya le había comentado mi impresión a los com-
tado por eso. A mí me impresionó mucho ese hom- pañeros. Entonces empezaron las especulaciones.
bre en ese momento. Era diferente. Se notaba al tiro Entonces, con la subestimación que teníamos de los
que era diferente. El establecía de inmediato relacio- demás, y que era la sobrestimación de nosotros mis-
nes de principio con uno. Eran relaciones muy pro- mos, concluimos que éste era un gran cuadro que se
fundas, de mucho respeto. No estaba con el mano- había hecho la cirugía estética, porque no podía ser
tazo en la espalda. “Buenos días”, la mano firmemen- un simple cabro huevón. El tenía cerca de la oreja
te, “asiento” y empezaba el combate, no dejaba lugar una especie de cicatriz o arruga que la imaginé de
para el chistecito, se imponía por presencia. Entonces una operación. Unos ojos azules infinitos. Después
él hizo una exposición, una información política y de eso nos comenzamos a ver en Cerrillos. Empeza-
después me tocó hablar a mí. Y yo, que siempre he mos a trabajar sobre cosas concretas. Nosotros tenía-
tenido desplante, no pude decir nada. Sentí que se mos un gran desconocimiento de lo militar y él era
notaría inmediatamente el chamullo, la palabra va- muy respetuoso de las opiniones ajenas. Se suponía
cía. No pude hablar. “Pero di algo”, me dijo otro. El que él, como jefe, ofrecía un argumento y lo docu-
repuso: “No se preocupe, por usted hablan los resul- mentaba y uno debía batirse en retirada. Yo no lo
tados”. Luego se refirió al problema chileno, genera- tomaba muy en cuenta e imponía mi criterio. En la
lizando, y dijo que el problema del país no era de práctica, se daban buenos resultados en el corto
palabras sino de hechos. Me preguntó si había leído plazo. En el largo plazo tenía razón él y lo que debía
a Martí. Confesé no conocerlo. Años más tarde en- haber primado era el largo plazo. Con la experiencia
tendí su pregunta. Leyendo un libro de José Martí que tengo ahora, en ese mismo trance hubiera acon-
encontré este pensamiento: “Hoy, cuando el verbo se sejado lo mismo que el jefe. Era el camino correcto.
avergüenza ante la podredumbre, la mejor manera Eramos impulsivos, atarantados. Pero él persuadía,
de decir es hacer”. Me fui preocupado... Yo, como proponía que aceptáramos su consejo, jamás impo-
gran conocedor del Partido y de su manera de hacer nía su criterio, trataba de guiar y recomendaba ir de
política, intuí que este dirigente no cuadraba. Era un lo simple a lo complejo. Estimulaba, sí, la audacia, la
dirigente diferente. Yo opinaba, hablaba, podía abru- decisión, la posibilidad de ser más y más capaces. Le
mar a cualquiera con argumentos. Yo era el prototipo gustaba el Colo-Colo e iba al Estadio, confundido con
del dirigente del Partido: empeñoso, trabajador, ab- la masa. Fue a ver al Papa cuando estuvo en Chile;
negado, con una sabiduría añeja, citando a Recaba- fue a la última concentración del Parque O’Higgins.
rren, a Lafferte. Pensé que de ahora en adelante yo Estuvo en todas las escuelas del Frente. Le gustaba
debía ser más profundo, que entraba en un camino el conjunto “Los Prisioneros”, la Nueva Trova; en mú-
desconocido, más serio. Ante este hombre no podría sica clásica, interpretaciones en clavecín. Lo conocí
usar tretas. Y ahora asumía una nueva responsabili- como Rodrigo. Después se llamó Javier, segundo
dad que él me había entregado. Yo tenía elementos nombre del patriota Manuel Rodríguez; luego Ricar-
y la autoridad moral para pararme ante él, de ello do. Estuvimos trabajando juntos hasta diciembre, la

176 177
fecha del aniversario de la fundación del Frente. ésta era justamente una de las fallas del Frente. Me
Hasta ahí yo no hablaba; sólo escuchaba la parte fui tan preocupado...porque en realidad me dijo que
técnica. Después tuve otra responsabilidad y lo perdí justamente yo formaba parte de ese grupo que debía
de vista. Un mes más tarde, por enero del 85, sucede tener la misión de elaborar políticas. Me percaté de
el siguiente hecho: llega la CNI a un barretín, depó- mi papel de dirigente nacional. En la aplicación de la
sito donde teníamos gran cantidad de armamentos. forma nueva de hacer política ahora yo veía a todos
Informo a un superior, quien a su vez informa a Ro- los dirigentes locales de mi región y se iba consoli-
drigo y éste manda la siguiente orientación: que es dando y creciendo la organización. En el mes de ju-
preferible que los medios se pierdan, pero que no nio sostuvimos otra reunión con mi superior inme-
caiga nadie detenido y me llama a una reunión para diato y con Rodrigo para analizar determinada zona.
dos días más tarde. Ahí aparece ese respeto; yo sabía Sin saber yo que a esa hora los compañeros de los
intuitivamente que esa llamada algo tenía que ver. cuales yo estaba informando ya llevaban cinco días
Concluimos, con esta manera nueva de hacer políti- de presos. Me causó tremenda impresión ver el diario
ca que él había introducido, que ante hombres como con la noticia y me dio vergüenza de haber informa-
él había que portarse a su altura. Como jefe, mandé do algo que no era cierto. De ahí me quedó la impre-
a buscar un auto. Lo “recuperó” Patricia Quiroz Nilo sión de hacer un reporte inmediato, previo a la re-
(Mara), quien fue asesinada en la Operación Albania. unión con los superiores. Me mandó llamar de nuevo
Y mando buscar al responsable de que la CNI hubie- y me criticó duramente. Entonces yo, que jamás me
ra llegado al barretín, un logístico, y le doy la siguien- había caracterizado por ser muy comedido, respondí:
te orden, pasándole una subametralladora, una “¿Y qué? ¿Para qué se meten a la revolución si no
granada de mano y el taxi, diciéndole: “Ve a buscar quieren caer presos? ¿Y usted, para qué se mete a
las armas o te mueres en el intento”. El fue, cumplió jefe si no quiere tener presos?”. Ante esta variante él
la orden y trajo todos los medios. Avisamos a Rodrigo no manifestó acuerdo, precisamente: “Para la revolu-
y mandó una notita: “Felicitaciones. Suspendida la ción nunca hay momentos buenos para morirse. Hay
bilateral”. Así fuimos ganando su confianza, recupe- que ir por un camino de victorias y no de derrotas.
rando espacio junto a él. El primero de marzo me Nuestro pueblo ya tiene demasiados presos”. Nos
confía una nueva responsabilidad y ahí quedé subor- explicó: para que el trabajo sobre el grupo humano,
dinado a otro compañero que dependía a su vez de educado, instruido, produjera resultados, era preciso
Rodrigo. Días después me conversa y me plantea las atender al hombre, cuidar la organización y no andar
tareas en líneas muy generales. Me hace la siguiente tras resultados haciendo abstracción del hombre con
pregunta -a esas alturas ya era embarazoso conversar una visión cortoplacista. Yo le dije una grosería: “Ya,
con él; siempre nos trataba de usted: “¿ Cuál es su dejémonos de huevadas. Vámonos al chancho”. El,
opinión del Frente?”. No hallaba qué contestar. “Yo lo lejos de amilanarse, respondió muy sereno:”Ya, vá-
voy a ayudar”, me dijo, comenzando a mostrar virtu- monos al chancho”. Yo quería íntimamente provocar
des y defectos de la organización. Le argumenté que la situación para que me mandaran castigado a un
muchos de nosotros éramos implementadores y no grupo donde yo sabía que tenía prestigio y obtendría
elaborábamos políticas, a lo que él respondió que

178 179
resultado. Yo no era nada de autocrítico. “Ya, vámo- sublevación nacional y me confía una nueva respon-
nos al chancho y se va de jefe a una determinada sabilidad que ocupó hasta el 30 de abril. En ese in-
zona con toda esa gente mentirosa”, añadió. “¿Y us- tertanto lo vi un par de veces. Después empezamos
ted cree que me voy a quebrar por esto? No me a trabajar juntos desde el 30 de abril del ’86 hasta el
quiebro porque creo en la vía del Frente y porque 25 de octubre del ’88. En la primera reunión que
confío en usted y dejo la posibilidad de que usted sostengo con él me dice que las cosas no son como
tenga la razón y de que yo pudiera estar equivoca- aparentan; que hay mucha resistencia en el Partido
do...”. Partimos los cuatro a una zona donde no había en implementar una política revolucionaria; que hay
nada. Nos reunimos con los dientes apretados. Par- compañeros que no quieren nada con la política
timos nuestras discusiones autocríticamente, dicien- militar y que nota ausencia de ambición de poder en
do que éramos unos fracasados, que estábamos ahí términos de poder popular. Esto es contradictorio
por pencas, por cagones, y nos prometimos ser los con lo que ha visto en el Partido abajo, en las bases:
mejores. Uno de ellos era Julio Octavio Guerra Oliva- mucho “centralismo” y poca “democracia”; acomoda-
res, asesinado en la Operación Albania. Nos especia- miento, mucho funcionarismo; abandono de la críti-
lizamos en diversas materias y nos tomábamos ver- ca y de la autocrítica... Después de eso lo veía sema-
daderos exámenes ante comisión, alternándonos, nalmente y empezó a señalarme defectos, orientán-
fijándonos en la claridad de expresión, en el rigor del dome con lecturas, Tiempos precursores, de Mario
lenguaje. Decidimos que la tarea para nosotros se Mencía, encargándome trabajos, dándome otras
iniciaría a las ocho de la mañana. Trabajábamos día responsabilidades...
y noche con mística redoblada. Al cabo de un par de
meses hicimos cerca de cien acciones, reclutamos Todos los testimonios se refieren con gran senti-
gente y formamos como cuarenta grupos... En una miento a la preocupación personal que Rodrigo tenía por los
reunión de febrero yo iba vestido de lolo, peinado combatientes del FPMR, especialmente en lo que respecta a
afro y lentes antiguos como de John Lennon. En su bienestar emocional. El lenguaje usado para describir esta
marzo estaba peinado para el lado. Con esto quiero relación abre una perspectiva sobre la poética creada por los
decir que me preocupaba por cumplir las reglas de combatientes para su acción en el clandestinaje. Por poética
la conspiración. Entonces asumí una nueva respon- se entiende los modos con que los seres humanos metaforizan
sabilidad. Una semana más tarde habló conmigo y y simbolizan su entorno y su acción para dar sentido y signifi-
me planteó los objetivos generales para ese año, cación a sus vidas en un contexto histórico. Introducirnos a la
1985. Después de eso participé en una reunión na- poética del FPMR en el clandestinaje obliga, en primer lugar,
cional donde se fijaron líneas generales con mucha a comprender el significado material que tiene todo soldado
altura de miras. Durante ese año recorrí varias zonas dentro de la lógica del proyecto político en que se lo instru-
del país con él. Siempre andaba preocupado de la mentaliza como guerrero.
situación social y política de cada zona. Hablaba con Como ente políticamente instrumentalizado, todo
dirigentes sindicales y regionales del Partido. Desem- combatiente debe ser analógicamente reducido a la calidad
peñaba gran actividad. A finales del ’85 lo encuentro de objeto, cosa, piedra, proyectil que se lanza contra el enemi-
en otra reunión cuando se hacen los planes de la go para incapacitarlo, mutilarlo, destrozarlo, liquidarlo. Puesto

180 181
que la ética militar exige que la individualidad del soldado riantes propias de pequeñas unidades revolucionarias disemi-
quede totalmente subordinada a su función social, esta cosi- nadas en el clandestinaje y operando en una sociedad sumida
ficación demanda y va acompañada por un encallecimiento en una dictadura. Los reglamentos del FPMR y las medidas
de las emociones y de los tapujos morales en el cumplimien- de seguridad adoptadas en términos de compartimentación
to del deber. De allí que todo soldado tenga el potencial de conspirativa permitían la comunicación, el conocimiento y la
convertirse simultáneamente en ser capaz de las acciones más convivencia entre los combatientes sólo en los términos más
audaces, de la mayor valentía, junto con quizás cometer las estrictamente necesarios para cumplir con las responsabili-
atrocidades más repudiables por la religión y la ética. Una de dades y misiones encargadas. Toda comunicación o contacto
las consecuencias posibles de este desbalance entre espíritu debía ser hecho según medidas y reglamentos de seguridad
y materia corporal puede ser la brutalización del combatiente que hacían de cada uno de sus pasos o de sus aspectos más
hasta el extremo en que su sentido de disciplina militar des- ínfimos cuestión de planificación detallada y extremadamente
aparezca y se convierta en asesino incontrolable. Por ello es cuidadosa. De este modo, cada individuo vivía una cotidianei-
que toda fuerza armada nacional se preocupa de reforzar la dad severamente estructurada, racionalizada y en permanente
disciplina militar práctica con valores espirituales “superiores” vigilancia y estado de alerta, que demandaba un máximo de
como el nacionalismo, el espíritu de cuerpo dentro de la uni- sangre fría. Esto significaba un alto consumo de energía emo-
dad, la lealtad al superior y al subordinado. Imaginariamente cional que, sin embargo, debía ser férreamente controlada.
se sitúa al soldado en un escenario teatral de ceremonias A la vez, esta rigidez contrastaba con el hecho de que cada
rituales, para que pueda concebirse como actor en un drama combatiente quedaba sumido en las ansiedades cotidianas
de sacrificio épico sublime, religioso, en que se elevan las na- de personas siempre a la expectativa de ser activadas por un
rraciones de la vida de los héroes caídos a la calidad de hagio- aparato institucional del que podían tener muy limitado cono-
grafía, de muertos convertidos en santos, en que la presencia cimiento específico. Los combatientes pagaban un alto precio
de capellanes pueda aparecer como componente natural. por estas tensiones. Personas externas al aparato del FPMR
Subliminalmente esto condiciona al combatiente para que pero en frecuente contacto con él dan testimonio de la gran
acepte toda situación límite, especialmente la muerte, como rigidez de conducta y de expresión con que se exhibían los
parte integral de su vida profesional. Subliminalmente esto combatientes conocidos. Al parecer de allí nacieron epítetos
implica situar al soldado en un punto imaginario en que logre para describirlos como “cabezas de pistola”.
concebirse como ser ya muerto, pero que en realidad vive para En este orden de lo cotidiano, la posibilidad de
cumplir su misión sin temores. Con ello se asume un hecho ya súbitamente enfrentar situaciones límite -arresto, tortura,
patente en las tradiciones guerreras más antiguas: el mejor sol- violación, mutilación, muerte- debía encararse en la más
dado es aquél que puede actuar como si ya estuviera muerto. absoluta soledad. La soledad era brevemente interrumpida
Ese punto imaginario contrasta radicalmente con la realidad por una corta convivencia de algunas horas en las casas de
material que circunda al soldado, permitiéndole mantener acuartelamiento, antes de una misión, para recibir instruc-
una añoranza por la aventura épica, puesto que, en realidad, ciones y armamento. En tales ocasiones la camaradería debía
el soldado es un burócrata de vida altamente regimentada por manifestarse como la de seres humanos que comparten una
una rutina cotidiana extremadamente aburridora. vida de grandes peligros, pero que no pueden ni deben tener
La intrumentalización del combatiente rodriguista intimidad como seres individuales. Esta distorsión de las emo-
asumió caracteres similares a los descritos, aunque con las va- ciones era exacerbada por la obligación de vivir la cotidianei-

182 183
dad con otras dos profundas demarcaciones: fingiendo una es que en el lenguaje de los combatientes del FPMR se repiten
aparente “normalidad” en el estilo de vida, entregado a las mi- con tanta frecuencia términos como “asumir” responsabilida-
nucias propias de vidas absolutamente privadas y anónimas, des, ser “consecuentes”, ser “integrales”. En realidad, con estos
aparentemente sin trascendencia, observando y conviviendo términos se intenta una fusión materia-espíritu con un sentido
con personas para quienes la nimiedad era vivencia real, para redentor y monumental, en la medida en que la muerte del
luego desprenderse de esa máscara y cumplir misiones de revolucionario debe conservarse como monumento de piedra
peligro. La realidad quedaba claramente demarcada entre el en la memoria del pueblo: “En nuestras filas hay gente grande
día y la noche, momento propicio para operaciones militares. que ha saltado de lo clandestino a un sitial de honor dentro
También estaba la cotidianeidad vivida con frecuentes cam- del corazón de nuestro pueblo de la noche a la mañana y esto
bios de nombre y usando múltiples documentos de identi- es un ejemplo”.
dad falsos. En algún momento se perdía la certeza de vivir La expectativa de ser momentáneamente activado
relaciones humanas verdaderas, compartiendo emociones y para una acción, para luego retornar al tedio solitario de la
afectos genuinos. En el lenguaje de los testimonios esto se cotidianeidad, creó un formato de claro sentido religioso en
manifiesta constantemente con el temor de convertirse en un las relaciones del combatiente aislado con la totalidad insti-
“hombre de hierro desprovisto de emociones”; de “aparecer tucional del FPMR. Para su entrenamiento y adoctrinamiento
como tipos fríos, tétricos, calculadores”; de “deformarse”; de cada combatiente es aislado por un corto plazo de diez a
quedar atrapado en “esta malformación de quince años” de quince días. Como ocurre en toda fuerza armada instituciona-
dictadura; de ser “los impenetrables, los oscuros, los turbios”, lizada, durante ese corto período debe someterse al recluta a
los “hoyos negros de la historia”. Su lenguaje expresa un ansia un intenso y emotivo proceso iniciatorio, un ritual de pasaje
por superar el peligro de esta instumentalización deshumani- juramentado, tanto teatral como técnico, de manera que
zadora alcanzando otra, revolucionaria, en que el combatiente se compenetre del sentido último de su compromiso como
mantenga su calidad de “ariete”, “de gran puño que va confor- cuadro político y militar que corre altísimas probabilidades
mando una poderosa fuerza”, “en que nuestros combatientes de confrontar situaciones límite. Así se diseminó en Chile la
se aceren con la misma generosidad de entregar la vida por ética militar aprendida en Cuba y en Centroamérica. Es la me-
una causa noble”, “acerarse y, a la vez, sensibilizarse y estar moria de ese compromiso ritual la que mantiene la militancia
dispuestos a tareas que asumir en todos los ámbitos de la del combatiente en su cotidianeidad aislada. El nexo con la
guerra”. Esta instrumentalización verdadera, la revolucionaria, totalidad de la organización se daba con la corta aparición o
permitiría que el combatiente se exhibiera ante el prójimo contacto con un oficial superior que lo informaba de la situa-
como ser humano con “transparencia”, con “intensidad”, en ción general, lo orientaba en sus deberes y se preocupaba de
que se percibiera “una irradiación de su profunda humanidad”, su bienestar general. En esto emerge lo religioso, como en una
como “hombre transparente, representativo de los ideales relación con el dios nunca visto, pero del que se tiene la certe-
de su pueblo y un luchador por la libertad”, “ni Rambos ni za de que existe: la figura del oficial ineludiblemente sugería
superhéroes, sino combatientes impregnados de la esencia la conexión con una institución de totalidad ausente y nunca
humana de nuestro pueblo”. Así se trataba de unir la materia- visualizada, a la cual el combatiente ha ingresado y dentro de
lidad humana instrumentalizada para la guerra, desprendida la cual se mantiene por fe y sacrificio revolucionario. En estos
de espiritualidad, retornándole su verdadero espíritu. Por ello contactos, además de la convivencia en los cortos períodos de
acuartelamiento, se da un rápido intercambio en que las gran-

