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E: ya perfecto

I: eh…, Juan Pablo, ¿tú hiciste un magister en desarrollo inmobiliario?

E: si magister en dirección y administración de proyectos inmobiliarios, acá en la Universidad de Chile

I: ¿y qué tal, qué te pareció?

E: me pareció iluminador desde el punto de vista, o sea, considerando que yo lo hice cuando estaba en
quinto año de la carrera, entre quinto y sexto año, o sea lo podía hacer cualquier licenciado, pero
todavía no estaba titulado, así que mi aproximación con el campo laboral era bastante limitada en ese
minuto y todo lo que entendía sobre arquitectura, territorio, espacio, el habitar residencial, etcétera,
estaba más bien anunciado a lo que me habían enseñado en pre-grado, por lo tanto participar en este
magister, me abrió de alguna manera un espectro completamente distinto al que se, al que se formaba
en la escuela de arquitectura. Y naturalmente era más profesionalizante, con profesores que estaban
participando del negocio inmobiliario desde distintas posiciones y eso de alguna manera me ayudó a
entender el negocio detrás de la arquitectura, cómo se tomaban las decisiones, cómo se generaba
ciudad, o sea, entender la parte real y cruda de cómo se produce ciudad. Que eso básicamente no te lo
enseñan en la carrera de arquitectura.

I: claro, ¿y cuál es esa parte?

E: esa parte dice que ver, o sea, tiene que ver como a través del mercado la ciudad se va generando
porque aparecen incentivos, normativas que generan oportunidades de negocios para ciertas personas,
empresas e inversionistas que ven en la producción del hábitat un negocio legítimo y a través de eso es
como se concreta un proyecto de arquitectura. O sea, una cuestión que es mucho más, está mucho más
presente de lo que creemos, a ti como arquitecto te forman de alguna manera pensando que hay un
cliente que te va a pedir un proyecto, tu lo diseñas y punto. Y eso en la realidad ocurre muy pocas
veces, ocurre en ciertas elites, donde tienen la posibilidad de tener mandantes o personas que te
encarguen un trabajo directamente porque tienen suficiente dinero para financiarlo. Pero en un
contexto social, donde tienes un ochenta por ciento de la clase media que no tiene la capacidad
suficiente como para financiar eso directamente, y más todavía, los que están en el segmento socio-
económico más vulnerable, menos tienen aún, que nuestro sistema, el único mecanismo que existe y
también hablando de vivienda social, es a través del ejercicio inmobiliario. Entonces para mí, en ese
sentido, la participación en este magister, fue revelador en cuanto entender el procedimiento detrás de
la producción del hábitat. Independiente del juicio que uno pueda tener de ellos o de algunas prácticas.
Entonces, en ese sentido aprendí eso, aprendí las lógicas detrás de la producción de la ciudad

I: y dónde está el arquitecto ahí, porque está en varios lados dijiste

E: puede estar en muchas partes, em…, socialmente se asume, se cree y se entiende que los arquitectos
están en esa posición que se traduce en un sueño, en un encargo, en una demanda, en una necesidad, en
una estructura físico-espacial. A través de planos, dibujos, un proyecto desarrollado con
especificaciones, materiales, etcétera. Eso es lo que socialmente se entiende y se supone. Que no es
falso, es así, y eso es lo que nos enseñan en la carrera, sin embargo los arquitectos se desempeñan en
muchas otras posiciones, en todo este sistema de producción del hábitat, o sea, el arquitecto puede ser
un desarrollador inmobiliario. Y muchos lo son, y básicamente lo que hacen muchos de esos
arquitectos básicamente es ni siquiera desarrollar el proyecto sino que ver un terreno, averiguar su
normativa, ver si ahí se podría hacer más de lo que ahora hay, calcular si lo que ven en ese terreno, más
lo que les costaría construir ahí sería un buen negocio si después pueden vender lo que eventualmente
van a construir ahí, hacer un proyecto. Van a un banco, consiguen el financiamiento, si el banco cree
que es una buena inversión compran el terreno construyen y venden. Entonces, todo ese mecanismo
también puede ser ejercido por el arquitecto. O también están los arquitectos que participan en la
construcción y que básicamente tampoco diseñan, va una constructora y le dan el encargo de hacer esto
y lo hacen. O por otro lado están los arquitectos que son la contraparte del sector público para avisar y
aprobar estos proyectos, los revisores, los directores de obra y de los gobiernos locales. O están los
otros, que están en los Servius, en el ministerio que son los encargos de cofinanciar estos proyectos a
través de subsidios y que trabajan a través de estos programas. Son menos los que toman las decisiones
de que hayan un programa o no, ahí los arquitectos tienen menos poder de, de acción. Y bueno
también están todos los arquitectos que participan de la planificación urbana. Entonces, que define lo
que se podría hacer en un lugar o no, entonces, en estricto rigor un arquitecto podría estar tanto del
lado público, del lado privado, muchos de ellos, también están desde el lado ciudadano como
ciudadanía informada y activa, incluso desde el activismo, cuando ven que un proyecto inmobiliario o
un cambio en el plano regulador pudiese atentar contra sus intereses, también muchos de los que
lideran estos grupos son arquitectos. Naturalmente porque están más entendidos en la norma
urbanística, o todos los procesos que pudieran afectar y tienen un poco más la capacidad de prever lo
que podría pasar con un cambio normativo o con el desarrollo de un proyecto inmobiliario. Entonces,
en síntesis, están en todas partes. En algunos lugares con más o menos poder

I: ¿por qué crees tú que esa multilocalización de un conocimiento experto en este caso?

E: primero porque tenemos las competencias suficientes como para abordar esos puntos. O sea,
nosotros somos, pertenecemos a una disciplina que no se encasilla estrictamente en un área del
conocimiento, sino que es una disciplina de alguna manera, articuladora entre las ciencias, las
humanidades y la técnica. Tenemos un poquito de todo, entonces por formación nosotros tenemos
distintas perspectivas para analizar los fenómenos, los fenómenos del habitar y naturalmente las derivas
profesionales una vez que tú estás titulado y te haces arquitecto puedes sin mayor problema tomar
alguna de ellas. O ser un funcionario público, o ser un constructor, o ser un desarrollador inmobiliario,
o ser un académico, o ser un activista, o ser un diseñador proyectista. Entonces, es por una cuestión de
la disciplina de hecho muchas veces se dice un poco a pito de broma, un poco que nosotros somos
profesionales que tenemos un océano de concomimiento, desde las ciencias, las humanidades, la
técnica, pero con un centímetro de profundidad, o sea sabemos muchas cosas, en muchas áreas
distintas, pero con poca densidad. Entonces yo creo que eso permite que los arquitectos se manejen en
estos distintos roles

I: la idea de un arquitecto siempre se asocia más como al diseño, o sea, en la imagen general, ¿frustra el
tema de alejarse del diseño? ¿o se siente como algo natural igual?

