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Independencia, nación y nacionalismo en México.

Un ensayo de interpretación sobre un proceso


multidimensional
Independência, nação e nacionalismo no México. Um ensaio de interpretação sobre um
processo multidimensional
Independence, nation and nationalism in México. An essay of interpretation about a
multidimensional process
Javier Moyano*

Resumen En marzo de 2001 los zapatistas con-


gregaron, en el acto de culminación de una
prolongada marcha por ciudades y pueblos
mexicanos, a cientos de miles de personas en
el zócalo principal de la capital del país. El
objetivo expreso de la marcha zapatista era
la conquista de un conjunto de reivindicacio-
nes de los pueblos originarios. Secularmente
avasallados por una estructura de dominaci-
ón que, de modo creciente, desestructuraba
sus formas de vida, para los pueblos origi-
narios el lento y trabajoso proceso de cons-
trucción de una nación y un estado habían
profundizado aquella situación. Ello era

*
Doctor en Historia por el Colegio de México. Do-
cente e investigador de la Universidad Nacional
de Córdoba (Argentina).

Recebido em: 24/09/2012 Aprovado em: 14/02/2013


http://dx.doi.org/10.5335/hdtv.13n.1.3001

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así porque el proceso unificador había sido primer caso nos referimos a un proceso cor-
dirigido por élites que, en función de sus to, coincidente con la ruptura con el orden
propios intereses y programas, avanzaban colonial y con la guerra de independencia.
sobre la propiedad comunitaria al mismo El segundo, tiene que ver con un lento, ac-
tiempo en que imponían un relato dominan- cidentado y multidimensional proceso de
te en el cual lo indígena quedaba reducido al construcción de la nación mexicana y de
pasado como un ornamento para la naciente emergencia del nacionalismo como ideolo-
identidad mexicana. gía dominante. Este último proceso, aunque
Ahora bien, en 2001 el discurso zapa- reconoce en la ruptura del orden colonial un
tista se dirigía a dos destinatarios principa- punto de quiebre, atraviesa todo el siglo XIX
les. En primer lugar, a la “sociedad civil in- y parte del XX, destacando especialmente
ternacional” como un interlocutor positivo las etapas transcurridas entre la derrota de
para las demandas. En segundo lugar, a los la invasión francesa y la revolución mexica-
mexicanos, colectivo del que, desde su pro- na, y el período de construcción de un es-
pia perspectiva, las comunidades zapatistas tado postrevolucionario durante las décadas
formaban parte plenamente. No había, en de 1920 y 1930.
cambio, alusiones a América Latina pese a El análisis de la independencia mexi-
la común situación de los pueblos origina- cana requiere, en primer lugar, reconocer
rios del continente, tanto respecto al pasado que ésta es producto de un proceso de tran-
colonial como en relación con los agravios sición experimentado por el mundo novo-
sufridos durante los dos últimos siglos. hispano tardío, a la vez que origen de una
Si admitimos que el proceso de cons- nueva transición, para nada lineal, desde la
trucción de la nación mexicana, al compás condición colonial hacia la construcción de
de la inserción en el mundo capitalista y del una nación políticamente independiente.
encumbramiento de una clase dirigente be- También es necesario distinguir los efectos
neficiaria de esa integración, se encuentra en específicos de la ruptura del orden colonial
clara tensión con los intereses y expectativas y las consecuencias de la propia dinámica
de las comunidades originarias, cabe pre- de la guerra revolucionaria. Es preciso, asi-
guntar donde radica la fortaleza de aquel mismo, visualizar la incidencia que sobre
proceso, al punto de que, en la propia lucha los procesos posteriores tuvo el tipo social
por el respeto a la diferencia y al modo de de los sujetos implicados en las guerras de
vida de tales comunidades, una parte im- independencia.
portante de la disputa pasa por la apropiaci- El estudio del proceso de formación
ón y el dotar de un significado distinto a una nacional durante el siglo XIX, en tanto, re-
simbología nacional compartida con el anta- quiere contemplar múltiples dimensiones.
gonista. Reflexionar sobre esta cuestión ha En primer lugar, la emergencia de una na-
sido la principal motivación de este ensayo. ción guarda relación con la configuración
En función de ese cometido nos pro- definitiva de un territorio y, articulado con
ponemos interrelacionar dos procesos. En el ello, con la construcción de un mercado ca-