184 185
des preocupaciones emocionales y existenciales deben ser lo que más impresionó y que afloraba siempre era la
verbalizadas de manera extraordinariamente compacta. Esto sencillez de su vida diaria y la claridad para expresar
hace que los testimonios sobre la clandestinidad del FPMR su pensamiento. Parece rebuscado lo que digo, pero
durante la dictadura estén recargados de un melodramatismo no es así. Uno ya conoce gente en lo político, pero
intensísimo. Es difícil que un observador extraño a este modo no ve en muchos estas facetas que atraen. Una vida
de vida pueda comprenderlo de buenas a primeras. Ahora política que, aparte de ser muy agitada, logró un gran
bien, si el contacto con la totalidad de la organización era he- desarrollo en términos de lo orgánico. En Nicaragua
cho con la aparición de Rodrigo, el jefe máximo, José Miguel, tenía a su hija, tenía a su mujer y era normal verlo tra-
su carisma y experiencia conspiratoria daban a la entrevista, bajar en su casa hasta altas horas de la noche, mien-
contacto, convivencia o trabajo común un sentido francamen- tras la esposa y la niña dormida lo acompañaban. El
te solemne y reverencial. Rodrigo parece haberse convertido había integrado su familia a su trabajo. Normalmente
en la gran figura que lo unía todo: cotidianeidad aburridora y uno tiene la tendencia a separar: la familia allá y el
misión trascendental, vida y muerte, combatientes y pueblo, trabajo revolucionario acá. El lograr hacer de ambos
que recupera e inyecta humanidad. Rodrigo parece haber factores una sola unidad revela varias cosas. Hay que
intuido la potencia de este flujo emocional. Debe notarse considerar lo que significa para mujeres y hombres
que el nombre de guerra elegido por él, en una organización dejar lo que se quiere para emprender nuevas tareas.
revolucionaria titulada Manuel Rodríguez, implicaba que este Esto no quiere decir que se olvide cuánto significó
joven de aspecto casi infantil era el padre simbólico de todo gran parte de nuestra vida pasada... Rodrigo se ca-
combatiente bajo su mando: recuérdese que la terminación racterizaba por su gran transparencia, su hidalguía.
“ez” en los patronímicos españoles significa “hijo de” (Martínez No era un hombre de hierro desprovisto de senti-
= hijo de Martín; González = hijo de Gonzalo; Fernández = mientos. El decía desde entonces: “Uno logra ser un
hijo de Fernando). Rodríguez es hijo de Rodrigo. Como ante revolucionario integral cuando es más sensible a lo
una figura paterna reverenciada, los rodriguistas se sentían que nos rodea, cuando desarrolla una sensibilidad
compelidos a meditar la genealogía que los unía a él y a su mayor ante los problemas del vivir, del ser humano.
ejemplo. Por tanto, hay que enriquecer esa parte de nuestra
vida. No sólo en lo que requiere la cuota de sacrificio
La vida de Rodrigo representa lo mejor del Frente. sino también a la intensidad para compenetrarse de
Representa lo nuevo para hacer política en cuanto los sufrimientos y sueños de nuestro pueblo”. Era esto
a la transparencia, a la necesidad de mostrar en los en él un problema de principio y de actitud frente a
hechos la justeza de la idea, la mística que lo rodea- la vida. Con Rodrigo pude ver y compartir con quien
ba, el tesón con que emprendía cada tarea. Su vida se transformó en un gran revolucionario y adquirió
es la síntesis del internacionalismo y del patriotismo. un desarrollo tan acelerado, pese a su corta edad, lo
Su vida es la del Frente. Pueden testimoniarlo gente cual demostraba de cuerpo entero quién era. Y esa
de aquí y de afuera... En Nicaragua lo conocí. Pienso sensibilidad nunca la perdió. Aquí, ya en Chile, por
que, en el plano personal, cuando uno está metido ejemplo, nos sentábamos a conversar o departíamos
en estas cosas, hay algunos rasgos de las personas yendo de paseo a lugares apartados. Solíamos ver
que causan profunda impresión. Al principio, en él a un chico pidiendo limosna, a una señora lavando

186 187
ropa. Rodrigo sabía vincular aquello de que estába- cisión personal. Si los hombres integrales no resuel-
mos hablando o discutiendo con el problema a la ven sus problemas personales, difícilmente pueden
vista. Esa era una de sus características más notables: aportar a la lucha. Hay que preocuparse por resolver
ver el problema de cada día vinculado a lo teórico y el problema del individuo para que aporte en un
al ideal profundamente humanista. ciento por ciento a su tarea revolucionaria. Los par-
tidos revolucionarios no son empresas frías; surgen
Preocuparse de la gente en el plano profesional era no sólo para comprender la realidad, sino para trans-
otro aspecto de su personalidad. Era un hombre formarla. Lo más importante es que tengan hombres
que nos conocía a todos en sus defectos y virtudes. acerados para esa transformación y lograr abrir cami-
Nos ayudaba con una crítica muy fuerte y había que nos por terrenos desconocidos y no caminar por los
conocerlo para comprenderlo bien. Su preocupación senderos trillados. La preocupación constante de Ro-
por la gente era constante. Ese rasgo es muy propio drigo era hacer de los rodriguistas hombres sensibles
de él; nunca lo perdió, pese a la gran responsabili- y acerados. Acerado: era un adjetivo que usaba con
dad. Sintetizaba lo que es la humildad, la sencillez, la frecuencia. Esa preocupación logró resumir lo que
sensibilidad del revolucionario. Su imagen echa por hoy somos, con nuestros problemas y deficiencias,
tierra esa forma oscura con que intencionadamente pero también con nuestro tesón y nuestra decisión
nos quieren ver y presentar, haciéndonos aparecer de proseguir y de ser fieles a los principios que nos
como tipos fríos, calculadores: mientras más arriba congregaron y de los cuales nació el Frente. Somos
lleguemos, más duros. Esto de aparecer con capucha los que estamos parados en la esquina más difícil de
acrecienta la imagen tenebrosa de que somos los la oposición, asumiendo la lucha clandestina. Pero
hoyos negros de la historia. Los impenetrables, los en cada uno de nosotros se encuentra a un hombre
oscuros, los turbios. Pero al conocer a Rodrigo se en- o a una mujer que enfrenta cuanto vive y sufre todo
contraba en él no sólo gran solidez en su argumen- chileno: desde las dificultades económicas a lo senti-
tación, evidencia de su gran tesón, de su capacidad mental, pasando por la incertidumbre cotidiana. Hoy
de expresarse sin palabras rebuscadas, sino también estamos dedicados a profundas meditaciones, llenos
se percibía la irradiación de su profunda humanidad, de esperanzas y, lo más importante, de acuerdo con
sin sacar de su contexto la experiencia cotidiana. A la enseñanza de Rodrigo, decididos a enfrentar cada
mí me decía: “¿Cómo hacemos para ocultar nuestra contingencia y cada riesgo sin deformarnos. Cuando
identidad y aparecer ante el público sin que nos re- digo que enfrentamos esa realidad sin deformarnos
chacen? Esta capucha es necesaria, pero no debemos es justamente eso. Es difícil expresar estas cosas sin
cambiarnos la personalidad. Tras la capucha debe que afloren experiencias personales, porque somos
verse al hombre transparente, representativo de los entes humanos y no entes marcianos. Pero nuestra
ideales de su pueblo y un luchador por la libertad. vida, si la analizamos desde el contexto cotidiano
Hoy son las capuchas, mañana serán las banderas corriente, muchas veces es difícil comprenderla. En
que rodean el paso del hombre libre”. este contexto, para gran parte de la gente, la soledad
es un problema existencial, y no quiero decir que
Rodrigo se preocupaba mucho por lo relativo a la de-

188 189
esto sea ilegítimo. Pero para nosotros es al revés: de las formas de enriquecer la vida clandestina para
es una forma de vida asumida integralmente, que asumirla con la alegría y la esperanza de vivir. Aún
no debilita sino enriquece. Para ser revolucionario estando siempre con el riesgo de encontrar el ba-
hay que tener sueños. Cuando avanzamos ya a lazo del enemigo todos los días, la dosis de alegría,
través del cristal de nuestras pupilas se empieza a de esperanza, la conversación con un amigo, lo que
distinguir cuánto hay que proseguir para terminar absorbemos durante el día, es lo que permite acerar
con la soledad y soñar el camino de paz que anhe- nuestro espíritu. Esta malformación de quince años
lamos. ¿Cómo rompemos la soledad? Uno camina es lo que permite que algunos recelen de quienes,
por las calles confundido con la gente y eso hace como nosotros, con la fuerza de las armas pretenden
que la clandestinidad sea cosa cotidiana, un riesgo imponer un cambio sin ser amantes de la violencia.
asumido. También nos sentamos entre la gente a ¿A qué me refiero con esto?: en la misma imagen de
disfrutar un refresco o un bocado o caminamos por Rodrigo, con toda su sensibilidad y deseos de vivir,
las calles sintiendo su prisa, su vacilación, su estado nos vemos enfrentados a la necesidad histórica de
de ánimo, y ese contacto es vigorizante. Durante imponer ese cambio por la fuerza y de estar cons-
el día estrujamos a la gente y en la noche, cuando cientes de tantas cosas que han pasado. Nadie duda
enfrentamos nuestro mundo propio, eso hace que en este país que la bota impuesta sobre la gente ha
abordemos el nuevo desafío con humanidad. Ni causado una huella profunda en la población y son
Rambos ni superhéroes, sino combatientes impreg- muchos los que sufren la intranquilidad, la zozobra,
nados de la esencia humana de nuestro pueblo. Esta la incertidumbre. Nos vemos enfrentados a tener que
es otra lección de Rodrigo, quien nos recomendaba usar la fuerza para lograr lo que queremos y que es
no descuidar la vida clandestina, pero sin que ello lo mismo que quiere la mayoría...
significara desentendernos de los problemas senci-
llos que todo ser humano enfrenta en la vida diaria. No sé si algunos saben cuándo se van a morir y todo
Es que cuando uno está todo el día pensando qué lo ven con más claridad. En la Pascua del ’73 vi la
hacer y cómo hacerlo mejor para terminar los prolon- muerte. Fue en una de las tantas sesiones de “cariño”
gados momentos de la oscuridad en nuestro país y de los milicos. De repente sentí un golpe tan duro y
ve en la calle las contradicciones, siente que le nace ya no tuve ganas de levantarme: sentí que estaba
más impulso para la actividad. Recuerdo que un día en un lugar tan lindo, sin ganas de levantarme... De
paseábamos y surgió una conversación totalmente repente me di cuenta que me estaba muriendo. Tuve
güera sobre los clásicos. Pero de repente Rodrigo la percepción remota de que a mi alrededor había
dijo: “me gustaría andar con un saco de monedas médicos y llegaba una ambulancia. Me llevaron a
para repartirles a los cabros chicos, no para quitárme- la enfermería. Desde ahí quedé con la imagen de la
los de encima, sino para verles un instante de alegría muerte. Cuando niño, para mí la muerte fue el falle-
y sentirles ya la verdadera dicha que tendrán cuando cimiento de mi mamá, pero después fue el centro de
ya no haya chiquillos pasando hambre...”. Ideas así le mi vida. No sé si los que están por morir ven lo que
surgían en un carrusel, en una calle, en un camino. va a pasar. Cuando Rodrigo fue a su último combate
Lo cuento porque ocurrencias como ésta son unas

190 191
no hablamos de la muerte, pero dijo: “Hoy el salto a tomar una actitud frente a esto. Durante mucho
que tiene que dar el Frente es un salto muy grande, tiempo estuvimos tratando de subir una colina con
de calidad revolucionaria y ese salto nos pone más grandes esfuerzos y millares de gente. Pero el ene-
cerca de la muerte. Nos vemos enfrentados a un ene- migo nos ha disparado siempre con balas, a matar,
migo que es cruel y quiere matarnos, en tanto nos sin contemplaciones. Esos grandes sacrificios, las
vemos abandonados por las fuerzas que debieran decenas de miles de muertos, se habrían evitado si
estar más cerca de nosotros. Debemos preocupar- hubieran tenido con qué defenderse, si nuestro pue-
nos de que nuestros combatientes se aceren y con blo hubiera tenido con qué avanzar más. ¿Por qué
la misma generosidad de entregar la vida por una hacer de las armas una mitología, cuando el opresor
causa noble, sean capaces de conducir al pueblo es feroz? El arma no es un instrumento al que sólo
para defender algo muy grande...”. De aquí se pue- tiene derecho el opresor: también es un derecho
den sacar muchas cosas: uno, la muerte es algo que que el oprimido debe conquistar. Para defender los
tenemos junto a nosotros todos los días. Deja de ser derechos del oprimido, el revolucionario debe usar la
una cosa negra, me da la mano todos los días, no me violencia para golpear al enemigo y aniquilarlo, aun
abandona. Ella te espera, no te habla, pero sin hablar sin ser amante de la violencia. Nuestra muerte debe
te va enseñando lo que tienes que hacer. Mientras ser también un triunfo revolucionario; y por lo mismo
más responsable, más imbuida, la Señora Muerte que amamos la vida estamos dispuestos a darla sin
no nos habla, pero nos enseña mucho... ¿Por qué la pensar que ello es altruismo, sin pensar que esto es
muerte será simbolizada como mujer? ¿Será porque algo singular, sin pretenderlo.
somos machistas?... Cuando llega el momento de
tenerla cerca ella es una gran tranquilidad... O sea, la Toda persona que alcanza un grado de conciencia
tranquilidad es un gran peligro y eso es reflejado en social llega al convencimiento de que para alcanzar
la vida diaria y es una gran lección. Con esta mochila- mejores condiciones de vida hay que luchar, así sea
muerte se aprende a caminar, pero no se hace de ello ingeniero, operario, trabajador agrícola, se gane la
ni enigma ni eje de la vida, aun estando cerca de ella vida escribiendo o se dedique a la investigación pura.
todos los días. Rodrigo me decía una vez: “Estamos Todo este conjunto de seres humanos de diversas
cerca de la muerte, pero también la podemos encon- procedencias, inquietudes y actividades son un gran
trar andando en bicicleta... Es mejor entonces hacer puño que va conformando una poderosa fuerza.
también de nuestra muerte un triunfo revoluciona- También nos abarca a nosotros, los militares. Y ellos
rio”. Después me acostumbré a descubrir el sentido y nosotros, todos, estamos expuestos a los golpes del
de su decir. Nos ha preparado nuestra formación a enemigo. Entre nosotros no existe espíritu “kamika-
soportar la tortura, a ser abnegados, a guardar el se”, en el sentido de ser suicidas, porque no somos
secreto, la información. Todo esto no basta cuando fanáticos. Tampoco somos mesiánicos que confia-
se lucha contra un enemigo tan cruel como éste, mos en un ungido del que todo se puede esperar.
aunque se vista de las caras lindas y llamativas de la Pero sí estamos convencidos de que el ejemplo de
televisión, del consumismo. El odio al enemigo debe los hombres y mujeres patriotas juegan un ejemplo
transformarse en fuerza también, lo cual nos obliga

192 193
vital en un país como el nuestro, donde se han per- una de otra. Esto, como el mismo Rodrigo decía,
dido tantas cosas: desde el respeto al hombre hasta no es una expresión voluntarista sino que surge de
los valores éticos. Y cuando decimos ejemplo, nos la realidad que vive nuestro país, de la historia de
referimos a la actitud de quien está en la primera nuestro pueblo y de un razonamiento muy claro:
línea. Hay momentos en la historia en que es pre- para hacer la revolución en Chile hay que luchar. Y
ciso dar el ejemplo para lograr el salto. En la guerra esta forma de ver las cosas requiere hombres pre-
contra la dictadura o se vive o se muere. Con nuestra parados, por sobre todo dispuestos. En términos del
actitud no buscamos transformarnos en héroes. En individuo, hay un aporte grande de Rodrigo, porque
nuestras filas hay gente grande que ha saltado de lo él se preocupaba mucho de la actitud nuestra, de
clandestino a un sitial de honor dentro del corazón los detalles de nuestra vida. Aun en esta dictadura,
de nuestro pueblo de la noche a la mañana y esto para los hombres que participamos en la vida política
es un ejemplo. No buscamos excusas para no asu- general, siempre hay un espacio entre nuestra propia
mir nuestra realidad. Es muy fácil adaptar la teoría dedicación al compromiso y el reducto propio. Se
revolucionaria y el lenguaje a la visión personal del trata de no poner los intereses personales, el reducto,
individuo condicionado por el oportunismo o por la por sobre los intereses de la lucha. Constatamos a
creencia ingenua de que la historia puede repetirse, diario la existencia de aquellos que hacen de todo
sin recordar que alguien dijo: la repetición puede para no despertar el ogro de la dictadura. Tienen pa-
ocurrir, pero siempre como farsa. Y siempre, aun a los vor de que este ogro les reste espacio en el escenario
clásicos, se les va a encontrar un discurso adecuado, donde creen estar ganando posiciones. Cuando los
y mejor todavía si se los cita fuera de contexto como individuos adquieren un compromiso y anteponen
versículos de la Biblia. Pero lo difícil es llevar todo equivocadamente sus intereses personales, su opor-
ese acervo teórico de los clásicos a la práctica. Y la tunismo, su comodidad, su ambición de poder y de
práctica no sólo es el desarrollo de la fuerza militar figuración, olvidan que la lucha revolucionaria es de
ni la formación militar. Nuestra estrategia de Gue- todos los días y en todos los ámbitos. Muchos de esos
rra Patriótica -expresión acuñada por Rodrigo- no individuos son funcionarios. Cuando uno hace tarea
es una expresión militar ni militarista, sino que es de funcionario es como estar trabajando para una
un fenómeno político, social, económico, militar y empresa. Con toda la dedicación y la mística que se
psicológico. Nuestra tarea entonces es integrarnos empeñe en el cumplimiento eficiente, el funcionario
al desarrollo de la Guerra Patriótica y, con la misma trabaja a horario fijo; a lo más, a horas extra. Pero esta
voluntad, recorrer todo este campo de lucha que lucha revolucionaria es la vida completa y quienes la
ella representa. Nosotros luchamos por el poder libran son los hombres y las mujeres de vanguardia.
político para el pueblo —esto no es otra cosa que Y esto no excluye, en todo caso, la participación de
la democracia. Por tanto, luchamos para derrocar a todos y por eso mismo aquellos hombres y mujeres
esta dictadura y abrir un camino a una sociedad de- son vanguardia; es decir, van junto con ellos, pero
mocrática. Esto comprende el desafío de ser capaces delante de ellos. Para esto se necesitan hombres y
de desarrollar la lucha política y militar sin separarlas mujeres convencidos, acerados, capaces de reco-

194 195
rrer un camino que no es voluntarista, que sólo se redención purificadora.
comprende cuando somos capaces de comprender
a nuestro pueblo. El Frente tiene que ser una or- El golpe militar me pilló en el interior. No salí al exilio.
ganización revolucionaria de masas, formada por Yo había empezado a militar a los diecisiete años en
hombres capaces de integrarse con el pueblo en el Partido y no tuve la experiencia de la Jota. A esa
todos sus niveles para hacer de su lucha la vida diaria edad ya estaba trabajando en una empresa, antes
y conocerlo en todos sus pensamientos e intereses. del gobierno de la Unidad Popular, y seguí en todo
Esos hombres y mujeres deben poner los intereses ese período militando y trabajando como obrero.
generales por los cuales luchan sobre los intereses Después del golpe, participé en el trabajo de propa-
de ellos mismos. Con respecto del Frente, no viene ganda y en las denuncias sobre los detenidos des-
al caso pensar que son “kamikases” estos hombres y aparecidos. Hacía un trabajo de hormiga en lo orgá-
mujeres decididos a luchar por su patria. nico, como simple militante, sin mayores atribucio-
nes. Hasta que en 1977 se plantea la Política de Re-
La introducción de esta ética militar a Chile causó belión Popular de Masas y se buscan los cuadros más
fricciones tempranas en torno a los cuadros militares que el osados para un trabajo especial. Los comités de po-
PCCH había estado formando de manera más rudimentaria bladores sin casa, la agitación, el trabajo clandestino,
dentro del país. En un primer nivel, a ellos se les había asig- la propaganda mural exigían más actividad. Hay un
nado tareas básicas de propaganda armada. A un nivel de cambio evidente en la lucha contra la dictadura. La
actividad más importante, también les correspondió llevar a población conoce de operaciones audaces, pero no
cabo los frecuentes asaltos de bancos con que el PCCH debía de gran envergadura. Se intensifica el respaldo a los
financiar parte de su actividad política. Aunque estos cuadros huelguistas; se produce el primer apagón nacional.
estaban involucrados en acciones francamente militares, La gente se desconcierta en un principio, pero en las
dada la ambigüedad con que la Dirección del PCCH en Chile poblaciones más necesitadas no cabe tal desconcier-
administraba la Política de Rebelión Popular de Masas, estos to. Los que habían sufrido más se alegraron más. La
cuadros no contaron con el apoyo psicológico que entregaban existencia de una organización con mano militar era
los usos y la ética de una organización militar especializada evidente y se manifestaba con coordinación, capaci-
como el FPMR. Se produjeron frecuentes crisis emocionales dad de acción, iniciativa. Para estas acciones se de-
entre los jóvenes dedicados a las “recuperaciones” financieras: signaba a quienes calificaban de “más puntudos” y
su intención era contribuir al movimiento revolucionario; sin hasta ahora no sé si esa expresión era admirativa o
embargo, se sentían actuando como simples delincuentes peyorativa, pues su uso era acorde con la ambigüe-
comunes. Al ser capturados, ante la policía debían guardar dad del discurso de la Dirección sobre la política
en secreto el origen y la motivación política de su trabajo. En militar. Algunos miraban con muy buena disposición
prisión se los encerraba con criminales y debían defenderse nuestras actividades y otros con recelo. Sobre todo
con dificultad de los rituales de sodomización con que los de- quienes tenían cargos públicos o trabajaban coordi-
lincuentes profesionales establecen su hegemonía. Esto pro- nados con otros partidos de oposición. Se criticaba
vocó un trasvasijamiento de personal desde el PCCH al FPMR. a algunos, se desautorizaba a otros; se atajaba el
Estos cuadros militares veían en ese traslado una especie de desarrollo de nuestra lucha. Por otro lado, el militan-

