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1. Introducción
En presente ensayo se pretende comprender el proceso que conllevó a una crisis financiera
en la década de los 90 en el Ecuador como producto de la dolarización y una de sus
consecuencias más graves para una nación, la migración masiva de su población hacia
otros países en busca de mejores oportunidades, generando la separación de muchos
hogares ecuatorianos.
La crisis financiera del Ecuador en 1998 sucedió durante el gobierno de Jamil Mahuad y
Gustavo Noboa, en que varios bancos privados de ese país cerraron o entraron a proceso
de rescate financiero pasando a manos del Estado ecuatoriano. Esta crisis está
íntimamente relacionada con el conocido Feriado Bancario. El Sistema Financiero
Ecuatoriano durante los años noventa inició un claro proceso de liberación, bajo un
esquema neo liberal de la escuela de Chicago, promovido en el Gobierno del Arq. Sixto
Durán Ballén y el Econ. Alberto Dahik, con la creación de la Ley General de Instituciones
del Sistema Financiero del año 1994. Bajo este régimen permisivo, la Banca Ecuatoriana
participó en un desenlace caótico que perjudicó enormemente la situación del País, con
la tendencia agresiva de asumir elevados riesgos que derivaron en la socialización de las
pérdidas, por la mala administración y salida dolosa de recursos confiados por el pueblo.
El Riesgo Moral en que se vieron envueltas las Instituciones financieras del País, por la
débil legislación y deficiencia en los sistemas de supervisión y control, provocó una de
las mayores crisis Económicas del País. Las decisiones Gubernamentales y Legislativas
en la década de los noventa, dieron poca importancia a la creación de Leyes Monetarias
y Cambiarias sólidas, que permitan el desarrollo controlado de los Bancos; lo que provocó
que se permitan realizar negociaciones y comercialización de productos financieros con
un alto riesgo; que inclusive por la falta de controles y supervisión en ciertos casos,
terminaron en operaciones fraudulentas y dolosas.
2. Desarrollo
El Ecuador en el año 1999 atravesó la mayor crisis económica de la historia, uno de los
principales problemas que originó la banca privada, fue incurrir en el denominado riesgo
moral, se puso en peligro todo un sistema financiero por las malas prácticas
administrativas y de supervisión que permitían incurrir en negocios, que con mucha
facilidad eran propensos a generar pérdidas en las instituciones bancarias.
Para entender cuáles fueron los alcances de incurrir en el riesgo moral, es necesario
conocer las principales causas y agentes que permitieron la debacle; entre ellos tenemos:
La Crisis Asiática, El fenómeno del niño y la caída del precio del petróleo.
De acuerdo con (Sacoto Ferrer, 2015) La Crisis Asiática afectó el mercado local, con la
caída de los Cinco Tigres Asiáticos: Corea, Malasia, Filipinas, Tailandia e Indonesia,
quienes llevaban un libre mercado muy apegado al Neoliberalismo, modelo de gestión
que empezó a tomar fuerza por los excelentes resultados y grandes réditos que generaban.
Dicho modelo, no era bien visto por el Fondo Monetario Internacional, en 1997 empezó
a fallar, pues existía mucha libertad, tanto así, que permitía devaluaciones de divisas de
forma imprevistas, existía tanta libertad que fueron presa fácil de la especulación y todo
esto contagió a los demás países de la Zona.
Otro factor que influyó en la crisis que se produciría según (Sacoto Ferrer, 2015) fue el
Fenómeno del Niño, éste es un fenómeno climatológico que llega en la temporada
invernal, a inicios del mes de diciembre, para esto, el Gobierno de turno en el año 1997,
no tomó las precauciones del caso, consideraron que existían situaciones mucho más
importantes, lo cual impidió que se tome en cuenta el riesgo, el impacto social y
económico que este fenómeno podía llegar a tener.
Lastimosamente, para este año, el fenómeno del niño arrasó con todo el sector productivo
principalmente de la Costa Ecuatoriana, sectores productivos como el agropecuario y
camaronero se derrumbaron prácticamente en su totalidad, los embates del invierno, eran
tan fuertes que la producción se echó a perder, ocasionando grandes pérdidas muy
cercanas a los 300 millones de dólares.