E: frustra desde el punto de vista, em…, de las expectativas una vez que los arquitectos egresan y se
titulan. Porque el estereotipo del arquitecto que se forma en las universidades tiene que ver con el
proyectista diseñador, los referentes que se ven en la universidad y que socialmente es ese tipo de
arquitecto. Los profesores más destacados que tú tienes están en esas áreas, entonces, y los ramos más
importante tienen que ver con ese ejercicio, por lo tanto, los estudiantes una vez que se titulan y se dan
cuenta que en realidad el campo laboral de los arquitectos no es solo ese. Incluso, ese es el campo
menos, que menos emplea, ahí a todos nos pasa, me incluyo, hay un choque entre la realidad y lo que te
dijeron que esto iba a ser. Entonces, naturalmente hay algunos que lo entienden y lo asimilan rápido y
otros que no, todavía tengo compañeros de mi generación que están luchando contra eso y buscando el
sueño de ser el gran arquitecto diseñador de edificios, versus otros, que mi caso, entendimos eso un
poco antes. Yo empecé a investigar distintos tipos de ejercicios y derivas profesionales cuando estaba
en quinto año, mi tesis de licenciatura tuvo que ver con eso, pero en general ocurre eso. Que hay un
choque con la realidad y lo prometido y pasa eso de la frustración. O sea, pasa mucho también que hay
profesionales que no se están dedicando que esto que socialmente se supone que tienen que dedicarse
los arquitectos que se les menosprecia, se les menosprecia desde la universidad o desde estos círculos
más cerrados, casi como arquitectos que no tuvieron dedos pal piano. Eso es súper grave, porque o sea
lo mejor que pudiera pasar es que hubiéramos arquitectos en esos roles, si no estuviésemos no
podríamos contrarrestar todo este mecanismo, este sistema de producción del hábitat

I: ahora en relación a eso, tu mencionaste que igual el mercado laboral es como difícil, y uno lo que ve
es que caleta de construcciones y procesos de construcción. Por lo menos en esta parte de Santiago. ¿Se
emplea menos arquitectos en el diseño, o sea, perdón, se requiere menos el arquitecto en los diseños
actuales? ¿Se usa más la réplica, la tipología?

E: claramente hay varios aspectos del diseño y de las habilidades del diseño y proyectistas que son
menos importantes cuando se trata de desarrollo inmobiliario de reproducción masiva de una tipología.
Evidente eso. Sí se necesita saber de habilidades proyectuales, pero, fundamentalmente aquellas que
están relacionadas a la traducción o interpretación de lo que establece la normativa

I: ya

E: entonces, el mercado inmobiliario, aunque a veces se diga lo contrario, está muy regulado, está súper
regulado, desde los materiales que se utilizan, la norma urbanística, la norma obligatoria, la norma de
seguridad, de instalaciones. Hay mucha normativa que hay que considerar en el diseño, por lo tanto, esa
contraposición entre sacar la rentabilidad máxima a un terreno que significa ocupar todo, sin vulnerar la
norma, hace que el espacio para la creatividad, el espacio para pensar estructuras espaciales distintas,
para pensar un diseño que tenga una propuesta arquitectónica se hace muy difícil. Porque tengo que
sacar los máximos metros cuadrados construidos, el máximo cantidad de unidades habitables, con una
serie de restricciones, por lo tanto ahí se diseña, pero con mucha menos libertad que en un caso donde
tenga holgura. Entones, acá no hay holgura, y eso hace que se utilice mucho menos habilidades
proyectuales y sobre todo creativas, y como son tanto de extensión como en densificación, como
básicamente lo que se hace es la repetición de un modelo, por ahí se reducen costos. Que se repitan no
tiene solo que ver con que es más fácil de construir, que naturalmente eso abarato muchos costos, sino
que también, con el diseño, el diseño también hay que pagarlo. Y es que las viviendas en extensión
básicamente se utiliza siempre la misma planta de la vivienda, se aumenta un dormitorio o no, pero la
distribución entre el baño y la cocina son, es una réplica que se tiene que ir ajustando a las condiciones
legales de cada terreno

I: en relación al ejercicio de diseño y el tema de la réplica, qué se yo, la distribución: baño, cocina,
dormitorio, igual es como bien, bien anterior. O sea, cincuenta, sesenta como que se estabiliza un
modelo programático y de ahí ¿se desarrolla el tema con eso es que tiende a ser muy estandarizado el
proceso arquitectónico a relación a eso?
naturalmente sí, o sea, se a estandarizado excesivamente, más de lo conveniente, por razones de costo,
o sea, entre más estandarizado la solución sea, más barato va a salir, o sea, por otro lado hay, esa es una
discusión interesante, porque se cuestiona mucho ese tipo de diseño

I: hm

E: pero si pensáramos en nuestra mismas ropas, en nuestro inmobiliario, son objetos estandarizados
que si no lo fuesen su precio sería el triple o cuatro veces o cinco veces si tuviésemos la silla exclusiva
del diseñador que se hizo una vez. Lo mismo, tu camisa, mi camisa, etcétera. El que se haya
estandarizado un producto permite aumentar el alcance a una mayor proporción de la población porque
disminuye sus costos. El problema está en que es un producto, comillas, como se le menciona en el
mundo inmobiliario a una vivienda, se le denomina como un producto, que en gran medida determina
tu vida. Tu forma de vida, tu manera de habitar, tu calidad de vida, o sea, tiene un impacto inmenso en
la calidad de vida de las personas que ahí uno se pregunta, si vale la pena que podamos acceder a ellos,
porque son de menos costo, gracias a que fueron estandarizados si la consecuencia va a ser una
estandarización de mi propia manera de vivir

I: hm

E: esa es una discusión que se podría dar, y por qué lo planteo, porque el tema podría se mucho más
grave aún. Dado que para la industria es mucho más rentable, es mucho más conveniente la producción
en serie