196 197
te de base nos apoyaba, sobre todo en las poblacio- ces evidentes, nosotros íbamos siendo relegados a
nes. Los que habían sufrido más nos daban mayor muy segundo plano y teníamos tremendos proble-
apoyo. Por otra parte, la inexperiencia, las buenas mas. Un 1º de mayo de 1984, celebrado en un sindi-
intuiciones, pero el logro fallido, el desconocimiento cato, se colocó en el recinto repleto de trabajadores
de lo que requería especialización militar era objeto un lienzo del FPMR que fue muy aplaudido por unos
de duras críticas. Junto con el trabajo poblacional se y repudiado por otros. Esta acción posteriormente es
intensifican las tomas de terreno. Allí estábamos para bastante criticada por el Partido: se postergaba el
la autodefensa del pueblo, las barricadas. La comba- accionar en pos de la unidad con la Democracia
tividad crece y la gente se defiende como puede, aun Cristiana. En vista de todas las dificultades, sobre
a mano limpia. La gente se sacrificaba mucho para todo la permanente relegación de nuestro trabajo a
reunir dinero; qué no hacían. Sopaipillas, empana- la mera “recuperación” de dinero, del asalto a los
das, vino caliente, peñas. La necesidad exige medi- bancos y no al accionar de las masas, llegó a produ-
das distintas. Cuando emerge el FPMR, sobre todo cirse un cuestionamiento: “¿Qué soy?, ¿un asaltante
en las poblaciones, crecieron las iniciativas para apo- o un militante revolucionario?”. Ya teníamos prepara-
yarlo. Los símbolos son difundidos ampliamente. ción y medios para accionar junto a las masas. Sin
Surgen iniciativas juveniles y poblacionales. Se rea- embargo, estábamos convertidos en especialistas
lizan marchas y otras actividades y todos dicen que para cometer asaltos de bancos. Este cuestionamien-
son del FPMR. Este rápidamente va ganando presen- to de algunos fue en ascenso y el resultado: la ida en
cia pública. Se pliega otra gente. De la masa surgen bloque al FPMR... Ante esta decisión, en mi caso, el
los saludos al 26 de julio cubano, al triunfo de la re- Partido me ofreció mayor ayuda económica y la sali-
volución sandinista, a los aniversarios de los partidos da al extranjero para hacer un curso. Rechacé esos
populares. Aumentan los homenajes a los compañe- ofrecimientos aduciendo que no eran orgánicamen-
ros caídos. Se realizaba una propaganda muy eficaz te pertinentes. En el Frente nos recibieron con algu-
con la presencia de mucha gente que era fotografia- na reticencia, mirándonos como indisciplinados. Allí
da y filmada por periodistas extranjeros. Compañe- no tuve ninguna responsabilidad. Fui combatiente
ros de la Jota y del MIR se especializaban en murales raso, sin ayuda económica. Empecé a vender mis
didácticos en las poblaciones, sobre todo orientados cosas: refrigerador, lavadora, televisor. Yo era casado,
a la autodefensa. Hasta entonces, la mayoría era tenía varios hijos, y me había separado para no invo-
simple espectadora, pero empezaron a aplaudirnos, lucrar a mi familia. Yo había hecho de este accionar
a regalarnos cosas simbólicas: las niñas se sacaban mi forma de vida; mis únicos objetivos eran la orga-
sus pañuelos del pelo y los amarraban a las muñecas nización y la lucha. Después del año tuve responsa-
de los muralistas. Sobre todo, las poblaciones que bilidades mayores. El FPMR había crecido bastante y
tenían tradición de lucha se plegaban con más en- se ligaba cada vez más con la masa. Entonces surgen
tusiasmo a las diversas actividades. Se advierte un nuevos problemas con el Partido, porque muchos de
crecimiento importante de las organizaciones de sus militantes querían incorporarse al FPMR. El Parti-
cesantes, mujeres, talleres culturales. Pese a los avan- do protesta porque les “están sacando los militantes
por la ventana”, pero no hacen amago de apreciar el

198 199
fenómeno desde el punto de vista del trabajo políti- va degradando al hombre. Se emborracha. La botella
co. A todo esto crecen las protestas de la masa y se de jugo o de pisco se mezcla con drogas. Aumentan
intensifica la lucha contra la dictadura. Con el Partido las destilerías caseras donde se hace licor de cáscaras
se produce una descoordinación porque no apunta de papas, de maíz o de los productos más insólitos.
al trabajo político integral, lo político junto con lo En las poblaciones se vende el neoprén por cuchara-
militar, dentro de la masa. Hay fallas serias: se coor- das, como se venden los cigarrillos por unidades. Y
dinan acciones pero no se llevan a cabo. Entretanto, para sobrevivir, la gente inventa humildes comercios
el FPMR va ganando prestigio y respeto dentro de la que falsean la realidad: se vende y se vende, ya sean
población, la gente lo empieza a reconocer y a seguir. sánguches de potito, sopaipillas, papas fritas, pesca-
Después del atentado contra Pinochet hay más difi- do frito, cubitos de hielo con saborizante, coca-cola
cultades con el Partido. Este se hace eco de las críti- congelada en cubitos. Todo el mundo vende y esa
cas de la Democracia Cristiana y demás partidos de venta disfraza la miseria y la cesantía. Producto de
oposición. El Partido empieza a perder espacio polí- esa miseria hubo grandes saqueos en 1984, en 1985.
tico y mucha de su gente se asusta porque ve que la En minutos la gente desmantelaba un supermerca-
cosa va en serio. El Partido empieza a postergar una do...
serie de acciones. Se divulga una circular del Partido
con muchas prohibiciones; a algunos se nos pide que En cuanto a los factores que finalmente llevaron
volvamos para asumir responsabilidades orgánicas. al FPMR a la separación del PCCH debe recibir especial aten-
Una de las exigencias es no meterse con los estudian- ción la educación internacionalista que recibió la oficialidad.
tes ni con la parte sindical. Pero ya hay una situación En este contexto tiene gran repercusión el hecho de que el
en que al pueblo ya no se le puede llegar con discur- juramento dado en las escuelas y academias militares como
sos. La gente ya no cree en nada, ya no creen en personas y profesionales honorables no fue dado a un Estado
“sentadas” ni en huelgas de hambre. Después de la o una Constitución nacional, sino a la tarea revolucionaria de
separación del FPMR y el Partido muchos militantes liberar a la humanidad del imperialismo en cualquier lugar del
de base se vienen con nosotros y advierten que de- mundo en que la lucha sea necesaria. Las implicaciones de
jarán el Partido, que es de toda la vida, que le conti- este juramento son de vastas consecuencias para la cultura
nuarán prestando apoyo y colaboración, no sin criti- política chilena y serán discutidas en una sección posterior.
car las posiciones reformistas que rechazan. En un Mientras tanto es preciso señalar que este juramento obligaba
principio, la gente desconoce lo que significa Guerra a un compromiso revolucionario incondicional, irrenunciable
Patriótica Nacional, pero el joven quiere la lucha e intransigente, que no podía sino entrar en conflicto radical
porque no tiene otra alternativa: o se queda en la con la política maquiavélica del PCCH y sus maniobras, virajes
esquina de la casa aspirando neoprén o fumando y “golpes de timón”.
marihuana, o se incorpora a la lucha. Sin trabajo ni
posibilidad de estudiar, ¿qué hace? La cesantía es un En nuestra educación militar alcanzamos elevadísi-
golpe moral triple para el jefe de familia: queda me- ma especialización. Se adquirieron valores morales
noscabado socialmente, deja de ser el jefe de hogar superiores de dignidad, moral combativa, arrojo,
y es la mujer la que llega con los pesos a la casa. Eso valentía, entrega, una formación revolucionaria pro-

200 201
fundamente ideológica. La sanción moral era la pri- no se ha profundizado ni discutido sobre la nueva
maria en esos años. En esa experiencia, en medio de concepción del Frente que tiene el Partido. Se ha-
las complejidades del estudio, no faltaron el ánimo cen cambios cuando aún no se hace una discusión
juvenil, las bromas a riesgo de sanciones. Al violento política real, no sobre la política global, sino sobre
ritmo físico se unía el intenso esfuerzo intelectual. Se la implementación práctica por el Frente de las
fueron consolidando valores que sustentaremos para resoluciones del Pleno del ’85 y de la política de la
siempre. La palabra decisión llegó a tener para no- Sublevación Nacional.
sotros un significado más hondo que el literal, pues Hemos planteado incansablemente una discusión
se trata del profundo convencimiento con que se la
real en la cual se escuche e intercambien los varia-
toma, dentro de un proceso de apreciación de todos
dos enfoques de la situación, y sólo hemos recibido
los factores que puedan incurrir en ella. Cuando se
toma una decisión, no queda ni cabe duda alguna. silencio como respuesta. La toma de resoluciones sin
Es un compromiso que se incorpora al esquema de discusiones, sin conclusiones claras, no compartidas
pensamiento y se adquiere la consecuencia junto y hechas carne en los compañeros, no es un método
con la decisión tomada. Es un compromiso vital que que pertenezca al estilo del Partido y objetivamen-
impregna toda la existencia y va más allá de ella. De te ha llevado a la paralización del Frente y de su
ahí que los valores de consecuencia en la palabra actividad, situación que se hace verdaderamente
empeñada es una característica de cada uno de no- insostenible.
sotros, es la característica de Rodrigo. A las conversaciones se va a plantear la vigencia del
Centralismo Democrático, pero no se va a escuchar,
Debido a la intansigencia del compromiso re- no hay ánimo de recibir opiniones, pero lo más grave
volucionario conviene examinar la última intervención del es que tampoco existen opiniones a discutir. Sólo se
Comandante Rodrigo ante la Comisión Militar del PCCH en va con la intención de lograr obediencia ciega. Entre
junio de 1987, meses antes de la separación del FPMR. En ella nuestros compañeros existe un sentimiento de frus-
se da cuenta del grado de extrema tensión alcanzado. Esta tración y de pérdida de confianza.
intervención nunca circuló entre los militantes comunistas. Desde hace meses hemos señalado que en el Frente
Patriótico, en el Frente Militar y en el Partido existen
Se nos hace difícil opinar por cuanto la situación se serias dudas sobre los pasos dados por el Partido en
ha tornado cada vez más compleja y más aún cuan- estos ocho meses respecto a la implementación de
do debemos entregar opiniones generales sobre el la Sublevación Nacional, período caracterizado por
futuro del Frente. Hemos entregado orgánicamente, la indecisión, por el cambio inexplicable de opinión,
en más de una ocasión, un relato pormenorizado de falta de claridad, por lo contradictorio de los infor-
de una larga sucesión de hechos que llevan a esta mes, que se asemeja mucho a la falta de dirección.
situación. Existe la impresión de un abandono de la política
En los últimos meses y, en particular, en las últimas de Rebelión Popular y de la Sublevación Nacional.
semanas, se han ido proponiendo nombres tras Se reafirma la política de Rebelión Popular, pero en
los cuales van implícitos cambios profundos en la la práctica nada se hace; por el contrario, el Frente
concepción del Frente y esto se hace cuando aún se ha transformado en algo molesto para una nueva

202 203
política que no se tiene la valentía de expresar. creador; hemos desarrollado la idea del rodriguismo
La política de Rebelión Popular planteó la estra- como una concepción de alto contenido ético y mo-
tegia de elevar la movilización de las masas, crear ral, enraizado en la historia de nuestra patria, capaz
una fuerza militar, el Frente Patriótico, desarrollar el de entregar un marco de acción amplio.
movimiento miliciano, incluso el armamento de las En esta situación de falta de razones, de falta de
fuerzas populares. La Sublevación Nacional pone la argumentación, se llega a métodos persecutorios;
lucha de las masas como fundamento de la política aún no se responde sobre los métodos policiales
de Rebelión Popular y de la propia política de unidad. que se están empleando con nuestros compañeros
Sin embargo nos preguntamos hoy: ¿tiene el Partido de la más alta fidelidad al Partido. Nadie tiene la
más fuerzas que hace uno o dos años? ¿Estamos honradez de hacerse responsable de ello. ¡Uno de los
acaso más preparados para asumir el proceso de la grandes pecados del Frente Patriótico ha sido decir
Sublevación Nacional? ¿Tenemos un trabajo militar lo que muchos dicen en los pasillos y lo callan en las
más o menos desarrollado? ¿Hemos desarrollado una instancias regulares!
política de clarificación ideológica sobre el contenido Hay cartas de los comités regionales con opiniones
de lo militar como parte esencial de la política de más críticas sobre la Dirección que las del Frente Pa-
alianzas fundada en esa perspectiva? Esta falta de triótico. Se nos insiste en hechos que no son serios ni
claridad, ¿acaso no ha influido para que el movimien- reales. Sin embargo, quisiéramos estar equivocados y
to no sea más alto? que sea efectivo que el Partido esté impulsando muy
Puede que esto no sea tan exactamente así, pero es seriamente el trabajo miliciano u otras variantes. La
lo que indica la práctica, criterio de la verdad. Y esa práctica nuevamente demostrará cuál es la verdad.
práctica es la base objetiva de los problemas que hoy Se ha abandonado irresponsablemente el Trabajo
ocurren. Ante nuestros planteamientos, la Dirección Militar de Masas.
ha ido adoptando medidas que se acentúan a co- Lo más grave es que se ha dejado de luchar. El Fren-
mienzos de este año en relación al Frente Militar. Es te Patriótico no quiere hacerse responsable ante la
la reacción que estas medidas provocan lo que hace historia, el Partido y el pueblo por haber dejado de
cada vez más difícil la solución a estos problemas. luchar, no deseamos asumir esa responsabilidad.
Creo que en estas actitudes que no ayudan tiene una Hemos hecho mil esfuerzos para que se nos escuche.
responsabilidad grande el compañero____________ Pero se nos ha dado un trato peyorativo. Personal-
. El ha mostrado una visión no siempre coincidente mente estimo que he hecho el máximo de esfuerzos,
con la Sublevación Nacional, sino más bien una ten- con honestidad; hemos estado haciendo proposicio-
dencia a su abandono. Los métodos que se emplean nes que nos parece hubieran resuelto el problema.
en la discusión van haciendo imposible resolver esto Sin embargo, el compañero ______________ no
en los marcos de tal discusión. Las críticas se toman planteó nuestras proposiciones. Deseamos saber
como opiniones anti-Dirección, se nos tilda de ser por qué no lo hizo. Por ejemplo, en la última reunión
compañeros de “bajo nivel político”; ésta no puede propusimos posponer la reestructuración de cuadros
ser la respuesta a nuestras inquietudes. Hay temor a hasta después de septiembre y convencidos de que
discutir sobre ideas nuevas; el marxismo es siempre

204 205
con el mayor accionar del Partido y del Frente mu- y nuestro derecho solicitar a la Dirección del Partido
chas dudas se despejarían. Propusimos contribuir al que se abra paso a una discusión política real sobre
mismo tiempo al Trabajo Militar de Masas. Y propo- la implementación por el Partido, incluido el Frente,
nía, en cuanto a cuadros, en vista de que la Dirección de la estrategia de Rebelión Popular y la Sublevación
decía que tenía confianza en mí, hacerme cargo de Nacional y que mientras ello no ocurra consideran
Santiago hasta que el problema se solucionara. su derecho no seguir esperando ni implementando
Para resolver la situación era necesario cambiar el resoluciones que -están convencidos- atentan contra
clima interno, reanudar lazos de confianza entre ca- el desarrollo del Partido y del Frente. El Frente sabe
maradas: a veces me ha parecido que algunos com- cuál es su aporte y lo limitado que es, pero estamos
pañeros se olvidaron de cuál es el enemigo principal. convencidos de que nuestro aporte debe hacerse en
Es necesario avanzar y con la lucha se irán limando las condiciones políticas como ésta, en que el pueblo
asperezas y resolviendo a veces paralelamente los lo exige.
problemas teóricos. Pero la proposición fue deses- Se ofrecen soluciones como el Frente en Santiago,
timada, sin considerar el futuro del Frente. Pienso con un compañero que no comparte el criterio sobre
que por parte de los compañeros de la Dirección y las Unidades Territoriales y se plantea terminar con
de la Comisión Militar no ha habido una actitud para ellas. Mientras se discute esto se pone a un compañe-
arreglar el problema. Más de alguien estaría feliz de ro que va a desmantelar las UT. Creo que se debería
que el Frente se vaya del Partido. O más bien que el haber terminado seriamente esta discusión en los
Partido se vaya del Frente. marcos de la fraternidad y confianza mutuas. En todo
Varios compañeros y varias jefaturas consideramos caso, este tema no es el central, se lo ha querido
que este es el momento de dar paso al accionar, magnificar para justificar la debilidad ideológica y el
a la lucha decidida y resuelta en perspectiva de la abandono de la política de Rebelión Popular.
Sublevación Nacional, que seguimos considerando Las soluciones que se están adoptando implican
como la única estrategia válida para resolver los que el Partido hace abandono del trabajo militar.
problemas de nuestro país. Levantamos estas ban- Creo que existen responsabilidades personales que
deras con modestia, porque estamos conscientes la historia del movimiento revolucionario de Chile
de nuestras limitaciones, pero con la consecuencia no podrá olvidar. Formado como comunista, como
revolucionaria que nuestro Partido nos ha inculca- oficial del partido de Recabarren, asumo la mía, con
do. La FI, los Presos Políticos, la jefatura Santiago, transparencia, con modestia y con dignidad. Opino
la jefatura DE, la jefatura de Fuerza Mapuche y la que si se ponen jefes militares que la base no respeta,
jefatura de apoyo exterior, todos, como estructura y los militantes del Frente no se subordinan a ellos, y
varios oficiales, incluso del Trabajo Militar de Masas esta subordinación es esencial en una fuerza militar;
y yo como oficial responsable de estos compañeros, quien crea que en una fuerza armada las cosas se
somos partidarios de que hay que dar paso al accio- arreglan entre amigos quiere decir que no tiene una
nar y no seguir empantanados. Y que, ante la actitud remota idea de lo que es una fuerza militar ni menos
que se adopta ante nosotros, creemos nuestro deber una fuerza capaz de hacer cambios revolucionarios.
Para que esta fuerza sea revolucionaria tiene que

206 207
haber cariño por los mandos, confianza en su capa- alejándome, lo haría sin vacilar, y ésta no es una hue-
cidad de dirección, en su prestigio desmostrado en ca frase demagógica. Está en estos momentos en el
los hechos. Los presos han elaborado un documento espíritu de los compañeros la defensa de una línea
crítico, también la FI. política y la unidad del Partido.
En el Partido circulan opiniones lapidarias sobre Me declaro convencido, de verdad, de la importancia
nosotros. Se habla de un grupo fríamente calculador de la unidad del Partido como algo que se funda, an-
que aplica mecánicamente el proyecto nicaragüense tes que nada, en la unidad ideológica, de principios y
y cubano, que pretende cambiar la Dirección del Par- en torno a la política de clases. También pienso que
tido. Es necesario detener esta avalancha de térmi- en torno a la Dirección, pero en primer lugar en lo
nos equivocados y peyorativos que sólo conducen al otro. Están las lecciones que entrega el XXVII Congre-
desprestigio de quienes los emiten y al desprestigio so y los planteamientos de Gorbachov.
del Partido. El ’85 íbamos por el camino de la Sublevación Na-
En este marco de soluciones unilaterales se imponen cional, el ’86 caminamos más cerca que nunca de la
concepciones no compartidas. Algunos dicen: ¿por Sublevación Nacional. ¿Quién y con qué derecho nos
qué, como buenos militantes, no acatan las resolu- ha apartado de ese camino? ¿Por qué se ha impuesto
ciones y si están equivocadas después se cambian? en el Partido una tendencia que no es mayoritaria?
Tampoco es la solución. ¿Qué ha pasado con el Los compañeros del Partido también hacen llegar sus
Trabajo Militar de Masas? Hasta hace un año se pe- opiniones a la Dirección. Es un derecho, así como el
leaba, hoy no queda nada, tenemos un año perdido. Partido hace llegar sus opiniones al Frente. ¿Por qué
Pregunto: ¿se puede hacer eso con el Frente y decir las cosas se unilateralizan, privándonos de ese ele-
un año más tarde que teníamos razón? Digo que no, mental derecho de un militante? ¿Se nos considera
no sólo por el bien del Partido, sino también de la ejecutores militares al más puro estilo burgués? ¿No
lucha general. No nos podemos dar ese lujo. es eso militarismo burdo? Ha sido difícil llegar a este
Es una situación bien difícil para el Partido y para planteamiento. Pero se nos acorrala y no queda otro
el Frente, como parte del Partido. De esto tendrán camino que luchar así por el Partido. Es una actitud
que responder los demás responsables, los que han general del Frente, puede haber excepciones. Todos
perseguido por meses al Trabajo Militar de Masas, al tenemos sentimientos comunistas tras todo esto,
Frente Patriótico, que han comprimido la situación más fuertes que nunca y que cada día se acentúan
hasta hacer imposible una solución, los que han porque es el Partido el que nos ha formado como
llevado la carga hasta cerrar la discusión, los que comunistas, incluso para entregar la vida por la re-
han mantenido un silencio cómplice, los que, sola- volución. Es el Partido el que nos ha formado y eso
padamente o no, han ido creando prejuicios contra no está en discusión.
el Frente. Al compañero ____________, sin ser nada Pensamos que esto es temporal, ojalá se solucione
personal, le cabe una responsabilidad importante. lo antes posible. Teniendo nuestra responsabilidad,
Los compañeros han dicho que esta posición es ante no somos los principales responsables, sino los que
las resoluciones que los afectan; eso no es cierto. Si luchan por apartarnos del camino de la lucha deci-
se estimara que personalmente contribuyo a la lucha dida y frontal que es la Sublevación Nacional en una

208 209
perspectiva superior. Parece que los que luchan por
sacar al Partido de este camino han tenido éxito,
temporalmente. CONTINUIDAD DEL TABU:
¿DE LA CULTURA DE LA VIDA A
LA CULTURA
DE LA HIPOCRESIA?