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pitalista. En segundo lugar, se trata de un jara y, sobre todo, el de Veracruz. En el mun-
proceso en interacción con el establecimien- do de los grupos subalternos, en tanto, una
to de instancias estatales, tanto en lo relati- mayor presencia de la administración colo-
vo a la sanción de una normativa uniforme nial, tanto en lo relativo a presiones fiscales
para todos los habitantes de un territorio, como al control de los espacios de sociabi-
como en lo referente a la capacidad infra- lidad popular, acentuaba seculares tensio-
estructural de hacer cumplir esa normativa nes de la sociedad novohispana. Es posible
y de generar condiciones favorables para el apreciar que el telón de fondo de los aconte-
desarrollo capitalista. En tercer lugar, estos cimientos que siguieron a la destitución de
recorridos se encuentran interrelacionados Fernando VII era una sociedad colonial atra-
con la constitución de grupos dominantes en vesada por tensiones, tanto entre los grupos
condiciones de dirigir el proceso a escala na- de poder y elementos subalternos, como al
cional. En cuarto lugar, dado que la ruptura interior del mundo de las élites. Ese telón de
con el orden colonial encontró su legitimi- fondo contribuye a explicar, en ese contexto,
dad en los principios de soberanía popular la destitución de un virrey por parte de ca-
y representación política, la construcción de marillas de peninsulares en 1808, así como,
una nación guarda estrecha relación con el principalmente, una rebelión independen-
problema del desenvolvimiento de la ciuda- tista, en 1810, con masivo protagonismo po-
danía. Finalmente, en tanto el sentimiento de pular bajo la dirección de un religioso con
pertenencia es un rasgo decisivo, la creación funciones en áreas rurales y, a partir de esa
y asimilación de símbolos y valores compar- experiencia, sumamente crítico de las insti-
tidos es imprescindible para estos procesos. tuciones borbónicas.
Hablar de transiciones previas a la La peculiaridad de constituir la úni-
independencia en el mundo novohispano ca experiencia hispanoamericana en que el
requiere reconocer, en primer lugar, que se movimiento independentista tuvo, en un
trataba de la colonia española más rica del primer momento, características masivas y
continente. Esa condición había permitido la populares, no sólo permite entender las cau-
emergencia de poderosos grupos coloniales, sas de la derrota de este primer movimiento,
agrupados principalmente en torno al ayun- sino también las consecuencias en lo relativo
tamiento y al consulado de la ciudad de Mé- a un retraso de la independencia y, en relaci-
xico. Contra ese poder se orientaron las ini- ón con ello, al influjo posterior ejercido por el
ciativas de la corona, y de sus funcionarios mantenimiento momentáneo del lazo colo-
más celosos, en las últimas décadas del siglo nial en un momento en que, en la península,
XVIII. Esta acción, sin embargo, no se basó el constitucionalismo estaba cuestionando el
en la supresión de privilegios sino en la mul- poder absoluto de la monarquía. Si bien en
tiplicación de sus beneficios, diversificando todo Hispanoamérica la soberanía popular
la existencia de instituciones de antiguo ré- fue el elemento legitimador de los gobiernos
gimen, en especial mediante la autorización independientes, sólo en México las masas
de nuevos consulados como el de Guadala- campesinas representaron, en un primer