I: hm

E: que no está en discusión en el desarrollo inmobiliario local chileno, ya sea en extensión o


densificación, dado que es más conveniente, se tiende a estandarizar las soluciones habitacionales. Y la
única, única diferencia que tú podrías llegar a tener, que es cuando se habla del programa de que es
cuántos dormitorios tienes. Ya, tienes un dormitorio, dos, tres, cuatro y después más arriba de eso son
muy poquitos. Y uno o dos baños. Eso responde a este enfoque de la estandarización para disminuir
costos, pero eso te repercute en una estructura demográfica y una configuración familiar
predeterminada por el mercado y también por el Estado, nosotros vemos en un curso, siempre
menciono que si tú tienes una familia extensa, donde vives con tu abuelo, un tío, un primo o no sé qué,
porque decidiste vivir así como familia no vas a encontrar una casa para esa familia ni en el mercado ni
a través del Estado. Y existen esas familias, existen en la figura del allegamiento, existen esas familiarias
por el crecimiento informal de su vivienda, existe porque ellos mismos se las tuvieron que arreglar con
sus propios recursos. Si tienes mucha plata sí, podemos contratar a un arquitecto y diseñamos una casa
para este tipo de familia específico. Pero eso es carísimo, entonces por un lado quienes solucionan eso
son los que tienen mucha plata y se lo pueden financiar, o los que tienen por autoconstrucción y un
crecimiento informal de su vivienda. Pero lo formal, entregado por el mercado o el Estado no reconoce
esas estructuras familiares, por lo tanto se podría inferir que lo propuesto por el mercado y el Estado
que es lo que cubre el ochenta por ciento del consumo de vivienda en Chile está condicionando nuestra
manera de asociarnos como personas, de estructura familiar, de estructura demográfica, etcétera.
Entonces la pregunta tuya es por qué está pasando eso, es básicamente porque es más fácil ofrecer un
producto que es seriado que a que uno personalizado

I: ahora, tú viste ese tema del allegamiento


E: hm

I: en una situación que por decirlo así, implosiona ese modelo serializado de distribución espacial, o sea,
cuando yo ya tengo qué se yo, cuando viene otra familia a allegarse a mi casa, y obviamente la densidad
de personas no se condice con el diseño original y qué sé yo, entonces tu empezaí a poblar, y eso se
estabiliza, igual, o sea, lo que voy, ¿la gente igual ocupa más si se llega, rompe esa distribución, esa
lógica de familia de dos personas, la rompe, eso tu lo consideras más, más común hoy día que ayer.
¿Crees que está aumentando?

E: la situación de allegamiento existe desde siempre podríamos decirlo, desde los pueblos originarios
entorno a una ruca que no existe la connotación de una familia concebida por padres e hijos, sino que
eran más bien clanes, grupos familiares extensos que habitaban la misma estructura con techo y con un
fogón. O sea, se compartía un espacio entre distintos familiares y de acuerdo a las circunstancia se iban
acogiendo y ayudando, etcétera, etcétera. O sea, ahí podríamos decir que eso es una forma de
allegamiento, en la colonia se habla del cuarto redondo o los conventillos, que son situaciones que tú
tenías un baño y una cocina para una serie de habitaciones y compartían el baño y la cocina y eso ya era
una figura de co-residencia y podría asociarse como un allegamiento que hacían distintas familias para
compartir un mismo espacio, lo mismo que el cuarto redondo. El allegamiento siempre ha existido
como un fenómeno, una casa colonial chilena, una casa con tres patios, donde en el patio del fondo
vivía el jardinero, la cocinera, todos los sirvientes de la familia, en el patio central toda la familia
propietaria en su forma extensa, con abuelos, con tíos, nietos, hermanos, primos, etcéteras y el primer
patio era más bien funcional y comercial. Entonces era una sola estructura habitacional, una sola
vivienda, que era compartida por los propietarios y si lo asemejamos ahora, como al núcleo familiar y
todos sus allegados, allegados familiares y allegados sociales

I: hm

E: allegados y podríamos decir, socio-laborales, que eran los empleados que también vivían ahí,
entonces el allegamiento siempre ha existido, lo que pasa es que se masificó e instaló en la discusión
como un problema de política pública durante los años ochenta, fines de los setenta y sobre todo en los
ochenta. ¿Por qué? De hecho, ahí se acuña el término: allegamiento y los allegados, y es porque en todo
el proceso de transición de economía basada en la agricultura a una basada más en la industria y los
servicios del siglo pasado, las ciudades empiezan a traer más población, y esa atracción de población
empieza a ser colapsar la insfractuctura instalada desde las ciudades y empieza a ser evidente el déficit
de vivienda, entones la gente llega y empieza a hacer campamentos. La figura del campamento, si bien
fue ilegal, no era permitida, era aceptada, era toleraba, sobre todo por los gobiernos de Frei Montalva y
Allende. Era una figura ilegal pero era toleraba, incluso, en algunos casos se habla que era estimulada. Y
aparece algunos programas para formalizar esto: la operación tiza, la operación sitio, que era dar el lote,
el terreno con alguna infraestructura básica. Pasa que con el golpe militar, naturalmente un gobierno
autocrático, o sea, autócrata en el fondo lo que hace por sobre todas las cosas es tratar de cumplir lo
que ya está dicho en la ley y inventarse las leyes que le den más poder y más autoridad. Entonces,
naturalmente en ese periodo a contar del golpe de Estado, se ejercicio el derecho de erradicar las tomas.
Y sobre todo las tomas que estaban a nivel centrales y pericentrales, llevarlas a la periferia, entonces la
toma, la ocupación ilegal de un terreno, dejó de ser una vía factible para los segmentos más necesitados,
para quienes necesitaban acceder a una vivienda, ya no tenían la toma como un vehículo para acceder a
la vivienda. Entonces, qué paso, que la gente seguía llegando a la ciudad, seguía creciendo
demográficamente, qué ocurrió ahí, se tuvieron que allegar. Era la manera políticamente correcta de
acceder a una vivienda. Porque si se tomaban un terreno iban a llegar los carabineros y me iban a sacar,
que los carabineros, los militares. Entonces, allí aparece el allegamiento, explota, se masifica. Se hace
mucho más común de lo que era antes, esta situación que siempre ha ocurrido, ahora se transformó en
un fenómeno social y en un problema de política pública. Y por eso aparecen los estudios, libros,
artículos del allegamiento. Durante los años ochenta es cuando más se estudia este tema. Y, ya como
solución durante los años noventa, también sigue muy patente el tema de los allegados porque una vez
que recuperamos la democracia, todos los allegados, o sea, no todos, la gran mayoría de los allegados se
organizaron, se agruparon y ejercieron presión en los primeros gobiernos de la concertación,
asumiendo que como ya estábamos en democracia, en el fondo tenían mucho poder que antes, y si no
le daban viviendas iban a hacer tomas. Entonces, a estos primeros gobiernos de la democracia cristiana
no les hubiera convenido tener una explosión de tomas que tampoco podrían reprimir, porque si las
reprimían iba a ser muy políticamente incorrecto, entones qué pasó durante esos años, se produjo
mucha mucha mucha vivienda en poco tiempo. Y naturalmente, como era mucha en poco tiempo fue
de mala calidad y mal localizada para satisfacer las necesidades de los allegados, que era una olla a
presión, que venía de los años ochenta. Entonces, eso repercute en la política habitacional y en los años
donde más se construyó fue en los noventa, con los problemas de a fines de los noventa como por
ejemplo de las casas Copeva. Claro, entonces, ahí está un poco la explicación de por qué el allegamiento
de alguna manera explota como fenómeno o se considera como fenómeno en los ochenta y en los
noventa

