esc€: Gigkion (gerosismo),
Q
las figuras intelectuales que poblaron el cam,
ral del pais en los tiltimos afios. Esas b:
de los escenarios en el que el propio per
Con rigor y consistencia met
y-el aval de una sélida investigacién de campy
de Mario Amadeo, Carlos Strasser y
Obras de Arturo Jauretche, Juan José Herndndez. Arregui
Ocampo, Ezequiel Martinez. Estrada y los jévenes conton
la empresa intelectual impulsada por Gino Germani,
labor del Colegio Libre de Estudios Superiores, el surgi
iologfa cientifica” y la renova
ivos del proceso de “desperonizacién” posterior al golpe de
1955,
Bingion oonepasy
Aur BY & sapenyaayarut sor
TOUS,
ourstuosed yop uo!
Los intelectuales
encion del peronismoAl transformar este trabajo de una
académico en un
tesis
igico con el
neebido. Para dejar allector la px
a adecuada a sus propios intere-
ses decidt separar del texto central la exp!
discusiones teéricas y colocar el det
ones empiricas én las notas de ca
dice que se incluye al
Igunas
le de varias demostra-
ida capitulo y en el apén-
I del trabajo. 2
1, REP! F
\ONIZACION
PERONIZACION, DESP!
jeron a
yolucion Libertadora habr
discusiones que tuvieron lugar ¢
con el objeto de debatir cl futuro del pais en la nueva etapa,
10 de partida las distintas evaluaciones so-
enes y Ia naturaleza” del fendmeno peronisia, |
tas discusiones eran internas a las 0:
idarias, donde fue comin que dieran lugar a y
formacion de nuevos grupos. Otras eran de carécter pi-
ico: debates y mesas redondas convocadas. por agrupacio-
nes politicas 0 por entidades universitarias, como los centros
de estudiantes 0 las cétedras de algunas facultades. Los invi-
\dos 2 participar en esos eventos comenzaban a ser recono-
cidos como los espccialistas en un nuevo tema: cl peronismo,
Eran los autores de las interpretaciones consagradas en libros
que ganaban, una tras otra, nuevas ediciones. Las referencias
a ales discusiones pueden encontrarse en las obras de carfc-
ter testimonial y en los trabajos que reconstruyen aspectos de
la historia y del “clima” cultural del perfodo posterior a 1955.1
1 Por ejemplo, véanse las descripeiones de Goldar 1980:cap. 4, y
1986b:cap. 4. Véase también el interesante tesimionio
2 case editorial que ereci6 cn la época gracias al
interés por las publicaciones sobre el tema de autores de la "zquierda
5
$$$ cc26 Federico Neiburg
sultados de una serie de mesas redondas en las que participé
un grupo de "especi
Al contrario de lo que sucede con el discutso cientifico y
reflexivo, la eficacia de las representaciones politicas se asien-
ta en buena medida en el éxito con que logran ocultar los su-
puestos subyacentes a su propia construcci6n. Mientras mas
ito es cl cardcter politico de un discurso, mayor es tam-
claridad con que pone en evidencia el sistema de di-
de opinién que lo.sepra de sus enemigos. En este
sentido, el discurso de barricada puede.ser visto como un ca-
nacionalista’: Petia. Li
«el posperonismo, véanse Alvarez 1975:547 y ss. En la produccion de ca-
fcter mis académico pueden encontrarse referencias en Sarlo 1985:2;
Terén 1991:cap. 2; y Sigel, 8, 1991.
recho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en la década
de 1930. fn 1938 fund6 la revista Soly Luna, qui
publicaria diez némeros
decena de otros ensayista
mbién abogados ligados a
icas. Después de apoyar el golpe de es-
jo de 1943 y de participar en el servicio diplomé-
tico, Amadeo terminé rompiendo con el gobierno militar
cuando éste se decidié por una posicién proaliada en la Se-
2 Sobre las estralegias de segregacién propias dela retérica panfle-
lara, ef. Pinto 1984. Sobre las estrategias de descalificacién caracterist-
cas del discurso poliico, ef. Ymonet 1964
3 Pierre Bourdieu (1982:137-140) ha defioido las luchas de clas
cacién como “luchas por el monopolio de hacer ver y de hacer ere
de hacer conocer y de hacer reconocer, de imponer las divisiones leg
timas del mondo social", y, dadas sus pretensiones performatvas, de
hacer y de deshacer los grupos sociales" buscando imponer "una visién
del mundo socal a waves de los principios de division”.