211 212
Villa Francia, Santa Julia y Lo Hermida- el FPMR logró un uso
del espacio como para exhibirse frecuente e impúnemente en
manifestaciones públicas; como para llevar a cabo entrena-
Ante los antecedentes aportados, la existencia miento paramilitar, a veces en espacios públicos; como para
de un conflicto armado en Chile parece un hecho irrefutable, que, en vísperas del Plebiscito sobre el NO en 1988, pudiera
desde 1978 con la Operación Retorno emprendida por el MIR sacar a la calle alrededor de ciento cincuenta combatientes
y particularmente con la infiltración de oficialidad entrenada muy fuertemente armados. Tengamos presente que, a jui-
en Cuba por el PCCH desde 1980. Especialmente a partir cio de expertos en el Derecho Internacional Humanitario, la
del 14 de diciembre de 1983, momento de la fundación del condición de control territorial para el reconocimiento de un
FPMR como entidad separada de la fuerza militar del PCCH, conflicto armado, particularmente en la guerrilla urbana, no
se cumple la mayoría de las condiciones para el “Ambito de constituye cuestión esencial. Me referiré a este punto en las
aplicación material” del Protocolo Adicional II a los Convenios consideraciones finales de este trabajo.
de Ginebra relativo a conflictos armados sin carácter interna- Por el momento retornemos al hecho de que,
cional. De acuerdo con su Artículo I, este Protocolo es aplica- luego del Acuerdo Nacional para la Transición a la Plena De-
ble a conflictos desarrollados en un Estado nacional “en que mocracia gestado por el Cardenal Francisco Fresno a fines de
sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos agosto de 1985, los voceros de la Iglesia Católica continuaron
armados organizados que, bajo la dirección de un mando deflectando el reconocimiento de una situación de conflicto
responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un armado en Chile hacia una condena indiscriminada de la “vio-
control tal que les permita realizar operaciones militares sos- lencia”, del “extremismo” y, más tarde, del “terrorismo político”.
tenidas y concertadas y aplicar el presente Protocolo”. Como Con ocasión del inicio de las Protestas Nacionales, en mayo de
se observara en acápites anteriores, hasta por lo menos 1988 1983 los voceros de la Iglesia todavía repetían su muy débil
la continuidad y la coordinación de las operaciones del PCCH y cuestionadora justificación de algún uso menor de fuerza
y del FPMR a través de todo el territorio nacional chileno y nada más que como expresión simbólica ante una dictadura
la contrarrespuesta también “sostenida y concertada” —y en militar que no aceptaba diálogo. Observemos este ejemplo:
ocasiones, masiva— de parte de las Fuerzas Armadas demos- “Después de una década de silencio, la sociedad chilena quiere
traron las condiciones necesarias como para que no se desca- volver a hacer oír su voz de desacuerdo profundo con el orden
lifique de buenas a primeras la aplicación de este Protocolo de cosas impuesto por el Gobierno. Cerrados los canales de-
mocráticos de expresión y agotados los intentos de diálogo,
II, según los términos explícitos en él: “El presente Protocolo
la ciudadanía decidió salir a las calles a manifestar su protesta
no se aplicará a las situaciones de tensiones internas y de
[...] Las angustias de muchos empiezan a desatarse en una vio-
disturbios interiores, tales como los motines, los actos espo-
lencia como no la veíamos desde hacía muchísimos años”(73).
rádicos y aislados de violencia y otros actos análogos, que
no son conflictos armados”. Sin duda el Como mostraba en un acápite anterior, en julio de 1986 ya
caso chileno hace controversial la referencia a la condición de se abandonan términos como “violencia” y “extremismo” para
que los grupos armados disidentes ejerzan control sobre una entrar a una decidida denuncia del “terrorismo político”. Tráte-
parte del territorio nacional como base de lanzamiento de sus se del terrorismo de Estado -que ya la Iglesia había advertido
operaciones. Sin embargo, en ciertas poblaciones marginales como “objetivamente más grave que el que pueden cometer
de Santiago -O’Higgins, La Victoria, Lo Valledor, Los Nogales, los particulares”- o el terrorismo contra el gobierno, “que no

213 214
trepida en poner bombas en lugares públicos o en apedrear limitados para la formación de un ejército revolucionario, Or-
trenes o buses”(74). En este trayecto la Iglesia propuso un tema tiz afirmaba: “En el Chile de hoy, la Izquierda aparece dividida
recogido más tarde por juristas asociados con los partidos entre los que no entendieron el dilema e insisten en recorrer
políticos que formarían la Concertación de Partidos por la De- el mismo camino equivocado y los que valoran la fuerza de la
mocracia -el terrorismo es una forma de patología social ajena sociedad civil e intentan, a partir de esa valoración el diseño
a la idiosincracia chilena (“Chile no es un país violentista. Se de un camino de alianza, movilización social y hegemoniza-
lo está empujando a serlo”): “El terrorismo es una enfermedad ción. En ese marco, la violencia revolucionaria, no descartable
grave que hay que combatir, ¡pero no matando al enfermo! [...] en todo lo que ella tiene de espontánea y reactiva, es un fe-
Lo que constituye propiamente al terrorismo, como se da en nómeno colectivo y social y no el producto de decisiones de
muchos países, es la arbitrariedad con que golpea, incluso a estados mayores militarizados, dueños de la verdad o seudo
inocentes, con el fin de ‘dominar por el terror’. Su irracionalidad depositarios de la misma. En última instancia capas sacerdota-
no respeta límites, ni éticos ni humanos, y constituye un serio les” (p. 47). Más tarde, en un trabajo de diciembre de 1987, ti-
desafío para cualquier sociedad [...] Como toda enfermedad, tulado “Justicia y Violación de los Derechos Humanos en Chile”,
el extremismo y el terrorismo se combaten neutralizando sus Hugo Frühling avanzaba en esta perspectiva argumentando
causas y fortaleciendo al organismo social. La ley debe ser que proteger una redemocratización de gran vulnerabilidad,
dura, pero justa. Y es la democracia lo que fortalece a una ante un poder militar intacto, implicaría el requisito básico
sociedad con su justicia” (75). de evitar un procesamiento institucional contra las Fuerzas
El refuerzo de esta temática se haría imperativo Armadas. Según Frühling, obtener alguna medida de justicia
para los adherentes a la Alianza Democrática, una vez que la demandaba la sensibilidad política necesaria como para re-
posibilidad de una redemocratización pactada con las Fuerzas emplazar un asedio general a las instituciones castrenses por
Armadas se hiciera más cierta. El pacto hacía prever como el enjuiciamiento de individuos participantes en violaciones
dudosa la capacidad real de un gobierno de transición para específicas de derechos humanos: “Mientras más dependiente
cumplir totalmente con las demandas de obtener la verdad es la transición de la voluntad política de sectores del régimen
sobre las violaciones de los derechos humanos durante la militar, más dificultoso resulta el enjuiciamiento de los miem-
dictadura y de aplicar a los responsables una justicia impar- bros del aparato de seguridad involucrados en violaciones de
cial. Esta discusión se manifestó en un conjunto trabajos del los derechos de las personas” (p. 4); “No cabe ninguna duda
Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), que congregó a que la negociación que abra paso a la transición va a impli-
algunos de los intelectuales más relevantes de lo que luego se car en sí misma pagar un fuerte precio político para quien la
constituiría en Concertación de Partidos por la Democracia. encabece. Agregar a este costo el que implica un total olvido
Evidencias concretas de esta lógica discursiva se para lo ocurrido puede deteriorar la base de apoyo del nuevo
inician con el trabajo anteriormente citado de Eduardo Ortiz gobierno” (p. 21). Por ello, para Frühling se hacía indispensa-
—”La Violencia en Chile”. En octubre de 1986, y desde el sec- ble “despolarizar” las tensiones políticas causadas por estos
tor socialista, sus argumentos ya desahuciaban del todo la crímenes, neutralizando una reacción violenta de los sectores
vía armada hacia la redemocratización de Chile. En medio de más intransigentes, tanto afines al régimen militar como de la
un examen descalificante de la ambigüedad del PCCH en el oposición.
manejo de su política militar y de sus recursos relativamente Puesto que la capacidad de ingerencia política
directa de los gobiernos democráticos en el interior de las

215 216
Fuerzas Armadas sólo podrá tener efecto gradualmente y o escapan a la lógica normal que define a la lucha política den-
a muy largo plazo, si es que alguna vez llega a ser efectiva, tro de la cual el terrorismo se desarrolla” (pp. 2-3). Desde esta
puede colegirse que, en última instancia, argumentos como perspectiva los autores no diferenciaban entre el terrorismo de
los de Frühling realmente debían dirigir la atención contra Estado practicado por el régimen militar y las acciones arma-
una posible violencia proveniente de organizaciones como el das del FPMR, del MIR y de grupos de extrema derecha como el
FPMR ante la impunidad de las Fuerzas Armadas. Esta preocu- Comando 11 de Septiembre, la Acción Chilena Anticomunista
pación, no del todo explícita, puso en el tapete la discusión del (ACHA) y el Frente Nacionalista Combatiente (FNC).
“terrorismo” en Chile como problema jurídico en la democracia En sus argumentos de fondo los autores perfilaban
futura. la Ley Antiterrorista Nº 18.314 del 17 de mayo de 1984 como
Su primer tratamiento comprensivo fue Reflexio- una consecuencia directa del marco ideológico belicista de
nes sobre el terrorismo: exigencias de una política democrá- la Constitución de 1980: “Se trata de una elaboración ideo-
tica, de José Antonio Viera-Gallo y Domingo Sánchez Ortúzar lógico-política en que el bien jurídico protegido no es los
(diciembre de 1987). Meses antes el FPMR se había separado derechos humanos de los miembros de la sociedad civil, sino
del PCCH; en octubre de 1988, el plebiscito sobre su continui- la estructura social que se formula en la Constitución, cuyos
dad en el poder sería adverso para el general Augusto Pino- beneficiarios son los que detentan el poder y sus beneficios.
chet. Por tanto, estos intelectuales de la futura Concertación Es, entonces, una elaboración conceptual destinada a de-
tenían razones para avizorar simultáneamente la posibilidad fender esta institucionalidad más que a dar seguridad a los
de acceder al poder gubernamental y para considerar al individuos. Su naturaleza se asemeja a la de un arma ideoló-
FPMR como un futuro enemigo potencial de conducta im- gica y sicológica, destinada a combatir en dichos terrenos y a
previsible (Viera-Gallo llegaría a ser Presidente de la Cámara legitimar institucionalmente, determinadas formas represivas,
de Diputados). Por ello es que Viera-Gallo y Sánchez Ortúzar imposibles de justificar frente a delitos comunes” (p. 45). A su
no discriminan en cuanto al sentido de las diferentes formas juicio, esto explicaba que la ley no definiera el terrorismo, lo
de uso de fuerza militar en juego y se refieren al terrorismo cual permitía una gran arbitrariedad a la autoridad represiva:
globalmente como “un fenómeno degenerativo consustancial “Cualquier tipo de definición de lo que por terrorismo debiera
a una etapa de crisis y transición como la que está viviendo entenderse, a nivel constitucional, disminuiría la eficacia de
el sistema internacional” (p.19). Lo definen muy ampliamente esta arma en mano de los gobernantes, frente a las múltiples
como “la extralimitación en el uso de la fuerza con el propósito y diversas conductas que pueda adoptar el disenso interno”
de infundir terror en la población, de tal manera de condicio- (p. 45).
nar una conducta de determinados actores políticos, crear un En este punto el trabajo caía en una ambigüedad
clima de inestabilidad e inseguridad generalizado a obtener conceptual característica de la situación de tabú sobre el
un resultado u objetivo político. Las víctimas de las acciones conflicto armado en Chile. A pesar de que no lo reconocía,
terroristas pueden ser pesonas investidas de autoridad o que explícitamente el trabajo podía, sin embargo, señalar que por
según parámetros políticos pueden ser definidas como ‘ene- utilizar la noción de “terrorismo” el Ministro del Interior había
migos’ o bien personas totalmente ajenas al conflicto político, quedado capacitado tanto para calificar indebidamente todo
incluso personas de otras nacionalidades. En este último caso disturbio o conflicto social como acto de agresión guerrera
los criterios para elegir a las víctimas inocentes son arbitrarios como para el uso constante de medidas de excepción como

217 218
los Estados de Sitio y de Emergencia. Como se recordará, en término, a todos los que, de una u otra forma, disienten de la
el Código de Justicia Militar éstos constituyen un estado de actual situación socio-política, ya que, dentro del esquema
guerra. Por otra parte, la Ley Antiterrorista era criticada por oficial no caben formas de disenso ajenas al enemigo de la
hacer énfasis en un criterio objetivista que no contemplaba institucionalidad. Oponerse a él implica, de una u otra forma,
la intención subjetiva de los perpetradores. Ello redundaba en impregnarse del carácter de enemigo. La tarea de esclarecer
una amplitud tal que permitía el castigo de hechos que, por su los límites del fenómeno terrorista se tornan difíciles en este
intención, lógicamente no podían tener carácter terrorista o ambiente enrarecido” (pp. 54-55). Para los autores este enra-
que duplicaban delitos comunes u otros ya castigados por el recimiento se originaba en la mañosa confusión que hacía el
Código Penal, la Ley de Control de Armas y la Ley de Seguridad régimen militar entre la estabilidad de su gobierno, ente de
Interior del Estado. vida transitoria, y la supervivencia de la nación. Esta manipu-
Si no perdemos de vista que el trabajo de Viera- lación era permitida por la suspensión del Estado de Derecho
Gallo y Sánchez Ortúzar no tenía en mente sólo el terrorismo por la dictadura y las arbitrariedades cometidas bajo el ampa-
de Estado practicado por la dictadura militar sino, a plazo mu- ro de esa suspensión. Según Viera-Gallo y Sánchez Ortúzar, el
cho más largo, la preocupación ante una resistencia armada tratamiento efectivo del terrorismo futuro sólo podría funda-
de Izquierda, se comprende la introducción de otros temas mentarse sobre una legitimidad política que bajo la dictadura
que más tarde serían recogidos por otros juristas. El principal era inexistente. Demandaban, por tanto, la restitución del
de estos temas fue una preocupación por la compleja relación Estado de Derecho como salvaguarda fundamental no sólo de
entre terrorismo y delito político, problema esbozado a fines los derechos humanos sino también como prevención de un
del párrafo anterior. Indudablemente todo terrorismo tiene terrorismo revolucionario: “Especial atención merece, enton-
un fin político y el derecho internacional moderno sostiene ces, la noción de Estado de Derecho cuando se enfrenta un
que “la razón de ser del delito político es el quid altruista problema de terrorismo. Este supone para las normas jurídicas
que inspira al delincuente político” (p. 52). Esto, además de de derechos humanos no sólo la existencia de un sistema legal
su progresismo, incita a los atentados contra la organización impersonal que regule el ejercicio de la autoridad política y las
política de un Estado. El ánimo altruista es el que había llevado relaciones de ésta con los gobernados. Implica fundamental-
al derecho internacional al tratamiento especial y benigno del mente que el contenido de dicho sistema garantice la plena
delincuente político, diferenciándolo del delincuente común. vigencia de los derechos humanos proclamados y definidos a
En el derecho internacional esto se tradujo en protecciones nivel internacional. De lo contrario dice la Declaración Univer-
tales como el derecho de asilo y la negativa de extradicción. sal, en su considerando tercero, el Hombre se verá compelido
En este contexto sería un error pensar que Viera-Gallo y Sán- a emplear el supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y
chez Ortúzar fueran animados por la intención de reivindicar la opresión. Por consiguiente, es arbitrario todo régimen que,
el delito político. Más bien cuestionaban la ineficacia tanto incluso empleando normas legales para mantener el orden y
de la Constitución de 1980 como de la Ley Antiterrorista para la seguridad públicas, no las funde en los derechos humanos.
reprimir el terrorismo al asimilarlo al delito común: “... detrás Es decir, que no estén destinadas a resguardarlos. De ahí que
de la calificación de delito común que se hace del terrorismo la fórmula empleada por la Constitución de 1980, que permite
hay un intento destinado a degradar a quienes son acusados casos de excepción constitucional afectar en su esencia los
de delitos terroristas, directa o indirectamente a quienes son derechos y libertades, puede ser considerada como la consa-
considerados sus colaboradores o propiciadores y, en último

219 220
gración institucional de la arbitrariedad” (p. 75). del pueblo, en el reconocimiento y garantía de los Derechos
En el contexto discursivo creado por Viera-Gallo Humanos, en la aplicación por igual de la ley a gobernantes y
y Sánchez Ortúzar, un documento posterior, el de Guillermo gobernados, en la separación de los poderes públicos y en el
Pickering de la Fuente, titulado Terrorismo, aspectos jurídicos, imperio efectivo del principio de la responsabilidad”. (p. 27)
políticos y militares, de mayo de 1988, resulta ser una reitera- Este desprestigio de la violencia política revolu-
ción temática. Este fue publicado por el Instituto Chileno de cionaria discrepaba fundamentalmente de los argumentos de
Estudios Humanísticos (ICHEH), corporación asociada con el la Agrupación de Abogados de Presos Políticos. Como tales
Partido Demócrata Cristiano. Pickering arguye que “el terro- defensores, estos abogados basaban su estrategia precisa-
rismo ha extendido sus actividades hasta tal extremo que ha mente en establecer la mayor cercanía posible entre delito
adquirido el carácter de enfermedad crónica de la sociedad político y ánimo altruista, exponiendo que “queremos hacer
contemporánea [...] una especie de enfermedad grave que defensas que no pueden estigmatizar a ninguno de nuestros
los países tienen que enfrentar con urgencia y eficacia” (pp. defendidos, defensas que defiendan su DIGNIDAD”: “Nuestra
10 y 22). El trabajo de Pickering aparece, entonces, como una tarea no es sólo defender a esas personas que tienen tan
preocupación técnica por parte de la Democracia Cristiana pocas posibilidades de tener debidos procesos y justos fallos.
por sentar las bases de un marco jurídico que permitiera a un Nuestra tarea, además de eso, es fortalecerlos en su posición
gobierno de transición a la democracia la neutralización de un moral frente a la sociedad y defender su imagen moral frente
uso recalcitrante de la fuerza armada, como sin duda lo haría el a la sociedad. En fin, con ello, realmente no hacemos sino
FPMR. Para este efecto Pickering recomendaba una estrategia asumir y pretender que se respete lo que ha sido tradicional-
primera que vaciara al terrorismo de su significación política mente la doctrina democrática del delito político, es decir, el
como elemento legitimador; debía aislárselo de su naturaleza pensamiento que surgido en la revolución Francesa viene a
política, social y cultural para restringirlo sólo a las prescripcio- encontrar traducción legal en Francia un 2 de abril de 1832,
nes de las normas jurídicas: “el delito terrorista, como un asun- con la ley que reforma el código penal de esa nación y que ya
to jurídico, un tipo penal inserto en una legislación específica, separó claramente los delitos políticos de los delitos comunes.
descrito, regulado y condicionado por reglas y principios de Les aplicó a los delitos políticos penas más benignas, les confió
derecho que exigen la concurrencia de ciertos elementos y su juzgamiento a jurados especiales; garantizó el asilo que
finalidades precisas para que sea aplicable a una situación pudieran concederles naciones extranjeras y les garantizó
concreta” (p. 25) En esto Pickering coincide con Viera-Gallo y también, lo que acá estamos solicitando y no se nos concede:
Sánchez Ortúzar: en última instancia, este sentido restringido la conmutación del presidio por extrañamiento. Dispuso ade-
y neutralizador del terrorismo sería posible solamente con la más como absolutamente riguroso en materia administrativa
restauración de la democracia y del Estado de Derecho. Ello el encarcelamiento de los presos políticos separados de los
inutilizaría al terrorismo como alternativa de expresión política presos comunes y, eliminó también, por ley, la pena de muerte
socialmente atractiva: “En resumen, estimamos que el hecho para las personas cuya acción ilícita hubiese sido de carácter
de dictar una legislación especial y arbitrar un procedimiento político” (76).
político-criminal y una técnica legislativa que lo despoje de Estos argumentos se basaban en la definición de
sus galas adventicias, para someterlo a la desnudez repelente “preso político” elaborada en conjunto por las organizaciones
de su inhumanidad, supone una legitimidad del sistema polí- de defensa de los derechos humanos en Chile: “Los presos
tico, que radique en el consentimiento y la voluntad soberana