I: ¿cuando tú hablas de co-residencia, es una figura distinta al allegamiento?

E: es un enfoque distinto, de cómo se considera el allegamiento. Porque el allegamiento es básicamente


la asociación de dos o más grupos familiares que viven en una misma vivienda o un mismo terreno.
Donde uno de esos grupos es el propietario, y el otro, o los siguientes grupos son los allegados. Qué te
dice esa definición del allegamiento, que esa es la definición consensuada académicamente, y la
literatura eso significa el allegamiento. Y desde las políticas públicas también. Entonces, ahí, qué te dice
esa definición, que hay una relación de subordinación entre el allegado y el propietario, hay una relación
vertical, de dependencia, que quienes son dueños de la vivienda y el terreno y quienes necesitan de esto
para vivir ahí. Y por esto mismo que te contaba que ocurrió durante los años ochenta y los noventa,
una explosión del fenómeno, del allegamiento de los ochenta y una masificación de soluciones de
viviendas sociales orientadas a esto, es que el concepto de allegamiento se asoció a demás de esto a una
situación de pobreza. O sea, allegamiento era igual pobreza

I: hm

E: o sea, si estás allegado eres pobre y hacinado, por lo tanto se le dio una connotación negativa,
peyorativa a la situación de allegamiento y desde la política pública, automáticamente se entendiendo
que el allegamiento era un indicador de déficit habitacional, el allegado automáticamente es un sujeto de
subsidio, automáticamente es un sujeto que me indica una unidad más en el parque, en el agregado de
unidades que se necesitan construir. O sea, el allegamiento como reflejo del déficit habitacional.
Condición negativa, se refiere a un problema, define una necesidad, y cuando yo hablo de co-residencia,
quiere decir que el allegamiento también es una forma de vivir, es una forma de habitar, es una
dimensión distinta que no está necesariamente asociada a la pobreza, Consuelo Agrado, una socióloga
que ha investigado este tema es de las que menciona que el allegamiento es transversal a las clases
socio-económicas, por lo tanto, uno puede inferir de ahí que si es transversal a las condiciones socio-
económicas, no es una cuestión sólo de supervivencia e imposibilidad de acceder a la vivienda, también
es una manera de decidir vivir así. Y por otro lado, en las investigaciones que hemos hecho nosotros
hemos descubierto que las situaciones de allegamiento generan muchos beneficios para las familias en
esa dinámica. Sobre todo en relación al capital social, a la colaboración mutua, al apoyo, al tener redes,
al colaborarse en su diario vivir. Entonces, uno puedo identificar en una dimensión, dos tipos de
allegamiento: el funcional y el disfuncional. El disfuncional nosotros lo clasificamos así cuando tú tienes
estos grupos que están viviendo en una misma vivienda o terreno, y tienen mucho conflicto entre ellos.
No se hablan, no comparten, no se colaboran, se odian, pelean, hay constantemente tensiones. Ellos
están viviendo ahí porque no tienen, porque no les ha salido el subsidio, porque, o sea, lo único que
quieren es irse. Ese es el allegamiento disfuncional. Mientras que el allegamiento funcional, es cuando tú
tienes distintos núcleos familiares o incluso distintos hogares que se hacen mutuamente dependientes
ya. Y donde no hay una relación subordinada, ni vertical, sino que a veces pasa lo contrario, que es una
pareja de ancianos dependen de los allegados que son sus nietos o que son sus hijos con familia que
tienen capacidad laboral y que son los que traen en el fondo los recursos a la familia y que pueden vivir,
entonces ya hay una relación de mutua dependencia, más horizontal, hay convivencia, hay conveniencia.
Y por lo tanto, los dos son allegamiento, en ese segundo caso, es cuando nosotros hablamos de co-
residencia. Primero, para desmitificar la connotación negativa del allegamiento, y segundo, porque al
hablar de co-residencia tu no estableces a priori esa relación de subordinación. Cuando hablas de
allegamiento, solo por el hecho de decir allegamiento es que uno se está allegando a otro, cuando hablas
de co-residencia, no estableces esa relación jerárquica de un grupo sobre otro. Entonces, la co-
residencia es un tipo de allegamiento, en la cual, este se hace funcional y conveniente para todos los
grupos familiares que conviven.

I: sí me llamaba la atención ese tema, porque igual es interesante el desmontaje del concepto de
allegamiento que están realizando y también es interesante como lo situaban, porque el allegado es eso
que incluso coincide con un registro literario de ahora último, de un escritor que escribió una novela de
un escritor que escribió una novela que se llama Allegados

E: ah sí sí

I: claro y la novela está situada donde tú dices, en los ochenta, y allí aparece digamos el allegado. Pero
co-residencia, se han tenido modelos anteriores, entonces me llama la atención que coloques
allegamiento, la co-residencia como un modelo de allegamiento más funcional y no al revés, no la co-
residencia como un concepto más histórico digamos

E: entonces, ahí depende del enfoque que lees. Ponte tú, cuando yo te hice esta descripción histórica de
situaciones de allegamiento, en el fondo, de uno o ve desde el punto de vista de lo positivo, son
modelos de co-residencia

I: claro

E: o sea, la familia mapuche es una familia que vive en co-residencia

I: claro

E: es una familia extensa, que no define la unidad habitacional de acuerdo al núcleo familiar

I: que tiene que ver con eso, claro


E: a ver si uno no asumo que el allegamiento está determinado, el allegamiento tiene como base a la
familia mononuclear