El precio del barril de Petróleo en el mundo, para este año llegó a cotizarse en US$ 7.5
cifra histórica, por cuanto nunca había llegado a un precio tan bajo, el Ecuador siendo un
país exportador de crudo, se vio afectado por sobremanera. (Espinoza, 2000)
Respecto de los indicadores macro económicos el déficit fiscal que era de – 1.5% respecto
del PIB aumenta hasta - 5.8%. No obstante, el pago de los intereses de la deuda pública
(interna y externa) se incrementan al 7% del PIB. Si al pago de intereses agregamos la
amortización de la deuda pública, las necesidades brutas de financiamiento fueron de casi
el 11.8% del PIB en 1998 y 11% en 1999. De otra parte, el servicio de la deuda pública
total (externa e interna) de alrededor de 16.000 millones de dólares, se aproxima al 50%
de las exportaciones de bienes y servicios no factoriales. En una situación de déficit fiscal
y de alta carga del servicio de la deuda se comprende que, en octubre de 1999, el Ecuador,
sugerido por el Fondo Monetario Internacional y el Tesoro norteamericano haya dejado
de pagar los bonos Brady que luego se extendió a los eurobonos y a la deuda privada.
Detonantes de la crisis:
Como en el resto de países del continente, la crisis financiera estuvo precedida como en
otros países del continente de un "boom" del crédito el año de 1994, a raíz de las reformas
al sistema financiero, la liberalización financiera y el ingreso de capitales. Debido a esta
circunstancia, el crédito creció sobre el 80% nominal (60%real) (Jaramillo, 1999). Esta
tendencia se revirtió, en 1998, una vez que se comenzaron a sentir los efectos acumulados
de la situación económica del país y la caída internacional del petróleo hasta 7,5 dólares
el barril que acentuó la crisis fiscal. En efecto, ante la parálisis del aparato productivo y
la recesión de la economía se empezaron a acumular obligaciones vencidas en el sistema
financiero, lo que determinó que la cartera vencida de los bancos se incremente de 9.3%
en noviembre de 1998, y hasta el 48.5% a diciembre de 1999.
Por esta razón, desde mediados de 1998, se dedicó, de forma cada vez más insistente, a
pedir créditos de liquidez al Banco Central. No obstante, como en noviembre de 1998, el
principal banco del país (Filanbanco), matriz del quinto grupo financiero más importante
(Revista Gestión, Nº 45, mz. 1998) empezó a tener problemas no solamente de liquidez
sino de solvencia, el gobierno de Mahuad, en una jugada que marcaría el rumbo de los
destinos del país, decidió iniciar una "tarea de salvataje". El salvataje de Filanbanco, en
un intento de evitar una quiebra sistémica, le costó al Estado 540 millones de dólares (que
finalmente se transformaron en 800 millones de dólares), a los que habría que añadir
alrededor de 40 millones en créditos entregados a los bancos de Préstamos, Tungurahua
y Finagro, que para ese momento presentaban problemas de solvencia.
El riesgo financiero que obligó al público a retener dinero en los bolsillos no era, en todo
caso, una medida segura. Por esta razón, luego de la crisis del Filanbanco, el público como
protección, empezó a demandar en forma creciente dólares, presionando a la tasa de
cambio. Esta medida unida al hecho de que el sector empresarial y financiero endeudado,
buscó aprovisionarse de dólares para poder cumplir con sus obligaciones en el exterior,
agudizó la depreciación del sucre y determinó que la economía ecuatoriana tendiera a una
dolarización acelerada. (Entre agosto y diciembre de 1998 el tipo de cambio para la venta
pasa de 5.471 a 6.765, y de enero a diciembre de 1999, de 7.245 a 19.848 sucres por dólar;
para la primera semana de enero del 2000, había llegado a más de 26.000.)
Como ya para comienzos de 1999, de otra parte, empezó a ser evidente que las tasas de
interés en los depósitos a plazo tendían a ser negativas en términos reales, a pesar de la
política del BCE de elevarlas nominalmente, la dolarización y la especulación con divisas,
se transformaron en un negocio altamente rentable - conjuntamente con las inversiones
en bienes raíces y el ahorro financiero - en el que se percibieron ganancias por parte de
los diversos sectores de los agentes económicos, entre ellos los sectores productivos y
financieros que habían acumulado divisas, durante 1998. Circunstancias todas ellas que
condujeron a la depreciación del sucre en un 196.6% hasta diciembre de 1999.