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momento, una amenaza de que el control riores de la administración pero potenciados
del proceso pudiera escapar de las manos de y multiplicados por la legislación gaditana,
las élites criollas. Ello explica el compromi- a menudo eran portadores de demandas
so de los criollos con el mantenimiento de de los pueblos, por lo general en torno a la
la dominación colonial ante los movimien- tierra, el agua y otros recursos, demandas
tos de Hidalgo primero y de Morelos luego. difícilmente integrables para los ordena-
Aunque no hay acuerdo en la historiografía mientos que las élites pretendían instaurar,
sobre los factores que en 1821 condujeron podemos entender que el cercenamiento de
a esos mismos criollos a romper el vínculo su autonomía contribuía al bloqueo de tales
con la península, es claro que ello ocurrió demandas. Se potenciaban de este modo las
tras la retracción del movimiento popular. tensiones entre las élites y los pueblos, quie-
Aunque involucraron masas en posiciones nes, excluidos de posiciones protagónicas
subordinadas, a partir de ese momento las en el proceso de construcción nacional, re-
disputas políticas por la dirección del proce- sistían la ofensiva de los grupos de poder.
so quedarían por mucho tiempo restringidas Estas tensiones se agravarían cuando, en la
al exclusivo ámbito de lo notabiliar. Una vez segunda mitad del siglo XIX, las oportuni-
resueltas estas disputas, en las últimas déca- dades derivadas de la inserción en los mer-
das del siglo XIX serían las élites notabiliares cados mundiales, condujeran a los grandes
quienes liderarían la construcción de la naci- hacendados a avanzar sobre los recursos de
ón mexicana. pueblos y comunidades.
Otra marca de la década de 1810 fue la Otras consecuencias interrelacionadas
incidencia de las cortes de Cádiz sobre los de la guerra de independencia y de las lu-
ordenamientos institucionales posteriores, chas intestinas que la sucedieron fueron, al
dado que el vínculo colonial se rompió de- igual que en otras áreas latinoamericanas,
finitivamente en 1821. Entre otros aspectos la destrucción de riqueza y las dificultades
relevantes, fue significativa la incidencia para la desmovilización de las tropas. Mien-
de la normativa gaditana sobre el ordena- tras lo segundo, sin constituir necesariamen-
miento municipal, en especial sobre dos te un factor determinante, alimentaba los
aspectos principales. Por un lado, sobre la conflictos interiores, lo primero constituía
multiplicación de ayuntamientos electivos una clara limitación para que los sucesivos
que, sumamente celosos de su autonomía, gobiernos pudieran resolver exitosamente
contribuyeron a una extrema fragmentación tales desafíos. Todo ello tenía lugar, además,
del espacio mexicano posterior a la indepen- en un momento en que las posibilidades
dencia1. Por otro lado y en sentido contrario de inserción de la economía mexicana en el
al anterior, a partir de la figura del prefecto mundo no tenían aun la significación que al-
como agente centralizador. Si asumimos que canzarían varias décadas más tarde.
los ayuntamientos mexicanos, herederos de Señalábamos anteriormente que el
una antigua tradición colonial de represen- proceso de independencia es producto de
tación de derechos ante las instancias supe- una transición del orden colonial tardío y,