I: sí

E: todos los ejemplos que te dí, serían con allegamiento porque están considerando familias extensa,
casas que tienen más de un grado de relación de parentesco. La familia mapuche, la vivienda en la
colonia, la familia donde había más relaciones sociales, o sea, donde existía el compadrazgo, y que
vivían juntos. Entonces, había un allegamiento social y que había un tipo de corresidencia, porque de
alguna manera era una decisión que ellos tomaban, o sea, el vivir en la familia extensa en la colonia no
era una cuestión por pobrezas, o sea, las casas que yo te describí son las casas aristócratas. O sea, ahí no
había un problema de lucas ni de plata, era una decisión de vivir así. Que ese también es un modelo de
co-residencia, y después, esos modelos de co-residencia a principios del siglo pasado y a fines del
anterior, se vieron manifestados situaciones de extrema pobreza. Lo que te decía, el cuarto redondo, el
conventillo, el cité, se podría decir que es una forma de co-residencia pero que comparten bien poco. Y
podemos hablar, si traducimos eso, una manera de co-residir, es en la co-propiedad. Y que es la
edificación en altura, donde tú tienes que compartir ciertos espacios con ciertas unidades habitacionales
y con otras familias. Si en el fondo, la co-residencia la podríamos definir como aquella situación donde
distintos grupos familiares comparten espacios que definen tu vivienda

I: hm

E: eso puede ser como compartir el cien por ciento, como la ruca mapuche, como un espacio de cinco
núcleos familiares viviendo ahí. Es como el máximo de la expresión de la co-residencia. O el mínimo,
que es en este conjunto de co-propiedad que lo que compartes es el pasillo, la terraza, porque los
quinchos los arrienda cada uno, entones queda afuera. Pero el patio, o sea, hay ciertos elementos de
esas unidades habitacional que son compartidos por distintos grupos. Lo que pasa, es que está tan
mercantilizado el conjunto habitacional co-propiedad inmobiliaria, que a pesar de tener espacio de uso
y goce común. De la comunidad de co-propietarios, se utiliza de manera individual, o sea, no son
espacios para congregar a la comunidad donde ellas comparten y se encuentran. O sea, los quinchos,
cada vez más tú tienes que pagar incluso pagar por utilizarlo, o sea, eso hace diez años no se veía, eso
hace cinco no se veía. O sea, lo reservabas que ya también era un acto de individualización de ese
espacio que era común. Y antes de eso, los primero, bueno los usaba quien podía, pero las normas de
convivencia. La propia individualización, o el deseo de individualidad de los propios habitantes fueron
haciendo que estos reglamentos fuesen transformándose hasta llegar a espacios que son comunes, pero
que siguen siendo utilizados individualmente. Pero también es una forma de co-residencia, porque están
compartiendo algunos espacios, que son súper pocos, pero con distintos grupos familiares. Es la
mínima expresión, porque, la co-residencia no se trata de que sea una cuestión binaria. No es que es, o
no es. Hay distintos grados de co-residencia

I: claro, hay una relación que tú estableciste entre familia monoparental y vivienda. Digamos, uno para
uno. Y que de alguna manera el allegamiento lo rompe, o sea, estaba pensando por ejemplo cuando es
uno, la (…) lo diseñó más prácticamente, pero pensaba, que se le podía mover algunas pared adentro,
de manera que podía acoger

E: una familia más grande


I: claro, pero ¿cuándo se da que se estabiliza esa relación entre uno y uno? O sea, una familia tiene una
casa

E: en la medida en que se masificó la producción de vivienda

I: ya

E: que fue a partir de fines de los cincuenta y los sesenta. Anterior a eso las políticas habitacionales en
Chile eran situaciones, desde el contexto de ahora, excepcionales. Donde el Estado construía, donde el
Estado diseñaba. Y por eso cuando uno ve los primeros conjuntos habitacionales uno puede advertir
que básicamente son diseños para ese lugar, para esa comunidad, para esa persona, para ese predio. Y
por eso se hablaba tanto de la vivienda pública de primera mitad del siglo pasado. Lo que tiene un sesgo
también. Porque lo que se producía era mucho menos, y la vivienda que se hacía no era exclusivamente
para los grupos más vulnerables. Sino que era vivienda pública, cajas de empleados, etcétera. Entonces,
naturalmente la calidad de esa vivienda era mucho mejor, porque habían más recursos por vivienda que
se construía menos y los segmentos socio-económicos en el cual estaba dirigido era un espectro mucho
más amplio que el de ahora. En los cincuenta y en los sesenta, producto de la migración campo ciudad,
por lo avances médico, por el aumento demográfico, por la creciente necesidad de tener más vivienda,
es que se empiezan a utilizar políticas públicas orientadas hacia la masificación de la vivienda. Y por el
mismo tema que hablaba en el principio, esa masificación de la vivienda, instó a un diseño institucional
para la producción masiva de vivienda, ya. Empezó a incluir el aporte privado tempranamente, donde
había excepciones fiscales, o sea, un subsidio a la oferta de manera tal que el privado también produjera
vivienda. Y el privado, naturalmente, siempre lo va hacer con una visión rentista que va a producir en el
fondo lo que le genera mayor ganancia, y detrás de eso está la producción industrializada y seriada. En
el fondo con una sola tipología que repercute en un acondicionamiento, en cómo se estructura la
familia. Entonces, eso se va intensificando a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado con la
producción masiva de vivienda. Y eso es lo que genera la estandarización y la tipificación de la unidad
habitacional, con la consecuencia que ya hemos considerando. A pesar de que incluso las familias más
vulnerables son las que tienden a vivir en el formato de familia extensa y que eso a mí me parece que
tiene un lado súper perverso. No es que la política habitacional haya querido destrozar la familia, era la
manera rápida de proveer viviendas a muchas unidades, entonces, y por qué las familias más
vulnerables desean vivir así, porque bueno tienen tan pocos recursos que acumulan capital social. Y son
más solidarios, se colaboran entre ellos, cocinan para todos por lo tanto, vivir bajo esa figura en co-
residencia es más conveniente. Pero la política habitacional como está diseñada para dar mucha
vivienda estandariza rompe esa figura familiar, los empobrece más, que eso es peor. Porque los lleva
lejos, donde el suelo es barato, y los separa de sus familias, de sus abuelos, de sus tíos, de sus etcétera
que los enriquecen socialmente

I: ahora, por ejemplo el caso de migrante, que viven en una misma unidad de vivienda. No es una
misma familia, probablemente hay un tipo que arrienda, o una tipa que arrienda pero viven en una
misma unidad de vivienda, por tanto hay una separación, de acá del centro que son grandes, etcétera.
Ahora eso, cabría dentro de una co-residencia, ¿cierto?