221 222
políticos son aquellas personas que se encuentran sometidas vicios de seguridad, de acuerdo con esta definición del “preso
a proceso o que han sido condenadas por acciones califica- político” ningún combatiente revolucionario podía dejar de
das como delitos políticos, entendiendo por tales cualquier emerger sino como persona victimada. Con ello se reiteraba
acción cuyo móvil ha tenido una clara intención político- el desconocimiento del conflicto armado en Chile, reafirmán-
social. La intencionalidad política es aquella que pretende dose la sensibilidad doliente y sufriente de toda la Izquierda
modificar el orden social y político o el gobierno y que en la creada por las organizaciones de derechos humanos.
legislación vigente es calificada como delito. La situación del Por sobre estos intentos de ambigua legitima-
preso político comienza en el momento en que la persona es ción de la violencia revolucionaria, hacia la fecha en que la
declarada reo y termina al declararse la absolución definitiva, Concertación de Partidos por la Democracia debía estipular
al cumplirse la condena o por muerte. En consecuencia los las “Bases Programáticas” para el gobierno democrático final-
presos políticos pueden estar encarcelados o en libertad (si mente prevaleció la intención de desprestigio de la Izquierda
cumplen condenas remitidas o si están siendo procesados). armada. Esto se manifestó en la creación de una llamada
Dado el carácter especial del delito y por estar procesados o “cláusula de violencia” que descriminaba entre “presos de
condenados por el mismo Estado que atacaron con su acción, violencia” y “presos de conciencia”. Los “presos de violencia”
su situación es un status especial con respecto a los presos no gozarían del compromiso de hacer expedita su liberación
comunes”(77). Aunque se reconocía que los “presos políticos por parte del futuro gobierno democrático. En el texto de
en principio, corresponden a casos de violencia política”, en las Bases Programáticas se lee que “debería declararse la
supuesto beneficio de ellos esta defición hacía la salvedad exención de responsabilidad penal de todos los procesados
de que su identidad de tales presos políticos se transformaba y condenados por delitos de naturaleza política que no sean
en la de víctima de violaciones de derechos humanos en la los de homicidio, lesiones gravísimas, secuestro y sustracción
medida en que sus acciones, consideradas como delictivas en de menores”(78). Incuestionablemente esto perfilaba por sobre
la legislación chilena, fueran reconocidas como derechos le- todo la identidad del FPMR.
gítimos por la Declaración Universal de Derechos Humanos y Fueron los abogados Alvaro del Barrio Reyna
la Legislación Internacional. Como ejemplos se mencionaban y José Julio León Reyes(79) los que finalmente sintetizaron y
diversos casos: el derecho de “regresar al país”, que la ley propi- reorientaron con mayor decisión el cúmulo de argumentos
ciada por el régimen militar consideraba “ingreso clandestino preexistentes para una política antiterrorista frente a la Izquier-
al país”; el derecho a ser procesados por tribunales “indepen- da intransigente en la transición a la democracia. Del Barrio y
dientes” o “imparciales”; el derecho a no ser acusado según Reyna profundizaron opiniones anteriores sobre el requisito
pruebas obtenidas mediante tortura o tratos inhumanos y de un sistema político democrático y de un Estado de Derecho
degradantes. Dado que, en general, las organizaciones de como la única legitimación posible de una política antiterroris-
derechos humanos afirmaban el derecho a la rebelión contra ta. No obstante, a la vez avanzaron más decisivamente hacia
un gobierno militar de facto, reconocido internacionalmente una separación del terrorismo del delito político, vaciándolo
por su política sistemática y masiva de los derechos humanos, así de toda justificación según fines políticamente altruistas y
en que el poder judicial distaba de ser independiente de él, progresistas: “Donde no existe Estado de Derecho, allí donde
en que la legislación existente en cuanto al uso de la violen- no se respetan los derechos más elementales de la persona
cia política había sido creada para su perpetuación, y dada la humana (derecho a la vida; derecho a la integridad física y psí-
indefectible interrogación bajo tortura practicada por los ser- quica, como negación de la tortura; derecho a la libertad física,

223 224
como negación de la esclavitud y a la libertad de conciencia; y publicado por el Centro de Estudios del Desarrollo (CED). Los
de derecho a tener un juicio justo) es imposible hablar de deli- autores definieron como “acciones violentas” aquellas “con-
to político o de delito terrorista; puesto que quien recurre a la ductas que se orientan a atentar en contra de la integridad
violencia en dichas circunstancias sólo hace legítimo ejercicio física de personas o a la destrucción de bienes y que forman
de su derecho a la resistencia” (pp. 79-80) Sobre la base de un parte de una estrategia destinada a debilitar al régimen po-
orden democrático y de un Estado de Derecho se descartaba lítico vigente” (p. 4). Basándose en el estudio de 2414 casos
la legitimidad del uso político de fuerza militar opositora y durante el período indicado, llegaron a la siguiente conclusión:
luego se definía el delito terrorista lisa y llanamente como un “El análisis de la información realizado por nosotros, indica que
radical atentado contra los derechos humanos: “contra la vida entre 1976 y 1989, 84 personas pertenecientes a las Fuerzas
(homicidios), la integridad física (lesiones) o síquica (torturas) Armadas y de Orden murieron como resultado de acciones de
o la libertad de las personas (secuestros)” (p. 200). Se distinguía violencia de carácter insurreccional. Durante 1990 fallecieron
al terrorismo por su capacidad de afectar bienes jurídicos ge- 9 miembros de dichas fuerzas, más dos carabineros en retiro.
nerales como la seguridad de la comunidad social: “Definimos Aun aceptando como posible que el fenómeno de violencia
la seguridad como una razonable esperanza de no ser víctima política sea superior al que indican nuestras cifras, su dimen-
de agresiones, y lleva inscrita un elemento espiritual, relativo sión es claramente inferior al de la violencia represiva ejercida
al sosiego de amplios sectores de la población [...] Lo que se por el Estado durante el período autoritario. Según el citado
trata de defender es una comunidad que se siente amenazada Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación, entre sep-
en su conjunto” (p. 200); “El grupo terrorista es portador de tiembre de 1973 y marzo de 1990 se habrían registrado 1.068
un programa político, de un proyecto de organización de la víctimas fatales como consecuencia de la acción de agentes
convivencia que, en un sistema democrático, adquiere un des- del Estado y 957 desaparecidos” (pp. 22-23). Por otra parte, se
valor jurídico por la utilización de la violencia” (p. 202); “Para confirmaban sólo 9 atentados contra civiles notorios por su
ser más exactos, es el carácter sistemático y programado de apoyo a la dictadura.
los actos de violencia política lo que genera un clima de terror Frühling y Waiser señalan que en las acciones de
o inseguridad en algún sector de la comunidad o en toda ella la Izquierda insurrecccional predominó abrumadoramente la
[...] Así, la ejecución repetida y sistemática de determinados participación de grupos muy pequeños, que hicieron uso de
delitos contra las personas tiene una proyección objetiva que volúmenes muy reducidos de explosivos y de armas cortas, de
consiste en la aptitud de tales conductas violatorias de los De- escasa sofisticación técnica, que, en general, no causaron daño
rechos Humanos para generar un clima de inseguridad social” físico a personas. Al respecto los autores agregan que de “esto
(p. 203). no se desprende una consideración benigna del problema en
La naturaleza interesada de estos últimos argu- cuestión. Pero no cabe duda que el accionar de los grupos
mentos queda en evidencia si se contrasta la imagen catastró- considerados en esta investigación tiene un mayor efecto
fica que proyectan sobre el “terrorismo” con el uso de fuerza sobre la seguridad del Estado que sobre la seguridad de los
puntual y restringida que pusieron en juego las organizacio- ciudadanos, más afectada por el delito común, que produce
nes insurrecccionales de la Izquierda en sus operaciones mi- resultados muchísimo más cruentos” (p. 76). Los autores indi-
litares contra la dictadura. En octubre de 1992 Hugo Frühling can que la prioridad de estas acciones estuvo más bien orien-
y Myriam Waiser pusieron en circulación un trabajo titulado tada a operaciones de propaganda armada y de apropiación
“La Violencia contra el Estado en Chile, 1976-1991”, también de dinero para el financiamiento organizacional, operaciones

225 226
que afectaron bienes muebles e inmuebles: dependencias co realizada por Del Barrio y León apareció en 1991, un año
de Carabineros; dependencias de Investigaciones; depen- después de la inauguración del gobierno democrático del
dencias de la CNI; dependencias o instituciones de Gobierno; Presidente Patricio Aylwin. Esa síntesis todavía mantenía un
dependencias del Poder Judicial; puentes, calles, aeropuertos tono de peligro apocalíptico frente al terrorismo. Sin duda este
y puertos; iglesias; Metro y buses; supermercados, bancos y tono se justificaba en los anteriores trabajos de Viera-Gallo y
fábricas; torres de alta tensión y postes de alumbrado público; Sánchez Ortúzar (1987) y Pickering (1988), escritos en años en
organismos que prestan servicios públicos; medios de comu- que la capacidad de represión dictatorial se mantenía incólu-
nicación; recintos de partidos y domicilio privado de líderes me y la reacción armada de la Izquierda todavía era viable. Sin
políticos; vehículos particulares; domicilio particular; recintos embargo, el estudio de la violencia insurreccional de Frühling
de esparcimiento y recreación; dependencias de las Fuerzas y Waiser indirectamente desmentía la necesidad de tal tono.
Armadas y domicilio particular de integrantes de las Fuerzas Según estos autores, para “el gobierno [del Presidente electo
Armadas (p. 63). don Patricio Aylwin] la actuación del MAPU-Lautaro y del Fren-
El contraste indicado arroja nueva luz sobre la te Patriótico Manuel Rodríguez Autónomo se convirtió en un
problemática del tabú del conflicto armado en Chile durante serio problema. No tanto porque su accionar fuera un peligro
la transición a la democracia. En la literatura antropológica la para la seguridad del Estado. Más bien, las constantes llamadas
demarcación comunitaria de aquellas conductas que la auto- opositoras a involucrar a las Fuerzas Armadas en materias de
ridad religiosa y política sindica como atentatorias contra su lucha contra el terrorismo ponían en cuestión la eficiencia de
unidad y supervivencia sufren constantes readecuaciones de las autoridades civiles para controlar la situación y otorgaban
acuerdo con las incidencias de la crisis que la puso en peli- al problema una mayor gravedad de la que en rigor tenía [...]
gro(80). En otras palabras, la autoridad religiosa y política está En el curso de ese debate se aludió por parte de la prensa y
en un constante proceso de creación, producción y manteni- de sectores opositores a que durante la democracia habrían
miento de imágenes y figuras de desviación y crimen como aumentado seriamente las acciones de carácter terrorista y a
puntos de referencia simbólica para la prolongación histórica que nunca habrían sido más numerosos los atentados de estos
de su poder, en la medida en que la autoridad se ve a sí misma grupos [...] La instauración de la democracia debilitó el apoyo
como encarnación y definición de la identidad cultural colecti- popular que alguna vez pudieron tener estas organizaciones
va a través de la historia. De acuerdo con esto, las precisiones y creó dificultades para que algunas de ellas, en particular el
sobre el terrorismo insurreccional en Chile para la política del MIR facción militar y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez
nuevo bloque de poder representado por la Concertación Autónomo consolidaran una estrategia política” (pp. 77-78)
de Partidos por la Democracia significaban la readecuación El trabajo de Frühling y Waiser entra en un tácito
de un foco simbólico preexistente para anatemizar un peligro debate con las conclusiones del Informe Rettig (1991) -he-
posible para su conducción del Estado. Así la representación cho que no compete tratar dentro de estos argumentos-, en
colectiva de la identidad cultural chilena podría concentrar cuanto a que éste también condenó de manera apocalíptica
su atención sobre nuevas demarcaciones de lo normal y lo e intransigente la actividad militar de la Izquierda armada. Por
sagrado que quizás potenciaran nuevos rituales de castigo tanto, Frühling y Waiser representan una divergencia dentro
de seres desviados, independientemente del hecho de que de la Concertación, puesto que el Informe Rettig respondió
quizás éstos fueran reales o ficticios. Esto queda claro si se más bien a concepciones jurídicas de su ala demócratacris-
considera que la síntesis general de ese pensamiento jurídi-

227 228
tiana. A pesar de todo, en última instancia estos estudios los sectores asalariados llegaron a un acuerdo con el gobierno
jurídicos pueden ser entendidos como la readecuación ideo- y los sectores empresariales en cuanto a mantener la deman-
lógica de un nuevo bloque de poder ante la convergencia de da de sus reivindicaciones salariales dentro de los límites
diversos hechos que serían datos irreductibles de la transición demarcados por el crecimiento económico. Sin embargo, en
a la democracia. el período de esta investigación (agosto-septiembre de 1993)
En primer lugar, entre estos datos consideremos las huelgas del profesorado y de las enfermeras señalaban la
que la profundización y perfeccionamiento del modelo neo- intranquilidad existente en los gremios más desfavorecidos.
liberal instaurado por la dictdura militar parece ser la única Por otra parte, los tres años del gobierno de la Concertación
alternativa de política económica posible en el escenario ya hacían evidente la incapacidad y la renuencia de la ad-
mundial. Por lo tanto, será permanente la negatividad de sus ministración Aylwin para enfrentar a las Fuerzas Armadas e
efectos ya clásicos sobre la calidad de vida de la comunidad implementar justicia efectiva por sus violaciones de derechos
nacional chilena: endeudamiento internacional progresivo; humanos. Poco tiempo después de publicado en marzo de
frecuente incertidumbre por los virajes constantes y violentos 1991, el Informe Rettig demostró ser una transacción en
para reorientar la producción nacional de acuerdo con las que la publicitación de la verdad de los hechos reemplazó
demandas y condiciones del mercado externo; altos niveles la justicia efectiva. Las Fuerzas Armadas hicieron un llamado
de marginación social causada por la relativamente baja ne- de atención sobre el escaso espacio de maniobra que tenía el
cesidad de mano de obra en un contexto tecnológico de alta gobierno al respecto con la movilización militar del “boinazo”
sofisticación; desarraigo comunitario por la migración forzada del 28 de mayo de 1993. Este parece haber sido la motivación
por actividades económicas que cambian según las estacio- para que, más tarde, el Presidente Aylwin presentara al Parla-
nes; gran límitación de los salarios y relativa desinversión en mento su proyecto de “ley de punto final”. Con todo esto, e
el bienestar social para abaratar el costo de la fuerza laboral indudablemente contra su voluntad, la participación de los
chilena y atraer inversionistas extranjeros; extenso daño eco- socialistas renovados en el gobierno dio a la transición a la
lógico. Frente a estos efectos de naturaleza sistémica, toda democracia el aspecto de un período de maniobras en que
política de “inversión social” para favorecer a los sectores más un sector importante de la Izquierda aparecía administrando
desposeídos, cualquiera sea el gobierno de que provenga, la continuidad del régimen militar, aunque con una apariencia
siempre tendrá aspecto de medida superficial, que no encara superficial de democracia.
las raíces de los efectos dislocadores para la comunidad nacio- A juicio de muchos, en el fondo esa máscara era
nal. Por otra parte, en el trasfondo siempre estará la presencia desmentida por una represión militar quizás un poco más
de las Fuerzas Armadas, apoyada en la Constitución de 1980, solapada pero no debilitada en su intención y capacidad.
para poner límites a una demanda y a una movilización social Durante los primeros años del gobierno de la Concertación,
que puedan desbordar la institucionalidad política. Amnistía Internacional siguió informando de hostilizaciones
Sobre estos imperativos sistémicos de largo plazo, y torturas perpetradas por la policía, incluyendo la ejecución
presentes en toda economía dependiente, el gobierno de la extrajudicial de dos militantes del FPMR. De este modo, la
Concertación ha debido enfrentar peculiaridades propias de aspiración al restablecimiento de la Cultura de la Vida que
la realidad política chilena. Los largos años de dictadura han inspirara a la Iglesia Católica, a las organizaciones de derechos
hecho atractivo el “pacto social” con que la Concertación in- humanos y a la oposición en general durante los años de la
augurara su mandato en 1990 -a cambio de seguridad laboral

229 230
dictadura parecía ser reemplazada por la realidad de la Cultura su muerte.
de la Hipocresía. Terapeutas del Instituto Latinoamericano de En estas discusiones se abandonaron los objetivos
Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS, Santiago de Chile), inmediatos y limitados con que el FPMR se había exhibido pú-
ya habían llamado la atención sobre el peligro social de estos blicamente en el período de su nexo con el PCCH: "1. Poner fin
encubrimientos: “El reconocimiento de este trauma que se al actual régimen [militar], terminando con el gobierno de Pi-
manifiesta en daño individual y social y que afecta a todas las nochet y su junta. 2. Derogación inmediata de la Constitución
estructuras relacionales de la sociedad, y su aceptación como fascista de Pinochet. 3. Constitución de un Gobierno Patriótico
un fenómeno que requiere ser enfrentado y elaborado no es y de Unidad Nacional, con carácter provisional, que solucione
un proceso fácil. Si se intenta transformar la historia política de los problemas más graves del pueblo, desmonte el aparataje
estos años y sus consecuencias solamente en un problema de de la tiranía y convoque a una Asamblea Constituyente que
las víctimas, se arriesga la estabilidad del proceso democrático redacte una nueva Constitución para el país”. Debe recordarse,
al desconocer la articulación entre los procesos individuales además, que en diversas ocasiones la Dirección Nacional del
y colectivos y las consecuencias que esta reducción puede FPMR había reiterado que el cumplimiento de estos objetivos
acarrear para el futuro [...] Nos parece en primer lugar, que llevaría al desbande de la organización. Ahora los documentos
elaborar es reconocer la demanda explícita de los afectados internos se referían a dos objetivos: a corto plazo, hacer frente
por el establecimiento de la verdad. Verdad que implica poner al gobierno de transición a la democracia" En este orden de
fin al silenciamineto y a la negación, enfrentando los dolores, cosas, el próximo gobierno tiene un carácter de continuidad
las pérdidas y conflictos que se han evitado bajo la creencia dictatorial y su desarrollo no superará las estructuras del
de que al no hablar de las cosas ellas dejan de existir y, al no sistema explotador actual. Prevemos además una profunda
remover las heridas, habrá paz. Hay que romper el silencio, crisis política: el próximo gobierno quedará encerrado dentro
llamar las cosas por su nombre, continuar las conversaciones de las contradicciones del sistema socio-económico, las suyas
interrumpidas, iniciar otras que por miedo quedaron sin ha- propias, las presiones del poder dictatorial cuyo peso se man-
cerse. Hay que decirse y contarse, hacer memoria. El hecho de tendrá y las presiones del pueblo por sus reivindicaciones. El
poner palabras a la experiencia hará cada vez menos necesa- resultado más probable será el empobrecimiento mayor de
rio que los síntomas llenen el silencio. En este contexto, las las masas y la represión que contra éstas se ejercerá”. A muy
enfermedades individuales son metáforas de la destrucción largo plazo se proponía ya abiertamente la lucha armada para
social”(81). el desmantelamiento del sistema capitalista en Chile, objetivo
Estas circunstancias y estas consideraciones son directriz y central al que debería adecuarse en el futuro todo
las que marcan los intentos del FPMR por descongelar su recurso humano y material del FPMR: “Estas urgentes tareas
proyecto político después de 1988. Estos esfuerzos se mani- no podrán ser llevadas adelante con propuestas limitadas.
festaron con discusiones internas para reorientar su estrategia Sólo serán factibles con la transformación de las estructuras
global, luego de la separación del PCCH, del triunfo ya inob- económicas, jurídicas, políticas y militares. Nada bueno para
jetable de la transición pactada a la democracia y del revés el bienestar de los chilenos se logrará sobre las bases de un
sufrido en Los Queñes. Desde fines de 1988 esas discusiones sistema que nos ha explotado por años y que aniquiló las
giraron sobre la validez y pertinencia de continuar la Guerra conquistas logradas a lo largo de muchas décadas. La liber-
Patriótica Nacional como estrategia fundamental hacia el fu- tad económica y política es fundamento para construir una
turo, proclamada por el comandante Rodrigo poco antes de sociedad justa y pasa por derrotar el sistema imperante y sus

231 232
aparatos represivos”. Obviamente estos planteamientos impli- optado más bien por las certidumbres que puedan obtenerse
caban una problemática correlación táctica de los objetivos de de una postura reactiva y determinista: la matriz económica
corto y largo plazo. neoliberal llevará indefectiblemente a conflictos sociales as-
El desmantelamiento del capitalismo en Chile se cendentes; ello requerirá un dispositivo de defensa armada de
lograría en términos marxista-leninistas, desarrollando la Gue- las organizaciones populares ante la práctica permanente de
rra Patriótica Nacional (GPN). En algún momento ello deman- las estrategias y tácticas del Conflicto de Baja Intensidad por
daría la formación del Ejército Patriótico del Pueblo (EPP). Lo parte de las Fuerzas Armadas para la protección del sistema
rotundo de esta propuesta, con escasas modulaciones hasta capitalista. A su vez, esto obligatoriamente llevará al nuclea-
nuestros días, nos permite retornar a las implicaciones del miento cada vez más amplio y a la coordinación general de
hecho de que la oficialidad preparada en Cuba no juró lealtad esas organizaciones. Llegado este momento, la experiencia del
a un Estado nacional específico, sino a abstractamente a la re- FPMR se hará del todo funcional, si es que logra sobrevivir a
volución socialista, discusión que había quedado postergada. través de los años.
Esto, junto con la voluntad de conservar el elemento bélico Estas expectativas demandan un desarrollo de sus
como tradición, necesidad esencial para el mantenimiento proyecciones tácitas. Al respecto, todo parece indicar que el
de la identidad histórica del FPMR, introdujo una gran rigi- FPMR juega el futuro de su significación y acción política a la
dez en el análisis político indispensable para una reinserción apuesta de una descomposición gradual de las sociedades
conveniente en un período de redemocratización de Chile. latinoamericanas bajo el capitalismo neoliberal. Que esto
La coyuntura demandaba una reorganización institucional y ocurra es sólo cuestión de tiempo. El sistema socio-económico
nuevas concepciones estratégicas. resultante de esa descomposición es del todo imprevisible.
Esa rigidez puede comprenderse a partir de una Por tanto, no corresponde definirlo en el presente y, de he-
premisa fundamental: todo proyecto de constitución de un cho, el FPMR no lo intenta. Mientras tanto, prefiere cuestionar
nuevo Estado nacional implica la proposición global de un intensamente toda actividad política que pueda retardar esa
sistema alternativo de producción y acumulación de plusvalía descomposición. En este sentido los “partidos de la Izquierda
social, la inversión, administración y consumo de ella, junto tradicional” son duramente castigados por el FPMR, bien sea
con alguna forma de inserción en la economía internacional por su traición a la causa revolucionaria (el socialismo renova-
y de control de sus efectos sobre la nacional. Aceptada esta do) o por su deseo de reacomodamiento dentro de la política
premisa, y dado el panorama internacional vigente, cabe hacer burguesa, aspiración que los convierte en organizaciones re-
una pregunta crucial: ¿qué organización económica real po- formistas (el PCCH). Si se aceptan estas proyecciones, el FPMR
dría ser viable para reemplazar radicalmente al sistema capita- estaría expresando un deseo insólito en los anales de la acción
lista luego del colapso del socialismo soviético? El indiscutible política: las organizaciones populares de base no deberían
triunfo mundial del neoliberalismo parece indicar que la única ser influidas e instrumentalizadas por los partidos políticos,
respuesta efectiva desde la Izquierda, para suavizar sus efec- cualesquiera que sean ellos. Se debería permitir que las orga-
tos, es la socialdemocracia. Pero esta respuesta no requiere el nizaciones de base sigan sus dinámicas propias. Esto permitiría
imperativo político de una concepción marxista-leninista de que, en algún momento de ascenso del conflicto social, el
revolución armada. FPMR sea llamado para entregar la experiencia combativa, la
Ante esta cuestión el FPMR prefiere guardar si- técnica militar difundida entre la población durante los años
lencio. Por ello es que, para definir la GPN, la organización ha