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a la vez, origen de un proceso de transición de desarrollo económico como en lo relativo
hacia la construcción de la moderna nación a la organización de instancias estatales y
mexicana. Corresponde entonces, a la luz de a la consecución de un orden político esta-
las observaciones precedentes, analizar las ble, en otras regiones tampoco estaba clara
principales características de este segundo una pertenencia permanente a una unidad
proceso. común. Centroamérica, que se había unido
La caída de la efímera experiencia im- al ensayo imperial de Iturbide, se separó de
perial vivida por México tras la independen- México tras el fracaso de esa experiencia con
cia ponía de manifiesto, además del carácter la excepción de Chiapas, mientras que Yuca-
quimérico de las pretensiones de alcanzar tán, escasamente comunicada con otras re-
tempranamente un orden estable en susti- giones mexicanas, tuvo un breve período de
tución del orden colonial, otro conjunto de independencia en la década de 1840.
dificultades. El contexto internacional no era El poder de la Iglesia católica constituía
aun un estímulo para la actividad economi- otro fuerte condicionante para las posibili-
ca, mientras la minería, base de la economía dades de fortalecimiento de las incipientes
colonial, entraba en una fase de retracción. instancias gubernamentales. Además de en-
En ese contexto, todas las inversiones euro- contrar en los conservadores un firme aliado
peas orientadas a la reactivación del sector en las disputas por la dirección del proceso,
terminaron en fracaso durante la primera y del ascendiente que ejercía sobre amplias
mitad del siglo XIX. masas populares, la Iglesia disponía de otros
Las permanentes luchas civiles, tanto vigorosos recursos. Entre ellos destacaba la
por proyectos e intereses estructurales en- condición de principal propietaria territorial
contrados como por cuestiones meramente de bienes que no podían ser enajenados. La
facciosas y particularistas, no sólo conspira- propiedad de la tierra interactuaba, en tan-
ban contra la posibilidad de los gobiernos to, con la condición, detentada por la Iglesia,
de estabilizarse en el poder. También eran de principal entidad financiera mexicana.
perjudiciales para las propias perspectivas El formidable poderío económico derivado
de alcanzar una configuración territorial de- de esa doble condición encontraba un com-
finitiva, situación agravada por la inexisten- plemento en la existencia de fueros propios,
cia de un espacio económico común. Ni la con los cuales los eclesiásticos eran inmunes
delimitación territorial de Nueva España ni a cualquier injerencia del poder civil. Todo
el área de influencia del emergente gobierno ello convertía a la Iglesia en un agente mu-
independiente estaban definidos con pre- cho más poderoso que los débiles gobiernos
cisión en el momento en que se produjo la mexicanos y, por lo tanto, la constituía en
ruptura del pacto colonial.2 Con posteriori- una traba a las posibilidades de desarrollo
dad, además de la renuncia a las pretensio- de instancias estatales en condiciones de
nes soberanas sobre el extremo norte en la ejercer su autoridad en el conjunto de un
guerra con Estados Unidos, país que aven- territorio.3
tajaba largamente a México tanto en materia

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Debilidad económica por la retracción co y contra la articulación de un mercado; y
de la economía y por la ausencia de suficien- atenuar el peso de los conflictos políticos in-
tes estímulos en el mercado mundial; inesta- ternos al relegar durante décadas al ostracis-
bilidad política por la existencia de proyec- mo a los conservadores por su colaboración
tos e intereses en disputa, y por el peso del con los invasores. Si bien a la victoria con-
faccionalismo; configuración territorial in- tra los franceses le siguió la lucha entre los
conclusa como consecuencia de la debilidad vencedores, desde mediados de la década
de las instancias estatales y de la ausencia de de 1870, el encumbramiento de Porfirio Díaz
un mercado nacional; presencia de actores como presidente mexicano permitió alcan-
privilegiados con mayor poder que muchos zar una prolongada estabilidad. De la mano
gobiernos; fueron algunos de los rasgos ca- de esta estabilidad, obtenida y preservada
racterísticos que, durante la primera mitad con métodos autoritarios, fue posible alcan-
del siglo XIX, constituían limitaciones para zar significativos logros en materia de orga-
alcanzar un proceso medianamente exitoso nización de instancias estatales, crecimiento
de construcción nacional. Cabe preguntar económico, y unificación de un mercado in-
cuándo y cómo comenzaron a modificarse terno con la consiguiente articulación de un
estos factores. espacio territorial común. La identificación,
La demanda mundial de productos en el discurso oficial, entre el régimen polí-
primarios se expandió considerablemente tico y los intereses de la emergente nación
durante la segunda mitad del siglo XIX. La mexicana, contribuyó a la creación de sím-
resultante reconfiguración del espacio eco- bolos y valores que pretendían apuntalar
nómico mexicano reviste una particularidad un proceso de construcción de identidades
respecto al resto de los países latinoamerica- compartidas.
nos. Ello se debía a que, además de los polos Se trataba, sin embargo, de un orden
derivados de la expansión del comercio ul- oligárquico que, lejos de integrar intereses
tramarino, la vecindad con Estados Unidos, de heterogéneos grupos sociales y regiona-
uno de los principales países industriales les, no sólo no era capaz de hacer frente a la
en esa etapa, implicó que junto a aquellos, considerable fragmentación de la sociedad
otros polos económicos se orientaran hacia mexicana, sino que su programática políti-
la frontera norte. ca contribuía a la desestructuración de mu-
Para que estas oportunidades fueran chas comunidades y pueblos. La revolución
efectivamente aprovechadas era preciso mexicana puso en evidencia la existencia
afrontar otros problemas. La victoria libe- de una miríada de grupos que, aunque uni-
ral en las guerras de reforma en la década dos en la impugnación al porfiriato, estaban
de 1850, y la derrota de la invasión france- animados por una enorme diversidad de
sa en la década siguiente, permitieron, a un demandas, cuyo común denominador era
mismo tiempo, acotar el poder de la Iglesia; la resistencia a algunos de los efectos más
derribar muchas de las trabas precapitalistas dramáticos del proceso unificador empren-
que atentaban contra el desarrollo económi- dido desde el control del estado por un go-