Este esquema de desarrollo tuvo resultados positivos en el corto plazo, pero debido a la
mala aplicación de la política económica, por factores externos como los vaivenes de los
precios del petróleo, las dificultades en países desarrollados y, sobre todo, por las crisis
políticas internas en el país, no se lograron resultados en el largo plazo. Con el pasar de
los años, se fueron agravando problemas estructurales en la producción y especialmente
en el ámbito social, dejando secuelas en grandes segmentos de la población que poco a
poco vivió un creciente desempleo, procesos de inflación que condujeron a un paulatino
y sostenido aumento de los precios de bienes y servicios, desatención en los principales
servicios básicos, problemas de vivienda e incremento de la pobreza.
Ya en 1999 la crisis se hizo más profunda en todos los sentidos y el descontento popular
y empresarial se empezó a manifestar en la búsqueda de alternativas que lograran paliar
la situación. Esto condujo a que surja la dolarización informal en varios segmentos como
la compra de vivienda, la apertura de cuentas corrientes y ahorro en dólares, la compra de
automóviles, contratación de profesionales, entre otros. Esto llevó a una fuerte presión en
el mercado cambiario que rompió el sistema de bandas cambiarias volviéndose a un
sistema de flotación de divisas que tampoco dio resultados. (Tomalá Parrales, 2016)
Finalmente se hizo realidad el proyecto de dolarizar la economía, pero esto no logró salvar
al gobierno que el 21 de enero de ese mismo año es derrocado, asumiendo la primera
magistratura el Dr. Gustavo Noboa Bejarano, quien condujo al país a la estabilización y
conversión dentro del nuevo esquema hasta el año 2002 en que culmina su periodo
presidencial.
(Tomalá Parrales, 2016) opina que, “la dolarización creó condiciones de estabilidad. Poco
a poco se fueron nivelando los indicadores macroeconómicos, especialmente la inflación.
Sin embargo, la situación política seguía provocando situaciones adversas. En 2003 fue
derrocado el presidente Lucio Gutiérrez, asumiendo el Poder su vicepresidente el
Dr. Alfredo Palacios, quien terminó su gestión el 15 de enero de 2007.”
Carrillo, M. y A. Cortés (2008) indican. “Desde 1997 hasta el año 2000 confluyen en
Ecuador una serie de hechos políticos, económicos y fenómenos naturales7 que
aceleraron –aunque no en el mismo grado– la salida de ecuatorianos hacia numerosos
países y muy particularmente a España” p.430. Por su parte Ramírez y Ramirez (2005) lo
sintetizan así:
3. Conclusiones
En un contexto internacional en el cual una economía como la ecuatoriana es
particularmente frágil, la crisis de fin de siglo como el país atraviesa no puede ser
explicada, sin embargo, por circunstancias externas. Las causas han sido
fundamentalmente internas. Dentro de ellas la crisis del sector financiero ha sido un factor
determinante, si bien ésta se ha visto agravada por la inestabilidad política de estos
últimos años, la paralización y recesión del aparato productivo y la errática política
económica del Estado.
Los Bancos pésimamente administrados, mantenían el control de todo el sistema
financiero ecuatoriano, pues los entes reguladores estaban siendo dirigidos por
funcionarios que en su momento fueron banqueros o mantenían un alto grado de afinidad
con los dueños o administradores de las IFIS.
La poca supervisión de los entes, provocó el mal manejo de fondos públicos, confiados
por los depositantes del mercado financiero ecuatoriano; el otorgamiento de créditos
vinculados y créditos fantasmas, que terminaron siendo parte de los procesos operativos
dolosos y fraudulentos de los bancos.
4. Fuentes de información
Sacoto Ferrer, R. I. (2015). Análisis de la crisis financiera en el Ecuador del año 1999,
con enfoque en el riesgo moral. Guayaquil - Ecuador.