233 234
de lucha contra la dictadura, además de los implementos cratacristianos que, con su política de redestribución muy
bélicos acumulados y conservados secretamente. moderada de plusvalía social, a través del mundo han tenido
¿Qué organización institucional debería tener el éxito en evitar las formas más extremas de pauperización de
FPMR en el intertanto? Evidentemente existe la intención los sectores asalariados, creando incluso cierta prosperidad
de que por lo menos parte de la organización abandone sus para los sectores medios. No obstante, aún aceptando la
orígenes históricos como estructura de aparato armado para tesis de la supervivencia del FPMR sobre la base de una des-
convertirse en partido político. Esto ha suscitado debates integración social bajo el capitalismo neoliberal a largo plazo,
que recuerdan la situación del MIR en el pasado: ¿debería el la organización tendrá que mantenerse y reproducirse en un
FPMR ser exclusivamente un partido de cuadros o buscar el contexto político de corto plazo. De aquí surgen problemáticas
balance marxista-leninista tradicional entre una estructura específicas.
fundamental de cuadros más o menos abierta a una militancia En primer lugar, consideremos asuntos de rele-
de masas? Dada la voluntad de mantener la validez de la GPN vo generacional. Por los plazos tan largos de visión y diseño
y la experiencia cercana bajo la dictadura militar, todo parece de una estrategia político-militar, el FPMR está obligado a
indicar que la militancia del FPMR se inclina por la opción reclutar militantes entre la juventud, en lo que sin duda la
primera, haciéndose énfasis en la especialización paramilitar. aproximación a los objetivos finales demandará el empleo
Se busca, a la vez, la mayor conexión posible de los cuadros de varias generaciones. La gran mayoría de su militancia está
con las organizaciones de masas. De allí que actualmente se formada por adolescentes y personas en la primera juventud.
plantee un línea de acción política que exige la presencia Puede que en esta etapa de sus vidas el entusiasmo político
de Núcleos Rodriguistas en las organizaciones populares de y la extraordinaria sensación de poder que pueden generar
base, adaptándose a ellas, respetando su naturaleza y aspira- organizaciones que proveen instrucción paramilitar a sus
ciones, trabajando en ellas sin intención de hegemonizarlas, militantes no les provoque grandes impedimentos para una
demostrando el valor moral y la capacidad político-militar que existencia que, por razones de seguridad, debe ser vivida con
finalmente convertirá a estos Núcleos en vanguardia durante fuerte clausura frente al resto de la sociedad. No obstante, con
el proceso de deterioro social. Como lo indica el documento el transcurso de los años vividos en una democracia formal,
interno antes citado: “Por cierto, existen momentos políticos que para ejercer una represión no tiene por qué reconocer
que por su dinámica determinan el actuar de formas diversas, un estado de guerra como el que proyecta el FPMR, sin duda
ubicando permanentemente el accionar político-militar de surgirán incitaciones para llevar una vida regular: mantener
acuerdo a la situación dada. Pero lo central será siempre luchar relaciones laborales y amorosas estables, matrimonio, crian-
todos los días logrando triunfos materiales que incentiven el za de la familia. Por una parte ello sin duda contribuirá a
ánimo combativo del pueblo y le permitan mantener en su anestesiar la actitud de alerta incansable y el desgaste físico
horizonte los objetivos liberadores de más largo plazo”. y emocional que se espera de todo combatiente a través de
Puede que en el futuro esta lógica sea la correc- los años. Habrá una tácita y difusa invitación al descanso y al
ta, si se piensa que el sistema capitalista es incapaz de crear reposo del guerrero. Por ello la GPN requiere una actividad in-
mecanismos de autorregulación que contrarresten sus efec- fatigable en el presente -en directa contradicción con la rutina
tos sociales más desintegradores. Por el contrario, la historia diaria- que condicione una sensibilidad individual y colectiva
del sistema no parece confirmar esta suposición. Testimonio de permanente vigilancia y ánimo combativo en medio de una
de ello han sido los movimientos socialdemócratas y demó-

235 236
institucionalidad aparentemente democrática, que quizás con tendrá el contrapeso de jefes de mucho mayor experiencia
su consumismo haga seductores los mecanismos económi- política. Esta tendencia ya había quedado manifestada con
co-políticos del imperialismo. Ecos de preocupaciones como las bajas ocurridas entre la oficialidad durante la lucha con-
éstas se encuentran en palabras como las siguientes: “Esto tra la dictadura. Esto tiende a mantener las rigideces de un
nos obliga a poner más atención en el aspecto subjetivo de aparatismo militar que no ha logrado del todo una transición
la revolución: para llevar adelante nuestro proyecto no basta apropiada hacia funciones más demarcadamente políticas.
con la idea justa o con la existencia de condiciones objetivas, Puede que ello siga redundando en graves errores tácticos en
sino que se necesitan combatientes y jefes comprometidos. la apreciación del momento político y del estado de ánimo de
Se trata de que cada Rodriguista vaya aclarando el proceso de la colectividad nacional. El asesinato del senador Jaime Guz-
maduración de la situación revolucionaria y la impulse a nive- mán en abril de 1991 puede entenderse como un síntoma de
les superiores. Por ello, cuando hablamos de construir fuerzas, ello.
esto no significa una definición formal. Se trata de luchar, de Este asesinato resultó ser la culminación de la
crecer combatiendo y fortalecernos en los terrenos político y campaña “¡No a la Impunidad!” que el FPMR iniciara a pocos
militar. Un hombre, una acción; hacer más con menos y com- días de inaugurada la presidencia de Patricio Aylwin en mar-
batir todos los días: ésta es la tarea del momento, elevando zo de 1990. También parte de esta campaña fue el atentado
permanentemente los niveles de disposición combativa para contra el ex-miembro de la Junta Militar original, general de la
dar respuestas rápidas y eficaces a la situación actual y a los Fuerza Aérea Gustavo Leigh. El 10 de mayo de ese mismo año
golpes del enemigo. Los ejemplos morales y materiales son este hecho fue seguido por el asesinato del coronel de Cara-
hoy lo principal para fortalecer al FPMR, movilizar al pueblo, bineros Luis Fontaine Manríquez, implicado en el degüello de
mostrar un camino y contribuir en su organización, a fin de los altos dirigentes comunistas José Manuel Parada, Santiago
desplegar un estado de combate que ahora está latente”; Nattino y Manuel Guerrero en 1985. En marzo de 1991 fue ase-
“En este terreno serán imprescindibles las acciones armadas sinado el mayor de Sanidad del Ejército Carlos Hernán Pérez
entre períodos de auge y quietud del movimiento de masas. Castro, sindicado como torturador.
Esas acciones corresponderán a la necesidad estratégica de El asesinato del senador Guzmán constituyó una
mantener el combate permanente. Prevemos, por lo tanto, derrota política de grandes proporciones para el FPMR. Indice
períodos de grandes combates y períodos intermedios de de ella son los comentarios condenatorios hechos por Punto
repliegue de la movilización social. Esto nos exigirá, lo mismo Final, la publicación de mayor rango en la Izquierda. En su
a las demás fuerzas patrióticas, actuar permanentemente en página editorial del lunes 8 de abril de 1991 la revista hacía
los períodos de calma aparente, manteniendo de acuerdo a notar que “lamentablemente hay que asumir que algunas or-
las condiciones específicas, la vigencia del proyecto para la ganizaciones de la Izquierda, que lucharon con valentía contra
liberación nacional”. la dictadura y que empuñaron legítimamente las armas contra
Por otra parte, el desgaste físico y emocional de un ese régimen usurpador, pueden efectivamente haber caído
estilo de vida para la guerra realmente hecho en un tiempo en una grave desviación que las arrastra a actuar ahora de
de paz tenderá a alejar -y de hecho ha alejado- a combatientes un modo que daña los intereses populares. Sus documentos
y militantes de edad madura, poblando a una organización y publicaciones consideran vigente la lucha armada como
paramilitar de personal muy mayoritariamente juvenil. Ella no forma principal de lucha y de acumulación de fuerzas. No

237 238
toman en cuenta las características del actual período, los de la operación, sembrando así mayores confusiones en la
cambios en el escenario internacional ni la situación nacional Izquierda.
específica, que colocan en primer plano otras formas de lucha”. Aunque la opinión pública no tenía criterios de
Además, en sus reparos el editorial no trepidaba en calificar juicio como para interpretarlas así, estas disensiones internas
de “acciones terroristas” a este tipo de asesinato y resaltaba el en el FPMR se traslucieron en las declaraciones del portavoz
fortalecimiento estratégico que ellas creaban para los sectores rodriguista en prisión, en momentos en que la organización to-
no democráticos dentro de la Concertación: “El gobierno de davía no acreditaba su autoría del asesinato. En una entrevista
transición a la democracia está administrando —sin pretender también publicada por Punto Final en la edición anteriormen-
modificarlo sustantivamente— un Estado policial construido te citada, ese portavoz hacía un análisis de la situación política
por la dictadura, que puede ser gatillado con todas sus fuerzas del momento similar al de los sectores que habían condenado
represivas contra la Izquierda y el movimiento popular. Buena el “ajusticiamiento”: “En primer lugar, hay que evaluar objetiva-
muestra son los allanamientos que han ocurrido en algunas mente el momento en que nos encontramos. Aquí existen un
poblaciones, en particular después del asesinato del senador Presidente de la República, un gobierno, un poder legislativo
Guzmán. En el seno de la coalición de gobierno hay sectores bajo la misma Constitución que existía hace un año. Pinochet
-como los agentes de Contreras [ex-Director de la DINA], por era presidente con la misma institucionalidad. El poder legis-
ejemplo- que lo harían gustosos. Desde luego, ya se han lativo, si bien no es el mismo, está amarrado de manos. Como
puesto en marcha nuevos planes ‘antisubversivos’ que no ejemplo, basta con los senadores designados. Por lo tanto,
sólo comprenden la coordinación de servicios policiales sino existe un contorno respecto de los poderes del Estado, con
también la participación de las Fuerzas Armadas, la asesoría, el mismo poder judicial y las mismas Fuerzas Armadas. Y con
instrucción y equipamiento de los servicios de inteligencia de esas características este gobierno ya no es dictadura: es un go-
Italia, España y Alemania, fogueados en la lucha contrainsur- bierno civil democrático, pero además con apoyo social, cosa
gente, y el aumento del 400% en el presupuesto policial”. que no tenía Pinochet”. Sobre esta base, aunque esta aprecia-
Fue el asesinato del senador Jaime Guzmán el que ción era comunicada por un órgano público, en realidad más
llevó al distanciamiento de la gran mayoría de los oficiales que adelante sus argumentos no se dirigían a la opinión pública;
todavía pertenecían al FPMR. La operación de “ajusticiamien- interpelaban directamente a los sectores militaristas del FPMR:
to” fue realizada durante el período de discusiones previsto “La responsabilidad de hacer justicia [por las violaciones de
en la Consulta Nacional iniciada por la Dirección Nacional del derechos humanos en Chile] es del gobierno, en primer tér-
FPMR hacia fines de 1990, en que se recabarían opiniones en- mino. El gobierno es el responsable de crear los mecanismos
tre la militancia sobre la necesidad de reorganizar la estrategia de justicia. En segundo lugar, creemos que el problema de la
política para enfrentar el proceso de redemocratización. Se justicia y de cualquier reivindicación legítima del pueblo, tie-
esperaba, por tanto, una moratoria de operaciones de enver- ne que asumirla el pueblo. No un grupo de iluminados o un
gadura hasta llegar a un consenso unitario. En este contexto aparato que se transforme en una especie de vengador justi-
de reflexión el “ajusticiamiento” resultó ser imprudencia de ele- ciero”. Hacia finales de la entrevista el portavoz veladamente
mentos deseosos de forzar a la organización al mantenimiento descalificaba ese aparatismo al ponerlo en perspectiva con
de la línea militar sin desviaciones. La confusión interna creada las tareas que debía asumir el FPMR para rescatar un proyec-
por esta situación llevó al FPMR a un tardío reconocimiento to político hasta entonces congelado: “El cariño del pueblo
existe, el respeto del pueblo hacia el Frente existe. Ahora, la

239 240
vigencia política, la vigencia del accionar va a depender de la ticia. En su pasado inmediato está la camaradería, el jolgorio,
madurez y del desarrollo que tenga su política, de acuerdo a la atmósfera de carnaval y quizás la adicción a la adrenalina
los momentos concretos que viva el país, de acuerdo al de- de sus años en la escuela secundaria. Ellos transcurrieron en
sarrollo histórico que tenga, tanto en el plano nacional como el Liceo de Aplicación, el de mayor fama combativa contra
internacional. Si no hacemos esto, nosotros mismos vamos a la dictadura militar, cargando “mochilas rebeldes” llenas de
ir hundiendo nuestro proyecto revolucionario y a partir de eso piedras y cócteles molotov, disparando hondas para enfren-
es que hoy el Frente se encuentra abocado a una de sus tareas tarse a la policía en las manifestaciones masivas de los años
más importantes de sus siete años de vida, que es la primera finales de la dictadura, mofándose sin tapujos de los viejos
Consulta Nacional, donde el Frente está discutiendo todo”. cuadros políticos en los actos públicos organizados por la
En la actualidad la preocupación más intensa de Izquierda. Esta experiencia de “hacer maldades”, junto con
los oficiales entrevistados es salvaguardar y legar una visión su conciencia política de mayor madurez, la transfirieron a la
honrosa de la experiencia histórica de su generación. La Universidad. La siguen disfrutando en disturbios callejeros en
ven amenazada por los síntomas de criminalidad de comba- que demuestran, además, su preparación paramilitar. Como
tientes que, desesperados por su situación económica, usan otros jóvenes chilenos, están conscientes de que hoy en día
su entrenamiento y armamento para “expropiar” bancos y su sociedad no tiene espacios para ellos, ni los tendrá en el
establecimientos comerciales. Les preocupa el hecho de que, futuro cercano. No ven que en Chile puedan concretar su
en la actualidad, la jefatura del FPMR considere el asalto a potencial como personas, a pesar de su educación y de sus
bancos y organizaciones financieras como parte indispensa- aspiraciones a contribuir constructivamente a la sociedad. Son
ble del entrenamiento militar de sus cuadros. Aunque dentro parte de la “generación de los sobrantes”. A través del FPMR
de la lógica de una guerra anticapitalista intransigente ese han tenido la oportunidad de observar de primera mano la
entrenamiento quizás tenga pleno sentido, en un período humanidad que se degrada sin esperanza en la miseria de las
de democracia formal sus consecuencias imprevistas para las poblaciones marginales de Santiago de Chile. La hipocresía en
personas accidentalmente involucradas en estos incidentes cuanto a justicia por la violación de los derechos humanos que
reafirmarán la imagen pública ya largamente arrastrada del perciben en el gobierno de la Concertación los llena de una
rodriguismo como mero “terrorismo”. Ninguno de los oficiales ira fría, reposada, que contempla una malignidad apabullante
entrevistados opina que las dos instancias en que actualmente con la convicción de que la supervivencia moral sólo se logra
se ha bifurcado la experiencia histórica del rodriguismo -el conservando tanto la calma como atesorando el odio como
FPMR y el Destacamento Raúl Pellegrin- tengan la capacidad energía para la vida. Al ver en la televisión nacional imágenes
para revitalizarla como fuerza política efectiva. de antiguos políticos de la dictadura que se han reciclado en
Los jóvenes activos en el FPMR lo ven primor- el gobierno de la Concertación, más de una vez han pensado
dialmente como un vehículo de rebeldía para perforar la “a este huevón habría que matarlo”.
máscara de hipocresía de la actual cultura nacional chilena. Sabrían hacerlo.
En el momento de nuestro diálogo, los jóvenes entrevistados No rinden ninguna pleitecía al pasado revolucio-
eran estudiantes universitarios en los años finales de su ado- nario, aunque uno de ellos está consciente de que su militan-
lescencia, de gran capacidad para articular y racionalizar la cia en el FPMR renueva y prolonga la tradición comunista de
motivación que los llevó al FPMR. Se presentan como “hijos su familia que, en su opinión, el PCCH ha malogrado. Tienen
de la Transición” y de la frustración de toda esperanza de jus- poco o nada que decir sobre los mitos de Rodrigo y Tamara

241 243
que antiguos rodriguistas mencionan con frecuencia “místi-
ca”. Para ellos esos mitos no pasan de ser dato histórico. No
les interesan mayormente. “Estamos en otra”, dicen. Quieren
enfrentar la malignidad del presente con bagaje muy liviano,
sin ataduras con el pasado. Quieren ser terriblemente realistas,
enfrentando la vida sin ninguna de las grandes utopías ante-
riores de la Izquierda. Su vida diaria está marcada por el “cool”.
Viven vidas de hijos de la pequeña burguesía más o menos POR LA CREACION DE UNA QUIN-
acomodada; sus padres no siempre saben de su militancia. Van
a clases en la Universidad, tienen novias y amigos, se divierten TA GENERACION
y estudian con ellos, dan exámenes. Algún fin de semana o en DE ORGANIZACIONES
algún período de sus vacaciones se concentran en algún lugar
secreto y seguro para recibir entrenamiento paramilitar. En sus DE DERECHOS HUMANOS
facultades universitarias forman Núcleos Rodriguistas unidos
por estrecha amistad. En disturbios callejeros programados
EN CHILE
por la Izquierda se enfrentan violentamente con la policía.
Quizás en algún momento lleguen a participar en una opera-
ción de asalto a un banco. Parecen ser vidas que se deslizan
sin dificultad ni asperezas entre las rutinas de la paz cotidiana
y los ámbitos reales o figurados de la guerra. ¿Es esta la sensi-
bilidad político-militar que los viejos cuadros del PCCH nunca
quisieron o pudieron hacer suya?