E: sí pos, es una manera de co-residir


I: ahora, otro ejemplo, para poder vincularlo. El grupo de jóvenes profesionales, muy jóvenes
profesionales que viven en una residencia, y qué se yo, arriendan una casa y viven juntos, que también
se da digamos, también sería un modelo de co-residencia

E: sí

I: ambos modelos no son familiares, pero se dan por vínculos

E: no hay un vínculo sanguíneo

I: claro

E: pero hay un vínculo social, y que o sea, es otra figura de la co-residencia que dicho sea de paso, no es
obviamente la misma forma, porque la lógica que se constituye es muy distinta, la co-residencia, cuando
se basa en los vínculos sanguíneos, en los vínculos sanguíneos entre los distintos integrantes y grupos
familiares, es un proceso paulatino, natural y lento. O sea, a no ser que sea una emergencia, una familia
que se le quemó la casa y llegó acá y todo el cuento, las familias no caen del cielo. O sea, más si hay una
güagüa, crece, se hace niño, adolecente, se emparejó con alguien, tuvieron una güagüa, crecieron, el
ciclo familiar es increíblemente cambiante. Y se va expandiendo dependiendo del ciclo de vida, se van
emparejando, van creciendo, teniendo hijos, se emancipan. O sea, es muy paulatino y es por decirlo, de
un cambio natural en la evolución y cambio de roles de cada uno de los integrantes de la familia.
Mientras que las otras dos formas que has mencionado, la de los inmigrantes y la de los jóvenes
estudiantes o profesionales que deciden compartir un departamento, es por decisión asociada a una
decisión laboral o de estudios

I: hm

E: o sea, hay un acuerdo previo y mutuo. O sea, hay un casting, en el fondo cuando alguien está
buscando entrevista y no sé qué, entonces, es una dinámica completamente distinta pero responde con
la misma estrategia para aumentar, yo diría así, básicamente su capital social. Gracias a una relación de
contactos y con reciprocidad, con colaboración mutua disminuyen su costo de vida y por otro lado
enriquecen ciertos elementos de su dinámica cotidiana por vivir con otros. En el caso de las familias
extensas con vínculos sanguíneos es porque comparten ciertos roles de la vivienda, una persona cocina
comida para todos, o los más viejos quizás que ya no están trabajando cuidan a las güagüas y los otros
pueden salir a trabajar. Porque si vivieran solo no tendrían quien cuida a la güagüa y alguien se debiese
quedar en la casa y no podrían trabajar los dos papás. O más bien, cuando los viejos están muy viejos
los adolecentes los cuidan y no hay problema que queden solos, la casa está cuidada siempre. O sea,
existe ese tipo de relaciones que aumenta el capital social, mientras que en los jóvenes que comparten
un departamento es mucho más instrumental. El hecho de vivir juntos y tener la confianza de
compartir un baño o algo, les permite abaratar sus costos de arriendo. O tener a alguien con quien
conversar, no viven solos, o hacen más fiesta en el fondo. Y por otro lado el inmigrante es más
instrumental. Tiene que ver con que si yo estoy dispuesto a compartir esto con los otros voy a pagar
mucho menos en el arriendo y aparte me haré una red de contacto para buscar trabajo, para saber cómo
formalizar mis papeles, etcétera. O sea, como insertarme en una sociedad. O sea, en los tres casos, la
conveniencia está dada por la reciprocidad que puedo tener de los pares que están viviendo conmigo

I: si, o sea, los vínculos, y la relación con el cuidado es distinto en todos los casos
E: en los tres casos

I: es posible diseñar para vínculos de cuidados, así como onda: ¿familia extendida?

E: en eso estamos, eso estamos haciendo en la universidad ahora. En uno de los talleres de trabajar con
familias extensas, con familias con allegamientos funcional, en la comuna de Renca y Lo Prado, son
diez familias, son diez grupos familiares, en los que estamos diseñando propuestas para que ellos
puedan vivir mejor en ese lugar y mantenerse con esa localización que es privilegiada en comparación a
la solución habitacional que podrían tener si llegasen a postular como grupo independiente a una
vivienda social. Si llegasen a ser eso, van a ser propietarios probablemente de una casa de cincuenta
metros cuadrados, nueva, bien iluminada, etcétera. Pero en Til-Til, ya. Mientras si quieren gozar de la
localización que tienen cerca del metro a diez minutos del centro tienen que quedarse a vivir en el (…)
prácticamente, porque está autoconstruido, con malos materiales sin asesoría de arquitectos,
constructores, con condiciones físico-ambientales pésimas. Con alto hacinamiento y alto riesgo de
incendio por instalación y etcétera, o sea, ellos prefieren vivir mal pero cerca a que vivir bien pero lejos.
Porque decían, que un estudio que nosotros hicimos acá, el ochenta y cuatro por ciento de esas familias
que viven en el pericentro allegadas no quieren cambiarse, no quieren salir de su casa, o no están
haciendo nada por cambiarse. Y si uno le pregunta si le gusta su localización, el noventa y cuatro por
ciento o noventa y seis es: les gusta su localización. Y no están postulando a subsidio. Entonces, cuál es
la solución que se le puede dar ellos quieren seguir viviendo así por dos razones: porque están cerca del
centro o cerca de bienes públicos, cerca de buen transporte, por eso hablamos del pericentro. Y gozan
de una red de apoyos familiar y barrial que les enriquece su vida, ya. Entonces viven en co-residencia y
extendida al barrio también, no solo a sus familiares. Por lo tanto, quieren seguir ahí, pero viven mal.
Entonces, qué es lo que uno podría hacer, es romper esta idea de la vivienda mononuclear, porque en
un terreno viven cinco núcleos, si los identificamos como núcleos, pero en realidad es una familia, pero
viven cinco núcleos. Entonces, qué es lo que estamos haciendo, cómo diseñar una vivienda para esos
cinco núcleos. O dicho de otra manera, cómo diseñar cinco viviendas asociadas a una manera de co-
residencia. Entonces, para algunos casos vemos que para ellos es importante el patio, porque
comparten mucho. Para otros es importante el living porque comparten mucho más, para otros casos
necesitan sólo una cocina para todos porque, y ahí vamos viendo los niveles de co-residencialidad que
ellos tienen y de acuerdo a eso que desde la arquitectura cómo se podría diseñar. Y ahí hay un tema que
es reimportante desde la arquitectura y desde en el fondo herramientas de diseños que nosotros
tenemos. Hace un par de años, hice una investigación de tesis de desarrollo inmobiliario y entreviste
familias en cinco comunas en el pericentro y la periferia y les preguntaba qué era lo conveniente de vivir
en esta forma y bueno, apareció todas estas cosas: seguridad, tranquilidad sicológica, cuidado, comida,
ahorro de plata, etcétera. Y la otra pregunta qué era lo malo, o por qué le gustaría cambiarse de esa casa.
Porque hay mucho ruido, porque no tengo intimidad sexual, porque mis hijos siempre rompen el vidrio
y mi abuela se enoja, porque me carga el olor de la comida que cocina mi nuera. Y si tu escuchas eso
como arquitecto tú te imaginas una solución muy distinta a que la que visualizas como habitante,
porque como habitante la pregunta que se hacía era ya: ¿cuál cree usted que es la solución para eso? una
vivienda nueva

