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Nig ere 8 ut Nor[Estacioné frente ala sedeuniverstaia donde estudiaha Beatrz,yme
acerquéaunacasona en cuyofrontsle "Casino" juntoalapuertade
‘entrada conversaban algunos alumnosyatinadeclloslepregunté por
‘Valveede,Alparecer el muchacho teniasu fama, yaquedeinmedisto
‘unos estudiantes me informaron que se encontraba en el interior.
‘Taleomohabla dicho Terese, Pancho Valverde erainconfundibe.
‘lace alo y con una mata rebelde de cabellos rojo cayéndole sobre
los hombros. Me basté una mirada para reconocerio entre otros
alumnos que rodeaban una mesa cubierta de bros, euadernos y
‘envases de bebidas. Inerrumpiendo Ie charla me presenté y antes
‘queterminara de hablar, Pancho se puso pido y sugii6 sentarnos
‘enorosito,partado de sus compafieros de estudios.Lhicimosen
‘una mesa lejana yl ofrecf una taza de calf que él mismo se encarg6
‘decompraren el mesén de atencién dl casino.
No sé nada ~palbuceé una vez que terminé de contarle ml
‘storia. Luego, intents ponerse de pie.
No te espantes tan ripido “Je dije reteniéndolo de un brazo-
Soloestoy hablando sin intencién de poner un fiero en a punta de
unaria,
~Qué quiere saber?
Todo “e contest, y sin mucho entusiasmo me conté que no
haba istoa Beatriz enlos dltimos dias, Confesé queellaleagradaba,
Yue durante un tempo intenté conquistarl, sin éxito.
a