244 245
en sí cuestión de estrategia política y parte táctica del conflic-
to. Los Altos Mandos militares afirmaron que tanto el golpe mi-
litar del 11 de septiembre de 1973 como la represión posterior
debía entenderse como medidas de “tiempo de guerra”, según
el Código de Justicia Militar, y según el contexto de la Tercera
Guerra Mundial contra el movimiento comunista internacional
Si alguna vez la vigencia real de esa sensibilidad se declarada ya mucho antes, de acuerdo con la Doctrina de la
hiciera políticamente necesaria en Chile en términos masivos, Seguridad Nacional. Declaraciones recientes de los Altos Man-
tendría que enfrentarse a Fuerzas Armadas que aun en el pre- dos revelan que, a su juicio, la “guerra sucia” todavía continúa
sente dan claros signos de estar dispuestas a reeditar todos los en el período de transición a la democracia. Observábamos,
métodos con que ganaron la “guerra sucia”. Con la Doctrina de sin embargo, la situación paradójica de que, a pesar de afir-
la Seguridad Nacional y su metodología, el Conflicto de Baja mar la existencia de una guerra en Chile, las Fuerzas Armadas
Intensidad, las Fuerzas Armadas han demostrado la capacidad han negado consistentemente que sus servicios de seguridad
mental y práctica de instalarse ya desde los comienzos de hayan practicado las tácticas de contrainsurgencia que lo han
cualquier conflicto armado posible -sin vacilaciones, gradacio- caracterizado. Se trata de una situación lógica: ningún Esta-
nes ni matizaciones- en los límites más lejanos de la brutalidad do puede reconocer que, por razones de alta política, rapta,
para señalar una voluntad intransigente de protección del asesina, tortura, mutila y desaparece a prisioneros bajo su
capitalismo chileno y de su organización política. Es irrealista custodia, especialmente a sus propios ciudadanos. La Iglesia
pensar o esperar que estas Fuerzas Armadas abandonen de Católica negó la existencia de una guerra tanto por razones
buenas a primeras una metodología bélica probada exitó- doctrinarias como políticas: por una parte dictaminó correc-
samente. Queda así claro que organizaciones como el FPMR tamente que no se habían agotado en Chile las posibilidades
no pueden sino proyectar que en algún momento, quizás de una negociación política como para reconocer el derecho
ahora mismo, más temprano o más tarde, se las tratará de a una guerra justa de resistencia y derecho a la rebelión; por
exterminar implacablemente. Mientras tanto, la conciencia otra, aunque abrió sus puertas en defensa de los derechos
de la población chilena ha sido afectada por largos años de humanos, su objetivo político fue la derrota de la Izquierda
ofuscación en cuanto a haber realmente experimentado un revolucionaria. A su vez, la Izquierda revolucionaria decidió
conflicto armado. ¿Llegará alguna vez a tener la capacidad de negar la existencia de un conflicto armado con el propósito
reacción apropiada ante su posible continuidad soterrada, su de mantener contradictoriamente tanto el capital simbólico
intensificación esporádica o su ya franco estallido? ¿Tendrá que le ganó exponer las violaciones de los derechos humanos
alguna vez la capacidad de discernimiento y conocimiento de sus militantes como acusar de usurpación del poder a la
indispensable como para que se discuta públicamente la dictadura militar, legitimando así el derecho a la rebelión y
propiedad de los métodos bélicos utilizados por las partes sus preparativos militares; en lo que respecta al PCCH, en la
en conflicto? La cuestión obliga a un perfilamiento final de implementación secreta de ese derecho y de esos preparati-
nuestros argumentos. vos avizoraba una plataforma posible para el despegue a la
Si la guerra es la continuidad de la política por revolución.
otros medios, el acto mismo de calificar una situación bélica es Por otra parte, la perspectiva con que fue organiza-
do el material recolectado en el Informe Rettig (1991) para la

246 247
verdad y la reconciliación nacional resultó ser una reiteración de tanta gente, se abriría una esperanza para que la verdad
final del ocultamiento del conflicto armado en Chile. De he- nos lleve a la justicia y a las formas propias de una sociedad
cho reproduce los argumentos presentados por juristas de la verdaderamente humana” (p. 671). Dicho así, y aun valorando
Concertación ya desde 1987, revistados en la sección anterior y celebrando el intento de reconciliación que la animó, desde
de este trabajo, agregándoles un sesgo más contundente la perspectiva antropológica que preside este trabajo, la Co-
aún: la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación no tre- misión parece cometer el desvarío de decir que ni el MIR, ni el
pida en descalificar del todo el derecho a la rebelión armada PCCH fueron alguna vez instituciones representativas de algún
como problema de representatividad política de sectores de sector de la subcultura de Izquierda que compone la cultura
la subcultura de Izquierda chilena. Operaciones militares “con- nacional chilena. ¿Cómo explicar, entonces, la larga enume-
certadas y sostenidas” que el Protocolo II reconocería como ración que el mismo Informe Rettig hace de militantes de la
configuradoras de un “conflicto armado interno” son reduci- Izquierda revolucionaria que voluntariamente se sacrificaron
das a “violaciones de los derechos humanos cometidas por como combatientes?
particulares bajo pretextos políticos” (p. 665). Jurídicamente Agreguemos un nuevo criterio de juicio: si es que
esto equivale a desconocer el carácter público de un conflicto en los argumentos que he desarrollado se apela a las Conven-
armado, en que se juegan proyectos políticos que involucran ciones de Ginebra y sus Protocolos Adicionales para dilucidar
a colectividades, para relegarlo a motivaciones caprichosas las distorsiones históricas creadas por el tabú del conflicto
de individuos. Por ello el Informe sindica repetidamente las armado en Chile, debemos tener en cuenta que el propósito
acciones de la Izquierda armada como actos de terrorismo que central del Derecho Internacional Humanitario es realizar todo
atentan contra el derecho a la vida de la comunidad. Al elevar esfuerzo posible y utilizar las estrategias más expeditas para
esta postura a la categoría de criterio de juicio sobre las accio- evitar el sufrimiento humano en las confrontaciones armadas.
nes de la Izquierda armada, el Informe se convierte en una no Se entiende que los Convenios de Ginebra y sus Protocolos
muy tácita apología de la Iglesia Católica y de la Concertación, Adicionales proporcionan el marco legal para habilitar esos
en lo que respecta a la valoración de la protesta pacífica y del esfuerzos. La calificación legal de esas confrontaciones de
pacto político con las Fuerzas Armadas como única vía legíti- acuerdo con las tipologías consideradas en los Convenios y
ma para la transición hacia la democracia. Esto se trasluce en sus Protocolos son útiles para interpelar a las autoridades gu-
un pasaje en que se recapitula la “Situación actual de los gru- bernamentales que violan o impiden sus consideraciones be-
pos violentistas”: “Esta Comisión sólo puede decir que, más allá néficas para los afectados. Sin embargo, esas calificaciones son
de las consideraciones humanitarias que aconsejan encontrar del todo secundarias para los propósitos de protección de los
rápidamente soluciones, sin desmedro de lo que es esencial en damnificados. De allí, por ejemplo, que, para facilitar la acep-
el derecho, como principio, la médula de la reflexión debe ir tación de sus buenos oficios por el gobierno militar chileno en
dirigida a no mirar unilateralmente la posición de los derechos la atención de detenidos involucrados en la oposición armada,
de cada uno frente a los derechos de la sociedad. Todo aquel la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)
que creyó poder disponer de la vida ajena, en las difíciles si- —principal agencia encargada de velar por el cumplimiento
tuaciones en que los chilenos hemos vivido estos años, debe del Derecho Internacional Humanitario— prefirió actuar bajo
comprender que cae en equivocación. Si, en vez de mantener la suposición de que la violencia armada en Chile correspondía
sus criterios violatorios de los derechos de cada ser humano, a la calificación de “disturbios y tensiones interiores”.
entendiese la profundidad del sufrimiento colectivo y personal En la Conferencia de Expertos Gubernamentales

248 249
de 1971, los representantes del CICR propusieron la siguiente interno”, contemplado en el Protocolo II de 1977, Adicional a
definición de tales disturbios: “Se trata de situaciones en las las Convenciones de Ginebra de 1949. Esta tipología se refiere
que, sin que haya, propiamente hablando, conflicto armado a un conflicto en que las partes tienen estatuto jurídico des-
sin carácter internacional, existe, sin embargo, a nivel inferior, igual: rebeldes que aun en escaso número luchan contra un
un afrontamiento que presenta cierto carácter de gravedad o gobierno establecido. Para los propósitos del Derecho Interna-
de duración y que da lugar a la realización de actos variables, cional Humanitario esta tipología tiene sólo carácter descripti-
que van desde la generación espontánea de actos de subleva- vo, con propósitos humanitarios y no implica una acción ilegal,
miento hasta la lucha entre grupos más o menos organizados aunque las leyes internas de los países en que pueda ocurrir
y las autoridades que ejercen el poder. En estas situaciones, un conflicto armado interno lo condenen duramente(83). El
que no degeneran forzosamente en la lucha abierta, las au- Derecho Internacional reconoce sin reservas el derecho de los
toridades que ejercen el poder apelan a vastas fuerzas de gobiernos a defenderse por la fuerza, sin cuestionar el modo
policía, o bien a las fuerzas armadas, para restablecer el orden en que se la aplique, exigiendo, sin embargo, el cumplimiento
interno. El número elevado de víctimas ha hecho necesaria la de normas humanitarias mínimas. Estas normas mínimas están
aplicación de un mínimo de reglas humanitarias”(82). El CICR contenidas en el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra
indica, además, las características específicas de esos “distur- de 1949, sobre las que se basan los Protocolos Adicionales de
bios y tensiones interiores”: arrestos masivos; elevado número 1977; el art. 3 es también aplicable a “disturbios y tensiones
de personas detenidas por razones de seguridad; detencio- interiores”. Este artículo dice:
nes administrativas por largos períodos; probable existencia
de malos tratos, de torturas, o de condiciones materiales o En el caso de conflicto armado sin carácter internacional y que
psicológicas de detención que puedan atentar gravemente surja en el territorio de una de las Altas Partes contratantes,
contra la integridad física, mental o moral de los detenidos; cada una de las partes contendientes tendrá la obligación de
mantenimiento de los detenidos en incomunicación durante aplicar, por lo menos, las disposiciones siguientes:
largos períodos; medidas de represión para con los miembros 1. Las personas que no participen directamente en las hos-
de las familias o de los allegados de las personas privadas de tilidades, incluso los miembros de las fuerzas armadas que
libertad; suspensión de las garantías judiciales fundamentales hayan depuesto las armas y las personas que hayan quedado
por haberse decretado el estado de excepción; instauración fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por
en gran escala de medidas de relegación, exilio, prisión do- cualquier otra causa, serán en toda circunstancia tratadas con
miciliaria; desapariciones forzadas; multiplicación de actos de humanidad, sin distinción alguna de carácter desfavorable,
violencia que ponen en peligro a personas indefensas o que basada en la raza, el color, la religión o las creencias, el sexo, el
propagan el terror en la población civil. nacimiento o la fortuna, o cualquier otro criterio análogo.
Por el valor que tuvo para hacer expedita su ges- A tal efecto, están o quedan prohibidos en cualquier tiempo y
tión, la calificación de “disturbios y tensiones interiores” llevó al lugar, respecto a las personas arriba mencionadas:
CICR a usar la categoría de “personas detenidas por razones de a) los atentados a la vida e integridad corporal, especialmente
seguridad” en sus Informes de Actividad anuales sobre Chile. el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos
Sin embargo, aunque la tipología expuesta anteriormente sin crueles, torturas y suplicios;
duda describe la situación chilena a partir de 1980, ello no in- b) la toma de rehenes;
valida la opción de haberla calificado como “conflicto armado c) los atentados a la dignidad personal, especialmente los

250 251
tratos humillantes y degradantes; las interdicciones del gobierno militar al respecto quedaron
d) las condenas y las ejecuciones efectuadas sin juicio previo complementadas con las que agregaron la Iglesia Católica y
emitido por un tribunal regularmente constituido, provisto de los mismos partidos de la oposición revolucionaria. Por esto
las garantías judiciales reconocidas como indispensables por es que el Ambito de aplicación material del Protocolo II busca
los pueblos civilizados. describir características de hecho, cuya posibilidad de consta-
2. Los heridos y enfermos serán recogidos y cuidados. tación efectiva quede más allá de la discreción de las partes
Un organismo humanitario imparcial, tal como el Comité In- en conflicto. Se busca certificar el hecho de que realmente
ternacional de la Cruz Roja, podrá ofrecer sus servicios a las haya enfrentamientos armados; de que éstos correspondan
Partes contendientes. a planes operacionales sostenidos y concertados; que las
Las Partes contendientes se esforzarán, por otra parte, en fuerzas rebeldes estén organizadas con un mando jerárquico
poner en vigor por vías de acuerdos especiales la totalidad o responsable; de que el mando rebelde cuente con los recursos
parte de las demás disposiciones del presente Convenio. necesarios para cumplir con los términos del Protocolo II; por
La aplicación de las disposiciones precedentes no tendrá efec- lo tanto, de que las hostilidades dejen de ser simple asunto
to sobre el estatuto jurídico de las Partes contendientes. de mantenimiento del orden público ante desmanes espon-
táneos y discontinuos.
Expertos en la materia han señalado que la apli- Como indicara en una sección anterior, el requi-
cabilidad general de este artículo a los “disturbios y tensiones sito de que las fuerzas rebeldes controlen alguna parte del
internos”, al “conflicto armado interno” y al “conflicto armado territorio nacional para lanzar sus operaciones quizás sea
de carácter internacional” como “un mínimo de reglas humani- el más controversial para el reconocimiento de un conflicto
tarias” es lo que provoca reservas en el uso de estas calificacio- armado interno en Chile. El artículo 1, referente al Ambito de
nes(84). La posibilidad de aplicación de este artículo general- aplicación material del Protocolo II, especifica: “1. El presente
mente lleva a reaccciones negativas de parte de todo Estado, Protocolo, que desarrolla y complementa el art. 3 común a los
puesto que es de su interés evitar dos posibles resultados: la Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, sin modificar
proyección de una imagen de debilidad e impotencia quizás sus actuales condiciones de aplicación, se aplicará a todos
pueda reforzar la posición de los rebeldes al reconocérselos los conflictos armados que no estén cubiertos por el art. 1
aunque sea informalmente como partes beligerantes; a partir del Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12
de este reconocimiento quizás se creen las condiciones para de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de
que otros Estados se inmiscuyan en los asuntos internos. Esto los conflictos armados internacionales (Protocolo I) y que se
a pesar de que, como se observara más arriba, el artículo 3 desarrollen en el territorio de una Alta Parte contratante entre
explicita claramente que su aplicación “no tendrá efecto sobre sus fuerzas armadas y fuerzas armadas disidentes o grupos
el estatuto jurídico de las Partes contendientes”. De allí la pre- armados organizados que, bajo la dirección de un mando
mura de todo Estado por aplastar rápidamente toda rebelión responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un
sin interferencias legales extranjeras. control tal que les permita realizar operaciones militares sos-
Todo esto hace que los conflictos armados inter- tenidas y concertadas y aplicar el presente Protocolo”. En la
nos generalmente se desarrollen de manera oculta y anónima, interpretación del requisito territorial debe tenerse en cuenta
haciéndose difícil constatar su existencia. En el caso chileno la expresión “un control tal” para la realización de operaciones

252 253
sostenidas y concertadas. Esta expresión fue insertada en la si esto no ocurre.
versión final de los Protocolos Adicionales de 1977 teniendo Esta forma de cuestionamiento del CICR es tam-
en cuenta la naturaleza propia de los conflictos armados inter- bién válida en una reflexión sobre el movimiento de defensa
nos, en que los grupos rebeldes necesitan una alta movilidad, de los derechos humanos en Chile durante la dictadura.
especialmente si son de carácter urbano. De allí que no se in- Si hubiera que atenerse a las definiciones socioló-
sertaran requisitos de control territorial continuo, ni se insistie- gicas actuales del concepto “movimiento social”, en rigor no
ra en que este control fuera sobre “una parte sustancial”, “una podría hablarse de un “movimiento de defensa de los dere-
parte considerable” o “una parte no despreciable” del territorio chos humanos en Chile”. En la literatura sociológica estos mo-
nacional, como lo propusieran algunos delegados(85). En este vimientos son descritos como organizaciones de estructura
sentido, entonces, el uso o control que el FPMR mantuviera so- más bien inestable y discontinua, que se originan en las bases
bre algunas de las poblaciones marginales de Santiago como mismas de la sociedad civil para canalizar preocupaciones
para entrenar personal, mantener bases de apoyo y desplegar comunitarias que no encuentran espacio en las macropro-
combatientes en operaciones significativas indudablemente posiciones de los partidos políticos para la conducción de la
se calificaría dentro de este requisito. cultura nacional. Los ejemplos mundiales más claros serían las
Por otra parte, la actividad misma del CICR no ayu- organizaciones feministas, de homosexuales, de defensa del
da a despejar las dificultades de calificación indicadas. Como derecho al aborto, de las minorías indígenas, de los derechos
se estableciera anteriormente, la prioridad del CICR es la ayuda de los animales(87).
a los damnificados en confrontaciones armadas. Por ello evita En lo que respecta al caso chileno, el movimiento
comunicarse con los Estados interpelados indicando las reglas de defensa de los derechos humanos no corresponde a tal
internacionales que deberían aplicarse internamente. Más bien tipificación. Patricio Orellana ha hablado de cuatro generacio-
prefiere abrir los canales más expeditos para la entrega de su nes de organizaciones de derechos humanos basándose en el
ayuda, echando mano de una diplomacia silenciosa, del todo origen de la motivación para fundarlas y en el personal que las
mesurada y reservada. De allí que expertos en Derecho Inter- constituyó(88). Así es como se refiere a una Primera Generación
nacional Humanitario hayan criticado al CICR por no usar uno de organizaciones burocráticas, resultantes de las iniciativas
de los recursos fundamentales del movimiento internacional institucionales tomadas en 1973 por diferentes iglesias cristia-
de derechos humanos -la “movilización de la vergüenza”, es nas y la comunidad judía para dar apoyo asistencial y jurídico
decir, la movilización de la opinión pública internacional en a las víctimas de la represión militar. Ello llevó a la fundación
censura de los Estados violadores sistemáticos de los derechos del Comité Pro-Paz en Chile (COPACHI). Luego de que éste
humanos(86). En este sentido se ha señalado la necesidad de fuera desbandado por presión del gobierno militar, fue reem-
una nueva organización internacional, complementaria a las plazado por la Vicaría de la Solidaridad de la Iglesia Católica
tareas del CICR, pero con capacidad para investigar la veraci- desde enero de 1976 hasta 1992. Una Segunda Generación
dad de las imputaciones sobre los derechos humanos violados surgió por iniciativa de familiares de víctimas de la represión
durante confrontaciones armadas, procediéndose luego a se- que se organizaron bajo el alero de la Vicaría de la Solidaridad
ñalar a los Estados comprometidos qué reglas deben aplicarse con el objetivo de presionar al Estado terrorista, informar a la
a la situación interna, presionando, además, para que así se población y movilizarla en demanda de la verdad, la justicia y
haga y para revelar o denunciar pública e internacionalmente el retorno a un Estado de Derecho y de democracia. Entre ellas

254 255
están la Agrupación de Familiares de Detenidos Desapareci- fue nada más que una superestructura partidaria sin dinámica
dos, la Agrupación de Familiares de Presos Políticos, el Comité propia, incluso en contradicción ocasional con las directivas
Pro-retorno de Exiliados, la Agrupación de Familiares de Eje- de los partidos políticos. Por una parte está el hecho de que
cutados Políticos, la Protección de la Infancia Dañada por los estas organizaciones canalizaron la ayuda y el apoyo solida-
Estados de Emergencia (PIDEE), la Agrupación de Familiares de rios originados en el extranjero. Este fue dado con una mo-
Relegados y Ex-relegados. La Tercera Generación fue iniciativa tivación preponderantemente humanitaria y ecuménica, lo
conjunta de los partidos políticos de la oposición antimilitar, cual promovió entre los recipientes la adopción de actitudes
la cual se concretó especialmente en la Comisión de Dere- no sectarias. Por otra, es un hecho que estas organizaciones
chos Humanos. La Cuarta Generación surgió en 1983 con el ejercieron criterios de juicio independientes. Como ejemplo se
Movimiento Contra la Tortura “Sebastián Acevedo”, iniciativa puede señalar las disidencia en cuanto a la política militar del
generosa de sacerdotes, monjas y cristianos no directamente MIR y del PCCH que hubo en la Agrupación de Familiares de
afectados por los servicios de seguridad militar, que partici- Detenidos Desaparecidos, a pesar de que sus miembros esta-
paban en comunidades de base en poblaciones marginales ban relacionados o directamente conectados con esos parti-
de Santiago. Los preocupaba el uso aún más masivo de la dos. Roberto Garretón, antiguo jefe del departamento jurídico
tortura como herramienta de represión política a partir de las de la Vicaría de la Solidaridad, ha dado testimonio público y
Protestas Nacionales iniciadas en 1983. privado de la importancia que tuvo el trabajo común de una
Tres autoridades culturales habrían sido, entonces, heterogeneidad de militantes políticos en las organizaciones
las principales iniciadoras del movimiento de derechos huma- de derechos humanos para la formación de actitudes ideológi-
nos en Chile —La Iglesia, la familia, los partidos políticos. Sin cas más flexibles y tolerantes. Esto habría llevado a la creación
embargo, la preocupación por la defensa de estos derechos de las condiciones apropiadas para una salida política menos
no logró constituirse en un movimiento social en la medida sangrienta y catastrófica hacia la redemocratización de Chile.
en que nunca se extendió a la población chilena ni la movilizó No obstante, a pesar de todo se podría argüir
de manera importante, a pesar de grandes esfuerzos para que que las organizaciones de derechos humanos tuvieron una
así fuera (89). Esta preocupación se mantuvo restringida a los cercanía tan estrecha con intereses políticos, tanto partidarios
estrechos circuitos de estas organizaciones. Por otra parte, como eclesiásticos, como para que su espíritu crítico fuera
el personal voluntario, los profesionales contratados por las mellado y distorsionado en alguna medida. La posibilidad de
organizaciones de derechos humanos o destacados en ellas que se pueda argüir razonablemente la existencia de un tabú
mantuvieron sus identidades ideológicas, sus contactos y sobre el conflicto armado en Chile sirve como un índice de
sus tareas partidarias. A pesar de que la Iglesia Católica fue ello. Otro podría hallarse en el actual proceso de dispersión
terminante en cuanto a la prohibición de que sus estructuras del movimiento de derechos humanos, en un momento de
fueran instrumentalizadas por el personal de los partidos po- redemocratización del país en que sus organizaciones debie-
líticos acogidos en ellas, en algún momento la defensa de los ran estar al frente de un gran proyecto nacional de educación
derechos humanos adquirió perfil de “frente” de lucha de los sobre su experiencia. Indudablemente se trata de una falla
partidos políticos tan igual como eran los otros -el frente sin- de conciencia histórica colectiva cuya infelicidad proviene de
dical, el poblacional, el de mujeres, el juvenil, por ejemplo. incitaciones de los partidos políticos.
No obstante, sería desajustado a la realidad decir De lo anterior se desprende que una reflexión
que el circuito de las organizaciones de derechos humanos