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bierno autoritario, en especial en lo relativo de reforma y la revolución, a exponentes del
a la preservación de antiguos modos de vida pasado indígena, e incluso a la virgen de
y del control de los recursos que hacían po- Guadalupe en una disputa con la Iglesia por
sible esa preservación. Se manifestaba, de la asignación de significado a fenómenos re-
este modo, que la construcción de una naci- ligiosos internalizados por la población.
ón dirigida por las élites porfirianas distaba El conjunto de los grupos subordina-
mucho aun de constituir un proyecto com- dos, y especialmente las comunidades ori-
partido e internalizado por amplias capas de ginarias, aún estaban lejos de alcanzar una
la sociedad. plena inclusión en el orden nacional emer-
Fueron, en cambio, los responsables de gente de la revolución. La fragmentación de
la construcción del estado postrevoluciona- la sociedad mexicana, en tanto, se prolonga
rio, en las décadas de 1920 y 1930, quienes hasta nuestros días, en especial con la exis-
iniciaron un proceso mucho más ambicio- tencia de decenas de grupos étnicos hacia
so de unificación identitaria de una nación. los cuales no se han elaborado políticas de
Ello fue posible mediante varias vías com- integración con respeto de la diferencia. Sin
plementarias. En primer lugar, la construc- embargo, la penetración del estado postre-
ción discursiva de un adversario a través de volucionaio, culminación de un lento proce-
las políticas petroleras. En segundo lugar, so de construcción nacional iniciado con la
la efectiva integración de intereses que per- independencia, ha sido, es posible, suficien-
mitió la cooptación, por parte de partidos temente vigorosa como para que la deman-
gobernantes que se identificaban con el es- da de los pueblos originarios pase, mucho
tado, de dirigentes con ascendiente sobre las mas que por el separatismo, por la inclusión
masas tanto entre los obreros como entre los y por el reconocimiento de su diversidad. En
campesinos. ese contexto, la disputa por otorgar un sig-
En tercer lugar, las políticas educativas nificado diferente a una simbología nacional
que penetraron las áreas más inaccesibles comúnmente aceptada es parte de la lucha.
del territorio con maestros y “misioneros
culturales”. Los maestros no sólo enseñaban
Resumo
sus disciplinas sino que organizaban a la
población en torno a diversas actividades, y Com este ensaio nos propomos a inter-
muchas veces confrontaban con los adversa- -relacionar dois processos. Em primeiro
rios de la nueva situación, fueran éstos ter- caso nos referimos a um processo curto,
coincidente com a ruptura com a ordem
ratenientes, sacerdotes católicos o antiguos
colonial e com a guerra de independên-
caciques. Tales políticas contribuyeron, ade- cia. O segundo, relacionado a um lento,
más, a la propagación de ideologías naciona- acidentado e multidimensional processo
listas con las cuales el régimen se identificó de construção da nação mexicana e da
durante años, y a la construcción definitiva emergência do nacionalismo como ide-
de un panteón nacional que incluía, junto a ologia dominante. Este último proces-
so, ainda que reconheça na ruptura da
los héroes de la independencia, las guerras
ordem colonial um ponto de ruptura,

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atravessa todo o século XIX e parte do 3
San Juan Victoria, Carlos y Velázquez Ramírez,
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