I: claro

E: otra vivienda porque no le rompo el vidrio a este, no le huelo la cocina a este otro, puedo tener mi
habitación matrimonial tranquila, pero uno como arquitecto dice, eso se puede solucionar de una
manera no necesariamente con esto. Si no, con una vivienda distinta, con mayores estándares de
aislación térmica, una vivienda con dos cocinas, o sea, cuando uno dice una vivienda nadie piensa en
una vivienda con dos cocinas. Siempre uno lo asocia a una familia mononuclear. Entonces ahí está el
desafío del diseño de cómo pensar una vivienda, que rompa con este paradigma de dos papás tres hijos
igual casa. Sino que pensar una familia con su riqueza, su diversidad, y ellos pueden vivir en una casa
siempre que el otro se resguarde, ese nivel de privacidad de acuerdo a las parejas que hay, las distintas
generaciones, la cantidad de integrantes, los roles, etcétera. En eso estamos trabajando ahora, de cómo
diseñar viviendas para estas familias extensas y garantizar su dinámica de co-residente

I: ahora, qué rol cumple en ese diseño por ejemplo, el estándar de recursos. Estoy pensando para
explicar el ejercicio de diseño de Quinta Monroy, Elemental dice, bueno para explicar todos sus
edificios de diseño en realidad, nosotros tenemos diez mil dólares, por tanto, sobre esa base de recursos
ellos diseñan. ¿Qué rol cumple, o sea, cuánto cuesta una vivienda así como la de ustedes o no es
necesario ese cálculo?

E: es necesario, y es muy útil darlo a conocer

I: o sea, hice mal la pregunta, no es que no sea necesario, esos montos, en el caso del diseño de ustedes,
¿dirige diseño? ¿o no?

E: ¿si lo condiciona?

I: hm

E: sí, naturalmente lo condiciona, porque no hay recursos ilimitados, pero no lo condiciona al nivel que
condicionó por ejemplo el proyecto elemental, que en el fondo lo condicionó al punto de llegar a decir
hagamos la mitad de la casa porque no tenemos más plata, en este caso, lo condiciona porque tu logras
optimizar los recursos a tal nivel que puedes hacer una mejor casa que si la hubieses hecho para el
núcleo individualmente. Básicamente por dos razones: primero no tienes que comprar suelo. El suelo
ya está, la familia ya vive ahí, ya existe, ya son propietarios, que es el bien más preciado que es el que te
determina la calidad de vida porque el suelo vale de la medida que tu estés cerca de un centro de salud,
de educación, de recreación, de equipamiento, de trabajo, etcétera. Y afortunadamente, estas son
urbanizaciones que tienen ese tamaño de lote que da cabida para esto se hicieron hace cincuenta años,
en lo que antes era periferia y que hoy dí ay ano es periferia, es pericentro. O sea, son terrenos bien
ubicados, la comuna de Lo Prado tiene ocho estaciones de metro. En su perímetro, o sea, ocho
estaciones y así. O sea, no hay que comprar suelo, por lo tanto nos ahorramos ese recurso y no te
sometes a las leyes del mercado del suelo, porque ya existen y además resistes a que esas familias sean
expulsadas a la periferia para construir nuevo desarrollo de vida, o sea es una manera de resistencia a la
gentrificación y a la expulsión a las periferias. Y la segunda razón, o sea, en esta fórmula del costo, o sea
no compras suelo, te ahorras ya lo tienes, y la segunda, es porque sale mucho más barato construir una
casa grande con tres baños y tres cocinas a que construir tres casas chicas, con tres baños y tres cocinas
separadas

I: hm

E: o sea, en términos constructivos, en términos de estructura, en términos material, estás ahorrando.


Es como una olla común, una olla común para veinte personas, sale más barato que cocinar en cuatro
ollas distintas para cinco personas asociadas a cuatro familias. Entonces, sale más barato porque no
compras suelo y sale más barato porque optimizas recursos que les das doble uso, doble función.
ahora ya, para hacer eso, lo que tú haces, es darle más gravedad al peso de un programa, o más cocina,
o más comedor

E: y ahí va a depender de la familia

I: claro

E: de la familia y su dinámica interna, o sea, su manera de co-residir es solo porque comparten los fines
de semana algunos cumpleaños o qué se yo y eso se da naturalmente uno lo observa que en el mismo
terreno tienen dos viviendas, con dos accesos diferenciados, con dos cocinas, o sea, casi que están
separados. Mientras que hay otra manera de co-residencia que en un mismo terreno están todos en una
misma edificación, con un mismo acceso y en una cocina donde están todos. O sea, las dos son co-
residencial pero las dos tienen nivel de fusión entre ellos. Entonces, dependiendo de cómo ellos vivan
habrá que pensar en un diseño ad hoc, para su manera de co-residir. Entonces, para alguno es más
importante la cocina, para otro es patio, para otro es patio y también dependen las cargas de uso, hay
familias que casi no usan el patio, entonces, el patio podría ser compartido. Hay familias que tienen un
uso intensivo en la cocina por lo tanto una cocina se haría chica entonces mejor hacer dos. Entonces, lo
que se piensa y ya esto es más desde los trabajos que he hecho yo de cuáles son los espacios que
debiesen optimizarse y tener uno para todos, son aquellos que tienen menos carga de uso