256 257
como esta sobre el movimiento de defensa de los derechos traición de organizaciones político-militares por combatientes
humanos en Chile debiera terminar con la proposición y lla- afectados por la miseria. Considera esa Ley como parte de la
mado a que se funde una Quinta Generación de organizacio- denigración innecesaria de un personal militar que se entregó
nes, que cuente con el conocimiento, la documentación y la entera y sacrificadamente a un conflicto que involucró a toda
experiencia testimonial de las anteriores, pero caracterizada la nacionalidad chilena, de la cual ésta debiera hacerse respon-
por la radical independencia de su juicio crítico. Entre ellas sable comunitaria y honestamente. También está la situación
ciertamente debería estar presente alguna iniciativa para el es- de los “presos políticos de violencia”, arrestados durante la
tudio y la divulgación del Derecho Internacional Humanitario dictadura y todavía en prisión. El reconocimiento de un con-
de las Convenciones de Ginebra y sus Protocolos Adicionales. flicto armado en Chile quizás habría permitido la aplicación
Este debería servir como criterio de juicio histórico en el enten- del inciso 5 del art. 6 del Protocolo II que dice: “A la cesación
dimiento del uso sistemático de fuerza armada en la política de las hostilidades, las autoridades en el poder procurarán
chilena a partir de 1965, fecha de inauguración del MIR. Ante conceder la amnistía más amplia posible a las personas que
la experiencia inédita de un conflicto armado interno de larga hayan tomado parte en el conflicto armado o que se encuen-
duración, la comunidad nacional no tuvo tales criterios a su tren privadas de libertad, internadas o detenidas por motivos
alcance como para demandar una solución más franca a sus relacionados con el conflicto armado”.
consecuencias actuales. Una psicóloga involucrada en el Pro- Por otra parte está el problema de los términos en
grama de Reparación y Atención Integral de Salud (PRAIS), que que se dará la producción de conocimiento sobre el colapso
da asistencia médica a las innumerables víctimas del conflicto de la institucionalidad política a partir de 1973 y se construirá
a través de todo el país, me dio testimonio de la “hipocresía” y conservará la imagen futura de la memoria colectiva. Por
con que se lo ha echado a andar: tanto los parlamentarios de una parte es preciso indicar que los antecedentes aportados
gobierno como los de la oposición de Derecha saben de la ne- en este trabajo cuestionan básicamente las periodizaciones
cesidad masiva de tales servicios; pero se les dará cierto apoyo sobre el desarrollo de la política de Izquierda usadas hasta el
financiero sólo en la medida en que sus implicaciones no tras- momento. Por otra, indudablemente habrá quienes continua-
ciendan plenamente a la opinión pública. Uno de los oficiales rán negando la existencia de un conflicto armado interno en
rodriguistas entrevistados me habló de las serias dificultades Chile. Sin embargo, nada justifica negar intelectualmente la
que encuentran los combatientes del FPMR que no fueron existencia de criterios de cuestionamiento histórico de objeti-
detectados por los servicios de seguridad en la búsqueda de vidad avalada por el Derecho Internacional, en momentos en
empleo, de apoyo financiero del Estado para normalizar sus que una reconciliación nacional parece estar muy distante.
vidas y de asistencia médica para curar sufrimientos de lo que
francamente llama “psicosis de guerra”. ¿Cómo pueden encon-
trar trabajo estos ex-combatientes si a la hora de presentar un
curriculum éste tendrá lagunas inexplicables? A ello atribuía
este oficial en parte la criminalización de algunos combatien-
tes desesperados por la necesidad. También hacía una dura
crítica de la Ley sobre Arrepentimiento Efectivo gestada por
el gobierno de la Concertación, que incentiva la delación y la

259 260
1.- Hernán Vidal, Dar la vida por la vida: La Agrupación Chi-
lena de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Minneapolis:
Institute for the Study of Ideologies and Literature, 1982).
NOTAS El Movimiento contra la Tortura "Sebastián Acevedo" (Min-
neapolis: Institute for the Study of Ideologies and Literature,
1986)
2.- Hugo Mery, “Temas de la Epoca”. La Epoca (Santiago de
Chile), domingo 29 de agosto de 1993, p. 1.
3.- “Una Hora y Media Duró Cita Aylwin-Pinochet”. La Tercera
(Santiago de Chile), miércoles 21 de julio de 1993, p. 5.
4.- Naomi Roht-Arriaza, “State Responsibility to Investigate
and Prosecute Grave Human Rights Violations in Internatio-
nal Law”. California Law Review, Vol. 78, Nº 2, March 1990, p.
487. La traducción es mía como lo es también toda otra cita
de textos en inglés que se reproduzca en la continuación de
este trabajo.
5.- Diane F. Orentlicher, “Settling Accounts: The Duty to Prose-
cute Human Rights Violations of a Prior Regime”. The Yale Law
Journal, Vol. 100, pp. 2596-7.
6.- Faride Zerán, “Jurista Hernán Montealegre: ‘los ‘boinazos’ se

261 262
producen contra gobiernos timoratos’”. Los Tiempos (Santiago involucradas en organizaciones de derechos humanos: Cris-
de Chile), s. f., p. 6. tián Precht Bañados; Gerard Peytrignet, Delegado del Comité
7.- La Tercera (Santiago de Chile), lunes 13 de septiembre de de la Cruz Roja Internacional en Santiago de Chile; Patricio
1993, p. 9. Orellana; Amanda Velasco; Sola Sierra; Viviana Díaz; Pablo
8.- Arturo M. Lozza, Chile sublevado.Reportaje al FPMR (Bue- Fuenzalida; Elizabeth Lira.
nos Aires: Editorial Antarca, 1986); Arturo M. Lozza, El atenta- 12.- Avelino José González Gómez, Derecho Internacional
do a Pinochet. El FPMR fija posición (Buenos Aires: Editorial Humanitario (La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1990),
Antarca, 1987). p. 6.
9.- Andrés Benavente Urbina, El triángulo del terror: el Frente 13.-En Renato Hevia, S.J., Camino a la democracia (Santiago de
Manuel Rodríguez (Santiago de Chile: Editado por la Oficina Chile: CESOC-Mensaje, 1989), p. 332.
del Abogado Procurador General, 1988). Tiene “Presentación” 14.-Como índice de este proceso de negociaciones reserva-
de Ambrosio Rodríguez Quirós, Abogado Procurador Gene- das es de enorme utilidad la crónica de Ascanio Cavallo, Los
ral. hombres de la transición (Santiago de Chile: Editorial Andrés
10.- Miguel Bonasso, Roberto Bardini, Laura Restrepo, Ope- Bello, 1992).
ración Príncipe (México D.F.: Fascículos Planeta, S.A., 1988); 15.- Quizás como índice de esta situación puede considerarse
Patricia Verdugo, Carmen Hertz, Operación Siglo XX (Santiago Carlos Bascuñan Edwards, La Izquierda sin Alllende (Santiago
de Chile: Ediciones del Ornitorrinco,1990). de Chile: Editorial Planeta Chilena, S.A., 1990). En su estudio de
11.- Los oficiales y combatientes rodriguistas entrevistados la evolución de los diferentes partidos de la Izquierda luego
son Vasili Carrillo, Curiñámcú, Danilo, Ignacio, Isidro, Luis y de 1973, el autor no dedica un capítulo especial para el MIR.
Pablo. Por razones de seguridad, casi todos decidieron usar Una omisión como ésta se debe presumiblemente a una falta
su nombre de guerra. Aunque el diálogo con ellos ocurrió de información.
en agosto-septiembre de 1993, he venido investigando la 16.- Franz Steiner, Taboo (New York: Philosophical Library,
temática del conflicto armado en Chile desde 1988. Para este 1956).
efecto, a través de los años he entrevistado a los abogados 17.- C.R. Badcock, The Psychoanalysis of Culture (Oxford: Basil
Hernán Montealegre; Pamela Pereira; Héctor Contreras Alday; Blackwell Publisher Limited, 1980), pp. 116-119; 140-145.
Roberto Garretón; Alfonso Inzunza; Fernando Zegers; Verónica 18.- David Becker, María Isabel Castillo, Elena Gómez, Juana
Reyna; Carmen Hertz; Fabiola Letelier; Hiram Villagra; Andrés Kovalskys, Elizabeth Lira, “Desde la Estrategia del Silencio a la
Domínguez; José Zalaquett; Hugo Frühling. Etica del Conflicto”. Derechos Humanos: todo es según el dolor
Las personalidades políticas e intelectuales que tuvieron a con que se mire (Santiago de Chile: Instituto Latinoamericano
bien darme su versión u opinión sobre esa temática han sido de Salud Mental y Derechos Humanos (ILAS), 1989) p. 25.
Luis Corvalán Lepe; Luis Guastavino; Fanny Pollarolo; Manuel 19.- En Algunos fundamentos de la intervención militar en
Fernando Contreras; Alejandro Yáñez; Tomás Moulián; Manuel Chile. Septiembre 1973. 2a, edición ampliada (Santiago de
Antonio Garretón; José Joaquín Brunner; Augusto Varas; Carlos Chile: Editora Nacional Gabriela Mistral Ltda, 1973).
Catalán; Patricio Rivas; Leandro Torchio. 20.- “Declaración de Profesores de Derecho de la Universidad
Agradezco, además, las opiniones de las siguientes personas Católica de Chile”. En Dieter Blumenwitz y Sergio Gaete Rojas,
eds., La Constitución de 1980. Su legitimidad (Santiago de

263 264
Chile: Editorial Andrés Bello, 1981), p. 50. amenazadores.
21 .- La suposición de que existe una tradición maquiavélica “Aunque parezca exagerado decirlo, el hombre, a la luz de la
antecesora de la Doctrina de la Seguridad Nacional en el Ejér- historia y de la ciencia, es una creatura con predisposición al
cito de Chile se sustenta en el dato antropológico de que todo mal, en quien hasta el más ensalzado de sus sentimientos,
grupo corporativo desarrolla un universo simbólico decantado el amor, no es más que una necesidad fisiológica llevada al
a través de las generaciones, el cual sirve de estructura de paroxismo en épocas de vigilia” (p. 115).
significaciones iniciáticas, diferenciadoras de identidades ante “Bismarck dijo que ‘las cuestiones de derecho se convierten
otros grupos corporativos y de depósito de la memoria insti- fácilmente en cuestiones de fuerza’ y Lasalle agregaba: ‘las
tucional. La literatura escrita por oficiales de Ejército es parte cuestiones constitucionales no son, en principio, asuntos de
de ese universo simbólico. Por tanto, como comprobación de derecho sino de fuerza. La constitución escrita no tiene valor,
esa tradición maquiavélica llamo la atención sobre la novela ni es duradera, más que cuando es la expresión de la fuerza
del general Víctor Labbé Vidal, La vida de un militar (Santiago que asiste a la sociedad’. Así pues, si queremos defender el
de Chile: Imprenta Artes y Letras, 1951). El relato cubre la vida régimen constitucional, debemos emprender el estudio de
del personaje Pedro González Muñoz desde su ingreso a la las fuerzas que lo atacan y las que defienden su libre ejercicio,
Escuela Militar hacia comienzos de la década de 1920 hasta para terminar con un plan de acción preciso y realizable” (p.
su retiro como general en algún año de la década de 1950. 123).
Tomando al personaje como tipificación de las virtudes del Se trata de la clásica analogía maquiavélica entre la política y
soldado profesional, la novela traza y reflexiona sobre sus la guerra. En el caso chileno, la necesidad del uso de la fuerza
actitudes vitales, las relaciones humanas y las enseñanzas ad- correctiva por la tendencia humana a la corrupción se justifica
quiridas y dadas en la carrera. Por tanto, el relato sirve como primordialmente por la personalidad de “los políticos”, bestias
artefacto arqueológico para comprobar las suposiciones que negras demonizadas en la tradición militar hasta nuestros
interesan para mis argumentos. En cuanto a la evidencia de días.
una concepción maquiavélica del ser humano y de la política, 22.- Ver Neal Wood, “Introduction”. Niccolo Machiavelli, The Art
cito tres pasajes altamente representativos: of War (New York: A Da Capo Paperback, 1965).
“Es un hecho que los sentimientos humanos están domina- 23.- Michael T. Klare and Peter Kornbluh, eds., Low Intensity
dos por instintos egoístas y destructores. Esto se demuestra a Warfare. Counterinsurgency, Proinsurgency, and Antiterrorism
cada paso en la vida diaria, sea en la conducta privada de los in the Eighties (New York: Pantheon Books, 1988).
individuos o en las relaciones entre Estados u otra clase de 24.- Robert L. Holmes, “Reason of State, Military Necessity, and
sociedades: pasados los momentos de presentación, en los Domestic Security”. On War and Morality (Princeton: Princeton
cuales los sentimientos se recogen dominados por la discipli- University Press, 1989).
na personal o social, procurando una valoración fraudulenta o 25.-Comité Internacional de la Cruz Roja, Normas fundamen-
tomando una posición de apresto, van apareciendo después tales de los Convenios de Ginebra y de sus Protocolos Adicio-
como los tentáculos de un pulpo, desde que la confianza per- nales. Ginebra, 1983, p. 7. Este texto es un digesto oficial del
mite desprenderse de las amarras de la educación o cuando CICR sobre el Derecho Internacional Humanitario. Su utilidad
se trata del interés entre las sociedades y naciones, y, sobre está en que permite una rápida presentación y divulgación
todo, cuando se presenta la necesidad mostrando sus dientes de conceptos que de otra manera tomarían mayor espacio.

265 266
Obviamente no pueden reemplazar el conocimiento de los pp. 18-21.
textos mismos de los Convenios de Ginebra y sus Protocolos 40.- Comité Internacional de la Cruz Roja, op. cit., p. 52.
Adicionales. Puesto que el presente trabajo no se ubica dentro 41.- Ver Esteban Torres, “El Rompecabezas del MIR”. Punto Final
de la disciplina jurídica, me he permitido usar este digesto en (Santiago de Chile), Nº 237, 22 de abril, 1991.
algunas secciones para ilustrar conceptos con simplicidad. 42.- Robert Holmes, “Can War be Morally Justified? The Just
26.- Renato Astrosa Herrera, Código de Justicia Militar comen- War Theory”, op. cit.
tado, 3a. edición (Santiago de Chile: Editorial Jurídica de Chile, 43.- Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEPU),
1985), p. 578. Informe de la Comisión Verdad y Reconciliación. Síntesis (San-
27.- Agustín Squella, “La Cultura Jurídica Chilena”. Agustín tiago de Chile: Educación en Derechos Humanos, Cuaderno
Squella, ed. La cultura jurídica chilena (Santiago de Chile: Nº1, CODEPU, 1991), p. 63.
Corporación de Promoción Universitaria, 1992). 44.- Carlos Altamirano, Dialéctica de una derrota. 2a. edición
28.- Avelino José González Gómez, op. cit., p. 42. (México, D.F.: Siglo XXI Editores, S.A., 1978), p. 27.
29.- En Documentos del Episcopado (Santiago de Chile: Edi- 45.- Eduardo Ortiz, “La Violencia en Chile”. Materiales de Dis-
ciones Mundo, 1981), p. 356. cusión. Centro de Estudios del Desarrollo (CED), (Santiago de
30.- Hernán Vidal, Dar la vida por la vida, op. cit. Chile), octubre, 1986. Ver, además, Patricia Politzer, Altamirano
31.- Hernán Vidal, El Movimiento Contra la Tortura “Sebastián (Santiago de Chile: Ediciones Melquíades, 1990).
Acevedo”, op. cit. 46.- En Ricardo Núñez, compilador, Socialismo: 10 años de
32.- Renato Hevia, op. cit., p. 30. renovación 1979-1989. De la Convergencia a la Unidad So-
33.- Ibid., p. 252. cialista. Tomo I (Santiago de Chile: Ediciones del Ornitorrinco,
34.- Patricio Orellana, Violaciones a los derechos humanos 1991).
e información. La experiencia chilena (Santiago de Chile: 47.- Donald Sassoon, The Strategy of the Italian Communist
Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC), Party. From the Resistance to the Historic Compromise (New
Colección Documentos, 1989), p. 83. York: Saint Martin’s Press, 1981); véase, además, Ignacio Walker,
35.- Palabras de Gabriel Valdés citadas en Eugenio Ortega Socialismo y democracia. Chile y Europa en perspectiva com-
Frei, Historia de una alianza (Santiago de Chile: CED-CESOC, parada (Santiago de Chile: CIEPLAN-Hachette, 1990).
1992), p. 232. 48.- Al respecto ver las apreciaciones de Luis Guastavino, Caen
36.- El caso chileno en la comunidad internacional. Revista las catedrales (Santiago de Chile: Hachette, 1990).
Chilena de Derechos Humanos. Santiago de Chile, Programa 49.- Marta Harnecker, Vanguardia y crisis actual (Santiago de
de Derechos Humanos. Universidad Academia de Humanismo Chile: Brecha Editores, 1990).
Cristiano, Nº 12, Número Especial, abril, 1990. 50.- Palabras de Luis Guastavino citadas en Democracia Cris-
37.- Renato Hevia, op. cit., p. 31. tiana y Partido Comunista (Santiago de Chile: Editorial Acon-
38.- Luciano Vásquez Muruaga, Luis Maira Aguirre. Transición cagua, 1986), p. 20.
a la chilena (Santiago de Chile: Editorial Barcelona, s.f.). 51.- Renato Hevia, op. cit., pp. 171-172.
39.- Dauno Tótoro, “El ‘11’ y el Mito de la Guerra”. Los Tiempos 52.- Ibid., p. 175.
(Santiago de Chile), 30 de agosto al 12 de septiembre de 1993, 53.- Eugenio Ortega Frei, op. cit., p. 316.
54.- Comisión Chilena de Derechos Humanos, “Documentos:
Antecedentes sobre las doce muertes acaecidas a raíz de
operativos realizados por la Central Nacional de Inteligencia
entre el 15 y el 16 de junio de 1967”. Santiago de Chile, 9 de
267 julio de 1987. 268
55.- La Epoca (Santiago de Chile), viernes 11 de septiembre
Juan Villegas Morales; ensayo
MOSQUITO EDITORES * Edgardo Enríquez Fröden: Testimonio de un destierro;
¡¡LIBROS CHILENOS PARA UN PAIS JOVEN!! Jorge Gilbert; testimonio
* El arte de recordar: Ensayos sobre la memoria cultural de
Chile; Juan Armando Epple; ensayo
COLECCIÓN LA CASA INVERTIDA
OTROS TITULOS
* Tiempo de soñar; Gustavo Gac-Artigas; novela
* El intruso del sur; Hugo Pineda; novela * Andar con cuentos: Nueva narrativa chilena;
* El Hipódro de Alicante; Hector Pinochet; cuentos selección de Diego Muñoz V. y Ramón Díaz Eterovic
* ¡E il orbo era rondo!,Gustavo Gac-Artigas;novela * El Sáhara y otros desiertos; Pedro Staiger; cuentos
* Crimenes criollos: Antología del cuento policial chileno; * Urgentes y rabiosos: Concurso Nacional de Cuentos
selección y prólogo de Ramón Díaz E. Manuel Rojas
* Lugares secretos; Diego Muñoz Valenzuela; cuentos * Un adiós al descontento; Eugenio Mimica; novela
* Hinchas y goles: El fútbol como personaje; * Bajo cielo sin estrellas; Christian Guadiana; cuentos
selección y prólogo de Poli Délano; cuentos * La partida; Jorge Calvo; novela
* Más alla de los aromos; Inés Moreno; novela * Asesinato en la cancha de afuera; Oscar Bustamante; nove-
la
COLECCIÓN LA ESTOCADA SORPRESIVA * Alquitrán y los gorriones; Reinaldo Marchant; novela
(Poesía) * Ese viejo cuento de amar; Ramón Díaz E.; cuentos
* Has recuperado nada; Cristian Cottet; poesía
* Poemas de Paco Bazán; Sergio Parra * Brevísima relación: Antología del micro-cuento hispanoame-
* Noche de brujas y otros hechos de sangre; Tomás Harris ricano; selección y prólogo de Juan Armando Epple
* Los enanitos sufren de vértigo; Alvaro Fernández * Todo el amor en sus ojos; Diego Muñoz V; novela
* Tu cuerpo en la palabra; Jaime Valdivieso * De amaneceres y crepúsculos; Fernando Guzmán
* Nosotros, los sobrevivientes; Ernesto Guajardo
* Registros, confites y papelitos; Juan Carlos Etcheverry
* Cuadernos de emergencia; Leonidas Rubio
* Continuidad del viaje; Francisco Vejar ¡ESTAMOS EN LAS MEJORES LIBRERIAS DEL PAIS!
* El hombre de papel y otros poemas; Armando Roa Vial
MOSQUITO EDITORES
COLECCIÓN BIBLIOTECA SETENTA & 3

* Patricio Manns: Actas del cazador en movimiento; Miguel León Prado 182 - Fono:556.55.08
Juan Armando Epple; testimonio Casilla Postal: 52.801 Correo Central
* La dictadura me arrebató cinco hijos; Otilia Vargas; Santiago de Chile
testimonio
* El discurso lírico de la mujer en Chile: 1975-1990; F. P. M. R.

269 270
EL TABÚ DEL CONFLICTO ARMADO EN CHILE
fue impreso en los talleres gráficos
de MOSQUITO Comunicaciones,
en el mes de enero de 1995.
Se imprimieron 1.000 ejemplares y en la producción participaron:
Juan Loyola y Rodrigo Flores como prensistas;
Julio Sasmay y Cristian Hernández
como encuadernadores;
Alexis Godoy en pre-prensa.
La distribución y ventas es responsabilidad de
Mario Barra y Patrick Rivera.

271 272
333 333

You might also like