I: hm

E: porque eso en el fondo si tú piensas en una vivienda o en tu casa, el estar, cuánto, realmente el estar
se usa repoco. Entonces para qué tener tres casas con tres estares si se usa con muy baja frecuencia,
mejor tengamos un solo estar, un poco más grande y ese metro cuadrado que me quedó de los otros
estares lo hago dormitorio. Entonces, tengo casas con un estar y dos dormitorios. Ponte que son tres,
tengo tres estares y seis dormitorios, más valdría un estar un poco más grande y no seis dormitorios
sino ocho o diez. Entonces, ahí con los mismos metros cuadrados en suma. O sea, gastando la misma
plata podría resolver mejor el problema habitacional solo si es que estás consiente en la manera en que
ellos viven. Y todos tienen una manera distinta, entonces ahí está el desafío de la política habitacional
que está diseñada institucional y en cuanto a instrumentos para la producción masiva de viviendas.
Entonces, este enfoque de identificar la dinámica particular de cada familia, identificar que hay familias
distintas que están en co-residencia va a costar mucho que se haga porque no hay una institucionalidad
diseñada para ello, no hay una industria que piense en la producción personalizada que en países más
desarrollados no significa un mayor costo que la producción masiva en serie, con los avances
tecnológicos, etcétera. Se puede hacer un diseño personalizado producido en masas, que no cuesta más
que la producción en masa del mismo, pero todavía no estamos en ese nivel de desarrollo de la
industria. También tiene que ver con un desafío académico, desde nosotros empezar a ver, existen otros
tipos de familia, otros tipos de vivienda. También un desafío cultural, culturalmente podríamos decir, la
aspiración general de la población es a estudiar en la universidad, pero como que te olvidaí que existen
las carreras técnicas, los oficios, qué se yo, lo mismo existe con la aspiración de la vivienda. O sea, si se
hiciera una encuesta donde, dónde le gustaría vivir, cómo le gustaría vivir, todos imaginan la familia dos
papás y tres hijos porque está en el inconsciente colectivo. Nuestra cultura, las películas, las teleseries, lo
posicionan como una manera de habitar y como te digo, el mercado y el Estado ofrece vivienda para
esa familia, entonces es un cambio que depende de un cambio cultural que estén involucrados todos los
sectores. La industria, gobierno central, políticas públicas, gobierno local, la familia, la academia, la
profesión, o sea, a cualquier arquitecto que tu le preguntes si ha diseñado una vivienda para una familia
que no sea de dos padres y tres hijos, todos te van a decir que no. Porque no existe en nuestro ejercicio,
también para un arquitecto es un desafío, hasta una casa con tres cocinas, por qué

I: sin embargo, por ejemplo la vivienda de los años cuarenta y cincuenta se diseñaron para familias más
grandes, estoy pensando en la vivienda de clase media no en la vivienda social. Y esa vivienda, era como
para un habitar relativamente colectivo. Eran familias grandes, envejecían, pero la vivienda envejeció
entre comillas muy mal, porque envejeció con la familia. Entonces, esas son las casas que hoy en día
están a la venta, con grandes predios, porque la familia ya entre comillas, ya la abandonó. Entonces,
uno de los temas que habría que resolver es ver como envejece la arquitectura de alguna manera, y por
otro lado, esa familia se desmontó. Estoy pensando en Marcela Echeñique, cuando dice, mira, todo lo
que quiere la gente es una casa y un jardín, entonces lo que hay que hacer es darle una casa y un jardín.
Es lo que ha marcado la pauta de diseño de Santiago, y claro, en el fondo tiene razón. Coincide con el
periodo neoliberal, más menos, que no es la dictadura no más, que es esta idea que mi casa y mi jardín,
y por tanto, mi vivienda que yo aspiro, así como aspiré a la universidad, aspiro a una casa con un
pequeño patio, un pequeño jardín. Pero entonces, para llegar a una cultura que permita lo otro, no
podemos volver para atrás, donde sí había esa cultura, pero implicaría dejar los acuerdos societales
actuales. Del individualismo…

E: a eso me refiero con un cambio cultural, para nosotros, estamos insertados en un modelo que el
éxito se basa y para nosotros la generación más jóvenes, con un inicio dejando la casa de tus papás, o
sea, si no la dejas es que no eres exitoso y se te cuestiona socialmente. Uno está cuestionado
socialmente a abandonar la casa, porque se asume que la emancipación está asociada a una
configuración de un núcleo familiar con una propiedad llámese casa o llámese departamento. Entonces,
en los segmentos más vulnerables existe menos ese prejuicio porque hay necesidades básicas que son
más importantes, y por eso aparecen estas estructuras familiares porque no es prioridad perseguir ese
modelo. Y en los segmentos más acomodados donde existe el allegamiento, está más bien asociado a
esas situaciones de salud que hay que cuidar a alguien, o qué se yo, o que tienen efectivamente, el
pedazo de terreno en Pirque y en Paine, y mantienen su individualidad y siguen viviendo juntos.
Entonces, es precisamente, como manifiestas tu que tiene que ver con un modelo de sociedad que a lo
largo de las últimas décadas ha sido condicionado, y mira esto, podría ser la tremenda tesis, por una
necesidad de optimizar la producción de vivienda a través de su fabricación masiva, estandarizada, que
terminan atomizando las estructuras familiares. Porque usan tanto el mercado, por la lógica de que es
más conveniente desde el punto de vista de la línea de producción, y desde el punto de vista del Estado,
si el Estado define el déficit habitacional asociando las familias a una mononuclear

I: hm

E: o sea, la política pública identifica y determina la familia como este núcleo, desde las encíclicas del
papa en el año ochenta, define como familia a ese núcleo. Y de hecho, en los ochenta se entendía que
todas estas formas de co-residencia, en aquel entonces se llamaban allegamiento, eran inconvenientes
porque fomentaban la promiscuidad. Entonces, desde todos los lados, desde la Iglesia, desde el Estado,
desde el mercado, se ha promovido permanentemente el vivir con un modelo de familia como el de los
Simpson, como esa es la familia ideal. Entonces, naturalmente hay una repercusión en cómo nos
organizamos como sociedad y para qué decir todos los otros estímulos de una sociedad capitalista que
nos conduce a todos, aunque no lo creamos, al individualismo. Entonces, por ahí esto tiene que ver con
un cambio social y cultural mucho mayor
I: hay alguien que plantea, ahora no me acuerdo el nombre, es un filósofo en todos los casos, no alguien
arquitecto, que plantea que la serialización de las cuestiones

E: sí, ¿tenemos reunión?

I: Interrupción: a las diez, en Fen

E: uh, sí, sí, disculpa

I: ¿lo dejamos ahí?

E: sí, disculpa que tengo que irme a presentarme

I: con eso está súper bien

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